
De izquierda a derecha, Cordón, Vela, Mosco, Koky y Juande.
Miguel Lobato Quintero, representante de artistas y manager del que sería el Grupo Blend, es el autor de la idea, del nombre del grupo. Blend, en inglés, significa mezcla, combinación, armonía. En los comienzos se llamó Blend 73, año en el que se creó, aunque con el tiempo se acabaría prescindiendo del año. Los cinco componentes serían José Manuel Vela, al bajo (hoy concejal de Izquierda Unida); Juan de Dios Nogués, a la batería; Pepe Cordón a la guitarra, Manolo ‘Mosco’ del Pino teclado, y Francisco Ramírez Tallón ‘Koky’, con nótula 349 en GdP, a la guitarra.
Ese año de 1973 Bodegas Osborne adquiere las Bodegas Montecillo en La Rioja. La Academia de Bellas Artes accede, mediante acuerdo plenario del Ayuntamiento de febrero de 1973 a la cuarta sede de la institución, en la calle Pagador, 1 en la casa del Marqués de la Candia. Los Charlots, de José Luis Arniz, obtienen el primer premio provincial de comparsas en las Fiestas Típicas Gaditanas (actuales carnavales) de Cádiz. (En la imagen, anuncio en Diario de Cádiz).
Se graban en El Puerto diferentes capítulos de la serie de TVE ‘Rito y Geografía del Cante’, colección de ‘incunables audiovisuales sobre el cante flamenco. El torero José Luis Galloso encarnará al rey Melchor en la Cabalgata de los Reyes Magos de El Puerto. Fallece el Padre Pedro Guerrero González, S.J., el 3 de septiembre. En la misma fecha, pero de 2001, se inicia la Causa de Beatificación.

De izquierda a derecha, Vela, Koky, Juande y Mosco. Grupo Blend en 1974.
Comienzan a ensayar en la calle Larga, en casa de Koky, y también en el Club Juvenil ‘Virgen de los Milagros’ de la Iglesia Mayor, donde tuvieron durante un tiempo guardados los equipos. Al poco surge el primer contrato: Morón de la Frontera (Sevilla), por mediación de su representante, Miguel Lobato, con nótula núm. 539 en GdP. Tuvieron tal éxito que tuvieron que repetir --todos los domingos-- durante varios meses. El lugar de la actuación fueron las Piscinas Municipales (cartel en la imagen de la izquierda) , alcanzando en poco tiempo bastante número de fans. El público los reclamaba. Al año de la creación de Blend 73 Pepe Cordón abandona el grupo Pepe Cordón, reduciéndose a cuatro componentes.
Los contratos siguen surgiendo: Jimena, Algeciras, Cádiz, Sevilla, … la compenetración y experiencia del grupo va en aumento. En 1975, José Manuel Vela y Manolo del Pino deciden abandonar el grupo, también por motivos de estudio y trabajo, incorporándose José Luis Parra con el bajo y Juan Carlos Dueñas, a los teclados.

El grupo queda así compuesto por Peli Parra, Juande Nogués, Dueñas y Koky, funcionando con esta configuración hasta el año 1978, ya que ese año Juan Carlos Dueñas pasa a formar parte de la orquesta de Los Marismeños. Se marcha, igualmente Juande Nogués y se incorpora como batería José Manuel Algeciras, comenzando una nueva etapa del grupo, denominándose Trío Blend.
Empieza así una nueva etapa a partir de ese año. En principio la gente no estaba acostumbrada a ver en un escenario de feria o en una sala de fiestas a tres músicos. Los habitual eran orquestas de al menos cinco componentes. Progresivamente, debido al cambio de estilo, canciones personales, la influencia de los grupos de la época… obtienen cada vez más contratos.

El trabajo era a veces agobiante ya que, además de la música había que atender las otras obligaciones profesionales. Blend, como trío, había diferentes estilos: para la juventud, temas de Alan Parsons Projet, Triana, E.L.O., …; para mayores: boleros, pasodobles, Alberto Cortez, …
Otro estilo que pusieron de moda fue el country. El trío Blend llegó a tocar diariamente en el Club de Suboficiales de la Base Naval de Rota. Llegaron a acompañar en sus giras a grupos flamencos o rocieros como Los Doñana, Salmarina, Los Peregrinos, e incluso al cantautor local José Luis Arniz.

En 1985 vivieron su última etapa. Blend tenía un contrato firmado para actuar en la Feria de Ceuta pero la mayoría de los integrantes del mismo no pudieron asistir por diferentes circunstancias. José Manuel Algeciras, el batería no podía estar los nueve días del contrato por razones laborales, por lo que recurrieron a una caja de ritmos electrónicos.
Así, se incorporó el ya desaparecido Joaquín ‘Macandito’ como guitarra y voz, junto a Koky con los teclados, caja de ritmos y voz, Juan Caílla bajo y voz y Peli Parra, guitarra y voz. Cualquier parecido con la realidad era pura coincidencia: no se parecían en nada a Blend, pero como pudieron salieron del trance.

