Saltar al contenido

7

(Continuación). Descubriremos ahora nuevas facetas de Críspulo Martínez: empresario taurino y promotor constructor nada menos que del desaparecido Teatro Principal. Para enterarnos de su participación en esta última actividad, en la que podremos ver nuevamente su talante oportunista, sin que con ello queramos adjetivar peyorativamente su comportamiento, mas bien todo lo contrario, y también su  capacidad organizativa, recurrimos a un texto de José Ignacio Buhigas, actual Archivero Municipal, quien, con su contrastada maestría narrativa, nos ilustra al respecto:

teatroprincipal_001_puertosantamaria

El Teatro Principal, a principios del siglo XX. (Foto Centro Municipal de Patrimonio Histórico).

EL TEATRO PRINCIPAL.
En 1842 la Junta de Beneficencia de esta ciudad elaboró un proyecto para construir un teatro por acciones en el local que poseía, calle Luna, esquina a la de San Bartolomé conocido por el nombre de Trabajadero de la Compañía, agregándole el antiguo reñidero de gallos que se halla a su espalda.
El objetivo de este teatro era el de sufragar las necesidades de un asilo piadoso y alentaba la Junta de Beneficencia a los vecinos a que consideraran que no deben mirar con indiferencia que les aventajen  los de las ciudades inmediatas en celo y amor por su país, edificando los de Jerez una costosa plaza de toros que ha arruinado la de esta Ciudad; y los de Sanlúcar un teatro cual nunca tuvieron y señalaba que el teatro será un monumento de gloria que trasladará las generaciones futuras su generosidad y su civismo.
El capital se conseguiría a través de 80 acciones de 2.000 reales y otras 20 más que representaría la Beneficencia. Sin embargo, un año más tarde la única esperanza de que se llevara a efecto el teatro era una proposición de data a censo hecha por don Críspulo Martínez, ya que la Diputación había prohibido invertir cantidad alguna del fondo de Beneficencia en la obra, ni puede distraerse para pago de premios de los accionistas ni algún otro objeto y las circunstancias de que el comercio de extracción de vinos estaba en el mayor abatimiento por un tratado con Gran Bretaña aconsejaban dejarlo para una época más prospera.

teatroprincipal_interior_03_puertosantamaria

El Teatro Principal, poco antes de su desaparición, pasto de las llamas. (Foto Colección Carlos Pumar Algaba).

La esperanza se cumplió: don Críspulo Martínez tomó a censo el solar y en mayo de 1845 estaba a punto de concluirse la construcción del teatro. El 18 de junio de 1845 la Academia Nacional gaditana de las Nobles Artes elaboró un informe del reconocimiento del edificio en el que resaltaba por su importancia y novedad una serie de detalles de la construcción, sobre todo de los palcos, el cielo raso y la cubierta; señalaba que las maderas eran de pino Flandes, que el ornato era bello y elegante y dispuesto con tanta ligereza y buen gusto que nada deja que desear y que su cabida era de 1.200 personas sentadas y 300 de pie, para concluir: en suma, este bello teatro, por su acertada y bien entendida construcción, su decoración y cabida, es digno de figurar en una capital

lamuerteenloslabios

Octavilla publicitaria de una función en el Teatro Prinicipal en 1883. (Colección de Tomás Ramírez).

PROBLEMAS CON LOS TOROS.
Los amigos de la fiesta nacional por excelencia, esos aficionados de El Puerto, ciudad de tan gran tradición taurina, sufrieron numerosos contratiempos, incontables penalidades en esta mitad del siglo XIX debido a las dificultades que se fueron sucediendo un año tras otro para gozar y disfrutar de espectáculos taurinos, cuya escasez era notoria, privando cada primavera y verano a un nutrido grupo de fervorosos admiradores del arte de torear de tan popular diversión.  Los empresarios brillaban por su ausencia. Había demasiadas formalidades que cumplimentar, excesivas cargas y  escasa colaboración de las autoridades a las que solo parecía importarle acceder gratuitamente a los espectáculos. Añádanle a lo dicho unas instalaciones deficientes y caras de mantener de un año para otro y el resultado es fácil: ausencia de beneficios y, por tanto, pocos espectáculos.

uria

“Descanso en la Plaza de Toros”. Obra de José María Uría, año 1870. Palacio de Meres. (Asturias).

Esa inquietud y malestar generalizado entre los aficionados locales animaron a un grupo, digamos pudiente,  a tomar la iniciativa y poner en marcha los mecanismos necesario, utilizando todos los recursos e influencias a su alcance para construir una plaza que sustituyese al arruinado coso existente, inservible para organizar espectáculos en sus instalaciones. Martinez Alfonso lo cita así en su gran obra “Plaza Real”: “Corría el año 1843. A iniciativas del Alcalde, D. Juan José Gay se va a crear una empresa anónima con el fin de construir una nueva Plaza de Toros y restaurar así el antiguo brillo y tradición de la fiesta portuense.”  La sociedad, cuya primera Junta Directiva la compusieron Jose Maria Albareda, Carlos Carrera, Nicolas F. Galarza y Francisco Miranda se autodenominó “Asociación Propietaria de la Plaza de Toros”. Adquirieron las defectuosas instalaciones existentes en 90.000 reales, abonando tan solo 30.000, aplazando el pago del resto a 8 años, hipotecando la nueva plaza en garantía del pago.  Consiguieron que el municipio les cediera la propiedad del terreno que ocupaba la plaza, el corralón de los encierros y la manga –camino o vereda ancha empalizada por el que introducían el ganado que venía conducido en manada desde el campo por los jinetes-  instalaciones que totalizaban casi once mil varas cuadradas de superficie, dándole la propiedad a censo reservativo o data a censo y durante toda una década pudieron dar satisfacción a sus socios y a los aficionados en general en el terreno artístico pero, sin embargo, en el económico “los éxitos no fueron tan sensacionales como en su optimismo y decisión esperaban sus directivos.”

1871_corrida_puertosantamaria

Toros en El Puerto en 1871. 25 y 26 de julio. Toreros: José Ponce, Rafael Molina Lagartijo y Manuel Fuentes Bocanegra. (Archivo Osborne).

DON CRÍSPULO, EMPRESARIO TAURINO.
En esta nueva coyuntura negativa aparece como salvador nuestro don Críspulo, al que recurren, conocedor de sus habilidades en estos pantanosos terrenos, los miembros de la junta liquidadora de la ya extinguida asociación de propietarios para intentar salvar la temporada de 1854. Inicialmente firma, con fecha 17 de marzo, un contrato de arrendamiento de la plaza. El arrendamiento lo hace realmente a petición de José Luis Gay, y conjuntamente con este, digamos que el autentico aficionado, interesado en que continuase existiendo espectáculos tras el fracaso de la sociedad antes mencionada, bautizándose ambos arrendadores como “Empresa Popular” Pero debieron surgir serios problemas de carácter legal, amenazando los antiguos propietarios del coso, a los que se les debía gran parte del importe aplazado, con impedir la  celebración de cualquier corrida si no liquidaban la deuda, ejecutando la hipoteca existente. Ante esta tesitura,  el Sr. Martínez Segura,  pocos días después del compromiso antes citado, decide comprar la Plaza de Toros y sus instalaciones anexas, haciéndose cargo del pasivo existente, abonando asimismo el diez por ciento de las acciones que se le presentasen y rescata los terrenos, abonando la pequeña cantidad en que se había fijado su precio.

Goya+11+Suerte+de+VarasTodo lo expuesto le supuso una inversión aproximada de 105.000 reales. Cuatro meses después recuperó la mitad, vendiendo el 50% de la revalorada propiedad –reparado el anfiteatro, libre de cargas y con más de 10.000 varas cuadradas de terreno de plena propiedad- a los hermanos Ramona, Nicolás y Valentín Galarza, quienes explotan empresarialmente la misma como “Galarza Hnos.” y, debiendo marcharles bien los negocios, deciden comprar nuevamente el 50% restante, en esta ocasión pagando la cifra de 70.000 reales, eso sí, en cómodos plazos mediante pagarés a la orden de don Críspulo quien, asimismo, se asegura uno de los mejores palcos para poder presenciar con su familia, gratuitamente, todos los espectáculos mientras existan cantidades pendientes de pago. (Ilustración: 'Suerte de varas'. (1824). The J. Paul Getty Museum – Malibú, Los Ángeles).

Goya+10+Diversión+de+EspañaLOS TOROS A MEDIADOS DEL XIX.

En estas transacciones apenas encontramos dos o tres mil duros de beneficio. Estamos convencidos que la satisfacción de haber complacido a varios buenos amigos que confiaron en él para sacar del bache o del socavón en que se encontraban los espectáculos taurinos suplían y hasta superaba mejores ganancias pecuniarias. Esos buenos aficionados, clásicos y puristas, ajenos a los espectáculos circenses que se estaban prodigando y poniendo de moda en la época: señoritas toreras, peleas con fieras y las llamadas mojigangas, similares al las denominadas “charlotadas” de nuestra época, llenaban el ruedo con su presencia hasta que eran desalojado por los alguaciles a caballo, vociferaban emocionados en la espectacular suerte de varas, gritaban pidiendo banderillas de fuego si el toro no embestía y prorrumpían en frenéticos aplausos cuando caía abatido de una certera estocada. Ellos, los  Galarza, Carrera, Aramburu, Albareda, Gay… supieron elegir al hombre adecuado. (Ilustración: 'Diversión de España' (1824-27). Biblioteca Nacional. Grabado de Goya).

Entramos ya en la parte final de este extenso apartado dedicado a Críspulo Martinez... Y el final no es otro que la muerte. La suya ocurrió el 17 de febrero de 1873.  En los últimos años era su hijo Juan Antonio el que llevaba la batuta y será este el que en su calidad de albacea se ocupe del reparto de bienes y asuma las delicadas decisiones que hubieron de tomarse, en función de la situación financiera de la familia en el momento de la desaparición del patriarca.   (Ver en Comentarios, o pulsando aquí, las disposiciones testamentarias, arreglos y filigranas que hubieron de hacer sus albaceas).

Al final de sus días, superados los 70 años, no sabemos para que proyectos o causas, pero seguramente para adquirir bienes desamortizados que titularía a nombre de otros, se “entrampó” como hemos visto, falleciendo con números rojos… aparentemente. No doy crédito a lo que reflejan los documentos y he trasladado fielmente aquí. Sin duda, el dinero estaría muy bien invertido y las propiedades en manos de sus herederos. Sería su última y pícara jugada, probablemente, pues Don Críspulo es acreedor del dicho “Genio y figura… hasta la sepultura”.

teatroprincipal_quemado_01_puertosantamaria

El Teatro Principal caería, pasto de las llamas, hace 25 años, en marzo de 1984. (Foto Colección Carlos Pumar Algaba).

teatroquemado_002_puertosantamaria

Los bomberos, actuando ante lo irreversible. (Foto Pedro Lara. Colección Manolo Morillo).

teatroquemado_001_puertosantamaria

Los bomberos, actuando desde La Placilla. (Foto: Pedro Lara. Colección Manolo Morillo).

teatroprincipal_quemado_02_puertosantamaria

El Teatro, después del incencio, preparado para el derribo y la especulación. Al final, no se consiguió que aquel espacio quedara para equipamiento público y se recalificó el suelo para viviendas. Los propietarios del suelo obtendrían pingües beneficios y la Ciudad se quedó, durante 24 años sin un espacio escénico. (Foto Colección Carlos Pumar Algaba).

Los descendientes de D. Críspulo Martínez  entroncaron con conocidos y prestigiosos apellidos de la sociedad portuense: Julia, con Carrera; Elena, con Barreda y los de Juan Antonio, que casó con María Teresa Colom y Víctor y procrearon ocho hijos, con los Galarza, Álvarez Campana, García Valdeavellano, Govantes y Pico.

(Textos: Antonio Gutiérrez Ruiz.)

Del trabajo inédito:  PERSONAJES PORTUENSES  DEL SIGLO XIX.

8

festivaltaurino_001_puertosantamaria

Fotografía del paseíllo en el coso del Mesón el Jerezano, domingo 29 de abril de 1973.  De izquierda a derecha: José Luis Benjumeda Molleda, Marqués de Pezagua; José Luis Galloso y Manuel Gutiérrez Morillo, Manolito ‘el Cochino’. Detrás de Neno, Marqués de Pezagua; Luis Sánchez y Sánchez, ganadero portuense y gran colaborador del festival. Un poco más retrasado Pepe Acosta, esposo de Ana Mari Devesa. Antonio Agarrado Lobato. Atrás de Manolito ‘el Cochino’. Francisco Ruiz Muñoz, Paco 'Betordo’ conocido empresario porteño gaditano que tenia en los años 70, en la Casa de la Aduana, próximo al Bar La Lucha un establecimiento de utensilios marineros. Viajero empedernido, dió  varias vueltas por el mundo. Personaje muy querido por la gente de la mar y en el plantel de jugadores y directivos del equipo de futbol del Racing de los años 70. Por último, después de ‘Betordo’, Trujillo. (Foto Carretero).

En aquel Viernes Santo del 20 de abril de 1973, se mezclaron llantos y emociones y un costalero del paso de palio que al llegar al muelle pesquero fue requerido urgentemente para que acudiera al nacimiento de su primogénita. Por aquel entonces se pagaba por parte de las hermandades para salir de costalero y las necesidades y el hecho de dejar a sus compañeros el trabajo hizo que continuara su labor hasta la recogida del Nazareno. Alfonso Terry Muñoz, Hermano Mayor de la Fervorosa, Ilustre y Antigua Hermandad y Cofradía de Nazarenos de Ánimas de San Nicolás de Tolentino, Nuestro Padre Jesús del Nazareno, María Santísima de los Dolores, Orden Tercera de Servitas y Santa Cruz de Jerusalén, quedó impresionado por el comportamiento del costalero y cuando fue informado de las necesidades familiares, entre las que destacaba que no contaba con una vivienda adecuada, sugirió la posibilidad de ayudar a la familia del cargador.

Se puso manos a la obra con las tareas de recaudar fondos y un día después recaló por el Rincón de Neno en Valdelagrana, donde por cierto se encontraba Manuel Gutiérrez Morillo, Manolito ‘el Cochino’. Alfonso Terry, explicó detalladamente a José Luis Benjumeda Molleda, Marqués de Pezagua, (Neno) lo que había sucedido el Viernes Santo, contando con el beneplácito de Manolito ‘el Cochino’ que había presenciado la proeza del costalero.

festivaltaurino_04_puertosantamaria

Galloso, el Marqués de Pezagua y Manolito ‘el Cochino’.que recibía la ‘alternativa’ Se puede ver a la derecha de la foto a Paco Bernal Peregil, Paco ‘Ragel’, mozo de espada del torero José Luis Galloso. Arriba, entre el público, José González Pereira, Maruja Forte, Ana Mari Devesa Sánchez, Aída Horh. (Foto Carretero).

El Marqués de Pezagua, asombrado sugirió la idea de celebrar un festival taurino a beneficio de la familia. Y dicho y hecho. Sin demora, conectaron aquella misma noche con el torero José Luis Galloso que se ofreció actuar como director de lidia poniendo a disposición de la organización su cuadrilla. Ante la grata presencia del matador Galloso, el Marqués se ofreció a torear y reaparecer de nuevo en un festival. La primera vez lo hizo en la Plaza Real el día 30 de mayo de 1944, y salió a hombros. Manolito ‘el Cochino’, se adjudicó rápidamente un puesto y se incorporó a la terna. Las cuadrillas correspondientes estaban formadas, por pescaderos de El Puerto y Jerez, la del ‘Cochino’ y la del Marqués de Pezagua, cliente asiduos, conocidos como goteras, también de las dos ciudades hermanas.

Ya con el cartel configurado, Alfonso Terry Muñoz, seguidamente se entrevistó  con el ganadero portuense Luis Sánchez y Sánchez, esposo de la rejoneadora jerezana Emi Zambrano, quien además se donar tres novillos se brindó a ir de subalterno del Marqués de Pezagua.

El domingo 29 de abril, nueve días después de la salida del Nazareno y de la más que destacable acción del costalero, José Luis Galloso, que ya había comenzado su temporada taurina, tomó el mando y decidió que se abrieran las puertas del coso taurino del Mesón del Jerezano, situado por aquel entonces en la carretera de Fuenterrabia,  donde más tarde estuvo ubicada la discoteca Pachá-05. Lleno hasta la bandera. El paseíllo se inició a las cinco de la tarde en un día esplendido y resulto bonito y muy profesional.

festivaltaurino_07_puertosantamaria

Final de los festivales taurinos-benéficos campaña costalero. De izquierda a derecha: Alfonso Terry, Neno y Manolito ‘el Cochino’. A José Luis Benjumeda Molleda, Marqués de Pezagua y Neno para los amigos, se le nota cansado después de la lidia y de la otra hazaña, más sonada que la del coslatero: La de una buena acción por una causa justa con final feliz.

El maestro Galloso, se mostró entregado toda la tarde, especialmente con el festival benéfico y muy pendiente de sus compañeros de lidia. Después de una destacable actuación y de matar de manera genial a un novillo bien hecho y bravo le cortó las dos orejas y el rabo.

Manolito ‘el Cochino’, estuvo a gusto con el novillito. Era la primera vez que toreaba y pocos confiaban en que consiguiera acercarse al torito. Sin embargo, dio unos muletazos bastante aceptable y fue muy aplaudido al final de la faena por sus incondicionales.

José Luis Benjumeda  Molleda, Marqués de Pezagua, se fue a porta gayola y pegó dos medias largas de rodillas muy ajustadas que pusieron la piel de gallina.  Toreo al natural con empaque, pero lo mejor fueron varias buenas tandas de muletazos con ambas manos entre aplausos y olés. Dominio, arte, temple, suavidad que hizo que el maestro Galloso lo felicitara efusivamente cuando el novillo desaparecía del coso del Mesón el Jerezano.

Ante el asombro de Manolito ‘el Cochino’, el Marqués de Pezagua daba una vuelta al ruedo con las dos orejas y el rabo del único novillo lidiado y bien ejecutado debido a que Pepe Neno, estuvo al quite y pudo hacerse con los trofeos del matador Galloso.

Hubo espectáculo, eso si, con la actuación posteriormente de Don Mendo y sus Mendas Lerendas (1973) 1º Premio de Cuartetos Original de M. Rosales "Agüillo"  con el Peña y 'el Masa', dos genios gaditanos universales y una berza para mojar pan y chuparse los dedos y todo por mil pesetas de la época.

Salió todo a pedir de boca. Memorable y algunas pesetas que se llevó Alfonso Terry Muñoz, Hermano Mayor del Nazareno, para entrada de la casa del costalero.

