Saltar al contenido

2

José Manuel Sánchez García nació en El Puerto en 1913, siendo el pequeño de cuatro hermanos. Sus padres llegaron a nuestra Ciudad procedentes de un pueblo de Málaga llamado Tolo. Vinieron buscando trabajo como pinaleros y fueron contratados por la familia Osborne para talar el Pinar del Conde en el Camino Viejo de Rota. Con las ramas que cortaban preparaban leña para los hornos, además de carbón.

1913.
Era alcalde de El Puerto Manuel Ruiz-Calderón y Paz. Ese año un decreto papal declaró festivo el 8 de septiembre, día de la Virgen de los Milagros por la intermediación del Cardenal Enrique Almaraz Santos, quien fue recibido en la Estación de Ferrocarril por la Corporación Municipal Bajo Mazas, con cuyo nombre se rotularía la calle Zarza y quien sería nombrado Hijo Adoptivo de la Ciudad. Ese año volvía a salir la imagen del Cristo de la Veracruz, de salida irregular e intermitente en los últimos tiempos, desde sus capilla de la Sangre en la esquina de Nevería (Castelar) y Palacios (José Navarrete), frente al Bar Apolo donde hace años estuvo el Bar ‘La Mina’ y la Librería ‘Sanjamás’. Pedro Muñoz Seca estrenaba su obra ‘Trampa y Cartón’. En 1913 nació José de los Reyes Santos, ‘el Negro’ cantaor que interpretaba como nadie los ‘martinetes’.

José ‘el Carbonero’ estudió en escuela de D. Juan Pinto Salas, (imagen de la izquierda) en la calle Meleros. Era famosa la frase en el recreo con el desayuno, cuando el maestro decía aquello de: «Cada cual se come lo suyo y Dios lo de todos». Vivió en las calles Cantarería (Pedro de Villa) y Ganado (Calvo Sotelo). Pronto empezaría a trabajar de temporero en el campo, de consumista, pinalero, carbonero, salinero, en la Sierra de San Cristóbal, picando piedra… José ‘el Carbonero’ fue como muchas personas anónimas de los años de la posguerra que pasaron muchas calamidades, no creadas por la sociedad de consumo sino por una situación trágica. Salir de una guerra civil como muchos de ellos, les obligaba a trabajar en los oficios más diversos, para sacar su prole adelante.

Fue movilizado para el Servicio Militar en 1933, en Jerez, Regimiento de Infantería núm. 41 perteneciente a la guarnición de Cádiz.

EL LIBERATO.
Se casó con María Antonia Gil el 24 de enero de de 1942, y tuvieron cinco hijos: Pepi, Antonia, María de los Milagros, José y Paco. Aficiones, las de una persona sencilla de aquella época: la lectura, el cante, el cine, el trabajo y su familia.

Novelas del Oeste de las que se 'cambiaban' en Casa Juana, en la calle Vicario.

Impulsó en sus hijos la afición a la lectura, llevaba a casa los programa del Cine Moderno y las novelas de Marcial Lafuente Estefanía del liberato de Casa Juana, en la calle Vicario, donde apuntaría a sus hijos para poder sacar novelas, a bajo precio. Aquel liberato junto con el de Librada, en la misma calle Vicario, era como la biblioteca pública de la época con novelas y tebeos.

Carboneros

CARBÓN, CISCO Y PICÓN.
En relación con el oficio de carbonero, su hija Pepi recuerda que, de pequeña, veía a su padre preparar un montón de arena donde enterraba las ramas que, al cabo del tiempo, salían convertidas en carbón, cisco y picón, que su abuela vendía en una carbonería. En ese horno, nuestro protagonista tostaba las piñas procedentes de aquellos árboles, que encantaban a la chiquillería. El padre de José participó en la repoblación de las Dunas de San Antón, sembrando pinos. Eran sus amigos, Antonio del Bar ‘El Golpe’, en la calle Ganado, José ‘Chicarrana’, Paco ‘Camero’, ...

Salvoconducto de José, donde describe sus señas físicas personales. Año 1946.

Como nuestro protagonista  no podía ofrecer a su familia muchas comodidades, no podía llevarlos a los espectáculos taurinos, procuraba llevar a la familia a los desencajonamientos, que eran gratuitos. Pepi recuerda que en cierta ocasión, estando tras los burladeros, se escapó un toro y su padre la cogió a ella y a su hermano de un puñado y los subió a la grada de un impulso.

Certificado de voto del año 1954.

MUERTE PREMATURA.
Falleció joven en la Sierra de San Cristóbal, donde sufrió un accidente el 26 de mayo de 1955, con apenas 42 años. Al fallecer, las circunstancias económicas de la familia fueron ciertamente difíciles, tanto que Pepe Ojeda, dueño de la Panadería del mismo nombre situada en la calle Ganado, estuvo facilitando el pan a la familia durante un año hasta que la viuda empezó a trabajar. Pepe fue un gran amigo de la familia. Ese fue el año en el que se empezaron a extraer piedras de la Sierra de San Cristóbal con destino a la Base Naval de Rota que iniciaba su construcción. Los americanos llegaron con la leche en polvo y el queso chedar, que entregaban a los colegios religiosos. Todavía el recuerdo de aquel padre, después de tantos años, sigue vivo en la memoria de sus hijos.

2

Rafael Arvilla Jiménez nace en El Puerto el 23 de Enero de 1928, hijo de José Arvilla Hernández y María Jiménez Sancho. Cursa los estudios elementales y de bachillerato en el Colegio del Pilar de Madrid. /En la imagen, Rafael Arvilla en un autorretrato de 1971, realizado con óleo a espátula.

1928.
En 1928 era alcalde de El Puerto, Alfonso Sancho y Mateos. Ese año era refundada la Hermandad del Nazareno, que empezó su desfile procesional a las 3 de la madrugada la noche del jueves al viernes. Pedro Muñoz Seca estrenaba ocho obras de teatro, entre ellas ‘El Teniente de Alcalde de Zalamea’. El 10 de febrero de dicho año se fundaba el Racing Football Club de El Puerto, celebrándose los primeros encuentros en la Plaza del Polvorista. El maestro Antonio de la Torre González era aquel año Secretario de la Sección Juvenil de la Cruz Roja de Medina Sidonia. El 2 de abril de ese año es nombrado Hijo Adoptivo el benefactor local Elías Ahuja y Andria. Antonio Cruzón Moreno, patrón del Vapor ‘Cádiz’ se calló al agua desde el cantil del del muelle a primeros de junio.

Su padre era un ingeniero industrial de Deusto (Bilbao) que consigue su primer trabajo en Sevilla en una refinería de petróleo. Poco después se traslada a Madrid con CAMPSA (Compañía Arrendataria del Monopolio de Petróleo Sociedad Anónima), la mayor empresa petrolífera de España, y en 1934 es nombrado director general de CAMPSA. Desde la calle Luchana se trasladan a Calle General Mola No. 33 en 1934 y en 1938 se mudan a Burgos. Durante la guerra civil española viven entre Burgos y Ávila. En 1942 Félix de Gregorio le sucede en el puesto de Director General de CAMPSA y comienza a trabajar en una empresa de oxígeno líquido donde ejerce hasta el final de sus días. / En la imagen, nuestro protagonista en El Puerto con sus primos y  hermanos. De izquierda a derecha y de abajo arriba: Teresa Ceballos Jiménez, José y nuestro protagonista Rafael Arvilla Jiménez, y Magdalena Ceballos y María Arvilla.

FALLECIMIENTO DEL PADRE.

El 12 de Junio de 1943, José Arvilla Hernández muere de tuberculosis en Madrid a las 9:10 de la mañana dejando a la familia en una situación delicada y sin medios de subsistencia. Rafael tiene 15 años. Para subsistir, la madre de Rafael, María Jiménez Sancho, se ve obligada a alquilar las habitaciones de la casa y entre los inquilinos se pueden encontrar a Pedro Macabeo, Fernando Esquivias y Osorio. Mientras tanto su hermano Pepe decide montar un laboratorio en la casa lo que conlleva a que esta acabe con un olor que a veces se hacía insoportable. /En el retrato de la izquierda, su madre, María Jiménez Sancho.

ARQUITECTO Y BODA.
Entra en la Escuela Superior de Arquitectura de Madrid donde se gradúa en 1957. Es durante esta época en la que conoce a Marie Françoise Cure Berger, una ciudadana de nacionalidad francesa, al ser ella una de las inquilinas de la casa. Poco después de graduarse, en 1958 se casan y fruto de ese matrimonio nacen sus hijos Carolina, Patricia, Rafael, Cayetana y Javier.

DOCTOR ARQUITECTO EN MARBELLA.
Rafael obtiene el doctorado en Arquitectura en 1961 y poco después de obtenerlo, en Noviembre de 1961, se traslada a Marbella en la provincia de Málaga, con toda la familia, donde continúa desarrollando su actividad profesional. La marcha a Marbella se efectúa bajo contrato con la empresa Torregrosa con un salario de 12.000 pesetas mensuales. Es el primer arquitecto que reside de forma permanente en Marbella, en lo que en su día era un pequeño pueblo de la costa andaluza, e instalándose originalmente en el Hotel El Fuerte desde donde inicia la dirección del Hotel Bellamar. /En la imagen, 'Pinares', óleo y acrílico original de Rafael Arvilla.

EN LA MILLA DE ORO.
En mayo se separa amigablemente de Torregrosa y se instala de forma temporal primero en El Palangre y después en la Calle Valdés. En 1963 se compra una finca en la zona que más tarde se denominará La milla de oro debido a la gran afluencia de dinero, prestigio y personalidades que se incorporan en la zona comprendida entre Marbella y el puerto de yates de lujo Puerto Banús. En 1965 se traslada a Ricmar, un lugar situado a unos 11 kilómetros del centro de la ciudad marbellí, en una casa que llamarían mas tarde Los cuatro olivos, donde vive los próximos 11 años. En 1976 deja la casa de Los cuatro olivos y vive durante un año en un piso del edificio AMI en el corazón de Marbella donde también se encuentra su galería de Arte Art. En 1977 deja el apartamento de AMI y se muda definitivamente a su nueva residencia en el camino del ángel en la finca La Judía, donde continuará viviendo el resto de su vida. Rafael Arvilla Jiménez muere el 19 de febrero de 2008 en Marbella después de una larga enfermedad. /'Palmeras', óleo y espátula. Año 1996, original de Rafael Arvilla.

LA PINTURA.
Para nuestro protagonista, la pintura, que le acompaña desde su niñez, es su gran pasión mientras que la arquitectura es su medio de vida. Todo esto le permite compaginar su gusto por la pintura y el dibujo con la arquitectura, que tiene reflejo en sus obras arquitectónicas donde funcionalidad, gusto por los espacios y armonía visual se mezclan para dar sensación de un lugar que no está fuera de sitio, sino todo lo contrario, que es parte del entorno.

