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Hosteleros de El Puerto en la década de los sesenta del siglo pasado, durante la visita a la Fábrica de Cervezas Cruzcampo, de Sevilla, delante de la maqueta de las instalaciones cerveceras, que fueron fundadas por dos portuenses, los hermanos Roberto y Tomás Osborne Guezala (ver nótula núm. 333 en GdP).


De izquierda a derecha, desconocido, Isidoro Obregón, Manuel Rodríguez Ceballos del Bar La Placilla, José Sánchez Rodríguez 'El Nene' de Los Tres Reyes, Luis Palomo del 'Bar Palomo', José Cressi, Guillermo García de Leániz, Luis Osborne representante de la Cruzcampo en El Puerto, un directivo de la Cruzcampo de Sevilla, desconocido, Tadeo Sánchez Rodríguez del Bar Tadeo, Manuel Moreno y el 'Pobre Pepe' del Bar Cádiz. /Foto Colección José Sánchez.

Una imagen publicitaria de 1960 que hoy sería considerada 'políticamente incorrecta' e incluso llevada al Defensor del Menor y otros organismo que vigilan el consumo de alcohol y su publicidad.

Antonio Sánchez López delante de un azulejo del Vapor. /Foto: Pepe Monforte.

Hoy 10 de enero cierra sus puertas uno de los establecimientos de hostelería más veteranos de la ciudad, el bar Playa-El Rempujo, situado en la plaza del Polvorista. La jubilación de su propietario y el descenso generalizado del consumo han sido las razones que han llevado a la decisión de cerrar el negocio · En los buenos tiempos el establecimiento llegó a servir 700 cafés diarios

La calle de la Aurora, a la izquierda la Plaza del Polvorista, a la derecha la Casa de Roque Aguado, donde hasta hoy estaba el Bar Playa-El Rempujo. El establecimiento se fundó en la década de los 30 del siglo XX.

Una imagen de la Casa de Roque Aguado, donde estaba prevista una promoción inmobiliaria.

La decisión viene motivada por la jubilación de su propietario, Antonio Sánchez López, que comenzó en el negocio hace 55 años con tan solo diez años de edad, junto a sus padres Luis Sánchez y Milagros López Alejo. La familia trabajó antes en otro establecimiento también llamado El Rempujo en la calle Aguado, muy cerca del local actual, pero el padre de Antonio lo trasladó a la casa de Roque Aguado y rebautizó el establecimiento con el nombre de bar Playa, al no haber otro local similar ya hasta La Puntilla.

El rempujo es, según la terminología marinera, una manopla de cuero con refuerzo metálico en la palma para empujar la aguja de coser velas, nombre recogido de la nomenclatura martítima que ha dado nombre al establecimiento de hostelería.

BAR DE MARINEROS.
En sus inicios El Rempujo fue un bar de marineros. No hay que olvidar que en los años 50 en El Puerto la flota local contaba con unos 170 barcos y el sector daba mucho trabajo al bar, que abría entonces a las cuatro de la madrugada. Después llegaría la puesta en marcha de la parroquia del Carmen y San Marcos (al principio de forma provisional en la plaza del Polvorista), luego el impulso de la actividad bodeguera, con varias firmas del sector ubicadas en las inmediaciones como Osborne, Rives o Cuvillo.

En la imagen, el porteño José Manuel Domínguez Verano, que ha trabajado en El Rempujo desde el año 2004 --con anterioridad, desde 1977 a 2002 trabajó con Eugenio Quilimaco, como encargado en sus establecimientos en Carrefour-- Manolo Troncoso Pérez, que entró en la casa con 11 años y ya lleva 47, y Ramón Borja Arníz, trabajador de la casa desde 1993. Sin olvidar al ya desaparecido Diego.

Una instantánea de la cocina, que en su origen era atendida por la mujer de Antonio, Milagros Farfán y en los últimos tiempos por el cocinero Juan Ortiz.

EL AYUNTAMIENTO, EN POLVORISTA.
Y finalmente, lo que terminaría de darle al bar el empuje definitivo, el traslado del Ayuntamiento al actual edificio de la plaza del Polvorista, en los años 70. "Eso fue para nosotros una lotería", recuerda Antonio, que ha trabajado mucho durante toda su vida junto a su mujer, Milagros Farfán, que se encargaba de la cocina cuando el establecimiento amplió su actividad. Debido a su proximidad con la casa consistorial todos los políticos portuenses han pasado muchas horas en El Rempujo. "He conocido a diez alcaldes", dice Antonio, para quien su primer lema ha sido siempre la discreción: "ver, oír y callar".

Sin duda su especialidad más aplaudida son los chicharrones de atún, una receta propia que solo se puede probar en El Rempujo. En sus buenos tiempos en el bar Playa-El Rempujo se llegaban a servir hasta 700 cafés al día, unas cifras que quedan ya muy lejanas, ahora que la caída generalizada del consumo no respeta ni a los establecimientos más señeros.

Aunque hace unos años llegó a adquirir un nuevo local junto a la plaza de Peral, el retraso que arrastra el traslado del Ayuntamiento le ha hecho desistir, ya que a su inminente jubilación se ha unido la caída de las ventas en los últimos tiempos, algo a lo que casi ningún negocio está siendo ajeno.


JUBILACIÓN VIENE DE JÚBILO.
Sus tres hijos se ganan la vida al margen de la hostelería y tras 55 años de muchos sacrificios, Antonio está deseando estar libre para disfrutar de sus nietos, Carlos de 8 años y Martín, de tres meses. Aunque echará de menos a sus compañeros de trabajo, tiene claros su planes: "Voy a dedicar mi tiempo a mis nietos y a pasear por la playa, algo que no he podido hacer nunca porque siempre he estado trabajando", afirma. (Texto: Teresa Almendros Edeso).


TAPAS Y RACIONES.
Al mediodía y por la noche tapitas en la barra o medias raciones y raciones en la terraza. La carta es de platos clásicos con especialidades como el gallo empanao, los chocos a la plancha o guisos marineros como los fideos con almejas. Una de las últimas incorporaciones a la carta, los chicharrones de atún, se han convertido en su tapa más famosa. Se trata de trozos de atún fritos con los mismos ingredientes que los chicharrones de carne. Se comen fríos.


