Saltar al contenido

2

El Puerto de Santa María… no tengo claro si es un pueblo o una ciudad, pero cargado de recuerdos, memoria, historia, letras, flamenco, cárcel y galeras. Según cuentan, en su castillo de San Marcos, el mismo Alfonso X  tuvo una aparición  que le invitaría después a escribir sus Cantigas a la Virgen.

Carceleras de El Puerto, por Pasión Vega.

Años después, en ese mismo castillo, Cristobal Colón planificaba uno de sus viajes hacia  el nuevo mundo. Fue al Puerto y a Cádiz donde llegaron los primeros barcos de las Indias, cargados de oro, especias, probablemente también esclavos…
Con la densidad de tráfico marino, y la necesidad de remeros y demás operarios para los barcos transatlánticos, no tardó en convertirse en el destino más frecuente para aquellos que intentaban jugar con la ley, y perdían. Famosas fueron sus cárceles, y sus condenas a galera; en ellas fueron a terminar muchas vidas.

Carceleras de El Puerto, por Imperio Argentina. Español.

Esta condición provocó que no tardase El Puerto en convertirse en ciudad refugio para los gitanos. No hay muchas ciudades de este tipo. En ellas, los gitanos que hayan cometido algún crimen o traición a su ley, podían refugiarse allí, protegidos, sin ser castigados. En consecuencia, se convirtió el puerto en un hervidero de cantos, llantos flamencos y populares.

Carceleras de El Puerto, por Imperio Argentina. Alemán. Las ‘Carceleras de El Puerto’ pieza emblemática de Oliva y Mostazo, y que hizo popular Imperio Argentina en 1939 en la película "Carmen de Triana", tuvo también su versión en alemán, tanto la película como la copla. Y es que fueron rodadas en Alemania, durante la contienda civil española. Muchas otras artistas la cantaron después, entre las que se encuentran Concha Piquer, Rocío Jurado, Pasión Vega o Sara Montiel.

Carceleras de El Puerto, por Concha Piquer.

Allí mismo nacieron y crecieron Pedro Muñoz Seca, quien nos dejó un teatro lleno de un humor que sólo un gaditano podría crear, y uno de los poetas más conocidos de la generación del 27, Rafael Alberti. En ese mismo 1927, nacía José Luis Tejada Peluffo. Todos cantaron al mar, al río… Si se alejaban, mostraban, de una u otra forma, su añoranza al Puerto, a ese olor a mar, pescado y marisco, vino… y, pues lo habían mamado, todos tocaron, de una forma u otra, el flamenco.

Carceleras de El Puerto, por Sara Montiel.

Ese José Luis no tardó en convertirse en un jovenzuelo conocido como poeta, que bebía de toda esta tradición. Iba acompañado con frecuencia de una carpeta llena de recortes y anotaciones de versos… paseaba por El Puerto en busca de inspiraciones, bebiendo de lo más profundo de su gente.

Carceleras de El Puerto, por Rocío Jurado.

Esas carceleras de El Puerto fueron, en definitiva, un lugar de sufrimiento, pero a la vez un lugar de encuentro de músicas y composiciones, fuente viva del flamenco, en la ciudad del vino y el mar, paredes blancas y pasión por la vida. (Texto: Kaze).

Carceleras de El Puerto, por Antoñita Peñuela.

CARCELERA DE EL PUERTO.
letra: De la Oliva y Mostazo.

Mejor quisiera estar muerto,
mejor quisiera estar muerto,
que preso para toda la vida,
en ese penal del Puerto,
Puerto de... Puerto de Santa María.

Centinela, centinela,
tu has tenido la culpita,
que pase la noche en vela,
que pase la noche en vela.

¿A donde ira ese barquito
que cruza la mar serena?
Unos dicen que a Almería,
y otros que para Cartagena,
unos dicen que a Almería,
y otros que para Cartagena,
y otros que para Cartagena.

Carceleras de El Puerto, por Alejandra Rodríguez.

Ay, ay, ay, ay, ay, ay,
barquito de vela,
que viene de Cádiz,
que viene de Cádiz,
por esa bahía,
que viene de Cádiz,
por esa bahía,
y no llega al Puerto
y no llega al Puerto
Puerto de... Puerto de Santa María.

Mejor quisiera estar muerto,
mejor quisiera estar muerto,
que preso para toda la vida,
en ese penal del Puerto,
Puerto de... Puerto de Santa María.

Carceleras de El Puerto, por Sandra Cabrera.

Centinela, centinela,
tu has tenido la culpita,
que pase la noche en vela,
que pase la noche en vela.

¿A donde ira ese barquito
que cruza la mar serena?
Unos dicen que a Almería,
y otros que para Cartagena,
unos dicen que a Almería,
y otros que para Cartagena,
y otros que para Cartagena.

Ay, ay, ay, ay, ay, ay,
barquito de vela,
que viene de Cádiz,
que viene de Cádiz,
por esa bahía,
que viene de Cádiz,
por esa bahía,
y no llega al Puerto
y no llega al Puerto
Puerto de... Puerto de Santa María.

Carceleras de El Puerto, cantadas por el artista porteño, Nicolás García, triunfador  en el concurso de la RTVA 'Se llama Copla', en Canal Sur TV.

1

Ruy González de Clavijo (? - 2 de abril de 1412) nacido en Madrid, fue camarero del rey castellano Enrique III quien le encomendó la tarea de establecer una embajada con la corte de Tamerlán (actual Uzbekistán, ex república de la URSS) con la intención de crear una alianza para guerrear contra los turcos. /En la imagen, grabado idealizado de Ruy González de Clavijo.

González de Clavijo ‘el Vaginaro’ partió desde El Puerto de Santa María el 22 de mayo de 1403 en compañía del maestro teólogo Fray Alonso Páez de Santamaría –que ofició además de intérprete-, el Guarda del Rey Gómez de Salazar, Mohamad Al Qazl y el séquito correspondiente. La expedición navegó hasta Málaga, Cartagena, Formentera y Mallorca. El 18 de Julio, cerca de Strómboli, padecieron una tormenta tras la que observaron las ‘Luces de San Telmo’ en lo alto de los mástiles y que fueron consideradas de buen augurio.

Navegaron hasta Rodas y desde allí hasta Constantinopla, donde fueron recibidos con todos los honores por el Emperador Manuel II Paleólogo (1391- 1424). Después de costear por el sur el mar Negro desembarcaron en Trebisonda y cruzaron por Armenia, Persia y Turquestán (tierras que hoy son de Turquía, Iraq e Irán).

Tras su llegada a la corte de Tamerlán en septiembre de 1404, González de Clavijo presenció la partida del guerrero en su campaña contra China, pero Tamurbec (como el castellano llama al mongol) murió en febrero de 1405 antes de entrar en China, y su muerte puso fin prematuro a su viaje con la incautación de los bienes y presentes que González de Clavijo había llevado para agasajar al mongol durante las purgas posteriores a la muerte de Tamerlán; así que, en la práctica, la embajada de los castellanos fue un fracaso.

En estos días, el conocido escritor, motero y aventurero Miquel Silvestre se está planteando repetir la singladura, partiendo desde El Puerto de Santa María hasta el mítico lugar de Samarcanda.

Se detuvieron en las ciudades de Khoy y Tabriz, y pasaron por Soltania, hasta llegar a Teherán desde donde partirán hasta Dagum y Nisapur –donde falleció el Guarda Real Gómez de Salazar- cruzando la frontera de Turkmenistán y el desierto de Karakum hasta llegar a Bujara (actual Ubezkistán) , para entrar, dieciséis meses después, el 8 de septiembre de 1404, en Samarcanda, la Perla de la Gran Ruta de la Seda.

No obstante, el mismo hecho de haber llegado y vuelto es un éxito desde el punto de vista de que un reino tan periférico como Castilla tuviese presencia en un asunto tan ambicioso. El fracaso es relativo para el propósito de la misión, que era provocar una "pinza" estratégica contra los musulmanes en dos frentes alejadísimos en un momento muy delicado, en el que los turcos otomanos se hallaban en un interregno desde 1402 y los mamelucos, con presencia en Próximo Oriente, estaban sufriendo los ataques de Tamerlán, con el que se entrevistó Ibn Jaldún en 1401, en este caso en el sitio de Damasco, antes de su muerte en 1406.

Ruta de Ruy González de Clavijo, una singladura no valorada en la actualidad dadas las facilidades con las que hoy se realizan los viajes.

Decepcionado, González de Clavijo, regresaría a Castilla donde arribó en marzo de 1406. Tras su viaje González de Clavijo siguió al servicio de su rey, aunque más tarde volvió a Madrid donde murió, siendo enterrado en la iglesia de San Francisco el Grande. La casa de González de Clavijo en Madrid se ubicaba cerca de la Plaza de la Paja y con el tiempo pasaría a formar parte de la familia Vargas y actualmente todavía lleva el nombre de estos últimos.

El relato de los viajes de González de Clavijo hasta Samarcanda entre los años 1403 y 1406, escrito por el propio viajero y recogido bajo el título Embajada a Tamorlán es una de las joyas de la literatura medieval castellana, y es en muchos aspectos comparable al célebre "Libro de las Maravillas" del italiano Marco Polo escrito casi un siglo antes.

EL LIBRO: EMBAJADA A TAMORLÁN.
Embajada a Tamorlán es un libro de viajes medieval escrito en 1406 por Ruy González de Clavijo cuyo contenido es una relación completa y minuciosa de la embajada que este autor realizó, junto con el dominico Alfonso Páez de Santamaría a Samarcanda ante el rey Tamerlán por decisión diplomática del rey Enrique III de Castilla.
En 1403 el monarca Enrique III decidió enviar una embajada al poderoso emir (gobernador) turco-mongol Tamerlán el Grande, que perseguía estrechar relaciones diplomáticas con este gran conquistador para conjurar la amenaza turca, que occidente personificaba en la expansión del sultán del Imperio otomano, Bayaceto I. Al frente de esta expedición marchó Ruy González de Clavijo y un dominico experto en lenguas y culturas extranjeras, Alfonso Páez de Santamaría. El viaje se prolongó por espacio de tres años desde la salida de los embajadores. A su retorno en 1406 hubo de ser escrita la relación.

