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Federico Herrera Síñigo

«Federico Herrera Síñigo, debió nacer en El Puerto sobre los años finales del siglo XIX, porque, al morir, sobre los setenta del siglo pasado tenía ochenta años y, aunque estaba en perfecto estado de revista, estaba fatal de los pies y tenía una quebradura. Esto es lo común en quienes han pasado la vida detrás de un mostrador.  Federico comenzó su vida laboral como dependiente de Casa Llanes, un comercio de tejidos que había en la esquina de la calle Misericordia con Luna, donde hoy la cervecería. Cuando los Llanes se fueron a Madrid, Federico entró a formar parte del elenco del Refino "Las Novedades" de don Luis Pérez Grant, en la calle Larga, esquina a Ricardo Alcón, Correos o del Muro, que todavía subsiste.

Federico Herrera Síñigo must have been born around the end of the 19th century in El Puerto because on his death in the 1960s he was eighty and, although he was in perfect condition, he had terrible problems with his feet and he also suffered from a hernia. This is common in those who have spent their life behind a counter. Federico started working as a shop assistant in Casa Llanes, a textile business on the corner of calle Misericordia and Luna, where the pub is today. When the Llanes family went to Madrid, Federico joined the staff at Luis Pérez Grant’s Refinery “Las Novedades” on the corner between calle Larga and Ricardo Alcón, the Post office or del Muro, which still remains today.

Allí hizo carrera como dependiente con su fraternal Pepe Sánchez Pérez, sobrino de don Luis, que heredó el negocio de su tía Doña Rosalía Tinajero Íñigo, la viuda de aquél. Federico era hombre educadísimo, cordial, sabedor de muchos saberes, metódico, servicial... Vivía en la calle de La Palma, esquina y vuelta con la calle Comedias, en el bajo. Se había casado con Doña Magdalena Péculo, por lo que era cuñado del ínclito don José Luis Péculo, benemérito cofrade de la Humildad y Paciencia, y de Pecúlo el de la Electra Peral. Federico tuvo tres hijos: José Luis, Conchita y Antonio. Federico, por su parte, era cofrade del Cristo de la Veracruz y Nuestra Señora del Mayor Dolor, andadura que comenzó, siendo niño y cuando la cofradía tenía su sede en la capilla de La Sangre, en la calle Palacios, esquina a la calle Nevería, frente por frente a la tienda de Apolo. Federico, se veía desde una ventana de su casa por la calle Comedias, tenía una reproducción del Cristo de la Veracruz en talla, casi de tamaño natural, que veneraba y que sorpendía a los que pasaban por la calle.

Otro de sus amores, que por eso lo traigo a aquí hoy, era la Santísima Virgen de los Milagros, a la que ayudaba a vestir en el tiempo en que la Condesa de Osborne fue camarista. Federico era un “fijo” a la hora de aderezar el paso de nardos y empujarlo por las calles del Puerto en la procesión, era porque su bisabuelo, el orfebre Don Manuel Síñigo, fue el autor del templete de plata de la Virgen, lo que llevaba a gala. Síñigo dejó una magnífica y acabada obra en plata en toda la provincia y singularmente en El Puerto y en las Catedrales de Cádiz y la hoy de Asidonia-Jerez.

Ahora que han terminado los cultos a la Patrona, he hecho recuento mental y he echado de menos a Federico, a Antonio Castillo, a Diego Utrera, a Pepín Ruiz Jurado..., empujando el paso, y me he acordado de ellos y he visto, por mis propios ojos, el prodigio de que otros históricos, Agustín Vela Mariscal, con noventa años, y  Tani Vélez Rodríguez, con casi ochenta, sigan empujando la carroza de la Virgen. Que sea por muchos años y que Federico los espere tantos más.» Luis Suárez Ávila. Publicado en Diario de Cádiz sobre los años finales del siglo XX. (En la foto de los años 40 del siglo pasado, Federico Herrera, en el centro de la imagen).

Federico Herrera Síñigo, con su mujer, Magdalena Péculo, con la que tuvo tres hijos: José Luís, Conchita y Antonio, a las puertas de su vivienda en la calle de La Palma, casi esquina con la Calle Comedias. (Fotos Colección Vicente González Lechuga).

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Amparo Gómez Recalde

El padre de Amparo Gómez Recalde -y de Isidro, Servando, Nicanor, Curro, Pepe, Antonio, Lalo, ...- Nicanor Gómez Soto empezó a llevar el almacén o ultramarinos conocido como Casa Nicanor, hacia 1915 en la confluencia de las calles Ricardo Alcón y San Bartolomé (hoy Placilla); anteriormente había llegado como chicuco a El Puerto y estuvo trabajando en un almacén en la confluencia de la calle Cielos esquina con Espíritu Santo, del que se hizo cargo mas tarde, en 1920.

Amparo Gómez Recalde’s father, who is also Isidro, Servando, Nicanor, Curro, Pepe, Antonio, and Lalo’s father, Nicanor Gómez Soto, started to manage the corner shop known as Casa Nicanor where calles Ricardo Alcón and San Bartolomé meet (today called Placilla); before this he had come to El Puerto as a youngster and worked in a corner shop where calle Cielos and calle Espíritu Santo meet, which he came to run in 1920.

Fue en ese año cuando el padre de Amparo abrió un Bazar de loza, cristal y otros objetos de adornos y regalos junto a la tienda de la Placilla, por la calle Ricardo Alcón, establecimiento que permanece abierto y gestionado directamente por Amparo, ya que la zona de Ultramarinos ha quedado como exposición del Bazar de Nicanor. La tienda de comestibles, al fallecer el padre de Amparo en 1962, la llevó su hijo Servando hasta su jubilación en1994 en la que deja de prestar sus servicios como tienda de comestibles y, como ya hemos dicho, pasa a ser exposición del Bazar. El Bazar había sido gestionado por Lalo y Amparo; Amparo viajó a Venezuela donde vivió unos años y a la vuelta se hizo cargo de la tienda.

La foto de arriba es del año 1948. Los hijos de Nicanor Gómez Soto pasaron todos por la tienda, pero luego cada uno se fue independizando y creando sus propios negocios, salvo Servando que continuó al frente de Casa Nicanor. Isidro explotó durante muchos años Ultramarinos La Diana, en la confluencia de San Bartolomé y Palacios, hasta que cedió su explotación a José Joaquín Sánchez Sena que hoy continúa al frente del negocio; también regentó Isidro el almacén Puerta del Sol, en la calle Vicario, esquina con San Juan y Plaza Juan Gavala y el novedoso Mesón del Montañés, donde los noctámbulos podían conseguir recenar una fabada. Nicanor, en Pozuelo con Cañas, tuvo una tienda de comestibles con trastienda de bebidas, de nombre Los Caballos, nombre que tendría luego su establecimiento con el mismo nombre en la calle Aurora, esquina a Pozuelo, frente a la Casa de las Rejas Verdes.

En la calle Larga Curro, debajo de lo que fue el antiguo Convento de Las Salesas,  abrió una novedad en la época, un supermercado de la cadena Spar; Pepe regentó Ultramarinos Las Palomas, en la calle Federico Rubio y Larga que cerró en junio de 1998 (en 1961 abrió al lado una confitería), siendo también establecimiento de bebidas; y Antonio el novedoso igualmente Supermercado Crevillet, en la calle Tórtola y Ultramarinos La Montaña en Palacios esquina con Larga. Curiosamente este establecimiento lo arrendó luego a su cuñado Luis, otro “jándalo” que vino en viaje a novios a El Puerto, de profesión carpintero, y que no volvió a la montaña pues aquí se quedó hace cuarenta años mas o menos, hasta su jubilación. Curro y este Luis estaban casados con las hermanas Purón, montañesas también. Tristemente no queda ninguno de estos ultramarinos abiertos, salvo La Diana, de la que hablaremos en otra ocasión. El almacén de Nicanor, como ha sido conocida durante el siglo pasado, fue tienda de montañés con anterioridad a sus actuales propietarios, pues en 1771 se hallaba una tienda de comestibles y tabernón propiedad del cántabro Francisco Díaz. En 1804 estuvo llevada por Francisco Rubín de Celis. No nos han facilitado datos del siglo y pico que pasó entre esa fecha y la adquisición por parte del padre de Amparo.  Si consta que durante unos cuantos años a principios de la década de los treinta del siglo pasado, la tienda de comestibles pasó a regentarla, provisionalmente, Juan Andrade, con el nombre de Ultramarinos Número 8. La fotografía a color muestra el almacén tal y como se ecuentra en la actualidad. (Fotografía tomada el 15 de octubre de 2008).


El gaditano Venancio González afirmaba que el chicuco «a los dos años ascendía a “dependiente”, a los dos siguientes, al puesto de “segundo”, y pasados otros dos, más o menos, a “encargado”. Luego, ya curtido en el oficio, su “padrino” le buscaba un establecimiento para regentarlo en calidad de arrendatario». La fotografía es de 1948.

La imagen muestra la tienda de Ultramarinos de calle Cielos esquina con Espíritu Santo en 1989, poco antes de su cierre. A ella vino de chicuco Nicanor Gómez Soto y de la que se hizo cargo allá por 1920. Luego pasaría, en la década de los cuarenta del siglo pasado a manos de Manuel Gatica, quien la tuvo abierto con una tienda de bebidas separada por una mampara, tal y como que se puede apreciar en la foto, hasta finales de la década de los ochenta del siglo pasado. (Foto José Ignacio Delgado Poullet. Centro Municipal de Patrimonio Histórico).

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La Fiesta Nacional se celebra el 12 de octubre, conmemorando el Descubrimiento de América por Cristóbal Colón, tan vinculado a nuestra Ciudad. Antes se llamó Día de la Raza o de la Hispanidad. Celebran su onomástica las Pilares y los Serafines. En El Puerto durante buena parte del siglo pasado, se realizaron diversas conmemoraciones con motivo de la aventura americana: corridas de toros, Juegos Florales, conciertos de música, desfiles militares, fiesta en la Guardia Civil con misa de Pontical en la Iglesia Mayor y visita en el Guadalete de barcos de la Marina Española.

The National Celebration is held on the 12th of October, commemorating the Discovery of America by Christopher Columbus, who has strong links to our town. It used to be called Race Day or Hispanic Day, it is also the day on which the Pilars and Serafins celebrate their saint’s day. For many years last century various commemorations were held in El Puerto to remember the American adventure: bull fights, flower shows, music concerts, military parades, celebrations at the Civil Guard with Pontifical Mass in the Iglesia Mayor and a visit by the Spanish Navy boats on the Guadalete river.

En la imagen Hoja Informativa de las III Fiestas de la Hispanidad de 1960, de las que vamos a reproducir diversas fotografías de ese año, pertenecientes al Archivo Municipal. Las Damas de Honor de la Reina de las Fiestas, Ana María Lorenzo-Ochando: Pilar Domínguez Bensusan (Cádiz); Emilia Gutiérrez Amérigo (Chipiona); Carmen Sánchez-Ferragut (San Fernando); Mercedes Rodríguez-Rubio (Rota); Josefa Derquí Vaca (Puerto Real);  y las portuenses Gloria Portillo Cía, Rosario García-Pérez Romero, María Elia Duro Vaca, Carmen Pérez García y Alicia Abreu Portillo.

En la imagen de 1960 la Banda de Música y tropa de la Marina Española, formada en la Plaza de la Iglesia, rindiendo honores a la bandera. Mientras, en el Guadalete llegaron los Dragaminas “Ter” y “Lérez” -los que podían acceder por su calado a nuestro río-  de donde, a mediodía, partió el defile de las dotaciones junto con la banda de cornetas y tambores del Cuartel de Instrucción de San Fernando. Manuel Martínez Alfonso, en su libro «El Puerto en la Literatura» afirma “Que este tema de la Hispanidad no es novedad de los últimos años, sino que ya El Puerto vibraba a su ritmo desde antiguo, podría probarlo una serie de hitos mas o menos representativos, tales como la declaración de El Puerto como ciudad colombina, en 6 de febrero de 1927; la creación del Instituto Colombino, en julio de 1930; la fiesta en 12 de octubre del mismo año se celebró en conmemoración de la Hispanidad, con elocuente discurso de José María Pemán; y la institución de las Fiestas portuenses de la Hispanidad, en 1958, superadas en esplendor cada nuevo año, que intentan mantener presente las antiguas glorias portuenses al ritmo de los desfiles de la Marina y el acorde poético de sus Juegos Florales». Las fiestas desaparecieron, aunque en los últimos años el Ayuntamiento está volviendo a activar aquellos días, en principio con un acto cívico de izada de la enseña nacional y un concierto de música a cargo de una banda militar en una plaza pública: este año en la de la Fuente de las Galeras. (Foto Archivo Municipal).

El escenario del desaparecido Teatro Principal, adornado para los Juegos Florales en 1960, en el que al poeta premiado se le entregaba, por la Reina de las Fiestas, una flor natural. Preparaban los decorados Eduardo Ruiz-Golluri Galarza, Serafín Álvarez-Campana Gaztelu y Guillermo Silóniz Villaverde, bajo la dirección del concejal de fiestas, a la sazón, Eligio Pastor Nimo. (Foto Archivo Municipal).

La Reina de la Fiesta de la Hispanidad, Lorenzo-Ochando y Hernández, Ana María, con el Vicealmirante Eduardo Gener Cuadrado, ganador ese año de la Flor Natural de los Juegos Florales, haciendo el paseíllo por el patio de butacas del desaparecido Teatro Principal camino del escenario, por el pasillo central. Entre el público podemos distinguir a diferentes personas conocidas de la época (hace casi 50 años) entre ellas a: Pastor Nimo, Eduardo y su mujer Rábago Vega, Nora; López Ruiz, Luis y su mujer Rábago Vega, Mª del Carmen (Marita); López Ruiz, José y su mujer Villar Rioseco, Encarnación; Ruiz de Cortazar y Tosar, José Luis y su mujer; Benjumeda MartÌnez de Pinillo y su mujer Abreu Fernández, Milagros; Suarez Rodríguez, Luis y su mujer Avila Gutierrez, Mercedes; Cortina, Miguel; Mesa, Francisco; Jiménez Tosar, Milagros; Jiménez Tosar, Nena; González Martínez, Ana; Caveda Arias, José y su mujer Pérez Pastor, Magdalena; Fernández Prada, Joaquín y su mujer Arias Molleda, María; Cuvillo Jiménez, Carlos del, y su mujer Arias Molleda, Rosario;  Duro del Moral, Miguel; Gaztelu Díaz, Ignacio; y su mujer Pastor Nimo, Teresa; Terry Merello, Ignacio; Terry Merello, Fernando; Torre González, Antonio de la; y su mujer Utrera Sánchez, María del Carmen; Cossi Ochoa, Jacinto; y su mujer Mora, Ana María;  Arias Bueno, Miguel y su mujer Molleda, Rosario; Camacho Aguilar, Manuel y su mujer Villegas Cuevas, Vicenta; Santiago Rodríguez, Manuel; y su mujer Cossi Mora, Matilde; Abreu Portillo, María Victoria; Nogués Ropero, Antonio; Alvaro Compo, Manuel. En las plateas podemos ver a los hermanos Terry Merello, Isabel, Fernando e Ignacio; Martinez Govantes, Pilar y junto a ella parece ser Nuchera, MarÌa José.  La identificación de la fotografía es de Vicente González Lechuga. (Foto Rasero. Archivo Municipal).

La Reina de las Fiestas de la Hispanidad, Ana María Lorenzo-Ochando, entrando en el Teatro Principal del brazo de su 'damo' acompañante en dirección al escenario. Al fondo el enrejado de madera que dividía la zona noble de las entradas de general. Delante de Ana María vemos a los maceros Manuel Camacho Luque y Manuel Camacho Gamero, abuelo y padre, respectivamente, de los actuales ordenanzas y maceros municipales también, José y Rafael Camacho Arana. La policía municipal, de gala (los plumeros), rinde honores a la reina. Distinguimos al Comandante de los Municipales -el ex legionario- Manuel Romero López, y los números Arenas y Yeste. Al fondo de la fotografía podemos ver Luis  y José Gaztelu Díaz, y a Guillermo Rodríguez, policía municipal de paisano.  El que está detrás de Manuel Camero Luque, nos parece que es el fotógrafo Manuel Guerra.  Vestido a la usanza de Clarinero, tocando la corneta, Arce, quien más tarde dirigiría la portuense Banda de Cornetas y Tambores. Pertenecía a la Hermandad de la Humildad y Paciencia. (Foto Rasero. Archivo Municipal).

Otra instantánea de la Reina de las Fiestas de la Hispanidad, Ana María Lorenzo-Ochando, del brazo de Eduardo Gener Cuadrado, Vicealmirante de la Armada, poeta y escritor que, aunque nacido en Puerto Real estaba muy vinculado a El Puerto de Santa María. Detrás de éste se ve a Serafín Álvarez-Campana. El ujier Miguel del Pino Suárez, ordenanza municipal y torero que fue observa a los protagonistas.  Era una fiesta de gala por lo que el pueblo llano no tenía acceso a la misma como no fuera trabajando como empleado. Es claro que solo accedían a la misma la clase gobernante -las fuerzas vivas-,  la clase pudiente, los afectos al régimen político imperante en aquellas fechas y algún aficionado al que solo le importaba la poesía, sin más pretensiones. En el palco presidencial del Teatro Principal se econtraban el Capitán General del Departamento Marítimo Almirante Bustamante; el Gobernador Civil, Luciano Sánchez y Luís Portillo Ruiz, alcalde de la Ciudad. (Foto Archivo Municipal).

Corrida celebrada con motivo de la Hispanidad. En el coche de caballos se observan a cuatro damas de honor de las Fiestas. Vicente González obtiene de Luis Suárez Ávila la siguiente información del carruaje:  «El coche es un pitter inglés, llamado también vagoneta de caza o break de caza, propiedad de  Pedro Domecq de la Riva. El nombre de pitter es el del carrocero londinense Pitter, con que se conoce y que adoptaron esos carruajes. Va tirado a la media potencia a la calesera por cinco caballos castaños, españoles, del hierro de  Pedro Domecq de la Riva. El mayoral es José Mata. El borlaje es el blanco que se usó después en la boda de la Infanta doña Elena de Borbón, en Sevilla, en el enganche de la carretela  que fue también de Domecq de la Riva. Estos dos coches y el resto de esa colección ha ido a parar a la Real Escuela Andaluza del Arte Ecuestre de Jerez de la Frontera. El caballo del tronco a la derecha es calzado en armiño, de la pata izquierda. Esta ganaderÌa daba mucho los caballos castaños calzados en armiño. Luis Suárez Ávila tuvo uno de ese hierro castaño, calzado de las dos patas en armiño, llamado "Andaluz". Calzado es con parte de la pata, generalmente la mas cercana al casco o menudillo y a veces la caña, blanca, pero cuando tiene manchas negras, se llama calzado en armiño». Y es que Luis Suárez es una autoridad, entre otras cosas, hablando de caballos.
Este día se celebró una corrida concurso de ganaderías en la  Plaza de Toros, en la que intervino el maestro Luis Miguel González Lucas, Luis Miguel “Dominguín”, que lució un traje de luces diseñado por Pablo Picasso. El capote de paseo, obra también del artista malagueño, llevaba bordado una corrida de toros. (Foto Archivo Municipal).

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Manolo Carrillo

Manuel Carrillo Lucero, hombre polifacético donde los haya, nació en la calle  Palacios, 33, el 14 de abril de 1925, cinco años justos antes de que se proclamara en España la II República. En su vida ha hecho de todo, desde empleado de la desaparecida, Compañía Sevillana de Electricidad, pintor de brocha gorda con su hermano Juan Luis, vendedor de saneamientos Arcas, que tuvo junto al Bar La Perdiz,  donde hoy está la tienda de fotografías Cinephot. Ha sido apoderado Taurino; estuvo algunos meses con la troupe del Circo Europa que vino a El Puerto por 1946. Taquillero de la Sala de Fiestas 'El Oasis'.  Presentador de Variedades y desde hace casi 40 años, vendedor de prensa.

Manuel Carrillo Lucero, a multitalented man if ever there was one, was born in no. 33, calle Palacios, on the 14th of April 1925, five years before the second Spanish Republic was proclaimed. He’s done a bit of everything during his lifetime, from working for the now non-existent, Compañía Sevillana de Electricidad (Seville Electricity Company), to painting and decorating with his brother Juan Luis; he also had a shop selling Arcas bathroom fittings, which was next to the La Perdiz Bar, where the Cinephot photo shop is today. He has been a Bull Fighting agent; he worked for a few months in the Europa Circus troupe who came to El Puerto in 1946; he was box office clerk at 'El Oasis' Disco; Variety Show Presenter and he’s now been selling newspapers for almost 40 years.

En el mundillo de los toros ha sido muy conocido y organizó el Homenaje a Manuel del Pino “Niño de El Matadero” y fue apoderado de su sobrino Francisco Paradela del Pino, quien fue matarife y  también ordenanza del Ayuntamiento, hasta su jubilación. Estaba tan relacionado que hasta asistió a la boda del ganador del Tour de Francia de 1959, Federico Martín Bahamontes. Organizó un sinfín de Espectáculos de Variedades -Varietés- y festivales cantantes noveles durante las décadas de 1950-1960 del siglo pasado. ¡Que contemporáneo de Manolo no se acuerda de nuestro ex-paisano Luis Aranda, entre otros, por aquellas fechas en el Cine Macario o en el Teatro Principal! Fue presentador de múltiples saraos tanto municipales como privados, actuando como humorista en varios de los espectáculos que él mismo organizaba. Es una gran persona, tanto como el mejor.

Cuando se urbanizan los alrededores del antiguo Campo de Futbol del Racing (conocido como el Campo de Eduardo Dato), a finales de la década de los sesenta del siglo pasado, instala un kiosco (no sabemos si con permiso o sin él) para vender chucherías y prensa. Posteriormente cuando se construye los pisos de Zafer (conocidos como los pisos verdes) en los terrenos del campo de futbol él se compra un local a medias con otro señor y cuando en tiempo de alcalde Rafael Gómez Ojeda se reurbaniza la Avenida de La Constitución (antiguamente Avda. de La Legión), le obligan a quitar el kiosco y ni corto ni perezoso metió literalmente dicho armatoste dentro del local que había adquirido y que se encontraba sin ninguna obra: en bruto. En la instantánea podemos observar la fábrica de botellas VIPA (Vidrieras Palma), el solar donde actualmente se encuentra la Comisaría de Policía Nacional y el Campo de Fútbol. (Foto Colección Vicente González Lechuga).

Actualmente Manolo ejerce su servicio de prensa en una mesa que le cede la familia de José Basteiro Pereira-fallecido hace un par de años- en el Bar de La Ponderosa, frente por frente a donde ha pasado los últimos casi 40 años de vida profesional,  donde sigue tomando el pulso a la calle, donde comentando las noticias que vienen en 'sus' periódicos, donde ha sido y es cómplice de muchos clientes, donde continúa siendo amigo de sus amigos.  Una de las multiples anécdotas que se cuenta el la Zona de la Avenida de la Constitución, donde vende actualmente la prensa es que, si vas a comprarle algo has de llevar el dinero exacto pues siempre decía “yo no tengo cambio”.  Sin embargo si cualquier negocio de la  zona le pedía cambio se iba por todo los alrededores buscando cambio para los demás. En la fotografía, Manolo Carrillo, siempre con su inseparable pajarita, presentando un Espectáculo de Varietés. La dedicatoria dice: "Lo mismo que tu... pero mucho más" y esta fechada el 1 de enero de 1954. Según hemos podido obserevar en otras fotografías del album de nuestro artista, el parecido con el torero Manolete es bastante razonable, algo que le hará 'vestirse de luces' en algún momento de su carrera como showman, como veremos más adelante.

La portada del programa que reproducimos aqui, escondía en su interior, en su "Primera Parte, la presentación del Cuadro Artístico con espectáculo de Variedades, según el orden siguiente: Palmeras Portuenses (Miguel Leveque y su Orquesta). Teresita (Ángel Zamacola), Bolero Mallorquín (Vera y sus muchachos). Tres Veces Guapa (Juan José García). Recital a Guitarra. (Manolo Otero). En el País de la Ilusión (Xavier). Canto Regional (Mariano Hernando). El Tercer Hombrer (Trío Juventud). Unos segundos de humor (Manolito -el propio Manolo Carrillo-). Pepe Mairena (Miguel Leveque y su Orquesta). Madre Hermosa (Paco Navarro). Canto a la Mujer Cordobesa (José Morilló León). Marcha Militar de Shubert (Agustín Moreno). Cantando por el Mundo (Otero, Celdrán, Ortega). Glosa a la Soleá (Luis Callealta). El Sitio de Zaragoza (Vera y sus muchachos). Chistes rápidos (Teodorito). Sombras del Nublo. (Manolo Torrent). Fantasía. (Julio Rodríguez. Malvaloca. (Manolo Celdrán). Humor Español (Hermanos Pepes). Presentado por Manolo Carrillo. En la Segunda Parte, Representación por el Cuadro de Actores del gracioso sainete titulado 'El Número Ciento'. La Dirección se reservaba el derecho a alterar el programa si lo creía conveniente y además, dado el carácter benéfico de ese espectáculo, quedaban suprimidos los pases de favor".

Escenario de una fiesta organizada por el Ayuntamiento de El Puerto de Santa María en la Barrida de la Playa, frente al Real Club Náutico, presentada por Manolo Carrillo; a su izquierda se encuentra Gaztelu, con el cigarrillo en la mano Millán Alegre Gimeno, padre del actual concejal de Cultura y Fiestas y Merello. Podemos ver en el adorno del escenario un cartel de toros de la presentación en Andalucía del gran maestro matador de toros Luis Miguel Dominguín,  de fecha del 31 de Julio de 1960, día de esta fiesta. (Foto: Archivo Municipal).

En la foto de grupo asistimos al Homenaje ofrecido a Manuel del Pino, 'Niño del Matadero', organizado por nuestro amigo Manolo Carrillo. De pie, de izquierda a derecha Manuel Carrillo Lucero; Vicente Prego,  un galllego afincado en El Puerto, consignatario de buques; Manuel Almagro Guilloto,  de profesión mecánico, que tenía su taller de cerrajería mecánica en la Calle San Sebastián, donde después vivió e hizo allí su museo taurino; posteriormente se instaló en un local de la casa que compró junto a Casa Paco, en la Ribera del Marisco (en aquellas fechas Vergel del Conde) y posteriormente mudó dicho taller a la calle Recta, donde actualmente existen varios pubs: a continuación Miguel del Pino Suárez, en esa fecha Matador de toros. Sentados y de izquierda derecha: Antonio Rosales, Don Puyazo; Manuel del Pino Suárez, la señora de Vicente Prego y el hijo de Miguel del Pino. (Foto Colección Antonio Almagro Buhigas). En la fotografía  pequeña, Manolo Carrillo vestido de torero: 'El Niño de la Prensa', donde el parecido con Adrian Brody -el actor que ha representado a Manolete en una película- es notable. (Foto Colección V.G.L.)

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Ricardo y Juan Luís Palacios Álvarez

Rafael Álvarez Santander fundó, en 1927, una empresa de vulcanizados y recauchutados en la calle Curva, establecimiento que estuvo abierto ininterrumpidamente durante 75 años: hasta el 2003, conocido como Vulcanizados Ricardo. Ricardo Palacios Mena, el yerno de Rafael hoy jubilado, consolidó y expandió la empresa hasta convertirla en el Grupo que es hoy, con tres establecimientos abiertos: en la calle Ruiseñor, por el Camino de los Enamorados, en 1980; diez años después, en 1990 en el Polígono Industrial Guadalete, y hace cinco, en la Ribera del Río, en el 2003, año en el que se cierra el taller matriz de la Calle Curva.

Rafael Álvarez Santander founded a company in 1927 in calle Curva which vulcanised and retread products, an establishment that was open without interruption for 75 years until 2003, known as ‘Vulcanizados Ricardo’ (Ricardo Vulcanised Products). Ricardo Palacios Mena, Rafael’s son-in-law who is now retired, strengthened and expanded the company making it into the much larger group of companies that it is today, with three establishments: one in calle Ruiseñor, near el Camino de los Enamorados, opened in 1980; ten years later, in 1990 another was opened in the Guadalete Industrial Estate, and five years ago in 2003, the same year as the original workshop on Calle Curva closed, the third was opened in Ribera del Río.

El abuelo Rafael, primero por la izquierda.
El abuelo Rafael, primero por la izquierda.

Empezaron trabajando el neumático, que es su fuerte y hoy son multitud de servicios, los que lo acompañan, con técnicas modernas, tanto mecánicas, como electrónicas e informatizadas. El éxito de los nietos del fundador: Ricardo y Juan Luís Palacios Álvarez (en la foto a color que inicia esta nótula falta su hermano Rafael) es la atención personalizada -casi de amigo- con el cliente, frente a la frialdad y lo encorsetado de las tiendas instaladas en las grandes superficies. Coincidiendo con el 80 aniversario de la creación del primer taller, el año pasado trajeron el Congreso Nacional de la franquicia Pneus Expert Continental, a la que pertenecen, y pudieron presumir ante sus colegas de una Ciudad como es El Puerto, llegando a congregar a más de 400 participantes. En la fotografía, de la izquierda el abuelo Rafael Álvarez, con una maza al hombro, trabajando en la calle Curva, allá por 1927. Nótese que las ruedas son de radios, como las bicicletas.

eran otros tiempos
A mano y en la calle: eran otros tiempos

Una anécdota que recuerdan con agrado es que, hace cinco años, durante la celebración del Mundial de Vela, Mundo Vela 2003 celebrado en nuestra Ciudad, y al que asistió el Príncipe de Asturias S.A.R. D. Felipe de Borbón, éste se acercó al taller a arreglar su vehículo que había sufrido un percance en una rueda. El comentario de uno de los escoltas a Ricardo padre fué: --“Pórtese bien, que es el coche del jefe de los españoles”, a lo que éste respondió: --”No tendrá problemas, está usted hablando con el jefe de esta casa, que soy yo”.  Eran 75 años atendiendo, en esa casa, desde el más humilde hasta al Príncipe de España. Y es que continúan con la sana tradición de abrir, domingos y festivos, en un servicio de guardia  de 9,30 a 13,30.

La parada de autobuses en la Plaza de la Iglesia.

El fundador de la empresa, el abuelo Rafael, con 27 años tenía ademas un servicio de autocares que hacían recorridos discrecionales y regulares a las Playas: Valdelagrana, Fuenterrabía... Los chóferes eran los taxistas más antiguos, más expertos. En la foto del año 1939, identifiicados por Francisco Utrera Aguilera el  día 09.12.2006,  aparecen Antonio Ahucha Ponce (cobrador), Manuel Serrano (conductor), Paco Pedregal (junto al autobús), Diego Utrera Sánchez (cobrador), Alberto Nieto (conductor del segundo autobús.  La parada estaba situada en la Plaza de la Iglesia, en la confluencia con las calles San Sebastián y Santa Lucía. Sobre el techo de uno de los autobuses se aprecia el nombre del establecimiento 'La Campana' local situado en la esquina de dichas calles casi frente a la Puerta de las Campanas de la Iglesia Mayor. Uno de los autobuses está matriculado en Sevilla, el otro con la siguiente matrícula: CA-29-SP (Servicio Público), con el número 29 de la provincia de Cádiz. (Foto Colección Francisco Utrera Aguilera).

Casa de Marcela Torres, en la Plaza de la Iglesia.

Fachada de la que fué durante mucho tiempo la Parada de los Autobuses, la conocida como Casa de Marcela Torres. En ella estuvo el Ayuntamiento después de la incorporación de El Puerto de Santa María a la Corona en 1729, hasta mediados el siglo XIX, cuando a raíz de la Desamortización de Mendizábal, el Convento de Santo Domongo fue destinado a Casas Consistoriales y se trasladó allí. Los Comestibles La  Ibérica albergaría más tarde el almacén y estanco de Casimiro, ya desaparecido. (Foto Colección José Puente García).


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Mercedes Fernández Sánchez

Es nieta de José Sánchez Aguilar. Hija de José Fernández y Encarnación Sánchez. Hermana de Pepe, Manolo, Rafael, Jesús e Ignacio. Su familia está vinculada a la hostelería desde 1916, cuando su abuelo materno abrió una tienda de vinos,  especializada en Manzanilla en la esquina de la calle Ganado con Melero. El establecimiento se llamó Verdún, en recuerdo de la batalla celebrada en dicha localidad francesa en la I Guerra Mundial. Tras la Guerra Incivil española, la tienda pasó a llamarse Casa Sánchez, Tabernón de Sánchez y Bodegón de Sánchez.

She’s the granddaughter of José Sánchez Aguilar; daughter of José Fernández and Encarnación Sánchez and sister to Pepe, Manolo, Rafael, Jesús and Ignacio. Her family has been linked to the catering trade since 1916, when her maternal grandfather opened a wine shop specialising in manzanilla (dry sherry) on the corner of calle GanadoMelero. The establishment was called Verdún, in memory of the battle fought in the French town during the World War I. After the Spanish Civil War, the shop changed its name to Casa Sánchez, Tabernón de Sánchez and Bodegón de Sánchez.

Pero la vinculación con la hostelería le viene también a Mercedes Fernández Sánchez por vía paterna. Su padre, gallego de nacimiento y portuense por necesidad, fundó hace más de 50 años el desaparecido “Bar Jamón” en la calle Capillera y hoy su hermano Pepe continúa la saga con el afamado Restaurante Bar Jamón, en la rotonda del Molino Platero en la variante a Rota, buque insignia Grupo de Empresas familiar. Sus otros hermanos continúan con la “Bodeguilla del Bar Jamón” y “El Patio de Mi Casa”, en la calle Misericordia; la confitería “La Merced” por otro nombre “Los Sanluqueños” y alguna aventura hostelera en la Feria o en Centros Comerciales han hecho que, también, el resto de los hermanos estuvieran mas o menos vinculados a la hostelería y los servicios turísticos en El Puerto, a través de la central del Grupo de Empresas JAMEFER, aunque cada uno dirige, de forma individual, su establecimiento. Pero de esta otra rama hostelera -su padre y sus hermanos- hablaremos en otro momento.

EL ABUELO MATERNO DE MERCEDES.
José Sánchez Aguilar, hijo único del Cabo Sánchez, (de pequeño le contaron a Vicente González que el dicho Cabo Sánchez se había casado nada mas y nada menos que siete veces), quien por aquellos tiempos tenía la llave que daba el paso del agua a la Ciudad de El Puerto, con un horario de suministro que recuerda los tiempos de las restricciones: de 7 a 24 horas. El abuelo de Merceces había nacido a finales del siglo XIX. Tuvo cinco hijos: Antonio, Francisco, Encarna, Juana,  y Concha. Su establecimiento fue muy reconocido en la época y trabajó los vinos de González Rico Hnos., especializándose en la manzanilla. En la foto de más abajo se pueden observar, en el mostrador, dos botellas: una de Brandy y otra de Jerez Quina, de dicha bodega proveedora; el Jerez Quina  tuvo que dejar de producirse por orden del Consejo Regulador, ya que no se podía considerar como producto de la Denominación de Origen Jerez-Xérès-Sherry y Manzanilla de Sanlucar.

A la muerte de José Antonio Sánchez Aguilar, el 29 de marzo de 1958, sus hijos Antonio y Francisco Sánchez Ruiz se hicieron cargo del Tabernón de Sánchez, como ya hemos indicado más arriba. Antonio nació el 5 de abril de 1930 y murió el 21 de octubre de 1998; como diabético que era perdió la vista e incluso ingresó en la ONCE. Su hermano Francisco, que vive felizmente jubilado, nació el 28 de diciembre de 1931. La casa donde estuvo el Tabernón era propiedad de la familia; en la actualidad el inmueble pertenece a  la Inmobiliaria Hiniesta Peinado. Tenían un almacén de apoyo en la calle Cantarería, frente a donde estuvo la Cerrajería Velázquez. En el último tramo del siglo pasado se instaló en aquel local una tienda de congelados, regentada por su primo Antonio Sánchez Fariñas hoy desaparecida y en su lugar se encuentra en la actualidad una tienda de ropa. Mercedes ha sido vecina de la calle Ganado, donde siguen viviendo sus padres, de toda la vida. Enrique Pérez Fernández, en su libro tanta veces citado por nosotros “Tabernas y Bares con Solera” escribe que «en 1770 había una tienda de montañés, de Francisco Alonso, en 1804 llevada por los herederos de Santiago Bustamante, y al fin del siglo por Juan Rodríguez Caballero». Un poco más abajo, y hasta el año 2000, se encontraba la Cervecería Sánchez, llevada por sus tíos maternos, cerrándose a la jubilación de Francisco Sánchez.

Antonio Sánchez Ruíz con Manuel Nieto Molinero, Jefe de Oficina de RENFE en El Puerto, situada frente al Parque Calderón, junto al que fue Piano Bar. Era al decir de sus contemporános, un cachondo, en el mejor sentido de la palabra. Dos parroquianos asisten al encuentro. (Las fotografías antiguas pertenecen a la Colección de Vicente González Lechuga).

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Álvaro González Rodríguez, sobrino biznieto del fundador de Bodegas Obregón, es la tercera generación que se encuentra en el negocio de la Vinatería. Desde la Bodega de la Calle de la Zarza, el vino fino a granel, en rama y embotellado, las buenas reuniones que allí se dan, con degustaciones gastronómicas e incluso cante los sábados y domingos, hacen de las Bodegas Obregón una referencia obligada para conocer de verdad a El Puerto profundo y sus gentes.

Álvaro González Rodríguez, great-grandson of the founder of the Bodegas Obregón (winery), he’s part of the third generation involved in the wine making business. The Bodega on Calle de la Zarza, dry sherry by the litre, from the processing stage to bottling; the good times had there, with gastronomic tasting sessions and even flamenco singing on Saturdays and Sundays, make the Bodegas Obregón a visit not to be missed in order to really get to know El Puerto and its people in depth.

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Fue abierta en 1954 por su fundador, José Luis González Obregón, en lo que fue una antigua carbonería. Álvaro también ejerce como crítico taurino en la radio local y tiene una buena escritura que, seguro, veremos por aquí en algún artículo con referencia a El Puerto.

El experto en vinos de la zona, otro portuense, Javier Maldonado, escribe para el folleto que publicó la Concejalía de Turismo sobre esta bodega: "Desde sus inicios y durante muchos años la actividad de Bodegas Obregón  fue la de almacenista, esto es, la crianza y envejecimiento de sus vinos para su venta en bodegas exportadoras. Con el paso del tiempo, amplió la actividad de su empresa dedicándose al embotellado de sus propias marcas de vinos, brandies y licores, así como a la venta de vinos en rama en varios bodegones y tabernas de su propiedad. Actualmente Bodegas Obregón es una empresa que desarrolla todas las actividades vinícolas: cría vino con marca propia, envejece vinos para su venta a otras empresas bodegueras y mantiene abierta dos singulares bodegas en El Puerto: Taberna La Draga (Plaza de Bizcocheros) y el Bodegón de Obregón (en calle Zarza), la más antigua y una de las más peculiares tabernas de la ciudad. De la calidad de sus vinos dan cuenta los premios internacionales obtenidos en 1996 bajo marca Lustau Almacenista (Obregón). El Fino de El Puerto, de Lustau Almacenista (Obregón) fue galardonado como Vino del Año por el Financial Review, una de las más prestigiosas publicaciones de Australia. El Amontillado de El Puerto , de Lustau Almacenista (Obregón) consiguió medalla de plata en el World Wine Championship, celebrado en Chicago.

Bodegas Obregón es una pequeña empresa familiar que ha sabido hacerse un sitio en el sector vinícola gracias a diversificación de actividades y a la calidad de sus productos, que siempre han gozado del reconocimiento de los consumidores de la zona y que desde tiempo más reciente se han ganado también el aprecio de los expertos y el publico de otros continentes, donde han cosechado prestigiosos premios. Como valor añadido, la taberna con la que cuenta en la calle Zarza es la más antigua de cuantas funcionan en la ciudad. En pleno Barrio Alto se puede considerar el escenario donde aún se repiten algunas de las clásicas y tradicionales escenas de El Puerto. En este tipo de bodegas o bodegones confluyen la doble naturaleza de depósito y despacho de vinos, además del lugar de consumo del mismo siendo además espacio donde conviven diferentes aspectos del patrimonio portuense: el histórico, el cultural y el etnográfico. Tanto el lenguaje utilizado, las medidas, los útiles y herramientas aún se mantienen vivos y con pleno sentido en su entorno originario.

Uno de los ejemplos son los diferentes tipos de vasijas utilizadas como son los toneles (1500 litros), bocoys (40 arrobas que son 640 litros), botas (500 litros), medias botas (250 litros), cuartos de botas (125 litros) y octavos de botas (4 arrobas que son 64 litros) que podemos encontrarnos en su interior. Mediante la operación conocida como Trasiego, se vierte en ellos el vino procedente de las criaderas o bodegas madre. Una vez en su interior y mediante estudiadas mezclas entre ellos se adaptan al gusto y paladar del público consumidor. El resultado se denomina en el argot bodeguero Vino de Jarreo. Para su elaboración se lleva a cabo una de las operaciones más bellas de la labor vinatera: Peinado del vino, realizada por el capataz, consistente en precipitar los 12 litros de la tradicional jarra desde la altura de la cabeza sobre otra colocada a los pies del operario. Con esto se consigue romper el vino, es decir, airearlo facilitando así que el proceso de mezcla sea uniforme y homogéneo.

El capataz de Hijos de Jiménez Varela, José Luis González Obregón
José Luis González Obregón, en su época de capataz de Hijos de Jiménez Varela.

La empresa Bodegas Obregón, fue fundada en 1935 por D. José Luis González Obregón (El Puerto de Santa María, 1905-1995). Está inscrita desde entoces en el Consejo Regulador del Vino por lo que sus caldos gozan de la Denominación de Origen Jerez- Xérèz- Sherry. D. José Luis González Obregón fue uno de los grandes expertos en vinos y brandies del Marco de Jerez con el que afortunadamente ha contado la vinatería de la zona. Comenzó su actividad bodeguera muy joven, pasando por diferentes puestos y llegando a ser Capataz General de la empresa Hijos de Jiménez Varela S.A. cuyo prestigio por la calidad de sus caldos se debió en parte a sus buenos oficios y profundo conocimiento de la vitivinicultura. En 1935 , inició su actividad empresarial, montando una primera bodega en la calle Ricardo Alcón y poco después otra en la calle Zarza. Amplió el negocio con otras en las calles Arenas y santa Fé. En esta útima continúan actualmente las principales instalaciones de la empresa y la mayor parte de sus criaderas y soleras de vinos y brandies."

Esta última fotografía está tomada en el Patio de las Bodegas de Hijos de Jiménez Varela que se dedicaba a la tonelería (donde hoy se encuentra el Hotel Bodega Real, en la calle Alvareda). En ella, con corbata, José Luis González Obregón (casado con Isabel Lobo Morillo). A la derecha de Obregón está Rafael Valiente Moreno (hermano del que fuera concejal de urbanismo en la primera legislatura democrática de 1979) y a su izquierda Manuel Fernández Galloso (tío del matador de toros “Galloso” y que tenía dos apodos un era “El Churrete” y otro ” El Perla”, que es como cariñosamente lo conocía sus familiares y amigos), el que está trabajando la bota es Luis Amenedo Sánchez y el muchachito que está con la duela en la mano es un Raposo Rasuelo (ya confirmaremos el nombre pues es pariente de los que tienen la confitería en Las Nieves). Datos facilitados por Rafael Valiente a petición de nuestro imprescindible colaborador Vicente González Lechuga, a cuya colección pertenece esta fotografía.

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Los profesores del Instituto Santo Domingo además de dar clases, se divertían como se hacía en la época, formando un equipo de fútbol y compitiendo contra, no sabemos quien, en esta ocasión. La fotografía puede estar tomada a principio de los años 60 del siglo pasado.

The teachers at Santo Domingo Secondary School as well as giving classes, had fun, as was done in those days, forming a team and competing against various others, we don’t know who they were playing in this match. The photograph was possibly taken at the start of the 1960s.

De izquierda a derecha y de arriba abajo:  Policarpo Deusto Canal, a continuación, el madrileño Ventura Lozano Moreno, profesor de Mecánica, José López Ruíz, Catedrático de Matemáticas, el portuense Luis Macías Rubio, el valenciano Manuel Martínez Alfonso, Catedrático de Lengua y Literatura Española, el malagueño Enrique Bartolomé López-Somoza, Catedrático de Geografía e Historia; debajo, el primero es David Almorza Salas, José Jacinto Cossi Mora al segundo; el tercero es Pepe Morillo León, locutor de Radio Puerto, Emisora del Instituto Laboral, Antonio Verdugo Chaves, y de portero, José María Quignón Selvático, gaditano, profesor de Formación del Espíritu Nacional (FEN) y de Gimnasia. No vemos por aquí al profesor de Física y Química, Joaquín Calero Muñoz. ni a José Luís Garratón Sánchez, profesor de Electricidad, ni a Tomás Quiles, profesor de Carpintería; tampoco veo entre el público a los subalternos Manolo, Tobío, o a los administrativos Pepe Vélez o Pando. El encuentro fue arbitrado por Manuel García Campos, que ya empezaba a hacer sus pinitos en esto del arbitraje futbolístico.

El Instituto en 1981

Aquella generación de profesores del Instituto Laboral, del Instituto Santo Domingo (luego tendría muchas más denominaciones: Técnico, de Enseñanza Media, de Bachillerato, ..., según cambiaran los planes de estudio), eran, la mayoría de ellos una piña, una reunión de amigos que habían llegado a El Puerto procedentes de diversos puntos de España. Incluso se fueron a vivir juntos a los 'chalecitos de los maestros' en la Rotonda de La Puntilla. Aquí encontraron algunos su primer y único puesto de trabajo. Aquí se establecieron, se casaron y tuvieron hijos. Aquí formaron a miles de alumnos que hoy están instalados en la sociedad portuense y de la provincia (recordemos que al Instituto venían alumnos desde Rota, e internos de la Sierra de Cádiz: Prado del Rey, Villamartín, Ubrique, El Gastor, Bornos, Alcalá de los Gazules, Zahara de la Sierra, ...). Por su Salón de Actos pasaron desde recitales hasta obras de teatro. En las aulas de formación profesional, por las tardes, se daban los famosos cursillos del PPO, aquel Plan Nacional de Promoción Profesional Obrera. Aquel programa, con terminología de la época, «responde a la doble necesidad de preparar profesionalmente a los trabajadores adultos que debían ocupar nuevos puestos de trabajo creados por el desarrollo y tecnificar a los de aquellos sectores de la economía que acusaban una baja productividad, de acuerdo con las exigencias de una política inmediata de empleo y promoción social de los trabajadores adultos».
En el Instituto se celebraban, también, los Cursos de Verano, con visitantes extranjeros y de toda España, bajo el auspicio de la Universidad de Sevilla (cuando Cádiz solo tenía facultades). También, al principio, el Instituto tenía una emisora de radio, en principio para dar clases a aquellos alumnos que no se podían desplazar por vivir en zonas rurales, pero que acabó siendo una emisora al uso, Radio Puerto de Santa María, Emisora del Instituto Laboral, con Pepe Morillo y Hortensia Renedo, como sus primeros locutores. El Instituto, con la llegada primero del Pedro Muñoz Seca, en terrenos “robados” al Parque de la Victoria, y con los que vendrían después, acabó siendo el Instituto del Centro.

CLARO EJEMPLO DEL BARROCO ANDALUZ.

El  edificio es un antiguo convento dominico, claro ejemplo de edificio monacal del Barroco diciochesco andaluz,  en el que cabe destacar el patio con naranjos, el claustro, la biblioteca (parte de la antigua Iglesia) y la portada de influencia americana. Dada la importancia que tuvo la Ciudad en el siglo XVII -en El Puerto se encontraba la sede de la Capítanía General de la Mar Océana- las principales órdenes religiosas querían instalarse aquí. De hecho los dominicos se ubican primero en la Ermita del Rosario que se encontraba en la calle Pozuelo, y posteriormente en la calle Pileta, hoy Santo Domingo, donde levantan el convento. Lo terminan en la primera mitad del XVII y será la sede la Casa de Estudios de Filosofía  de Religiosos Observantes de su orden, al igual que de dos cofradías. Tras la desamortización de Mendizábal en el XIX, el edificio pasa a manos del Ayuntamiento, llegando a estar allí las Casas Consistoriales. En el siglo XX pasa a ser sede de la Academia de Bellas Artes. En la actualizad es un centro de Enseñanza Secundario diurno y nocturno, y por cierto, con un alto nivel docente, en palabras de la comunidad educativa.

La fuente que estaba en el patio ha estado ubicada durante muchísimos años en los jardines de la Estación de Ferrocarril, antes en la Plaza de la Pescadería. En la actualidad se encuentra en el Parque de Ruíz Calderón, tras la remodelación parcial que se hizo a finales de los ochenta del siglo pasado. Como se puede apreciar, falta la parte de arriba, dos delfines enroscados y que acaban en cola por la punta donde existía el surtidor principal de la fuente. Desconocemos si ha desaparecido, en su actual ubicación, fruto de la barbarie y de la incultura para con nuestros monumentos. La fuente está llena de pintadas en todo su perímetro, base y columna central.

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Boina y bastón. Antonio Rodríguez Bruqué, Tonino (1925-1993), nació en Utrera (Sevilla) pero ejerció su profesión de vendedor de los números “de los ciegos” (ONCE) en El Puerto, entre 1956 y 1990, año en el que se jubiló.

Beret and walking stick. Antonio Rodríguez Bruqué, Tonino (1925-1993), was born in Utrera (Seville) but he worked in El Puerto selling ONCE (Spanish National Association for the Blind) lottery tickets between 1956 and 1990, when he retired.

Tenía un hermano que vivió, creció y murió en Francia y con el que no tuvo relaciones ya de mayor. Aquí vivía su abuela Consuelo, que tenía un almacén en la calle Santo Domingo, esquina y vuelta con San Bartolomé, donde hoy se encuentra la tienda de Bricopinturas. Estuvo acogido en el antiguo Hospital de San Juan de Dios. A su cierre, Ángeles Pérez Peral, su administradora, le buscó alojamiento y quien le atendiera; fue con su cuidadora, la mujer que le había asisitido en su casa con quien luego contraería matrimonio, en mayo de 1993, falleciendo el 22 de agosto de ese mismo año en la casa en la que vivían ambos, en la calle Larga, junto al Bar Manolo. La ceguera le vino de chico, en su Utrera natal: jugando con una granada mientras cuidaba vacas que, al explosionar, le amputó parte de un brazo y le afectó a un ojo dejándolo tuerto. Ya en El Puerto así ‘veía’ el fútbol en el anterior campo del Rácing, denominado Eduardo Dato (donde hoy están los  pisos verdes frente a la actual Comisaría de Policía); se situaba junto a la entrada de los vestuarios y a los árbitros los ponía a parir de insultos.

Como tenía defectuosa la visión, hasta perderla definitivamente,  algunos pícaros jóvenes y no tanto de aquella época le relataban los errores -o supuestos errores- del árbitro y aquello no era boca; algunas veces era mentira y solo lo hacían por “escucharlo”. Esa era una constante de un Tonino bastante primario, al que los niños y jóvenes picaban para hacerlo oir: insultos, bastonazos contra coche si estaba mal aparcado dificultando el paso por la acera, incluso  dando bastonazos a quien se le pusiera de por medio, exabruptos,… Tonino era temible si se le insultaba o jaleaba de forma equívoca y él se daba cuenta. Pero también “pedía guerra”,  pues no estaba contento como no se metieran con él: cuando pasaba por delante del Bar Central, en la confluencia de las calles Luna y Larga, era él el que se dirigía a la pandilla de cachondos que allí se reunían, y que lo solían fustigar a su paso, preguntando: “pero… ¿hoy no me vais a decir ná?”.

Otro paradero de Tonino era el Bar La Perdiz, entre Larga y Ganado, donde era acogido por los contertulios que allí departían. Aunque para tertulias como aquellas, mejor que no se hubiese dejado querer: eran crueles con nuestro personaje, llegando incluso a quemarlo con colillas y otras vejaciones e indignidades. Por eso, quien lo buscaba, lo encontraba. Existe una leyenda urbana de nuestro personaje que no es cierta y que aquí desmentimos: cuentan que  había sido fusilado en el bando republicano, cayendo al foso y encima de él unos cuantos mas, dándose le por muerto; cuando pasó un rato y al no oír voces salió de la fosa. Su viuda, la mujer que le cuidó hasta el final de sus días, afirma que mientras su cuerpo haga sombra, no permitirá que se ofenda la memoria de Tonino. (La fotografía  a color es de 1987 y pertenece a la colección de Vicente González Lechuga. La fotografía en B/N pertenece a la Colección de Miguel Sánchez Lobato).

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La Compacorogota, en el Carnaval de 1985
La Compacorogota, en el Carnaval de 1985

La fotografía está tomada en la calle Luna abajo, durante el Carnaval de 1985 desde la puerta de los desaparecidos Estudios de Fotografías Garpre, el día 8 de Marzo; detrás se observa la Farmacia del Carmen, antes de la reforma.

This photograph was taken looking down calle Luna from the door of the former Garpre Photography Studios, on the 8th of March, during Carnaval in 1985; behind you can see the chemist’s ‘Farmacia del Carmen’, before it was renovated.

La Compacorogota, en esta ocasión y foto, representa a los personajes del Quijote de Cervantes. La integran, de izquierda a derecha y de abajo arriba, en primer término, Javier Tosar Barrera, como villano; a su lado Vicente González Lechuga, que iba caracterizado de cura de época y tocaba el bombo, su mujer, Carlota (Loti) Benjumeda;  a continuación y cortado a la mitad, Fernando Pasaje, que era el letrista de la agrupación. En la siguiente fila, con bigote blanco y gafas, un infiltrado: Jaime Gutiérrez Perea, quien en 1991 sería concejal de Fiestas durante dos mandatos y pico; a continuación el guitarrista y director musical, Eduardo Ramos Romero (a la sazón Director del Banco Atlántico), a su lado Carmen Polo Páez y caracterizado como Cervantes, Fosco Valimaña Lechuga, que tocaba la caja. Siguiente fila, con sombrero de paja: Felipe Viete Sotelo, a su lado María Ángeles  (Lale) Muñoz Benítez, seguida de Concepción Serrano Saceta; como Sancho Panza, con barba pelirroja, Manuel Albert Alonso y con sayón rojo, la desaparecida Elena Almagro Buhígas. En la última fila Carmen Muñoz Benítez; otro infiltrado, Fernando Domínguez de los Reyes y coronando la instantánea, D. Quijote, magistralmente representado por Antonio Almagro Buhigas. Faltan en la foto, Dulcinea: María Isabel Domínguez de los Reyes, Consuelo López Nicolás.
El nombre de Compacorogota, original a mas no poder, es la contracción de las palabras: Comparsa, Coro y Chirigota, y al no pertenecer nuestros amigos a ninguna de las tres modalidades más conocidas del Carnaval, se inventaron el palabro, el concepto y la agrupación. Los ensayos los realizaban en el Taller de Cerrajería que tenía Antonio Almagro junto al Hotel Los Cántaros, hoy pub el Burladero. Por boca de algunos de los miembros de la Compacorogota: «yo no se si se ensayaba, pero lo cierto es que nos dábamos un lote de comer pescaíto frito y las célebres papas y chocos aliñados de Mª Carmen Muñoz Benítez». Una anécdota que también recuerdan es que «durante lo ensayos, cuando más serios estábamos, salía Javier Tosar cantando “Islas Canarias”, con el correspondiente cabreo de Fernando Pasaje y algún que otro componente “de la agrupación”.
Cada año fabricaban un artilugio que les servía para llevar a la tropa y el correspondiente suministro alcohólico que nutría al grupo durante las salidas callejeras de la Compacorogota. Se fabricaba en el mismo taller de Almagro durante los fines de semanas anteriores al de Carnaval. El año 1985 hicieron un gran caballo de madera donde D. Quijote iba montado a horcajadas, y los demás -como sufridores- tenían que empujar. También, días antes del Carnaval, se desplazaban a Jerez, a la calle Caballero, a casa de una modista que se dedicaba a alquilar trajes y que, adaptaba a las medidas de nuestros carnavaleros. El viernes inmediatamente anterior a la Fiesta, se reunían con sus amistades en el Taller La Rinconada, en Puerto Escondido, y allí se hacía el ensayo general, debidamente regado con el desaparecido Fino Maruja, de Bodegas Terry, acompañado de bebidas y manjares, para todos.
En el Carnaval de 1987, “la única compacorogota del mundo” organizó el Primer Concurso de Feos de El Puerto de Santa María. Pero, esa, es otra historia...

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Miguel Sánchez Lobato, cuarta generación al frente de Las Novedades.
Miguel Sánchez Lobato, cuarta generación al frente de Las Novedades.

Posiblemente sea la tienda de venta al público más antigua que continúa abierta en El Puerto. Por su mostrador han pasado  muchas generaciones de porteños buscando esa novedad caprichosa con la que darse un regusto, aquel regalo impactante con el que sorprender, o el producto de cierta necesidad que solo se podía encontrar en este establecimiento de 128 años de existencia.

It’s possibly the oldest shop still open in El Puerto. Their counter has seen many generations of porteños looking for that particular novelty which will bring them joy, that impressive present to surprise a friend, or that product that you need and can only find in this shop with 128 years of history.

El mes de junio de 1880 tuvo que ser un mes de muchas sinergias. En ese mes y año se inauguraba la que fue en su momento la Plaza de Toros mejor iluminada del mundo, entre otros records de la época. Pues bien, el 28 de junio de 1880 abrió sus puertas Las Novedades, Quincallería y Perfumería, situada en la confluencia de las calles Larga y Correo (hoy Ricardo Alcón donde, de niños, mirábamos en el escaparate/ventana los juguetes que le pediríamos a SS. MM. los Reyes Magos). En ese mismo año nacía Manuel Azaña, político, escritor y presidente de la II República Española. Es también el año en el que Menendez y Pelayo publica 'Historia de los Heterodoxos Españoles'. Algo muy de El Puerto.

Pepe Sánchez Perez.

Fue su fundador Luís Pérez Conde, al que siguió como propietario su hijo, Francisco Pérez Gil. Luego se hizo cargo de la tienda el nieto del primero: Luis Pérez Grant y más tarde su viuda, Rosalía Tinajero Iñigo. A partir de este momento pasa a dirigir la tienda Pepe Sánchez Pérez, bisnieto del fundador y sobrino de Luis Pérez Grant, teniendo como compañero a Federico Herrera Síñigo, bisnieto del prestigioso orfebre D. Manuel Síñigo, que esculpiera el templete de la Patrona; había hasta un vendedor de décimos de lotería -Fermín- que hacía guardia en la puerta, como hoy la  hace Kako, quien es asiduo visitante de Las Novedades.  Por cierto que Pepe Sánchez Pérez (en la fotografía a la izquierda de este párrafo), está próximo a cumplir los 90 años: nació el 25 de septiembre de 1918. El negocio lo regenta hogaño su hijo Miguel Sánchez Lobato (en la fotografía principal que ilustra este artículo), desde 1986. ¿Quien no se acuerda de otros dependientes como Alejandro Güelfo o Pepe Crespo?

El 12 de diciembre 1999 la Cámara de Comercio, Industria y Navegación de Cádiz, fundada en 1886 (seis años después que Las Novedades), otorgó en la I Edición de los "Premios Tradición y Modernidad en el Comercio" a nuestro establecimiento, por su antigüedad superior a 100 años, el Premio de Categoría de Oro. No ha sido el único reconocimiento recibido, pues en el año 2003 recibe del Centro Municipal de Patrimonio Histórico un Diploma, original de Faelo Esteban Poullet, en el que reza textualmente: "A las Novedades, Mercería, Bazar, Juguetería y Tienda de Recuerdos, como reconocimiento a la perseverancia del Patrimonio Etnográfico Local y al mantenimiento de un ambiente tradicional durante años. Concedido después de más de un siglo con motivo del Día Local de Patrimonio Histórico. 4.XII.2003. Ahí es ná.

En un anuncio de época, detallan las especialidades de Las Novedades: "Mercería. Quincalla. Perfumería. Juguetes. Productos fotográficos "kodack" y "Agfa". Ampliaciones "Kodack". Cines "Pathé Baby". Películas y Accesorios. Artículos para regalos. Loza y Cristal, etc. Artículos para bares y cafés. Gramófonos y discos. Óptica, cristales y armaduras de todas clases; se despachan las recetas de los señores oculistas. Especialidad en Novedades". Hoy otros productos vienen a completar o sustituir la oferta de la tienda: Modelismo. Juegos de Mesa. Mercería. Artículos religiosos. Bisutería. El Fraile del Tiempo. Abanicos pintados a mano que dan aire distinguido...

Y Recuerdos de El Puerto únicos e irrepetibles. Reproducciones de fotografías antiguas. Hasta carga tarjetas de teléfono... Pero no se les ocurra pedir bigoteras, rabillos de boína, pechuguitas de almanaques, sopladores, cadenas de WC, cable de antena, o sacudidores y plumeros. Esas ya ni son novedades ni se han vendido en la tienda nunca. Al menos, que nosotros sepamos.

Las Novedades en 1917. El reloj sigue existiendo en la actualidad.
Las Novedades en 1917. El reloj sigue existiendo en la actualidad. (Foto Colección M.S.L.)

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Merche Macaria

Desde hace muchos, todos los años por la Patrona, en la Función Principal de Estatutos de la Cofradía de la Esclavitud de la Virgen de los Milagros, la portuense María Mercedes Valimaña Lechuga, canta durante el Ofertorio, el 'Ave María' original de otro portuense, el compositor Javier Caballero.

For many years, María Mercedes Valimaña Lechuga, from El Puerto, has been singing 'Ave María', written by another  portuense, the composer  Javier Caballero, every year on the Patron Saint’s day during the Esclavitud de la Virgen de los Milagros Brotherhood’s Main Performance of Statutes.

Esta foto está tomada después de dicha interpretación en la esquina de la Plaza de la Iglesia con la calle Santa Lucía. Merche es profesora de canto (la que distribuye las voces en una coral) y profesora de piano: Merche Valimaña, o Merche Macaria -su nombre artístico- con el que publicó un disco, o simplemente y para los portuenses La Macaria, apodo que le fue adjudicado por ser la hija del que fuera propietario del Cine Macario, espacio urbano donde hoy se ubica la discoteca Mucho Teatro. Ha superado un cáncer bastante delicado --la verdad es que no lo aparenta--, y su hijo es su gran referente hoy en la vida. A la Macaria todos la recuerdan cuando en 1968 acompañó a Massiel en los coros durante el festival de Eurovisión, donde España resultó ganadora. Hace 40 años. "Yo soy la fea del Trío La,La,La", afirma entre carcajadas. Cuestión de gustos, pues su belleza picasiana rivaliza con su simpatía.  A partir de la experiencia eurovisiva, Merche, junto a María Jesús Aguirre y María Dolores Arenas -las componentes del famoso trío- alcanzaron una enorme popularidad, repitiendo como coros cuatro años más: 1970 (con Julio Iglesias), 1971 (con Karina), 1975 (Sergio y Estíbaliz) y 1978 (José Velez) . Luego acompañarían en sus giras a Julio Iglesias tras ganar este el festival de Benidorm y haría muchos coros en la televisión de entonces: Televisión Española.

Portada disco 'single'
Portada disco 'single'

Algo que muy pocos portuenses conocen que Merche fue novicia en un convento. O que en su juventud actuaba en un grupo de teatro de aficionados en El Puerto. Aunque si existe en la memoria colectiva el single que publicara hace más de 35 años con dos canciones y que permaneció expuesto durante meses en el escaparate de Disco Film --en la calle Vicario-- con dos canciones, en la Cara A: Romance de María Pueblo, Cara B: Verano Indio.Una faceta desconocida de nuestra paisana es la de dobladora de películas musicales, poniendo la voz a algunos de sus protagonistas. En concreto de Walt Disney: La Cenicienta, Pocahontas 2, La Dama y el Vagabundo, y con Phil Collins interpretó para la Banda Sonora en Español de Tarzán: "En mi corazón estarás" (puede escucharlo pulsando sobre el título de la canción). Como tampoco saben muchos de sus paisanos es que la banda sonora de la serie de dibujos animados de La Abeja Maya la cantó ella, igual que la de Barrio Sésamo. Para la película de José Nieto "Jó, papá" (1975) interpretó fragmentos de ópera. Y en el trabajo de Aguaviva, "Cosmonautas" (1971) actuó como soprano en los coros junto con la Orquesta de la Sociedad Española de Radiodifusión (SER). Y tantas y tantas cosas más...

La faceta de actriz aficionada de Macaria, se pone de manifiesto en esta obra de Teatro: "Un Drama de Calderón" de Pedro Muñoz Seca, representada en el desaparecido Teatro Principal a finales de la década de los 50 del siglo pasado. De izquierda a derecha: Fernando Gago, Merche Valimaña, Antonio Altamirano, Amalia Rosso, José Lucas Morillo, Domingo Roa, Angelines Ayuso.

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Milagros Gago Fornell

Hay habrá sido día de Fiesta, doblemente, en casa de Milagros, --Pipi Gago Fornells--, para el resto de la humanidad y a quien tal y como se aprecia en la fotografía de aquí al lado (Autor: Dioni) , le encanta la Feria de El Puerto. Lleva el nombre de la Patrona de la Ciudad, pero lo gasta poco. Hoy es día de Fiesta en El Puerto y día festivo para Milagros-Pipi. Habrá quien se sorprenda al leer estas líneas, pero la periodista conocida como Pipi, afirmo, se llama Milagros.

Today must have been a double-celebration in Milagro’s house, known as ‘Pipi Gago Fornells to the rest of the world and who, as can be seen in the photo shown here (Photographer: Dioni), loves the Feria in El Puerto. She has the same name as the Patron Saint of the town, but it doesn’t get much wear. Today is a Bank Holiday in El Puerto and a celebratory day for Milagros-Pipi. Some of you will be surprised to read in this article that the journalist known as Pipi is actually called Milagros.

Un amplio currículum profesional le acompaña tras... tantos años de ejercerlo en diversos medios de todo tipo. Ella recuerda que, cuando estudiaba la carrera en Madrid, entrevistó a Miguel Boyer, flamante Ministro de Economía. Y yo recuerdo que, cuando la entrevisté en el año 2001, al preguntarle como conjugaba el río Guadalete -con olvido o sin él- ella contestó que “con desembocadura, siempre con la esperanza portuense de la desembocadura». Su hijo Pablo ha sacado la retranca y la simpatía de la madre. Milagros, ha ejercido el periodismo en Diario de Cádiz, El Periódico del Guadalete, fue directora de Radio Ubrique, llevó estóicamente, durante 11 años, el Gabinete de Prensa en el ayuntamiento portuense en la época en la que un esdrújulo, fue alcalde de El Puerto. Se marchó ¿por agotamiento? y estuvo durante un año de periodista de campaña con el Partido Popular. Luego con éste partido trabajó en el Gabinete de Prensa del ayuntamiento jerezano y con el PA y el PSOE, accedió a la dirección,  en el ayuntamiento de Jerez,  del gabinete de prensa del Área de Medio Ambiente, donde continúa. Y tiene blog, en el que publica sus artículos y otras curiosidades. Veamos ahora un relato de la efemérides de hoy: tiremos del túnel del tiempo...

1916. LA PATRONA ES CORONADA POR EL ARZOBISPO DE SEVILLA.

9 de septiembre. El arzobispo de Sevilla, Enrique Almaraz, colocaba ayer (hace 92 años), la corona de oro, labrada por las donaciones de los devotos portuenses, que lucirá a partir de ahora la Patrona, la Virgen de los Milagros. Es la primera imagen patronal de la provincia de Cádiz que recibe este rango. En esta jornada festiva también ha abierto sus puertas el remozado Hospital Municipal de San Juan de Dios. La festividad arrancaba a las ocho de la mañana con una ceremonia en la iglesia de los Jesuitas que a su término dio paso a la celebración matinal en la Prioral, previa a la Coronación. Entre los asistentes en primera fila se encontraba el teniente de alcalde de Sevilla, Antonio Plaza, en representación de la capital de la Archidiócesis a la que pertenece El Puerto desde prácticamente su fundación, así como el actual gobernador civil de la provincia José Sánchez Anido o el vicecónsul de Inglaterra en Andalucía, Roberto Pitman.

En la abundante representación religiosa figuraban, entre otros, el obispo  de Badajoz, el de Fessea y el de la localidad mexicana de San Luís de Potosí, muy vinculada a la ciudad. De hecho, el valioso retablo de plata que luce la Iglesia Mayor procede de las minas de esta población. La Corporación Municipal accedió bajo mazas al primer templo portuense, en una ceremonia con gran pompa, entre quienes figuraban el primer teniente de alcalde, Emeterio Martínez, quien horas antes había señalado a este periódico la felicidad «que irradiaba la ciudad» ante una jornada tan festiva, sin perder «la mirada solidaria a la tragedia que sucede en Europa con motivo de la Gran Guerra». Hubo oraciones como cada día en pro de la paz entre las naciones vecinas. La capilla musical que armonizó la eucaristía iba a estar a cargo del maestro Javier Caballero, en una brillante intervención que se sucedió a lo largo de las más de dos horas que duró el solemne evento.

A las diez de la mañana se iniciaba la misa mientras hervía de personal la Plaza de la Iglesia rotulada oficialmente en honor de Alfonso XII. Pasadas las doce del mediodía fue llevada la Virgen de los Milagros, en su paso de plata hasta el centro de la plaza, donde el Cardenal Almaraz pronunció un Te Deum antes de imponer la corona tanto al Niño como a la venerada Patrona de los portuenses, entre aplausos de los presentes.Al término de la ceremonia se celebró un almuerzo en el Palacio Municipal  de la Plaza de Peral. A las siete de la tarde la fiesta religiosa daba paso a la procesión con la imagen coronada por las calles de la ciudad. El itinerario fue por la Plaza de la Iglesia, San Juan, Cánovas, Castelar, Peral, Larga, Luna y una vibrante recogida sobre las diez de la noche. En esta jornada los portuenses también acudieron a la capilla del Hospital a agradecer la apertura de las nuevas instalaciones de San Juan de Dios.

