Imagen tomada en el yate ‘Aquílonia’, atracado en los pantanales de Puerto Sherry en agosto de 1990. De izquierda a derecha Javier Tosar Barrera (ver nótula núm. 063 en GdP), Antonio Almagro Buhigas (ver nótula núm. 178 en GdP), Emilio Almagro, Manuel Cuevas Mateos, Miguel Pineda Martí y Fosco Valimaña Lechuga (ver nótula núm. 095 en GdP). La imagen, con la vela o toldillo, es apropiada para este verano que comienza en pocos días. Fernando Gago hubiera dicho que, ahora en verano los propio es que cuando se insulte a alguien se le mande al ‘carajo la vela’. /Foto: Colección Vicente González Lechuga.
Categoría: Polifacéticos
1.778. EL PUERTO DE SANTA MARÍA. La Ciudad de los Cien Palacios.
Mañana lunes, día 17 de junio se cumpliran 60 años de la publicación en ABC del artículo de José de las Cuevas "El Puerto de Santa María, la Ciudad de los Cien Palacios" que tanto prestigio ha dado a nuestra Ciudad, creando incluso un eslogan que se repite en numerosas referencias periodísticas, turísticas y literarias, haciéndolas suyas infinidad de vecinos y visitantes. Lamentablemente, 60 años después, no están todos aquellos palacios y otros están en peligro de extinción. Es este un buen momento para luchar para la conservación de los que nos quedan. Reproducimos el artículo del 17 de junio de 1953.
Cuando me han preguntado por el Puerto de Santa María, yo he contestado siempre que se trata de una ciudad elegante; esto quiere decir, de una ciudad pulcra, limpia, con camisa blanca y recién desdoblada. Lo curioso es que la misma impresión han tenido todos los viajeros en todos los tiempos: «Ciudad limpia de calles anchas y algunas tiradas a cordel…» (Suárez de Figueroa, 1617). «Las calles son espaciosas, largas y derechas, tordas cordel, con ricas casas…» (Estrada, 1747). «Bellísima ciudad… excelente empedrado de sus calles» (Ponz 1791).
Otra impresión permanente es que el Puerto ha debido de ser siempre residencia de señores. En el Puerto se h vivido con gran tren desde hace muchos siglos. Es una ciudad rica de antiguo, no hay en ella precipitaciones ni arquitectura febril de rico nuevo. La Historia parece coincidir con nuestra impresión. Primero, corte de los Medinaceli; después invernadero de nuestras Escuadras --¡que bonita palabra invernadero! Uno supone todas las naves, con arboladuras blancas como magnolias, dentro de los cristales templados de la ría--, la ciudad se llena de veedores, administradores de Aduanas reales, contadores, proveedores de galeras, toda gente de posición y vida asegurad. Por último, tras la aparición de los opulentos cargadores a Indias y de la Capitanía General --no olvidemos a ese capitán general conde de O’Reylli que planta naranjos a la orilla del río--, la llegada de familias vascas, tan clásica en la Andalucía del XVIII--, los Araníbar, Vizarrón, Eguiarreta, Valdivieso--, todas con apellidos y fortunas probadas, y los hombres de negocios franceses, italianos, irlandeses --los Winthuyissen, Voss, Fleming, Tirry, Cortes, Clauders--, que traen la high life de Europa en sus maletas.
Ya es sintomático que en los inventarios del XVI aparezcan caballeros del Puerto que han gozado un cintillos de piezas esmaltadas de oro sobre terciopelo negro, o un pomo de plata para perfumes, o sesenta botones de oro para la capa y el sombree, o una cama entera de damasco carmesí, o un tarro de ámbar, o una toalla de Indias… Nada ha faltado nunca al Puerto. En la Crónica Abreviada de los Reyes Católicos, de Mosén Diego de Valera, que escribe en el Puerto a los setenta años, lejos: En este tiempo yo estaba en el Puerto e fui certificado que una nao portuguesa llamada ‘La Borrella’ avía de venir prestamente en Portugal, cargada de arneses de Milán e cubiertas e brocados e otras sedas muy ricas… En el XVIII las naves de los cargadores traen las sedas de Francia; los paños de Inglaterra; la lencería fina, de Holanda; el papel y las pieles finas curtidas, de Génova, y el cristal, de Austria. De vuelta de América, el lastre de los buques es madera exótica para barandales y consolas, y en el retorno a Italia, mármoles de Carrara, mármol blanquísimo; son los primeros buques del mundo estibados con nieve.