EL RETRATO Y SUS TÉCNICAS.
Rafael Arvilla realizó más de seiscientos retratos al óleo, que estamos en proceso de añadir, además de haber concurrido igualmente en innumerables certámenes de dibujo y pintura desde 1956, año en el que gana el primer premio para carteles de Semana Santa en Cartagena,(Murcia). Llegó a fundar su propia galería de arte, y entre sus exposiciones caben destacar las realizadas en la galería Zurbarán en Madrid, en la sala de exposiciones de Club de Golf de la Moraleja también en Madrid, en la Casa de la Cultura de Fuengirola (Málaga), y por supuesto en Marbella en varias exposiciones. Utilizaba el óleo con la espátula con absoluto dominio y con motivos centrados en retratos, paisajes y bodegones, compaginando tanto la pintura acrílica como el óleo o bien una técnica mixta. /En la imagen, la mujer de Manuel Lores, técnica de óleo y espátula.

3

Sus padres provenían de Puerto Real. Hasta seis hermanos nacieron fruto del matrimonio entre el maestro Felipe Lamadrid (padre) y Ana Gutiérrez: Carmen, Ana, Maruja, Pepe, Felipe y Paz. Hasta dos estos hermanos llegaron a estudiar lmagisterio como Felipe. Fue el caso de Carmen, que no llegó a ejercer, y de Maruja.

Felipe se casó en su Puerto Real natal con María Muñoz, natural de Ubrique. Ambos se habían conocido mientras estudiaban juntos el magisterio. Pero antes de ejercer de Maestro nacional en El Puerto Santa María, estuvo destinado por otras localidades como Trebujena o Sanlúcar de Barrameda. De dicha unión nacen: Manuel, Milagros, María, Ana y Felipe. Vivían en la portuense calle Cielo.

Por sus colaboraciones en prensa y recuerdos familiares podemos intuir que fue seguidor de Alejandro Lerroux. Primero con el Partido Republicano Radical, ya que colaboró en El Radical Gaditano, semanario que dirigía la Juventud de dicho partido, más tarde en la II República, con Izquierda Republicana. Su relación con la prensa no acaba aquí pues tenemos constancia de escritos suyos durante la segunda época de El Obrero Portuense, en la década de los años 20.

Patio del Colegio del Hospitalito, antes de su restauración.

El matrimonio Lamadrid Muñoz podía pasar para la mayoría de los ciudadanos portuenses contemporáneos como un tanto inusuales, puesto que ambos trabajaban de maestros. Así, mientras María lo hacía en el colegio del Hospitalito –que se situaba en la esquina de las calles Ganado y Zarza-, Felipe ejercía en el colegio de la plaza del Polvorista.

En el Día del Árbol. Vemos con mascota y de perfil a Felipe Lamadrid. Su nieto, el artista Felipe Lamadrid, hijo a su vez del conocido ATS ('Practicante' en aquellos tiempos), del mismo nombre, lo identifica en la foto y recuerda que, en cierta ocasión, camino de La Puntilla su padre le dijo: "--Hijo, estos eucaliptos los plantó tu abuelo". El profesor Juan Gómez  Fernández, preparando su tesis doctoral, descubrió en la sede de la Dirección General de Seguridad de Madrid, el expediente de su abuelo, título de maestro, así como los nombres de quienes lo delataron.

Sus hijas todavía recuerdan los largos paseos que daban y cómo en las noches de verano se sentaban juntos a tomar helados. A veces junto con otros matrimonios entre los que destacaban personalidades de la Inspección de la Enseñanza donde, como advierte la familia, le tenían mucha envidia a Felipe Lamadrid.

18 DE JULIO DE 1936.
Pronto llegaron los regulares al muelle de El Puerto de Santa María, según se cuenta a las cuatro de la tarde del 18 de Julio. Esa misma madrugada fueron en busca de Felipe Lamadrid a su casa y se lo llevaron ante el horror de su familia. Fue llevado al Penal. En el tiempo que estuvo en la cárcel su familia, como casi siempre ocurría, le llevaba alimentos.

El Monasterio de la Victoria convertido en Penal, visto desde las vías del tren procedente de Jerez, antes de llegar a la Estación.

EN EL PENAL.
Un buen día María se dirigió al comandante Martos para preguntarle sobre la situación de su marido a lo que respondió: “Señora, su marido es fusilable...” De vez en cuando entraban, en la cárcel, falangistas y se llevaban a unos cuantos. Posteriormente el propio Felipe contó a sus hijas como estos iban con un papel de estraza donde llevaban apuntados los nombres de los que sacaban para fusilarlos. Así fusilaron a un inspector de enseñanza amigo de Felipe: Juan López de Tamayo, figuramuy importante en la cuestión de la enseñanza en la provincia durante la II República. Tras la depuración fue separado del servicio y se le dio baja en el escalafón. Cesado de empleo y sueldo, salió del Penal el 6 de octubre.

Colegio del Polvorista, en la plaza del mismo nombre esquina con Sol.

TRABAJOS DISPARES.
Tuvo que realizar muchos y dispares trabajos para sacar adelante a su familia: salinero, operario en las Obras del Puerto, representante de achicoria o dando clases particulares. Durante seis años estuvo sin poder ejercer de maestro. En 1941 fallece su esposa María con 54 años. Así, cuando le permiten volver a ejercer su profesión lo destinan a distintos pueblos como Algodonales, Écija, Puerto Real... En esta última localidad conoció a la que sería su segunda esposa Isabel Aguilar. Con ella se trasladó a trabajar a Écija donde tuvieron a María Isabel, María Concepción, María del Carmen, Juan Pedro y José María.

Felipe falleció en 1958 en tierras sevillanas con 72 años. Todavía hoy algunos portuenses dan gracias a la familia Lamadrid por lo que les enseñó don Felipe. (Textos: Santiago Moreno Tello. ‘Periodistas Represaliados en Cádiz’).

1

Todavía hay quien recuerda la figura aún cercana de un inglés alto y gordo, de rostro extraordinariamente colorado --resultado, sin duda, de su peculiar tez sajona en feliz conjunción con los sabrosos caldos de esta tierra, a los que, al parecer, y como buen británico, era generosamente aficionado-- y al que comúnmente se le conocía con el nombre de Don Píter. Pues bien: Don Píter --Peter de Polnay-- nos dejó un día. Y meses después apareció por los escaparates de las librerías una novela editada por Planeta con el título --tan sugeridor y atractivo para nosotros-- de El Puerto. Sí; El Puerto era, en efecto, nuestro Puerto de Santa María. Y, ávidos de curiosidad, todos nos lanzamos a leer el libro. Pero, la verdad, todos quedamos igualmente defraudados. Al Puerto, media docena de frases aparte, no se le veía por ningún lado. Y en cuanto a las calidades novelísticas de la obra, vinieron a resultar bastante por debajo de un discreto término medio. /Portada de la versión española de ‘El Puerto’. Traducción del inglés por J.Romero de Tejada. Editorial Planeta (Barcelona, 1959).

ARGUMENTO.
Un extraño y paradójico inglés, Tim Benthurst, medio egoísta y medio quijote, un poco pintor y un mucho millonario, llega al Puerto, acompañado de su hija Antonia, dispuesto a encontrar, después de varios años de vida errante, un rincón tranquilo y acogedor. El lugar lo encuentra, pero no la tranquilidad, pues Antonia se enamora de Don Pepito, un arruinado y alegre personaje, representante bastante típico de estas latitudes, con quién termina por casarse. Las torturas interiores de este buen inglés, que lucha entre el deseo de felicidad para su hija y el temor de perder el único cariño que la vida le ha dejado, torturas que van desde lo modestamente humano a lo puramente ridículo, constituyen casi por entero el cuerpo de la novela. Finalmente, una mezcla de sentimientos, entre los que resaltan la generosidad y la renuncia, acaba de dejarle sumido en un estado de serena resignación. /Portada de la versión inglesa de ‘El Puerto. The Clap of Silent Thunder’ (El Puerto. El Trueno Silencioso).

Tal es el asunto de la novela. En cuanto al marco, a ese El Puerto del título de la versión española, título que no se acaba de justificar, apenas si le vemos en cuatro frases de pasada, pinceladas más bien pobres, pues la paleta de Peter de Polnay no es precisamente el elemento descriptivo el que domina. Si es que llega a dominar algún elemento.

Polnay ha observado indudablemente la realidad que en que ha vivido. Pero no ha tomado de ella más que retazos, pequeños cuadros fragmentarios que pudieran completar el mosaico de su protagonista; en modo alguno, temas y ambientes que justifiquen ese título de El Puerto. No. El Puerto no es la novela del Puerto de Santa María. Y hasta dudamos que el lector que no conozca nuestra ciudad pueda hacerse una idea, ni siquiera aproximada, de como ella es. A lo largo de la novela aparecen varias referencia de situación unas veces, otras de ambiente, a través de las cuales se nos quiere mostrar lo que es El Puerto, ... o algo parecido a él.

Páginas 12 y 13 de 'El Puerto', con referencias a Cristóbal Colón y otros.

CRISTÓBAL COLÓN.
«El pueblo tenía una historia gloriosa. Colón había pasado antes de su segundo viaje a América. En los siglos XVII y XVIII había sido cuna y residencia de corsarios [acaso el traductor se refiere a los Cargadores de Indias], hombres ricos que fletaban sus propios barcos, tan ricos, añadió don Emilio con admiración, que muchas veces no tenían ni que embarcarse en ellos. Las mansiones palaciegas habían sido construidas por ellos, pero entonces, en su mayoría, estaban habitadas por gente pobre, por cuatro o cinco familias en cada piso» Ello si que es tristemente cierto. Sigue Don Píter un poco más abajo:

EL VINO.
«En la actualidad el pueblo estaba dedicado al vino, a un vino excelente, por lo menos de dieciséis grados. El míster debería visitar algunas bodegas». (Págs. 12 y 13). «La taberna estaba llena de obreros de una bodega próxima y don Emilio explicó que, aunque a los obreros se les dejaba beber todo lo que quisieran en la bodega, en cuanto salían del trabajo corrían a la taberna más próxima, en donde, naturalmente, tenían que pagar el vino. A Antonia le resultaban simpáticos los obreros». (Pág. 13). «--¿Que quiere usted tomar? ¿Amontillado, Oloroso o Fino? --Cherry, por favor-- dijo Milagros». (Pág. 45). /En la imagen una 'chica de vino'.