(Suplemento extraordinario de Diario de Cádiz: 725 Años de Historia. Pg. 22. 16 de diciembre de 2006. Noticia de ficción basada en hechos reales, por Francisco A. Gallardo).


Junta de Damas de la Coronación Canónica de la Patrona, tomada el 8 de Septiembre de 1916 en la Plaza de la Iglesia. 1. Elisa Vázquez, Condesa de Osborne. 2. Milagros Gómez de Cuesta. 3. Joaquina Heras de Piury. 4. Dolores Aldaz Toro. 5. Francisca Martínez de Pinillo de Benjumeda. 6. Angela Terry de Pico. 7. María Sancho del Cuvillo. 8. Encarna Martel y Gutiérrrez. 9. Nicolasa Coma de Jiménez. 10. María Antonia Sancho de Morante. 11. Mercedes Peñasco García.  No había nadie sentada, como se ve, del pueblo llano. Eran otros tiempos. (Foto: Colección V. González Lechuga).

Procesión de la Patrona, con el clero y la tropa de monaguillos inmediatamente delante del paso. La imagen luce ya la corona. La foto está tomada, probablemente a finales de la década de los 20 del siglo pasado, en el recorrido por la calle Palacios, esquina con Larga.
La calle, con sus adoquines, como debe ser en una Ciudad tan elegante como El Puerto. (Foto: Colección V. González Lechuga).

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10 Años de Ayuntamientos Democráticos. Concejales electos: 1979-1989

La fotografía tiene 19 años: abril de 1989. Es el X aniversario de los Ayuntamientos Democráticos. El alcalde de la Ciudad, es el socialista Juan Manuel Torres Ramírez. El acto fue organizado en el Castillo de San Marcos.

This photograph is 19 years old, from April 1989. It’s the tenth anniversary of the Democratic Town Councils. The Puerto’s Mayor is the socialist Juan Manuel Torres Ramírez. The event was held in San Marcos Castle.

La foto tiene la siguiente composición: Primera fila, de izquierda a derecha: Carlos Campoy López (UCD); Manuel Rodríguez, (PCA, PSOE); Antonio Ariza (UCD); Manuel Espinar Galán (PCA, PSOE); José Valiente Moreno, (PSOE) José Antonio de Castro Cortegana (IU); Francisco Arníz Sanz (AP-PP, Mixto). Segunda fila: Antonio Nogués Ropero (UCD, AP-PP); Aniceto Cumbreras (PSA) María Ángeles Fernández Cortabarría (PSOE), José María Simón Castilla (PSA); Francisco Corbacho (PSOE); Juan Vicente Sucino Rico (PSOE). Tercera fila: Pedro Alamillos Ortega (PSOE, IP, PSA): Luis Suárez Avila (AP-PP); Aurelio Sánchez Ramos (AP-PP); Manuel Moreno Romero (AP-PP); Teófila Martínez Sáiz (AP-PP); Manuel Pérez Blanco (AP-PP); Ana María Alonso Lorente (PCA, Mixto); Ana Perea España (PCA, Mixto);   José Luis Romero Pacheco (PSOE) Enrique Bartolomé López (UCD, CDS, PSA); Tercera fila: Hernán Díaz Cortés (AP-PP-IP); José Luis Poullet (UCD); Manuel Pacheco Albalate (UCD); Enrique Miranda (UCD); Carlos de la Flor Morales (PSOE); Rafael Contreras de Oliveras (PSOE); Miguel Cirera (PSOE);  Rosario Sánchez (PSOE); Ana María Fernández (PSOE) Antonio Sánchez González (PSOE). Última fila y apelotonados: José Luis Albert Alonso (UCD); Juan Vaca Ramos (PP, Mixto); Manuel García Campos (CDS); Mario Peluffo Rojas (PCA); Pedro López Fernández (PCA); Rafael Gómez Ojeda, alcalde que fue comunista, casi oculto (PCA-IU); José Serrano (PCA); José Antonio Hernández (PP, Mixto); Vda. de Blandino, (concejal que fue del PSA); Ramiro Cerezo Magán (AP-PP); Juan Manuel Torres Ramírez (PSOE); a continuación la hija del último alcalde republicano que tuvo El Puerto y que fue pasado por un pelotón de fusilamiento; Indalecio Rábago Vega (PP); Antonio Álvarez Herrera, primer alcalde del actual periodo constitucinal, merced al pacto de las izquierdas (PCA-GI-PSOE); Miguel Marroquín Travieso (PCA-PSOE); Francisco Sánchez Gatica (PSOE); Antonio Muñoz Cuenca (PSA); detrás Rafael Varela Rey (PSOE); Miguel de Santiago, casi oculto (PCA); delante de éste, Rafael Solo de Zaldívar y Ducasse (PSOE) y Victor de Unzueta Gabiola (UCD).
No se conocía lo que era el Grupo de No Adscritos, entonces era el mixto, y la figura del tránsfuga no existía, ni jurídica ni políticamente, de forma oficial. Se puede observar la evolución de alguno de los munícipes que pasan de un partido a otro (igual que en la actualidad): alguno hace hasta tres cambios; o como algunos partidos han cambiado de denominación.

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«Esquina de Palacios con Nevería continúa abierto el Bar Apolo, establecimiento que ya en 1826, cuando era de Juan Ladrón, se llamaba Café de Apolo (como el gaditano que existió en la Plaza de San Antonio, célebre durante los años de las Cortes). En 1874 lo llevaba Ceferino González, en 1889 José Molleda Colosía, en 1894 Severiano Díaz Dosal..., hasta que en junio de 1907, tras reformar el local, lo reabrió el montañés, de Polanco, Antonio Ortega Cuesta, entonces dueño, en la Plaza de la Pescadería, de La Lucha.

Siguió al frente del negocio hasta el 15 de julio de 1934, cuando lo traspasó -Antigua de Apolo lo llamaban entonces- a Cándido García Vila. Este especializó el local en tapas variadas, marisco fresco del día, menudo a la andaluza y, sobre todo, pescado frito, para lo que abrió al lado una freiduría, que hoy sigue abierta; de las pocas -parece mentira- que existen en El Puerto.

A Cándido le sucedió en la dirección del Apolo, en 1939, Tomás Helvant. Mediada la década de 1940 pasó a manos de Ramiro Gómez Bernáldez, al tiempo que José Leira se hizo cargo del freidor. El 20 de junio de 1959, Ramiro inauguró enfrente, también esquina Palacios con Nevería, en el solar que hasta comienzo de los 40 ocupó la Capilla de la Sangre, una cervecería bar, La Mina, cerrada a finales de los 70.» Todo esto nos lo cuenta Enrique Pérez Fernández, en su libro “Tabernas y Bares con Solera.
En La Mina trabajó desde 1968  Juan Rodríguez Verano, quien a partir de 1981 se hizo cargo del Bar Apolo, que continúa regentando, en la actualidad,  con su hijo Juan Diego Benítez Maestro, los cuales aparecen en la foto a color. Es popularísima su "tortilla a la gallega", que preparan desde siempre y  para la que tienen encargos de muchas familias y reuniones de El Puerto. Y de gente muy principal.

Juan Rodríguez Verano worked in La Mina from 1968, and from 1981 took over Bar Apolo, which he still runs with his son Juan Diego Benítez Maestro (both in the colour photo). His ‘Galician Omelette’, which has been on the menu right from the start, is very popular and they have orders from many families and important people for numerous celebrations in El Puerto.

La Tienda de Apolo hacia 1920, en tiempos de Antonio Ortega. Al fondo la cocina, el espacio que hoy ocupa el no menos popular Freidor Apolo, regentado por el gallego aportuensado, José Luis. (La foto pertenece a la colección de J.J. López Amador).

Esta foto, está fechada en la década de los sesenta del siglo pasado, cuando el Bar Apolo pertenecía a Ramiro Gómez Bernáldez, posiblemente en la fotografía, con traje de calle. Después de este aspecto, el Bar Cervecería Apolo ha sufrido diversas reformas, algunas de la mano de su actual propietario Juan Benítez Verano. (Foto Colección V. González Lechuga).

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Los amigos de Casa Lucas en el homenaje a José Poquet

La Peña Casa Lucas, que toma el nombre de un bar existente en la calle Larga desde finales del siglo XIX  hasta la década de 1970, justo donde hoy está ubicada la Copistería HIVA, organizó un homenaje en el Restaurante “El Resbaladero” a José Poquet, conocido armador al que llamaban “Tio Pé”.

The ‘Casa Lucas’ Club, who took their name from a bar in calle Larga that was open from the end of the 19th century until the 1970s, right where the Stationers HIVA is located, organised a tribute to José Poquet, a well-known ship-owner who was known as "Tio Pé", in the restaurant "El Resbaladero"

José Poquet Cabrera, natural de Calpe, era Presidente del Pósito de Pescadores en los años 1934-1941, lo que hoy sería la Cofradía de Pescadores, concejal del Ayuntamiento de El Puerto desde el 3 de febrero de 1952 al 21 de mayo de 1958 y Diputado en Cortes en la legislatura 1943-1946 por el grupo de Representación Sindical. La foto está fechada el 27 de diciembre de 1956, con motivo del 25 aniversario de la vecindad. de Tio Pé en El Puerto. Vicente González, amante de la fotografía y poseedor de una gran colección de imágenes de El Puerto, identifica así la fotografía, con algunas correcciones que hemos efectuado:

Fachada Casa Lucas (Foto Colección V.G.L.)

En la fotograía primera, la de arriba: de izquierda a derecha: Eduardo Cossi Aboza, Juan Puyana (natural de Rota y mancebo de la farmacia de José A. Fernández Prada), Jacinto Cossi, detrás de pié Rafael Vélez (Falu), Antonio Gálvez Torres (tenía una tonelería en la calle Pagador), a su lado semiescondido, Antonio de la Torre (maestro nacional con un centro escolar que lleva su nombre), Matías Ayuso (Practicante), Francisco García Máiquez (bancario y muy aficionado a la pesca), Antoñito Castilla (empleado de la Imprenta Pérez Pastor), detrás Francisco Lara Izquierdo (empleado de Aguas), Francisco Rascón, sentado Paco Máiquez, José Lucas Morillo León (Delegado de Sucursal de la Caja de Ahorros de Cádiz y actor de teatro aficionado), Manuel Lojo Espinosa (Director de la Agencia del Instituto Nacional de Previsión y concejal del ayuntamiento portuense a finales de los sesenta y principio de los setenta del siglo pasado), de pié Javier Fernández Prada, (agente de seguros) el homenajeado José Poquet Cabrera, detrás un poco escondido el pintor Juan Lara Izquierdo, a la sazón funcionario de la Ayudantía de Marina, no sabemos quien pasa la mano a “Tio Pé”, pero si que a su lado, en el centro de un grupito está el funcionario municipal Manuel García Sánchez, padre del que fuera concejal Manuel García Campos, Federico Jiménez, Daniel Rascón, José Muñoz Carrera, Manuel Nieto (empleado de Ferrocarriles Epañoles), Manuel Camacho Cala (capataz de Osborne), a la derecha, al fondo, Juanito Salas Martínez, Ignacio Pérez Garcés, Cayetano Vélez, Fernando Torrent (empresario fabricante de tapones) sentado en el vértice de la mesa, entre otros que no se reconocen, uno de ellos es José Brión.

El desaparecido recientemente Manolo Lojo, secretario emérito y perpetuo de la Peña, publicó en 2002 un volúmen con el título de “Casa Lucas”, donde cuenta anécdotas, relaciona actividades y detalla correrías de los tertulianos de aquella bendita y todavía añorada institución de la ingesta vínica:
«En pleno centro de esta maravilloso Puerto, muy cerca del cruce de la calle Larga y Luna, conocido por «Las Cuatro Esquinas», donde se desarrollaba la vida activa de la ciudad, tanto comercial como administrativa, festiva o sentimental, era además lugar de paseo nocturno especialmente en festivos y domingo, en la finca señalada con el número ciento diez, en su planta baja, estuvo situada la tienda conocida por «Casa Lucas» [...] «Ocupaban todo el frente de este clásico despacho un envejecido mostrador y tras el mismo, sobre un llamado caballete cinco hermosas medias botas de roble americano y un barrilito de dos arrobas para el vino dulce. Las medias contenían el vino de El Puerto. Siempre de las bodegas Osborne y Cª y en un principio fueron el “Amontillado X”, conocido por el “Nº 10”, luego el llamado “El Caballo” y últimamente el “Fino Menesteo”. Los vasitos en los que se servía el vino, de los llamados “chica” y “chico”, se llenaban directamente del barril, estando cada uno provisto de su correspondiente canilla.»

Antes de la foto de Grupo, ya se estaban preparando ante el objetivo...

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Mª Antonia Álvarez Oreni

María Antonia es hija de Antonio e Isabel. Para quien no lo sepa, Antonio es Antonio Álvarez Herrera, primer alcalde constitucional del actual periodo democrático. María Antonia pasa largas temporadas en Galicia y añora la vuelta a su Ciudad natal. María Antonia está otra vez de viaje, camino de A Coruña...

María Antonia is the daughter of Antonio and Isabel. For those who don’t know, Antonio is Antonio Álvarez Herrera, first constitutional mayor of this present democratic period. María Antonia spends long periods in Galicia and longs to return to her town of birth. María Antonia is off on her travels again, on her way to A Coruña…

El texto que se reproduce a continuación, es el discurso que pronunció Enrique Moresco, alcalde de la Ciudad, durante el pasado mes de abril en un Pleno Extraordinario y Solemene en el que el Excmo. Ayuntamiento Pleno entregaba a María Antonia y a sus hermanos Fernando y Agustín --los gemelos--,  el Título de Alcalde Honorario otorgado a su padre, a título póstumo: "Es un honor, para un hijo de El Puerto, ocupar el sillón de alcalde de la ciudad que lo ha visto nacer. Gobernar sobre la vida y la hacienda de quienes lo han visto crecer y jugar en pantalones cortos. Trabajar por los derechos y el progreso de sus convecinos. Si a ello se suma ser el primer alcalde constitucional del actual periodo democrático, dicho honor se hace mucho más grandioso pues solo a una persona le cupo tal circunstancia, coincidiendo con la instauración de la democracia en los ayuntamientos, en el último cuarto del siglo pasado.
Antonio Álvarez Herrera siempre fue un político de mente lúcida, que luchó por los intereses de sus compañeros en el mundo laboral y por la instauración de la democracia. Así está recogido en diversas publicaciones, en las que es considerado un icono de la transición democrática, en Andalucía.
En abril de 1979 alcanzó la titularidad de la alcaldía, merced al pacto de las izquierdas y se propuso, según sus propias palabras, “ser el acalde de todos los portuenses”, por encima de partidos, mirando por el bienestar de todos. Tal determinación hizo que el 14 de septiembre de 1981 renunciara a la alcaldía, en desacuerdo con la política que su formación política quiso aplicar en los albores de la democracia municipal. Confiaba el alcalde Álvarez en su despedida, tras  dos años y medio “que los ciudadanos vean en mí a quien nunca ha dejado de ser: un portuense que se entrega como sabe a su pueblo”.
La grandeza del político se mezclaba con la grandeza del portuense, renunciando a un privilegio, regir los destinos de la nave municipal, ya que pensaba que “durante este tiempo habré contribuido a que sea menos difícil el avance hacia la sociedad que debe abordar de otra forma los problemas de la mayoría”.
Luego vendrían, para quien era esencialmente un hombre político, su paso por otras formaciones, pero sin dejar de ser aquel activista perspicaz, que tenía El Puerto en todo su ser, por encima de partidos y facciones. Todavía unas semanas antes de abandonarnos, con la mente muy despierta, lanzaba interesantes conjeturas sobre la marcha de la Ciudad analizando las acciones políticas que se aplicaban para solucionar los problemas de sus paisanos.
Quiero recordar hoy a un Antonio Álvarez ecologista, que se sentía especialmente satisfecho por una de sus primeras actuaciones ya que fue el alcalde que, hace algo más de 25 años ordenó plantar los árboles que hoy dan sombra en las avenidas principales del recinto de Las Banderas. Todos los años, hasta poco antes de su muerte le gustaba contemplarlos y comprobar que le sobrevivirían y quedarían como un legado vivo. Para él eran los árboles mejor situados de El Puerto, en el lugar de las avenencias y los buenos deseos: en la Feria.
Hoy, recordar a personas como Antonio Álvarez Herrera, que vino a la política no para servirse de ella sino para ser su servidor; que murió sin posesiones; que concebía la actividad política como medio para transformar la sociedad mientras el seguía siendo el mismo, es un claro referente de persona honesta y por tanto, de político honesto.
A los honores que ya tenía de bonhomía, honestidad, fortaleza y valentía se suma el de esta distinción que el Excmo. Ayuntamiento Pleno le otorga: como alcalde honorario de su Ciudad a título póstumo. Un claro ejemplo y referencia de alguien que supo amar a su tierra y a sus gentes, por encima de cargos y títulos y para quien la alcaldía no fue sino un instrumento más para ayudar a transformar la sociedad."

Antonio Álvarez Herrera, en su despacho de la alcaldía, concediendo una entrevista al periodista de Diario de Cádiz, Santiago Grosso Burham. Era el 5 de mayo de 1979, llevaba apenas tres semanas como primer alcalde del nuevo periodo constitucional. (Foto Rafa. Archivo Municipal).

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La fotografía tiene 101 años. En ella aparece la redacción de la Revista Portuense, sentados de izquierda a derecha: Mariano López Muñoz, andalucista y socio fundador de Racing Club Portuense; Luís Pérez Gutiérrez, propietario de la publicación; Manolo Soto, Javier Caballero, Antonio Peñasco y de pie junto a éste, el comediógrafo Pedro Muñoz Seca. (La foto es del año 1907 y pertenece a la Colección Pérez Pastor).

La Revista Portuense fue fundada en la última década del siglo XIX, por un joven Dionisio Pérez Gutiérrez, que se publicó ininterrumpidamente entre 1890 hasta 1938, salvo un periodo del gobierno republicano, recayendo la dirección en los hermanos y sobrinos del fundador. Muy próxima al Partido Conservador durante la Restauración, muestra una postura muy cercana a la C.E.D.A. durante toda la Segunda República. Estaba dirigido por Luís Pérez Gutiérrez. Su difusión era exclusivamente de ámbito local. Era una publicación diaria y familiar para los habitantes de El Puerto, que tenía su taller de impresión y redacción en la calle Larga, nº 116, donde estuvo hasta bien entrado 1970 la Papelería Imprenta Pérez Pastor.
En febrero de 1928, la Revista Portuense hacía referencia a los primeros encuentros futbolísticos de cierta entidad que tuvieron lugar, en concreto el 7 de febrero de 1928 deja constancia de un “match” en la Plaza del Polvorista entre el C.D.Europa de Jerez y la Agrupación Deportiva de El Puerto, un conjunto que destacaría en numerosos amistosos de aquel año, con resultado de empate a un gol. Esto ocurría en una Ciudad donde por entonces se podía beber “Coñac Terry” o “Manzanilla Maruja” e incluso “Fino Jardín”; el Teatro Principal no cesaba en ofrecer actuaciones y obras como “La mujer sospechosa”, sonetos de Villaespesa, las obras de Jacinto Benavente a 2,50 pesetas y las exitosas creaciones de Muñoz Seca; los vapores hacia Cádiz partían a las 12.00 horas y a las 16:00 horas, a la vez que en las tertulias de los cafés, en la calle Larga, sólo se hablaba del dragado del Guadalete y de las visitas aisladas de Miguel Primo de Rivera, que gobernaba el país tras un golpe de estado. Faltaban solo 9 años para que la publicación cesara en su actividad.

«Una edición original de la Revista Portuense, de 1891 a 1938, se conserva en el Archivo Histórico Municipal, inicialmente bajo el título figuraba la leyenda ‘Periódico Independiente y de Intereses Materiales y Especiales’ para, en 1897 cambiar a ‘Diario de la mañana. Extensa información telegráfica’. Al inicio del siglo XX, en 1908, la leyenda del encabezamiento definía a la Revista Portuense como ‘Periódico Político y Literario’, cambiando en 1911 a ‘Periódico Literario y de Intereses Generales’ para, definitivamente, adoptar el escueto ‘Periódico de la mañana’. A partir de la década de los años veinte del siglo pasado». (A.G.R.).

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Corrían los años 60 y 70 del siglo pasado. Por entonces El Puerto no era todavía segunda residencia de casi nadie y la especulación de los ladrillos no había alcanzado su paroxismo en nuestra Ciudad. Un hombre del Puerto hizo por los portuenses mucha más cosas que tantos y tantos políticos que han pasado por la Casa Consistorial, desde su puesto de empleado público: proporcionarles una vivienda digna cuando la Constitución que hoy nos lo ‘asegura’, todavía no estaba promulgada.

Con un apariencia espartana y humilde, pero con mucha constancia. Eso ocurría cuando El Puerto empezaba a expandirse y sus habitantes parecían escapados de lo antiguo: del casco histórico; cuando se abandonaban los partiditos y las casas de vecinos; cuando los cuartos de baños y las cocinas dejaban de ser compartidos; cuando se desertaba de las Casas Palacios compartimentadas en ‘soluciones habitacionales’; cuando la ilusión de toda pareja que se iba a casar se podía hacer realidad a un precio razonable; o cuando muchas familias numerosas ‘juntaban’  para comprar un piso de Rebollo...

Un piso del entonces Patronato Municipal de la Vivienda “Nuestra Señora de los Milagros” que, por inexplicables ajustes de cuentas de la transición desapareció para siempre, para dejar ese espacio en manos de los cuatreros que han venido haciendo imposible que un portuense normal pueda tener una casa –normal- a un precio razonable. Algo que se pudo haber solucionado durante el largísimo mandato de los independientes en la Ciudad y que, como muestra, solo ha dejado 54 viviendas, en diverso régimen, en los últimos 4 años, frente a las miles que construyó el extinto Patronato. Este que escribe no entiende de promociones inmobiliarias, ni de compraventas, ni de urbanizaciones, ni de desarrollo urbano, pero si sabe que una vez, durante muchos años, esto fue posible en El Puerto de la mano de la voluntad política y de la constancia de un señor con el que nuestra Ciudad estaba en deuda: D. Manuel Rebollo Laynez.

¿Podrá el título de Hijo Predilecto de la Ciudad, entregado el pasado abril  recompensar tanta entrega y tanto acierto Parafraseando a otro alcalde que fue de El Puerto, Fernando T. de Ferry: ‘hay que oir del viejo el consejo’ y buscar como repoblar el centro con nuevas viviendas en el Gran Puerto y dar cumplida respuesta al mandato constitucional de la vivienda. D. Manuel seguro que, como emérito, hubiera estado encantado de compartir sus conocimientos que, por otro lado, no son ningún secreto. Ahora que D. Manuel nos ha dejado  solo queda que la Plaza Manuel Rebollo, situada entre las Urbanizaciones El Ancla y el Naranjal, sea rotulada e inaugurada en presencia de su familia y sus amigos, para el recuerdo de a cuantos hiciera tanto bien y para que sus hijos y nietos puedan sentarse en la Plaza y recrearse en “lo bueno que era el abuelo”.
La fotografía está tomada en abril de este año en “Un Alto en el Camino”, pocos días antes de recibir el título de Hijo Predilecto de la Ciudad de El Puerto de Santa María.

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