EL SEGUNDO FESTIVAL.

Hubo un segundo festival, en Vista Hermosa en la placita del Picadero, pero no tuvo la brillantez del primer espectáculo y tampoco la asistencia de público. Segundas partes nunca fueron buenas, comentaba el Marques de Pezagua y no se equivocó. Se celebró en septiembre de 1973 y Alfonso Terry Muñoz acompañó a Neno y al ‘Cochino’ en el cartel que resulto descafeinado. Se salvó el festival por la celebre ‘Fila cero’.

festivaltaurino_03_puertosantamaria

Fotografía de un desplante de José Luis Benjumeda Molleda, Marqués de Pezagua,  en el coso del Mesón el Jerezano. De izquierda a derecha: Antonio González Sabio, peón de confianza de Galloso el Marqués de Pezagua, Guillermo Valero y Paco Bernal Peregil, Paco ‘Ragel’, mozo de espada de Galloso. Increíble el quite del bueno de Guillermo Valero. Arriba Se puede ver a un jovencísimo Pepe Neno. Esta fotografía, casi año y medio después, tuvo dedicatoria especial del prestigioso periodista taurino Juan Fuente, que reproduciomos a continución. (Foto Carretero).

¡Que desplante, madre mía!
“Ni mi “hermano” lo diría
que estas cosas pueden verse
en El Puerto!
¡Puerto de Santa María!

festivaltaurino_006_puertosantamaria

Paseíllo en Vista Hermosa en la placita del Picadero. Neno, Alfonso Terry Muñoz, Hermano mayor de la Hermandad del Nazareno y Manolito ‘el Cochino’. Aquel día acudió la Cruz Roja como se puede observar al fondo parte izquierda de la fotografía

Textos: Antonio Carbonell. (Fotografías: Colecciones de Manuel Gutiérrez Castro y Pepe Neno). Si alguien está interesado en ver el álbum completo del primer festival puede dirigirse al  Rincón de Neno, en Valdelgrana.

18

niniamaria_001_puertosantamaria1El 21 de noviembre es el tricentésimo vigésimo quinto (325º) día del año del Calendario Gregoriano en vigor (número 326 en los años bisiestos), quedando 40 días para finalizar el año. Todos los años, por esa fecha, se celebraba y organizaba en el Colegio de las Carmelitas una procesión, la de la Virgen Niña o Niña María, con motivo de la festividad católica de la  Presentación de la Virgen. Está tradición está  basada en el escrito apócrifo del “Protoevangelio de Santiago”, según el cual María fue llevada por sus padres, a la edad de tres años,  al templo para ser instruida en la fe de sus padres. Una alambicada historia a través de los siglos, que desde Oriente llega a Occidente, acaba siendo impuesta por el papa Sixto V como fiesta oficial del catolicismo. Hoy no tiene tanta relevancia como antaño e incluso la procesión ha desaparecido. (En la imagen, vestidas de Primera Comunión de Ana María y Celia Insúa Lavín. Detrás Matita Muñoz y posiblemente una de las García Sánchez. El angelito de enmedio es Marisol Muñoz Bellvís).

iglesia_carmelitas-puertosantamaria"Desde chico he oído en mi casa que mi bisabuelo Norberto, que anduvo, por la guerra de Cuba, como médico con Ramón y Cajal, hace ahora un siglo, se empeñó en comprar una casita pequeña, con una fachada, pintada de rojo y blanco, tan escueta que sólo tenía una puerta y un balcón. Ya no existe la casa. Estaba en la calle Nevería, al lado de la derecha, según se miraba, entonces, el Colegio de las Carmelitas de la Caridad. A la casa le pusieron, "La casita de la Virgen", pero la casa había sido todo lo contrario: casa de lenocinio, de perdición y de pecado. Y a mi bisabuelo le contrariaba que, al lado, justo al lado, del Colegio donde se educaban sus nietas, hubiera un lupanar. Cuando mi bisabuelo la compró, la regaló a las Carmelitas y, desde entonces, allí estuvo presidiéndola una imagen de Olot, de la Virgen Niña, la "Niña María". Esa imagen, no recuerdo qué día, la sacaban las niñas del colegio, en unas parihuelas, en procesión, por las calles cercanas. Formaban en ella todas las alumnas, de uniforme, con velos de tul blanco y guantes del mismo color. Las aplicadas, llevaban una banda, incluso medallas. Ordenaban la procesión las mismas monjas-profesoras y la cerraba el capellán de capa y estola. A los niños patosos nos gustaba, con un canuto de papel y granos de arroz, disparárselos a las niñas, para provocar su atención y que las monjas les riñeran, por deponer de su actitud piadosa y reverente. (En la imagen, la fachada de la Iglesia de las Carmelitas y la casa donde vivieron los presbíteros Carlos y Manuel Román Ruiloba).

niniamaria_03_puertosantamariaLas niñas mayores del Colegio del Sagrado Corazón de las Carmelitas de la Caridad, tenían el privilegio de llevar las andas, con la imagen de la Virgen, por las calles de El Puerto. En la foto, tomada en uno de los patios del Colegio, de izquierda a derecha, Encarna Gil, Ana María Insúa Lavín, Cristina Fernández (Boli), Elisa Muñoz, Celia Insúa, Delia y Lalo Muñoz Bellvís. El uniforme, propio de la época, con cuellos exteriores y guantes blancos.

Otra procesión que salía de la capilla del propio colegio-- y de la que no tengo recuerdo próximo--, es la de la Inmaculada de la "Hijas de María" de las Carmelitas, en un pasito que, en el año 1927, le prestaron al Nazareno de la Prioral, para sacarlo por primera vez desde la refundación de la Cofradía. Esta procesión, la de la Inmaculada, tuvo sus precedentes en otra que, las "Hijas de María" de las "Corazonas", sacaban a principios del siglo y aun en otra, que organizaban las Madres "Irlandesas", que se instalaron por primera vez en El Puerto, cuando, procedentes de Irlanda, vinieron a España, en la calle Larga, en la casa que luego fue de Acción Católica, en el último tercio del siglo pasado, que aquí pusieron, para siempre, el apodo de "irlandesas" a la Congregación de la Inmaculada Virgen María. Terminemos las procesiones marianas desaparecidas, con los Rosarios de la Aurora que partían de la Capilla de Nuestra Señora de la Aurora, o los que sacaba la Asociación de Señoras del Rosario de Nuestra Señora de los Milagros. Al alba, con grandes faroles de carburo, y un estandarte, recorrían las calles de la feligresía". (Texto: Luis Suárez Ávila).

niniamaria_04_puertosantamariaDon Manuel Román Ruiloba, Présbitero y Coadjutor, de la Iglesia Mayor Prioral natural de Jerez pero porteño durante su vida religiosa al que debemos una nótula en Gente del Puerto, vivía junto a su hermano Don Carlos y otros miembros de su familia en la casa, hoy abandonada, que existe junto a la capilla de Las Carmelitas, en la calle Nevería. Además, daba clases de Religión en dicho colegio. Alguna alumna de aquella época recuerda el “enfado” de Don Manuel cuando estas alumnas de las Carmelitas se lo encontraban por la calle y con la picardía propia de los pocos años le gritaban: «--¡¡¡Adios Don Manuel!!!», a las que éste respondía muy ceremoniosamente: «--Vayan ustedes con Dios, hermanas». En la fotografía, los monaguillos Pepe Rodríguez Rendón y Ramón Insúa Lavín, acompañando a Don Manuel en la procesión).

niniamaria_005_puertosantamaria1

Como se ve, con el paso del tiempo sufrió reformas ya que en las primeras fotos podemos observar como desfilaban niñas vestidas de primera comunión, algo que no ocurre en las siguientes que mostramos, como en estas, en la de la derecha aparece en primera fila, llevando las andas, Ana María Insúa y Elisa Muñoz, detrás a la derecha Encarnita Gil. La niña de delante creemos que es una Torrent, aunque sin asegurarlo del todo. En la de la izquierda aparece Delia Muñoz Bellvis y Mery Nuchera. (Todas las fotos de esta nótula pertenecen a la Colección de Celia Insúa Lavín).

carmelitas_neveria_puertosantamaria

El Colegio del Sagrado Corazón de las Carmelitas de la Caridad, a la izquierda de la fotografía, en la calle Nevería. Tiempo actual. (Foto: Vicente Utrera - Alberto Trigueros).

8

josealvarezjuan_puertosantamariaJosé Álvarez Juan -el novillero Pepe Álvarez- es un porteño nacido en Las Pajanosas (Sevilla) hijo de Silvestre Álvarez Sánchez, tratatante de ganado y de Asunción Juan Cabeza, el día 2 de octubre de 1933. Cerca de su casa pace la ganadería de José Soto de la Fuente, anteriormente de López Plata y el conocedor de la misma le facilita algunas oportunidades para torear.
Su familia se traslada a vivir a El Puerto cuando Pepe cuenta con 23 años de vida, en 1956. Primero vino su hermano Manuel y luego él con un único equipaje: una maleta de cartón con un traje corto y unas botas altas. Vivió en la Pensión de Guindate, en la calle Domingo Veneroni (donde actualmente está el Hostal Sherry, en lo que se conoce como el Edificio de la Aduana y que con anterioridad albergara la Fábrica de Aguardientes y Licores. En sus bajos estuvo el Bar La Lucha. Posteriormente se fue a vivir al Campo de Batasar, en el Camino Viejo de Rota y luego a la calle de la Yerba con el resto de su familia, es decir con sus hermanos: Manuel, Antonio, Cristina y Susi. Trabajó en las obras de la futura base de Rota. Se casó el 7 de Mayo de 1970 con Milagros Gutierrez Feria, pariente del diestro local José Luis Galloso, en la Iglesia Mayor Prioral, y el banquete se celebró en El Resbaladero. Tuvieron dos hijos José Manuel y Milagros. En 1985 empezó a trabajar como taxista en un taxi de Juan Almagro hasta 1996 y a partir de ahí consiguió una licencia de taxi y trabajó por su cuenta hasta 2000, año en el que se jubiló. El hermano Antonio también hizo sus pinitos en el toreo pero no llegó a mucho.

ESPONTÁNEO EN SEVILLA.
Pero antes de venirse a vivir a El Puerto, Pepe Álvarez tendría su primera “aparición”, en la sevillana Feria de San Miguel en 1955. La corrida es con toros de Santa Coloma que se anuncian como de Felipe Bartolomé. Estamos en la alternativa de Joselito Huertas, alternando con Antonio Bienvenida y Antonio Vázquez, el penúltimo de los hermanos con ese apellido en los toros. En el quinto de la tarde Pepe se tira de espontáneo. Una chaqueta de gabardina y un bastón de los que se compraban en la Feria con una porra al extremo hacen de capote y falsa muleta. No estuvo solo porque también se tiró otro “maletilla”.

josealvarezjuan_fulton_puertosantamaria

Con John Fulton y un niño americano, en un Festival.

CON TRAJE DE LUCES.
Viste por primera vez el traje de luces en Puerto Real, con la Banda Musical “El Empastre”, en julio de 1957. Ese mismo año actúa en tres espectáculos sin picadores en El Puerto: el 23 de septiembre obteniendo del toro de José Luis Osborne “Bastonero” con el núm. 81, las dos orejas, el rabo y la pata; luego vendría n las novilladas del 12 de octubre y el 10 de noviembre de 1957. Después torea en un buen puñado de novilladas hasta que debuta con caballos, el 19 de marzo de 1958, alternando con Rafael Peralta, el portugués José Trincheira y Mondeño, obteniendo en uno de sus enemigos las dos orejas y el rabo, de la ganadería de Torrestrella. Este año se prodigará en las plazas de la provincia, toreando en sus gestas de la plaza porteña junto a Limeño, Rafael de Paula, Oliva, Manolo Segura y Antonio González.

rafaeldepaula_plazapartidapuerto_jerez

De izquierda a derecha: Juan García Mondeño, Rafael de Paula, Pepe Álvarez y Antonio González. Novillada celebrada en la Plaza Real el 1 de junio de 1958, con novillos de Flores Tassara. Ese día hicieron el debut en nuestra plaza Antonio González (de Sevilla) -no confundir con Antonio González Sabio (de El Puerto) y Rafael de Paula, que como se puede apreciar por la foto, aparecen destocados. Por otra parte, tampoco pasa desapercibida el aparato ortopédico que lleva Mondeño en su pierna izquierda, que se vio obligado a llevar durante bastante tiempo. Como dato complementario, diremos que esa tarde resultó cogido el matador jerezano Rafael de Paula. (Información facilitada por Francisco M. Arniz Sanz).

pepealvarez_maestranza_puertosantamaria

En junio del mismo año --el 15 de junio de 1958-- se presenta en la Maestranza de Sevilla, alternando con Diego Puerta y Manolo Lara. Es cogido de gravedad en la Plaza de Toros de Cádiz el 28 de junio del mismo año. Luego torearía también en Francia.

PLAZA PARTIDA EN 1958.
Una de las más famosas novilladas, fue la que toreó en nuestra Ciudad el día 31 de Agosto de 1958, quinto de los festejos a plaza partida celebrado en nuestro coso:  corrida y novillada. Rafael Ortega, Gregorio y Juan Antonio Romero “el Ciclón de Jerez”, fueron los que formaron la terna de la corrida y Pepe Álvarez, Emilio Oliva y Rafael de Paula la de la novillada. Como dato económico señalamos que el precio de las localidades en aquella ocasión fueron de 190 pesetas la sombra (poco mas de un euro) y 90 pesetas la del sol (poco mas de medio euro). El desfile de cuadrillas se realizó por diferentes puertas y con recorridos distintos, habiendo doble puerta de toriles y doble banda de música. Se puso el cartel de no hay billetes. En 1958 llegó a torear en 14 novilladas.

programaplazapartida_1958_puertosantamaria

Programa de Mano. Plaza Partida. 31 de agosto de 1958.

pepealvarez_ppartida_1995_puertosantamaria

El 14 de julio de 1995, 37 años después del anterior festejo a plaza partida, se celebró el sexto acontecimiento taurino de este tipo, con toros de Herederos de Cebada Gago. Oliva, Pepe  Álvarez y Rafael Ortega, siendo homenajeados desfilando por el albero porteño como hicieran 37 años antes.

HOMENAJE EN EL RESBALADERO.
El 21 de noviembre de 1958 un nutrido grupo de porteños y aficionados de toda la provincia rindieron un emotivo homenaje a Pepe Álvarez en el restaurante mas chic de la época, “El Resbaladero” propiedad de Maximino Sordo.

pepealvarez_homenaje_puertosantamaria

Homenaje a Pepe Álvarez, en noviembre de 1958 en El Resbaladero: De izquierda a derecha: Fermín Ramos Ros (tuvo el Bar La Gallera en la Calle Ganado y se dedicaba tambien a la cría de Pollos de Pelea);  Eloy Bayard Izaguirre; Angel Andrés Álvarez Carbonell, -Angelete-  hijo de 'Gavina'; Juan José Iglesias Veneroni (tuvo el Bar San Juán y luego una Droguería en la Calle Miseicordia); Francisco Velarde Ruiz (práctico de El Puerto); Antonio Rosales (don Puyazo); José Alvarez Juan (Pepe Alvarez);  José González Díaz "Pileta" (Mozo de espada de Pepe Alvarez y otros y ex-trabajador de Hijos de Jiménez Varela); José Luis Alvarez Sevilla 'Gavina', apoderado en los inicios de Pepe Álvarez; Manuel Almagro Guillot; José Luis Alcantara Torrent; Díaz Vance (Secretario del Ayuntamiento);  Paco Calatayud -Calata- (Foto Rafa).

pepealvarez_madrid_puertosantamaria

Pepe Álvarez, en Madrid, ante un cartel de su novillada en 1959. (Foto Moreno).

pepealvarez_madrid_2_puertosantamaria

Madrid. Vista desde el tendido, fotografiando el callejón, Pepe Alvarez alternaría con Limeño y Antonio Aparicio, primo de Julio Aparicio.

pepealvarez_cogida_puertosantamaria

26 de Mayo de 1959. Cogida en la Plaza de Toros de El Puerto.

1959: PRESENTACIÓN  EN MADRID.
Este año llega a torear cuatro novilladas en nuestra Ciudad, siendo cogido el 26 de mayo en el coso porteño por un novillo de Isabel Ibarra. En aquella ocasión alternaba con Emilio Oliva, Juan Sánchez y Morenito de Jerez.

El 12 de julio de 1959 se presenta en Madrid, alternando con Adolfo Aparicio y con Limeño. En Olivenza (Badajoz) es cogido el 13 de septiembre de 1959; alternaba con El Pío y Limeño. Aquí empezó a declinar su carrera.

pepealvarez_dominguin_puertosantamaria

En la fotografía del 12 de octubre de 1960, con motivo de las Fiestas de la Hispanidad que se empezaban a celebrar en El Puerto, actúa como sobresaliente con Luis Miguel Dominguín quien, para la ocasión, lucía un traje diseñado por Pablo Picasso, enfrentándose a 6 toro en solitario. (Foto Juman).

pepealvarez_elcordobes_puertosantamaria

En 1961 en El Puerto, alterna con Manuel Benítez “el Cordobés” en su presentación en la Plaza Real como novillero, saliendo a hombros ambos dos. Koko lleva sobre sus hombros a Pepe Álvarez y podemos ver al chiquillo del centro, José Cañas Bejarano 'Cañita'.

pepealvarez_barchaves_puertosantamaria

En el desaparecido Bar Chaves, calle Cielos esquina con Santa Clara. El propietario detrás de la barra y Pepe Álvarez aparece con Manuel Carrillo Lucero que le acompaña a la derecha de la fotografía. 19 de febrero de 1962. (Foto Rafa).

pepealvarez_3amigos_puertosantamaria

En los burladeros de la Plaza Real en un festival. De izquierda a derecha José González Díaz 'Pileta'; Antonio Pérez (excuñado de Pepe Alvarez y padre de Daniel Perez Lorenzo consejero de Apemsa;  Antonio Vaca Martínez,  hijo del conserje de la plaza “Vaquita”. El que aparece detrás es el típico que se pone para salir en la foto. 28 de enero de 1962. El 12 de octubre e 1963 toreó con luto por su madre que había fallecido unos meses antes.