CHICHARRONES DE ATÚN.
Las obras de arte también pueden aparecer en las barras de los bares no sólo en los museos que, la verdad, los visita mucha menos gente. La imaginación humana no tiene límites y un buen día al equipo de cocina del Bar Playa El Rempujo de El Puerto en una acción coordinada, según narra Antonio Sánchez López, el propietario del local, se les ocurrió coger unos trozos de atún y aliñarlos como si fueran chicharrones de cerdo. Así les pusieron un poquito de orégano, un chorrito de vino fino de El Puerto, sal, laurel, ajo picaito, pimienta negra y los frieron en aceite. Luego dejaron que se enfriaran y los pusieron de tapas, el invento no salió nada mal porque cuatro años después estos chicharrones de atún, como bautizaron al invento tapístico, son la tapa de más éxito del establecimiento. Lo cierto es que el atún parece haberse disfrazado de cochino porque el guiso sabe al adobo de chicharrones, pero clavaito. Sin embargo, el atún no queda enmascarado y su sabor también se deja ver en la preparación. Para colmo la carne queda jugosita y llega a la mesa con un poquito del aceite de la fritura donde se puede mojar pan sin ningún tipo de remilgos, procurando coger un poquito del aliño para darle más gracia a la cosa. (Texto: Pepe Monforte).

Imaginación no les ha faltado a varios hosteleros de El Puerto de Santa María que han creado unas curiosas tapas para conmemorar la Navidad dentro de la ruta “Sabores y regalos” creada por la asociación Centro Comercial Abierto (CCA) y en la que participan 13 establecimientos de la Ciudad, además de bares de copas, también con cócteles especiales o pastelerías y tiendas gourmet con ofertas de productos y que hoy sábado tienen su última oportunidad de degustar.

En el bar La Herrería (antiguo La Draga) en la plaza del mismo nombre (ver nótula núm. 1.180 en GdP)  el cocinero Francisco Gómez Real ha creado una curiosa tapa bautizada con el nombre de “Papa No e”. La idea de este cocinero de 42 años y que está perfeccionando sus conocimientos de cocina con cursos a distancia en la taberna del Alabardero de Sevilla, ha sido representar en una tapa la cara de Papa Noel. Para ello ha utilizado un pimiento del piquillo para representar el gorro y luego la cara la representa con una original ensaladilla en la que las patatas se sustituyen por pequeños tacos de manzana que se mezclan con los ingredientes habituales de la ensaladilla como el atún, las zanahorias o los chícharos. La mayonesa lleva también un toque de leche y otro de ketchup para contrarrestar la acidez de la manzana. Las barbas del personaje se simulan con un aire de espárragos.

Papa no é, la curiosa "ensaladilla" navideña creada por el Bar La Herrería, con manzana y que intenta recrear la cara de un Papa Noel.

El cocinero, que está intentando agregar a su establecimiento algunas tapas innovadoras que va incorporando a las clásicas del bar, donde ha sustituido en la cocina a su madre Isabel Real Sánchez,  (ver nótula núm. 700 en GdP también ha creado para la ruta unos filetes de pollo que se empanan con almendras picadas a cuchillo y que, una vez fritos, se acompañan con una salsa de queso payoyo de Villaluenga. (Texto y fotos: Pepe Monforte).

Borja Fernández Serrano a las puertas del nuevo establecimiento.

La Bodeguilla del Bar Jamón ha abierto nuevo establecimiento en El Puerto de Santa María, en el centro comercial Bahía Mar, en la planta baja y junto a los cines situados en este complejo. El nuevo establecimiento, regentado por Borja Fernández Serrano, hijo de Rafael Fernández y Mamen Serrano, los fundadores de La Bodeguilla,  contará con la misma carta que su homólogo de la calle Misericordia. En concreto ha abierto ya con la carta de 2013 que han estrenado al unísono esta semana los dos bares. La apuesta de la nueva carta son las tapas y contempla 56 especialidades.

El establecimiento, que cuenta con barra, dos salones interiores y terraza, con capacidad en total para más de 70 personas, se inauguró a primeros del pasado de diciembre y supone un importante crecimiento de esta empresa familiar de El Puerto de Santa María que cuenta ya por tanto con dos locales, este nuevo y el de la calle Misericordia. (Ver nótula núm. 508 en GdP).

Además hay también una apuesta por los nuevos vinos de la provincia de Cádiz con la presencia de bodegas como Luis Pérez y Páez Morilla de Jerez, Barbadillo de Sanlúcar, Osborne de El Puerto, o Huerta de Albalá de Arcos.

Vista exterior del nuevo establecimiento de La Bodeguilla del Bar Jamón.

La nueva carta supone el estreno de 10 nuevas tapas con propuestas como una ensalada de mariscos, un pulpo con alioli, setas con sobrasada picante o un timbal de verduras con jamón ibérico. Se mantienen los grandes éxitos como el pan de la casa, la ensaladilla, la berza, las frituras, la presa al queso viejo o un caldo del puchero que ahora también aparece entre las propuestas aunque también es un clásico del establecimiento.

La Bodeguilla del Bar Jamón del centro comercial Bahía Mar abrirá todos los días en horario de tapeo al mediodía y por la noche. En las próximas semanas también está previsto que abrá por las tardes para ofrecer meriendas. (Texto y fotos: Pepe Monforte).

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Julio Moreno Bueno es un porteño de la diáspora. Nacido en 1977 en la clínica Santa María del Puerto –Frontela para los de aquí— su familia vivía en la Barriada de San Isidro; sus padres Julio y Pilar, tienen otra hija: su hermana Milagros. Estudió en el Colegio Cristóbal Colón y con posterioridad en el I.E.S. José Luis Tejada y empezó pronto y cerca de trabajar: a los 16 años en el Bar ‘Lolo Calvario’ en la calle Santa Fé, donde estaría trabajando desde 1993 hasta el año 2007, cuando el bar es vendido a sus nuevos propietarios.

Montañas de pinchos de jamón, entre otros, flanqueán la triple barra de 'Los Jamones de Barakaldo'.

Y como el amor y el paro lo pueden todo, Julio, que conocía a una cántabra de Castro Urdiales de nombre Paula, se fue para el Norte y encontró trabajo en Baracaldo, en la provincia vascongada de Vizcaya. Sería el mismo año 2007, en el conocidísimo y popular bar ‘Los Jamones de Barakaldo’ en la concurrida y peatonal calle de tapeo de Zaballa, donde Julio es una institución por su simpatía, su don de gentes y su ritmo frenético de trabajo. Se lo disputan otros establecimientos de la zona.

Fachada del bar 'Los Jamones de Barakaldo', en la popular calle Zaballa.

Nuestro protagonista que echa de menos el clima y las playas de El Puerto de Santa María, no descarta volver en cuanto encuentre trabajo: tiene, como muchos, una hipoteca que defender mensualmente. Pero, en cualquier caso, se siente querido por los vascos que le han acogido como a uno más y donde ha hecho grandes amistades ‘para toda la vida’. “Si no fuera por el frío, las gentes, paisajes y la gastronomía vasca –y por supuesto el trabajo-- son motivos suficientes para querer a esta tierra que me ha dado una oportunidad”. Es otro portuense por el mundo. (Texto: José María Morillo).