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1.765. RAFAEL ALBERTI. Evocación nostálgica y poética en el NODO de 1977.
En la imagen, Agustín Merello, con su tío Rafael Alberti Merello, el 24 de mayo de 1977, en el Talgo procedende de Madrid en el que acompañó y entrevistó al poeta Rafael Alberti en su regreso a El Puerto, tras 46 años de ausencia.
Ponemos a disposición de los lectores de Gente del Puerto este documental de NODO. A partir del minuto 06:05 se puede ver una evocación poética y nostálgica con la voz del poeta e imágenes de la Ciudad, en la emisión del citado informativo de fecha 12 de septiembre de 1977.
1.758. FERNANDO GAGO. Maestro.
"Cuando yo era maestro, también tenía admiradoras, si no te lo crees dale la vuelta a esto que estás leyendo". Así reza, del puño y letra de Fernando Gago, el texto que figura al dorso de esta fotografía del álbum familiar.
De izquierda a derecha, la gaditana Rosario Manzano, Fernando Gago, Concepción Torrent y Manuel Rincón, durante una reunión de maestros interinos, que celebraban periódicamente, cada vez, en un colegio distinto.
Fernando Gago inició estudios de Magisterio por libre y de lo libre que estaba no los concluye y su padre, que era responsable de Economato en Bodegas Terry lo pone a trabajar, con 20 años –1961– en la bodega, donde desarrollará toda su vida laboral, y donde conocería diferentes propiedades de la firma: los Terry Merello, Patrimonio del Estado, Serra Santamans, Harvey, Allied Lyons y Domecq, no cogiéndole el cambio a Beam Global. En Terry empezó como administrativo en el Departamento de Embarques y se prejubiló como Apoderado y Director de Relaciones Públicas.
1.754. DELANTE Y DETRÁS DE LA NOTICIA. Convivencia en La Andreíta.
Con el título ‘Delante y Detrás de la Noticia’ el sábado 1 de junio se celebró un encuentro donde, bajo la organización de Salvador González Mateos, se pretendió y consiguió juntar aunque parcialmente, a aquellos que hace 30 años se encontraban a ambos lados de la noticia.
En la imagen, vemos entre otros, de izquierda a derecha, José María Morillo, Rafael Navas director de Diario de Cádiz, Joaquín Paloma de Ecologistas en Acción, Rafael Gómez Ojeda, ex alcalde de El Puerto, Salvador González Mateos, Juan Clavero Salvador, el editor de El Boletín Eduardo Albaladejo Manzanares, con gorra el ex concejal José Antonio Castro Cortegana, los hermanos Pepe y Ángel Mendoza, Isa Lora y algunos más cuyos nombres no logramos recordar.
Unos fotografiando, escribiéndolas o filmándolas. Otros, generándolas con sus acciones o declaraciones. Esta idea, que a algunos ilusiona desde hace unos años se hizo realidad con motivo del 30 aniversario de la fundación de la Asociación Ecologista Guadalete. Periodistas, reporteros gráficos, técnicos, abogados, dirigentes vecinales, algunos políticos de la época, artistas, colaboradores y ecologistas, compartieron un Ajo Lebrijano , recuerdos, anecdotas, …
La convivencia se realizó en la Asociación de Vecinos ‘La Andreita’, por la Hijuela del Tío Prieto. En el local vecinal se pudo contemplar la exposición de Ecologistas en Acción "30 años y mas de ecologismo social en El Puerto". A la hora del cafe, se emitió un video donde algunos se reconocieron con bastantes años, kilos y canas menos.
En esta imagen vemos de amarillo en el centro a la periodista y flamante novelista Kety Castillo, junto Salvador González de rojo y sombrero, Pepe Mendoza, Clavero, a la derecha Fito Carreto, Agustín Álvarez, Soledad Duro, Eduardo Albaladejo. A la izquierda, entre otros, Rafael Navas, Morillo, la fotógrafo Toñi Flores, ... la nueva presidenta de la Asociación de la Prensa de Cádiz, Libertad Paloma se incorporó más tarde.
