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Tal día como hoy, 6 de agosto, hace 115 años, fallecía en Sevilla Emilio Seca Gutiérrez, un culto y virtuoso presbítero portuense al que faltaban dos meses para cumplir 38 años. Era cura en San Gil, la popular parroquia hispalense que toma su nombre del barrio donde está enclavada, casi lindando con las antiguas murallas de la ciudad, sede en aquella fecha –de 1653 hasta 1949- de la Hermandad de la Esperanza Macarena.

San Gil, la popular parroquia sevillana donde ejerció el Padre Seca.

En ese año de 1897 azotaba cruelmente a las cerca de 150.000 almas que poblaban la capital andaluza  una virulenta epidemia de viruela cuya mortandad rompió los parámetros estadísticos de todas las enfermedades infecciosas, que no eran pocas, padecidas por los sevillanos a lo largo y ancho del siglo que estaba a punto de finalizar. Se estimó, decima más o menos, 50 víctimas por cada mil habitantes, cifra esta que situaba a la capital andaluza en un dramático ranking como uno de los “puntos negros” más importantes del mapa sanitario internacional, solo superada por algunas capitales de la India como Bombay o Madrás, según Indica Ángel Pulido en su obra “Saneamiento de poblaciones españolas. Sevilla”.

Nuestro personaje, asiduo visitante de sus feligreses enfermos, a los que asistía humana y espiritualmente, en sus casas y en los hospitales, confortándolos y administrándoles los sacramentos en sus últimas horas, como no podía ser de otra manera,  al estar sometido a un riesgo constante y continuo, fue contagiado con el fatal desenlace que enunciamos en las primeras líneas de esta breve biografía.

Había nacido en El Puerto, en la casa número 2 antiguo de la calle Nevería, amaneciendo el día de la Hispanidad de 1859. Su padre, que era albañil de profesión, se llamaba Pedro Seca y su madre María Josefa Gutiérrez, ambos portuenses. (No hemos profundizado en investigarlo pero creemos que no tenía parentesco con la familia Muñoz Seca, aparte la coincidencia del apellido).

Una semana después, el 19 de octubre, era bautizado solemnemente en la pila bautismal, ahora en desuso, de la iglesia Mayor por don Francisco de Paula González de la Cotera, Cura Teniente y beneficiado de la misma, que le impuso los nombres de Emilio Julio de la Santísima Trinidad. Estudió en el Colegio Portuense, centro para niños en el que se impartía enseñanza primaria, aunque en su nivel máximo o superior, según matiza nuestro paisano Juan Gómez Fernández en su ensayo: “Formar hombres de bien. La enseñanza en El Puerto de Santa María en el siglo XIX”, colegio del que era propietario y también director Don Ricardo Alcón. Al decir propietario me refiero al concepto porque el inmueble en el que se impartían las clases, si no estoy equivocado, era el antiguo convento dominico de la calle Santo Domingo, propiedad del estado. Al menos el Colegio Portuense estaba establecido en el número 29 de esa calle, número que coincide con el del actual centro de enseñanza, antiguo Instituto Laboral, en el que curse mis primeros años de bachillerato.

Convento de Santo Domingo, hoy instituto.

Refieren que fue discípulo del docto Juan de Luna, completando su carrera sacerdotal en los seminarios de Cádiz y Sevilla. Promovido a la dignidad de sacerdote fue nombrado cura ecónomo de la parroquia de un pueblecito de la serranía de Aracena, una parroquia cuya advocación le recordaría a su ciudad natal, sin duda: la iglesia de San Marcos de Alajar, provincia de Huelva. Poco después iniciaría una prometedora carrera al ser elegido por monseñor Pedro Núñez, Obispo de Coria para Secretario de Cámara y Gobierno de su obispado, carrera a la que el mismo renunciaría poco después con motivo del fallecimiento de su padre. Para estar lo más cerca de su madre, reacia a dejar El Puerto para trasladarse a Extremadura, y acompañarla en la soledad de su viudedad, ocupó un curato en Sanlúcar suponemos que hasta la muerte de su progenitora, siendo promovido finalmente a la parroquia sevillana con la que hemos iniciado nuestro relato.

Púlpito de la Prioral, donde predicaría un año antes de su muerte.

Ejerció de portuense a pesar de estar siempre alejado de su tierra natal, manteniéndose en contacto con amigos, familiares y entidades locales. Había ingresado en la Hermandad de San Pedro In Sacri desde que era subdiácono, asentándose en la misma como hermano en 1881. Su último y público contacto con sus paisanos fue en septiembre de 1896, el año anterior a su óbito, predicando desde el púlpito de la iglesia en la que fue bautizado con ocasión de las fiestas religiosas de la Octava de la Patrona.

¡Gloria al Padre Seca y a todos los anónimos y desconocidos que como él, limpios de corazón,  sirven los demás con honradez y sacrificio! (Texto: Antonio Gutiérrez Ruiz. A.C. PUERTOGUÍA).

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Félix Sancho de Sopranis Peñasco nació el 10 de mayo de 1885 en el número 19 de la calle San Bartolomé, en El Puerto de Santa María. Era el primogénito de Alfonso Sancho Mateos (1858-1952) y de Mercedes Peñasco García (1861-1929), que tendrán otros dos hijos, Alfonso (1896-1971) y Mercedes (1899-1994).

Los primeros años de Félix Sancho transcurren en París, ciudad a la que su padre se traslada temporalmente por negocios vinateros de la casa Sancho Hermanos. De vuelta en España, Félix ingresa interno -septiembre de 1894- en el colegio de los jesuitas de El Puerto, donde estudiará cinco cursos de bachillerato. Obtendrá el título con 14 años, tras aprobar en junio de 1899 los ejercicios del grado ante la comisión de catedráticos del Instituto de Jerez de la Frontera.

