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Gracias al tropiezo casual de un breve documento de solo dos folios en los protocolos notariales de 1809, cuyo texto íntegro reproducimos al final, podemos enjaretar una especie de crónica social en el tiempo de la Guerra de Independencia, descubriendo y dando a conocer la presencia de la nieta de Felipe V, hija del Infante Don Luis de Borbón y XV Condesa de Chinchón en El Puerto de Santa María. / Teresa de Borbón, Condesa de Chinchón, óleo sobre lienzo de Francisco de Goya y Lucientes. ~1800. Museo del Prado.

Hasta febrero de 1810 no se posesionan y acuartelan las tropas francesas en nuestra ciudad. Unos meses antes, en el verano del año anterior, esta dama que tenía tratamiento de Alteza, acompañada de un pequeño séquito de amigos cortesanos y sirvientes residió aquí durante un ‘periodo de tiempo que no hemos conseguido determinar, procedente de Sevilla, ciudad a la que se había trasladado la Junta Central que hacía las veces de gobierno de la nación, desde Aranjuez, donde se constituyó. El grueso del grupo, que había acompañado a Don Luis María de Borbón, arzobispo de Toledo y hermano de la condesa, a la que había cedido su título en 1803, en ese exilio obligado por el imparable avance del ejercito francés, para huir de las calores del verano y poner más distancia de por medio con los invasores, dejaron Sevilla y se repartieron por diversas ciudades de la bahía y Cádiz capital, quedando en Sevilla  los vocales de la Junta y sus colaboradores y asistentes.

S.A. María Teresa de Borbón tenía 28 años cumplidos cuando estuvo en nuestra ciudad, pues había nacido en el palacio de Velada el 26 de noviembre de 1780. A pesar de su juventud, su nobiliaria espalda, había soportado una pesada carga sentimental, llena de sinsabores y desengaños. Huérfana de padre a  los cinco años, su tío, el rey Carlos III, encargó de su educación al obispo Lorenzana que la separó de la madre y la enclaustró en un monasterio cisterciense (a ella y a su hermana María Luisa) con el pretexto de su formación, convento este del que, prácticamente, salió para casarse, Al mismo tiempo,  una pragmática real impedía que ella y sus hermanos pudiesen usar el apellido paterno (Borbón), orientado a su hermano varón a escoger la carrera eclesiástica para anular cualquier posibilidad de acción dinástica.

El Puerto de Santa María a principios del siglo XIX. Recreación de Adrián Ferreras.

El acceso al trono del hijo de Carlos III, que reinó como Carlos IV, primo de ella, supuso un cambio importante. Le propusieron casarse con el todopoderoso primer ministro Godoy, Príncipe de la Paz. Todo parece indicar que para intentar paliar el escándalo de las relaciones de este con la reina María Luisa. Tenía entonces 17 años. Su hermano mayor, que por esos años era arcediano en Talavera, negoció y supo rentabilizar la oferta: recuperación del apellido Borbón para los tres hermanos, elevación al rango de Grandes de España de primera clase, el arzobispado de Sevilla y la mitra toledana para él,  traslado de los restos de su padre al monasterio de El escorial, diez mil pesos de renta para la hermana menor, María Luisa, que carecía de heredamientos, el pago de la dote de María Teresa (que ascendió a 5.000.000 de reales y percibió Godoy) y que el futuro marido se deshiciera de su amante “oficial”, la archipopular Pepita Tudor.

Aceptadas, aparentemente, las condiciones, el enlace entre María Teresa de Vallabriga, ahora María Teresa de Borbón  Vallabriga y Manuel Godoy y Alvarez de Faria, duque de Alcudia y de Sueca se celebró en El escorial el 2 de octubre de 1797. Con esta boda, María Teresa pasó a ocupar la mayor dignidad en la Corte, después de la Reina, cumpliéndose al mismo tiempo las premisas acordadas, ya que su hermano Luis María sería elevado a la púrpura cardenalicia, arzobispo de Toledo y primado de España. Incluso se obtuvieron otros honores y privilegios que podemos calificar de extras: su madre, Dª María Teresa de Vallabriga, de la que dijeron que había desatendido a su esposo en sus años finales y tenido aventuras con los criados, sería reconocida como Infanta y condecorada con la Orden de María Luisa. Bueno, todas las condiciones se cumplieron, excepto una, pues Pepita Tudó se fue también a vivir al domicilio conyugal. /En la imagen, Manuel Godoy.