«No nos vale que alguno se autoexcluya», --rezaba la convocatoria-- «porque no quiera coincidir con fulanito o menganito. ¡Vamos a dejarnos de tonterías! Aunque hayan existido diferencias ideológicas, laborales o problemas de sexo entre gente de la época, no podemos perdernos encontrarnos con fauna tan variada con la que pasaremos un rato de convivencia sana. Aquí vamos a invitar a los protagonistas de aquellas historias independientemente del bando donde se encontrase. Y aunque alguno se encuentre incluso en pleitos, por un día que se aparquen rencores y malos rollos».
A lo largo de la tarde fueron yendo y viniendo y se vieron caras de sorpresa y de alegría de gente que, a pesar de vivir en El Puerto, hacía tiempo que no se veían: ¿acaso por la configuración de la Ciudad que ha crecido en extensión --vía convenios urbanísticos y viviendas ilegales-- abandonando un centro histórico que agoniza?
1.748. PABLO JOSÉ FERNÁNDEZ CASTILLO. Empresario hostelero
Pablo José Fernández Castillo nace en Cartagena en 1976. Era alcalde de El Puerto Manuel Martínez Alfonso y S.M. el Rey nombraba a Adolfo Suárez presidente del Gobierno. Primogénito de tres hermanos, sus padres son naturales de Cartagena y Vigo, respectivamente. En El Puerto ha vivido en la calle Aurora, Parque Europa y Carretera de Sanlúcar.
Ha estudiado en el Instituto Santo Domingo, cursando estudios superiores fuera de El Puerto. Ha estado dedicado 15 años a los Recursos Humanos, destacando en los últimos tiempos las posiciones de Jefe de Personal de S&G, director de RRHH para la cadena Barceló Hoteles, así como de Brassica Group. Y desde hace unos meses, gerente de Brunch & Koffee, en la calle Luna 22, donde estuvo durante once años la Oficina de Turismo.
Para Pablo, El Puerto proyecta desde la distancia una imagen de Ciudad hospitalaria y acogedora, con unas playas magníficas y calidad de vida. La imagen de El Puerto hace 25 años es en esencia la misma que la de hoy en día. Tras varios años en Madrid por motivos profesionales, Pablo aprecia cambios con la modernización y el desarrollo urbanístico propio de estos últimos años, aunque respetando su aspecto de ciudad abierta al mar, con un importante pasado, patrimonio histórico y un tamaño, servicios y censo de población que la hacen una Ciudad ideal para vivir y constituir una familia.
Foto de Graduacion de ESIC.
Nuestro protagonista abre Brunch & Koffee convencido de su apuesta firme en nuestro casco histórico, “responsabilidad que tenemos todos los portuenses con nuestro legado: entre todos se debe potenciar y apostar por El Puerto”.
Aficionado al deporte en general, El Puerto dispone de instalaciones naturales y municipales para la práctica, entre otras actividades el ciclismo, jogging, kayak, fútbol… Disfruta de las playas en familia, del casco antiguo, lectura relacionada con la narrativa histórica, networking, … Tras vivir durante 20 años, en dos etapas separadas de su vida en El Puerto, se siente de aquí, como un portuense mas, totalmente identificado con su Ciudad donde está afincado con su mujer y su hijo.
1.747. LOS ESTUDIOS FOTOGRÁFICOS. (I) Un miembro más de la familia.

Según dicen los decires los fotógrafos de estudio o de galería como también eran llamados, siempre fueron un miembro más de la familia, teniendo en cuenta que cámara en mano se encontraban en los acontecimientos más sobresalientes de la misma, en todo un recorrido de la vida de lactantes a senectudes.
Era la época donde se iluminaba para embellecer con naturalidad, se revelaba el material con recelosas fórmulas químicas aprendidas de antaño, se retocaban las placas a mano con pinceles de un solo pelo y sobre todo donde la figura del fotógrafo en la sociedad era un hermoso y respetado oficio nada desvirtuado.