La ginebra es la bebida de moda. Han llegado a surgir incluso “gintonerias” y cualquier restaurante que se precie incluye como final de la comida una carta de gin tonic con profusión de ginebras, tónicas y complementos para que la bebida este al gusto del cliente.

La enóloga Concha de Antonio junto a un pequeño alambique de cobre que se conserva en la sala de catas que tiene la destilería.

Eduardo Lacave, director de marketing de Rives, señala que España es la que ha puesto la bebida de moda y que el fenómeno nació hace cinco años. Pero en el mundo de la ginebra los que dictan los cánones son los ingleses. Lo más granado del sector, las de más categoría se apellidan “London dry gin” y son ginebras hechas a la manera de este país. En este competitivo grupo la única representante española, que compite con marcas inglesas y francesas es de El Puerto de Santa María y es la ginebra Rives.

Cuando se visitan las instalaciones de Rives, en el polígono industrial de Las Salinas, te llaman la atención los contrastes. En pocos metros se sitúan un impresionante tren de embotellado capaz de producir 18.000 botellas a la hora y en una habitación anexa, situadas como encima de dos grandes pedestales, como si se les rindiera culto, están dos grandes recipientes  de cobre cuya edad, como con la piel de los humanos, se ve a simple vista.  Son los destiladores, donde se elabora la ginebra. Varias carretillas elevadoras trabajan apilando cajas de bebida. En otra pequeña habitación, rodeada de máquinas de precisión y tubos de ensayo, está Concha de Antonio. De su intuición, al combinar los once aromas que lleva la ginebra, depende también en gran parte el éxito. Es doctora en Química, farmaceútica, enológa y le faltan cuatro asignaturas para terminar Derecho. Fue en 2011 nariz de oro en el certamen que convoca la asociación andaluza de enólogos y lleva 40 años en el sector desde que comenzará trabajando para Osborne. Su labor está a medio camino entre la ciencia y la artesanía ya que ella es la encargada de hacer la combinación de aromas con la que se hace la ginebra. Ahora, precisamente, está trabajando en la próxima producción y escogiendo los ingredientes que se utilizarán en 2013.

Botellas de ginebra Rives en el tren de embotellado que tiene la empresa en el polígono empresarial de El Puerto de Santa María. La planta es capaz de producir 18.000 botellas por hora.

Cada año la combinación varía ligeramente y se cambian algo los porcentajes de cada ingrediente. La decisión la toman la propia Concha de Antonio con los hermanos Augusto y Juan Carlos Romero Haupold, presidente de la compañía y director de producción respectivamente. Sólo ellos, la enóloga y el capataz de la firma, Francisco Cerecera, conocen la fórmula. La cosa tiene su toque de misterio porque la firma da a conocer 10 de los aromas de la ginebra, aunque uno permanece en secreto. Se emplean productos, botánicos le dicen en el argot del sector y entre los aficionados al gin tonic,  de todo el mundo, desde Los aromas que aportan cáscaras de naranja amarga traidas desde Sevilla a regaliz traido de China o granos que vienen desde Africa. Se podría decir casi que en la botella de ginebra están los cinco continentes.

TECNOLOGÍA DE ÚLTIMA GENERACIÓN Y ARTESANÍA.
La mezcla entre la tecnología de última generación y la artesenía no paran de entremezclarse. En las instalaciones llama la atención una gran torre central de 30 metros de altura. Dentro todo está lleno de grandes tubos. La función de estos es lograr que el alcohol que se introduce en estos conductos quede lo más puro posible. Se utiliza alcohol obtenido de remolacha, un producto que se produce en Andalucía. El reglamento europeo establece que para las ginebras de máxima categoría, las “London dry gin”, el alcohol debe ser de origen agrícola.

La primera clave está, por tanto, en lograr un alcohol lo más puro posible para hacer la ginebre. Que no tenga ninguna impureza. Pero después de la más alta tecnología para lograr este objetivo se vuelve a lo artesanal. En una sala anexa descansan las dos joyas de la casa. Aunque la destilería se construyo en 1978, los dos destiladores de cobre donde se sigue haciendo la ginebra vinieron de las instalaciones anteriores. Uno tiene una capacidad de 8000 litros y otro de 5000. En los depósitos se mezclan el alcohol que ha sido antes dejado lo más puro posible, los aromas y agua, agua de la red de aguas de El Puerto que se somete a un proceso para dejarla también lo más pura posible quitándole los minerales. La idea es dejar todo lo más neutro posible para que luego tan sólo influyan en el sabor los aromas elegidos. La mezcla descansa 24 horas en el depósito para que el líquido se impregne de sabor y comienza el proceso de calentamiento que hace que se convierta en vapor y tras pasar por un serpentín vuelva a su estado líquido. Esto ya es la ginebra, que pasará luego a grandes depósitos hasta que se embotelle.

Imagen de uno de los alambiques donde se elabora la ginebra.

...continúa leyendo "1.599. RIVES. La ginebra de aquí."

Aficionado y devoto de El Puerto de Santa María, escritor, periodista, dibujante, químico, atleta, bon vivant, con cara de anuncio de vino moscatel, el poeta viajero y gastrónomo Garmendia nos desvelaba, antes de morir en abril de 2007, por que escribía en la barra de los bares.

Pregunta: Para usted, ¿El Puerto de Santa María es...?.
Respuesta: Sevilla con agua salada.
P: Crítico de RNE, afamado gastrónomo, autor de más de 25 libros de toda laya. Licenciado en Ciencias Químicas. ¿Y aún le llaman bon vivant?.
R: La verdad es que mi vocación es la de ermitaño. Lo que pasa es que no he encontrado todavía un desierto donde se viva bien.
P: ¿Con quién le confunden más por la calle, con Fray Leopoldo de Alpandaire o con Fernando Fernán Gómez, caracterizado de ‘El Abuelo’?
R: Tanto Fray Leopoldo como Fernán Gómez pueden ser confundidos conmigo.
P: ¿Es verdad que usted escribe en las barras de bares y tabernas?
R: Sí. Las barras de los bares tienen la ventaja de que en ellas, además de escribir, se puede observar y escuchar.
P: Usted fue Campeón de España en Atletismo hace 50 años ¿qué le diría a Pedro Pacheco que al parecer corre con guardaespaldas?
R: Que yo no pude permitirme el lujo de llevar de escoltas a Carl Lewis y a Maurice Green.
P: En su calidad de crítico gastronómico le invitan a yantar y a libar de lo mejor, a dormir en las más afamadas posadas, le placean, y encima le pagan. Eso duele, ¿no?.
R: Eso duele, pero duele tan poco que casi no se nota.
P: En su libro ‘La Taberna del Traga, Santuario de la Gracia’, usted habla del Beni de Cádiz... ¿y que...?
R: El Beni de Cádiz fue el hombre con más gracia del mundo, después de su hermano Amós Rodríguez Rey.
P: ¿Algún plato de su elección, de esta zona?.
R: El bacalao al pil pil y la paella valenciana. Hablando en serio, las tortillitas de camarones.
P: ¿Quiere usted terminar con “un tercetillo asonetado” o sea, una soleá?.
R: Los “tercetillos asonetados” no existen. Sí los tercetillos asonantados, porque riman en asonante: “Aunque resulta sencillo/ en consonante rimar/ el dichoso tercetillo”.

Si bien Garmendia fue, también, humorista gráfico, salió de su propia gracia dibujarse a sí mismo en un peculiar autorretrato en verso, con el que saludó  a los lectores de El Correo de Andalucía en junio de 1970 (el dibujo se publicó en el mismo medio en 1971):

Nací en Sevilla; mi apellido es vasco.
Vasca mi sangre, vasca mi figura.
Temo a la gente, la cordial me apura.
La palmada en la espalda me da asco.

La hembra me enerva; le doy bien al frasco.
Soy tímido a la vez que caradura.
De cuanto di, jamás pasé factura.
Cuando me pica la ilusión me arrasco.

Creo en Dios. Uso barba, como Cristo.
Como Judas también, como el demonio.
Me gusta el mundo y me horroriza el mundo.

Soy uno más. Me canso, luego existo.
Adoro a mi mujer, me llamo Antonio,
y me muero segundo tras segundo.

 (Texto: José María Morillo).

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Juan Segura Lobo, nace el 20 de Septiembre del 1913 en El Puerto de Santa María, hijo único de Manuel Segura Pérez natural de Puerto Real y Carmen Lobo Rodríguez de ésta. Su padre, Manuel, trabajaba de guardagujas en la línea Jerez-La Parra y allí vivía la familia hasta que decide dejar este trabajo y abrir una taberna de vinos en el centro de El Puerto. A partir de aquí, existen dos versiones: , según un informe de la policía, Manuel abre el bar ‘El Chorro’ el 19 de Mayo de 1922 y según la mutua laboral de trabajadores autónomos el 20 de abril de 1921. Sobre esa fecha Manuel alquila la casa situada en la calle Ganado núm. 23  -entonces calle de Calvo Sotelo-- para vivir en ella y también alquila el local situado en el número 9 de la mísma calle, donde comienza la aventura del bar.

El nombre ‘El Chorro’ creemos es debido a una fuente que había un poco más arriba donde hoy esta Bankia, antes Banco Central, esquina con la calle Larga. Juan tiene por entonces 7/8 años y estudia en el colegio de Ricardo Alcón situado en la planta superior del bar, también va a Bellas Artes y da clases de Francés en la calle Larga, hasta que cierra el colegio (no sabemos por qué ni el año) y su padre lo pone a trabajar en el bar ya que este va marchando bien y lo necesita para que le ayude.

En el interior del Bar El Chorro, el padre de nuestro protagonista, Rafael Álvarez Santander, suegro de Ricardo 'el de las gomas' y Juan con su hija mayor en brazos, María del Carmen.

Fruto de este periodo fructífero, el 28 de Mayo de 1941 Manuel compra la casa completa a la dueña: Vicenta Serrano; esta casa da a dos calles, Ganado y Ricardo Alcón, decidiendo entonces la familia irse a vivir a la planta superior y dejar la de abajo para el bar que aumenta el espacio a casi toda la planta colocando mesas y sillas en un patio interior; también alquila un local situado enfrente justo del bar que utiliza como almacén y donde coloca varios toneles de vino.

Juan, en Sevilla, con algunos compañeros de hostelería.

Entre el año 40 y 50 del siglo pasado, nuestro protagonista, Juan comienza a llevar el peso del bar y le vemos en algunas fotografías con otros empresarios de la hostelería de El Puerto en reuniones que hacían en Sevilla todos los años.

También, en estos años, en un desplazamiento a Málaga, Juan conoce a la que sería su esposa, Magdalena Mercader Pérez, una mujer maravillosa, guapa, simpática y querida por todos. Magdalena deja su Málaga natal y se casa con Juan el 17 de Junio de 1951 y en Diciembre de 1952 nace su primera hija María del Carmen, en 1955 Victoria, en 1957 Manoli y en 1961 el único varón, Enrique.

Durante cuatro décadas, el bar se llenaba de clientes sobre todo a la salida de los trabajadores de los bancos y comercios y también los domingos, cuando había toros, era un trasiego de gente entrando y saliendo.

En el año 1952 Manuel, ya mayor, pasa todos los poderes  del bar a nombre de su hijo. Pero en la década de los sesenta la venta de vino en estos locales empieza a decaer y en el año 1961 Juan pide permiso para poner un futbolín; más adelante, en 1967 también solicita permiso para poner un televisor, para animar un poco las ventas pero estas siguen bajando y el cierre era ya inevitable, creemos que entre 1972 y 1975 el bar ‘el Chorro’ cierra sus puertas.

De derecha a izquierda vemos a los hijos de Juan y Magdalena: Manoli, Victoria, Carloti (una prima) María del Carmen y Enrique. A la madre, Magdalena, la vemos situada entre una pareja amiga, al parecer en feria.

Juan alquila parte del local para ganar algún dinero a una tienda de electrodomésticos con el nombre de "La casa de los Martínez". Aunque Juan sigue vendiendo vino algún tiempo más en el local que tiene enfrente de su casa hasta que en el año 1982 aproximadamente cesa toda actividad. Ya en su jubilación Juan se dedica a dar largos paseos por la ciudad y no había obra que se estuviese realizando en El Puerto que él no conociera.

Juan al fondo de la imagen, con algunos clientes en primer término.

Era muy buen amigo de los dos hermanos Roque --el de la zapatería, ver nótula num. 675 en GdP-- y el de la droguería --ver nótula núm. 280 en GdP--, así como de Manolo Carrillo el vendedor de periódicos --ver nótula núm. 076 en GdP--. Aficionado a los toros, la playa, andar y el vino. Falleció el 21 de diciembre de 1999.

Nuestro agradecimiento a José Cordón Quintana.

Juan Segura Lobo, propietario del desaparecido Bar ‘El Chorro’, situado en la calle Ganado, con salida a Ricardo Alcón, en el centro de la imagen. A la derecha, su cuñado Enrique, casado con su hermana Magdalena. A la izquierda, Vicente, propietario de los desparecidos electrodomésticos ‘La Casa de los Martínez’. Agachados, su hijo Enrique y un amigo.

En próximas fechas, publicaremos en Gente del Puerto una nótula sobre Juan Segura y su afamado bar ‘El Chorro’.

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Papas en escándalo. /Foto: Universo Cádiz.