Godoy, al que se describe como un apuesto varón, alto, fuerte, rubio, de tez clara y sonrosada,  a sus 30 años estaba en plenitud de facultades y mantenía simultáneamente tres frentes: María Luisa, la esposa de Carlos IV, su amante Pepita Tudó y la esposa oficial, a la que según apreciación de algunos cronistas, maltrataba sádicamente para combatir su frigidez.

Así las cosas, después de un aborto, dio a luz por primera y única vez una niña, bautizada como Carlota Luisa, apadrinada por los reyes y, de hecho, criada por ellos ya que la madre nunca ocultó su aborrecimiento hacia la hija que engendrara Godoy, abandonándoles, a ella y a su padre, cuando tenía 7 años, aprovechando el motín de Aranjuez, en marzo de 1808.

Desde esa fecha estuvo siempre al lado de su hermano, acompañándolo a Andalucia y, en este punto, conectamos de nuevo con su presencia, en el verano de 1809, en nuestra ciudad. Preocupada por sus negocios y propiedades, desatendidos al ausentarse el administrador de confianza, dio poderes a  un cargo del gobierno, en Madrid, documento redactado en una escribanía de El Puerto, cuyo texto reproducimos íntegramente:

La serenísima señora doña María Teresa de Borbón, Grande de España de primera clase, condesa de Chinchón, Señora de Boadilla del Monte, su termino y jurisdicción, Alcaide perpetuo de los Reales Alcázares y fortalezas de la ciudad de Segovia, Alférez Mayor, igualmente perpetuo de ella, patrona única y perpetua de la capilla y Cabildo de Nuestra Señora de la Piedad de Chinchón y de la Religión universal de San Francisco...  Su Alteza otorga y da Poder, amplio, facultativo y bastante como de Derecho se requiere y es necesario al Sr. Don Pedro Regalado de Garro, ministro del Tribunal Mayor de Cuentas y Consejo de Hacienda...  en virtud de hallarse ausente de Madrid, por disposición del gobierno francés, su apoderado y administrador general, señor Don Francisco de Campos, se le entregue  cuantos papeles, archivos y demás documentos, pagarés, libranzas y cantidades que correspondan y sean de la pertenencia de dicha Serenísima Señora y correspondiente a sus Estados, Señoríos y administración que tenía a su cargo, sin que ninguna otra persona, aunque manifieste otros poderes pueda oponerse a esta determinación de S.A. por convenir a su servicio y hallarse autorizada para determinar en estos asuntos sin intervención de nadie, mediante tenerlo así mandado nuestro muy amado Soberano, el Señor Fernando Séptimo (Q.D.G.) en su Decreto de 25 de marzo del año próximo pasado de 1808.  Por manera que hasta que S.A. se digne elegir y nombrar Apoderado y administrador general a su voluntad, conserva este destino el ausente y quedará sin uso por ahora el título que se le despachó con fecha 3 de abril del dicho año de 1808 en que nombra al referido Caballero Campo su Apoderado y Administrador General y en calidad de particular comisión, declara al mencionado Sr. de Garzo, encargado de todas las funciones de aquel, como si efectivamente tuviese el título de Apoderado y Administrador General de S.A. que así lo otorgo y firmo.

El documento está fechado en El Puerto de Santa María, el 18 de julio de 1809 y firman como testigos Antonio Iparraguirre, Carlos Manvelli y Domingo Rodríguez del Cantón, criado de S.A. Serenísima, de  quienes da fe conocer el notario. Firman y rubrican: La Condesa de Chinchón y el escribano Cayetano Mauleon Hurtado.

Después pasaría a Cádiz, donde vivió en primera fila los acontecimientos que rodearon a la Constitución cuyo segundo centenario hemos celebrado recientemente y en los que su hermano tuvo un especial protagonismo.  Debido a su vinculación con los constitucionalistas y sus ideas liberales se exilio en París junto con su hermana María Luisa y el esposo de esta, el duque de San Fernando. Allí falleció en 1828, cuando le faltaban dos días para cumplir 48 años de edad, de cáncer de útero.  Después de muerta le concedieron en propiedad la mitad de los bienes confiscados a Godoy, bienes que pasaron por herencia a poder de su hija Carlota Luisa y su esposo, el príncipe italiano Camilo Ruspoli. (Texto: Antonio Gutiérrez Ruiz. A.C. PUERTOGUÍA).

El que fuera Oficial Mayor del Ayuntamiento de El Puerto, recibió de manos del alcalde de la Ciudad, Eduardo Ruiz Golluri la Medalla de plata de segunda clase de la condecoración al Mérito en el Trabajo, el 5 de julio de 1930.