1.736. ENRIQUE ATALAYA MILA. El arte de vestir el arte: 956.
Eran los primeros años de la década de los 90 cuando conocí a Enrique Atalaya. En el castillo de San Marcos de El Puerto de Santa María se preparaba una exposición antológica del pintor Pepe Belmonte. A nosotros nos cabía el honor de comisariar la muestra y él era el encargado del montaje. Se iniciaba, entonces, en aquellas tareas. Desde aquellos momentos han pasado muchas cosas. Este que esto les cuenta sigue escribiendo de lo artístico y, dicen que por culpa de la crisis, cada vez, comisaría menos exposiciones. Quique Atalaya, poco a poco, se fue haciendo con un equipo grande, profesional y comprometido; se fue abriendo un importante camino en el montaje de exposiciones y de todo tipo de eventos; lo sigue haciendo, a pesar de la crisis, de los problemas, de la falta de seriedad de muchas instituciones, del dinero que se le debe por su trabajo… con la misma inquietud y apasionamiento del primer día y con la misma perfección y maestría. En esto quiero detenerme porque el Grupo 956 que, así se llama el equipo de trabajo que el portuense encabeza, es una auténtica referencia en el mundo del arte. Les explico.
Un joven Quique Atalaya en el desaparecido 'Baobab' del Parque Calderón, propiedad de Juan Ruiz-Herrera.
Hace unos días, viendo la exposición de Nacho Criado en el centro Andaluz de Arte Contemporáneo de Sevilla, me entusiasmó la magnífica instalación museográfica de la muestra en algunos de los patios y espacios interiores del antiguo recinto de la Cartuja de Santa María de las Cuevas, después fábrica de cerámica Pitman y muchas más cosas, hasta recalar como espacio museístico. No era fácil el montaje de unas obras complejas, con muchos matices, infinitos encuadres, piezas de colgar, de suelo, de gran formato, cuadros diminutos, etc. La exposición gozaba de una rigurosidad y de un sentido museológico digno de ser destacado. No pude por menos que preguntar cuál era la empresa de montaje. 956, un equipo de Cádiz, me dijo Juan Antonio Álvarez Reyes, el director del CAAC. Debo confesar que me sentí orgulloso. Con ellos había trabajado, ellos habían montado alguna exposición comisariada por mí y, además, era una empresa de El Puerto de Santa María.
Con Antonio Casimiro y Rafa Tardío, en VISCON, Madrid.
956 ha destacado en muchas grandes acciones. La Diputación de Cádiz, cuando patrocinaba aquellas grandes acciones en forma de importantes muestras de lo mejor del Arte Contemporáneo, muchas veces contó con el espléndido y profesional grupo de Quique Atalaya. El Gobierno de Ceuta también sabe mucho de la rigurosidad del trabajo de la gente de El Puerto. Las obras de Dámaso Ruano, las de Juan Manuel Brazam, las varias exposiciones comisariazas por Manolo Alés tuvieron detrás la maestría y profesionalidad del Grupo 956. Mi paso por la Consejería de Educación, en aquel apasionante trabajo organizando exposiciones, se encontró de primera mano con los montadores de 956, llevando a cabo muchos montajes llenos de entusiasmo creativo. Sin ellos, las muestras habrían sido simples exhibiciones de cuadros. José Lebrero Stals, cuando estuvo al frente del CAAC contó sistemáticamente con el Grupo 956 para sus más importantes proyectos. Cuando la BIACS - Bienal Internacional de Arte Contemporáneo de Sevilla - centró el interés artístico nacional e internacional en una ciudad que se apuntó con ellas a una parte de la modernidad artística, los fabulosos montajes de la Cartuja y en los de las Reales Atarazanas fueron producidos y llevados a cabo por el equipo técnico que capitaneaba Quique Atalaya - todavía duele y mucho el descaro y la poca seriedad de los muchos que gestionaron aquellos acontecimientos y que se marcharon sin pagar a los que tanto y tan bien trabajaron-.
Fachada del Museo Picasso de Málaga.
El Museo Picasso de Málaga, con Pepe Lebrero, ha seguido contando con 956 para sus magistrales montajes. Allí hemos podido ver extraordinarios proyectos museográficos llevados acabo por esta empresa. Las exposiciones de Alberto Giacometti, los juguetes de las vanguardias o la que todavía llena los espacios del antiguo palacio de Buenavista de la capital malagueña, titulada El Factor Grotesco, tienen el sello de la gente de Quique Atalaya -Pedrolo, el Inglés, Sacaluga, Rafalito, el Gitano, Lolo, David, Pedro…y, por supuesto, ese Pepe, moviendo los hilos-.
Por todo esto y por mucho que me dejo atrás, por tanto tiempo vistiendo artísticamente a lo más estacado del arte nacional e internacional, el Grupo 956 merece un reconocimiento en un espacio como este dedicado a comentar los más especiales acontecimientos artísticos. Y, además, porque me sentí tremendamente orgulloso cuando, el otro día, el Director del Centro Andaluz de Arte Contemporáneo de mi Sevilla, a mi alabanza sobre el espléndido montaje de la exposición de Nacho Criado, me dijo satisfecho: lo ha llevado a cabo el Grupo 956.
Entre el público asistente al Monkey Week Festival 2012.
Y si ustedes quieren constatar todo cuanto escribo no se pierdan la muestra del famoso artista chino Ai Weiwei que acaba de inaugurarse en los espacios de la que fue Cartuja de Sevilla. El Grupo 956 es, otra vez, protagonista. El esplendor artístico de las piezas tendrá su riguroso sentido museográfico. /Texto: Bernardo Palomo.
1.733. JOSÉ LÓPEZ RUIZ. Catedrático y experto en estudios marinos
José López Ruiz, profesor de matemáticas en el Instituto Santo Domingo, catedrático en la Universidad de Cádiz, ha sido responsable de Investigaciones del Centro Andaluz Superior de Estudios Marinos. Es profesor tutor de la Universidad Nacional de Educación a Distancia en Cádiz desde su fundación, donde ha impartido además varios cursos de Doctorado y de Química Oceanográfica. Es autor de numerosos trabajos de investigación y también es fundador de los Seminarios Ibéricos de Química Marina. Reproducimos algunos fragmentos de su discurso de ingreso como académico en la de Bellas Artes ‘Santa Cecilia’ el 5 de octubre de 2012. /Foto: Marcos León.
"Recuerdos y vinculaciones con la Casa Caballero, tan cercana y participativa en mi juvenil ámbito familiar, con un recuerdo emocionado a mis progenitores, en el marco de una dependencia de lo que, figuradamente, fue “su” Bodega, a la que tantos afanes, claridades y afectos dedicó. Continúan los recuerdos por ejemplo a Carmen Navas –Carmela Navas-, hija de D. Plácido, a Teresa, entrañable cuidadora, retornándoles emocionadamente el mucho cariño que me dedicaron, al Instituto Laboral, cuna de amigos –Profesores y alumnos-, al Prof. Martínez Moreno, etc, etc.
Con sus padres, Francisco López Camacho y Luisa Ruiz Magaña, y sus hermanos --mas pequeños-- Francisco y Luis, en el Campo de Rioja, en 1933.
Quiero también recordar y atender efusivamente, a quienes guiaron mis primeros pasos en mis estudios y posibilitaron los posteriores. Por eso me voy a referir al muy portuense Colegio de las HH Carmelitas, de la Calle Nevería, en donde sigue y por muchos años, que a través de las HH Ana María Rey, Petra, Julia, etc., que con el cariño y admirable estilo monjil de aquellos lejanos años, me llevaron a superar el ingreso en el Instituto de Jerez. Ellas estarán viendo desde su Cielo, el cariño en el que las sostengo.
Luego mi recuerdo se hace afecto también grande, al tener presente a la querida Academia Poullet, que en las figuras de D. Luis y de Dª Anita hicieron posible mi otro salto académico, como fue ingresar en la Universidad de Sevilla, todavía en tiempos muy lejanos a la creación de la de Cádiz.
Profesores del Instituto Laboral. De izquierda a derecha y de arriba abajo: Policarpo Deusto Canal, a continuación, el madrileño Ventura Lozano Moreno, profesor de Mecánica, José López Ruíz, Catedrático de Matemáticas, el portuense Luis Macías Rubio, el valenciano Manuel Martínez Alfonso, Catedrático de Lengua y Literatura Española, el malagueño Enrique Bartolomé López-Somoza, Catedrático de Geografía e Historia; debajo, el primero es David Almorza Salas, José Jacinto Cossi Mora al segundo; el tercero es Pepe Morillo León, locutor de Radio Puerto, Emisora del Instituto Laboral, Antonio Verdugo Chaves, y de portero, José María Quignón Selvático, gaditano, profesor de Formación del Espíritu Nacional (FEN) y de Gimnasia.
Gracias, a los Profesores que participaron en las enseñanzas de dicha Academia, como fueron, entre otros, D. Luis Suarez Rodríguez, D. Eligio Pastor Nimo, a quien debo mi ilusión por la química, D. Hipólito Sancho, D. Guillermo Beltrán,D. Julio Balao, etc. A dicha Academia Poullet le debe El Puerto, especialmente, una impagable deuda de gratitud. En aquellos dificilísimos años de los 30 y los 40 -hay que haberlos pasado para saber de qué hablo-, la Academia Poullet fue el único Centro de enseñanza, aislado, en el que se impartían clases de Bachillerato, tan ignotas entonces. Gracias a ellas pudimos ingresar en la Universidad, en una sola tacada, el trío de compañeros y permanentes amigos luego, que formamos Agustín Merello Reynolds –que fue abogado en ejercicio-, José Luis Tejada Peluffo –al que cualquier referencia es obvia- , y yo. Hay que situar a la Historia en su momento para juzgar la importancia de lo que estoy recordando.
Me satisface cuando siento que soy del Puerto, que mi mujer indisoluble, participativa y palanca indispensable en todas mis acciones, también es nacida en El Puerto, que siempre hemos vivido en él, que seguimos en él……y que me siguen llenando el alma sus rumores, entre ellos el del portuense viento de Levante. Me cae encima toda la España que no he vivido -como sí lo han hecho mis familiares, todos “exilados” desde mi punto de vista-, con sus diferentes nacionales sentires y virtudes: la morriña y la saudade gallega, el seny catalán, la austeridad blasonada de las Castillas, el orgullo extremeño, la explosiva luminosidad mediterránea, etc., y como necesidad compensadora, me invade entonces, satisfactoriamente, lo que podría llamarse retóricamente, -perdón- la filosofía florida de la luz de este fondo con el mar, en el que está El Puerto. De este cercano mar mío y nuestro que nos permite, por ejemplo, -y es lo que primero definitoriamente se me ocurre- la experiencia ontológica de poder sumergirnos en él, física y mentalmente, en una acción verdaderamente integradora. Un baño en el mar que tenemos tan a mano, es diluirnos en nuestra propia naturaleza, sintiéndonos participado plenamente en ella. La Puntilla –¡oh aires de juventud¡- Valdelagrana, Fuenterrabía, la moderna Vistahermosa, etc., son hechos cercanos, a nuestro alcance, que forman parte de las mejores esencias del Puerto. /Cuadro de María José Gómez Villar, en la UNED.
Chauvinista intenso, perdónenme el galicismo, me apasiono cuando hablo del Puerto, que tanto ha vivido en mi, y me cuesta no manifestarlo, aunque en un Acto como el que nos ocupa, el academicismo debe imperar sobre las emociones. Pero me siento más rendido que nunca hoy, y ya es difícil la superación, por incluirme en la Academia de Bellas Artes de Santa Cecilia, que se encuentra en las entretelas de la Muy Noble y Muy Leal Ciudad del Gran Puerto de Santa María. Así figura en su Carta Puebla y así figuraba, no hace tantos años como para que yo no pueda acordarme de ello, en unos mosaicos adheridos en la pared de una antigua Bodega en el Camino de Urdax. A modo de tarjeta de presentación, así rezaba frente a la Victoria y a la Estación de Ferrocarril. Escrito que recibía a los viajeros y que no debió desaparecer nunca, no como petulante o vanidosa presentación, sino como indicación de nuestras honrosas, justas y verdaderas señas de identidad.
