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Texto: José María Morillo

Francisco Rodríguez Lores nació el 13 de agosto de 1941, en plena posguerra civil, tercer hijo de los cinco que tuvo el matrimonio formado por Manuel Rodríguez Ceballos y Milagros Lores Pérez.

En 1941 fueron alcaldes de El Puerto un militar que ocupaba el despacho del palacio Municipal desde diciembre de 1939: Manuel Barba Ordóñez. Le relevó en septiembre de 1941 José María Pastor Moreno, por poco tiempo ya que al mes siguiente, en octubre tomará posesión de la alcaldía Fernando C. de Terry y del Cuvillo. El arqueólogo alemán Adolf Schulten visitó el Yacimiento de Doña Blanca, y pensó que podría tratarse del ‘Puerto de Menesteo’; no será hasta 38 años después, 1979, que empezarán las excavaciones sistemáticas dirigidas por el Catedrático Diego Ruiz Mata.

En 1941, también, su padre inauguraba el ‘Bar Paquito’ en la Plaza de Isaac Peral que, mas tarde y comprado por el Ayuntamiento, sería recordado como el Palomar, lugar de instalación de Belenes en dicha Plaza, y por último, antes de su demolición, como almacén improvisado de aperos de Vías y Obras, Parques y Jardines

El 'Bar Paquito' en la Plaza de Isaac Peral.

Hipólito Sancho de Sopranis publicaba su libro «Historia del Puerto de Santa María desde su incorporación a los dominios cristianos en 1257 hasta 1800». Rafael Alberti publicaba «Entre el clavel y la espada», naciendo su hija Aitana en Puerto de Santa María de los Buenos Aires (Argentina). Los jesuitas padres Guerrero  y Jorge Loring  ingresaban en el noviciado de la Compañía de Jesús de El Puerto.

La familia de Paco: sus padres, tías y primos, entre los que podemos ver detrás, en el centro a Baldomero Rodríguez, copropietario del Bar Casa-Paco, famoso por las pavías rebozadas.

Paco vivió de pequeño en la calle Larga y en la Bajamar y estudió en los Jesuitas. Al casarse  en 1967 viviría con  Ana Vega Repiso, natural de Marchena (Sevilla), se fueron a vivir a la calle Nevería. Allí nacerían dos de sus cuatro hijos, Mily y Ana María, José nacería en Cádiz y Eva María en Mallorca, a donde se trasladó la familia por razones de trabajo. Después de vivir un tiempo en Palma de Mallorca, se mudaron a Manacor viviendo, actualmente en Porto Cristo, un pueblo de pescadores de la parte este de Mallorca y, aunque allí pasa la mitad del año, la otra mitad la pasa en su casa de El Puerto. Es un portuense de ida y vuelta.

Los hijos de Paco y Ana.

INICIOS EN LA HOSTELERÍA.
Estamos en 1952 y desde muy joven, con apenas 11 años,  empezaría con su padre en el mundo de la hostelería, trabajando con su padre en la Taberna ‘La Gaviota’. Después vendrían Ultramarinos ‘Los Caballos’ en la calle Federico Rubio; seguidamente en el Bar ‘Los Tres Reyes’ en la calle Nevería --ojo, no confundir con ‘Los Dos Reyes’ en el Parque Calderón; de ahí pasaría a los servicios de hostelería del Club Náutico, regentado entonces por su padre.

Propaganda de 'La Placilla'.

RESTAURANTE ECONÓMICO ‘LA PLACILLA’.
Luego, su progenitor alquila un Freidor de Pescado en el que instala el restaurante económico ‘La Placilla’ situado en dicho emplazamiento; era económico porque el menú constaba de dos platos a elegir entre 8 primeros y 8 segundos, pan y postre, costando el cubierto 10 pesetas de la época. La clientela eran, sobre todo, trabajadores de todos los gremios: viajantes, profesores, estudiantes, ... Y, recuerda Paco “había que trabajar mucho parra subsistir con estos precios, teniendo en cuenta que muchos clientes vivían al día y pagaban a final de mes cuando cobraban sus salarios”. Todavía se recuerda aquella cafetera de agua caliente… y los primos de su padre que regentaban el restaurante del Hostal Loreto. Hoy se encuentra otro establecimiento con el nombre de ‘La Placilla’ que es una tienda de electrodomésticos.

En 1961 fue llamado a filas, haciendo el servicio militar en la Armada, estado destinado en El Ferrol en el ‘Minador Vulcano’, regresando a ‘La Placilla’, al finalizar el periodo militar.

Paco Rodríguez, al poco de llegar a Mallorca, en el Real Automóvil Club.

MALLORCA.
En 1971 su primo, Antonio Lores, le explica que en Mallorca existen buenas posibilidades para trabajar en la hostelería, poniéndolo en contacto con profesionales y empresarios del gremio, “algo por lo que le estaré siempre muy agradecido”, señala, y se marcha a trabajar a Mallorca.

A su llegada a las Islas Baleares entra a trabajar en el Real Automóvil Club, aunque aquello no le fue muy rentable por lo que entrará a trabajar en el servicio de bar del Aeropuerto Internacional de Son Sant Joan, a 8 kilómetros del centro de la capital de la isla. Será a partir de ese momento cuando su familia marchará a vivir con nuestro protagonista e iniciar una nueva vida.

De maitre, en la cafetería Chicago, en Manacor.

MANACOR.
Como gusta su forma de funcionar atendiendo en el aeropuerto, Paco recibe una visita de los propietarios de una cafetería de Manacor, de nombre ‘Chicago’ ofreciéndole la dirección de la misma; dado que las condiciones eran favorables, acepta y, por espacio de tres años permanecerá en la misma hasta su venta;

De maitre, en el Club Náutico de Porto Cristo.

PORTO CRISTO Y CALA BONA.
Dado que las nuevas condiciones que rigieron a partir de entonces en ‘Chicago’ no le interesaron, regresa de nuevo a Mallorca, a Porto Cristo,, donde le ofrecieron el puesto de Mâitre dirigiendo la hostelería en el Club Náutico de dicha población. Una vez allí, un amigo de Paco --y hay que reconocer que Paco goza de numerosas y buenas amistades-- le ofreció regentar por su cuenta una cafetería en una importante zona turística, Cala Bona, firmando un contrato por dos años que no renueva, dado que, durante la temporada baja apenas había trabajo y, dado que vivían en Manacor (a 16 kilómetros), era algo complicado para seguir la evolución de sus hijos en edad escolar. Como se puede comprobar, la profesión del hostelero es una profesión de mucho movimiento. Y aquí viene la anécdota: “Cuando le puse el nombre de ‘Cafetería Lores’, no me lo aceptaban en la Delegación Provincial de Turismo porque decían que ¡¡un español no podía poner un letrero en inglés!!”

Paco Rodríguez al principio del Bar San José

BAR SAN JOSÉ. ‘EL POBRE PACO’.
De nuevo en Porto Cristo, consigue el traspaso del Bar San José, que había pasado por varias manos y que no terminaba de arrancar. El matrimonio, Paco y Ana, una gran cocinera y sus hijos que también ayudaron lo suyo durante las vacaciones de verano y era cuando había mas trabajo, se especializaron en la dieta mediterránea y el ‘Pescaíto Frito’, el tapeo y comida para extranjeros (hamburguesas, perritos, etc... que era lo que estaba de moda). Paco recuerda que “un día hice pescado en sobreúsa para comer la familia, y unos holandeses lo probaron y les gustó y, como siempre, estábamos haciendo cosas nuevas, aquello gustó y tuvo éxito y lo servíamos en la misma sartén en la que lo hacíamos”.

Familia de holandeses, probando de la sartén el pescdo en sobreúsa.

Con el tiempo, empezaron a abrir más bares alrededor, en primera línea de playa y el Bar San José estaba en segunda línea, lo que hizo que se estimulara su oferta y creatividad, especializándose en productos que nadie tenía: gambas al ajillo San José, pulpitos picantes, pavías de merluza rebozada del Tío Paco, ... Explica el porqué del sobrenombre: “Resulta que cuando empezaron a abrir bares nuevos y nosotros teníamos gente los vecinos decían ‘Ay el pobre Paco’ se le va a venir el negocio abajo, demasiada competencia. Entonces puse un letrero luminoso que decía:’ Bar San José. EL POBRE PACO”.

Paco con unos clientes en el Bar San José de Porto Cristo. Observamos a la derecha un cartel de Feria de Juan Lara y arriba en las estanterías, botellas de Fino Quinta de Osborne.

PIZZERÍA Y MANTENIMIENTO.
En 1997 Paco, con 60 años,  sufre una angina de pecho lo que no le deja lugar a ninguna duda y tras 30 años en el Bar San José’, traspasa el establecimiento hostelero. Habían sido muchos años de vida laboral y llegaba la hora de cuidarse y, dado que aún faltaban cinco años para la jubilación entró en un hotel a trabajar de ‘pizzero’ durante dos años.

Y de ahí a llevar el mantenimiento de otro durante los tres años que restaban para la jubilosa jubilación cuando cumplió los sesenta y cinco.

Paco recuerda que en tantos años de profesión, “han sido tantas las personas que he conocido que, desde hace seis años que no tenemos el bar y aún siguen recibiendo postales y fotos. Tengo un álbum de fotos de muchísimos clientes y de vez en cuando me gusta mirarlo y recordar”.

EL PUERTO EN EL RECUERDO.
Desde Baleares recuerda El Puerto con mucho cariño, pero “siendo franco de franqueza, lo veo sucio, dejado, con lo bonito que es mi Puerto. Cuando voy, siempre digo igual: vamos para atrás, porque... no se este año, pero amigos que han estado me dicen: ‘Paco, que buena gente, pero el pueblo sucio con lo bonito que es. Supongo que esto es culpa del Ayuntamiento, y estoy seguro que la gente de mi edad se acuerda como yo, de Luis Caballero cuando era alcalde". /En la imagen, lista de tapas, muchas de El Puerto, con el escudo sobre impreso del Racing Club Portuense.

Comedor Sol y Vida, en la calle de las Cruces.

"Cuando estoy en El Puerto colaboro como voluntario en el comedor de Sol y Vida, donde también están, entre otros, mis amigos Faustino y Hortensia”.


El 14 de julio de 1973, se jugaba un partido de fútbol en el campo de la SAFA, entre funcionarios del Ayuntamiento y de la Diputación de Cádiz. En la fotografía, de izquierda a derecha el funcionario municipal José Luis Bernardo, María del Carmen Gutiérrez Perea que hizo el saque de honor, y el funcionario de Diputación, Francisco Bocanegra.

En la imagen, vemos en la fila superior de izquierda a derecha a Manuel García, Federico Aguirre, Jaime Fernández Criado, dos desconocidos, Vicente Martínez, dos desconocidos y Mari Carmen Gutiérrez Perea. El segundo por la derecha de la fila superior es Juan Valiente Moreno. Agachados, el equipo visitante.

Los dos equipos formados por funcionarios de Diputación Provincial y del Ayuntamiento portuense se enfrentaron en partido de fútbol en el terreno de las Escuelas de la Sagrada Familia. El primer tiempo terminó con empate a un gol, marcados por Ceballos, del organismo provincial, y Felíx de los locales. Después se impusieron los de la capital con dos nuevos goles, obra de Ceballos y Rodríguez. El arbitraje de Blas perjudicó a los de casa. A la terminación del choque se atendió a los participantes, principalmente a los forasteros, con una copa de fino portuense en la Caseta Tierra, Mar y Vino, en el recinto ferial de Crevillet.

Joaquín Camacho Graván, delante de un cartel promocional de su úlitmo libro. /Foto: Ruedo Abierto.

Joaquín Camacho Graván nació el 20 de julio de 1947, en la Huerta de Raimunda, también conocida como Huerta de Malacara, situada donde hoy está la barriada del mismo nombre, donde se crió junto a sus cuatro hermanos. Allí vivió entre lechugas, coles, rábanos tomates y todo tipo de verduras de una huerta, además del ordeño y mando, que realizó muchas veces, a las vacas que se criaban allí.

1947.
El año en el que nació Joaquín fueron alcaldes Ignacio Osborne Vázquez y, a partir del 14 de julio, Joaquín Calero Cuenca. Apenas con un mes de vida, el 18 de agosto de 1947, sobre las 9:45 de la noche una explosión en Cádiz producida por unas 200 toneladas de trinitrotolueno, carga de alrededor de 1600 bombas pertenecientes a la II Guerra Mundial y a la Guerra Civil, integradas cabezas de torpedo, minas antisubmarinas y mayoritariamente cargas de profundidad, arrasando la onda expansiva edificaciones, viviendas y cuarteles produciendo cuantiosas víctimas mortales. La población de El Puerto, donde se produjeron numerosas roturas de cristales por la onda expansiva, abandonó el casco antiguo en previsión de una nueva explosión, refugiándose en descampados de la carretera de Sanlúcar y Jerez./En la imagen, reproducción de la portada de Diario de Cádiz del día después de aquella fatídica jornada de 1947.

El Vapor Adriano desplazó a los muelles gaditanos un contingente de soldados zapadores. Instalaciones militares hoy en desuso, cuevas en la Sierra de San Cristóbal, fue el lugar escogido con posterioridad para albergar el resto de material bélico que no había estallado.

CUVILLO.
Joaquín empezará a trabajar con 17 años en la Bodega de Cuvillo, donde estuvo durante 18 años de servicios auxiliares, es decir «echaba mano a lo que le mandaran que había que hacer». Además, durante su vida laboral, regentó una confitería en la calle Pagador, esquina con Palma: ‘La Moderna’. /En la imagen, soporte publicitario de 'Fino Basilio' de Bodegas Cuvillo.

EN LA PLAZA DE TOROS.
Cuatro generaciones de la familia Camacho han prestado sus servicios en la Plaza de Toros de El Puerto. El primero sería su bisabuelo, Francisco Camacho Herrera quien desde la fecha de la fundación --1880-- hasta 1910, trabajó desempeñando diferentes funciones en nuestro coliseo taurino. Le tomó el relevo su abuelo, como clarinero, entre 1910 y 1922, año en el que pasará a ser Maestro de Chiqueros, donde estuvo hasta que se jubiló en 1960. Aquí le dio el relevo al padre de Joaquín quien, entre otras funciones fabricaba las banderillas que se usaban para arponear a los toros mientras, simultáneamente, su tío ejercía de Alguacilillo.

Confeccionando banderillas en la Plaza de Toros a mediados de la década de los sesenta del siglo pasado. Del libro 'Plaza Real' de Manuel Martínez Alfonso. /Foto: Mesa.

En 1971 Joaquín se incorpora formalmente a la Plaza como conserje de la misma. Desde muy pequeño se movía por los ambientes taurinos de la Plaza de Toros, acompañando a su padre y a su abuelo, en las distintas labores que realizaban en el coso taurino. Desde entonces y hasta 1982, compatibilizaba su trabajo en la Plaza con el que tenía en Bodegas Cuvillo.  Joaquín continuó prestando sus servicios en la Plaza de Toros hasta el año 1999, realizando diferentes funciones: desde chófer de la empresa concesionaria, hasta torilero, pasando por la entrega de banderillas a los toreros, o pintando el ruedo. Compartió algunas laboraes con su hermano Francisco quien, hoy día, es Maestro de Chiqueros de la Plaza. Ambos hermanos conformaron las cuatro generaciones trabajando para el más que centenario coso taurino porteño.

La pareja recién casada, a hombros por la Plaza de Toros.

BODA EN LA PLAZA.
El 10 de abril de 1972 se produjo un hecho insólito hasta entonces en la Plaza Real. Siendo alcalde de El Puerto Fernando T. de Terry Galarza, contrae matrimonio en la capilla del recinto, con Carmen Ruiz, actuando como padrinos el padre de la novia, Antonio Ruiz y la hermana de nuestro protagonista, Teresa Camacho, siendo unas de las pocas personas --además vinculada al mundo taurino-- que ha tenido la oportunidad de realizar su enlace matrimonial en un marco tan peculiar. Años más tarde, el concejal de IU en funciones, José Manuel Vela Cordones, celebró el banquete de su boda con Begoña Serrano Romero, en el ruedo de la Plaza, siendo alcalde Rafael Gómez Ojeda.

EL INÉDITO MUNDO DEL TORO.
Su pasión por el mundo del toro y a cuanto rodea a la Fiesta, le anima a publicar un libro, en el año 2008: ‘El Inédito Mundo del Toro’, un interesante albúm en blanco y negro de medio millar de fotografías, más que inéditas, insólitas, --se ve en una instantánea a S.M. el rey Don Juan Carlos torear una vaquilla--. Como se afirma en la promoción del volúmen, «El editor, ha sabido recopilar, conservar y difundir, con el único propósito de mostrar a los aficionados al mundo del toro, las variopintas situaciones trágicas, cómicas, tiernas, románticas, singulares, sorprendentes y únicas que se dan en él. Es un libro que por su dinamismo, mantiene vivas las imágenes, y transporta al aficionado hasta el mismo ruedo, sintiendo el estremecimiento, que un animal como el toro, transmite al tenerlo de frente, desplazándose con buen tranco y con el poderío que de él se deduce. Por tanto, El inédito mundo del toro, es un libro para aficionados, porque en él se recoge parte de la historia gráfica de un mundo tan infinitamente inmenso y lleno de contenidos, que al buen aficionado hace rememorar, imaginar, sentir y disfrutar de la fiesta del toro. También es un libro para no aficionados, porque las curiosas imágenes, describen una época de nuestra historia, donde el toro y torero dibujaban, en una sociedad un tanto oscurecida, la plasticidad artística, el futuro triunfante y el desafío de unos hombres que saliendo de la nada, tan sólo con su coraje, entrega y afición, se enfrentaban a lo más poderoso del momento, el toro»

Durante la presentación del libro, en el restaurante Bar Jamón. De izquierda a derecha, Joaquín Camacho, Guillermo Boto, Fernando Gago y Pepe Fernández.

LLENAZO EN EL BAR JAMÓN.
La crónica de ese 7 de febrero, la hacía el crítico taurino Curro Orgambides, para Diario de Cádiz: «Llenazo en el Restaurante Bar Jamón, de la portuense ronda de Molino Platero, para la presentación del libro "El inédito mundo del toro. La presentación corrió a cargo de Guillermo Boto que destacó las raíces taurinas del autor del libro, cuya familia ha estado vinculada a la Plaza Real desde la inauguración del coso. El anfitrión, el restaurador Pepe Fernández, mostró tanto su agrado por acoger a la familia taurina portuense como su disposición para acoger cuantos actos de esta naturaleza se celebren. No hay que olvidar que Restaurante Bar Jamón patrocina unos premios con el marchamo de la calidad en la Plaza Real. Por su parte el edil Fernando Gago, celebró el nacimiento de esta nueva publicación taurina de minerva portuense y aportó interesantes y novedosos datos sobre la tradición taurina de El Puerto, remontándose a 1607 para citar los parajes donde se han corrido toros en la ciudad del Guadalete: Plaza de la Iglesia, Plazuela del Castillo, Campo o Egido de San Francisco, Plaza del Polvorista y Muelle y surtidero de Galeras».

TOROS EN CÁDIZ (1929-1967).
Al año siguiente, y tras diez años de trabajo de investigación y recopilatorio, un nuevo libro ve la luz de la mano de Joaquín. «Toros en Cádiz. 1923 a 1967», prologado diez años antes por el catedrático de Lengua y Literatura y ex alcalde El Puerto, Manuel Martínez Alfonso, autor del libro «Plaza Real», a quien está dedicado el volmen, que versa sobre la historia de la Plaza de Toros de Cádiz, haciendo un recorrido por la historia: II República, Guerra Civil, la Dictadura, su clausura y derribo. 400 páginas ilustran más de 600 espectáculos.

Esto escribía el periodista Modesto Barragán, director del programa de Canal Sur ‘Andalucía Directo’, en marzo de 2009 en Diario de Cádiz, quien actuó como presentador del segundo libro de Joaquín.

UNA PLAZA DE TOROS.
«Queden  tranquilos de antemano plataformas a favor o en contra de la llamada fiesta nacional, que lo que sigue no es defensa ni reivindicación alguna en uno u otro sentido. Hoy me refiero a lo que fue esa plaza de toros de Cádiz, de lo que da cuenta con detallada recopilación realizada y publicada estos días el persistente aficionado Joaquín Camacho. Más allá de la visión inevitablemente afectiva con la que los muchos aficionados abrirán este libro, parte de la reciente historia de la Bahía pasa delante de nuestros ojos en las páginas ocres de la vieja cartelería. Espectáculos taurinos, musicales o boxísticos se dan la mano de forma ordenada y perseverante a lo largo de las temporadas que van de 1929 a 1967. Es un hueco para la nostalgia a la que tan exageradamente entregados vivimos muchas veces en la trimilenaria, y un espacio también para buscar el motivo de cuplé, la broma socarrona y el comentario irónico que siempre nos da la historia a poco que la relea uno de Cádiz.

Invitación al acto de presentación de su segundo libro: 'Toros en Cádiz'.

Hablamos de una plaza de toros viva aún en el callejero popular por mucho que ahora tenga nombre de un antiguo general cartaginés que también toreó lo suyo por aquí, por mucho que ahora el ambiente de las 11.000 localidades del viejo coso tenga poco que ver con el que nos ofrece el de las gestiones de tesorería, tráfico... Hoy les animo a que pasen y vean cómo en éste, al igual que en tantos huecos que le quedan por desempolvar al viejo Cádiz, hay motivos para la sorpresa, la risa y la emoción más alegre y más triste a la vez.