La primera mitad del siglo XX es el periodo histórico en el que se desarrolla el fenómeno del que les quiero hablar: la cocina de la posguerra en la Bahía de Cádiz y tratar de demostrar que esta es la base de muchos de los platos estrella de la gastronomía actual de la zona.

He bautizado a este fenómeno gastronómico y cultural con el nombre de la cocina de los tiesos, porque creo que es la mejor forma de definir a la gastronomía que se inventó en España después de la Guerra Civil, cuando se veía por la calle un muslito de pollo y la gente se ponía de rodillas ante el y le rezaba tres avemarías porque era un milagro, era como las caras de Belmez, pero en pollo.

Después de que Jesús de Nazaret multiplicara panes y peces, en la España de la Posguerra habría que hablar de otro milagro similar y fue el de la multiplicación de la leche de vaca, cuando se conseguía en las vaquerías, donde por entonces se compraba este producto, que un litro de leche, tras una masiva incorporación de agua del grifo, se convirtiera en siete u ocho. Aquella leche no era rica en Omega 3, en lo único que era rica era en H2O y tenía menos sabor que un huevo duro del Macdonalds. No me extrañaría a mi que aquellas vacas, cuando vieran lo que le sacaban de sus ubres, se convirtieran del tirón en vacas locas.

Estamos hablando de una España en la que el sinvergonzonerio de chiste se llevaba a su máximo expresión. La gente llevaba unos pantalones con una campana como las que cuelgan en la Catedral de Cádiz y con ello no buscaban que les diera el aire, sino que cupieran o cupiesen en su interior 20 o 30 kilos de garbanzos... Andando parecían Mazinger Zeta.

La guerra había provocado que muchas de las infraestructuras de España se vinieran abajo. Para colmo, Franco le dijo a los demás países ante la Segunda Guerra Mundial que el era neutral. Era la versión fina del caudillo que en el fondo le decía al mundo mundial: A mi plin que yo duermo en pikolin. Ante ello el mundo mundial desarrollado: europeos, comunistas y estadounidenses, cantaron a coro: A Paquito ‘el Chocolatero’ y todos sus españoles no le vamos a dar ni pan rallao para liar las croquetas.

España estaba aislada en lo político y en lo que son las cosas que llevarse a la boca. Surgen las cartillas de racionamiento, una fórmula de administrar los pocos víveres que había que el gobierno de Franco mantuvo hasta 1952 cuando España firma con Estados Unidos un acuerdo de cooperación que incluía la utilización de bases militares españolas. A cambio de dejarles aterrizar los aviones en Rota para que los americanos hagan sus putadas nos dieron leche en polvo, mantequilla y queso Cheddar que por lo visto les sobraba y ya no se lo comía ni la novia de Superman. Asimismo Argentina, también se apiadó de nosotros y nos mandaron algunos víveres. Luego también nos han mandado algún vivo.

Juan Eslava Galán, en su magnífico libro Tumbaollas y Hambrientos señala que a partir de ese momento, el acuerdo de 1952, se produce una mejora en la alimentación de los españoles, ya que finaliza el bloqueo a que lo habían sometido los países que habían intervenido en la Segunda Guerra Mundial.

Pero todos estos años de hambre real, en el que la gente se comía un mendrugo de pan duro con la misma rapidez que nosotros nos comemos un kilo de chocos del freidor, han dejado verdaderas joyas gastronómicas en la Bahía de Cádiz.

Es una cocina de pocos ingredientes en el que las especias y las verduras juegan un papel fundamental. La imaginación funciona a las mil maravillas y con tres papas, un pimiento, agua del grifo, un chorreón de algo parecido al aceite de oliva y media cebolla se crean platos con un nombre tan bonito, tan poético y tan definitorio de la situación como las papas en escándalo.

Como estaría la cosa que unas pocas papas aderezadas con el tripartito mediterráneo: cebolla, pimiento y tomate, eran tal alegría que se consideraban un escándalo. Era como la definición natural del andaluz: tieso pero contento. El Cádiz, la ciudad que sonríe, pero con más hambre.

Las papas en escándalo eran un plato humilde, pero con mucho color, como un día de feria en El Puerto, como si los trocitos de tomate y pimiento fueran los farolillos que cuelgan de las casetas y las papas estuvieran bailando unas sevillanas con un traje de faralaes de capas de cebolla y lunares de sal de las salinas.

Es la versión feliz, porque un hombre ya setentañero de El Puerto de Santa María me dio otro nombre para este plato y era el de las papas en columpio y se llamaban así porque en el plato de lo hondos había mucho caldo y tan sólo dos papas que se columpiaban en el medio.

...continúa leyendo "1.558. TIESOS. (I). Las papas al escándalo, al columpio, a la cachonda, o a la cochambrosa."

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Francisco Javier Fernández Gálvez nace en El Puerto el 26 de diciembre de 1971. Es el primero de los tres hermanos habido entre el matrimonio formado por Francisco Fernández --Paquito, camarero jubilado en Casa Paco Ceballos y otros lugares como La Galera o Buenavista-- y Araceli Gálvez.

Javier ha vivido en el centro y en la periferia, en el casco antiguo y en las zonas nuevas de El Puerto: desde las calles Cantarería y Jesús de los Milagros hasta las barriadas de Las Nieves y El Tejar. Ha estudiado en San Luis Gonzaga, aunque él prefiere afirmar «mejor asistí que estudié». Está casado con Rosario Carrascal y tiene dos hijas, Marta y Lidia.

Javier, con el popular cocinero, José Andrés.

ESPACIO GASTRONÓMICO DIGITAL.
Espacio gastronómico es un videoblog que se encuentra dentro del periódico digital Espacio Digital El Puerto donde Javier pretender llevar a sus seguidores,   a través del canal de video de internet YouTube, sitios y lugares de El Puerto relacionados con la gastronomía.  Fue mediante la amistad que le une con Pedro Monís como se adentra en el mundo de la comunicación y consigue hacer videorelatos de lo que ve, preguntando a sus protagonistas: los dueños de los establecimientos hosteleros: bares, cafeterías, restaurantes… El asunto no es tanto estar delante de una cámara sino mostrar lo que ven sus ojos a través de una cámara, que no es otra cosa que su afición por la hostelería: y es que visitar bares es uno de sus hobbies favoritos, quizás tanto como la cocina. Además, Javier escribe en Espacio Digital una columna relacionada con la gastronomía, «Creo es de lo único de lo que se y me gusta hablar».

Los reportajes se pueden visualizar aquí.

Entrevistando al crítico gastronómico y resonsable de la web Cosas de Comé, Pepe Monforte Ariza.

ASADOR BIENMESABE.
Javier abrió el Asador ‘Bienmesabe’ el 2 de diciembre de hace, dentro de poco, siete años. Aquel viernes del año 2005 llovía a mares. Pero desde aquel primer día tuvo una aceptación que ni en sus mejores prospectivas pensó que podría alcanzar. Con anterioridad trabajó en el asador Pío Pío, en la barriada Malacara, siendo su amigo Manuel quien le introdujo en el mundo de los asadores de pollos.

De camarero, en sus comienzos en el Hotel Del Mar.

Allí aprendió una máxima que ha llevado a su proyecto empresarial: ‘Si no te mueves, no te ven’. Trabajó, igualmente, en el Churrasco, en Valdelagrana y como camarero en el Hotel Del Mar.

«Bienmesabe es un sueño hecho realidad, el de dedicarme a lo que mas me gusta, con los mejores socios: mi familia. Creo que es el sueño perfecto. La hostelería es mi pasión, mas que mi trabajo y a lo único que me he dedicado en toda mi vida. Dentro de la hostelería, disfruto tanto en el servicio en una mesa como una barra y no digo nada de la cocina. Este proyecto no lo disfruto yo solo mi mujer y mi hija me acompañan desde que empecé esta andadura, y hoy día también tenemos un compañero, Joaquín, trabajador nuestro. Siempre digo que las locuras que  se me ocurren, no tendrían sentido si éstos no me acompañaran».

Con el que fuera portero del Racing Club Portuense, Edu Villegas.

El primer equipo local de fútbol, con una camiseta del Asador Bienmesabe.

DEL POLLO Y EL PESCAÍTO AL COCHINILLO.
Javier ha convertido el Asador en un lugar de encuentro, no es solo el lugar para el desavío cuando no ha dado tiempo de cocinar o no apetece, sino que lo ha convertido en un momento especial de la semana donde la visita se convierte en un aliciente. Y es que «siempre trabajo para que nuestros amigos se lleven lo que ellos quieren comprar, no lo que nosotros necesitamos vender». Y así el Asador es un lugar para resolver momentos especiales, donde además tienen conejo asado y cochinillo asado, algo que no es frecuente encontrar en El Puerto.

Entre pollo y pollo, un cochinillo asado. /Foto: Kiko Galo.

«Hacemos lo imposible por tener productos de primera calidad, tanto nuestros pollos como nuestro ‘pescaíto frito’. Siempre con una meta, una idea. Yo si intento imitar… imito los comercios antiguos los antiguos Freidores de Pescado, --las freidurías, dicho en plan fino-- como aquella situada en la calle Jesús de los Milagros frente al lugar donde vendían las entradas para los toros, hoy pub ‘La Taquilla’, que tantos recuerdos me trae de mi niñez. Imitar si, pero dándole mi impronta, mi forma de entender la hostelería, donde los clientes son amigos. Y viceversa»

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Luis Sánchez Jiménez, familia de los ‘Churrasca’ y Ana María Galván Ruiz están ligados a la hostelería desde la adolescencia. Ambos se conocieron en el desaparecido Hotel Meliá Caballo Blanco --él era recepcionista y ella una de las primeras camareras de comedor con las que contó el hotel-- allí se hicieron novios y allí conocieron una profesión que ya no abandonarían. Ana María es, además, una excelente cocinera, que domina como nadie la cocina de cuchara.

Luis Sánchez, recepcionista en el Caballo Blanco, con 14 años.

Ana María Galván, camarera de comedor en el Caballo Blanco y en una foto de los desparecidos Estudios Garpre que estaban en la calle Luna abajo.

HUIDOS POR AMOR.
Luis y Ana María se escaparon de El Puerto para casarse. Ambos eran menores de edad --la mayoría de edad estaba en 1974 en los 21 años-- y dado que los padres de Luis no aceptaban la boda, se fueron en tren desde Jerez a Sevilla y desde Sevilla a Barcelona, en el tren correo conocido como ‘el catalán’. Aquella noche se celebraba la festividad de la patrona de los camareros, Santa Marta, en la desaparecida caseta de Crevillet ‘Tierra, Mar y Vino’ y aprovecharon la ocasión.

Una vez en Barcelona avisaron a los compañeros del hotel Caballo Blanco que estaban bien y esa llamada alertó a la Policía --la familia de él había denunciado su desaparición--. Una vez el padre de Luis dio su autorización, se celebró la boda en la iglesia de la Llagosta, municipio de la comarca del Vallés Oriental, situado en la provincia de Barcelona.

En Barcelona, el joven matrimonio paseando por sus calles.

Veinticinco años después, en las bodas de plata, Luis quiso homenajear a su mujer y celebrar con todos los compañeros del hotel que no asistieron a la boda la misa y banquete del recuerdo de aquella ceremonia que se celebró lejos de El Puerto. El matrimonio tiene tres hijos.

HOSTELERÍA PARA SIEMPRE.
Volviendo a Barcelona, Luis se buscó la vida como camarero --atrás quedaba el oficio de recepcionista en el Caballo Blanco-- en el Área de Servicio ‘Medas Montcada’ en la salida de la autopista de Montcada/Reixac. Tocaría también la hostelería mas adelante en El Puerto y Jerez en el Hogar de Pensionista, y trabajando con Juan Espinosa (ver nótula núm. 321 en GdP) en el Bar Guadebro, en el Kiosko de Murga en el Parque Calderón, en el Centro de Recursos Ambientales (antiguo Tiro de Pichón) y alguno más.

El hostal Alhaha Playa, propiedadel matrimonio, en las Dunas de San Antón.

Y en los hoteles canarios Meliá Puerto de la Cruz, hotel La Geria y hotel Morromar en Lanzarote. En El Puerto llevó la recepción del Hotel Puerto Sherry, entonces hotel Yacht Club, el hotel Campomar y, desde el año 2005 el hostal Alhaja Playa, en las dunas de San Antón, en la urbanización del mismo nombre, propiedad del matrimonio.

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Un total de 35 bares de El Puerto, --un hito en las convocatorias de este tipo en la Ciudad-- con presencia de establecimientos de casi todas las zonas de la ciudad, participan desde el pasado jueves día 18 de octubre y hasta el 16 de diciembre en una nueva edición de la ruta gastronómica “De Tapeo por El Puerto”. La iniciativa está dirigida por el que fuera presidente de ACOCÉN y  presidente fundador de HOSPOR, el propietario de la cafetería-pub “Milord”, Juan Manuel Franco del Valle (Maestro Coctelero). Colabora con el evento gastronómico la bodega Osborne, permaneciendo al margen administraciones públicas ni asociación de empresarios alguna.

Cada establecimiento participante ofrecerá al menos una tapa acompañada de bebida a un precio único de 2,5 euros en las barras de los bares que se integran en la iniciativa empresarial. /En la imagen de la izquierda, Juan Franco del Valle, organizador de la iniciativa empresarial.

