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Anzonini_puertosantamariaEn una fiesta que se celebró en Cádiz por los años 1928 o 29, Federico García Lorca, relató que allí estaban los Florida, esto es Los Melu, "Que la gente cree carniceros, pero que en realidad son sacerdotes que siguen sacrificando toros a  Gerión". Carniceros, tablajeros, jiferos, gandingueros, matarifes, cabestreros, mozos, porteadores, carreros de todos los mataderos municipales de la Baja Andalucía han sido los forjadores de  este imponente tinglado que es el arte flamenco, en cualquiera de sus vertientes. Cuando yo, por los años 70 organizaba la Fiesta del Cante de los Puertos, no enviaba los carteles y los folletos a los Ayuntamientos de la zona, sino a los Mataderos Municipales. Precisamente porque allí estaban los destinatarios de esas proclamas y no en las oficinas, ni en los despachos de los alcaldes, de los secretarios, de los concejales...más que nada porque no los tiraran a la .papelera sin oficio ni beneficio para nadie. Los  carteles y los folletos eran enviados a donde tenían que ir. (En la imagen, Anzonini, y a la derecha su mujer, María de los Reyes Suárez, conocida como María 'La Churrasca').

No hace mucho tiempo, cuando uno observaba una reunión flamenca, podía apreciar que sus oficiantes eran los mismos que había visto en el matadero, o en un reñidero de gallos, o en la cuadrilla de un torero, o el torero mismo. Y es que son gentes con un sentido polivalente de la vida. Sus modos y maneras los tenían atados al ritual de la tragedia, de la sangre, de la muerte, de formas muy diversas, pero todas ellas revestidas de arte.

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Anzonini, bailando al centro.

Siempre han sido proclives a ser sedes de las más gloriosas y espontáneas reuniones flamencas, las tiendas del Matadero, o las de las Plazas de Abastos comarcanas. Y es que, acabada la jornada, eran inevitables los cónclaves de gente que lo mismo apuntillaba novillos o toros mansos en la manga ignominiosa, que se apuntillaba la madrugada con una siguiriya, o, en un rapto excelso e increíble ,daba una vueltecita por bulerías y se volvía a sentar, como si tal cosa.

anzonini_malcala_2_puertosantamariaA Anzonini, siempre lo recordaré subiendo y bajando las escalerillas del carro de la carne, después de haber descolgado de un garabato media vaca y echársela encima, sobre la capucha de muselina morena y saco, tinta en sangre, y llevar el cuarto del animal a un puesto de la Mercado de la Concepción. Y eso una y otra vez y así todos los días. (En la imagen, Anzonini, dibujo de M. Alcalá).
El Matadero viejo de El Puerto, el venerable edificio de finales del XVII, obra de Francisco de Guindos, fue crisol de muchos cantes y bailes y testigo impasible de ambiciones taurinas, alguna de las cuales cuajaron con notable éxito y de las que ha quedado perpetua memoria.
La estirpe de los "Titi", Bermúdez de apellido, los López, apodados "Tabares" los González Monje, por sobrenombre "Villegas" y un sin fin de gente flamenca tuvo su sede y su menester en el Matadero portuense. Y precisamente de la estirpe de los "Titi", era Manuel Bermúdez Junquera, por apodo "Anzonini de El Puerto", que nació en 1917, y se crió en la Plaza de Abastos, entre las tablas de carne, las tiendas de Enmedio, Milindri, Rábago, Las Delicias, el Cafetín, Los Pepes y el Matadero.

anzonini_malcala_1_puertosantamariaAnzonini, nunca pude saber de dónde le vino el apodo, rubio, con los ojos azules, tenía facciones típicamente gitanas, a pesar de ello.     Su estatura extrema, su delgadez, daban prestancia a su figura que se crecía, nada más cuadrarse y alzar los brazos, con una majestuosidad increíble. Por su rostro siempre desencajado, sobre cuya frente campeaba un mechón rizado de pelo, la boca huérfana de dientes, pasaban las memorias de sus gentes y de lo vivido. Sus pies paseaban, en un espacio mínimo, un baile rodado por los siglos, doméstico, casero. Nada había estudiado en él; todo era improvisado e irreflexivo. Pero también hondo, como un pozo sin fondo. Y es que en su baile surgía , como de un manantial inagotable, lo ancestral y genéticamente guardado en las entretelas de su persona. Ni había en su porte impostura, ni fingimiento, ni afectación, ni jactancia. Aparecía su baile sin aditamentos ni ropajes espurios, creadora e inconscientemente apegado a la tradición, legítima y genuinamente antiguo. (Otro dibujo de Anzonini, Anzonini del Puerto’, "quant à lui, dansait dans sa cuisine et cuisinait en dansant". Realizado por Miguel Alcalá).