En la imagen tomada en el Salón de Sesiones del Ayuntamiento de la Plaza de Isaac Peral con el cuadro de S.M. el rey Alfonso XIII presidiendo el acto, aparece en el centro, con la medalla, el homenajeado Miguel Benítez Tomeu, flanqueado a su izquierda por el teniente de alcalde Felix Tejada y el alcalde de la Ciudad, Eduardo Ruiz Golluri, entre otros miembros de la corporación: Francisco Javier Jiménez González, Atanasio Quijano Cieza, Ramón Vaca González, José Luis de la Cuesta, Mateo Prado Clemente, Rafael Osborne Guezala, Eduardo Gil e Hidalgo, Miguel Maraver Jiménez, José Luis Obares Fernández, así como el secretario Federico A. Sánchez Pece, el interventor José A. Ruiz de Cortázar y otros compañeros del homenajeado. /Foto: Colección Vicente González Lechuga.

El periodista de la Revista Portuense, publicista y oficial municipal adscrito a Intervención, Mariano López Muñoz le dedicó unas palabras al homenajeado, al que «le es aplicable aquella inscripción labrada en las entrañas de las canteras de la Sierra de San Cristóbal que dice: ‘Pica y trabaja cantero/ no le temas al derrumbio,/ que en estando en bien con Dios/ a gusto se deja el mundo’.  Del Sr. Benítez se puede decir esto, porque no le temió al derrumbio que acaso le amenazar por no estar hábil a servir bajas pasiones que quizá, algunas veces le salieron al paso en sus largos años de empleado».

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El establecimiento de Pepe Fernandez (ver nótula núm. 122 en GdP) situado en la Finca Santa Elisa (junto al Molino Platero) estrena propuestas con un toque de humor como la tortilla campera sobre fondo de Duralex o las brochetitas de salmón y piña “sin terminar”

El restaurante Bar Jamón acaba de estrenar una nueva carta de tapas con 24 propuestas todas al mismo precio, 2,5 euros. Además estas se pueden tomar en todo el establecimiento, tanto en la barra como en los comedores. La lista es muy variada con el toque clásico que caracteriza al establecimiento y con algunos de sus clásicos presentes como la berza o el solomillo ibérico al queso manchego aunque hay muchos estrenos y además con un llamativo toque de humor.

Así se propone probar una tortilla campera “sobre fondo de Duralex” que no es otra cosa que unos platos de los que existían a finales del siglo XX de color transparente y con una decoración en los bordes. Así la tortilla, como explica Pepe Fernández, el propietario del establecimiento, se sirve sobre uno de estos platos reproducciones de los antiguos.

Las croquetas del puchero “en transparencia” son unas croquetas clásicas aunque presentadas en un vaso de cristal transparente mientras que la brocheta de salmón y piña sin terminar, viene con los tacos sin poner aún en el palillo que la sostiene, que se sirve en el plato. Así es más fácil de comer y se juega también con el toque de humor.

Otro de los estrenos de la carta es una serie de platos que se proponen para compartir. Así se puede elegir entre 3 grupos de platos de los que los comensales eligen 5, con la única condición que sean del grupo que han elegido. Hay un grupo a 18 euros los cinco platos, otro a 22 y otro a 25. El menú en los tres casos incluye postre y una bebida por persona dentro del precio.

El establecimiento mantiene además su carta de restaurante. Si quiere ver la lista completa de tapas de la nueva carta y las tres propuestas de platos para compartir pulse en el recuadro de la izquierda, donde aparecen las nuevas propuestas en formato ampliado. (Texto: Pepe Monforte).


Aprovechando las bodas de plata de la expedición Ruta Quetzal, programa declarado de interés universal por la UNESCO, y que han disfrutado más de 10.000 jóvenes del mundo entero, el periodista portuense José Pablo García (ver nótula núm 661 en GdP) se decidió a escribir Mentores de la aventura. Diario de un monitor de la Ruta Quetzal para volcar experiencias y vivencias únicas que disfrutó como monitor de Ruta Quetzal BBVA y que ahora se publica en la joven editorial Seleer.

Con esta obra se pretende cubrir un hueco editorial que responde a los gustos y sentimientos de la gran familia rutera, compuesta por expedicionarios, colaboradores y monitores, a las personas interesadas en la pedagogía aplicada a las actividades de tiempo libre y, por supuesto, a los amantes de los viajes y la aventura. El libro, que cuenta con el prólogo de Santiago Tejedor, Catedrático de la Universidad Autónoma de Barcelona y creador del primer Máster de Periodismo de Viaje en España, se divide en dos grandes apartados. Una primera parte, en la que se describe de forma somera la expedición, así como se detalla el proceso de selección y los pasos previos para llegar a ser monitor de la Ruta Quetzal; y una segunda parte, en la que comienza el diario con todas las andanzas vividas en Panamá y España.

