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José Manuel González Fuente, “el Lati” , frutero, nieto, hijo y hermano de fruteros, nació en la calle Aurora en 1966, en la Casa de los Naranjos, frente a Destilerías Rives. De chico era un buen jugador de fútbol, y en el colegio de La Salle le pusieron de sobrenombre el de “el Látigo” y ya se sabe lo que es la economía de lenguaje en nuestra tierra, con lo que le contrajeron el mote y en “el Lati” se quedó.

300px-fragata_blas_de_lezo_f103_cph_fLati luce en su cabeza una gorra de la Fragata clase F-100 'Blas de Lezo' ilustre almirante que vivió durante dos etapas de su vida en nuestra Ciudad. Su memoria es honrada por la Armada Española, donde su nombre se recuerda con el mayor honor que puede rendirse a un marino español, siendo costumbre que exista un barco de la Armada bautizado con su nombre. El último,  la Blas de Lezo (F103), que encalló en 2007 durante unos ejercicio de la OTAN en Escocia  y que, curiosamente, no es el único barco con este nombre que sufre percances, ya que el crucero Blas de Lezo se perdió en 1932 al tocar un bajío frente a Finisterre. En un próximo artículo hablaremos más detenidamente de este marino español, vecino que fue de El Puerto. (Fotografía: Fragata Blas de Lezo F103).

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La abuela de “el Lati”, Ramona Sala Santamaría, ya se dedicaba al negocio de las frutas y verduras en puestos ambulantes y su padre se Genaro González Sala descargaba las mercancías que llegaban a lomos de las bestias o en carro al Mercado, por la calle de Ganado. verdurasGenaro, que ha hecho de todo en la vida, lleva cincuenta años en el negocio de la fruta (pero en medio ha sido, además, camarero, embotellador de Bodegas Terry, e incluso conductor de los autobuses urbanos; fue uno de los diez chóferes que inauguraron la primera flota de autobuses públicos de El Puerto). En la fotografía, Genaro González Sala, Mariano Ganaza y su hermana Milagros en el puesto que estuvo ubicado durante mucho tiempo junto a la frutería de Agustín Vela. En la actualidad, el puesto familiar se encuentra ubicado, desde 1980, en la calle Abastos, número 5.

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En la fotografía, José Manuel Gonzalez Fuente, “el Lati”, en una fotografía tomada en la Feria de Crevillet, con apenas un año. ¡Quien le iba a decir que, con los años, sería feriante con caseta propia!

el_lati_10_puertosantamariaGenaro tiene cinco hijos, José Manuel, Ramón, Antonio, Rosa que está con él en el negocio de la fruta, y Francisco Javier. La familia de Genaro es muy popular, no solo en el Mercado, sino también en la Feria. El año que viene cumplen 26 años instalando caseta en el Real de las Banderas, la conocida como “Genaro y Familia”, algo que salió por casualidad en una conversación informal en el Bar Rábago entre el padre de “el Lati” y Julio Barcia, prejubilado camarero de El Cafetín. Y a raíz de aquella conversación, llevan así veinticinco años dándonos de comer en la Feria. ¿Ustedes creen que en esa caseta faltarán los pimientos frito? En la fotografía, el puesto de El Lati, con la exposición de productos a la vista en plena calle Placilla o San Bartolomé. (Foto: Fernando Galán).

el_lati_3_puertosantamaria2Alguien muy popular en la Plaza era el desaparecido recientemente Manuel González Sala, “el Listones”, tío de José Manuel. El sobrenombre, el “nickname” le viene por el abuelo de José Manuel. Resulta que su abuelo José jugaba al billar con unos listones de madera -nada de palos de billar- y ganaba siempre con lo que le acuñaron el mote de “el Listones” que luego heredaría su hijo Manuel. En la fotografía realizada durante un encuentro en el campo del Racing Portuense, podemos observar, a la izquierda a Manuel González “el Listones”, acompañado por Francisco Galán Sánchez, “Paquiqui”, frutero también, quien con 76 años sigue en activo y  mantiene un puesto en la parte alta del Mercado de la Concepción. Como de sentido del humor van sobrados, estén atentos a los juegos de palabras y a la agilidad mental que se maneja entre tendero, clientes y amigos, en cualquier transacción o trato. Y no se le ocurra preguntar si las naranjas que venden son de zumo; pueden obtener como respuesta que «no, estas naranjas dan coca-cola».

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Ricardo Summers Ysern, “Serny” nació el 6 de mayo de 1908, --hace 100 años-- en la calle Larga, frente a la Plaza de Isaac Peral, en la casa del Juzgado, hoy inexistente, producto del derribo. Su padre era Juez de Primera Instancia y seguro le mandaría a jugar a la plaza de las desaparecidas araucarias. Serny abandonaría pronto El Puerto, como consecuencia de los distintos traslados de su padre en su carrera judicial, pasando la mayor parte de su vida en Madrid. Durante la Guerra Incivil estuvo refugiado en la embajada francesa. Fue un pintor autodidacta quien a la senectud, en 1983, expuso por primera vez en El Puerto en la Sala de Exposiciones del Museo Municipal, entre los días 24 de febrero al 5 de marzo, y en la que tuve la suerte de colaborar. En 1984 adquiere la condición de académico de la de Bellas Artes de su Ciudad natal. Su fallecimiento en Madrid, a los ochenta y siete años de edad, actuó como revulsivo en los redactores de El Arte en España, quienes le dedicaron emotivos artículos en la publicación.

guileremosummersOtra vez un apellido de procedencia extranjera -inglés- en nuestra Ciudad vinculado al suceso de las luchas napoleónicas. Lord Wellintong se vino con su ayudante de campo del mismo apellido, antepasado de nuestro paisano. Dicho apellido también nos suena por otros no menos célebres sobrinos de Ricardo Summers Ysern: el desaparecido Manolo Summers, director de Cine; Tomás, productor de cine y televisión;  y Guillermo, presentador de programas televisivos,  escritor y pintor, ambos en activo.(Fotografía: Guillermo Summers).

serny_decarnaval_puertosantamariaSu nieta Begoña, en su tesis doctoral: «Estudio Global de la Obra de Serny (1908-1995), dibujo, pintura, diseño y grabado», afirma del pintor, afirma del padre: «Si algo le caracterizó fue dar a cada una de sus creaciones una personalidad muy acusada; tomó la realidad de manera subjetiva y la vertió en una obra inmensa que alcanzó numerosos campos del arte: dibujo, ilustración, cartel, retrato, pintura, pintura mural y grabado. En su trayectoria obtuvo una gran consideración hacia su obra y aprecio por su persona, por parte de escritores, artistas y críticos de arte: José Francés, César González-Ruano, Daniel Vázquez Díaz, Eugenio d’Ors, José Hierro, Rafael de Penagos, Federico Carlos Sainz de Robles, Manuel Pombo Angulo, entre otros, que vieron en él a un maestro y en su recorrido artístico la esencia de una de las vertientes de la pintura contemporánea, como ha quedado constancia en multitud de comentarios que constituyen una parte fundamental para acercarnos a Serny a través de importantes figuras de su tiempo. Esta tesis ha querido ser, por encima de todo, recopilación razonada y debidamente ordenada de lo más significativo de la extensa obra de Serny, con el fin de que la misma quede inscrita convenientemente en el contexto artístico que le corresponde.» (Grabado de Serny: 'De Carnaval'. Firmado a lápiz y numerado: 85/100. Enmarcado en paspartú granate).

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«Pintor autodidacta, han convivido siempre en él su origen andaluz y su madrileñismo de adopción. Fue cartelista excepcional y alcanzó en numerosas ocasiones el prestigioso premio del Círculo de Bellas Artes, compartiendo los honores con Penagos, Tivas o Bartolozzi. Colaboró en “ABC”, “Blanco y Negro”, “Cosmópolis”, “Buen Humor”, “La Esfera” y “Nuevo Mundo”. Tras viajar por Europa y América, en Madrid comenzó su labor de retratista. También se dedicó a la pintura de creación y al mural, de cuya especialidad dejó muestras en París, Nueva York, Buenos Aires y Cuba. Ha realizado varias exposiciones en España y en el extranjero. Ilustró admirablemente las páginas de “Gente Menuda” en “ Blanco y Negro”. Texto de Prensa española S. A., extraído del catálogo de la exposición “Un siglo de ilustración española en las páginas de Blanco y Negro”, Ibercaja, Zaragoza, 1992, pp. 95-102. (Ilustración: 'El Palco' Temática de Carnaval).

serny_gentemenuda_puertosantamariaREVISTA GENTE MENUDA.

«El encantador Serny, que ilustraba en «Gente menuda» los cuentos de Elena Fortún, la escritora infantil de la época, comparable a la muy popular Richmal Crompton. La autora de «Celia y Cuchifritín» merecía los honores de un tan ligero y vaporoso dibujante, que supo dibujar un niño cabezón y rubio, emblema de la «moda en niños» de los años treinta». Blanco y Negro (Un siglo de ilustración española en las páginas de "Blanco y Negro"). Por estos años y coincidiendo con la segunda etapa de la Editorial Calleja, en concreto 1928, se da la renovación formal de la revista Blanco y Negro que acogía una segunda etapa de Gente Menuda y, al tiempo, en último mes del 27, aparecía el primer número de en donde siete meses más tarde aparecería las ilustraciones e historietas de Ricardo Summers, "Serny" futuro director de la sección. (Portada de 'Gente Menuda').

serny_recortable_puertosantamariaREVISTA BAZAR.
Es una revista de la sección femenina de FET y de las JONS para las Juventudes, dirigida por Elisa de Lara y bajo a dirección artística de Serny, nacida en 1947 y pasando por varios formatos perdura hasta finales de la década de los 60, siendo sus ilustradores habituales Serny, Picolino y Gil de la Serna y en la última etapa Cartitu. En 1953 aparecen en la revista unas muñecas recortables, obras de Serny, que intentaban crear adicción entre las niñas:  en cada número de la revista aparecía un vestido para una muñeca: Guillermina, Margarita, Paulina. Y estos vestidos estaban asociados un momento histórico determinado que se le contaba en la misma página llamada “Viaje a través de los Tiempos”. (Ilustracion: Recortable de la muñeca Guillermina. Serny).

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"El mundo de Serny está rodeado por un halo pético, por una nostalgia, penetrante y pudorosa a la vez, que transfigura mágicamente la realidad y la convierte en otra realidad más límpida y más alta. Ese es, ni mas ni menos, el revelado secreto de todo arte verdadero. La autenticidad de la pintura de Serny, el acento inconfundible de su continuo peregrinar, el manterse siempre fiel a si mismo, desoyendo las voces de modasz y modos efímeros, de feísmos y criptografías tan fáciles como gratuitas, dan a esta obra, brotada siempre de un impulso romántico, una clásica perdurabilidad. Y la gracia. La gracia, que es encanto, sabiduría que no pesa, brisa aleteante, juego claro y misterioso de líneas y colores. La gracia, que otro porteño ilustre -Rafael Alberti- definiera de modo incomparable y que Serny ha heredado de sus Angeles andaluces: La gracia, la graciosa. Gracia alada, desnuda, imperceptible, fugar, tan dable a pocos". Rafael de Penagos. (Ilustración: 'Martes de Carnaval'. Serny).


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Algunas cajetillas de cerillas antiguas de la «Historia del Vestido», dibujadas por Serny.

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etiquetasvinosHoy en día, cuando la actividad marítima es escasa, ocurre otro tanto con las bodegas: mientras que asistimos expectantes al reflotamiento de pequeños negocios familiares vitivinícolas, a fuerza del tesón de sus emprendedores: Gutierrez Colosía, Grant, Obregón, que junto con Osborne, Caballero, Terry y 501 son lás únicas siete bodegas que quedan a principio del siglo XXI, frente a las mas de setenta empresas dedicadas a la vitinicultura, entre cosecheros, almacenistas y exportadores en el siglo XIX: Thuillier, Campbell, Harmony, Southard, Burdon, Duff Gordon, José de la Cuesta, Gaztelu, Grant,  Lobo, F. Morillo, Jiménez, Marqués de Comillas, Osborne, Santarelli, Terry, Tosar,  Pico, Piury, Quijano, Varela…

Algunas bodegas y marcas de éstas siguen existiendo en la actualidad, otras desaparecieron hace años en la absorción de una bodega por otra, o en la liquidación de las mismas. Fijadas en forma de etiquetas de vinos, brandies y licores, aquellos productos permanecen en nuestra memoria colectiva.

Les invitamos a que conozcan algunas etiquetas antiguas, extrañas y raras de vinos criados y ensolerados en las bodegas de El Puerto de Santa María o destilados en sus alambiques, y que tanto trabajo dieron a sus habitantes, pulsando aquí.

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Juan Díaz Rodríguez -conocido como Don Juan el Cojo- nació en la calle Gatona el  día 12 de Marzo de 1910, siendo el cuarto hijo de ocho hermanos. Era un hombre muy religioso, pero además, republicano y de izquierdas, algo difícil en una época en la que no imperaban las libertades. Se dedicó toda su vida  a la enseñanza  por vocación, estudiando magisterio en la Normal de Cádiz. Empezó ejerciendo como profesor en el Colegio de San José y San Estanislao, vulgo La Pescadería hasta que, como consecuencia de la poliomielitis le cortaron la pierna y tuvo que dejar esta escuela.

Juan Díaz Rodríguez, known as Don Juan el Cojo (Juan with the limp), was born in calle Gatona on the 12th of March 1910, the fourth son of eight siblings. He was a very religious man, as well as a leftist republican, quite a difficult task at a time when liberties weren’t very widespread. Out of interest and pleasure he spent his whole working life as a teacher, having carried out his teacher training at the University of Cadiz. He starting working as a teacher in San José y San Estanislao School, commonly known as La Pescadería until, as a result of polio, he had to have his leg amputated and was forced to stop working at the school.

sansebastian23_puertosantamariaEstamos en el año de 1946, año en el que decide  decidió  su propia escuela en la finca sita en la calle San Sebastián, nº 23 con la ayuda de su hermana Lola  y ahí empieza su labor como director  y propietario de una escuela privada llamada San Ignacio.  La escuela se encontraba en la primera planta de ese edificio.  Su sobrina Mila González Vera nos dice: «Recuerdo que había tres clases una de ellas era muy grande, decorada con  mapas antiguos de la península y una pizarra también muy grande. La clase tenia los techos altísimos con un balcón que daba a la calle San Sebastián, el suelo de ladrillos rojos con las paredes blancas y con un portón muy grande. Don Juan era una persona muy recta y severa pero a la vez tenía un corazón enorme. Andaba con sus muletas debajo del brazo. Pasaba por tu lado y se oía el crujir de la madera de las muletas. Iba siempre vestido con traje de chaqueta muy peinado hacia detrás con mucho fijador. Leía muchísimo, se acostaba muy temprano porque le gustaba leer acostado en su cama y también se levantaba muy temprano para comenzar su tarea de educador. (Foto: Fachada Colegio San Ignacio. San Sebastián, 23).

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En un homenaje, de tantos, tributado por antiguos alumnos, en el restaurante 'El Resbaladero'. De pie, de izquierda a derecha.- Francisco Cardenas Feria,  trabajaba en Osborne; Antonio Pantoja del Puerto, Francisco Gonzalez Delgado "Curro" trabajaba  en el Central o Hispano;  Manuel Ponce, trabajaba en la fábrica de botellas de Caballero, en el Molino, y luego en Domecq en Jerez; Juan Gallardo, trabajaba en Osborne; Francisco Merino. Sentados, de izquierda a derecha: Manuel Pico Ruiz-Calderon, Antonio Pérez Ruiz, trabajaba en la Base y vivía en la Plaza de la Iglesia, en los años sesenta aprendió ruso, también en la década de 1980 editó, junto con Antonio Gutiérrez Ruíz la revista Puertoguía; Don Juan Díaz Rodríguez, nuestro protagonista; Manuel Clemente Berros, trabajó en Osborne, su padre pertenecía a RENFE.

espana_mapa_520x350Ayudando a ricos y pobres, dedicó al magisterio toda su vida, quizás a mas pobres que a ricos -no hay que olvidar sus ideas de izquierdas-, a una enseñanza basada en los valores  de la educación y también del respeto. Se preocupaba por  todos y cada uno de los alumnos que paso por su colegio. Sabía de donde provenían, que hacían y por supuesto que habían aprendido cada día para que a lo largo de su vida fueran  “hombres de provecho”, como el siempre decía. Fue en lo que siempre creyó y lo que siempre hizo. Y antepuso sus obligaciones docentes a cualquier distracción, incluso, de su propia vida privada.

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En la fotografía con los antiguos alumnos, Manolo Monge, Juan Fernández Gallardo, un Vera, D. Juan, José Oncala Merino, Joaquín Vera Ruiz (Quini); detrás Pepe Muñoz Ortega peluquero, Marfil el mecánico de motos, ... en la entrega de una placa de homenaje y reconocimiento, organizado por Quini.

a13385Fue un hombre al que se le cogía afecto a pesar de su aspecto sobrio y formal. Recuerda su sobrina Milagros que «cuando alguno de sus alumnos no le atendía, o simplemente no hacia una multiplicación bien, le cogía por las orejas y lo mantenía un rato alejado del suelo, los demás alumnos no se atrevían ni a reírse por si acaso. Los dejaba castigado hasta que terminaran los deberes, aunque el tuviera que estar hasta las tantas haciendo guardia. Los padres de estos alumnos, que también habían sido alumnos de mi tío, en muchos casos, se lo agradecían. porque sabían realmente que pocas personas como Don Juan prestaba tanta dedicación a sus hijos y le prestaban  una gran confianza». Hemos hablado con alumnos que han pasado por el colegio y hemos notado el cariño con el que hablan de esa época de su vida. Y es que, además, tanto al llegar como al salir del Colegio de San Ignacio, los chavales le saludaban con un beso, prueba de que la relación iba más allá del educador con el educando, sino que también había afecto y cariño.

colegiosanignacio_4_puertosantamariaComo ya hemos indicado nuestro maestro vivía para estos alumnos indistintamente de la clase social que fueran y cuando estos niños se han hecho mayores le han tenido y le siguen teniendo un gran respeto y mucho afecto. A él se le llenaba a boca de orgullo cuando veía algunos de sus alumnos y decía mira este es banquero,  ese es abogado, este otro tiene una gestoría... Sus alumnos se examinaban en Jerez, en el Instituto Padre Luis Coloma, obteniendo un alto porcentaje de éxitos en los exámenes.

Soltero, vivía con sus hermanas también solteras, Maria, Lola y Manuela. Esta última trabajó toda su vida como cocinera  en la casa donde vivía la familia Terry, en la calle Cielos, la cual llegó a prepararle la comida al dictador Franco cuando era invitado de los Terry en El Puerto.