La estancia de Félix en el colegio de San Luis Gonzaga coincide fundamentalmente con el mandato del jesuita madrileño Pedro Castelló, rector desde diciembre de 1893 hasta su relevo en septiembre de 1897 por el padre José María de la Torre. En 1896 terminan su bachillerato en San Luis Gonzaga los poetas Juan Ramón Jiménez y Fernando Villalón, así como el comediógrafo portuense Pedro Muñoz Seca. El 12 de mayo de 1895 se había inaugurado el pabellón de la nueva fachada y entrada principal del edificio. Disponía ya el colegio de alumbrado eléctrico: en El submarino Peral (1927) recordará Juan Ramón "aquella noche primera en que encendían los focos grandes del patio para deslumbrarnos la nostaljia". La media de alumnos en el último lustro del siglo XIX es de 205, en su mayoría internos. Félix Sancho tuvo por compañeros de curso, entre otros, a Juan Gavala Laborde (ingeniero de minas), Ignacio de Casso Romero (jurisconsulto), Julio Toscano Delgado de Mendoza (alcalde de Alcalá de los Gazules en 1930) y Ángel M.ª Rubio Castillejo (marqués de Valdeflores). Concluido el bachillerato, Félix Sancho prepara y aprueba el examen de ingreso en la Escuela Especial de Ingenieros Agrónomos de Madrid (Instituto Agrícola de Alfonso XII). Terminará la carrera -de seis años de duración- en octubre de 1910, obteniendo el número nueve de los 19 egresados de su promoción. Durante esta etapa madrileña, Félix ha coincidido algún tiempo en la misma pensión con su paisano Muñoz Seca, que le dedicará el entremés 'Mentir a tiempo' (estrenado el 25 de enero de 1908).

San Luis Gonzaga, fachada lateral.

Tras ingresar en el Cuerpo de Ingenieros Agrónomos, Félix Sancho es destinado en febrero de 1911 a la Granja-Escuela de Agricultura de Jerez de la Frontera. Dos años después pasa a El Puerto de Santa María como ingeniero-director de la flamante Estación Sericícola y de Industrias Zoógenas, creada gracias a la gestión del diputado a Cortes Dionisio Pérez en terrenos municipales aledaños al Monasterio de la Victoria. El 8 de mayo de 1913, se casa en París con Germaine Favraud (1891-1972), hija del agente general en Francia de la bodega A. & A. Sancho. Del matrimonio nacerán cinco hijos: Juan Manuel, Genoveva, Félix, Magdalena y Teresa. En octubre de 1918 redacta con Juan Gavala el proyecto de desecación, saneamiento y puesta en cultivo de las marismas de la margen izquierda del Guadalquivir. Sancho dirigirá laboriosamente la Sericícola durante casi 20 años, hasta la supresión de este centro de investigación, producción y fomento de la industria sedera en enero de 1931. Entonces es promovido de ingeniero primero a ingeniero jefe de segunda clase y nombrado director de la Estación de Viticultura de Moguer (Huelva). En agosto de 1932 asume la dirección de la Estación de Cerealicultura de Jerez. A finales de 1934 es trasladado a Madrid como director del Instituto de Cerealicultura, ubicado en la Casa de Oficios de La Moncloa, donde reside. Nombrado presidente de la Sección de Cerealicultura del Instituto de Investigaciones Agronómicas en enero de 1935, en abril del año siguiente asciende a ingeniero jefe de primera clase del Cuerpo.

El estallido de la guerra civil sorprende a Félix Sancho en La Granja de San Ildefonso (Segovia), donde veraneaba su familia. El 20 de julio de 1936 intenta restituirse a su puesto de trabajo en Madrid, pero no lo logra al estar cortadas las carreteras en Villalba: un hecho providencial, ya que la siniestra 'Brigada del Amanecer' -de Agapito García Atadell- irá varias veces a su domicilio de La Moncloa para detenerle. La vivienda será registrada y saqueada por completo.

Constituida la Junta Técnica del Estado (octubre de 1936), Félix Sancho fue confirmado en la dirección del Instituto de Cerealicultura, que se instaló provisionalmente en Segovia (1936-37) y Palencia (1937-39), ambas en zona nacional. Terminada la guerra, Sancho se reintegra a sus funciones en Madrid y es nombrado -octubre de 1940- colaborador técnico del Servicio Nacional del Trigo. En la década posterior publicó Métodos de análisis de trigos y harinas (1942), Trigos tremesinos o de ciclo corto (1949) y artículos sobre los cereales y el vino de Jerez en las revistas Boletín del Instituto Nacional de Investigaciones Agronómicas, Agricultura y Siembra. Fue asesor técnico del documental Trigo en España (1943), del marqués de Villa Alcázar.

Por ascenso en el escalafón, Félix Sancho de Sopranis pasa en junio de 1949 al Consejo Superior Agronómico (Madrid), órgano consultivo del Ministerio de Agricultura, tomando posesión como inspector general del Cuerpo Nacional de Ingenieros Agrónomos. Tras ascender a presidente de sección (jefe de zona) en enero de 1953, en julio de ese mismo año es designado presidente del Consejo Superior Agronómico, cargo que desempeñará hasta su jubilación el 10 de mayo de 1955. El año anterior se le había concedido la Gran Cruz de la Orden Civil del Mérito Agrícola. Fallecerá en Madrid el 19 de febrero de 1958, con 72 años. Sus restos descansan en su ciudad natal.

PIONERO EN EL APROVECHAMIENTO DE LA ENERGÍA SOLAR.
El 28 de mayo de 1921, Felix Sancho patentó con el número 78.346 un calentador de agua «para baños y otros usos domésticos o industriales». Llevó a la práctica su invento instalando aparatos en edificios particulares y públicos de El Puerto, Jerez, Sevilla, Madrid, Barcelona, Levante, Canarias y Baleares. En 1930 fabricaba los calentadores --de 300 a 600 litros-- la empresa madrileña OTAM y su precio, ya instalados, era de 1.750 a 2.500 pesetas. Todavía hacia 1945 se puso un colector solar en el colegio del Sagrado Corazón de la calle Ferraz, 65. (Texto: Bernardo Rodríguez Caparrini).

De izquierda a derecha fila superior, Enrique García, de Hotel Jándalos; Enrique Fernández de Bobadilla, restaurante La Proa de Puerto Sherry; Julián Alonso, de Hotel del Mar, Francisco García de Quirós, de hotel Santa María. Fila del centro, José María Godínez, de hotel Los Cántaros; Fila inferior, Felix Parejo, de Hotel Puertobahía, José María Morillo, de la Oficina de Turismo, Piedad Hernández, de hotel Casa del Regidor; y los eméritos Juan GArcía, José Manuel Anguiano y Juan Sendra, así como Segisfredo Fernández, de hotel Dunas Puerto.

Directores de hotel de El Puerto de Santa María y tres eméritos: Juan Sendra, Juan Garcia, y José Manuel Anguiano ex directores de los hoteles Monasterio, Del Mar y Caballo Blanco, mantuvieron una reunión el restaurante La Proa de Puerto Sherry con Enrique Fdez. de Bobadilla, para homenajear al que fuera edil de Turismo y alcalde de la Ciudad, Fernando Gago, recientemente desaparecido. Acordaron mantener una reunión anuall con Gago desde que abandonó sus cargos públicos el pasado año. Se celebró la primera el año pasado y decidieron hacer una Comida del Recuerdo en su homenaje, donde se comentaron anécdotas y y sucedidos del añorado edil, delante de una foto de gran formato del finado.

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Tengo un amigo en el hambre,
y tengo otro en el alma.
Los dos son el mismo amigo,
Miguel Marroquín se llama.

(Manuel Gerena)

Se ha ido un icono de la transición política andaluza, “un comunista militando en el PSOE”, como a él le gustaba definirse, aunque en los últimos años “para recuperar mi libertad de palabra” no tenía obligaciones de partidos y cargos, empero, se seguía reuniendo con los compañeros socialistas. Era un hombre que vivía la política como si le fuera la vida en ello, acaso distorsionada –o por mejor decir— descontento de la deriva que ha tomado la forma de ejercerla. En el fondo era un utópico que reclamaba su derecho a decir “No es eso” de la actual forma de ejercer la política orgánica de los partidos y los cargos públicos. Y no le faltaba razón cuando la ciudadanía reclama “otra forma de ser, otra forma de actuar”, eslogan que reclamaba para todos los partidos, no solo de izquierdas. Complicado en las formas de vivir la política, supo tener amigos que le acompañaron en sus postulados y otros, no tanto, precisamente por la intensidad de lo vivido en los años difíciles de la dictadura. Era amigo de sus amigos y sabía escuchar. Y decía que “era socialista antes que comunista”. En todos los casos, ha desaparecido un activo militante de la transición y de la libertad de la que gozamos hoy los españoles.

El pasado viernes 20 de julio vino a escuchar la conferencia que pronuncié en el hotel Los Cántaros sobre ‘Siglo y Medio de Turismo de El Puerto’. Por la tarde había escrito el que sería su último artículo en el Blog que mantenía con asiduidad ‘El Cuaderno de Miguel Marroquín’. Al día siguiente sábado 21 se sintió indispuesto  e ingresó en el Hospital de Puerto Real; el jueves 26 le practicaban una intervención quirúrgica en dicho hospital, operación que no resultó exitosa dadas las complicaciones que vinieron después, falleciendo de una afección cardíaca ayer  día 30 de julio, cuando pasaban pocos minutos de las cinco de la tarde, a los 69 años de edad.

Marroquín dejó dicho que ningún símbolo religioso figurara sobre su féretro. Sentía una gran amor por El Puerto: su familia ha dispuesto que la bandera de El Puerto que tenía en su casa y la medalla de concejal de la Corporación Municipal 1987-1991 a la que perteneció estén presente en las honras fúnebres de índole civil que se celebraran hoy en el Tanatorio a las cinco de la tarde.  (Texto: José María Morillo).

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“Tenía el don del ritmo en sus “nudillos de caoba”
y en “su caja comparsista”.
Cada vez que utilizaba el uno o el otro,
invitaba a cantar, a acompañarle,
pues era una llamada al espíritu,
al canto popular del pasodoble, el cuplé o el tanguillo.”
Antonio Muñoz Cuenca

EN EL PARQUE.
La primera vez que vi a Rafael fue aquel caluroso verano de 1962, sentado en un banco del parque Calderón junto a mi hermana Mari --quien más adelante sería su mujer y madre de sus tres hijos--, yo tenía ocho años y ellos diecisiete. Era un muchacho muy guapo. Alto, rubio, de hombros anchos y espalda recta; se notaba a la legua que hacía gimnasia, sobre todo por los bíceps, que reventaban bajo la camisa de popellin, siempre un poco desabrochada. Lucía una mata de pelo importante, peinada hacia atrás con un toque de brillantina, a excepción del arremolinado tupé, que le cubría la frente sin llegar a ocultar sus bonitos ojos verdes. La impresión que me dio fue la de un muchacho atrevido, jovial, con un palique sin limitaciones alimentado por su inmensa fantasía.

RAPHAEL.
Desde el principio me dijo que le encantaba la música, que se sabía muchas canciones y que si quería escuchar alguna; le dije que sí, naturalmente, y en cuanto que empezó a cantar me di cuenta de que era Raphael, el muchacho que había ganado el Festival de la Canción de Benidorm, ni más ni menos. Él me siguió el rollo, divertido, haciéndose pasar por el cantante, pero luego, reconoció abiertamente que todo había sido una broma y que ni siquiera le conocía. Tardó bien poco en ser un miembro más de nuestra numerosa familia; mis padres le acogieron como a un hijo, nosotros como a un hermano.

LA CLASE DE DIBUJO.
Recuerdo que cuando estudiaba 2º de bachiller en el colegio de las Carmelitas no se me daba bien el dibujo artístico; me volvía loca intentando plasmar sobre el papel aquellos obligatorios perfiles griegos. Entonces mi cuñado cogía el lápiz de carboncillo con mucha agilidad y, sobre la lámina que yo había emborronado, aparecía nítido el rostro del David de Miguel Ángel. Aquel curso de 1967 conseguí un 9 de nota media en esta asignatura.

LLEGADA A EL PUERTO.
Rafael, nacido en Almería en marzo de 1945, llegó al Puerto en los albores de 1950 en compañía de sus padres y su hermano mayor, cursando sus estudios en el colegio de los Jesuitas hasta entrar en la adolescencia. /Rafael, con sus amigos, en la playa de la Puntilla.

El Puerto de aquella época era un lugar paradisíaco para el espíritu libre de la juventud. Partiendo de la calle Valdés salía un caminito estrecho cuajado de aromos y chumberas, que serpenteaba hasta las dunas --el Camino de los Enamorados--, allí, a la orilla de la playa, Rafael se distraía haciendo piruetas imposibles con sus amigos y emulando las posturas de Steve Reeves, uno de sus actores favoritos.

ENTRE LA MILI Y LA DECORACIÓN.
En 1965 cumplió sus deberes con la Patria -como se decía entonces- y durante 18 meses realizó el servicio militar en el cuartel de Infantería de Marina de San Fernando, ejerciendo de cabo gastador.

De profesión pintor-decorador, trabajó durante años en un taller de la calle Nevería, especializándose en el difícil arte de la imitación de puertas de caoba, llegando a impartir clases de pintura para jóvenes desempleados en la sede del Matadero Municipal. /En la imagen de la izquierda, durante el servicio militar en San Fernando.

AFICIONES.
Además de leer libros de ciencia ficción -”Platillos volantes, aquí y ahora” de Frank Edwards, o “El enviado” de J.J. Benítez-, tenía otro importante hobby al que dedicaba su tiempo libre: construir barcos de madera de diferentes estilos, entre ellos barcos de pesca y galeones antiguos; el más impresionante, la reproducción en miniatura del buque escuela de la Armada Española Juan Sebastián Elcano. Sin embargo, como ya he comentado anteriormente, su gran pasión era cantar.

Comparsa 'Los Romeo'. Año 1969.

EL CARNAVAL: 1969.
Su primera actuación en el Carnaval de Cádiz fue con la comparsa “Los Romeos”, bajo la dirección de José Luis Arniz, ganadora del segundo premio provincial en 1969.

Comparsa 'Los Séneca'. Año 1970.

Luego vinieron los primeros premios provinciales con las comparsas “Los Sénecas” en 1970, letra de Diego Caraballo, música de José Luis Arniz (durante la actuación de la comparsa el Gran Teatro Falla se venía abajo, entre oles y aplausos, y es que su manera de tocar la caja era totalmente innovadora.

Las filigranas que hacía con los palillos en el borde metálico de la caja, ponían el vello de punta). /En la imagen de la izquierda el LP de 'Los Hindúes', todo un éxito de ventas.

“Los Hindúes” en 1971, letra y dirección de Manuel Ariza González y música de José Luis Arniz (esta comparsa fue una verdadera revolución en su época, se grabó un Long Play que se vendió como rosquillas) y “Los Charlots” en 1973 con letra de Angel Garcia López, música de José Luis Arniz y dirección de Manuel Gómez, pasando por delante de “Los mariachis” y “Los fenicios”. Aquello fue un acontecimiento musical en el mundo del Carnaval y musical, saliéndoles numerosas actuaciones fuera de nuestra Ciudad.

Comparsa 'Los Charlots'. Año 1973.

...continúa leyendo "1.456. RAFAEL MONJE. ‘El Caja’."

En la imagen inferior, de izquierda a derecha, Maruja Tejada, la entonces delegada provincial de Cultura de la Junta de Andalucía, María José Caro y el concejal de cultura en 1998, Juan Gómez Fernández, durante la celebración de Simposio sobre José Luis Tejada.

Ayer fallecía en el hospital, donde permanecía desde hace unos días, Maruja Romero, viuda de José Luis Tejada,  musa del poeta con el cual contrajo matrimonio. Maruja ha sido en la ciudad natal del poeta la más férrea protectora del legado de su marido; manteniendo tanto en vida de Tejada como, una vez ya desaparecido, contacto con las personalidades más destacadas del mundo de la literatura.

El Puerto ha perdido a la más importante valedora y difusora de la ingente obra del escritor y poeta José Luis Tejada, a través de la Fundación que presidió desde su constitución. Madrileña de nacimiento, deja tres hijos.

El alcalde, Enrique Moresco, en nombre del equipo de Gobierno y Corporación municipal y de todos los portuenses a los que representa, lamentaba ayer la pérdida destacando que "acabamos de perder a una gran dama, pionera en la inserción de la mujer en el mundo empresarial y que sin duda ha contribuido a mantener viva la figura y obra de uno de los más importantes escritores que El Puerto de Santa María ha dado la literatura, tanto nacional como internacional".

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Nuria Sánchez Perdigones nace en madrid el 10 de octubre de 1964 hija de padres andaluces Pedro y Manuela, con cuatro hermanos de una parte y tres de un segundo matrimonio de su padre. De pequeña viviría en Madrid en tres casas hasta que se casó y se vino a vivir al Sur. una vez aquí, vivió en Barbate, Medina, Arcos y, finalmente, El Puerto de Santa María donde tiene instalada su empresa, ‘Imagen y Comunicación Menesteo’.

El año del nacimiento de Nuria, Rafael Alberti publicaba ‘La Lozana Andaluza’. era alcalde e El Puerto Luis Portillo Ruiz. Salvador Dalí diseñaba para bodegas Osborne, la botella del brandy Conde de Osborne.  El Ayuntamiento de El Puerto vendía a la Diputación Provincial 300.000 metros de terrenos para la construcción de un camping en la urbanización Valdelagrana. Fallecía el historiador Hipólito Sancho de Sopranis. Manuel Delgado Villegas ‘el Arropiero’ cometía un nuevo delito de asesinato en la Laya de Llorach, el Garraf. El Hotel Meliá El Caballo Blanco se anunciaba en ABC en junio de 1964. Ese año se suprimía la obligatoriedad de pagar un impuesto por poseer un aparato de radio, una de las grandes pasiones de nuestra protagonista. Eran los ‘XXV años de Paz’ de Franco, el discurso de Che Guevara en la ONU, se popularizaba la minifalda en España y los Beatles llegaban a Nueva York.

Nuria, la segunda por la derecha, con sus padres y hermanos.

Estudió la EGB en Madrid en el colegio Magnus, con las monjas de la Divina Pastora el bachillerato y en la Escuala ESIC la licenciatura de Marketing.