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Manolito de la María, Anzonini del Puerto y Paco del Gastor. En la fotografía, tomada en Madrid en 1964, aparece a la derecha el guitarrista flamenco Francisco Gómez Amaya, más conocido como Paco del Gastor, nacido en Morón de la Frontera en 1944. Sobrino de Diego del Gastor, fue el primero de la dinastía de los Gastor que se instaló en Madrid para ser guitarrista profesional, donde trabajó en los tablaos El Duende y Torres Bermejas. Comenzó su camino, antes, en la finca de Donn Pohren, acompañando a cantaores como Antonio Mairena, Juan Talega, Manolito de la María (en la izquierda de la imagen), Fernanda de Utrera o Perrate. En Madrid fue acompañante a la guitarra de Bambino, actividad que alternó con giras junto a Lola Flores, Fernanda y Bernarda de Utrera, Chano Lobato, Miguel el Funi… En la actualidad y desde hace más de 12 años es el acompañante fijo de El Cabrero y enseña guitarra en el conservatorio municipal de Morón de la Frontera. Phil Slight (Nueva Zelanda, 1932) se estableció en Málaga en 1961. Su amistad con Donn Pohren le abrió las puertas al flamenco de Morón. En 1964, Phil compartió pensión en Madrid con Manolito de la María, Anzonini y Paco del Gastor, cuando formaban parte del cuadro flamenco de la Peña Los Gabrieles de Pohren. (Foto Phil Slight)

Pero, además y por encima, Anzonini era un virtuoso de los pitos, con los diez dedos, que ponían el ingrediente preciso, el condimento adecuado y medido a su baile. De sublimes pueden calificarse los chasquidos de sus dedos, a compás. A nadie he visto tocar los pitos con la precisión y destreza de Anzonini. A nadie.
Jaleador ingenioso y oportuno, cantaor por bulerías y soleares y conocedor de un sin fin de cantes, su casa portuense de la calle Pozuelo 21 se convirtió en el santo lugar común del flamenquerío. Por allí pasó todo el cante, todo el baile.

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Un fotogénico Anzonini del Puerto retratado en Lebrija junto a Fernanda de Utrera (1981). Flamenco Project

Su mujer, María de los Reyes Suárez, con la que se había casado muy joven, compartía la afición y las consecuencias. Hija de Salud Suárez Montoya cantaora de fuste y sobrina de María Suárez Montoya, "La Guapa", bailaora de tronío, María la de Churrasca, como se la conocía, vio cómo un mal día a Anzonini lo arrancaron de su primitivismo atávico, lo colocaron en Madrid, en el Tablao de Los Canasteros y, luego en las Cuevas de Nemesio. Se lo llevaron con Pepita Campos, otra bailaora, ya viejecita, de El Puerto. No obstante, merodeó, e incluso se asentó algún tiempo, en Morón donde se convirtió en maestro de baile, y oráculo flamenco, cosa que también hizo, durante una corta etapa en Nueva York, hasta que recaló por Marbella donde puso una tabla de carne. Allí, una pelagarta extranjera lo terminó de arrebatar para siempre. Pero María, su mujer, fiel, amante desmedida, le dio piadosa sepultura en El Puerto. Anzonini murió el 17 de septiembre de 1983. Desde entonces se ha confundido con su tierra, en un pedazo tan chico, como el que le bastaba para bailar. (Texto: Luis Suárez Ávila).

duque_angulema_puertosantamariaLuis Antonio de Borbón, duque de Angulema, príncipe y general francés, exponente de las tendencias más reaccionarias de la Restauración nació en Versalles en 1775. Era hijo primogénito del conde de Artois, que llegaría a ser rey de Francia con el nombre de Carlos X, a quien acompañó al exilio al estallar la Revolución Francesa en 1789. Diez años después se casó con su prima María Teresa Carlota, única hija de Luis XVI y de María Antonieta, que había sido liberada por los revolucionarios en 1795.
En 1823 fue designado por su tío Luis XVIII responsable del ejército expedicionario de los “Cien mil Hijos de San Luis”, destinado a restablecer en España la Monarquía absoluta. La expresión “Cien mil Hijos de San Luis” fue acuñada por el propio Luis XVIII y divulgada por Benito Pérez Galdós al dar título a uno de sus Episodios Nacionales.
Dos días después de que Francia retirase a su embajador en Madrid, es decir el 28 de enero de 1823, Luis XVIII pronunció un importante discurso con motivo de la apertura de las Cámaras, en el que anunció solemnemente que "cien mil franceses estaban dispuestos a marchar invocando al Dios de San Luis para conservar en el trono de España a un nieto de Enrique IV".
La operación encomendada a Angulema se desarrolló con notable rapidez y constituyó un éxito. Veamos su cronología: Por acuerdo de las potencias de la Santa Alianza en el Congreso de Verona de 1822 se decidió intervenir en España y restablecer a Fernando VII como rey absoluto. Dicho y hecho. El duque de Angulema penetra en España el 7 de abril de 1823 al frente de un ejército que se elevaba a 95.062 soldados, divididos en cuatro cuerpos y uno de reserva.

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Grabado que representa una escenas del episodio de la liberación por el Duque de Angoulême y los “Cien Mil Hijos de San Luis ” del Rey Fernando VII, retenido en Cádiz por los liberales por sus veleidades absolutistas.  J.P. Wagner sobre dibujos de Andreas Rossi. Siglo XIX. (Colección J.S.A. Bruselas). Texto del Grabado:
«LLEGADA DE S.A. EL S. DUQUE DE ANGULEMA AL QARTEL GENERAL DEL PUERTO DE SANTA MARÍA EL 16.DE AGOSTO." Al Excmo. S4. José Aznarez Navarro Sanchez y Fuertes. Consegero de Estado. Academico de honor de Nobles y bellas artes de San Luis de la Ciudad de Zaragoza, individuo de la Real Sociedad Aragoneza de Amigos del Pais. Socio honrífico de la de Sevilla y Asistente de esta Ciudad. Yntendente general de Facto de los quatro Reynos de Andalucia y de la Provincia en Comicion.

EL DUQUE LLEGA A EL PUERTO.
Tras recorrer toda España, el 24 de junio llega a El Puerto el denominado ‘ejército de vanguardia’; 3.000 soldados al mando del teniente coronel Luis Fernández de Córdova, y toman la ciudad. Dos días después llegan las tropas francesas, en número similar, al mando del General De Burgoing, que de facto se convirtió en el jefe y gobernador de la población, pese a la existencia de autoridades militares y civiles españolas.
En las Actas Capitulares vemos como el mando en plaza del General era evidente. Dictó numerosos bandos sobre limpieza de calles, autorización de espectáculos, alojamientos, arreglo de cuarteles y construcción de barracones en el Castillo de Santa Catalina y cerca del Puente del Río San Pedro.
Por fin el 7 de julio llega el grueso de la expedición, con el propio Duque de Angulema al frente. Y decidieron descansar mientras se negociaba la liberación de Fernando VII, confinado en Cádiz por los liberales. Angulema permaneció en El Puerto hasta el 2 de octubre, fijando su residencia en la casa de Francisco Pavón (Larga, 67). Su Mayor General en la de Terry y el embajador de Francia en la de Nicolás Böhl de Faber (San Bartolomé, 44). Los criados y dependientes en la finca de Luis de Córdoba.
Angulema contaba con varios barcos que podían cortar las comunicaciones marítimas de la ciudad de Cádiz donde permanecía rehén Fernando VII, y colaborar con las fuerzas terrestres en las operaciones que se disponían a llevar a cabo. Las Cortes y los gobiernos que se sucedieron en aquel verano de 1823 no fueron capaces de encontrar soluciones para evitar su caída y la ayuda inglesa que se esperaba no iba a llegar. Sólo la Milicia Nacional se mostraba dispuesta a resistir hasta el final. Ante tales circunstancias, los liberales parlamentaron con Fernando VII y con Angulema por separado y aceptaron liberar al monarca si a cambio se prometía el olvido del pasado. Fernando, que incumpliría su promesa nada más verse liberado de sus captores, pudo por fin reunirse con el Duque de Angulema en el Puerto de Santa María el 1 de octubre de 1823.

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Grabado que representa una escenas del  desembarco del Rey Fernando VII y su familia en El Puerto de Santa María el año 1823, retenido en Cádiz por los liberales por sus veleidades absolutistas.  J.P. Wagner sobre dibujos de Andreas Rossi. Siglo XIX. (Colección J.S.A. Bruselas). Texto del Grabado:
«DIA 1 DE OCTUBRE DE 1825. SSMM DESEMBARCAN FELICEMENTE EN EL PUERTO DE S: MARÍA, CON SSAARR LOS YNFANTES." SAS el S Duque de Angulema el SS Duque del Ynfantado y todas las Autoridades los reciben á su desembarque y un inmenso gentío con aclamaciones de gozo veneran al deseado FERNANDO. Segun lo dispuesto por Exmo S. Capitán General de los Reinos de Andalucía se dedica a todos los Españoles Religiosos honrados, amantes y fieles a su amable Soverano el S. D. FERNANDO VII Q.D.C.

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Vista de El Puerto de Santa María, desde el Castillo de San Marcos. Los soldados al mando del Duque de Angulema, en el Patio de Armas del Castillo, al fondo Cádiz y los barcos que traían libre a Fernando VII, después de liberarlo en Cádiz, para llegar a los muelles de El Puerto. (Colección L.S.A.)

CINCO AÑOS MÁS DE OCUPACIÓN.
La misión de “Los Cien Mil Hijos de San Luis” había concluido. Angulema dejo nuestra ciudad, pero algo más de 3.000 soldados y 800 jefes y oficiales permanecieron 5 años más en El Puerto, ocasionándose más perjuicios que beneficios. Además del alto coste del alojamiento de las tropas, que era sufragado por los vecinos con contribuciones especiales, fueron numerosos las molestias e incidentes que se produjeron, hasta el punto de que llegó a producirse un altercado cuando el general francés de turno, alojado en una finca en cuyos bajos se encontraba una tienda de bebidas, llegó a denunciar “los alborotos y bullangas que se producían por la noche a propósito de molestarlo”.
Hasta aquí la importante relación de Angulema con El Puerto. Tras regresar a Francia y al morir su padre en Praga en 1836, muchos legitimistas consideraron como nuevo rey ‘de iure’ al duque de Angulema, con el nombre de Luis XIX, por considerar inválidas las abdicaciones de 1830. No obstante, se mantuvo apartado de la política y nunca quiso adoptar esta denominación. Murió en el exilio en 1844. Está enterrado en la cripta de la iglesia del monasterio franciscano de Kostanjevica (Nova Gorica, Eslovenia). (Texto: Enrique Bartolomé).