En el Casino Gaditano capitalina, durante la presentación de 'Toros en Cádiz', a cargo del periodista Modesto Barragán a quien vemos a la izquierda, en el centro nuestro protagonista y a la derecha, el Teniente de Alcalde Delegado de Turismo del ayuntamiento gadinato, Bruno García.

Porque funesto es también que banderillas negras de la historia escogieran esta zona de fiesta para intentar cercenar la libertad inherente a esta tierra acabando con la vida de tanto inocente. La plaza cayó y calló y la Historia hizo lo demás. El trabajo de hoy, al que ha dado su vida el autor, enseña tal cual lo que tantos vieron y disfrutaron según fue marcando el tiempo que inexorable todavía no ha devuelto lo que aquellas autoridades de finales de los 60 también prometieron. Y hablando de toros, vaya mi reconocimiento a la flamante premio Meridiana entregado por el presidente Chaves el pasado jueves, la emprendedora Ana Alonso, afincada en El Puerto desde tantos años y precursora femenina en la difícil tarea de presidir festejos taurinos».

Entrada de una corrida de toros celebrada el 29 de junio de 1947, año del nacimiento de nuestro protagonista, quien posee una importante colección de entradas y carteles taurinos.

Ambos libros se pueden encontrar en cualquier librería de la provincia e incluso en las de otras provincias españolas. Ahora se encuentra inmerso en la recopilación de datos del que sera su tercer libro. Además, entre sus aficiones se encuentra la del coleccionista, especialmente, como no de carteles y entradas taurinas.

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Hace tiempo que el virus de la amnesia se instaló en la memoria colectiva, este desorden mental nos llevó al olvido de las hoy, personas anónimas, pero que en su día estaban en primera línea de la lucha por las libertades y la democracia. Sería de justicia un reconocimiento a sus aportaciones desinteresada a esta causa.

Con su padre, en el caballo de cartón del Parque del desaparecido fotógrafo Cuellar.

VIDA LABORAL.
Pepito ‘Alberti’ nació el 1 de marzo de 1946. Pertenece a la promoción de 1965 del Instituto Laboral. Durante su vida ha hecho de todo, especialmente se ha dedicado a la hostelería, después de la Librería Alberti, de la que hablamos a continuación. Fue  Jefe de Partida en el Hotel President (Ibiza). Ha sido Jefe de Comedor del Restaurante Curro El Cojo en Puerto Sherry. Gestionó como autónomo el Asador Don Pollo. Antes de su jubilación ha estado cinco temporadas en el Hotel Torremolinos, como Jefe de Cocina. En la actualidad, aunque jubilado desde el 1 de marzo pasado, ejerce como cocinero a domicilio, por encargo.

En el desaparecido restaurante 'Curro el Cojo' de Puerto Sherry.

LIBRERÍA ALBERTI.
José  Gutierrez Ponce,  más conocido como “Pepito Alberti” por aquello del nombre de su librería es una de estas personas olvidadas y poco reconocidas. En 1973 había que tener mucho valor para poner de nombre a su librería: ‘Librería Alberti’. Cuando vuelvo de vacaciones forzosas [el autor de la nótula ha sido preso político] quiero conocerlo y allí  me recibe en la trastienda y veo a muchos jóvenes que más adelante jugaron un papel importante en la vida cultural y política de El Puerto.

Con el desaparecido Luis Sánchez Matabuena, delante de la fachda de la Librería Alberti, en la calle Alquiladores, punto de encuentro de la disidencia en el periodo previo al cambio político.

En el interior de la Libería Alberti, junto al autor de esta nótula, Miguel Marroquín.

Con Rafael Alberti Merello.

ACTIVIDADES CULTURALES.
Yo creo que con la apertura de la librería se dio un salto cultural progresista de los más importante de esta población. No es que no hubiese colectivos culturales, pero del nivel de esta librería, no. Allí se podía encontrar libros prohibidos editados por Ruedo Ibérico, más adelante fue centro de distribución del Mundo Obrero y punto de contacto de todas las fuerzas políticas incipiente. Pepe organizó conferencias semipermitidas; por primera vez trajo a un desconocido Carlos Cano;  al Grupo Jarcha y algunos más; batalló con denuedo por traer al máximo exponente del cantaor flamenco de denuncias Manuel Gerena, siendo prohibido una y otra vez.

Con el desaparecido cantautor Carlos Cano.

Con un grupo de amigos, camaradas del PCE, de izquierda a derecha, Carmelo Ciria Pino, Jesús Espinar Galán, Luis Sánchez Matabuena, Ana Sánchez Alonso, Lourdes Roselló Tarrío y, sentados, Pepe y su mujer.

ACTIVIDAD POLÍTICA.
Con su ingreso en PCE fue el responsable directo de los actos culturales del mismo: organiza durante la Transición un acto multitudinario en el polideportivo con Manuel Gerena y Carlos Cano. El festival de los Cantes de los Pueblos Ibéricos, fue también un éxito absoluto llenando la Plaza de Toros. Lo daba todo,  y  no quería nada. Yo creo que si Pepe hubiese ido en las lista para las elecciones de 1979, --que no quiso-- y hubiese llevado la concejalía de Cultura, la cultura en El Puerto tendría otros derroteros. Pero como tantos otros, fue devorado por los advenedizos. Hoy disfruta de una merecida jubilación. (Texto: Miguel Marroquín).

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Pedro Cairón Calatayud nació en la calle Aurora, muy cerca de la Plaza del Polvorista el 2 de febrero de 1921. Tiene 90 años. Sus padres fueron Josefa y Buenaventura de ahí que sea conocido como ‘Pedro Ventura’. Con dos años, al fallecer su madre, lo mandaron a vivir junto a su hermana Francisca, a Cádiz, donde estudiaría Primaria en el Colegio de Antonio Fazán, durante seis años.

...continúa leyendo "1.018. PEDRO CAIRÓN CALATAYUD. Pedro Ventura."

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Manuel Ruiz-Cetrino Pérez de la Campa es un matemático y maestro que, aunque nacido en Córdoba en el año 1935, estuvo relacionado con nuestra Ciudad donde impartió clases entre 1955 y 1960, apenas con 20 años hasta los 25. Sus padres, Emiliano y Josefina, solo tuvieron ese hijo, al principio de la Guerra Civil, cuyo matrimonio se vio truncado por la contienda, lo que daría como consecuencia una infancia dura. Su inclinación por las matemáticas se manifestó a los 7 años de edad, ocupando en la escuela siempre el primer puesto en dicha materia, derivando su vocación por la enseñanza, en la cordobesa Escuela Normal de Magisterio, al no poder continuar estudios de licenciatura, aunque las matemáticas serían siempre su devoción.

Manuel tiene escrita una novela costumbrista cuya acción transcurre en El Puerto de Santa María, así como ensayos de matemáticas y un nuevo método para las reglas fundamentales: sumar, restar, multiplicar y dividir. Es miembro de la Real Sociedad Matemática Española. Jubilado, vive en la actualidad en Peñafiel (Valladolid).

El año del nacimiento de nuestro protagonista, 1935, fue enterrado en El Puerto Tomás  Osborne y Guezala, Conde de Osborne quien se encontraba en posesión de este título pontificio desde junio de 1900. Estaba casado con Felícitas [sic] Vázquez, de cuyo matrimonio fueron sus hijos, Elisa, casada en abril de 1917 con el  Marqués de la Candia;  Enriqueta, María, casada en febrero de 1915 con José Gamero Cívico, Ignacio casado en abril de 1921 con Ana María Vázquez Torres), José Luis, casado con Ángeles Domecq, hija de la Marquesa viuda de Casa Domecq  y Antonio.

Manuel Ruiz Cetrino, a la derecha, durante una interpretacion de 'El Divino Impaciente'

UNA NOVELA DE EL PUERTO.
El año de su nacimiento moría uno de los propietarios de Bodegas Osborne y quizás, casualidades de la vida, fue lo que le inspiró a escribir una novela cuya acción transcurre en El Puerto de Santa María, en el entorno del marco de producción de los vinos del Jerez-Xérès-Sherry.

LA VENDIMIA DE LA NAVAJA.
La trama de «La Vendimia de la Navaja» era de época, en la que podemos reconocer calles y paisajes de El Puerto. Una prostituta había sido brutalmente asesinada y sus restos abandonados. El maestro Tomás Alameda se interesará por este sobrecogedor caso que estremece a la población y que viene a unirse a la desaparición en extrañas circunstancias de un padre de familia al que se le imputa un importante robo. Con la España rural y las relaciones en una bodega al fondo, esta inédita novela escrita en 1960 por  Manuel Ruiz-Cetrino transcurre en El Puerto de Santa María, ejemplo de una ciudad española que se despierta al desarrollismo con todos los fantasmas del pasado como guardianes. Ruiz-Cetrino era una joven promesa literaria a finales de los 50 pero su osadía creativa en unos tiempos muy complicados ahogaron su producción.

HISTORIA DE AMOR.
Además de en El Puerto, impartió clases en Málaga, Peñaranda de Bracamonte (Salamanca), Lugo y Peñafiel (Valladolid), donde reside ya jubilado. En nuestra Ciudad vivió una relación de amor imposible, que todavía recuerda, --permanece soltero-- y que le hizo abandonar El Puerto al que ha viajado, muchos años, después en varias ocasiones. Además estuvo un tiempo apartado de la docencia oficial, impartiendo clases particulares en su vivienda, en la calle Diego Niño. De aquel amor, prefiere que, aunque su otra protagonista ya no vive, la apasionada historia que vivieron permanezca en el anonimato.

AMIGO DE MIGUEL DELIBES.
Amigo del  vallisoletano, Miguel Delibes, director del periódico El Norte de Castilla, con el que coincidió y con quien se carteaba, leyó un fragmento de ese manuscrito y le recomendó entonces que retocara algunos párrafos, demasiados duros para la época. Otro amigo censor, madrileño, que se guarda en el anonimato, incluso le aconsejó que ni siquiera se atreviera a hacerlo público. «La vendimia de la navaja» era una novela demasiado arriesgada para 1960, porque habla de la corrupción del régimen y su vinculación con las empresas más poderosas de cada comarca.  Una pena, porque la vocación literaria de Ruiz Cetrino desapareció ante la frustración vivida entonces. Eso sí, Ruiz Cetrino colaboró con su nombre y con seudónimo en El Norte de Castilla y La Voz del Sur.

Faena de estiba de botas a un camión.

FRAGMENTO  DE LA NOVELA.
«--Maestro ¿hace un chica?-- le espetó Pastrana, despertándole de sus pensamientos por la plaza de España.
Pastrana, el guardia municipal, iba de paisano y le llamaba desde la puerta de la Taberna Buhigas, en la calle Pagador.

--Ahora mismo se me hace tarde-, se disculpaba Tomás.
--Todavía tiene noche para meterse en su casa. Todo no va a ser leer y escuchar el parte, hombre-- invitaba el agente, con la mano en el ademán de pedirle que se acercara.
--Venga esa copa--, aceptó el maestro, aún aturdido por la narración del abogado desatado.
El sol se estaba emborronando por los perfiles de la Iglesia Prioral y una cigüeña planeaba por el cielo rojizo. Una primavera radiante se apoderaba del Puerto de Santa María, un vaho de los dioses africanos que churruscaba la piel de la ciudad. Una perezosa melancolía se acomodaba en el atardecer. La estampa de aquel cadáver en el melonar se agigantaba en los recuerdos del maestro cuando franqueaba la puerta del local de Buhigas».
/A la izquierda un joven Manuel, en su etapa porteña.

Para leer más de 'La Vendimia de la Navaja' pulsar aquí.

Esta obra narrativa, inédita hasta enero pasado, ha visto la luz en una tirada corta. Y es que Manuel, a sus 76 años, no ha querido que aquellos recuerdos novelados, pasaran al olvido.

Hoy tiene 95 años y una memoria prodigiosa. En abril del pasado año 2010 traíamos a Gente del Puerto a Antonio González Morillo, ‘Antonio Guindate’ que nos contaba una interesante historia en relación a la antigüedad de la Feria, en su origen como Feria de Ganado, tras el lapso de 1916 ante la decadencia y falta de negocio de la misma y después de la Guerra Civil.

En este video, Antonio cuenta de viva voz, su historia, con todo lujo de detalles, haciendo gala de una memoria prodigiosa a sus 95 años.

Se remontaban nuestras Ferias a los privilegios alfonsíes desde la fundación de El Puerto y al fuerte empuje que alcanzó en el siglo XVIII. Pero Antonio afirma que nuestra actual Feria viene desde 1942 y que él fue testigo de la misma, con 26 años de edad, --ver nótula núm. 617 en GdP--

Antonio se ha interesado tanto en ver corroborada su historia, que se ha personado varias veces en el Archivo Municipal, buscando documentación y datos que lo confirmen y ha animado a diferentes investigadores a que prueben lo que su memoria guarda en el recuerdo. El Archivero Municipal, José Ignacio Buhigas, como siempre, ha puesto a disposición de este venerable y casi centenario ciudadano, la información que obra en poder de los archivos que custodia.

Imagen de la Feria de Ganado de 1945. /Foto: Castroverde.

1942.
De momento en el Cruzados del día 2 de mayo de 1942 hay una noticia muy curiosa  sobre una caseta de El Puerto en la Feria de Jerez, confirmado por un acuerdo de la Comisión Municipal Permanente del 1 de junio, sobre los gastos. Para 1942, como noticia relevante podemos considerar la constitución de la Hermandad de Labradores y Ganaderos y su cooperativa sindical, que publica Cruzados el 19 de agosto, pero en las crónicas de la Feria de la Victoria no se dice nada de ‘Feria de Ganados’, como sí se dice en la de 1943.

Imagen de la Feria de Ganado 1945. /Foto: Castroverde.

1943.
Porque en 1943 hay un anuncio invitando «a los ganaderos de la localidad y demás pueblos de la provincia a concurrir a la Feria». En 1943 existe en el Archivo Municipal incluso una ‘octavilla’ impresa que anuncia: «Nuevas y magníficas fiestas en la temporada veraniega 1943 […] y los espectáculos cumbres: las tradicionales ferias del Parque y de la Victoria este año ampliada la última con la famosa y antigua Feria de Ganados».

Entrega de premios de la Feria de Ganados de 1945. En la imagen, detrás al centro, Ignacio Osborne Vázquez, alcalde de la Ciudad.

1944.
Buhigas ha estado sentado varias veces con Antonio "Guindate", con los Cruzados por delante y con el expedientes de Fiestas de esos años. Tienen documentado incluso recuerdos de Antonio --él se quedó asombrado por ello--, porque José Ignacio le leyó un oficio del alcalde ordenando «echar arena en el puente y sus accesos para evitar el peligro de caerse los animales  que han de pasar con motivo de la Feria de Ganado los días 1, 2 y 3 de septiembre». El documento, sin embargo es de 1944.

1945.
La documentación existente a día de hoy nos habla de que hasta después de la Guerra Civil no se celebraría la Feria de Primavera, como hoy la conocemos. Con los datos investigados en el Archivo Municpal, se confirma que dos años antes se celebraron, durante los años 1943 y 1944, Ferias de Ganado en el Coto de la Isleta, hasta su unificación con la Feria de Primavera en 1945. /En la imagen, cartel anunciador de la Feria de Primavera de 1945.

EL DOCUMENTO CLAVE.
Existe un documento que no aparece, sin embargo, ni en el Archivo Municipal, ni en la Biblioteca Provincial (Depósito Legal de Cádiz), ni en la Biblioteca de Andalucía (Granada) tras las pesquisas realizadas por el propio Buhigas: un periódico Cruzados, concretamente el del 25 de abril de 1942 que no aparece por ningún sitio. Es el que podría acaso tener algo publicado sobre la Feria y que diera consistencia a la teoría de Antonio Guindate.

Lo cierto es que en las Actas de acuerdos municipales de esas fechas, José Ignacio Buhigas no ha encontrado nada nada en relación con el Coto de la Isleta que es el lugar donde se pudiera haber celebrado aquella Feria de 1942, salvo unos acuerdos municipales referidos a deslindes y venta de leña.

Cabecera del periódico Cruzados.

Pero esto es lo que Antonio Guindate recuerda: «Corría el año 1942 y Fernando Terry del Cuvillo, apodado 'el Levante' por su temperamento y viveza, se propuso siendo alcalde durante su corto mandato (08-10-1941 a 03-04-1943) reinstaurar la Feria en El Puerto. En el Casino de Labradores le propuso a Gabriel González Franco, padre de Antonio, que enviara unas bestias al Coto de la Isleta, por Valdelagrana, que quería hacer una Feria de Primavera.

Tenía empeño para hacerla competir con Sevilla y Jerez, y quiso situarla en medio de ambas. Y allá que Antonio y un primo se encajaron con las caballerías a la entrada del Coto». /En la imagen de la izquierda, muchachas en la Feria de Ganado.

FERIA NO OFICIAL.
Nuestra teoría, a falta del periódico Cruzados al que hacemos referencia más arriba, es que no hay que dudar de la memoria de nuestro informante. Es del todo probable que aquel alcalde, Fernando C. de Terry estaba en aquellas fechas trabajando en la formación de la ganadería asociada a la bodega de su nombre y que era su afición y que, efectivamente, en 1942 encargara, de forma no oficia,l al padre de Antonio que ‘probara o ensayara’ un intento de Feria de Ganado. Algo que se haría oficial en los años siguientes.

En la Feria de Ganado.

Al carecer en el Ayuntamiento de documentación que lo sustente: actas, acuerdos, … y al ser las Ferias una fiesta que forma parte del calendario oficial de los municipios, podemos afirmar que, oficialmente, no existió Feria de Ganado en 1942, aunque si un ensayo general que daría paso a la Feria como hoy la conocemos, donde ya no existe trato con el ganado salvo para paseo, exhibición y, en algunos casos, concurso.

¿Que pasaría en realidad en abril de 1942 en el Coto de la Isleta? ¿Aparecerá ese Cruzados del 25 de abril de 1942? Pero a Antonio le queda, en cualquier caso, el privilegio de haber asistido a la gestación de esta fiesta que hoy disfrutamos y que le brindamos con Vino Fino de El Puerto. (Texto: José María Morillo).

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Luis Soriano Gómez nació el 21 de abril de 1944, en plena II Guerra Mundial, en la Casa de la Aduana, hijo de Manuel Soriano Martín, natural de La Línea y de Carmen Gómez Mesegué, de El Puerto. Es el octavo de diez hermanos. Con posterioridad vivieron en la Avda. de la Bajamar, 24, entre las calles Aguado y Las Cadenas. El mismo día de su nacimiento se representaba por un grupo de artistas locales la obra de Muñoz Seca ‘Anacleto se Divorcia’, en una actuación benéfica. Era alcalde de la ciudad Ignacio Osborne Vázquez.

En la Feria de Primavera, con sus padres, Manuel y Carmen, y sus hermanos Milagros y Bienvenido (+). Año 1950.

Empezó su educación en la escuelita de la señorita Carmen en la calle San Bartolomé, pasando luego al colegio de la Plaza del Polvorista y al de Don Juan ‘el Cojo’ en la calle San Sebastián y por último el Instituto Laboral, o de Santo Domingo. /En la imagen de la izquierda, en Rota, en un campeonato escolar, Luis, agachado.

INICIOS DEL FÚTBOL.
Desde muy pequeño, e influenciado por su hermano Manolo --ver nótula núm. 575 en GdP-- empezó a jugar al fútbol en la Plaza del Polvorista participando en 1957 en Rota en un campeonato escolar. En 1959 formó parte del equipo del Frente de Juventudes y del San Eloy Juvenil (Jerez de la Frontera), participando en un Trofeo de la Vendimia contra el Sevilla Juvenil que, por aquellas fechas, era la cantera del Sevilla C.F. y, entre otros jugó contra Bancalero y Paco Gallego, jugador con posterioridad del Barcelona y de la Selección Española.

Luis, a la derecha de la imagen, con el equipo del Frente de Juventudes. (1959-60).

RACING JUVENIL.
En la temporada 1960-61 entra a formar parte del primer equipo juvenil del Racing, con Fernando Gómez Borrás ‘Tito’, Antonio Miranda, José Antonio Sánchez García, José López ‘Pepito el Comandante’ (hijo del Comandante de la Guardia Municipal), Mariano Serrano ‘Nano’, ... Los entrenadores de este equipo eran Antonio Jiménez ‘Yonete’ (ex presidente de Acocen); Pedro Gil y Juan ‘Chiquete’. Durante aquella temporada y, debido a la gran calidad de los jugadores el campo de fútbol se llenaba de seguidores. Luis fué seleccionado por la Federación Gaditana para formar parte de su selección, jugando un partido en La Línea contra el Málaga, ganando por 5 a 1. El primer gol de este partido lo ganó Soriano con un ‘derechazo’, aunque el toda la vida ha jugado de centro izquierda.

El Racing Juvenil en la Temporada 1960/61. Fila superior, de izquierda a derecha: Beato, Carrasco, Nano, Facundo, Luis Soriano, José Antonio, Tito. Agachados, Miranda, Lele, Castro, Sucino, Lópiz.

RACING TITULAR.
En la temporada 1962-63 fue requerido por Francisco Hurtado para jugar en el primer equipo del Racing, algo insólito hasta esas fechas. Con el equipo de profesionales debutó en el Estadio Domecq de Jerez de la Frontera, contra el Jerez C.F., ganando los nuestros por un contundente 1 a 3. Esa misma temporada se retiró su hermano Manolo, dándose la circunstancia de que ambos coincidieron en el partido homenaje que se celebró.

Durante la instrucción, en el Campamento de San Fernando. Luis a la izquierda de la imagen. 1 de octubre de 1964.

BALÓN DE CÁDIZ Y SERVICIO MILITAR.
En la temporada 1963-64 ficha por el Balón de Cádiz, bajo la batuta de Luis de Miguel, ingresando al finalizar dicha temporada en el Cuartel de Instrucción de San Fernando para hacer el Servicio Militar. Allí coincide con sus paisares Rafael Lores, Andrés Perles Velázquez, Juan Cordero Sucino ‘Juan el de las Quinielas’ por trabajar con su tío Francisco Lara, Guillermo Rivas Acal, ... y una vez jurada bandera tuvo como destino la Junta de Deportes, pidiendo sus servicios el Puerto Real C.F. del que formaría parte con un salario de 300 pesetas por partido. Coincidió con nuestros paisanos, Manuel de la Torre Belenguer, --con posterioridad jugaría en el Racing--, Baldomero, los hermanos Berenguer...

Luis Soriano, en un parque de Villarrobledo (Albacete), en 1966.

Finalizado el servicio millitar el Villarrobledo se interesa por él, y por mediación de Leopoldo Gómez ‘Lupo’ es fichado para la temporada 1966-67.

Presentación del Racing en el Eduardo Dato, temporada 1967/68

En el Estadio del Racing C.P., sosteniendo la pacarta, desconocido y Teja. De pie, Mariano Serrano 'Nano', Martínez Jaen, Chares, Luis Soriano, Manuel Prado 'Lolo', Jaime Ruiz Chinea. Agachados, Sebastián José Vera Palmes, Jesús Bastián, Manuel Gómez Barrera 'Manolín', Miguel Mata y José Breval. Los aficionados a la derecha son Francisco Fernández Acal 'Paquito' de Casa Paco Ceballos, desconocido y Julio Fernández Galloso. 16 de junio de 1967.

REGRESO AL RACING. EL ALAVÉS.
Será en la termporada 1967-68, estando de presidente Bernardo Sancho, cuando vuelve al Racing C.F. donde tendrá de entrenador a Ventura Martínez. Fue una triste temporada para la afición del equipo rojiblanco donde se jugaban el ascenso frente al Alavés. Fueron campeones de grupo y, en la fase de clasificación se eliminó al Baleares, ganando El Puerto por 1 a 0. Luego, en el partido de vuelta en Palma de Mallorca, por 1 a 2. Después tuvieron que medirse con el Alavés, entrenados por Ignacio Eizaguirre siendo secretario técnico Puskas, empatando a cero en el partido de ida en Vitoria y en, El Puerto, a la devolución, el 16 de junio de 1968, se perdió --aún a día de hoy, incomprensiblemente-- por 0 a 2. Todavía se pregunta la afición que es lo que pasó aquel día.

Fichando con el Málaga CF en 1969.

MÁLAGA C.F.
Fue traspasado al Málaga C.F. la temporada siguiente, 1969-69. Este equipo jugaba en Primera División, siendo su presidente Juan Moreno de Luna. Sería luego cedido al filial Atlético Malagueño. Aquel traspaso sería el primero que realizaba el Racing, dejando beneficios a las arcas del equipo local.

En La Rosaleda, con el Málaga contra el Marbella. Ganaraon 3-0.

REGRESO AL RACING Y... ¿JEREZ?
Al principio de la Temporada 1960-70 el Jerez C.F. se interesó por Luis y, cuando las negociaciones estaban prácticamente finalizadas, recibió la visita de Francisco Hurtado, quien había regresado a El Puerto de entrenador planteándole que ‘de ninguna manera se iría al equipo jerezano, ya que el Racing estaba muy interesado por él’. Así, se puso en contacto con Antonio Torres Santiago, secretario de la entidad racinguista y llegaron a un acuerdo fichando por tres años.

Partido benéfico en la Plaza de Toros.

TROFEOS CERVANTES Y DEL CUVILLO.
En 1970, durante los días 22 y 23 de agosto participó en Alcalá de Henares (Madrid), en el Trofeo Cervantes, con los equipos RSD Alcalá, UD Salamanca, Atlético Madrileño y el RC Portuense. Eliminaron en las semifinales al UD Salamanca por 0 a 2 y, en la final, al RSD Alcalá, organizador del Trofeo por 3 a 0, trayéndose para nuestra Ciudad el correspondiente premio.

I Trofeo Ciudad de El Puerto.

En agosto de 1972 se alineó con el equipo del Racing, en el I Trofeo ‘Ciudad de El Puerto’ --ver nótula 831 en GdP-- que se enfrentó al Real Madrid, en la inauguración del Estadio ‘José del Cuvillo’, donde coincidirá con su amigo Sebastián Fleitas Miranda, con quien había coincidido en el CD Málaga.

Luis, en un partido benéfico entre 'El Troncho' y Osborne.

CUELGA LAS BOTAS.
Al terminar la temporada de 1973 ‘colgó las botas’ como profesional, dedicándose al negocio familiar de exportación de pescados. En sus ratos de ocio participaba en partidos de veteranos como el Tritón de Cádiz, con su viejo amigo Leopoldo Gómez ‘Lupo’, así como ‘el Troncho’, los cuales solían jugar todas las Navidades para recaudar fondos para causas benéficas.

En el Estadio 'José del Cuvillo', junto al torero Juan José Padilla y el trío arbitral.

DIRECTIVO.
Formó parte de la entidad rojiblanca en la directiva presidida por Francisco Ferrer Palacios, ocupando el puesto de Delegado de Campo. Posteriormente, durante las temporadas 2004 a 2007 volvió a ser directivo del club. En época reciente, con el Racing a punto de cumplir sus bodas de diamante, se ocupó en organizar dicho evento, dadas las maltrechas arcas del club, poniéndose en contacto con varios jugadores que han pertenecido, a lo largo de su historia al Portuense: Rasero, Peloti, Trujillo, Laínez, Pedro Gil, ...

Con Luis Hoyos y Manu Romero, en el Club Náutico en una entrega de trofeos de raqueta.

En la actualidad, sus aficiones deportivas van por otros derroteros: el pádel y el tenis. En tenis formó parte del equipo de veteranos del Club Náutico de El Puerto, llegando a quedar subcampeones de Andalucía durante dos años. Formaban el equipo con José Luis Nieto, Higinio Obregón, Francisco Perdigones, Manuer Bernal y Luis Hoyos Lorenzo.

En el Salón de Plenos del Ayuntamiento recibieron, en 1998, el homenaje de la Ciudad a su familia al ser la única en El Puerto que contaba, por aquellas fechas, con cinco generaciones vivas. En la imagen, podemos ver además de a sus padres, Manuel y Carmen, a sus hermanas Carmen, Josefa, Milagros, Loli y Maribel, además de sus hermanos Manuel y Bienvenido.

En la actualidad, con el nacimiento de un ‘chozno’ (nieto en cuarta generación), son ya seis generaciones, faltando el patriarca y su mujer, recientemente fallecida, y su hermano Bienvenido. /50 años separan estas dos instantáneas de Luis Soriano Gómez.

Nuestro agradecimiento a Vicente González Lechuga y a Luis Serrano Romero, por su colaboración en la redacción de esta nótula y en la restauración de algunas de las fotografías que la ilustran.

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Jorge Ostenero Rivas nació el 21 de abril de 1943 en Tetuán, población entonces pertenecientes al Marruecos español. Hijo del valenciano José Ostenero y la malagueña Carmen Rivas, tiene una hermana. En la actualidad vive jubilado en Torremolinos, Málaga, de donde es su mujer y en cuya provincia vive, también, su hija. La familia tira...

Su infancia transcurrió en Tetuán donde su padre, ebanista, tenía una carpintería. Debido a la repentina muerte de su progenitor --Jorge tenía 7 años--, tuvieron que venderla.

1943
En 1943 era alcalde de El Puerto Ignacio Osborne Vázquez.  Se celebra una de las primeras Ferias de Ganado después de la Guerra Civil.

Miguel del Pino toma la alternativa en la Plaza de Algeciras, el 14 de junio de 1943. Se publica ‘El Verdugo de Sevilla’ de Pedro Muñoz Seca.El historiador Hipólito Sancho Mayi dirige las obras de reformas que se le van a hacer al Castillo de San Marcos tanto en su exterior como en interior, adoptando a grandes rasgos su aspecto actual. Se construye el Salón Bottaro en Bodegas Terry. Nacen ese año en Sevilla Manuel Delgado Villegas ‘el Arropiero’; el hombre de mundo Javier Tosar Barrera; el autor carnavalesco Diego Caraballo Blanco, y el Doctor en Farmacia y en Ciencias Biológicas, Enrique García-Máiquez Rosado.

El Padre Guerrero, S.J. profesa sus votos sacerdotales. El artesano Ángel Martínez García especializado en figuras de nacimiento, recibe la primera medalla de la Exposición de la Obra Sindical de artesanía de 1943. La hermandad de la Misericordia saca en procesión por primera vez la imagen de su titular, Ntra. Sra. De la Piedad.  Antonio Castillo Lastruci esculpe  Ntra. Sra. De la Amargura en 1943. La imagen costó 1200 pesetas y lleva la firma del imaginero sevillano en la espalda. Soldados españoles pertenecientes a la División Azul, son repatriados desde Rusia, entre ellos el porteño Ramón Sánchez Pina.

Jorge está sentado en el centro de la imagen. Clase de 4º de Bachiller. Colegio de Ntra. Sra. del Pilar (Marianistas) de Tetuán (Marruecos). Año 1957.

UNA DIPLOMATURA Y DOS LICENCIATURAS.
El mundo de la enseñanza, los colegios, han marcado la vida de nuestro profesor. Estudió en los Marianistas (Colegio de Ntra. Sra. del Pilar) de Tetuán gracias a una beca, de lo contrario no habría podido, donde estudió el bachillerato. Luego vendría la Escuela de Magisterio de Ceuta por libre, donde obtiene el título de Maestro de Escuela. Más adelante en la Universidad de Educación a Distancia (UNED), obtendrá las licenciaturas de Geografía e Historia y la de Antropología Social y Cultural.

Don Ángel, don Felix Gallo (director) Don Jorge, en el Colegio Cristóbal Colón.

PRIMERO, MAESTRO.
Durante 40 años se dedicó a la enseñanza, --había terminado la carrera en dos años-- primero en un colegio privado en Tetuán; después, el gobierno marroquí le contrató y, con 18 años, estuvo dando clases en el Instituto Lamchichi de Xauen (Marruecos), mientras preparaba las oposiciones a maestro público. Al aprobar las oposiciones en 1963, estuvo destinado en la ya citada Ceuta, en la Campaña de Alfabetización de Adultos, durante cinco años, hasta 1968, año en el que se realiza concurso de traslado y escoge la península.

Patio del Colegio Cristóbal Colón.

SU LLEGADA A EL PUERTO.
Su siguiente destino será El Puerto de Santa María, llegando en agosto de 1968 un joven Jorge, con 25 años, a impartir clases en el Colegio 'Manuel Siurot'. De ahí pasará a ejercer en el Colegio ‘Cristóbal Colón’, donde permanecerá por un largo periodo de tiempo. Hizo oposiciones a profesor de Instituto de Bachillerato, especialidad de Historia, destinándole primero a la Extensión del I.E.S. ‘José Luis Tejada’  y, posteriormente, al mismo centro ya en horario de mañana. Allí permanecerá hasta su jubilación, ocupando el cargo de director los dos úlitmos años.

Claustro de Profesores del Colegio Cristóbal Colón, fila superior, de izquierda a derecha, Ángel Miguel González, Santiago Moreno actual Consejero de Presidencia de la Junta de Castilla-La Mancha, José Antonio Perales, Valentín Muñoz, Joaquín Guillén, Jorge Ostenero Rivas, Maruja Porras e Inés Cardona. Fila del centro, Miguel Ángel Dávila, Ángel García, Manuel Rojas, Felix Gayo, Ángel  y su esposa Ana Mari Manero, María Bartolomé Bellancos (+). Sentadas, Angelita, desconocida, Petri Santacruz, Desconocida, María Teresa Cano esposa de Jorge, Desconocida, María Teresa Hernández, Desconocida.

Aquí conoce a la que será su mujer, María Teresa Cano del Río, malagueña afincada en El Puerto, con la que se casó en la Iglesia Mayor Prioral hace 41 años. Recuerda un comentario de la que entonces era su novia: "El Puerto de Santa María está lleno de conventos, bodegas y casas antiguas". Recuerda, no obstante que "la vida era muy agradable, provinciana pero muy agradable, donde todo el mundo  se conocía".

Miembro del Orfeón Portuense, podemos verle en la segunda fila, primero por la derecha, en una actuación en la Iglesia Mayor Prioral. En la dirección, Diego Casares.

EL CANTO CORAL.
Jorge disfruta con el canto coral, de hecho perteneció al Orfeón Portuense más de quince años y, actualmente, pertenece a la Coral de Torremolinos. En los últimos tiempos está aprendiendo música y a tocar a guitarra, asistiendo dos días a la semana a la Escuela de Música de Torremolinos.

Jorge, fila superior primero por la izquierda, en el Concierto de Navidad 2010 ofrecido por la Asociación Coral de Torremolinos, donde también aparecen Isabel Arrieta, Clara Utrera y Paco Castón, entre otros.

LA LECTURA, LA ANTROPOLOGÍA, LOS VIAJES...
Aficionado a la lectura sobre todo a la historia y a determinados estudios históricos y algún que otro antropológico. “-Ultimamente he leído una interesante obra sobre Bizancio, que es como se llama la publicación. Otro de un famoso antropólogo, Malinowski ‘Una teoría científica de la cultura’”. Le interesa todo lo publicado sobre la Sábana Santa de Turín, ‘la Síndone’ y, entre unos y otros libros sesudos, siempre hay sitio para una buena novela.

Es afcionado a pasear por las ciudades y conocer a sus gentes. De hecho, ha recorrido Andorra, Portugal, Francia, Italia, Francia, Luxemburgo, Alemania, Bélgica, Holanda, Austria, República Checa, Eslovaquia, Hungría, Polonia, Marruecos, Egipto, Chile, Sicilia y presume también de conocer toda la geografía nacional.

Con un grupo de amigos en Torremolinos

AMIGOS.
Le gusta mucho hacer y conservar amigos, y especialmente las tertulias. Entre sus amistades porteñas le gusta afirmar que tiene muchos amigos, entre los que se cuentan Joaquín Ruibal, Antonio Chaparro, Andrés Sánchez, Olga Lozano, Marita Merino, Jesús Py, Juan Villarreal, Juan Luis Tijera, Manuel Núñez, Manuel Flores, Gregorio Fuentes, Eduardo Fraile, y... la lista se hace interminable.

Jorge, segundo por la izquierda, con profesores de la extensión del IES 'José Luis Tejada' (clases por la tarde), en una comida de convivencia.

Jorge no contempla El Puerto en la lejanía "--Sigo viviéndolo interiormente; después de más de 35 años es difícil, por no decir imposible, desligarse del hechizo de esta Ciudad" y abunda "recuerdo con especial cariño la forma de ser de la gente, su gracia natural y la simpatía", algo que siempre pone como ejemplo de amistad y saber estar. El Puerto una vez más, ha realizado una conquista para siempre.

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El termómetro no sube de los 12º y son las 10 de la mañana de finales de enero. Las gaviotas residentes en la lonja de la margen izquierda del río, con probable esclerosis en sus arterias por el escaso batir de sus  alas en busca de alimentos, graznan constantemente con esos gritos lastimosos, que más bien parecen los quejidos aflamencados de una soleá  o de un  martinete. Paso por delante de La Taberna La Gaviota, habitualmente llena de clientes hasta la puerta, donde suele haber algún pescador que en  una cestilla expone a la venta un exiguo ranchillo de peces arrancados con eterna paciencia a la bahía. Hoy no hay nadie y me extraña.

Las mesas de La Gaviota, atiborradas con clientes jugando al dominó.

Vuelvo sobre mis pasos y entro en el bar. Confieso que es la primera vez que la visito en 36 años. Es un pequeño bar de no más de treinta metros cuadrados para clientes y unos veinte de trastienda. Cuatro mesas ocupadas por cuatro pescadores cada una, en dos se juega al dominó, en las otras a las cartas, donde se dirime quien será el pagano del café o simplemente la honrilla del vencedor. Enfrente un mostrador, y a su espalda varias docenas de trofeos adornan las estanterías que no sé si proceden de torneos de estas timbas o de otro tipo de concurso.

En la imagen, José Camacho.

LOS 80 AÑOS DE JOSÉ CAMACHO.
La única mesa sin jugadores está ocupada por un parroquiano que parece ajeno al resto de clientes. «--Buenos días, --le digo--, ¿Puedo sentarme?» «--Naturalmente que sí». Me presento, y le digo que me ha llamado la atención este santuario, refugio de viejos pescadores que apuran el último tramo de su vida entre fichas, cartas, chanzas y que les permite pasar el tiempo en el único reducto posible donde olvidar las penurias de sus indignas pensiones. «--Pues yo me llamo José Camacho. Tengo 82 años». José, está tocado con una gorra de visera de color piel de ratón, camiseta, camisa y chaqueta. Un aspecto sereno, saludable y hasta venerable.

El techo de la taberna, con cuatro ventiladores de aspa.

LA TABERNA POR DENTRO.
Mientras lo saludo paseo mi vista por el resto del local. Un remedo de artesonado mudéjar, huérfano de decoración, donde unas vigas negras son entrelazadas por listones a juego, lucen en su techo como único adorno; de él penden cuatro ventiladores de cuatro aspas, probablemente de los primitivos S&P de mediados del siglo XX, al contrario de sus paredes donde no queda un centímetro sin ocupar. Estas, en su parte superior, a las que están adosados unos arcos de medio punto, sirven de marco para unas pinturas  que representan un paisaje del río Guadalete y al fondo El Resbaladero; en el paramento de enfrente, otra pintura  con rederos en plena faena de reparación y un pesquero amarrado al muelle.

Pintura en la pared donde se ve una antigua representación del río Guadalete, sin los bloques de la Plaza de la Pescadería. Cuadros de especies marinas, relojes, platos, fotos antiguas completan la decoración del paramento.

Debajo, y sobre el techo de los urinarios, reposan desde tiempo lejano unas  enormes botellas de cinco litros de Veterano, Caballero y Anís  del Mono, cuyos golletes están tocados por una gorra de guardia urbano, con esas  cuadrículas de los librillos de papel de fumar Jean, una gorra de plato de algún marino de graduación, y un sombrero de paja que le dan un aire de museo; este marco se remata por la custodia que de ellos hacen sendas escafandras de buzo en un cobre obscurecido por el tiempo.

En primer término, los urinarios donde hasta hace poco estaban las botellas de cinco litros de diversos destilados. Al fondo, el fresco pintado en la pared, con el oficio de cordelero y redero y un salvavidas del 'San Telmo'.

CORDELERO.
José Camacho continúa contándome cómo empezó a trabajar a los catorce años y se jubiló con setenta; cincuenta y seis largos años trabajando en tierra, como cordelero, haciendo  malletas (ver nótula núm. 321 de GdP) para las redes; hoy ‘disfruta’ una pensión de 575 euros. Recuerda como no hace muchos años, en El Puerto amarraban ciento setenta barcos, dos docenas faenaban en ‘el moro’ y el resto pasaban hasta cuarenta días en la mar. Hoy apenas veinte, tratan de sobrevivir en las esquilmadas aguas que median entre Cádiz y Ayamonte, en la frontera con Portugal. «--José, y ¿qué piensa de las pateras?». «--Pues, en las fatiguitas que tienen que estar pasando esas criaturas pa venir a ahogarse aquí, yo no sé la forma de vivir que tienen por ahí, pero cuando vienen, es porque deben estar pasándolo mu mal».

Las paredes no dejan espacio para el vacío, en una especie de 'horror vacui' de un barroco marinero.

EL NAUFRAGIO DE VICENTE.
Al lado está Vicente, ochenta y un años, viudo, cuenta como se embarcó con dieciséis años y pasó más de  diez faenando en el Caribe. Muchas noches de mala mar. Náufrago en dos ocasiones. Cuando me va a contar qué se piensa mientras  se está en el agua a la espera de rescate, unas voces en la mesa colindante celebran alguna jugada que atrae más el interés de Vicente, y decido dejar para otro día oír de viva voz, qué pasa por la cabeza de un  náufrago mientras está en esa situación.

Patio de la casa de la Taberna, vista desde el interior a la calle.

TABERNA, PENSIÓN Y CASA DE TRATO.
Alguien me contó que la taberna tiene como tal, más de ochenta años de antigüedad. En un tiempo fue prostíbulo, dedicando la planta alta a pensión por horas, como mucho, una noche; abajo la taberna donde se alegraban las pajarillas los parroquianos, al amor del coñac y del anís propios de la época, sin desdeñar los ocasionales güisquis  y ginebras.