15

ojito_y_domingo_puertosantamaria

Sebastián Ganaza Cañas, ‘Ojito’ nace en la calle de la Arena (Arzobispo Bizarrón) en 1930. Desde pequeño estuvo relacionado con la venta de frutas, hortalizas y verduras en un puesto que su padre tenía en la calle Sierpes, en los exteriores de la Plaza de Abastos, actividad que nunca abandonaría ya que cuando falleció su progenitor continuó al frente del puesto ayudando a los suyos. Más tarde, por una serie de circunstancias adversas, Vicente Sordo Díaz que desde 1950 comenzó a dirigir a Los Dos Pepes, al que rebautizó como Bar Vicente,  con nótula propia en Gente del Puerto, ofrece a ‘Ojito’ la posibilidad de colocar su puesto lindante con el Bar, en la misma acera, así como un pequeño trastero para depositar, finalizada la jornada, los bártulos correspondiente, todo ello de forma gratuita. Aquel gesto jamás lo olvidaría Sebastian y quedó siempre agradecido hasta su adiós definitivo en 1990. (En la fotografía, Ojito y Domingo, en la Feria de Crevillet).

Como defensor de la libertad de su tendencia sexual y por ende de todos sus compañeros, no cabe la menor duda que la figura de Sebastian Ganaza Cañas, ‘Ojito’, es la que tiene mayor relevancia desde mediados del siglo pasado para el pueblo llano. Todavía los más viejos del lugar recuerdan su defensa a ultranza por los colores del Racing en el campo de Eduardo Dato. Todo un espectáculo ya que pobre árbitro o juez de línea que se equivocara en contra de su equipo. La zona donde se ubicaba ‘Ojito’ en el campo era las más concurrida debido a que a los aficionados disfrutaba en los lances del juego de las genialidades y ocurrencias. Era temible en días de lluvias por el paraguas que mostraba al trío arbitral. Sus ‘piropos’, a veces, propiciaba malestar en los integrantes de la Benemérita, pero nunca se amilanó. Todo lo contario. Además, ya lo conocían…

aureliosanchezmartin_puertosantamariaAurelio Sánchez Martín, familia de los Balcon, de quién ‘Ojito', con el genio, el arte y la gracia que le caracterizaba decía: ‘La niña de don Camilo’, en clara alusión a Tere, la hija de un Coronel del Ejercito llamado don Camilo que vivía al final de la calle Larga, próximo al Paseo de la Victoria,  muy apuesta y muy formal. Es que Aurelio, el mismo lo reconoce,  para sus amigos, Domingo, ‘Ojito’, Enrique, Paquito Gallardo... era muy ‘formalito’. Por otrto lado, dicen que 'la ocasión la pintan calva'. Cuando así ocurría y no vamos a dar mas pistas, 'Ojito' le decía a su hermana Rosario en su casa de la calle de la Arena: "-Venga, date una vueltecita; tu a la calle que hoy me toca a mi…"

Ojito fue el gran impulsor de reparto del trabajo en los distintos bautizos que se celebraban en años de mucha hambre y mucha necesidad. Solían acudir a la Iglesia Mayor Prioral y a la de San Joaquín para informarse de los bautizos y domicilios respectivos. A tal efecto se repartían la faena y alegraban con su arte y buenas maneras la fiesta de las familias menos pudientes de El Puerto desde los años 50 hasta los 70 del siglo pasado. Cantaban y bailaban y los más introvertidos de palmeros, lo que hiciera falta con tal de pasar un rato agradable.

domingo_placilla_puertosantamaria

De la misma manera, tampoco lo olvidaría Domingo Rosado Ramírez quien cogería el relevo, del puesto de hortalizas y verduras, una vez fallecido ‘Ojito’,  gracias a Vicente y a su hijo, también Vicente (con nótula propia en Gente del Puerto), todo un experto en el difícil arte de “saber estar” detrás de un mostrador.(Domingo, a las puertas del Bar Vicente. Foto Colección Carlos Pumar Algaba).

domingoy3mas_puertosantamaria

Luis, J. Ramírez, Juan el Zapatero y Domingo en el Recinto de Las Banderas, durante la Feria de Primavera del año 2002

Domingo Rosado Ramírez nace en la calla la Zarza 56, curiosamente también en 1930  y el hecho de que no encajaran bien su homosexualidad hace que cambie de planes y a los 18 años se va a Barcelona y se une a su vecino y compañero de fatiga, Juan Zapata Sucino, conocido por ‘Reverte’. Trabajan de cocinero en ventas y restaurantes y al final como plato fuerte salían a bailar y a cantar.

domingo_1994_puertosantamaria

De izquierda a derecha, Juan 'el zapatero', Luis, 'el de los Huevos' y Domingo, pegándose un desayuno con pasteles. (Foto Colección Carlos Pumar Algaba).

Cuando Domingo regresa a El Puerto, después de su aventura por tierras catalanas, comienza a trabajar como cocinero con Maximino Sordo Díaz en el Bar Central, calle Larga esquina con Luna y en el Restaurante el Resbaladero, cuando las ocasiones lo requerían. También, antes de ‘heredar’ el puesto de ‘Ojito’, formó parte de la plantilla de trabajadores en el Bar Vicente, siendo su ultimo trabajo para la hostelería en Acuasherry Park, hoy denominado 'Acualand'.

domingo_26_12_2006_puertosantamariaDomingo Rosado Ramírez, aventurero y buscavidas cantaba cuplés y se acoplaba a cualquier reunión gastando todo cuanta ganaba entre sus amistades. Era una persona generosa. Mimaba mucho a los jugadores del Racing Club Portuense, y tenía predilección por alguno de ellos a los que consideraba su protector, allá por los años sesenta. Falleció a la edad de 75 años, una mañana de diciembre de 2006, en la Plaza del Polvorista cerca de su casa, conocida como la Casa de los Naranjos en la calle Aurora, cuando se dirigía a su trabajo, en la Plaza de Abastos, Bar Vicente, donde tenia instalado su puesto. Durante algunos días, después de su fallecimiento, clientes y amigos depositaron flores en el lugar donde estaba ubicado el puesto de hortalizas y verduras. A la izquierda,  podemos leer el epitafio recordatorio que se pudo contemplar a las puertas del Bar Vicente el 26 de diciembre de 2006. (Foto Colección Carlos Pumar Algaba).

4parguelas4_puertosantamaria

Luis Pinto Corzo, “Luichi con nótula propia en Gente del  Puerto; Juan el Zapatero, Domingo y Luis ‘el de los Huevos,' en el Carnaval del año 2000.

‘Ojito’ y Domingo, dos grandes amigos de toda la vida. Forman parte de la idiosincrasia local. No se concibe la historia de El Puerto sin estos personajes que tanto sufrieron en épocas pasadas. De igual forma que ‘Enrique ‘el Peluquero' -Enrique Rodicio Fuero-’; Juan 'el Zapatero', con nótula propia, Paco Gallardo, ‘Paquito’; Manuel Millán Álvarez, Manolito del Bar El Faro, en la esquina de Nevería con Palacios; ‘la Zorrita’ que nació y vivió en la Casa de los Frailes, Callejón Espelete; Perico el de ‘La Carlota’; Antoñito el del Penal; Juan Zapata Sucino, Reverte y José García Romero, entre otros.

domingoyluis_puertosantamaria

Domingo y su amigo Luis, 'el de los Huevos', en la calle Ganado, junto a la Plaza. 2001.

EL AUTOR DEL TEXTO QUIERE CONSIDERAR:
Cuando la nótula sobre Perico el de ‘La Carlota’. El Parguela de la mobylette, se comentaba que la homosexualidad está totalmente demostrada ya desde tiempos de Grecia y Roma. En tiempo de la dictadura franquista un porcentaje alto, de casi un 75º% se casaban y tenían hijos para disimular y morían siendo infelices, aunque de estos sigue habiendo todavía, hombres casados y con hijos que de vez en cuando se escapan para echar una canita al aire. Si bien, estas secuelas del pasado por el que dirán, felizmente tienden a ir despareciendo.
Añadía que los pocos que no disimulaban su homosexualidad en tiempo de la dictadura, eran considerados como enfermos, degenerados e incluso como escoria, por lo que muchos acabaron en la cárcel, como fue el caso de Perico y otros tantos que lo encerraban en la Plaza de la Cárcel, justo al lado de donde hoy se encuentra el Hotel Los Cantaros, ya que después de la persecución y eliminación de la disidencia política por parte del dictador y sus secuaces aplicaron a seres indefensos la Ley de vagos y maleantes.
Después de esta nótula, hoy todavía más, nos debe permitir, por una parte, valorar la gran valentía de los homosexuales de aquella época, obviamente los menos pudientes porque nunca tuvieron que salir del armario ya que era pública y notoria su vida al llevar por bandera su clara tendencia sexual y, por otra parte, que su misma dignidad se puede comparar con las de aquellos que lucharon por la defensas de las libertades durante la época franquista.

(Textos: Antonio Carbonell López).

Agradecemos a Luis del Pino Robles -Luis 'el de los Huevos'-, Aurelio Sánchez Martín, Miguel Muñoz -'Cabo Reyes'- y Vicente Sordo Gómez la colaboración prestada para la elaboración de esta nótula. Salvo que se indique lo contrario, las fotografías pertenecen a la Colección de Luis del Pino Robles.

3

felisalopezvarela_puertosantamaria

Felisa López Varela nació hace 79 años, el 30 de mayo de 1930, en la calle Cielos, frente al desaparecido despacho de bebidas “La Burra”. Hija de Milagros y de Clemente, es la segunda de ocho hermanos, de los que viven en la actualidad seis. Nació en la vivienda del almacén de su abuela Felisa, “la Gallega” cuyo despacho de comestibles le ayudaría a regentar el tío de nuestra protagonista, Antonio López Ruiz. El almacén de la abuela suministraba al Cuartel de la Guardia Civil, la tropa y el Penal.

felisalopezvarela_padres_puertosantamaria

Milagros Varela y Clemente López, los padres de Felisa. Precisamente Clemente era famoso por su rectitud en la preservación de los jardines de la Plaza de Isaac Peral, donde era guarda.

Felisa estuvo poco tiempo en el colegio. Con dos años estuvo con Doña Cinda, en la calle Larga frente a la Plaza de Isaac Peral, y luego en el Hospitalito con Doña María. Al morir su madre, en 1942, la sacan del colegio y su abuela la lleva a vivir a una finca en la carretera de Sanlúcar “El Ave María”, terrenos que luego venderían a la  familia Caballero.

felisa_lv_elcortijo_puertosantamariaAllí permaneció durante dos años, con catorce, su padre la trajo a vivir con él a la calle Espelete y empezó a trabajar interna ganando cinco duros al mes, en 1944. Entró a servir en la casa de Ernesto Piury, en la calle Pozuelo. «Eran un matrimonio sin hijos, muy especiales. Aquello era como un convento. No nos podíamos reír, hablar fuerte, ... Estábamos tres mujeres trabajando en la casa: una cocinera, una para cuerpo de casa y yo que ayudaba a la segunda y en hacer recados. El dueño de la casa me llegó a decir que tenía que tratarlo de señor, a lo que yo le respondía que “--El Señor está en el Cielo, o en la iglesia de madera o de escayola, pero que a él, de señor, nada”. En cierta ocasión, el dueño de la casa nos sorprendió riendo y nos reprimió: “--A reirse se van ustedes a  la calle”, a lo que yo con mucho desparpajo “--No señor, a la calle se van los perros, y yo me voy a mi casa”. Y me fui, aunque, al día siguiente mi padre me llevó de nuevo. Había que ganar un jornal y aunque me decía que era muy pequeña para administrar cinco duros yo pensaba para mis adentros que ¿como no lo era para ganármelos trabajando?» Allí estuvo hasta los 18 años. Genio y figura. (En la fotografía, Felisa, en El Cortijo, del Paseo de la Victoria).

explosion_cadiz_puertosantamaria

Un aspecto del Cádiz devastado por la explosión del año 1947.

LA EXPLOSIÓN DE CÁDIZ.

felisa_lv_joven_01_puertosantamariaLa explosión de los polvorines de Cádiz le cogió trabajando en aquella casa de la calle Pozuelo. A las diez menos cuarto de la noche del 18 de agosto de 1947, una deflagración, provocada por unas 200 toneladas de trinitrotolueno, tiñó el cielo de un rojo intenso sobre la bahía de Cádiz, escuchándose una ensordecedora explosión La magnitud de la explosión fue tal que el fogonazo pudo verse desde el acuartelamiento militar español ubicado en Monte Hacho (Ceuta). Se formó una nube de hongo visible desde toda la Bahía de Cádiz, Huelva y algunos pueblos de Sevilla. El ruido de la explosión fue oído hasta en la propia capital hispalense. Muchos porteños aquella noche la pasaron en La Belleza, por la carretera de Sanlúcar, asustados, pensando que una segunda explosión podía llegar a El Puerto. Esto cuenta el maestro Antonio Burgos de aquellos momentos: «Y comiéndome las últimas uvas del racimo estaba cuando se oyó una fuerte explosión y vi como todo el cielo se puso completamente rojo. Era como si hubieran teñido con fuchina colorada el papel azul del cielo del Nacimiento. Salí corriendo, todos salimos corriendo, nos echamos a la calle. Nadie sabía nada, nos llevaron a la plaza de la Plancha, "no, a la playa, a la playa, que en Cádiz ha habido una explosión". Y otra voz, con otros nervios: "No, a la playa no, que puede llegar la onda, debajo de las escaleras". Recuerdos de nervios, de gritos, de la palabra "Cádiz" corriendo de boca en boca. Aquel cielo rojo que yo había visto con el racimo de uva moscatel, sentado en el balcón, era el cielo de muerte de Cádiz, el de la dorada cúpula de la Catedral en lejanía cuando estábamos bañándonos, agarrándonos a la maroma hasta donde se hacía pie.»

felisa_lv_parque_puertosantamariaLuego estuvo trabajando en la Notaría que hubo en la calle Santo Domingo, en el edificio que perteneció a Bellas Artes, mas tarde Bienestar Social y por último ocupó el Centro de Drogodependencia. Primero con Don Francisco, luego sería Don Casto Montoto. Allí estuvo entre 1948 y 1950. (En la fotografía, Felisa posando en el Parque Calderón).

CASAMIENTO Y PARTOS.

Se casaría a los 20 años con Antonio Requejo Herrera, con quien tendría cuatro hijos a los que pariría en la calle San Juan, 38: Milagros, Antonia, Clemente y Felisa, que le han dado a su vez once nietos y cinco bisnietos. Viviría luego en la calle San Francisco y los últimos 30 años los ha pasado en su actual domicilio en Espelete, 11.Pero Felisa enviuda y a los pocos años se vuelve a casar con el también viudo Manuel Tejada Copano, con tan mala suerte que este enferma al poco de contraer matrimonio y nuestra protagonista se ha pasado los últimos 30 años de su vida cuidándolo hasta que, el día de Nochebuena del año pasado nos dejó.

elenamartin__puertosantamariaUNA NIETA ALEMANA Y FLAMENCA.
Su hija mayor, Milagros, que ha vivido 30 años en Alemania, tiene allí viviendo a dos hijas, una de ellas, Elena Martín, nacida en Hannover en 1971, que se dedica al flamenco y tiene una Academia de Baile, con un interesante currículum que la hace ser conocida en toda Alemania.  Tambie´n ha viajado por el mundo, siendo conocida espcialmente por sus actuadiones en Quito (Ecuador). Despúes de esto continúan numerosas presentaciones, también como solista para el “Grupo Semilla” sobre “Tablaos” en España. Italia, Inglaterra. Contratos en : Francia, Polonia, Praga, Holanda, Auastra, Suiza, Bélgica. Ha tenido varias presentaciones en Galavisión (Sudamérica), NDR, MDR y TVP. Filma un videoclip con el grupo de Pop “Die Weltempfänger”, a propósito de los 500 años del descubrimiento de América. Este trabajo se ha transmitido por los programas MTV y VIVA. Le dedicaremos este verano una nótula en Gente del Puerto cuando nos visite, la nieta mas internacional de Felisa, la porteña nacida en Hannover, porque Elena, --en la fotografía pequeña de la izquierda,-- se siente portuense. Es directora del Grupo 'Semilla'.

felisa_lv_espelete_11_puertosantamaria

Patio de Felisa, en la calle Espelete, núm. 11, con la Cruz de Mayo.
Pulsar para ir al  Blog de los Amigos de los Patios, que administra Mª Carmen Vaca.

felisa_lv_letizia_puertosantamaria

Muñeca que simula a la Princesa de Asturias, vestida y adornada por las manos de nuestra protagonista. Tiene armarios vitrinas llenos con personajes conocidos o profesiones. Un hospital completo, en recuerdo de su etapa de cuidadora de enfermos, con todos los profesionales del mismo, ocupan un lugar destacado en su sala de estar.

LAS MANUALIDADES DE FELISA.
Tanta pensión a su marido, tanto estar pendiente de él hizo que durante los largos periodos de cuidados tuviera que ocupar su tiempo en algo. Felisa es una virtuosa con las manos. Le mete mano a todo y de todo hace un arte. Su arte. Tiene un patio cargado de macetas y cuajado de flores que anualmente presenta a la Fiesta de los Patios. Además elabora con sus manos la Cruz de Mayo que permanece en el Callejón de Espelete, núm. 11, hasta que finalice el mes. Todavía se puede ver en todo su esplendor.

felisa_lv_pintura_puertosantamariaAdemás, Felisa pinta sobre lienzos, telas y maderas; confecciona ropa para muñecas con diversas técnicas y materiales reciclables (servilletas de papel, bolsas de plástico, retales de ropa, punto); hace broches para trajes de novia o de calle; pequeños trabajos manuales de todo tipo que son imposibles de ver un día de visita a su casa: flores elaboradas con medias, con plásticos, con telas, con ganchillo; sombreros casquetes elaborados con bolsas de basura negra, muebles o barcos en miniaturas hechos con pinzas de la ropa o cerillas, y así... Y por si fuera poco, también tiene tiempo para las reuniones de la Asociación de Vecinos del Barrio Alto, donde tuvimos oportunidad de hablar con ella, además de en su casa. (En la fotografía de la izquierda, una versión muy personal de Felisa, de un jarrón con girasoles).

felisa_lv_premios_puertosantamaria

En la fotografía, el recientemente desaparecido Manuel Verde junto a Felisa, hace tres años recibiendo los Diplomas de Comercio Tradicional y Patio Tradicional, otorgados por el Centro Municipal de Patrimonio Histórico. Los diplomas son obra de Faelo Esteban Poullet, que aparece en la imagen.

felisa_lv_arregladita_puertosantamariaLA POESÍA EN SU VIDA.
Felisa improvisa poesías, que no escribe, y que recuerda de memoria. Unas veces la inspiración le viene y le puede recitar un poema dedicado, por ejemplo a una francesa que la visita anualmente, para ver su patio todos los meses de abril. y que le manda cartas y regalos desde su país de origen. Por eso, pensamos,  alguien tendría un día que pasar a papel los poemas de esta casi octogenaria porteña. Otros poemas, a base de recitarlos, los tiene fijados en su memoria, como este: «Yo vivo en un patio»:

«Yo vivo en un patio
donde tengo macetas y arriates
y flores de todas clases.
Tengo azucenas y tengo claveles,
tengo geranios y tengo rosales
y por la mañana veo el sol cuando sale.
Y cuando llueve veo el sol encapotado
y por la noche veo el cielo estrellado.
Y de noche, cuando me siento en mi patio
hasta me duermo porque yo vivo en un patio
y no vivo como un pájaro enjaulado
».