29 de mayo de 1999. Inauguración de la calle Instituto Laboral, con otros profesores de dicho Instituto, tras el homenaje al Centro. De pie: Manuel Martínez Alfonso, José López Ruiz, Paco Viseras Alcolea, Tomás Quiles, José Cepero Peralta, Luis Gutiérrez, Joaquín Calero Muñoz, Ventura Lozano Moreno. Agachados: Ramón González Montaño, Ángel Angulo Fernández, Leonardo Romero Maure, Ignacio Pérez Blanquer.
Y sigo en lo mismo: siempre he estado en El Puerto, excepto aquellos cinco Cursos de Licenciatura en la Universidad de Sevilla, años a los que debo agradecer mi acendrado sevillanismo y hasta sevillismo. Los posibles mayores logros profesionales que hubiera podido alcanzar en otras latitudes, los cambié obligada y afortunadamente, por mi continuismo portuense.
El Puerto, desde que en los años 40 comencé a “verlo” y sentirlo,, me trae permanentemente muchos recuerdos luminosos de sus detalles domésticos, desde mi inefable atalaya del Parque en donde viví muchos años. Permítanme que me detenga , mínimamente, en algunos de aquel tiempo: la majestuosa Iglesia Mayor –eje entonces de nuestra Ciudad-, la serenidad de la Calle Palacios, los silencios de la de Santo Domingo, la Plaza Peral, el pilón de San Juan, el “lejío” –qué lejos- la grandeza somnolienta de la Calle Larga arriba, la Victoria, la Placilla, las cuatro Esquinas, y las Siete con inefables olores de bodegas, el Parque, la Calle Vicario, etc. etc., cuya memoria de tiempos pasados distintos a los de hora, dedico a aquellas personas de mi generación –qué pocas- que aún puedan estar escuchándome, y comprendiéndome. Ni la Placilla, ni la Plaza Peral, ni mucho menos la Calle Vicario –con aquel tremendo empedrado sobre el que milagrosamente saltaban y rodaban a prueba de amortiguadores, los coches de Paco Díaz, el Capataz- nada tienen que ver con la de ahora -¿mejor o peor?-. Ahora, hoy, el lustre de mi estirpe portuense –con abuelos y bisabuelos nacidos aquí- y la constancia de mi anclaje, reverdece ante la distinción que me regala la ilustre ancianidad de la Academia, recordando los versos de los portuénfilos Hermanos Álvarez Quintero: “¿Por qué se llama Larga, calle preciosa, si mirándote siempre pareces corta?”.
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1.731. SALEK BABA HASSANA. Gobernador (Wali) de la provincia saharaui de Auserd.
Salek Baba Hassana --que ha visitado ayer El Puerto-- nació el 5 de septiembre de 1954 en Uael El Haudi (Sahara Occidental) hijo del que fuera Procurador en las Cortes Españolas durante el anterior régimen Baba Hassana, en representación de Villa Cisneros, la actual Dajla (en árabe ‘La Interior’) Era alcalde de El Puerto en 1956 Luis Caballero Noguera. Estudió bachillerato y COU con profesores españoles en Villa Cisneros, empezando la carrera de biología en Madrid, en la Universidad Complutense que interrumpe, para incorporarse al Frente Polisario y a su lucha, cuando los territorios saharauis fueron ocupados por Marruecos, y Mauritania al ser abandonados por España a su suerte durante la enfermedad del dictador y anterior Jefe de Estado, tras la invasión marroquí durante ‘La Marcha Verde’, siendo todavía aquellos territorios colonias españolas. En 1975 era alcalde de El Puerto Fernando T. de Terry Galarza.
El Frente Polisario, a cuyo Secretariado pertenece Salek, conmemora el 20 de mayo de 2013 el 40 aniversario del inicio de la lucha por la independencia nacional en el marco de la legalidad internacional reconocida por la ONU en su resolución 1514(XV) a los países y pueblos bajo dominación colonial. /En la imagen, gráfico de El Mundo.