José Pablo García, en el centro de la imagen, con Miguel de la Quadra Salcedo, creador de Ruta Quetzal BBVA y con Andrés Ciudad, subdirector del proyecto, en la presentación que tuvo lugar en la Casa de América de Madrid.

La publicación se complementa con una amplia colección de fotografías cedidas por la organización de Ruta Quetzal, obra de Ángel Colina, que pretenden que con su imaginación vuele al lugar de la aventura.

El libro puede comprarse desde el pasado 27 de septiembre (Día Mundial del Turismo) a través de la página web de la editorial, en la tienda on line Amazon y en librerías y grandes superficies al precio de 15,95 euros. También puede se puede adquirir en formato e-book a través de la propia editorial y en Amazón.

EL AUTOR.
José Pablo García Báez nace en El Puerto de Santa María el 23 de julio de 1984. Es licenciado en Periodismo por la Universidad de Sevilla. Dio sus primeros pasos en la profesión en su tierra natal; Ya en Sevilla, inició su andadura en la que fue su mejor escuela de periodismo, El Correo de Andalucía. Después estaría en la Cadena Ser y en el equipo fundacional de la edición de Sevilla del periódico La Razón. De la prensa escrita pasaría a la televisión. /Foto: 11500ElPuerto.

Desde entonces ha desempeñado su labor en la productora audiovisual Mediapro en distintos proyectos documentales para Canal Sur: en la serie Andalucía es su nombre (galardonada con el Premio Andalucía de Periodismo); Andaluzas o Guadalquivir, Río de historia; y como guionista en el programa Abrapalabra, Posteriormente ha trabajado en los servicios informativos de Giralda Tv, la televisión municipal de Sevilla. Tras ello, como reportero de Andaluces por el Mundo, en Canal Sur, ha podido unir sus dos grandes debilidades, el periodismo y los viajes. Más tarde se convirtió en reportero de 10 Razones, el programa documental de viajes (Grupo ZZJ) de Canal Sur que descubre los pueblos de Andalucía. En la actualidad es reportero del nuevo programa de viajes de La 1 (TVE) por los pueblos españoles, Conectando España producido por Medina Media.

Vemos a José Pablo --con barbas-- en audienciac on los participantes en la Ruta Quetzal 2008, junto a SSMM los Reyes de España.

El periodista porteño también ha sido colaborador de diario Público. Así mismo, en la actualidad, es articulista del periódico Espacio Digital Cádiz y escribe en otras publicaciones digitales especializadas en viajes (www.tuaventura.org y en su propio blog www.genteviajera.blogspot.com), su otra gran pasión junto al periodismo.

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Clausura del Congreso Eucarístico Arciprestal, con la concelebración del Obispo José María Cirarda Lachiondo y sacerdotes del Arziprestazgo, terminando con la Procesión Eucarística, el 19 de marzo de 1968.


Llevando la custodia el obispo José María Cirarda, a los lados le acompañan el cura párroco de San Joaquín, José María Rivas Rodríguez y el de la Prioral, Manuel Salido Gutiérrrez. Portan los velones y las varas del palio de la Hermandad Sacramental, con la Cruz Parroquial, el sacristán de la Prioral, Antonio Bernal Ortega, el primero del Velador, Tomás Osborne Vázquez, y el conde de Osborne, Ignacio Osborne Vázquez, junto a la cruz, Ramón Jiménez Loma, el segundo Joaquín González-Nandín, el tercero al lado de la cabeza del párroco del Carmen, de espaldas, Ramón González Montaño, José María Govantes Martínez; entre el obispo y Salido, José Ignacio Merello Álvarez-Campana.

Al finalizar la misa, se procedió a la solemne procesión desde el Altar Mayor salió por la Puerta del Sol del templo y se dio la vuelta a la plaza de la Iglesia, terminando con la bendición en la Capilla del Sagrario. /foto: Colección Manuel Girón Ceballos.

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Hace unos años la polémica en torno a la obra de Chillida en la montaña de Tindaya enfrentó a dos colectivos activos. Ecologistas y artistas se prodigaron en todo tipo de ’elogios’ recíprocos entre los que destacaron, sin duda, unas palabras del autor que tachaban de incultos a todos aquellos que mostraron su incomprensión sobre la obra. La intervención trataba, recurriendo esta vez a las palabras más sensatas de Chillida, de modelar el vacío en un espacio natural tan potente como el interior de una gran montaña.