Por cierto que un pequeño detalle conviene aclarar antes de salir de este tema del vino. Cada vez que se habla de él se le considera servido en vasos, confusión, sin duda, del traductor que, no conociendo, por lo visto, estas tierras, traduce por vaso, en lugar de copa, la palabra inglesa glass, que significa ambas cosas. El vino de Jerez se toma siempre en copa. Esto es, por lo menos, lo tradicional. Únicamente en algunos bodegones de íntimo sabor se sirve en vasos, pero dándole siempre una denominación característica: chicas, chiquitos, deditos, etc. En Andalucía nunca se dice un vaso de vino.

Páginas 288 y 289 de 'El Puerto' de Peter de Polnay.

LEVANTE Y PONIENTE.
Tema tan repetido o más que el del vino es el del Levante, viento característico de estas zonas llanas del sur, caliente, bochornoso y fuerte, que enerva, y hasta desequilibra los nervios a muchas personas. Ningún papel especial se le da en la novela. Queda sencillamente como un rasgo ambiental. Así, por ejemplo:

«El viento era de Levante y soplaba con fuerza, arrastrando la arena de la laguna. [Sin duda se refiere a la bahía; ¿error también del traductor?]». (Pág. 5). «El Levante había cesado la noche anterior y el Poniente refrescaba el ambiente en secreto. El atardecer llegaba del mar como un barco con velas color de herrumbre». (Pág. 288).

[El desparecido bar La Alegría, lugar frecuentado por Don Píter en la calle Ricardo Alcón, tomaba en la narración el nombre de bar Moderno así como el restaurante El Resbaladero en la novela se llama Los Tres Monos]

El Restaurante 'El Resbaladero', a la derecha, que inspiró a Don Píter para su restaurante 'Los Tres Monos', al que cita en la página 193.

AQUEL PUERTO PEQUEÑO.
«--Como sabe quien soy?-- preguntó Benthurst, sorprendido y halagado. --Aquí se sabe todo, incluso antes de que suceda-- dijo Pepito» (Página 25). Lo cual, si es verdad de la buena, no hay que dejar de reconocer que lo mismo podría decirse de cualquier pequeña población de cualquier provincia española.  A esto ha quedado reducido el ambiente de El Puerto. Pocas citas más creemos que se nos habrán olvidado. El estudio habrá servido, por lo menos, para probar una cosa: que El Puerto, de Peter Polnay, no es ni mucho menos, la novela del Puerto de Santa María. (Texto: Manuel Martínez Alfonso).

9

Vista del chalet de la Real Sociedad del Tiro de Pichón de El Puerto de Santa María, que se levantaba en los terrenos del Palmar de la Victoria, siendo inaugurado en 1912. En la actualidad, en dichos terrenos se encuentra la bodega de elaboración de brandy de Bodegas Osborne ‘El Tiro’, en la avenida de Jerez.

La Real Sociedad de Tiro de Pichón de nuestra Ciudad inauguró en 1912 un chalé para la práctica de la afición de sus socios, situados en los actuales terrenos de las Bodegas El Tiro, de Osborne, en la zona del Palmar de la Victoria, siendo una de las sociedades más destacadas de su época.

S.M. el rey Don Alfonso XIII, en el portuense Tiro de Pichón, en la antigua carretera de Jerez, hoy Avda. de Jerez.

Comida ofrecida por las fuerzas vivas de la Ciudad y socios del Tiro de Pichón.

En 1926, con la participación de las mejores escopetas de España y la asistencia de S.M. el rey Don Alfonso XIII, se tiró en nuestra Ciudad la Copa de España, campeonato que resultó brillantísimo a tenor de lo que informaron los periódicos de aquellas fechas. También las tiradas oficiales que por julio y agosto organizaba la sociedad portuense de la escopeta, aparte de otras que durante el resto del año atraía a los mejores tiradores de poblaciones vecinas, concurriendo en buen número los de Jerez.

Vista aérea de los terrenos del Tiro de Pichón en los años sesenta, el espacio verde a la izquierda de la fotografía. A la derecha, la Casa Cuartel de la Guardia Civil.

Bodegas 'El Tiro', en los terrenos del desaparecido Tiro de Pichón.

En esta imagen, directivos del Tiro de Pichón en 1916. De izquierda a derecha, José Luis de la Cuesta Aldaz, bodeguero que había sido alcalde de El Puerto, Eduardo Guerrero de la Escosura, Registrador de El Puerto, Roberto Pitman, bodeguero, Fernando Terry, bodeguero y Juan Osborne Guezala, bodeguero. /Foto: Colección Vicente González Lechuga.

Transcribimos un programa de una tirada efectuada en El Puerto el 9 de septiembre de 1883, editado en la imprenta de la Vda. de Caire: «Piña de prueba. Handicap a un pájaro. Entra Optativa de veinte reales en adelante. Notas.- Para poder tirar en una o más piñas, se abonará para la Sociedad diez reales de vellón. Las inscripciones para estas tiradas se dirigirán al secretario de esta sociedad hasta las doce del día 9 de septiembre, en la Liga de Cazadores. Tendrán entrada libre en el recinto del Tiro las señoras acompañados por socios.- Tercero. Handicap a cinco pájaros. Dos ceros excluyen  con derecho a igualar. Entrada Optativa de veinte reales en adelante.- Cuarto. Piñas convencionales. El que gane una o más piñas en este día atrasará un metro, excepto en la prueba.- Notas. Pueden tomar parte en las tiradas los señores socios de las demás sociedades de Tiro reconocidas por la de esa ciudad. Las demás personas que quieran concurrir a la tirada pagarán diez reales de vellón. La Sociedad percibirá el diez por ciento del importe total de las tiradas». / Obligación número 2 de las 170 emitidas por la Sociedad Tiro de Pichón, sobre un capital de 17.000 pesetas, emitida el 30 de junio de 1914.  La firmaban el presidente R.J.Pitman, el tesorero Conde de Osborne y el Secretario F.C.de Terry.

5

Paco del Castillo Merino-Tellería nació en la calle Larga el 2 de abril de 1936, siendo el segundo hijo del matrimonio formado por Alonso del Castillo, natural de Benaocaz y Josefa Tellería, de El Puerto.  Casado el 27 de diciembre de 1965 con Pilar Otero Rascón con quientuvo tres hijos, Francisco, Daniel y Pilar, falleció con casi 70 años de edad el 26 de marzo de 2006. Entre sus amigos se encontraban Francisco Gómez Real, Luis Ortega García, Abelardo Gil y Javier Díaz Cortés.

1936
En el convulso año del nacimiento de nuestro protagonista, El Puerto conoció varios alcaldes. Ramón García Llano accedió a la alcaldía de forma accidental el 3 de enero, sustiuyendo a José Luis Macías Caro.  En las elecciones municipales celebradas a mediados de febrero resultó elegido Francisco Veneroni Arcos, al frente de la coalición electoral de izquierdas denominada Frente Popular. Al mes siguiente tomó posesión de la alcaldía, el 18 de marzo, José Blandino Mitjes y al mes siguiente el 24 de abril, Manuel Fernández Moro, que es desalojado de la alcaldía tras la sublevación militar del 18 de julio, desapareciendo, sin que hayan sido hallados sus restos mortales. El día de la rebelión ejerció en funciones de alcalde el teniente Fernando Ristori; luego el 27 de julio, el capitán Ramón Iribarren Jiménez ocupa el sillón de primer edil y será el 23 de diciembre cuando, subiendo el escalafón en la graduación militar se hará cargo de la vara de alcalde el coronel Ángel Guinea de León Garavito.

El primero por la izquierda delante es Francisco del Castillo Tellería y junto a él, José Vázquez, el hijo de Luciano (que tenía el almacén en la calle Cielo esquina a Lechería) casado con Josefa Rendón.  Año de la Fundación del Colegio San Ignacio. Curso 1947/1948. El segundo por la izquierda de pie detrás de Don Juan es Estanislao Jiménez González Nandín (padre de Andrés Jiménez, ex director de TelePuerto) /Foto Fabra. San Fernando.

MAESTRO.
Paco vivió de pequeño en la calle Larga, cursó estudios en el colegio de Don Juan ‘el Cojo’, en la calle San Sebastián, 23 y de bachillerato y magisterio en Madrid. A su regreso a El Puerto imparte clases en los colegios de La Pescadería y de San Luís Gonzaga, y, luego durante dos cursos académicos en las Escuelas profesionales de la Sagrada Familia en Andújar (Jaén) de donde regresa, definitivamente, a nuestra Ciudad.

Claustro de Profesores: Arriba, de izquierda a derecha: Francisco del Castillo Tellería, Manuel Sierra, Antonio Muñoz Cuenca, Manuel Montalvo, Francisco Menor, Antonio Montes, Enrique Cabrera. Abajo, de izquierda a derecha: Lino Alonso,  Diego Mora, Doña Vicenta, D. Justo, Ginés Hidalgo Crespo. Imagen tomada en las Escuelas Profesionales de la Sagrada Familia (SAFA), también conocida como ‘Escuelita’. Año 1971.

ADUANAS Y AGENCIA MARÍTIMA.
Posteriormente, después de haberle dedicado los mejores años de su vida, abandona la enseñanza, dedicándose a una actividad bien distinta, como es la relacionada con el comercio marítimo, en la que estuvo hasta finalizar su vida laboral, primero como administrativo en la Agencia de Aduanas y, con posterioridad como gerente en una Agencia Marítima. Tuvo su residencia en El Puerto en diversos domicilios, además del citado en Larga, en la calle de la Victoria, Plaza de Cristóbal Colón, Maestro Juan Pinto y por último en calle Mayorga.

CONCEJAL POPULAR.
Se presentó en las elecciones municipales de 1991 como cabeza de lista del Partido Popular para el Ayuntamiento de nuestra Ciudad, ejerciendo como concejal, en la oposición, durante el mandato comprendido entre los años 1991 a 1995 así como Portavoz del Grupo Municipal del dicho Partido Popular. Fue el año en el que Independientes Portuenses alcanzó la alcaldía, liderados por el ex concejal popular Hernán Díaz Cortés. Le acompañaron en aquella lista, Alejandro Moreno, Antonio Requena, que fallecería durante el mandato. /En la imagen de la izquierda, portada del folleto electoral del Partido Popular, con la imagen de Paco del Castillo.

INICIOS EN LA POESÍA.
Desde muy joven fue lector asiduo de los grandes poetas de lengua castellana: Bécquer, San Juan de la Cruz, Juan Ramón Jiménez --quien estudió en El Puerto--, por citar algunos. Eso le empuja a escribir sus primeros poemas, que guardaba para sí mismo y que luego destruía pensando, como el mismo afirmaba “consciente de su pobreza literaria e impulsado por su elevado sentido del ridículo”.

De izquierda a derecha, Tomás Osborne Domecq, Francisco del Castillo Tellería, José Luis Poullet Ramírez, José y Javier Osborne Domecq y José María Benjumeda, en los Carnavales de Cádiz, entonces Fiestas Típicas Gaditanas.

Con el paso del tiempo la lectura de los hermanos Machado, su paisano José Luis Tejada Peluffo, García Lorca, Góngora, Lope de vega y Quevedo, entre otros, aumentará sus deseos “--mis ansias--” afirmaba, de escribir.

De la mano de su amigo, el también poeta portuense Juan Ignacio Varela Gilabert,  --Juanín Varela-- conoce, como él llegaría a afirmar, “un tanto tarde”,  a los hermanos José y Jesús de las Cuevas, a los también arcenses Carlos y Antonio Murciano y al sanluqueño Antonio León Manjón, quienes, junto con nuestro paisano Juanín, le empujan a recitar sus primeros poemas en las recordadas para una generación de amantes de los versos, las “tardes Poéticas de Grazalema”. /En la imagen de la izquierda, Juan Ignacio Varela Gilbert.

Su admiración por otro insigne de las letras de los cincuenta y sesenta, Francisco Montero Galvache, genio de la oratoria y de la poesía pregonera bajo andaluza, en el que encuentra un valioso valedor y consejero merced a una corta pero entrañable amistad, le lleva a mostrar su escondida vocación pregonera, luego de superados “el respeto humano y el temor al riesgo del ridículo”.   /En la imagen de la izquierda, Francisco Montero Galvache.

PREGONES EN EL PUERTO.
Más de sesenta pregones ha proclamado por la provincia gaditana, entre los que cabría destacar el de la Semana Santa de El Puerto de Santa María: el primero de sus pregones en 1983, en la Capilla del Hospital San Juan de Dios. De aquel pregón estas líneas: “Porque si pregonar es alabar en público los hechos, virtudes o cualidades de una persona, el ejercicio del pregón requiere un conocimiento exacto y perfecto de la persona pregonada. Pero ¿conocemos a Cristo?”. Siguiendo en El Puerto, ese mismo año de 1983 pregonaría, el 5 de noviembre, las Bodas de Plata de la Hermandad del Dolor y Sacrificio, de la que fue hermano fundador y la que perteneció toda su vida.

Podemos decir que Paco pregonó, exaltó, glosó, emocionó con casi todo en El Puerto. Bueno... todo no, que tenía como todos, sus filias y sus fobias. El 21 de abril de 1984 ofreció el Pregón del Vino Fino. Al año siguiente, el Pregón del Costalero en en marzo de 1985. El año 1987 ofrece el 16 de mayo el Pregón del Rocío. Y se atreve con el Carnaval, en la Peña ‘El Chumi’ en 1988. Al año siguiente, en 1989, el 4 de marzo glosa las Bodas de Plata de la Hermandad de la Flagelación. En 1990, exalta el 150 Aniversario de la Fundación de la Congregación de las Hermanitas de los Pobres, el 27 de octubre. Y en 1992, los actos del Hombre del Mar con la Hermandad del Carmen, el 3 de julio. En 1993, el Pregón de la Virgen de los Milagros, el 5 de septiembre, de cuya tradición era muy devoto. En 1997 nuevo doblete con la Hermandad del Rocío, el 19 de abril.

Paco del Castillo y Juan Villarreal, pregonando la Feria el 8 de mayo de 2001, al alimón.

Y de nuevo, en esta ocasión al alimón con Juan Villarreal Panadero pregonando la Feria del Vino el 8 de mayo de 2001. Y la Exaltación de la Mantilla el 21 de marzo de 2002. La Cruz de Mayo de las Amas de Casa el 31 del mismo mes y año. Al año siguiente, 2003, el 20 de abril, en el Barrio Alto pregonaría la Fiesta de los Patios. Para finalizar su vozarrón, en El Puerto, con las Bodas de Oro de la Hermandad de los Afligidos el 18 de febrero de 2005, un año antes de su óbito.

PREGONES EN LA PROVINCIA.

Paco no descansaba los años que aparecen en blanco desde que empezara con la actividad de pregonero en 1983. Le reclamaban en otros lugares de la provincia e incluso fuera de ella. Exaltaría la Semana Santa, el Rocío y el devenir de diversas hermandades de penitencia en la provincia. Así en Sanlúcar de Barrameda la Semana Santa el 20 de marzo de 1988. La Festividad de San Daniel, en Ceuta, el 30 de abril del mismo año. De nuevo en Sanlúcar, el 24 de marzo de 1990, a las Dolores. El mismo año en Jerez, la Oración Poética de la Semana Santa. el 7 de abril. La Semana Santa de Puerto Real el 17 de marzo de 1991. Un año mas en Sanlúcar, el Rocío, el 27 de abril de 1991.

SEIS PREGONES EN 1992.
En Jerez, donde empezó a sentirse cómodo, fue llamado para que el 21 de marzo de 1992 pregonara al Nazareno y Ntra. Sra. del Traspaso en la iglesia de San Juan de Letrán. El Rocío en Puerto Real, el 24 de mayo de 1992. El Cristo de la Viga en Jerez, el 6 de agosto de 1992. El Pregón de la Cruz, en San Fernando, el 19 de septiembre de 1992. La Navidad, en Jerez, el 19 de diciembre de 1992. Seis pregones, seis, junto con el de El Carmen en El Puerto, pronunciaría el año de la Exposición Iberoamericana de Sevilla.

De nuevo en Sanlúcar de Barrameda, donde actuaría en total en cinco ocasiones, en esta pregonando al Costalero el 21 de marzo de 1993. En Cádiz, ese mismo año pregona a la Virgen de las Penas el 25 de marzo. La Romería de San Isidro Labrador en Rota sería su siguiente intervención el 30 de abril de 1993. Y la Feria del Caballo de Jerez, el 1 de mayo de 1993. La Hermandad de la Virgen del Rosario en Rota, el 6 de octubre de 1993. La Hermandad de la Virgen de la Salud de Cádiz, el 21 de diciembre de 1993. 1993 será otro año con media docena de exaltaciones poéticas.

SEMANA SANTA EN JEREZ.
El 20 de marzo de 1994 Paco pronunció el Pregón de la Semana Santa de Jerez, en la iglesia de San Miguel, presentado por el cofrade jerezano José Luis Zarzana Palma. Al impecable pregón que presentó se unió la polémica por unas declaraciones efectuadas a Diario de Jerez, en la que resaltaban en titulares una frase por el pronunciada “Por fin Jerez ha tenido un pregonero digno en Semana Santa”. Durante días el asunto estuvo rondando en los periódicos, alimentado por el columnista de dicho rotativo Manuel Liaño, hasta que Paco explicó el sentido de sus palabras.

En 1995, de nuevo en Jerez, Paco ofrece en mayo el IX Pregón del Toreo. El 24 de noviembre de ese año, el de la Virgen del Desamparo, de la popular hermandad del Prendimiento, vulgo ‘Prendi’. El 8 de diciembre, en San Fernando, el de la Hermandad de la Virgen de la Piedad. En 1996, el 23 de febrero, el de la Hermandad del Transporte de Jerez, y el 8 de marzo del mismo año, el de la Hermandad de la Virgen de la Piedad jerezana. Y el 3 de mayo de 1996 el del Rocío en la Bodega de La Concha, de González Byass. En 1997, el Descencimiento de Cádiz, el 20 de septiembre. En 1998, el 15 de marzo, en Puerto Real pregona a la Hermandad de la Amargura y en Jerez, el 3 de abril del msimo año, el Pregón Flamenco de la Semana Santa de Jerez. En 1999, el 17 de diciembre pregona a la Hermandad de la Esperanza en Sanlúcar de Barramaeda. El año 2000, en Ubrique, pregona el 14 de abril la Semana Santa. En 2001, la Oración Poética de la Semana Santa de Jerez, el 23 de marzo de 2001. La IX Glosa Poética de la Semana Santa de Jerez, el 5 de abril de 2001. La Navidad de Arcos de la Frontera el 21 de diciembre de 2001. /En la imagen, El Prendimiento, de Jerez.

15 PREGONES EN JEREZ.
Quince intervenciones en formato de pregón en la ciudad de Jerez, dos menos que en El Puerto, regaló Paco del Castillo a la ciudad vecina. Un año antes de su fallecimiento, la XXX Oración Poética de la Semana Santa de Jerez, el 19 de febrero de 2005, siendo con ésta cinco intervenciones con dicha temática: Pregón, en dos ocasiones Oración Poética, Pregón Flamenco y Glosa Poética, además de a seis hermandades, amén de haber pregonado la Navidad, la Feria, el Toreo y el Rocío

CHARLISTA , CONFERENCIANTE Y POETA.
Otro medio centenar largo de charlas, presentaciones de carteles, homenajes y conferencias hablan de la facilidad versificadora de este portuense que, “conocedor de mis limitaciones poéticas, me siento incapaz de publicar mi poesía personal e íntima, ante el temor de no poder llegar al corazón de nadie”.   A pesar de ello, publica a finales del año 2002 sus ‘33 Sonetos Insolentes’ donde retrata a caras conocidas de la vida de El Puerto, presentándolo en un multitudinario acto celebrado en el auditorio de San Luis Gonzaga. /En la imagen de la izquierda, portada de su libro.

Practicaba la ironía y el sarcasmo, como lo demuestra esta dedicatoria de su libro, a uno de los asistentes al acto: “A n.n. con mi gratitud por molestarse a venir tan lejos a escuchar mis ‘ripios’. Un abrazo, Fco. del Castillo”. Genio y figura...

COLUMNISTA EN DIARIO DE CÁDIZ.
Es de justicia señalar que su facilidad para el verso, en especial el referente a la poesía satírica, a veces intrascendente y muchas veces irónica como se ha indicado, --“para ser leída entre amigos” afirmaba--, le llevó durante un tiempo a aparecer quincenalmente en la columna de opinión de Diario de Cádiz, en su edición de El Puerto, donde su alter ego, un personaje ficticio de nombre Benito, le contaba cosas de la actualidad local que Paco escribía para deleite de sus seguidores y, en ocasiones, con alguna puya para los personajes objeto de sus críticas.

Joaquín Muñoz-Seca Manzanera con Paco del Castillo, en los habituales cafés que tomaban en el Bar La Herrería.