2

1comunionlasalle_270565_00_puertosantamaria

Primera Comunión del Colegio La Salle “Santa Natalia” celebrada el día 27 de mayo de 1965. En la foto aparecen en el centro, a la izquierda, el Hermano Gonzalo (que luego pasaría muchos años destinado en el colegio de Puerto Real) y el director, Savador Juan o Hermano Manuel. Para una mejor identificación, fraccionamos la fotografía en dos, relacionando aquellos que alcanzamos a reconocer (¿o mejor dicho recordar?).

1comunion_lasalle_270565_01_puertosantamaria

Fila superior: Vaca, dos desconocidos, Neva, Gregorio Cardellat García, desconocido. Fila segunda: José María Morillo, desconocido, Kiko Sanchez, Antonio Díaz. desconocido, Ríos, desconocido; Fila tercera: Valle, Miguel Roselló, Méndez, dos desconocidos, Ahucha Poullet, Arana y Buhigas; Fila cuarta: desconocido: Juan Luis Rincón Ares, Eduardo Blanca, Contreras, desconocido y el Hermano Gonzalo. Fila del suelo: Aguilar, Giraldez, Perea, Domínguez, Desconocido, Guerrero.

1comunion_lasalle_270565_02_puertosantamaria

Fila superior: Tres desconocidos, Gatica, tres desconocidos. Fila segunda: desconocido, Obregón, dos desconocidos, Prius Gentil, desconocido. Fila tercera: Buhigas, Vicente Vela, Sánchez, Francisco Andrades, desconocido y Castillo. Fila cuarta: el Hermano Director (Salvador Juan, o Hermano Manuel), dos desconocidos, Herrera, Pepe Aragón, primo de Nicolás Jiménez Aragón, actual profesor del Centro. En el suelo: Guerrero, Rojas, Graván, cuatro desconocidos y Calle.

1comunion_carmelitas_1958_puertosantamaria

Colegio Las Carmelitas. Mayo 1958, Todos gentes de El Puerto: los hermanos Bellvis: Javier y Marisol, única niña por aquello de separar las niñas de los niños; Luis Áspera, Paco Zamudio, Jaime Renedo, Mariano Medinilla, Miguel Lizaso, Javier Díaz, Hörh, Velarde, Julián Flores y otros...

comunion_trio_01_puertosantamaria

De izquierda a derecha: Manolo Morillo, Antonio Márquez y Pepe Mesa. Década de los 60 del siglo pasado.

comunion_trio_02_puertosantamaria

De izquierda a derecha: Ana María Custodio Cárdenas, Paquita, del Bar Andrés de la Calle San Juan y Rosa Cervera Díaz. Década de los sesenta del siglo pasado.

2

feriadelpuertocom

alumbradoveladavictoria_puertosantamaria

El Paseo de la Victoria, a la entrada de la Velada, por el Camino de Urda.

«Cuando caía la noche,  la Feria se trasladaba a la ciudad y se hacía burguesa, la feria alcanzaba su continuidad en el paseo de La Victoria, donde se celebraban animadas veladas nocturnas, embellecidas por una rudimentaria iluminación extraordinaria, “magníficos candelabros como alumbrado ordinario, y multitud de adornos, pedestales con estatuas y jarrones”,  que junto al ambiente en las casetas y ‘El Cortijo’ contribuían a transformar las noches en “una mansión  de delicias”

lacabra_1962_puertosantamaria

El 'show' de la cabra. En la Feria de Ganado de El Puerto situada en El Palmar, frente y en lo que son los terrenos actuales de PRYCA. Año 1962.

Nos cuenta la historia que allá por el año 1871 en el Pago de El Palmar nuestra feria tenía sobre todo un carácter ganadero, era un escaparate donde se mostraban ganados y caballerías, donde las transacciones comerciales se festejaban con una copa de vino bajo los precarios toldos instalados en mitad del campo. Según quienes la conocieron, ya a mitad del siglo pasado la fiesta del Pago del Palmar era semejante a una “romería sin santo y sin ermita”, ya que no estaba consagrada a ninguna imagen religiosa “ni tampoco  podía considerarse una feria en su sentido tradicional”.

feriacrevillet_1966_puertosantamaria

En Crevillet, con la Caseta Municipal instalada en los antiguos baños públicos. A la drecha un grupo de jóvenes con el traje a la moda, a la rodilla. Corría el año de 1966.

Posteriormente, cuando se desvió la carretera del ‘caminito pa Jeré’ y el parque de la Victoria quedó cortado por el asfalto, se vio la necesidad de trasladarla a otra ubicación, eligiéndose entonces el barrio  de Crevillet,  en 1966.  Crevillet fue una feria de transición,  una fiesta urbana y marinera por la cercanía del río Guadalete y la playa de La Puntilla, entre la romería de cantes y toques de guitarra y la fiesta multitudinaria a golpe de decibelios. Durante años,  mantuvo un recinto ganadero de muestras, que seguía dando una dimensión comercial al festejo.

casetamunicipal_lasbanderas_1983_puertosantamaria

Primeros años del Recinto de Las Banderas, hace 26 años. La Caseta Municpal, de lona, simulaba a la entrada una réplica del Vapor. Año 1983.

Finalmente, aquel recinto ferial fue absorbido por el crecimiento urbano, y en 1981 se decidió habilitar el Real de Las Banderas,  un amplío espacio con el que la fiesta volvía a los pagos agrícolas, hacia la campiña, de donde procede el carácter de la feria actual: vinatera,  hípica y taurina. La Feria, nuestra Feria de Primavera es como un poema de sabor clásico que paladeamos durante trescientos sesenta días al cabo de un año, y que consigue saciar nuestro ánimo más lúdico, en tan sólo cinco, de sensaciones dispares que luego quedan almacenadas en el disco duro de la nostalgia." Manolo Morillo. Del Pregón de la Caseta Los Romero. 2009. (Fotografías Archivo Municipal).

botasdepavon_miguelno_puertosantamaria

Fotografía en la Feria de El Puerto 2008. Autor: Miguelno.

SEVILLANAS DE VERDE Y ORO.

Rincón de Puerto escondío
plazuela de la Herrería;
donde jugando soñaba,
con ser torero algún día…

…Marinero en tierra soy
viendo los barcos llegar,
por que quién nace en El Puerto,
consigo lleva la mar.

Misteriosas las bodegas
donde sestean los vinos;
donde el vientre de las botas,
al dar a luz paren, fino.

Rubias arenas sus playas
por tibias aguas bañadas;
rumor de olas que componen,
para el Puerto, su balada…

Oro es su sol y su vino.
verde su mar y su campo;
por que lo quiso el destino,
oro y verde es mi bandera,
por la que pierdo el sentío.

Y que ¡VIVA EL PUERTO Y SU GENTE!
Al Puerto y a mis distinguidos paisanos con el deseo de que pasen una muy feliz feria 2009, esta sevillanita por si alguien se atreve a cantarla este año.

Original: Rafael Ángel Moreno Naval
El Puerto, 24 Abril de 2009

copafinopavon_puertosantamaria

Fotografía en la Feria de El Puerto 2008. Autor: Belén Molina.

MÍRALA CARA A CARA.

Por ahí va un profesor del conservatorio con una tajá como un piano. Por ahí va un maletilla preguntando quién ha visto toros en El Puerto. Por ahí va una chiquilla llorando, con la cara y el cabello rosa, que no ha pasado la prueba del algodón. Por ahí va un guiri cantando que sueña la margarita con ser Romerijo. Por ahí va un tío bastísimo bebiendo Fino. Por ahí va una inmigrante que pone en las solapas flores de otro mundo. Por ahí va un piloto con un perrito. Por ahí va El Ratón vacilón, con sombrero, pañuelo y bastón.
Mira a ese vecino de Las Viñas, bebiéndose la urbanización entera. Mira al seductor de tu jefe invitando a su secretaria a un rebujito. Mira al chaval de la tienda de muebles, que por fin salió del armario. Mira al profesor de física de Pablito buscando, como Arquímedes, un punto de apoyo,  para no volver a besar el albero. Mira a la dependienta de la papelería de enfrente de casa, con los papeles totalmente perdidos. Mira al cura de la parroquia rememorando el milagro de las bodas de Caná. Mira al presidente de la peña madridista, paseando, cabizbajo, por el Real. Mira a ese mimo hablando por los codos.
Por ahí va una chochona con una muñeca. Por ahí va un grupo de patitos pescando niños. Por ahí va un pony, en su día libre, dándose una vuelta un poco más grande. Por ahí va un nostálgico preguntando por la caseta de Tierra, Mar y Vino. Por ahí va un compañero del Alambique meciendo la columna a derecha e izquierda, como si fuera un paso de Semana Santa. Por ahí, por la calle del infierno, va un catequista desesperado con su niño Jesús. Por ahí va la mujer barbuda, con una empleada de Corporación Dermoestética.
Mira a la Charo, que no hay quien la corrija. Mira al secretario de la Falange,  poniéndose puo en la caseta de Comisiones. Mira al equipo de rugby, en plena melé por un plato de gambas. Mira al rojazo de Marcelino, bailando cara al sol. Mira a ese guaperas, en la cola del servicio, con la barbilla incrustada en el ombligo, esperando para una Micción Imposible. Mira al cursi de mi cuñado,  pidiendo un pinchito del norte del Magreb.
Por ahí va, derrochando hospitalidad,  la Feria de Primavera, esa fiesta de los sentidos en la que conviven, fraternalmente,  todas nuestras contradicciones.
Pepe Mendoza.
www.pepemendoza.blogia.com

feriaganado_1917_puertosantamaria

Feria de Ganado y Velada en el Paseo y Jardines de la Victoria. Año 1917. Dorso de Tarjeta Postal.

7

feriadelpuertocom

paseovictoria_estatuas_puertosantamaria

Paseo de la Victoria, las cuatro estátuas de terracota representan a las cuatro estaciones. ... a la derecha los arcos de hierro de la rosaleda y la casa del guarda y jardinero, Domínguez, cuyo escudo de piedra se puso, en tiempos de Rafael Sevilla como Hermano Mayor de la Hermandad del Rocío,en la casa de El Puerto en la aldea del Rocío. cuando aquel parque neoclásico estaba en todo su esplendor...

paseolavictoria_jli_puertosantamaria1Paseo de la Victoria, cuadro de Juan Lara. (Original de la colección de Francisco M. Arniz Sanz)

Al final del Paseo de la Victoria, la fuente de la gruta con su surtidor y su baranda, flanqueada por las estatuas de las cuatro estaciones: Y todo cubierto de hileras de farolillos y biznagas de luces, ahora apagadas. De la Granja de San Javier sale el hijo de don Félix Tejada que quiere ser poeta y, por ahora, conduce un  tonneau con una jaquita, que su padre le ha comprado a Emilio Bootello.

feria_gruta_victoria_puertosantamaria

La recientemente desaparecida gruta del Paseo de la Victoria. El padre de Luis Suárez Ávila pintó una acuarela el año 1931 de esa fuente en todo su esplendor. El deterioro del Paseo de la Victoria, bancos de hierro incluidos, es uno de los crímenes urbanísticos cometidos en nuestra Ciudad. Y van...

Más allá, la Sericícola, con su caserío, isabelino, pintado de rojo y blanco, por donde alcanzo a ver a otro grupo de jinetes y amazonas: Ana María y María Osborne, Cristina Cólogan, Isabelita y Cristina  y Jesús Terry, éste sobre una jaquita gallega. El Mosca, con el landau tirado por mulas, trasiega Osbornes-Domecq desde la calle Fernán Caballero hasta El Palmar. Franco, con su "coche de plata", Peris, El Mena, Muñoz... van y vienen llevando feriantes en coches cuadrados para seis viajeros, dos transportines, el "ahí te pudras" y el conductor. Los dos autobuses "Chevrolet" de Emilio Bootello, azul-celestosos, carrozados de madera, van cargados hasta los topes, una y otra vez. Juan Antonio Buhigas guía la jardinera de Javier Terry, El Pajarito se acerca al pescante de la manola de don José María Pastor, Repeto aparece, desde "Laborde", en un milord redondo que acaba de arreglarse Alonso Romero. Paquiro arréa (¡Ría!, ¡Bóa!) un carro de marca que Abelardo Guindate ha preparado con una reata de mulos leoneses, esquilados por Margarito, que llevan las aparejadas nuevas, bordadas y claveteadas, con mosqueros de colas de zorros, que van a ser la sensación de la feria. Como de la Cañada de La Valenciana, se acerca un tropel de mayetos, vestidos de rayadillo, con sus tirillas abrochadas, sombreros anchos, sobre jacos y yeguas en monturas vaqueras vencidas y forradas de loneta, sus novias a la grupa, vestidas de gitana, que vienen  desde lejos, dejando sus ranchos. Del Pago del Serrano, del Presidio, de Viruela, de Pernita,... Quiroces y Galanes sobre yeguas del hierro de "la Palma" que lo mismo trillan que les sirven de trono. Campo a través se divisan a los Sánchez Gallego, con sus caballos españoles de crines trenzadas y enlazadas, las colas recogidas, a la vaquera, cayendo en las monturas con la sencillez y la soltura que da lo cotidiano.

feriaganado_1964_puertosantamaria

Feria de Ganado. Año 1964. (Archivo Municipal).

Al llegar al Palmar, un olor de hierba recién segada y un horizonte de mástiles, encalados, alineados, con gallardetes y grímpolas se presenta tras la portada de tres arcos, por donde penetra un hervidero de gente a pié, en coche y a caballo que desemboca en el real. Allí casetas de garlingas de eucaliptus y palmas, recién cortadas del Parque, del Vergel, de la Avenida de los Baños y de la Rotonda; allí, las sucursales provisionales de "Caza y Pesca", de "Antigua de Cabo", de "La Fuentecilla", de Aguilar el de "La Viña", de Obregón y de "La Gallera"...

Por el ala de la izquierda se penetra en la exposición del ganado. En boxes de empalizadas de eucaliptus y palmas, los caballos del hierro del "Bocado" y los del "Rastrillo"; cobras de yeguas de atusadas crines y colas, con rastra y sin ellas; potros tusones; vacas de leche; ganado de carne, retintas españolas, ovejas, cabras, burros garañones, burras de vientre; gallos españoles, pollos ingleses, gallinas de Guinea y conejos en clásicos polleros de madera, puestos a la vista de todos, pero, en particular, del competente jurado que ha sido nombrado. Los ganaderos guardan las formas. Sus mozos están vestidos impecablemente de corto, al cuidado de las bestias. El Loco Paquiro, Moroncillo o El Caneco sin guardar formas, ni nada, se permiten acercarse al Jurado para impetrar al Secretario: "--Don Federico de mi alma, ¿ha visto Vd. qué gallo más hermoso?"

feriaganado_1960_puertosantamaria

Feria de Ganado. Año 1960. (Archivo Municipal).

En el real, asiste al barullo, desde lo alto de sus caballos y sus monturas dragonas, la Guardia Rural, al mando del cabo Mulero; a pié, los guardias municipales: Peral, el comandante, el cabo Penita, Merengue, Pacuqui, Saborido, el Salas, Rafael Camacho... con blancas guerreras y cascos aun más blancos y relucientes. Y un ir y venir de jinetes y amazonas, de coches y de peatones, entre los que destaca y se descubre el brío de don Ramón García Llano, a lomos de una jaca torda y al Secretario General de Excmo. Ayuntamiento, don Federico Sánche- Pece y del Puerto, que con su jaca picaza y su garrocha ha traído, muy de mañana, desde el vecino cortijo de San Felipe y desde el Hato de la Carne el ganado retinto español hasta la feria. Antoñito, su hijo, hace sus pinitos, vestido de corto, sobre una burra, con aparejada bordada y albarda con estribos, que tienen en la finca de "Las Nieves" y cuida amorosamente el padre de Rafael Camacho.

feriaganado_1965_puertosantamaria

Feria de Ganado. Año 1965. Las botas de vino, hacen las veces de paredes y mostrador. A la derecha, vendedores de coco y de mariscos. Nada ha cambiado desde entonces... (Foto Archivo Municipal).

En las casetas, sobre mostradores de medias botas, se trasiega el vino fino de El Puerto y se abren cestas de mimbre de donde salen tortillas, bistelitos empanados, lonchas de jamón, de queso y de caña de lomo. La Guachi, de punta en blanco, tan limpia, con su mata de geranios en el pelo, su pañolillo rojo de flecos, sus medias y sus alpargatas blancas, pregona el marisco que lleva en sus cestos y circulan los papelones de gambas y bocas, los bogavantes y los peñiscos, sin tasa ni miramiento. Por aquí Eduardo Ruiz y su tocayo Tejada, con sombreros de ala ancha, dan la nota. Don José Mesa, tan alto, se toca también con otro sombrero andaluz. Por allá Jhoni Osborne, con la chaqueta de hilo recién planchada e impecablemente arrugada, se pone un clavel reventón en la solapa y derrama gracia y sabiduría. La Farfolla, con su bolso y sus botas de botones, su cigarro y su voz de trueno masculino, coloca lotería entre la coña y las risas, encajadas con arte y filantropía. Por acullá, niñeras uniformadas, de cuello duro y delantal con tiras bordadas, briegan con unos angelitos que quieren retratarse en grupo por "Foto Paco", "Foto Leo" o "Galería Azul" o que les compren sombreros alones de papel "pinocho" de los que hay en esas panoplias de listones, cogidos con alfileres de palo, entre "feces" y gorritas ciclistas, trompetitas y matasuegras, o incordian porque las compren turrón o cocos de La Habana.

feriaganado_int_1963_puertosantamaria

Interior de una caseta en la Feria de Ganado en 1963. Foto Rasero (Archivo Municipal).