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Villancicos flamencos por bulerías, cantados por José de los Ríos Nuñez, “Josele”. Una original propuesta, una original composición en la que menciona a Orillo, Pepa Campo, Anzonini, José de los Reyes el Negro de la Pipa, Tío Alonso el del Cepillo, a Robertito Ceballos, ... Con esta copla nos felicitarnos de que se mantengan tradición e innovación, en los cantes de la Gente del Puerto.

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La cena contó con 130 comensales, venidos desde diversos puntos de El Puerto, muchos procedentes del extranjero.

Mientras esta noche en muchas casas de El Puerto sobrará la comida, en otras escasearán las viandas y en las calles, los sin techo volverán a pasarla refugiados en cajeros, soportales o puertas de negocios. A éstos sin techo fijo, malviviendo en lugares sin condiciones de salubridad, a esta Gente de El Puerto Pobre, los voluntarios de Sol y Vida les dieron una alegría durante el pasado lunes. En el local que el Area de Bienestar Social les tiene asignado en la calle Cruces, cerca de la Barriada José Antonio, les dieron de comer y cenar a unas 230 personas. Era la comida de Navidad para unos, para otros la Cena de Nochebuena.

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En la cocina, se preparaban y repartían los platos que iban a ser degustados por los invitados a esta cena pre navideña.

Más de 30 voluntarios --mas mujeres que hombres-- cocinaban, servían, recogían para que estos porteños vecinos o transeuntes vivieran una comida de acuerdo con las fechas: jamón, gambas, langostinos, sopa, cordero con patatas y tarta. Eso fue la noche del lunes. Esta Nochebuena o en la Navidad de mañana no sabemos que comerán. Posiblemente alguno pertenezca a ese grupito de no mas de 20 que casi a diario desayunan o meriendan con los de Sol y Vida. Puede que, también, algunos voluntarios que saben donde paran unos pocos de los sin techo, les lleven unas fiambreras y un termo con café caliente. Puede que en algo se mitigue el frío interior de vivir con hambre, algo mucho peor que pasar hambre, ni siquiera comparable con estar desmayado.

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Empresas y particulares anónimos donan alimentos y atienden necesidades a diario desde los almacenes y locales de Sol y Vida.

Estos días en Cáritas también han repartido bolsas para familias necesitadas. Muchas conciencias se han movido porque la cosa no está igual que antes. A fin de cuentas lo que vivieron estos hombres y mujeres el pasado lunes con lo que vivirán esta noche no son sino contrastes. Como contraste es, para los que vivimos de este lado de la suerte, que algunos no puedan cenar esta noche, del empacho de tantas comidas y actos sociales por mor de la Navidad. Eso es últimamente esta fecha, un periodo de contrastes, donde el corazón de unos cuantos llama a moverse a los demás, para compartir y ser solidarios. Como hacen estos voluntarios con su tiempo, con el tiempo que le quitan a las familias para darles un rayo de sol y esperanza de vida a quienes se confortan en sus comedores.

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De izquierda a derecha, Felipe Bononato Saez, desconocido con gorra, Francisco Javier Osborne Domecq, Manuel Tosar Bayo (+), Alfredo Bootello Reyes (+), desconocido, Juan Lerdo de Tejada (+), detrás desconocido, José María Benjumeda Osborne, destrás desconocido, Francisco Duque García (+) ex religioso jereónimo y capellán de Las Capuchinas, cura deconocido, Francisco Jiménez Lerdo de Tejada, Emilio Martínez de Murga Terrada, José Jacinto Cossi y detrás de él, desconocido. Agachado, Manuel Pico Ruiz-Calderón y desconocido. (Foto: Rafa. Colección Vicente González Lechuga).

A finales de la década de los cincuenta o principio de los sesenta del siglo pasado, la Hermandad del Dolor y Sacrificio, organizó un Festival Taurino Benéfico por medio de su Secretariado de Caridad Social. La fotografía está tomada en la Puerta de Cuadrillas de la Plaza de Toros, la puerta que podemos observar detrás del grupo, a la izquierda, es la entrada a toriles.

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«Va por ellas». Sucedió hace 14 años, el 20 de octubre de 1995. Mujeres histéricas. Conjunciones telúricas. 16.000 féminas vibraron, con el torero Jesulín de Ubrique en la Plaza Real. Llevaba la provocación por montera mientras afirmaba que «los pitones de los toros saben a pezón de mujer» y que «el cuerpo de una mujer es la mejor prueba de que Dios existe». El torero se encerró en nuestro centenario coso taurino con seis reses de la ganadería de Núñez del Cuvillo en la segunda edición de «Va por ellas», un festejo que organizó y emitió en directo Antena 3TV, en el que se pretendía homenajear a las mujeres.  Jesulín era un singular «boy» de una despedida de soltera. Utilizaron bragas y sujetadores como peculiares pañuelos para reclamar los trofeos. Un escándalo para los académicos y puristas de la tauromaquia. También torearía, solo para mujeres, en Aranjuez y Granada.
La ciudad vivió a más revoluciones de la cuenta, a la que acudieron unas 40.000 personas. Los comerciantes estarán eternamente agradecidos a Jesulín y a Antena 3. Delante de la Oficina de Turismo que estaba situada en la calle Guadalete (frente al Bar de Aparicio), donde se entregaban las entradas --también por correo, lo que dio pábulo a la picaresca-- pernoctaban mujeres venidas desde muy lejos, ansiosas de obtener su localidad. Algunas pasaron dos noches a la intemperie.
El espectáculo causó un gran revuelo, diferentes asociaciones sociales señalaron que se fomentaron los estereotipos masculino y femenino. Ese año las protestas tuvieron calado político. Los grupos municipales del PSOE e IU en el Ayuntamiento de nuestra Ciudad manifestaron su oposición al espectáculo porque «representa una manipulación y discriminación de la mujer».

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Entrada-Invitación. Anverso.

INTERÉS TELEVISIVO EXTRAORDINARIO.
Tuvo una audiencia extraordinaria, siendo seguido por una media de 5 millones de telespectadores, obteniendo una cuota de pantalla de 43,6%, siendo el acontecimiento taurino de mayor audiencia desde el nacimiento de las cadenas privadas de televisión. El interés de la segunda edición porteña de «Va por ellas» se trasladó más allá de nuestras fronteras. Cadenas de Gran Bretaña, Francia, Países Bajos, Japón y Corea del Sur se interesaron por la corrida. Canal Plus (Francia), la primera cadena de Alemania y las autonómicas españolas TV3 y Canal Sur se han dirigido a Antena 3 para negociar la adquisición de las imágenes.
Antena 3TV realizó un amplio despliegue técnico y humano para hacer la transmisión. 51 personas trabajaron los días previos para tenerlo todo a punto. Diez cámaras y dos microcámarasfueron instaladas en la Real Plaza de Toros. Dos más para mostrar el ambiente previo a la corrida y las incidencias en los tendidos y el callejón.
La producción del espectáculo corrió  a cargo de Fernando González, y la realización fue de Mariano Martín.

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Entrada-Invitación. Reverso.

EN LA PLAZA, SOLO MUJERES.
Los comentaristas fueron de Rosa Villacastín y Matías Prats. El veterano locutor fue, junto a la cuadrilla de Jesulín, el único hombre que estuvo en la Plaza (Bueno, alguno más que auxiliaba en las tareas de hacer funcionar el espectáculo). Fueron las excepciones que confirmaron la peculiar regla.
La banda de música estuvo integrada por mujeres de diversos puntos de Andalucía. Una presidenta, dos alguacilillas, una torilera, una cartelera, tres pintoras, una ayudante de banderillas y otra de puyas acompañaron a Jesulín en la arena, que se alojó en el Hotel Santa María, a donde lo persiguieron.  (Textos: Pablo de la Calle).

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mancoguindate_puertosantamariaAbelardo González Franco, era el pequeño de los seis hijos del matrimonio formado por Antonio González  Ávila natural de Medina Sidonia y de Francisca Franco Felices natural de Morón de la Frontera, asentados en El Puerto a principios o mediados del siglo XIX. Familia de ricos agricultores antiguos de El Puerto, poseían fincas de labor en propiedad y arrendadas, casa grande con granero y cuadras en El Ejido de San Juan, negocios de transporte con carros, tanto de mulos como de bueyes, (estos heredados de la familia Felices) teniendo en exclusiva el acarreo de carbón de la serranía de Cádiz a El Puerto.

En la casa de El Ejido de San Juan siempre había alguna celebración de por medio por lo que siempre estaba llena de personas aficionadas al cante y a la buena mesa. Y aunque los progenitores siempre habían vivido de las rentas, la siguiente generación empezó a conocer la decadencia, lo que les llevó a empezar a vender patrimonio para poder seguir llevando el mismo nivel de vida al que estaban acostumbrados.

EL MANCO GUINDATE.
A Abelardo se le empezó a conocer popularmente como “El manco Guindate” debido a la pérdida de su brazo izquierdo con tan sólo 20 años de edad, ocurrido en un accidente en la finca del cortijo de Buena vista. Este cortijo no se sabe bien, si era de su propiedad o lo tenían arrendado, pero el caso es que cansados de que les entraran por las noches para robar parte del ganado y productos de la tierra, decidieron hacer guardias entre el capataz de la finca, Abelardo y algunos más. En un momento de la noche, al oír ruidos, Abelardo montó en su caballo para dar caza y detener a los ladrones, con tan mala fortuna que se cruzó con uno de los disparos efectuados por el capataz.

manola_demancoguindate_puertosantamariaMás tarde se casó con Manuela Gutiérrez, natural de El Puerto. Al igual que Abelardo, Manuela era una persona muy querida por todos los que la conocían, llegando a conocerse por “Tía Manola” sobrenombre puesto cariñosamente por sus cuñados. El matrimonio tuvo 5 hijos: María, Abelardo, Manola, Manuel y José (Pepete), siendo éste último el único descendiente directo que aún continua entre nosotros viviendo en la vecina localidad de Rota. (En la imagen, Tía Manola).

Debido al negocio del acarreo que tenían sus padres, Abelardo se aficionó desde muy joven a los enganches, siempre le gustaba llevar un carro con un buen tiro.

Le encantaban –como buen portuense- las ferias del ganado que se celebraban por aquel entonces, a las cuáles siempre iba acompañado de sus mujer y de sus hijas.

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E incluso durante algunos años realizó a caballo junto a su hermano Antonio el encierro de las reses bravas, desde las haciendas hasta la plaza de toros recorriendo las calles de El Puerto, vistiendo para tal ocasión de corto y negro.

retratodelgeneralqueipodellano_oleolienzoEL MANCO CUATRO MIL REALES.

Abelardo González empezó también a ser muy conocido con éste sobrenombre, puesto por su amigo el general Queipo de Llano quien vivió una temporada en la calle de las Cruces de nuestra Ciudad, desterrado por el gobierno monárquico, por su condición de republicano, en la actual casa de Roberto Romero Laffite, entonces propiedad de los Pineda. El manco frecuentaba mucho el tabernón de Juan de Dios Sánchez, en la calle Luna, lugar donde el general y varios señores más, incluido Abelardo, realizaban sus tertulias. Abelardo era una persona tan espléndida que cuando se encontraba a gusto entre sus contertulios siempre lo manifestaba exclamando: “¡Vamos a cortarle el dobladillo a este billete de cuatro mil reales!” (En la imagen, Gonzalo Queipo de Llano, en un retrato óleo sobre lienzo).

Este grupo de “tertulianos” mantuvo una estrecha relación de amistad e incluso durante el periodo de la Guerra Incivil ya que, a pesar del traslado a Sevilla de Queipo de Llano para su incorporación a la Capitanía General, siguió manteniéndose en contacto con ellos, a través de  consignas  emitidas por este último en los partes de guerra radiados a las 10 de la noche, o bien por correspondencia.

En relación a la correspondencia, aún se recuerda una anécdota  muy celebrada,  hacia la persona de Abelardo. Un día llegó a las oficinas de correos un sobre con remite de Capitanía general de Sevilla y en la dirección una nota que ponía:

«Aunque la carta no lleve remite ni destinatario,
sus señas son bien cabales
¿Quién no conoce en El Puerto
al manco cuatro mil reales?»

El cartero llevó la carta al domicilio de Abelardo González Franco.

pepeguindate_rotaPERCANCE CON LA JUSTICIA.
Abelardo González siempre llevó buenos cortijos a rentas, siendo los hijos quiénes trabajaban los campos y cuidaban del ganado. En cierta ocasión pusieron a la venta uno de los cortijos que tenían arrendados, llamado “Las Gesillas” y situado en el término de Rota. Este cortijo era propiedad de los hermanos García Lagos de las Herranz, vecinos de El Puerto. Abelardo conocedor de la buena calidad de las tierras decidió comprarlo, llegando a un acuerdo con los dueños y entregándoles cuatro mil reales a cuenta. Días más tarde, estando Abelardo en el Casino de Labradores, se enteró por terceras personas que una labradora muy rica les había hecho a los hermanos García Lagos de las Herranz una oferta superior a la suya por el susodicho cortijo, cerrando éstos, definitivamente, el trato con ella. (En la imagen, Pepe González 'Guindate', en una fotografía reciente tomada en Rota, localidad donde reside a sus más de 90 años). Ver nótula núm. 535 en GdP.

Ofuscado Abelardo por este comentario, ni corto ni perezoso se personó en la casa de los dueños y al primero que le abrió la puerta, sin mediar palabra alguna le arreó una gran bofetada y se marchó. Ofendidos los hermanos y dueños ante esta actitud, decidieron ponerle una denuncia ante el juez de guardia, resultando el juez ser amigo de ambos: denunciante y denunciado. El juez para no quedar mal con ninguno de los dos, decidió desterrar permanente a Abelardo a la Villa de Rota donde labraban los campos arrendados, pero a su vez hacia la vista gorda ya que Abelardo acudía todas las noches a pernoctar en El Puerto, en su casa de el Ejido de San Juan.

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Casa del Manco de los Cuatro Mil Reales, en el Ejido de San Juan. En tiempos del manco era una preciosa casa del siglo XVIII con sus corrales, sus graneros y sobre todo con un hermoso patio de columnas. Hoy la casa ha perdido todo su carácter. Alberga la Iglesia Evangélica 'Miel de la Peña' a un lado de su fachada y al otro la Peña El Timbrado Español 'Monteburra.

10realesdefrancoLA ÚLTIMA DÉCADA.
En los últimos años de su vida, ya retirado del campo, viudo y con todos sus hijos casados, vivió hasta su muerte con su hija Manola en la antigua casa de la “Sevillana”, rodeado de sus hijos, nietos y biznietos. Los que lo conocieron, siempre lo recordarán como el típico señorito andaluz. Impecable traje negro, chaleco, camisa blanca, corbata y sombrero negro de ala ancha. Predispuesto siempre a meterse los dedos en el bolsillo de su chaleco y obsequiar así a la chiquillería familiar y no familiar con una monedita. La última generación conocida por él, recuerda que empezó con 10 reales y acabó con 20 duros. (En la imagen, 2,50 pesetas, o dicho coloquialmente, "los 10 reales de Franco").

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En la imagen, de izquierda a derecha, el escritor Paco Candel, desconocido, Eleuterio Sánchez “el Lute” y Paco Arniz. La fotografía está tomada en la Terraza Martini, la coctelería de moda en la Barcelona de los años sesenta y setenta, situada en la confluencia del Paseo de Gracia, 16 con la Gran Vía, hoy desaparecida.

Allí vivió Paco Arníz una curiosa anécdota con Eleuterio Sánchez “el Lute”, ex presidiario del Penal de El Puerto. Cuando los presentaron, Paco Candel a Eleuterio que Arniz venía de El Puerto, a lo que éste le preguntó --pensando en clave carcelaria-- que «en que galería has estado». El entuerto se deshizo enseguida cuando le explicaron que Paco Arniz era nacido en nuestra Ciudad.

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La Terraza Martini fue noticia el pasado año 2008 cuando fue vendida por 10,8 millones de euros, el precio más alto pagado por un piso en la capital catalana. El torreón, con 806 metros cuadrados de superficie y 185 metros cuadrados de terraza fue adquirido por una familia catalana que ha trasladado allí, tras la reforma, su residencia.

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Organizado por un grupo de antiguos socios del R.C. Portuense, liderados por Victor Martínez Guerra, nótula 419 en Gente del Puerto, se le ofreció el 1 de marzo del 2000, un homenaje de respeto al artista porteño Manuel Bejarano, “Canta por Caracol, pinta, torea (y recita) de salón”, según reza en sus afiches promocionales. La sensibilidad y el pago de una deuda contraída por la afición racinguista para alguien con el corazón más grande que el coso taurino portuense, reinó en todo momento. El Puerto dijo sí.

manolobejarano_2_puertosantamariaEl acto, celebrado en Casa Paco Ceballos, nótula 408 en Gente del Puerto, fue presentado por el también artista local “El Gran Caco”, nótula núm. 004 en Gente del Puerto, quien entre pasodobles y músicas toreras ofrecidas para la ocasión por los ingenios musicales de José Caílla, nótula 454 en Gente del Puerto, dió paso a las distintas intervenciones de la tarde. (En la imagen de la izquierda, tarjeta de visita de Bejarano, que usaba en Sevilla).

El lugar del homenaje estaba profusamente decorado con diversas obras de estilo naif, fruto de los pinceles de Bejarano. Los motivos: Rincones Portuenses y la Fiesta de los Toros. El también artista local Francisco M. Arniz, nótula num. 478 en Gente del Puerto, hizo lo que se acostumbra entre los virtuosos de la pintura: propuso el habitual intercambio entre pintores, de los cual fueron testigos los numerosos asistentes a tan entrañable acto, entre los que se encontraba el ex jugador del Racing Lolo Soriano; el ex presidente rojiblanco Manuel Lara “el Pili”; el director de Radio Puerto FM, Manuel Borne; el vicepatrón de la Cofradía de Pescadores, José Devesa; Francisco Soto, Delegado Comercial de Diario de Cádiz y Francisco Zalba, de CPR, entre otros empresarios y representaciones que acompañaron al Vate Bejarano, quien agradeció al público cantando por Caracol, toreando con el capote por Paula (de salón) y recitando como los mejores poetas de la lengua castellana.

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Manuel Bejarano, durante una exposición de sus cuadros naif, en la Casa de la Cultura, en Avda. Menesteo, siendo concejal de Cultura Luis Suárez Ávila. Fue en 1986. Todo un éxito.

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Un 'bejarano' de temática taurina, en el más puro estilo naif. 1988.

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Este otro 'bejarano, usa colores más atrevidos. 1983.