ENTRE ‘EL CHIGÜI’ Y ‘EL PRINGUE’.
Por cierto que, tomando café con mi amigo Salvador Cortés ‘el Chigüi’, --con nótula núm. 307 en GdP en la imagen de la izquierda-- me contó cómo, con posterioridad a la actividad de comercio carnal, allí se alojó su amigo y compañero de trabajo en VIPA (Vidrieras Palma), ‘El Pringue’, simpático personaje, y que debía este mote a su exagerada afición a los cocidos  con generosa ‘pringá’. En sus años mozos,  ‘El Pringue’, aficionado a la pesca, pedía a los pescadores de caña le permitieran acompañarles, aunque solo fuera ‘para darle sombra al botijo’ y mantener el agua fresquita. ‘El Pringue’  andaba siempre ofreciendo su ayuda a todo el mundo para agenciarse unas perrillas, hasta  que logró entrar en VIPA donde trabajó como palero y después en alguna otra función. Tras las duras jornadas de trabajo, los operarios solían ducharse, más en verano que en invierno. El agua que se utilizaba era fría y al remitir el verano, los más proclives a una higiene diaria, tuvieron que ingeniárselas para lograr agua caliente, y aquí surgió el talento de “El Chigüi”. El horno cuyas temperaturas alcanzaban los 1500º en su interior, irradiaban a una determinada altura setenta u ochenta, justo contra la pared a cuya espalda se hallaban  las duchas. Solo tuvo que elevar las tuberías a ese nivel, para disponer de un sistema de calefacción que permitió a todos disfrutar de gratificante placer. Aquí estaba “El Pringue”, quien no se sabe si por sus enormes atracones de pringá o por su genética, pese a su baja estatura, desarrolló unos enormes atributos sexuales y se jactaba ante sus compañeros desnudos de tales proporciones. No solo presumía de ello, sino que les amenazaba para que no se agacharan a coger el jabón porque corrían evidente riesgo.

El acceso a la casa de la Taberna de la Gaviota, no tiene puerta de la calle, accediéndose directamente al patio donde existe un taller de imprenta y viviendas.

EL MUELLE.
La taberna estaba atiborrada. Busqué como en anteriores ocasiones a Juan Diego, joven patrón que atesora “millones” de anécdotas, como él dice, de su vida en la mar, pero tampoco estaba. Me fui hacia la balaustrada del Guadalete, iniciando un paseo de unos cien metros que separan la taberna del muelle. Mientras camino observo cómo está bajando la marea y deja al desnudo los bloques de protección, que cubiertos con un musgo de verde intenso, son fuente de alimentación de bogas y cangrejos.

Vista del río Guadalete, desde el Edificio Vistalegre. (Foto: Vicente González Lechuga).

‘EL CACHORRO’.
Próximos al embarcadero y sentados en un banco, dos hombres mantienen una animada charla. Me siento al lado de ellos y después de saludarles me presento. Para mi suerte, uno de ellos  es un pescador jubilado: José Mª, 'el Cachorro' natural de Lepe,  78 años, barba de dos días, rala, con zonas menos pobladas que en otras; aprecio una piel escasa de arrugas y de tono sonrosado que desmentiría sus más de cuarenta y cinco años  como marinero; conserva gran parte de un cabello entrecano. Mirada franca en ojos gastados, uno de ellos un tanto enrojecido y tal vez producto de incipiente conjuntivitis, deja ver en su lagrimal una pequeña legaña.

Solo he tenido que preguntarle por la bolsa de pescado situada a sus pies, cuando me enseña su contenido; varios salmonetes de buen tamaño y unas pescadillas; de inmediato, una  catarata de información sobre la procedencia de la bolsa. «--Esta mañana a las siete, ya estaba ayudando a los pescadores en la descarga y haciéndoles “mandaos”, ¿sabe  usté?…». Y continuó con su historia mientras yo observaba un nervioso movimiento de manos acariciándose ora una, ora la otra, que no sabría si atribuirlo a un tic, consecuencia de  los muchos años de jalar de redes, maromas y malletas y que me recuerda aquella escena de la película “Tiempos modernos”, en la que su protagonista, Charlot, trabajaba en una cadena de montaje; toda la jornada en monótona y rutinaria acción de apretar tornillos con ambas manos, derivaban en el regreso a su domicilio, en un acto reflejo del que no podía prescindir en un repetitivo gesto de sus  manos… (Texto y fotos: Alberto Boutellier Caparrós).

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Aquel Sábado Santo de 1977, el 9 de abril, la mitad de los españoles disfrutaban de sus vacaciones de Semana Santa o estaba viendo procesiones cuando, llegó la noticia de la legalización del Partido Comunista de España. El presidente del gobierno Adolfo Suárez, y el Secretario del PCE, Santiago Carrillo, habían acordado tras arduas negociaciones que ‘el Partido’, como se le conocía en el periodo predemocrático, sería legalizado aquel Sábado Santo. La paradoja se daría que la legalización del PCE llevó aparejado un claro declive político y electoral, tras tantos años de militancia clandestina.

El libro de Joaquín BardavíO 'Sábado Santo Rojo', publicado en 1980.

La noticia saltó a las seis de la tarde de los teletipos de la agencia de noticias Europa Press y de ahí, a Radio Nacional de España. Un descompuesto Alejo García, que casi sin aliento tras la carrera que se pegó entre la sala de teletipos y el estudio, leía ante los micrófonos de RNE: «Señoras y señores, hace unos momentos, fuentes autorizadas del Ministerio de la Gobernación han confirmado que el Partido Comunista...perdón... que el Partido Comunista de España ha quedado legalizado e inscrito en el... perdón... (ráfaga musical)... Hace unos momentos fuentes autorizadas...(ráfaga musical)». Luego, la televisión, los periódicos...

Resumen de Televisión Española.

¿Donde estaban?, ¿Que pensaron? ¿Que hicieron?

Estos 10 portuenses nos cuentan como vivieron aquella jornada, el momento político más delicado de la Transición Española, hace 34 años.

Francis Gómez Real.
Gerente bar la Draga/Herrería.

"Tenía seis años y no lo recuerdo, pero tuvo que ser muy bonito. Cuando tomé conciencia de que significaba aquello, aprecié la importancia del momento histórico y lo que suponía para la libertad en España, independientemente de mi forma de pensar. No todos tenemos que pensar igual, pero defiendo que cada uno pueda hacerlo libremente".

Miguel Marroquín Travieso.
Jubilado, ex militante del PC."

Tenía 34 años y estaba en casa. Al enterarme por la radio, yo como otros nos dirigimos a la sede oficiosa del Partido Comunista en la calle de Los Toreros. Allí nos congregamos junto a Antonio Álvarez Herrera, mi mujer Maruja, Manolo Espinar Galán, Rafael Gómez Ojeda, mi hermano Pepe Marroquín 'el Bloque', José María García Caballero 'el Carnicero', Antonio Ortega, ... Lo celebramos y preparamos la jornada del día siguiente en la que, en el Parque Calderón voceamos en libertad el periódico 'Mundo Obrero' y vendimos insignias y otros reclamos con los símbolos del PC".

José Puente García.
Estudiante universitario jubilado. Falangista.

"Tenía 45 años y me cogió en Arcos de la Frontera donde estaba con mi mujer y mis hijos para ver las procesiones y el domingo la suelta del toro. Como estaba desconectado de prensa, radio y televisión, relacionándome solo con el pueblo llano, me enteré de la noticia al regresar a El Puerto. No me cogió de sorpresa pues era algo que se rumoreaba desde hacía días. Tuve una sensación confusa al vivir la noticia a toro pasado pues, efectivamente, el gobierno había utilizado el efecto sorpresa. Salvo los interesados, la gente estaba a lo suyo".

Francisco M. Arniz Sanz.
Pintor y Crítico de Arte. Colaboró en la clandestinidad con en el PSUC, versión catalana del PC. Ex concejal del PP.

“El día que legalizaron el PC estaba en Barcelona, donde vivía desde 1971, celebrando con amigos la legalización con champán y tarta personalizada con emblemas del partido. Vivimos la alegría por la legalización del último partido que quedaba por legalizar y que de no haber ocurrido no se hubiesen celebrado unas elecciones completamente libres. Como tampoco hubiese podido regresar nuestro ilustre paisano, Rafael Alberti. Publiqué por esas fechas el libro ‘Homenaje a Rafael Alberti: Del Corazón de mi pueblo’, en edición cuatrilingüe. También, entre marzo y abril, publiqué en Madrid, un estudio bio-bibliográfico sobre el poeta, en la revista ‘Galeradas’.

José Luis Jiménez Alcázar.
Propietario del restaurante 'Pescados Capitales'.

"Tenía 33 años y estaba en Madrid, donde regentaba en el Paseo de la Castellana el restaurante 'Sansofé', que en guanche significa 'bienvenido'. Estaba en mi casa, vivía en la calle Dr. Fleming, 54 donde además tenía la oficina. Al bajar a la marisquería que había en los bajos de mi vivienda, el dueño me espetó: "¿Tu te crees que hay derecho que hoy hayan legalizado a los rojos?". Subí a casa y avisé a mi mujer e hijos que tuvieran cuidado por los posibles altercados que se pudieran producir, algo que no sucedió. A mi también me molestó la fecha elegida".

Paco Artola Beuzón.
Jubilado. Militante del PC.

"Tenía 41 años y estaba viendo una película en el Cine Moderno junto al sindicalista Paco Ibañez, cuyo nombre no consigo recodar. Así que me enteré dos horas mas tarde que el resto de los españoles porque, no fue hasta llegar a mi casa, en la Barriada José Antonio cuando me dieron la feliz noticia. Bien es verdad que en la calle ya había una cierta tolerancia hacia nosotros, los comunistas. Me quedé en casa comentándolo con mi mujer ya que nunca me han llenado los entusiasmos del momento".

Fernando Mora Eliso.
Ex director de SAFA-San Luis.

"Tenía 27 años y venía de viaje desde Bujalance, donde estaba de director del colegio de SAFA en dirección El Puerto. A la altura de Córdoba me enteré por la radio de que se había legalizado el PC. Muchos pensamientos vinieron a mi mente. Yo creía en la democracia y creía que aquello era factible. Me acordé de Julio Anguita, cuya primera mujer era de Bujalance y que me había ayudado en numerosas ocasiones desde Córdoba. En El Puerto me incorporé a los cultos religiosos del Sábado de Resurrección y, a mi regreso a Bujalance, pude compartir la satisfacción de los comunistas sabedores todos que, con aquella legalización, se iba a posibilitar que la democracia lo fuera de lleno".

Enrique Pedregal Valenzuela.
Ex alcalde pre democrático de El Puerto. Empresario.

"Tenía 40 años y formaba parte de la Corporación que presidía Manolo Martínez Alfonso, como Teniente de Alcalde. Con él nos reunimos --yo pensaba que era contrario-- y resultó que le pareció bien la actuación del gobierno pues a su juicio "se iban a acabar las rencillas". También estuve con el ex alcalde Fernando T. de Terry y otros concejales que pertenecieron a su corporación. "¡Bueno se van a poner los militares!", exclamé. Llamé a la Base de Rota donde tenía amistades y hablé con  el almirante ¿Ricardo Cruz? que no lo sabía, creo que por falta de diligencia de los oficiales que estaban de guardia. Recuerdo que afirmé: "Por fin vamos a saber quienes son", pues aunque se conocía a los líderes locales, el grueso militaba en la clandestinidad".

Rafael Gómez Ojeda.
Ex alcalde comunista. Jubilado.

“Tenía 43 años. Sabíamos algo, pero no se podía decir. Estábamos casi convencidos de que iba a pasar. Santiago Carrillo había dado la consigna de que no saliéramos a la calle, ni lo celebráramos con gritos, no fuera a parecer una revancha. Parecía que no iba a llegar nunca y es que nunca llegaba, pero el sueño se vio cumplido. Me acordé de mi padre, fusilado durante la Guerra, que dio su vida por la libertad. Y ya podíamos decirlo, recordarlo, sin temor y expresar nuestros sentimientos. Al día siguiente, los camaradas fuimos al Parque Calderón, con un clavel en la solapa y nos pusimos a celebrarlo invitando a una copa a todo el que quiso que pasaba por allí, en el desaparecido bar existente frente al también desaparecido carrusel de los caballitos.

Fue una alegría mas grande que cuando se murió Franco: una explosión de alegría”.

Fernando Gago García.
Ex alcalde independiente. Emérito de RRPP.

"Tenía 36 años y me  dirigía a la Casa de Ejercicios de 'La Inmaculada' de los Jesuitas a los oficios del sábado santo: la vigilia de Pascua de Resurrección y bendición del Cirio Pascual cuando, por la radio me enteré de la noticia. Y pensé 'Mira que bien, ya estamos todos unidos en paz'. Lo atribuí a los buenos oficios de S.M. el Rey". (Texto: José María Morillo).

Francisco Arniz celebrando, puño en alto, la legalización del PC. Le acompañan Amador Rey Fondo y Javier Aragüez

Rafael Gómez Ojeda, en el centro de la imagen, durante una concentración pro Aministía política en Cádiz, un año antes. Al final de la misma fue detenido junto a Rafael Román, José Ramón Pérez Díez-Alersi (a la izquierda de la imagen) y otros.

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Hace más de treinta años, le llamaban ‘Loco’ por correr. Salía de trabajar y a correr. Los fines de semana, se levantaba temprano y a correr. Correr, correr, correr... ¿De que o quienes huía Pedro Rizo el ‘Maratón Man’ de El Puerto? ¿Huía de si mismo? ¿Huía de la vida?

Pedro Rizo era de los antiguos: Trabajar mucho en la construcción, fumar sin parar dos 0 tres cajetillas diarias y ennegrecer sus pulmones . Crearse una dependencia con el tabaco que lo iba a matar. Sus copitas... bueno de vez en cuando. Mala vida para un trabajador de la construcción. El se lo notaba pues por la mañana, toser, escupir, el pecho...

Un buen día fue al médico y este lo asustó: O dejaba el tabaco poco a poco o sus pulmones no aguantaban más. En verdad Pedro se acojinó y tomó una decisión radical: dejar el tabaco. Así, sin más. Estaba claro: huía de su enemigo el tabaco, la nicotina. El había encontrado ese remedio providencial y creyó en él. El deporte, la carrera, lo podía salvar. He hablado mucho con él sobre este tema y él cree a pies juntillas en este remedio providencial cuando ya tiene mas de setenta años. Me dice a mí cuando estoy próximo a su edad y tengo algún problema de agobio o de ansiedad, que me ponga a correr.

Cree en lo que hace y su salud se ha mejorado muchísimo. Come de todo, duerme estupendamente, todo le cae bien e incluso comiendo, se toma una copita. Se le quitó la tos, los problemas del tabaco y los que antes se metían con él --porque claro, ver a un tío en calzones blancos corriendo por El Puerto en los años setenta, en que no había cultura del deporte y la salud, manda huevos-- pues los que antes se metían con él ahora lo envidian y andan con bastones, barrigones, y otros que no pueden ni andar.

XVII Carrera Popular de San Silvestre (Chipiona).

XXXI Carrera Urbana Ciudad de Jerez.

Corriendo en El Cuervo (Sevilla).

1935.
Pedro Rizo nació en El Puerto en el año 1935. Menudo año. Nació en el Barrio Alto. Hijo de un trabajador del campo o de lo que saliera, con un montón de hermanos, tuvo una niñez durísima, ¿Cómo no? Pasó hambre... si su padre se quedaba parado, le quitaban hasta el médico y tenían los críos que ir con sus madres si enfermaban --no tenían seguro de paro-- al médico de la Beneficencia en el hospital de San Juan de Dios en Micaela Aramburu. Desde aquí, un recuerdo imborrable a aquellos médicos de Beneficencia que con escasísimos medios y ayudados por la farmacia --preciosa, por cierto-- del hospital y sus monjas las Hijas de la Caridad de inmaculada y almidonada cofia, atendían y aliviaban como podían de tantísimos males todos derivados de la miseria y la pobreza con que malvivía gran parte de la población de El Puerto. Don Servando, Don Antonio García Sánchez, Don Agustín Fernández son un ejemplo de aquellos médicos de la Beneficencia.

Con unos compañeros de carrera. /Foto: Sebas Rey.

LAS CUATRO REGLAS.
Pedro estuvo hasta los nueve afios en el colegio de San José de Calasanz vulgo Hospitalito. Aprendió las cuatro reglas y lo que era menester de lectura para un niño que tenía que trabajar pronto para ayudar en su casa. Y efectivamente se colocó con nueve años guardando vacas en la finca La Carlota. Ganaba un duro y mantenido. Esto de 'mantenido' parece que no pero tiene su importancia: era lo primero que buscaban aquellos padres cuando colocaban a un crío en el campo: por lo menos tenían la seguridad de que comían el plato de potaje caliente. Eso no faltaba en los campos. La olla grande o lo que dice el vulgo 'cucharón y paso atrás'.

EL CAMPO.
Trabajó después con la azada en el campo. Todavía me acuerdo yo de aquellos jornaleros portuenses que al llegar al 'Lejío' (Egido) después de una jornada agotadora, venían andando desde La Negra, Atalaya, o la Canal, tras estar todo el día cavando con la azada. Derrengados, sedientos, los sombreros descoloridos, las manos destrozadas... y llegar a sus casas, aquellos patios corraleros del Barrio Alto a tomarse un lebrillo de gazpacho o lo que hubiera de sustento. Algunos con la 'zoleta' al hombro de escardar trigo o cebada.

Carrera Nocturna de San Silvestre 2010, donde fue homenajeado Pedro Rizo. (Chipiona). /Foto: Sebas Rey

PICAPEDRERO.
Después del campo, Pedro Rizo con 18 años se colocará de 'picapedrero' en la empresa Ginés Navarro, haciendo la carretera Jerez-El Puerto por el nuevo trazado que nosotros hemos llamado siempre 'La Trocha’, es decir el antiguo camino de Jerez sin pasar por El Portal. Ganaba de 'picapedrero', es decir de partidor de piedras a mano, golpeándolas con un martillo de mango largo o 'machota' sujetando a veces las piedras, con los pies con el consiguiente peligro, 214 pesetas la quincena. El golpe tenía que ser certero porque te podías machacar los dedos de los pies. Los accidentes eran frecuentes y había que voltear el martillo sujeto por el extremo del mango con las dos manos, describir en el aire una especie de semi circunferencia y golpear con fuerza la 'piedra madre', es decir la piedra grande. Después las más pequeñas se partían más fácilmente si se puede decir así porque fácil no había nada... las piedras de San José del Valle son muy duras, muy buenas para aquellas carreteras. Picapedrero... un oficio maldito. Manos ensangrentadas, pies hechos de sangre y moratones, gafas de motorista antiguo en los ojos para que las esquirlas de piedra no te dejaran ciego. Ocho horas diarias.

TONELERO.
Después Pedro, nuestro ‘Maratón man’, si él nos permite que lo llamemos así, trabajó --yo creo que Pedro ha trabajado más que maratones ha hecho-- durante cinco o seis años en la tonelería de Jose Luis Huertas en la calle Cruces y luego en la construcción hasta su jubilación.

Pedro Rizo se casó en el sesenta y tres y tuvo tres hijos: dos hembras y un varón. Ha cumplido con ellos en la vida.

RECORRIDOS.
Como ha cumplido en sus carreras y maratones por circuitos de Sevilla (20 maratones); Jerez (10 maratones); Cádiz, San Fernando, Rota y Chipiona; Vía Verde Coripe-Olvera; maratón popular de El Puerto de Santa María, Córdoba, Vejer,  Sanlúcar, Trebujena. De todo ello guarda trofeos, placas, reconocimientos, diplomas, homenajes... en su pequeño piso de una 'corrala' de la calle Santa Clara, en cajones, estanterías, armarios y hasta debajo de la cama, tanto trofeo, tanta chatarrería dorada con santo y seña grabados de sus premios y participaciones. Su mujer soporta con paciencia que le tenga ocupada toda la casa con tanto trofeo, ya que ella no sabe donde meter ni siquiera un paño de cocina. Pero Pedro soporta con estoicidad tanta protesta.

MÉDICO DE SI MISMO.
Moliere, el gran comediógrafo francés, en su obra 'El médico a palos»' creo que insertó la frase «Médico, cúrate a ti mismo». Pedro, sin ser médico, se ha curado a sí mismo y hoy es consciente de la importancia que tiene la decisión que tomó en su día, de correr para buscar la salud ya que el tabaco le iba a matar. Aparte de eso, la carrera y el maratón le ha dado un aliciente en su vida, pues viaja, conoce gente, ha sido nombrado deportista del año en El Puerto, ha recibido galardones, homenajes... de todo. Pero claro eso exige esfuerzo, soledad, el entrenamiento de día a día con lluvia, fría, viento, calor, sudores, sed, calambres. Pedro tiene un correr fácil pues apenas levanta los pies del suelo. Parece que no corre, pero ponte a su lado y verás. /Foto: Miguel Díaz.

A la pregunta que le hago de qué espera ya de la vida, me responde que «--Vivir lo mejor posible». Comer, beber su copita, salir, hasta que le llegue la hora. Cada mañana que se levanta, piensa que tiene un día más de vida. Pedro es muy austero y vive con una pensión corta pero se apaña. Le encanta correr por la sierra pues es un ecologista nato. En el argot de los maratonianos le llaman Pedro 'el Viejo'. Ya es algo para pasar a la historia. Ya saben Pedro 'el Cruel', Pedro 'el Grande'...

De izquierda a derecha, Pedro Rizo, Fernando Mora Eliso, director a la sazón de SAFA-San Luis, Antonio Muñoz Cuenca y Luis Benvenuty Morales, en 2008,, curante la presentación del Libro 'Paisajes y Paisanaje'0 del autor de esta nótula, en el que figura nuestro protagonista. /Foto: Carmen Álvarez.

EL PAISAJE.
Conoce perfectamente todo el paisaje portuense: Camino Viejo de Rota, cañada del Verdugo, camino de los Romanos, Molino Platero... muchas piedras, arbustos y retamas son testigos de su entrenamiento diario y confidentes suyos pues son señales que le indican lo que lleva recorrido, y lo que le falta. En su correr diario, salvo cuando va con amigos del Club Alcanatif, Pedro es un solitario que va .metido en su mundo interior ensimismado, sudoroso. Su entrenamiento diario es su verdadero maratón pues ahí no hay premios, ni halagos, ni trofeos. Está él solo con sus pensamientos y el camino. Como es duro, Pedro va pensando en las mil cosas del día para hacerlo más llevadereo. Y así durante treinta años. Es un guerrero. Su fuerza, su voluntad, su tesón, su esfuerzo... Pedro es un héroe de Salamina, un hombre de la calle Santa Clara... un luchador. Vive y vivirá para contarlo. (Texto: Antonio Muñoz Cuenca).

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PROFESORES.
De izquierda a derecha: Áureo Sanz Hernangil; Antonio de la Torre González; Eduardo Ballesteros Salas; Diego Muñoz; Federico Verdi; Srta. Sanz (Hija de Don Áureo); Miguel Zea Quiroga (Director); Srta. Maria Teresa Peral Pino (Casada con Guillermo Jiménez); Srta. Paquita Aquino; Manuel Moreno Romero; Siro Morata Torres (era además de maestro, practicante y daría clases en La Salle) y Enrique Pedregal Valenzuela.

EL EDIFICIO.
La fachada lateral del Colegio, por la Bajada del Castillo, junto al edificio que albergó hasta hace escasas fechas los Jugados. En la actualidad, derrumbado el Colegio -que también albergó a la Agrupación Cultural Medusa, oficinas, viviendas y el Restaurante “La Abuela María”, ocupan el espacio que tantos y tantos porteños guardan con buen sabor, entre sus recuerdos infantiles.

LOS PEQUEÑOS.
De izquierda a derecha: 1ª fila.- Alfonso Gutiérrez Colosía; Francisco Rodríguez Rendón; Severo Ruiz Calderón; Rafael Hernández Venegas; Manuel Pasage Martínez; Flor Pedregal; Pinilla García. 2ª fila: ¿Diego Muñoz Ávila?; Desconocido; José Beltrán Serrano; Álvaro Höhr Jiménez; Jose Luis Hernández Venegas; Andrés Soler Ferrer; Ángel Medinilla Cantera. 3ª fila.- Manuel Camacho Villegas; Rafael Muñoz Bellvís; Juan Cárave García; Menchaca; Francisco Javier Muñoz Manzanera; Ángel Moresco Suárez. 4ª fila.- Francisco de Paula Ojeda Román y José Ojeda Román (hijos de José Ojeda Leiva de la panadería Ojeda en la calle Ganado; Roberto Muñoz Ávila; desconocido; desconocido; desconocido; desconocido. 5ª fila.- Desconocido; desconocido; Juan Suárez Ávila;  Ángel Albert Alonso; ¿Ángel Mena Alonso?; Mariano Cantera Farrugia; José Ignacio Jiménez González Nandín; Ignacio Paullada Porras (hermano del que está en Urbanismo). 6ª fila: Desconocido; desconocido; Manuel Sánchez Balber (Marino Mercante, hijo del Sastre que estaba junto a la casa de los Valimaña Lechuga "Macario" y a la barbería de "Rojitas" en la calle Luna y frente al Banco Hispano Americano); Juan Muñoz Ávila; Guillermo Fernández Ahumada; desconocido; Jorge Gutiérrez Colosía; Mariano Medinilla Cantera. 7ª fila.- ¿José Muñoz?; desconocido; José María Giménez Torrent; ¿Juan Luis Villar?; Luis Pastrana Moreno; Jesús Suárez Ávila; desconocido. 8ª fila.- Javier Merchante Gutiérrez; puede ser José López (hijo del que fuera Comandante de los Guardias); desconocido; desconocido (puede ser José Felipe González Gómez); José Antonio Márquez Carrascosa; Javier Bermúdez Tejada; Joaquín Anelo. 9ª fila.- Rafael Bellvís Porras; Nicanor Gómez González; Indalecio Rábago Vega; Ramón Matiola Mayorga; Francisco López Franco; Francisco Basallote Roca y desconocido.

LOS MAYORES.
De izquierda a derecha: 1ª fila.- Antonio Arredondo del Río; Ignacio Sordo de la Torre; Francisco López Cepero; Guillermo Roselló Castell; Rogelio Galán Benegas; Antonio Lebrón Iturriaga (muy amigo de la pandilla de Juan Luis Bermúdez, Vicente González; Jesús Jiménez, Fernando León, etc.). 2ª fila.- Ramón Lizaso Solinís; Emiliano Cristóbal Dato; Guillermo Benvenuty Díaz; Benito Gago García; desconocido;  Francisco Javier Moresco Suárez; Rafael de los Santos Rodríguez. 3ª fila.- José Luís Moresco Suárez; José María Pedregal Valenzuela; Miguel Caccetta de la Rubiera; José Crespo Chacón; José Zaragoza Roselló; Jesús Jiménez Alcázar, 4ª fila.- Desconocido; José María García Maiquez; Manuel García Pérez; Ignacio Enciso; Antonio Márquez Crespo (el procurador); Luís Suárez Ávila;, abogado y colaborador de estas páginas. 5ª fila.- Eduardo Benjumeda Osborne; Pedro Hencho o Enche García; Luís Requino; Miguel Rascón Roselló; Manuel Albert Alonso; Álvaro Osborne Tosar; Ignacio Benjumeda Osborne. 6ª fila.- Manuel Tosar Bayo; Fernando Bootello Reyes; Fernando León García; Juan Luís Perles Giner; puede ser un Calero; Enrique Garcia Máiquez. 7ª fila.- Ángel Mena Alonso; Rafael Gómez Garcia; Jaime Benjumeda Osborne; Víctor Gómez Giménez;  Roberto Rendón Gómez; desconocido; Julio Cristóbal Dato. 8ª fila.- Leopoldo Jiménez Ruiz; Ángel Albert Alonso; Eduardo Ruiz-Cortina Ruiz; Bartolomé Romero Haupold; Miguel Roselló; José Domínguez Camacho; Francisco Rascón Nieto.  9ª fila.- José Gómez Giménez; José Cárave Moreno 'Lele Cárave'; Juan Rodríguez; José Cabrera Ordinez; Sancho Sancho Sancho; Cristino Arredondo del Río.

Orla de la que se han extraído las fotografías que se documentan en esta nótula.

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(*) Nota los Giménez descendientes de los de la Panadería "La Pastora" es con "G", como José y Víctor Gómez Giménez y José María Giménez Torrent (Hijo de Tomás Giménez Benito y Milagros Torrent Sánchez). Ambos dos José han fallecido.

Más nótulas del Colegio de La Pescadería:
107. COLEGIO LA PESCADERÍA. Antiguos alumnos (I).
238. COLEGIO LA PESCADERÍA. Curso 1950/51(II).
239. COLEGIO LA PESCADERÍA. Curso 1959/60 (III)
324. COLEGIO LA PESCADERÍA. Preparatoria. 1959/60. (IV).

Nuestro agradecimiento a Vicente González Lechuga por su colaboración imprescindible en la elaboración de esta nótula.

4

Matilde Montero García, Maty, nació en Cádiz y si bien sus padres Eloy Montero y Matilde García Pacheco, eran de la capital, sus abuelos maternos eran de El Puerto: vivían en la calle Diego Niño. La familia se vino a vivir a El Puerto y el padre montó una sastrería en la Calle Larga, donde vivió de pequeña en el núm. 114, principal. Segunda de tres hijos, tenía una hermana mayor que ella 19 años, de un anterior matrimonio de su padre, que era viudo.  Vivió con pocos años la explosión de Cádiz, que en El Puerto se hizo notar, rompiendo cristales con estruendo. Se casó con el gallego Arturo Rial, natural de Vigo, en marzo de 1965, con quien tiene dos hijos, Arturo Eloy y María Matilde. Esta es su historia, contada por ella misma.

“Yo nací el 30 de diciembre de 1941, así que acabo de cumplir mis primeros 69 años. Tanto mi padre como mi madre eran naturales de Cádiz, pero mi padre se vino a trabajar al El Puerto, contratado, en la que por entonces era una gran tienda de tejidos con sastrería, porque mi padre era sastre. Pronto se cansó de estar tan sujeto y se estableció por su cuenta trabajando en casa, desde que yo tengo uso de razón.

En la Feria de Jerez, el 30 de abril de 1944, aparecen en la imagen Pura Montero Mela, Paco Montero; Ana, mujer de Antonio Pantoja, natural de Gibraltar y Matilde García Pacheco, madre de nuestra protagonista que contaba ya con poco mas de dos años.

Excursión a Sevilla --visita al Alcázar-- en junio de 1944. Entre otros, aparecen los padres de Maty, Eloy Montero, el sastre de la calle Larga y Matilde García Pacheco;  Paco Montero y Antonio Pantoja y su mujer Ana.

El matrimonio tuvo tres hijos, soy la del medio entre dos hombres, por lo tanto fui la niña querida, el ojito derecho de mi padre. Éste sacándolo de su oficio apenas sabía nada, leer, escribir y poco más. Mi madre, por el contrario había tenido una buena educación para aquellos tiempos; tenía  una letra preciosa, no tenía faltas de ortografía, sabía taquigrafía, mecanografía y las ‘labores propias de su sexo’, como coser, bordar,...; era una maravilla, doy fe de ello, porque me enseñó mucho en mis años de espera para casarme.

CARMELITAS, COLOMA Y LABORES.
Desde los 3 años que fui al colegio de Las Carmelitas hasta que terminé con 16 o 17, puedo decir que fue un periodo muy bonito. Mis recuerdos y anécdotas son todas preciosas; aquellos juegos en el patio de la palmera, aquellas procesiones por las principales calles de El Puerto cantando y llevando en andas a la Niña María. Recuerdo cuando, ya más mayorcitas, nos metíamos en el patio de San José para comernos las deliciosas naranjas mandarinas a escondidas de las hermanas, que claro con lo que huelen pronto nos cogían.

Primera Comunión el 31 de mayo de 1949, contando nuestra protagonista 7 años y medio, Iglesia de HH. Carmelitas. De izquierda a derecha, fila delantera, Maria Teresa Alba Medinilla, Pilar Poullet Ramirez, Carmen Lores Romero, desconocida, Matilde Montero Garcia, Cecilia Sevillano Sánchez, Lourdes Lizaso Solinís, Maria Teresa Tejada Prieto, Manolita Buhigas Cabrera, Maria Luisa Ortega Duran y desconocida. Nombre de las tres desconocidas y no ubicadas: Cristina Respeto Roselló, Maria de la Soledad Pérez Vela y Vicenta Crespo Ivars. Fila segunda, de izquierda a derecha, Marita Enciso, Angelina Crespo, María José Nuchera. Las cuatro de segunda fila: Marita Enciso Dominguez, Angelina Crespo Matiola, Maria Jose Nuchera Alcantara y desconocida. Los niños desconocido Manuel Serrano Garcia, desconocido, Miguel Cachetta de la Rubiera, Javier Moresco Suarez, desconocido, Pepin Nogués Ropero, Jaime LLorca Ortiz y Jose Miguel Merchante Gutierrez. Entre los desconocidos estan estos nombres, pero no sabemos ubicar: Jose Luis Garcia León, Luis Crespo Ivars y Manuel Palomino Galan.

De izquierda a derecha, Pili Guerra, Lisazo, Maty y Lucila Romero Andicoverri, de la farmacia de la calle Cielos que tenía su padre.

Cursé mis estudios de bachillerato yendo a Jerez al Instituto ‘Padre Luis Coloma’ a examinarme. Completados aquellos era imposible seguir estudiando más, a no ser que te desplazara a Cádiz o supongo que a Jerez también, lo que era imposible para la economía familiar, ya que más bien era de subsistencia. Por lo tanto no he desempeñado ninguna cátedra, no he tenido ningún puesto importante en ninguna empresa, pero si he llevado mi titulo de ama de casa con orgullo y responsabilidad. Ese título, ya lo sabéis todo por experiencia, es estar las 24 horas del día de guardia, saber de todo y estar dispuesta para cualquier emergencia.

La Coruña en 1970. Prueba de carga del viaducto de Linares Rivas. /Foto: Alberto Martí Villardefrancos.

VIVIR EN LA CORUÑA.
Dejé El Puerto en 1965, cuando me casé y me fui a vivir a las tierras de Galicia. ¡Que os voy a decir de esas tierras tan divinas! Nunca tuve problemas en ella, la familia de mi marido me recibió de maravilla, y nosotros nos instalamos en La Coruña. Gracias a que mi marido fue y es muy trabajador y, en sus buenos momentos, supo compaginar varios trabajos a la vez, --y bueno supongo que también mis granitos de arena--, nos fuimos situando económicamente bastante bien, sin lujos. Le hemos dado un piso a cada hijo, solo tenemos dos. Y nos quedan los que vivimos allá y acá.

¿HEMOS AVANZADO?
No creo que mi vida sea como para figurar en Gente del Puerto, es igual a todas las demás de mi generación donde en nuestro carnet de identidad en nuestra profesión poníamos 'Sus Labores'. Y o lo digo con orgullo frente a estos tiempos en que todas las chicas están sacando sus buenas carreras y con buenos puestos de trabajo, pero que desde la perspectiva de los años me pregunto ¿hemos ganado? Ahora tienen todo el tiempo ocupado, estresado, no pueden tener hijos sin contar con alguien de confianza que se pueda hacer cargo de ellos; para eso están los abuelos que se ven todos paseando a los pequeños. La casa..., en fin que más queréis que os cuente.

Tramo de la calle Larga, entre Ganado y Plaza de Isaac Peral.

EL PUERTO A FINALES DE LOS 50.
Estos días hablando con unos familiares de la juventud de hoy día me decían: “--En en nuestra niñez y juventud no habíamos disfrutado, no teníamos nada”. Difiero de esa opinión, yo he tenido una niñez plena, durante la juventud me divertí todo lo que pude en aquellos tiempos. Nuestros paseos calle Larga y calle Luna en el invierno. En el verano el Parque arriba y abajo. Y la playa de La Puntilla, eso era el no va más, todos nuestros amigos, conocidos al alcance de la mano, todos hablando nuestro idioma: el portuense. Yo no me quejo al revés lo evoco con cariño.

Reconozco que si tengo una envidia mala corrosiva y maligna con respecto a la juventud de hoy. Aclaro, los medios que tienen para los estudios, el acceso a la cultura, los idiomas y la independencia que pueden desarrollar para llegar a donde se lo propongan.

Patio de la Casa Palacio Oneto, en la calle Larga, frente a calle Luja.

¡QUE PENA ME DA EL PUERTO!
Ni sus habitantes, ni sus políticos hacen nada por él. En todas las ciudades que conozco vivir en el centro histórico es signo de prestigio, distinción y poder económico. Aquí por el contrario, es como si fuera una cosa antigua, de viejos. El Puerto es bonito por muchas cosas, pero esas casa señoriales que, a cada dos pasos tropezamos con alguna de ella, propio de esta parte del país. Pues bueno un tanto por ciento bastante alto están en ruina, cayéndose a pedazos, cerradas, tapiadas u luciendo una valla desde hace mucho tiempo y en la calle más emblemática de la ciudad. ¿No podría el Ayuntamiento, al mismo tiempo que da licencia de obras para bloques en el extrarradio, exigir la reparación de una de estas casas?  Si, ya sé que sería complicado, pero algo se tendría que hacer.

¿Conjunto Residencial? /Foto: Antonio Gutiérrez Ruiz.

Hay otro aspecto que también me apena. ¿Qué pasa que la gente no pasea? Se sale un domingo y no hay ni un alma por las calles, las cafeterías cerradas y a veces te preguntas que, si no tienes algún plan,  es preferible quedar en casa.

Hay una ciudad cercana de la que no quiero dar su nombre, que es un lujo pasear por su centro, sus cafeterías a rebosar, su plaza del Cabildo, su paseo a orillas de la playa... Se echa de menos aquellos paseos de la juventud. Pero para más inri , si hay una fiesta, una procesión o una actividad extraordinaria no se puede andar: todo el mundo a la calle. Y yo digo, si El Puerto es de por sí una fiesta diaria, debían de pensar que cuanto más ambiente más atractivo se ve a los ojos de los visitantes”.

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Manuel Moreno Simeón, nació el 30 de octubre de 1938 en el Hotel ‘Vista Alegre’ propiedad de sus padres, asistido en el parto por el Dr. Francisco Muñoz Seca, siendo el tercer hijo del matrimonio formado por Manuel Moreno Moreno y Bella Simeón Rodríguez: Rosario (Charo), Bella (Belli) y Manuel (Lolo).

La abuela materna de Manolo, Rosario Rodríguez, madre de Bella Simeón, fue una notable empresaria, propietaria entre otros del Hotel Vista Alegre, Hotel París, Restaurante La Puntilla, Balneario de Fuente Amarga (Chiclana), Hotel Vista Alta (Córdoba) y Hotel Emperador (Sevilla).

Anuncio del Bar-Restaurant La Puntilla, a cargo del Hotel París, propiedad de la abuela materna de Manolo, Rosario Rodríguez. Almanaque de Verano 1927.

1938
Ese año nacían en Roma y Atenas, cunas de la civilización de occcidente, Don Juan Carlos I y Doña Sofía, reyes de España. Era alcalde  de El Puerto Antonio Rives Brest. Se estrenaban las películas ‘El barbero de Sevilla’ de Benito Perojo, ‘Carmen, la de Triana’ de Florián Rey. Rafael Alberti publica ‘El Burro Explosivo’ y ‘Poesías (1924-1937)’. Desaparece la Revista Portuense. Se remodela y crea la Plaza de Cristobal Colón. El primer gobierno ‘nacional’ de Burgos, reconocido por el Vaticano ese año, por medio del ministro del Interior, declaraba días festivos con carácter oficial en el territorio ‘nacional’, el jueves y viernes santo..

Anuncio de 'La Antigua de Cabo', en el Almanaque Comercial de 1930. 11 años mas tarde pasaría a ser propiedad de la famiia de Manolo Moreno.

CUATRO VIVIENDAS SINGULARES.
La familia Moreno Simeón vivió a lo largo de los años dentro de los diferentes negocios de hostelería que gestionaron, y que tan buen recuerdo han dejado en la memoria de los porteños (no es de extrañar, así, la vocación hostelera de Manolo): el Hotel ‘Vista Alegre’, que daba a las calles Micaela Aramburu, Guadalete y Bajamar. A partir de 1941 el hogar familiar sería en ‘La Antigua de Cabo’, en la calle Ganado, año en el que se hacen cargo de dicho establecimiento que estaba junto al comercio de Moresco y Salvatierra. Y en 1947, contando Manolo 9 años, en la ya desaparecida Venta ‘El Chorizo’ --hoy solo queda el pozo--, en la Avenida de Jerez, donde Bodegas Terry construiría unas modernas naves bodegueras y que, en la actualidad se ha reorganizado en calles para la construcción de la futura urbanización ‘Bahía Blanca’, junto a la casa del Pico San José. Por último, la familia viviría en la Ribera del Marisco, en la vivienda del primitivo ‘Échate Pa’yá’. /En la imagen, con su familia, de izquierda a derecha, Manolo, Lolita Gil de Reboleño, su padre Manuel Moreno, su madre Bella Simeón, la Tata María, sus hermanas Belli, Charo y la perra 'Linda'.

Avda de la Bajamar, el desaparecido Hotel Vista Alegre, hotel de toreros, donde hoy se encuentra el edificio del mismo nombre, que alberga en sus bajos de cara al río el ‘Bar del Puerto’ en la esquina con la calle Guadalete, que es la que se muestra. /Foto Colección Vicente González Lechuga.

LA COCINERA PIANISTA.
Un día, estando la madre de Manolo, Bella, en la cocina, llegó a comer una familia bastante pudiente. Nada más entrar vieron el piano, un Ronisch y preguntaron que a quien pertenecía. Cuando les contestaron que era de la cocinera, se echaron a reir y pasaron al comedor. Cuando la madre de nuestro protagonista terminó sus quehaceres en la cocina, salió a tocar el piano y, al escuchar la música, la familia salió del comedor a ver quien era el que tocaba tan magnífica pieza, el ‘Improntu’ de Chopin. No salían de su asombro al ver que era, en verdad, la cocinera la que, tan magistralmente operaba entre los dientes de marfil de aquel piano.

VENTA EL CHORIZO.
Nuestro protagonista recuerda, con nostalgia, a un caballo que le regaló su padre: ‘Chico’, de mediana estatura, hijo de un semental de las caballerizas de Terry llamado ‘Arnaig’. Era un potro muy listo, pero con mucha malas ideas. El pequeño Lolo iba todas las tardes de verano a montar con su caballo por la zona de Las Beatillas. Al llegar amarraba a ‘Chico’ con una cuerda y un clavo grande al suelo y disfrutaba de otra de sus pasiones: leer. Una tarde ‘Chico sacó el clavo del suelo con la boca y se marchó de vuelta a casa. Cuando Manolo se dio cuenta no le quedó otra que volver a la Venta El Chorizo andando. Al llegar a casa, allí estaba ‘Chico’, tan contento, en su cuadra. /Manolo y su entonces novia, Lolita Gil de Reboleño, a caballo en la Feria de Primavera.

ÉCHATE PA’YÁ.
Cuando el padre de nuestro protagonista, Manuel Moreno Moreno regentaba el ‘Échate Pa’yá’, una de las tapas estrellas, aparte del Txangurro, era la tortilla de camarones. Y siempre se producía el mismo rito cada vez que le pedían una: al entregarla al cliente decía: “Al que encuentre un camarón, le regalo un televisor en color”.

ESTUDIOS.
A los cinco años su madre lo inscribió en el colegio de las Carmelitas. Con ocho pasó a La Pescadería (San José y San Estanislao), donde permanecería hasta segundo año de Comercio. También, con ocho años, empezó los estudios de Solfeo y Violín en la Academia de Bellas Artes, recibiendo clases particulares de mano de Ramón Zarco, hijo de Doña Virginia Hernández. También estuvo en el Instituto Santo Domingo, hasta que dejaría los estudios.

LA MÚSICA.
Durante los veranos, sus padres regentaron en Rota un restaurante denominado Bar ‘Sur’, en el cual por las noches tocaba una orquesta de Sevilla dirigida por el conocido para la época  Maestro Navarro quien, al ver las dotes musicales de ‘Lolo’ --así era como lo llamaban en familia-- quiso darle clases de solfeo. Y es que Manolo llevaba la música muy adentro. En cierta ocasión le regalaron una armónica y, sin nociones previas, terminó tocándola como si llevara haciéndolo toda su vida. A los nueve años ofreció un concierto de violín en el Salón de la Academia de Bellas Artes, la primera parte solo y la segunda acompañado por Merche Valimaña ‘Macaria’, con nótula núm. 047 en GdP, al piano. /En la imagen de la izquierda, el profesor de música Ramón Zarco Hernández /Foto: Academia Bellas Artes.

Su afición y amor por la música le llevaron a estudiar por su cuenta piano, con los tomos de música de su madre quien, además de ser una magnífica cocinera, fue una gran pianista, licenciada en Solfeo por la Facultad de Cádiz. Poco a poco, Lolo fue soltándose hasta el punto que el piano se convirtió en su gran pasión. En la actualidad, toca a diario en su casa.

PRIMER TRABAJO Y SERVICIO MILITAR.
Con dieciséis años trabajó en el Banco Central de la calle Larga y, con gran pesar, tuvo que dejarlo por enfermedad. Con dieciocho ingresa como voluntario en la Escuela de Especialistas del Aire de Getafe(Madrid), en donde permaneció seis meses; el año siguiente lo pasó en el Cuartel de Tablada de Sevilla.

Manolo, con bigote, a la derecha de la imagen, en su taller de efímera vida en la calle Diego Niño.

TALLER DE MOTOS.
Con 21 años, en 1962, se embarcó en su primera aventura empresarial, montando un Taller de Motos en la calle Diego Niño.  El negoció se fue a pique debido a que aunque vendió muchísimas motos de las marcas Ossa y Lube-Ren, él mismo respondía de las operaciones a plazos con las fábricas y no pudo soportar el déficit con la banca, sumado a que algún que otro cliente le dejó a deber facturas, lo que le llevó a tener que cerrar el taller viéndose obligado a contemplar la posibilidad de irse de emigrante a Alemania.

EMIGRANTE EN ALEMANIA.
Ese mismo año, 1962, consiguió un contrato de trabajo con la fábrica Brown Bovery, en Alemania y se marchó. La jornada laboral en esta empresa era por las mañanas, en una cadena de montaje de frigoríficos y por las tardes trabajaba un par de horas en un taller de motos. Era un trabajo que le gustaba, pero en invierno era imposible manipular bien la mecánica debido a las bajas temperaturas.

Con la orquesta 'Suspiros de España'.

Manolo, al piano, con 'Suspiros de España'.

De su estancia en Alemania el mejor recuerdo que conserva Manolo es  de cuando en el ‘Club de Españoles’ organizaron una orquesta a la que denominaron ‘Suspiros de España’. La dirigía un valenciano llamado Rodolfo que tocaba la trompeta, y la integraban un gallego al contrabajo, otro gallego al clarinete y al acordeón, Ascanio un cordobés de Cabra a la batería, José Luis un onubense a la guitarra y Manolo al piano y al violín.  Actuaban todos los sábados en el Club de Españoles y en algunas fiestas como bodas, bautizos y otros eventos en la Base Americana de Hanau am Main, ubicada en la región de Hesse, una población equivalente a El Puerto, con 88.648 habitantes.

El órgano de la catedral de Frankfurt en el que Manolo, por responsabiliad, se negó a tocar.

EL ÓRGANO DE LA CATEDRAL DE FRANKFURT.
En el Club de Españoles había un sacerdote que se hizo muy amigo de Manuel. Este cura sabía de los conocimientos y de la gran afición a la música que tenía Manolo, así que un día le pidió que fuera a tocar el órgano de la Catedral de Franckfurt. Manuel le preguntó al sacerdote cuales eran las características del instrumento musical, a lo que éste le respondió que normal, mas o menos como el que él tocaba en el Club de Españoles. Con mucho respeto y miedo Manolo terminó accediendo.  Al llegar el día señalado, el sacerdote y él llegaron a la Catedral, quince minutos antes de la ceremonia. Manolo se encontró con el Coro de la Catedral presente ante un órgano de varios siglos, cuyos tubos alcanzaban casi el techo. Le pidió al cura si podía ensayar un poco antes de empezar y éste le dijo que no había tiempo, que no se preocupara, que todo saldría bien. Empero, como persona responsable y respetuosa, Manuel decidió no tocar, pues la ceremonia podía pasar de lo solemne a lo ridículo, pensó.  Así que, Manolo, cogió la puerta de la Catedral, camino de la estación, se subió al tren y se marchó para el pueblo donde residía.

Panorámica de Zurich con torres de aguja de las iglesias.

ZURICH.
Aproximadamente al año de su estancia en Alemania, salió ardiendo la fábrica quedando completamente destruida. Ante esta circunstancia, Manolo pidió ser destinado en Zurich (Suiza), donde por aquel entonces trabajaban sus hermanas Charo y Belli, junto a sus maridos Carlos y Pepe. Allí permanecería por espacio de seis meses. Un fin de semana regresó a Alemania para resolver unos asuntos y comprobó que la fábrica ya estaba de nuevo en funcionamiento e ingresaría de nuevo por seis meses más, luego un periodo de tres meses otra vez en Zurich hasta su regreso definitivo a España.

REGRESO A ESPAÑA
En la frontera española vivió un sorprendente episodio: un cabo de la Guardia Civil le confiscó dos revisas italianas del Festival de Eurovisión dado que, al no entender el idioma, creyó que era propaganda marxista y lo tuvo retenido mas de una hora, hasta que llegó un superior que entendía el idioma y se arregló el malentendido. En total, estaría fuera de España algo mas de dos años.

DE MAQUINISTA A JEFE DE CANTERA
Al poco tiempo de llegar a España, se colocó en una compañía constructora, SATO  (Sociedad Anónima de Trabajos y Obras) como maquinista de una grúa alemana. Gracias a que un proveedor de la empresa, Javier Paz, sabedor de que Manolo tenía estudios, habló para que lo pasaran a oficinas y allí trabajaría durante un año. Ya casado lo destinan a San José del Valle como administrador de la cantera. Allí se encontraban, tanto él como su esposa, muy contentos, pero la llegada de su primer hijo, en marzo de 1966, le impide aceptar el nuevo traslado que le habían propuesto (Bilbao o Almería), por diversos problemas de salud de su primogénito, Manolín, y regresan a El Puerto.

Construcción de la Base Naval de Rota.

DE PEÓN A JEFE DE PLANTA Y DE TRANSPORTES.
Encontró trabajo en la Base Naval de Rota con la empresa Dragados en calidad de peón, pero al revisar su trayectoria laboral lo pusieron de encargado en una Planta Asfáltica y de Jefe de Transportes a los dos meses de empezar.  A los dos años  la obra de la Base en la que estaba la empresa donde trabajaba Manolo finaliza su contrata y Manolo decide comprarse un camión de transportes de construcción.  En Dragados le ofrecen trabajar en la autopista de peaje Cádiz-Sevilla como encargado de una Planta de Hormigón y de los camiones hormigoneros que surtían los trabajaos de la nueva vía.

LA SOLERA.
Al término de la obra del moderno vial, Manolo decide vender el camión y coger el traspaso del bar ‘La Solera’ en la calle Ganado, que por aquel entonces y desde la década de los cincuenta del siglo pasado pertenecía a la familia de su esposa, inaugurándolo con una nueva impronta en Agosto de 1972. Ver nótula núm. 858, Taberna ‘Los 48’ en GdP.

Con su hijo Ramón --también le ayudó Juan Carlos-- en plena faena en 'La Solera'.

En sus comienzos el bar empezó con pocas tapas, pero debido a la gran aceptación que tuvieron fue incrementando la lista. El bar empezaba a ser un establecimiento moderno. Manolo, con su incansable trabajo, buen hacer  y con la ayuda incondicional de Lolita, su esposa y más tarde de sus hijos, consiguió hacer de una tasca un bar de familia, donde los clientes se convertían muchos de ellos en amigos. Estaba especializado en hamburguesas caseras, pepitos de lomo, cordón bleu, chipirones a la plancha, menudo de Bella, croquetas de Carmela y un sinfín de especialidades que hicieron de La Solera uno de los bares de la época más conocidos de El Puerto, cuando las tapas elaboradas empezaron a ponerse de moda.

La recordada y popular hamburguesa de 'La Solera'.

LA HAMBURGUESA.
La receta original de la ‘Hamburguesa Casera’ y las ‘Mini Hamburguesas’, y muchas otras tapas formaban parte del Libro de Recetas familiar. En el caso de las hamburguesas, que eran filetes rusos empanados, nada habitual en la zona, la receta se remonta a su abuela materna, Rosario Rodríguez, madre de Bella Simeón, modernizada con los complementos al uso: ketchup de Conservas Sur, Salsa Picante o mostaza, además de tomate y cebolla, en un panecillo de horno local, nada de bollería industrial. Pasarían los años con Manolo al frente de La Solera, siempre innovando la carta, pero sin dejar de lado las tapas que le dieron el reconocimiento de bar de familia.

TARTAS QUADRO’S.
A mediados de la década de los ochenta del siglo pasado y sin dejar La Solera, comienza una nueva aventura empresarial, haciéndose distribuidor de tartas Quadro’s y dado su tesón y constancia llegará a serlo a nivel provincial. El problema surgirá cuando comprueba que empieza a bajar la clientela del negocio matriz: La Solera, abandonando le distribución y regresando, para dedicarse de lleno, al bar de la calle Ganado. Además, Manolo abrió La Solera II, frente al Ambulatorio de la Seguridad Social ‘Virgen del Carmen’, de efímera vida y nada especialmente destacable.

En febrero de 1994 Manuel sufre un infarto de corazón; en marzo le hacen su primer cateterismo y en junio le operan en el hospital Reina Sofía de Córdoba, donde el equipo del Dr. Concha con éste a la cabeza, le implanta un bypass. Tras una lenta recuperación, Manuel continuará en el bar hasta la finalización de los estudios de sus hijos, dando por finalizada su vida laboral y la del propio establecimiento como bar de familia, en septiembre de 2000.

LA FAMILIA.
Manolo se casa el 1 de mayo de 1965 --va  a hacer 46 años-- con su novia de siempre: 11 años estuvieron de novios, con María Dolores (Lolita) Gil de Reboleño Insúa; se conocía desde que él tenía 15 años y ella 13. Tienen tres hijos, dos de los cuales les han dado cuatro nietos.

Manolo y Lolita, con sus hijos con pocos años.

Tuvieron tres hijos varones, Manolín en 1966, que nació con Síndrome de Down, trastorno genético que por entonces --aunque la enfermedad estaba descrita en 1866, hasta 1958 no se descubrieron las causas que lo producían-- era poco conocido, así como su tratamiento. En la actualidad, el cambio de mentalidad de la sociedad han supuesto un cambio cualitativo positivo en sus expectativas vitales, aunque Manolín siempre ha sido la alegría de la casa y de toda la familia y amigos.

En una fotografía actual, el matrimonio con hijos y nietos.

Ramón Manuel fue su segundo hijo, nacido en 1969. Estudió Ciencias Empresariales y tiene Despacho como Asesor Contable, Fiscal, Mercantil y Tributario; tiene dos hijos, Ramón Manuel y Marina Victoria. Juan Carlos, su tercer hijo, nacido en 1974, estudió Medicina, estando especializado en Medicina Deportiva; tiene dos hijos: Juan Carlos y María Jesús.

Casa donde vivieron en la calle Luna hasta el año 2002. /Foto Mata. 2002.

Desde que tuvieron a su primer hijo vivieron en la calle Luna esquina con la Plaza de las Galeras, con unas vistas impresionantes del río Guadalete y el Parque Calderón, arriba del Bar La Garnacha, antes Bar Los Maera. En Diciembre de 2002 se mudaron a la urbanización El Ancla.   Allí viven Manolo y Lolita junto a su hijo Manolín. Como ya hemos señalado, Manuel toca el piano que tiene en el salón de su casa todas las tardes, lo que no se ha dicho es que lo hace por petición y para deleite de su hijo Manolín al que le encanta la música, toda la música, desde la clásica al pop, desde los carnavales a los villancicos, … de la mano de uno de los actores, de una parte importante de la reciente historia de la hostelería portuense.

Nuestro agradecimiento a Ramón Moreno Gil de Reboleño, quien con su inestimable concurso ha hecho posible la elaboración de esta nótula.

23

Fernando Gago García nace el 18 de abril de 1941 en la calle Larga, núm. 3, segundo hijo de Manuel Gago Vélez y Milagros García Rodríguez, siendo sus otros hermanos, Manuel, Benito e Ignacio.

1941.
En 1941 es alcalde de El Puerto un militar que ocupaba el despacho del palacio Municipal desde diciembre de 1939: Manuel Barba Ordóñez. Le relevó en septiembre de 1941 José María Pastor Moreno, por poco tiempo ya que al mes siguiente, en octubre tomará posesión de la alcaldía Fernando C. de Terry y del Cuvillo. El arqueólogo alemán Adolf Schulten visitó el Yacimiento de Doña Blanca, y pensó que podría tratarse del ‘Puerto de Menesteo’; no será hasta 38 años después, 1979, que empezarán las excavaciones sistemáticas dirigidas por el Catedrático Diego Ruiz Mata.

Hipólito Sancho de Sopranis publica su libro «Historia del Puerto de Santa María desde su incorporación a los dominios cristianos en 1257 hasta 1800». Rafael Alberti publica «Entre el clavel y la espada», naciendo su hija Aitana en Puerto de Santa María de los Buenos Aires (Argentina). El Padre Guerrero y el Padre Jorge Loring ingresan en el noviciado de la Compañía de Jesús de El Puerto. /Fernando Gago en versión niño, en la Playa de la Puntilla.

ESTUDIOS.
Estudió en el Colegio de la Divina Pastora, en la calle Luna arriba de Ultramarinos La Giralda, donde coincidió con otro ex alcalde: Hernán Díaz Cortés, con el crítico taurino Luis Ortega, el diácono Felipe Bononato Saez o el chef Eugenio Espinosa, entre otros. Jugaba de pequeño en el jardín de su casa y en el Paseo de la Victoria.

En el Colegio de la Pescadería, durante el curso 1950/51.

De ahí pasa al Colegio de la Pescadería (San José y San Estanislao) donde tendrá entre los compañeros de clase a Chemari Gutiérrez Colosía, Toni Redondo del Río, José Luis Gutiérrez, Fali Gómez Giménez, o Pepe Pineda Martí. De ahí pasaría por el Colegio de San Estanislao de El Palo (Málaga), como seminarista de la Compañía de Jesús, donde repetirá 3º de bachiller y, al no perseverar, los jesuitas le aconsejaron que volviera a El Puerto, “con mucho cuidadito”. Terminó el bachillerato en el colegio de Ntra. Sra. de la Merced, con Antonio García Flores --director y propietario-- recordando a un buen profesor de matemáticas, Eloy del Valle Bonichi, que era capitán de artillería.

Estamos en el Curso 1950-51 de Ingreso a Bachiller; las profesoras a izquierda y derecha de la fotografía son las señoritas Milagros Gilabert y Paca Aquino Arnosa (+). En la fila superior, de izquierda a derecha: Juan Niño Garrido, Luis Bustos (+), José Zamorano Franco, Antonio Ramírez Ariza, Francisco Llorca, Mauricio Ferrugías Carvajal, Paco Espinar Galán, Luis Jiménez González-Nandín, Rafael Felices Morro (+) y José María Martínez Govantes. En la fila de enmedio, de izquierda a derecha: Miguel Cacchetta de la Ruibiera, José Pineda Martí, José María Gutiérrez Colosía, Aguilar, Manuel de la Torre, Pedro Ruíz Chinea, Rafael Gómez Giménez (+), Francisco Javier Jiménez, Alejandro Zamacola Monís (+) Antonio Florido, Antonio Manuel Arredondo del Río y Fernando Gago García. En la fila de abajo, de izquierda a derecha: Laureano Quesada, Vicente Peris Tey, Marcelo Florido, Paco López-Cepero Pérez (+), Eduardo Cuvillo Jiménez, José Luis Moresco Suárez, Miguel Rascón Roselló, José Antonio Romero Haupold, Juan José Sánchez Sánchez, Manuel Carrasco Ariza y Manuel Morro Jarque. Sentados en el suelo, de izquierda a derecha: Antonio Lara, Fernandito Arjona González, Manolito Sánchez, Eduardo Benjumeda Osborne, Guillermo Benvenuty Díaz (+), Manuel Jesús Merchante Gutiérrez, Maximino Sordo Alonso (+) y Jesús Casado González. (Laboratorio Fotográfico E. Utrilla. Valencia. Colección F.G.G.)

Fernando Gago, en el centro de la imagen, vestido de capuchino con la Asociación Piadosa del Cristo del Amor.

ACCIÓN CATÓLICA.
Cuando las congregaciones marianas pertenecientes a la Compañía de Jesús desaparecen en El Puerto, sus miembros se integraron en las juventudes masculinas de Acción Católica, donde continuaron su formación cristiana y las acciones denominadas entonces ‘de caridad’ y que hoy serían denominada ‘de solidaridad’. Se instaló un comedor de Acción Católica, organizado por Luis Fernández Sanz-Blanco y atendido por chicas de El Puerto que colaboraban en la cocina; sería el equivalente actual a la asociación ‘Sol y Vida’. También tenían la parte lúdica: se organizaban fiestas y actuaciones en las que Fernando solía hacer de presentador. Hacían teatro y aprendían de Joaquín Sancho, José Ortega Infante, José Lucas Morillo León, fundamentalmente.

Fernando Gago siempre afirma que él hace Teatro desde hace mucho tiempo. Enla imagen, de finales de la década de los cincuenta del siglo pasado, durante la represntación de El Rey Negro, de Pedro Muñoz Seca, aparece Fernando a la izquierda, junto a Merche Valiñana, Pepe Morillo, con bigote y Angelines Ayuso a la derecha.

TEATRO.
José Luis Tejada Peluffo dirigió la cátedra de Arte Dramático en la Academia de Bellas Artes donde aprendían declamación y Fernando, junto a Lola Alba que recitaba muy bien, eran sus alumnos predilectos. Representaban obras de Muñoz Seca, los Hermanos Álvarez Quintero que representaban en el Teatro Principal. Y mas adelante, de José María Pemán ‘El Divino Impaciente’ o zarzuela ‘La del manojo de rosas’ con Merche Valimaña ‘La Macaria, Rafael Felices, Julio Fuentes y Angelines Ayuso entre otros, acompañados por la Banda de Música del Maestro Dueñas. Todo lo que hacían o representaban era a beneficio de algo. Otra representación fue ‘El Tenorio Futbolista’ una parodia de la obra de Zorrilla, escrita por Manolo Barrios y Rafael Salvatierra, de Radio Sevilla SER.

Se lo pasaban de aquella manera --muy bien, por supuesto-- con muchísimo sentido del humor y ‘gamberradas para tirarse al suelo’.

Fernando Gago, en el centro de la imagen revestido de ceremonial e incesario en mano, durante una liturgia en presencia del cardenal de Sevilla, José María Bueno Monreal, en la Iglesia de las Capuchinas, hoy Auditorio Municipal.