DEL PREGON DE LA FIESTA DE LOS PATIOS.
“Se lo oí decir a una vecina de Espelete: Dejaron el Barrio, el patio, su rincón de siempre, y se fueron a vivir a un piso cuadriculado y moderno en un bloque, que bien parece una colmena laboriosa en donde cada uno va a lo suyo. Mayores comodidades, por supuesto; pero menor calor humano. Los problemas son ahora de puertas para adentro, personales, intransferibles. No es lugar ni hay momentos para compartir nada: ni la alegría, ni la pena; ni la abundancia, ni la escasez; ni el llanto, ni la risa. La puerta que al patio daba, siempre abierta, estaba tan sólo protegida por una humilde cortina, tela de saco, recia y translúcida, que era como una manera de abrir el corazón a los demás. La puerta del piso nuevo, o del chalet suntuoso, será sabe Dios de qué noble madera; pero tras de ella se termina el mundo. Y, sobre todo, no se sabe si el anafe de la vecina del segundo está apagado, porque no tiene nada que poner a hervir. Y no le falta razón al decir esto. Mientras así decía, yo recordaba el fugaz saludo de un amigo: Me he mudado hace bien poco a un piso nuevo, y no me encuentro bien. No estoy a gusto. ¿Por qué?, le pregunté. ¿Acaso por pequeño?... ¡Que va!, me contestó. Es amplio, suficiente, con tres cuartos de baño; pero... ¡no veo la luz! Aquella luz, aquel cielo, aquella estrella, aquel sol, que la vecina veía desde su patio”.

DEL PREGÓN TAURINO DE EL PUERTO 1996.
Soñando en la soledad
de la plaza... Olé sonoro
cuando arrastraron al toro:
al toro y a su verdad.
Verdad grande y orfandad
de apaños y componendas.
A él que nadie le reprenda
por su cómoda cabeza,
porque le falte la fuerza,
o ambas cosas a la vez.
Id al dueño de la hacienda,
y preguntadle el "por qué"...
¡Que así, tal vez, se comprenda!

Estrofa del pregón taurino de El Puerto de Santa María de 1996, original de Francisco del Castillo Tellería

5

La noticia oficial de la elección de El Puerto de Santa María como lugar en el que tomar baños de mar la Real Familia por recomendación terapéutica, la tuvo el gobernador Político y Militar, máxima autoridad local, cargo que en esta fecha ostentaba Don Manuel Muñoz Vaca, Brigadier de Caballería y Gentil Hombre de S.M. a través de un escrito a él dirigido fechado en Madrid el 29 de junio de 1832. En el mismo se indicaba el próximo desplazamiento de la distinguida pareja  que viajaba con seis  de sus hijos. Tres varones: Francisco de Asís, el mayor de todos, Enrique y Fernando María, de pocos meses y tres infantitas: Isabel Fernanda, Luisa Teresa y Josefina, a los que los médicos de la Corte  habían recomendado tomar baños de mar. Completaban la nutrida expedición de medio centenar de personas un séquito de 42 integrantes que comprendía la camarilla personal de ambos consortes, educadores y diverso personal de servicio, eligiendo la ciudad de El Puerto de Santa María, que ya conocían desde la liberación de Fernando VII y, dentro de ella, la excelente mansión de la que era propietaria la familia política del Caballerizo Mayor del Infante, el Marqués de Casa Madrid, conocida como la casa de Pavón , para su alojamiento los meses de verano.  /En la imagen, Francisco de Paula Antonio  de Borbón y Borbón-Parma (1794-1865).

La contestación del gobernador, dándose por enterado y agradeciendo la elección de esta ciudad por parte de SS. AA. para tomar baños de mar no se hizo esperar, contestándole con fecha 30 de junio, iniciando las gestiones necesarias para preparar el acontecimiento.

Litografgía de El Puerto de Santa María, visto desde la Otra Banda del río, en el siglo XIX.

BAÑOS DE MAR.
El motivo de la estancia de SS.AA. los Infantes era tomar sesiones de baños de mar. Para ello, el ayuntamiento, encargó  a los diputados de fiesta gestionasen la construcción de un baño flotante “lo más elegante posible que cabe en local de esta naturaleza”, comisionando a un señor de apellido Menacho para este menester. Ante la falta de descripción de este ingenio flotante en el expediente consultado, vamos a  intentar explicar en que consistían. Anclados en sus cuatro esquinas y al mismo tiempo en varios puntos, desde tierra, con amarras, se situaba un cercado de madera, de forma rectangular, similar al marco de un cuadro de ancha caña, colocado en posición horizontal sobre la superficie del agua, o mejor indicado tal vez, como un cajón  sin fondo ni tapadera, con unas dimensiones que oscilarían entre seis o diez metros de largo por la mitad de ancho. Tenía un aspecto similar al  pantalán de  un puerto deportivo, con  las paredes laterales elevadas para proporcionar intimidad y refugio del viento, levemente balanceado por el oleaje.

Baños en el río, similar al instalado en El Puerto para atender a SS.AA los infantes de España en 1832.

La comisión decidió inicialmente su instalación en la banda urbana del río, entre la fuente de las Galeras y su homónima, la del Sobrante, distante un centenar de metros rio arriba. El capitán del puerto, Sr. Vernacci asesoró profesionalmente sobre el emplazamiento más adecuado, desestimando el lugar elegido inicialmente para ello por los inconvenientes que presentaba para la correcta colocación del baño. A su vez, recomendaba “que este sea colocado a un tercio de cable de la parte de afuera del barco de la Aduana en la costa del Coto, pues en este lugar es claro recibirá muy pura el agua salada, así como el fondo, limpio y claro.”

CLUB NÁUTICO.
Interpretamos que la zona elegida por el capitán del puerto estaba situada frente al actual club Náutico, aproximadamente, a 60 o 65 metros de la borda de estribor del   barco Aduana, suponiendo que este tuviese la proa mirando a la desembocadura del río. Hoy en día, encauzado el río por ambas márgenes puede parecer excesiva esta distancia. En la época en que se produce este hecho, final del primer tercio del s. XIX, el río se expandía en marea alta por el Coto o Isleta de Valdelagrana hasta el pie del arrecife de Puerto Real, siendo su orilla similar a una playa.

Muelle de la Ciudad, frente al Resbaladero. Detrás el Castillo de San Marcos con una configuración arquitectónica diferente a la actual.

Después de dictar una serie de medidas para garantizar la seguridad el Sr. Vernacci ratificó el emplazamiento señalado, reconociendo que la distancia era mayor, aunque aseguraba asimismo que “la traslación de las personas al baño es fácil y cómodo por el arrecife de Puerto Real” y mucho más discreto, añadimos nosotros, aunque es de suponer que en las azoteas de los edificios que miraban al río, desde la Casa Aduana hasta la de Cumbre Hermosa no faltarían mirones ávidos de contemplar los chapuzones reales. /En la imagen, Casa de Gª de Valdeavellano, en la Ribera, desde cuyos miradores se podrían ver los paseos de SS.AA. los infantes, en dirección al Guadalete. Plumilla de M.A. Pantoja.

LA EXPEDICIÓN.
La expedición, compuesta por la familia, séquito, equipaje y escolta salió de Madrid el domingo 8 de julio, a las cinco de la tarde, viajando toda la noche para entrar en Manzanares, hacer noche al día siguiente en Andújar, llegar a Córdoba el miércoles, donde permanecieron tres días, y continuar hasta Sevilla, desde donde embarcarían tras una estancia extra, no prevista, de seis días para arribar a Bonanza y, desde allí, a El Puerto. Cuando atracó el vapor “Betis”, bien entrada la noche del viernes 20 de julio, la comisión municipal, presidida por el gobernador y los oficiales del escuadrón de Caballería que escoltarían a SS.AA. a la ciudad portuense subieron a cumplimentar a la real familia y sus acompañantes, iniciándose seguidamente, a la luz de la luna y el titilar de antorchas el desembarco de los equipajes.

Edificio donde se alojaron SS.AA. los infantes, en calle Larga, 27.

21 DE JULIO DE 1832.
Esa misma madrugada, cuando estuvo cargado  el amplio bagaje, junto con el mismo, salió para el lugar de residencia parte del personal de servicio que se ocupó de la preparación, acondicionamiento y distribución de las estancias y salones del inmueble. Los restantes integrantes de la expedición, con independencia de no existir medios suficientes para ser transportarlos todos a la vez, optaron por descansar las horas que restaban hasta el amanecer en las camaretas del navío, saliendo a primera hora de la mañana el grueso de la comitiva.  La encabezaban vistosos coraceros y un tambor al que seguían el coche con la familia real, escoltado por lanceros,  los principales componentes del séquito y la comisión de autoridades a caballo, luciendo una escarapela con las armas de la ciudad, cerrando la vistosa comitiva los restantes componentes del escuadrón de Caballería.

MEDIODÍA.
El 21 de julio de 1832, al mediodía, entró el cortejo en la Ciudad sonando al unísono las campanas de la Prioral y las de todos los conventos, anunciando el acontecimiento en un jubiloso repique. Las calles del recorrido –San Sebastián, Plaza de la Iglesia, Palacios y Larga- en las que se habían posicionado “un concurso numeroso” de personas, estaban engalanadas, luciendo colgaduras en sus balcones. En las principales esquinas se alzaban arcos entretejidos con ramas y flores y miembros de la Brigada de Marina y del batallón de Voluntarios Realistas cubrían la carrera desde la parte alta de la calle San Sebastián hasta la esquina de Larga y Espíritu Santo, agolpándose el gentío en los alrededores del Monasterio de San Miguel de las MM. Capuchinas para presenciar lo más cerca posible a tan insignes personajes en el momento en que descendieran de la calesa, vitoreándolos repetidamente, igual que sucediera durante todo el trayecto.

Inicio del puente colgante sobre el Guadalete a mediados del siglo XIX.

TRES DÍAS DE FIESTA.
El ayuntamiento dispuso tres días oficiales de fiesta, organizando otros tantos festejos taurinos en honor de los regios huéspedes. Un anónimo cronista municipal relata con gran precisión de detalles las actividades e incidencias de aquel evento:  “…Ha habido tres días de general iluminación y adorno de colgaduras en lo que se ha esmerado el buen gusto de estos habitantes, siendo digno de atención la iluminación del muelle y Paseo de la Victoria, compuesta de multitud de faroles de color, guardando la mayor simetría, la primera costeada por los mareantes y la segunda por los dueños de los almacenes de comestibles y refinos. La iglesia Mayor Prioral, las Casas Consistoriales y el puente de San Alejandro estaban iluminados con ostentación y la plaza de Verduras formaba preciosas vistas con arcos y luces. En los días 24, 25 y 26 hubo en el primero y último corridas de toros de muerte y el intermedio de novillos. La concurrencia fue numerosa. La plaza presentaba el más brillante aspecto, el adorno de ella con el mayor lujo y las corridas fueron sobresaliente, los toros bastante bravos y lidiados por los mejores operarios que en el día se conocen.”

En todos y cada uno de los festejos estuvieron presentes los Infantes, ocupando un balcón engalanado especialmente para la ocasión, presidiendo el espectáculo y ostentando “el mando de plaza el Serenísimo Sr. Infante”, asistiendo numerosos forasteros, especialmente de las vecinas ciudades de Cádiz y Jerez, atraídos por la presencia de los Infantes, a los que el público daba muestra de su simpatía con numerosos aplausos, tanto a la llegada como a la salida del coso taurino del Ejido de San Francisco.

EXCURSIONES
El día 27 de ese mismo mes de julio el matrimonio de Infantes borbónicos y un corto séquito de acompañantes realizaron una escapada  para visitar y conocer las ciudades de Málaga y Granada, dejando a los niños con sus tutores para que se iniciaran en los baños de mar. El viaje del Infante Don Francisco de Paula Antonio y su esposa por las provincias orientales andaluzas duró algo más de dos semanas. El sábado 11 de agosto iniciaron el camino de vuelta a El Puerto, desde Granada

EL SÉQUITO.
Reunida  de nuevo toda la familia y el séquito que les acompañaba, es hora de conocer  los  componentes que formaban parte del mismo. En la “Reseña Histórica” que realizó el archivero Juan Cárdenas para la Guía Oficial de El Puerto de Santa María en 1902 se indica un séquito de 72 personas, entre nobles y servidumbre, posiblemente por error tipográfico, al cambiar el 7 por el 4, ya que, como vamos a detallar a continuación, los acompañantes de los Infantes sumaban la cifra aquí expuesta. /S.A. la Infanta Luisa Carlota de Borbón-Dos Sicilias y Borbón.

Iniciaremos el listado del séquito, por su popularidad y prestigio en la corte,  con la Marquesa de Alcañices, Dama de Honor de la Infanta Luisa Carlota. Formaban parte de su camarilla personal, además de la citada, tres damas de tocador, denominadas Señoras Azafatas y dos camaristas. La de su marido la integraban tres gentiles hombres, dos ayudantes y un oficial. Les acompañaba un ama de cría, encargada de alimentar a Fernando María que aún tomaba el pecho, la Baronesa de Ruinvillef, aya de las niñas y un tutor o ayo, asimismo, para los dos varones, así como un director de primera educación. Completaba el grupo más selecto del séquito un catedrático en medicina.

En el cuerpo de servicio, propiamente dicho, figuraban dos encargados de guardarropía y dos ayudantes que se ocupaban del voluminoso “atrezzo” de los huéspedes. Para atender a la mesa de la familia y camarilla, un jefe de cocina, dos ayudantes y otros dos ayudantes de los llamados de ramillete, denominándose así a los encargados de preparar artísticamente la mesa en las que se servía la comida, distribuyendo figuras, candelabros y otros adornos, amén de frutas, piezas de repostería y otros postres y dulces a los que eran tan aficionado en aquellos tiempos. Formando parte de la logística del grupo, figuraban también dos dependientes de caballería y dos correos, prestos para cualquier emergencia. Finalmente, cuatro mozos y mozas sin ocupación expresa y una decena de criados personales de los integrantes de mayor alcurnia de la camarilla de los Infantes, completaban el número antes indicado.

AGOSTO DE 1832.
Durante el mes de agosto compartieron los Infantes con sus hijos, (especialmente doña Luisa Carlota) los baños de mar en las instalaciones flotantes, expresamente realizadas para su disfrute, durante varias horas cada mañana, descansando por las tardes de tanto ajetreo como habían tenido en sus jornadas viajeras, sin dejar de participar con el pueblo en algunas de sus diversiones cotidianas. De este “fiel vecindario” recibían constantemente muestras de cariño y admiración, en los lugares públicos en los que se dejaban ver.

OFRECIMIENTO.
Mediado agosto el cabildo adoptó el acuerdo de ofrecer a SS. AA. las instalaciones construidas, dirigiéndole a doña Luisa Carlota escrito con fecha 25 de ese mismo mes en el que le rogaban aceptase en nombre del pueblo “el bañito flotante de que V.A. y sus augustos hijos se han servido este años, con los adornitos pequeños que contiene”, siendo entregado el mismo por una comisión presidida por el gobernador y Presidente del Cabildo. El obsequio fue aceptado por SS. AA. “con la lisonjera esperanza de volver a disfrutarlo en el próximo año” en palabras del secretario de cámara de los Infantes que podrían interpretarse como una promesa de repetir la estancia.

DISPUTAS.
Si tuvieron la intención de hacerlo, el momento tan delicado por el que pasaba la monarquía y, sobre todo, el estado de  salud del rey con funesto desenlace en septiembre del siguiente año, iniciándose una guerra dinástica entre los partidarios de otro de los hermanos de nuestro protagonista, el Infante Carlos María Isidro y los de su sobrina Isabel, a la que regentaba su cuñada María Cristina, hicieron inviable, prácticamente imposible, repetir la estancia familiar en los años que siguieron, aunque, décadas después, dos de sus hijos, Enrique y Francisco de Asís, este último como rey Consorte, volverían a visitar El Puerto.

A MADRID.
La inesperada enfermedad del monarca Fernando VII, rompió la plácida tranquilidad con que habían transcurridos los primeros días de septiembre. De forma precipitada, la familia real y algunos de los más allegados del séquito, iniciaron el viaje de regreso, saliendo para el real sitio de San Ildefonso, al pié de la Sierra de Guadarrama, en la provincia de Segovia, el 14 de septiembre. Viajaron en cuatro coches de camino, alquilados en Jerez. Llegaron, descansando lo imprescindible, en ocho jornadas. El resto del personal y el grueso del equipaje salieron ese mismo día en una expedición más sosegada, con destino a Madrid.

40 DÍAS EN EL PUERTO.
Resumiendo, la estancia física del Infante Francisco de Paula Antonio, hermano de Fernando VII y su esposa, María Luisa Carlota, hermana de la reina María Cristina, fue de 40 días y de casi dos meses sus hijos y el grueso del séquito que los acompañó, alojados casi todos en la casa número 23 actual de calle Larga. Es una página importante de la historia local poco conocida y escasamente divulgada.  El lado oscuro corresponde al gasto que supuso esta estancia al erario municipal, al pueblo en general, a la postre.  Según indica Enrique Pérez en su comentario final sobre la estancia del Infante Francisco de Paula y familia, apartado incluido dentro de su interesante obra “El Vergel del Conde y el Parque de Calderón”, el coste de la misma ascendió a 179.000 reales, suponiendo para las arcas municipales un déficit de 120.000 reales (30.000 Pesetas) en números redondos, cantidad que pretendieron recuperar en los siguientes ejercicios económicos con la imposición de arbitrios diversos, gravando en dos cuartos de real cada libra de carne, 16 maravedíes cada arroba de carbón y dos maravedíes las panillas de aceite.

Interior de la casa donde se hospedaron, en Larga, 27.

PROMOCIÓN TURÍSTICA.

La otra cara de la moneda, el aspecto positivo del evento fue la promoción que dicha estancia proporcionó a la Ciudad, compensándola de las pérdidas antes citadas pues ese año es señalado por diversos investigadores  como punto de arranque del renacimiento económico de la ciudad, merced a la llegada de inversores foráneos que, a partir de esa fecha, comienzan a establecerse aquí, labrando bodegas y trabajaderos, creando, en definitiva un emporio industrial, dedicado a la crianza y exportación de vinos que se mantendría en auge durante el medio siglo siguiente y, al mismo tiempo, sembrando la  semilla de un turismo de élite que, con el paso de los años y los cambios en usos y costumbres, se ha convertido en el robusto árbol  que es hoy día el sector de servicios turísticos. (Textos: Antonio Gutiérrez Ruiz. - A.C. Puertoguía).

_____________________________________________________________________

TERCER ANIVERSARIO DE GENTE DEL PUERTO.
Ayer se cumplían tres años del nacimiento de esta publicación web en la que, a diario, y desde el 21 de julio de 2008, contamos las pequeñas historias de las gentes y los habitantes de El Puerto y, con la suma de ellas ayudamos a formar el puzzle de la Historia de El Puerto. Muchas veces contada en primera persona, otras por referencias de quienes conocieron al personaje, otras más por colaboraciones y trabajos de investigación, ‘la savia del rey Sabio’, es decir las gentes de El Puerto, los temas y curiosidades de nuestra Ciudad, se asoman a diario a los numerosos lectores, más de 8.000 diarios, haciendo de esta publicación las más leída en internet de El Puerto de Santa Maria. A todos, muchas gracias.

José María Morillo
Director.

7

José Alonso Martín nació en Madrid el 29 de agosto de 1935. Tenía tres hermanas: Maruja, Carmen y Conchita y estaba casado con la portuense Eloisa Govantes Pico, a la que conoció cuando llegó a nuestra Ciudad en 1960. Fallecía el pasado domingo en Cádiz, a la edad de 75 años.

1935
Manolo Prieto, el creador del Toro de Osborne, presenta diversas obras en el "XVII Salón de los Humoristas" celebrado en Madrid y obtiene 2 primeros Premios en el Concurso de Carteles Turísticos Pro-Guipúzcoa organizado por la Diputación de Guipúzcoa. Se funda la Bodega Obregón. Abre al público en junio el Cine Orpheo, en Puerto Escondido, permaneciendo funcionando hasta noviembre de 1941. En junio, Luis Cómpanys, expresidente de la Generalidad de Cataluña, ingresa en el Penal de El Puerto.  Era alcalde de la Ciudad, José Luis Macías Caro. Rafael Alberti le dedica la elegía ‘Verte y no verte’ a Ignacio Sánchez Mejías, ‘Poesía (1924-1930)’ y ‘Versos de Agitación’. Muñoz Seca estrena las obras ‘El Gran Ciudadano’, ‘Papeles’, ‘El rey Negro’, ‘La Plasmatoria’, ‘Soy un sinvergüenza’ y ‘Triple Seco’.

Muere el fundador de la Revista Portuense, Dionisio Pérez Gutiérrez.  Muere el Conde de Osborne, Tomás Osborne y Guezala, en posesión de este título pontificio desde junio de 1900. Su hijo, Ignacio Osborne Vázquez se hace cargo de la bodega hasta 1972. Nacen el humanista Rafael Esteban Poullet, ediácono Francisco Prieto Ramos, adscrito a la Parroquia del Carmen y San Marcos y el corredor local Pedro Rizo Pérez.

Gran Vía, 19 con los Almacenes Rodríguez a la derecha en el edificio obra de Modesto López Otero. A la izquierda podemos ver la parte trasera del Oratorio del Caballero de Gracia, tal y como eran antes de la reforma llevada a cabo en los años 70/80 que le dejó su aspecto actual.

ALMACENES RODRÍGUEZ.
Como hemos señalado, Pepe Alonso llegó a nuestra Ciudad el año 1960, como representante de zona de los afamados Almacenes Rodríguez, gran almacén instalado en el número 19 de la Gran Vía madrileña. Edificados en 1921 fue inaugurado por Alfonso XIII y contaba con 9 plantas dedicadas al mundo del hogar: muebles, electródomésticos, ropa de la casa… Desapareció en 1977 levantándose un edificio que nada tiene que ver con la Gran Vía que albergó primero la sede de las Cajas Rurales y, actualmente, unos juzgados.

Eloisa Govantes Pico que luego sería su mujer, José Alonso Martín, Milagros Govantes Pico y Marina Rábago Vega, de espaldas en la Feria de 1964. Perteneció, a sus inicios, a la Peña 'El Binomio' con su caseta en la Feria.

ASOCIACIÓN DE ARMADORES DE BARCOS.
Una vez cerró Almacenes Rodríguez, fue contratado por la Asociación de Armadores de Barcos de Pesca, presidida por Genaro González Padilla a la que también pertenecía José, el hermano de éste. Colaboró también en asuntos de secretaría particular de María del Carmen Osborne Fernández.

MADRIDISTA ACÉRRIMO.
Contrajo matrimonio con nuestra paisana Eloisa Govantes Pico el 9 de septiembre de 1967. Y como era un grandísimo aficionado al Real Madrid, en la despedida de soltero, los amigos le gastaron una de esas bromas de tanta retranca que siempre se han dado  en El Puerto: lo obligaron a lucir durante bastante tiempo la camiseta con los colores del Atlético de Madrid.

BAR CENTRAL.
En El Puerto se integró con la reunión de jóvenes que solían parar en el desaparecido Bar Central, en el crucero de las calles Larga y Luna, donde hoy se encuentra el Banco de Andalucía. Allí trabó amistad con Manolo Pico, Angel Zamacola, Luis Poullet, Paco Acosta, Jacinto Cossi, Vicente González, los hermanos Bononato, Peña… todos ellos fundadores de la novísima hermandad del Dolor y Sacrificio, de la que pronto pasaría a formar parte nuestro protagonista.

Reyes Magos de 1979, de pié Miguel Lobato Quintero, Juan Martín Vélez, Rafael Sevilla López, rey Baltasar, rey Gaspar, Javier Merello Gaztelu a la sazón alcalde de la Ciudad, Enrique Pedregal Valenzuela, rey Melchor, José Antonio Español Caparrós. Agachados, Pepe Alonso Martín, Luis Poullet Ramírez, n.n. y Felipe Bononato Saez.

HERMANO MAYOR.
Tal fue su grado de implicación con el Dolor y Sacrificio que llegaría a ser Hermano Mayor de la cofradía entre los años 1973 y 1975. Tres años mas tarde colaboraría con dicha hermandad en la organización de la Cabalgata de Reyes Magos de ese año, encarnando a SSMM los Reyes de Oriente Rafael Corzo Ganaza, Francisco Sordo Díaz y Juan Díaz Sara.

De izquierda a derecha, el diputado de UCD, Antonio Morillo Crespo, desconocido, el ministro Juan Antonio García Díez, Pepe Alonso y Luis Frontela, durante una visita a la clínica de dicho doctor, hoy Santa María de El Puerto, en su etapa de concejal.

CONCEJAL DE UCD.
En 1979 formó parte de la lista que Unión de Centro Democrático, presentaba a las primeras elecciones municipales tras la dictadura, encabezada por Victor Unzueta Gabiola, resultando elegido concejal de la corporación municipal y, si bien UCD ganó las elecciones no lo hizo por mayoría absoluta, alcanzando la alcaldía el comunista Antonio Álvarez Herrera, merced al pacto de los partidos de izquierdas: PC, PSOE, PSA. Fueron compañeros suyo de candidatura Antonio Ariza Albaiceta, Daniel Arias Fernández, Antonio Cordero Velázquez, Enrique Miranda García, Carlos Campoy López, José Luis Poullet Ramírez, Manuel Fernández de la Trinidad, Elías Martín Velázquez, Antonio Nogués Ropero, Manuel Pacheco Albalate, entre otros. /En la imagen, Pepe Alonso, concejal de la Corporación Municipal, con 43 años.

Representantes de la primera corporación municipal democrática, Eduardo Pérez (PSA), Manolo Moreno (CD), el alcalde Rafael Gómez Ojeda (PCE), Rafael Valera (PSOE) y Pepe Alonso (UCD).

En animada convivencia en la Feria de Primavera, la última que se celebró en Crevillet, brindando con Fino Pavón con el edil comunista Miguel de Santiago en presencia de otro concejal, Luis Poullet. A la izquierda vemos a Manuel Rodríguez, concejal del PC y al entonces secretario de la alcaldía, Pepe Gil.

Colaborador de la Parroquia del Carmen y San Marcos, tenía una fuerte amistad con el desaparecido presbítero Ramón González Montaño, con nótula núm. 232 en GdP. También colaboró con AFANAS.

Los que habían sido concejales en los ayuntamientos democráticos y los que lo eran aquel 6 de diciembre de 2003, posan juntos y revueltos tras el acto institucional celebrado en el Auditorio Municipal del Monasterio de la Victoria, a la finalización del acto conmemorativo del XXV Aniversario de la Constitución Española. Fila superior: Ignacio García de Quirós Pacheco (PSOE), Alberto García (IU). Siguiente fila: Miguel Cirera Jiménez (PSOE), Francisco Sánchez Gatica (PSOE), Miguel Marroquín Travieso (PSOE), José Alonso Martín (UCD), José Fernández Sánchez (IP), Antonio Sánchez González (PSOE), Pedro López Fernández (PCE), Francisco Lara Fernández (PSOE).
Siguiente fila: Fernando Jiménez Romero, Secretario General del Ayuntamiento, José Valiente Moreno (PSOE), Eduardo Bocarando Gándara (PCE), Antonio Muñoz Cuenca (PSA), Manuel Rodríguez González (PCE), Victor Unzueta Gabiola (UCD), Ignacio García Rodríguez (IU), José Luis Romero Pacheco (PSOE).
Siguiente fila: Patricia Ybarra Lalor (PP), Juan Ramón Castillo (PP), Carmina Porra Pérez (PP), Rafael Vallejo (PP).
Siguiente fila: Jaime Pombo (IP), Manuel Romero (IP), Silvia Gómez (IP), D, Carlos Montero Vítores (PP), Carlos Campoy López (UCD), Rafael Valera Rey (PSOE), José Galán (PP), Juan Arana (PP), Pepa Conde (IU) Rosario Sentís (IU), Julio Acale (IU).
Siguiente fila: Vicente Sucino Rico (PSOE), Francisco del Castillo (PP), Carlota Benjumeda (PP), Juan Gómez Fernández (PP), Joaquín Corredera Andrés (PSOE), Carmen Lara (IP), María Jesús Sánchez (IP), Yolanda Nimo (IP), Consuelo Gamero (PSOE), Lola Caballero (PSOE), Manuel Moreno Romero (CD-PP), Antonio Alvarez (PCE-PSOE), Francisco Corbacho (PSOE), José Antonio Navarro (PSOE), Maria del Carmen Martín (PSOE), Manuel Pérez Blanco (PP), Carlos de la Flor Morales (PSOE), Enrique Moresco (IP-PP), José Manuel Cauqui (IP).
Agachados: Manuel González Cordero (IU), José Antonio Castro Cortegana (IU), Mª Angeles Fernádnez Bustabad (IP), Hernán Díaz Cortés (PP-IP) Fernando Gago García (PSOE-IP). (Foto Jorge Roa).

6

Ayer se cumpllieron 75 años del golpe militar que un grupo de generales, encabezados por Franco, Mola y Sanjurjo, dirigieron contra el gobierno legítimo de España. De la noche a la mañana, se cumplieron los peores presagios. Aquel ‘glorioso movimiento nacional’ destruyó la experiencia democrática de la II República que desembocó en una cruenta y prolongada Guerra Incivil. La conjura de los generales no lo fue por que nuestro país fuera ingobernable, sino para subvertir el orden legalmente establecido que tardaría 40 años en volver a ver la luz. Cada vez son menos los testigos directos de aquel día y de los casi tres años de contienda que le siguieron.

Dos portuenses significativos --cuyos cuerpos nunca aparecieron-- dieron su vida por estar al frente de sendas instituciones representativas: el Ayuntamiento de El Puerto y la Diputación de Cádiz. Para ellos nuestro recuerdo.

EL ÚLTIMO ALCALDE DE LA II REPÚBLICA.
Manuel Fernández Moro, fue el último alcalde que dirigió los destinos El Puerto -durante apenas cuatro meses- al final de la Segunda República. En los convulsos meses previos a la rebelión militar del 18 de julio de 1936 que daría paso a la Guerra Incivil, El Puerto había conocido tres alcaldes pertenecientes a la coalición de izquierdas del Frente Popular: Francisco Veneroni Arcos (21 Febrero-18 Marzo 1936) --ya que Francisco Cossi Ochoa había declinado serlo--; le sucedió José Blandino Mitges (18 Marzo-24 Abril 1936) y por último Manuel Fernández Moro (24 Abril-18 Julio 1936), siendo detenido en su despacho de la Casa Consistorial en la Plaza de Isaac Peral y conducido a prisión, donde “desaparecería” sin dejar rastro.

Manuel Fernández Moro era militante de Izquierda Republicana, el partido liderado por el presidente de la República, Azaña. Manuel, desapareció durante la tercera semana de agosto de 1936 -había estado preso en el Penal- custodiado tanto él como otros militantes y simpatizantes republicanos por funcionarios de prisiones y un destacamento del ejército con la misión de vigilar a los presos políticos. De ahí lo extraño de estas desapariciones.

La familia de Fernánez Moro, procedía del municipio onubense de Cumbres Mayores. Otros hermanos de Manuel fueron Eloy, Concha, Miguel, Máximo y Ramona: el primero y los dos últimos crearon sendos establecimientos de alimentación en El Puerto (calle Sierpes y esquina de Santa Clara con Zarza), donde se establecieron con sus padres, que era viajante o representante de Ultramarinos.

EL ÚLTIMO PRESIDENTE DE LA DIPUTACIÓN DE LA II REPÚBLICA.
Francisco Cossi Ochoa había nacido en El Puerto de Santa María el 24 de agosto de 1898 y era el tercero de los cinco hijos del matrimonio formado por José Jacinto Cossi Pérez y Mª Luisa Ochoa Zaldívar. Cursó estudios de comercio y trabajó en una compañía de electricidad y en una farmacia, habiendose afiliado a la UGT y al Partido Republicano Radical Socialista, siendo además activo colaborador de la Cruz Roja portuense. Sus primeros pasos de relevancia en la política los dio el 29 de abril de 1931, cuando tras la proclamación de la II República, fue designado para formar parte de la comisión gestora del ayuntamiento portuense.