...continúa leyendo "1.543. RUY GONZÁLEZ DE CLAVIJO. De El Puerto a Samarcanda. 1403-1404."

2

'Memento mori’ es la frase que, en la Roma antigua le decían a los generales que, desfilando victoriosos por sus calles, llevaba junto a él a un esclavo que se encargaba de recordarle que él también era un mortal, a pesar de momento que saboreaba en el desfile triunfal. La traducción no es otra que ‘Recuerda que has de morir’.

Este es un día para recordar a familiares  y amigos que se han ido. En este año, sin ir mas lejos, el ex alcalde Fernando Gago (ver nótula núm. 974 en GdP), el hostelero Vicente Sordo (ver nótula núm. 014 en GdP), el artista Faelo Poullet, (ver nótula núm. 266 en GdP), el político de la transición Miguel Marroquín (ver nótula núm. 220 en GdP). Y tantos otros anónimos entre las gentes de El Puerto. En mayor o menor medida unos pasarán a le memoria de la historia y otros al olvido de los años. Todos han hecho su parte, con su microhistoria, para la historia de El Puerto. /Fotos: Manolo Morillo.

Nichos vacíos en el cementerio campal de El Puerto.

'Beate mortui qui in Domino moriuntur'.

En la cultura mediterránea, el ciprés era considerado como un árbol capaz de repeler hechizos malignos, por ello se usaba para cercar villas y caseríos. Para el filósofo Platón, el ciprés representaba la inmortalidad del alma. Para los romanos, este árbol era el símbolo sagrado de Plutón (dios de los difuntos), cuya frente se coronaba con esta conífera. Además su raíces crecen de forma vertical, no levantando lápidas ni enterramientos, desprendiendo su resina un olor carácerístico que repele a los depredadores.

1

El primero de noviembre de 1738 no solo se celebraban en El Puerto ‘los Tosantos’ y se rendía culto a los familiares difuntos. La autoridad no tenía otra cosa que pensar, y se dedicaba a… molestar a los jornaleros --en definitiva, a los pobres-- que no podían vestir seda ni terciopelo. Podían confundirse con los nobles. ¡Faltaría más! Veamos este interesante documento que transcribimos:
POR DETENCION POR INFRACCION DE LAS REALES PRAGMATICA A SANTIAGO DE PAZO.- NOBLEZA

AUTO
«En la muy noble y leal ciudad, Gran Puerto de Santa María, en primero día del mes de Noviembre de 1738; El Sr. don Francisco de Vargas Albarracxin, caballero del Orden de Calatrava, corregidor y superintendente de rentas en ella, dijo sea dado noticia que Santiago de Pazos, vecino de esta ciudad y que ha ejercido en ella de oficio de enterrador en contravención de las Reales Pragmáticas de S.M. publicadas y mandadas observar en todos sus Reinos y señoríos, anda públicamente con un vestido de seda que llaman de terciopelo, rico ropaje que no puede usar y para proceder contra el referido como trasgresor  de Leyes Reales para que le sirva de escarmiento y para otros de ejemplo, mando que don Tomás Bandosel, Teniente Alguacil Mayor de la Ciudad para quien  (sic) comisión en forma solicite la persona del susodicho y encontrándolo con otro vestido (sic) otro de igual calidad, lo asegure y ponga preso en la cárcel pública, donde le despoje de dichos vestidos y los deposite en persona abonada; y hecho el presente escribano ponga a continuación testimonio de dicha Real Pragmática, para en vista de todo dar la providencia consecuente Y por este su auto, así lo pronuncio, mando y firmo: don Francisco de Bargas Albarracin, Firmado, Simón de Urilla, escribano mayor del Cabildo».

DILIGENCIA
«En la ciudad y Gran Puerto de Santa Maria, en el dicho día primero de noviembre del dicho año, don Tomas Jose Bandosel, teniente Alguacil Mayor por S.M. de esta Ciudad en cumplimiento de lo mandado por el auto antecedente en asistencia de mí el escribano y ministros paso a la plaza de la Carnecería de esta ciudad y bajando por la calle de Ganado se encontró en ella a Santiago de Pazos, contenido en dicho auto de que traía un vestido de casaca y calzones de terciopelo negro que llaman fondo rizo y chupa de persiana de seda celeste y blanca, forrado uno y otro en tafetán, camisa con vuelos de Olan (holanda) en los puños y espadín de plata, en cuya forma y en consecuencia de los prevenido en dicho auto por dicho teniente alguacil mayor se mando a los referidos ministros, asegurasen, como aseguraron, la persona del dicho Santiago de Pazos y con asistencia del dicho teniente alguacil mayor y de mi el escribano se puso preso en la cárcel pública con la mayor custodia y en su cuadra se le despojó de dicho vestido, casaca, chupa y calzón según y en la forma que por dicho auto se ordena y para que así conste lo pongo por diligencia que firmo».

La ropa se le entregó en depósito a Bartolomé Laganda, vecino de esta ciudad, con tienda de fruta seca en la calle Larga.

Este escandaloso proceder de las autoridades locales, amparadas en una pragmatica que regulaba el uso de ropas de seda, limitándola a determinadas clases y oficios, tuvo una rápida resolución del Concejo de S.M., que mandaba dejar libre y sin cargos al infeliz de Santiago Pazos, multando al procurador con una cantidad considerable por abuso de poder, mas o menos. Este escrito esta fecha en Madrid el 25-11-1738. Finalmente, el 2-12-1738 recobró la libertad y sus ropas, en cumplimiento de la sentencia antes mencionada. (Texto: Antonio Gutiérrez Ruiz. A.C. Puertoguía).

22

Sabes..., buscando el significado de tu nombre, no me he llevado ninguna sorpresa, pues es cierto que eras ·”el Jardín de Dios”.  Tu  bondad, perseverancia,  valentía, tolerancia  y tu gran corazón, hacían que el arrullo de tus brazos, efectivamente Cfueran no sólo “el Jardín de Dios” si no el mismísimo Paraíso para tus hijos.

Carmen Durán, con una clienta norteamericana.

La impronta  y el bullicioso carácter de mi padre, -en contra punto con el tuyo-  tan  equilibrado y sereno, podrían hacer pensar, que  no has brillado con luz propia, pero….qué equivocados están! Estoy segura que dirías, ¡déjalo hija, qué más da! Pues esta vez, ¡no lo voy a dejar!, Y ¿sabes por qué? Pues porque -¡al Cesar lo que es del Cesar!

Carmela Durán Valle, nació el 27 de Octubre de 1914 y falleció el 23 de Octubre del 2006. Era la cuarta hija de: Manuel Durán Infante y Josefa Valle Troncoso. Tu padre trabajaba en la Bodega de Caballero, y como la carpintería no se le daba  nada mal, arreglaba Cómodas de Caoba, y todo tipo de muebles. Hacia unas cajitas pequeñas, que eran un primor. Su madre, era una gran  modista, pero solo cosía para la familia. Con tanta niña,  creciendo,  no le quedaba otra que coserles toda la ropa para que todas fueran decentes e impecables. Ocho fueron sus hijas, por más que buscaron al machote  todo fue en vano. Lo que tenían de bueno en aquellos difíciles años era que a la canastilla, no había que tocarla, pasaba de una a otra criatura, sin enmendar colores.

Luisa  fue la mayor, llevaba algún tiempo enferma, no sé con certeza, cuándo le vinieron con la buena nueva, de un medicamento casi milagroso: la Penicilina, probablemente. Se le abrió un horizonte esperanzador, pues  este medicamento, ciertamente, estaba  salvando muchas vidas, sin embargo… para personas como ella --probablemente  alérgica--  fue letal. Sólo tenía diecinueve años, y toda una vida por vivir.   Le seguían: Josefa, Carmen, Carmela --mi madre— y repitieron por dos veces, los nombres de las niñas que murieron, uno de ellos: el de Milagros- Antonia. Emilia y nuevamente, Milagros --la tata-- un ángel para toda la familia-.

SU PRIMER TRABAJO.
Desde los nueva añitos, al ser consciente de la precaria situación familiar, se revistió de una madurez impropia de sus pocos años y  comenzó a aportar --no sé bien si una  perra chica o  perra gorda-- céntimos de las antigua pesetas- o qué? Puede que ni eso, siquiera, tal vez… el beneficio era tener una boca menos a la hora de sentarte a la mesa.
Su vida nunca fue fácil, la enfermedad de su hermana Luisa y el coste de sus medicinas, hizo que las mayores tuvieran que dejar el Colegio, y los juegos de niñas, para enfrentarse al mundo con un delantal, que había que ajustar por todos lados.

Jamás  renegaste, de todo cuánto te tocó vivir. Eras una mujer practica, “--Lo que no tiene remedio, no hay que darle más vueltas”, decías. Lo olvidabas y te centrabas en lo que “había que  hacer”. No implicaba que fueras fría, nada más lejos, tu calidez, se  extendía más allá de la frontera de tu casa.

POLEÁS Y BONIATOS.
En aquellos años de tantas penurias,  tras la Guerra Civil, el sustento de aquella familia, cómo para muchas tantas otras, dependían en gran medida, de la harina para las Poleás,  casi sin aceite siquiera, para refreír la matalahúva y los coscorrones de pan y los Boniatos. Fueron años de muchos sinsabores, no solo por el hambre, si no por la falta de esperanzas.

Trabajaban todas, pero  no había para lujos, porque lujo era  tener que comprarse otros zapatos,  aunque estuvieran gastados los únicos que tenía. Afortunadamente, salieron adelante con mucho esfuerzo, sí, pero como la mayoría de las familias, con el fruto de su honrado trabajo.

A medida que fue creciendo, daba muestras de la esplendida mujer que  sería, y claro está,  esto no paso inadvertido para  un chaval un poco picarón, --para que nos vamos a engañar— (ver nótula núm. 326 de Agustín Vela Mariscal en GdP) que al verla en su caminar diario hacia La Sericícola, en donde trabajaba, comenzó a  cortejarla. Era fácil que le conquistara, tenía lo que se dice ‘mucha labia’·  Desde ese día, las ayudó todo lo que pudo, pues el abuelo Antonio, su padre, tenía una huerta, la que años después se conocería como Granja San Javier y, afortunadamente, no les faltaba de nada. Ni que decir tiene, que les arrimó muchos productos de la hortofrutícolas y  fue un gran alivió para la economía familiar.

GRANJA SAN JAVIER.
Con el paso de los años, tras la muerte de sus suegros --mis abuelos Antonio Vela Aragón y María Mariscal Muñoz— se casaron y trasladaron a la Huerta: la Granja San Javier (ver nótula núm. 783 en GdP). Durante tres o cuatro  años, su felicidad fue completa, pues la providencia le había hecho el regalo más hermoso que a una mujer le podían hacer: dos hijos preciosos: María del Carmen ‘Mari’ y Agustín ‘Tito’.

Nuevamente, aparecieron las dificultades, tenían que dejar definitivamente la huerta y emprender  la dolorosa y preocupante  aventura de sobrevivir,  en un medio que se les antojaba ajeno. No se arredró cual Agustina de Aragón,   enarbolando la bandera del ‘querer es poder’. Y lo lograron.

Él era la fuerza, ella  la perseverancia. Él  la pasión  desmedida por la vida,  ella la serena templanza. Él la alegría, ella la calidez. Él la bulliciosa personalidad, ella  su silente equilibrio. Eras una mujer muy inteligente. Yo diría que sabia, claro que las más de las veces, --el que tu y yo sabemos-- no siempre oía tu certera opinión. Era de una generación, en la que  por la fuerza de la costumbre, presumo que el machismo era bien entendido —las mujeres, les ayudaban a trabajar, criar hijos, pero la opinión que imperaba era la del hombre, aunque después lamentaran no haber seguido la corazonada, o el buen juicio de mujeres tan sensatas como ella. Claro está que hay  excepciones en todo, ¡afortunadamente!

Cuándo Carmela decía que tenía ”la cabeza caliente” sabíamos que le sobraban los problemas, pero… sin perder la calma, sabia  resolverlos, con esa templanza, exenta de frialdad, que le caracterizaba.

Ves mamá, ¿porqué estoy tan orgullosa de ti? Que habría sido  de ese ‘mar bravío’, sin tu  infinita paciencia y tu equilibrio? No sólo  él, fue afortunado al encontrarte,  tus hijos lo fuimos infinitamente más. Tu perdida, ha sido la indefensión más grande, a la que he tenido que enfrentarme. No  por estar sola, ni desamparada ¡nada más lejos! Sabes bien que no, pero…..eras el anclaje de mi vida,  ese puerto seguro en el que ni las mareas  ni el mar de leva, ni mil tsunamis, podían siquiera zafarme de tu cariñoso  y reconfortante abrazo.

Tras abandonar la Huerta, sus amigos: José Brotons, funcionario del ayuntamiento y  su esposa Natividad les acogieron en su domicilio, de la calle Curva, donde nació su tercera hija: Milagros ‘Yayo’.

PRIMERA FRUTERÍA.
La primera Frutería, la pusieron en la calle Luna, frente a Las Esclavas. Manuela Vela Mariscal, su cuñada se la cedió,  y ella cogió un local, en la calle Ganado, frente a la Plaza de Abastos, en  la casa donde vivieron sus suegros los últimos años de vida.  La suegra no soportaba estar en la huerta, después de perder a dos de sus hijos. Se da la circunstancia, que este  primer negocio, también estaba en un local de la casa donde vivía con su familia paterna: los Durán Valle. Su destino se empeñaba en juntarlos, de eso no hay dudas.

...continúa leyendo "1.536. CARMELA DURÁN VALLE. Una madre y trabajadora ejemplar."

2

La Peña El Tirolés nació de un grupo de amigos a mediado de los 50 del siglo pasado, los cuales se  reunían en la Plaza Peral, Parque Calderón,  playa de la Puntilla, etc. Se organizaban partidos de futbol en el Coto, hoy tiro de Pichón, campo de la Gimnástica, etc. Luego surgieron los guateques con el famoso pick up, en los domicilios de algunos de sus integrantes: Vicario 20, Vicario 1, Javier de Burgos 21, Caldevilla 8, Larga 8, Conejitos 5 y San Bartolomé (junto a los garajes de Lores) y en ocasiones, en los jardines del Cortijo (en el Paseo de la Victoria, donde hoy se ubica parte del Instituto Muñoz Seca), pues un amigo les dejaba la llave para entrar durante la semana.

En la plaza de Isaac Peral, junto al monumento a Muñoz Seca, de pie, de izquierda a derecha, Juan González, Jaime Gutiérrez Perea, Juan López, Rogelio Galán, Juan Monge; debajo, Ángel Mena, Pepe Cabrea, Lolo Albert y Adriano.

El nombre de ‘Tirolés’ surgió de la moda de este sombrero, que todos llevaban. A raíz del éxito de estos guateques se fueron incorporando nuevos amigos y amigas. Organizaban excursiones a los manantiales de la Piedad, playa de Fuenterrabía, las rutas de la sierra de San Cristóbal, etc., en los camiones de  José  Alemán. La comida, cordero en salsa y tortilla, la llevaba Juanita Saura, madre de Jesús y de Antonio Alemán.

En la fotografía de estudio, Pepe Crespo, Miguel Roselló, Juan M. Murga, Juan Monge, Antonio Alemán, Pepe Alejo; debajo, Lolo Albert, Jaime Gutiérrez Perea, Juan A. Murga, y Polo Jiménez.

Organizaban bailes de fin de año en casa de Mena,  se elegía a la Reina de la Peña todos los años y había bailes de disfraces en Carnavales. En el año 1967 la Peña instaló una caseta en la Feria, cerca de la playa de la Puntilla, en las inmediaciones del Polideportivo, donde en la actualidad  emplaza el mercadillo de los martes.

Como suele pasar siempre en estos casos, con el tiempo se produjo la diáspora, por motivos de trabajo, muchos tuvieron que salir fuera de El Puerto. La mayoría, ya casados, se dedicaron a su familia y trabajo, y el contacto se fue perdiendo, pero el germen y espíritu de la Peña se mantuvo intacto, a través de conversaciones telefónicas y reuniones esporádicas de sus miembros.

En julio de 1989 se decidió celebrar el 30 aniversario, en el caserón propiedad de Antonio y Jesús Alemán, en la explanada junto al Monasterio de la Victoria. Asistieron todos los componentes con sus esposas e hijos. El aniversario fue un rotundo éxito y de nuevo se eligió a la nueva Reina y un “Míster Tirolés”.

Reunión 2012. Fila superior, de izquierda a derecha: Antonio Alemán Saura, Jaime Gutiérrez Perea, José Alejo Mulero, Jesús Alemán Saura, José A. Martin-Murga, Juan González Garcia, Vicente Gutiérrez de la Rosa, María del Carmen Obregón, Antonio Almagro Buhigas, Leopoldo Jiménez Ruiz, Juan Martín-Murga Velasco, Angel Mena Alonso, Loli, esposa de Juan López, Pepi , viuda de Manuel Serrano y Juan López Durán.
Fila del centro, de izquierda a derecha. Milagros, esposa de A. Alemán, Tere, esposa de José Alejo, Maribel, esposa de José A. Martin Murga, Cristina, esposa de Antonio Almagro, Rosa, esposa de Jaime Gutiérrez, Mari Zaragoza, esposa de Juan Monge,  Paquita Raposo, esposa de Juan González, Loli Miranda, esposa de Angel Mena, y Mercedes, viuda de Pepe Cabrera.
Fila inferior, de izquierda a derecha: Mari Cordero, Maria Fabra, Mari Carmen, esposa de Lolo Albert, Lolo Albert Alonso, Juanita, esposa de Jesús Alemán,
Tenti Roselló, Juan Monge Reinado y desconocida.

De izquierda a derecha,  Vicente Gutiérrez de la Rosa, Juan Monge Reinado, José Alejo Mulero, Antonio Almagro Buhigas y Manuel Albert Alonso.

En las reuniones y bailes que habitualmente ha venido manteniendo actualmente en la sede de la Peña, Vicario 20, se acordó celebrar el 52 aniversario de ésta, en el mismo lugar del 30 aniversario, el día 22 de septiembre de 2012, asistiendo todos los componentes. También fue todo un éxito, habiendo un especial recuerdo para los amigos de la Peña ya fallecidos.

Miss y Mister Tirolés 2012: Cristina Fernández Viña --mujer de Antonio Almagro-- y Antonio Alemán Saura.

Por supuesto, se eligió una nueva Reina y nuevo Míster Tirolés, y se acordó celebrar un nuevo encuentro en la próxima primavera. (Texto: J.G.P.)

El 3 de marzo de 1947, una representación de la Corporación Municipal, presidida por el alcalde Ignacio Osborne Vázquez, bajo mazas y con clarineros, se desplazó a a Jerez de la Frontera, como otras corporaciones del entorno.

En la imagen podemos ver al macero Manuel Camacho Luque; Antonio de la Torre González; Francisco de Bernardo Fernández; 2 desconocidos; Pedro Salvatierra Armengol; Ignacio Osborne Vázquez (Conde de Osborne y Alcalde de la Ciudad); Manuel Gago Vélez, desconocido; y el secretario Federico Sánchez Pece, por la plaza de las Angustias. /Foto: Colección V.G.L.

El motivo no era otro que recibir los restos mortales del cuerpo del que fuera dictador en España, el capitán general jerezano Miguel Primo de Rivera y Orbaneja, quien fallecido en París, en el modesto Hotel Pont Royal el 16 de marzo de 1930, fue trasladado a su ciudad natal el 26 de marzo de 1947 a la iglesia de la Merced. La comitiva fúnebre estuvo compuesta, además por la familia del que fuera marqués de Estella y todas las representaciones civiles, militares y religiosas de la provincia, por un fuerte contingente de tropas del ejército que jalonaban las calles de la vecina población.

7

Es de sabios rectificar. Vamos a aclarar y confirmar algunos aspectos sobre el artículo "La Belleza de una porteña en Paris", (ver nótula núm. 1.455 en GdP), referente a Josefa Martin- Bejarano Lanzarote, apodada 'La Macaca'.

En la imagen, Rafaela Lanzarote Bernal, e hijos.

Y es que contamos con la colaboración de Edmee Martin-Bejarano Merino, hija de Vicente Martin-Bejarano Lanzarote, el familiar más directo que podíamos encontrar, con fotos de toda la familia y datos aportados por  esta mujer, de nacimiento madrileña y gaditana de adopción. Como dije en la narrativa anterior tuvieron que marchar la familia a Francia, al principio de nuestra guerra civil, por pertenecer  el padre Manuel Martin-Bejarano Bravo al Partido Comunista, su esposa y madre, Rafaela Lanzarote Bernal.

El primer apellido legítimo era el de Martin- Bejarano,  y no el de Martin, este lo emplearon para  confundir el apellido de Martin, sin el Bejarano. Había mucho miedo al régimen, --la dictadura del franquismo-- aquellos años.

Manuel Martín-Bejarano Bravo, de mayor en su casa de Francia.

El patriarca de esta familia fue un extraordinario cantaor que conoció en su exilio a muchos artistas de este género emigrados al país de los gabachos. Imitó  extraordinariamente a Pepe Marchena, al que conoció y admiró Muchos artistas de aquellos años pasaron por su casa para escucharle cantar, según me comentó su nieta. Este hombre fue el que les metió el veneno del flamenco en el cuerpo a todos sus hijos.

Juan Valderrama, fue un seguidor del cante de nuestro paisano y padre de los Martin-Bejarano Lanzarote, en muchas ocasiones lo visitó para escucharle cantar. En el funeral de Manuel, Juan Valderrama, le homenajeó cantándole en su último adiós, un detalle del extraordinario artista, que fue Juan. Fueron seis los hermanos, que relacionamos por orden de edad:

En la imagen, Rocío Jurado, María Cansino Rafael Martín-Bejarano y Lola Flores. Esta foto fue dedicada a su sobrino Rafael Martin Merino, peluquero de profesión, hijo de Vicente, que por cierto tuvo una peluquería de señoras en El Puerto de Santa María, en los años noventa, en Puerto Centro, situado en la calle Larga.

Rafael Martin-Bejarano Lanzarote. (El Puerto, 1916, Madrid, 197?). Primogénito de la familia, de profesión representante de artistas, fue muy conocido en Paris, la Costa azul de Francia, Valencia, Sevilla, Barcelona y Madrid, en estos medios de la farándula de los años cincuenta a los setenta. Fue manager del El Príncipe Gitano, Rocío Jurado, Lola Flores, Dolores Vargas La Terremoto,  María Cansino y de sus hermanos Pepita y Vicente, entre otros franceses y españoles. Hay una foto de los ya mencionados, como podréis comprobar, de Rafael Martin Lanzarote, Roció Jurado, Lola Flores y María Cansino.

María del Carmen Martin-Bejarano Lanzarote, (El Puerto, 1917 -- xx), desconozco donde falleció.

Manuel Martin-Bejarano Lanzarote, tercer vástago de la familia, de profesión pescadero en la ciudad de Floran, (Francia), casado con una catalana. Tuvo un piso en el barrio de Malacara, que le compró a su hermana Pepita. Solía venir de vacaciones con su familia al piso ya mencionado.

Pepita Martín Bejarano 'La Macaca' y su hermano Vicente.

Josefa Martin-Bejarano Lanzarote. (El Puerto, 15 de Diciembre de 1920, Paris, 1980), por nombre artístico Pepita Martín o Pepita de Cádiz, protagonista de nuestra anterior nótula 1.455 en GdP. Conocida en nuestro pueblo por 'La Macaca'. Hembra con muy buenas hechuras de cara y cuerpo. En los datos que me aportan y publiqué, manifesté que "No fue una  bailaora completa". Esto no es cierto, fue una gran profesional. Yo solo puedo decir que vivió de su arte durante muchos años, por comentarios de artistas de este género, que hablan aceptablemente de la profesionalidad de  'la Macaca', pero no se conoció en los medios artísticos.

Tuvo en Francia, un Casino de juegos y algunos negocios más. Recorrió medio mundo bailado el clásico español o la escuela bolera y el flamenco en todos sus géneros, con las compañías de los artistas más importantes de aquellos años, como fueron: Pepe Marchena, Juan Valderrama, Antonio Molina, El Príncipe Gitano, Lola Flores, Manolo Caracol, entre otros artistas. Formó pareja con su hermano Vicente, con su arte visitaron los cabarets mas importantes de Francia, España, Italia y el norte de Marruecos, cuando tenían el protectorado Europeo. Trabajó en muchas ocasiones con el inolvidable bailaor Faico, Porrina de Badajoz, Juan Barea, y el genio de Salamanca, Juan Farina, con el que tuvo una gran amistad.

Se casó con el Príncipe Gitano, nombre de Enrique Castellón Vargas, (Valencia 1924), en los años cincuenta en Méjico. Se divorciaron sin tener datos de la fechas de su separación. Enferma se vino a vivir a El Puerto, comprándose un piso en la zona de Malacara, en compañía de un primo suyo de nombre Antonio.  Bastante enferma marcha a Paris, donde fallece en los años ochenta. Fue como la cigarra de el cuento, derrochó el dinero sin guardar para su vejez, no se privó de nada. Utilizaba coches de alta gama: Mercedes, descapotables y el Cádillac americano. /Portada de un recopilatorio de el Príncipe Gitano.

Como siempre dándole el tostón al que sabe más del flamenco en la capital de España, José Blas Vega, volví a preguntarle si la conocía por Pepita Martin o 'Pepita de Cádiz', y me respondió que por este nombre sí conocía a esta artista. Esto de muestra la calidad de su arte y lo poco enterado que estábamos sus paisanos de su valía.

Estas son las correcciones que hago de su biografía, y fecha de nacimiento, lo demás es como lo expongo. Lo comentado por el insigne guitarrista y amigo Luis Maravilla, es todo cierto y correcto. De los amores de Josefa, se podría contar más, pero aquí, mejor callar.

José Martin-Bejarano Lanzarote, (El Puerto, 1923- El Puerto 2002). También perteneció al mundo de la farándula, dedicado a las carteleras del espectáculo y cuadros de escenas de los teatros. Yo he visto pinturas de este paisano nuestro y pintaba muy bien. Su esposa y dos hijas viven en nuestra ciudad actualmente. Fue el más longevo de la familia.

'La Macaca' y su hermano Vicente Martín-Bejarano.

Vicente Martin-Bejarano Lanzarote, por nombre artístico Vicente Martín, el pequeño de los hermanos. (El Puerto, 1925, Madrid, 1978). Tomó clase de baile de un profesor, español refugiado político en Francia, de nombre Esteban, como ya comenté de este maestro del baile. Su primera maestra  fue su hermana Pepita, mayor que Vicente, cinco años. Bailarín y bailaor, en sus primeros comienzo formo pareja con su hermana Josefa, recorrieron Francia, España, Italia y el norte de África.

El Trío Sevilla, Gloria, Vicente y Ana María.

TRÍO SEVILLA.
Se casó con una bailaora madrileña de nombre Ana María Merino, (Madrid, 1936- Madrid 1997). Con esta guapísima mujer y Gloria, de la que no recuerdan sus apellidos, se formo el Trio Sevilla. Existe una foto actuando en un cabaret de Paris, de nombre: Toute la Fanque de L'Espagne, Le Trio Sevilla, Cascade de Rine, MAX PENDULE, como se puede comprobar.

Visitaron con su arte los teatros y salas de fiestas de Francia, España y el Norte de Marruecos. El Trio Sevilla, en los años sesenta, formo parte de la compañía de Juan Valderrama y Dolores Abril, actuaron  por la Península y parte de Europa, tal y como se puede comprobar en las fotos. Estuvo muy ligado a otros artistas y amigos de aquellos años, como al mencionado Juan Farina, Valderrama, Antonio Machín y la Niña de la Puebla, por recordar algunos.

El Trío Sevilla:  Ana María Merino , Gloria,  y Vicente Martín-Bejarano, con Juan Valderrama y Dolores Abril, resto desconocidos.

Con la Compañía de Juan Valderrana, posando delante del autobús de los artistas, en 1960.

A estos dos hermanos profesionales del baile, se asemejen por ignorancia a un portuense de los que mejor han bailado la escuela bolera, y yo diría el mejor, José Luis Rodríguez, discípulo de 'el Estampío'. La verdad que pocos conocíamos a estos tres paisanos nuestros, profesionalmente. Pepe Blas Vega, me comentó que José Luis Rodríguez,  fue único en el baile del clásico español o escuela bolera.

FLAMENCOS Y MAQUIS.
Ana María Merino, fue novia de Enrique Ortega, hijo de Manolo Caracol, antes de conocer a Vicente Martin. Otro artista portuense, que podemos rescatar y sacarlo a la luz, porque fue un gran profesional, como se puede demostrar.

Ana Merino junto al hijo de Manolo Caracol, Enrique Ortega.

Como comenté en el anterior texto, todos fueron de izquierda y comunistas. Terminado la contienda nacional, se tiraron al monte luchando contra el Franquismo. El patriarca de la familia, estaba orgulloso de sus hijos por luchar contra los que le obligaron  tener que emigrar a otras tierras extranjeras, sin conocer el idioma y las costumbres de otros lugares.

Existen dos retratos de los Maquis, que son muy curiosos y que en pocas ocasiones se publican, por su contenido y hay que agradecerlo a una mujer valiente como es, Edmee Martin-Bejarano Merino. Yo creo que ha quedado aclarado,  gracias a esta señora y su esposo José Lanzarote Fleming, por su información y el aporte de estas fotografias familiares.

Marcados con una x, con casco a la izquierda en la segunda fila José; el segundo por abajo, Manuel y el tercero por la derecha, Vicente Martín-Bejarano Lanzarote.

Marcados con una x, el de abajo a la izquierda es Vicente, y el de arriba al centro, con un fusil en la mano, Manuel Martín-Bejarano Lanzarote.

"El 'Maquis también conocido como la guerrilla, Resistencia española o GE (Guerrilleros Españoles), fue el conjunto de movimientos guerrilleros antifascistas de resistencia en España que comenzó durante la Guerra Civil. El casi inmediato estallido de la Segunda Guerra Mundial sorprendió a gran parte de los excombatientes republicanos en territorio francés; muchos de ellos se incorporaron a la Resistencia francesa en lo que fue la Agrupación de Guerrilleros Españoles. A partir de 1944, con los ejércitos alemanes en retirada, muchos de estos guerrilleros reorientaron su lucha antifascista hacia España" (W).

EL INVENTOR DE LA PENICILINA.
Nota curiosa: Leonor Ana Fleming, madre de los Lanzarote Fleming, tiene relación familiar directa con el inventor de la penicilina, el Doctor Fleming, ya que era tío abuelo de ella. Leonor es de origen escocés, vive en El Puerto y todos sus hijos son portuenses. Actualmente, José Lanzarote Fleming vive en Puerto Real. Y es probable que, desde Gente del Puerto, volvamos sobre este científico que revolucionó la medicina.

Vuelvo a repetir, muchas gracias a todos los colaboradores que han proporcionado datos de esta familia, como Milagros Martin, Rafael Cordones, Luis Maravilla, Pepe Blas Vega y a un artista que no se le apetece dejar su nombre. (Texto: Antonio Cristo Ruiz).

Gracias al tropiezo casual de un breve documento de solo dos folios en los protocolos notariales de 1809, cuyo texto íntegro reproducimos al final, podemos enjaretar una especie de crónica social en el tiempo de la Guerra de Independencia, descubriendo y dando a conocer la presencia de la nieta de Felipe V, hija del Infante Don Luis de Borbón y XV Condesa de Chinchón en El Puerto de Santa María. / Teresa de Borbón, Condesa de Chinchón, óleo sobre lienzo de Francisco de Goya y Lucientes. ~1800. Museo del Prado.

Hasta febrero de 1810 no se posesionan y acuartelan las tropas francesas en nuestra ciudad. Unos meses antes, en el verano del año anterior, esta dama que tenía tratamiento de Alteza, acompañada de un pequeño séquito de amigos cortesanos y sirvientes residió aquí durante un ‘periodo de tiempo que no hemos conseguido determinar, procedente de Sevilla, ciudad a la que se había trasladado la Junta Central que hacía las veces de gobierno de la nación, desde Aranjuez, donde se constituyó. El grueso del grupo, que había acompañado a Don Luis María de Borbón, arzobispo de Toledo y hermano de la condesa, a la que había cedido su título en 1803, en ese exilio obligado por el imparable avance del ejercito francés, para huir de las calores del verano y poner más distancia de por medio con los invasores, dejaron Sevilla y se repartieron por diversas ciudades de la bahía y Cádiz capital, quedando en Sevilla  los vocales de la Junta y sus colaboradores y asistentes.

S.A. María Teresa de Borbón tenía 28 años cumplidos cuando estuvo en nuestra ciudad, pues había nacido en el palacio de Velada el 26 de noviembre de 1780. A pesar de su juventud, su nobiliaria espalda, había soportado una pesada carga sentimental, llena de sinsabores y desengaños. Huérfana de padre a  los cinco años, su tío, el rey Carlos III, encargó de su educación al obispo Lorenzana que la separó de la madre y la enclaustró en un monasterio cisterciense (a ella y a su hermana María Luisa) con el pretexto de su formación, convento este del que, prácticamente, salió para casarse, Al mismo tiempo,  una pragmática real impedía que ella y sus hermanos pudiesen usar el apellido paterno (Borbón), orientado a su hermano varón a escoger la carrera eclesiástica para anular cualquier posibilidad de acción dinástica.

El Puerto de Santa María a principios del siglo XIX. Recreación de Adrián Ferreras.

El acceso al trono del hijo de Carlos III, que reinó como Carlos IV, primo de ella, supuso un cambio importante. Le propusieron casarse con el todopoderoso primer ministro Godoy, Príncipe de la Paz. Todo parece indicar que para intentar paliar el escándalo de las relaciones de este con la reina María Luisa. Tenía entonces 17 años. Su hermano mayor, que por esos años era arcediano en Talavera, negoció y supo rentabilizar la oferta: recuperación del apellido Borbón para los tres hermanos, elevación al rango de Grandes de España de primera clase, el arzobispado de Sevilla y la mitra toledana para él,  traslado de los restos de su padre al monasterio de El escorial, diez mil pesos de renta para la hermana menor, María Luisa, que carecía de heredamientos, el pago de la dote de María Teresa (que ascendió a 5.000.000 de reales y percibió Godoy) y que el futuro marido se deshiciera de su amante “oficial”, la archipopular Pepita Tudor.

Aceptadas, aparentemente, las condiciones, el enlace entre María Teresa de Vallabriga, ahora María Teresa de Borbón  Vallabriga y Manuel Godoy y Alvarez de Faria, duque de Alcudia y de Sueca se celebró en El escorial el 2 de octubre de 1797. Con esta boda, María Teresa pasó a ocupar la mayor dignidad en la Corte, después de la Reina, cumpliéndose al mismo tiempo las premisas acordadas, ya que su hermano Luis María sería elevado a la púrpura cardenalicia, arzobispo de Toledo y primado de España. Incluso se obtuvieron otros honores y privilegios que podemos calificar de extras: su madre, Dª María Teresa de Vallabriga, de la que dijeron que había desatendido a su esposo en sus años finales y tenido aventuras con los criados, sería reconocida como Infanta y condecorada con la Orden de María Luisa. Bueno, todas las condiciones se cumplieron, excepto una, pues Pepita Tudó se fue también a vivir al domicilio conyugal. /En la imagen, Manuel Godoy.

Godoy, al que se describe como un apuesto varón, alto, fuerte, rubio, de tez clara y sonrosada,  a sus 30 años estaba en plenitud de facultades y mantenía simultáneamente tres frentes: María Luisa, la esposa de Carlos IV, su amante Pepita Tudó y la esposa oficial, a la que según apreciación de algunos cronistas, maltrataba sádicamente para combatir su frigidez.

Así las cosas, después de un aborto, dio a luz por primera y única vez una niña, bautizada como Carlota Luisa, apadrinada por los reyes y, de hecho, criada por ellos ya que la madre nunca ocultó su aborrecimiento hacia la hija que engendrara Godoy, abandonándoles, a ella y a su padre, cuando tenía 7 años, aprovechando el motín de Aranjuez, en marzo de 1808.

Desde esa fecha estuvo siempre al lado de su hermano, acompañándolo a Andalucia y, en este punto, conectamos de nuevo con su presencia, en el verano de 1809, en nuestra ciudad. Preocupada por sus negocios y propiedades, desatendidos al ausentarse el administrador de confianza, dio poderes a  un cargo del gobierno, en Madrid, documento redactado en una escribanía de El Puerto, cuyo texto reproducimos íntegramente:

La serenísima señora doña María Teresa de Borbón, Grande de España de primera clase, condesa de Chinchón, Señora de Boadilla del Monte, su termino y jurisdicción, Alcaide perpetuo de los Reales Alcázares y fortalezas de la ciudad de Segovia, Alférez Mayor, igualmente perpetuo de ella, patrona única y perpetua de la capilla y Cabildo de Nuestra Señora de la Piedad de Chinchón y de la Religión universal de San Francisco...  Su Alteza otorga y da Poder, amplio, facultativo y bastante como de Derecho se requiere y es necesario al Sr. Don Pedro Regalado de Garro, ministro del Tribunal Mayor de Cuentas y Consejo de Hacienda...  en virtud de hallarse ausente de Madrid, por disposición del gobierno francés, su apoderado y administrador general, señor Don Francisco de Campos, se le entregue  cuantos papeles, archivos y demás documentos, pagarés, libranzas y cantidades que correspondan y sean de la pertenencia de dicha Serenísima Señora y correspondiente a sus Estados, Señoríos y administración que tenía a su cargo, sin que ninguna otra persona, aunque manifieste otros poderes pueda oponerse a esta determinación de S.A. por convenir a su servicio y hallarse autorizada para determinar en estos asuntos sin intervención de nadie, mediante tenerlo así mandado nuestro muy amado Soberano, el Señor Fernando Séptimo (Q.D.G.) en su Decreto de 25 de marzo del año próximo pasado de 1808.  Por manera que hasta que S.A. se digne elegir y nombrar Apoderado y administrador general a su voluntad, conserva este destino el ausente y quedará sin uso por ahora el título que se le despachó con fecha 3 de abril del dicho año de 1808 en que nombra al referido Caballero Campo su Apoderado y Administrador General y en calidad de particular comisión, declara al mencionado Sr. de Garzo, encargado de todas las funciones de aquel, como si efectivamente tuviese el título de Apoderado y Administrador General de S.A. que así lo otorgo y firmo.

El documento está fechado en El Puerto de Santa María, el 18 de julio de 1809 y firman como testigos Antonio Iparraguirre, Carlos Manvelli y Domingo Rodríguez del Cantón, criado de S.A. Serenísima, de  quienes da fe conocer el notario. Firman y rubrican: La Condesa de Chinchón y el escribano Cayetano Mauleon Hurtado.

Después pasaría a Cádiz, donde vivió en primera fila los acontecimientos que rodearon a la Constitución cuyo segundo centenario hemos celebrado recientemente y en los que su hermano tuvo un especial protagonismo.  Debido a su vinculación con los constitucionalistas y sus ideas liberales se exilio en París junto con su hermana María Luisa y el esposo de esta, el duque de San Fernando. Allí falleció en 1828, cuando le faltaban dos días para cumplir 48 años de edad, de cáncer de útero.  Después de muerta le concedieron en propiedad la mitad de los bienes confiscados a Godoy, bienes que pasaron por herencia a poder de su hija Carlota Luisa y su esposo, el príncipe italiano Camilo Ruspoli. (Texto: Antonio Gutiérrez Ruiz. A.C. PUERTOGUÍA).

4

Sor María Aguilar nació en 1925 en Alborada (Valencia), descubriendo su vocación reliiosa en Madrid, trabajando en una oficina, ocupación de abandonó para tomar los hábitos en la comunidad religiosa de las Hijas de la Caridad de San Vicente de Paul, también conocida como Hermanas de la Caridad o vicencianas.  /En la ilustración, cartel de la convocatoria del I Certamen Escolar de Relatos Cortos 'Memorial Sor María Aguilar' que ya ha alcanzado su décima edición.

Sor Aguilar llegó a El Puerto de Santa María el 15 de julio de 1949 (cuando aún no hacía un año de la profesión de sus votos), queda incorporada de forma activa y plena a la Casa de Huérfanas que las Hijas de la Caridad poseían en esta Ciudad en la calle Cielos esquina con Cervantes y Diego Niño, haciéndose cargo, junto con otras dos hermanas, de 35 niñas huérfanas de padre, madre o ambos, niñas que recibían asistencia, alimentación, educación y todo cuanto precisaban. Fue una discípula aventajada de Sor Bonifacia García.

PROTECCIÓN DE MENORES.
En plena postguerra, y con el progresivo incremento del número de niños acogidos en la Casa, fue necesario firmar un Acuerdo con Protección de Menores, del que fue principal impulsora Sor Aguilar, que señalaba un precio acordado por cada niño acogido. No obstante, dicha asignación resultaba insuficiente para cubrir sus necesidades, por lo que Sor Aguilar tuvo que salir a casas e industrias portuenses, tales como Osborne, Caballero, Terry, 501, Destilerías Rives, etc, quienes, junto al Ayuntamiento, aportaban los recursos materiales y dinerarios requeridos por la Institución de Acogida.

Los Reyes Magos en el colegio de las Hijas de la Caridad, en 1952.

LA SIERRA DE CÁDIZ.
A pesar de todos los esfuerzos desplegados, continuaban siendo crecientes las necesidades asistenciales, por lo que Sor Aguilar extendió su labor a Arcos de la Frontera, en donde, junto con las hermanas de la Casa Hospital de allí, recorrían los cortijos pidiendo grano, el cual repartían luego entre las dos casas; de igual modo, en Jerez y Cádiz obtenían frutas, verduras y hortalizas, teniendo que articular un complicado sistema de transporte, que pasaba, desde el motocarro del Hospital Psiquiátrico de Cádiz, siguiendo por el Vapor del Puerto, hasta otro vehículo desde el muelle de El Puerto para el traslado a la Casa de Acogida, servicios éstos que Sor Aguilar consiguió que se prestaran  de forma desinteresada.

Otra actuación destacada en este ámbito fue la consecución de la ayuda procedente de los EE.UU., con métodos artesanales e ingeniosos para una rápida transformación de leche en polvo a líquida (haciendo uso del centrifugado de una lavadora de ropa, ya que había que preparar grandes cantidades), teniéndola dispuesta para la hora en que presentaban las personas necesitadas, a las que dispensaba la leche, así como quesos y harina igualmente obtenidos en la cuestación.

Sor Bonifacia, superiora de las Hijas de la Caridad, durante la celebración de las Bodas de Oro de permanencia en el Asilo de San José de Niñás Huérfanas de Rosario Estévez, aparecen de izquierda a derecha, Antonia Lerma Meseguer, Sor Bonifacia, Rosario Estévez y Manuel Girón, quien junto a su esposa apadrinaron a Rosarito. 15 de octubre de 1968.

COMEDOR SOCIAL.
En el comedor de la Parroquia, Sor Aguilar, junto con otras dos hermanas, daba de comer a muchas personas necesitadas, al tiempo que se desplazaba a hacer repartos de comida en casas particulares, como a obreros en tiempo de necesidad, cuando realizaban trabajos en las inmediaciones de la Casa de Acogida. Sor Aguilar se prestaba solícita a mediar para conseguir empleos a otras personas, así como a prestar asistencia médica o a realizar las gestiones más variadas en beneficio de quien requería su intervención.

EDUCACIÓN.
En el terreno educativo, Sor Aguilar ha contribuido a la educación de miles de niños portuenses. Primero, en las clases de Párvulos que la Orden tenía en las Calles Cielo y Diego Niño de la Ciudad. Posteriormente, viendo la necesidad de trasladar las instalaciones --entonces Colegio y Orfanato-- a otra zona de El Puerto, promovió la construcción, trabajando de forma activa, central y plena en la construcción y traslado del nuevo centro docente Luisa de Marillac, interviniendo decisivamente en la obtención del suelo necesario y de los recursos financieros indispensables para acometer tan ingente obra. Allí se crearon dos instituciones: el colegio que educaba a los niños de la localidad y la escuela  hogar, que atendía a más de cien niñas de la sierra de Cádiz y de familias desfavorecidas de la ciudad. La obra fue completada en 1997 años con la adaptación del Centro a la LOGSE como Centro de Secundaria.


En la imagen, la iglesia y la casa de la calle Cielos del Asilo de Huérfnas.

TODOTERRENO.
Otras múltiples actividades jalonan la incansable vida de más de 50 años de servicio a los demás, tales como actividades culturales, catequesis, retiros espirituales, integración en instituciones sociales, dando testimonio de su religiosidad, así como su participación directa en tareas manuales: en el arreglo de averías eléctricas, construcción, o fontanería, actividades íntimamente ligadas a las necesidades que se iban presentando en su incesante labor. O transportando niños, enseres, viandas o lo que fuera necesario en su sempiterna furgoneta DKW, cuando la Superiora de la comunidad le decía «--Sor Aguilar, despacio».

...continúa leyendo "1.520. SOR MARÍA AGUILAR AGUILAR. Hija Adoptiva de El Puerto."

Ramón Jarana Martínez nació en Cádiz el día 1 de septiembre de 1920 en el número 12 de la calle de la Rosa, encima de la célebre tienda Villa de Madrid. Nunca se dedicó profesionalmente a cantar, aunque el arte lo tenía como lo demuestran algunas grabaciones que realizó en reuniones de amigos y familiares, además de estar tocado con una gracia inusitada para decir "apaga y vámonos". Su vida fue difícil. Padre de familia numerosa y trabajador como ayudante en Transportes Cela que por una grave enfermedad en la vista tuvo que dejar quedando a expensas de una mísera pensión. Para buscar alguna ayuda se dedicó a vender lotería. A pesar de todo, nunca lo conocí con tristeza, siempre alegre. Falleció en 1993.

ANÉCDOTA EN CASA FLORES.
Recuerdo que una noche fuimos a la peña flamenca Tomás El Nitri, en El Puerto de Santa María, y antes de volver para Cádiz entramos en un bar de la Ribera del Marisco, en Casa Flores. Íbamos Ramón Jarana, Curro ‘La Gamba’, Paco Lazo, ‘El Aceitunero’ y yo. Al entrar le dice Ramón al camarero: «--Una botella de Fino Quinta. Y si no tiene, nos vamos». Y le dice al Aceitunero -señalando a un expositor- que todo lo que había allí quitaba el sentío: «--Esto es lo que tengo yo en la nevera de mi casa, y no tú, que lo que tienes son dos sardinas arenques y telarañas». De repente, nos sirven una bandeja de caña de lomo y le dice Ramón al camarero: «--Oiga, esto no se lo hemos pedido». El camarero, señaló a un señor que estaba en la barra, quien se acercó a nosotros. Era dueño de Osborne. Como Ramón había dicho que si no había Fino Quinta nos íbamos, y era un vino de su bodega, decidió invitarnos. Venga cante de Ramón y de Curro y bailes de Juan y de Paco Lazo. Otra botella y otra bandeja de langostinos. Y decía Ramón a Curro: «--¿Yo estoy soñando o despierto?». Y empezó a contar chistes y toda la clientela pendiente, y venga cante y baile, y otra de jamón, y nos dice este señor de Osborne: «--No os vayáis todavía». Y le contestó Ramón: «--Yo no me voy de aquí aunque aparezca por esa puerta uno de esos toros que tiene usted por las carreteras». El hombre, con lágrimas en lo ojos, no pudo más que espetar: «--¡Viva Cádiz!». Cuando nos despedimos Ramón, encima, le dijo: «--Aquí tengo todos los números de la lotería de mañana». Y el amable señor se los compró todos. /Texto: Felix Rodríguez Gutiérrez.

1

El Convento de Santo Domingo fue destinado a Instituto Laboral, habiendo recibido con posterioridad diferentes denominaciones. (Ver nótula núm. 56 en GdP). Reproducimos aquí sendas imágenes de la bendición del edificio como tal Instituto Laboral, a mediados de la década de los cincuenta del siglo pasado. /Fotos: Colección Vicente González Lechuga.

En la imagen vemos al niños Antonio Ortega Rojas hablando con el ministro de Educación Nacional, Joaquín Ruiz-Jiménez Cortés, y los niños Alejandro Muñiz, José Crespo LLorca, Francisco Ferrer Palacios, Manuel Moreno Romero; el Marqués del Arco Hermoso Alejandro Romero Osborne; a la izquierda de la imagen aparece el Conde de Osborne y a la derecha,  Luis Caballero Noguera y el que fuera director del centro, Manuel Martínez Alfonso.

En la imagen, el arcipreste de la Ciudad, Antonio Cía Moreno bendiciendo las instalaciones del Instituto ante el ministro de Educación, Joaquín Ruiz-Jiménez, en presencia del presidente de la Diputación, Juan Luis Martínez del Cerro y el Gobernador Civil, José María Rodríguez de Valcárcel.

De aquel fatídico 26 de septiembre de 1984, hace tres días se cumplieron 28 años de la trageria. De amanecida y procedente de Logroño, Francisco Rivera Pérez “Paquírri” aunque por separado de su cuadrilla, llegó a Pozo Blanco.

Paquirri (Antonio Velázquez) entra a la plaza de toros de Pozoblanco en una escena de la tv movie 'Paquirri' de Telecinco.

Después de un par de horas de descanso, a la hora prevista, su cuadrilla se dirigió al sorteo. Nada hacia presagiar la tragedia que se encadenaría horas más tarde. Se hicieron los lotes, y se procedió al sorteo. El Toro Avispado, había sido rechazado en nuestra Plaza Real, poca gente sabe, que la camada entera de la Ganadería de Sayalero y Bandrés fue tentada a vara. No digo que esto fuera el desencadenante de la tragedia pero pudo influir? Antes de la Corrida, el ambiente, dentro de lo que cabe, era de alguna manera distendido. Paco de manera inhabitual, jugo unas partidas a las cartas y se congratuló, de haberles ganado alguna que otra partida Camino de la plaza, comentó, con alguna que otra sonrisa.. "--.¡Señores, que serios estáis!" 'El Feíto' --Gregorio Cruz Vélez-- sin poder contenerse le espetó: "--Claro, como te lo has llevado todo!" La carcajada fue sonora, y es que efectivamente, se había llevado la nada desdeñable recaudación de doscientas pesetas. Y es que era como un niño grande, travieso y simpático.

Monumento a Paquirri delante de la Plaza de Toros de El Puerto.

Como ya he dicho todo parecía buenos presagios. La corrida, cerraba el ciclo en España, y podía parecer de –mero trámite-, pero… sobrevino la tragedia. Con la perspectiva de los años, todo parece un cúmulo de despropósitos y muy mala suerte. Ya casi todo esta dicho, pero… tras el telón, quien sabe si quedan muchas preguntas, que desafortunadamente, nadie responderá. Lo que no es justo es el cruce de acusaciones, de por qué a nadie se le ocurrió el traslado en helicóptero. Y yo me pregunto: ¿quien tenia la facultad de decir la gravedad existente? Acaso, esa persona no debería haber evitado el traslado, dada la gravedad? En fin ya no tiene sentido.

Cómo cada tarde de corrida, buscaba ocupación, pues llegada la hora me tendría centrada y dejaría de pensar en los escalofriantes sonidos de los clarines. Esa tarde, elegí el planchado de la ropa, al siempre temido sonido del teléfono, el corazón me dio un vuelco; la plancha cayo de bruces al suelo y casi me lesiono el pie.

La noticia de la cornada me dejó temblando, y solo pude articular: es muy fuerte? "--Y… ¿que ha sido con el capote?" No podía creerlo, mi nerviosismo fue en aumento, busque la emisora de Radio Nacional, pero no dieron nada, hasta que…… otra llamada me heló la sangre. Esta vez, fue Mili mi cuñada, había visto el Telediario, y me preguntaba si me había enterado. Ilusa de mí le dije: "--Sí, ya Gregorio me ha dicho que Paco ha tenido una cornada". La otra me decía: "--Pero ¿ha muerto?" "--Qué dices, no!, ha sido grave, pero…. muerto?" Si me hubieran pinchado, ni lo habría sentido. Efectivamente la Televisión, inmisericorde, daba la noticia del fallecimiento, del diestro. ¡Cómo era posible! Paquirri por su preparación, y por su profesionalidad, era un coloso, y un toro no iba a poder con él. Eso a todas luces era imposible!

Gregorio herrando, junto a Isabel Pantoja y Paquirri, metido a ganadero.

En décimas de segundo, recordé, todos los gratos momentos, vividos en mis visitas a Cantora. Tanto Paco como Isabel, fueron encantadores, y realmente, me siento honrada, de haber asistido a su enlace con Isabel Pantoja, y al bautizo de su hijo Francisco-Kiko-.Siempre le agradeceré, -precisamente en el bautizo-, como rodeándome por los hombros, me dijo: señora, perdóname, que te quite a tu marido tantas veces, pero... es que me hace falta. Esta pareja, tenía arte, a raudales y demostraban, lo grandes que eran con sencillez y sinceridad. Durante días, Gregorio y yo nos sentábamos, sin hablar contemplando su foto, nuestro pesar era hondo, y grande nuestro respeto, admiración y sobre todo agradecimiento. ¡Hasta siempre Maestro! (Texto: María Jesús Vela Durán).

5

Penetrar actualmente en e! mundo de! flamenco de los siglos XVIII y XIX es complicadísimo, y mucho más en sus orígenes, debido a la escasez de datos escritos existentes tanto en libros como en la prensa de la época.

Calle de la Rosa en los años sesenta del siglo pasado. A lo largo de la historia fue, junto a las calles Lechería y Rueda, así como Espelete y otras del Barrio Alto, lugar de residencia de familias gitanas.

Las familias gitanas de la provincia de Cáliz se transmitían oralmente, de padres a hijos en la mayoría de los casos, los estilos de cantes de cada clan que guardaban con gran orgullo y recelo, de manera que en algunos casos no cantaban para que no lo copiara alguien que ellos no querían. Este fue e! caso de Tomas e! Nitri1 que según cuentan nunca fue oído por e! gran Silverio Franconetti, ya que no quería que le cogiera el estilo personal de su cante.

Los datos sobre el ‘prehistórico’ cantaor Juan Cortés Monje, apodado ‘Tío Juan, El Cagón’, ha sido el resultado de una labor investigadora a lo largo de varios años, durante los cuales he mantenido muchas conversaciones con artistas y aficionados flamencos de la zona de El Puerto de Santa María, labor que se ha visto facilitada por la circunstancia de haberme criado en el antiguo barrio gitano de El Puerto de Santa María, cuando estaba enclavado en las calles La Rosa, Lechería y Rueda, en las que hoy día quedan pocas familias gitanas. Los datos más significativos y que han podido quedar registrados han sido confirmados, mediante intensa consulta en archivos municipales y parroquiales, unas veces con más suerte que otras.

Los primeros datos sobre este legendario cantaor flamenco son los citados por Demófilo (seudónimo de Antonio Machado y Álvarez, padre de Antonio y Manuel Machado, autor del libro ‘Colección de Cantes Flamencos’ de 1881) quien a su vez los toma de Juanelo de Jerez: cita un cante por toná de Juan Cagón, y en la relación de cantaores que incluye al final de su Colección de Cantes Flamencos lo considera de El Puerto de Santa María. /En la imagen de la izquierda, Antonio Machado y Álvarez, 'Demófilo'.

EL CANTAOR MAS ANTIGUO.
Tío Juan Cortés, El Cagón es el cantaor más antiguo registrado hasta la fecha, su nombre de bautismo era Juan Francisco María de la Paz Cortés Monje y nació en Jerez de la Frontera el día 21 de octubre de 1763, sus padres fueron Manuel Cortés y Luisa Monge, de raza gitana. Su bautismo tuvo lugar seis días más tarde en la iglesia capilla de San Juan de Letrán, según consta en el folio 304 del libro 38 del archivo parroquial.

EL PUERTO.
Desde muy pequeño vivió en El Puerto de Santa María, y a causa de ello, siempre se ha creído que era natural de esta ciudad, en la que contrajo matrimonio según la partida de casamiento existente en el Archivo parroquial de la iglesia Mayor Prioral del Puerto. Se casó con una gitana portuense de nombre María del Rosario Vargas Boneo (1775-1839), hija de Antonio Vargas y Antonia Boneo, el lunes veintiocho de septiembre de 1789. De este matrimonio nacieron cinco hijos, a los cuatro primeros  le pusieron de nombre Bartolomé, Fernando, Fernanda, y Tomasa, según consta en las partidas de nacimiento existentes en el archivo parroquial, no habiéndose encontrado la del último de ellos de nombre Juan, que fue el continuador de los cantes familiares y ha sido confundido con su padre, por muchos aficionados. En el padrón municipal de 1845 aparece registrado como Juan Cortés (hijo) como vecino de El Puerto, viviendo en la calle Muelle Reynoso número siete.

Otra referencia encontrada ha sido en el padrón de la época, en 1823 tenía una fragua en la calle Pescadería número 55, en la que trabajaba de herrero, profesión de gran tradición gitana en esta ciudad, de acuerdo con los datos registrados, junto a él convivían su esposa, su hijo Fernando (fallecido en 1830) y la mujer de éste, Manuela Soto natural de Puerto Real. Fue un hombre respetado y muy querido tanto por los gitanos como por los payos de la ciudad que le vio crecer.

Juan El Cagón falleció en 1833, y fue sepultado en el cementerio campal de la Santa Cruz de El Puerto de Santa María que estaba situado en las inmediaciones del actual cementerio municipal y de la ermita de Santa Clara y la partida de defunción dice textualmente: «En la ciudad de! Puerto de Santa María, el treinta de noviembre de mil ochocientostreinta y tres, se dio sepultura eclesiástica en e! cementerio de Santa Cruz, e! cadáver de Juan Cortés natural de esta ciudad casado con María del Rosario Vargas, recibió e! Santo Óleo, no testó, vivía en la Rivera, su entierro de sesenta reales y para que conste como colector».

LOS CANTES DE ‘EL CAGÓN’.
Sobre los cantes que hacía Juan Cortés hay que decir que se le atribuye ser el creador del cante por martinete, y que cantaba un amplio repertorio de palos flamencos, en contra de Juanelo de Jerez, que aunque no lo conoció, opina que Juan Cortés, El Cagón era cantaor de toná-liviana.

Se le suele considerar uno de los grandes puntales del cante gitano flamenco andaluz y por desgracia hoy olvidado. Estas dos opiniones me la han confirmado en distintas conversaciones algunas familias gitanas, viejos aficionados y cantaores antiguos de esta zona como el Viejo Agujeta, Arana ‘el Viejo’, José Breita y José de los Reyes, ‘el Negro', la idea sobre el origen del martinete en el Puerto de Santa María la mantenían algunos aficionados flamencos entre ellos el que fuera presidente tantos años de la Tertulia Falmenca ‘Tomás El Nitri’, Julio Pérez Flores. /En la imagen de la izquierda, José de los Reyes 'el Negro'.

DIEGO ‘EL GURRINO’.
Sobre la generalidad de los cantes de Juan Cortés hay que volver a los ya citados que junto a Tío Alonso ‘el del Cepillo’ quienes escucharon cantar a Diego ‘el Gurrino’  por seguiriyas y jaleos del Cagón, aunque no recordaban las letras de dichos cantes. Siempre se ha dicho que Diego ‘el Gurrino’ era familia de ‘los Cagones’, debido a su apellido Cortés y al carácter de su apodo, sin embargo lo único que tenía en común con dicha familia era su tipo de cante. No obstante, su hija Isabel ‘la India’ siempre dijo que su padre era descendiente de la dinastía de ‘los Cagones’ y que hacía los cantes de Juan.

Los aficionados y gitanos viejos del Puerto suelen opinar, según relatos antiguos, que todas las letras de cantes que hacen referencia a los malos tratos que han soportado los gitanos son debidas a ‘el Cagón’, a que él conoció la expulsión gitana promulgada por 1783, y que tuvo gran repercusión entre los gitanos que habitaban Jerez, Puerto Real, Sanlúcar de Barrameda, San Fernando, Cádiz y sobre todo los de El Puerto de Santa María, donde se crió, vivió y falleció.

...continúa leyendo "1.505. JUAN CORTÉS MONGE. ‘El Cagón’: 250 años de su nacimiento."

3

Foto tomada en el antiguo Tiro de Pichón de la carretera de Jerez, hoy Bodegas el Tiro de Osborne (c.1960). De izquierda a derecha, Pepe Gamero Cívico, Miguel Castro, Conde de Osborne (entonces título Pontificio), Joaquin Osborne Tosar y Alfonso Osborne Vazquez.

La imagen está tomada justo debajo de los eucaliptos que aparecen al fondo de la fotografía del chalet.

 

6

menesteo_museomunicipal_puertosantamaria«Supe de ti, primero, magnánimo ateniense,
héroe y divinidad ante los muros
sacrosantos de Troya, frente a la mar de Cádiz,
en las mismas arenas y al pie del mismo río
adonde tú, tal vez patrono y marinero
de las naves de Ulises, llegaste una mañana.»

Menesteo. Fundador y Adivino».
(Rafael Alberti. Ora Marítima)

La Historia del Mundo Antiguo está marcada por celos y venganzas, consecuencias de amores imposibles entre dioses y hombres. Así, para que Menesteo emprendiera la travesía mediterránea que le llevarse a los confines del mundo conocido, sobrepasara la bocana de la bahía de Cádiz y arribara en las benditas costas de nuestro Puerto, junto a río Criso, posteriormente Guadalete, tuvieron que suceder dos historias apasionantes: La de Teseo, rey de Atenas, y la de Paris, príncipe de Troya; ambos enamorados de una mujer marcada por la fatalidad, Helena. /En la imagen de la izquierda, imagen del rey ateniense Menesteo en la Guerra de Troya, procedente de un vaso griego de figuras rojas del 450 a.C. (LIMC VI.1, 1992, s.v. Menestheus. París, Louvre G 341). Identificación y pie de foto del Museo Municipal.

MENESTEO, REY DE ATENAS.
Tras 30 años de reinado, en el 1204 a.C, Teseo, bisnieto de Erecteo II de Atenas, tras el rapto de Helena, pierde el trono que lo usurpa su primo Menesteo, hijo de Péteo. [Greves, Robert: "Los mitos griegos", Ariel, 2007, pág 127). El fin de Teseo, ya lo sabemos, murió a manos de Licomedes. Según unas versiones, fue empujado al precipicio cuando contemplaba la ciudad desde un acantilado; según otras, la caída fue accidental. El reinado de Menesteo fue despótica y demagoga. Pensando que los dióscuros le ayudarían a obtener los favores de Helena de Troya, convenció a los atenienses para que acogieran a los dióscuros como benefactores y libertadores de la ciudad, algo que enfadó a príncipes y duques.


PROLEGÓMENOS DE LA GUERRA DE TROYA.
Nunca pudo imaginar el rey de Troya que el reclamo de Helena atrajera a lo más selecto de la Hélade. Temiendo Tindáreo que su decisión acarreara enemistades entre ellos, determinó aceptar el consejo de Ulises que, a cambio, obtuvo la ayuda de Tindáreo para casarse con Penélope. El consejo consistía en organizar pruebas que ayudasen a Helena en la elección. Antes debían aceptar la decisión de la joven y juraron sobre los restos de un caballo descuartizado que acudirían en auxilio del elegido si alguien la raptaba (algo sabría Ulises de las maquinaciones entre Paris y Afrodita).

La primera prueba consistió en una carrera de barcos de remos entre Menesteo, Sergesto, Cloanto y Gias. Al toque de trompeta, se lanzaron al mar y remaron. Gias iba el primero, pero se topó con un peñasco y no pudo continuar. Enfadado con su timonel, lo arrojó al mar. Cloanto tomó la delantera y se proclamó vencedor. Menesteo llegó después, por delante de Sergesto. En la prueba del tiro con arco, que consistía en acertar a un ave que pendía de un mastil, Menesteo cortó la cuerda, pero fue Acestes quien venció. Tras las pruebas, Helena eligió a Menelao, hermano de Agamenón que, a su vez, se casó con Clitemnestra.

MENESTEO, COMANDANTE ATENIENSE.
Heinrich Schliemann, Ilíada en mano, exploró la costa de los Dardanelos buscando el emplazamiento de la ciudad de Troya. Tras un tiempo analizando diversas colinas, dedujo que sólo podía hallarse en la de Hissarlik. El rico alemán la compró, e inmediatamente comenzó a excavar. No descubrió una Troya, sino nueve, una encima de otra. La duda sobre cuál de ellas había sido la destruida por los griegos surgió entre Troya 6 y 7. La sexta, fue destruida por un terremoto y la séptima por un incendio hacia 1200 a.C., después de diez años de sitio, aunque en el relato homérico el sitio sólo había durado cincuenta y un días. Los combates se produjeron a pie, cuerpo a cuerpo, y utilizando lanzas, picas, arcos y espadas. Uno de los comandantes de la vanguardia fue Menesteo.

Sobre el caudillaje de Menesteo algunos investigadores [Malcolm M. Willcock: "Iliada"; Hardcover, Nelson Thornes Limited) lo dudan, por tratarse de un personaje desconocido. El que debía figurar como caudillo de los atenienses es Demofonte, al que Homero desconoce.  Para Quinto de Esmirna, en cambio, en el sitio de Troya participaron ambos: Demofonte y Menesteo ["Posthoméricas", editorial Gredos, Madrid, 2004). No obstante, Menesteo aparece en diversos pasajes de la obra de Homero: «Después de oír sus palabras, el Atrida, muy complacido, siguió revistando a sus caudillos y encontró al egregio caballero Menesteo, hijo de Peteo, erguido entre los atenienses, duchos en el arte de la guerra, y cerca del prudente Ulises y los aguerridos cefalenios, que no habían oído los gritos del combate ni podían adivinar que hubieran sido rotos los juramentos.» [“Ilíada”, Edaf, 2001; pág. 97)

...continúa leyendo "1.500. MENESTEO. Fundador y adivino."

1

Esta fotografía se hizo el 23 de Junio en la puerta de el bar "La Perdiz" donde estaba nuestro cuartel general y centro de reuniones durante muchos años, muchísimos. Siempre tenía esa sonrisa en los labios, gracias Antonio.

Hace unos días, concretamente el domingo día 26 de Agosto de este año 2012, nos abandonó un buen, gran y querido de todos los Portuenses, su nombre Antonio Castejón, Antonio ‘el Cartero’, que vivía en una casa que había acondicionado estupendamente en la calle Cielos. Siempre alegre, agradable con todos, jamás le escuché hablar mal de nadie, siempre tenía una sonrisa en la cara, hasta cuando estaba bastante mal. Anécdotas de él muchas para escribir un libro, muchas copas, tertulias, excursiones, comidas, playas, veranos, inviernos, momentos buenos con él siempre.

Antonio donde quieras que estés, desde aquí tus amigos te echaremos de menos, te tendremos siempre entre nosotros, comentando y riéndonos de tus cosas y de esos momentos inolvidables, siempre te querremos como lo hicimos como cuando estabas con nosotros. Que Dios te tenga en su gloria. Descansa en Paz. /Texto y Foto: Vicente Ferrer Martí.

Se han cumplido estos días 310 años: la noticia de la declaración de guerra, junto con el rumor del posible arribo de una escuadra enemiga, provocó el temor en las localidades de la bahía gaditana, entre ellas El Puerto de Santa María, algunos de cuyos vecinos comenzaron éxodo hacia otras poblaciones menos expuesta al peligro.

La Bahía de Cádiz en 1700. Grabado.

El saqueo tuvo unas graves consecuencias, pero hay algunos puntos oscuros sobre él. El primero se refiere a lo extraño de que, apareciendo la flota angloholandesa en la Bahía el 24 de agosto, produciéndose el desembarco el 26 y la toma de Rota el 27, los vecinos de El Puerto no hubieron puesto a salvo, con antelación sus pertenencias. Según los testimonios recogidos, se dice que nunca pensaron que se iba a ocupar la localidad, pues el objetivo de los enemigos era la ciudad de Cádiz, tomarían el castillo de Santa Catalina para tener la entrada franca en la Bahía de Cádiz.

Se suele indicar que faltaban carruajes para el transporte de los enseres, el ejército había procedido a su embargo para usarlos en las operaciones militares. Los únicos prevenidos fuero los eclesiásticos de las iglesias parroquiales de Rota y El Puerto, que trasladaron los preciosos ornamentos sagrados desde sus localidades hasta la vecina ciudad de Jerez, y la plata de la iglesia portuense, por lo que pudiera pasar, fue llevada, hasta Arcos de la Frontera. Se supone que gran parte de los caudales, plata y joyas que tenían los particulares se pondrían a salvo junto con sus propietarios, muchos de los cuales se habrían marchado de El Puerto algunos días antes de ser ocupado la localidad.

Un segundo aspecto, según las fuentes consultadas, es que la mayor responsabilidad en la autoría del mismo se debe a las tropas invasoras, pero no totalmente. Se realizó en tres fases sucesivas: la primera por los mismos vecinos que se quedaron, porque suponiéndolo todo perdido, no dejaron casa sin registrar y robar; la segunda por los ingleses, aunque al principio se obtuvieron de hacer daño, lo ejecutaron después que vinieron de El Puerto a embarcarse, y la tercera por nuestros soldados y miqueletes, que acabaron de barrer lo que había quedado.


LOS ACONTECIMIENTOS DE FINALES DEL VERANO DE 1702.
Desde meses antes de iniciarse el conflicto se venía organizando por los ingleses y holandeses una expedición que asentara un duro golpe sobre el tráfico comercial entre la península y las Indias. La declaración de guerra a mediados del mes de mayo de 1702 no hizo sino acelerar los preparativos, por lo que el 12 de julio la flota estaba dispuesta para partir hacia su objetivo, la expedición debería servir para apoderarse de algunas plazas del sur de la península.

Ocupada esta porción meridional de España y con la aceptación de sus naturales del archiduque Carlos como rey, se podría producir, tal como ciertos rumores difundían, una reacción en cadena, con múltiples y sonadas adhesiones, que terminaría adjudicando la  Corona de España al pretendiente de la Casa de Austria. