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Paco del Castillo Merino-Tellería nació en la calle Larga el 2 de abril de 1936, siendo el segundo hijo del matrimonio formado por Alonso del Castillo, natural de Benaocaz y Josefa Tellería, de El Puerto.  Casado el 27 de diciembre de 1965 con Pilar Otero Rascón con quientuvo tres hijos, Francisco, Daniel y Pilar, falleció con casi 70 años de edad el 26 de marzo de 2006. Entre sus amigos se encontraban Francisco Gómez Real, Luis Ortega García, Abelardo Gil y Javier Díaz Cortés.

1936
En el convulso año del nacimiento de nuestro protagonista, El Puerto conoció varios alcaldes. Ramón García Llano accedió a la alcaldía de forma accidental el 3 de enero, sustiuyendo a José Luis Macías Caro.  En las elecciones municipales celebradas a mediados de febrero resultó elegido Francisco Veneroni Arcos, al frente de la coalición electoral de izquierdas denominada Frente Popular. Al mes siguiente tomó posesión de la alcaldía, el 18 de marzo, José Blandino Mitjes y al mes siguiente el 24 de abril, Manuel Fernández Moro, que es desalojado de la alcaldía tras la sublevación militar del 18 de julio, desapareciendo, sin que hayan sido hallados sus restos mortales. El día de la rebelión ejerció en funciones de alcalde el teniente Fernando Ristori; luego el 27 de julio, el capitán Ramón Iribarren Jiménez ocupa el sillón de primer edil y será el 23 de diciembre cuando, subiendo el escalafón en la graduación militar se hará cargo de la vara de alcalde el coronel Ángel Guinea de León Garavito.

El primero por la izquierda delante es Francisco del Castillo Tellería y junto a él, José Vázquez, el hijo de Luciano (que tenía el almacén en la calle Cielo esquina a Lechería) casado con Josefa Rendón.  Año de la Fundación del Colegio San Ignacio. Curso 1947/1948. El segundo por la izquierda de pie detrás de Don Juan es Estanislao Jiménez González Nandín (padre de Andrés Jiménez, ex director de TelePuerto) /Foto Fabra. San Fernando.

MAESTRO.
Paco vivió de pequeño en la calle Larga, cursó estudios en el colegio de Don Juan ‘el Cojo’, en la calle San Sebastián, 23 y de bachillerato y magisterio en Madrid. A su regreso a El Puerto imparte clases en los colegios de La Pescadería y de San Luís Gonzaga, y, luego durante dos cursos académicos en las Escuelas profesionales de la Sagrada Familia en Andújar (Jaén) de donde regresa, definitivamente, a nuestra Ciudad.

Claustro de Profesores: Arriba, de izquierda a derecha: Francisco del Castillo Tellería, Manuel Sierra, Antonio Muñoz Cuenca, Manuel Montalvo, Francisco Menor, Antonio Montes, Enrique Cabrera. Abajo, de izquierda a derecha: Lino Alonso,  Diego Mora, Doña Vicenta, D. Justo, Ginés Hidalgo Crespo. Imagen tomada en las Escuelas Profesionales de la Sagrada Familia (SAFA), también conocida como ‘Escuelita’. Año 1971.

ADUANAS Y AGENCIA MARÍTIMA.
Posteriormente, después de haberle dedicado los mejores años de su vida, abandona la enseñanza, dedicándose a una actividad bien distinta, como es la relacionada con el comercio marítimo, en la que estuvo hasta finalizar su vida laboral, primero como administrativo en la Agencia de Aduanas y, con posterioridad como gerente en una Agencia Marítima. Tuvo su residencia en El Puerto en diversos domicilios, además del citado en Larga, en la calle de la Victoria, Plaza de Cristóbal Colón, Maestro Juan Pinto y por último en calle Mayorga.

CONCEJAL POPULAR.
Se presentó en las elecciones municipales de 1991 como cabeza de lista del Partido Popular para el Ayuntamiento de nuestra Ciudad, ejerciendo como concejal, en la oposición, durante el mandato comprendido entre los años 1991 a 1995 así como Portavoz del Grupo Municipal del dicho Partido Popular. Fue el año en el que Independientes Portuenses alcanzó la alcaldía, liderados por el ex concejal popular Hernán Díaz Cortés. Le acompañaron en aquella lista, Alejandro Moreno, Antonio Requena, que fallecería durante el mandato. /En la imagen de la izquierda, portada del folleto electoral del Partido Popular, con la imagen de Paco del Castillo.

INICIOS EN LA POESÍA.
Desde muy joven fue lector asiduo de los grandes poetas de lengua castellana: Bécquer, San Juan de la Cruz, Juan Ramón Jiménez --quien estudió en El Puerto--, por citar algunos. Eso le empuja a escribir sus primeros poemas, que guardaba para sí mismo y que luego destruía pensando, como el mismo afirmaba “consciente de su pobreza literaria e impulsado por su elevado sentido del ridículo”.

De izquierda a derecha, Tomás Osborne Domecq, Francisco del Castillo Tellería, José Luis Poullet Ramírez, José y Javier Osborne Domecq y José María Benjumeda, en los Carnavales de Cádiz, entonces Fiestas Típicas Gaditanas.

Con el paso del tiempo la lectura de los hermanos Machado, su paisano José Luis Tejada Peluffo, García Lorca, Góngora, Lope de vega y Quevedo, entre otros, aumentará sus deseos “--mis ansias--” afirmaba, de escribir.

De la mano de su amigo, el también poeta portuense Juan Ignacio Varela Gilabert,  --Juanín Varela-- conoce, como él llegaría a afirmar, “un tanto tarde”,  a los hermanos José y Jesús de las Cuevas, a los también arcenses Carlos y Antonio Murciano y al sanluqueño Antonio León Manjón, quienes, junto con nuestro paisano Juanín, le empujan a recitar sus primeros poemas en las recordadas para una generación de amantes de los versos, las “tardes Poéticas de Grazalema”. /En la imagen de la izquierda, Juan Ignacio Varela Gilbert.

Su admiración por otro insigne de las letras de los cincuenta y sesenta, Francisco Montero Galvache, genio de la oratoria y de la poesía pregonera bajo andaluza, en el que encuentra un valioso valedor y consejero merced a una corta pero entrañable amistad, le lleva a mostrar su escondida vocación pregonera, luego de superados “el respeto humano y el temor al riesgo del ridículo”.   /En la imagen de la izquierda, Francisco Montero Galvache.

PREGONES EN EL PUERTO.
Más de sesenta pregones ha proclamado por la provincia gaditana, entre los que cabría destacar el de la Semana Santa de El Puerto de Santa María: el primero de sus pregones en 1983, en la Capilla del Hospital San Juan de Dios. De aquel pregón estas líneas: “Porque si pregonar es alabar en público los hechos, virtudes o cualidades de una persona, el ejercicio del pregón requiere un conocimiento exacto y perfecto de la persona pregonada. Pero ¿conocemos a Cristo?”. Siguiendo en El Puerto, ese mismo año de 1983 pregonaría, el 5 de noviembre, las Bodas de Plata de la Hermandad del Dolor y Sacrificio, de la que fue hermano fundador y la que perteneció toda su vida.

Podemos decir que Paco pregonó, exaltó, glosó, emocionó con casi todo en El Puerto. Bueno... todo no, que tenía como todos, sus filias y sus fobias. El 21 de abril de 1984 ofreció el Pregón del Vino Fino. Al año siguiente, el Pregón del Costalero en en marzo de 1985. El año 1987 ofrece el 16 de mayo el Pregón del Rocío. Y se atreve con el Carnaval, en la Peña ‘El Chumi’ en 1988. Al año siguiente, en 1989, el 4 de marzo glosa las Bodas de Plata de la Hermandad de la Flagelación. En 1990, exalta el 150 Aniversario de la Fundación de la Congregación de las Hermanitas de los Pobres, el 27 de octubre. Y en 1992, los actos del Hombre del Mar con la Hermandad del Carmen, el 3 de julio. En 1993, el Pregón de la Virgen de los Milagros, el 5 de septiembre, de cuya tradición era muy devoto. En 1997 nuevo doblete con la Hermandad del Rocío, el 19 de abril.

Paco del Castillo y Juan Villarreal, pregonando la Feria el 8 de mayo de 2001, al alimón.

Y de nuevo, en esta ocasión al alimón con Juan Villarreal Panadero pregonando la Feria del Vino el 8 de mayo de 2001. Y la Exaltación de la Mantilla el 21 de marzo de 2002. La Cruz de Mayo de las Amas de Casa el 31 del mismo mes y año. Al año siguiente, 2003, el 20 de abril, en el Barrio Alto pregonaría la Fiesta de los Patios. Para finalizar su vozarrón, en El Puerto, con las Bodas de Oro de la Hermandad de los Afligidos el 18 de febrero de 2005, un año antes de su óbito.

PREGONES EN LA PROVINCIA.

Paco no descansaba los años que aparecen en blanco desde que empezara con la actividad de pregonero en 1983. Le reclamaban en otros lugares de la provincia e incluso fuera de ella. Exaltaría la Semana Santa, el Rocío y el devenir de diversas hermandades de penitencia en la provincia. Así en Sanlúcar de Barrameda la Semana Santa el 20 de marzo de 1988. La Festividad de San Daniel, en Ceuta, el 30 de abril del mismo año. De nuevo en Sanlúcar, el 24 de marzo de 1990, a las Dolores. El mismo año en Jerez, la Oración Poética de la Semana Santa. el 7 de abril. La Semana Santa de Puerto Real el 17 de marzo de 1991. Un año mas en Sanlúcar, el Rocío, el 27 de abril de 1991.

SEIS PREGONES EN 1992.
En Jerez, donde empezó a sentirse cómodo, fue llamado para que el 21 de marzo de 1992 pregonara al Nazareno y Ntra. Sra. del Traspaso en la iglesia de San Juan de Letrán. El Rocío en Puerto Real, el 24 de mayo de 1992. El Cristo de la Viga en Jerez, el 6 de agosto de 1992. El Pregón de la Cruz, en San Fernando, el 19 de septiembre de 1992. La Navidad, en Jerez, el 19 de diciembre de 1992. Seis pregones, seis, junto con el de El Carmen en El Puerto, pronunciaría el año de la Exposición Iberoamericana de Sevilla.

De nuevo en Sanlúcar de Barrameda, donde actuaría en total en cinco ocasiones, en esta pregonando al Costalero el 21 de marzo de 1993. En Cádiz, ese mismo año pregona a la Virgen de las Penas el 25 de marzo. La Romería de San Isidro Labrador en Rota sería su siguiente intervención el 30 de abril de 1993. Y la Feria del Caballo de Jerez, el 1 de mayo de 1993. La Hermandad de la Virgen del Rosario en Rota, el 6 de octubre de 1993. La Hermandad de la Virgen de la Salud de Cádiz, el 21 de diciembre de 1993. 1993 será otro año con media docena de exaltaciones poéticas.

SEMANA SANTA EN JEREZ.
El 20 de marzo de 1994 Paco pronunció el Pregón de la Semana Santa de Jerez, en la iglesia de San Miguel, presentado por el cofrade jerezano José Luis Zarzana Palma. Al impecable pregón que presentó se unió la polémica por unas declaraciones efectuadas a Diario de Jerez, en la que resaltaban en titulares una frase por el pronunciada “Por fin Jerez ha tenido un pregonero digno en Semana Santa”. Durante días el asunto estuvo rondando en los periódicos, alimentado por el columnista de dicho rotativo Manuel Liaño, hasta que Paco explicó el sentido de sus palabras.

En 1995, de nuevo en Jerez, Paco ofrece en mayo el IX Pregón del Toreo. El 24 de noviembre de ese año, el de la Virgen del Desamparo, de la popular hermandad del Prendimiento, vulgo ‘Prendi’. El 8 de diciembre, en San Fernando, el de la Hermandad de la Virgen de la Piedad. En 1996, el 23 de febrero, el de la Hermandad del Transporte de Jerez, y el 8 de marzo del mismo año, el de la Hermandad de la Virgen de la Piedad jerezana. Y el 3 de mayo de 1996 el del Rocío en la Bodega de La Concha, de González Byass. En 1997, el Descencimiento de Cádiz, el 20 de septiembre. En 1998, el 15 de marzo, en Puerto Real pregona a la Hermandad de la Amargura y en Jerez, el 3 de abril del msimo año, el Pregón Flamenco de la Semana Santa de Jerez. En 1999, el 17 de diciembre pregona a la Hermandad de la Esperanza en Sanlúcar de Barramaeda. El año 2000, en Ubrique, pregona el 14 de abril la Semana Santa. En 2001, la Oración Poética de la Semana Santa de Jerez, el 23 de marzo de 2001. La IX Glosa Poética de la Semana Santa de Jerez, el 5 de abril de 2001. La Navidad de Arcos de la Frontera el 21 de diciembre de 2001. /En la imagen, El Prendimiento, de Jerez.

15 PREGONES EN JEREZ.
Quince intervenciones en formato de pregón en la ciudad de Jerez, dos menos que en El Puerto, regaló Paco del Castillo a la ciudad vecina. Un año antes de su fallecimiento, la XXX Oración Poética de la Semana Santa de Jerez, el 19 de febrero de 2005, siendo con ésta cinco intervenciones con dicha temática: Pregón, en dos ocasiones Oración Poética, Pregón Flamenco y Glosa Poética, además de a seis hermandades, amén de haber pregonado la Navidad, la Feria, el Toreo y el Rocío

CHARLISTA , CONFERENCIANTE Y POETA.
Otro medio centenar largo de charlas, presentaciones de carteles, homenajes y conferencias hablan de la facilidad versificadora de este portuense que, “conocedor de mis limitaciones poéticas, me siento incapaz de publicar mi poesía personal e íntima, ante el temor de no poder llegar al corazón de nadie”.   A pesar de ello, publica a finales del año 2002 sus ‘33 Sonetos Insolentes’ donde retrata a caras conocidas de la vida de El Puerto, presentándolo en un multitudinario acto celebrado en el auditorio de San Luis Gonzaga. /En la imagen de la izquierda, portada de su libro.

Practicaba la ironía y el sarcasmo, como lo demuestra esta dedicatoria de su libro, a uno de los asistentes al acto: “A n.n. con mi gratitud por molestarse a venir tan lejos a escuchar mis ‘ripios’. Un abrazo, Fco. del Castillo”. Genio y figura...

COLUMNISTA EN DIARIO DE CÁDIZ.
Es de justicia señalar que su facilidad para el verso, en especial el referente a la poesía satírica, a veces intrascendente y muchas veces irónica como se ha indicado, --“para ser leída entre amigos” afirmaba--, le llevó durante un tiempo a aparecer quincenalmente en la columna de opinión de Diario de Cádiz, en su edición de El Puerto, donde su alter ego, un personaje ficticio de nombre Benito, le contaba cosas de la actualidad local que Paco escribía para deleite de sus seguidores y, en ocasiones, con alguna puya para los personajes objeto de sus críticas.

Joaquín Muñoz-Seca Manzanera con Paco del Castillo, en los habituales cafés que tomaban en el Bar La Herrería.

DEL PREGON DE LA FIESTA DE LOS PATIOS.
“Se lo oí decir a una vecina de Espelete: Dejaron el Barrio, el patio, su rincón de siempre, y se fueron a vivir a un piso cuadriculado y moderno en un bloque, que bien parece una colmena laboriosa en donde cada uno va a lo suyo. Mayores comodidades, por supuesto; pero menor calor humano. Los problemas son ahora de puertas para adentro, personales, intransferibles. No es lugar ni hay momentos para compartir nada: ni la alegría, ni la pena; ni la abundancia, ni la escasez; ni el llanto, ni la risa. La puerta que al patio daba, siempre abierta, estaba tan sólo protegida por una humilde cortina, tela de saco, recia y translúcida, que era como una manera de abrir el corazón a los demás. La puerta del piso nuevo, o del chalet suntuoso, será sabe Dios de qué noble madera; pero tras de ella se termina el mundo. Y, sobre todo, no se sabe si el anafe de la vecina del segundo está apagado, porque no tiene nada que poner a hervir. Y no le falta razón al decir esto. Mientras así decía, yo recordaba el fugaz saludo de un amigo: Me he mudado hace bien poco a un piso nuevo, y no me encuentro bien. No estoy a gusto. ¿Por qué?, le pregunté. ¿Acaso por pequeño?... ¡Que va!, me contestó. Es amplio, suficiente, con tres cuartos de baño; pero... ¡no veo la luz! Aquella luz, aquel cielo, aquella estrella, aquel sol, que la vecina veía desde su patio”.

DEL PREGÓN TAURINO DE EL PUERTO 1996.
Soñando en la soledad
de la plaza... Olé sonoro
cuando arrastraron al toro:
al toro y a su verdad.
Verdad grande y orfandad
de apaños y componendas.
A él que nadie le reprenda
por su cómoda cabeza,
porque le falte la fuerza,
o ambas cosas a la vez.
Id al dueño de la hacienda,
y preguntadle el "por qué"...
¡Que así, tal vez, se comprenda!

Estrofa del pregón taurino de El Puerto de Santa María de 1996, original de Francisco del Castillo Tellería

Francisco García Gil lleva a gala ser marinero y ser portuense. Su abuelo fue agraciado por el Rey Don Alfonso XIII con Real Patente de Navegación Mercantil para poder navegar y comerciar en todos los mares y puertos del Globo. Con más de 70 años, 43 de ellos dedicados a la mar. Procede de  familia de tradición marinera, no en balde su abuelo Francisco García Rico, maestro redero, creó un sistema novedoso de artes de pesca con el que revolucionó el sector a nivel mundial, llegando a ser armador en su momento de hasta 22 barcos pesqueros, y terrateniente de la Punta de los Saboneses y su entorno natural, al final de la Playa de Levante. /Francisco García Gil, 'el Sabonés', iIlustración: María Fernández Lizaso.

REAL PATENTE DE NAVEGACIÓN.
Este marinero ilustre está orgulloso de ser quien es y de haber sido lo que ha sido. Está orgulloso de sus ascendientes y de sus descendientes. Está orgulloso de que su abuelo fuese amigo personal del Rey Don Alfonso XIII, que le concedió a uno de sus faluchos como se ha dicho, el llamado “San Germán”, Real Patente de Navegación Mercantil para que pudiera navegar y comerciar en todos los mares y puertos del globo. 

 [La patente de navegación la tienen todos los barcos de más de 20 TRB. Equivale al permiso de navegación. Acostumbraba a estar firmada por el ministro correspondiente en nombre del Rey, aunque ahora ya las emite el Director General de la Marina Mercante].

/En la imagen de la izquierda S.M. el rey Alfonso XIII.

Perdió a su progenitor en los primeros días de la guerra civil española, cuando apenas contaba con cuarenta días de vida. Siendo el menor de cuatro hermanos, con diez años entró en el mundo laboral rodeándose de gaseosas y sifones, pasando luego a Gráficas Andaluzas para poco después, iniciar con escasos quince años su larga singladura por la mar en “El Pelayo”, del armador alicantino Miguel Ferrer y al son de esta cancioncilla popular que aún se puede oír por “El cuarto del Tecle”...

“Levántate tabernero
que la fortuna te llama,
que pa ganá dinero
hay que abandoná la cama”

De este primer embarque recuerda con emoción contenida la melancolía que embargaba a su cuerpo y a su alma, cuando caía la noche en alta mar. Recuerda también con cariño como le marinaba y adiestraba su tío en las faenas de ayuda a los marineros, y la alegría implícita cuando el patrón preguntaba «--¿Qué se merece el niño…?: un cuartoncito o media parte».

PRIMER NAUFRAGIO.
Con veintiún años recién cumplidos ya es primer mecánico de barco, y logra así rellenar tres libretas de embarque en una singladura vital que le lleva a probar fortuna en aproximadamente unos cincuenta pesqueros del Atlántico Sur. Toda una vida. Los percances en la mar los relata con la serenidad que siempre le ha caracterizado. Su primer naufragio fue en el año 1965 cuando venían con la pesca hecha desde el Río de Oro al Cabo Mogador. Pasadas las seis de la tarde, el tiempo oscurecido y la abundante niebla impedían la visibilidad del pesquero, y enfrente del Aaiún en el Medano de Santiago, el barco embarrancó teniendo que ganar la costa a nado.

La lonja del pescado en la década de 1960.

SEGUNDO NAUFRAGIO.
El otro naufragio de envergadura fue con un barco de Huelva en el año 1992, a trescientas brazas de agua. Gracias a su pericia y a la importante ayuda y protección de su Santísima Virgen, Señora del Carmen, “Stella Maris”, siempre presente en estas vidas trajinadas entre olas y mareas, logró que fuera un percance limpio y a salvo de cualquier desgracia personal.

El desaparecido edificio de la Cofradía de Pescadores.

PROMOTOR DE LAS CASA DE LOS MARINEROS.
Como navegante de estirpe, y hombre inquieto y solidario con sus iguales, fue Presidente de Técnicos de la flota pesquera de El Puerto en la Cofradía de Pescadores, promotor asimismo de las Casas de Marineros de la Casa del Mar y promotor de la Fábrica de Hielo.  Consiguió también en los momentos malos de la profesión, dos “socorros” de 6.000,00 ptas. para paliar la falta de recursos puntuales de los marineros.

El puente de los Toruños, que une la 'Punta de los Saboneses' con el Pinar de La Algaida, en Puerto Real.

Después de tantísimos años navegando, su castigado cuerpo labrado a fuerza de golpes de mar, y la crisis del sector, le llevaron a su estado actual de jubilación. Dice que la no renovación del acuerdo pesquero con nuestro vecino de la otra orilla, Marruecos, ha convertido El Puerto en un puesto de alambres, y desgraciadamente creo que no le falta razón.

Ahora, los paseos diarios con su perra “Mara”, y el “Cabildo” que forma con otros compañeros de profesión jubilados como él entorno al monumento al pescador, a la orilla del río Guadalete, le hace reflexionar sobre la gran familia que forman todas las personas que tienen relación con la mar, especialmente ellos, los hombres del mar, fuertemente vinculados por esos lazos entrañables de solidaridad fraterna, que distinguen a cuantos han hecho del mar el escenario habitual de su existencia. (Textos: Manolo Morillo).

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Roberto Carmé Ramírez nace el domingo 27 de Mayo de 1934 en la Calle Vicario 20. Sus padres, Juan Carmé de los Ríos quien tuvo una droguería junto a la casa donde nació Roberto y María Ramírez Delgado tuvieron nueve hijos, ocupando Roberto el quinto lugar en venir a este mundo: Juan, María del Carmen “Luchi”, José el cura, con nótula núm. 948 en GdP, Cosme, Roberto nuestro protagonista, Ernesto, Jesús y Eloisa. Tiene en la actualidad 77 años.

1934

En 1934, el Ayuntamiento estuvo presidido ese año por tres alcaldes, desde junio del año anterior hasta marzo, por Francisco Cossi Ochoa; de marzo a Octubre, por Francisco Tomeu Navarro y, desde octubre hasta enero de 1936 por José Luis Macías Caro, padre de Luis Macías Rubio. Se crea el ‘Pósito Marítimo y de Pescadores’, siendo su primer presidente José Poquet Cabrera, entidad antecesora de la Cofradía de Pescadores. Aquel año de 1934 Hipólito Sancho publica «La Iglesia Prioral del Puerto de Santa María y Antón Martín Calafate».  La vía pecuaria ‘Colada del Cementerio’ fue deslindada y amojonada los días 14 y 15 de marzo de 1934.

Miguel Caro Gómez y Roberto Carmé, en la Feria de Ganado.

El Maestro Dueñas es destinado a hacer el servicio militar en El Puerto. La primera pata concedida como trofeo taurino fue entregada en 1934 a Vicente Barrera que cortó, además dos orejas y rabo y toreó junto a Rafael ‘el Gallo’ y Juan Belmonte. El Teatro Principal, cerró sus puertas durante la Semana Santa, reabriéndolas el sábado de Gloria, con la película ‘Melodías de Arrabal’, en la que intervenía Carlos Gardel junto a Imperio Argentina. En 1934, España, participa en su primer Mundial de Fútbol, jugando el primer partido en Genova contra Brasil y que arbitró el alemán, Birlem, llegando a cuartos de final tras perder contra el anfitrión, Italia.

Francisco Garrucho 'Paquito el del Bar El Chico' y Roberto Carmé.

ESTUDIOS Y PRIMERAS AMISTADES.
Roberto estudió en el colegio de Alfonso Cárdenas Felices, en la calle Luna; en el de Juan Díaz, en la Calle San Sebastian y en el Hospitalito, cuyo director en aquellas fechas era Diego Pérez Vélez. Fuero sus amigos de la infancia y de época de colegios, José Álvarez quien tuvo una relojería en la  Calle Los Descalzos y su hermano Ramón; Miguel Caro Gómez; los hermanos José y Domingo Prieto Ramos; Antonio Gil González de Quevedo; Rafael Gómez Ojeda ex alcalde de El Puerto, con nótula núm. 488 en GdP, Diego Fernández Rodríguez, Eduardo Chaparro y Manuel Martínez Mel, entre otros.

De izquierda a derecha, el sacerdote José Carmé Ramírez, José Arjona Cía, Roberto Carmé, Josefa Arjona Acá 'Pepita' y Carmen Carmé Ramírez, el 8 de diciembre de 1962, en la Boda que se celebró en la Iglesia Mayor Prioral.

LAS CASAS
Roberto vivió, como ya se ha indicado en la calle Vicario 20, donde nació, pasando en 1947 a vivir a la Calle La Fuente 8, hasta que se casó con Josefa Arjoja Acá, el 8 de diciembre de 1962 en la Iglesia Mayor Prioral, oficiando la ceremonia su hermano Pepe. El nuevo matrimonio se fue a vivir a la calle Cielo 11, junto a la barbería de Muñoz y la Taberna 'La Burra', con nótula núm. 489 en GdP y, posteriormente cuando fueron ya viniendo los hijos: Juan Bautista, José Luis y Roberto --que falleció recién nacido-- se compró la casa de la Calle Ganado 42, donde vivió durante 25 años.  Su afición principal es la lectura.

Ultramarinos 'El Carmen', el 1 de febrerero de 1960

DEL ALMACÉN AL AUTOSERVICIO.
Desde muy pequeño, con 12 años, Roberto empezó a trabajar como dependiente en el almacén, hoy Ultramarinos, que era de Vicente Jiménez Salmerón y estaba situado en la esquina de la Calle Vicario y Ganado, y que se le conocía como “El Cañón”. Se acuerda de cuando existían las cartillas de racionamiento y una de sus clientas asiduas era Cristobalina Delgado Sánchez. En dicho negocio se preparaban muchos costos para barcos pesqueros, y recuerda que el día de la explosión de Cádiz, el 18 de agosto de 1947, estaba preparando el avituallamiento para un pesquero que pertenecía al primo de Vicente, el dueño del “El Cañón”.

Roberto Carmé Ramírez durante el servicio militar

En 1956 fue llamado a filas para hacer el servicio militar tocándole el sorteo el Ejército de Tierra y recibiendo como destino Santa Cruz de Tenerife en la sección de automovilismo.

Roberto Carmé, en el interior del almacén de la calle Ganado con Cruces, el 27 de enero de 1960.

De regreso a casa, en 1959, se estableció como industrial en el ramo de alimentación en la esquina de la calle Ganado y Cruces, en el almacén o ultramarinos que tenía Julia Eizaguirre, junto a lo que fue la Peña de Los Majaras, al que le puso el nombre  'Ultramarinos Carmen'.

Roberto Carmé, haciendo el uso de la palabra tras serle impuesta la 'A de Oro' de la Alimentación, durante la jornada que se celebró en el Casino Bahía de Cádiz entre Eduardo Alcina Parodi, secretario de la Asociación Provincial de Detallistas de la Alimentación de Cádiz y Fernando Alcaraz Marco, Jefe Provincial de Promoción y Desarrollo de Comercio de la Junta de Andalucía, el 27 de marzo de 1984.

PRESIDENTE DEL GREMIO Y MEDALLA.
En 1970 fue nombrado por los comerciantes del gremio de la alimentación presidente, cargo que ostentó durante 7 años. En 1984 la revista mensual nacional del ramo de alimentación “El Comestible”, celebró, en el Casino Bahía de Cádiz, la 59 reunión anual, contando con la asistencia de unas 800 personas, entre autoridades, periodistas, televisión y comerciantes. En dicho acto se le impuso a Roberto la insignia de oro “A de Oro” del gremio de alimentación de manos de Francisco Alcaraz Marcos, jefe provincial de Promoción y Desarrollo del Comercio de la Junta de Andalucía.

En 1981, Juan de Dios entregándole un premio conseguido por una empresa de productos de limpieza. Ana María PInto Fernández, Juan Bautista y José Luis Carmé Arjona, Antonia Tapia de la Torre, Roberto Carmé y Pepita Arjona. 27 de mayo de 1981.

Autoservicio Roberto, la evolución de aquellos Ultramarinos 'El Carmen', el 31 de mayo de 1984.

CADENA DE SUPERMERCADOS.
En el año 1984 modernizó el negocio transformándolo en autoservicio, montando una mini cadena, que estuvieron en El Camino de los Enamorados y el la Calle Cruces esquina a Calle Espelete, además del original, llamándoles a todos ellos Autoservicios Roberto.

EL ARROPIERO.
Durante mucho tiempo, en la puerta de su negocio, solía haber un hombre llamado Manuel Delgado Villegas, que vendía arropías, al que diariamente le preparaba varios bocadillos, quien resultó ser, años más tarde, el trístemente celebre 'Arropiero'. Parece ser que el día de su detención fue en el establecimiento de nuestro protagonista. /En la imagen de la izquierda, una información del periodista Ramón Sánchez Ocaña sobre 'el Arropiero'.

Recorte de prensa de uno de los atracos que sufrió. En esta ocasión en marzo de 1998.

EL ESTABLECIMIENTO Y LOS CACOS.
Desde que se estableció como comerciante por su cuenta hasta que cerró, por jubilación, fue víctima de frecuentes robos en su local. De hecho guarda un álbum de recortes de diversos medios donde se cuentan los diferentes robos y atracos que ha sufrido en sus carnes... y en su tienda.

MEDALLAS PARA ROBERTO.
El 16 de octubre del año 2000, el exalcalde Rafael Gómez Ojeda, publicaba en su columna de opinión de Diario de Cádiz el siguiente artículo, bastante ilustrativo de las circunstancias por las que pasó Roberto años antes de su jubilación: "Roberto Carmé es el dueño de un almacén de ultramarinos sito en la populosa y otrora alegre calle Ganado. Roberto y yo, fuimos discípulos de Don Diego Pérez Vélez en la escuela de El Hospitalito. Ya entonces, Roberto destacaba por ser un niño despierto e inteligente. Reunía todas las características literarias del prototipo del "primero de la clase". Era, por méritos propios, el brazo derecho de D. Diego. Ya de mayor, decidió trabajar por cuenta propia y abrió el comercio anteriormente descrito.

Dicho establecimiento ha sido atracado varias veces; tantas, que ni Roberto sabe cuántas han sido. Le han robado por la ventana, por la puerta, y hasta por el techo. A pesar de todo eso, Roberto no grita, no maldice, no patalea, seguramente recordando la buena educación que recibimos de D. Diego. A Roberto no le ayudan ni las autoridades, ni la policía, ni los jueces, ni siquiera el mismo cielo. Está solo ante el peligro como Gary Cooper en las películas.

(En la imagen de la izquierda, Maruja López Romero, Julia y Carmen Izaguirre, Antonio Rodríguez 'el Bicho', Roberto Carmé, los niños José María y una hermana de Maruja. 27 de enero de 1967. Foto Rafa).

Ahora que en Australia se han repartido tantas medallas (y tan pocas han venido a España), a Roberto habría que concederle una, no por ser el comerciante más robado, sino por haber soportado tantos robos. Qué pensará Roberto cuando oye a algún político decir que "España va bien", o a algún comisario de policía asegurar que "El Puerto es una ciudad con bajo nivel de delincuencia".

Roberto con sus cuñados Pepón y Juan Arjona Acá.

Le dicen que sus asaltantes son Víctimas. Roberto se preguntará: ¿y quién puñeta es el culpable? En su establecimiento Roberto es el dueño, el dependiente, el chicuco y últimamente, el Guarda Jurado. Hay quien para consolarlo, le aconsejan que haga como su tocayo Roberto Alcázar y Pedrín: que intente dar caza a los ladrones, a lo que Roberto se niega porque, aunque parezca extraño, el sigue confiando en la justicia. Díganme, a ver, si no se merece este hombre una medalla".

Agradecemos la inestimable colaboración de Vicente González Lechuga en la elaboracion de esta nótula, tanto en la búsqueda de datos como en el tratamiento infográfico de las imágenes.

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Se denominan ‘tiendas de ultramarinos’, al establecimiento comercial que vende especialmente productos alimenticios, tanto envasados como a granel, al peso, abarcando un sinfín  de productos de nuestra gastronomía.

'Casa Joselito', de José Fernández, el 25 de noviembre de 1958./ Foto: Rafa.

El vocablo ‘ultramarino’, proviene de que los productos que antiguamente se vendían en estas tiendas procedían de territorios de Ultramar, eran artículos de importación; actualmente es una palabra en desuso y estos establecimientos han quedado en ‘tiendas de alimentación’, en  El Puerto ‘almacén’. Al propietario del almacén se le solía decir ‘almacenero’. Quiero referirme a los años de mil novecientos cincuenta del siglo pasado en El Puerto, en la zona comprendida dentro del casco antiguo.

EL ALMACÉN.
El Almacén, era un local de medidas de determinadas, curiosamente, las tiendas hacían esquina, perspicacia comercial del comerciante de entonces; el suelo solía ser de losas de Tarifa, mostrador de madera o fábrica de ladrillo con frente que podía estar forrado de azulejos y la parte interior de cajones que podía servir para guardar los pequeños artículos que, previamente, se habían envasado en pequeñas porciones en papel de estraza, tales como el café, pimiento molido, ... Algún cajón podía servir de caja registradora, balanza de la marca Berkel, encima del mostrador, como garantía de una pesada justa. La fábrica de balanzas Berkel, inventó más tarde las rebanadoras para chacinas que tanto éxito tuvieron en los años de mil novecientos sesenta. Además se solía colocar un artístico molinillo de café, el aparato para medir aceite y una guillotina para cortar bacalao, quizás también un recipiente con garbanzos “remojaos” y alguna bandeja con “carne membrillo”, cubierta adecuadamente para evitar las moscas. /En la imagen, estanterías del 'Almacén Casa Nicanor', en la esquina de Ricardo Alcón con Placilla. (Fotografía tomada el 15 de octubre de 2008).

Instantánea de Martín Peris Felices en 1990, padre de Vicente Peris Tey. (Foto: Carmelo Ciria Pino).

LAS ESTANTERÍAS.
El frente de la tienda lo conformaban estanterías de madera donde se colocaban, cantidades de conservas de pescado y vegetales. Recuerdo las tiendas de entonces con los productos de Conservas Sur, cajas de galletas María, grandes bolsas de paquetes de café, paquetes de Malta, leche condensada, cajas metálicas bellamente policromadas de pimentón murciano, azafrán El Aeroplano, especias de todo tipo, licorería, con vinos quinados, anises y vinos de nuestra zona, caldos Potax, --eran unos dados de un extracto de carne, que las amas de casa ponían un cazo con agua hirviendo y ya estaba el puchero hecho--.

Cajas de pimentón murciano.

Una chirigota de Cádiz, llamada “Los tontos de pueblo” sacó un cuplé al respecto,  que decía:

Con ezo de las comías
paecen cozas de medicina
con una pastilla jervía
ya er puchero jabe a gallina
con unos porvos amarillos
a los ciquillos le hazen flan
que igan lo que quieran
lo mas güeno en una telera
una buena jolla berza
y ju pringá.

PRODUCTOS CON PREMIO.
Como les decía y siguiendo con los caldos Potax, que eran unos dados del tamaño aproximado de un centímetro y medio envuelto en un papel que por el anverso venía la publicidad de Potax  y por el reverso la relación de premios que esta firma obsequiaba a los clientes por el consumo de los famosos cubitos del concentrado, recuerdo que el primer premio: “Un balón de reglamento con bomba y vejiga de recambio”, segunda premio: “Una pluma atómica” –consistía en un bolígrafo dorado con dos puntas una escribía rojo y otro azul, que no escribía nada bien, ya que fueron los comienzos de los bolígrafos– . El chocolate Elgorriaga también regalaba un balón de reglamento (de cuero), con la compra de un determinado número de tabletas de chocolate. Hubo casas en las que se llegó a aborrecer tan, entonces como ahora, apreciado producto.

CARAMELOS Y TAQUILLAS.
En lugar de la estantería, bastante visibles, existían algunos recipientes con caramelos. Había un espacio para colgar la chacina, una tabla para cortar ‘los avíos del puchero’, chacinas, ... La parte baja de las estanterías eran unas taquillas, donde se colocaban las legumbres para venderlas a granel; ver un a almacenero envolver en papel de estraza medio kilo, de alubias, garbanzos, arroz, dos reales de pimiento molido, una peseta de café o un octavo de ‘mantequilla de reino’,  era un primor. Por fuera del mostrador se solían colocar sacos de alubias del Barco, garbanzos y garbanzas, arroz, harina de trigo, lentejas, azúcar, harina de garbanzo para hacer las famosas “panizas”, que después se cocinaban aliñadas o fritas; alguna caja de frutas, alguna barrica de sardinas arenques como la de la imagen de la izquierda...

El Almacén de Nicanor en 1948.

LA TRASTIENDA.
El interior  de almacén o trastienda, era utilizado como almacén propiamente dicho, en donde se ubicaba en algún rincón o, colgada del techo, una balanza romana para pesar sacos y todo envase que pudiese pesar más de veinte o veinticinco kilos; un barril de buen vino fino, jamones colgados del techo. Quizás era el sitio adecuado para que el almacenero pudiese hablar con representantes o amigos, después de la jornada de trabajo. La contabilidad era bien simple, dos clavos en la pared, en uno facturas pagadas y en otro facturas pendientes de pago.

EL ALMACENERO.
La indumentaria del almacenero, solía ser un babi color beige o gris. Nuestro protagonista, salvo excepciones, era una persona amable y educada, con gran visión comercial, desde que entraba un cliente por su establecimiento, sabía en un alto porcentaje sus posibilidades de compra. Recuerdo una frase de Miguel Caro Beato, que tuvo sus comercio en la esquina de calle Larga y Chanca donde se encuentra hoy la Caja de Galicia, que decía: “--Un comerciante al que le entra un posible cliente y lo recibe con una sonrisa amable, tiene el cincuenta por ciento de la venta hecha”. Los clientes llevaban el control de turno a la hora de ser atendidos, preguntando: ”--¿Quién es la última/ o el último?”. Recuerdo, también, que había una forma de dirigirse al almacenero, que puede parecer hoy un tanto pintoresca; era utilizada por los niños que, poniendo en el mostrador  una cantidad de dinero aproximada de lo que iba a compra, decía: “--Pepe, me ha dicho mi madre que dé un cuarto y ortavo de aceite y la vuerta.”. / En la imagen, papel encerado de 'La Giralda'.

MIXTURA DE OLORES.
Las cantidades de artículos tan dispares que existían en estos comercios, producían una  la mezcla del olores nada desagradable, que hoy han desaparecido: el olor del bacalao, sardinas arenques, legumbres, aceite, café, chacinas, especias, el olor de los garbanzos ‘remojaos’, galletas... En Navidades estos olores se acentuaban ostensiblemente con la matalahúva, ajonjolí, anís, miel que se vendía a granel, además de los dulces propios de esta fecha como polvorones, alfajores, turrones, y las botellas de anís Periquito tan solicitadas, de las Destilerías Morphy dirigida por los Benventuy. Habían tiendas que adornaban sus escaparates en Navidades, con luces de colores, virutas de papel celofán, cajas de bombones, tarros de frutas escarchada, fiambres envueltos en bonitos papeles de colores, cajas de mazapanes y cajas familiares de cinco kilos de polvorones y alfajores de Estepa, Medina y Antequera./En la imagen, papel encerado de 'La Diana'.

El almacenero Diego Utrera Sánchez y Ramón Matiola Gutiérrez, empleado del Banco Hispano Americano.

Recuerdo algunas  tiendas que en aquellas fechas navideñas hacían un  alarde de buen gusto e incitaban al cliente a comprar, arreglando sus escaparates: La Argentina, La Giralda, Las Campanillas y el almacén de Diego Utrera. En algunas tiendas se ponía una cartel “Hay pavo trufado”.

La Argentina, en la esquina de la calle Luna con Nevería, cuando era propiedad de López Terán.

AUTOEXPLOTACIÓN POR DECRETO.
Por reconocimiento hacía estos profesionales que se autoexplotaban, con jornadas de trabajo interminables, vendiendo artículos casi al coste por prescripción gubernativa, siempre con el ánimo de servir al cliente, quisiera recordar algunos establecimientos emblemáticos que de alguna forma marcaron una época y que fuero la antesala de lo que después fueron economatos, supermercados e hipermercados:

En la imagen, José Sánchez Berrocal, desaparecido hace pocos años, propietario de La Argentina.

En la plaza de la Herrería, Casa Serafín. En calle Misericordia; esquina con Luna Almacén de Suárez. En calle Larga; esquina con Chanca,  Miguel Caro Beato; esquina con Federico Rubio, José Gómez Recalde. En calle Nevería; esquina con Ganado, Almacén de José Montes Enriquez --hoy Droguería de Roque Morales Augusto--; esquina con Luna, La Argentina de José Sánchez Berrocal (Ver más en nótula núm. 008 en GdP); esquina con Santo Domingo, Almacén de Cañadilla. Dentro del Mercado de Abastos estaba el almacén de Manuel Carrasco de la Bandera.

José Joaquín Sánchez Sena, en 1969, en Ultramarinos 'La Diana' que continúa abierto en la confluencia de Palacios con San Bartolomé.

En calle de San Bartolomé; esquina con calle Palacios, ‘Ultramarinos La Diana’, hoy de José Joaquín Sánchez Sena, (antes de Isidro Gómez Recalde y antes de Antonio Camacho Caballero), comercio tradicional de El Puerto --así fue distinguido por el Ayuntamiento-- que tiene el coraje y mérito de continuar en la brecha (Ver más en nótula 090 en GdP); esquina con calle Luna, ‘La Giralda’ de la familia Ruiz, almacén de siempre en nuestra ciudad, continua su actividad que además de los productos tradicionales, ha incrementado su oferta a productos de macrobiótica  y delicatessens (Ver más en nótula núm. 043 en GdP). Esquina con Luna, almacén de los hermanos Genaro y José González Noval; esquina con calle Luna y la Placilla, Almacén de Leopoldo. El almacén de ‘Los Dos Pepes’, esquina con Ricardo Alcón el almacén de Nicanor Gómez Soto y terminamos esquina con Ganado el almacén de Antonio del Valle.

Concha y Angelita, en Ultramarinos 'La Giralda'.

En calle Cielo esquina con Espíritu Santo, almacén y bar de Manuel Gatica; en el número, 54 se encontraba el almacén de Luciano Vázquez y junto a éste haciendo esquina con calle Chanca estuvo el ‘Almacén de Coloniales’, suministrador de casi todas las tiendas de El Puerto de José Velarde Díaz-Munio; en la esquina con calle Santa Clara estuvo el almacén y estanco de la familia de Ricardo Velarde Sánchez de Cos y esquina con Ganado, estuvo el ‘Almacén de las Campanillas’ de Juan Custodio.

La imagen muestra la tienda de Ultramarinos de calle Cielos esquina con Espíritu Santo en 1989, poco antes de su cierre. A ella vino de chicuco Nicanor Gómez Soto y de la que se hizo cargo allá por 1920. Luego pasaría, en la década de los cuarenta del siglo pasado a manos de Manuel Gatica, quien la tuvo abierto con una tienda de bebidas separada por una mampara, tal y como que se puede apreciar en la foto, hasta finales de la década de los ochenta del siglo pasado. (Foto José Ignacio Delgado Poullet. Centro Municipal de Patrimonio Histórico).

El Almacén de Joselito Verde, en la confluencia de las calles Ganado y Cantarería.

En calle Ganado, frente a lo qué fue la antigua droguería de Roque, estuvo el Almacén de Diego Utrera; en la esquina con Cantarería (también se llamó la calle Pedro de Villa) estuvo el Almacén de José Verde, que más tarde fue regentado hasta hace poco tiempo por sus hijos Manuel y José, fallecido el primero y felizmente jubilado el segundo. En calle Vicario, esquina con Ganado estuvo ‘El Cañon’; esquina con Sierpes estuvo el almacén de Eloy Fernández Moro (ver nótula núm 087 en GdP), a su jubilación  lo regentaron sus hijos Manuel y Eloy; en la esquina con calle San Juan el almacén ‘La Puerta del Sol’ de Federico, después pasó a Isidro Gómez Recalde.

Eloy Fernández Moro y su hijo Eloy Fernández Lobo, en el almacén situado en la confluencia de las calles Vicario y Sierpes, frente al Mercado de Abastos. Eloy Fernánez Moro, había nacido en 1906 en el municipio onubense de Cumbres Mayores. Era marchante, viajante o representante de Ultramarinos y se acabó estableciendo en El Puerto con su padre y hermanos, abriendo un almacén de ultramarinos que, fíjense que curioso,  no era gestionado ni por gallegos ni por montañeses.

En la imagen de la izquierda, Manuel Leveque Delgado, que regentó un almacén de comestibles en la confluencia de las calles San Juan y Cruces, frente al desaparecido Almacén de Rafael y el Bar 'El Golpe'.

En calle Santa Lucía esquina con Federico Rubio el almacén-estanco-taberna de Martín Peris Felices y después su hijo Vicente Peris Tey (ver nótula núm. 714 en GdP).  En calle Cruces, esquina con calle Ganado estuvo el almacén taberna de Eloy Eizaguirre, después lo llevó su hija Julia, a continuación el hijo de ésta Eloy Bayard Eizaguirre y después fue adquirido por Roberto Carmé Ramírez; esquina con Arena, estuvo el almacén de Antonio Rodríguez; en la esquina con San Juan estuvo el almacén de Manuel Leveque Delgado (ver nótula núm 097 en GdP) y en la esquina con San Sebastián estuvo el almacén de González Heredero.

Ultramarinos 'El Carmen', almacén de Eloy Eizaguirre, luego gestionado por Eloy Bayard Eizaguirre y más tarde adquirido por Roberto Carmé Ramírez, en calle Ganado esquina con Cruces. En la imagen, el establecimiento a principios del año 1960.

El Almacén de Nicanor, en la calle Ricardo Alcón, esquina con Placilla. 1948.

En calle Federico Rubio, esquina con Micaela de Aramburu estuvo el almacén ‘Los Caballos’ propiedad de Nicanor Gómez Recalde (ver nótula núm. 080 en GdP), después hasta su cierre lo arrendó José Manuel García Gómez; esquina con calle Cañas, estuvo el almacén de Nicanor Gómez Recalde; en la esquina con plaza Juan de la Cosa, estuvo el Almacén de Julián, que después paso a manos de José Montes Enriquez;  en la esquina con calle Gatona estuvo el Almacén y Taberna de Panseco.

Solar del almacén y vivienda de Victoriano García Linares, derribado el pasado año, en la confluencia de las calles San Juan, 5  y Postigo.

En calle San Juan esquina con calle Postigo estuvo el Almacén de Victoriano García Linares, (en la imagen de la izquierda) natural de El Puerto, pero hijo de santanderino de La Montaña (Cabanzón) (Ver nótula núm. 848 en GdP). En la esquina con Santa Fe estuvo y sigue estando el Almacén de Manila, hoy regentado por Manuel Rodríguez Tey. En calle Postigo; en el número 24 estuvo el almacén de José Fernández Rodríguez, “Casa Joselito” (Ver nótula 122 en GdP). En calle Zarza  esquina con Arenas estuvo el almacén de Benito; frente al Colegio Hospitalito estuvo el Almacén de Fernando Güelfo; en la esquina de Santa Clara estuvo el almacén de Ramona y Máximo Fernández Lobo y en la acera opuesta haciendo esquina también con calle Santa Clara estuvo el Almacén de Noriega.

Casa Joselito, con José Fernández Sánchez en los comienzos en calle Postigo.

Probablemente puede que alguna tienda se me haya quedado involuntariamente olvidada, pero creo que el colectivo de ultramarinos o almacenes de alimentación está suficientemente representado en el casco antiguo. Sé que había otras tiendas que, además, vendían otros artículos que tenían más rotación que en el centro como, hortalizas, frutas, verduras, refrescos, pan, etc.; pero estas al igual que la mayoría de los almacenes  fueron absorbidas, por lo que son supermercados de barrios y  los  grandes espacios comerciales, donde se vende de casi todo y se compra cosas que no necesitamos. Puede ser que hayamos ganado con esto algunos ochavos con estos cambios; pero se ha perdido un colectivo importante de trabajadores autónomos y el contacto humano que existían entre  cliente y almacenero. (Texto: Francisco Bollullos Estepa. Fotos: Colección J.M.M.)

4

Palacio de Valdeavellano. Ribera del Río, 47.

Hoy hace 82 años que, en una especie de exilio urbano, alejado de las alcobas de su casona de la Ribera del Rio, 47 --el conocido como Palacio de Valdeavellano-- donde vivió más de tres cuartos de siglo, exhaló su último suspiro don Manuel Gª de Valdeavellano y Larraondo, el día en que se celebraba la festividad de la Virgen del Carmen del año 1929. Tenía 89 años y un merecido prestigio de hombre sensato y honesto, liberal, tan humano como religioso, especialmente popular por su asistencia a los entierros de personas de cualquier clase y condición a los que solía acompañar mientras tuvo fuerzas para ello hasta su última morada, caritativo hábito, respetuoso rito para con amigos y desconocidos, a los que consideraba su prójimo. Había sido el primer alcalde de El Puerto al proclamarse la I República.

Montenegro de Cameros, pequeño municipio de la provincia de Soria, de donde procedía y nació el padre de nuestro protagonista, Casimiro Gª de Valdeavellano y García Gastón.

Hijo de Casimiro Gª de Valdeavellano y García Gastón y de Dolores Larraondo, nació en 1840 en Cádiz, adonde llegó su padre procedente de la provincia de Soria (Montenegro de Cameros), por mediación de su hermano arcediano titular del cabildo eclesiástico de la catedral de Cádiz. Tuvo otro hermano menor, Francisco Javier. En 1842 la familia se trasladó a vivir a El Puerto, a la casa de su propiedad --dote de la familia materna-- en la Ribera del Río, 47. El cabeza de familia se dedicaba al comercio y a la elaboración y envejecimiento de vinos en las bodegas, también de la dote de su mujer, que tenían en Puerto Escondido con entrada por calle Mayorga, señalada con el nº 3 antiguo y 6 moderno que lindaban con otras bodegas propiedad de Angel Aramburu. /En la imagen, ilustración de Miguel Ángel Pantoja, que recrea la época a la que se refiere esta nótula.

VIDA PÚBLICA MUNICIPAL.
Apuntamos ahora la activa y dilatada participación en la vida pública de la ciudad del primogénito y protagonista de esta nótula, Manuel, a través de diversos cargos ejercidos en el consistorio municipal. Formó parte de numerosas comisiones, ocupándose de asuntos delicados que requerían de su talante conciliador, su experiencia y el infatigable espíritu de servicio que poseía y siempre mantuvo. Por ejemplo, en 1891, formó parte de la comisión municipal encargada de inventariar el hospital municipal y redactar un nuevo reglamento, mejorando sus instalaciones y servicios ó, encabezando una comisión de vecinos que se entrevistó con el gobernador de la provincia sobre el problema de la retirada de la guarnición militar del penal, en 1905, ó presidiendo la Junta Local de Enseñanza, el sorteo de mozos, etc… siendo uno de los pocos ediles que asistían a la mayoría de las sesiones municipales ya fuesen ordinarias, plenarias o extraordinarias. Las citas a su persona en la Revista Portuense era casi diaria.

Fábrica de Gas Lebón, a la altura de donde hoy se encuentran las viviendas que ocupan el que fuera el antiguo campo de fútbol del Racing Club Portuense, frente a la Comisaría de Policía.

«O PAGAN, O SE APAGA».
De la Revista Portuense, en su edición del 12-5-1905 extraemos una anécdota definitoria en cierto modo de su personalidad, ingenua e ingeniosa. Se había suscitado un problema con la compañía de Gas Lebón que era la que se ocupaba del alumbrado público. Existían varios retrasos en los pagos concertados, algunos de ellos con escasas posibilidades de cobrarlos, según entendía la empresa suministradora de energía, que tomó unilateralmente la decisión de no encender algunas  farolas del alumbrado público para compensar el débito. (Esta fórmula: “O pagan, o se apaga” puede que  la inventaran ellos pero el caso es que, actualmente, si no pagas el recibo te cortan el suministro, que es lo mismo, con la diferencia de que la energía lunar aún no se ha desarrollado lo suficiente como para sustituir a la eléctrica, de la que dependemos para todo). Don Manuel pidió la palabra en la reunión municipal donde se trataba este asunto y con la mayor seriedad propuso que, siendo razonable la medida adoptada por Gas Lebón, la anulación anunciada de las luces se produjese tan solo… ¡ en las noches de luna llena! para así minimizar el perjuicio a los ciudadanos.

De todos estos cargos desempeñados, el más importante y significativo fue el de alcalde, puesto que ocupó en 1873, elegido por sufragio en las elecciones convocadas por la I República.

ADVENIMIENTO DE LA I REPÚBLICA.
Cuando se recibe en El Puerto la noticia de la proclamación de la República el 11 de febrero, tras la renuncia del rey, D. Amadeo, se reúne en la mañana del día 12 la Corporación Municipal para tener conocimiento y constancia oficial de dicha proclamación. En consecuencia se redacta el siguiente texto: «Enterado el Ayuntamiento con la mayor satisfacción de este fausto acontecimiento que abre un porvenir de gloria y bienestar a nuestra querida Patria y que ardientemente deseaba el sentimiento público». Se acuerda publicarlo y enviarlo por telegrama al gobierno de la nación. Se trata pues, de una manifestación oficial de agrado y simpatía con el nuevo régimen político establecido por la Asamblea Nacional en Madrid. /Ilustración de la revistilla 'La Casa de las Dunas', en la que aparece Amadeo de Saboya, 'el rey efímero'.

LIMOSNAS PARA LAS CLASES POBRES.
Uno de los catorce miembros que componían en esa fecha la Corporación constituida en 1872, presidida por un militar retirado, el coronel D. Jose Maria Viaña, era Manuel Gª Valdeavellano y, conociéndolo, quizás fuese él también el que propusiera a sus compañeros el reparto de 2.000 limosnas en forma de bolsa de comida destinada a las clases pobres (media hogaza de pan, media libra de carne, una onza de tocino y un cuarto de garbanzos), con cargo al capítulo de imprevistos, formando parte de un pequeño programa elaborado sobre la marcha para celebrar el acontecimiento, tal fue el repique de campanas de  iglesias y conventos, la retirada del retrato de Don Amadeo de organismos y edificios públicos y la colaboración en el engalanamiento, exorno e iluminación de las casas de vecinos que quisieran adherirse o solidarizarse con la República, además de rotular efímeramente diversas calles con personajes republicanos, calles que volverían a su denominación tradicional poco tiempo después.  /En la imagen, escudo del Ayuntamiento en 1873.

ALCADE EN LA I REPÚBLICA.
En las elecciones municipales que se celebraron los días 5 y 6 de abril, al no participar los partidos monárquicos, que se abstuvieron, ganó con comodidad la candidatura democrática republicana, siendo votado don Manuel, considerado políticamente como liberal moderado para presidir el primer ayuntamiento republicano elegido por sufragio, elecciones cuestionadas por algunos historiadores  dada la escasa participación de votantes,  inferior al 30 por ciento. /En la ilustración de la izquierda, alegoría de la I República Española.

PRINCIPALES LOGROS.
Señalaremos algunas de las decisiones e iniciativas bajo su presidencia: el deslinde y amojonamiento de los términos vecinos de Jerez, Puerto Real, Rota y Sanlúcar; el comienzo de las obras de canalización del Guadalete y el proyecto para construir una dársena de carga y descarga. Preocupado tanto por la higiene y la salud pública como por la decencia y la buena educación mandó colocar diversos mingitorios públicos para varones en aquellos lugares donde era más ostensible –por el olor, mas que nada- tan extendida práctica.

EL ÓBITO, EN LA REVISTA PORTUENSE.
Su desaparición no pasó desapercibida, Reproducimos algunos párrafos de la semblanza publicada en la Revista Portuense del 17 de julio de 1929, dando cuenta de su fallecimiento. “El Puerto debe hoy estar de luto. Ayer tarde, confortado con los auxilios de la religión y tras una larga dolencia ha dejado de existir un amado convecino, el anciano señor don Manuel Garcia de Valdeavellano y Larraondo, persona dignísima que disfrutó de la estima y consideración de varias generaciones de portuenses…/… Persona en extremo piadosa, mientras pudo hacerlo, fue fiel cumplidor del precepto cristiano concebido en las Obras de Misericordia: dar sepultura a los muertos, acompañando el entierro de cuantos fallecían en la ciudad…/… No habrá hoy casa en la ciudad donde, al saberse la muerte de tan respetable y digno señor, no se muevan los labios en una oración por su alma, al par que sea comentado su fallecimiento con frases de condolencia. Descanse en la paz del Señor y sirvan estos renglones de lenitivo al justo dolor que embarga hoy a su distinguida familia.”  /En la imagen de la izquierda, vista del Palacio de Valdeavellano que da al Parque Ruiz-Calderón. Con los toldos, el actuar Bar Casa Paco 'Ceballos'.

Curioso anagrama en hierro con las iniciales del marido de Dolores Valdeavellano Tejera, JACM, es decir Juan Antonio Martínez Colom, que figura en uno de los balcones del edificio denominado Palacio de Valdeavellano.

En su testamento nombraba como única y universal heredera a su sobrina Encarnación Gª Valdeavellano Tejera, prohibiendo expresamente la intervención de la autoridad judicial y el cuestionamiento de su libre decisión por cualquier causa o motivo, la cual aceptaría el legado testamentario en 1930 y, formando parte del mismo, la parte segregada, deslindada y pactada del inmueble de Ribera 47, es decir el entresuelo y el piso bajo, excepto el bodegón denominado “carbonera” que transmitió a sus hijos. (Textos: Antonio Gutiérrez Ruiz. - A.C. Puertoguía).

2

Hoy martes a las 21:00 horas, en la sede social de la Academia de Bellas Artes ofrece una conferencia el Dr. en Historia Juan José Iglesias que versará sobre "El Puerto de Santa María en la época del Marqués de la Ensenada". Será presentado por el académico Javier Maldonado Rosso.

Zenón de Somodevilla y Bengoechea, I Marqués de la Ensenada nació en Hervías, (La Rioja), en 1702 y falleció en Medina del Campo, (Valladolid), el año de 1781. Procedente de una familia de hidalgos, fue incorporado al servicio de la Monarquía por Patiño, quien le reclutó como oficial del Ministerio de Marina durante la preparación de una expedición a Ceuta en 1720.

Ascendió progresivamente en la carrera burocrática hasta el puesto de comisario de Marina en El Ferrol (1730). Pero lo que le encumbró políticamente fue su eficaz labor como organizador de la escuadra española destinada a reconquistar Nápoles para el príncipe Carlos (el futuro Carlos III) durante la Guerra de Sucesión de Polonia (1733); sus servicios fueron premiados con el título de marqués de la Ensenada en 1736.

Desde entonces ocupó los más altos cargos de la Monarquía: secretario del Consejo del Almirantazgo (1737), intendente de Ejército y Marina de la expedición a Italia durante la Guerra de Sucesión de Austria (1741)… y, en 1743, secretario de Estado y del Despacho, ocupando simultáneamente tres de las cuatro carteras ministeriales existentes: la de Hacienda, la de Guerra y la de Marina e Indias. Su poder se completó con cargos como los de notario de los reinos de España, lugarteniente general del Almirantazgo, superintendente de las Rentas de Millones y de Tabacos, miembro del Consejo de Estado… La muerte de Felipe V en 1746 mejoró aún más su situación, pues el nuevo monarca, Fernando VI le confirmó en todos sus cargos y le nombró además secretario de la reina (1747).

MINISTRO UNIVERSAL.
Convertido prácticamente en ministro universal, Ensenada encaminó su política hacia el fortalecimiento del Ejército y la Marina en previsión del inevitable conflicto que, a la larga, tendría que sostener España con Inglaterra por sus intereses coloniales enfrentados, conflicto en el que desconfiaba de poder contar con la ayuda de Francia. Para ello se esforzó por impulsar la economía productiva de la Península y el comercio con América, mejorar el rendimiento del sistema fiscal, fortalecer el control de la metrópoli sobre las Indias y reconstruir la flota.

DESPOTISMO ILUSTRADO.
En ese ambicioso programa destacan medidas como las nuevas ordenanzas militares, el envío de «espías industriales» a Europa para modernizar la construcción naval española, la creación del Real Giro, el levantamiento de un catastro general de la riqueza de las 22 provincias castellanas --el famoso «Catastro de Ensenada»--, el proyecto de simplificar la Hacienda y hacer contribuir a los estamentos privilegiados a través de la Única Contribución, la construcción de canales y carreteras… en definitiva, una acción de fortalecimiento del poder real y de fomento de la riqueza del país, que le sitúan en el ámbito del ‘Despotismo Ilustrado’ propio de su época.

CAÍDA EN DESGRACIA.
Su posición en la corte fue socavada desde 1746 por el secretario de Estado Carvajal, representante de los intereses ingleses; tras la muerte de aquél en 1754, Ensenada cayó del gobierno por la acción combinada de las protestas inglesas y del malestar que sus iniciativas fiscales habían causado entre los estamentos privilegiados. Fue desterrado en Granada y, posteriormente a El Puerto de Santa María.

“Vista del Puerto de Santa María”, óleo sobre lienzo, 70 x 95 cm, 1781-1785 (propiedad del Museo del Prado, en depósito en el Museo Naval de Madrid)

ENSENADA, EN EL PUERTO.
Zenón de Somadevilla viviría la segunda parte de su destierro por dos años y medio en El Puerto de Santa María. El jueves 15 de diciembre de 1757 llegó a dicha Ciudad el marqués de la Ensenada, procedente de su destierro de Granada. Una enfermedad aconsejó en 27 de septiembre anterior, por medio del médico José de Nájera, «para curar el accidente de pecho que padecía» que se trasladara a una ciudad con aires más húmedos y menos fríos que los de Granada. El rey Fernando VI había resuelto el 26 de octubre que residiera en El Puerto «por la benignidad del clima». Así el 19 de noviembre salía de Granada, tardando casi tres semanas en llegar a nuestra Ciudad, el 15 de diciembre de 1757, acompañado de un religioso y un oficial. /En la imagen portada de
‘Don Cenon de Somodevilla, marqués de la Ensenada; ensayo biográfico formado con documentos en su mayor parte originales, inéditos y desconocidos (1878)’,  de Antonio Rodríguez Villa. Madrid.

En El Puerto el Comandante Juan de Villalba le puso en su casa, para su resguardo y el de sus bienes cuatro hombres con un cabo de escuadra «por hallarse situada su habitación en un extremo del pueblo y los muchos robos que allí se acometen». El Ministro de Estado Ricardo Wall le indica, días después que  «por no aprobarlo S.M. el Rey retire a su cuartel los cuatro hombres y el cabo que en casa de Ensenada había puesto de guardia, porque ni corresponde al estado actual del señor Marqués, ni se halla preso» y que deberá considerarse confinado en el recinto de la Ciudad, como lo estuvo en Granada, y que «no deberá en modo alguno pasar a Cádiz». /En la imagen, edición actual del volúmen de Antonio Rodríguez Villa sobre el Marqués de la Ensenada.

La envidia y encono de sus émulos llegó hasta el punto que se falseó su vida tranquila trocándola  como si fuera licenciosa. Tuvo que intervenir el Arzobispo de Granada para desmontar la infamia. A Ensenada le hubiera gustado haber continuado su destierro «donde vivir con más quietud y menos bulla», y es que le repugnaba ir a puertos de mar, por razones que no explicaba.

LIBERACIÓN.
El 13 de mayo de 1760, en la Gaceta de Madrid, se publicaba el decreto mediante el cual el nuevo rey, Carlos III, (a la izquierda de la imagen) levantaba el destierro que el de la Ensenada mantenía en El Puerto, si bien recibiría el traslado del mismo con anterioridad a la fecha de la publicación, pues el 6 de mayo ya estaba en Madrid.

Tras la liberación recibió los cargos de consejero de Estado y Hacienda y miembro de la Junta del Catastro. Seis años más tarde, en 1766, fue acusado de haber participado en el motín de Esquilache y nuevamente confinado, esta vez en Medina del Campo, donde murió en 1781.

CATASTRO
Desde 1749 se realizó, en los 15.000 lugares con que contaba la Corona de Casrtilla (entre los que no se cuentan los de las provincias vascas, por estar exentas de impuestos), una minuciosa averiguación a gran escala de sus habitantes, propiedades territoriales, edificios, ganados, oficios, rentas, incluyendo los censos; incluso de las características geográficas de cada población. Fue ordenada por el rey Fernando VI a propuesta de su ministro el Marqués de la Ensenada y recibe hoy el nombre de Catastro de Ensenada.

En la imagen de la izquierda portada del ejemplar de Juan José Iglesias Rodríguez, "PUERTO DE SANTA MARIA EN 1752, según las Respuestas Generales al Catastro del Marques de la Ensenada". (Madrid,1991). Ed. Tabapress/ Ayuntamiento. de El Puerto de Santa Maria. 157 págs. 15 x 23 cm. Indice: Puerto de Sta. Maria en el siglo XVIII. Respuestas Generales.

Mapa General de España y Portugal con la división provincial del momento (1782) por D. Tomás López. Biblioteca Nacional.

RESPUESTAS GENERALES.
El resultado a este Interrogatorio de 40 preguntas, al que respondieron las 22 provincias que a mediados del siglo XVIII conformaban la corona de Castilla, es lo que conocemos como “Respuestas Generales” realizadas entre 1750 y 1756, al tener que repetirse todas las relativas a Murcia, -excepto Caudete-. Se pretendía obtener información precisa sobre diversos aspectos de cada población: su extensión y límites, tipos y calidades de las tierras, clases de árboles y frutos, número de vecinos y sus bienes, riqueza, impuestos, rentas y un largo etcétera, que proporcionaría a la administración un profundo conocimiento del territorio, del que en esos momentos carecía.

En 1869 sus restos mortales fueron trasladados al Panteón de Marinos Ilustres de San Fernando, y empezaron a editarse obras retrospectivas sobre su labor al frente de la política española. (Basado en textos de Antonio Rodríguez Villa).

En su honor se construyó el Petrolero de Flota "Marqués de la Ensenada" partió el pasado 20 enero de la Base Naval de Rota, para integrarse en la agrupación de la OTAN, SNMG-1, ante una de sus últimas navegaciones antes de pasar durante el segundo semestre del presente año a situación Delta y posterior baja de la Lista Oficial de Buques de la Armada.

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El minúsculo enclave monegasco, uno de los países más antiguos de Europa, tan rico en ingresos como en historias extravagantes que lo rodean, tiene un vínculo concreto con El Puerto a través de un antepasado de los actuales miembros de la Casa Soberana. Isidoro de la Torre y Mier, descendiente de palestinos y nacido en El Puerto de Santa María a principios del siglo XIX, hizo fortuna en Méjico y su hija Susana de la Torre se desposó con un noble francés y que emparentarían con Luis II de Mónaco al casarse uno de sus hijos con la descendiente, ilegítima en principio, del príncipe. La conexión monegasca con El Puerto es una buena excusa para profundizar en las peculiaridades de Mónaco, la inminente boda mañana sábado entre el príncipe Alberto II (su nombre completo es Alberto Alejandro Luis Pedro Grimaldi Kelly, en posesión de los títulos de Príncipe de Mónaco, Marqués de Baux, Duque de Velentinois, Donde de Carladés y Baron de Saint-Ló) y su novia, la ex nadadora sudafricana Charlene Wittstock, con tres días de festejos, conciertos, bailes palaciegos y fiestas en las plazas y calles. Todo ello  a través de la narración de Francisco Andrés Gallardo, Jefe de Sociedad y Televisión del Grupo Joly.

GRACE KELLY.
Cuando Grace Kelly aparece en 1956 es una maniobra más calculada que el cuento de hadas que aparentaba en esencia aquel acontecimiento. El matrimonio de la angelical actriz, hija de un millonario irlandés, además de ser un perfecto escaparate, un icono de la mejor campaña de imagen que puede soñar un país, la aparición de Grace trajo rostros de Hollywood, pero en especial capital norteamericano al servicio y para el beneficio de Rainiero  Opereta. Matrimonio de conveniencia, muy rentable, aunque nadie está en su derecho de reprocharles que no hubiera amor, o fascinación entre  los dos. Se supone que fue un periodista de Paris-Match el que tuvo la ocurrencia de llevar a Grace a hacerse unas fotos a Mónaco, donde conoció a Rainiero. Ahí surgió la chispa de la idea de buscar un rumbo al país.

ONASSIS.
El problema del príncipe era la presencia de Aristóteles Onassis  que además de ser un poder paralelo en el rico enclave mediterráneo estaba protegido por la hermana de Rainiero, Antoniette. Rainiero mantuvo un constante enfrentamiento con su hermana. Ambos no se hablaban con sus padres y al final, como más o menos intuyen, el control de Mónaco quedó en manos del príncipe, tras quitar cualquier opción de derechos de sucesión a su hermana, y llevando al principado a uno de los grandes lugares del pelotazo urbanístico y bursátil del mundo.

MONACO NO ES CASA REAL SINO SOBERANA.
Mónaco, no casa real, sino Soberana. Desde hace seis años es príncipe Alberto II.  Por las venas  del príncipe corre lejana sangre portuense. Rastrear un poco la historia y a través de una anécdota, desde una investigación de pasatiempo, conocer algo más de Mónaco de lo que aparece en las revistas.

Partida de nacimiento de Isidoro de la Torre, ancestro de Alberto II de Mónaco, que se custodia en la Iglesia Mayor Prioral.

ANTECEDENTES PORTUENSES.
Por lo pronto les avanzo que el antepasado portuense de la familia soberana monegasca es Isidoro Fernando José Máximo de la Torre era hijo de Isidoro Francisco de la Torre y Teresa  Gil, casados en El Puerto en 1808, en plena guerra de la independencia y este antepasado nació el 1 de julio de 1814. Y aquí tenemos su partida de bautismo, que puede consultarse en el archivo de la Iglesia Mayor, donde fue bautizado por el entonces párroco Rafael Delgado. Ahora desvelaremos cómo un portuense acaba por vericuetos de la vida a emparentar con los Grimaldi.

Mónaco en 1890.

EL PEÑÓN DE MÓNACO.
Mónaco, procede del topónimo, monacal, monasterio. Peñón inaccesible, como el griego Monte Atos, ocupado por monjes. Gibraltar, el peñón de Mónaco.
En monegasco, el nombre de Mónaco es Monegu, de ahí el gentilicio monegasco.
Desde la invasión musulmana, reducto de piratas bereberes. A finales del siglo XII, por concesión del emperador Federico Barbarroja, los genoveses toman el promontorio como puerto clave en la costa provenzal y, por ejemplo, punto estratégico para las rutas a Tierra Santa. Pocos decenios después es cuando entra en acción el primer Grimaldi: Francisco o Fulco del Castello, que no es Grimaldi de apellido.  Los Grimaldi, también de Génova, es un estirpe de marinos y comerciantes que durante varios siglos fueron de los más influyentes en este ámbito

Francisco, el fundador del actual principado era un noble genovés güelfo, defensor del Papa, y cuando Génova se decanta por la opción gibelina, debe exiliarse. Elige un lugar de futuro, Mónaco. Aprovecha el control de la armada de Aragón en la costa Provenzal, ante el vacío de control de Génova y Francia, aprovecha para crear su país. El 8 de enero de 1297, 16 años después de la fundación de El Puerto, entra en la sacra fortaleza vestido de monje y derrota a los genoveses. Francisco, concede tierras, exención de impuestos, y crea un reducto pequeño pero cosmopolita y fuerte, pero la aventura le dura poco, hasta 1301, en que llegan de nuevo los genoveses. /En el escudo de Mónaco figuran dos monjes, en recuerdo de estos orígenes.

LOS GRIMALDI. CARLOS I DE ESPAÑA.
En 1525 deja de ser un lugar de influencia de la Corona de Francia y Agustín I se pliega a Carlos I de España y V de Alemania pasa a ser de control español. Guarniciones españoles estuvieron durante casi siglo y medio. Con el declive de España, Mónaco fiel al estilo de vista comercial, pasa de nuevo a Francia, además con malas artes.

Cardenal Richelieu,  al servicio de Luis XIII quien firmó el acuerdo de 1641.

EL PEOR MOMENTO, CON LA REVOLUCIÓN FRANCESA.
Durante la Revolución Francesa se expolian las casas de los nobles y Mónaco pasa a llamarse Fuerte Hércules, perdiendo el hombre de origen religioso.Mónaco desaparece como principado en la historia y durante más de un siglo no será país independiente. En una primera decisión del Tratado de París en 1814, se acepta. Pero en una revisión pasa al reino de Cerdeña.  Mónaco pierde su oportunidad de ser país el año en que nace el portuense Isidoro de la Torre.

El monarca español Carlos III.

CARLOS III  DA NOMBRE AL PEÑÓN.
Carlos III de España, CARLOS III el que da nombre a Montecarlo, es el que se mueve para lograr la independencia. Precio muy caro, prácticamente se deshace de casi todo su territorio, que lo entregan a Francia. Se quedan con una quinta parte,  1,5 kilómetros.

En 1861 se materializa la unión aduanera con Francia y se logra la  independencia. Todavía el turismo será algo muy remoto. Mónaco aspira a ser la atracción de la Riviera, de la Costa Azul, 1863 Se funda la Sociedad de Baños de Mar y se le concede a Francois Blanc, el casino

Imágenes antiguas de Montecarlo, con el Casino y el Museo Oceanográfico.

En 1881 creación de la bandera,  y además va creándose un país de hadas. En 1881 muere el portuense Isidoro de la Torre. Vamos a conocer que fue de este vecino de El Puerto y cómo se vinculó a la familia de ese país.

EL ANCESTRO PORTUENSE.
Isidoro de la Torre Gil, nacido el 1 de julio  de 1814. Años antes había nacido otro pariente gaditano de los Grimaldi, por la rama de Polignac. José Francisco Lenormand de Morand, en 1769. Isidoro Fernando José Máximo de la Torre era hijo de Isidoro Francisco de la Torre y Josefa Gil, casados en El Puerto en 1808.

El Puerto, en el siglo XIX, en esta litografía desde La Otra Banda.

El antepasado de Rainiero nació poco después de la guerra de la Independencia, un mal momento para El Puerto.  Se pierde la oportunidad del puerto franco, no hay apenas riqueza y esta ciudad vive una situación agónica. La familia de la Torre emigra a México, con la ebullición de las independencia de Nueva España, y dejan poco rastro en El Puerto. Hicieron las maletas y en México a Isidoros padre e hijo les va bien en los negocios mercantiles, de comercios en los puertos mejicanos. Isidoro de la Torre se desposó en México, cuando ya era un rico comerciante y tenía casi 40 años, con una joven, Luisa de Mier.

LUISA DE MIER.
Esta mujer nacida hacia 1830 e hija de un matrimonio procedente de la localidad palentina de Santa María de Redondo. Isidoro y Luisa tuvieron varios hijos. A Ignacio lo casaron con Amanda Díaz, hija del presidente Porfirio Díaz, y a Susana, en 1867, con el conde francés Majencio  de Polignac. que había acudido a hacer negocios a México aprovechando sus influencias en el gobierno del emperador Maximiliano de Austria.

Poco después se trasladaron a Francia  y Susana se llevó a sus padres poco después. El portuense Isidoro de la Torre falleció en Cherburgo en agosto de 1881 y en el cementerio de esta ciudad reposan sus restos. Isidoro no vería cómo se emparentaba con Mónaco. /En la imagen de la izquierda, antigua litografía de Cherburgo.

LA HIJA DE LA LAVANDERA.
El hijo de Susana de la Torre, Pierre, es el que enlaza con los monagescos, con la que ha pasado a la historia con el sobrenombre de la Hija de la Lavandera, ese era el sobrenombre de la madre de Rainiero.

El conde Pierre Polignac De la Torre se casó en 1920 con Charlotte de Valentinois, primogénita, y en principio hija ilegítima, del príncipe Luis II. El entonces heredero, que da nombre al estadio del principado, servía en Argelia  al ejército francés como teniente del Tercer Regimiento de Cazadores de África.  En Constantina se enamoró de la mujer que se encargaba de cuidar de los uniformes de los oficiales (de lavar los calzoncillos de los capitanes). María Julieta Louvet. De este amor detergente nació Charlotte en 1898. /En la imagen de la izquierda, el conde Pierre María de Polignac de la Torre

La niña, Carlota, Charlote, fue reconocida por Luis II en 1905, convirtiéndose en heredera del trono, pero abdicó en su hijo Rainiero en 1944,  quien sucedió al abuelo en su muerte en 1949. Luis II había llegado al trono en 1922 y en 1923 nació Rainiero. De las mayores sombras del periodo de Luis II se encuentra la ocupación nazi. Una actitud complaciente, de pura supervivencia, pero Mónaco además fue refugio de la evasión de capitales. /En la imagen de familia, Rainiero de Mónaco, el pequeño de la izquierda junto a su hermana Antonieta.

Pierre de Polignac, el descendiente de Isidoro, tenía pinta de ser un impresentable y tuvo un corto y tumultuoso matrimonio con la heredera monegasca, de la que se divorció en 1933. Fue denunciado por la hermana de Rainero, por Antoniette, Antonieta, por abusos sexuales. Pierre, el nieto de Isidoro, falleció en el más absoluto de los olvidos en 1964.

Es un cruce de vivencias de culebrón folletinesco, que marcó la infancia y juventud de Rainiero. Su madre, lo abandonó, Charlotte, Carlota, se enamoró de un individuo traficante de joyas, René Gigier.  Falleció en 1977 con apenas vínculos con el hijo, como ocurrió con la hija, con Antoniette, que además de denunciar a su padre por abusos, le hizo la vida imposible al hermano.  /En la imagen de la izquierda, un joven Rainiero de Mónaco.

DISPUTA POR MÓNACO.
Volvemos al principio,  los bisnietos del portuense Isidoro de la Torre se disputaban Mónaco. El príncipe buscaba refugio en los norteamericanos, mientras que la hermana era la protegida y la protectora de Onassis, el gran rival de Rainiero.

Pese a que Mónaco se regía por una monarquía constitucional en 1911, Rainiero se vio obligado a imponer casi un golpe de estado, para quitarse de en medio a la hermana y a Aristóteles Onassis. En 1965 Suprimió el Consejo Nacional (el parlamento del Principado donde había mayoría de partidarios de la hermana para atajar las influencias de su hermana) de esa forma neutralizó, con el apoyo del capital americano, el control inmobiliario de Onassis, que salió despedido.

Montegrimaldi.

NACIMIENTO DE ALBERTO.
Importante fue, con el nacimiento de Alberto, aquel 14 de marzo de 1958, que se aseguraba la sucesión. Sin heredero masculino, Mónaco podía volver a Francia. Cosa que ya no ocurrirá, pero en aquellos años 60 era importante.

Panorámica actual de Móncao y el puerto deportivo.

Otra panorámica con el Gran Premio de Automovilismo.

Grace Kelly  era la imagen amable de esa operación, de la cual más bien conocemos las portadas del Hola más que de sus auténticos escondrijos de inversiones, blanqueos y operaciones bursátiles de un país que hace poco más de 40 años sólo tenía 159 calles.   Ahora sólo tiene algunas más. Con la defenestración de los partidarios de su hermana, el bisnieto del portuense Isidoro fortaleció su posición, fue ganando hectáreas del minúsculo país añadiendo diques a la costa en el lugar donde el metro cuadrado.

Sepelio de Grace Kelly

Cuando en un estúpido accidente fallece Gracia de Mónaco en 1982, pasa a la historia. La historia rosa ya ustedes la conocen mejor, los tres hijos le dieron tormento a su padre, entre divorcios o todo lo contrario, una persistente soltería en el caso de Alberto hasta mañana sábado, la muerte de Stefano Casighari, que le había dado la estabilidad a Carolina o el continuo pendoneo de Estefanía. Detrás de las anécdotas hay mucha más historia de lo que parece.

El origen portuense de la actual familia soberana nos ha permitido conocer un poco más de esta curiosidad de la historia y geográfica que es Mónaco. /En la imagen Alberto II y su novia, la ex nadadora sudafricana Charlene Wittstock, con quien si, como está previsto, contraerá matrimonio mañana sábado. (Texto: Francisco Andrés Gallardo).

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Texto: José María Morillo

Francisco Rodríguez Lores nació el 13 de agosto de 1941, en plena posguerra civil, tercer hijo de los cinco que tuvo el matrimonio formado por Manuel Rodríguez Ceballos y Milagros Lores Pérez.

En 1941 fueron alcaldes de El Puerto un militar que ocupaba el despacho del palacio Municipal desde diciembre de 1939: Manuel Barba Ordóñez. Le relevó en septiembre de 1941 José María Pastor Moreno, por poco tiempo ya que al mes siguiente, en octubre tomará posesión de la alcaldía Fernando C. de Terry y del Cuvillo. El arqueólogo alemán Adolf Schulten visitó el Yacimiento de Doña Blanca, y pensó que podría tratarse del ‘Puerto de Menesteo’; no será hasta 38 años después, 1979, que empezarán las excavaciones sistemáticas dirigidas por el Catedrático Diego Ruiz Mata.

En 1941, también, su padre inauguraba el ‘Bar Paquito’ en la Plaza de Isaac Peral que, mas tarde y comprado por el Ayuntamiento, sería recordado como el Palomar, lugar de instalación de Belenes en dicha Plaza, y por último, antes de su demolición, como almacén improvisado de aperos de Vías y Obras, Parques y Jardines

El 'Bar Paquito' en la Plaza de Isaac Peral.

Hipólito Sancho de Sopranis publicaba su libro «Historia del Puerto de Santa María desde su incorporación a los dominios cristianos en 1257 hasta 1800». Rafael Alberti publicaba «Entre el clavel y la espada», naciendo su hija Aitana en Puerto de Santa María de los Buenos Aires (Argentina). Los jesuitas padres Guerrero  y Jorge Loring  ingresaban en el noviciado de la Compañía de Jesús de El Puerto.

La familia de Paco: sus padres, tías y primos, entre los que podemos ver detrás, en el centro a Baldomero Rodríguez, copropietario del Bar Casa-Paco, famoso por las pavías rebozadas.

Paco vivió de pequeño en la calle Larga y en la Bajamar y estudió en los Jesuitas. Al casarse  en 1967 viviría con  Ana Vega Repiso, natural de Marchena (Sevilla), se fueron a vivir a la calle Nevería. Allí nacerían dos de sus cuatro hijos, Mily y Ana María, José nacería en Cádiz y Eva María en Mallorca, a donde se trasladó la familia por razones de trabajo. Después de vivir un tiempo en Palma de Mallorca, se mudaron a Manacor viviendo, actualmente en Porto Cristo, un pueblo de pescadores de la parte este de Mallorca y, aunque allí pasa la mitad del año, la otra mitad la pasa en su casa de El Puerto. Es un portuense de ida y vuelta.

Los hijos de Paco y Ana.

INICIOS EN LA HOSTELERÍA.
Estamos en 1952 y desde muy joven, con apenas 11 años,  empezaría con su padre en el mundo de la hostelería, trabajando con su padre en la Taberna ‘La Gaviota’. Después vendrían Ultramarinos ‘Los Caballos’ en la calle Federico Rubio; seguidamente en el Bar ‘Los Tres Reyes’ en la calle Nevería --ojo, no confundir con ‘Los Dos Reyes’ en el Parque Calderón; de ahí pasaría a los servicios de hostelería del Club Náutico, regentado entonces por su padre.

Propaganda de 'La Placilla'.

RESTAURANTE ECONÓMICO ‘LA PLACILLA’.
Luego, su progenitor alquila un Freidor de Pescado en el que instala el restaurante económico ‘La Placilla’ situado en dicho emplazamiento; era económico porque el menú constaba de dos platos a elegir entre 8 primeros y 8 segundos, pan y postre, costando el cubierto 10 pesetas de la época. La clientela eran, sobre todo, trabajadores de todos los gremios: viajantes, profesores, estudiantes, ... Y, recuerda Paco “había que trabajar mucho parra subsistir con estos precios, teniendo en cuenta que muchos clientes vivían al día y pagaban a final de mes cuando cobraban sus salarios”. Todavía se recuerda aquella cafetera de agua caliente… y los primos de su padre que regentaban el restaurante del Hostal Loreto. Hoy se encuentra otro establecimiento con el nombre de ‘La Placilla’ que es una tienda de electrodomésticos.

En 1961 fue llamado a filas, haciendo el servicio militar en la Armada, estado destinado en El Ferrol en el ‘Minador Vulcano’, regresando a ‘La Placilla’, al finalizar el periodo militar.

Paco Rodríguez, al poco de llegar a Mallorca, en el Real Automóvil Club.

MALLORCA.
En 1971 su primo, Antonio Lores, le explica que en Mallorca existen buenas posibilidades para trabajar en la hostelería, poniéndolo en contacto con profesionales y empresarios del gremio, “algo por lo que le estaré siempre muy agradecido”, señala, y se marcha a trabajar a Mallorca.

A su llegada a las Islas Baleares entra a trabajar en el Real Automóvil Club, aunque aquello no le fue muy rentable por lo que entrará a trabajar en el servicio de bar del Aeropuerto Internacional de Son Sant Joan, a 8 kilómetros del centro de la capital de la isla. Será a partir de ese momento cuando su familia marchará a vivir con nuestro protagonista e iniciar una nueva vida.

De maitre, en la cafetería Chicago, en Manacor.

MANACOR.
Como gusta su forma de funcionar atendiendo en el aeropuerto, Paco recibe una visita de los propietarios de una cafetería de Manacor, de nombre ‘Chicago’ ofreciéndole la dirección de la misma; dado que las condiciones eran favorables, acepta y, por espacio de tres años permanecerá en la misma hasta su venta;

De maitre, en el Club Náutico de Porto Cristo.

PORTO CRISTO Y CALA BONA.
Dado que las nuevas condiciones que rigieron a partir de entonces en ‘Chicago’ no le interesaron, regresa de nuevo a Mallorca, a Porto Cristo,, donde le ofrecieron el puesto de Mâitre dirigiendo la hostelería en el Club Náutico de dicha población. Una vez allí, un amigo de Paco --y hay que reconocer que Paco goza de numerosas y buenas amistades-- le ofreció regentar por su cuenta una cafetería en una importante zona turística, Cala Bona, firmando un contrato por dos años que no renueva, dado que, durante la temporada baja apenas había trabajo y, dado que vivían en Manacor (a 16 kilómetros), era algo complicado para seguir la evolución de sus hijos en edad escolar. Como se puede comprobar, la profesión del hostelero es una profesión de mucho movimiento. Y aquí viene la anécdota: “Cuando le puse el nombre de ‘Cafetería Lores’, no me lo aceptaban en la Delegación Provincial de Turismo porque decían que ¡¡un español no podía poner un letrero en inglés!!”

Paco Rodríguez al principio del Bar San José

BAR SAN JOSÉ. ‘EL POBRE PACO’.
De nuevo en Porto Cristo, consigue el traspaso del Bar San José, que había pasado por varias manos y que no terminaba de arrancar. El matrimonio, Paco y Ana, una gran cocinera y sus hijos que también ayudaron lo suyo durante las vacaciones de verano y era cuando había mas trabajo, se especializaron en la dieta mediterránea y el ‘Pescaíto Frito’, el tapeo y comida para extranjeros (hamburguesas, perritos, etc... que era lo que estaba de moda). Paco recuerda que “un día hice pescado en sobreúsa para comer la familia, y unos holandeses lo probaron y les gustó y, como siempre, estábamos haciendo cosas nuevas, aquello gustó y tuvo éxito y lo servíamos en la misma sartén en la que lo hacíamos”.

Familia de holandeses, probando de la sartén el pescdo en sobreúsa.

Con el tiempo, empezaron a abrir más bares alrededor, en primera línea de playa y el Bar San José estaba en segunda línea, lo que hizo que se estimulara su oferta y creatividad, especializándose en productos que nadie tenía: gambas al ajillo San José, pulpitos picantes, pavías de merluza rebozada del Tío Paco, ... Explica el porqué del sobrenombre: “Resulta que cuando empezaron a abrir bares nuevos y nosotros teníamos gente los vecinos decían ‘Ay el pobre Paco’ se le va a venir el negocio abajo, demasiada competencia. Entonces puse un letrero luminoso que decía:’ Bar San José. EL POBRE PACO”.

Paco con unos clientes en el Bar San José de Porto Cristo. Observamos a la derecha un cartel de Feria de Juan Lara y arriba en las estanterías, botellas de Fino Quinta de Osborne.

PIZZERÍA Y MANTENIMIENTO.
En 1997 Paco, con 60 años,  sufre una angina de pecho lo que no le deja lugar a ninguna duda y tras 30 años en el Bar San José’, traspasa el establecimiento hostelero. Habían sido muchos años de vida laboral y llegaba la hora de cuidarse y, dado que aún faltaban cinco años para la jubilación entró en un hotel a trabajar de ‘pizzero’ durante dos años.

Y de ahí a llevar el mantenimiento de otro durante los tres años que restaban para la jubilosa jubilación cuando cumplió los sesenta y cinco.

Paco recuerda que en tantos años de profesión, “han sido tantas las personas que he conocido que, desde hace seis años que no tenemos el bar y aún siguen recibiendo postales y fotos. Tengo un álbum de fotos de muchísimos clientes y de vez en cuando me gusta mirarlo y recordar”.

EL PUERTO EN EL RECUERDO.
Desde Baleares recuerda El Puerto con mucho cariño, pero “siendo franco de franqueza, lo veo sucio, dejado, con lo bonito que es mi Puerto. Cuando voy, siempre digo igual: vamos para atrás, porque... no se este año, pero amigos que han estado me dicen: ‘Paco, que buena gente, pero el pueblo sucio con lo bonito que es. Supongo que esto es culpa del Ayuntamiento, y estoy seguro que la gente de mi edad se acuerda como yo, de Luis Caballero cuando era alcalde". /En la imagen, lista de tapas, muchas de El Puerto, con el escudo sobre impreso del Racing Club Portuense.

Comedor Sol y Vida, en la calle de las Cruces.

"Cuando estoy en El Puerto colaboro como voluntario en el comedor de Sol y Vida, donde también están, entre otros, mis amigos Faustino y Hortensia”.


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En la imagen aparecen dos diteros, uno de ellos se llamaba Antonio García Abadía, por la calle de la Arena o Arenas, hoy Arzobispo Vizarrón, en honor del hijo de El Puerto que fue virrey de Méjico. 17 de mayo de 1957. /Foto: Col. Vicente González Lechuga.

«En casa, pues, vivíamos con lo justo. Si mi madre juntaba algún ahorrillo, un tipo sonriente aparecía con un paquete bajo el brazo. Una vez, por Navidad, era una caja surtida de mantecados. Otra, una plancha eléctrica. Por fin, otro día, se encendió el primer transistor a pilas y el hogar se fue llenando algo, aunque sólo fuera de voces fantasmas. Le llamábamos “el ditero” y era habitual en las tardes de radionovela, merienda de cuenco de pan con aceite y chocolate rancio, que apareciera a cobrar una pequeña parte de lo que se le debía», con una libreta de tapas duras, en la que se llevaban las cuentas de cada vecino, cogido con unas palomillas. «Los pagos se eternizaban y, cada poco tiempo, me hacían sumarlos para saber si quedaba mucho. Cuando se liquidaba una cuenta, ya se podía pensar en abrir otra. Nunca noté que perdiera la sonrisa ante la imposibilidad de un pago y no creo que se cobrara intereses, pero para todos era que tenía dinero». (Texto: Mateo Bellido Rojas).

Ditero: Persona que cobra la dita (|| pago a plazos). Dita: Deuda. Pago a plazos, en pequeñas cantidades, fijadas por el comerciante o por el cliente. Etimológicamente la palabra ‘dita’ procede del italiano antiguo: ‘ditta’ ‘detta’, que significa: cosas dichas, debidas.

En la actualidad, los modernos diteros son Bancos y Cajas de Ahorros entidades que, mediante tarjetas de crédito, --al 15 o 18 por ciento de interés-- posibilitan la adquisición de bienes y servicios.

En la iamgen de la izquierda, documento en el que los Diteros iban apuntando lo que le pagaban. Esta hoja, hecha por encargo en una imprenta.


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Rosa María Mayo Garrido nació en El Puerto el 6 de noviembre de 1956 y falleció el 24 de septiembre de 2003, a punto de cumplir 47 años. Era la segunda de los ocho hijos del matrimonio formado por Manuel Mayo y María Garrido Marván, quien junto a Marí Luz, Manolo, Milagros, Juan Domingo –Kiko-, Arturo, Amparo y Fito, estos dos mellizos, emigraron a Lyon (Francia) cuando Rosa contaba apenas seis años.

1956.
En 1956 era Alcalde de la Ciudad Luis Caballero Noguera. Precisamente la Bodega Luis Caballero rifaba entre los consumidores, clientes y camareros de toda España 102 vespas, en el ‘II Gran Sorteo del Coñac Decano’ celebrado ante Notario en Madrid, en marzo de 1956.

Se inauguraba el Restaurante Venta Millán. Se creaba el Poblado de Doña Blanca, con cuyos terrenos se compensa a los agricultores propietarios de los terrenos donde se construye la Base Naval de Rota, con el proyecto denominado ‘Plan de Transformación de las Marismas del Guadalete’, que comprendía 5.500 hectáreas, disgregadas en la actualidad entre  el Polígono de Las Salinas de El Puerto, el Poblado de Doña Blanca y el futuro Polígono Industrial Las Aletas (Puerto Real). A la vez, empieza a funcionar el aeropuerto de la base naval hispano estadounidense.

Vista aérea de Lyon, con una población cercana a los 2 millones de habitantes.

ESTUDIOS EN FRANCIA.
Rosa estudió, el resto de la primaria, al igual que sus hermanos en Lyon, y el bachillerato, así como en una Academia para secretaria de dirección, a la vez que perfeccionab los idiomas. Allí conoció al que sería su marido y padre de sus hijos –hoy regentando con la familia de Rosa el restaurante ‘El Castillito’ en La Puntilla— con quien tendrá dos hijos, Estefanía e Iván.

IFFA CREDO.
Rosa empieza a trabajar en el mundo de los transportes internacionales, precisamente entre España y Francia, en varias empresas, hasta que pasa a formar parte de la plantilla del laboratorio IFFA-Credo (Lyon-Francia) que también exportaba animales de laboratorio a nuestro país. Luego a través de una amiga del colegio, --Taqui— se le planteó la oportunidad de trabajar en nuestro país, y en concreto en El Puerto, en el lanzamiento del Hotel Yacht Club de Puerto Sherry, donde entró como secretaria de dirección y salió de Directora Comercial.

PUERTO SHERRY.
Rosa dejó a parte de la familia en Francia: su marido y Estefanía y se viene a su casa de El Puerto, a donde volvía cada verano, con su hijo Iván con apenas 10 meses, en 1987. Aquí empieza en labores administrativas y organizativas y poco  a poco va descubriendo, en el mundo del turismo, sus habilidades innatas para la actividad comercial. Así llegará a ocupar la dirección comercial del Hotel  y coorganiza la Regata Brent Walker Cup, en su etapa portuense, participando asimismo en la organización del Mundial de Vela de 1992.

Terraza del Hotel Yacth Club.

DE BARROS Y ARENAS A CCI.
Más adelante, Rosa necesita crecer, y crea junto a otros socios la empresa Barros y Arenas, mayorista de Viajes para promocionar esta zona. La sociedad dura poco y, al tiempo crea junto a otra socia, siendo accionista mayoritaria, la agencia CCI (Congresos, Convenciones e Incentivos) que pronto amplía su campo de acción a la Costa del Sol, Sevilla y otras zonas de la comunidad andaluza, pasando a ser una innovadora en el turismo activo y de congresos a nivel andaluz. La sede central estuvo y hoy permanece una oficina, frente al Hotel Monasterio de nuestra Ciudad, abriendo sucursal en el Palacio de Congresos de Torremolinos (Málaga). En la actualidad la oficina malagueña la tienen en Benalmádena.

CREATIVANDO.
Falleció prematuramente, a la edad de 47 años, el 24 de septiembre de 2003. Pero Rosa, tenía proyectos y los había dejado por escrito. Hoy su hija Estefanía, es la nueva directora de la oficina de Creativando en El Puerto y también responsable del Departamento de Calidad amén de una de las socias de la nueva compañía junto a su hermano Iván –resultado de la fusión en el año 2007 entre CCI y Viajes Teodosio de Sevilla—cumplió el objetivo que dejó programado nuestra protagonista: crecer en fusión, potencia y territorio. En la actualidad en Creativando crean y organizan proyectos a medida: Programas participativos, formativos, actividades orientadas a fomentar las relaciones personales, cohesionar equipos y motivar. Cuentan con Oficinas en Sevilla, Málaga, Cádiz, Huelva, Granada y Córdoba. | Textos: José María Morillo.

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Esta es la frase habitual. El centro está muerto. La ciudad languidece. Por más obras que se lleven a efecto, cada día hay más comercios que  cierran. Es un enfermo terminal. ¿Hace falta un milagro? Creo que no. Es necesario una mayor dosis de sentido común y poner la brújula en la orientación adecuada.

El mercado medieval que se ha celebrado éste fin de semana, viene a poner de manifiesto,  que la ciudadanía, aun en épocas de crisis como la que vivimos, está ávida de estímulos. Cualquier  manifestación que le saque de la rutina, está dispuesta a participar. El… mercado medieval? ha llenado el centro  de portuenses, e incluso de jerezanos, atraídos por lo exótico del título. Después, de mercado medieval, muy poco. Aun así, gran poder de convocatoria.

Me ha  interesado más el aspecto humano de los componentes de esta troupe trashumante, que el análisis final y su relación con los centros  urbanos. En este mercado medieval, efectivamente se recrean algunas actividades. He hablado con alguno de ellos,  como el que dirige Felix Casillas al frente de la exposición donde se pueden contemplar,  sus halcones, un buho real y  un coreano; aves de corral como simbolo de los antiguos mercados; es digno de destacar su esfuerzo por darle veracidad al remedo; las armaduras, los yelmos, las armas, las cotas de malla, que con sus quince kilos de peso pasea orgulloso. Su fragua, donde fabrica réplicas de armas medievales.  Encantadores de serpientes y algunas atracciones rudimentarias, para el goce de los niños, cuyos padres inmortalizan  el momento con sus cámaras fotográficas. Banderolas y gallardetes dan un aire festivo, y bajo él, lo propio de un mercado:  bebidas y asados, que en algún  caso, han dado lugar a quejas por los humos que han penetrado en la Iglesia Prioral.

Algunos artesanos, pocos, entre los que destaca un anciano marroquí que,  usando sus manos y pies, en un rudimentario torno, es capaz de fabricar y vender en menos de tres minutos,  un original amuleto al precio de dos euros. Mi amor por la cultura marroquí, me deja extasiado ante la exposición del más exótico muestrario de te y de especias: de Ceylan, Gargade de Egipto, de jazmín… palos de canela, cardamomo, pimientas blancas, rosas, verdes, negras, de Jamaica, ginseh…  unos maravillosos conos de especias molidas, de fascinante colorido. Buen negocio del marroquí, que te cobra dos euros por escribir tu nombre en árabe… ¡cómo nos gusta  el snobismo!

Stands de alimentos variados.  Gracias a los distintos tenderetes con inciensos y sándalos de toda índole, encubren el penetrante olor de los quesos extremeños. El resto, lo constituyen una amplia representación de la bisutería más original y actual. Tras sus mostradores se adivinan antiguos hippies, que al  rebufo de estos mercados, intentan estabilizar su negocio. Salvo excepciones, se les aprecia su deficiente calidad de vida. Bocadillos y pernoctas en el coche; aseo, el imprescindible. Pero tienen mucho mérito. No son parásitos de la sociedad. Se ganan honradamente su pan y lo hacen con simpatía.

Mientras El Puerto no encuentre la atracción suficiente en su centro, los rescoldos que quedan entre cenizas, solo serán ocasionalmente avivadas, por procesiones, cabalgatas y mercadillos. Después, el más deplorable de los  desiertos. (Texto: Alberto Boutellier Caparrós).

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Manuel Martínez Alfonso (Valencia 1924 – El Puerto de Santa María 2003)

Manuel Martínez Alfonso nace en Valencia el 14 de febrero en 1924, en una casa situada muy cerca de la emblemática y valenciana Torre del Miguelete, tercer hijo del matrimonio formado por Manuel Martínez y Rafaela Alfonso. Es el año en el que se estrena la película “Los Nibelungos” de Fritz Lang, se permite la apertura del sarcófago de Tutankhamon, nacen Marlon Brando o Truman Capote. Es el año del fallecimiento del escritor Frank Kafka o del compositor Giacomo Puccini (autor de Tosca, La Bohème o Madame Butterfly). /En la imagen, cuadro de Torres Brú que figura en la alcaldía. Precisamente fué Martínez Alfonso el que instituyó esta costumbre de colocar un cuadro de los ocupantes del sillón de primer edil, en la planta noble del Ayuntamiento, quizás a semejanza de los existentes en el Palacio Provincial, sede de la Diputación de Cádiz, a la que llegaría a pertenecer en 1976.

El niño Manuel, con un año de edad, en Valencia.

1924.
Ese mismo año nacen, en Sevilla, Luis Conradi y Toro, jesuita con nótula 959 en GdP; su amigo Juan Ignacio Varela Gilabert, escritor y poeta con nótula 1047 en GdP y, en la calle Larga, el escultor y medallista, Fernando Jesús López, con nótula 407 en GdP. Ese año fueron alcaldes de la Ciudad Sebastián Péndola y Soto, médico de profesión, quien en abril será sustituido por el bodeguero Alfonso Sancho y Mateo.

Manuel Martínez y Rafaela Alfonso, padres de nuestro protagonista.

Su familia se compone, además de sus padres, de dos hermanas, Amparo y Carmen, con las que le unirá una fuerte relación, a pesar de la distancia que separaba sus lugares de residencia, y que le prestaron apoyo de muy diversas formas, a él y a su familia, a lo largo de toda su vida.

ESTUDIOS EN VALENCIA

Hace sus primeros estudios en la Escuela Aneja a la Normal, después en el Colegio Nacional de la calle Juristas y más tarde en el Patronato de la Juventud Obrera. Continúan en el Colegio de los Padres Escolapios y aprueba el examen de ingreso en el Instituto Luis Vives (1935) La guerra civil española le sorprende en su domicilio de Valencia, lo que afecta al normal desarrollo de su formación académica, aunque continúa sus estudios bajo la dirección de su hermana mayor, Amparo. Finalizada la guerra, retoma la normalidad de los estudios, culminados con el examen de estado. /En la imagen de la izquierda, Manuel, en una instantánea tomada en 1932 en Valencia, durante la Primera Comunión.

En la fila del suelo, en el centro, marcado con una X, en el Colegio valenciano.

LITERATURA EN MADRID.
En 1943 comienza los estudios en la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Valencia. Tras finalizar el ciclo de estudios comunes en dicha Facultas, atraído por la Literatura, que no puede cursarse en dicha capital, se desplaza a Madrid donde continúa sus estudios. Entre sus profesores se cuentan figuras del orden de Dámaso Alonso. En 1948 se licencia en Letras y regresa a Valencia. En 1949 vuelve a Madrid para iniciar los estudios de doctorado. En 1951 abandona definitivamente Madrid.

De izquierda a derecha y de arriba abajo:  Policarpo Deusto Canal, a continuación, el madrileño Ventura Lozano Moreno, profesor de Mecánica, José López Ruíz, Catedrático de Matemáticas, el portuense Luis Macías Rubio, el valenciano Manuel Martínez Alfonso, Catedrático de Lengua y Literatura Española, el malagueño Enrique Bartolomé López-Somoza, Catedrático de Geografía e Historia; debajo, el primero es David Almorza Salas, José Jacinto Cossi Mora al segundo; el tercero es Pepe Morillo León, locutor de Radio Puerto, Emisora del Instituto Laboral, Antonio Verdugo Chaves, y de portero, José María Quignón Selvático, gaditano, profesor de Formación del Espíritu Nacional (FEN) y de Gimnasia. No vemos por aquí al profesor de Física y Química, Joaquín Calero Muñoz. ni a José Luís Garratón Sánchez, profesor de Electricidad, ni a Tomás Quiles, profesor de Carpintería; tampoco veo entre el público a los subalternos Manolo, Tobío, o a los administrativos Pepe Vélez o Pando.

LLEGADA A EL PUERTO.
Tras conseguir por concurso la plaza de Profesor Titular del Ciclo de Lenguas en el Instituto Laboral, llega a El Puerto en octubre de 1952. Ya en el Puerto, inicia dos amistades que van a durar toda la vida: José Luis Tejada Pelufo y Eligio Pastor Nimo. Entonces reside en casa de doña Milagros Daniel, en la calle Pozuelo, 42. Allí hará buena amistad con otros huéspedes: Manuel Pérez Varela, Paco Viseras Alcolea, Manolo Tolón. Luego vendrían otros a incrementar la larga lista de amigos: Ventura y Teo, Antonio y Mariluz...

MATRIMONIO EN SAN JOAQUÍN.
En 5 de septiembre de 1956 contrae matrimonio con la portuense María de los Ángeles Pérez Sánchez --Mary--, en la iglesia parroquial de San Joaquín. Fruto del matrimonio nacen siete hijos: Alfonso, María Victoria, Alejandro, Alberto, Álvaro, Alfredo y Rodrigo. Y más tarde la familia se incrementa con cuatro nietos: Ana, Lucía, Santiago, Carlos y Jaime.

La familia al completo, padres, hijos, nietos, tías, nuevos miembros, en una instantánea tomada el 13 de octubre de 1996.

En El Puerto también traba una entrañable amistad con la familia de doña Pilar López, tan unida a la familia que los hijos de Manuel Martínez Alfonso la llaman ‘abuela’.

AGENCIA: ‘PUBLICIDAD A VOCES’.
En esa época, para complementar sus bajos ingresos como profesor de instituto, da clases particulares, crea una agencia publicitaria —“Publicidad a Voces”— por medio de la cual organiza una ‘Exposición del Hogar Moderno’, un periódico mural-cultural-publicitario —‘Color’— de periodicidad semanal, un concurso exposición de fotografías, conciertos musicales en el Parque Calderón, etc. Llega a adquirir una furgoneta “Gutrob” para explotarla comercialmente, pero el negocio resultará a la larga un fracaso y una sucesión de preocupaciones.

El 7 de junio de 1962 lee en la Facultad de Filosofía y Letras de Madrid su tesis doctoral “Contribución al estudio de la Geografía Literaria del Puerto de Santa María”, obteniendo la máxima calificación: ‘Sobresaliente cum Laude’.

Diputado provincial en 1976, jurando el cargo.

CONCEJAL Y CASA DE LA CULTURA.
En 1973 se presenta a las elecciones municipales por el tercio de representación familiar y es elegido concejal en la Corporación que preside Fernando T. de Terry Galarza. Se le confían las delegaciones de Censo Electoral, Padrón Municipal y Nomenclatura de Vías Urbanas, Festivales de España y la organización de las Ferias del Libro, así como la puesta en marcha de la Casa de la Cultura, que inicia sus actividades en 1975.

Recibiendo a S.M. el Rey el 1 de abril de 1976, en la Plaza de los Jazmines, frente al Paseo de la Victoria.

ALCALDE DE EL PUERTO.
El 1976 es elegido alcalde, por votación entre los miembros de la Corporación Municipal, y toma posesión ante el Gobernador Civil, Antolín de Santiago y Juárez. En febrero es designado Jefe Local del Movimiento, cargo que ocupa hasta su extinción en 1977, y elegido diputado provincial, incorporándose a la Corporación que preside Antonio Barbadillo y García de Velasco. Son años difíciles para la vida municipal, por la situación transitoria y la escasez de medios económicos. En su misión administrativa cuenta especialmente con la colaboración de sus dos primeros tenientes de alcalde, Enrique Pedregal Valenzuela y Javier Merello Gaztel, del Secretario de la Corporación, Jaime Fernández Criado, y de su secretario particular, Juan Martín Vélez. No olvidamos tampoco la compañía fiel en tantas jornadas viajeras de su conductor oficial Eusebio Íñiguez. Tras más de veinte meses al frente del Ayuntamiento, presenta su dimisión el 27 de octubre de 1977, reintegrándose a su puesto de concejal.

Pero su actividad principal no fue la política, sino que destacó en diferentes campos que le llevaron a tomar o participar en iniciativas culturales de diferente índole a lo largo de toda su vida y, en particular, en su larga estancia en El Puerto, todas ellas relacionadas con tres de sus pasiones: la Literatura, la Educación y los Viajes Culturales. Por alguna de ellas, o por todas, es recordado en El Puerto.

La revista infantil 'Yumbo'.

LA LITERATURA.
Las inquietudes literarias de Manuel Martínez Alfonso se remontan al período de la Guerra Civil. En alguno de sus escritos recuerda las lecturas de revistas infantiles, como Yumbo, Tim Tyler o el Aventurero. En esa época también comienza a escribir un diario personal. Ya en 1943 empieza a entregarse con interés a la lectura: Berceo, Nocalis, Chesterton, Rubén García Sanchiz… Escribe algunos cuentos y pronuncia su primera disertación pública (1944) en el salón parroquial de San Esteban (Valencia): “La figura del Consiliario y la Sinfonía Pastoral”.

Tras una estancia en Jaca, comienza a escribir unos poemas en prosa sobre el Pirineo y una adaptación para radio del tema de Los Nibelungos. En 1945 recibe sus primeras retribuciones, modestas, por sus trabajos literarios: Radio Nacional, Revista del Ejército… Escribe también un guión cinematográfico, que empieza a buscar fortuna.

RADIO NACIONAL DE ESPAÑA.
En 1948 comienza a colaborar con la revista “La Hora”, del Sindicato Español Universitario (SEU) de Madrid, como corresponsal desde Valencia. En 1950 consigue una colaboración fija en Radio Nacional, en la sección de Intercambios de programas. Tras su estancia en Madrid para iniciar los cursos de doctorado, estudia los clásicos e inicia la redacción de un tratado de Historia de la Literatura Española.

PRIMER LIBRO: ‘CAMINOS Y SENDAS’.
Ya en Valencia, en 1951 colabora como crítico de cine en la revista universitaria Claustro, que edita su primer libro “Caminos y Sendas”, crónicas de su viaje a Santiago, prologado por Walter Starkie (escritor, músico, viajero, cervantista e hispanista irlandés). También comienza a escribir “Sala de Banderas”, una colección de cuentos de ambiente militar, que no consigue publicar. /En la imagen de la izquierda, 'Caminos y Sendas, su primer libro prologado por el hispanista irlandés Walter Fitzwilliam Starkie.

CREACIÓN DE SENDAS REVISTAS.
La actividad literaria continúa una vez que toma posesión de su puesto de trabajo en el Instituto Laboral del Puerto de Santa María, en 1952, cuando publica algunos artículos en “Ateneo” y “La Actualidad Española”. Crea y dirige la revista “Guad-el-Leteo”, portavoz del Instituto. En 1955 publica la revista “Santa María”, de temas marianos y portuenses, que se prolongará durante algunos años. Editado por el Instituto, aparece un ensayo literario, “La figura del soldado en la Novela Picaresca”.

HISPANIDAD Y CRUZADOS.
En 1956 queda finalista en el Premio Valencia de Teatro, de la Diputación levantina, con su obra “Un funcionario llamado Sánchez”. Es designado miembro de la Comisión Ejecutiva de las Fiestas de la Hispanidad que, organizadas por el Ayuntamiento desde 1958, se prolongarán hasta 1967. Una de sus misiones específicas es la dirección de “Hispanidad”, una hoja informativa que publicará cinco número en cada conmemoración anual. Publica en “Cruzados”, periodiquillo local, una serie de críticas de estrenos cinematográficos durante los años 1959 y 1960.

FUNDACIÓN DE MEDUSA.
A primeros de 1961 interviene en la fundación de “Medusa”, Agrupación Cultural Portuense, de la que ostentará la presidencia. Compartirá trabajo e ilusiones con José Luis Tejada, Antonio García Amador, Carlos Zaccagnini, Rafael Tardío Alonso, Rafael Esteban Poullet, Paco Muñoz, Luz García, Antonio Pérez, Rafael Caballero Bonald, los jesuitas Padres Montero y Pascual… y tantos otros, en una tarea generosa y eficaz  que se prolongará por más de una década…

SEGUNDO LIBRO: ‘EL PUERTO EN LA LITERATURA’.
En 1962 con el nombre de “El Puerto de Santa María en la Literatura Española. Ensayo de una geografía literaria”, presentado por “Medusa”, se publica su tesis doctoral. Las colaboraciones en prensa local, provincial, en Radio Juventud de Cádiz, conferencias, etc. continúan produciéndose en estos años. Prosigue sus actividades en “Medusa”, Protección Civil y Fiestas de la Hispanidad, e inicia otras nuevas en la Junta Local de Turismo y Educación Popular y en la Asociación de Cabezas de Familia.  /Página interior del libro 'El Puerto de Santa María en la Literatura Española. Ensayo de una geografía literaria, editado por la Asociación Cultural 'Medusa', de la que llegaría a ser su presidente.

LA VOZ DE LA BAHÍA, PERIÓDICO LOCAL.
En 1965 se lanza con Fernando Portillo a la aventura de crear un periódico para el Puerto, que se llamará “La Voz de la Bahía” y que aguantará un año de supervivencia.

El 25 de noviembre de 1969, en el Club Taurino, en la entrega de un reconocimiento a 'Joselete'.

TERCER LIBRO: ‘PLAZA REAL’.
En septiembre de 1968 se publica “Plaza Real”, una extensa y documentada historia de la fiesta de los toros en El Puerto de Santa María. El 12 de diciembre del año siguiente presenta el libro en el Ateneo de Madrid, en acto en el que participan el académico José María de Cossío, Antonio Bienvenida, Díaz Cañabate, Carlos Murciano y Ramón Solís. /En la imagen de la izquierda  cubierta del libro 'Plaza Real'.

CUARTO LIBRO: ‘EL PUERTO CRECE’ EN ‘TEMAS PORTUENSES’.
Ese mismo año, al constituirse el Instituto de Estudios Gaditanos, de la Diputación Provincial de Cádiz, es designado Miembro Titular de dicho organismo, que dirige José Mª Pemán y preside el de la Diputación, Fernando Portillo. El 28 de marzo de 1971 pregona la Semana Santa del Puerto de Santa María.

Miembro titular del Instituto de Estudios Gaditanos. En la fotografía, con José María Pemán, Director del Instituto. A l a izquierda, el titular de la Diputacion Provincial, Fernando Portillo. Año 1969

'El Puerto crece', publicado en 1976.

En 1976 se publica “El Puerto crece”, una guía de los nuevos núcleos urbanos, y a través de la Casa de la Cultura edita, desde 1975 hasta 1979, una serie de  hasta siete publicaciones de distintos autores sobre temas portuenses. El 15 de diciembre de 1977 pronuncia el pregón de Navidad con Amor.

QUINTO LIBRO. ‘EL PUERTO CIUDAD DE HISTORIA Y TURISMO’.
En 1978 aparece su libro “Puerto de Santa María, Ciudad de Historia y Turismo”, publicado por la editorial Everest en su colección “Ibérica”. Entre 1978 y 1981 desarrolla una intensa actividad cultural: presentación del libro del Dr. Orozco Acquaviva “La gaditana Francisca Larrea, primera romántica española”, en la Casa de la Cultura de Cádiz; charla taurina en la Peña El Cordobés de Jerez; y Pregón de la Hispanidad del Puerto (1978). Pregón de la Semana Santa de Puerto Real (1979). Pregón de las fiestas de la Virgen de los Milagros en el Puerto; y presentación del film “Toros en el Puerto” en la Semana Cultural Taurina, con motivo del Primer Centenario de la Plaza de Toros (1980). Presentación de la película “Aire y Herencia de Portugal” en la Fundación Municipal de Cultura de El Puerto (1981). /En la imagen de la izquierda, 'Puerto de Santa María (Ciudad de Historia y Turismo', publicado por Editorial Everest en 1978.

ACADÉMICO DE BELLAS ARTES.
En 1984, la casi centenaria Academia de Bellas Artes de Santa Cecilia, constituye, bajo la presidencia de D. José Argemí, su Cuerpo de Académicos, del que, entre otros, es designado por la Junta Directiva, académico electo. Interviene como Secretario eventual de la corporación desde los primeros momentos y, sucesivamente, pronunciará el discurso de contestación en la recepción como Académicos de Número de Juan Ignacio Varela Gialbert Fernando Muñoz (1985); de Fernando Jesús López y José Luis Tejada (1986). Él mismo accede como tal el 25 de febrero de 1988, con la lectura de su discurso “El realismo geográfico en la literatura española”, siendo contestado por Juan Ignacio Varela. Las colaboraciones en los Pliegos de la Academia (primera época) se suceden, con numerosos trabajos publicados en la revista trimestral, de la que se publicaron 25 números desde octubre de 1991 hasta julio-octubre de 1997.

En 1965, en la Academia de Bellas Artes, flanqueando junto a su amigo Eligio Pastor Nimo a Antonio de la Torre.

INTENSA ACTIVIDAD ORATORIA.
Su actividad cultural y oratoria no cesa: “La literatura de viajes”, charla coloquio en la I Semana Cultural del Colegio Guadalete, y Pregón del I Centenario de la llegada de las Hermanitas de los Pobres al Puerto (1983), Pregón de la Feria del Vino (1985), “Fortuna próspera y adversa de un padre de familia numerosa”, en la Semana de la Familia, en San Fernando (1986), presentación del libero “Plural Amor”, de Augusto Haupold (1987), “Contribución del Puerto de Santa María al descubrimiento de América”, en las Jornadas de Convivencia y Cultura de ACIT, y “Viajar, un importante factor educacional”, conferencia organizada por GADEAC en el Club ‘El Buzo’ de Vistahermosa (1988), “Itinerario sentimental para un callejeo portuense”, en el Aula de Cultura de Vista Hermosa, y Pregón de las Fiestas de la Virgen de los Milagros (1989).

SEXTO LIBRO: 'DEL GUADALETE AL BIDASOA'.
En 1989 aparece publicado “Camping en España: del Guadalete al Bidasoa”, impreso en talleres La Voz, de San Fernando, que lleva una expresiva dedicatoria: “A Mary”, compañera de caminos. Esposa, madre, cocinera, chacha, portamapas, copiloto… Compañera de Camino”. En este libro se narra un viaje del autor que, con toda su familia, sale de El Puerto de Santa María y recorre España hasta llegar a San Sebastián. /En la imagen de la izquierda, portada del volúmen 'Del Puerto a Bidasoa'.

TRES NUEVOS LIBROS.
Ya jubilado de su actividad docente, sigue trabajando en sus escritos y libros: “De Tarifa a Finisterre” (1995); editados por el Ayuntamiento de El Puerto, se publican “El Puerto y yo” (Biblioteca de Temas Portuenses, 1998), recopilación de obras que «he ido escribiendo a lo largo del tiempo, que he ido publicando en periódicos y revistas del entorno…», con las que pretendía sentirse satisfecho «si, al terminar de leerlas, has ahondado un poco en el espíritu del Puerto, has hecho amistad con él»,  y “Tierras, Hombres, Pueblos” (2000), obra en la que intenta destacar, sobre todo, la importancia del factor ambiental en la vida de un hombre.

PROFESOR.
‘Don Manuel’ es el profesor de varias generaciones de portuenses y de personas de las poblaciones del entorno, de la Sierra, de la provincia de Cádiz. En muchas ocasiones, en los lugares y momentos más insospechados, alguien se acerca a don Manuel para saludarle y recordar sus tiempos en el laboral (Zahara de la Sierra, Villaluenga del Rosario…). /En la imagen de la izquierda, su penúltimo libro 'El Puerto y yo', publicado en 1998.

MONCADA: 1943.
Su primera experiencia docente la tiene en Moncada, en el año 1943, sustituyendo a un amigo maestro, lo que supone sus primeros ingresos económicos: diez pesetas diarias. Aunque el desplazamiento le obliga a dedicarle al trabajo bastante tiempo, aún le queda suficiente para preparar un examen pendiente o asistir a clases nocturnas de inglés.

Tras licenciarse en Letras da clases en Valencia, en una academia. A comienzo del curso 1950/1951 es contratado como educador en el Colegio de Huérfanos de la Guardia Civil. En 1951 trabaja como profesor ayudante “interino y gratuito” de la Cátedra de Literatura del Dr. Sánchez Castañer de la Universidad de Valencia.

HORIZONTE: EL PUERTO.
Es en este año (1951) cuando en el horizonte de su historia aparece, por vez primera, su relación con El Puerto de Santa María, ya que consigue ganar el concurso para la plaza de Profesor Titular del Ciclo de Lenguas en el recién creado Instituto Laboral. A mediados de octubre de 1952 llega al Puerto y es designado  director interino del Instituto. Con sus compañeros Joaquín Calero Muñoz, Enrique Bartolomé López-Somoza, Jesús Peña, José Mª Quignón Selvático, Pepe López Ruiz, y Pepe Vélez en la Secretaría, empieza la tarea de poner en marcha un nuevo centro docente.

Excursión con los alumnos del Instituto. Iglesia de los Templarios. Aracena. 1966.

CURSOS DE VERANO.
En mayo de 1961 realizará en Madrid las oposiciones para numerario, que ganará con el número 3 del grupo de profesores de lengua y el 6 de la lista general. En 1963 se inician en El Puerto los Cursos de Verano de Estudios Sociales que dirige el Catedrático de Universidad de Sevilla Francisco Sánchez-Apellániz y que seguirán celebrándose durante unos quince años en el Instituto. A ellos prestará apoyo y colaboración.

Primer Curso de Delineante de la Construcción del PPO, organizado en el Instituto de Santa Domingo. A la clausura se hicieron la “foto de familia” el 28 de junio de 1971, en las escaleras de acceso al piso superior, donde estaban el Aula de Dibujo y la Emisora de Radio. De izquierda a derecha y de arriba abajo: Zunzunegui, Saborido, interno desconocido, José María Ruibal, Martínez portorrealeño. Siguiente fila: Rafael Castro, Fernando Sánchez Matabuena, Antonio Dueñas Redondo, Camilo González Selma, desconocido: fila siguiente: Juan Aguirre Lanzarote, Manuel Martínez Alfonso, a la sazón director del Centro, Juan Millán Jarillo, alumno interno de Zahara, que hoy vive en Barcelona y trabaja en la ONCE, José Cepero Peralta, Morro, policía nacional, fabricante de cocinas y en el Curso profesor de matemáticas y Humberto Jiménez Ruiz; fila inferior: Francisco Javier Camacho Barba, con el tiempo sería concejal de Deportes, Pepín Zaragoza Roselló

DEL PPO AL BACHILLERATO.
En esta época participa en los Cursos Formación en Inserción Profesional (FIP), organizados por el Instituto varios años, con este nombre o con el de Programas de Promoción Obrera (PPO). que les sucede.  En 1967 se autoriza al Instituto a impartir las enseñanzas del nuevo plan de Bachillerato general, que se comparten con las del Laboral, en situación de extinción, y se reconoce a los profesores la titulación de Catedráticos. Al año siguiente es nombrado Jefe de Estudios del Centro.

Segundo Curso de Delineante de la Construcción del PPO, organizado en el Instituto de Santa Domingo. La foto, realizada seis meses después,  el 14 de diciembre de 1971, está tomada en las escaleras del patio de acceso a la primera planta. Se aprecian las “trenkas” de moda en aquellas fechas. De izquierda a derecha y de arriba abajo: Camilo González Selma, Manuel Martínez Alfonso, que ya luce perilla (en la foto anterior solo bigote), Roberto Muñoz Ávila, Miguel Moya Pinel; en la siguiente fila: Morro, José Cepero Peralta, Pepe Vélez Rodríguez, un alumno de Puerto Real, un alumno desconocido que pudiera ser Espino o Espinosa; siguiente fila, Juan Aguirre Lanzarote; siguiente fila, Antonio Dueñas Redondo, José Rodríguez Paloma quien falleció en un accidente deportivo con un catamarán en aguas de la Bahía de Cádiz junto con nuestro amigo José Antonio Gómez Benítez al que le dedicamos un cariñoso recuerdo; el día 6 de este mes hizo 26 años; Antonio Holgado, José Luis Garratón, profesor de electricidad y Rafael Castro.

En su despacho del Instituto Santo Domingo.

DIRECTOR DE INSTITUTO.
El 1 de septiembre de 1970 toma posesión de su cargo de Director del Instituto Santo Domingo, antiguo Instituto Laboral. En el desempeño del cargo tratará de mejorar las instalaciones, ordenar las actividades docentes, reorganizar el internado y fomentar los actos culturales, así como la realización de una serie de viajes de estudios con acampadas, y que son, en años sucesivos, los siguientes: Galicia y Portugal (1971), Madrid y ciudades de su entorno (1972), Granada y Valencia (1973), Extremadura (1974), y Valencia y Mallorca (1975).

La instantánea está tomada hace 36 años en los caminos concéntricos de los jardines de la Real Cartuja de Valldemosa (Mallorca), rodeados de cipreses y otros árboles, el 5 de marzo de 1975. El viaje de fin de estudios del Instituto Santo Domingo, partió desde El Puerto, visitando Valencia y en barco hasta Mallorca. Allí se recorrieron las islas. Al frente de la expedición el Director del Centro, Manuel Martínez Alfonso (acompañado por su esposa), el profesor de Dibujo, José Cepero Peralta y su esposa, y Ventura Lozano Moreno, profesor de tecnología e Ignacio Pérez Blanquer, profesor de Física y Química.

DE MUÑOZ SECA A SANTO DOMINGO, Y VICEVERSA.
Clausurado el Instituto de la calle Santo Domingo, se incorpora con sus compañeros de docencia al “Pedro Muñoz Seca” a partir del curso 1976-1977. Para el curso siguiente es nombrado director en comisión de servicios en el recién creado Instituto de Formación Profesional, que se instala en el edificio de la calle Santo Domingo, donde estuviera el desaparecido Instituto Laboral. Una vez finalizada su comisión de servicios, se reincorpora a su cátedra de Lengua y Literatura en el ”Pedro Muñoz Seca”, en julio de 1981. A partir del 1 de octubre de 1986 se incorporará, con algunos otros compañeros del “Muñoz Seca”, al viejo solar de la calle Santo Domingo, que ya no abandonará hasta su jubilación. En este último período de actividad docente escogerá las clases nocturnas.

Claustro del antiguo Convento de Santo Domingo, hoy Instituto de Enseñanza Secundaria, en una imagen en blanco y negro, iluminada.

El 30 de septiembre de 1989 pasa a ser oficialmente funcionario en situación de jubilado. En junio, al terminar las clases, los compañeros le ofrecieron una cena de despedida y amistad.

VIAJERO.
Otra de las aficiones más conocidas de Manuel Martínez Alfonso era la de viajar. Muchos recuerdan su casa en la rotonda de la Puntilla, con la caravana en el jardín, su actividad campista, sus viajes, todos ellos con un innegable componente cultural: museos, monumentos, calles, plazas… nada escapaba a su curiosidad y a su afán de conocer y aprender en esos viajes. Ese espíritu viajero se remonta a mucho tiempo atrás.

A caballo, durante el Servicio Militar, en 1949

ESCUELA DE PERIODISMO.
Su primera salida de la región levantina la lleva a cabo en el año 1943, año en el que se desplaza a Madrid para intentar, sin éxito, su ingreso por oposición en la Escuela Oficial de Periodismo, recientemente fundada.

CAMINO DE SANTIAGO.
Tras licenciarse en la Facultad de Letras de Madrid, pretende caminar con un amigo desde Santander hasta Santiago de Compostela, representando en el camino “El retablo de Maese Pedro”, pero falla el amigo. No obstante, emprende solo el camino, aunque en Comillas le llegan noticias graves de su casa que frustran la continuación del viaje: su padre ha fallecido. Su intento resultó fallido, pero no abandona la idea y lo volverá a intentar. En julio de 1950 parte desde Valencia en peregrinación a Santiago, solo, a pie y sin dinero. Hace 1234 kilómetros en 31 días. Será una suma de riquísimas experiencias, expresadas en su obra “Caminos y Sendas”, a la que se ha hecho mención.

Con su esposa Mary y sus amigos Antonio García Amador y Mari Luz Iglesias, practicando una de sus aficiones: el campismo.

EL CAMPISMO.
Ya en El Puerto, casado, con hijos, inicia una actividad que aún no había alcanzado el desarrollo que  se le acabaría conociendo: el campismo. En 1966 adquiere su primer coche, un modesto R-4, y un equipo de acampada, con los que iniciarán en veranos consecutivos una larga serie de viajes familiares, que continuarán tras la mejora de su equipo campista con la adquisición en 1971 de una caravana “Caraveler” modelo “Sevilla” y un más potente vehículo, un Seat 124, sustituidos en 1979 por una roulotte de la misma marca, modelo “Maradona” y un Renault 12 .

PERIPLOS.
A lo largo de los años, los viajes se van sucediendo:  doble recorrido campista a lo largo del Mediterráneo (1969 y 1970); Cornisa Cantábrica (1972), Valencia en Fallas (1973), Galicia (1975); Pirineos (1978); Asturias (1979); Portugal (1980); Aranjuez (1981), Almería (1982), Pirineo occidental (1983), País Vasco-Navarro (1984), Reino de Valencia (1985), Portugal Centro (1986) y Reino de León (1987). Sólo la edad consiguió frenar su afán viajero. /En la imagen de la izquierda, la portada de su último libro, “Tierras, Hombres, Pueblos” (2000), obra en la que intenta destacar la importancia del factor ambiental en la vida de un hombre.

Escritor, conferenciante, profesor, maestro, viajero, amigo, esposo, padre, abuelo, valenciano, portuense… Manuel Martínez Alfonso falleció en El Puerto de Santa María el día 2 de julio de 2003. (Textos: Carlos Salido).

29 de mayo de 1999. Inauguración de la calle Instituto Laboral, con otros profesores de dicho Instituto, tras el homenaje al Centro. De pie: Manuel Martínez Alfonso, José López Ruiz, Paco Viseras Alcolea, Tomás Quiles, José Cepero Peralta, Luis Gutiérrez, Joaquín Calero Muñoz, Ventura Lozano Moreno. Agachados: Ramón González Montaño, Ángel Angulo Fernández, Leonardo Romero Maure, Ignacio Pérez Blanquer.

Como muestra de su amor por todas las cosas del Puerto y sus devociones, publicaremos en septiembre la Salve que Manuel Martínez Alfonso dedicó a la Virgen de los Milagros, texto muy apreciado por su esposa ya fallecida, Mary.

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Reproducimos aquí la crónica de la visita a un nuevo restaurante en El Puerto,  ‘La Proa de Puerto Sherry’, inaugurado el pasado 17 de mayo, propiedad de Gabriel González Górdon, director de Vistahermosa Club de Golf y Enrique Fernández de Bobadilla, ex director de explotación del puerto deportivo, con nótula núm. 772 en GdP. Su autor, Emilio López Asencio, es el presidente de un nuevo Club Gastronómico, reflejado en el blog ‘Le dijo la sartén al cazo’, formado por sibaritas o gente de buen comer y mejor beber y como afirman con mucho sentido del humor ‘un blog gastronómico y enobebeológico y vitofílico del hedonismo practicante’. Ensaladas varias, pescados de mercado, parrilla de carnes, pastas y arroces, tapas, medias raciones y raciones: cocina a la medida para los tiempos que corren, conforman la carta.

EL RESTAURANTE.
«El día acompañaba, viernes 10 de junio, con lo que conlleva, sol espléndido, fantástica aunque, insisto, recortada compañía, el lujo de vistas que tiene la zona pese a los esqueletos inmobiliarios y la intriga y las expectativas puestas en conocer un sitio nuevo...pero nuevo, nuevo, del paquete, vamos. El local, nacido el 17 de mayo, está dividido en tres zonas, una terraza, un porche de madera y una parte interior con abundante luz natural gracias a unos ventanales que dan a los pantalanes, donde además se encuentran las dos zonas exteriores. La decoración, pues marinera obviamente.

La terraza de La Proa, con vistas a la Marina: pantalanes y barcos a escasos metros de los comensales.

La pérgola para fumadores, de madera --¿a que les recuerda?-- de La Proa, donde se celebró la comida relatada en esta crónica.

Nos decantamos, cual vino con tendencia al poso, por la zona intermedia, el porche de madera, donde fuimos cordialmente recibidos por uno de los socios propietarios, quien nos sirvió una primera espumosa helada, acompañada de una piriñaca, picadillo y/o pipirrana con langostinos que degustamos en la barra bajo las pérgolas.

El plato 'Pargo a la Proa' que se apellida con el nombre del restaurante.

PARGO AL ESTILO ‘LA PROA’.
Tras refrescarnos los gaznates procedimos a sentarnos a la mesa donde nos dispusimos a dar buena cuenta de algunos platillos selectos. El principal, como es costumbre de la presidencia, estaba ya encargado (¿Democracia Real? ¿15-M?...¡no gracias!) Se trataba de un Pargo al Estilo de La Proa, se que estoy empezando por el medio pero...me ha salido así...bueno, el plato en cuestión estaba muy bueno, el pargo, cocinado en su punto, estaba fresco y sabroso...o eso intuimos, porque dicho esto hay que decir también que el guiso estaba preparado con una elaborada salsa entre cuyos ingredientes contaba con un buen chorro de nata que nos resultó sin duda excesivo e innecesario dado el buen material que cubría y encubría, incluyendo unas buenas almejas. Los caldos, sabiamente elegidos por nuestro particular enólogo, catador, guíapeñínconpatas, D. Guillermo Yañez de los Yáñez de toda la vida, fueron dos botellas de tinto de Toro, que pese a la puntuación no muy alta de la Guía Peñín supieron a gloria, los vinos son "asín"

Tartar de atún sobre lecho de aguacates y filas láminas de manzana. Tienen también una excelente hamburguesa de atún.

Las migas de rabo de buey, un espectáculo organoléptico.

ENTRE EL TARTAR Y LAS MIGAS.
Parece que he empezado por lo ¿"peor"? Las entradas fueron paradójicamente, la guinda del pastel, esto de empezar la casa por el tejado es lo que tiene. Tartar de Atún, con aguacate y finas láminas de manzana, sin palabras. Migas de Rabo de Buey con patatas bastón, una delicia. Por último, un Solomillo Ibérico al Oloroso de auténtico lujo. Todo perfectamente acompañado de "Viñas del Vero" helado.

POSTRES.

Cojo la pértiga y salto. Los postres. Entre los comensales había de todo, de los que siempre piden , de los que nunca, de los que a veces y de los que se comen hasta el postre de el de al lado, menos mal que yo estaba enfrente. Surtido casero de brownie con nueces, pastel de queso y tarta de tres chocolates. El que nunca come postre disfrutó cual corto de talla, de los demás ni hablamos.

En el interior del restaurante 'La Proa'.

Por último copa y puro, pese a cierto casi imperdonable olvido, D. Javier, esos Montecristo tienen nombre y apellido... Almuerzo redondo. Respecto al precio, correcto, teniendo en cuenta la calidad y elaboración de las viandas, los vinos, postres y copas. A Enrique le deseamos buena suerte en esta singladura. Eso sí, que no decaiga.

Algunos de los asistentes al espectáculo pantagruélico de 'La Proa', con Enrique Fernández de Bobadilla.

En la imagen, el galeón Andalucía y la nao Victoria, en el puerto deportivo. /Foto: AGR.

Mención especial a nuestro camarero, viejo conocido de otras reuniones en otros lugares y momentos y al que hay que reconocerle su profesionalidad y buen hacer. Tras la humareda, paseo por Puerto Sherry con parada para observar la Nao Victoria y el Galeón Andalucía, el resto es otra historia y debe ser contada en otro momento. Disfrutad con el reportaje gráfico a cargo de D. Abelardo, de los Ferrer de El Puerto».

Reservas: 956871341

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El artesano heladero Massimo Pozzi con su helado de Tejas de El Puerto

El helado de Tejas de El Puerto, es un original y nuevo producto de la heladería Da Massimo, con las populares tejas que elabora José Manuel Ibáñez. El italiano afincado en El Puerto --junto a la antigua Oficina de Turismo de la calle Luna, 22-- comercializa este helado con almendras y la típica galleta a la que rinde así homenaje. El restaurador y estrella Michelín, Angel León, tiene también un postre con vino y tejas, otra innovación a base del popular bocado que se puede adquirir en su tienda de la calle Misericordia, o por internet, pulsando aquí.

Las tejas de El Puerto que comercializa la familia Ibañez, un dulce que a pesar de que es de invención reciente se ha convertido ya en un icono gastronómico de la ciudad, se pueden tomar ya también en helado gracias a la iniciativa de otro artesano de El Puerto, el heladero Massimo Pozzi, que desde hace un par de meses ofrece en su establecimiento, Heladería artesanal Da Massimo este producto.

Massimo, de 32 años y artesano heladero, una profesión que aprendió en Italia, donde nació, concretamente en la ciudad de Monza, se dirigió a la familia Ibañez para comentarle su intención y estos, destaca el heladero, «--Desde el principio se mostraron encantados e incluso han colaborado conmigo en el diseño del helado, que hemos  ido perfeccionando hasta conseguir el resultado que deseabamos».

El helado de Tejas lleva almendras y también pequeños trozos de las propias típicas galletas y se vende en diferentes formatos, desde los típicos barquillos hasta en tarrinas de diferentes tamaños. Da Massimo es una heladería artesanal que confecciona diariamente sus especialidades con productos naturales. Elaboran también tartas y mousses de helados y en verano granizadas. Para esta temporada ha incorporado uno del popular dulce Kinder bueno.

José Manuel Ibañez, el creador de las tejas de El Puerto, con su producto.

Las Tejas comenzaron a elaborarse en 1995. José Manuel Ibañez Castrelo, el fundador de este negocio familiar, leía un libro antiguo sobre pastelería francesa y vio unas galletas de almendra. Como su pasión es la pastelería se puso a trabajar en ellas en la panadería Gómez de Requena que entonces tenía la familia, antes de dedicarse, por entero, como hacen ahora a las tejas. El resultado fue inmediato y a los pocos día ya la producción tuvo que dispararse. Ahora, quince años después, las tejas son un producto ya típico de El Puerto de Santa María y su presentación en latas de estilo antiguo se han consolidado como un regalo típico de la localidad. (Texto y Fotos: Pepe Monforte).

Más información de Tejas del Puerto, pulsando aquí.

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En la imagen, de izquierda a derecha, el gerente del patronato Manuel Rebollo Lainez, el alcalde Antonio Álvarez Herrera, José Antonio Lojo y Juan Muñoz de la Caja de Ahorros de Cádiz, José Ramón del Río presidente de la entidad financiera, desconocido, el secretario del Ayuntamiento, Jaime Fernández Criado y el director general de la Caja, José María Salazar. 18 de febrero de 1980. (Foto: Rafa).

Directivos de la desaparecida Caja de Ahorros y Monte de Piedad de Cádiz, visitaban el 26 de Febrero de 1980 -- hace 31 años--, obras del también extinto Patronato Municipal de la Vivienda ‘Ntra. Sra. de los Milagros’, que en la década de 1970 había construido más de 3.000 viviendas.

El presidente del consejo de administración de la gaditana Caja de Ahorros, José Ramón del Río y García de Sola, acompañado del Director General de la entidad, José María Salazar, fueron recibidos por el alcalde de la Ciudad, Antonio Álvarez Herrera y a su vez presidente del Patronato, acompañado del gerente, Manuel Rebollo Laínez, el asesor jurídico y secretario del Ayuntamiento, Jaime Fernández Criado, consejero de la Caja por esta Ciudad, Juan Muñoz Aparicio, el director de la Oficina Principal, José Antonio Lojo Rodríguez y técnicos de la obra.

Visitaron obras, hicieron un recorrido por las actividades del Patronato y conocieron de primera mano la trayectoria del organismo que, en el periodo 1969-1979 construyó 3.010 viviendas, alcanzando las inversiones un volumen aproximado de dos mil millones de pesetas, realizadas con créditos oficiales y la estrecha colaboración de la Caja de Ahorros de Cádiz que, con 200 millones aproximadamente contribuyó al ejercicio constructor del ente inmobiliario.

Visitaron, también, terrenos propiedad del organismo gestor de viviendas y los que en ese momento se estaba gestionando su adquisición. Al finalizar las visitas, una reunión de trabajo en la que se dio a conocer el programa de viviendas 1980-1990, dando a conocer Antonio Álvarez les gestiones que se estaban realizando ante el Ministerio de Obras Públicas y Urbanismo --a través de la Delegación Provincial--, para construir viviendas en convenio con la administración central, para erradicar las viviendas que entonces carecían de las mínimas condiciones de habitabilidad, previendo entonces la construcción de 100 viviendas de promedio anual, con una amortización a mas largo plazo, a la que pudieran acceder familias con escasos recursos económicos, a la par que el programa normal del Patronato.

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En la anterior nótula dedicada a este portuense de nacimiento, se informaba que vino al mundo la víspera del día de la Patrona, Ntra. Sra. de los Milagros, del año 1940, siendo sus padres Luis Ceballos Fernández de Córdoba y Magdalena Jiménez Sancho, haciéndose asimismo referencia a su parentesco con la familia bodeguera local de Jiménez Varela. En el extenso texto de la nótula se refieren numerosas facetas biográficas de su actividad profesional como ingeniero de montes y de la vocacional como "Mago Fauco". En esta segunda nótula, inspirada en las fotos que ha tenido la gentileza de remitir Rafael Ceballos a GdP, vamos a dar a conocer algunos datos de sus ascendientes maternos de los que, las tres generaciones anteriores: madre, abuelo y bisabuelo, nacieron y vivieron gran parte de su existencia en suelo portuense. Precisamente se publicó esa nótula en el 85 Aniversario de la Boda de sus padres.

Antigua fotografía de los números 7 y 9 de la calle Larga.

La casa en la que nació Fauco --mellizo y sietemesino--, el número 7 moderno de la calle Larga, cuyo interior  contiene un bello patio porticado, fue labrada en el siglo XVIII por un cargador gaditano de origen irlandés llamado Tomas Patricio Rian Harold, casado con Margarita Therry Macnamara, que la utilizó inicialmente como villa de recreo para pasar temporadas, pues estaba rodeada de huertas y naranjales. Algunos de sus descendientes vivieron en ella hasta el primer tercio del siglo XIX, pasando después la propiedad a manos de la familia Vergés López, cuyos herederos la arrendaban. Entre los inquilinos que tenemos detectados, citaremos a la familia Gª Polavieja Escribano, en el último cuarto del XIX y la familia Jiménez Sancho pasada la primera década del XX. Esta última la componian el matrimonio formado por Ernesto Jiménez González, (3º hijo de Ramón Jiménez Varela y Amalia González Urruela) y Rafaela Sancho Mateo y sus seis hijos: Ramón, Joaquín, María Josefa, Magdalena, Mercedes y Ernesto Jiménez Sancho, todos ellos  censados en dicho domicilio en los padrones municipales de 1920. Así pues, la madre de Rafael dio a luz en la casa en la que había vivido de soltera, en la que había pasado parte de su infancia y juventud, rodeada, además de sus tíos y numerosos primos que vivían todos ellos en la misma calle, entre la esquina de Espíritu Santo y la Plaza de los Jazmines.

Casa número 7 de la calle Larga, en la actualidad.

En la fotografía antigua, además de la casa natal de Rafael Ceballos, pueden observarse  la casa anterior, de una sola planta, que correspondería al nº 9. La que antecede y no se muestra en la foto antigua sería el nº 11, actualmente escoltada de andamios, a la que nos referimos en la nótula 756. /En la imagen inferior, lamentable estado en el que se encuentra el número 9 de la calle Larga, el número 11, escoltado de andamios, a continuación lleva cerca de 15 años en esa lamentable situación. Algún día contaremos la historia y quienes están detrás de ese lamentable estado que presenta lo que queda de inmueble.

Ambas mansiones formaban una sola y, en la fecha que estamos refiriendo -1920- era su propietaria y vivía en ella la familia Jiménez Guernica, que la integraban Eugenia Guernica Siloniz, viuda del hermano mayor de Ernesto, Ramón Jiménez González y sus cinco hijos: Amalia, Eduardo, Concepción, Pedro y Eugenia Jiménez Guernica. Y en el nº 9, en cuyo dintel pende una lápida de mármol, la única hembra de los Jiménez González, Amalia, viuda de Iribarren y su hija   Amalia Iribarren Jiménez. Los dos hijos varones, Ramón y Juan estaban en esa fecha en academias militares y la lápida que aludimos se colocaría años después en memoria de uno de ellos, Juan Iribarren, oficial del ejército de África, caído en la guerra con las cabilas marroquíes. Frente a ellos, en el nº 14 y 16 de esa misma calle, José, el hermano que le antecedía, casado con Nicolasa Loma Lavaggi y una extensa prole de diez hijos, los Jiménez Loma.

TOMA DE DICHOS.
Magdalena Jiménez Sancho celebró su primera comunión en la capilla del colegio de las Carmelitas, junto con otras nueve alumnas, en una estación del año que hoy es inusual: el 22 de noviembre de 1910 y celebró sus esponsales, una costumbre que precedía a la boda, equivalente a la denominada “toma de dichos” el 22 de mayo de 1926. El párroco de la cercana iglesia de San Joaquín, que se llamaba Salvador Martín, se desplazó al domicilio de la novia y le tomó la promesa matrimonial, levantando acta, en la que firmaron como testigos dos amigos de la familia: Emilio Morante y José Portillo. A su vez, el prometido hizo lo mismo en la parroquia de la villa de Coca, provincia de Segovia, en donde residía y trabajaba, ejerciendo de director de la fábrica que en dicha villa tenía  la “ Unión Resinera Española” (LURE).

La pareja nupcial, el 31 de mayo de 1926, hace 85 años. /Foto: González Ragel.

ESPONSALES.
Una vez identificados los progenitores, especialmente Magdalena Jiménez, nieta del creador del emporio bodeguero, pasemos a contarles la ceremonia nupcial, toda una boda de rumbo, con los pelos y señales con los que nos lo cuentan sus contemporáneos, en la crónica de sociedad de la Revista Portuense. Hacía unos meses que se había casado su hermana María Josefa, concretamente en septiembre de 1925, con José Arvilla Hernández, ingeniero industrial, quien llegaría a ser Director General de CAMPSA. Su hermano Joaquín había sido el padrino, ante la falta del padre y ahora también daría el brazo a Magdalena para conducirla al altar de la Patrona, donde se oficiaría la ceremonia a las doce de la mañana del 31 de mayo de 1926.  Para llegar hasta aquí, culminando el noviazgo y el paso previo de petición de mano, Magdalena y Luis tuvieron que conocerse y enamorarse y el primero de estos supuestos tuvo lugar en Madrid, en la casa del ingeniero agrónomo portuense Wistremundo Loma Lavaggi, cuya esposa era María Luisa Fernández de Córdoba. El tío de Magdalena, José Jimenez, estaba casado con una hermana de Wistremundo, Nicolasa Loma y, posiblemente, acompañando a algunas de sus primas Jimenez Loma, que eran nada menos que siete, pasaría una temporada en la capital del reino, coincidiendo con el hermano de la señora de la casa y… Cupido hizo el resto.

Invitados a la ceremonia nupcial. / Foto: González Ragel.

La boda se celebró con la iglesia a rebosar, llena de invitados y curiosos, la novia hizo la entrada en el templo a la hora en punto, cuando en el campanario se inició un sonoro revuelo. Vestía un rico traje “George” bordado en cristal blanco, sujetando el velo a su cabeza una diadema rusa de azahar. Como anticipamos, entró del brazo de su hermano y padrino de bodas, Joaquín Jiménez, sosteniéndole los extremos del manto sus primitos Isabelita y Juan Luis Jiménez Tamplin. El novio daba el brazo a su madre y madrina, la Sra, Viuda de Ceballos, siguiéndoles la madre de la novia, Rafaela Sancho, viuda de Jiménez a quien daba el brazo el conde de Gondomar, mientras interpretaba al órgano la tradicional marcha nupcial de Medhelsón el profesor La Rubiera.

Rafaela Sancho Mateo y tres de sus hijas:  María, Magdalena y Mercedes. La primera abuela y la última madre, espectivamente de Rafael Ceballos Jiménez. La fotografía está tomada en la Plaza de los Jazmines.

Bendijo la unión el arcipreste, doctor Núñez Galván. A la salida de la comitiva se interpretó la “Marcha Festiva” de Jauregui, trasladándose los invitados –que pasaban del centenar- a la casa de la novia donde Pepe Caballero, un prestigioso cocinero jerezano, había preparado el siguiente menú: de entremeses, jamón dulce, anchoas y olivas; consomé royal; huevos a la bohemia, en salsa Riche y los entrantes: filete de pescado a la Orly; suprema de pechuga y turnedós de ternera a la polonesa. Postres: helados, crema a la neva, frutas al kök, bizcocho de bodas y café. Vinos: Fino Javelín, Rioja Cepa Borgoña, Oloroso los 45, Pedro Ximenez Los 10, Moscatel XXX, Champan Continental, Coñac Varela y Crema Cacao Pico (el único superviviente 85 años después).

Anuncio del 'Gran Champagne Continental' de Hijos de Jiménez Varela.

El reportaje fotográfico lo realizaron los fotógrafos jerezanos Javier González y Alberto del Castillo, tras lo cual marcharon el automóvil hacia Algeciras, desde donde proseguirían viaje a diversas poblaciones del norte de África y después a otras capitales españolas y del extranjero, fijando su residencia en Coca (Segovia).

Castillo de Coca (Segovia).

Luis Ceballos Fernández de Córdoba, que había nacido en San Lorenzo de El Escorial en 1896 falleció en Madrid en 1967 y su esposa, la portuense Magdalena Jiménez Sancho, murió a los 89 años de edad en Pozuelo de Alarcón, en 1991. Ella y su marido tenían  tratamiento de Excelentísimos Señores. Está enterrada en la cripta de la catedral de Nuestra Señora de la Almudena.  (Texto: Antonio Gutiérrez Ruiz. A.C. Puertoguía)

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Pehr Löfling o Pedro Loefling, nació en 31 de enero de 1729 en Valbo Gastrikeland (Suecia), hijo de Erik Löfling y Bárbara Standman. Estudia con un profesor privado hasta que, con 16 años se matricula en la Universidad de Upsala, en un principio para estudiar Teología empero, influido por el profesor Carlos Linneo se apasiona por la Botánica y acaba cursando estudios de Medicina. Tutor del hijo de Linneo y ayudante de sus profesor, presenta tu tesis escrita sobre ‘Yemas y Retoños de los Árboles’ e ingrea en la Real Academia de Ciencias Sueca. /A la izquierda, silueta del científico.

ESPAÑA Y VENEZUELA.
Con 21 años viajará a España recomendado por su mentor, a instancias del rey Fernando VI, donde permanecerá entre 1751 y 1754, realizando una serie de colecciones de zoología, --especialmente ictiología-- y botánica, que enviará a Carlos Linneo a Suecia, entre las que se encontraban especies nuevas. Publicará sus estudios en la Gaceta de Madrid en 1752 y, a título póstumo, su mentor dará a conocer su único artículo científico Iter Hispanicum, eller resa til Spanska Länderna uti Europa och America 1751 til 1756 (1758), pues falleció, prematuramente con 27 años, en la actual Venezuela, a orillas del río Caroní, en la Misión de San Antonio de Caroní (Bolívar, Venezuela), siendo enterrado al pié de un naranjo junto a la iglesia, en la Misión de Santa Eulalia de Merecuri.

Quizás fue este El Puerto que, 30 años antes, conoció Pedro Loefling, visto desde el Matadero Viejo, detrás de la actual estación de Ferrocarril. “Vista del Puerto de Santa María”, óleo sobre lienzo, 70 x 95 cm, 1781-1785 (propiedad del Museo del Prado, en depósito en el Museo Naval de Madrid) [P1151]. Autor: Sánchez, Mariano Ramón (Valencia, 1740-1822).

1753. EL PUERTO.
Pedro Loefling permaneció por espacio de algo mas de tres meses en nuestra Ciudad, en 1753, mientras esperaba partir en la expedición que le llevaría a los límites del Sur de América o del Orinoco (en el viaje  realizó descripciones de peces, moluscos, crustáceos y medusas, y ya en Venezuela realizaría una interesante descripción de flora y fauna) y elaboró durante aquel periodo de tiempo, con la ayuda de los pescadores de El Puerto, el Primer Tratado Español de Descripción de Peces.

La sueca Solveig Nordin recoge en un estudio sobre su compatriota que «En Iter Hispanicum se puede leer sobre los peces que Loefling preparaba para la Reina de Suecia y probablemente algunos todavía están en Estocolmo, Suecia en el Museo Nacional de Ciencias Naturales (Naturhistoriska Riksmuséet). [algo que la autora no tiene aún contrastado durante la redacción de este texto]

Se reproducen las páginas 93 y 94 del Iter Hispánicum En la segunda página, hace referencia a los 50-60 peces de El Puerto de Santa María que fueron enviados a la Reina de Suecia.

Traducción libre del texto, escrito por Loefling el 18 de diciembre de 1753, del Iter Hispanicum. «El 20 de Octubre, la misma fecha de llegar a Madrid hace 2 años, resultó ser mi primer día de viaje en mi Viaje Americana, y el 2 de noviembre llegué aquí al Puerto de Santa María y el 5 de noviembre a Cádiz, donde me quedé un poco mas de 2 semanas antes de regresar de nuevo junto con mi compañía al Puerto de Santa María, como aquí se presentan más posibilidades de realizar estudios de la Naturaleza, mejor que en Cádiz que está cerrada. Por fin me he dedicado a los peces, y me he entrenado en la Ictiología, además de haber preparado entre 50 y 60 Especies de Peces en “Spiritu Vino” para Su Real Majestad La Reina, los cuales serán mandados con el primer barco a Suecia por el Sr. Cónsul BELLMAN (en Cádiz).» /Portada de Iter Hispanicum, eller resa til Spanska Länderna uti Europa och America 1751 til 1756 (1758)

Loefling partió de la Bahía de Cádiz  la madrugada el 15 de febrero de 1754 en dirección a la que sería la actual Venezuela. Ya no volvería, quedando allí para siempre.

PISCES GADITANA. OBSERVATA GADIBUS ET AD PORTUS Sª MARÍA. 1753. Mens. Nov. et Decemb.
La abreviatura Loefl. se utiliza en los géneros creados ó especies descritas por Pedro Loefling. Algunos de los nombres vernáculos y nombres científicos dados por Löfling a la fauna marina de la Bahía de Cádiz, durante su estancia en El Puerto de Santa María en el Primer Tratado Español de Descripción de Peces:

anchova: Clupea encrasicholus; anguilla: Muraena anguilla; araña: Trachinus draco; armado: Trigla coccyx; azedia: Pleuronectes; borracha: Trigla; borriquete: Perca marina; breja: Sparus; burel: Scomber trachurus; cadella: Galeus Glaucus; cazon: Squalus Galeus; chucho: Raya; dorada: Sparus aurata; faneca: Gadus; galera: Cancer; herrera: Sparus oblongus; lenguado: Pleuronectes; lisa: Mugil; morena: Muraena; perrillo: Gobius niger; pescada: Gadus; pintarroja: Squalus Canicula; rape: Lophius; robalo: Perca labrax; rubio: Trigla cuculus; sabalo: Clupea; safio: Muraena; sardina: Clupea sardina; tapaculo: Pleuronectes; vaca: Raya maxima; xibia: Sepia.

Placa situada en la esquina de la calle Guadalete esquina Avda. de la Bajamar, en agosto de 2010.

PLACA DE RECONOCIMIENTO.
En la calle Guadalete, en una esquina del antiguo Hospital Municipal, con la vista puesta al río, se descubrió el pasado 11 de agosto de 201o una placa en reconocimiento del científico sueco que vivió durante unos meses en nuestra Ciudad y del trabajo realizado. El alcalde de la Ciudad Enrique Moresco, el presidente de la Academia de Bellas Artes de Santa Cecilia, Manuel Pico Ruiz Calderón y el presidente de la Asociación de Amigos de la Cultura Científica, Francisco González de Posada uno de los impulsores de la iniciativa, presidieron el acto. La Asociación Ecologista, en palabras de su Coordinador Local, Juan Clavero Salvador, valoraron positivamente esta distinción. También, en el Real Jardín Botánico de Madrid, se encuentra una placa a la memoria del joven sueco desaparecido prematuramente a causa de unas fiebres en la expedición a los Límites del Orinoco.

SOLVEIG NORDIN.
Solveig Nordin Zamano, compatriota sueca de Pedro Loefling (idealizado en el grabado de la izquierda) hizo en mayo del 2008 un recorrido por España, utilizando como guía de su periplo, el Diario de Viaje escrito por nuestro protagonista, en su viaje desde Madrid el 20 de octubre de 1753  hasta llegar a Cadiz el 5 de noviembre, que refleja en algunas entradas y comentarios en su blog: http://rutahistoria.blogspot.com/ (Texto: José María Morillo).

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Rafael Ceballos Jiménez nació en El Puerto el 7 de septiembre de 1940, mellizo y sietemesino, pero la vida le llevó tierra adentro, su padre, Luis Ceballos Fernández de Córdoba natural de San Lorenzo del Escorial (Madrid) y su madre, Magdalena Jiménez Sancho, se casaron tal día como hoy, hace... Sobrino nieto del que fuera alcalde de El Puerto Alfonso Sancho y Mateo y  emparentado por parte de madre con las Bodegas Jiménez Varela, aquellas del famoso Fino Amontillado Jardín, es el menor de nueve hermanos, quienes le llamaban ‘Fauco’ y ese es, precisamente el nombre donde se dio a conocer en el mundo de la Magia. Precisamente por su afición a la magia y por el conocimiento con algunos magos coquineros, ha llegado a formar parte, como socio simpatizante, de la Sociedad Gaditana de Ilusionismo, con sede en nuestra Ciudad.

JIMÉNEZ VARELA.
La familia bodeguera Jiménez Varela fue muy laboriosa, y prueba de ello fueron las industrias vinateras que crearon y los afamados productos que en ella se fabricaron: el Brandy Viejísimo Varela, Cacao Varela, Oloroso Los 46, o el Amontillado Fino Jardín, bajo la firma comercial de Hijos de Jiménez Varela. También existe una relación familiar de los Jiménez Varela, pues un familiar de éstos fue el hombre de confianza de Isaac Peral, cuando botó en El Puerto, en la desembocadura del río Guadalete, el prototipo del que fue el primer submarino.

Embotellado de Bodegas Jiménez Varela, donde en la actualidad se encuentra el restaurante del Hotel Bodega Real.

El año de su nacimiento, 1940 fue alcalde de la Ciudad, Ramón Barba Ordóñez. La población censada era de 22.264 habitantes, mientras que la del tristemente célebre Penal del Puerto, alcanzaría los niveles de doblamiento más altos de su historia: 5.479 reclusos, cinco veces más que durante la Guerra Civil. Ese año, el ex presidente del PSOE, Ramón Rubial, permanece encarcelado en dicho recinto. Cuando es descubierta la organización carcelaria de los socialistas, Rubial se hace responsable de la misma para evitar represalias sobre sus compañeros, siendo trasladado a la cárcel de Cádiz, juzgado y condenado a 14 años de prisión, adicionales a la anterior condena, con la pérdida de las reducciones por trabajo y el derecho a la libertad condicional. La cofradía de la Flagelación, fundada un año antes en San Joaquín, realizará su primera salida procesional.

De izquierda a derecha, Jesús Casas --actual Director General del Desarrollo sostenible en el Medio Rural-- y Rafael Ceballos, en las Jornadas de Presentación de las diferentes ramas de la Ingeniería a la Sociedad, donde se afirmó que los ingenieros de Montes tienen hoy más posibilidades que en el siglo XIX, que son menos gestores de montes y más gestores de territorio y más ingenieros ambientales que forestales. Abril 2009.

MÁLAGA, ALMERÍA, MADRID.
Los primeros 25 años de su vida los pasó Rafael en Madrid, donde hizo la carrera de Ingeniero de Montes y diplomado en Ordenación del Territorio y en Ordenación del Paisaje, entre 1957 y 1966, estuvo 13 años entre Málaga y Almería como Jefe de Área del Servicio de Aplicaciones Forestales del Ministerio de Obras Públicas (1966-1978), para regresar de nuevo a la capital de España, donde reside. Allí, entre los años 1978 y 1983 fue Jefe de Servicio de Recursos Naturales del CEOTMA (Centro de Estudios de Ordenación del Territorio) dependiente del Ministerio de Obras Públicas y Territorio y Medio Ambiente. Entre 1983 y 1990 fue Jefe de Área de Coordinación Ambiental así como el Gabinete de Formación y Documentación del CEDEX (Centro de Estudios de Experimentación y Obras Públicas), organismo hoy dependiente del Ministerio de Fomento y del Ministerio de Medio Ambiente, Medio Rural y Marino.

Rafael Ceballos, el segundo por la izquierda, en la Inauguración del Curso 'Tecnologías y desarrollo sostenible del Olivar'. Octubre 2008.

En el ejercicio de su profesión de Ingeniero de Montes,  dedicó sus primeros años a la gestión forestal de las cuencas hidrográficas del Sur de España, pasando luego a realizar evaluaciones del impacto ambiental que puede originar la construcción y explotación de determinadas obras públicas, concretamente las carreteras y los embalses. Alternó diversos cometidos y cargos, tanto en la Administración Central, durante 25 años, como en la empresa privada.

A partir de 1990 y en la actualidad, presta servicios de asistencia técnica como consultor autónomo en Gestión Ambiental, haciendo el seguimiento de la ejecución de grandes infraestructuras, como la construcción de distintas líneas del tren de Alta Velocidad. En el campo de la prevención, mitigación y corrección de impactos ambientales, realizando asimismo estudios, evaluaciones y peritaciones de daños ambientales sobre el medio natural, las aguas, el suelo y la atmósfera, sumando ya 41 años de experiencia en estas lides.

INSTITUTO DE LA INGENIERÍA DE ESPAÑA.
Presidente del Comité de Ingeniería y Desarrollo Sostenible del Instituto de la Ingeniería de España y Vicedecano del Colegio de Ingenieros de Montes.  Ejerce como conferenciante, ponente y profesor invitado en numerosos congresos y cursos de especialización en evaluación de impacto ambiental, en España e Iberoamérica;  ha participado en la redacción de más de 300 estudios y proyectos de esta materia. Autor de artículos técnicos en revistas especializadas y colaborador en libros relacionados con el medio ambiente y las infraestructuras hidráulicas y del transporte.

LA MAGIA, A LOS 16 AÑOS..
Recuerda Rafael que «a los 16 años, en unas vacaciones de Navidad, un compañero de Colegio me hizo un juego ‘Alucinación Colectiva’  y me quedé desconcertado. Después de suplicarle y rogarle que me enseñara ‘la trampa’, me contó cómo era y me prestó el libro. Esas mismas vacaciones me regalaron ‘La prestidigitación al alcance de todos de Ciuró y Magia con cartas de Who (Editorial Sintes). Al volver al internado me puse a estudiar con interés los tres libros y con la ayuda de un sacerdote del colegio (que también estaba aprendiendo magia porque se iba a Misiones y lo consideraba buena herramienta) nos fabricamos la bolsa del huevo, el pañuelo Davenport y alguna cosa más. En las fiestas de Fin de Curso ya hice una sesión en el teatro del Colegio para 500 espectadores.

Celebrando el primer Premio de Micromagia en la SEI (Sociedad Española de Ilusionismo) en el congreso de Cordoba. De izquierda a derecha, Juan Anton, Luis Fernández, Rafael Ceballos Jiménez, Arturo de Ascanio, Ramon Varela, Carlos Muro, Jose Antonio Vega y Juan Escolano. Sobre 1960. /Foto: Colección Juan Escolano.

Al acabar el curso me compré ‘Más de doscientos juegos de manos con la baraja’, también de Ciuró y me pasé todo el verano estudiando. Me regalaron la Caja Misteriosa (La caja de la carta) y el cristal atravesado por una cinta. Con esos dos aparatos y con la baraja me puse a dar sesiones nocturnas, en las noches de verano, en la terraza del Bar Veracruz, en Lo Pagán (Mar Menor). ¡Ah!, mi amigo no volvió a hacer ni un solo juego de magia, pero sigue siendo mi mejor fan. Cuando estudiábamos la carrera y yo “hacía comuniones”, él me llevaba el maletín y luego me hacía la crítica».

El Mago Fauco, en el centro, presentando un Festival en Navalcarnero (Madrid), el pasado año.

PASIÓN POR LA MAGIA.
Y abunda nuestro protagonista: «La magia es pasión, como lo es el compartir mi vida con los amigos; la música y la lectura, son mis aficiones; la gastronomía y los viajes son mi debilidad. Así, para mí, algo del paraíso puede ser viajar con amigos en un lujoso tren, con buen coche restaurante, leyendo un libro recomendado y rodeado de música ambiental --me gustan todos los géneros--. Después de cenar una sesión de magia preparada especialmente para la ocasión --me gusta personalizar mis sesiones-- con una tertulia final sobre cualquier tema de actualidad

El Mago Fauco, en otra actuación, con público en el escenario.

Cuando comencé a todos les gustaba mucho: a mis padres y hermanos; pero a mi padre le preocupaba que pudiera afectar a la buena marcha de mis estudios universitarios. En el momento actual a mi mujer, hijos y nietos, les gusta y se divierten mucho viendo los juegos. Mi mujer me acompaña a Congresos y convenciones; pero no puedo abusar: no acudo a reuniones societarias porque, cuando voy, regreso de madrugada. Están orgullosos de que sea Mago y disfrutan con los éxitos. No saben de dónde saco tiempo para estudiar y ensayar; yo sí: duermo poco».

Con el juego ‘Como Napoleón’ Rafael sintió que se estrenaba como mago. Asistía a las sesiones de los lunes de la Sociedad Española de Ilusionismo, en Madrid. Su maestro fue Arturo de Ascanio, y contemporáneo de Juan Escolano con nótula núm. xxx en GdP, Juan Tamariz, ...

EL BRUJO EN SOCIEDAD.
«¿Conocéis el libro del Tío Cigüeño ‘El Brujo en Sociedad’?, pues así considero yo la magia que hago actualmente. Soy un mago totalmente social y centro mis actuaciones en los grupos de amigos y conocidos con los que tengo cualquier tipo de relación, especialmente de trabajo, y fundamentalmente en la mesa de comedor, después de una buena comida o cena. Debido a mi trabajo, viajo mucho por toda España y mi magia está desparramada por innumerables restaurantes.

Lo que más hago es cartomagia, adobada con algún elemento que le quite aspereza a la baraja, ya que mis sesiones suelen ser esperadas y deseadas, por lo que son algo extensas. Al profano le gusta ver “cositas” y yo se las presento. No suelen faltar uno o dos juegos mnemónicos y alguno donde la técnica manipulativa tiene mucho peso. Todos los juegos los presento de manera encadenada».

Rafael Ceballos conserva muchos programas de mano de sus actuaciones en escenarios y en televisión, cuando solo había una. Su nombre aparece junto a los de Tip y Top, María Luisa Merlo, José Luis y su Guitarra, Los Pekenikes, Antonio Serrano… Nunca había escuchado nuestro protagonista tocar la armónica como él lo hacía, hasta que no hace mucho tuvo oportunidad de escuchar, en un Club de Jazz madrileño, a su hijo, famoso creador de música para películas.


Las Tres Tentaciones. Presentación de cartomagia por el Mago Fauco, para el Círculo Mágico Internacional Don Bosco.

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El ambiente bullicioso de la Placilla. En el centro de la imagen, Isabel Oreni Mayi, esposa que fue de Antonio Álvarez Herrera. Al fondo, la tienda de Nicanor y el Bazar de Loza y Cristal, en la calle Ricardo Alcón, antigua calle Correo o Muro.

Añoro a la que fuiste; a esa, a la bulliciosa; a la que a las claritas del día me despertaba con el eco de los pregoneros. Puñeteros, no me dejaban dormir. Unos te ofrecían las mejores frutas;  otros las mejores lozas, las mejores macetas,  juguetes,  flores, 'tajaítas', churros y hasta bragas, etc... --¡Ya lo habían conseguido! --refunfuñaba-- ¡aquí no hay quien duerma! Pero qué alegría tenía mi Placilla, daba gloria  ver  como se esmeraban los comerciantes preparando su género.

Era un trasiego de mercancías, algunos como Paco 'el Jerezano', la acarreaban desde  la desaparecida Posada de la  Fruta en la calle Ganado. Era todo un espectáculo. Las señoras con sus canastos, las había que rebuscaban por todos los puestos; no eran buenos tiempos y había que apañarse bien con lo que se tenía pues  eran muchas las bocas que alimentar y había que hacer virguerías con los  escasos recursos de que se disponía. Otras, en cambio, eran fieles a sus proveedores, eso  les garantizaba un trato deferente.

El puesto de frutas y verduras de Manuel Raposo Ruso 'Carrizales' y su señora Manuela López, en la esquina de la fachada del Mercado de Abastos, frente al Bar Vicente.

Imangen la misma esquina, vemos que a la derecha, la puerta del Mercado es de rejas de madera.

La clientela, posando para el fotógrafo, ante unas frutas perfectamente alieadas, amén de las que penden de sendos clavos en la pared del Mercado de Abastos.


Otra visión del mismo espacio expositivo y de ventas. Los puestos tenían toldos para proteger las mercancías de las inclemencias del tiempo. Todas estas imágenes son del puesto de 'Carrizales'.

Los puestos de fruta ocupaban gran parte de la Placilla. Tenían una estructura de madera que les permitía exponer con armonía los diferentes artículos. Estaban Agustín Vela y Carmela Durán --mis padres--, Juan Malete y su esposa María, tenían una perrita --Estrella-- que me dejaban pasear y eso me encantaba. Tobálo, Santiago Martín-Arroyo, Manuel Raposo Ruso 'Carrizales' y su señora Manuela López; María y 'el Toto' cuñado de Antonio López 'Veneno' que tenía una Pescadería  junto a la Alpargatería de José Ramírez.

En la imagen, con delantal, Carmen, tenía su puesto de frutas junto al Alpargatero.

Junto a ellos tenía su puesto la señora Carmen --creo que tenía dos hijas: Carmelita, a la otra siento no recordarla--. No era la única Pescadería de la Placilla; estaba el puesto de Manolito 'el Cochino' que por las tardes lo abría su hermana Carmelita y que era muy graciosa, a la que más tarde reemplazó su esposa, Milagros, una gran señora.

Otros muchos comerciantes utilizaban una especie de tenderetes, que les resultaba fácil recoger cuando terminaba la jornada laboral. Así era mi Placilla, un hervidero de gente, cada uno a lo suyo, ganándose el pan como buenamente podían.

En la imagen, un isocarro con publicidad de Fino Quinta, en el que Juan Pérez, el repartidor, está dejando una caja de madera con botellas de cerveza de vidrio no retornable, vacías. Vemos los puestos del exterior del Mercado, plegados. La bicilceta era el vehículo por antonomasia de los pobres.

En esa época las bicicletas eran los vehículos de los pobres. Los hombres  hacían muchos kilómetros  para traer a El Puerto alguna caja de frutas ¿Se imaginan ir hasta Chiclana y, a la vuelta, venir cargados con una o dos cajas de Damascos? Pues eso era casi a diario y, conociendo a mi padre, seguro que traía una más, no por vanidad sino por su gran fortaleza. Había quien se ganaba la vida con aquellos inolvidables Isocarros, muy útiles para reparto.

En el Café Moderno, actual Cafetín, detrás de la barra Juan Pérez, repartidor de cervezas con Isocarro, Ángel Sordo propietario del establecimiento y Luis Jurado. Fuera del mostrador, a la izquierda, Luichi Alcántara Torrent y a la derecha, Enrique Gago, propietario del Bar ‘El Pescaíto’.

Si algo bueno tenía mi Placilla era la solidaridad ante algún contratiempo de uno de  los nuestros, que eso éramos: como una gran familia. No todo era perfecto, como no; había quien tenía más guasa... y los que refunfuñaban. Los había encantadores como  Ángel Sordo del bar Moderno: era como un tío para mi; aguantaba que le cantara y bailara y siempre tenía algún gesto de cariño para todos los niños del barrio. Vicente, su hermano del Bar los Dos Pepes. Remedios la portera del Teatro Principal que nos dejaba ver películas en un proscenio junto al escenario. La señora Pilar Lagunas, de 'los Maños', Fermin 'el Carbonero, 'el Boli' que era recadero, junto a Antoñito 'el del Penal', otro recadero; José y Lele, barberos; Enrique el del 'Refino de los Muertos'. Encarna su hermana, tenía una taberna 'Las 3 B', que si no me equivoco, hacía  la  mejor sangre encebollada de El Puerto; Miguel Salguero 'el Bollero', siempre amable y risueño. Bartolo, Pepín, María y Conchita y  Cuqui de Ultramarinos 'La Giralda'.


El trajín de la Plaza, con puestos, toldos, cajas y vendedores y mozos de todas las edades.

Los había con todo el salero del mundo  como María la del 'Toto'; Pepa, hermana de 'Kiliki' y 'Kunini', éste último casi nos dejaba sordos a todos con ese vozarrón que Dios le ha dado. Y Pepe 'el de los Dos Pepes' se paseaba en un seiscientos con una muñeca  hinchable; era todo un espectáculo por  su personalidad tan peculiar y esa gracia innata de la gente de Cádiz. Como no, los despistados como Leopoldo, que tenía la mejor carne membrillo de tres colores que yo haya probado nunca; los  preguntones como... mejor lo dejamos; los cocinillas como: Tete Ganaza que hacía un ajo caliente buenísimo a ojos de una niña de pocos años.

Juan González Herrera y sus hijos Juan y Ana González Borrás, en  el puesto de  carnicería del Mercado.

La Placilla se me antojaba enorme, era como un gran patio de vecinos, en los que todos estábamos bien avenidos o casi todos. Recuerdo como en ocasiones me llamaban Servando y José 'el Barbero': los dos me pedían que les barriera; uno me daba las mijitas de las galletas, el otro me  montaba en la silla de trabajo y me daba vueltas porque era giratoria. Lo hacían porque les encantaba los niños, no había ninguna maldad, José comenzó  a llamarme Marusela --decía que me parecía a una cantante de ese nombre-- y a día de hoy para él sigo siendo Marusela.

En la calle Sierpes, Dolores Dosal, Manolo Picazo, con pantalón de peto  y Manolo Martín-Arroyo, con sombrero blanco y mandil, delante del puesto de fruta y verduras.

Recuerdo  cómo íbamos a comprar  la leche con nuestras lecheras de aluminio, unas veces a la calle Luna, otras creo a la calle Vicario, a Santa María en casa Carmina. Y  lo mismo pasaba con el aceite: lo comprábamos a Genaro que tenía su almacén entre  Placilla y Luna. Y nada de un litro, un cuarto, o medio litro como mucho: había para más.  Era época de colas para la leche, el aceite, el picón, carbón, parar las sillas de la Iglesia Mayor; todavía recuerdo a la señora Juana, creo, repartiéndolas; ella sabía a quién  pertenecían y rara vez se equivocaba.

Paquito y Pedro Álvarez Herrera, hermano de Antonio Álvarez, primer alcalde constitucional del periodo de los ayuntamientos democráticos.

Y no digamos para en cine, sobre todo si  había algún espectáculo. Y de cambiar los tebeos en el Liberato en la calle Vicario. Por la tarde, los niños éramos los reyes de la Placilla; las niñas jugábamos a la china, al elástico, a la comba, a la pelota, al pañuelo, al  diábolo, al  coger, al esconder, etc. Los niños también jugaban con nosotras, pero  los juegos eran más en grupos. La mayoría de los niños éramos nacidos en la Placilla y alrededores. Muchas de las cancioncillas de la época todavía las recuerdo y, en ocasiones, me han servido para distraer a mis hijos y ahora a mi nieta.

En la desaparecida recientemente tienda de Genaro, vemos a su madre, Ramona Salas.

En mi adolescencia se reunían en la Placilla muchos jóvenes a los que se les llamó  'placilleros'; supongo que se hicieron  conocidos por el gran numero de ellos; yo lo que recuerdo es que, en una ocasión de apuro, eran los días de la fiesta del Mercado,  agradecí que vinieran en mi ayuda. Eran 'el Bestia', Eloy, los hermanos Rojas, los Crespo, los Ojeda, 'el Pesca', 'el Carlangas', Ernesto, etc.

De izquierda a derecha, con el micrófono, Antonio Romero Castro, Jefe de Negociado de Fiestas del Ayuntamiento, Miss Simpatía, Mariana, hija de Luchi Ganaza y nieta de Tete Ganaza; Miss Mercado, Dolores Moreno Figueras --esposa de ‘Lele el Pescaero’--, Manuel García funcionario municipal padre de Manolo García Campos, Carlos ‘Carlangas’ pescadero, asoma la cabeza el concejal Juan Ponce, la siguiente Miss, de la que no conseguimos leer su distinción, es hermana de de Antonio e hija de Angelito, quien tenía la frutería junto a la Carnicería Centro, en la calle Ganado y Calzados Ramírez, y Pedro Osborne Domecq. Fiesta del Mercado, el día de la Inmaculada, 8 de diciembre de 1972. /Foto: Rafa. Archivo Municipal.

Esta era  mi Placilla, la del olor a café  recién tostado, a pan tierno, a suspiros de La  Pastora, a fruta, a bollos, a huesos para el puchero, a pescado fresco, a carne de toro, a aceitunas, a aceite, a manteca colorá, a  flores, ...  En definitiva a vida, a sacrificios, a amistades sinceras y a mucho, mucho respeto. Gracias a todos,  siempre seréis mis buenas  y entrañables  gentes de La Placilla. (Texto: María Jesús Vela Durán). (Fotos: Colección A.F.G.).

Más nótulas de la Placilla en Gente del Puerto:
366. La Placilla en la década de 1950.
684. Motes en la Placilla.

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