
De izquierda a derecha, los componentes de Stunts, en una pose para su último trabajo: Oscar Cabrero, Sanxe, Antonio Fernández y Ramón López, arriba, Juanito Brady.
El grupo Stunts (que se puede traducir del inglés por “proezas” o “trucos”), es un grupo de rock alternativo que nació en El Puerto a finales del año 2004. Sus componentes, con algunas variaciones desde su creación, son el guitarra rítmico Oscar Cabrero, estudiante de Finanzas; el cantante Juanito Brady, quien el año que viene estudiará Diseño Gráfico en EEUU; el batería Ramón López, que estudia música -batería- en Barcelona; el bajista Antonio Fernández estudiando Ingeniería Eléctrica en la UCA y el solista de guitarra, José Luis Torres “Sanxe”, que empieza ahora Magisterio musical. Todos son de El Puerto, menos Brady que nació en EEUU de madre porteña y padre norteamericano. Y todos andan entre los 18 y los 21 años de edad. Toda una vida por delante y, porque son conscientes de que de la música es difícil vivir, cada uno afronta sus estudios con fuerza, relajándose en verano en los ensayos y actuaciones. Pero ya han ganado premios y sacado al mercado alguna que otra maqueta y disco.

Stunts con Hepre, antiguo guitarrista del grupo, en el año 2006.
Hace 20 años, cuando nacían la mayoría de los integrantes del grupo Stunts, en 1989, el escritor Ken Follet publica su novela “Los Pilares de la Tierra”. En la Recopa de Europa de Fútbol, el FC Barcelona se proclamaba campeón al derrotar al Sampdoria, mientras el Real Madrid se proclamaba campeón de Liga y de la Copa del Rey. El ciclista Pedro Delgado ganaba la Vuelta a España. Se estrenaba la película “Cinema Paradiso” de Giuseppe Tornatore y “Delitos y Faltas” de Woody Allen. Alaska y Dinarama presentaban “Fan Fatal”, Maná “Falta Amor” y Loco Mía “Taiyo”. Camilo José Cela obtenía el Premio Nobel de Literatura y el decimocuarto Dalái Lama el Nobel de la Paz, mientras el Príncipe de Asturias a la Cooperación Internacional era otorgado ex aequo a Jacques Delors y Mijaíl Gorbachov. El Ayatolá Jomeini hace un llamamiento a los musulmanes del todo el mundo para ejecutar al escritor angloindio Salman Rushdie, por entender que su obra «Los Versos Satánicos» ofende al Islam. El cirujano y urólogo español Aurelio Usón ha finalizado con éxito el cambio integral del sexo a una mujer mediante la "técnica Shangai", nuevo método quirúrgico.

Paco y Sanxe, en una instantánea de la actuación del grupo en Gibraltar en el año 2007.
Stunts, empezaron a ensayar en sus comienzos, en una casa abandonada en la urbanización “Las Redes” y luego han pasado por varios locales: el Ayuntamiento les prestó el local de la Asociación de Vecinos del Barrio Alto, pasaron también por la sede de IU, en una casa de la calle Cruces, y en la actualidad están en el local de la Asociación de Peñas “La Unión”. «Todo un problema, ensayar», confiesan «ante la falta de locales para ello, lo que desanima a otros grupos potenciales que se podrían formar en El Puerto». No participan del “Movimiento del Botellón”, prefieren el cine, el deporte, la playa, ensayar... no son aficionados ni a la bebida ni a fumar, ni a otro tipo de sustancias. Llevan una vida sana.
Su rock lo definen como alternativo, pero con muchas influencias, bebiendo de muchas fuentes y, si bien van buscando su estilo propio no desean encasillarse y en los conciertos cantan temas de producción propia, aunque también versionan algo a Blink 182, Refused o Finch..., grupos poco conocidos en España pero potentes en la escena del rock norteamericano.
HAVE IT YOUR WAY
En la Página Oficial de la Revista Rockzone, Zona Cero, hacen esta interesante crítica de su primer trabajo publicado en 2007, la maqueta “Have it Your Way» (que podríamos traducir por “interprétalo como quieras” o “sácale sentido”). «Cuatro temas de una gran factura teniendo en cuenta la edad de sus autores, por cierto. Su sonido bebe de distintos géneros relacionados entre sí como pueden ser el rock alternativo, el punk pop, el hardcore melódico o el emocore, y lo cierto es que el resultado final es una síntesis bastante buena de todas sus influencias. El disco empieza con “She Has No Name”, una buena canción en clave de rock alternativo. “Clever to Die” es una canción muy bien hecha: pegadiza, directa y contundente. “Shore Lines”, un gran ejercicio de pop punk rockero con una línea de guitarra muy conseguida. Pero quizá el tema más sorprendente es “Dear Kitty”, en la que se desmarcan de lo anterior con una balada in crescendo de pegajosa melodía con un estribillo magnífico y un final apoteósico. El resultado es una muy buena referencia de presentación, con calidad y variedad.