RADIO Y TELEVISIÓN.
Sus inicios profesionales se centraron en el periodismo radiofónico, montando varias emisoras de radio en la provincia de Cádiz y dirigiendo los servicios informativos y la programación matinal.   En el año 1995, en la televisión local de Sanlúcar, entró de lleno en el mundo audiovisual.  En esa época y tras un profundo estudio de la situación de las televisiones locales en la provincia decide acometer un proyecto pionero en el sector: la unión a través de la programación de las 23 emisoras que existían en el momento.  Se crea el primer informativo provincial de Cádiz y tras éste, diversos programas en cadena: El Semanal.  Informativo provincial para 23 televisiones locales de Cádiz.  “Dirección Sur”.  Programa documental semanal sobre los pueblos de Cádiz para  22 televisiones locales de la provincia. “Disco Disloque”.  Programa semanal sobre los acontecimientos culturales de la provincia de Cádiz para  23 televisiones locales.

De reportera en el desierto del Sahara. Año 2002.

ANDALUCÍA PUEBLO A PUEBLO.
Tras el éxito conseguido, pone en marcha uno de los proyectos audiovisuales más importantes sobre nuestra tierra, “Andalucía, pueblo a pueblo”, la única enciclopedia audiovisual que recoge la realidad de los 780 municipios de la Comunidad Autónoma.  Este proyecto duró 5 años y se realizó con un gran despliegue técnico y humano.  La producción fue distribuida por los principales periódicos regionales en formato VHS (ABC, Ideal, Diario Sur, Información, etc.); y actualmente se comercializa en formato DVD, a nivel nacional a través de una distribuidora.

Rodando en Barbate el año 2004.

«--Tuvimos que contratar a cámaras profesionales y además dispuestos a pasar largas temporadas fuera de su casa. Guionistas y escritores, como Antonio Gala, para que redactaran los textos, personas para que pusieran la voz en off, algunos tan conocidos como Ramón Langa o José María del Río, fotógrafos, realizadores, músicos... era yo la que lo manejaba todo desde aquí y creo que es lo más difícil, tenía que estar todo a punto y perfecto, no se daba ningún paso sin mi aprobación. Antes no estaban tan adelantados en internet y los móviles apenas se usaban. Teníamos que pedir permisos para grabar en muchos sitios, como en la Casa Pilatos o en el Palacio de la Duquesa de Alba en Sevilla, que se abrieron expresamente para nosotros, contratamos helicópteros para conseguir unas magníficas panorámicas... todo por teléfono y muchas veces desconfiando de lo que les contábamos».

Entrevistando a Juan Calatayud, durante la presentación de su libro.

Una vez finalizado este proyecto siguió desarrollando otras producciones sobre Andalucía que han sido comercializadas a través de distintas editoriales, y trabajos específicos para distintas empresas. Como son: “Castillos y Palacios de Andalucía”.  Serie de 6 capítulos de 30 ´en DVD. “La Gran Regata 2000”.  Documental de 60´en colaboración con la BBC.

IMAGEN Y COMUNICACIÓN MENESTEO.
En el año 2000 y para dar servicio a las necesidades de sus clientes crea un departamento de producción editorial y de fotografía. En junio de 2006, crea la empresa Imagen y Comunicación Menesteo, una Consultoría de Comunicación Integral.

Con el Príncipe de Asturias, durante el Congreso de Jóvenes Empresarios celebrado en Cádiz.

PRESIDENTA DE LA AMEP.
Nuria Sánchez Perdigones es Presidenta de la Asociación de Mujeres Empresarias y Profesionales (AMEP) desde enero de 2009, sustituyendo en el cargo a Ana Alonso Lorente (ver nótula núm. 172 en GdP) que sería elegida presidenta de Andalucía.  El pasado 31 de mayo de 2012 me reeligieron en Asamblea como Presidenta por un periodo de 4 años.

Con la ex consejera de la Junta de Andalucía Micaela Navarro, en un congreso de AMEP. Año 2009

«--En cuanto a igualdad se refiere, considero que ha cambiado y mucho, afortunadamente, el mundo empresarial, pero no al ritmo que a nosotras nos gustaría. La mujer empresaria tiene los mismos problemas que cualquier otra mujer y encima le tenemos que añadir los que se derivan del mundo empresarial. En el mismo puesto de trabajo ellas siempre ganan menos que ellos, ellos siempre son empresarios por el simple hecho de dar de alta una empresa y nosotras tenemos que demostrar constantemente que valemos para llevar la empresa, siempre estamos en entredicho. En lo que a mí me afecta, ya he pasado por esa etapa y yo estoy muy concienciada de que lo que tenga que hacer lo voy a hacer para llegar a esa igualdad que la sociedad necesita. No hay nada más que mirar a nuestro alrededor, los puestos directivos son ocupados en casi un noventa por ciento por hombres, a pesar de que en las facultades haya más mujeres que hombres, ...».

Nuria es también, Vicepresidenta de la Federación Andaluza de empresarias autónomas
(FAMET); miembro del Comité Ejecutivo de la Confederación de Empresarios de Cádiz; miembro del Comité Ejecutivo de la Federación Andaluza de Empresarias; miembro de Junta directiva de la Confederación de Empresarios de Andalucía.

En la imagen, Nuria, entre otros junto al presidente de la Confederación de Empresarios de Cádiz, Miguel González Saucedo.

Entre otros reconocimientos, está en posesión del de  Mejor Empresaria del año 2002 por la Confederación de Empresarios de Cádiz y el Premio Meridiana 2003 por iniciativas empresariales del Instituto Andaluz de la Mujer.

«--Cuando todo empezó mis hijos eran pequeños, es cuando más se necesita a una madre, el colegio, los cumpleaños, vacaciones... pero con ayuda de familiares y amigos ha sido la cosa más fácil. He de reconocer que forman parte de mi equipo y que sin ellos no hubiera sido igual. Ahora ellos son mayores y responsables, no es tanta carga, ahora llego a casa y todo está en orden, antes... prefiero no seguir».

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Nadie podría pensar que la costa y el fondo marino de la Bahía Gaditana, guardara bajo sus sedimentos los restos de la fauna marina que hace millones de años habitaban nuestras aguas. Fósiles con una conservación extraordinaria, que el tiempo ha permitido que llegase hasta nuestros días.

Acantilados en la playa del Almirante, Bahía de Cadiz, en el interior de la base naval de Rota (término municipal de El Puerto). Se observan su altura, y los diferentes estratos, los fósiles se encuentran en los que están mas a nivel del mar.

La geología de una bahía tan dinamizada como ésta, turismo, industria naval y pesquera, o comercio, han desfigurado la costa hasta el punto de ocultar la mayoría de sus testigos geológicos. Sin embargo queda un área con una extensa estratigrafía geológica de la Bahía Gaditana, con más de 30 metros de altura, contienen los estratos geológicos que guardan los cambios producidos y que ahora se estudiaran con precisión, se encuentra en el interior de la base Hispanoamericana de Rota (término municipal de El Puerto de Santa María), donde se localiza una gran parte del yacimiento paleontológico de El Manantial.

En la imagen, distintas vértebras fósiles, posiblemente de Delfín, que guardan conexión anatómica.

IMPORTANTES INVESTIGADORES.
Un importante elenco de investigadores de todo nuestro país, están estudiando los restos fósiles contenidos en dos colecciones pertenecientes a los fondos del Museo Municipal de El Puerto de Santa María. La primera depositada en el Ayuntamiento de la ciudad en el año 1979, proveniente de un rescate efectuado después de unos temporales, en ese mismo año, y la segunda una significativa donación de la Familia Castilla al Ayuntamiento. En total podemos estar hablando de cerca de mil piezas.

El estudio que se está llevando a cabo pretende conocer los restos paleontológicos que se han hallado en la Bahía de Cádiz. Una serie de especialistas han estudiado, y aun estudian, los fósiles de la Era Terciaria, recuperados en un yacimiento situado en la costa, El Manantial. En el futuro, cuando haya dinero para estas cosas, un catalogo recogerá el estudio de dicha colección, ofreciendo el conocimiento de las especies localizadas.

COMO SE FORMÓ LA BAHÍA.
En pleno corazón de la Bahía de Cádiz se encuentra un yacimiento Paleontológico de origen marino que esta ofreciendo una información importante  de cómo se formó la bahía gaditana, y cuales fueron los  cambios geológicos, y que fauna habitaba estas costas y mares hace al menos cinco millones de años. En la playa del Manantial, en El Puerto de Santa Maria, encontramos el afloramiento de margas azules Mioceno-Plioceno, entre 20 y 3´5 millones de años, con un depósito de restos macro y microfósiles de primera magnitud. /En la imagen de la izquierda, gran diente fósil de Carcharodon Megalodon, se trata de un tiburón gigante.

Durante años, y sobre todo cuando arrecian los temporales, en una zona de la costa de El Puerto de Santa María, se han recogido un sin fin de restos fósiles. Estos, proceden en su mayoría de un sustrato margo-arenoso, totalmente repleto de fósiles, que queda al descubierto al retirarse la arena que los cubre normalmente, durante los temporales. El oleaje va desgranando el sustrato que esta compuesto por dos tipos de sedimentos, aunque formados por el mismo sustrato, uno blando, donde la conservación de los fósiles es extraordinaria, y formando parte del mismo, uno duro, donde los fósiles se conservan también en buen estado, aunque la dureza del sedimento que los cubre sea tan dura en algunos casos como el granito. En un tiempo extraordinariamente breve, los restos fósiles son esparcidos por las playas, quedando en poco tiempo solo los elementos mas duros, como los dientes de tiburón; los restos óseos no cubiertos de sedimento duro son totalmente fracturados y posteriormente disueltos, desapareciendo. /En la imagen de la izquierda, caja timpánica de ballena.

DESDE HACE TRES AÑOS.
Desde el Servio de Arqueología y Conservación del Ayuntamiento de El Puerto de Santa María, hemos estado durante más de tres años (aún continuamos), restaurando una gran parte del material paleontológico, perteneciente a los fondos del Museo Municipal de esta ciudad, esto ha permitido no solo poder estudiar de que especies se trata, sino que además se ha dotado a esta ciudad de un patrimonio Paleontológico de la Era Terciaria, uno de los pocos existentes en el mundo, por la gran variedad de especies que se están conociendo, que habitaban esta aguas.

LAS ESPECIES ANIMALES.
Los restos fósiles pertenecen en su gran mayoría a mamíferos marinos, sobre todo cetáceos (ballenas), vértebras, costillas, mandíbulas, etc., también están presentes sirénidos (manatí), de delfín hay tres cráneos, además de vértebras y otros restos. Pero son sin duda los dientes de tiburón, desde minúsculas mandíbulas a gigantescos dientes, pertenecientes al Charcharadon megalodon, los hallazgos más frecuentes. También son frecuentes hallazgos de vértebras de peces pequeños como sargos, o aguijones de rayas. Posiblemente hay restos de foca, los caparazones de tortuga tienen una conservación excepcional. Son muy abundantes los fósiles de corales y algas, así como de una gran variedad de moluscos y crustáceos. Hay hallazgos significativos  como el de restos de un ave (Alca). /En la imagen de la izquierda, lámina con cabeza de Delfín fósil, arriba, antes de la restauración, y abajo distintas vista una vez restaurado.

LAS ESPECIES VEGETALES.
Pero sin duda algunos de los hallazgos mas destacados, lo forman los restos de maderas entre ellas dos grandes fragmentos de troncos, semillas entre las que destacan las piñas, fósiles vegetales que no son muy abundantes. Los análisis que se han realizado a los sedimentos, han puesto al descubierto una abundante presencia de vida orgánica fósil, foraminíferos, (bentónicos) que viven en el sedimento, (planctónicos) que viven en la columna de agua. /En la imagen de la izquierda, diferentes vistas de una piña fósil.

Lo que se pretende, tanto con los estudios específicos, como con los criterios de conservación-restauración elegidos para los fósiles, y por este orden, es: salvar lo más posible de su estructura y conservarla adecuadamente para el futuro, facilitar su estudio, catalogación, y difusión, además de dotarlos de una visión museográfica y a la vez estética, para el disfrute del ciudadano.

Playa de El Almirante en el interior de la Base Hispanoamericana de Rota, en la Bahía de Cádiz, continuación de la playa de El Manantial y del yacimiento Paleontológico

Tenemos la ocasión de conservar unos restos paleontológicos que son algo más que buenas piezas para la investigación. Desde nuestro concepto y visión de conjunto, lo vemos como un rico Patrimonio, fuente de proyectos para su explotación racional, un engranaje más para el motor social que el futuro necesitará para generar recursos económicos. En definitiva, podemos estar de enhorabuena, los estudios que sobre el yacimiento se están realizando seguro aportaran un mayor conocimiento de la Vida durante la Era Terciaria en el Sur de la Península Ibérica, y específicamente en  la Bahía de Cádiz. (Texto: Juan José López Amador).

Vista aérea de las playas de Santa Catalina, El Manantial, Fuenterrabía y El Almirante.

EL ESTUDIO LO REALIZAN.

  • Geología, Javier Gracia, Profesor Titular, Laura Del Río, Profesora Ayudante, Doctora, Departamento de Ciencias de la Tierra, Facultad de Ciencias del Mar y Ambientales, Universidad de Cádiz.
  • Foraminíferos, Juan Manuel Usera, Catedrático de Paleontología, y Carmen Alberola, colaboradora, Departamento de Geología. Universidad de Valencia.
  • Vertebrados marinos, Maria del Carmen Lozano Francisco, Grupo de Investigación Andaluz RNM353 Paleobiología, Bioestratinomía y Tafonomía. Investigación y Gestión.
  • Moluscos, etc., José Luís Vera Peláez, Investigador, Director,  Museo Municipal Paleontológico de Estepona.  Ayuntamiento de Estepona.
  • Ave, Antonio Sánchez Marco, Investigador del  Instituto Paleontológico de Cataluña.
  • Maderas y semillas, José María Postigo Mijarra, Profesor Asociado. ETSI Montes (UPM, Madrid), y Eduardo Barrón López, Titular. Instituto Geológico y Minero de España, Madrid.
  • El Yacimiento como Patrimonio Cultural, José Antonio Ruiz Gil, Profesor Contratado Doctor, Departamento de Historia, Geografía y Filosofía, Universidad de Cádiz.
  • Coordinación del estudio, Conservación y restauración, Juan José López Amador, Técnico del Servicio de Arqueología y Conservación, Ayuntamiento de El Puerto de Santa María, Cádiz.

7

Manuel Fernández Moro, último alcalde republicano en El Puerto de Santa María, ejemplifica en su corta carrera política la integridad, la valentía y la vocación de servicio de la que dieron muestra, tanto los que le precedieron en el cargo, como sus compañeros de Corporación.

Avisado de la entrada de las tropas rebeldes en la ciudad el mismo día del golpe, el 18 de julio de 1936 y del peligro que corría, permaneció en el Ayuntamiento donde fue detenido por falangistas locales y trasladado a los calabozos municipales. Antes de ingresar en dichas dependencias acude custodiado a su domicilio por última vez. Posteriormente es trasladado en El Penal de esta ciudad de donde desaparece sin dejar rastro. Su mujer recibe la noticia de su desaparición el día 25 de agosto de 1936 cuando acude a visitarlo. Su cadáver nunca fue hallado. Tenía treinta y dos años.

Su vida y trayectoria política, que hoy rescatamos del olvido están basadas en las aportaciones orales de la familia y en las actas capitulares del Archivo Histórico de El Puerto de Santa María. Con ello pretendemos dignificar su memoria y que la historia le coloque en el lugar que nunca debió de serle arrebatado.

DATOS BIOGRÁFICOS.
Manuel Fernández Moro, nace en el año 1904 en el pueblo onubense de Cumbres Mayores, localidad situada en la Sierra de Huelva. Manuel fue el primogénito de seis hijos: Manuel, Eloy, Concha, Miguel, Máximo y Ramona, del matrimonio formado por Mariana y Gabriel.

Castillo de Cumbres Mayores (Huelva).

A través del testimonio de su hija Mariana y su nieta  María José conocemos que su familia tenía ganado porcino y tierras en propiedad, dedicándose a la actividad sobre la que giró siempre la economía de toda la serranía de Huelva: el cerdo y sus derivados, lo que les permitió disfrutar de una posición acomodada.

LLEGADA A EL PUERTO.
A edad temprana Manuel y su hermano Eloy comienzan a trabajar como vendedores y representantes de los productos chacineros de la zona, lo que convierte a El Puerto en un lugar no solo de trabajo sino también de residencia temporal. Cuando Manuel cuenta con diecinueve años ambos hermanos se trasladan a El Puerto de forma permanente. Con posterioridad, y a raíz del fallecimiento de su padre, su madre y hermanos menores les seguirían, haciendo de esta Ciudad su lugar definitivo de residencia.

Su casa en la calle Santa Clara constaba de vivienda y almacén de Ultramarinos. El comercio fue desde el primer momento la actividad principal de la familia Fernández Moro, convirtiendo a sus miembros en personas conocidas y queridas entre la población portuense.

Tienda de ultramarinos de Manuel Fernández Moro, hoy de electrónica, clausurada, en la esquina de la calle Sierpes con Vicario. /Foto: Adrián Morillo González.

LA TIENDA DE MANUEL Y ELOY.
Manuel abrió un puesto de Ultramarinos en las inmediaciones del Mercado de Abastos. Tras su muerte será su hermano Eloy el que pase a regentarlo. Con el paso de los años será transformado en tienda de electrónica y como tal, se mantendrá hasta su cierre definitivo. De talante abierto, generoso y emprendedor, así lo definen su hija y nieta: "Ayudaba a cuantos lo necesitaban, prestando dinero o dando comida".

MARÍA LUISA, SU MUJER.
María Luisa Arias Campos nace en 1909 en El Puerto, hija de carretero y menor de cinco hijos, es educada en el colegio de monjas francesas de la Ciudad. Compañera de Manuel desde 1929 instalan su domicilio en la calle Pozuelo y serán padres de tres hijos: Mariana, Manuel y Miguel. En el momento de su fallecimiento, Mariana tenía cinco años de edad y Miguel, el menor, uno. Su mujer, de nuevo embarazada, sufre un aborto al recibir la noticia. Nunca llegaron a contraer matrimonio, ni bautizaron a sus hijos porque Manuel, ateo y por ende laico, rechazó siempre cualquier tipo de vinculación con la Iglesia. Sin embargo, su nieta destaca con humor que era cumplidor fiel de la tradición andaluza y acudía puntualmente a su pueblo de origen cada año a sacar a la Virgen en procesión.

Su mujer e hijos, a partir de ese momento quedan abandonados a la suerte de todos los perdedores. María Luisa no sufrió represalias físicas pero tanto ella como sus hijos padecieron la estigmatización y la miseria. Expulsados del domicilio familiar en la calle Pozuelo por impago de alquiler, viven inicialmente en el 'hueco de la escalera' y serán acogidos y auxiliados por la familia de Luisa, quien se ve en la necesidad de vender todas las pertenencias a excepción de la máquina de coser. Luisa, sastra de profesión, podrá garantizar su subsistencia y la de sus hijos cosiendo ropa para los moros. Su hija mayor, Mariana, se ve obligada a abandonar la escuela para ayudar a su madre. /En la imagen de la izquierda, la familia Fernández Moro en el lisado de niños huérfanos de la Guerra Civil, en la Revista Historia de El Puerto.

En el expediente instruido por el Ayuntamiento de El Puerto para la formación y actuación de la Junta Local de Beneficencia, en la relación nominal de niños contenida en el mismo con fecha 23 de enero de 1937, aparece María Arias Campos viuda de Manuel Fernández Moro, domiciliada en la calle Federico Rubio nº 66. Hijos: Mariana de seis años, Manuel de cuatro y Miguel de 15 meses. Luisa mantuvo vivo a Manuel en su recuerdo hasta el momento de su fallecimiento a la edad de ochenta y seis años. Sus vivencias y anécdotas rescataron para sus hijos la figura del padre alegre, guapo y cariñoso que había sido.

EL AYUNTAMIENTO ENTRE 1934-1936.
Tras la llegada de la derecha al poder, en octubre de 1934 tiene lugar la llamada 'revolución de octubre'. En todo el país se suceden disturbios y actos violentos que dan lugar a la declaración del estado de guerra el 7 de octubre de 1934, que en la provincia gaditana se prolongará hasta el 24 de enero de 1935.

El gobernador civil, Luis de Armiñán Odriozola entregará el mando de la provincia al gobernador militar de la misma al general de brigada de infantería Julio Mena Zueco, quien ordenó la inmediata clausura de todos los centros políticos de los partidos situdos a la izquierda del Radical, entre los que se encontraban Izquierda Republicana y Partido Socialista. Los graves disturbios acontecidos en Prado del Rey, donde se incendió el Ayuntamiento, el juzgado municipal y la iglesia, fueron aprovechados por el gobernador civil, para proceder a la suspensión de los ayuntamientos de izquierdas y a los concejales calificados por él de matiz extremista, que fueron unos doscientos en toda la proivnia y entre los que se encontraban también lo de El Puerto de Santa María.

El antiguo ayuntamiento de la Plaza de Isaac Peral.

...continúa leyendo "1.445. MANUEL FERNÁNDEZ MORO. Último alcalde de la II República."

La imagen de la Virgen del Carmen, saliendo de la Iglesia de las Esclavas, antiguo Convento de San Juan de Dios.

Las tradicionales fiestas del Carmen, celebradas en los pueblos de la Bahía de Cádiz desde tiempos inmemoriales, se vieron engrandecidas a raíz de una bula pontificia emitida por León XIII en 1892. La bula fue solicitada por el entonces superior general de la orden de la Beata Virgen María de Montecarmelo con el fin de aumentar la devoción y la piedad de los fieles hacia ella.

Ejemplar de la Revista Portuense de 1892 que se hace eco de la bula papal.

Esta bula la aseguraba la indulgencia plenaria a todos aquellos que arrepentidos, y previa confesión y comunión, visitasen las iglesias y oratorios pertenecientes a la orden y rogasen en ellas por la Iglesia y sus miembros. Condición indispensable para recibir el perdón era que la visita se realizase entre las primeras horas del día y la caída del sol.

La Virgen de la procesión marítima en una embarcación adornada al efecto a la que no le faltaba un detalle. ¿Igual que hoy?

A partir de ese momento las ya solemnemente celebradas fiestas del Carmen adquirieron una mayor participación devota de los fieles. A consecuencia de esta creciente devoción, años más tarde surge la primera procesión del Carmen, de la cual hay crónicas publicadas desde 1900. Dicha procesión iba encabezada por los marineros, patronos y armadores, que demostraban así el fervor que sentían hacia su patrona, y también participaban en ella miembros de la Corporación Municipal.

La procesión en el muelle de la plaza de la Pescadería, hoy viviendas de la Pescadería en proceso de derribo.

Es en esta época cuando nace el rito de la bendición de las aguas y el tradicional discurso desde la plaza de la Pescadería. Ese año corrió a cargo del guardián de los frailes capuchinos, Ambrosio de Úbeda que se ganó a los portuenses con su oratoria: «El Puerto es un pueblo de fe, y esta clase de pueblo son ciudades de héroes y éstos tienen siempre las bendiciones del cielo», dijo. Con este discurso se celebró una de las primeras procesiones entre cantos de júbilo y lluvia de flores a la Virgen del Carmen. (Texto: Mercedes Torrecillas).

El pesquero Tonino que esta tarde estará en Puerto Sherry portando a la Virgen Marinera.

Esta tarde, en Puerto Sherry, a las 18:30 llegará la comitiva procesional con la representación de la imagen de Ntra. Sra. del Carmen, a bordo del pesquero ‘Tonino’ que atracará en el pantalón de honor para realizar, a continuación, la procesión marinera y el encuentro con la procesión terrestre en el tramo final del río Guadalete.

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