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El diseñador portuense Carlos Antonio Millán Ortolá nació en El Puerto el 2 de septiembre de 1974. Está casado con la también diseñadora Myriam Rubio Márquez. Carlos regresa a sus raíces para trasladar al Sur un modelo de negocio hotelero económico, sostenible y cercano: la Casa de Huéspedes Santa María.

Un simposio de matamoscas de diferentes colores decora el pasillo de entrada de la finca situada en el número 38 de la antigua calle Nevería de El Puerto. En el patio, un buzo gris se estampa en la pared y, en uno de los recovecos de la casa, dos sillones sacados de una mercadillo y una mesa construida con viejas maletas generan una salita acogedora. Carece conscientemente de lujos este lugar. Todo es reciclado. El mobiliario es usado, pero resucitado con ingenio para una nueva vida. En la fachada no ha una P ni una H sobre un fondo azul. No hay estrellas, no hay parafernalia hotelera. Lo pone bien claro en la fachada: Casa de Huéspedes. Una declaración de intenciones.

Carlos Millán es el artífice de este escenario. Portuense, se fue hace diez años a Madrid para trabajar como decorador, especialista en museos y exposiciones. Tuvo cierto éxito y, de hecho, en la actualidad sigue trabajando para el Prado, "pero lo hemos apostado todo por El Puerto", dice refiriéndose a él y a su compañera, igualmente dedicada al mundo del diseño. ¿Y a qué han apostado todo estos dos treintañeros? Vayamos por partes.

La familia de Carlos siempre estuvo vinculada al negocio hotelero en El Puerto, mucho antes de la llegada de los grandes hoteles. Y los grandes hoteles son lo contrario al pensamiento que tiene Carlos sobre lo que es el hospedaje:"Nunca he estado en un gran hotel, nunca he pisado un resort, no me interesan". En el caso de sus padres regentaban esta misma casa en la que nos encontramos, una casa que recibía familias de veraneo, una especie de hostal vacacional. Ese concepto, en alguna medida, se ha perdido. Consistía, recuerden, en casas de los lugares costeros en las que una familia acogía a familias de interior. Entre ellos, con los años, ya que los 'clientes' repetían cada año, se creaba un vínculo. La relación hospedador-huésped trascendía al negocio. Ese es el origen de la idea de Carlos y su compañera, explica en el patio de la casa de su infancia, pero sólo el origen. Continuemos.

Una pequeña revolución en el mundo de la hostelería se está produciendo en los barrios castizos de Madrid como Malasaña. Jóvenes cogen casas antiguas, las decoran con muebles viejos --no antiguos, viejos--, alguno de ellos escogidos en los más selectos basureros. Reciclan, decoran, hacen habitable un espacio, quizá un antiguo puticlub. Han creado un establecimiento cómodo, sin estridencias, para recibir huéspedes.

Carlos traslada e El Puerto esa filosofía. "Nos dirigimos a un público que aún no existe en Andalucía, que hay que crearlo". Esa es la apuesta. Se ha dado dos años para llevarlo a cabo. Si no es posible, lo dejará y emprenderá otra cosa. No hay miedo. Explica Carlos: "Sabemos que hay 200 millones de casas rurales, muchas de ellas se mueren de hambre porque el concepto es bueno, pero está saturado. Hay un público que quiere ese mismo concepto de casa rural en las ciudades. Esa es una idea aproximada. A nosotros no se nos podría clasificar. Quizá estaríamos en el apartado de hotel con encanto, pero tampoco es eso. Y tampoco somos una pensión, que es un término que el propio mercado ha convertido en peyorativo". Continúa: "Para la temporada alta no hay problema. Las diez habitaciones se llenan todo el verano. Queremos que el resto del año el espacio siga vivo, que la casa sea un centro de diseño, impartir cursos, concierto de formato reducido..."

Y todo esto se ha hecho sin pedir un duro a los bancos. Carlos no quiere ni oír hablar de la palabra crédito. Si el negocio funciona, bien; si no, a otra cosa. Nada de ponerse unas soga al cuello."Hemos invertido buena parte de lo que teníamos. ¿Y sabes en lo que mas hemos invertido? En camas, en buenas camas, en buena ropa de cama. Nuestras camas no desmerecen de las de un gran hotel. Porque queremos ofrecer cercanía, pero también comodidad".

De las obras en la casa, también previstas, prefiere casi ni hablar. Lleva meses esperando una licencia municipal. "Parece que el ayuntamiento no tiene prisa por crear empleo", se queja. Carlos y su chica no son los únicos. Poco a poco se está creando una red de establecimientos de este tipo. Comparten información. "Hace poco vino una pareja de Córdoba que tenía un hotel de este mismo tipo. Vinieron para conocer qué  habíamos hecho nosotros y nos intercambiamos información. Hay otro centrado en el surf pero que también tiene ese concepto". No muy lejos de aquí, a menos de 50 metros, una pensión trabaja el concepto británico del bed and breakfast. Lo pequeño, lo doméstico, busca su hueco.