Fernando Gago, concejal y presidente a la sazón de la Real Plaza de Toros, entregó al artista una simbólica oreja encarnada en el Vapor de El Puerto, como reconocimiento, dijo, «del arte, saber y simpatía de un portuense que ha calado hondo en la forma de ser de esta Ciudad». Manolo Bejarano no tuvo sino palabras de agradecimiento a sus paisanos que compartieron con él, como se sabe hacer en este rincón de la Bahía, una ceremonia de toma y daca de afectos encontrados en torno a una copa de fino y la amistad compartida a lo largo de muchos años. El Puerto dijo sí.

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El primer y único Festival de la Canción Juvenil se celebro en los jardines de  “La Ponderosa”, donde hoy se encuentra la cafetería del gallego --Pepe Basteiro, con nótula núm. xxx en Gente del Puerto--, frente a la Comisaría de la Policía Nacional. En esos tiempos lo habitual era organizar bailes y guateques para la juventud. Fue un sábado del mes de Agosto del año 1.968 y estuvo organizado por la Agrupación Cultural Juvenil Memphis, perteneciente a la Vocalía Juvenil de Medusa, siendo en esa época el vocal de música Álvaro Rendón Gómez.

Álvaro, persona emprendedora desde su juventud, perteneció a un grupo de música folk que creó el mismo junto con unos amigos. También por esa época cuando el Cine Macario terminaba la temporada de verano, organizaba bailes en la parte techada donde obtuvo un éxito importante de afluencia de jóvenes, llevando a actuar varios grupos de la provincia.

Este fue el orden de actuaciones:

  1. “Pueblos”, autor: J.A. Zambrano, interpreta: Los Radar’s
  2. “Amor eterno”, autor: José Martín, interpreta: Francisco Calles
  3. “Nora” autor: M. Ruiz Herrera, interpreta: M. Ruiz Herrera
  4. “Súplicas”, autor: A. Gómez Benítez, interpreta: A. Gómez Benítez
  5. “Dímelo”, autor: J. L. Zaragoza, interpreta: J. L. Zaragoza
  6. “Soy vagabundo”, autor: J. C. Rodríguez Rendón, interpreta: Dúo Amisk
  7. “Atardecer”, autor: Inés Monguió, interpreta: Inés Monguió
  8. “Unos que vienen”, autor: Los Radar’s, interpreta Los Radar’s
  9. “Quiero enseñarte a vivir”, autor: J. L. Zaragoza, interpreta J. L. Zaragoza
  10. “Renunciar”, autor: M. Ruiz Herrera, interpreta M. Ruiz Herrera
  11. “Pastorcillo”, autor: J. E. Poullet, interpreta: Los Radar´s
  12. “Vieja balada”, autor: Inés Monguió, interpreta: Inés Monguió

Este Festival fue presentado por Isabel Mata, de El Puerto, recién elegida “Maja de Andalucía” en aquel mismo año y José Antonio Guerrero Torres.

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De izquierda a derecha, Lele, Juande, Julio, Koky y Pete, componentes de Los Radar's, posando para una publicidad del año 1967.

El grupo Los Radar’s interpretó “Pueblos” de Zambrano, “Pastorcillo” de Poullet, el tema “Unos que vienen” compuesta por ellos, fue cambiada por otra que se llamaba “Vivo el amor” también del propio grupo, otorgándose a está canción un premio especial fuera de concurso ya que el jurado consideró a Los Radar’s como profesionales de aquella época y el Festival estaba enfocado a jóvenes noveles de la música.

lavidasigueigual_puertosantamariaEn aquella época el autor de esta nótula tenía una grabadora "Philips" de esas de bobina grande, comprada en "Quicar" y pagada en pequeños plazos. Como estaba casi siempre escuchando la radio que es lo que había en esa época, hablamos de 1.968, aparte de una sola cadena en TVE, emitieron como primicia en una emisora las canciones que se presentarian en el Festival de Benidorm y las grabé. Unos días después estuve con Alvaro Rendón en mi casa preparando el Festival de la Ponderosa, cogí la guitarra y le dije: "--Esta es la canción que vamos a interpretar Los Radar's" y se la canté. Él dijo: "--No esta mal, ¿como se llama?», a lo que le respondí que no le habíamos puesto nombre todavía. Inmediatamente le puso "Unos que vienen". Momentos antes del Festival le dije que iba a cambiar la canción por la otra que era "Vivo el amor" compuesta por "Los Radar's" para el Festival. A Alvaro le pareció estupendo porque la verdad es que no le gustaba mucho "Unos que vienen" así que interpretamos "Vivo el amor". La sorpresa se la llevó cuando unos meses después se escuchó la canción de Julio Iglesias que ganó el VII Festival de la Canción de Benidorm en 1.968 con "La vida sigue igual". Era la misma que yo le canté aquel día en mi casa con la guitarra, desestimándola después para el Festival Juvenil. Yo creo que esa broma no me la perdonará nunca.

No se volvió a celebrar ningún festival de este tipo en El Puerto a pesar de que tuvo una gran aceptación, Alvaro Rendón se marchó a estudiar Bellas Artes en 1.970 dejando esta pequeña historia de la música en el Puerto de Santa María. Gracias Álvaro. (Textos: Francisco Ramírez Tallón).

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