Una actuación del grupo en el pub Babaloo, en la Costa Oeste, el pasado año 2008.
Todo esto dentro de los parámetros del sonido del grupo, claro. Stunts hacen una música optimista, alegre en términos generales y aunque en algunos momentos aparecen riffs potentes y voces agresivas, es claramente la melodía lo que más les gusta. Y la verdad, se mueven como pez en el agua a la hora de escribir temas que se te quedan inmediatamente en la cabeza. Me atrevería incluso a compararlos con el pequeño hype underground que supusieron Okinawa hace un par de años en el sentido de que al igual que las de los madrileños, sus canciones llegan muy rápido y es difícil desprenderse de ellas. Una virtud que desde luego les puede abrir muchas puertas en el futuro.» Israel Higueras.
ACTUACIONES Y PREMIOS.
Se han movido por toda la provincia de Cádiz, en Gibraltar, donde actúan este próximo sábado son ya unos fijos y muy solicitados (esta es su séptima actuación en el Peñón), participan en la final del Certamen “Battle of the Bands” en la que participan junto a grupos españoles y llanitos. A ver que ocurre. También han actuado en Madrid, en la Sala Ritmo y Compás; en Murcia, en Retrodelia; en Sevilla, de teloneros de Poncho K, de moda en la Cadena 40 Principales.
El pasado junio han ganado la última edición del Certamen Andaluz “6 Grupos 6” organizado por el Ayuntamiento de Jerez. De las 86 maquetas inscritas, el jurado realizó primero una preselección de 24 grupos que han sido los que han pasado por los conciertos semifinales que se han celebrado durante todos los viernes y sábados en la Sala Paúl. Sunts pudo alzarse con los laureles del éxito. También quedaron ganadores de Andalucía en el Certamen Nacional de Maquetas “Pasión Rock” en La Rambla (Córdoba) aunque los terceros a nivel nacional.
A BRAND NEW DAY
Su último trabajo de este 2009 fue presentado en El Puerto en la antigua Sala Bianco el pasado 3 de julio. Este compacto “A Brand New Day” (Un nuevo día) es un título esperanzador que invita a vivir el momento, el “carpe diem”. Están muy contentos con el single “Medicine”. «Lo hemos tenido que autoproducir. Las discográficas nos han puesto muchas trabas por cantar en inglés. También por ofrecer un sonido demasiado duro. La industria te aplasta el sonido y acaba con tu personalidad. Más de una vez hemos pensado hacer un viajecito por EEUU e intentarlo allí», señala José Luis Torres, “Sanxe” sobre la relación de Stunts con la industria discográfica. Y no solo eso. Anecdóticamente hay que contar que mas de una vez han ido a actuar a sus conciertos en autobús, cargando con todo el equipo: a Murcia, Sevilla, Gibraltar. Ahora convencen al único que tiene coche: al guitarra Oscar Cabrero, para que, como pueda, encaje toda la impedimenta en el vehículo, o alquilando una furgoneta. Lo poco que les dan de caché, lo invierten en los gastos de desplazamiento, alojamiento y comidas. Como aquellos cómicos de la legua...