Los alumnos que aparecen en la foto, de izquierda a derecha, en la primera fila: Francisco Ramírez Díaz, Pascual Prado Rodríguez, Eugenio Guareño Maza, José Manuel Reina López, Francisco Bollullo Altamirano, Vicente Márquez González (Quiqui); en la segunda fila Juan Custodio Cárdenas, el promotor inmobiliario, Juan Lara Barea, el hijo del pintor, desconocido, Ramón Izquierdo Díaz, José Oncala Merino; en la tercera fila: José Luis Villalba Díaz, José Salmerón Albaiceta, Juan Fernández Gallardo, Ramón Tur Tur, claramente de procedencia alicantina, Andrés González Salas, Vicente Femenía Ruiz; en la fila del suelo, agachados, Juan Bayo de Miguel, Ambrosio Acal Ortega, Francisco Gómez Galán, Andrés Fernández Valimaña, del Vapor, Joaquín Vera Ruíz (Quini), Manuel Gallardo Camacho y Juan Gómez Fernandez quien con el tiempo sería concejal de cultura de su Ciudad.

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De izquierda a derecha: José Ignacio González Serrano, cuñado de Rafael Fenoy; Juan Ortega Gómez, Simón Mengual Cervera y el de la derecha es Montero.

El testimonio de un ex alumno con el que nos hemos entrevistado, lo recuerda así: «Fue mi profesor de taquigrafía cuando yo preparaba el profesorado mercantil y tuve la suerte de obtener matrícula de honor en el primer curso y sobresaliente en el segundo. Sintió durante toda su vida una enorme admiración por mí, sentimiento también compartido. Yo iba a su clase a las 13:30 con otros compañeros: Manolo Gago, Manolo de la Torre, Rafael Tardío, y a esa hora no quedaba ninguno de sus alumnos diarios. Era una gran persona, me ayudó y a133551enseñó tanto que yo llegué a coger 240 palabras por minuto, lo que entonces era una burrada y, además, traducía de corrido lo que había taquigrafiado. No son mis propias alabanzas, sino las dirigidas a él, un gran, un enorme profesor»

escuela-antiguaPor el centro pasaron, entre otros maestros, Milagros González Díaz,  Ramón Izquierdo Rodríguez, otro profesor que le decían Quini, Jose Luis Villalba, Jesús Bernal, y otros que iremos incluyendo aquí, conforme los lectores que nos siguen puedan informarnos de sus nombres. Algunos alumnos que pasaron por San Sebastián, 23, son Joaquín Veran, José González Merino, Andrés González Salas, los Hermanos Posada, Fernández Valimaña, Ambrosio Acá, Monge, Marfil, Giraldez, y tantos y tantos... El Colegio San Ignacio cerró en 1980, con D. Juan ya enfermo, y el mismo se preocupó de buscarle acomodos a sus alumnos en diferentes centros para que no perdieran el curso y pudieran continuar con sus estudios. Don Juan Díaz Rodríguez, falleció en el año 1981 de perotinitis, con 71 años.

SELECCIÓN DE FOTOGRAFÍAS.

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Año de la Fundación del Colegio San Ignacio. Curso 1947/1948. (Foto Fabra. San Fernando). El segundo por la izquierda de pie detrás de Don Juan es Estanislao Jiménez González Nandín (padre de Andrés Jiménez de TelePuerto) y el primero por la izquierda delante es Francisco del Castillo Tellería y junto a él el hijo de Luciano (que tenía el almacén en la calle Cielo esquina a Lechería) y está casado con Josefa Rendón.

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Curso 1947/1948. Foto tomada en la azotea del Colegio. (Foto Fabra. San Fernando).

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Antonio Almagro Buhigas. Curso 1947/48. (Foto Fabra. San Fernando)

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Curso 1950/1951.   El segundo de la derecha de la fila de arriba es Francisco Bollullo Estepa; el primero de la izquierda de la fila de arriba era Ricardo Brea López que falleció en accidente (este chico era hermano de Brea que estuvo en Apemsa y hermano de Brea que trabajaba en el Banco Central); el primero de la izquierda de la fila segunda era Antonio Fernández Posada (hijo de Pepe el del Vapor) y el segundo de la fila segunda es José González Padilla. (Foto Utrilla. Valencia).

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Foto en el Patio del Colegio. Año desconocido.

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En el aula. Foto con los mayores. Año 1966. De izquierda a derecha, fila superior: Andrés Fernández Valimaña, Poquet, desconocido, Vicente Márquez González (Quiqui), desconocido, Antonio Perez de la Lastra Graván, Antonio Bravo Cala; fila de enmedio: Ramón Tur Tur, José Manuel Fernández López, Manuel Sendra Palma, José Gómez Ariza (Pepe Gómez de Osborne), D. Juan, Ramón Serrano Robles, Miguel Astorga Rosso; en la fila de abajo: desconocido, Manuel Gallardo Camacho, Joaquín Fernández Gallardo, que trabaja en La Caisa, José Luis Marfil Camacho, Juan Fernández Gallardo.

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Uno de los últimos cursos de D. Juan, en la década de los setenta del siglo pasado. Podemos ver de izquierda a derecha en la fila superior, el 3 a Paco Moreno; en la segunda fila, el 2 a José Manuel González Bello; el 3 Leopoldo; el 5 Pastor; el 6 Romo; en la tercera fila, el 4 Giraldez; el 5 un electricista del Ayuntamiento; el 6 Buhigas; el 8 Sendra; en la cuarta fila, el 1 Romo; el 4 Noriega; etc... (Todas las fotografías de D. Juan y alumnos pertenecen a la colección de Milagros González Vera).

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En 1974, el 27 de abril, el Obispo de Jerez, Monseñor Rafael Bellido Caro, accedió a la invitación del Club Juvenil “Virgen de los Milagros” ubicado en la Iglesia Mayor Prioral y visitó, por primera vez como Obispo, la Ciudad. Uno de los integrantes del citado Club Juvenil, que aparece en las fotos que mostramos nos ha pedido que, 34 años después, hagamos público aquellos documentos gráficos.

In 1974, on the 27th of April, the Bishop of Jerez, Monsignor Rafael Bellido Caro, accepted the invitation from the "Virgen de los Milagros" Youth Club, located in the Mayor Prioral Church, visiting for the first time as the town’s Bishop. One of the members of the aforementioned Youth Club, who appears in the photos shown, has requested that, 34 years later, we publish those photographic documents.

En la fotografía, tomada en el Salón Parroquial, aparecen la Junta Directiva del Club con el Obispo, de izquierda a derecha: Luis Delgado, entonces ayudante de sacristán, luego ha sido operador de cámara de cine y en la actualidad vende cupones de la ONCE en Ubrique. Isabel Pérez Medina, en la actualidad es maestra de escuela en Cádiz junto a Lorenza Castaño. Manuel Salido, Párroco de la Prioral, Rafael Bellido, Obispo de Jerez, José María Morillo, presidente del Club  Juvenil y actualmente Jefe de Servicio de Turismo del Ayuntamiento. Carlos Román Ruiloba, coadjutor de la Prioral y a la sazón, Consiliario del Club Juvenil; Inmaculada Moreno, poetisa y profesora; Paco Aguilar (con gafas), ATS y en la actualidad Concejal popular de Comercio, Juventud y Deportes y José Antonio Guerrero, hijo de Enero el de las Aguas. (Foto Rafa. Colección J.M.M.)

rafaelbellidocaro_1974_puertosantamariaEsto escribía, un día después en Diario de Cádiz, Agustín Merello del Cuvillo, en su sección “El Ruido y las Nueces”, con el seudónimo de Damasceno: «Ayer vino al Puerto el obispo. Accediendo a la invitación del Centro Juvenil de la Prioral, monseñor Bellido estuvo en el Puerto, donde presidió la celebración comunitaria de la Eucaristía y, luego, en el local del centro anfitrión, se reunió con os jóvenes componentes del mismo» ... «Han querido compartir con el obispo sus inquietudes, sus deseos, sus necesidades. Ellos son conscientes que el obispo no es la panacea; también, que será a base de sus personales e intransferibles esfuerzos como consigan todo lo que intentan conseguir, para lo que les hará falta --mucho más que hasta aquí-- constancia, alegría, trabajo serio. Vale lo que cuesta. si ellos ya han sabido de las dificultades, tampoco van a creer que hasta lograr un centro juvenil con toda la barba, les queda mucho y muy afanoso; pero seguro estamos, como ayer con el obispo presente quedó dicho, que se entregarán a la obra con los entusiasmos propios y con la entrega que caracteriza a la juventud nuestra». (Foto: el Obispo rezando en el camarín de la Patrona. Foto Rafa. Colección J.M.M.)

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La fotografía está tomada el día de la visita Rafael Bellido. De izquierda a derecha y de arriba abajo: Juan Antonio Ferrer, Juan Luis Leal, Marín, José Antonio Manojo, José Luis Romeral Riquel (con la cerveza), Luis Rosso Morro, Eugenio Beuzón, José María Morillo, Paco Aguilar (con gafas), Milagros Garvi Carrillo, José Antonio Guerrero, Lorenza Castaño, José Antonio Terrada Sara, Cristobal Moya Garrido. Detrás, a partir de Paco Aguilar, Luis Delgado, Juan Carlos Dueñas Piñero, Rafel Ángel Moreno Naval, Manuel Girón Messeguer. Agachados: a la izquierda, Adán, el pequeño es Juan Luis Morillo, y José Luis Sánchez -Chupona- José Manuel Perea Perdiguero y el conocido como Kung Fu. (Foto Rafa. Colección J.M.M.)

clubjuvenillosmilagros_3_puertosantamariaLas verdaderas dependencias del Club, eran un local compartido de las antiguas Escuelas Pías de la Aurora, bajo una bóveda donde se guardaban también, tras unas cortinas, los pasos de la Hermandad del Nazareno. Se accedía por el Patio de la Iglesia Mayor, al que se llegaba, desde la calle, por la puerta del transformador de la Cía. Sevillana, junto a la capilla de la Aurora en la calle de San  Sebastián; allí donde se clubjuvenillosmilagros_4_puertosantamaria2habían construido almacenes para guardar pasos y que ahora están despareciendo con la obra de restauración. El Club, independientemente de la inspiración religiosa recibida desde la parroquia, organizaba conciertos, fiestas, charlas educación sexual, torneos de tenis, actividades culturales: conferencias, exposiciones, proyecciones, etc. y acogió durante varios años a diferentes grupos procedentes de las calles próximas, loscolegios La Salle y Safa, así como de las clubjuvenillosmilagros_5_puertosantamariaCarmelitas y las Esclavas. Una estratagema de la directiva juvenil consiguió que el Párroco admitiera a chicas, ya que Manuel Salido no era partidario de la mezcla de sexos, fruto de la moral imperante en la época: «El hombre es fuego, la mujer estopa, llega el diablo y sopla», decía. Así, mandaron un escrito a la Diócesis de Sevilla, de la que dependía aún El Puerto, al Secretariado de Juventud y les preguntaron que opinaban sobre la idoneidad de que el club juvenil fuera mixto, a lo que respondieron que no solo era idóneo sino conveniente.  Manuel Salido no tuvo más remedio que claudicar, pero la verdad es que no se lo tomó a mal: si lo autorizaban desde arriba... El club tuvo tres presidentes: José Antonio Terrada, José María Morillo y Miguel Ferrer. (Las fotografías, de arriba abajo, muestran el acceso al Club por la puerta de la calle San Sebastián, junto a la capilla de la Aurora; la segunda foto corresponde al patio, que vive obras de restauración y resanado: en la puerta del fondo se accedía al Club Juvenil, la parte de arriba era el Salón Parroquial; la tercera foto muestra las obras que están dejando exento el templo de la Prioral, derrumbando cuartos y almacenes. Colección J.M.M.).

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Antonio Mena Rodríguez nació hace 52 años, en su casa, arriba del Bar El Brillante. En el entresuelo de la Pensión Las Columnas. En la calle Vicario frente al Mercado. En este bar se encontraban a principios del siglo XX las cuadras de la Pensión Las Columnas -hoy cerrada- y la vivienda donde se crió Antonio y sus hermanos, fueron el granero y pajar de las mismas. El abuelo de Antonio, Eugenio Mena Fernández reconvirtió las estancias y  abrió, en 1909, un despacho de Vinos y Cafés, con el nombre de El Brillante, con el que continúa en la actualidad. Era natural de Prado del Rey ycaracoles_puertosantamaria se afincó en nuestra Ciudad en 1894. A su muerte, en 1956, su hijo Eugenio Mena Ponce se hace cargo del negocio, donde Antonio echó los dientes, y aquí continúa él, -tercera generación- al frente del establecimiento: corregido, mejorado y aumentado, cuando falta un año para que el Bar cumpla un siglo de existencia.

Antonio Mena Rodríguez was born 52 years ago, at home, above Bar El Brillante, in the mezzanine of the Las Columnas Guesthouse, on calle Vicario opposite the Market. The stables belonging to Las Columnas Guesthouse, now closed, were to be found in this bar at the beginning of the 20th century, and the dwelling where Antonio and his brothers and sisters grew up was the stables’ granary and barn. Antonio’s grandfather, Eugenio Mena Fernández reconverted the rooms and opened a Wine and Coffee bar in 1909, given the name El Brillante, which Antonio still has at present. He was born in Prado del Rey and settled in our town in 1894. On his death, in 1956, his son Eugenio Mena Ponce took over the business, where Antonio outgrew his baby clothes, and is still here, third generation, front of shop, the business having been improved and extended.

antoniomenarodriguez_2_puertosantamariaEugenio, el padre de Antonio -Añoño para los chiquillos del Barrio donde se crió- se hizo famoso -y continúa la fama hogaño- por los guisos de caracoles, siendo pionero en la introducción de los pinchitos morunos, la merluza rebozada y los ostiones fritos, cuando se podían conseguir éstos en la desembocadura del Guadalete. Rociero desde que tenía pantalones cortos, Añoño se enamoró de una chipionera -Regli- a la que iba a ver en moto todos los días a la villa del Faro. Y se casó y hoy está con él, hombro con hombro en el negocio de hostelería, donde ha sabido imprimir su propio estilo en la preparación de guisos marineros y los diversos tratamientos que le aplica al atún. «Otra recomendación para este bar: el atún en manteca. A imagen pero no semejanza absoluta de nuestro bienamado lomo en manteca, lomos de esta increible criatura marina de almadraba son untados y macerados en este manjar de los dioses que se denomina manteca. Grasa porcina con su sabor elevado a la enésima potencia gracias a la sublimación palato-lingual que produce la adición de especias como el pimentón, que con el sabor rancio de la manteca combina perfectamente para hacer caer al visitante asiduo o parroquiano típico en el éxtasis gastronómico.» (La Taberna de You).

eugeniomenaponce_puertosantamariaEl padre de Antonio tuvo cinco hijos con María Luisa Rodríguez Pantoja, natural de Jerez -uno de ellos es Miguel, presidente de ACOCEN y otro, emparentado con Roque el de la Droguería, trabaja como bancario en una entidad de ahorro andaluza-. La calle del Vicario era uno de los centros de la vida de El Puerto cuando nace nuestro amigo:  el Bar Número Tres, muy cerquita a su izquierda, la tienda de zapatos de Mauricio León, Tejidos el Metro, y enfrente la calle Sierpes, repleta de comercios y puestos; el almacén de de Ultramarinos de Eloy Fernández Moro, Tejidos Muro -hoy regentada por su hermano Miguel-, la Barbería de Muñoz, la Pensión las Columnas -al lado, Pansequito tenía una tienda de venta de ropa y baratijas- el Liberato de Librada, Casa Juana, el Bar Ramiro, la Pensión Bartolo, el Bar de Juanito Ceballos, y en la esquina Paco Buhigas con su Lechería e Isidro con un Ultramarinos. Corrían los finales de la década de los cincuenta del siglo pasado. (Fotografía: Busto de Eugenio Mena Ponce, en 1984, año de su fallecimiento. )

finocaribe_puertosantamariaLos vinos que se bebían en El Brillante eran de Bodegas Sancho -Fino Caribe- y manzanillas para continuar surtiendo el altar de botas situado en El Brillante, cuando se cierra esta bodega, con los vinos de Pepín Velarde. Un tal Rubichi, repartía en burro el repuesto para las botas y las melopeas del ciudadano eran sonadas, tanto que, agarrado al rabo del burro, éste lo dejaba en su vivienda de la calle Santa Lucía, cuando ya no podía mas. Curioso personaje este Rubichi, que lo mismo repartía vino en un carro tirado por el burro, que paseaba a los visitantes en un coche de caballos. (Ilustración: Etiqueta de Fino Caribe. Bodegas Sancho).

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Fíjense, por su peculiaridad, en este anuncio que parece en un folleto de las Fiestas Veraniegas de 1934, donde el abuelo de nuestro personaje inserta este atípico reclamo publicitario, por lo demás, frecuente en aquellas fechas: «El que quiera conservar la salud, no pruebe los vinos de esta Casa, porque con ellos da congestión, por su mala calidad. Lo dicho lo justifica el dueño de la Casa, recomendando paguen antes de probarlo». Vaya humor en la tierra de Muñoz Seca. (Ilustración: Carteles originales de 'El Pantera', pintados a mediados de la década de 1960, y que se conservan desde entonces en El Brillante).

gautier03Viajemos algo mas atrás en el tiempo, imaginen el ambiente de la calle donde se encuentra el bar de nuestro amigo, en el siglo XIX, con esta visión escrita por un viajero romántico en su visita a El Puerto: «Errando a través de sus calles, desembocamos en la plaza del Mercado. Era de noche. Las tiendas y los puestos estaban iluminados con faroles o lámparas colgadas, y ofrecían un golpe de vista encantador, estrellado y salpicado de puntos brillantes. Sandías de cáscara verde y pulpa rosada, higos chumbos, unos con su pellejo espinoso, otros ya mondados, sacos de garbanzos, cebollas monstruosas, uvas de color de ámbar amarillo, capaces de dar envidia al racimo traído de la tierra prometida; ristras de ajos, guindillas y otros géneros violentos, hallábanse amontonados pintorescamente» Teófilo Gautier. Viaje por España. Tomo II, traducido del francés por Enrique Mesa. Colección Universal, Calpe (Madrid, 1920).

manuelfigueramorillo_puertosantamariaPero si de verdad quieren conocer algo diferente, además de la charla de Antonio, los detalles gastronómicos de su mujer, Regli, o la colección de cuadros del dibujante “El Pantera” de Cádiz, es sobre todo la clientela: variopinta y diferente ya sea en horario de mañana o de tarde, en invierno o verano. Un cosmopolita bar por donde pasan toda clase de criaturas en edad, clase y condición. Tener tiempo para escuchar las conversaciones de la parroquia es todo un privilegio, como conocer a uno de sus personajes más asiduos: Manuel Figuera Morillo (con 'o' como el mismo se encarga de señalar, para que no lo confunda con el apellido del famoso pintor) -en la fotografía-, quien con 88 años continúa acudiendo a diario a su Brillante, ya felizmente jubilado de sus tareas de Tratante de ganado. Otro día contaremos su historia en Gentes y Habitantes de El Puerto.

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Llama la atención en El Brillante la colección de dibujos originales del recientemente desaparecido “Pantera de Cádiz”, -nos dejó hará unos tres meses- un escafandrista que fue de Astilleros, natural de Cádiz.  Cuando a mediado de la década de los sesenta del siglo pasado venía a la Plaza a comprar, se encerraba con Eugenio en el salón y de allí salían estas viñetas humorísticas, entre latigazo de vinos finos y manzanillas. Allí se encuentran expuestas unos 20 dibujos, pero existen otros mas que panteradecadiz_3_puertosantamariaregaló el padre de Antonio a algunos particulares.

LA CALLE DEL VICARIO
Bien que yo te lo decía
--a la Vicaría--:
Bien que siempre te lo decía.
¡Mal pecó quien bien quería!.

Felipe Sordo Lamadrid

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patesca_puertosantamariaFrancisco Galán Rodríguez, “Patesca”, nace en El Puerto en 1880. En ese año Alfonso XII decreta la abolición de la esclavitud en Cuba; en Panamá comienza la construcción del famoso Canal y, mientras se aprueba en Madrid el Reglamento de las corridas de toros, en El Puerto se inaugura el coso taurino. Menendez y Pelayo publica la “Historia de los Heterodoxos Españoles”. Un heterodoxo sería a lo largo de su centenaria vida nuestro Patesca, nacido en una Casa Palacio venida a menos, la de Aranibar, esquina frontera con el Castillo de San Marcos. Hijo de Antonio Galán natural de Cádiz, Marino Mercante, y de Josefa igualmente nacida en Cádiz. Desde muy joven se traslada a Sanlúcar de Barrameda --andando-- para ver a su novia. Allí se casa con Josefa Espinosa, y es allí donde comienzan a llamarle “Patesca” apodo heredado de su padre. (Fotografía: Patesca con su esposa, Josefa Espinosa, en 1946. Nótense la cantidad de anillos de oro que luce en sus manos. Colección Antonio Leveque).

Francisco Galán Rodríguez, "Patesca", was born in El Puerto in 1880. In that year Alphonse XII ordered the abolition of slavery in Cuba; in Panama the construction of the famous Canal was started; in Madrid the Regulation on bull fights was approved, and while this was going on the bullring was inaugurated in El Puerto. Menendez y Pelayo published the “History of the Unorthodox Spanish”. One unorthodox person throughout his 100 years-long life would be our Patesca, born in a now run-down Casa Palacio, belonging to Aranibar, on the front corner opposite the San Marcos Castle. He was the son of Antonio Galán from Cadiz, a merchant seaman, and Josefa also born in Cadiz. From a very young age he used to go to Sanlúcar de Barrameda, on foot, to see his girlfriend. There he married Josefa Espinosa, and it was there that people started to call him “Patesca”, a nickname inherited from his father.

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Muy pronto empieza a trabajar como marinero. En aquella época existía una modalidad de pesca “en parejas”, en barcos de vela que faenaban de dos en dos arrastrando así las artes de pescar. (Fotografía: el río Guadalete, con la trasera de la Casa de las Cadenas, sin haber caído aun, fruto de la barbarie en pleno siglo XXI. Colección: A.L.)

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Regresa a El Puerto en la década de los años treinta del siglo pasado, y pronto empezó a desarrollar la actividad de Armador. Con el paso del tiempo llegó a tener seis barcos, siendo éstos: “Los Dos Hermanos”, “El Plus Ultra” y “La Latera”, adquiridos de segunda mano; por otro lado, “El Josefa Espinosa”, en homenaje a su mujer y “Francisco Galán”, al que le puso su nombre. Éstos barcos fueros fabricados en El Puerto por el Varadero de Pastrana; y por último “Mi voluntad” fabricado en Alicante, fue un barco que llamó mucho la atención por su envergadura y modernidad, se caracterizaba por ser el primer barco de la flota portuense que poseía dos mástiles.(Foto: Varadero Pastrana. En la actualidad se encuentra en ese sitio un aparcamiento, frente al Restaurante El Cortijo.  Colección J.M.M.)

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“Patesca» era un gran contador de anécdotas, por ejemplo, que había pescado esturiones en el Guadalquivir que le llamaban en Sanlúcar “sollos” y que las “galeras” las tiraban o se las quedaban los marineros para su consumo, pero nadie las quería por ser un marisco de “pobres”. (Fotografía: Lonja del Pescado. Colección A.L.)

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Algo que le llama mucho la atención a su nieto Antonio es que que toda esta actividad comercial la realizó siendo analfabeto. Mucha gente trabajó para él, siendo muy exigente en su trabajo. En la Plaza Bizcocheros poseía un cuarto para la reparación y confección de redes. En su afán empresarial en la década de los cuarenta del siglo pasado montó una Trapería, dedicada a la compra y venta de trapos, en la calle Cruces, en la que trabajó su padre.(Fotografía: el muelle en plena ebullición, a finales de la década de los cincueta del siglo pasado. Foto Colección: A.L.)

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Siempre iba muy trajeado con su inseparable mascota, y su puro, y con muchos anillos de oro: llevaba hasta once, resultaba tan llamativo, que las niñas de la época cantaban una canción que hacía mención a los anillos de “Patesca”. Le gustaba tanto el oro que su dentadura era entera de oro, y cuando reía, asustaba.(Foto: Descarga de Pescado. Colección A.L.)

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Vivió primero en la calle Javier de Burgos nº 17, luego en la calle Sol, donde actualmente está ubicada la oficina de Suvipuerto, y más adelante restauró una antigua casa en la calle Vicario nº 18. Tuvo ocho hijos, cuatro varones y cuatro hembras. Los cuatro varones trabajaron con él en el mundo del mar. (Fotografía Rafa: Patesca, a la izquierda, mostrando la placa que le entregaron en el homenaje que le hicieron en la Parroquia de San Marcos, en 1983. Tambien aparecen en la foto J. Ramón López Seguí, Jaime Devesa Mañó y Antonio Pomares de Asís. Colección Antonio Leveque).

patesca_4_puertosantamariaLa leyenda de la placa dice así: «La Comisión del Apostolado del Mar a Don Francisco Galán Rodríguez, marinero jubilado, en su centenario y como público testimonio de afecto y agasajo por su dilatada vida y méritos laborales. Puerto de Santa María, 8 de diciembre de 1983». De la celebración de este acto se cumplen mañana lunes veinticinco años. Murió en 1986, a los 106 años, en posesión de sus plenas facultades mentales.

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pepefernandez_puertosantamariaLa fórmula es bien antigua: Uno tiene que aprender de sus mayores a ser honesto y trabajador. Esa dualidad, esas cualidades, honestidad y trabajo no pueden dar malos frutos. Luego vendrán otros factores genéticos y de aprendizaje, como la simpatía, el ingenio o la educación que dan como resultado un empresario que triunfa en la medida que el mismo quiera triunfar. Es decir que le vayan bien los negocios, sin necesidad de explotar a los trabajadores, darle coba a los proveedores, abusar de la clientela, o crear imperios que luego se puedan deshacer con los cambios generacionales y las ramificaciones familiares.

The formula is very old: you should follow your elders’ example and be honest and hard working. This combination, these qualities: honesty and hard work can’t give bad results. Then there are genetic factors and others to be learnt, such as friendliness, ingenuity or good manners which create an entrepreneur who is as successful as he/she wants to be. That is to say, business should go well for them without having to exploit workers, sweet talk suppliers, take advantage of the clients, or create empires which can later come crashing down with the changes in generations and the different family units.

Al empresario, cuando lo conocí, tenía el gesto serio: era una persona adusta a la que, según pude comprobar le fue cambiando el semblante para tener hoy una sonrisa casi permanente, no ya con sus clientes, sino con el universo mundo en general. Sabe ver la vida con los ojos de la ilusión, a pesar del poco más de medio siglo –perdón por la indiscreción- que lleva sobre los hombros y que además no se le nota. Además llama a las cosas por su nombre. No tiene un negocio fácil, a pesar que no hay nada más bonito que tratar con personas, darles de comer, y que luego lo vayan contando. Y es que la hostelería ata al negocio, dificulta la vida familiar e impide la prolongación de la vida social. Pero hete aquí que el empresario, gracias a la confianza que puso en el su padre, nombrándolo gerente de los diversos negocios con los que fue expandiendo a su empresa hasta formar un grupo hostelero, fue modernizándose en la tradición y creando productos singulares, tanto en las ‘tascas distinguidas’, como en las delicatessen que en estas se pueden degustar, y el trato –diferente- que en ellas se recibe de su equipo humano.

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En la entrega de los Premios Taurinos del Restaurante Bar Jamón, el 25 de mayo de 2006. De izquierda a derecha, Gregorio Cruz Vélez, novillero; José Fernández Sánchez; Rafael de Paula, matador de toros; Rafael Comino, presidente del Jurado; Olga Pérez, crítica taurina de Tele Puerto; Luis Rivas, crítico taurino de la Cadena SER y Francisco Orgambides, crítico taurino de Diario de Cádiz. (Foto Fito Carreto).

Estoy seguro que Pepe Fernández Sánchez, desde su restaurante bar Jamón en El Molino Platero –y desde los otros negocios que dirige con sus hermanos- está reflexionando en clave de innovación, para hacernos todavía más felices dándonos de comer. Con el jamón como línea argumental, ahora creando unos Premios Taurinos y mañana con otras líneas de negocio. Y es que a Pepe le gusta más meterse en los charcos…

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José Fernández Rodríguez, en el almacén de comestibles 'Casa Joselito' en la calle Postigo, 24, en noviembre de 1948. Anuncios de la época, género al por menor, latas y embutidos que ayudaron, gracias a la generosidad y la paciencia de Joselito, a tirar para adelante a muchas familias.

LA HISTORIA DE LA SAGA FAMILIAR.

El padre de Pepe, José Fernández Rodríguez, nació hace 85 años en Tuy, en el Concejo de Porriño (Pontevedra). Con once años -en 1934- vino a El Puerto de chicuco, para ayudar en el almacén de unos gallegos existentes en la esquina de la calle Cruces con Postigo: “La Gloria” que luego sería un bar y freidor de pescado. Allí estuvo hasta que se fue al servicio militar. A la vuelta montó en la esquina de la calle Capillera con Postigo un almacén de comestibles y una taberna, “Casa Joselito”. Le alquila a Armando Micaletti un corral que había enfrente y construye con sus manos una especie de posada para los trabajadores que venían a trabajar a las diversas grandes obras públicas que se hacían en la zona; así les daba cama y comida.

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En 1958, el 25 de noviembre, de izquierda a derecha: Mercedes, Rafael y Jose -Joselito- Fernández Rodriguez y Paco Peña, tras la barra del restaurante.

Los negocios van prosperando, adquiere ese local y en 1955 abre, el que sería el primer “Bar Jamón” cuyo nombre fue puesto por los clientes, dado el tamaño de las lonchas de jamón que ponía como tapas. Da un nuevo giro al negocio y lo divide en tres partes, intercomunicadas entre sí: el Bar, una Confitería y un nuevo Almacén de comestibles, que con el tiempo, tras las múltiples reformas vividas por el establecimiento, sería el supermercado del Barrio Alto. Para la cocina, para seguir con el éxito de las comidas caseras, Joselito se trajo de Galicia a su hermana Mercedes y luego a su hermano Rafael, quien permanecería hasta su jubilación en la barra del bar de la calle Capillera. Los guisos de conejo, el pollo guisado, riñones al vino fino, berzas varias, eran el argumento por el  que muy pronto se hizo conocido el nuevo establecimiento.

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El día de la inauguración oficial  (25 de noviembre de 1958) del Bar Jamón en la Calle Capillera. De izquierda a derecha, Francisco Fernández Galloso, pelando unas gambas, niño desconocido, Francisco García Máiquez, Juan Rodicio, Manolo Verde, Joselito Fernández Rodríguez, Ricardo Rodríguez Álvarez, de La Bota de Oro; Ariza,  del Banco Hispano Americano, Rivera, Francisco Martín Repollet, Sabas Manuel Martín Repollet, Rafael González Bruzón y Francisco González Rivera.

La empresa funciona a base de mucho trabajar y a principio de los sesenta del siglo pasado se abre una terraza en la azotea. Llega la televisión y en 1963 es el segundo televisor que se instala en un establecimiento de comidas y bebidas en El Puerto, tras el Bar La Liga; la vieja Philips se jubilaría después en el domicilio familiar de Joselito, donde no llegó la televisión hasta que se compró una nueva para el bar. Los niños de los clientes, y los  vecinos del barrio, veían las películas de los domingos sentados en la escalera de acceso a la terraza. E innovador como era, se inventó un montacargas de tracción manual para subir los alimentos desde la cocina al piso superior.

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Chocolate Zahor regalaba una batería de cocina, pieza a pieza, entre su clientela. Estamos en 1964, en el almacén de Joselito, repartiendo las piezas del conjunto entre la clientela. Vemos a la izquierda a Marcelino, Pepi, Fale de niño, Rafael Fernández en el reparto, entre otras a Isabel y su hija y a la madre del popular Luichi, ya sacado en estas páginas con nótula propia. Chocolate El Gorriaga, entregaba, también, un balón de reglamento -de cuero- entre sus consumidores.

Recuerda Pepe, el hijo de Joselito, que los clientes traían el marisco desde Romerijo, y se sentaban en las numerosas mesas que se habilitaban en la calle Capillera, entonces de arena, que previamente regaban y preparaban para recibir las avalanchas que se desplazaban, entonces, calle San Juan arriba, por el Barrio Alto. Hasta se instaló un toldo para hacer más cómoda la estancia a la parroquia. En 1974 se hace una nueva ampliación y nuevas mejoras estéticas vendrían seis años mas tarde, en 1980, con Pepe Fernández cada vez más implicado en el negocio, donde había aprendido a hacer de todo y por tanto lo conoce desde sus cimientos.

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Interior de la barra del restaurante en la calle Capillera, que aguantó hasta el final, tras la reforma de 1980. Rafael Fernández, tío y sobrino, tras la barra.

pandelacasa_puertodesantamariaUna navidad, Joselito se pertrechó tanto de jamones que tuvo necesidad de colgarlos del techo del bar, lo que acabó por convertirse en una peculiaridad del establecimiento: los turistas venían a hacerle fotos y los americanos, especialmente, se sentían gratamente “condecorados” cuando una gota de la grasa que goteaba de la pieza del gorrino les señalaba la chaqueta. No se habían inventado aún las “chorreras”, que aparecieron mas tarde, primero de hojalata y luego de plástico. (La expresión “jamón con chorreras” o jamón “sudado” se debe al proceso de generación de sabrosos fluidos que sufre la grasa del cerdo con las subidas de temperaturas). Eran los tiempos del jamón a tacos -y Joselito se hartaba a cortarlos y prepararlos- y de una carne mechada única en su género que, con motivo de algún aniversario del establecimiento, deberían volver a mostrar a las nuevas generaciones de clientes de sus nuevos restaurantes. Es una vieja reivindicación de algún cliente devoto de aquel manjar -quien suscribe- que no se resigna a que haya desaparecido de la carta del restaurante. (En la fotografía, el afamado Pan de la Casa).

labodeguillaEn junio de 1989, hace 19 años, Pepe Fernández, ya como gerente de los negocios de la familia, hace una apuesta novedosa y se “baja al centro” a competir, en plena Ribera del Marisco y aledaños con el pescaíto frito y marisco, con La Bodeguita del Bar Jamón. Los agoreros le avisaron de que se iba a equivocar y hasta se hicieron porras sobre cuanto tiempo iba a durar; no solo ha sido así, sino que el negocio funciona eficazmente y de forma autónoma (ya ha vivido dos reformas y ampliación) dirigido por su hermano Fale y su cuñada Maricarmen. El Patio de Mi Casa es el restaurante que han potenciado con la reforma del edificio en juniio de 2006: a la comida, exquisita, variada y diferene, se unen, además del inmueble, el trato amable de sus regidores. Allí se inventó el Pan de la Casa (pan de cortijo ligeramente tostado, aceite de oliva del bueno, tomate y jamón), al que siguieron otros: de mechada, de queso, de huevo... Y ya lo copian en tantos sitios...

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En 1998, el 18 de julio se abría el nuevo restaurante del Bar Jamón, en la rotonda del Molino Platero, en unos terrenos propiedad de la familia que fueron divididos en dos por el acceso de la variante de Rota. Como no hay mal que por bien no venga, de lo malo hizo una virtud y en un cerro se animó a construir Pepe el edificio emblema del grupo Jamefer, nombre comercial de las empresas de José Fernández Rodríguez e hijos.

lete_rafaeldepaula_puertosantamariaCuenta con la ayuda del diseñador jerezano y amigo, José Alfonso Reimóndez, Lete. Se inauguraba en fecha tan extraña por una boda que había al día siguiente. Aunque lo previsto era para mayo, pero con las obras y los “poyaques”, ya se sabe... Allí estuvimos en compañía de Carlos Herrera, de José Antonio Garmendia, y de tantos amigos de Pepe y de la forma de dar de cmer de Pepe. Por su casa han pasado desde el Príncipe de Asturias o la infanta Cristina, hasta Bertín Osborne, Joaquín Sabina, María Teresa Campos e hija, el ya habitual Luis Aragonés, o los ministros populares Arenas, Mayor Oreja, Álvarez Cascos; el presidente andaluz Manuel Chaves y el consejero Gaspar Zarrías, entre otras personalidades. El Bar Jamón de la calle Capillera estuvo funcionando durante un año mas, hasta 1999. Había clientes que no querían perder el sabor de lo antiguo, en su antigua sede, y se resistían a ir por Molino Platero.(En la fotografía, José Alfonso Reimóndez, Lete, y Rafael de Paula, en la entrega de los I Premios Taurinos del Bar Jamón, en mayo de 2006).

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Joselito entonces y Pepe ahora, antes y durante han dirigido otros negocios como la confitería “Los Sanluqueños” hoy “Ntra. Señora de la Merced” que lleva abierta 48 años y en la actualidad es regentada, junto con la cafetería, por Manolo Fernández. Otra aventura empresarial que duró sus años, fue “La Bodeguita del Bar Jamón en El Paseo”. Y también recuerdan sus clientes con cariño los años que Pepe Fernández puso caseta propia en la Feria de Primavera y Fiesta del Vino Fino. Cuatro años para que los amigos tuvieran un referente mas en el recinto ferial de Las Banderas. José Fernández Rodríguez, el gallego, ha dejado muchos negocios funcionando y un potente espíritu empresarial. Y seis hijos: Pepe, Manolo, Fale, Mercedes, Jesús e Ignacio. Ahora se dedica a su huerta, a cuidar de los nietos, a hacer algún viaje por su tierra gallega y observar la vida desde la atalaya de tantos años vividos. Y trabajados. (En la fotografía superior, espacio de celebraciones y banquetes.

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ENTREVISTA A JOSÉ FERNÁNDEZ SÁNCHEZ.

El éxito, ¿cuestión de intuición o de tesón? --La suma de ambos
¿Que le queda de su etapa de concejal, aparte de la medalla? --Amigos. Y la satisfacción de haber podido arrimar el hombro por mi Ciudad.
La mejor definición para el jamón es... --El Paraíso en la tierra.
Usted, siempre investigando nuevos platos y sabores, después vienen otros que copian ¿El que la copia la mama aquí, papá en Canarias? --En definitiva, si. Aunque hoy está todo inventado, lo que hay que intentar es mejorarlo.
¿Que le pasa al Barrio Alto, su barrio de siempre? --Como todo en la vida, está pasando por una mala racha. Cuantos más días pasen, menos le quedan a esta racha.
¿Ser galante en el siglo XXI, un anacronismo, un lujo, o...? --Un placer que hay que saber disfrutar.
El periodista Carlos Herrera muere con usted... --Muere conmigo, su estómago. Y yo con él, porque es un caballero de esa rara especie de “los que se mojan”.
De verdad, ¿cual es el negocio de su vida? --Mi vida.
Estar detrás de una barra, ¿da calidad de vida? --Da muchas satisfacciones.
¿Se podrá comer el “Pan de la Casa” en el primer viaje tripulado a Marte? --Si, y además seré yo quién lo prepare. Hay que animar a la NASA. (En la fotografía, Pepe con un año en el mostrador del 'Almacén de Joselito' con su tía Mercedes).

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pepitasarazena_puertosantamaria«Me han llamado ayer para decirme que acababa de morir Pepita Sarazena (Colwyn Bay, Norte de Gales, Gran Bretaña, 07.05.1919 - Sevilla, 23.12.2000), bailarina y bailaora de fuste, delicada como una figura de biscuit, conversadora sabia, profunda y amena, encandiladora... Yo, si digo la verdad, no he visto a nadie bailar como a ella. Era el baile mismo y tenía la distinción y el empaque de una reina. Era Theletussa reencarnada. Sus principios y escuela fueron en Rusia, donde estudió ballet. En España, en Madrid, fue discípula predilecta de "El Estampío" (Jerez, 1879 - Madrid, 1957). Tenía a gala el haber conservado la escuela bolera del siglo XVIII y pasos y gestos del baile antiguo. Su discípula, la escritora Teresa Martínez de la Peña, ha sabido apreciar, con sensibilidad poco común, todas sus enseñanzas y las practica y divulga.

”They called me yesterday to tell me that Pepita Sarazena had just died (Clwoyn Bay, North Wales, Great Britain, 7/5/1919- Seville, 23/12/2000). She was an important dancer, as fragile as a paper doll, a wise conversationalist, deep and entertaining... To tell you the truth, I haven’t seen anyone dance like her. She was the very dance itself and had the distinction and presence of a princess. She was Theletusa reincarnated. She started out in Russia where she studied ballet. In Madrid she was the favourite disciple of "El Estampío" (Jerez, 1879-Madrid, 1957). She could boast that she had conserved the bolera school of the 18th century and the steps and expressions of the old dance. Her disciple, the writer Teresa Martínez de la Peña, knew how to appreciate, with a rare sensitivity, all her teachings which she practises and shares.”

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Colwyn Bay, ciudad de nacimiento de Pepita Sarazena. El Paseo sobre el Muelle, con el Pabellón de Atracciones. La ejecución de una idea parecida (también existe en Brighton), fue presentada a mediados de la década de 1990, por un grupo de hosteleros locales, al  Ayuntamiento, con objeto de montar una pasarela similar sobre los pilares del río Guadalete, sobre los que se sustentaba el Puente de San Alejandro. La iniciativa no tuvo acogida .

Pepita hablaba con especial devoción y respeto de sus maestros, especialmente de Juan Sánchez Valencia, "El Estampío" --el viejo, como lo llamaba--, uno de los más grandes bailaores conocidos. En el salón de su casa colgaban las fotografías de Aurelio, de "Carito", de "El Estampío", en su estudio, y ella bailando, con bata de cola blanca, mientras Juan, embobado con su baile, se calentaba en un brasero de bronce, con la badila en la mano y echaba una "firma".
Yo la conocí en el hotel "Los Cisnes" de Jerez, el año 62, donde, en el hall, nos esperaba a su marido, José Luis Sánchez Rodríguez, bailaor, nacido en la casa calle Santa Lucía número 2 de El Puerto, y a mí. Y la espera fue larguísima. Siempre me lo echó cariñosamente en cara. Y es que su marido y yo nos liamos a hablar de cosas de El Puerto y no llegamos hasta tres horas después de lo concertado. Desde entonces hemos tenido una amistad que se fue acrecentando con el tiempo.
José Luis había sido discípulo de "Carito", el bolero del siglo XIX y principios del XX y de "El Estampío", en cuyo estudio conoció a Pepita.
Ella, con su marido y Sabas Gómez Marín, excelente guitarrista, tío de mi compañero de Facultad de Derecho, Pepe Santos Gómez, también guitarrista, formaron una compañía que aglutinó a los y a las mejores de aquellos tiempos. Actuó durante más de treinta años en todos los más importantes coliseos del mundo entero y con notable éxito. Desde Tokio, desde Viena, desde Nueva York, desde París... me enviaban los programas de sus actuaciones, donde en ninguno faltaba "El Puerto" de Isaac Albéniz. Nunca me faltaron sus felicitaciones por Navidad y siempre cartas, muchas cartas, desde donde fuera.

pepitasarazena2_puertosantamariaCuando, por los sesenta largos, Pepita tuvo un percance en el talón de Aquiles, José Luis y ella se vinieron a vivir a Cádiz y todos los días, como si fueran a volver a actuar mañana mismo, ensayaban en el escenario de el Teatro Falla, entre las cuatro y las seis de la tarde. Allí los vi  bailar, con el sólo son de las palmas, unos tangos flamencos, con un sabor y compás inenarrables. Pepita ocupó, entonces, la Cátedra de Danza del Conservatorio Manuel de Falla, de Cádiz.  Con Pepita y José Luis presencié, en el "Falla", un espectáculo de Antonio Ruiz, el bailarín, y éste, al final, en el camerino, los saludó reverente, como a maestros. El pianista los abrazó con cariño. Y es que era el mismo que Pepita y José Luis habían llevado en sus giras.
A José Luis y a Pepita, enamorados de El Puerto, no era raro verlos paseando por el Parque o asomados al balcón del río, viendo pasar el agua. Siempre me llamaban: "Estamos aquí". Y nos veíamos y comíamos juntos y terminábamos en mi casa, o en casa de José Luis Tejada, o en casa de sus primos. El padre de José Luis, Camilo Sánchez Jamardo, tuvo un trabajadero en El Puerto, que ardió. Marcharon todos a Sevilla y José Luis, luego, a Madrid. Su hermano Camilo, fue el socio de Luis Benvenuti en las Destilerías del famoso "Anis Periquito". Pepín el barbero, paciente amaestrador y domador de verderones y jilgueros, era su primo y José Ignacio Delgado, fino fotógrafo del Centro de Patrimonio Histórico, su sobrino...
En Cádiz, hicieron una vida sencilla, dedicada a ordenar sus cosas y sus escritos, a asistir a cuantos actos culturales se anunciaban, a cultivar la amistad de Aurelio, de Agustín "El Melu", de José Espeleta, de Gaspar el de Alfonso... y de toda la intelectualidad gaditana. Todos los años, iban a Londres y a París, a ver a sus muchos amigos. Y sus amigos, desde todas partes, venían a Cádiz, como en peregrinación, a verlos.
Guardaban un baúl de sus giras, que perteneció a "Carito", y un sin fin de trajes, libros, fotografías y recuerdos de sus actuaciones por el mundo.
Pepita había logrado inventar un método para transcribir en el papel los bailes antiguos que sabía, los clásicos, los de la escuela bolera, los flamencos... En su casa gaditana de Clemente de Torres estarán, ya sin dueña, esos monumentos levantados a la tradición gestual, efímera e irrepetible. Toda una etapa vital dedicada al trabajo de dejar, lo más aproximadamente posible, la noticia de lo recibido, practicado y vivido.
Pero desde que José Luis murió, en 1994, ya no tenía ánimos para vivir. Pepita se había descolgado de la vida. Hace unas tres semanas, me lo decía por teléfono. Quedamos en que la recogería un día, para comer en El Puerto, antes de las Navidades. Me dijo que sí y bien que me alegré. Su sobrina Yayo --Milagros, como la Patrona--, se la llevó consigo a Sevilla, a pasar las fiestas. Por éso, cuando yo la volví a llamar, nadie me respondía. Con lo cumplidora que era, esta Navidad no he recibido su tarjeta de felicitación. En cambio, Yayo, por Navidad, me ha traido la noticia de su muerte, en Sevilla, que me ha dejado con un dolor presentido desde hace tiempo. Y es que me lo maliciaba. Cualquier día me daban esta noticia. Y me la han dado.» Luis Suárez Ávila, autor del texto (año 2001 y de la ilustración (1971).

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Manuel Sánchez Cortés es un adelantado a su tiempo, pues, aunque nació en Cádiz el 7 julio de 1928, sus padres eran de El Puerto: José Sánchez Vílchez y Luisa Cortés Laural, Ciudad a la que volvería con 17 años. Es   primo del que fuera alcalde  de El Puerto entre 1991 y 2006. Además es descendiente -aunque él no es creyente- del único Beato que tiene El Puerto en los altares: Bartolomé Díaz Laurel (OFM), algo que le recordaba el cura de la Prioral, Padre Lobo. Y ha sido un activista de las libertades y los derechos de los trabajadores a través de su militancia en el sindicato de inspiración socialista Unión General de Trabajadores (UGT).

Manuel Sánchez Cortés is ahead of his time, although he was born in Cadiz on the 7th of July 1928, his parents, José Sánchez Vílchez and Luisa Cortés Laural, were from El Puerto, where he would return when he was 17. He is cousin to the mayor of El Puerto from 1991 to 2006. Furthermore he’s a descendant – although he’s not a believer – of the only saint El Puerto has at the altar: San Bartolomé Laural, something he was reminded of by the priest at the Priory, Father Lobo. He was a freedom and workers’ rights activist through his affiliation to the socialist-inspired union General Union of Workers (Unión General de Trabajadores).

manuelsanchezcortes_05_puertosantamariaEran siete hermanos: Luis, Pepe, Salvador, Manolo, Carlos,  Emilio y Antonio; en la actualidad sobreviven solo dos: él y su hermano pequeño, el conocido Antonio Sánchez Cortés. Manuel trabajó en Cádiz en el negocio de quincallería y paquetería de su padrino, Antonio Lozano César, pues su madre se había casado en segundas nupcias. Más adelante lo hizo en Almacenes Escobar, una tienda de confecciones y tejidos, allá por los años 1944 y 45 para, en 1946 trabajar en la Papelera de la calle Prin. Ese mismo año, el 12 de junio, las circunstancias del negocio familiar hicieron que tuviera que dejarlo y se vino con su familia a vivir a El Puerto, a la ciudad de la que era oriundo. Se vino a trabajar a las Bodegas Osborne con 18 años, hasta el 22 de julio de 1988, tras 42 años de servicios en el mundo de vinatería. Entró en el embotellado con 17 años como aprendiz y se jubiló como Oficial de Primera. (En la fotografía, Manuel Sánchez Cortés,  José Algeciras Morón, y Salvador y Luis hermanos ambos de Manuel, la foto tomada el 4 de enero de 1959, es del fotomatón de Cuellar, instalado al entrada del Parque frente al Bar Santa María).

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A Manolo ser de izquierdas le viene de familia. Su abuelo, José Cortés Bilbao, era republicano de izquierdas y concejal durante los años 1914 a 1917, siendo alcalde Manuel Ruiz-Calderón Paz; entonces, los plenos eran semanales, aunque tenían tantos puntos como los Plenos Ordinarios de la actualidad, siendo la hora de celebración las cinco de la tarde, y las ocho los extraordinarios de asuntos de interés, para favorecer la asistencia de público. José Cortés perteneció, en el ayuntamiento constituido el 9 de noviembre de 1914, a las siguientes comisiones informativas, sobre las quince existentes: Fiestas, Abastos, Cárcel, Estadística, Guerra y Seguridad. La corporación presidida por Ruiz-Calderón, en su segundo de los cuatro mandatos en los que fue primer edil, estuvo formada por Manuel Maraver Jiménez, Ramón Jiménez González, Marinao Portillo de Pineda, José Yzaguirre Obeso, Ramón Mendez Rey, Adolfo Ruiz Calderón, Juan Ávila González, Esteban López Mora, Emilio Díaz Dosal, Ramón Vaca González, Luis Portillo de Pineda, Fernando Puente Núñez, José A. Parada Mora, Manuel García Lago, Manuel Casado Díaz, Camilo Sánchez Jamardo, José Cortés Bilbao, Ramón Varela Campos (que sería alcalde durante seis meses en 1916), Rafael Franco Gil, actuando como Secretario, José Luis García Ruiz.

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Reproducción de folleto electoral del PSOE para las elecciones municipales de hace 25 años: en 1983. Alfonso Sevillano encabezaba la candidatura, seguido de Francisco Lara Fernández, Rafael Varela Rey, Manuel Torres, Ramírez, Miguel Cirera Jiménez, José Luis Romero Pacheco, Rafael Solo de Zaldívar y Ducasse, Antonio Sánchez González, José Antonio Navarro Ortíz, Antonio Bollullo Altamirano, Vicente Sucino Rico, Pedro Lara Fernández, María Carrillo Orellana en el puesto 13, de la mayoría absoluta. Manolo Sánchez Cortés ocupaba el puesto 19. Esta lista llegó a gobernar, con 8 concejales en coalición con el PCA.

Manolo empezó a moverse en los sindicatos verticales allá por 1963, consciente que se podía hacer más dentro que fuera de las organizaciones laborales. Fue enlace sindical y luego jurado de empresa, para más tarde formar parte del Comité de Empresa. Entre unos cargos y otros, colaboró con la tarea sindical durante 25 de los 42 años de su vida labora, viviendo en primera persona hasta tres huelgas generales del sector vitivinícola. Esta sensibilidad socialista le hizo participar, sin ser militante, en las listas electoral por el PSOE en los comicios municipales de los años 1979, 1983 y 1987. Colaboró prestando su nombre en listas en puestos tardíos y deja muy claro que “no le gustan las corrientes dentro de los partidos ni las discusiones,” por lo que siempre permaneció al margen de éstas y tiene condición de simpatizante y no de militante, como ya hemos apuntado.

manuelsanchezcortes_03_puertosantamariaRecuerda Manolo que en 1970, con el régimen político anterior dando sus últimos estertores, pero no derrumbado, que se realizaron fuertes comunicados por parte de la oposición al régimen político, que solía estar también en los sindicatos. Fue detenido, esposado e interrogado durante 78 horas en los calabozos del antiguo Ayuntamiento de la Plaza Peral. Los inspectores de policía venidos desde Madrid querían sacarle la confesión de que pertenecía al Partido Comunista, algo que nunca llegó a reconocer, puesto que no pertenecía a dicho partido, aunque si estaba cerca, como lo estaban todos los activistas que por la época conformaban la oposición a la dictadura.

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Toda su vida laboral desde que empezó a trabajar en Osborne tiene vinculación con el mundo de la Vid. Tal es así que recuerda con nostalgia la existencia del Montepío de San Ginés de la Jara, una suerte de seguro de los trabajadores en caso de accidente o enfermedad, dado lo exiguo de los salarios de la época. Así, si un empleado de bodega caía enfermo o tenía un accidente de trabajo, la Seguridad Social corría con el 75% del salario y el Montepío de San Ginés corría con el resto hasta el 90%, algo que hoy ha desaparecido.
Vive en la Plaza de las Bodegas, frente al “escritorio” de Osborne, recuerda que controlaba el desarrollo de las obras y que, curiosamente le tocó en suerte una a la que le tenía la vista puesta: fueron 90 viviendas construidas en 1956; al parecer estaban previstas construir mas, pero unas bóvedas -afirma- existentes en el subsuelo impidieron que tuvieran mas alturas. En 1979 fue socio fundador de la Asociación de Vecinos de esas viviendas, con el nombre de “El Picadero” por un antiguo picadero existente en dicho solar. En 1995 pasó a denominarse Asociación de Propietarios. Desde el 27 de octubre de 1997 al 11 de julio de este año, durante once, ha sido el presidente de dicha entidad. Toda una vida al servicio de los demas, con 80 años, sin aparentarlos, con curiosidad todavía, por los temas sociales de El Puerto. (En la fotografía, desconocido, Calvario, Valimaña, Manolo Sánchez Cortés, Manolo de Sebastián capataz de Osborne, y Ordóñez, trabajador de Terry).

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¿Quién no se acuerda de aquel extranjero mollatoso, de más de dos metros, vestido con su traje regional, falda escocesa incluida, que llamaba la atención paseando por la Feria de Crevillet?. Y es que se recorría todas las Ferias del Sur, empezando por Sevilla. Y se las bebía todas, también. A Pepe el Escocés le escribió su biografía en dos partes el escritor y periodista Antonio Burgos:  «Verdadera biografía falsa de Pepe el Escocés. I y II» En la fotografía, el Escocés, recibiendo una media botella de Fino Quinta en la Feria de  Primavera de la década de los sesenta del siglo pasado. (foto Colección Miguel Sánchez Lobato).

Who doesn’t remember that foreign drunkard, almost six and a half feet tall, wearing his traditional dress, kilt and all, who stood out like a sore thumb at the Feria de Crevillet? He drank his way through all the Ferias in the South, starting with Seville. The writer and journalist Antonio Burgos wrote Pepe the Scotsman’s biography in two parts:  “The Real False Biography of Pepe The Scotsman. I and II.” In the photograph is the Scotsman receiving a half bottle of Fino Quinta at the Feria de Primavera (Feria of Seville) in the sixties, last century.

escoces_04_puertosantamaria«Según han determinado los más reciente estudios que el profesor doctor don Miguel Criado, profesor titular de Gramática Parda Hispalense en la Universidad de la Puerta del Arenal ha realizado en los fondos documentales del Legado Lucy Prescott existentes en los archivos de Casa Morales, el verdadero nombre de Pepe el Escocés era Johny Walker of Ballantines, y por parte de madre venía de la rama irlandesa de los O´Donnell (esquina a San Eloy), así como de la estirpe escocesa de los MacArena. Pues dichos estudios de Potrística Superior han venido a corroborar cuanto aventuraban algunos autores, hasta ahora sin el menor fundamento científico, pero ya plenamente demostrado por medio de la aplicación de la prueba del carbono 14 a medio kilo de cisco picón de la carbonería de la calle Zaragoza: que, aunque dicho Pepe y llamado El Escocés, nuestro personaje era cuarterón irlandés, cuchichí ulsteriano por parte de madre, miss Etelvin O´Donnell MacArena, descendiente de un jesuita exclaustrado del Colegio de los Irlandeses, que conoció a una cupletista del Teatro del Duque y se fugó con ella, aguas abajo del Guadalquivir, en el mismo barco donde don José María Blanco Crespo, dicho White, cogía el portante y la media manta camino de Cádiz y de Inglaterra, harto de los capillitas hispalenses. Miss Etelvin heredó el castillo que tenían en Edimburgo los MacArena, razón inmobiliaria y hacendística suficiente para que de ella, que era una viva estampa de Picio, se prendara Robert Walker, profesor de Gaita en el Real Conservatorio de Glasgow, ciudad en la que se casaron en los últimos años del periodo victoriano. (En la fotografía, descansando entre cajas de Fino Quinta junto a una nevera de Cruzcampo. Foto Colección M.S.L.).

escoces_02_puertosantamaria»De aquel santo matrimonio por el rito de Casiodoro de Reina, fe que abrazó Miss Etelvin con igual fervor que la gaita de Mr. Robert Walker, nació en el mismísimo Edimburgo en 1890, el 18 de abril precisamente, un niño, que La Gaceta de Edimburgo calificó días después como un claro y robusto varón. Al ser sacado de pila en la catedral de Saint Mary, pusieron de nombre al niño Johnny. "Esto del 18 de abril en que ha nacido el niño me huele a Sherry más que a Kilmarnoch", dijo días después un hermano de Miss Etelvin, que le pegaba al Canasta Cream cosa mala. Los genes de Johnny manifestaron, al punto las raíces inísticas y tiopepísticas de los O´Donnell y de los MacArena más que de los Walker of Ballantines, pues mientras los otros niños de su edad se ponían la falda escocesa, Johnny quería que su madre se la hiciera de volantes, y un día lo sorprendieron ensanchando las alas de un viejo chambergo al MacAreno modo. Y mientras otros niños de su edad, en el colegio donde fue a aprender las primeras letras, se entretenían con recios juegos tradicionales escoceses, como el salto de la garganta del dragón, Johnny mostraba una clara predilección por exóticos entretenimientos, como el trompo, la billarda, al cielo voy y la caza de zapateros en los charcos. (En la fotografía el escocés, con todos sus avíos gaita incluída, camino de la Feria. Foto Colección J.M.M.).

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»Ya era un mocetón hecho y derecho, y ya había aprendido a tocar la gaita como su padre, cuando los vecinos llegaban de los condados más alejados para oír las melodías que en su instrumento interpretaba, pues tocaba un ritmo llamado del Riá, pitá (riák piták en escocés arcaico), diciendo Let us go with the second cuando, hasta cuatro veces, lo repetía. Llegaron al oido de Lord Mayor de Edimburgo sus habilidades, y aquellas melodìas que en la gaita interpretaba, cual Blues Windows, I was married with a dwarf for laugh over a lot, Twenty Five Cents Pastilles of Soap y The Queen walk across Triana Bridge, por lo que, con carta de recomendación, lo mandó de educando de banda al Tercer Regimiento Ligero de Artillerìa of Scotland, donde estuvo a las órdenes del famoso Raphael the Brigade. (En la fotografía, la Caseta del Rocío en la Feria de Primavera de 1966, primer año en el que se traslada la Feria desde la carretera de Jerez a los terrenos de Crevillet. Foto Archivo Municipal).

feria1968_puertosantamaria»Oscura y remota, como el reinado de Witiza, es la vida de Johnny Walker of Ballantines, mal llamado Pepe el Escocés, en el periodo de entreguerras europeas, después que Su Graciosa Majestad lo creara Lord Ballantines of A Hundred Pipers por su gesta de la batalla de Verdún, donde hizo retroceder a los alemanes, aterrorizados con la sola interpretación del Hey, MacArena. Sábese que su unidad del Tercero Ligero de Artillería of Scotland coincidió en algún lugar del frente con el soldado Mr. Harry Jones, Papá Jones, primer entrenador del Betis, así como con Pepe Brandt, que había ido a hacer un mandado. Sólo se sabe de aquellos años que Pepe tocaba la gaita, a caballo, en todas las cofradías de la Semana Santa de Edimburgo, y que los chiquillos iban detrás sólo para oirle The Bells Ringers y On the skies balconies are rented. (En la fotografía, la Caseta del Club Taurino, en la Feria de Primavera de 1968), reproduciendo la Plaza de Toros. Foto Archivo Municipal).

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»Cuando estalló el Movimiento, y dada su amistad con el poeta Roy Campbell, el mal llamado Pepe el Escocés se embarcó en un vapor de Ybarra en el puerto de Londres, dispuesto a incorporarse a los tropas nacionales como gaitero de la Banda del Tubero en el Tercio Virgen de los Reyes, donde era requeté otro poeta, Rafael Montesinos, para quien Campbell (que era más de derechas que los tirantes de Fermín Bohórquez) le había dado carta de recomendación, a fin de que los Barrau lo dejaran sentar plaza. Pero en el control de Rosal de la Frontera, por donde pretendía entrar a España tras desembarcar en Lisboa y venirse con una caravana de camiones Ford nuevos que traía para la 40 División el oficial de sastre Antonio Burgos Carmona, sargento de Automovilismo, Pepe fue rechazado por los veterinarios de la Remonta de Ecija por exceso de trapío. Volvió entonces a Edimburgo, donde continuó su brillante carrera militar, llegando al grado y empleo de Cantinero Mayor de los Reales Regimientos de Escocia, participando luego en la construcción del Puente sobre el Rio Kwait, en Objetivo Birmania, en el Desembarco de Normandía, y en otras batallas de la II Guerra Mundial tipo cartelera del cine Bécquer, porque Pepe se apuntaba a un bombardeo. (En la fotografía, casetas instaladas en la Rotonda de la Puntilla, en la Feria de Primavera de 1973. Foto Archivo Municipal).

escoces_03_puertosantamaria»Pastelero encargado de la tarta era el famoso Conde de la Natilla, maestro del obrador de la Confitería La Campana y secretario del Marqués de las Cabriolas en la Peña Er 77. Por medio del pastelero conde que meterlo no pudo dentro de la tarta, Lord Ballantines pudo introducirse en cambio en la cerrada sociedad sevillana de la época, siendo aceptado, aparte de por los dichos marqués y conde, por la Marquesa de Morales, por el Barón de la Castaña, por el Marqués de Marchena, por el Duque de Quidiello y otros títulos ful del Reino, quienes no dejaban de convidarlo todas las ferias. Recaló mucho Pepe por estas tierras, y sonadas fueron las papas que se cogió, ora en El Rinconcillo, ora en El Consejillo, ora de caracolillo, como el café de las Cobo que se tomaba después de dormirlas en las literas de la caseta de Er 77. Fue nombrado entonces Comisionado General para España del Güisqui de Escocia, dedicándose en alma y corazón a desmentir la creencia, muy común en la época, de que el güisqui sabía a chinches. Suya fue la invención de la güisquería como institución cultural. (Foto Colección José Vilches Lacomba).

»También por influencia de Pepe, que convenciò antes a Ricardo Molina, fue que don Antonio Mairena, en su tarea de dignificación del cante, decretó con su llave de oro que los flamencos dejaran el catavinos y cogieran el ancho vaso del güisqui, lo que también hizo en Madrid don Manuel Caracol, que al punto siguió la doctrina de Pepe en materia de Buchanan. Poco se sabe empero de la muerte de Pepe el Escocés, que tanto lloró su compadre El Pali, quien llegó a proclamar, como Cronista y Trovador de la Ciudad que era, que Lord Ballantines murió queriendo a Sevilla» Y a todas las Ferias, entre ellas la de El Puerto, añado yo. En la fotografía, el Escocés, con salacof y ropa inequívocamente de su tierra, bailando por sevillanas en el interior de una caseta.

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«Las guerras son la cosa más sangrienta y abominable que el ser humano ha inventado. Sin embargo, gracias a las guerras, se va adquiriendo también cultura. Yo, por ejemplo no sabía nada de los talibán (es plural), ni de Afganistán, ni de que a las mujeres las obligaban a ir con funda, como a las mesas de camilla, o las radios de cretona. La verdad es que las guerras te enseñan también geografía. Yo no sabía, ni por asomo, dónde estaba Peshawar (dicho en cristiano meridional, Pesagua) hasta que ha surgido ésto de Afganistán y Ben Ladem. Para mí era un verdadero enigma la procedencia de un título nobiliario, que no era de la nobleza de Castilla, ni de la criolla, ni de la europea. Se trataba del título de Marqués de Pezagua que ostentaba, el ínclito Neno, José Luis Ben-jumeda (léase Ben Omeya) Moll-eda (El Puerto 1923-1996).

“Wars are the most bloody and abominable thing human beings have invented.” However, thanks to war, we also acquire culture. I, for example, didn’t know anything about the Taliban, or Afghanistan, nor that the women were forced to wear head scarves. The truth is that wars also teach you geography. I wouldn’t have known, not in a million years, where Peshawar was until the Afghanistan and Bin Laden thing came about. To me the origin of a title that wasn’t from the Castile, Creole or European nobility was a real enigma. It was the Title of Marquis of Peshawar held by the Illustrious Neno, José Luis Ben-jumeda (read Ben Omeya) Moll-eda (El Puerto 1923-1996).

pezaguaY tiene que haber una guerra para que yo me entere de que Afganistán es una monarquía con un Rey en el  exilio y me ponga en serias dudas sobre si el título de El Neno era auténtico o de pega. Para mí que el título de El Neno era como el de Marqués de las Cabriolas o el Conde las Natillas que bulleron en la famosa Peña "El 77" sevillana. Pero no. Éso de Ben Omeya (que dicho en Sevilla es Benjumea y dicho en El Puerto es Benjumeda que, como dice Javier Benjumea Puigcever, los de Cádiz son más finos), me pone en íntima relación con el mundo islámico y dota de toda credibilidad al Marquesado de Peshawar (dicho en cristiano, Pesagua), de la más rancia y ensolerada estirpe afgana.

2-2-2008n4Sea como fuere, El Neno pasó por la vida siendo un ex. Me ex-plicaré: fue ex-combatiente de la División Azul (donde figuró como de "arrojo poco común; valor demostrado" y ostentaba la Cruz de Hierro); ex-empleado de Bodegas Terry; ex-jefe del P.W.Departament de la Navy; ex relaciones públicas de Bodegas Osborne; ex-cazador; ex-hotelero (de una estrella, que tuvo su único y fijo cliente y huesped en Paco Serratosa Márquez) ex-perito tasador de seguros; ex-torero (que se anunció en los carteles de la Plaza Real, el 30 de mayo de 1944, y mató dos eralas de la ganadería de Luis Caballero, cuando pastaban en Bolaños, que por éso el caserío tiene un azulejo con la Virgen de Regla); ex-tasquero distinguidísimo; ex-pianista; ex-conversador amenísimo; ex-cónsul de Badajoz en Valdelagrana; y, desde 1996, en que se produjo su óbito, ex-chato y ex-"bon vivant". Y, al cabo del tiempo, que todo se sabe y nada está oculto, verdadero y genuino ex-Marqués de Peshawar, que ha tenido que haber una guerra para que se sepa.» Luis Suárez Ávila.

AL MARQUÉS DE PEZAGUA
Puede resultar absurdo expresarte mi reconocimiento cuando ya no puedes recibirlo. Aún así, podría resultar todavía más absurdo no hacerlo cuando ahora sé quien eras.
Por ello, aprovechando las grietas que dejan abiertas las oportunidades, me voy a colar por una de ellas para manifestarte que… ha sido un placer conocerte y siento no haberte conocido.

José Antonio

neno_ninio_puertosantamaria_ESCRIBE DON PEPPONE
No quisiera pasar de puntillas, sin hacerle un comentario sobre mi buen y querido amigo Neno, del cuál, no pasa un solo día en el que por un motivo u otro no me acuerde de él. Digo esto, pues son tantas mis vivencias junto a él que podría estar horas contándolas.
Recuerdo una que era muy curiosa porque la usábamos todos los días, menos los domingos y festivos que cerrábamos para irnos por ahí. Consistía en utilizar un billete de mil pesetas de las de entonces como pago de lo consumido por él en mi restaurante Don Peppone, el cuál yo le devolvía por la tarde en su pub el Neno como pago de lo consumido por mi. De esta forma, consumíamos e invitábamos a nuestros amigos, en ese momento presentes en nuestro negocio, y siempre eran las mismas mil pesetas la que corrían de una parte a otra. O sea, al medio día el me pagaba con el billete de mil y por la tarde yo hacía lo mismo con el mismo billete. El ingenio de montar una sociedad como esta, solo se le puede ocurrir a un genio como él, dotado de una imaginación adelantada a sus tiempos.
Por enumerar algunas de sus ideas, contarles, que fue el primero en tener dos taxis en Valdelagrana (por supuesto sin licencia), vender palomitas, fabricar el by Neno, tocar el piano, vender “aires de Valdelagrana” en latas, sal de Cádiz, sacar cigalas king size en el lago de Arcos, gran amante de los Bugas americanos y un sin fin de cosas más. También era gran amante del chocolate, del tocino de cielo, de los churros con azúcar.
¡Donde estés recibe un fuerte abrazo!
¡Son tantos los motivos por lo que no te olvido Chuchón!. ¡Aún me sigo acordando de tu Gigi L'amorosso y de La Barca!
Jose Luis Gómez Heredia. Peppone. (La foto de Neno de niño, pertenece a una revista literaria editada en El Puerto en 1928).

pepeypelu_puertosantamariaEn Gente del Puerto hemos puesto nótula  209 del hijo de José Luis Benjumeda Molleda -Neno-,  Pepe Benjumeda y de sus aventuras semanales seguidas por el mundo mundial a través de su blog; es el actual regente del Rincon de Neno. También de su nieto, Pelu -El Príncipe de Valdelagrana-, quien por amor se fue a la China y vive en Hong Kong. Desde allí nos cuenta su visión del mundo, y de Hong Kong mediante instántaneas fotográficas, en un blog escrito desde el corazón financiero de Asia.

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manologiron_puertosantamariaManuel Girón Ceballos nació en El Puerto el 14 de diciembre de 1932, en la Calle Santa María, 5. Ha servido a la Iglesia, primero como monaguillo y luego como Sacristán, durante 57 años, los quince primeros en la parroquia de San Joaquín, y los 42 restantes en la Iglesia Mayor Prioral: desde 1956 hasta el 31 de diciembre de 1998, fecha en la que se jubiló. Manolo disfruta ahora, a sus 76 años que no aparenta, de un merecido descanso, aunque sigue colaborando con la Iglesia cuando se le requiere y siempre tiene un consejo y una opinión cuando se lo piden. (La fotografía está tomada en 1992, y la imagen de la Patrona luce el manto de castillos y leones hecho en Valencia, y ofrecido por suscripción popular. Creó polémica con el Obispado que llegó a prohibir su uso, aduciendo que había otro tipo de necesidades, no ostentosas, lo que llevó a enfrentar al gobierno municipal con el Obispado de Jerez-Asidonia, en tiempos de Monseñor Bellido Caro).

Manuel Girón Ceballos was born in El Puerto on the 14th of December 1932, in No. 5, Calle Santa María. He served the Church, first as an altar boy and then as a verger, for 57 years, the first fifteen in the San  Joaquín Parish Church, and the other 42 in the Iglesia Mayor Prioral: from 1956 until the 31st of December 1998, the date on which he retired. Manolo now enjoys, at the age of 76, which he doesn’t look, a well-deserved rest, although he stills works with the Church when he’s needed and he always has advice and an opinion when he’s asked. (The photograph was taken in 1992, the image of the Patron Saint has the robe with castles and lions on made in Valencia, by popular demand. It created controversy in the Diocese and its use was prohibited, claiming that there were other types of less ostentatious necessities, this lead to a confrontation between the local government and the Diocese of Jerez-Asidonia, in the Monsignor Bellido Caro era).

angelotesagrarioprioral_puertosantamariaManolo empezó de monaguillo en San Joaquín en 1941. Allí conoció a D. Manuel Salido Gutiérrez, el párroco (natural de Sanlúcar aunque su familia se afincó en Jerez) con el que fraguó una buena amistad que seguiría hasta su muerte y allí Manolo aprendió, muy rápidamente, liturgia, ritos, música, canto gregoriano. Su afán de aprendizaje fue tal que cuando en verano llegaban los seminaristas portuenses, se reunía con ellos para ejercitarse en esas lides. Y recuerda a aquellos que e luego serían presbíteros: Pepe Caramé, Guillermo Camacho (con el tiempo llegaría a Párroco de San Joaquín), Pérez Sánchez, José Robles Gómez...

manologiron_1_puertosantamariaEn San Joaquín conocería los principios de la Hermandad de la Flagelación con Pepe Caamaño, Tomás Giménez Benito, Manolito Iglesias, Manolo Medina, Antonio Díaz Artola, Emilio Terol... Por cierto que en 1945 Juan Botaro Restauró el Cristo de dicha Hermandad. Ya en 1946 la Hermandad de la Veracruz se trasladó desde la Capilla de la Sangre (Nevería esquina con Palacios, donde estuvo el Bar La Mina) que estaba en muy malas condiciones,  pero pasando previamente por la Iglesia Mayor durante un tiempo (concretamente en la Capilla de la Virgen del Rosario, la primera en la nave de la Patrona, en un paso sobre la pared de la derecha) hasta San Joaquín. En  1948, con 16 años, D. Manuel Salido lo nombra sacristán del templo. Y Manolo continuó aprendiendo y formándose en con el grupo de seminaristas al que hacíamos alusión más arriba.  Salido, tuvo como coadjutores en la iglesia de la calle Cielos a Manuel Cuadrado, Elías Rodríguez Martín, Nicolás Maeste y de Salinas, y Anastasio Pérez de Andrés, capellán de Prisiones que también estuvo de coadjutor en dicho templo. (En la fotografía, tomada en 1952, aparece el equipo de monaguillos de San Joaquín: de izquierda a derecha, Manolo Girón ya de sacristán, Manuel Salido, Cura Párroco, Antonio Espinosa de los Monteros, ayudante de Sacristía, y los monaguillos Gabriel Núñez, Diego Oviedo, Fernando Bueno y el niño Antonio).

manologiron_3_puertosantamariaEn 1956 nombran a Salido párroco de la Iglesia Mayor Prioral y Arcipreste del Partido, en sustitución de Antonio Cía Moreno y Manolo se va, ya con la experiencia adquirida como nuevo Sacristán del primer templo local, donde conviviría en lo profesional con el célebre Antoñito. Habían llegado previamente, como coadjutores, los jerezanos Carlos y Manuel Román Ruiloba, en el año 1954. Allí Girón tendría muchas y muy diversas funciones: sacristán, maestro de ceremonias, encargado de archivo, organista y sochantre suplente, etc, siempre en el entorno de la Prioral. Como no hay casa rectoral, se derrumban unos viejos almacenes existentes en el primer tramo de la calle San Juán, entre Vicario y  Postigo,  adosados a la parroquia, y se construye la casa del Párroco en 1957. (En la fotografía, el carnet de sacristán de Manuel Girón, expedida por la Hermandad de Sacristanes de la Archidiócesis de Sevilla).

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En la fotografía, tomada el 31 de mayo de 1966 durante la procesión realizada con motivo del 50 Aniversario de la Coronación Canónica de la Virgen de los Milagros se observa, en primer término a la izquierda, al policía local Vicente Rodríguez, los monaguillos Rafael González Rodríguez y José Camacho, el Sacristán Manolo Girón, y oculto por la cruz, el prebístero Antonio González Montaño. (Foto Rafa).

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En 1960, otra obra de interés en la Prioral, se niveló el patio trasero de la iglesia, se agruparon los restos humanos existentes que fueron enterrados allí tras uno de los derrumbes del puente sobre el Guadalete, se levantaron pequeñas naves para la guarda de pasos (Cerillitos, Santo Entierro, Nazareno)  y se construyó el Salón Parroquial, donde se colocarían la colección de 12 apóstoles que estaban desperdigados en diversas partes del templo. Era una nueva utilización del edificio de las Escuelas Pías de la Aurora: una parte sería para la Hermandad del Olivo, otra para la de la Humildad y Paciencia y otra como estos edificios anejos a la Parroquia. En la parte baja del Salón Parroquial, se encontraba dividida la zona abovedada, entre los pasos de la Hermandad del Nazareno, las escaleras de acceso a dicho salón y el grupo juvenil de la Parroquia, “Virgen de los Milagros”, que sería dirigido por el cura coadjutor y consiliario, Carlos Román Ruiloba, allá por los inicios de la década de los setenta del siglo pasado. La fotografía muestra una vista prolongada del Patio de la Iglesia en la actualidad, ya demontados algunos de los almacenes adosados a la iglesia dejando al descubierto los muros del templo. (Foto colección J.M.M. 03.11.2008).

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La fotografía es del 15 de octubre de 1968. Son las Bodas de Oro de permanencia en el Asilo de San José de Niñas Huérfanas, (estaba en la calle Cielos), de Rosario Estévez, popularmente conocida por Rosarito. Tomada después de la misa en el patio del Colegio. De izquierda a derecha, la madrina, Antonia Lerma Messeger, la Superiora Sor Bonifacia, la homenajeada, Rosarito Estévez y Manolo Girón. (Foto Rafa).

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Como hemos señalado, Manolo fue organista y Sochantre (director del Coro en los oficios religiosos) sustituto del Maestro Dueñas; aprendió música de los seminaristas portuenses y de D. Manuel Salido, así que ayudaba al maestro Dueñas (otro personaje del que se hablará in extenso en estas páginas), en los oficios religiosos o sustituyéndole cuando éste se encontraba en otras obligaciones municipales. (Dueñas era Maestro de Obras del Ayuntamiento hasta su jubilación, labora que compatibilizaba como director de la Banda de Música y del Coro de la Prioral, asistiendo a oficios religiosos de diversa índole, incluidas las honras fúnebres). En la fotografía, Manolo Girón interpretando unos acordes en el armonio que se ecuentra en la parte baja del Coro de la Iglesia Mayor.

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En la Cripta de la Iglesia Mayor, el 8 de noviembre de 1971. De izquierda a derecha, Carlos Román Ruiloba, Pbr. Coadjutor del Templo; Antonio Femenía Máiquez, corresponsal de Diario de Cádiz;Serafín Álvarez-Campana Gaztelu, Manuel Girón Ceballos; Pepe Valiente Moreno, conserje del Ayuntamiento; ¿?; ¿?; y Rafael portando la lámpara de luz. (Foto Rafa).

lamparaprioral_puertosantamariaLlega el año 1975, año de cambios en nuestro país con la muerte del dictador Franco y a la Iglesia Mayor llega un nuevo párroco, Antonio Cabezas Moya, por jubilación de su antecesor. Fue una conmoción en los ambientes en torno a la Prioral de entonces, pues cambió muchas cosas. En opinión exclusiva de quien escribe, cambios necesarios en unos casos y en otros no solo innecesarios, sino que en las formas distaron mucho del espíritu fraternal que preconiza la Iglesia. Fue ayudado en sus labores por Fernando Vela, amigo del párroco al que había conocido en su etapa de seminarista, aunque Fernando no llegara a profesar los hábitos.

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Manolo Girón, profesional, continuó con su trabajo e incluso se hizo cargo de la Parroquia durante 15 días hasta la llegada del siguiente párroco, buscando curas para la celebración de misas y demás sacramentos. Pero aún habría de conocer y colaborar, prestando sus servicios, a otros presbíteros al frente de la Prioral. En 1978 Antonio González Montaño, hermano del Párroco del Carmen y San Marcos, naturales  de Estepa; Julios Juez Ahedo que estaría durante siete años y cuyo hermano José María, franciscano, había dado clases también en los Institutos de Enseñanzas Medias de la Ciudad (en El Puerto parece que los curas venían por colleras); el carmelita descalzo Manuel Sánchez Mallou, peculiar en sus formas, durante cinco años; Fray José Rodríguez Esteban, Cura Ecónomo, encargado como Vicario Pastoral; y el arcense Diego Valle Serrano, quien está al frente de la Prioral desde 1999, a quien Manolo ya conoció desde su estatus de jubilado jubiloso, pero con quien ha tenido ocasión de colaborar en diversas ocasiones. (En la fotografía, tomada el 15 de septiembre de 2001, Manolo Girón el último año en que se subió al templete del paso de la Patrona, ya jubilado, para asegurar las columnas, ayudado por Javier, el hijo de María, la limpiadora. El hombre que está debajo es Manuel de los Reyes Braña).

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La fotografía está tomada el 22 de marzo de 2002. Es Viernes de Dolores, a las 21 horas, después del Besamanos. La Escuela de Monaguillos de la Hermandad del Dolor y Sacrificio de la que es profesor de Liturgia Manuel Girón, fue fundada el 26 de marzo de 2001. De izquierda a derecha: Rafael Gómez Tena, Emilio Soler Muñoz, Antonio Enrique Lores, Manuel Jesús García Serrano, Pedro Campos Parada, Daniel Montes Ruiz, Victor Raposo Chaves, Alejandro Bustillo Fernández, Luis Manuel García Serrano, portador de la Cruz y en el centro el mas pequeño: Francisco Javier Morro Rascón. (La foto es de José Antonio Terrada Sara).

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La foto es del 4 de abril de 1974, en la Capilla de la Aurora, en la que el Arcipreste Manuel Salido bendice el nuevo paso de la Virgen del Desconsuelo. De izquierda a derecha Tío Luis -Luis Péculo Utrera-, Luis Galán González, Manuel Girón Ceballos, Francisco Andrades del Valle y Antonio Romero Cordero. Detrás a la izquierda, Luis Rosso Morro y José Antonio Terrada Sara.

manuelgironceballos_puertosantamariaEste año, a los 10 de su jubilación, el párroco de la Prioral le llamó para que le acompañara en lugar de honor en la procesión de la Patrona, algo que a Manolo le ha llenado de satisfacción y no tiene palabras de agradecimiento para con Diego Valle. De su etapa de capataz de pasos de la Virgen, con las innovaciones que vivió y puso en funcionamiento en el mundo de la carga cofrade; de la apasionante aventura de recuperar la Capilla de la Aurora; de su paso por la Hermandad de la Humildad y Paciencia de la que fue Hermano Mayor y de otras circunstancias de su vida,  hablaremos en otras ocasiones, cuando, además se cruce con otras gentes y otros habitantes de El Puerto, en próximas nótulas en esta página. (En la fotografía, Manuel Girón Ceballos, en la actualidad).

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La fotografía está tomada hace 30 años: el 17 de junio de 1978. Se homenajeaba a Paquita Aquino, que aparece sonriente con una placa, en la parte derecha de la fotografía a las puertas del Colegio de la Pescadería.
La reunión está integrada de izquierda a derecha: El primero es desconocido, Juan Luis Perles, Giner Manuel Moreno Romero, desconocido, Luis Benjumeda Osborne, José Luis Jiménez Ruíz “Cote”, desconocido, Ricardo Araque, Fernando Pasaje, Juan Carlos Gutierrez Colosía, Pancho Rábago Vega,  Luis Suárez Ávila, al que solo se le ven las gafas, Falele de los Santos Márquez, Fernando Gago García, José Gómez Giménez, Francisco López-Cepero Pérez, detrás Alfredo Bootello Reyes, Emilio Almagro Mier, Leopoldo Jiménez Ruíz, desconocido, Pepe Rodríguez Rendón, Eduardo Benjumeda Osborne, Chemari Gutiérrez Colosía, subido a la ventana Guillermo Benvenuty, desconocido, Rafael Díaz Bedoya, profesor mercantil, Fernando León García, prestigioso especialista en digestivo en el Hospital Reina Sofía de Córdoba, Fernando Arjona González, Agustín Fernández González, Adolfo Ortega García.
En la fila de en medio: Ángel Moresco, Jiménez Alcázar, Paco Gey Salazar, la señorita Cayetana Aquino, la señorita Carmen -Carmen López Ibáñez-, la señorita Paquita Aquino, homenajeada con placa.
En la fila de abajo: Enrique Pedregal Valenzuela, Luis Ortega García, Emiliano Cristóbal Dato, Coli Terry Martínez.
En la fila próxima a la calzada: José María Benjumeda Osborne, Fernando Bootello Reyes, José María Martínez Govantes, desconocido, Rafael Gómez Giménez y José Neto. (Foto Colección Vicente González Lechuga).

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El Colegio de San José y San Estanislao, vulgo La Pescadería (por estar situado en dicho entorno urbano de mediados del siglo pasado) estaba organizado por la Asociación Católica de Padres de Familia (Acción Católica) dirigido por la Compañía de Jesús, siendo conocido con anterioridad como Centro Católico. Fue su director durante muchos años Mauricio Gómez, sustituyéndole en dicho cometido Miguel Cea Quiroga. Otros profesores fueron, Eduardo Ballesteros Sala,  David Almorza Salas, Aureo Sanz Hernangil, Enrique Pedregal Valenzuela, Federico Verdi Núñez, Manuel Herrero Tello, Antonio de la Torre,... Fueron Inspectores de Estudios, Vicente García Vergara, capitán retirado de la Marina Mercante, y Juan Manuel López Quevedo, fallecido siendo sacerdote. También, fueron profesoras de Ingreso, Srta. Milagros Gilabert; de Preparatorio, Srta. Isabel Vélez (hermana de los de Casa Lucas); de Infantil, Srta. Adela Campos Ochoa. La portera se llamaba Francisca Braña, madre de los hermanos Paco y Amalia de los Reyes Braña.

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En la foto, tomada desde la otra banda, se puede observar, a la derecha del Castillo de San Marcos, el Colegio de la Pescadería. (Foto Colección Vicente González Lechuga).

La Asociación de Acción Católica estuvo presidida por el Marqués del Arco Hermoso, Alejandro Romero Osborne, quien, cuando el colegio estaba en la calle Luna, aprovechando las instalaciones del colegio de Alfonso Cárdenas -hogaño Caixa-, el profesor de inglés para 1º, 2º y 3º de bachillerato, así como materáticas de 4º fue Manuel Gago García -el padre de nuestra amiga Pipi Gago- durante el curso 1949/50, quien con los años sería Director de Exportación de Bodegas Fernando A. de Terry. Desde el Colegio de La Pescadería, que dirigía espiritualmente el jesuíta Damián Díaz de Urmeneta, S.J., se pasó -esa era la intención de los fundadores- al Colegio de San Luis Gonzaga que así reabrió sus puertas.
En dicho inmueble tuvo, también, una de sus últimas sedes la Asociación Cultural Medusa. En la actualidad y tras su derribo, el espacio actual lo ocupa un edificio de ladrillos vistos, obra del arquitecto portuense Alfonso S. Rodríguez Serrano. En la planta baja alberga el bar restaurante “La Abuela María”. (Foto Colección V.G.L.)

San José y San Estanislao School, known as La Pescadería (The Fishmonger’s) since it was located in that area in the mid-twentieth century, was run by the Asociación Católica de Padres de Familia (Acción Católica) (Catholic Association of Parents, or Catholic Action) managed by the Jesuit religious order Compañía de Jesús. Mauricio Gómez was the head teacher for many years, Miguel Cea Quiroga taking over the task when he left. Others teachers at the school were Eduardo Ballesteros Sala,  David Almorza Salas, Aureo Sanz Hernangil, Enrique Pedregal Valenzuela, Federico Verdi Núñez,… The caretaker was called Francisca Braña, the mother of brother and sister Paco and Amalia Reyes Braña.?One of the last headquarters of the Medusa Cultural Association was also held in the same building. After it had been pulled down, the space was, and still is, occupied by a building with a brick façade, designed by the portuense arquitect Alfonso S. Rodríguez Serrano. The ground floor houses the "La Abuela María" bar/restaurant.

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Los Pisos de la Pescadería, que fueron inagurados el 25 de julio de 1962, fecha de la instantánea, fueron construidos en el solar de la antigua Plaza de la Pescadería, frente al Colegio de San José y San Estanislao. (Foto Archivo Municipal).

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"Había en este Gran Puerto, en mi niñez y adolescencia, un colegio, llamado de San José y San Estanislao, sucedáneo del de San Luis Gonzaga--convertido entonces en noviciado de los jesuitas--, creado por una Asociación Católica de Padres de Familia, que según se decía en los membretes, estaba "bajo la dirección espiritual de la Compañía de Jesús”. Ese Colegio, conocido por el de "la Pescadería", por estar en esa Plaza, era dirigido por un profesor, bajito, con bigote, prematuramente calvo, que acababa de llegar de la Argentina y que se había salido de los jesuitas. Era natural de Granada y tenía familia en Jerez. Bajo el mandato de Don Miguel Zea Quiroga el Colegio de San Estanislao conoció sus mejores momentos. Era un gran latinista y un excelente profesor de griego. Y a Don Miguel, que mantenía una férrea disciplina, a base de tirones de las patillas y capones, copias de cien y hasta mil veces de una frase y cosas por el estilo, debo mi formación y conocimiento del latín y del griego, lo que, al cabo, me ha servido de bastante y me permitió traducir el libro II de la "Eneida", algunas partes de "Ab urbe condita", el libro I de "La Ilíada", la "Vida de Pericles" de Plutarco y el VII libro de la "Historia" de Heródoto.
Los lemas de Don Miguel, desde el principio eran: "Quien bien conjuga y declina, sabe la lengua latina" y "los en -um, sin excepción, del género neutro son". Con aquella disciplina y con unas buenas dosis de paciencia, Don Miguel nos fue introduciendo en el mundo clásico, casi sin darnos cuenta. Organizaba las clases, al modo jesuítico, con contiendas de dos bandos --los romanos y los cartagineses-- para dar un incentivo de superación y competitividad a sus alumnos que éramos, luego, examinados en el Instituto de Jerez por el temible Don José López Cañete y por la señorita Socorro Ramos y --para la mayor gloria de don Miguel-- superábamos, con un buen margen, las pruebas.
Era terrible Don Miguel en el acto de lectura de notas mensuales: notas rojas (sobresaliente), azules (notable), verdes (aprobado) y negras (suspenso). Con sólo mirarte, Don Miguel te turbaba y te paralizaba.
Yo, cuando veo y oigo a los alumnos de ahora protestar porque les ponen reválida, porque les obligan a estudiar y a no pasar de curso sin aprobar el anterior, me rebelo, me reconcomo y pienso que los niños de hoy están amariconados con los ordenadores, pero no serán disciplinados, educados y, sobre todo, nunca serán cultos. Hoy he querido traer a mi galería de conocimientos la grandeza, el prestigio y el magisterio impagable de Don Miguel, en desagravio de aquello que, a escondidas, sus alumnos le motejamos, por su pequeña estatura: "Del tamaño de una habichuela/ hay un director de escuela".
Luis Suárez Ávila

Resaltado en verde, el espacio donde se encontraba el Colegio de la Pescadería, en una instantánea actual. (Foto Jorge Roa).

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La verdad es que Manuel Pinto Muñoz no sabe por que le dicen “El Tagarnina”, en su  versión corta, “Taga”. Lo cierto y verdad es que su cara está asociada, indisolublemente, a la historia del Rácing, equipo al que quiere «aunque no valga nada, pero para mi vale mucho» según afirma. Desde los tiempos del difunto Manuel Jarque, “Chicharito”, Manolo ha ayudado en todo cuanto ha podido al club de sus amores, entre otras cosas de ayudante de Utillero, «Ahora -afirma- que lo haga otro; hay tres y yo no cojo ná» . Así que en la actualidad descansa y se sienta en la Tribuna del Estadio José del Cuvillo a disfrutar del equipo rojiblanco. Todavía colabora pegando carteles cuando el Racing juega en El Puerto.

eltagarnina2_puertosantamariaThe truth is that Manuel Pinto Muñoz doesn’t know why people call him "El Tagarnina" (“The Thistle”), in its shorter version, "Taga". It’s true that he is associated, without a doubt, with the history of the football team Rácing, a team he loves, “they may be terrible, but to me they’re a great team” he says. When the now deceased Manuel Jarque was still here, also known as "Chicharito", Manolo helped in any way that he could with his beloved football club, amongst other things he was the kitman’s assistant. “Now,” he declares, “someone else should do it; there are already three and I don’t get anything for it”. So at present he is resting and occupies a seat in the stand at the José del Cuvillo Stadium to enjoy watching the red and white striped team. He stills helps by putting up posters when Racing plays in El Puerto.

El Tagarnina nació en 1937, en plena Guerra Incivil, recuerda vagamente los primeros años de la posguerra.  Ahora, con 71 años, está jubilado, pero rememora que ganó mucho dinero cuando había trabajo en el muelle pesquero, cargando pescado. «Cuando se perdió el muelle, se perdió el trabajo», recuerda. Y también que, con un carro de tracción manual, repartía serrín por los comercios y bares, algo usual en la España de hasta los años setenta del siglo pasado. Aunque todavía se ve su rastro por algún bar de barriada, empero, lo difícil es encontrar el serrín pues ya no quedan aserradoras: hay que ir a las pocas carpinterías que quedan... El serrín, como las viejas glorias, se escapa entre los dedos de las manos. 'Sic transit gloria mundi'. Así pasa la gloria del mundo. (Foto Colección Miguel Sánchez Lobato).

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En la fotografía tomada el 2 de febrero de 1930, el Racing en la Plaza del Polvorista, con la portería ante la puerta del actual Ayuntamiento. Hay dos González, uno es el 3º y el otro el 5º por la izquierda; el primero era José González Noval, hermano del presidente, y el otro Vicente González Bruzón. (Foto Colección Vicente González Lechuga).

LA FUNDACIÓN DEL RACING.
El 10 de febrero de 1928 está fechado el nacimiento del Racing Football Club de El Puerto de Santa María y ya por entonces los tonos rojos serían los predominantes en las primeras equipaciones que presentaran en los terrenos de juego; pese a que la inicial se configurara con tono blanco salvo cuello y manga, con vueltas negras. Se estrenará el 4 de marzo de 1928 en el segundo tagarnina5_puertosantamariapartido que dispute el Racing. Concretamente fue en la Plaza del Polvorista, donde se desarrollaron los primeros encuentros, en un terreno improvisado para la ocasión al que acudían todas las fuerzas vivas de la ciudad y un sin fin de personas que durante la década se aficionaron y llenaban el recinto. El funcionario municipal, escritor y periodista Mariano López Muñoz fue el fundador del club y Genaro González Noval, su primer presidente [...] La equipación se estrenará en el segundo encuentro del que tenemos referencia y que se produce el 4 de marzo de 1928 en la Plaza del Polvorista, un “match” entre el Racing Football Club y el Español F.C. de Jerez de la Frontera, según la prensa local. El partido finalizó con un empate a un gol. El equipo portuense alineó a M. Conejo, M. Sevillano, F. Martínez, Mayo, A. Silóniz, el goleador portuense del encuentro, Puente, Campos, González, J. Grant, F. Sevillano y A. Arias. Fue Silóniz el autor del gol racinguista y la equipación que portaba el conjunto de El Puerto fue donada por un convecino de la ciudad, Sr. Don Elías Ahuja y Andría, que también contribuiría en el fútbol gaditano. Este insigne portuense es hijo adoptivo de la ciudad desde 1928. Filántropo, político, comerciante y académico, muy activo y partícipe en la sociedad de El Puerto en aquellos tiempos.» Diego Patrón Aguilera, de su trabajo de investigación: «1928... El Fútbol portuense de estreno. El balompié en El Puerto en los años veinte».

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Construcción de la Tribuna del Estadio José del Cuvillo. Instantánea tomada el 13 de julio de 1971. (Foto Archivo Municipal).

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La Tribuna del Estadio José del Cuvillo, llena, en el encuentro del pasado 5 de octubre de 2008. Temporada 2008/2009. Liga 2008/09. Jornada 07. Portuense 1-1 Balona. (Foto Colección Racing Club Portuense).

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«Nací en Cádiz hace poco más de cuatro décadas, aunque a los pocos días  y cuando mi madre, Paquita Pedregal, se recuperó me vine para El Puerto con mi padre, Benjamín, para conocer a mis dos hermanas, María Eugenia y Vito. Prácticamente toda mi vida la he pasado en la misma casa donde vivo ahora en el centro. Siempre ha sido una casa muy divertida porque en ella también vivían mi abuela con mi tío Miguel, mi tío Eugenio con mi tía y mis primas, y mi tía  Angelita con mi tío Manuel Jesús y sus tres hijos. En la esquina mi tío Enrique con mi tía y sus cuatro hijos. Así que mi casa siempre ha sido un hervidero de gente entrando y saliendo. El día de los Reyes era alucinante: subiendo y bajando en pijama, gritos por todas partes, regalos, papeles… Es por eso por lo que la familia ocupa un lugar muy importante en mi vida.

I was born in Cadiz little more than four decades ago, although after only a few days when my mother, Paquita Pedregal, recovered I came to El Puerto with my father, Benjamín, to meet my two sisters, María Eugenia and Vito. I have spent practically my whole life in the same house as I live in now in the town centre. It’s always been a very fun house because my grandmother and my uncle Manuel also lived there, as well as my uncle Eugenio and my aunt and my cousins and my aunt  Angelita and my uncle Manuel Jesús and their three children. My uncle Enrique and my aunt with their four children in the corner. So my house has always been a melting pot of people coming and going. Christmas day was amazing: running around in our pyjamas, shouts coming from all different parts of the house, presents, wrapping paper… This is why family holds such an important part in my life.

isalorapedregal3_puertosantamaria»Estudié en Las Esclavas. Fue ahí donde conocí a la que hoy por hoy sigue siendo mi mejor amiga, Inma Calvario Arce que junto a Mili Rodríguez formamos un gran trío. Ya a la edad de 10 años decidí mi futuro: sería señorita, vamos maestra. Supongo que en esa decisión influyó el que me diera clase la mejor profesora que jamás he tenido: Tere Crespo Perles, a ella le tengo que agradecer esa sabia decisión. Después de Las Esclavas hice el BUP y el COU en San Luis y allí terminé de hacer mi grupo de amigas con las que hoy por hoy sigo contando. Poco bien me lo  pasé en San Luis organizando y asistiendo a las famosas verbenas. Guardo unos recuerdos fantásticos de mi paso por dicho colegio. Y ya la carrera de Magisterio la estudié en Jerez en la extinta Escuela Monseñor Cirarda. Cuando terminé y ya que la hice por la rama de lengua extranjera me fui unos cuantos meses a estudiar más inglés a Inglaterra: una experiencia inolvidable de la que saqué grandes amigos. Toda mi vida la he dedicado a enseñar que es lo que sé hacer de verdad y con lo que más disfruto. Hoy por hoy doy clases en las Carmelitas donde me encuentro como en mi casa porque aquello es como una familia. Bueno esto es mi vida profesional, que más o menos quienes me conocen saben de ella. (En la fotografía Isa, que sería Pastorcilla en la Navidad con Amor de 1975, campaña de la que hablaremos en otra nótula. La foto está tomada el 15 de diciembre de ese año y pertenece al Archivo Municipal).

issalorapedregal2_puertosantamaria»En mi vida personal estoy casada  y tengo un hijo y una hija que son maravillosos. Me encanta estar con mi familia y viajar con ellos, porque una de mis grandes pasiones es conocer sitios nuevos, tanto dentro como fuera de España. He viajado hasta de artista. Verán: descubrí la ópera a través de un gran amigo, Ismael Jordi, tenor jerezano, hace unos años y desde entonces me he vuelto una incondicional de la misma, tanto que hace unos tres años participé en la ópera Carmen de figurante, cantar no canto pero pasearme por el escenario ni les cuento. Esto hace que los tres últimos veranos he estado de gira con el Teatro Villamarta, lugar donde hago mis pinitos como “actriz”. Esto del teatro y de la ópera en concreto, es un mundo apasionante. (En la fotografía de camerinos, Isa, caracterizada de la figurante “Señora que va a los Toros” -también hace de cigarrera- en la representación de la Ópera Carmen realizada en Cap Roig, Gerona en el año 2007).

isalorapedregal4_puertosantamaria»También saco tiempo para ayudar en el comedor social de “Sol y Vida”. En él llevo como voluntaria seis años y medio. Empecé cuando el comedor estaba en la calle San Bartolomé y ahora que estamos en Cruces dando más servicios, continúo con mi voluntariado, porque esto de echar una mano al prójimo, engancha y mucho. También colaboro con “Manos Unidas” cuando llega la “Campaña contra el Hambre” en el mes de febrero, haciendo la cuestación que siempre se lleva a cabo. Hacemos lo que podemos y queremos y son muchas las personas que nos necesitan tanto aquí como allí. (En la fotografía, preparando el desayuno en el comedor de de Sol y Vida. Foto de Ivan Bernal. Colección J.M.M.)

isalorapedregal5_puertosantamaria»Cada dos semanas escribo un artículo de opinión en el Diario de Cádiz que sale en las páginas de El Puerto. Somos varias las personas que escribimos bajo el título de ‘El Alambique’ para dar nuestros puntos de vista de todo lo que acontece en El Puerto principalmente.» Isa, Isabel María Lora Pedregal, es hija de Benjamín y Paquita. De su padre, de Benjamín, que nos dejó hace ya seis años, vamos a recordarlo ahora. (En la fotografía, en uno de sus viajes a Londres para continuar  perfeccionano el idioma inglés).

benjaminloraatalaya_puertosantamariaBENJAMÍN LORA ATALAYA.
Si hay un rasgo que define a Benjamín Lora Atalaya es el de su bonhomía. Era lo que se conoce por un hombre bueno, una buena persona. Y eso se notó a lo largo de los 78 años de vida por quienes tuvimos la oportunidad de conocerle y tratarle. Nacido en 1923 e hijo de un tonelero de su mismo nombre, Benjamín, y de Paquita, nuestro Benjamín empezó a trabajar como aprendiz en Bodegas Terry, de botones, aprendiendo pronto el oficio de administrativo. Por las tardes se iba con  Manuel Gago, Jefe del Economato de dicha Bodega a echar unas horas en la Bodega de Quijano, cercana a la estación de ferrocarril. Y con veintitrés años entró a trabajar en Bodegas Caballero; tres años mas tarde, en 1951, con veiontiocho años se casó con Paquita Pedregal  Valenzuela y entró a trabajar en el negocio familiar de Muebles Pedregal, -en la calle Nevería, en el edificio donde hoy está el Área de Bienestar Social del Ayuntamiento- donde permaneció durante treinta y siete años, hasta su jubilación.

benjaminloraatalaya3_puertosantamariaHizo el servicio militar en la Marina, entre San Fernando y El Ferrol. Sus mejores amigos fueron Juan Lara, Quiqui Pastor y los Astorga, con quien compartía buenos ratos de charla y divertimento. Tuvo tres hijas, como Las Tres Gracias, (En la mitología griega, las Cárites o Gracias (en griego ???????, en latín Gratiae) eran las diosas del encanto, la belleza, la naturaleza, la creatividad humana y la fertilidad, habitualmente se consideraban tres): Maria Eugenia, María Victoria e Isabel María. Fue un adelantado a su época, pues ante la restrictiva educación que se impartían a las chicas, el supo, junto con su mujer, establecer un clima de confianza y de amistad con ellas, mas parecido a nuestros tiempos que a los propios de las adolescentes de los setenta del siglo pasado. Nos dejó ya en el nuevo siglo, en el año 2002, con setenta y ocho años. (En la foto, Benjamín Lora Atalaya, con su cuñada Angelita y su mujer Paquita Pedregal Valenzuela, en los caballitos de la Feria de El Puerto. Colección I.L.P.).

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De izquierda a derecha: Manuel Jesús Merchante, Angelita Pedregal, Paquita Pedregal, Benjamín Lora, Conchita Pedregal, María Antonio Viou, Milagros Cárave. Detrás, de izquierda a derecha: Enrique Pedregal, Eugenio Pedregal y Manolo Bellido, un fin de año en la Sala de Fiestas “Oasis”, donde hoy se encuentra el restaurante “El Faro de El Puerto”. (Foto Colección I.L.P.)

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carrillosevero1_puertosantamariaAntonio Leiva Aguilar, hijo de Juan José Leiva y María Aguilar, apodado Severo por su abuelo, nació en 1892 y fue el artífice que muchos chiquillos, desde la posguerra hasta nuestros días, disfrutaran de las chucherías al menudeo, con el famoso Carrillo de Severo junto al Teatro Principal hoy reconvertido en kiosco en la Plaza de Juan Gavala. Severo se quedó huérfano con siete años en el campo -la finca familiar de 10 aranzadas estaba en La Bermeja- y por indicación de su médico D. Rafael Rioja -le había dado un susto el corazón- las vendió y se vino a vivir al casco antiguo de El Puerto, a la calle Postigo.  "Mandó construir un hermoso carrillo, con ruedas de bicicleta, vitrina, depósito en la parte inferior, cubierto todo con un gran toldo de lona graduable. Con este armatoste, Severo se instaló, primero que nadie, en la boca de la Placilla, sobre el muro del frontero Teatro, justo al lado de la puerta del Bar "La Concha". Allí, Severo se convirtió en el "Rey de las pepitas", porque pepitas se llamaron siempre a lo que hoy son pipas e incluso piponazos". (Luis Suárez Avila). Y puso el Carrillo, que se sepa, unos años antes de la Guerra Incivil, guardándolo por las noches en la parte trasera del Bar Las Columnas, por San Bartolomé, pero enla accesoria existente en la calle Cielos, donde desembocaba la calle Santa Clara, era donde tenía el almacén y tostadero. Severo se casó tres veces, la última con Rafaela Moron Suárez, viuda, con quien tuvo cinco hijos: Ana, Milagros, Juan José, Francisco -fallecido de una meningitis a los dos años- y María. Recuerda su hija Milagros que, paseando de la mano de su padre por Sevilla,  siendo ella una cría, unos niños salieron de un portal gritando: "Mira, es Severo, el del carrillo de El Puerto" y es que eran los hijos de los veraneantes que lo conocían, hasta en Sevilla. "Severo, ceñido por su gran cinturón, con los pantalones caídos, la barriga pronunciada, su sombrero o su boina, se convirtió en el recaudador del "peaje" a la Placilla. Por cierto que Severo ha quedado en dichos populares. Cuando a un niño se le veía con la correa apretadita, por debajo del ombligo, y los pantalones faltos de tiro, se le decía: "Anda, hijo, que te pareces a Severo, el del carrillo. Alrededor del Teatro Principal, siempre hubo un especial clientela fija. Alrededor del Teatro, se instalaron los carrillos, primero, el de Severo; luego, durante un tiempo el del "Guardapavos"; y luego el de Carmelita "La Rubia", frente por frente, en la parte más estrecha de "La Placilla" a la entrada de la calle San Bartolomé". (L.S.A.) El creador del Carillo de Severo murió el 11 de abril de 1967, año en el que se casaba su hija Milagros, precisamente con 'El Rubio', sobrino de Carmelita 'La Rubia'. En la fotografía, Antonio Leiva Aguilar, 'Severo' y Rafaela Moron Suárez. (Foto Colección Miguel Sánchez Lobato).

frutossecos2Antonio Leiva Aguilar was the son of Juan José Leiva and María Aguilar, given the nickname Severo by his grandfather, born in 1892. He was the reason behind many young children’s enjoyment of the penny sweets, from the post-war to the current times, which they bought from Severo’s famous Trolley next to the Teatro Principal which has been made into the Kiosk in Plaza de Juan Gavala. Severo was orphaned at seven years old when he lived in the country.  The family estate of 10 hectares was in La Bermeja, and by recommendation from his doctor (he’d had a heart scare), he sold it and came to live in the old part of El Puerto. He set up his Trolley, for your information, before the Uncivil War, keeping it in the existing warehouse at night where Calle Cielos meets Calle Santa Clara. Severo married Rafaela Moron Suárez, a widow, with whom he had five children: Ana, Milagros, Juan José, Francisco, who died from Meningitis at two years old, and María. He remembered when he was strolling through Seville holding his daughter Milagros’ hand, when she was a small child, suddenly some children came out of a doorway shouting: "Look, it’s Severo, the Trolley man from El Puerto". They were the children of families who summered in El Puerto and who knew him, all the way in Seville. The founder of Severo’s Trolley died on the 11th of April 1967, the year his daughter Milagros was getting married.

Escribe Muñoz Cuenca, en su libro «Paisajes y Paisanajes»: «Severo era flemático. Tenía que serlo para atender a tanta chiquillería. Una boina gastada, un blusón blanco que a veces ni se sabía, una gran oronda barriga que le caía bajo el ombligo, un cigarro “caldo gallina” en la comisura de los labios casi siempre apagado y una paciencia infinita. [...] Los niños aquellos, a veces para presumir, comprábamos a Severo cigarrillo de matalahúva. Eran cigarrillos de juguete que chisporroteaban, se abrían, se apagaban y sabía fatal pero jugábamos a ser hombres.» Y añade Luis Suaréz Avila: "Severo fue a más. Su principal fuente de riqueza fueron las pepitas de girasol, pero no abandonó nunca el "paloduz", el citrato, las algarrobas molidas, los caramelos, los altramuces, y mil y una chucherías, además del triquitraque, las mechas y piedras de mechero, el tabaco de cuarterón, el papel de fumar, las cerillas, etc., etc. etc."

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En la fotografía, Juan José Leiva Morón, agachado a la derecha, con un grupo de amigos. (Foto Colección Miguel Sánchez Lobato). Continúa Muñoz Cuenca:  «Aposentado a la entrada de la Placilla por la calle Luna al mítico Teatro Principal, el carrillo de Severo era sencillo: unas ruedas de bicicleta, una urna de cristal y madera como expositor y sobre ella lo cotidiano en un bello desorden: un lebrillito de altramuces o “chochitos” remojados, especialidad de la casa; unas cajas azules con la marca Zara con el regaliz que en El Puerto es “citrato”; cestitos con garbanzos y habitas tostadas; el producto estrella de Severo, a saber, las chufas remojadas en otro barreñito y que en El Puerto se conocían con el nombre de “alcatufas’; otro cestito con las pipas o “pipitas” que entonces se vendían sin empaquetar y que tostaba el propio Severo; un particular plato con pinchos de higos de Lepe cocidos al “Lamedor”; un atadillo con palitos retorcidos para chupar que llamábamos “palodú”... Los productos de lujo como caramelos de menta, chupines, chicle Bazooka y demás, todo en su vitrina. De manera que todo a la vista en aquel bazar de la ilusión y la chuchería.»

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Pero tan artífice como Severo lo serían después su mujer y sus hijos. Esto escribíamos en Diario de Cádiz,  diciembre de 2001 en la desaparición de Rafaela Morón Suárez: «Algo no era igual desde que se quemó el Teatro Principal, allá por los comienzos de 1984. Parecía que con la desaparición del Teatro, se cumplía alguna profecía escrita por George Orwell. A la orfandad de un espacio escénico en condiciones en El Puerto, se sumaba el cambio de ubicación de un referente para los niños, los fumadores de ‘a puñaíto’, y los golosos de las chucherías y los frutos secos: el Carrillo de Severo se desplazaba, desde los alrededores de la Plaza, esquina con Luna, a la de Juan Gavala donde continúa hoy. Pero desde el jueves, niños, fumadores y aficionados a las chuches, no podrán percibir la presencia en la distancia de su propietaria, Rafaela Morón Suarez, que se fue de este mundo, cumpliendo con el rito de que la vida es breve, aunque no en su caso que nos dejó con 85 años ya cumplidos. (Foto Colección Vicente González Lechuga).

frutossecosSe ha ido Rafaela, como negándose a despachar en Euros, ella que trabajó las perras gordas, perras chicas, céntimos, seis reales, o pesetas de varios cuños y varias caras; no queriendo conocer los céntimos de euro, ni los precios a doble formato. De forma irremediable llega todo, y Rafaela, que ya estaba retirada desde hacía años del negocio, pero que conservaba su impronta, no ha querido más cambios a los que ya conoció su vida laboral ¿Cómo aplicaría el IVA a un cartucho de pipas? ¿Los citratos de regaliz llevarían repercutidos el IAE? ¿Qué norma ISO 9000 será de aplicación al carrillo?. Rafaela se ha negado a poner en práctica los redondeos, los cálculos aproximados, y se ha ido a despachar al más allá esos placeres mínimos y materiales que a niños y mayores nos alegran la vida, porque afortunadamente existen lugares entrañables como el que ella regentó durante tantísimos años. Se ha ido Rafaela, habiendo atendido desde primero el carrillo y luego en el kiosko, a muchas generaciones de portuenses, desde uno de los puestos más antiguos que continúan en activo atendiendo a la parroquia, y con el que dio de comer y crió a su familia.»

teatroprincipal_1904_puertosantamariaContinúa abierto el carrillo de Severo, en la actualidad gestionado en forma de Kiosco, desde que el concejal predemocrático, Juan Ponce propusiera a la viuda de Severo cambiar el carrillo por un Kiosco.  Como decimos lo regenta su hijo Juan José, -se lo prometió a su madre, Rafaela, en el lecho de muerte-. Juan José es el cartero jubilado a quien el Presidente de la Junta de Andalucía, José Rodríguez de la Borbolla, apadrinó a su hija Rocío. En la Plaza de Juan Gavala, todavía se puede encontrar chucherias al estilo tradicional, al menudeo, frente a la competencia de las tiendas de golosinas que abundan en todo el término municipal y han desterrado, mal que nos pese, los carrillos y canastos. Pipas de girasol, de calabaza, kikos, kikos gordos, avellanas, almendras, garbanzos tostados, nueces de macadamia, anacardos, avellanas de los toros, pistachos, habas fritas, frutos orientales, altramuces, alcatufas, coquitos del Brasil, y la cantidad de productos artificiales que existen hoy en el mercado elaborados a partir de patatas y maíz. Y multitud de caramelos, chicles, dulces, piruletas. Y juguetitos para la ocasión. ¿Y el tabaco? (Fotografía Colección J.M.M. El Teatro Principal en 1904).

danielmotaleiva_puertosantamariaDANIEL MOTA LEIVA.
Daniel, el nieto de Severo el del carrillo y tataranieto del verdadero Severo es un portuense de 26 años que, en la actualidad, trabaja en Madrid, en  el portal de la red social TUENTI. «Me gusta mirar las cosas e imprimirles mi visión, ser creativo. Tenía que reflejarlo de alguna forma y de ahí al diseño, solo había un paso», afirma. «Aunque de pequeño dibujaba bien, fue la informática la que me llevó al Arte. Ni pude, por plazos, entrar en la Academia Santa Cecilia, ni había en El Puerto bachillerato de Arte. Así que el ordenador fue mi primera escuela de diseño, ya que lo prefería a la botellona.» A Daniel  le gusta la buena musica y los ritmos modernos como el BreakBeat y el Chillout. Casi todo su tiempo libre lo dedicaba, en su época de estudiante, a diseñar y a programar cosas inservibles pero con un solo objetivo, aprender.
Tiene un perfil profesional que pocos poseen en España: diseñador con conocimientos de diseño gráfico e informática, a un tiempo. Dos de sus webs figuran en el “Web Design Index 2006” una guía con las 1000 mejores páginas webs del mundo y lo citan, entre otros, en el libro “Blogs” de Octavio Rojas. Ha sido el diseñador gráfico del portal de blogs mas introducido en América latina: bitácoras.com. Trabajaba en su casa para España y el mundo: un portal empresarial en Orense, un portal para la abogacía, una empresa de modas en la Comunidad Valenciana...
En esas andaba cuando el pasado verano fue requerido por TUENTI, la red social mas importante española que en nuestro país le hace sombra al portal Facebook. Una red social es es una herramienta en forma de portal que pone en contacto a personas con sus amigos y otras personas que trabajan, estudian y viven cerca de ellas, muy extendido, especialmente entre la gente joven. Así que desde el pasado agosto vive en Madrid, trabaja en TUENTI, una empresa situada en una planta de 1500 metros cuadrados, con una plantilla multinacional de más de 40 empleados y que sigue creciendo... (su equipo directo lo forman suecos, españoles, polacos, americanos) hablando en inglés, pensando en americano, y con la creatividad de un portuense.
Daniel nos dice que, si tuviera que hacer un trabajo gráfico para El Puerto aplicaría: «el color del vino fino, los colores tierra y el azul atlántico, aunque a mí, personalmente, me gusta más el azul mediterráneo».

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rafaelvaliente_puertosantamariaRafael Valiente Moreno, con ese aspecto de lobo de mar, puede ser visto a diario por la zona de la Comisaría de Policía, en el Bar La Ponderosa, junto a su amigo Carrillo, en la venta de periódicos que realiza bajo la pérgola de dicho establecimiento. Nació en 1924. Hermano de Pepe Valiente, el que fuera jefe de conserjes del ayuntamiento durante tantos años, y que llegó a ser concejal socialista en el primer ayuntamiento de la restaurada democracia, Rafael tiene en el brillo de su mirada la perspectiva de los años, de sus casi 84 años. Toda su vida laboral la ejerció en el mundo de las bodegas.

Rafael Valiente Moreno, with that look of an old sea dog about him, can be seen every day in the vicinity of the Police Station, in Bar La Ponderosa, with his friend Carrillo, selling newspapers under the station arches. He was born in 1924, brother to Pepe Valiente, the head of maintenance at the town hall for so many years, who became socialist councillor at the town council when democracy was restored. You can see the wisdom of Rafael’s almost 84 years in the glint in his eye. He spent his whole working life in the bodegas.

valientemoreno2_puertosantamariaEmpezó a trabajar con 16 años en, en 1940, en Jiménez Varela ayudando en todo lo que se le requería. Luego pasó al embotellado, poniendo etiquetas de los productos que salían de aquellas afamadas bodegas.  Luego pasó a arrumbador de tercera, ascendiendo a  arrumbador de primera y encargado de cuadrilla. También pasó, con la misma categoría, a tonelero, ya que sabía de eso... Recuerda que por esas bodegas pasaron tres propietarios: los Jiménez Varela, Terry y Rumasa. Con 56 años sufrió una regulación de empleo que lo prejubiló. Aficionado a la pesca -luce un impecable aspecto de marino- y a los toros, de chico jugó al fútbol con el equipo de Santo Tomás de Aquino, en el colegio que había frente al Teatro Principal, el Colegio de Cárdenas; no era alumno de esa escuela pero, por mediación de su novia que trabajaba allí consiguió jugar en aquel equipo, de lo que se siente orgulloso. Y así hasta que se fue al servicio militar. (La foto, de 1958, corresponde a la colección de Vicente González Lechuga).

bodegareal_puertoHOTEL BODEGA REAL.
Hotel de cuatro estrellas, con 52 habitaciones ubicado en la antigua bodega de Hijos de Jiménez Varela, muy cerca de la estación de ferrocarril. Rodeado de viejas bodegas donde se elabora el peculiar vinagre de yema, el hotel es un complejo de antiguas bodegas donde se criaba y envejecía el vino de Jerez, arquitectura funcional que acertadamente han mantenido. En el Bar- Cafetería y en el Restaurante se pueden degustar los vinos de la Denominación de Orígen Jerez-Xerés-Sherry, así como platos elaborados con estos exquisitos caldos y el Brandy de Jerez, ideal para la sobremesa. Son interesantes las vitrinas con vinos y brandies de distintas firmas vinateras.

BODEGA JIMÉNEZ VARELA.

El Hotel Bodega Real está situado en las que eran las antiguas Bodegas Jiménez Varela. Abarcan un conjunto de cascos bodegueros que fueron el fruto de la unión de edificios de obra nueva, el llamado escritorio, las oficinas centrales de las bodegas Varela, construido en 1872 y reformado en 1913; como de otros que ya estaban construidos, con anterioridad y que habían pertenecido a otras firmas bodegueras, las bodegas de Haro construidas en 1848.

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Embotellado de Bodegas Jiménez Varela, donde trabajó, a partir de 1940, Rafael Valiente Moreno. (Colección V.G.L.).

El núcleo de bodegas o zona industrial donde se ubicaba surgió en el primer tercio del siglo XIX, (el casco de bodega de la Sagrada Familia se construye en 1829), abarcaba el espacio comprendido entre las calles Pozos Dulces, Espíritu Santo, Albareda y Avenida de la Estación y Larga. Una zona de cierta tradición industrial que ya en el siglo XVIII contaba con fábricas de estampados, curtidos, molinos de aceite, así como otras relacionadas directamente con las faenas y las necesidades de la actividad marinera.

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Escritorio de Jiménez Varela. 30 de octubre de 1946. Foto Pantoja. (Colección Vicente González Lechuga).

jimenezvarela1_puertosantamariaEl Siglo XIX fue un periodo caracterizado por el gran número de cambios que se produjeron en las sociedades de una manera continua e incesante. Cambios a todos los niveles: políticos, sociales y económicos. Estos últimos en El Puerto de Santa María, como en gran parte de los pueblos de la Bahía, hicieron que se buscaran nuevas salidas o que se potenciaran actividades que ya eran importantes como la crianza y la exportación del vino fino. Se sustituyó la tradicional relación comercial con el continente americano por la potenciación de la ventas en el mercado europeo y muy especialmente en el inglés del vino de El Puerto. Esto hizo que la imagen de la ciudad se viera transformada en algunas zonas por la instalación de naves bodegueras que acabarían por configurar el paisaje urbano de El Puerto. Estas bodegas de la calle Albareda, antes Victoria porque emboca hacia el monasterio del mismo nombre, son también un testimonio importante de una de las claves de la crianza biológica del vino fino: la proximidad al río Guadalete. El río es uno de los condicionantes principales para obtener un buen caldo, las brisas del Guadalete controlaban el proceso de crianza aportando y manteniendo los grados de temperatura y humedad necesario para la obtención de un producto de calidad. Para ello era también imprescindible una arquitectura, en cierta medida biológica, que permitiera aprovechar las bonanzas climáticas de la zona: el casco bodeguero. Éste ha recibido todo tipos de apelativos, pero quizás el que más se le aproxima es el de catedral para alguno de ellos, que le viene dado por la esbeltez conseguida por el empleo de pilares y arcos de piedra de gran altura y tamaños en su construcción. (Etiqueta Colección J.M.M.)

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Productos de Jiménez Varela. (Foto Centro Municipal de Patrimonio Histórico).

jimenezvarela3_puertosantamariaLOS JIMÉNEZ VARELA

La familia Jiménez Varela fue muy laboriosa, y prueba de ello fueron las industrias vinateras que crearon y los afamados productos que en ella se fabricaron: el Brandy Viejísimo Varela, Cacao Varela, Oloroso Los 46, o el Amontillado Fino Jardín, bajo la firma comercial de Hijos de Jiménez Varela.

También existe una relación familiar de los Jiménez Varela, pues un familiar de éstos fue el hombre de confianza de Isaac Peral, cuando botó en El Puerto, en la desembocadura del río Guadalete, el prototipo del que fue el primer submarino, celebrándose una fiesta en la que fueron servidos los vinos de Jiménez Varela.
También se dedicaron a la cría de caballos, llegando a ser propietarios del Hierro de la Palma, ganadería creada por los señores Artalaya y Azpillaga, a principios del siglo XIX, y que luego fuera propiedad del Marqués del Castillo de San Felipe. El Hierro de la Palma figuraba en la etiqueta de los productos de Hijos de Jiménez Varela. (Papel Secante: Colección J.M.M.).

jimenezvarela7_puertosantamariaAMONTILLADO FINO JARDÍN.
Era el vino que se criaba en estas bodegas. Si bien se comercializaba como Fino, se aproximaba más a un vino Amontillado. El amontillado es un vino dulce y generoso de uva Palomino, de color pajizo, ribeteado en metálico y destellos violáceos, de aspecto lagrimoso, brillante y transparente. Al olfato ofrece un olor a bodega, intenso y punzante; y al paladearlo saboreamos un vino redondo, seco, ahumado y con recuerdos de yodo. Hace un perfecto maridaje con el jamón ibérico o un queso curado de pasta dura y de gran potencia.
Es un vino perfecto para beber como aperitivo, o a media tarde, aunque los devotos del Vino Amontillado dicen que «sirve para compartir y departir a cualquier hora». La temperatura ideal para degustarlo es entre 10º y 14º, siempre en relación con la temperatura del ambiente.
Los vinos amontillados proceden de los Vinos Finos, el Vino por excelencia de El Puerto de Santa María, cuyo color ha evolucionado y llega a alcanzar entre 18º y 19º. Es un vino generoso (aquel que alcanza una graduación entre 15º y 23º), obtenido mediante soleras y criaderas, sistema de crianza que se aplica en la zona vinícola que ampara el Consejo Regulador del Jerez-Xérès-Sherry, a la que pertenecen los vinos y brandies de El Puerto de Santa María.Interesante el cuento de terror del siglo XIX, obra del bostoniano Edgar Allan Poe «El Barril de Amontillado», usando como excusa la del conocedor de estos vinos generosos para contar el relato corto. (La información ha sido elaborada con textos propios, del Centro Municipal de Patrimonio Histórico y la Ruta del Vino y Brandy de El Puerto).

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Publicidad de 'Champagne' de Hijos de Jiménez Varela en un periódico de principios de los años veinte del siglo pasado. Las cuevas todavía existen en la Finca 'El Caracol', propiedad de Jiménez Támplin, uno de los descendientes de la firma. (Anuncio Colección J.M.M.).

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josesrodriguez_puertosantamariaJosé S. Rodríguez era su nombre artístico. José Luís Sánchez Rodríguez singularizaba la S. de su primer apellido. Estuvo casado con Pepita Sarazena. Era discípulo de “El Estampío” y de “Carito”, que conocía toda la escuela bolera y todo el baile clásico y flamenco. Llevó El Puerto de Albéniz por todos los teatros de mundo, además de ser un fenomenal bailaor flamenco.Su padre era Camilo Sánchez Jamardo, propietario de una tonelería que había en la Plaza de Toros y que ardió. Nació en la calle Santa Lucía, en el número 2. Se fueron a Sevilla y luego José Luis a Madrid para estudiar baile, mientras era técnico del Instituto Nacional de Previsión. Las hermanas de José Luis estudiaron en las Carmelitas. Una de ellas se casó con el célebre pintor y grabador Francisco Cortijo. José S. Rodríguez es tío segundo de José Ignacio Delgado Poullet -Nani- técnico del Centro Municipal de Patrimonio Histórico. La madre de Nani es Maruja Poullet Rodríguez, hermana de Pepín, el Barbero. (Ilustración: Plumilla de Luis Suárez Ávila).

José S. Rodríguez was his stage name, he reduced his first surname Sanchez to just the ‘S’.   He was married to Pepita Sarracena and was a disciple of "El Estampío" and "Carito", he knew all the bolero, classic and flamenco dances. He was responsible for taking El Puerto de Albéniz music to all the theatres of the world, as well as being an amazing flamenco dancer. His father was Camilo Sánchez Jamardo, who owned a barrel-making business in Plaza de Toros which burnt down. They went to Seville and then José Luis headed for Madrid to study dance, whilst working at the National Institute for Social Security. José Luis’ sisters studied at las Carmelitas (the nun’s school). One married the famous painter and engraver Francisco Cortijo. José S. Rodríguez’s second cousin once removed, José Ignacio Delgado Poullet, known as Nani, works at the Municipal Centre of Heritage. Nani’s mother is Maruja Poullet Rodríguez, Pepín, the Barber’s sister.

joseigdelgadopoullet_a_nani_puertosantamariaJosé Ignacio Delgado Poullet -Nani- es conocido en el ambiente de los amantes del Puerto antiguo por sus exposiciones, en solitario o en colaboración con el Centro Municipal de Patrimonio Histórico. Ha realizado proyecciones de diapositivas -actuales o antiguas- ante diversos auditorios ciudadanos ofreciendo las siguientes imágenes: "El Puerto y su entorno", hace 25 años. "Las Lagunas", en un intento de concienciación de salvar las lagunas portuenses. "Paseando por las costas de Cádiz". "Imágenes Antiguas de El Puerto". "Mirando al Guadalete". "Detalles del Centro Histórico". "Sitios raros y poco conocidos de El Puerto". Actualmente está ofreciendo la proyección "El Puerto en el Recuerdo", próximamente en el Salón de Romerijo.

josesrodriguez2_puertosantamaria¿INMORTAL?. PUES SÍ
«Acabo de enterarme de la muerte de José Luis S. Rodríguez. Yo que lo creía inmortal, desde la ultima vez que lo vi, me he ido convenciendo de que se moría. Y no lo he visto en los últimos días, porque , a la vez, me quería persuadir a mí mismo de lo contrario.
Ahora, se me aborbotonan en el recuerdo la de tarjetas postales que recibí de él y de su esposa, Pepita Sarazena, desde Nueva York, desde Londres desde Dublín desde París, desde Munich, desde Tokio... José Luis,con la modestia con que acostumbraba a cubrir el enorme arte que poseía, ha sido uno de los portuenses que ha paseado con honra el nombre de su Puerto de Santa María por todo el universo mundo.
Nació en la casa número 2 de la calle Santa Lucía, en 1917. Estudió con el inefable "Carito" todo el baile de la escuela bolera del siglo XVIII y con Juan Sánchez "El Estampío" el baile flamenco. No pudo encontrar mejor esposa que Pepita Sarazena, una bailarina inglesa, que estudió baile clásico en Rusia y en España, donde en el estudio de "El Estampío" conoció a José Luis. Juntos , formaron un elenco que dio la vuelta al mundo varias veces, durante más de treinta años.
Cuando yo lo conocí, en el año 1960, fue en Jerez. Estábamos los dos esperando a la misma persona y no pudimos encontrarla. Comenzamos a hablar y al punto salió el nombre mágico de El Puerto. Aquello nos aunó. Su familia había tenido en El Puerto un trabajadero, una industria donde se hacían botas de roble. Sus hermanas habían estado con mi madre en el colegio, sus vivencias portuenses, pese a la distancia de años, eran las mismas. Y congeniamos. Pepita Sarazena, mientras tanto, esperaba la vuelta de José Luis, intranquila, en el Hotel "Los Cisnes" y nosotros, como si tal cosa, hablando y hablando de El Puerto.
Desde entonces acá José Luis y Pepita han sido mis mejores amigos.
Hace poco me enviaron programas y fotografías de toda su vida artística. En ellos, siempre, en el repertorio, "El Puerto" de Isaac Albéniz y una apostilla: "las fotografías son de McBean, recientemente fallecido, que es como decir el Castroverde del mundo".  Otra referencia al fotógrafo más emblemático de El Puerto.
Retirados, se vinieron a vivir a Cádiz. Diariamente bailaban, a solas, los dos, entre las tres y las cuatro de la tarde, disciplinamamente, en la trasera del escenario del Teatro Falla. Hasta allí, muchos días, yo me acercaba y tenía la conciencia de que se me permitía conocer algo que en España la gente no conocía ya: la escuela bolera del siglo XVIII, los bailes antiguos de "El Estampío", todo el arte derramado en ellos por "Carito" y las grandes dosis de genialidad que José Luis y Pepita ponían en todo.
Atrás quedó la crítica teatral de todo el mundo que los había consagrado; atrás quedó el aplauso de los públicos más dispares, más exigentes y más distinguidos; atrás quedó el recuerdo de los éxitos incontables; atrás quedó el disciplinado montaje de las coreografías.
En Cádiz, arropados por la amistad de Aurelio, de Agustín y Perico los "Melu", de Gaspar el de Alfonso y de tantos otros, como le hemos querido, la vida de José Luis y Pepita ha discurrido, sin ruido. Todos los días recibían libros y cartas de cualquier parte del mundo. De cuando en cuando, hacían sus escapadas para ver a sus amigos de París o de Londres. No faltaban a ningún acto cultural. Pero, ahora, cuando yo ya estaba convencido de que eran inmortales; ahora que, desde la última vez que nos vimos, comiendo en su casa, me he ido retractando de mi error, sinceramente, no he querido verlo más, porque, como el avestruz, no quise creer en lo que veía. Y yo veía que pronto José Luis iba a entrar en la gloria de los seises bailadores junto con "Carito", con "El Estampío", con "Pericet", con "Antonio, el de Bilbao", con "La Malena", con "La Macarrona"... y que Sabas Gómez Marín, su guitarrista, le iba a recibir con unos compases de tango flamenco, aquellos tangos, que no los he visto bailar mejor, que José Luis, con las solas palmas de Pepita Sarazena, me bailó en la trasera del escenario del Gran Teatro Falla.» Luis Suárez Ávila.

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Ilustraciones del programa de mano de "Danzes and Music of Spain" con José S. Rodríguez y Pepita Sarazena.

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