Alborada
Cojonudo Rollitos Kati
C/ Arión, 5

La Andana
Guiso del día
C/ Misericordía, 9

Andalusi Restaurant
Milhojas de Cordero Mermel, Dátiles y Frutas rojas
Micaela Aramburu, 3

La Bodeguilla del Club de Rugby
Ajo caliente, Garbanzos con acelgas
C/ La Palma, 23

Antojito
Chimichanga
Avda. Bajamar, 6

La Fuentecilla
Pimiento del Piquillo relleno
(C/ Estuario, 7) Pol. Ind. Las Salinas

Apolo
Tortilla Apolo
C/ Palacios, 44

...continúa leyendo "1.533. DE TAPEO POR EL PUERTO. Del18 de Octubre al 16 de Diciembre."

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El 4 de mayo es el 124.º día del año en el calendario gregoriano. Aquel día de 1994, hace 18 años, se reunía la entonces activa tertulia de ‘Una Alto en el Camino’ que contaba con la presencia del consejero delegado de ‘Impulsa El Puerto, S.L’, José Gijón Gallego, estando también presente el entonces Coordinador de los Servicios Municipales de Fomento, Antonio Caraballo, siendo alcalde Hernán Díaz Cortés, de Independientes Portuenses,  merced al pacto de gobierno alcanzado con el PSOE para el mandato 1991-1995.

De izquierda a derecha, el entonces gerente de Impulsa El Puerto, José Gijón Gallego, el propietario de 'Un Alto en el Camino', Manuel Jesús González Reyes y el entonces Coordinador del Área de Fomento, Antonio Caraballo Crespo. /foto: Fito Carreto.

Los temas centrales de la tertulia fueron la fusión de la Caja de Ahorros de Jerez por absorción de la Caja San Fernando de Sevilla, (José Gijón provenía de dicha entidad financiera) que pasaría a denominarse Caja San Fernando Sevilla-Jerez, y que luego derivaría en Caja Sol y ahora se denomina Banca Cívica. Entre los asistentes interesaba conocer porque se había constituido Impulsa El Puerto como sociedad limitada y no anónima, planteando algunos sus dudas sobre el futuro de esta empresa pública municipal.

El ambiente estuvo caldeado por los acontecimientos de corrupción política y económica que salieron a la luz aquel 4 de mayo de 1994, hace 18 años:  Manuel de la Concha ex síndico de la Bolsa de Madrid y socio fundador del Banco de Inversiones Ibercorp y a Mariano Rubio, ex gobernador del Banco de España,  fueron detenidos por orden de los fiscales del 'caso Rubio', que habían presentado una querella por delito fiscal y falsedad documental continuada, puestos a disposición judicial, y llevados a la cárcel de Carabanchel y días más tarde a la de Alcalá-Meco, siendo procesados ambos por los denominados ‘caso Ibercorp’ y ‘caso Rubio’. De la Concha, para quien la fiscalía pedía 15 años de prisión en el ‘caso Ibercorp’  que se vio reducida a un año tras un acuerdo entre la defensa y el fiscal. No fue a la cárcel a pesar de estar condenado dos veces,  tras una nueva condena de seis años en el ‘Caso Rubio’. Mariano Rubio estuvo poco tiempo en prisión.

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El establecimiento de Pepe Fernandez (ver nótula núm. 122 en GdP) situado en la Finca Santa Elisa (junto al Molino Platero) estrena propuestas con un toque de humor como la tortilla campera sobre fondo de Duralex o las brochetitas de salmón y piña “sin terminar”

El restaurante Bar Jamón acaba de estrenar una nueva carta de tapas con 24 propuestas todas al mismo precio, 2,5 euros. Además estas se pueden tomar en todo el establecimiento, tanto en la barra como en los comedores. La lista es muy variada con el toque clásico que caracteriza al establecimiento y con algunos de sus clásicos presentes como la berza o el solomillo ibérico al queso manchego aunque hay muchos estrenos y además con un llamativo toque de humor.

Así se propone probar una tortilla campera “sobre fondo de Duralex” que no es otra cosa que unos platos de los que existían a finales del siglo XX de color transparente y con una decoración en los bordes. Así la tortilla, como explica Pepe Fernández, el propietario del establecimiento, se sirve sobre uno de estos platos reproducciones de los antiguos.

Las croquetas del puchero “en transparencia” son unas croquetas clásicas aunque presentadas en un vaso de cristal transparente mientras que la brocheta de salmón y piña sin terminar, viene con los tacos sin poner aún en el palillo que la sostiene, que se sirve en el plato. Así es más fácil de comer y se juega también con el toque de humor.

Otro de los estrenos de la carta es una serie de platos que se proponen para compartir. Así se puede elegir entre 3 grupos de platos de los que los comensales eligen 5, con la única condición que sean del grupo que han elegido. Hay un grupo a 18 euros los cinco platos, otro a 22 y otro a 25. El menú en los tres casos incluye postre y una bebida por persona dentro del precio.

El establecimiento mantiene además su carta de restaurante. Si quiere ver la lista completa de tapas de la nueva carta y las tres propuestas de platos para compartir pulse en el recuadro de la izquierda, donde aparecen las nuevas propuestas en formato ampliado. (Texto: Pepe Monforte).


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David Oliva Villar, 'el Niño Villar', lleva 32 años bailando y cantando. Con dos discos grabados y el tercero para este año, la afición le vino a David con cuatro o cinco años y es que pertenece a dos familias de aristas: los Oliva y los Villar; por un lado, los cantes rancios y por el otro los de fiesta o de compás. Y es que su familia destaca en el flamenco en tres facetas: el cante, el baile y la guitarra.

Con seis años sus padres lo llevan a la Feria de Ganado y le cantaba a los turistas extranjeros subido en lo alto de una bota de vino. Con diez años empezará a cantar y bailar en tablaos, salas rocieras, salas de fiestas, fiestas particulares... A los dieciséis se marcha a Barcelona a actuar y a los veinte a Madrid, donde permanece un año entero en los tablaos y salas de fiestas: Al Andalus,  Faralaes, Los Cuatro Puntales, etc... acompañado del guitarrista Manolo de Badajoz.

A los diecinueve años graba su primer disco junto al grupo porteño 'Solera Fina' con el título 'Juglares de Andalucía'. Con años su segundo disco: 'Querida amiga', ambos grabados en Cordoba y presentados en Barcelona en la Discoteca Up & Down.

'El Niño Villar' ha acompañado en el baile a 'Los Romeros de la Puebla' y a 'Los Marismeños', así como cantando y bailando para el grupo 'El Canto del Loco' en la Peña Flamenca 'El Chumi'. Tanto en esta peña como en la de Tomás 'el Nitri' nuestro protagonista se ha prodigado con frecuencia, llegando a tener cuatro actuaciones consecutivas en un mes.