Stunts, en una pose promocional de su último trabajo, 'A brand a new day'. Año 2009.
Se muestran poco optimistas con el estado de la ciudad, «de antes y de ahora». Consideran que hay una buena oferta deportiva pero no en juventud, cultura o fiestas para los jóvenes. «El Puerto es decadente» afirman «Los jóvenes tenemos pocas ayudas. Hemos hablado con concejales de todos los colores y nos dan buenas palabras pero pocos hechos». Y es que, según afirman: «Si nosotros somos capaces de organizar un concierto con nuestros propios medios, no nos explicamos como el Ayuntamiento, con las infraestructuras que tienen, no son capaces de hacerlo. ¿Falta de voluntad, de ganas, de...?» Además, insisten en lo difícil que es que los empresarios arriesguen con los grupos jóvenes, que crean en ellos. «Para eso debiera estar el Ayuntamiento, como en Jerez y otros sitios».


Aunque de ascendencia jerezana, sus padres y sus abuelos eran de Jerez, Ramòn de la Flor Sánchez, “el Cositagüena”, (1908 - 1987) nació en nuestra Ciudad el 6 de febrero, segundo hijo de siete hermanos: José Antonio, Ramón, Manuel, Carlos (portero del Gimnástico F.C.), Francisco, María (abuela de la cantante porteña Eva Santamaría) y Juan. Su padre, Ramón de la Flor Ledesma, era marinero y ello influyó en el trabajo principal que nuestro protagonista tendría a lo largo de su vida, relacionado con el mundo del mar. El apodo le venía de las cosas buenas que hizo a todo el mundo a lo largo de su vida. Por su relación con los ambientes pesqueros, recibía como atención de los marineros de los barcos, “ranchos” de pescados que, antes de llevarlos a su casa, iba dejando en otras más necesitadas que la suya. Ese era “el Cositagüena”.
Ramón tenía mucha labia, mucho “arte” hablando. De joven y al estar sin trabajo se llegó a construir su propia casa. Trabajó de limpiabotas en las casas de los pudientes en aquellos años difíciles de preguerra. Después fue peón, trabajando en lo que saliera. Se casó con 24 años, el 31 de julio de 1932 con la también porteña María Josefa Morales Troncoso, de 19. Obligado a ir a la Guerra Incivil, estuvo destinado en Zaragoza y, una vez terminada ésta fue premiado con marchar a su casa para ver nacer a uno de sus hijos, en lugar de destinarlo a luchar a algún frente de Europa, inmersa ésta en la II Guerra Mundial. (En la imagen, Ramón y su esposa, María Josefa, en la Feria de Ganado que se instalaba en El Palmar, en los terrenos del actual Carrefour. En el año 1948, fecha de la instantánea, y durante algunos más, regentaron una caseta de Feria: la 'Caseta del Cositagüena').