El pueblo soberano desborda de alegría, en esa feria campera, tan ajena al asfalto, y canta a viva voz al son de una guitarra y baila hasta extenuar "La Sebastiana está al liquendoy..." Milagros Govantes se desgañita cantando "Pastillas de jabón a real...", "Me casé con un enano...", "Azules rejas..." y "La nieve por tu cara...". El Caco, Cailla, Quijano y Pepichi se parten tocando sevillanas de chimpúm. La Cruz Roja voluntaria, está pendiente, con camillas, por si hubiera o hubiese algún descarrilado que, con el sol y el polvo, se  indigestara del vino...

feria_g_insua_puertosantamaria

Feria de Ganado en El Palmar. Entrega de Premios por el entonces alcalde de la Ciudad (1959) Miguel Castro Merello. A la izquierda un militar desconocido, el Juez de la Ciudad, Fernando Ramos Pasalodo. A la derecha de la fotografía podemos observar en primer término al niño Ramón Insua Lavín, y detrás de izquierda a derecha a Blas Aranda, funcionario del penal, Francisco Sara Sampalo, funcionario de Fiestas (su hijo, José Luis Sara, desempeña en la actividad el mismo cometido), y el fotógrafo Luis Sánchez Pérez, 'Quico'. Foto Rafa. (Archivo Municipal).

A la hora señalada, las fuerzas vivas, civiles y militares, y el clero, se colocan en la tribuna para que desfile el ganado y Martínez Montenegro proclame, por el micrófono, la lista de los premiados:
"--Primer premio..., para el conejo de Doña (y aquí el nombre de una señora muy conocida); Premio de ganado retinto: Mejor semental, Don...(y aquí el nombre de un acreditado portuense)".
Ante el pasmo de la concurrencia, cada cual recoge su premio y no pasa nada. Porque la feria es así. Himno Nacional y bajada de bandera.

Por la tarde, en la Victoria, habrá batalla de flores, en camiones camuflados de carrozas, donde Lola Nimo es la inevitable. La feria acabará. Había empezado con el desfile de gigantes y cabezudos que, desde la Casa Cuna, salieron garbosos, con sus reyes, sus roques, sus enanos, sus toreros y su toro que, como una tarasca laica, va arremetiendo contra el personal, al son de pasodobles, hasta llegar a la Avenida de Valentín Galarza y desvirgar la feria más abierta y jovial de todas las Andalucías.

feriavictoria_carrozas_1959_puertosantamaria

Feria de la Victoria. Carrozas y Batalla de Flores. Año 1959. Foto Rafa. (Archivo Municipal).

Pero con la batalla de flores, la feria acaba: "Ite, feria est". Yo, por mi parte, me apeo del pescante, refresco las cuartillas de mi jaco, le desabrocho la muserola y el ahogadero, le saco el quitipón y le abrocho las carrilleras del costal de lona porque el pienso se lo tiene merecido. (Texto: Luis Suárez Ávila).

feria_victoria_noche_puertosantamaria

Velada de la Victoria, en el Paseo del mismo nombre. Foto Rasero. (Archivo Municipal).

10

plazaperal_caballos_puertosantamaria

Parada de Coches de Caballos en la Plaza de Isaac Peral, camino de la Feria.

Permitidme que me suba al pescante de un coche de punto y que me aúne y me mezcle con los Potoco, los Cuín, los Moros de Sanlúcar; con los Naterros y los  Canarios, de Chipiona; los Juan Lanas de Rota; los Benito, Amalio y El Coreano, de Jerez: con Poquito y El Sanitario, de Cádiz... que arriban con sus milords, sus manolas y sus jardineras, traídas por caminos de arena, con un jaco de reata para refresco, para terminar sentando sus reales en la rinconada de La Campana o en la Plaza de Peral, que --a pesar de los pesares--todavía guarda un olor mixto de estiércol y azahar inigualable. Allí, junto a la acera frontera de la casa de Sánchez-Cossío, la bodega de don Serafín Álvarez y la tienda de El Chico, donde, por cierto, acaban de entrar Perico Lastra, Joaquín Sancho y Luis Fernández-Sanz, que vienen de dejar el palique con Cayetano el de La Alegría , allí, están, digo, como clavados, los coches de Pacurri, del Mellizo, de Juan Ramón, de Navarro, del Sordo Gallego, o de Manolito Ariza, últimos vástagos de las míticas estirpes de caleseros portuenses que ensalzaran Richard Ford, Fernán Caballero o Federico Rubio.

colatoros_larga_puertosantamaria

Cola de los Toros, en el edificio donde estuvo la Caja de Ahorros de Cádiz,  calle Larga esquina  con la Plaza de Isaac Peral. Foto Monclova.

Por la calle Larga, un borbotón de gente, a grupos, va andando, como en peregrinación. Otros hacen cola en la taquilla de los Toros. De balcón a balcón doña Rosalía Tinajero comenta no se sabe qué con Candelaria Leal y Clemente, el guarda, recalca su autoridad a una gitana que ha confundido los árboles de la plaza con los del huerto naranjel. Veo a la puerta de su casa, escamondados, a Enrique, a José Mari y a Consuelito con la oronda tata; y a Chonita Lassaletta con su abuela y su padre, Pepe, derrochando simpatía y gracia; el padre Iñigo, como una exhalación entra en su casa resoplándose con la canoa a modo de abanico...; se oyen los rítmicos y acompasados cascos de un grupo de caballos. Son las jacas camperas, cruzadas, que montan Chano y Diego Colón, señores de Las Manoteras, como lo fuera aquel ilustrado y dieciochesco don José Reinoso. Eustasio Torrecillas, Lolo Sánchez-Cossío y Luis Fernando Terry enfilan la calle Larga al paso franco, tranqueando con sus caballos que tiran los mosqueros de oreja a oreja; pasa el milord, tirado por dos caballos bayos, de doña Carmen Noguera Jiménez, la prima de Juan Ramón el poeta de Moguer; de la la Casa Caballero, cruzan la jardinera con las mulas Pescadera, CarboneraLa Chata y, al pescante, Agustín Margallo y el faetón guiado por Joaquín Panales con cuatro caballos del hierro del Infante de Sanlúcar: Pavón, Benito, Milenario y Macarena.
El Coreano, que estaba "en primera", ha cogido un viaje y yo corro turno a ver si me estreno y me incorporo a la caravana. A la izquierda, más allá, veo a Milagros Govantes y a Carmen Gaztelu que toman por asalto la manola de doña Victoriana y vuelven a la mula cara al Paseo de la Victoria. Gente multicolor y varia se jalea con palmas redobladas en corros peripatéticos; otros esperan , en grupos, en los escalones de las casapuertas y aun otros descorren tímida y curiosamente los visillos de los cierros para contemplar el espectáculo.

cochecaballos_feria_1960_puertosantamaria

Coche de Cabalos al llegar a la Feria de Ganado de 1960.

Por fin me estreno. Invade mi coche una señora gorda, con sus hijas vestidas de gitana que se sientan sobre los arcos de la capota, con sus trajes rebosantes. Arreo a mi jaco. "--¡Látigo atrás!", me dicen. Yo tomo mi tralla y la lanzo amenazante a quien quiere viajar de balde. Me incorporo, riendas en mano, en el pescante, giro, me asiento e inicio mi marcha hacia el ferial. Cubriendo la carrera a los transeúntes, a un lado y a otro de la calle, puestos de turrón, de almendras garrapiñadas, de fruta de Aragón, de coco de La Habana y reolinas que siempre tocan y  "--¡Al rico parisién, compre!" Ampulosa y percherona, Cruz Hernández se asoma a las persianas del balcón de su casa. Al llegar a la calle Espíritu Santo, se incorpora un cortejo de caballistas y amazonas: Fernando y José Manuel Terry, Perico Barbadillo, Cayetano Bustillo y Pepe Ñudi, Loli Caballero, Milagros y Mency Terry. Ellos, de corto, montando a la vaquera, y, ellas, con faldas, sobre monturas de corneta. En la esquina aguarda Juanito Buhigas, auriga en la vagoneta que engancha en tresillo a la calesera. Más adelante, el Tato Quijano se acerca a la casa de don Rafael Fernández de Haro para recoger a Merceditas.

arcotrinidad_caballos_puertosantamaria

Caballistas por la Plaza de los Jazmines y el Arco de la Trinidad. Al fondo, la Ermita de los Caminantes, engalanada para la Feria.

En la Plaza de los Jazmines, el pitter de Lamarca, enganchado a la media potencia con cinco caballos del "bocado", por el cochero más fino que vieron los tiempos: Joselito Buhigas, tan menudo de cuerpo, como grande sobre la cuña del pescante, manejando pendones de riendas incontables. Al pasar por la Victoria, el paseo descansa de una recién cerrada velada de noche. Los basureros arriman basuras, papeles, botellas, hollada comida y Luis Espino Pino, riega con el coche del agua, el Hispano-Suiza, para dejar en orden el recinto nocturno. Junto a la portada de las "tías encueras", la ermita pequeña de los Caminantes y la oronda fuente de la que Eduardo Ruiz hiciera manar milagroso el vino. Quietas, de día, las carmelas valencianas, plagadas de figuras variopintas y espejos; la tómbola de las Luisas de Marillac, donde Carmen Pérez, Magdalena Domínguez, Charo Jiménez, Pepita Castro o Paquita y Catana Aquino reparten la suerte en forma de medias botellas y cachivaches inservibles.

elcortijo_lavictoria_puertosantamaria

El Cortijo, en el Paseo de la Victoria.

Y el Cortijo, tan blanco, con sus surtidores rocosos, en el que todavía está el eco de Agustín Embuena anunciando a Juanita Reina. "Tadeo" y su caseta y Murga, con la suya y la de la "Peña de los Embusteros", tan dignamente presidida por Luis Benvenuti y en la que hay un pozo de vino que se escancia a cubetas, descansan. El carrito de los sifones y las gaseosas de Rivas, y el otro mayor, de la Cruz del Campo, presa en barriles ovoides de roble, reponen la mercancía allí donde falta. Y el tablado de la música, donde la banda de Rocafull, la más torera del mundo, junto a la del maestro Tejera de la Maestranza de Sevilla, entonó, por la noche, sonoros pasodobles.

feriaganado_1961_puertosantamaria

Atracciones en la Feria de 1961.

Al fondo, el penal, el Teatro Chino, el tren de los escobazos, los espejos de la risa, el laberinto, la zaranda, la ola y las cunitas, el carro de las patás y los cochecitos, los Cristobitas y los hermanos canarios, la vaca Paquita, aquella de las cinco patas, cuatro cuernos y tres ubres, descansan hasta el atardecer. Continuará. (Texto: Luis Suárez Ávila).

1

feria_escaparate_1946_puertosantamaria

Escaparate engalanado por Feria. Al fondo cartel de 1946, original del pintor Juan Lara. Podemos ver, entre mantoncillos y lunares, sobre la mesa tres botellas de vino de González Rico Hermanos. (Foto Colección V.G.L.)

cartelferia_1946_jli_puertosantamariaJuan Lara, el pintor de la luz, fue el “pintor de la Feria” pues nadie como él ha pintado y anunciado tantas veces y con tanta maestría el acontecimiento festivo de El Puerto por excelencia: en 1946, 1947, 1949, 1963 (reeditado en 1987), 1970, 1971, 1972, 1973 y el definitivo de 1989, con el que rompió moldes. Luego se publicaron póstumamente y como carteles de Feria, cuadros suyos pertenecientes a colecciones privadas y cedidos por sus propietarios para las distintas ocasiones en los años: 1995, 1998, 2001 y 2001. Para la Peña La Charanga -la otrora Caseta La Maruja- pintó algún cartel anunciador de la caseta.

A continuación vamos a tener la oportunidad de leer  que piensa el propio pintor, --entremezclada con su producción ferial--, el propio Juan Lara sobre la Feria, los carteles y la pintura, en una reflexión desnuda, compartiendo sus pensamientos, sus puntos de vista, como tantas de aquellas que le gustaba hacer en vida. (En la ilustración de la izquierda, el primer cartel que pintó Juan Lara para la Feria de 1946 y que aparece recogido en la fotografía superior que inicia esta nótula).

cartelferia_1946-49_jli_puertosantamaria

Carteles de Feria correspondientes a los años 1947 y 1949. Juan Lara.

LA FERIA Y EL ARTE DE LA PINTURA.
«Existe un gran paralelismo entre una y otro, el colorido, la luz, la alegría, el festejo se prestan a innumerables interpretaciones, si bien hay que cuidar mucho el acierto, pues siendo todo lo popular, el público entiende lo que se le quiere “decir” y están prestos a críticas ácidas que al artista le duelen en lo más hondo. Pero así son las cosas públicas y así es en la pintura, en el toreo y en todas las manifestaciones análogas. Por otra parte, cuando la fortuna sonríe, cuando la edición es buena y el pueblo da su visto bueno, la alegría interior nos invade así como una gran sensación de felicidad.

cartelferia_1963_87_jli_puertosantamaria

Cartel de Feria de 1963. Se reprodujo 24 años más tarde en 1987. Juan Lara.

No es tarea fácil el pinar un cartel anunciador de la feria, y pese a que el encargo de efectuarlo se toma con la mayor ilusión y esperanza, pronto se inician los inconvenientes, siendo el principal el que aunque la imaginación vuele hay que decidir un solo tema. Y eso que ahora existe un sistema de reproducción muy moderno y sofisticado, pues antes se limitaban las tintas y otro dibujante técnico tenía que efectuar el trabajo.

cartelferia_1970_71_jli_puertosantamaria

Carteles de las Ferias de Primavera de 1970 y 1971. Juan Lara.

Particularmente yo he tenido la ocasión de hacer unos cuantos carteles, muchos por el procedimiento antiguo y ya los últimos sobre tamaños, tintas y papel modernos. Siempre empleo el procedimiento al guache, que sobre un buen papel bien entelado y terso ofrece unas calidades extraordinarias y admite pintar con la soltura del óleo, pero más limpio y de tonos más brillantes.

cartelferia_1972_73_puertosantamaria

Carteles de la Feria de Primavera de los años 1972 y 1973. Juan Lara.

Empleo y predico que los temas del cartel anunciador de una feria deben ser de suma sencillez, que el pueblo, a quien va dirigido el anuncio, lo entienda rápidadmente, o sea, las estampas cotidianas: los grupos en escenas de bailes o cantes, las copas y toda esa farándula que en sí, es la feria.

cartelferia_1995_98_puertosantamaria

Carteles de la Feria de Primavera de 1995 y 1998. Juan Lara.

Yo no se si volveré a pintar un nuevo cartel, pero se me quedó por hacer alguno de aquellas escenas de las ferias de mi niñez y juventud, aquellas escenas de caballos, ganado en general, aquellos tenderetes del campo del Tiro de Pichón, las escenas multitudinarias de las calderetas a campo libre, donde el buen humor, la alegría y el vino daban el calor y el color a esos días portuenses en fiestas, que terminaban en las Veldadas del Paseo de la Victoria.

cartelferia_2001_02_jli_puertosantamaria

Carteles de la Feria de Primavera de los años 2001 y 2002. Juan Lara.

Y de por medio las corridas de toros, la playa, y tantas y tantas cosas que alegraban el espíritu. Cada uno de los carteles que se han venido publicando, tiene en su sola escena, todo lo que esta fiesta representa y todos ellos merecen el respeto y la admiración del público, porque cada artista quiso y ofreció lo mejor que tenía para solaz y contento de su pueblo, de sus gentes.» Juan Lara Izquierdo.

juanlara_cartelferia_puertosantamaria

“Cartel de Feria”. Óleo de Juan Lara. 1989. Estudio cartel de Feria nº 1, grafito sobre papel 23×21 cms. Estudio cartel de Feria nº 2., carbón sobre papel continuo. 63×83 cms.

“Cuando pintó una de sus obras maestras, el cartel de la Feria de Primavera de 1989, realizó antes dos bocetos previos: las distintas versiones o puntos de vista, los cambios de composición, las detallistas anotaciones en los márgenes, sobre todo en el primero, ponen de manifiesto hasta donde llegaba el estudio de una sola obra, hasta que punto se involucraba en su trrabajo. Para rematar, la prueba de colores que realiza para conocer los materiales que va a utilizar, denota que era un artista completo, que quería dominar desde el dibujo preliminar hasta el resultado final. ¿Con una experiencia de cincuenta años era necesario tanto trabajo? Ni, si Juan no hubiera sido un perfeccionista. Sólo le interesaba, solo le entusiasmaba, la obra bien hecha”. Enrique García Máiquez. Del Catálogo de la Exposición “Juan Lara. Pintor Portuense. 1929-1995? organizada por la Academia de Bellas Artes Santa Cecilia.

juanlara_1980_carpetas_puertosantamaria

En la fotografía, tomada en 1980, durante la presentación de las Carpetas «Pueblos Blancos gaditanos y Pueblos Rosas de México», que tuvo lugar en el Banco Exterior de España, actual BBVA, donde en el pasado estuvo la confitería “La Perlita”. De izquierda a derecha, Francisco Arniz, Juan Lara, el entonces concejal de UCD Victor Unzueta Gabiola, recientemente desaparecido, y Rafael Bellvis, el valenciano que, a sus 95 años,  lleva mas tiempo viviendo en El Puerto y a cuya comunidad autónoma se dedica la presente edición de la Feria de Primavera y Fiesta del Vino Fino. Además, Bellvis has ido el porteño nacido en Valencia que ha dado la luz a la Feria, alumbrando el Recinto de Las Banderas a las 22 horas en la que se inauguraba la Velada. Arniz  pintaría el cartel de Feria de 1996.

«En la pintura del maestro portuense el pasado no es destruido por el presente,
sino que sobrevive en ella como una fuerza latente. Juan sabe que ninguna fase de
la historia del arte debe tenerse por irrevocablemente conclusa, y, acertadamente
piensa que la renovación de la pintura, y del arte en general, debe hacerse partiendo
de la tradición y, por tanto, sin renunciar a los grandes pintores del pasado». Francisco Arniz Sanz. De la Carpeta “Pueblos Blancos Gaditanos y Pueblos Rosas de México”. 198o.

2

victoriavegaperez_puertosantamaria

María Victoria Vega Pérez nació en la calle Romera, 1, allá por 1.967, dato que no oculta, pues sus ojos carecen de edad. Hija de Vicente Vega Barbosa, agricultor entre otros menesteres y de Victoria Pérez Cabral, propietaria durante muchos años de la tienda de trajes de flamenca 'La Reja', Victoria, una persona muy familiar, guarda un cariño muy especial por sus progenitores, a quienes considera unas buenas personas que sólo han transmitido valores positivos a sus hijos.

victoriavega_padres_puertosantamaria

Los padres de Victoria, de paseo por el Recinto Ferial de Las Banderas.