'El Niño Villar' ha compartido cartel con consolidados artistas tales como 'el Nano de Jerez' y su hermano 'el Gordo', María José Santiago, la familia Carpio, Juani Loro, José Gálvez, Juan Valenzuela, 'el Boquerón' hermano de 'Camarón de la Isla', Manolo Simón, 'el Gitano de Bronce', 'el Pescaílla de Jerez', Concha y Sara Baras, Manuel de los Ríos 'el Lokito', corona de Puerto Real, 'el Forestal', 'el Almendro', 'el Ruiseñor de Paterna', 'Caracolillo', Rufino, el Cachorro', Los Marismeños, Requiebros, Ecos del Rocío, Romeros de la Puebla, Ecos de las Marismas, Amigos de Gines, Sal Marina, Los del Río, Rumba Tres, Las Carlostas, El Mani, María de la Colina, Manolo Orta, Zamarra.

David Oliva con José Cortés, 'Pansequito' en El Rincón del Arte. Ver nótula 131 en Gente del Puerto.

Con el torero local José Luis Fernández Feria, 'Galloso'. Ver nótula núm. 368 en Gente del Puerto.

...continúa leyendo "1.517. DAVID OLIVA. ‘El Niño Villar’"

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Isabel Andrés con la tarta Selva Negra, y la tarta típica del Puerto, dos de los productos que hicieron famosa a la firma y que ahora han recuperado.

La pastelería Selva Negra, una conocida confitería de El Puerto de Santa María ha vuelto a abrir despacho en la ciudad y de la mano de la misma familia que la tenía. El establecimiento está situado en el número 20 de la avenida de La Libertad, en la zona nueva de El Puerto y cuenta con obrador propio tanto de pastelería como de panadería. Además, el local, ofrece  cafetería propia donde se puede desayunar o merendar con pan o disfrutando de las especialidades de bollería y confitería que elaboran.

El nuevo despacho abre de la mano de Isabel Andrés Calvo, que ya era copropietaria junto a su ex marido, Fernando Jiménez cuando se fundó la empresa en 1986 y sus hijos, Fernando Jiménez Andrés que es el maestro pastelero y Jennifer Jiménez Andrés, que se encarga de atender el establecimiento que tienen en Jerez.

La vuelta a la actividad de la familia al ramo de la pastelería, después de que cerraran su establecimiento en El Puerto en el año 2006, situado en la plaza de España, frente a la Iglesia Mayor,  se produjo en 2011 cuando adquirieron el obrador de panadería y pastelería “Delicia Rosa”. Bajo esta enseña cuentan con otros dos establecimientos, uno en la calle Porvera número 31, en Jerez, y otro en el centro comercial El Paseo en El Puerto de Santa María.

La tarta de frutas, una de las especialidades de la pastelería.

En el inicio del verano han añadido este tercer establecimiento pero para él han preferido escoger el antiguo nombre de la empresa “Selva Negra” ya que “con él somos  muy conocidos en la ciudad y queremos mantenerlo” señala Isabel Andrés.
En principio la idea de la pastelería es mantener los dos nombres, el de Delicia Rosa y el de Selva Negra, aunque ya han unificado los productos que tienen, que son los mismos en todos los establecimientos. Isabel señala que han decidido mantener la línea de panadería artesanal que había ya puesto en marcha Delicia Rosa . Así cuentan con panes de estilo gallego que elaboran ellos mismos en el obrador de Arcos, además pan de campo, multicereales u otros tipos de piezas especiales.

A ello han unido los pasteles y tartas que ya tenía en su catálogo Selva Negra. De la elaboración se ocupa Fernando Jiménez Andrés, el hijo de Isabel. El continúa haciendo la famosa tarta “Selva Negra” que le dió nombre a la pastelería. Es una especialidad alemana aunque la familia la conoció cuando estuvieron en Venezuela. Fernando la elabora de la forma clásico utilizando incluso amarenas, unas guindas salvajes que se obtienen en los bosques de Centroeuropa, además de guindas españolas. La tarta lleva más ingredientes como chocolate, nata trufada y un bizcocho también de chocolate.

La mousse de chocolate y el pocito, dos de las especialidades de Selva Negra.

TARTA TÍPICA DEL PUERTO.
Selva Negra también era muy conocida por elaborar la “tarta típica de El Puerto” que han vuelto a fabricar ahora, incluso con la misma caja. Se trata de una tarta de almendras que se adorna con  mermelada de frambuesas. Isabel Andrés señala que puede “recordar en textura a la tarta de Santiago. La hicimos así, con mucha almendra, porque encontramos datos de que en El Puerto de Santa María había mucho cultivo de este producto”. La tarta es idónea para regalar como recuerdo ya que está en perfecto estado durante 3 semanas sin necesitar frío y es fácilmente transportable.

Junto a las tartas, que es una de las especialidades de Fernando Jiménez, los bollos y también dulces típicos de la zona. Así elaboran su propia versión de un dulce muy famoso en Jerez, el pocito, que lleva una base de pasta brisa sobre la que se coloca una especie de crema pastelera rodeada de un fino bizcocho, muy parecido a la lengua de gato. Por encima se espolvorea con canela. Las especialidades que tienen más éxito, además de el pocito, son la mousse de chocolate o la de limón o el surtido de pastelería francesa. (Texto y Fotos: Pepe Monforte).

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Juan Pablo Jareño es un portuense nacido en Cádiz, que estudió en San Felipe Neri y que, en la actualidad, vive en Tenerife. A nuestra Ciudad llegó en 1978 siendo uno de los disk-jockeys mas conocidos de la zona. Hermano del actual Decano del Colegio de Abogados de la provincia, José Manuel Jareño, tiene una relación con Eva Saiz Guerrero.

En nuestra Ciudad inauguraría discotecas --detrás de los mandos musicales-- tales como Safos, Eclipse (de Alexis Ruiz, presidente de Discotecas y Salas de Fiestas de Andalucía) y Pantalan K, en Puerto Sherry. Ha trabajado, también, en El Puerto en El Jardín, Pachá, Joy Sherry, El Oasis, Bar La Ribera, April Discoteca, en Rota, también bajo la dirección de Alexis Ruiz y muchas más.

En la imagen de la izquierda, en April Discoteque, en Rota y a la derecha, con Miss España, Rocío Martín y sus damas.

Sus mas de 25 años de disc-jockey profesional comenzó en El Puerto en la Boite-Discoteca El Papagayo, en Fuenterrabía. En la actualidad ejerce como embajador de  nuestra ciudad en Tenerife.

El 20 de enero de 1961 se reunían unos amigos y clientes coincidentes en el desaparecido Tabernón Sánchez, en la confluencia de las calles Ganado y Melero, mientras degustaban los vinos de la Bodega González Rico, cuya solera hoy mantienen en la calle Misericordia la familia Basteiro. /Foto: Colección V.G.L.

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