SEMINARISTA Y MAESTRO INCONCLUSO.
Inicia estudios de Magisterio por libre y de lo libre que estaba no los concluye y su padre, que era responsable de Economato en Bodegas Terry lo pone a trabajar, con 20 años --1961-- en la bodega, donde desarrollará toda su vida laboral, y donde conocería diferentes propiedades de la firma: los Terry Merello, Patrimonio del Estado, Serra Santamans, Harvey, Allied Lyons y Domecq, no cogiéndole el cambio a Beam Global. En Terry empezó como administrativo en el Departamento de Embarques y se prejubiló como Apoderado y Director de Relaciones Públicas.

Fernando, con generosas patillas, rodeado de dos bellas señoritas durante la presentación de un acto en el Club Náutico.

EN EL EJÉRCITO DEL NORTE DE ÁFRICA.
En 1962 se incorpora a filas en la Caja de Reclutas nº 18 de Cádiz, siendo destinado al Ejército del Norte de África, Regimiento Mixto de Artilleros norte 8, de guarnición en el Monte Hacho (Ceuta) --”es que decir que fui destinado a Ceuta tiene muy poco glamour” afirma-- donde presta juramento de fidelidad a la bandera, juramento que renovará, años después, en la jura de bandera de su hijo Fernando en el Cuartel de Instrucción de Marina de San Fernando.

Durante un acto en Bodegas Terry, en presencia de Eustasio Torrecillas.

DE NUEVO EN TERRY.
Como ‘Terry le va’ (Vd. si que sabe), se reincorpora a la bodega y se incorpora al nuevo departamento de Publicidad y Relaciones Públicas que había creado Juan Ig. Varela Gilabert, quien lo reclama y con quien permanecerá por espacio de 11 años, entre 1963 y 1974.

Con Bo Dereck, en 1982, durante una visita a Bodegas Terry.

Con Margit Kocksis, la mujer que montaba el caballo blanco de Terry.

AMÉRICA Y CANADÁ.
Con la marcha de Juan Ignacio, el Departamento de Publicidad lo asume el Director de Marketing, Antonio Leal Jiménez y Fernando se hace cargo del de RR.PP. En 1979 nuestro protagonista es nombrado Director de Ventas para EEUU y Canadá, por espacio de tres años, viajando con profusión al continente americano. Era alcalde Antonio Álvarez Herrera, quien lo nombró miembro de la Comisión Organizadora del Centenario de la Plaza de Toros que sería al año siguiente: 1880.


PRESIDENTE DE LA PLAZA DE TOROS.
Ha sido presidente de la Plaza de Toros de El Puerto en dos periodos: 1992-1998 y 2000-2005. Durante ese tiempo ha presidido los festejos durante las temporadas taurinas bien en solitario, bien compartida la presidencia de los festejos de forma alterna con: Rafael Gómez Ojeda, Juan Gómez Fernández e Ignacio García de Quirós Pacheco. El resto del tiempo, hasta la fecha, salvo los brevísimos periodos en los que no fue edil, fue concejal delegado de Plaza de Toros.

Con su mujer, María Isabel Peña y Pedro Pacheco, ex alcalde de Jerez, en los tendidos de la Plaza de Toros de El Puerto.

LA FAMILIA.

En 1968 se casó con la sevillana Felisa Leyras Toral, de origen vallisoletano, con la que tendrá cuatro hijos: Fernando, Felisa, Verónica e Irene. Fernando está casado en segundas nupcias con María Isabel Peña García. Le gusta decir, con el sentido del humor que le caracteriza “--Eres mas torpe que un hombre casado y yo me he casado dos veces”.

Candidatura socialista a las elecciones municipales de 1991, en las escaleras de acceso a la Planta Noble del Palacio Municipal, en la que Fernando Gago accede como independiente.

20 AÑOS EN POLÍTICA: 1991-2011.
En 1987 entró como Consejero Técnico del concejal socialista Miguel Marroquín Travieso, en el desaparecido Patronato Municipal de Turismo, lo que le supuso un inicio de relaciones con el PSOE de El Puerto. Cuatro años más tarde fue llamado por integrantes de la candidatura socialista, yendo como independiente en las municipales de 1991, con Manuel Torres Ramírez como alcaldable. Durante sus 10 años y medio como Concejal de Turismo, se siente especialmente satisfecho de haber modernizado la comunicación en este área: El Puerto en GPS, en guías para teléfonos móviles, diversos portales de Internet; haber puesto las bases para que el Monasterio de la Victoria sea un centro de actividades culturales, empresariales y congresuales; haber dignificado la Real Plaza de Toros y haber puesto las bases para que en El Puerto se pudiera celebrar, en 2005, el XVIII Congreso de OPC España, actividad que siempre le preocupó durante el ejercicio de su cargo.

Saludando al Conde de Barcelona al que ofrece productos de las bodegas de El Puerto.

PERIODO 1991-1995.
En ese mandato 1991-1995 formará parte de la Corporación Municipal primero en la oposición durante los seis primeros meses y luego gracias al pacto de gobierno con Independientes Portuenses, asume las concejalías de Presidencia y Turismo,. En el último año de dicho mandato se rompe el pacto de gobierno con los independientes, pero Fernando empieza a colaborar con el gobierno de IP, dimitiendo como concejal meses antes de finalizar el periodo para el que resultó elegido.

Rafael Alberti resultaría nombrado alcalde honorario y perpetuo de El Puerto en un pleno solemne celebrado en el Monasterio de la Victoria. El mismo día se le haría entrega del Premio a la Promoción Turística de la Ciudad. En la imagen, la corporación municipal con el poeta.

PERIODO 1995-1999.
En el periodo 1995-1999 sale elegido en las urnas de nuevo como concejal, --iba en el puesto número 11-- pero bajo la siglas de Independientes Portuenses que alcanzará mayoría absoluta con 16 concejales, asumiendo como concejal y teniente de alcalde las responsabilidades de Presidencia y Relaciones Institucionales, así como la Plaza de Toros. Compatibilizaba la política con su trabajo en Bodegas Terry en unos años en los que tenía que viajar mucho. Gago tuvo que escuchar de todo por el cambio de grupo político (de independiente con los socialistas a independientes portuenses), algo que el resolvía afirmando que “mis decisiones estaban tomadas en aras a poner mis conocimientos y esfuerzos a disposición de los intereses de El Puerto”.

Recibiendo a S.M. el Rey, en presencia del entonces presidente de la Junta de Andalucía, Manuel Chaves, en la corrida regia que se celebró en la Plaza de Toros.

PERIODO 1999-2003.
En este periodo se quedó fuera de la Corporación Municipal durante seis meses. Iba de nuevo en el puesto número 11, pero los independientes sufrieron un descalabro perdiendo la mayoría absoluta y gobernando en solitario, acosados por la oposición. Tras la dimisión de la concejala Elena Galván Pantoja, en Enero de 2000 asumirá de nuevo las competencias en Turismo, Relaciones Institucionales y Presidencia, además de Fiestas, Plaza de Toros y Policía Local --dado el carácter conciliador de nuestro protagonista, recibió el encargo de la alcaldía de pacificar el ambiente en la Policía, alborotado en aquellas fechas por diversas circunstancias--. Nunca daría instrucciones directas a los guardias municipales, siempre lo haría a través del Jefe Local.

Recibiendo en audiencia al porteño Juan Gómez Benítez, a la sazón presidente de los Enólogos de España, en el despacho de la alcaldía.

PERIODO 2003-2007.
Se reeditará de nuevo el pacto IP-PSOE, y las concejalías de Fiestas, Plaza de Toros, Relaciones Institucionales y Presidencia. Tras la dimisión de Enrique Moresco de sus responsabilidades en Educación y Cultura, asume las concejalías de Eduación y Cultura.

Recién proclamado alcalde, con la vara de mando y el collar.

EL ALCALDE DEL COLLAR: 2006-2007.
El 2 de agosto de 2006 resulta elegido alcalde de su Ciudad, tras ser inhabilitado para cargo público su antecesor, por un delito de prevaricación. En la toma de posesión, ya roto el pacto de gobierno con el PSOE, se le impondrá un collar de regidor con escudos y leones. Meses después con la oposición interna y múltiples desaires del ex alcalde de la Ciudad y presidente de su partido asume la candidatura de Independientes Portuenses a las elecciones municipales. El 27 de mayo de 2007 su lista sufrió un fuerte revés en las elecciones municipales, con 4 concejales de un total de 25. Permanecería en el cargo hasta junio de 2007, apenas 10 meses de alcalde de la Ciudad. /En la imagen de la izquierda, con el bastón de mando recien elegido alcalde en 2006.

PERIODO 2007-2011. NO ADSCRITO.
En agosto de 2007 comunica públicamente que, tras el maltrato continuado y mantenido en el tiempo recibido por la cúpula de su partido, se considera libre de adoptar la medida política que mejor estime por conveniente, argumentando que la decisión que tome en un futuro será en aras a salvaguardar los intereses de El Puerto de Santa María. En septiembre de ese mismo año, anuncia su marcha de Independientes Portuenses, y en octubre de 2007, formaliza pacto de gobierno con el tripartito Partido Popular, Partido Andalucista y el mismo concejal no adscrito. Por Decreto de Alcaldía de 11 de octubre de 2007 asume la Segunda Tenencia de Alcaldía, y las responsabilidades en materia de Turismo, Promoción de la Ciudad, Plaza de Toros, Monasterio de la Victoria y Relaciones Institucionales. /En la imagen logotipo de la campaña con el que concurrió a las elecciones municipales de 2007

Con Patricia Ybarra, su predecesora y sucesora en la concejalía de Turismo y el alcalde de la Ciudad, Enrique Moresco, durante la firma del pacto en octubre de 2007.

MESA NACIONAL ANTITRANSFUGUISMO.
Con motivo de su abandono de IP y el pacto de gobierno firmado con el PP, la Mesa Nacional Antitranfuguismo lo declaró tránsfuga en 2008, algo que Gago nunca aceptaría, llegando a afirmar que la resolución de este ente “es papel mojado que no sirve ni para limpiarse los esfínteres”. En su descargo Gago argumentó la indefensión sufrida en este asunto donde “se dictaron unas resoluciones sin oír al afectado, es decir a mí, ni preguntar las causas que me llevaron a tomar la decisión, primero de abandonar IP y luego de firmar el pacto de gobierno con el PP, en aras de los intereses de la Ciudad. No podía dejar El Puerto a la deriva, sin mayoría de gobierno.”

DIMISIÓN.
Por segunda vez en su vida política, Gago formaliza su renuncia al acta de concejal. Lo hacía media hora antes de iniciarse el Pleno de la Corporación Municipal que tenía como único punto del orden del día la aprobación provisional del PGOU. El jueves 31 de marzo de 2011 presentará su dimisión como concejal, teniente de alcalde y todos los cargos que venía ostentando desde octubre de 2007. Desavenencias con el tratamiento que el equipo de gobierno daba a sendos proyectos turístico/inmobiliarios (2 hoteles de 4 Estrellas, en los que se incluían viviendas de renta libre, protección oficial, zona comercial y ajardinada en Pinar del Conde y El Cerrillo) y que Gago consideraba de interés laboral, económico y social, le llevaron a tomar dicha decisión, a dos meses de finalizar el mandato. Ya ha preparado la documentación de su jubilación, pues el 18 de este mes cumple 70 años.

ELOGIO DE LA TRAICIÓN.
Sostienen los franceses Denis Jeambar e Ives Rocaufe, jefe de redacción de Point y profesor de filosofía y ciencias políticas de la Universidad de Poitiers, en su libro 'El Elogio de la Traición', dando un paseo por la historia que para Sófocles ‘la traición y la negación son el meollo del arte político’ y para Maquiavelo ‘los príncipes que han sido grandes no se han esforzado en cumplir su palabra’. Ejemplos en España, como los de S.M. el rey Juan Carlos I traicionando los Principios Fundamentales del Movimiento, o Felipe González, renegando del marxismo o el cambio de postura con el Referéndum de la OTAN, son algunos ejemplos de los cambios de postura y de partido en política en nuestro país: Adolfo Suárez, Fernández Ordóñez, Eduardo Serra, Santiago Carrillo, Rosa Aguilar y tantos y tantos otros, no hacen sino explicar estas actitudes. “Para que la sociedad avance, hay que practicar la traición, cuando el compromiso va en contra de las convicciones del líder”, viene a ser el corolario. Tiene su debate y, además, tiene su recorrido a lo largo de la historia.

Resumen de la dimisión en Noticias Locales.

La rueda de prensa completa donde explica su dimisión, en Espacio Digital Cádiz. En el más puro estilo Fernando Gago, haciendo uso de su retranca y sentido del humor.

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El pasado viernes 24 de marzo se presento en la Sala Museo Hospitalito el libro “La Huella de Al-Ándalus en El Puerto de Santa María, Cádiz”, escrito por Juan José López Amador, técnico del Museo Municipal, José Antonio Ruiz Gil, profesor de Prehistoria de la Universidad de Cádiz y Francisco Giles Pacheco, Director del Museo Municipal desde el año 1982 a 2008, hoy jubilado.

El libro viene a ser un instrumento en manos de quien pretenda conocer más sobre el pasado de nuestra ciudad. Un pasado muy concreto, donde se habla de los tiempos, y las personas que vivieron siguiendo el modo de vida islámico. El Islam no sólo significó una nueva religión, sino un nuevo idioma y una nueva cultura. Esta cultura dejó su impronta en nuestra tierra, una impronta material que los autores pretenden acercar con este libro a todos aquellos que nos visitan con curiosidad e interés en la cultura andalusí, así como a los propios porteños.

Los autores han pretendido hacer algo más que una guía de un Museo. En este sentido, el lector encontrará no sólo las referencias pertinentes a los objetos exhibidos en la Sala Hospitalito, sino una recopilación de la información generada en estos años de excavaciones y prospecciones en la Ciudad y  su término municipal. López Amador, Ruiz Gil y Giles Pacheco han querido presentar no sólo objetos humildes y de uso cotidiano que se pueden ver en las vitrinas, sino también aquellos espacios geográficos en los que fueron hallados originalmente.

En primer lugar el paisaje urbano de nuestra ciudad, donde la Arqueología descubre desde hace algunos años una buena parte de ese patrimonio cultural que nos transporta a los tiempos medievales y del Islam. Como no, hacen referencia expresa al castillo de San Marcos, el Monumento histórico más antiguo de la ciudad, visita obligada para el paseante, donde lo más notorio de la cultura islámica, la mezquita, se entremezcla con la reconstrucción de Alfonso X el Sabio, el monarca castellano-leonés fundador de la ciudad.

EL PUERTO DE LA ÉPOCA.

El lector tendrá ocasión de ir de la mano de la lectura de algunos párrafos, escritos si no por el propio rey, al menos a su cuidado, que nos ayudarán a imaginarnos cómo era lo que hoy es El Puerto de Santa María, incluso los alrededores que conforman su paisaje más o menos rural. Nos aproximaremos a las pequeñas aldeas que se ubicaban en los alrededores, de donde proceden algunos objetos expuestos en este libro, pero que fundamentalmente  interesa que el visitante curioso valore como parte del Patrimonio Cultural que la localidad posee hoy día.

Lo autores han procurado hacer un texto accesible a todos los públicos, sin huir de una exposición de contenidos amplia y certera. Esto puede hacer que en algunos momentos la lectura se nos haga algo pesada. Aunque está hecho para no leer el volumen de corrido, sino en las dosis que cada uno crea conveniente conforme visitan la Sala Hospitalito, la Ciudad y el campo. Y no necesariamente por ese orden. El libro se divide en cuatro partes que mantienen un orden entre sí, pero es preferible que cada lector haga la composición más adecuada a sus intereses. Pronto estará en algunas librerías de la ciudad.

Vista aérea del Castillo de San Marcos, a la izquierda la Cátedra Alfonso X de Estudios Alfonsíes. A la derecha, la Plaza del Castillo.

Un momento de la presentación en la Sala Hospitalito, durante la intervención del Técnico del Museo Municipal, Juan José López Amador.

PATROCINADORES.

Hay que decirlo en estos tiempos donde la cultura no cotiza y los mecenas son escasos: Además del Ayuntamiento de nuestra Ciudad, han colaborado en la edición: Esperanza Castilla Gutiérrez, Luis Caballero Florido, del Grupo Caballero. Carlos Salvadores Fuentes, del hotel Palacio San Bartolomé yDarío Quiles Sánchez, de Caja Inmaculada.

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Francisco Artola Beuzón nació en El Puerto de Santa María el 4 de Marzo de 1927. La rebelión fascista de 1936 le dejó sin padre, un carpintero socialista que murió fusilado. Siendo un niño comenzó a trabajar en distintos oficios hasta que a los 18 años entró en una bodega como arrumbador. Unió su vida a la de Lola Ibáñez en 1954. Militante del Partido Comunista de España desde 1958 ha desarrollado una importante labor sindical y política , sobre todo durante la dictadura. Su trabajo político le llevó a la cárcel durante varios años.

Jueces del Tribunal de Orden Público, en Madrid, finales de la década de los sesenta del siglo pasado.

En 1970 fue detenido junto con unos cincuenta militantes de todo el Marco de Jerez de los que acabaron ingresando en prisión cinco: Paco de las Flores, Paco Artola, Paco Cabral, Emilio Chulián y  Manuel Romero Pazos con su hermano Juan. El proceso lo dirigió el tristemente célebre TOP (Tribunal de Orden Público) que aplicaba la ley 45/1959 de Orden público. Fue presidente del Foro de la Memoria Histórica de El Puerto. Y personaje protagonista de un libro parar enseñar español a los noruegos.

Dolores Ibáñez Serero, ‘Lola’, nació en El Puerto el 18 de Febrero de 1927. Trabajó desde muy pequeña para ayudar a sacar adelante a su familia, su madre y dos hermanas. Trabajó en la fábrica de fundas de garrafas que hubo en el Molino y limpió los suelos para otros. Limpiando una de esas casas conoció a Paco que pasaba cada día por la puerta camino de la bodega y allí tenía su paradita para querer y mirar.Por amor, acompañó a Paco en la vida y durante su militancia comunista de 50 años y llegado el momento lo siguió por las diferentes cárceles --Cádiz, Carabanchel, Jaén, …-- donde él cumplió tres años de cárcel; en ella confiaban las familiares de los presos para llevar sus peticiones a los carceleros.

Lola mantenía el contacto de los presos con las organizaciones solidarias del exterior. Sus hijos recuerdan como les aliviaba la ausencia diciéndoles que su padre estaba en la mili. A Lola la recordamos todos y todas trabajando siempre, de pie en la sede, en la calle, en las manifestaciones y cuando las piernas ya no la dejaron, batiendo huevos o pelando patatas en la trastienda de la caseta de la feria, sentada si, pero siempre en su trinchera discreta. Muchos y muchas no sabíamos hasta hoy ni sus apellidos pero hemos aprendido de ella la fuerza del amor y la solidaridad y el ejemplo del trabajo tesonero. Murió en 2009. (Texto: Juan Rincón).

LA VIDA DE PACO CONTADA POR ÉL MISMO.
"Me llamo Francisco Artola Beuzón estoy consumiendo el ultimo tercio de mi vida. Nací en el Puerto de Santa Maria, miembro de una familia modesta, mi padre carpintero, mi madre trabajadora domestica cuando era soltera (antes muchacha de servicios).

Soy el mayor de tres hijos, dos varones y una hembra, esta la mas pequeña. Mi hermana murió muy joven afectada de tuberculosis, por falta de medios económicos no se curó, pues aunque de estraperlo, en el mercado negro se podía adquirir la estreptomicina que a tantas personas salvó en aquella época.
Esto añadió a mi madre uno mas de sus grandes sufrimientos, pues cuando yo tenía nueve años, estalló la Guerra Civil de 1936, a mi padre en Septiembre de ese mismo año lo asesinaron por sus ideas socialistas de Carlos Marx y de Pablo Iglesias, que aun viven, digo la vigencia de su filosofía, aunque sus congéneres actuales traten de enterrarlos en lo mas profundo del globo terráqueo.

A mi madre también la asesinaron, solo que lentamente, pues una vez viuda con tres hijos de corta edad, no tuvo más remedio que ponerse a trabajar de lo que sabia hacer. Hasta para eso le pusieron condiciones.

Mi hermana no estaba bautizada por voluntad de mis padres, aunque mi padre era agnóstico, mi madre creyente y la época fue en plena vigencia de la República, acordaron que fuera ella la que cuando tuviera criterio propio tomara la determinación que más le apeteciera.

Paco Artola y su mujer, Lola Ibáñez, con su hija, en una foto familiar.

Hubo que bautizarla con cuatro años de edad, por imposición, si no era así, no admitían a mi madre en ninguna casa de lavandera. Entre las ricas del Puerto y algunas correveydiles formaban unas conferencias religiosas donde vigilaban las conductas de las personas. Todo menos persuadir a la propia Iglesia de que no apoyaran a quien faltaba al quinto mandamiento de la Ley de Dios, según la Iglesia Católica y única en aquellos tiempos. No quiero contar todas las penalidades que mi madre tuvo que soportar a lo largo de toda su vida, seria largo y muy triste.

Mi padre, profesional de la carpintería, hombre de carácter mas bien serio pero muy bueno, no lo digo yo, se lo he escuchado a muchas personas que habían tenido trato con el, incluidos algunos adversarios políticos, pues lo recordaban como una gran persona. Puedo contar muchas cosas que ningunas serian agradables y por lo tanto sigo con mi vida, aunque palparan como los acontecimientos me marcaron.