Victoria, la segunda de tres hermanos (el mayor, Vicente, la menor, Salvadora) ha heredado, junto a su citada hermana y su cuñada, Isabel, la gestión del referido establecimiento de trajes de faralaes.

lasrejas_lasa3_puertosantamaria

Victoria, su cuñada Isabel Cortés y su hermana , las gestoras de Las Rejas, en el interior de una Caseta de nuestra Feria.

La tienda, que ofrece un amplio género de trajes de flamenca, comunión y fiesta, así como confección tradicional, fue fundada por su madre en los años 80 del siglo pasado, comenzando sus pasos por aquel entonces en la calle Diego Niño, aunque en 2.008 se trasladó a su actual ubicación, en Virgen de los Milagros, 2, junto a la Plaza de los Jazmines.

plazajazmines_sigoxxi_puertosantamaria

La Plaza de los Jazmines, en la actualidad. Foto Alberto Trigueros & Vicente Utrera.

plazajazmines_sigloxx_puertosantamaria

La Plaza de los Jazminez, a principios del siglo XX. Foto Colección Mata.

plazajazmines_sigloxix_puertosantamaria

La Plaza de los Jazmines, en el siglo XIX. Foto Colección Mata.

victoriavega_chica_puertosantamariaPese a llevar muchos años dedicada a la gestión empresarial, la enseñanza es su verdadera vocación. María Victoria es Diplomada en Profesorado de Educación General Básica por la ya desaparecida Escuela Universitaria del Profesorado de EGB “Monseñor Cirarda”, radicada en Jerez, donde terminó sus estudios en 1.991. Posee también la Declaración Eclesiástica de Idoneidad, que le faculta para impartir clases de religión católica. Ha ejercido como docente en el Colegio de las Hermanas Carmelitas, La Salle, El Centro Inglés, Grazalema y el Juncal, habiendo sido, con anterioridad, alumna de Las Carmelitas y Safa San Luis, dos centros de los que sólo manifiesta buenos recuerdos y en los que cosechó grandes amistades, tanto entre los alumnos como entre los profesores. (En la fotografía, Victoria, con algo más de un año).

Está casada con el poeta y periodista Francisco Lambea Bornay y tienen dos hijos, Ana y Francisco Javier. Su esposo le dedicó el libro de poemas “Meditación de tu nombre”, publicado por la editorial Sial y prologado por María Asunción Mateo. En el segundo libro de su marido, “Estampas familiares”, hay una sección compuesta también en su honor, aunque ella siempre comenta las que se refieren a sus pequeños.

meditaciondetunombre_lambea

El libro 'Meditación de tu nombre' escrito por su esposo, el poeta y también periodista Francisco Lambea, dedicado a Victoria.

María Victoria se considera una mujer muy portuense, que disfruta de las fiestas populares y a la que preocupa todo lo que se relacione con la mejora de su localidad. Su pasión es la Feria de Primavera, a la que muestra un cariño especial pues, motivos profesionales aparte, considera que son los días en los que El Puerto se muestra más verdaderamente como la entrañable ciudad que es. Como persona católica, vive intensamente la Semana Santa y las fiestas religiosas del calendario.

lasrejas_las3_002_puertosantamaria

Victoria, flanqueada por su hermana Salvadora y por su cuñada Isabel Cortés, en el Recinto Ferial.

14

perico_mobylette_puertosantamaria

“Cuando paso por El Puerto,
lo primero que se ve
al parguela de Perico,
con su nueva mobylette”

(Sevillanas. Anónimo Popular).

mobylette-rural-av89-pPedro Delgado Sánchez, nace en el mismo año de la instauración de la II Republica en la Casa de Roque Aguado, colindando con la Casa-Palacio de Vizarrón o de las Cadenas en la Plaza del Polvorista. Su nombre artístico es el de Perico ‘de la Carlota’ en honor a su madre, por la que sentía un gran amor. Era tal su parecido físico que en los distintos disfraces que utilizaba en Carnaval confundía al personal.  Mucho que ayudó Perico a su madre que se dedicaba al estraperlo para echar un capote a la maltrecha situación económica de años de penurias. Recorrían las calles  para sacarse un dinero. (En la fotografía, Perico con su mobylette, frente al Bar la Ponderosa. Foto Colección AP).

Su cercanía al río Guadalete y el grupo importante de vecinos que albergaba la Casa-Palacio de Cargadores a indias: la de los López Romero, Fernández Galloso, López Tey… que formaban un gran familia hicieron más llevadero su situación de vida ya que la atracción sexual hacia personas del propio sexo le aportó injustamente más de un disgusto. Tiempos difíciles del pasado siglo, la Guerra Civil, la postguerra y prácticamente todo el franquismo con las persecuciones, humillaciones, torturas y abusos a seres indefensos por la poca conciencia en materia sexual de la que no escapó Perico que dio con sus huesos en prisión por otra injusticia.

casaroqueaguado_fachada_1971_puertosantamaria

Casa Palacio de Roque Aguado, donde nació Perico. (Foto Archivo Municipal. 20.12.1971).

LA INJUSTICIA SOCIAL
Cuentan que iniciado los años 60, en la calle Palacios,  los serenos intervinieron ante una discusión que se armó sobre el amor de un mozo que compartían varias personas afecta a su mismo sexo. De cualquier manera, dicen que los seguimientos de estos agentes públicos eran constantes y que, siempre alertas y a cualquier hora de la madrugada intervenían y hacían redadas. Precisamente a la que me refiero detuvieron a Perico. No tuvo en esa ocasión nada que ver pero las acusaciones fueron dirigidas hacía él…

Lo que ocurrió en aquella casa de la calle Palacios, fue que robaron en la vivienda de un  oficinista del escritorio de una conocida bodega de la Ciudad, y el marrón le cayó a Perico. Resulta que ‘el oficinista’ de referencia, que tenía la misma tendencia sexual que nuestro protagonista, una noche se dio cita con un mozo del que también estaba enamorado Perico. Mientras ‘el oficinista’ actuaba, Perico rondaba su casa pero fue visto por los serenos. Pobre Perico con menos medios económicos que este oficinista de bodegas… Al día siguiente ‘el oficinista’ acudió a la Jefatura de Policía a dar cuenta de un robo en su domicilio. Los serenos informaron que vieron a Perico aquella noche, ya de madrugada, merodeando el entorno, Consiguiente detención y un año de cárcel. Pobre Perico, el mozo disputado en amores fue el ratero, pero ‘el oficinista’ no lo denunció…

Su familia, como no podía ser de otra manera, lo apoyó incondicionalmente que, gracias a la amistad de todo el vecindario, hizo posible que la estancia en la cárcel del Huelva fuera llevadera ya que José Padilla, funcionario de prisiones, emparentado con la familia de Pedro, Milagros y María Palacios, tíos de Francisco Ferrer Palacios, le proporcionó un trato especial por medio de la dirección nombrándolo, habida cuenta de la injusticia cometida, asistente para tareas domésticas.

perico_pescaderia_puertosantamaria

Junto al cantil del muelle pesquero de 'esta banda', lindando con la Lonja de Pescados, ayudando a los pescadores, se le puede ver con una buena ‘pieza’ en la mano, parece una breca. (Foto Colección AP).

Trabajó durante una época realizando funciones de carga en la ‘Otra Banda’, margen izquierda del río Guadalete, como empleado portuario y también hubo un tiempo que colaboraba con la gente de la mar en la descarga de los productos pesqueros.

perico_carnaval_puertosantamariaEn su panorama artístico sus actuaciones con los pensionistas del mar y en la Caseta de Chicharito en Real de la Feria, de lo más sobresaliente. Colaborador y muy querido en la Peña ‘La Marea’, donde encontró su segunda casa, su primer presidente Joselito Dandy le ofreció amistad y su comportamiento fue exquisito. Cabe destacar que después de su injusta detención e ingreso en prisión le hizo ser muy reservado y actuaba por libre. Dos excepciones, Sebastian Ganaza Cañas, ‘Ojito’ y su vecino ‘el Pino’. No se fiaba de nadie ni en tiempos de la democracia… Se nos fue a mediados de esta década, pero todavía recordamos su impronta paseando en su Mobylette. Muy enamorado de la playa de la Puntilla y de de las dunas, a donde solía acudir y meditar… La guasa del pueblo en muchas ocasiones buscaba el disparate y Perico, sin pelos en la lengua, decía: «--Soy Perico, 'el de la Carlota. Yo soy maricón, pero tu... Calla, calla mariquita, porque si los pinos hablaran…» (En la fotografía, disfrazado en Carnaval a finales de los años 80 del siglo pasado, maquillado y preparado, muestra un gran parecido con su madre. Foto Colección AP). (Texto: Antonio Carbonell López).

22

nazareno1945_puertosantamaria1

De izquierda a derecha; Manuel Gutiérrez Morillo, Manolito ‘El Cochino’, vendedor de pescados y mariscos, Francisco Javier Merello Gaztelu, que sería alcalde de El Puerto años más tarde, desde noviembre de 1977 a octubre de 1978, Juan Crespo Rodríguez, exportador de pescados y mariscos y Santiago Masa Redondo, Capitán de la Guardia Civil y mando en plaza. Al fondo de puede ver a Felipe Bononato, padre de ‘Felipon’, fiscal en el paso de palio.  La fotografía está tomada en el cantil del muelle de la Lonja de Pescados antigua, ya desaparecida, hoy reconvertida en una tienda de ropa y locales de copas. Viernes, 28 de marzo de 1975, hace 34 años. (Foto Archivo Municipal).

sanagustin_puertosantamaria«Tal vez por la cercanía del Convento de San Agustín (en la fotografía de la izquierda, el Altar Mayor existente en lo que ha sido, también, Colegio San Agustín) a los muelles portuenses que facilitaba y potenciaba el contacto de las gentes del mar con la Imagen de Nuestro Padre Jesús Nazareno, sea por lo que fue nombrado Patrón y Protector de las Galeras Reales de España que por aquellas fechas tenían su base de invierno en nuestra localidad. La vinculación de la Imagen de Nuestro Padre Jesús del Nazareno con la gente de la mar desde el 28 de febrero de 1674 se consolidó en la década de los años 70 del siglo pasado, siendo  determinante para unir aún más los lazos que existían la labor incansable del Alfonso Terry Muñoz que como Hermano Mayor de la Fervorosa, Ilustre y Antigua Hermandad y Cofradía de Nazarenos de Änimas de San Nicolás de Tolentino, Nuestro Padre Jesús del Nazareno, María Santísima de los Dolores, Orden Tercera de Servitas y Santa Cruz de Jerusalén, involucró en aquellos años de esplendor de la actividad pesquera a todo el sector: marineros, rederos, armadores, mozos, chaboleros, vendedores, pregoneros, estibadores, cajeros, minoristas y exportadores en general, y especialmente, la familia Vázquez, Juan Poquet Grimalt, Manuel Gutiérrez Morillo, Manolito ‘El Cohino’ y Juan Crespo Rodríguez.

monumentomarinero_puertosantamariaIniciados los años 70, en el alba del Viernes Santo, entre el regocijo de los fieles, acabado el Vía Crucis, acercándose el Nazareno al balcón del río, se presentaba por primera vez en el desfile procesional la banda de cornetas y tambores del Cuartel de Instrucción de San Fernando, aunque su presencia fue transitoria. De la misma manera, como de un ritual se tratara, se incorporaba al cortejo del paso de palio los representares del sector pesquero, autoridades civiles y militares. El punto de partida era el Restaurante Guadalete, donde hoy se encuentra el Pub Berebere, en la Avenida de la Bajamar, finalizando con la recogida de María Santísima de los Dolores.  Desde el pasado año de 2008, de nuevo el desfile procesional pasa por el cantil del muelle pesquero, por la margen derecha del río, por esta banda. Quedó interrumpido desde los años 90 porque las algarabías que se formaban en los bares de copas que se ubicaron en antigua Lonja de pescados no era lo más recomendado para el desfile procesional… Durante ese tiempo, la bendición de las aguas y la oración por los fallecidos en alta mar que se venia celebrando ante el Monumento al Marinero (en la fotografía de la izquierda), próximo al Muelle del Vapor.

Los Hermanos Mayores, desde la década de 1970: Alfonso Terry Muñoz, Antonio de la Torre González, Fernando Arjona González, Rafael Vital Gordillo, Vicente Mayor Domínguez, José Luis García Martín y en la actualidad de nuevo Fernando Arjona González, supeviviente de aquellos años de los setenta del siglo pasado, colaborador incansable en distintos cargos en la Hermandad desde entonces.

virgendelosdolores_puertosantamaria

HACE 36 AÑOS.
Este Viernes Santo, hace exactamente 36 años, la Hermandad estrenaba dos candelabros de cola de su paso de palio.  A ellos también se unían medallones de plata con los nombres de la práctica totalidad de los barcos pesqueros de la Flota porteña. Pasaba la seis de la mañana y desde el Restaurante Guadatele, donde había quedado custodiado durante la noche los candelabros y medallones, portados por Eugenio Espinosa  Palacios, ‘Nono del Guadalete’, se entregaban al Hermano Mayor, Alfonso Terry Muñoz. Aquello fue inenarrable. En aquel Viernes Santo del 20 de abril de 1973, se mezclaron llantos y emociones mientras que el sacerdote Ramón González Montaño, bendecía las aguas del río Guadalete implorando al Nazareno y a la Virgen de los Dolores por todos los hombres de la mar, pero muy especialmente por los diez tripulantes desaparecidos en las costas de Arrecife de Lanzarote, dos meses antes, el martes día 6 de febrero de 1973 cuando faenaban a bordo del pesquero “Domenech de Varo”, arrojándose al río en su memoria varias coronas de laurel y ramos de rosas. A continuación José Manuel Manga Rodríguez y Vicente Pérez Yáñez, únicos supervivientes del pesquero desaparecido, colocaban los candelabros con sus más de 100 medallones en el Paso de María Santísima de los Dolores. (Foto: Juan José López Amador).

Este año la escasa pero muy cualificada  marinería local a pesar de la situación de abandono que sufre la pesca reivindicará su lugar en la Hermandad con un salvavidas de plata que llevará sobre su fajín la Virgen de los Dolores.

relojdesolcruces_puertosantamaria1SUSANA DEL NAZARENO.

En la esquina de Cruces con San Sebastian, este año, cuando las manecillas del reloj marquen las 12 horas, se acercará, después de pasar Nuestro Padre Jesús del Nazareno, María Santísima de los Dolores y allí Susana Jarén Tejero, Susana del Nazareno, en su pequeño cuerpo pero en su alma grande recibirá un año más el amor de los costaleros nazarenos. Susana del Nazareno, fue bautizada así en un artículo que escribí hace 10 años en Diario de Cádiz, el miércoles 7 de abril de 1999. Su padre fue pescador, Julio Jaren Perea, fallecido hace algunos años, sus hermanos cuñados y sobrinos, junto a sus compañeros bajo el paso de palio, le tributan un merecido homenaje. Son sublimes esos instantes, entre Cruces y la calle San Sebastián. Ella, con poco más de 30 años, mantiene su cuerpecito pequeño debido a una enfermedad ósea (huesos de cristal) desde su nacimiento, que no ha sido óbice para sentir una gran y fervorosa pasión por la Hermandad del Nazareno, además de ser súper inteligente, adaptada a las nuevas tecnologías informáticas. Todo un lujo para ese cuerpecito como de una pequeña de dos años.» Antonio Carbonell López.

nazareno_1930_02_puertosantamaria

En la fotografía, el paso del Cristo del Nazareno. Podemos observar penitentes de la Hermandad de la Veracruz, únicos autorizados por la Junta de Gobierno del Nazareno para procesionar junto con los de la propia del Nazareno.

nazareno_cruz_4_puertosantamariaAÑO 1930, EL NAZARENO SALE EL JUEVES SANTO.
«La segunda cofradía en desfilar en 1930 fue la del Nazareno, que lo hizo a las 03:00 horas del jueves santo. Este año cuidaron del buen orden y disciplina de los participantes, dictando una serie de normas con tal fin, exigiendo a los nazarenos que deseasen realizar la estación de penitencia se ajustasen en sus túnicas y capas al modelo oficial, calzando zapatos negros y guantes blancos o negros, según la túnica. Asimismo se exigía a las señoras que quisieran acompañar al Nazareno “llevar vestido negro y velo de luto, o hábito, guardar silencio tanto en la procesión como dentro de la iglesia, colocándose en el lugar que se le designe, siendo recomendable portar cera... se situarán en la capilla de N.P. Jesús Nazareno pasando por el trascoro y los penitentes en la capilla de San Pedro”. Hasta un total de trece artículos formaban este rebosado decálogo de “instrucciones para el buen orden de la estación de penitencia” en el que se indicaba la distancia que se había de guardar entre penitentes, la prohibición de pisar un bar vestido con el hábito, esto último considerado falta muy grave o indicaciones para las paradas». Tradiciones Religiosas de El Puerto de Santa María. Medio Siglo de Cultos y Procesiones (1891-1939). Antonio Gutiérrez Ruiz. Año 2007.

En la fotografía a color, de Arbaro, el Nazareno y la Cruz. Existe un interesante estudio efectuado por el Sr. Gálvez, sobre las distintas escenas que aparecen en la cruz, documentada con fotogramas, trabajo que pretendemos publicar en Gente del Puerto en su momento.

4

humildadypacienciacompleta_puertosantamaria1

«El Jueves Santo de 1901, a las 18:30 horas salió de la capilla de la Aurora, calle San Sebastián arriba el cortejo procesional que estaba formado por los cuatro pasos que habitualmente desfilaban --San Pedro Apóstol, Santísimo Cristo de la Humildad, San Juan Evangelista y Ntra. M. y Sra. del Desconsuelo--.» (En la fotografía superior están dispuestos los cuatro pasos en la Capilla de la Aurora). «En 1902 presentaba la novedad de alumbrar dos de sus pasos: el de San Juan Evangelista y el Ntra. Sra. del Desconsuelo, además de con cera, con luces de acetileno, los populares “reverberos” de nuestros abuelos, “produciendo un bonito efecto”». [...] «Alfonso XIII aceptó la invitación de la hermandad para ostentar el cargo de Hermano Mayor Honorario de la misma, adquiriendo así el derecho la cofradía portuense de lucir el título o denominación de “Real” antepuesto al enunciado de sus titulares». 'Tradiciones Religiosas de El Puerto de Santa María. Medio Siglo de Cultos y Procesiones (1891-1939)'. Antonio Gutiérrez Ruiz. Año 2007.

humildad_inignia_puertosantamaria

El capellán de la Hermandad de “Barrabás y Martillo”, como es popularmente conocida, D. Manuel Román Ruiloba, el 7 de abril de 1974, tras a celebración de una eucaristía ante el paso de Ntra. Sra. del Desconsuelo dirigiendo una charla a los asistentes: José Antonio Terrada Sara, Luis Galán González, Luis Rosso Morro, Jesús Castilla Romero, Francisco Andrade del Valle, Manuel Girón Ceballos y Antonio Romero Cordero. El motivo, agradecer a la hermandad el reconocimiento que hicieron en la persona de su Hermano Mayor, Manuel Girón, con la imposición de la insignia de la Hermandad. (Foto Rafa).

capataces_humildad_2003_puertosantamaria

De izquierda a derecha, Manuel Girón Ceballos, desconocido, Antonio Velázquez Garay, quien había pronunciado el Pregón del Costalero, Manuel Garzón Suárez, Hermano Mayor de la Humildad y el Primer Capataz del Paso del Cristo, José Antonio Terrada Sara, posando delante de sus titulares el Jueves Santo, 17 de abril de 2003, recogiendo las distinciones que les había otorgado la Cofradía. (Foto Bellido).

cristoamor_1943_viacrucis_puertosantamaria

EL CRISTO DEL AMOR.
Un grupo de afiliados a la Acción Católica, sacaron a hombros la imagen del Cristo del Amor en Vía Crucis. Esta imagen ya había sido utilizada con anterioridad por otras asociaciones que no tenían la consideración de Hermandad. Antonio Gutiérrez Ruíz, en su libro ya citado “Tradiciones Religiosas de El Puerto de Santa María”, señala que la imagen sería «sacada, posteriormente, en procesión por una asociación denominada “Asociación Piadosa del Cristo del Amor y Nuestra Madre Dolorosa del Silencio” que, sin tener carácter de hermandad, desfilaba con ellas, visitando el Penal de la Victoria desde 1959 hasta 1976, fecha de su disolución.” Los jueves procesionaba desde el Convento de las Capuchinas, hoy reconvertido en Hotel Monasterio, unas veces con paso, otras a hombros de sus hermanos, que vestían túnicas de frailes y no el tradicional capirote embozado. La imagen puede visitarse en el nuevo convento de las Capuchinas, situado en el Pago de La Caridad. (En la fotografía, el Cristo del Amor, por la calle Santa Clara, en 1943).

cristoamor_penal_02_puertosantamaria

En la fotografía, la presidencia de la procesión, accediendo a la Prisión del célebre Penal de El Puerto situado en el antiguo Monasterio de la Victoria. De espaldas, Andrés Jiménez Rodríguez, con el hábito y un cigarrillo en la mano, Antonio Pertegaz Pérez, con impermeable, creemos que es el Comisario de Policía, a continuación con gabardina el alcalde de la Ciudad, Juan Melgarejo Osborne, con capa y a su lado, el coadjutor de San Joaquín, Don Juan Luis, Pbro, cerrando el grupo el alcaide de la Prisión. La instantánea está tomada el 16 de marzo de 1970. (Foto Archivo Municipal).

cristoamor_prision_puertosantamaria

La talla del Cristo del Amor llevado a hombros por los internos del Penal. En el patio de la prisión, los funcionarios, con el uniforme de gala; en las ventanas superiores, los presos agolpados tras las rejas presencian el Vía Crucis; en primer término, a la derecha y sin la capucha, un hermano de la Asociación Piadosa. Era costumbre liberar a un penado que estuviera próximo a finalizar su condena o que la hubiera redimido por el trabajo o 'buena conducta'.

8

pepemesa_gafas_puertosantamaria

Pepe Mesa Ramírez, el Maestro Repostero, nació en la calle Cielos, 64 -frente al Asilo de Huérfanas- en la misma casa que los Sánchez Matabuena y los Sánchez Pacheco. Se distingue por “no tener un pelo de tonto”; un familiar suyo, tía abuela por la rama materna tuvo también alopecia, que era la madre de Pepe Ramírez “el Granaíno”, mayordomo de Javier Terry del Cuvillo. Durante los años que vivió en aquella casa de la calle Cielos, hasta los 18 años, siempre tuvieron un vecino, alternándose, gallego. Pepe es hijo único, hijo y bisnieto de republicano.

pepemesa_ninio_puertosantamaria

Pepe, con una par de años, en el patio de su casa. Fotografía tomada por Luis Sánchez Pérez.

Estudió, además del colegio de enfrente de su casa que no era precisamente un colegio de pago: el Asilo de Huérfanas como ya hemos indicado, en el Don Juan “el Cojo” con 8 años, al que recuerda con cariño. Pepe empieza a viajar desde muy joven pues con casi diez años la familia se va a vivir a las Palmas de Gran Canaria; al padre trabajó durante 2 años en una compañía norteamericana que hacía perforaciones petrolíferas en el Sahara. Allí estuvo en el Colegio de Santa Teresita de Jesús, con doña Georgina, en Ingreso y Primero y durante los 10 y 11 años jugó con los alevines e infantiles de Las Palmas. Vivían en el Barrio de Las Arenas, a 300 metros del Estadio Insular Canario.

pepemesa_colegio_puertosantamaria

Pepe, en el desaparecido Colegio del Asilo de Huérfanas, de la calle Cielos.

Vuelven a la península, a El Puerto con 12 años y entra primero en San Luis Gonzaga, durante un curso y al siguiente lo pasa en un colegio de la calle Ganado que se niega siquiera a mentar su nombre, para luego ingresar interno en los Hermanos Maristas de Sanlúcar de Barrameda, donde tendría como compañeros a otros porteños: Pepe Rodríguez Rendón, Quini Abriol, Juan y Paco Custodio, Miguel Moya Pinel, Manolín Herrera, entre otros, donde termina el Bachillerato Superior.

pepemesa_cadaques_puertosantamaria

Pepe, en la Costa Brava, en Cap Creus (Cadaqués-Barcelona) del Club Mediterráneo.

pepemesa_carmenflores_puertosantamariaEL CLUB MEDITERRÁNEO
Pepe empieza a conocer la hostelería a fondo con 15 años, pues durante los veranos trabajaba en el Cangrejo Rojo, donde, al terminar el bachillerato con 17 años entra a trabajar de forma continuada, pasando luego a denominarse Club Mediterráneo y se integra en la cadena del club de vacaciones.
Ahí empieza su periplo por España y el mundo como animador, camarero y hombre para todo, pasando por diversos departamentos y llegando a ser Jefe de Sección en varios Clubs. Primero a la Costa Brava, en Cap de Creus, Cadaqués (Barcelona), más tarde vendría Puerto Petro (Palma de Mallorca), Los Pirineos y luego Francia, Leysin (Suiza), Italia, Marruecos, Cerdeña, ... (En la fotografía, Pepe Mesa agachado a la izquierda, con un grupo de compañeros flanqueando a Carmen Flores, la hermana de 'la Faraona').

leysin_380x196

LEYSIN (SUIZA), CONOCE A SU MUJER
Es precisamente en Leysin (Suiza, en la fotografía superior) donde conoce a su mujer en 1972:  María Ángeles , con quien tiene dos hijas, Rocío y María Ángeles, quienes les han dado un nieto cada una. Su mujer era una española residente en Suiza que había estudiado en la Escuela de Hostelería Suiza. En el Club Med de Leysin era gobernanta del establecimiento y continuará moviéndose a nivel internacional, en otros paises donde la cadena de Ciudades de Vacaciones tenía sus clubs.

paradorfuenterrabia_puertosantamariaCASINO BAHÍA DE CÁDIZ.
En 1975 se viene para España hablando cinco idiomas -lo necesario para desenvolverse en su puesto de trabajo en los servicios hosteleros-, contratado para la hostelería del Casino Bahía de Cádiz, ya que El Puerto había obtenido una de las primeras licencias de juego en nuestro país. El Casino se instala, mientras se terminan las obras de construcción del edificio que lo albergaría definitivamente, en el Hotel Fuenterrabía, propiedad de José Luis Kurtz Muñagorri. Cuando el establecimiento de Juegos se ubica en su emplazamiento actual, el Cátering de Alfonso se hace cargo de la operación de alimentación y bebidas del nuevo edificio del Casino, con Antonio Barrios como encargado general y Pepe Mesa de responsable de los bares del edificio. (En la fotografía, el desaparecido Hotel Fuenterrabía, en la playa del mismo nombre).

pepemesa_padre_puertosantamariaEL NEGOCIO DE LA REPOSTERÍA.
En 1979, Pepe se hace cargo, como responsable de sala, de la hostelería en la prestigiosa Discoteca Safos, en el Hotel Puertobahía. Con anterioridad su padre, que había terminado su etapa laboral en 1977 empieza a hacer la Tarta Imperial y el Tocino de Cielo y Pepe le presta su ayuda en los tiempos que le permite su ocupación principal, compatibilizando el trabajo nocturno con las mañanas, a raíz de un accidente de tráfico que sufrió su padre. Ahí empezó a buscar en los negocios de restauración hostelera los clientes para la respostería de su padre, que aparece en la fotografía de la izquierda, en una instantánea tomada en el Parador Fuenterrabía, en 1956, por una fotografa inglesa que ganó un premio en Londres.
Así que en 1979, hace ahora 30 años, “arreglan papeles” y nace la empresa familiar: su padre y su mujer, el propio Pepe y más adelante sus hijas y algunos operarios eventuales en fechas claves, la conforman. Sus productos se pueden encontrar lo mismo en Zaragoza (restaurante El Puerto de Santa María, con nótula propia en Gente del Puerto), como en restaurantes de Londres. En Andalucía en Córdoba, Málaga, Sevilla y en toda la provincia de Cádiz, especialmente en las dos bahías: la de Cádiz y la de Algeciras. Tiene varios distribuidores en Andalucía y en la actualidad está en fase de experimentación para la congelación de sus productos y una mejorar la cadena de distribución.

tartaimperial_puertosantamariaLA TARTA IMPERIAL PEPE MESA

También conocida como “la Tarta de El Puerto”, s una tarta creada en El Puerto en 1953 por José Mesa González, siendo Jefe de Cocina del Parador de Fuentebravía, y por la propietaria del mismo, Gloria Jiménez, inspirada en otra de características similares que se elaboraba en Argentina. Posiblemente sea de los pocos productos porteños que, con una antigüedad de más de 50 años, se crea aquí, se fabrica aquí y se sigue comercializando desde aquí.
Los ingredientes seleccionados que la componen, son: almendras, mantequilla, azúcar, huevos y licor de cacao. La tarta Imperial Pepe Mesa, ha querido ser imitada pero no lo han conseguido, tiene patente de composición y fórmula y posee patente de invención nº P9602403, y una tradición familiar de tres generaciones. (En la fotografía, la Tarta Imperial y los ingredientes).

OTROS PRODUCTOS.
Otros productos del Obrador de Pepe son que completan la docena son: Tarta Imperial de Chocolate Pepe Mesa, Tocino de Cielo, Flan de Huevo, Arroz con Leche, Natillas, Mousse (espuma) de Chocolate al Brandy de El Puerto, Mousse (espuma) de higo, Puddin de frutas al Pedro Ximénez de El Puerto, Crema de Queso con Tocino de Cielo, Crema de Yogur con Tocino de Cielo, Crema de Queso con Frutas Salvajes.

pepemesa_carlosherrera_puertosantamaria

Pepe Mesa en el Camino del Rocío, con Carlos Herrera en 1994.

ROCIERO SIEMPRE.
Pepe Mesa es un rociero de los tradicionales y atípico a un tiempo. Se le entiende todo y opina sobre el fenómeno de El Rocío y sus circunstancias, como es él, sin pelos en la lengua. Amigo del periodista Carlos Herrera, fue con él en las primeras veces que cruzó por Doñana y ha estado en sus programas lo mismo que en los de otro gran periodista: Jesús Melgar.

pepemesa_rocio_puertosantamaria

Pepe Mesa, en El Rocío, interpretando unas Sevillanas en un bautizo rociero. A la derecha el policía local Andrade.

Y es que Pepe fue monaguillo desde pequeñito en San Joquín, cuando, en 1959 se refunda la Hermandad del Rocío, participando en los oficios religiosos celebrados en la Iglesia de las Capuchinas (hoy Auditorio Municipal anexo al Hotel Monasterio), con el presbítero Don José María Rivas. Se haría hermano de La Flagelación con Ramón Bayo, Antonio Díaz y Caamaño.

pepemesa_rocio_2_puertosantamaria

Pepe, con su caballo 'Bolero' en la aldea de El Rocío. (Foto Bellido).

La primera vez que va al Rocío, de pequeño, con 9 años, tuvo que hablar el cura de San Joaquín con su padre, que no se atrevía a dejarlo. Luego volvería, tras sus periplos por el mundo y, durante su estancia en Matalascañas, trabajando como Maitre en el Hotel Tierra y Mar, hace la peregrinación los años 1974, 75 y 76. Con la Hermandad de El Puerto asiste desde 1979 hasta la fecha, aunque algunos años hace la promesa de hacer penitencia y de no ir a ver a la Señora. Por cierto que su quinto caballo, el actual, se llama “Bolero”.

pepemesa_actuacion_2_puertosantamaria

En la fotografía, de izquierda a derecha, Estefanía Salas, Rafael Ángel Moreno Naval, Nazaret Cala, Antonio 'el Alemania', Aroa Cala, Juan Antonio 'Sopa', Manolito Albaiceta y Pepe Mesa, antes del ensayo general del Festival Benéfico del Rocío, celebrado en agosto de 2008.

EL FLAMENCO Y LAS SEVILLANAS.
Pepe afirma que su afición por el cante flamenco y las sevillanas vienen de sus peregrinaciones al Rocío. Al no haber en esos sitios y por el camino aparatos de pick-up, tenía que cantar a viva voz y así año a año preparaba algunas sevillanas hasta contar, en la actualidad, con un considerable repertorio. Pepe borda las sevillanas y se atreve con las rumbas, el tango, fandangos...

pepemesa_actuacion_1_puertosantamaria

Actuando en el Festival a Beneficio de El Rocío, el pasado agosto de 2008.

Recibe clases de flamenco en la Peña de las Hermanas Cala, en concreto de Nazaret Cala y en estos días ha estado aprendiendo saetas, participando el pasado Viernes de Dolores, 3 de abril, en la Exaltación de la Saeta. También ha participado en dos cursos de flamencología impartidos por la Universidad de Cádiz en los campus de Cádiz y de Jerez. Es un entusiasta colaborador de cuantas asociaciones y entidades benéficas necesitan de su concurso, donde siempre encuentran en Pepe su comprensión y apoyo.

La letra es de Rafael A. Moreno Naval y la música e interpretación, de Pepe Mesa.

2

abahampadilla_clarinero1_puertosantamaria

"La primera noticia de que el Exmo. Ayuntamiento de El Puerto contase con clarineros oficiales es de  1730, poco después de su incorporación a la Corona. Fueron concebidos en primera instancia para acompañar a la Corporación Municipal 'bajo mazas'. Con el tiempo, se fueron perdiendo las costumbres litúrgicas y aunque aun hoy siguen acompañando a la Corporación Municipal en determinados actos, son mas conocidos como los clarineros de la Real Plaza de toros de El Puerto que como los clarines del Exmo. Ayuntamiento. Cuentan, de hecho, con un Decreto municipal que los nombra como clarineros oficiales del Exmo. Ayuntamiento. Con una interrupción: entre 1735 y 1762, periodo en el que los clarineros estuvieron cesados vinieron clarines de Cádiz. Uno de sus toques mas legendarios es el señero e imponente toque de 'Despeje de Plaza', toque que da comienzo a una tarde de Toros en El Puerto. (En la fotografía, Abraham Padilla y Juan Antonio Tur, haciendo el toque de los clarineros).

The first mention of the fact that El Puerto Town Council had official buglers is in 1730, not long after it joined the Crown. They were first conceived to accompany the Municipal Corporation with pomp and circumstance. Over time, the liturgical customs disappeared and although today they still accompany the Municipal Corporation in certain ceremonies, they are better known as the Real Plaza de Toros de El Puerto (Royal Bullring of El Puerto) Buglers rather than the Town Council Buglers. In fact, they hold a municipal Decree which names them as official buglers of the Town Council. There was a period when they weren’t in action: between 1735 and 1762 the buglers of Cádiz replaced them. One of their most legendary calls is the unique and impressive call ‘Despeje de Plaza’ (‘Clearance of the Bullring’), which marks the beginning of an afternoon of bullfighting in El Puerto. (In the photograph, Abraham Padilla and Juan Antonio Tur, playing the bugle call.)

clarinero_jesusrosomorro_puertosantamariaEL UNIFORME.

El actual uniforme que visten los clarineros están diseñados por  Luis Suárez Ávila, inspirado en los uniformes de Capitán General de la Armada del siglo XIX. El traje que precede a éste, estuvo basado en el uniforme de los diplomáticos españoles del siglo XIX. Y anteriores a éstos, casi con toda seguridad, fueron casacas de época del siglo XVIII. El uniforme vigente esta compuesto por librea y pantalón negro, con vueltas en rojo para la primera, festoneados con galones y ribetes dorados, zapatos de charol y camisa blanca con cuello de tirilla, complementándose con un bicornio (sombrero) de época y un paño rojo con flecos dorados en el que aparece bordado el escudo del Excmo. Ayuntamiento de El Puerto de Santa María. Para actos oficiales, usan guantes blancos. Esta uniformidad queda realzada gracias a la peculiar colocación de los clarineros en la presidencia de la Plaza Real y sobre escalerillas. (En la fotografía, Jesús Rosso Morro, cuando estaba en activo como clarinero, en el Palco Presidencial de la Plaza de Toros).

toquedeclarines_partitura_puertosantamariaLA PARTITURA

En el Archivo Municipal de El Puerto se conserva una copia de la partitura de la música de los clarines (en la ilustración que aparece a la izquierda), realizada por Francisco Nieto Vila, ordenanza de la alcaldía, nombrado en 1926. Era violinista. Pocos datos más se conocen de este polifacético señor. De la partitura que precede a esta copia no se tiene referencia alguna." Abraham Padilla Consuegra. 'Los Clarines de El Puerto'. Extracto de su trabajo de investigación. El autor es alumno del Conservatorio Profesional de Música.  Grado Medio. Jerez de la Frontera.