En esas estamos cuando del cuartillo de los sillones sale una pareja madrileña de jóvenes con un café en la mano y un mapa. Están descansados, se nota. Arrastran sus maletas y cargan mochilas. Carlos abandona un momento la conversación para dirigirse a sus huéspedes y bolígrafo en ristre viaja con ellos, a través del mapa, por las playas más recónditas de la provincia. (Texto: Pedro Ingelmo).

Esta foto es de Enero de 1979 en la Bodega de Fernando A. de Terry, con motivo de la entrega de los regalos a los niños del personal de dicho establecimiento bodeguero.

De izquierda a derecha Manuel Lopez Pinar, Daniel Otero Rascon, Andres Soler Ferrer, Rita Gomez Perez, Jose L. Espinar Galan, Ernesto Nimo Oviedo, Manuel Castillo Gomez e hijo, Ramon Sanchez Pina Milagros Gomez Benitez y su hermana Inmaculada.

Ludwik Tarszeñski Konarzenski, el Conde de Lipa (1793-1871), hijo de un Grande de Polonia y capitán del ejercito que se trasladó a España vía París y que por sus peripecias contra los carlistas se ganó el aprecio de la Corona. Traía en sus alforjas asuntos de espionaje, levantamientos contra los rusos y otras intrigas palaciegas. Fue fotógrafo de cámara de Isabel II y de la Reina María II de Portugal e igualmente uno de los originarios docentes de fotografía que existieron contando en su pléyade de alumnos con la primera mujer fotógrafa, Amalia López Cabrera (1838-1899). Vivió en El Puerto de Santa María, al menos durante dos años.

El Conde de Lipa se casó en Sevilla con Magdalena de Voisins y fruto de ese matrimonio nacieron dos hijos; Enriqueta y Luis. La mayor, Enriqueta Isabel Tarszeñski de Voisins concretamente lo hizo el 27 de abril de 1845 en El Puerto. Al hilo de ese nacimiento y posterior bautismo en la Iglesia Mayor Prioral el 2 de mayo (libro de bautismo 122, folio 114 vuelto) se certifica por el padrón municipal que la familia vivió en la calle Luna nº 28, entre los años 1845 y 1847, donde queda meridianamente claro que tenía como ocupación el ser maestro de florete. Hay que reconocerle al Conde un desplegado nomadismo por todo el territorio español, que además de vivir en El Puerto lo hizo en Málaga, Córdoba, Madrid y Zafra.

Quedan escasas fotos realizadas por el Conde de Lipa al resguardo histórico, y que se sepa, ninguna de la ciudad portuense, y eso que fue uno de los innovadores del daguerrotipo en nuestro país (por su personalidad, se entiende que no se preocupó en demasía de esa salvaguarda). La imagen más representativa si cabe es la que ilustra la puesta de la primera piedra de la Biblioteca Nacional, en abril de 1866.

Sello original del Conde de Lipa donde se indica que es fotógrafo de la reina.

El Puerto no fue diferente a cualquier ciudad española decimonónica cuando aparecen los originarios intentos fotográficos. Se evidencia que las primeras imágenes obtenidas hasta finalizar el siglo tienen que ver con los monumentos característicos, los paisajes urbanos, trabajos relacionados con la industria vitivinícola, militares, familias bodegueras, políticos y algún destacado periodista. En este sentido actualmente se cuenta con escasísimas fuentes documentales que custodien originales que sirvan para arrojar luz sobre las primeras imágenes fotográficas, pretendidamente realizadas en la década de los cuarenta del diecinueve. Sí se puede decir que era habitual, y se repitió en innumerables ocasiones, que los primeros interesados en hacerlas fueran personas ilustradas en la ciencia y no en el arte; médicos, farmacéuticos, grandes conocedores por oficio de los procedimientos químicos que iban parejo a la obtención de imágenes, como el vapor de mercurio para sensibilizar las placas de metal del daguerrotipo francés, o el nitrato de plata y el yoduro de potasio del calotipo inglés.

Empero, aunque hay que reconocer que la fotografía fue un medio democratizador (con el paso de los años y las nuevas técnicas la sociedad pudo aún más coparticipar de ella), es importante reseñar también que inicialmente no estuvo exenta de polémicas y diatribas encendidas contra el nuevo "diabólico artificio". En la prensa alemana del momento (Leipziger Anzeiger) se llega a decir que "el hombre ha sido creado a imagen y semejanza de Dios y ninguna máquina humana puede fijar la imagen divina". O la crítica acérrima del poeta francés Charles Baudelaire donde dice que "la sociedad inmunda se precipitó, como un solo Narciso, a contemplar su trivial imagen sobre el metal. Una locura, un fanatismo extraordinario, se apoderó de todos estos nuevos adoradores del sol". /Texto: José Antonio Tejero Lanzarote.

Ramón Jarana Martínez nació en Cádiz el día 1 de septiembre de 1920 en el número 12 de la calle de la Rosa, encima de la célebre tienda Villa de Madrid. Nunca se dedicó profesionalmente a cantar, aunque el arte lo tenía como lo demuestran algunas grabaciones que realizó en reuniones de amigos y familiares, además de estar tocado con una gracia inusitada para decir "apaga y vámonos". Su vida fue difícil. Padre de familia numerosa y trabajador como ayudante en Transportes Cela que por una grave enfermedad en la vista tuvo que dejar quedando a expensas de una mísera pensión. Para buscar alguna ayuda se dedicó a vender lotería. A pesar de todo, nunca lo conocí con tristeza, siempre alegre. Falleció en 1993.

ANÉCDOTA EN CASA FLORES.
Recuerdo que una noche fuimos a la peña flamenca Tomás El Nitri, en El Puerto de Santa María, y antes de volver para Cádiz entramos en un bar de la Ribera del Marisco, en Casa Flores. Íbamos Ramón Jarana, Curro ‘La Gamba’, Paco Lazo, ‘El Aceitunero’ y yo. Al entrar le dice Ramón al camarero: «--Una botella de Fino Quinta. Y si no tiene, nos vamos». Y le dice al Aceitunero -señalando a un expositor- que todo lo que había allí quitaba el sentío: «--Esto es lo que tengo yo en la nevera de mi casa, y no tú, que lo que tienes son dos sardinas arenques y telarañas». De repente, nos sirven una bandeja de caña de lomo y le dice Ramón al camarero: «--Oiga, esto no se lo hemos pedido». El camarero, señaló a un señor que estaba en la barra, quien se acercó a nosotros. Era dueño de Osborne. Como Ramón había dicho que si no había Fino Quinta nos íbamos, y era un vino de su bodega, decidió invitarnos. Venga cante de Ramón y de Curro y bailes de Juan y de Paco Lazo. Otra botella y otra bandeja de langostinos. Y decía Ramón a Curro: «--¿Yo estoy soñando o despierto?». Y empezó a contar chistes y toda la clientela pendiente, y venga cante y baile, y otra de jamón, y nos dice este señor de Osborne: «--No os vayáis todavía». Y le contestó Ramón: «--Yo no me voy de aquí aunque aparezca por esa puerta uno de esos toros que tiene usted por las carreteras». El hombre, con lágrimas en lo ojos, no pudo más que espetar: «--¡Viva Cádiz!». Cuando nos despedimos Ramón, encima, le dijo: «--Aquí tengo todos los números de la lotería de mañana». Y el amable señor se los compró todos. /Texto: Felix Rodríguez Gutiérrez.

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El Convento de Santo Domingo fue destinado a Instituto Laboral, habiendo recibido con posterioridad diferentes denominaciones. (Ver nótula núm. 56 en GdP). Reproducimos aquí sendas imágenes de la bendición del edificio como tal Instituto Laboral, a mediados de la década de los cincuenta del siglo pasado. /Fotos: Colección Vicente González Lechuga.

En la imagen vemos al niños Antonio Ortega Rojas hablando con el ministro de Educación Nacional, Joaquín Ruiz-Jiménez Cortés, y los niños Alejandro Muñiz, José Crespo LLorca, Francisco Ferrer Palacios, Manuel Moreno Romero; el Marqués del Arco Hermoso Alejandro Romero Osborne; a la izquierda de la imagen aparece el Conde de Osborne y a la derecha,  Luis Caballero Noguera y el que fuera director del centro, Manuel Martínez Alfonso.

En la imagen, el arcipreste de la Ciudad, Antonio Cía Moreno bendiciendo las instalaciones del Instituto ante el ministro de Educación, Joaquín Ruiz-Jiménez, en presencia del presidente de la Diputación, Juan Luis Martínez del Cerro y el Gobernador Civil, José María Rodríguez de Valcárcel.

De aquel fatídico 26 de septiembre de 1984, hace tres días se cumplieron 28 años de la trageria. De amanecida y procedente de Logroño, Francisco Rivera Pérez “Paquírri” aunque por separado de su cuadrilla, llegó a Pozo Blanco.

Paquirri (Antonio Velázquez) entra a la plaza de toros de Pozoblanco en una escena de la tv movie 'Paquirri' de Telecinco.

Después de un par de horas de descanso, a la hora prevista, su cuadrilla se dirigió al sorteo. Nada hacia presagiar la tragedia que se encadenaría horas más tarde. Se hicieron los lotes, y se procedió al sorteo. El Toro Avispado, había sido rechazado en nuestra Plaza Real, poca gente sabe, que la camada entera de la Ganadería de Sayalero y Bandrés fue tentada a vara. No digo que esto fuera el desencadenante de la tragedia pero pudo influir? Antes de la Corrida, el ambiente, dentro de lo que cabe, era de alguna manera distendido. Paco de manera inhabitual, jugo unas partidas a las cartas y se congratuló, de haberles ganado alguna que otra partida Camino de la plaza, comentó, con alguna que otra sonrisa.. "--.¡Señores, que serios estáis!" 'El Feíto' --Gregorio Cruz Vélez-- sin poder contenerse le espetó: "--Claro, como te lo has llevado todo!" La carcajada fue sonora, y es que efectivamente, se había llevado la nada desdeñable recaudación de doscientas pesetas. Y es que era como un niño grande, travieso y simpático.

Monumento a Paquirri delante de la Plaza de Toros de El Puerto.

Como ya he dicho todo parecía buenos presagios. La corrida, cerraba el ciclo en España, y podía parecer de –mero trámite-, pero… sobrevino la tragedia. Con la perspectiva de los años, todo parece un cúmulo de despropósitos y muy mala suerte. Ya casi todo esta dicho, pero… tras el telón, quien sabe si quedan muchas preguntas, que desafortunadamente, nadie responderá. Lo que no es justo es el cruce de acusaciones, de por qué a nadie se le ocurrió el traslado en helicóptero. Y yo me pregunto: ¿quien tenia la facultad de decir la gravedad existente? Acaso, esa persona no debería haber evitado el traslado, dada la gravedad? En fin ya no tiene sentido.

Cómo cada tarde de corrida, buscaba ocupación, pues llegada la hora me tendría centrada y dejaría de pensar en los escalofriantes sonidos de los clarines. Esa tarde, elegí el planchado de la ropa, al siempre temido sonido del teléfono, el corazón me dio un vuelco; la plancha cayo de bruces al suelo y casi me lesiono el pie.

La noticia de la cornada me dejó temblando, y solo pude articular: es muy fuerte? "--Y… ¿que ha sido con el capote?" No podía creerlo, mi nerviosismo fue en aumento, busque la emisora de Radio Nacional, pero no dieron nada, hasta que…… otra llamada me heló la sangre. Esta vez, fue Mili mi cuñada, había visto el Telediario, y me preguntaba si me había enterado. Ilusa de mí le dije: "--Sí, ya Gregorio me ha dicho que Paco ha tenido una cornada". La otra me decía: "--Pero ¿ha muerto?" "--Qué dices, no!, ha sido grave, pero…. muerto?" Si me hubieran pinchado, ni lo habría sentido. Efectivamente la Televisión, inmisericorde, daba la noticia del fallecimiento, del diestro. ¡Cómo era posible! Paquirri por su preparación, y por su profesionalidad, era un coloso, y un toro no iba a poder con él. Eso a todas luces era imposible!

Gregorio herrando, junto a Isabel Pantoja y Paquirri, metido a ganadero.

En décimas de segundo, recordé, todos los gratos momentos, vividos en mis visitas a Cantora. Tanto Paco como Isabel, fueron encantadores, y realmente, me siento honrada, de haber asistido a su enlace con Isabel Pantoja, y al bautizo de su hijo Francisco-Kiko-.Siempre le agradeceré, -precisamente en el bautizo-, como rodeándome por los hombros, me dijo: señora, perdóname, que te quite a tu marido tantas veces, pero... es que me hace falta. Esta pareja, tenía arte, a raudales y demostraban, lo grandes que eran con sencillez y sinceridad. Durante días, Gregorio y yo nos sentábamos, sin hablar contemplando su foto, nuestro pesar era hondo, y grande nuestro respeto, admiración y sobre todo agradecimiento. ¡Hasta siempre Maestro! (Texto: María Jesús Vela Durán).

Un joven de El Puerto que realizó sus prácticas profesionales en la empresa municipal tecnológica El Puerto Global ha sido nominado a los Tweets Awards. Por segundo año consecutivo, Madrid acoge estos premios anuales de la red de información Twitter, en los que colabora la Fundación Telefónica. Estos reconocimientos premian a los mejores profesionales del mundo online y a los tuiteros más comprometidos. Entre los nominados se encuentra Miguel Ángel Moreno (@Migue_Twitt), un portuense de 27 años que acaba de terminar sus estudios de programación en el Instituto Mar de Cádiz. ??Tras terminar sus prácticas en El Puerto Global, Moreno se ha lanzado al mundo empresarial. Durante su etapa en la sociedad municipal participó activamente en el lanzamiento de "El Puerto al caer el sol" (@elpuertosunset). El objetivo de esta iniciativa, impulsada por la Concejalía de Nuevas Tecnologías, es dar a conocer fuera de la ciudad la oferta de ocio nocturno de calidad que tiene El Puerto. Posteriormente, comenzó a responsabilizarse del mantenimiento del proyecto con el apoyo del Centro Comercial Abierto (CCA).

Para apoyar a Miguel Angel es necesario tuitear "#TA2012 #CMGeek @migue_twitt y el mensaje que creas conveniente". La evolución de las puntuaciones puede seguirse en la web www.tweetsawards.com. ??Moreno explica que "sin duda la nominación ya es en sí un reconocimiento para mí, puesto que reconoce una labor muy desconocida aún por muchas empresas". En esta línea asegura que "es también un impulso para seguir trabajando en algo en lo que creo que puede ser beneficioso para las empresas de El Puerto".

Según Lola Rodríguez «Tenía previsto ir para escuchar las conferencias y tomar buena nota sobre las nuevas ideas y las opiniones de los gurús de las redes sociales. Lo que no contaba era con estar entre los nominados en las 31 categorías de los Tweets Awards 2012, que comenzaba ayer en Madrid. Miguel Ángel Moreno, de 27 años, aspira a ser el tuitero más 'geek', el más picado por las tecnologías y las redes sociales. Ha sido seleccionado por el jurado del evento, que deja la elección en manos de la votación popular. Gane o no, el lunes regresará a la oficina que comparte con su pareja, la publicista Irene Berbel, en la calle Pedro Muñoz Seca. Ambos forman un tándem perfecto en Tooblup, una empresa de comunicación, publicidad y gestión de redes sociales que ya se ha hecho un hueco en El Puerto. De momento trabajan con Golf El Puerto, Electrodiesel Bahía, Iván Moreno, y 'Ridethrough', una revista de motociclismo". /Miguel Ángel e Irene. Foto: El Puerto Global.

El 1 de mayo de 1891 se constituyó la agrupación socialista de El Puerto de Santa María, como Partido Socialista Obrero Español, el partido político más antiguo de El Puerto, 12 años después de que lo fundara Pablo Iglesias en Madrid --aunque el PSOE local viviera el lapso de la Guerra Civil y posterior dictadura-- desapareciendo en la práctica, no así de forma aislada algunos de sus integrantes, duramente represaliados durante aquellos cuarenta años, e incluso todavía se recuerda a Villanueva, oculto durante muchos años en su casa, tras una doble pared. /En la imagen de la izquierda, la Casa del Pueblo, en la calle Javier de Burgos, antes de su demolición, donde luego se construirían los actuales edificios de Sindicatos, entonces sindicatos verticales.

La agrupación local no asistió a los congresos de las agrupaciones y sociedades socialistas de 1892 y 1899 siendo reorganizada en agosto de 1899 y en julio de 1900, participando en el VI Congreso de celebrado en agosto de 1902. Los porteños votaron a favor, en 1903, de la alianza con las fuerzas republicanas en 1903. El año de la I Guerra Mundial, en 1914, la agrupación local figura en el Almanaque de dicho año, así como inmediatamente anteriores y posteriores.

A finales de 1921 la agrupación se encuentra en una situación de desorganización a nivel local, ya como Partido Socialista Obrero Español. Diez años mas tarde, en 1931, el PSOE presentará candidatos a concejales en las elecciones municipales del 12 de abril. En 1932 se integró en la Federación Provincial Socialista de Cádiz que celebró su congreso constituyente al año siguiente. Tres años mas tarde, el 4 de diciembre de 1936 fue disuelta la agrupación local. El padre del ex alcalde comunista, Rafael Gómez Ojeda, Ceferino Gómez fue concejal socialista en aquellos convulsos momento previos a la Guerra Civil y miembro de UGT, de profesión arrumbador. Muerto prematuramente, fue preso en el Penal de donde lo sacaron para fusilarlo en la tapia del Cementerio en aquellos primeros días de la rebelión militar que daría paso a la Guerra Civil.

Patio de la Casa del Pueblo en 1970, donde se aprecia el deterioro, y que sirvió como vivienda de personas con escasos recursos económicos.

CASA DEL PUEBLO.
La Casa del Pueblo estuvo en la calle Pablo Iglesias, 16 (en homenaje al fundador del PSOE), hoy calle Javier de Burgos, siendo entonces propiedad de la Sociedad de Toneleros 'La Reforma' (integrada en la Unión General de Trabajadores). Tenían allí su domicilio social 23 organizaciones obreras de corte progresista, entre ellas la Agrupación Socialista Local. Con la Guerra Civil fue incautada y adjudicada en propiedad a la Delegación Nacional de Sindicatos. Tras la reforma política y sindical, el patrimonio sindical fue devuelto a las organizaciones sindicales, que han vuelto a ocupar aquel espacio, en un horroroso de pésimo gusto arquitectónico, fruto de una época.

Una vivienda en la Casa del Pueblo. 26 de octubre de 1978.

REFUNDACIÓN.
Sería a finales de 1974, al amparo de la Ley de la Reforma Política propiciada por el entonces presidente del Gobierno, Arias Navarro, cuando Francisco Lara, entonces estudiante de Derecho en Sevilla, y militante de las Juventudes Socialistas, recibió el encargo de ponerse en contacto en Cádiz con Rafael Román y Ramón Vargas Machuca, reuniéndose en El Puerto, en el Bar Manolo, con el portorrealeño Juan Manuel García Candón que fue quien recibió el encargo de venir a El Puerto. Paco Lara, Miguel Salguero, Rafael n.n. y los 'telefónicos' Alfonso Sevillano, Juan Manuel Torres y Rafael Varela serían el embrión del nuevo partido. Sevillano y Torres --Lara estaba haciendo el servicio militar-- inscribieron la Agrupación Local en el Registro de Asociaciones Políticas la Comisaría de Policía, siendo su primer secretario local de la nueva etapa, ya en 1977, Juan Manuel Torres Ramírez quien, con el tiempo se convertiría en alcalde de El Puerto.

RAFAEL ROMÁN RECUERDA.
El político chiclanero afincado en Cádiz, Rafael Román, en su libro 'Crónica de una generación', recoge en la página 151, refiriéndose a quienes se fueron incorporando al PSOE en los tiempos de su refundación: "De El Puerto de Santa María: Paco Lara (abogado joven), Rafael Valera, Miguel Cirera, Paco Payán, Sevillano y Torres (que eran de Telefónica), Antonio Bollullo (eterno trabajador del partido, empleado en una imprenta), y Luis Benvenuty (su hermano Juan era mi amigo, pero iba por libre). Más tarde se incorporaron al partido los exUSO como Esteban Caamaño, Isidoro Gálvez y su mujer, María Ángeles Fernández Cortabarría, Tina Aguinaco y Elías Py, que se dedicó a todos los campos, aunque el suyo era la enseñanza".  En las primeras elecciones democráticas, en 1979, el PSOE sacó cinco concejales: Esteban Caamaño, Paco Lara, María de los Ángeles Fernández, Alfonso Sevillano y Pepe Valiente. /En la imagen, portada del libro de Rafael Román.

Juan Manuel Torres y Antonio Bollullo Altamirano, durante una visita a las cuevas cantera de la Sierra de San Cristóbal, a finales de la década de los ochenta del siglo pasado.

La UGT correa de transmisión obrera del PSOE, que entonces lideraba a nivel provincial Rafael Román, a través de Rafael Guillén, José de la Cruz y otros históricos que venían del movimiento obrero y sindical colaboraron activamente con el partido. La verdad es que la oposición política al régimen de Franco, en la Ciudad y durante la dictadura había recaído, como en casi toda España, en el Partido Comunista, con quienes se empezaron a relacionar los jóvenes socialistas.

Salón de Actos de UGT durante un acto en 2010.

Tal fue así que compartieron sede en la calle Albareda hasta que UGT quiso marcar las diferencias entre partido y sindicato, marchándose los socialistas a una nueve sede en la calle Santa Clara --donde se vivieron las primeras horas del 23F-- y los de UGT a otra nueva sede, también, en la calle Cielos, 21. El PSOE cambiaría luego de Casa del Pueblo, primero en la barriada de los Toreros, calle Manuel Hermosilla; luego a una novena planta, siendo en esta ocasión el 'Piso' del Pueblo, en un bloque de las torres de Fermesa y desde finales de 1990, hace ya 22 años, en su actual ubicación en la calle Ximénez de Sandoval, inmueble que tienen en propiedad, junto al Ayuntamiento.

El flamante Secretario General del PSOE local, David de la Encina. /Foto: Lola Rodríguez.

NUEVO SECRETARIO GENERAL.
Anoche resultaba elegido en una candidatura de integración como nuevo Secretario General para estos tiempos difíciles, David de la Encina Ortega, abogado y concejal de la oposición. Antes le precedieron en el cargo, desde la refundación, Juan Manuel Torres, Paco Lara, Pedro Alamillos, Luis Benvenuty, Consuelo Gamero e Ignacio García de Quirós.

Tal día como hoy, 26 de septiembre, también miércoles, de hace 174 años, el presbítero Don Rafael Ruiz Marchante, Examinador Sinodal de la Abadía de Olivares, Beneficiado de la iglesia Mayor Prioral y Vicario de la ciudad, "con anuencia del cura semanero", derramaba el agua bendita que contenía una concha de plata sobre la coronilla de un varón de pocas horas de nacido, suspendido boca abajo sobre la hermosa pila de la capilla bautismal, capilla compartida en esa fecha y desde que se instituyera en 1644, con la Cofradía de San Pedro de Venerables Sacerdotes, sostenido por algún miembro de la familia. Antes, el oficiante, en la puerta del templo, revestido con alba, estola y capa pluvial morada, había leído el ritual de los catecúmenos, ornamentos que cambiaría por la estola y capa pluvial blancas al pasar al Baptisterio, presidido por la “pila de Rota” nombre con el que era conocida  por los antiguos la pila bautismal. (Mi erudito amigo Luis Suarez Ávila me ha ilustrado sobre el origen de esta denominación. Parece ser que siglos atrás un carro que transportaba esta pieza con destino a la iglesia Mayor Parroquial de Nuestra Señora de la O de Rota rompió un eje en la calle San Juan, aledaña a la Prioral, depositándose la pila en la sacristía hasta que fuera reparado. Como tardó más tiempo del previsto y la pieza le gustó al Vicario, terminó por instalarse aquí, sustituyendo a la existente, pasando a ser llamada popularmente con ese nombre) Allí, en aquel lugar, el padre Ruiz Marchante pronunciaba con solemnidad la frase de ritual: "Yo te bautizo, en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo".  Era un bautizo de postín. En el acta contenida en el Libro de Bautismos número 116,  folio 103 vuelto, se indica que había nacido el día anterior, "entre la una y las dos de la madrugada" y que se le impuso los nombre de Juan Bautista, Nicolás, Rafael, Lope.

Pila bautismal de la Iglesia Mayor Prioral.

Circunvalando la baranda de hierro forjado que rodea la pila bautismal, presenciando el acto, presumiblemente, se encontraba su padre, Tomás Osborne Mann y tal vez su tía materna, la escritora Fernán Caballero, que en esa fecha residía en Sevilla. El año anterior había contraído matrimonio por tercera vez con Antonio Arrom, después de enviudar de su segundo marido, el marqués de Arco Hermoso. La otra hermana de su madre, Ángela, casada con un militar francés, el Barón Chatry de la Fosse en esa fecha estaba fuera de España y los abuelos Juan Nicolás Böhl de Faber y Francisca Javiera Ruiz de Larrea, más conocida como Frasquita Larrea -traductora de Byron y precursora del Romanticismo en nuestro país- habían fallecido; el primero hacía dos años y Frasquita ese mismo año, aunque al no conocer la fecha exacta del óbito, es posible que aún viviese uno o dos meses más de la fecha que estamos refiriendo. Su madre, Aurora Böhl de Faber y Ruiz Larrea, recién parida, y con una edad peligrosa para dar a luz, pues habiendo nacido en 1800 cumplía años con el siglo y tenía, por tanto, 38 años, no parece probable asistiese. Este que se bautizaba sería su quinto  y último hijo, segundo de los varones, todos portuenses, a excepción de la primogénita: María Manuela, que nació en Cádiz y tal vez Cecilia, de la que no he podido localizar ni el año ni el lugar de su nacimiento Ella, María Manuela, futura madre del clérigo Francis Morgan -Curro Morgan para sus primos de El Puerto- el preceptor y amigo del famoso escritor Tolkien, sería también parte importante de la ceremonia, a sus once años, pues fue la madrina.

Los hermanos que  precedieron a nuestro personaje, el benjamín familiar, además de la mencionada María Manuela fueron Cecilia, que casó con García de Porres, marqués de Castilleja del Campo y falleció en 1903; Francisca Javiera, que enlazó igualmente con la nobleza de sangre, en este caso con el marqués de Saltillo, Antonio de Rueda Quintanilla. La boda se celebró en la iglesia Mayor de El Puerto en agosto de 1852, y Tomás Osborne Böhl de Faber, dos años mayor que Juan Nicolás que se unió a la anglo-canaria Enriqueta Guezala Power, cuyos hijos formaron las diversas ramas de las que descienden todos los Osborne de la zona. /En la imagen, un joven Juan Nicolás Osborne.

Como era costumbre en esa época, las hembras quedaban descartadas de la gestión de los negocio bodegueros, con lo que Tomás Osborne y Juan Nicolás se repartieron el incipiente imperio vinatero que había iniciado su padre, asociado a Duff Gordon, sociedad que refundaron en 1855 y que, posteriormente, en 1890, fusionaron en una nueva firma: Osborne y Cia., integrada por Juan Nicolás, su cuñada Enriqueta ya viuda y uno de sus sobrinos, Tomás Osborne Guezala. La realidad es que, en la practica, el peso del negocio vinatero recayó siempre en Tomás Osborne, primero y después en el hijo de este de igual nombre pues él, bien joven,  se introdujo en el mundillo diplomático, trabajando en diversas legaciones españolas, concretamente como secretario de las de Nápoles, San Petersburgo y París, llevando una vida que podemos calificar de bohemia.

Había heredado la casa-bodega de calle Palma, cuya fachada pone fin a la calle Larga, donde figura una lápida conmemorativa de haber vivido en ella sus abuelos maternos y, de vez en cuando, venía por tu tierra natal, cada vez más espaciadamente, para visitar a la familia, firmar documentos, revisar las cuentas de resultados y... pegar un pellizco a los beneficios, supongo.

...continúa leyendo "1.508. JUAN NICOLAS OSBORNE BÖHL. Primer Conde de Osborne."

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El pasado sábado, primer día de otoño de un infausto 2012 en que la economía nos ha bajado de las nubes y se ha llevado hacia ellas a personajes relevantes de la vida nacional y local. Nombres como: Mingote y Tapies, Carrillo y Fraga, Marquitos y Zárraga, Pepe Rubio, Paco Morán y Sancho Gracia, Marisa Medina y Pedro Maciá entre muchos otros, y en El Puerto: a Faelo Poullet, Fernando Gago, Vicente el del Bar, Miguel Marroquín o Paco Artola. En casi todos los desparecidos era previsible por su elevada edad o  enfermedades graves.

El viernes me llamaron para darme la triste noticia del  fallecimiento de Antonio Vázquez, el indigente de los perritos, y hoy me dirigía por la calle Nevería hacia la Placilla donde Antonio se situaba a diario. Mediada la calle, dos señoras y un señor hablaban en voz alta sobre la noticia del vagabundo; el tono de voz me permitió enterarme de sus comentarios, por lo que al llegar a su altura me detuve y, tras unos segundos en los que intercambiaron distintas presuntas causas del óbito entre las que incluían sobredosis de droga, no pude contenerme; intervine visiblemente molesto y les increpé.

“--Disculpen, ¿están ustedes seguros de lo que están diciendo?” “--Eso es lo que dice la gente”, me respondieron. “--El vagabundo de los perritos solía molestar a los viandantes de la calle Misericordia”. “--Perdonen, pero el vagabundo de los perritos se llamaba Antonio, era amigo mío y no responde en absoluto a la imagen que están propalando sin más base que los rumores”. “--Era una buena persona y gozaba del afecto de numerosos vecinos que le ayudaban a subsistir”. Reconocieron el error y admitieron que mi versión sería más cierta que las habladurías sin fundamento porque lo conocía.

Me despedí y continué hacia la Placilla. Sentí impresionado, el vacío en el escalón donde Antonio se sentaba junto a sus perritos. Entré en El Cafetín y pregunté por él a la chica camarera  del establecimiento. Con tristeza me respondió que había fallecido días antes, pero no conocía los detalles. Alguien me informó que en la chabola en la que vivía lo encontraron exánime. La presencia de la policía, un coche fúnebre y que lo trasladaron al Instituto Anatómico Forense de Cádiz para realizarle la autopsia, era todo lo que se sabía. No hay otra noticia.

Yo me he quedado sin la relativa amistad derivada de cortas charlas que con él mantenía en las mañanas de los sábados. Sus deudos más afectados son sus perritos; se quedaron huérfanos y no quisieron moverse de allí. Triste noticia a añadir, pues estaban bien alimentados y recibían las constantes caricias de su dueño y amigo. En ellos volcaba su soledad de cada noche y lo que le restara de pureza de sus sentimientos sin otro acomodo para depositarlos que en ellos.

¡Cuánto lo siento, Antonio! indigente de los perritos como yo lo llamaba. Te prometo que todos los sábados, cuando pase frente al Cafetín, me vendrá a la memoria tu recuerdo, tu mirada triste, franca y agradecida, tu voz cansada y animosa, tus frases halagadoras para los que te dejaban alguna ayuda y la sonrisa para los que no lo hacían. Yo al menos así lo veía; respeto a los que tuvieron otra experiencia; no fue la mía. Descansa en paz, Antonio, y ya nos veremos. (Texto y foto: Alberto Boutellier Caparrós).

Más información de Antonio Vázquez en GdP.
EL INDIGENTE DE LOS PERRITOS (I)
EL INDIGENTE DE LOS PERRITOS. (II).

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