Muy cerca de nosotros contamos con una operación con raíces históricas, y bastante menos polémica: las Cuevas Canteras de la Sierra de San Cristóbal. Desde allí, la piedra arenisca del Puerto ha partido durante siglos, empleándose en un amplio catálogo tanto de monumentos civiles y religiosos como de discreta arquitectura doméstica. Pero si notables han sido los edificios que, como la Catedral de Sevilla, se han levantado con nuestra piedra, resultan también sorprendentes los espacios vacíos que la importante actividad de los canteros de la zona nos ha dejado, a modo de negativos de la historia de la arquitectura de nuestra región.

Se trata de explotaciones subterráneas en galerías, formadas mediante la apertura en el flanco de la cantera en la misma dirección de las bancadas una galería de dimensiones suficientes para permitir el transporte holgado de las piedras a extraer. La cueva o subterráneo se forma entonces partiendo de esta galería y extrayendo piedra en todos los sentidos, dejando siempre pilares aislados que sostengan su techo natural. El espacio resultante resulta espectacular.

Pese a ello, su estado actual es, al menos, triste: desde restos de animales a caseros sofás de sky dan al lugar una imagen sugerente pero preocupante. En el caso de las cuevas ocupadas por el Ejercito la situación es por el contrario bastante mejor, al haberse preocupado éste de su limpieza y mantenimiento.

En la propuesta de recuperación de las Cuevas planteada como Proyecto Fin de Carrera por la arquitecta María Llerena, brillantemente seleccionada para la Bienal de Arquitectura Española, podemos encontrar una impecable atención a dos premisas básica en la intervención sobre un lugar tan sensible: respeto al pasado y vocación de futuro.

Por una parte, este espacio tan sugerente resulta difícil de dotar de un uso habitual sin intervenciones radicales que alteren su carácter, sin embargo, con escasos recursos, esta capacitado para albergar usos puntuales: exposiciones, conciertos, recepciones, actos culturales, etc... Por otra parte, se acostumbra a pensar actualmente en la necesidad de establecer una necesaria vinculación entre Patrimonio y Desarrollo, pero desgraciadamente, no tenemos recursos para mantener nuestro rico Patrimonio Histórico, de modo que resulta inevitable que algunas actuaciones vayan de la mano del desarrollo integral de la zona: circuitos turísticos, áreas de esparcimiento, actividades comerciales, etc. deben acercarse de una manera compatible y dar un usos "rentables"  social, cultural o incluso económicamente a nuestros defendidos espacios monumentales. Tindaya, a unos pasos. (Texto: Ramón Pico Valimaña. Arquitecto). (Fotos. Xurso  Gago).

Entorno ajardinado de una cueva cantera en Siracusa (Sicilia-Italia).

LA CANTERA DE LA MUJER.
María Llerena, de la Escuela Técnica Superior de Arquitectura de la Universidad de Sevilla, afirma que "desde siempre" se sintió atraída "tanto por las canteras como por la zona en la que se encuentra".

Su trabajo, Una puerta equipada para la cantera de La Mujer, se ha hecho con el premio en la categoría de Recuperación en Introducción de Nuevos Usos de Suelos Impactados. "Las de San Cristóbal -comenta- son unas canteras muy antiguas. De hecho, de ellas se extrajeron los sillares para la catedral de Sevilla. En épocas modernas, se han usado como polvorín militar".

María Llerena, posando delante de un plano esquema del proyecto de recuperación.

La cantera de La Mujer -cuyo nombre, probablemente, viene de un relieve con formas femeninas- es la más espectacular del conjunto, por dimensiones y mantenimiento. "Quise jugar con los llenos y vacíos que plantea la cantera llevados a la arquitectura -explica Llerena-. Lo más difícil fue establecer una conexión con la cantera lo más armoniosa posible, sin alterarla, respetando su estructura".

A priori, el espacio previsto no sólo tenía que habilitarse para visitas sino que habían de incluirse sala de proyecciones, auditorio, talleres... "Las posibilidades que planteaba el espacio eran muy amplias, pero le faltaba algo que sirviera de puerta... -continúa la arquitecta-. Un edificio que albergara todas las instalaciones que hicieran posible la explotación de la cantera. El objetivo era diseñar esa pieza que sirviera para reutilizar la cantera".

El proyecto plantea una primera planta semienterrada, "con cubiertas practicables, se podría andar sobre ella", indica Llerena. La otra planta conectaría directamente con la cantera, cuyo interior estaría lleno de pasarelas de madera: "Hemos de tener en cuenta -prosigue la arquitecta- que es un espacio complejo, laberíntico, con galerías de 200 a 400 metros y bóvedas de 20 metros. Cualidades que también se pueden usar para plantear un auditorio, salas de teatro, etc."