El investigador Jesús Núñez ha estudiado la historia de otro portuense  que fue alcalde de la Ciudad durante dos periodos, y cuyo final también se desconoce: «Francisco Cossi Ochoa 1898-1936. El último presidente de la Diputación de Cádiz en la II República. Una muerte sin esclarecer».

Su familia también sufrió la represión. Sus hermanos Eduardo y José Jacinto fueron encarcelados al igual que su cuñado Pablo Cerdá Simó. De Eduardo, casado y con seis hijos de corta edad, tampoco se supo nunca nada más. Si aparece en cambio la inscripción de su muerte, acontecida a causa del “Glorioso Movimiento Nacional” precisamente el 16 de agosto de 1936, habiéndose realizado fuera de plazo el 12 de noviembre de 1938 en virtud de carta-orden del juez de instrucción de El Puerto de Santa María como consecuencia del auto dictado para la declaración de “desaparecido”.

En  el libro de Jesús Núñez se afirma que en los primeros meses de la Guerra Incivil era usual que una siniestra camioneta, bautizada como La Viuda Negra, conducida por milicianos facciosos se llevara presos de la cárcel. Sus cuerpos eran luego encontrados en los alrededores de la Plaza de Toros. Nunca aparecieron los de  de Manuel Fernández Moro y Enrique Cossi Ochoa.

Más información, nótula 590 en GdP: Francisco Cossi Ochoa.

PROSA ESPAÑOLA.
El poeta nacido en El Puerto en 1927, José Luis Tejada, en su libro ‘Prosa Española’ editaba en 1977 una recopilación de versos escritos entre 1960 y 1966, dedicado ‘A todos los españoles de buena voluntad’. Para el escritor «Acaso hoy, todavía, no lleguen demasiado tarde en su llamada vehemente a la reconciliación nacional».

Veintiseis composiciones componen este poemario, del desaparecido Doctor en Filosofía y Letras y profesor de Universidad, estudioso de la obra de Rafael Alberti y empresario fugaz, del que extraemos el poema con que finaliza el citado volúmen.

DELITOS.
Toda guerra es civil, es reyerta,
familiar, todo pleito injusto, todo
fallo fallido si condena.

Profanación toda violencia, toda
ofensa, sacrilegio si de de obra;
fraude, si de omisión; si de palabra,
toda ofensa es blasfemia.

No hay violación que escape
a los mimbres hirsutos del incesto.

Calumnia es toda voz armada. Crimen
la abstención congelada de los indiferentes,
la rebeldía toda, parricidio;
sacrilegio, la gula vecina de otras hambres;
desafuero, el rencor, contra el espíritu;
cualquier ejecución, infanticidio.
Rapto, cualquier prisión.

Merecedoras todas nuestras culpas
de la eterna condena irremisible
sin perdón, sin final, sin paz ni olvido,
incursos como estamos los más en gravámenes
de abusos de esperanza en mayor grado
y de alevosa consanguinidad.

José Luis Tejada Peluffo.

6

El Puerto… solo un recuerdo.
Río, salinas y pinos…
y mi corazón en medio.

(Augusto Haupold Gay).

Augusto Carlos Haupold Gay nació en la calle Luna, 48 el año 1915, de ascendencia alemana, pues su abuelo fue Consul de Alemania en España que se enamoró de una malagueña con la que se casó y se estableció en nuestra Ciudad en 1880, el año de la construcción de la Plaza de Toros. Falleció en Madrid en 1996, a la edad de 81 años. Estuvo casado en primeras nupcias con Carmen Guirado Rodríguez y en segundas con María Calvo Ayas.

1915.
En 1915, año del nacimiento de Augusto Haupold Gay, era alcalde de El Puerto, por segunda vez, Manuel Ruiz-Calderón y Paz. Lo había sido por un breve periodo de tiempo entre julio y noviembre de 1909; lo volvería a ser entre 1913 y 1916 y, por último, entre 1920 y 1923.  El Maestro Veneroni, director de la Banda Municipal de Música, incorporaba al repertorio sacro una composición propia: ‘El Ramo de Oliva’. Se editaba en nuestra ciudad ‘El Sudor del Obrero’, periódico que actuaba como órgano de la Conjunción Republicano-Socialista y de las Sociedades Obreras, en su tercera época.

En la imagen de la izquierda, Manuel Ruiz-Calderón y Paz, alcalde el año del nacimiento de nuestro protagonista.

Hizo sus primeros estudios en El Puerto --estudió solfeo en la Academia de BBAA Santa Cecilia-- y el Bachillerato en Jerez, examinándose en el Instituto Padre Luis Coloma. "--Mis padres querían que fuera ingeniero, pero yo sabía la trigonometría de memoria, era negado para las matemáticas". Pronto se aficionaría a las letras y compatibilizará la creación literaria con el periodismo, el teatro e incluso el guión cinematográfico documental. Se implica, junto a otros escritores organizando la Fiesta de la Poesía, la fundación en Madrid de la Asociación Cultural Artis junto a otros poetas y escritores como Federico Mendizábal quienes convocaban en tertulia poética a todos los artistas nuevos y célebres, famosos y desconocidos… y organizando sesiones literarias y actos poéticos sin fin. Incluido en diferentes antologías, forma parte de la selección ‘Las mil mejores poesías de la lengua castellana’.

Estudiaría Derecho en Sevilla, doctorándose en dicha materia en Madrid, donde residía desde 1947, aunque hacía frecuentes viajes a El Puerto. Fué asesor de prensa y propaganda. Ejerció como abogado penalista en la capital de España y también fue funcionario del Cuerpo Nacional de Policía, jubilándose con la categoría de Comisario.

En la imagen de la izquierda, portada de la obra 'El Escritor y sus Medios', publicado en Madrid en 1984.

POESÍA.
"--El pasado muerde siempre al poeta, aunque yo estoy muy en el presente. El mundo, en realidad, no es actual, ni presente ni futuro, es siempre lo mismo", afirmaba en 1987. En poesía, Augusto publicó los siguientes libros, Camarada: poemas de la hora difícil, (1941), La Virgen María (1954), Poemas de Amor, El mapa lírico de España, Tríptico del Amor Humano, Flores y Frutos, Poemas a mi madre, Seres Ínfimos (1975), Vida y Pasión de Jesús (1976), presentado en la Academia de Bellas Artes por nuestro paisano y colaborador de Gd Luis Suárez Ávila; El Puerto de Santa María (1976), El Escritor y sus Medios (1984),  Era, poemas de los recuerdos portuenses (1987),  Plural Amor, Primera Antología (1987), El Dominó (o Las Fichas del Dominó) (1993) y otros títulos que quedaron inéditos.

En la fotografía, representación en el Teatro Principal de El Puerto por un grupo local de actores aficionados de su obra 'El Águila y el Gorrión'. El cuarto por la izquierda es el autor que salió a la finalización de la función, a agradecer con el elenco los aplausos recibidos.

En la imagen de la izquierda, portada de su obra de teatro 'El Águila y el Gorrión', publicado en Madrid en 1961.

TEATRO.
En teatro, escribió varias comedias, de las cuales estrenó hasta un total de cinco: ‘Es mi voluntad’, ‘La Verdad de mi Vida’,  ‘El Águila y El Gorrión’ (1961) comedia en tres actos, ‘Dos Noches: historia de una vida en dos jornadas’ (1962), obra teatral y guión de cine,  'Es mi voluntad', '¿Por qué?', 'La Verdad de mi Vida', ‘…Y nació la mujer’ (1991), escrita bastantes años antes para un grupo de actores aficionados de El Puerto que nunca llegaría a representarse. También escribió más de veinte guiones de cine documental, el periodismo, las conferencias, ...

En la imagen de la izquierda, portada de su antología 'Plural Amor', publicada en Madrid en 1987.

PLURAL AMOR. Primera Antología.
En la cubierta del libro, en la fajilla, se puede leer  extraído del prólogo: ‘Augusto es uno de los mejores poetas contemporáneos, así, sencillamente. Frente a tantos poetas buenos, pero aburridos, Haupold es fiel a su andalucismo plurarl, musical, de playa y ola’ (Manuel Martínez Remis).

"--La poesía es una gracia y una condenación... la poesía está ajena a mí, yo soy incluso capaz de elogiar lo mío, porque no lo creo mío, esto viene de arriba", afirmaba antes de la presentcion de 'Plural Amor'. Manuel Martínez Alfonso, en la presentación en El Puerto de dicho libro, el 17 de noviembre de 1987, afirmaba que «Se puede ser portuense por el nacimiento, por el corazón y por la gracia. Augusto Haupold lo es por estas tres razones. Entre El Puerto y Madrid comparte su tiempo y su actividad. Pero su corazón siempre está en El Puerto, y del Puerto y su aire, le llega la gracia de sus versos. […] Augusto Haupold ha vuelto otra vez al Puerto. Y ha sido aquí, en su tierra, donde ha querido hacer público, por primera vez, el mensaje de su nuevo libro ‘Plural Amor’. Antes de la presentación, ya programada, en el Ateneo Madrileño. Bien venido sea Augusto de nuevo, a su tierra. Bien venida esa ofrenda de versos que hoy nos va a hacer. Y que los aires del Puerto, --principal estímulo en la hondura mayor de su espíritu-- de su inspiración poética, los paseen, clamorosos, por el coso sin límites de sus amores, como en triunfal vuelta al ruedo en una tarde de gloria».

Pepe Morillo representó en los Juegos Florales de la Hispanidad, celebrados en 1958 a Augusto Haupold Gay, leyendo en el desaparecido Teatro Principal su poema premiado 'Décimas de la Canción Herida'.

PREMIOS.
Augusto Haupold obtendría diversos premios y galardones en certámenes y competiciones poéticas, más de cincuenta, entre primeros premios y alguna Flor Natural. En los Juegos Florales de la Hispanidad celebrados en El Puerto en 1959, alcanzó el Premio al tema ‘Canto al Puerto de Santa María’ con ‘Décimas de la Canción Herida’ que empezaban así:

El Puerto… ¡Claro cantar!
Como una canción herida
por donde se va la vida,
--canta que canta-- a la mar.


Uso de cookies

Este sitio web utiliza cookies para que usted tenga la mejor experiencia de usuario. Si continúa navegando está dando su consentimiento para la aceptación de las mencionadas cookies y la aceptación de nuestra política de cookies, pinche el enlace para mayor información.

ACEPTAR
Aviso de cookies