Como ya hemos señalado, Ramón se casó con María Josefa Morales Troncoso y tuvieron 13 hijos, aunque solo sobreviven 10, de un total de 21 partos. Esos trece son Ramón, Francisca, María Luisa, María Josefa, José Antonio, Manuel, Luis, Concepción, María Rosa, Pedro Miguel (quien, durante años fue tramoyista del Teatro Chino de Manolita Chen), Juan Antonio, Carlos (fundador con otros del PSOE local, llegando a ser concejal de Vivienda y de Obras del Ayuntamiento) y Milagros. (En la ilustración, primeras páginas del que sería un abultado Libro de Familia de Ramón de la Flor y de Josefa Morales).
“El Cositagüena” era sinónimo de ser buena gente, de ayudar a todo el que podía, haciendo el bien sin esperar nada a cambio, siendo generoso, honrado, agradable en el trato, amigo de sus amigos -algo que parece una redundancia pero que no lo es-, querido por todos, porteño y muy racinguista. Era una persona muy constante y agradecida, muy agradecida. Contrario a toda clase de injusticias en la vida, tenía capacidad de aguante para los malos ratos. Y siempre tuvo un deseo que llegó a alcanzar a plazos: tener muchos hijos, al menos doce. Y luego darles cariño, educación, ayudarlos a labrarse “un porvenir” en la vida. Nunca pedía nada para él, solo esperaba una palabra de agradecimiento. Nos dejó el 27 de junio de 1987. (En la imagen, Ramón y su mujer María Josefa, fallecida el 19 de junio de 2001, quien le sobrevivió 14 años).
Aunque ya existían noticias por parte de eruditos locales como Francisco Ciria y Vergara y el investigador alemán Shulten que la identificó como el Puerto de Menesteo, no fue hasta la llegada a nuestra Ciudad en torno a 1979, de Ruiz Mata, cuando se propusieron las excavaciones sistemáticas del yacimiento del que su principal mentor ha llegado a firmar que acaso pudiera ser la Gadir fenicia ya que, en Cádiz no se encontraban registros arqueológicos que sustentaran la antigüedad de la ciudad. En una compleja teoría, Ruiz Mata componía la situación de las islas antiguamente, siendo Cádiz una necrópolis, Doña Blanca la ciudad y la isla de Sancti Petri un templo. Las teorías van y vienen, los estudios avanzan y retroceden, y diversas escuelas y arqueólogos están a favor y en contra de la misma. Pero no deja de ser un lugar apasionante que ha apasionado a cuantos en él han trabajado. Otra interesante teoría, la Sidunia árabe, ha sido expuesta por el profesor Borrego Soto,
En un trabajo infográfico realizado a auspicios de la Fundación CEEI, Bahía de Cádiz, se afirma que el yacimiento presenta una importancia singular en el panorama de la colonización fenicia en el Mediterráneo occidental. Su excavación, entre 1979 y 1995, ha sacado a la luz restos de murallas, necrópolis y viviendas de entre los siglos VIII y III a. C. Con un excepcional grado de conservación, el yacimiento guarda las claves sobre el paso de los fenicios por la Bahía de Cádiz y su relación con los pueblos indígenas de la Baja Andalucía. (En la imagen, infografía de la muralla fenicia).









Esta caseta fue construida por la Comisión Técnica de Fortificación de la Costa Sur, bajo la dirección entre otros de Enrique Letang. En 1946 el Ayuntamiento decide la ampliación de la misma aunque tenía todavía carácter provisional, ya que se compartía su uso, como caseta de feria, con los militares antes citados. Estos trabajos de ampliación se le encargan al contratista Antonio Herrero de los Reyes, con la indicación de aprovechar al maximo los materiales existentes, siendo el importe de estas obras de unas 23.000,00 pesetas. Para la Feria de 1947 se vuelven a hacer modificaciones en esta caseta, que ya para se denominaría "El Cortijo". El importe de estas obras fue de una 20.000 pesetas, según el presupuesto de hizo el ingeniero municipal Enrique Letang, manteniendo aún carácter de provisionalidad. (En la imagen Enrique Letang Drouillon).
En 1948, cuando el Ayuntamiento decide que sea un edificio permanente le encarga al mencionado ingeniero Letang que elabore un proyecto que finaliza en los últimos días de Enero y que ya era como lo hemos conocido los que tenemos cierta edad, con sus pérgolas y su fuente en forma de cruz. El presupuesto de este proyecto fue de 65.000 pesetas. (En la imagen, el cartel de Feria de Primavera de 1948).