El plan incluiría, además, una residencia para investigadores aprovechando que San Cristóbal se incluye en la Red de Espacios Libres. "Es un proyecto -apunta Llerena- que no pretende ser localista". (Texto: Pilar Vera).

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Sor María Aguilar nació en 1925 en Alborada (Valencia), descubriendo su vocación reliiosa en Madrid, trabajando en una oficina, ocupación de abandonó para tomar los hábitos en la comunidad religiosa de las Hijas de la Caridad de San Vicente de Paul, también conocida como Hermanas de la Caridad o vicencianas.  /En la ilustración, cartel de la convocatoria del I Certamen Escolar de Relatos Cortos 'Memorial Sor María Aguilar' que ya ha alcanzado su décima edición.

Sor Aguilar llegó a El Puerto de Santa María el 15 de julio de 1949 (cuando aún no hacía un año de la profesión de sus votos), queda incorporada de forma activa y plena a la Casa de Huérfanas que las Hijas de la Caridad poseían en esta Ciudad en la calle Cielos esquina con Cervantes y Diego Niño, haciéndose cargo, junto con otras dos hermanas, de 35 niñas huérfanas de padre, madre o ambos, niñas que recibían asistencia, alimentación, educación y todo cuanto precisaban. Fue una discípula aventajada de Sor Bonifacia García.

PROTECCIÓN DE MENORES.
En plena postguerra, y con el progresivo incremento del número de niños acogidos en la Casa, fue necesario firmar un Acuerdo con Protección de Menores, del que fue principal impulsora Sor Aguilar, que señalaba un precio acordado por cada niño acogido. No obstante, dicha asignación resultaba insuficiente para cubrir sus necesidades, por lo que Sor Aguilar tuvo que salir a casas e industrias portuenses, tales como Osborne, Caballero, Terry, 501, Destilerías Rives, etc, quienes, junto al Ayuntamiento, aportaban los recursos materiales y dinerarios requeridos por la Institución de Acogida.

Los Reyes Magos en el colegio de las Hijas de la Caridad, en 1952.

LA SIERRA DE CÁDIZ.
A pesar de todos los esfuerzos desplegados, continuaban siendo crecientes las necesidades asistenciales, por lo que Sor Aguilar extendió su labor a Arcos de la Frontera, en donde, junto con las hermanas de la Casa Hospital de allí, recorrían los cortijos pidiendo grano, el cual repartían luego entre las dos casas; de igual modo, en Jerez y Cádiz obtenían frutas, verduras y hortalizas, teniendo que articular un complicado sistema de transporte, que pasaba, desde el motocarro del Hospital Psiquiátrico de Cádiz, siguiendo por el Vapor del Puerto, hasta otro vehículo desde el muelle de El Puerto para el traslado a la Casa de Acogida, servicios éstos que Sor Aguilar consiguió que se prestaran  de forma desinteresada.

Otra actuación destacada en este ámbito fue la consecución de la ayuda procedente de los EE.UU., con métodos artesanales e ingeniosos para una rápida transformación de leche en polvo a líquida (haciendo uso del centrifugado de una lavadora de ropa, ya que había que preparar grandes cantidades), teniéndola dispuesta para la hora en que presentaban las personas necesitadas, a las que dispensaba la leche, así como quesos y harina igualmente obtenidos en la cuestación.

Sor Bonifacia, superiora de las Hijas de la Caridad, durante la celebración de las Bodas de Oro de permanencia en el Asilo de San José de Niñás Huérfanas de Rosario Estévez, aparecen de izquierda a derecha, Antonia Lerma Meseguer, Sor Bonifacia, Rosario Estévez y Manuel Girón, quien junto a su esposa apadrinaron a Rosarito. 15 de octubre de 1968.

COMEDOR SOCIAL.
En el comedor de la Parroquia, Sor Aguilar, junto con otras dos hermanas, daba de comer a muchas personas necesitadas, al tiempo que se desplazaba a hacer repartos de comida en casas particulares, como a obreros en tiempo de necesidad, cuando realizaban trabajos en las inmediaciones de la Casa de Acogida. Sor Aguilar se prestaba solícita a mediar para conseguir empleos a otras personas, así como a prestar asistencia médica o a realizar las gestiones más variadas en beneficio de quien requería su intervención.