Entre 1977 y 1983 termina sus estudios universitarios en La Habana (Cuba) y, gracias a ello no pierde el habla española que usa con fluidez. Entre sus escritores españoles favoritos están Cervantes, Becquer y el colombiano Gabriel García Máiquez, así como Machado y Alberti, del que ha disfrutado durante su visita ayer a la Fundación que lleva el nombre del poeta de la Generación del 27.
El conflicto armado con Mauritania (de donde recuperan los terrenos ocupados) y Marruecos duró entre 1975 y 1991, año en el que se firma un acuerdo de paz. Salek regresó al finalizar su carrera a los campamentos del Sahara, como oficial del ejército de su pueblo durante la guerra de liberación contra la invasión hasta 1989.
Un campamento de la provincia de Auserd.
A partir de 1989 Salek ha ocupado diferentes cargos políticos, administrativos y ejecutivos, tanto en el gobierno como en la organización política que lo sustenta. Ha sido Secretario General de la Juventud del Frente Polisario, y en el gobierno de la República Árabe Democrática Saharaui (RASD) ha sido ministro de Desarrollo Económico, Secretario General del Gobierno, Director General de Cooperación, Ministro de Cooperación y, desde enero de 2012 es Gobernador (Wali) de una de las cuatro provincias (wilayas) entre las que se divide los territorios saharauis, la provincia de Auserd, a la que pertenece La Güera (antigua La Agüera española, que significa ‘zanja para conducir las aguas de lluvia a los campos’), ciudad con la que está hermanado El Puerto de Santa María, por acuerdo de pleno de 1993, siendo alcalde Hernán Díaz Cortés.
Durante su visita de ayer a El Puerto, con Jesús Espinar, presidente de Amal Esperanza, en la Fundación Rafael Alberti.
Casado dos veces, tiene cinco hijas y dos hijos, le gusta la música moderna saharaui y los sones latinos, y a los ya citados gustos por los escritores y poetas españoles, añade a Kais, un poeta árabe de antes de nuestra era y Áhmed Uld Abdel Qáder un poeta beduino y mauritano del siglo XX, impulsor de la arabidad en la literatura mauritana y presidente del Tribunal Supremo de su país.
Antes de ayer el Ayuntamiento de El Puerto ha renovado su compromiso con el pueblo Saharaui de La Güera, en un acto celebrado en el Salón de Plenos, con asistencia de los representantes del gobierno local y todos los grupos políticos y Salek Baba Hassana, Wali de Auserd de la República Árabe Democrática Saharaui (RASD), el representante del Frente Polisario para Andalucía, Abidín Bucharayan, junto al presidente de Amal Esperanza, Jesús Espinar Galán, recordando el 20 Aniversario del Hermanamiento entre nuestra ciudad y la ciudad de La Güera.
Durante su visita de antes de ayer al Ayuntamiento de El Puerto, con el alcalde de la Ciudad, Enrique Moresco.
AMAL ESPERANZA.
Al igual que otros años, ya se está preparando este programa, mediante el cual vendrán en verano a la ciudad 30 niños saharauis (5 de ellos con discapacidad, que serán acogidos por Afanas) y que se pondrá en marcha desde mediados de junio a mitad de septiembre.
Vacaciones en Paz' es uno de los programas de cooperación que mantiene Amal Esperanza en El Puerto. Desde hace 20 años, han participado en esta iniciativa 600 familias de acogida, que han recibido en sus casas en veranos a niños procedentes de los campamentos de refugiados saharauis de Tinduf, donde las condiciones de vida son muy duras. El Ayuntamiento destina también para cooperación con La Güera la mitad de la partida económica de Bienestar Social en Cooperación Internacional que se eleva a 20.000 euros al año, y que ha servido para dotar de placas solares a los campamentos de refugiados, material escolar y ahora para la creación de huertos familiares para poder cultivar productos básicos de consumo.
Salek Baba Hassana, delante de la Torre de Doña Blanca, en el yacimiento de su nombre.
El camión que envía Amal Esperanza El Puerto dentro del convoy de ayuda humanitaria 'Caravana por la Paz' llegó a Auserd en febrero pasado, con 17.000 kilos de alimentos (2.000 de harina), material para la horticultura, semillas, plásticos de invernadero y bombas de agua para los pozos.