ABANDONO DEL COLEGIO.
Salí del colegio con apenas diez años, estaba en un colegio de los llamados de pago, no porque mis padres pudieran pagar, fue por parentesco entre el maestro D. Alfonso Cárdenas y mi madre que eran primos hermanos y por esa razón no le cobraba sus honorarios. Este colegio estaba considerado como uno de los mejores del Puerto, pues a el afluían los niños de clase media y clase media alta.

Escuela de Alfonso Cárdenas, en la calle Luna, frente al desaparecido Teatro Principal, hoy convertida en una entidad bancaria.

Dejé de ir al colegio porque como mi madre se tenia que ir a trabajar desde las nueve de la mañana hasta muy tarde, de noche, nosotros no teníamos quien nos cuidara ni obligara a nada, yo hice mi primera robona, la verdad es que me gusto ese régimen de libertad que experimentaba, sin darme cuenta que estropeaba mi vida para el futuro.

No muy convencido volví al colegio. El nuevo régimen obligo a todos los colegios laicos a dar el catecismo y otras obligaciones religiosas, pues en este colegio en ese aspecto lo único que se daba era Historia Sagrada como asignatura. Varios niños condiscípulos míos iban con indumentarias de flechas falangistas y ornamentadas con muñequeras y cintos cubiertos con balas y balines de fusil o pistola. Estos niños por lo visto escuchaban en sus casas las tropelías que hacían los fascistas y en el colegio las repetían con regocijo delante de mí. D. Alfonso con mucho sigilo pudo prohibir aquellos signos exteriores, pues el también tenia miedo.

Con su mujer, en una playa portuense.

PRIMEROS TRABAJOS.
Trabajé en muchas actividades distintas, cuando esto sucedía mi madre se ponía contenta, lo que no quería era que vendiera periódicos por las calles, que también los vendí, recogí maletas en la estación de ferrocarril y transporte canastas al hombro desde el palenque donde se subastaban los productos del campo a los puestos de fruta y verduras.

Mi primer trabajo donde estaba recogido un porrón de horas, era en una bodeguita pequeña que había en la Plaza Peral donde me aprovecharon bastante, pues aparte de las horas establecidas, tenía que hacer mandados para la casa, hasta que me aburrí y me fui.

DE AYUDANTE DE COCHERO.
Para no entrar en detalles después de la bodega trabajé en un Hotel de mandadero y friega platos, con un coche de caballo, de ayudante. El cochero era un sevillano que acababa de salir del Penal por delito común, un granuja, me llevaba en el pescante del milord no porque le hiciera falta, sino porque eran los tiempos de la Guerra Civil y El Puerto fue deposito de italianos que venían muchos de ellos obligados, para apoyar a los franquistas. Estos cuando pagaban el servicio le daban propina para el picolini, que era yo y el picolini no veía ni un céntimo.

TORTAS CALLEALTA Y ENOLOGÍA POULLET.
Trabaje en un obrador de tortas de polvo, merengues y bollos de leche que los hacia muy ricos Pepe Callealta. En una fabrica de productos químicos y otras materias relacionadas con el vino, su propietario era D. Rafael Poullet, su fabrica era pequeña, pero él un gran emprendedor.

POSGUERRA.
Todo esto dentro del periodo bélico español. A partir de la posguerra nuestra trabaje en una fabrica de mosaicos, de ayudante de estraperlista, en una granja de conejos, en un chalet de cochero, en este trabajo me despidieron por ladrón, pues había una cocinera de un pueblo de la sierra, creo que del Gastor que tenía al marido enfermo y preso en el Penal del Puerto por sus ideas políticas, como es natural necesitaba ayuda y mi madre también. Pues bien yo cogía parte del pienso del que les echaban a las bestias, lo metía en una talega y lo vendía, mitad para la cocinera y mitad para mi madre, esta situación duró poco, pronto me cogieron y me pusieron de patitas en la calle.

Rondaría los catorce años cuando trabajé en una granja, esta de gallinas ponedoras, para ayudar a las muchachas a la limpieza, retirar el estiércol, traer los huevos al Puerto y llevar los componentes de los piensos al campo.

Con su desaparecida compañera, Lola, en una foto para el recuerdo.

Por aquella época yo era una espindarga, solo tenia pescuezo. Cuando intentaba ligar con algunas de las compañeras, que todas me gustaban, (aunque tenía alguna predilección por alguna) me rechazaban, diciendo que era un niño muy largo. En cambio cuando se arrimaba algún camperito con traje a la medida y mascota lo aceptaban, pues estos, con el estraperlo estaban riquitos y los demás no nos comíamos una rosca. En este trabajo me cambiaron de gallinero a cochero. Trabaje la temporada de verano y me auto despedí como en otros trabajos, por incompatibilidad con los que mandaban, o por no transigir con las imposiciones agotadoras en el trabajo.

BODEGAS GONZALEZ BYASS.
La racha de muchos embarques de coñac para la Guerra Mundial, absorbió mucho personal para los embotellados y yo encajé en uno donde me dejaron parado por falta de trabajo. A partir de ahí alterne embotellado con peón de albañil y algunas paradas por medio, hasta que por fin en Octubre de 1945 me colocaron en la bodega de González Byass en El Puerto. Donde salvando los dos años de servicio militar y cerca de tres que me tuvieron secuestrado por antifranquista, fue mi lugar de trabajo hasta mi jubilación.

Un gerente de González Byass D. Rafael Fernández de Haro que vivía en una casa anexa a las bodegas del Puerto, decía de mí que era una lástima no haber estudiado alguna carrera técnica, pues creía que yo tenía aptitudes para ello. Con mi situación de huérfano todo lo más que hubiera sacado era el bachillerato, pues una carrera era del todo imposible y menos con mí lastre, pues el mecenazgo solo lo ejercían los pudientes para la carrera de cura.

EL PARTIDO COMUNISTA.
De joven por influencia quizás de lo que fue mi padre, estuve buscando al Partido Socialista en la clandestinidad, jamás di con el, en cambio no tuve que hacer muchos esfuerzos para contactar con el Partido Comunista de España, en el cual sigo militando y me siento muy honrado, pese a que le auguren un porvenir poco atractivo. Milito en el, desde Marzo de 1958. Antes había colaborado en recogidas de ayudas a los presos políticos y otros cometidos antifranquistas.

Por aquella época el Partido Comunista en la clandestinidad, a través de Radio España Independencia Estación Pirenaica. Hizo un llamamiento al pueblo español invitándoles a una jornada de reconciliación entre los españoles. Este llamamiento me hizo reflexionar y me afilié al partido, yo creo que mas por luchar contra el régimen franquista que por ideología.

En el transcurso del año 67 o 68 un amigo me presentó a un falangista antifranquista, este hombre aunque muy mayor, cuando estoy escribiendo esta líneas aun vive. El no me conocía físicamente pero si la existencia de la familia de Francisco Artola Velázquez, mi padre. Nada mas dirigirme la palabra, me dijo, «--Cuanto daño le hemos causado a sus familias ¿Vd. Que opina?» A mí en esos momentos se me arremolinaron todas las canalladas que había soportado, tanto nosotros como muchas familias, las cuales fueron sutilmente perseguidas por el régimen establecido. Me acordé de la jornada de reconciliación y le contesté:  «--Mire Vd., yo no puedo olvidar pero no pienso vivir toda mi vida odiando». «--No esperaba menos de un Artola», me dijo.

Alguien se preguntará ¿Cómo habiendo militado tanto tiempo en un partido y asumiendo cargo en el, no figure en las instituciones? Jamás lo he deseado, pienso que otras personas podrían ser más competentes que yo, además tengo un falso complejo del ridículo y huyo de lo público, el cual tal vez me traicione.

LA FAMILIA.
Dejando esa parte de mi vida y sus implicaciones políticas, hay otras mas alegres de reflejar en esta modesta presentación. Se trata de mi compañera y mis hijos. Vivimos una larga etapa de novios, nueve años, pues no había forma de unirnos por escasos ingresos los míos y nulos los de ella. No quiero contar las vicisitudes que pasamos los dos, esto seria motivo de otro capitulo y no es mi intención.

Con Lola, su mujer, en unos Carnavales.

La verdad es que dentro de nuestras carencias económicas, hemos sido y aun somos muy felices en nuestro matrimonio. Fruto de nuestra pareja tenemos dos hijos, una hembra y un varón, la hembra nos ha dado tres nietas y el varón dos nietos, esta descendencia nos han transmitido un extremado cariño, el cual nos ha servido de estimulo para vivir.

De izquierda a derecha, Paco Artola, Manuel Moro y Carmelo Ciria, durante el Primer Encuentro Provincial Republicano celebrado en las Dunas de San Antón el 10 de octubre de 2009.

Tal vez haya pasado por mi vida la oportunidad de vivir un poco mas desahogado económicamente, pero tengo un hondo sentido de la colectividad y si hubo ocasión no supe atraparla habiendo perjudicado a mi familia, a la cual públicamente pido perdón".  (Texto: Paco Artola Beuzón. 14 de febrero de 2008).

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José Puente García, nació el 10 de Agosto de 1932, en la calle de San Bartolomé 5, antiguo y 1 moderno, esquina con la calle Luna. Sus padres, ya fallecidos,  eran ambos nacidos en la Montaña: Quintín Puente García, natural de Roíz (519 habitantes) y María del Amparo García Ricalde, natural de Cabiedes (304 habitantes); los abuelos paternos, Nicanor Puente García e Inocencia García Valdés,  también nacieron en Cabiedes.

1932.
El año de su nacimiento, 1932, el gobierno de la II República dictó diferentes normas y decretos tendentes a la normalización laica del Estado, que pasaría de confesional a laico, suprimiendo ayudas, desvinculando la iglesia de la enseñanza y otros espacios civiles que se encontraban bajo la influencia clerical. Ese año se subleva en Sevilla contra la República, el General Sanjurjo.

En El Puerto era alcalde Francisco Tomeu Navarro.  El 2 de febrero, las autoridades provinciales y locales, cumpliendo con el decreto de disolución y confiscación, procedían a clausurar el Seminario de los Jesuitas y la Casa de Ejercicios de ‘La Inmaculada’. Esta decisión trajo paro a la ciudad y perdida económica para los comercios que vivían de abastecer y servir a la Orden. Lo mismo ocurrirá en Semana Santa, al suspender las propias  hermandades de penitencia los desfiles procesionales, ante el enrarecido ambiente que se vivía. Los bares y comercios, e industrias auxiliares que vivían de las procesiones, se quejaron de la pérdida de oportunidad de negocio al desaparecer los desfiles. /Anuncio publicitario de los acreditados vinos del abuelo materno de Pepín Puente, publicado en el Almanaque Comercial de Verano de El Puerto. Año 1927.

El Casino Portuense en la calle Larga, a la izquierda de la imagen.

El Casino Portuense se trasladaba a la calle Larga. ‘El Kiosko del Chico’, en el Parque Calderón,  se anuncia en la Revista Portuense ofreciendo sus afamados chocolates y buñuelos. La Antigua de Cabo era ya un asentado restaurante n la Calle Ganado, junto al Hotel Loreto y daba a la Calle Ricardo Alcón. Muñoz Seca estrenará en Madrid, ‘El corzo,  ‘Marcelino fue por vino’, ‘¡Te quiero Pepe' y ‘La Oca’. Se tardaba 45 minutos en tren omnibus, en el trayecto entre El Puerto y Cádiz. Se produce una transición en la presidencia del Racing Club Portuense: Genaro González dará paso a Bartolomé Sánchez Bela.

El Bar 'Las Columnas' a principios del siglo XX.

JÁNDALOS.
Los padres de Pepín y sus abuelos maternos, vivieron y trabajaron desde muy jóvenes en El Puerto. Eran el prototipo de los ‘jándalos’, es decir los naturales de Cantabria que, emigrando a Andalucía, adoptaban nuestras costumbres y el habla; algunos regresaban y lo relata en este fragmento de ‘Escenas Montañesas’ de José María de Pereda:

«En tanto vagaba el jándalo,
sobre su andaluz bravío,
por callejas y senderos,
reconociendo los sitios
que poco antes frecuentara
con el dalle y el rastrillo...
Porque lo había olvidado
todo, todo... hasta el oficio,
y el lenguaje de su pueblo
y el nombre de sus vecinos».

Quintín Puente, con boina, en una reunión en el Bar Las Columnas. Vemos tambíen de pié, a su izquierda con corbata, a Jesús Aguirre.

CAFÉ BAR ‘LAS COLUMNAS’.
Sus vidas, dedicados al negocio familiar en las actividades propias de un bar cafetería denominado ‘Las Columnas, en la esquina de la calle Luna con San Bartolomé, y a una pequeña bodega en la calle Meleros, 13, dedicada al almacenamiento, crianza y venta de vinos al por mayor entre otros productos y menesteres. La bodega finalizó sus actividades en 1970 y Las Columnas un año antes, en 1969.

José Puente, en la Bodega propiedad de su familia, en la calle Meleros, venenciando con unos amigos

ESTUDIOS.
Pepín inicia su formación escolar con 4 años en el Colegio de ‘La Divina Pastora’, en el número 51 de la calle Luna arriba de Ultramarinos ‘La Giralda’, y por las noches en la Academia de Bellas Artes  Santa Cecilia, entonces situada en el Instituto Santo Domingo.  Continuará su formación escolar junto a su casa, en la academia de Alfonso Cárdenas, en la calle Luna 43, alternando los primeros estudios con el trabajo en el bar y la bodega familiar hasta 1969 de forma alternativa con otras actividades laborales por cuenta propia y ajena.

De izquierda a derecha, Jesús Aguirre, José Puente García y Jesús, empleado de la casa.

SERVICIO MILITAR.
Realiza el servicio militar en la Marina de Guerra Española, perteneciendo al tercer reemplazo de 1952, desde el 1 de Julio de 1952 al 30 de Marzo 1954, habiendo estado embarcado en el Minador Marte, Lanchas Torpederas 23 y 29 y el último destino  en la Comandancia Militar de Marina de Cádiz, donde se licencia. Actualmente pertenece a la Reserva Voluntaria Honoraria de la Armada Española.

LA OJ Y EL SEU.
De pequeño Pepín, fue formado en las estructuras juveniles únicas durante la dictadura, ingresando en la Organización Juvenil (OJ)   en 1937, fundada en virtud del Decreto de 4 de agosto de 1937, en el cual, además, se aprueban los estatutos de la FET y de las JONS (Falange Española Tradicionalista y Juntas Obreras Nacional Sindicalistas) publicado en el BOE núm 291 de 1937. La Organización Juvenil se organiza siguiendo esquemas militares, propios por un lado por la inspiración castrense de la que venía y por otro por el difícil periodo de guerra civil en el que se estaba desarrollado inspirado, igualmente, en el modelo de organización de la Falange y el SEU, durante la II República. Nuestro protagonista está en posesión de la Medalla de Plata de la Constancia del Frente de Juventudes, sección de la FET y de las JONS.

Recibiendo un reconocimiento del Frente de Juventudes.

Ingresó en el Sindicato Español Universitario (SEU) en 1958. El SEU ra la única organización estudiantil legal. Según la Ley de Ordenación Universitaria (LOU) de 1943, se le reconocía su condición de ‘órgano universitario’ y la obligación de afiliarse al mismo tanto para acceder a formación universitaria como para obtener becas. Realmente no tuvo mucha penetración en la vida estudiantil española, llegando a tener un papel mas asistencial que de control sobre los estudiantes, e incluso sería disuelto  en 1965.

ESTUDIOS SUPERIORES:
GRADUADO SOCIAL, CRIMINÓLOGO, DETECTIVE PRIVADO, CIENCIAS DEL TRA BAJO, DOCTORANDO.

Inicia los estudios de Graduado Social entre 1958 y 1961 en la Academia de San Raimundo de Peñafort de Cádiz y obtiene el Título de Graduado Social en la Escuela Social de Granada, el 10 de Septiembre de 1961, superando en dicho centro la prueba de homologación académica como Diplomado Universitario, el 2 de Septiembre de 1985.

En julio de 1994, obtiene el título de Experto Universitario en Criminología, expedido por la Universidad de Cádiz. Está en posesión del Certificado de Aptitud en Formación Especializada para el ejercicio de la actividad de Detective Privado por la Universidad de Granada, expedido en Julio de 1996.

Con la Junta de Gobierno de los Graduados Sociales. Primero por la derecha, fila superior, junto a Fernando Arjona González y su hijo Jesús, el segundo por la izquierda, fila superior. Año 1997.

Obtiene la Licenciatura en Ciencias del Trabajo por la UCA el 29 de Septiembre de 2004,  superando a continuación en dicha Universidad los cursos del Doctorado, donde obtiene el Diploma de Estudios Avanzados el 24 de Enero de 2007. En la actualidad está trabajando en la realización de la tesis aprobada.

GRADUADO SOCIAL
Se integra en el Colegio Oficial de Graduados Sociales de Andalucía (Granada), el 31 de Enero de 1962, como Colegiado Ejerciente Libre continuando su colegiación profesional, sin interrupción, en el Colegio Oficial de Cádiz-Ceuta viviendo diversas vicisitudes y encuadramientos en el ejercicio profesional y prosiguiendo en la actualidad en esta corporación colegial como Graduado Social Emérito desde mayo de 2009.

Con la familia, el día que fue distinguido como Graduado Social Emérito, en el Salón Regio de la Diputación de Cádiz.

Ha realizado durante su vida profesional 36 cursos de carácter formativo en relación a su actividad profesional, formando parte como miembro de la Junta de Gobierno del Colegio Oficial de Graduados Sociales de Cádiz durante tres mandatos consecutivos. Tuvo despachos profesionales abiertos en El Puerto entre 1962 y 1981, y en Cádiz en la calle Corneta Soto Guerrero entre 1973 y 1981.

CONSEJO ECONÓMICO Y SOCIAL.
En 1968 fue designado vocal del Consejo Económico y Social de la Bahía de Cádiz. Realizaría una Ponencia de Enseñanza, realizando labores de estudio que le fueron encomendada para la mejora de la enseñanza pública en la provincia de Cádiz.

BASE NAVAL DE ROTA.
Ingresó al servicio de la Marina de Guerra Española como Graduado Social el 1 de Julio de 1972, accediendo mediante convocatoria pública con el número 1 de la misma, siendo destinado a la Asesoría Jurídica de la Jefatura de la Base Naval de Rota, permaneciendo en dicho destino hasta su jubilación en el año 1997. En 1978 le reconocen la Especialidad de Psicotecnia Naval.

Fue elegido para los órganos de representación del personal laboral, como Delegado de Personal, en 1981. En 1992, será nombrado Secretario del Comité de Seguridad e Higiene en el Trabajo de la Jefatura de la Base Naval de Rota (en 1992.

Recibiendo la Cruz del Mérito Naval, el 28 de septiembre de 1990.

HONORES Y DISTINCIONES.
Por la labor realizada en la Armada Española como Graduado Social tiene concedida dos Cruces al Mérito Naval, un Certificado al Mérito en el Servicio Civil de la Marina de los Estados Unidos de Norteamérica, Dos Citaciones públicas en las OO. GG. de la Base Naval de Rota 332/84 y 344/86 Armada, una Mención Honorífica del Ministro de Defensa y cinco felicitaciones escritas y anotadas en su expediente personal entre otras las de la Fiscalía Militar de la Zona Marítima del Estrecho, de los Almirantes Jefe de la Flota, de la Base Naval de Rota y de la Abogacía del Estado de Jerez de la Frontera.

Está  en posesión de las Medallas al Mérito Profesional en sus categorías de Bronce, Plata y Oro, Medalla de Plata al Mérito Colegial y Medalla Civil C al Mérito en el Trabajo en su Categoría de Oro. Constan igualmente en su expediente, seis felicitaciones de la Junta de Gobierno de los Colegios de Granada y Cádiz- Ceuta.

En Octubre de 1964, recién casado, con su mujer, Concepción Álvarez.

LA NUEVA FAMILIA.
Contrajo matrimonio con Concepción Álvarez Serrano el día 29 de Octubre de 1964 en la parroquia de San Joaquín y fruto de este matrimonio tienen dos hijos, Jesús e Ignacio, que en la actualidad viven y trabajan en El Puerto de Santa María.

Jurando el cargo de concejal delante del alcalde, Luis Portillo, José Casado López  y Francisco Díaz Vance, el 2 de febrero de 1964.

CONCEJAL Y TENIENTE DE ALCALDE.
A partir de 1964 formará parte de la Corporación Municipal, siendo concejal y Teniente de Alcalde con Luis Portillo Ruiz como primer edil. Tuvo a su cargo, entre otras, las delegaciones municipales de Cultura y Educación. A esta última concejalía dedicará  especial atención, tanto a la potenciación del profesorado escolar, como en la remoción, saneamiento y puesta en funcionamiento de nuevas unidades escolares; programas de becas municipales y bachillerato nocturno dotando a este de medios materiales y profesorado suficiente para cumplir su misión y tarea docente.

En el Puesto de Socorro de la Cruz Roja, en Valdelagrana, junto a Manu Bernabé. 30 de diciembre de 1988.

CRUZ ROJA ESPAÑOLA.
José Puente fue Secretario de la Asamblea Local de la Cruz  Roja Española de nuestra Ciudad y Oficial 2º del Cuerpo de Tropas de Socorro en el Destacamento de El Puerto de Santa María, estando en posesión de las Medallas de la Constancia y de Plata de la Cruz Roja Española.

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