Próximamente., Abraham Padilla impartirá en El Puerto, organizada por el Excmo. Ayuntamiento, una conferencia sobre 'Los Clarines de El Puerto',  profusamente ilustrada con fotografías y dibujos, así como con la música de los clarines de nuestra Ciudad.

clarineros_presidente_cordobes_puertosantamaria

De izquierda a derecha, el clarinero Jesús Otero, el entonces presidente de la Plaza y en la actualidad Delegado Municipal de la misma, Fernando Gago, Manuel Díaz 'el Cordobés' y el clarinero Jesús Rosso Morro (ambos ya no están en activo). Podemos observar el clarín que porta Otero y sendos sombreros bicornios en manos de los clarineros.

«¡Clarines del Puerto... ¡La sal de mi tierra!
¡Vaya simpatía
de Plaza bonita!... ¡Un ascua de oro!
Y como un sonoro
resumen cimero que todo lo entraña,
emoción, tragedia, arte y alegría,
¡suenan los clarines mejores de España!»

Augusto Haupold Gay. “Toros en El Puerto”.
Publicado en “Cruzados”. 30 agosto 1947
.

abrahampadillaconsuegra_puertosantamaria

ABRAHAM PADILLA. Músico, clarinero, investigador...
Abraham Padilla Consuegra es un porteño de los nacidos en Cádiz -cuando no teníamos clínica- el tres de febrero de 1982, pero su familia era vecina de toda la vida de Ribera del Río, 36. Hijo de José Luis y María Luisa estudió de pequeño en las Carmelitas y en SAFA la Formación Profesional. De pequeño estudiaba poco pero luego, afirma, se enmendó, y prueba de ellos es que compatibiliza sus actuales estudios de música con un trabajo poco cualificado -distribuidor de productos alimenticios-, que le sirve para pagarse esos estudios. Un ejemplo de superación y constancia.

abrahampadilla_elemental

Abraham, en el Conservatorio Elemental de Música de Sanlúcar de Barrameda “Joaquín Turina”

De pequeñito le empezó a gustar la música a través de las bandas que actuaban en Semana Santa. Especialmente la del “Maestro Dueñas” y acabó consiguiendo lo que se propuso, primero como alumno, en abril de 1996, con 10 años y luego ya como músico en activo, tocando la trompeta. Empezó el día de la patrona de la Música -Santa Cecilia- de 1998 continuando durante 10 años hasta el mismo día del pasado 2008. Durante ese tiempo han dirigido esa banda José Manuel Fernández Pérez -muy importante en su vida musical-, Cándido Núñez, Fernando Franco, de nuevo José Manuel Fernández Pérez y el actual director, Javier Álvaro.

abrahampadilla_banda_puertosantamaria

Las trompetas de la Banda de Música 'Maestro Dueñas', Dani, José, Abraham, ...

clarin_puertosantamariaFORMACIÓN MUSICAL.
Como hemos dicho, el primer director con el que toma contacto en la Banda de Música “Maestro Dueñas”, Fernández Pérez, ha sido muy importante en su trayectoria musical. Le animó a que, en 1998, con 12 años empezase sus estudios musicales en el Conservatorio Elemental de Música de Sanlúcar de Barrameda “Joaquín Turina”, donde Fernández era su director. Luego continuaría sus estudios en Jerez, donde en la actualidad es alumno de Grado Medio en el Conservatorio Profesional de Música “Joaquín Villatoro”.

abrahampadilla_conservatorio

Abraham y Benjamín en el Conservatorio Profesional de Música “Joaquín Villatoro”.

Como trompetista ha recibido cursos de importantes músicos como Jesús Rodríguez Azorín, catedrático de Trompeta del Conservatorio Superior de Música "Rafael Orozco" de Málaga, vocal y miembro fundador de la Asociación de Profesores de Trompeta de Andalucía. De Fernando Rey, solista de la Orquesta de Córdoba.  Maurice André, trompetista francés; su figura constituye todo un mito viviente, ya que una gran parte del público musical, especialmente profesionales de la trompeta, lo consideran el mejor trompetista de los últimos tiempos. Y de José María Ortíz, solista de la Orquesta Nacional de España, entre otros.

abrahampadilla_clarinero2_puertosantamariaHa colaborado en tres óperas en el Teatro Villamarta, de Jerez. «La Boheme», de Puccini; «El Diluvo de Noé», de Briteen y, recientemente, “Tourandó” también de Puccini, bajo la dirección de Enrique Patrón, de la Orquesta de Málaga y la jerezana “Germán Álvarez Beigbeder”. Fue clarinero (en la foto) durante tres temporadas: entre 2005 y 2007, estrenándose como tal en el Festival Taurino a beneficio de Apadeni en el año 2005,  tocando a tres clarines, junto con Jesús Rosso Morro y Juan Antonio Tur. Luego ya continuaría con Tur durante esas tres temporadas.

LOS CLARINEROS, HACE 50 AÑOS.
Domingo Roa, crítico taurino del bisemanario porteño “Cruzados” y corresponsal de varios periódicos taurinos, publicó en dicho medio el 4 de marzo de 1959 una entrevista a los clarineros de El Puerto: Manuel Arce Beuzón y José Viñas Gutiérrrez, Joselete, quienes en aquellas fechas llevaban nueve y siete años respectivamente al toque de clarines. Publicamos un extracto.

clarinero1959_puertosantamaria«--Es difícil tocar el clarín?». «--Si señor y mucho --replica rápidamente Joselete--, a mi me enseñó Arce a tocar y el clarín no es igual que la trompeta». «--Yo le enseñé a tocar --agrega Arce--, pero diga usted que aprendió en seis meses, y ya mi compadre es tan bueno como yo (queda dicho). Además --continúa Arce--, es un trabajo de pulmones, pues es un instrumento tan grande y tan potente sin ninguna llave, rodar sus notas hay que sacárselas del pecho». «--¿Que toque es el más difícil en los toros?». «--El despeje de plaza --responden a dúo--. Es el más difícil,  ¿sabe usted --prosigue Joselete--, porque es el más largo, porque tiene muchas notas difíciles, unas altas y otras bajas, y que además, como es el primero..., pues estamos nerviosos --nos dice finalmente Arce--». «--¿Veis bien los toros desde allí arriba en vuestra escalerilla?». «--Los clarineros --nos dice Arce--, casino podemos ver los toros, somos esclavos de nuestra obligación, tenemos que etar pendientes siempre del pañuelo de la presidencia». (En la fotografía, Manuel Arce Beuzón, al toque de clarines).

8

Extracto del No Pregón de la Fiesta de los Patios, pronunciado por Manolo Morillo en la Bodega San José, el 26 de marzo de 2009, en los inicios de la primavera.

Extract from the Non-Opening Speech of the Patio Festival, read out by Manolo Morillo in the San José Bodega, on 26th of March 2009, at the start of Springtime.

pregonpatios_manolo_puertosantamariaEstamos esta noche en la Pensión Triana, pensión situada en el corazón del Barrio Alto de El Puerto, en la calle Cruz de la Espartera del Molino s/n, de la cual soy, mejor dicho, somos, junto con mi buen amigo Benjy Montoya unos humildes acogedores de huéspedes, que nos hemos escapado de las ondas de la Cadena SER para compartir con la audiencia en vivo y en directo, un acontecimiento que cada vez se hace más imprescindible en el calendario de fiestas de nuestra ciudad, como es la Fiesta de los Patios portuenses.

Tonight we are at the Triana Guesthouse, located right in the heart of the Barrio Alto neighbourhood of El Puerto, in calle Cruz de la Espartera del Molino. I am, or should I say, we are, my good friend Benjy Montoya and I, two humble hosts who have escaped the waves of Cadena SER (radio station) to share live with the audience, an event which is becoming more and more important in the town’s calendar of festivities: the El Puerto Patio Festival.

¿Quién no recuerda las canciones de rueda y los juegos que durante siglos, han impregnado de sonidos angelicales las paredes de nuestros patios.? Patios de vecinos familiares, de cocinas compartidas y olor a guiso, de charlas a la fresquita, de miradas furtivas, de olores a yerbabuena, de besos robados a la luz de la luna… En nuestros patios ya no se repían los trompos, no se juega a la piola ni se salta a la pared. Le refieres a un chiquillo que le vas a dar un espolique, y te pregunta cuánta memoria RAM consume el artilugio. ¿Cómo, adónde, seguir la huella de los juegos, de infancias repetidas y repartidas en otros tiempos en los patios portuenses? ¿Dónde están el escondite, la gallina ciega, la pata coja, el pinto, pinto gorgorito, el columpio, el aro, la cuerda, los juegos de prendas, las charadas…?

pregonpatios_ninios_puertosantamaria

Los niños que hicieron corros y cantaron canciones tradicionales en el No Pregón.

La radio siempre ha estado muy presente en los patios andaluces, en los patios portuenses. Quien tuviera un receptor de radio aseguraba las tertulias matutinas y vespertinas. En nuestra ciudad, Radio Puerto Emisora del Instituto Laboral, cubrió más que dignamente, con las dedicatorias de discos a parejas de enamorados, a los niños por sus cumpleaños, a los enfermos en su espera de cura, un espacio difícil de olvidar. Los grandes artistas del momento se daban a conocer a través de las ondas hertzianas: Caracol, Juanita Reina, Antonio Molina, Lola Flores, Marifé y tantos y tantos otros, que con sus coplas ayudaban a mitigar espiritualmente las carencias vitales de una generación marcada por la despiadada contienda fratricida entre hermanos.
Sirvan estos recuerdos en el tiempo y esta escena que ahora contemplamos, la de las malleras, que muchos portuenses hemos visto y vivido en los patios y casapuertas de nuestras casas, como pequeño homenaje a las mujeres que aportaban unas pesetas a la maltrecha situación económica de muchísimas familias porteñas. Y sobre todo, a aquella Penélope bodeguera que tejía mallas de seda junto a la Milagros y la Pepa, en una humilde casa de vecinos de la calle San Juan, y que hoy se ven aquí representadas por María y Milagros Mesa y Soledad Peña. (Con nótula propia en Gente del Puerto, precisamente hablando sobre las mallas).

pregonpatios_malleras_puertosantamaria

María y Milagros Mesa y Soledad Peña, tejieron mallas de Brandy Centenario Terry durante la celebración de todo el pregón.

Esta noche vamos a tener la oportunidad desde la PENSIÓN TRIANA, de escuchar una voz que les sorprenderá por su frescura, de contemplar en este estudio improvisado la belleza de una porteña, que lleva en su mochila según palabras de su mentor Luis Suárez, la tradición de siete siglos en los romances corridos, en las bulerías de ‘Papagayos, ruiseñores”…, que ya cantaba Melibea en La Celestina, en las nanas de la adúltera, en las soleares de su tatarabuela, en las siguiriyas de su bisabuelo ‘Luis el Viejo del Cepillo’, en los tangos de la Catalina que circulaban en la tradición del año 1562, en las gilianas de su tía abuela ‘Jeroma la del Planchero’, en las tonás de su familia fragüera…

pregonpatios_soledad_puertosantamariaEstoy hablándoles señoras y señores, de ‘Soledad la del Cepillo’, que nos va a deleitar con unas nanas extraídas de la cadena de trasmisión oral de sus ancestros, y divulgada de boca a oreja en los patios y zaguanes de nuestro pueblo . Los patios portuenses, lugares de encuentros y reuniones,  auténticos vergeles, pequeños espacios ideales para el descanso, el diálogo y el sosiego reconfortante en torno a la belleza de la arquitectura tradicional, los aromas y los cantos nacidos de las gargantas de sus gentes, como Soledad, Soledad ‘La del Cepillo’. (En la fotografía, Soledad la del Cepillo,  con nótula propia en Gente del Puerto, interpretando una nana).

Un amigo, un buen amigo, mi amigo Enrique Bartolomé, enamorado de El Puerto donde los haya, me sugirió un día que subiera a la azotea de la casa de mis padres en la calle San Juan y contara lo que veía desde allí, porque las azoteas, en alguna medida son la prolongación de los patios a cielo abierto. Así lo hice y así lo hago. Apresuradamente mi imaginación y mi cuerpo se elevan desde este patio cuajado de geranios en el que me encuentro, a una de las azoteas de la Calle San Juan arriba, mi azotea de siempre, la de mi infancia, la azotea de mi casa.

pregonpatios_azotea1_puertosantamaria

Desde esta privilegiada atalaya, que me eleva por encima del transcurrir diario, me permito adivinar en la distancia un montón de imágenes que se acumulan detrás de mi retina: veo la Playa de la Puntilla, y los espigones que la están amenazando; veo Puerto Sherry a medio construir o a medio derruir, que ya no se sabe; veo las dos Valdelagranas, la cementera, donde se agolpan las construcciones a lo largo y a lo ancho, y la verde y marismeña que aún conserva lo que siempre fue; veo también lo que queda de la costa oeste, para entendernos: Vistahermosa, El águila, Las redes, La Inmaculada, El Manantial o Fuentebravía, que por cierto queda bien poco. Y veo La Iglesia Mayor Prioral, y El Castillo de San Marcos y el Guadalete. Y también las Torres-Vigías, que como permanentes fareros otean el horizonte, cada vez menos nítido de nuestra ciudad.

pregonpatios_azotea3_puertosantamaria

No veo, sin embargo, la Playa del Aculadero, ni las casetas de la Puntilla, ni el Palacio de Purullena, ni los Baños Termales, ni la Belleza, ni la Vega de los Pérez, ni la Plaza de Peral. Ni siquiera la nostálgica Cuesta del Chorizo, camino de Jerez. Como tampoco veo la sierra de San Cristóbal limpia de construcciones, como la veía antes. Desde las alturas de esta azotea, desde esta posición privilegiada del Barrio Alto portuense seguiré no obstante soñando con volver a ver las sendas de los camaleones, las salinas, los cientos de barcos pesqueros atracados en el Guadalete, y ¿por qué no? a los rederos que tradicionalmente ocupaban los patios de las Casas de Cargadores a Indias faenando con su arte las artes de pesca.

pregonpatios_rederos_puertosantamaria

Los hermanos Patino, durante su exhibición en el escenario, al fondo las malleras, mientras sonaba la ‘Canción de los pescadores pobres de Cádiz’ con letra de Rafael Alberti y música y voz de Rosa León

Hijos de la mar de Cádiz,
nuestras casas son las olas.
Somos los pobres del mar,
de ayer y ahora…

El Puerto, encrucijada de calles con solera reconocida entre los más longevos del lugar, con casas y patios de color calamocha y blanco que van desde Santa Fe hasta la Zarza, y desde Meleros hasta la Aurora, está que se sale del mapamundi, está como nunca, como siempre ha estado, o mejor, como siempre ha querido estar. Su gente, su auditorio multirracial de días sin luna, desprende rayos de pimiento rojo ligeramente picante y de sabor pronunciado y dulce, el espelette.   Sus patios arrebujaos de hortensias, geranios y jazmines, juegan con el olor al guiso marinero de Luisa, con la conversación clarividente del maestro barbero Rafael y echan de menos las permanentes de Teresa la peluquera.

pregonpatios_geranios_puertosantamaria

Julieta, la colombiana de cálidos rasgos y sonrisa tenue, no sabe cantar las canciones populares que Muñoli, el patriarcal e incansable profesor, tararea para sus adentros entre dos fogatas de madera vieja que esperan ansiosas a la chiquillería del callejón que ya no es. Úrsula, la viuda de Ferrer el camarero, anima la fiesta de los patios tocando palmas con fruición desde el trono de enea que le han arrimado las vecinas.  Se anima el cotarro por momentos al son de la guitarra que el mandamás de la calle maneja como nadie y del pandero de Martín –el Labordeta de El Puerto-, que serán inmortalizados con la foto fija de nuestro Cuellar particular, Nani, entrañable naniparatodo y para todos.

Las tapas, el vino fino y las tortillas de camarones se deshacen en la boca al comerlas, pasan de casa en casa, de mano en mano, como testigos mudos que gritan a quien quiera oírles, que la caridad se vende cara en este barrio donde el egoísmo y la indiferencia no tienen cabida entre iguales. La niña que juega con el muñeco negro, desnudo, en la casapuerta, escucha como su madre trasiega con un catre de quita y pon para el cuñao de la vecina que viene a pasar la fiesta en familia, con primos y hermanos, con vecinos y amigos... Y Sole y Luis con las puertas abiertas de “Los Patios”, su apuesta de vida del callejón que ya no es, enseñan al mundo a través del ciberespacio la sabiduría de los habitantes de una calle, Espelete, enseña y modelo de un barrio con los redaños suficientes para seguir estando vivo.

Ese Puerto olvidado al que tan sólo se recurre cada cuatro años, todavía no está muerto del todo, alguno que no sabe ya que chaqueta ponerse, merodea y se mimetiza con su gente, y su falsa sonrisa con la que engañó a otros, no logra asustar a las matriarcas de los callejones.

flores-geraneo-patioLa especulación no tiene sitio porque los patios de mi barrio, que no es otro que El Puerto, han abierto sus cancelas de par en par para que la cultura popular, nacida del pueblo y para el pueblo, salga a las casapuertas y se palpen los latidos de la sangre caliente que aún fluye, llena de sinsabores y malos ratos, por las venas de su calles. La “Fiesta de Los Patios” es el quejío de los que casi nunca tienen voz, es la reivindicación pura y dura de una manera de ser, de una manera de vivir que la gran mayoría de portuenses no queremos que desparezca.
La cultura del parcheo para acallar bocas, debe desaparecer de quienes manejan esos menesteres en nuestra ciudad. Con un poquito de pudor que tengan, que no aparezcan más por nuestras casas de toda la vida. Nuestros nobles edificios, por muy humildes que sean, no merecen semejantes huéspedes de fortuna. Ellos saben quiénes son, y nosotros también. La gente de mi barrio, El Puerto, no entiende que se les esté echando de sus casas a la puñetera calle, se les desarraigue de sus raíces, y que las caliches de sus paredes inunden los despachos oficiales a espuertas, en lugar de ser rehabilitadas y puestas en valor.

pregonpatios_malleras2_puertosantamaria

De todas formas nuestra sabiduría, nuestro saber estar porteño, terminará siempre muy por encima de los que ya no se acuerdan de donde salieron y dónde están ahora. El tiempo los pondrá en su sitio. Mi barrio, ese que algunos pretenden manejar de por vida, aunque débil tiene unas ganas de vivir inmensas, y con iniciativas como la de la Asociación Cultural “Amigos de los Patios Portuenses” estoy seguro no habrá mindundi que lo hunda.

Traigan canastos de rosas tempranas
que vayan hilvanando los patios,
con campanillas y campanas.

Uso de cookies

Este sitio web utiliza cookies para que usted tenga la mejor experiencia de usuario. Si continúa navegando está dando su consentimiento para la aceptación de las mencionadas cookies y la aceptación de nuestra política de cookies, pinche el enlace para mayor información.

ACEPTAR
Aviso de cookies