A finales de la década de los ochenta del siglo pasado se reprodujo la fachada y primer patio de El Cortijo en el recinto Feria de Las Banderas, como sede de la Caseta Municipal. A lo largo de estos último 20 años, la caseta ha experimentado diferentes pinturas en su fachada, y conocido mejoras en su interior. Pero, habitualmente, no deja de ser solo eso: la caseta de Feria ya que rara vez se ha usado para algo más que espacio de recepción municipal, comedor y actuaciones, en Las Banderas. (Textos: Vicente Gonzalez Lechuga).





IZNATE









El padre de nuestro protagonista era Ingeniero de Minas, compañero de promoción y amigo de
VICISITUDES EN LA GUERRA INCIVIL.
Adriano recuerda que su madre, con la guerra ganada por el bando rebelde, recibió una llamada de la policía para que confirmara que el acusador de su padre era un conocido zapatero del barrio. Ella les explicó a sus hijos, en un ejercicio de generosidad y para nada revanchista que “--Ni estoy segura, aunque existen ciertas pruebas, ni voy a ser responsable del ajusticiamiento de nadie. Bastante tendrá con su conciencia y con lo que ha hecho”. Adriano, sigue recordando, que “hay que olvidar y ser generoso. Aunque cada uno tenga sus ideas y sus opiniones. No tiene sentido. Aquello no fue nada bueno”. (En la imagen, una joven Tula Ruiz Golluri, fotografiada por Raymundo en 1918. Foto Colección AGLR).
Adriano está unido a El Puerto por muchas razones, familiares y personales, y el único inconveniente que señala es que está a 654 kilómetros de Madrid. Casado con Carmen Verastegui Villafiero, con quien ha tenido dos hijos, y de momento tres nietos, está emparentado con tres alcaldes de El Puerto: su abuelo Joaquín Ruiz y López, en 1904 y 1907; su tío Eduardo Ruiz Golluri, en 1930 y José de la Cuesta Aldaz, en 1903 y 1930. La hija de éste, Pepa de la Cuesta, casó con el hermano mayor de su madre, Joaquín Ruiz Golluri. El hijo de ambos, Joaquín Ruiz de la Cuesta –primo de nuestro protagonista—reside en Barcelona con algo más de 80 años y una mente muy lúcida, con quien gestionamos ponernos en contacto. (En la fotografía, Eduardo Ruiz Golluri, tío de Adriano).
Algún día contaremos en estas páginas las alambicadas circunstancias que propiciaron la súbita ruina del que fuera alcalde José de la Cuesta. Los cuatro Adrianos de la familia, su padre, el mismo, su hijo y su nieto, han estudiado en los Jesuitas o lo va a hacer, como es el caso de su nieto. (José de la Cuesta Aldaz, tío abuelo de nuestro protagonista).
DISCURRIR PROFESIONAL Y ACADÉMICO.

El ius usus innocui es una institución del derecho consuetudinario que tiene su apoyo nada menos que en el Levítico (XIX, 9, 10) y en el Deuteronomio (XXIV, 19, 20). El ius usus innocui equivale al soutelo o la musga gallegos y al emprìu catalán. Se trata del aprovechamiento de aquello que a nadie puede estorbar, ni lesionar en sus intereses. O dicho como lo decían los romanos: quod tibi non nocet et alii prodest non prohibetur; quod mihi prodest et tibi non nocet, faciendum est. (En la imagen, portada del Libro del Deuteronomio).

Si Vd. cogía por el camino de los Enamorados, por la hijuela del Tío Prieto, por la del Tío Gilito, por la vereda del Verdugo o la del Presidio, por la Cañada de La Valenciana, por la del Hato de la Carne o por cualquier paraje rústico de nuestro término municipal, seguro que, a un lado y a otro, se encontraría liños de tunas, necesario resguardo para las bichas, los lagartos, los erizos, las ratas, las panarrias, los gallitos-marzo, las mariquitas de San Antón, los escarabajos peloteros, los panales de abejas o los avisperos, que mantenían, entre sí, un admirable equilibrio ecológico. Las pencas de las tunas tostadas, servían para alimento de las vacas, una vez desprovistas, por el fuego purificador, de las púas. (En la imagen, pinchos de aromo con su característica flor amarilla. Todavía se pueden ver por el Camino de los Enamorados).
Al amanecer, por cualquier camino te podías topar con gente que, con una burra con su albarda y sus serones, armada de una caña (convenientemente cascada por la punta, abierta lo necesario con un tapón de corcho y fijada la apertura con una cuerda de abacá), se dispusiera a hacer suyo el fruto de todo un vallado. Luego, recolectados los higos, debía barrerlos, esto es, desproveerlos de las pequeñas púas. Los higos barridos, restregados por la arena, quedaban en disposición de ser lavados. El agua debía cambiarse varias veces, mas que nada, porque en su superficie quedaban nadando los restos de minúsculas púas, como pelillos, y algunas impurezas. Así, finalmente, los higos quedaban preparados para ser expuestos y expendidos en los tenderetes callejeros.
Fue el alcalde don Luis Caballero Noguera, recordable por tantos buenos motivos, quien dispuso que los puestos de higos debían tener su regulación estética. Así quedaron acuñados los modos de vender higos: en un tablero, flanqueado por unos listones que servían de topes, sobre dos caballetes, se disponían dos pirámides de higos ( los de a chica y los de a gorda). El frontal y los laterales se guarnecían de tela de vichy a cuadros y en las dos esquinas del tablero se colocaban sendas macetas de albahaca. Eran inevitables el cubo con agua, el paño para secarse y la navaja. "--¡Al buen higo!, pregonaban, o ¡Al gordo, al gordo, higo!"
Sin embargo, otros, como el desvergonzado de Cambriles, en su puesto, al lado del Cine Macario, cuando veía pasar a un grupito de muchachas, echaba su pregón: "--¿A quién le pelo el higo?", con un trasfondo marcadamente erótico que no voy a permitirme explicar. Pelar un higo es labor altamente difícil y especializada: en un solo movimiento de muñeca, con el higo en una mano y la navaja en la otra, se hacían tres cortes (uno, en la cabeza, otro, en el lado, y otro, en el culillo) y el higo aparecía, como por ensalmo, libre de su pellejo y a disposición del consumidor, que los engullía uno tras otro. Lo importante era llevar el mismo ritmo, esto es, sincronizar eso de higo pelado, higo comido, pero nunca quedarse atrás. Cuando, ahíto, el insaciable comedor, pronunciaba la palabra ¡Ya!, cesaba la tarea de pelar higos. Entonces, la dueña del puesto comenzaba a contar los pellejos, a realizar arqueo y a comunicar la cuenta al repleto viandante. Repleto y bien atascado, porque, según decían, con las pepitas, los higos producían un gran atasco intestinal que no se curaba más que con la enorme y terrible lavativa del Hospital. (En la fotografía, un peso y medidas del actual puesto de higos de tuna de Juan Guerrero Villegas).
Así, aquel verano, cuando un día visité a Rafael Alberti en su casa y le llevé un canasto de higos de tuna pelados, se puso inmediatamente a comerlos y, transportado a sus años infantiles, prorrumpió: "--¡Ja, ja, ja!, me van a tener que poner la lavativa de San Juan." La misma terrible lavativa de la que yo había oído hablar desde chico: la lavativa del Hospital de San Juan, de San Juan de Dios, llena de agua de mar templada; aquella que Felipe Lamadrid, prevenido, amparado en un baby de hule, aplicaba al paciente devorador de higos de tuna, mientras éste, antes de dar el taponazo, sentía por sus entrañas el benéfico alivio de el mar, la mar, sólo la mar, que dijo el poeta. (Texto: Luis Suárez Ávila. Pie de fotos: Redacción).