De izquierda a derecha, Joaquín, Koky, Peli y Cailla, en la Feria de Ceuta en 1985.
A partir de ahí vivirían su disolución como grupo, aunque, años después, volverían a juntarse para improvisadas actuaciones revival, y algunas fiestas con estética de aquel principio del último cuarto del siglo XX.
COMPONENTES
- José Manuel Vela Cordones, componente fundador, guitarra bajo y voz, estuvo en "Blend 73" desde sus comienzos año 1973 hasta 1975.
 - Pepe Cordón, también fundador del grupo en 1973, toca la guitarra y voz, estuvo desde el principio hasta 1974.
 - Francisco Ramirez ‘Koky’, fundador del grupo, guitarra y voz, estuvo desde los comienzos hasta el final. Blend 73, Grupo Blend y Blend Trío.
 - Juan de Dios Nogués ‘Juande’, fundador del grupo, batería y voz, perteneció a Blend 73 hasta 1975.
 - Manuel del Pino "Mosco", fundador, cantante y teclados, desde el comienzo del grupo en 1973 hasta que decide abandonarlo en 1975
 - Juan Carlos Dueñas Redondo, piano, teclados y voz, entra en el grupo en 1975 sustituyendo a Miguel del Pino. Estuvo desde 1975 hasta 1978 año en el que lo contrataron Los Marismeños.
 - José Luis Parra ‘Peli’, bajo y voz, está en el grupo desde 1975 sustituyendo a José Manuel Vela hasta el final, Blend 73, Grupo Blend y Trio Blend.
 - José Manuel Algeciras, batería y voz, cantante, se incorporó en el grupo en 1978 y refunda junto con Koky y Peli el Grupo Blend como trío. (Texto: Francisco Ramírez Tallón).
 

			
		
		
		
	


LA MÚSICA FLUYE: LOS STARFIS.
DESDE ‘LOS STOLIN’ A ‘FOUR’.







No lo puedo evitar: soy del Puerto de Santa María. De un Puerto que no reconozco en estas calles peatonales repletas de motos, bicicletas y semáforos que guiñan en ámbar; de tiendas que “se traspasan”, de casas con cerrojos dobles y multitud de foráneos en pantalones cortos que miran escaparates, vagabundean preguntones con el dinero justo para una mariscada de gambas sin cabezas en Romerijo. De esa calle Luna desconocida que, a medida que se aleja del muelle, más desierta parece; de la primitiva Larga, cada vez más corta, estrecha y custodiada ahora por espantapaseantes verdes que tapan fachadas de edificios emblemáticos, derribados o a punto de caerse por abandono de sus propietarios; de esa Pescadería reconvertida por exigencias del guión turístico en una inmensa bolsa de aparcamiento.
Ni siquiera queda albero en la plaza de Peral. Se ha enlosado, quizás para que el genial don Pedro Muñoz Seca pasee sin ensuciarse sus recién estrenados zapatos de bronce, ahora que le pusieron piernas; aunque el injerto quede poco disimulado. De los azulejos de la tramoya decorativa del foro semicircular donde se ubica aún se vislumbra la frescura y el misterio que tuvieron antaño. En las pérgolas laterales, bajo la densa enredadera de buganvillas se reunían las pandillas del centro y de la placilla. Recuerdo que en las largas esperas confeccionábamos collares y pulseras con las hojas escamosas de las viejas Araucarias, después de terminar la merienda de pan con carne de membrillo o aceite y azúcar (poco aceite y poca azúcar). Jugábamos a la palmá y al coger. El palomar, que sólo tuvo palomas un año, lo utilizaban los jardineros como cuarto de aperos; como prisión, la chiquillería, porque su poyete generoso dejaba espacio para el asiento, a medida que se iba llenando de cogidos a la espera de la palmada que los liberase.
El último comentario de 

No sé cuándo ni dónde aprendí a leer. Si fue con los susurros amables de la señorita María Luisa o con las voces del ogro cojo. Sólo sé que me encantaban los sábados por la mañana, cuando me acercaba a la papelería de Cortés y preguntaba si había venido el cuadernillo apaisado del Capitán Trueno, con carpetilla iluminada e interior en blanco y negro. Del TBO me gustaba  hasta los increíbles disparates del profesor Frank de Copenhague. Mis hermanos eran más de Roberto Alcázar y Pedrín. Mi padre leía El Coyote, sólo para poder dormir por las noches, abatido por un disparo perdido… Hasta los siete años viví entre algodones. Fue durante la primera quincena de aquel florido mayo, cuando renuncié a Satanás, a sus pompas y a sus obras, y prometí seguir siempre a Jesucristo.




GEOMETRÍA PASO A PASO. (Ed. Tebar).
LA LÁPIDA TEMPLARIA DESCIFRADA. (Ed. Zenith).
	
Alberto Boutellier Caparrós nació el 31 de octubre de 1933, en Málaga. Lleva viviendo entre nosotros, desde 1975, es decir desde hace 35 años, casi la mitad de su vida. Con pocos meses sus padres le llevaron a Melilla, donde a los tres años pudo vivir el desastre de la guerra incivil. Del matrimonio formado por sus padres, Alberto y María Antonia, nacieron 6 hermanos de los que Alberto es el mayor, dos de ellos fallecidos a los pocos años de vida, fueron enterrados en los cementerios de Larache y Alcazarquivir, donde eventualmente vivieron sus padres. En la actualidad solo son dos hermanos los que sobreviven.
SU PRIMER CARNET DE CONDUCIR.
La carretera existente, cuyas condiciones en aquellos años y la orografía del terreno, la hacían apta solo para conductores experimentados. Yo había conducido durante 4 o cinco kms. en una sola ocasión, un jeep,  por un carril terrizo y sin dificultades, era todo mi bagaje como conductor.

SU FAMILIA EN EL PUERTO.


Tiene iniciados e inconclusos, una autobiografía, una novela costumbrista, y una novela histórica. «--También estoy escribiendo poesía por si algún día, me sale una buena y las encuaderno. He descubierto cómo la poesía es una expresión de nuestras ideas, emociones y fundamentalmente de nuestros sentimientos, y llegados a este momento me he dicho, tu también lo puedes hacer». (En la imagen de la izquierda, con su mujer, en una recordada foto de novios).
Posiblemente fue, con aquella ¿música? que tocaba a finales de los setenta del siglo pasado, un adelantado a su tiempo. Lo que hacía entonces lo hacen hoy, con éxito algunos grupos actuales: una extraña melange en la que la ¿música? es el hilo conductor. Aun recordamos aquellas actuaciones, en medio del escenario, con un mapa lunar y una varita, señalando para un indeterminado lugar de la Luna. (En la imagen de la izquierda, con la capa azul y con estrellas que usaba en sus actuaciones y con la que incluso se casó en la Prioral).

Cuenta Juan Fernández, de Bornos, uno de los organizadores del ‘Festival Rock Lago 81’ que «estando en El Puerto de Santa María de pegada de carteles, se nos acercaron unos colegas y nos dijeron que eran componentes de una gran banda y que vendrían gratis como teloneros del Festival: “Chiqui Fly Travel Nirvana” (¡¡Que tios mas malos, pero ellos disfrutaron!!)».

Allá por el año 2000, Pepe Delgado entra en contacto con Paula Haynes, compañera de facultad en Sevilla y cantante con quien queda para ensayar unos bluses tras haberla visto y oido en directo  junto a Juan Arias, miembro de la Caledonia Blues Band. En esas tardes sevillanas de blues y cafés invitan a Javier Delgado, compañero también de la facultad y bajista interesado en el Jazz. Juan Arias iba y venía y sin saberlo supervisaba unas sesiones que mas tarde y junto a Manuel Vergne a la batería se convertirían en el repertorio básico de un cuarteto orientado al blues y los standards de Swing, con ecos de Louis Armstrong, Ella Fitzgerald y Billie Holiday.



SESION #1 se publica el 2 de Marzo de 2006 y se presenta en directo en Abril en El Puerto de Santa María y Sevilla respectivamente , contando esta ultima presentación con la participación de invitados de la talla de Paula Haynes (Charmers) y Michael Lindner (Caledonia Blues Band). A partir de este momento la banda sigue tocando en directo allá donde surja la oportunidad, improvisando el repertorio noche tras noche y manteniendo la frescura y naturalidad que les caracteriza y tanto gusta al publico.
Aún ignoro cómo pude vivir sin conciencia de oprimido en una España con miedo. Creo que la libertad siempre estuvo dormida en los cantos de sirena de la FEN  (foto de la izquierda, portada de libro) (1), de espalda a los embates de una guerra por el poder (2) cuyas estrategias se elaboraban dentro y fuera del país. Ahora, desaparecida la clandestinidad, reconozco que nuestros juegos eran más divertidos. Estaban en la calle, a cara descubierta. De seis a ocho, en la plaza de Peral, el Parque o la Victoria, y llevaban el sello de la música.? Éramos adictos a las 45 revoluciones, a los poemas endulzados con melodías recurrentes, progresiones de palabras que cierran un mensaje sonoro; sólo dos, tres estrofas, y el estribillo que martillea el tema central. Tal como estaba el asunto nacional, eran breves panfletos, que me llevaron a la poesía. Primero, los poetas malditos: Rimbaud, Mallarmé, Lelian, Baudelaire, Bertolt Brecht y Walt Whitman, leídos en traducciones de reticente similitud con el original. Después, los maestros: Juan Ramón Jiménez, Antonio y Manuel Machado (3); terminando en brazos de los místicos: Fray Luis de León, san Juan de la Cruz y Tagore (4).
Aunque seguíamos el camino marcado por lo exterior, no caímos en la trampa de los majatmas, gurús y swamis que aseguraban dar el conocimiento con un leve toque en la frente, suficiente para abrir el tercer ojo. Conocimos al Maharishi Mahesh Yogi (en la imagen de la izquierda, poco antes de morir, en 2008, con 91 años), responsable de que George Harrison renunciara a su maravillosa guitarra eléctrica para tañir el incomprensible sitar (5), tocado por la languidez de los semitonos. La paz fundamental, de Jiddu Krishnamurti (6), me descubrió el camino hacia mí mismo; aceptándome tal cual era y tratando de proyectarme a los demás. Eran los años de Medusa (7). Allí traté al admirado José Luis Tejada (8) y al erudito Manuel Martínez Alonso, ¡cuántas veces habré releído su antología de textos del Puerto en la Literatura! (En la ilustración de más abajo, obra de Torres Brú). Poco tiempo después, y ante el empuje de los jóvenes, José Ignacio Buhígas, Monguió, los Poullet (9) y muchos más, se montó Menfis.
Conocí a Abrahám, Pepo y Juanófeles. Pistón vino más tarde, junto con Inma, Conchi, Maricarmen y Mila. En un ambiente en que lo intelectual estaba mal visto y pocos lo practicaban, fundamos el Panteón, en la Granja de san Javier. Un lugar de reunión con cierto aire de hapening (10), antecesor del performance y de la improvisación. No creo que supiéramos lo que queríamos porque nos movíamos por impulsos, por un arraigado sentido de la imitación. Éramos hippies frustrados que nos perdimos la movida de Wight y el concierto de Woostock, bañarnos en bola picada en Ibiza y Formentera, y no contentábamos con oír el LP de Santana o Jimi Hendrix; con el alma, bien alimentada de música por la “US Navy radio”. Leía entonces La ciudad y los perros, Los cien años de soledad (11), Los cipreses creen en dios (12), y cualquier novela recomendada por aquel Círculo de Lectores que seleccionaba obras por nosotros?Cansado de las historias que no eran mías, me decanté por el ensayo literario: ¡Estaba tan obsesionado con Martín Bueno, mártir que lo tenía en la cabecera de mi cama! Busqué en la generación del 98 otros referentes; pero, no pudo entender entonces los paisajes de Baroja o la densidad alquitranosa de sus personajes. Del bueno de Martín caí en las garras del Lobo estepario; después me hice amigo de Demian; sucumbí Bajo las ruedas, y practiqué con torpeza El juego de los abalorios… Herman Hess siempre tendrá un hueco en mi corazón. (Texto: Álvaro Rendón Gómez).
6/ Aquello que puede llamarse “yo”, ¿no es acasoun principio  negativo, una superestructura que, creada por agregación de prejuicios,  temores y pactos, sofoca lo que sería solamente real, la vida,  exactamente como en el psicoanálisis y en el irracionalismo, distinto  del elán bergisiano? 7/ Medusa fue una agrupación cultural portuense que cobró gran prestigio provincial. Tuvo su primera sede en la calle Jesús de los Milagros. Luego se trasladó a Micaela Aramburu. (La recreación del logotipo de Medusa es de María Fernández Lizaso).  
8/ Aún conservo el ejemplar de ”El cadáver del Alba” que me regaló. 9/ De todos los hermanos, Faelo Poullet era el más dinámico. Director de cine con su cámara de super-ocho a cuerda siempre encima. Él escribía el guión, producía, filmaba, doblaba y exhibía los cortos. Aún recuerdo las reuniones en el patio interior de su casa, donde olía una mezcla de jazmín, albero recién regado y los productos químicos que vendía a granel. 10/ La representación de teatro leído se mezclaba con música y poesía. Al terminar, el público asistente intervenía. 11/ Sigo opinando que le sobran treinta y tantos años de soledad, y la mitad de las páginas. 12/ Los personajes de Gironella eran peculiares, escogidos con minuciosidad para que representasen a todo el arco de ideas de los años treinta y pico, donde transcurría sus historias.