EDUCACIÓN.
En el terreno educativo, Sor Aguilar ha contribuido a la educación de miles de niños portuenses. Primero, en las clases de Párvulos que la Orden tenía en las Calles Cielo y Diego Niño de la Ciudad. Posteriormente, viendo la necesidad de trasladar las instalaciones --entonces Colegio y Orfanato-- a otra zona de El Puerto, promovió la construcción, trabajando de forma activa, central y plena en la construcción y traslado del nuevo centro docente Luisa de Marillac, interviniendo decisivamente en la obtención del suelo necesario y de los recursos financieros indispensables para acometer tan ingente obra. Allí se crearon dos instituciones: el colegio que educaba a los niños de la localidad y la escuela  hogar, que atendía a más de cien niñas de la sierra de Cádiz y de familias desfavorecidas de la ciudad. La obra fue completada en 1997 años con la adaptación del Centro a la LOGSE como Centro de Secundaria.


En la imagen, la iglesia y la casa de la calle Cielos del Asilo de Huérfnas.

TODOTERRENO.
Otras múltiples actividades jalonan la incansable vida de más de 50 años de servicio a los demás, tales como actividades culturales, catequesis, retiros espirituales, integración en instituciones sociales, dando testimonio de su religiosidad, así como su participación directa en tareas manuales: en el arreglo de averías eléctricas, construcción, o fontanería, actividades íntimamente ligadas a las necesidades que se iban presentando en su incesante labor. O transportando niños, enseres, viandas o lo que fuera necesario en su sempiterna furgoneta DKW, cuando la Superiora de la comunidad le decía «--Sor Aguilar, despacio».

...continúa leyendo "1.520. SOR MARÍA AGUILAR AGUILAR. Hija Adoptiva de El Puerto."

Guillermo Wallace Gay, internacional por Inglaterra, pivote hispano-inglés  nacido en El Puerto de Santa María, de 27 años, cuenta con la doble nacionalidad, al ser su padre de Gran Bretaña.  Wallace  se ha convertido en nuevo jugador del Fútbol Sala Nazareno para la temporada 2012-2013. Wallace vuelve al conjunto nazareno (Dos Hermanas) tras haber jugado la temporada pasada en el Unión África Ceutí en la segunda división del fútbol sala nacional, por lo que conoce bien al grupo de jugadores que se encontrará nuevamente después de estar a las órdenes de David Serrano.

La pasada temporada Wallace,  fue convocado por la selección inglesa de Fútbol Sala, con la que disputó en Francia dos partidos amistosos contra la selección gala y este año tiene grandes posibilidades de reencontrase en el preeuropeo con su selección. Wallace compartió pista con algunos de los jugadores más destacados de una joven selección como Stuart Cook, del Manchester, o Jason Kilbride, capitán del Middlesbrough.

Con anterioridad, Wallace, militó el CD. Virgili y Ciudad de Jerez, equipo donde comenzó. Con la llegada del ala, Fran Migo, refuerza con garantías una plantilla que con la aportación del gaditano gana muchos enteros.

Wallace,  la pasada temporada en el UA Ceutí, controlando un balón ante Minhoca, del Gáldar y su compañero Sufi

Referente a la próxima jornada el club nazareno se enfrenta al equipo alicantino del Sporting San Vicente, este equipo que tiene su inicio en el 1993 formado por trabajadores de Helados Alacant, es actualmente el colíder junto al equipo sevillano y la única vez que se enfrentaron ambos con la denominación de Racing San Vicente fue en la segunda división nacional con victoria para los valenciano por 2 goles a 1. El club nazareno después del comienzo tan esperanzador en liga y del último partido jugado en Ceuta, donde los jugadores quedaron bastante satisfechos de su actuación, espera seguir con la racha positiva y encaramarse en lo más alto de la tabla en solitario, aunque la tarea no será fácil pues los levantinos poseen jugadores de mucha calidad y se espera un partido bastante disputado.

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Como en esta tribuna digital no existen límites en el tiempo para dar a conocer a gentes de El Puerto, al menos desde Menestheo para acá, me atrevo a referir cosas de esta sociedad portuense de hace un cuarto de milenio. /El grabado que ilustra esta nótula, corresponde a una imagen de esta época de la Virgen de Consolación, patrona de Utrera. Es de suponer que la que se veneraba en la ermita junto al río, con esta misma advocación, también tuviese en su mano diestra un navío.

En el siglo XVIII la gran mayoría de las cofradías, hermandades y obras pías existentes ofrecían a sus hermanos asistencia médica y medicinas, ocupándose asimismo del entierro de sus adeptos. Generalmente, estas asociaciones de carácter religioso actuaban sin afán de lucro, gestionándose con las cuotas de los hermanos y afiliados que se contaban por centenares, personas pertenecientes a los estratos más modestos a las que cualquier contingencias de las reseñadas suponía como mínimo un trastorno en su economía y, en muchos casos, un gasto insoportable, imposible de atender. Era una labor social constante que mantenía viva a la hermandad durante todo el año, con independencia de los cultos religiosos que periódicamente realizasen y de su salida procesional, en el caso de las hermandades de penitencia.

Una aproximación a las actividades desarrolladas por estas asociaciones, inspiradas en el espíritu caritativo inherente a la religión cristiana nos la proporciona los datos obtenidos de una de ellas, vigente y activa en un año capicúa: 1771, desde hacía menos de una década. Se trata de la Cofradía de María Santísima de la Consolación de la que resulta difícil encontrar referencias bibliográficas, dicho sea de paso, que tenía su sede canónica en la ermita de ese mismo título situada a orillas del río, próxima al lugar donde estuvo ubicado el puente de hierro de San Alejandro, del que aún se conservan los sillares de piedra de los que partía. En esa fecha la cofradía poseía una casa en la Ribera, cercana a la ermita, procedente de la capellanía fundada por Lorenzo de Azcuedo y Constanza de Sotomayor que era utilizada como sede social de la misma. En el piso alto estaban las oficinas, salones de junta y otras dependencias y en el bajo una botica, atendida por el Maestro de dicha especialidad: don José de la Rosa, al que ayudaban dos mancebos, llamados también “Decanos”. El coste de este personal y los honorarios médicos suponía el cuarenta por ciento del presupuesto anual, las medicinas dispensadas el 42% y los gastos de entierros y funerales el 12%.  El seis por ciento restante correspondía a comisiones del cobrador de los recibos de hermanos y afiliados.

...continúa leyendo "1.518. SERVICIOS SOCIALES DE LAS HERMANDADES ANTIGUAS"

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David Oliva Villar, 'el Niño Villar', lleva 32 años bailando y cantando. Con dos discos grabados y el tercero para este año, la afición le vino a David con cuatro o cinco años y es que pertenece a dos familias de aristas: los Oliva y los Villar; por un lado, los cantes rancios y por el otro los de fiesta o de compás. Y es que su familia destaca en el flamenco en tres facetas: el cante, el baile y la guitarra.

Con seis años sus padres lo llevan a la Feria de Ganado y le cantaba a los turistas extranjeros subido en lo alto de una bota de vino. Con diez años empezará a cantar y bailar en tablaos, salas rocieras, salas de fiestas, fiestas particulares... A los dieciséis se marcha a Barcelona a actuar y a los veinte a Madrid, donde permanece un año entero en los tablaos y salas de fiestas: Al Andalus,  Faralaes, Los Cuatro Puntales, etc... acompañado del guitarrista Manolo de Badajoz.

A los diecinueve años graba su primer disco junto al grupo porteño 'Solera Fina' con el título 'Juglares de Andalucía'. Con años su segundo disco: 'Querida amiga', ambos grabados en Cordoba y presentados en Barcelona en la Discoteca Up & Down.

'El Niño Villar' ha acompañado en el baile a 'Los Romeros de la Puebla' y a 'Los Marismeños', así como cantando y bailando para el grupo 'El Canto del Loco' en la Peña Flamenca 'El Chumi'. Tanto en esta peña como en la de Tomás 'el Nitri' nuestro protagonista se ha prodigado con frecuencia, llegando a tener cuatro actuaciones consecutivas en un mes.

'El Niño Villar' ha compartido cartel con consolidados artistas tales como 'el Nano de Jerez' y su hermano 'el Gordo', María José Santiago, la familia Carpio, Juani Loro, José Gálvez, Juan Valenzuela, 'el Boquerón' hermano de 'Camarón de la Isla', Manolo Simón, 'el Gitano de Bronce', 'el Pescaílla de Jerez', Concha y Sara Baras, Manuel de los Ríos 'el Lokito', corona de Puerto Real, 'el Forestal', 'el Almendro', 'el Ruiseñor de Paterna', 'Caracolillo', Rufino, el Cachorro', Los Marismeños, Requiebros, Ecos del Rocío, Romeros de la Puebla, Ecos de las Marismas, Amigos de Gines, Sal Marina, Los del Río, Rumba Tres, Las Carlostas, El Mani, María de la Colina, Manolo Orta, Zamarra.

David Oliva con José Cortés, 'Pansequito' en El Rincón del Arte. Ver nótula 131 en Gente del Puerto.

Con el torero local José Luis Fernández Feria, 'Galloso'. Ver nótula núm. 368 en Gente del Puerto.

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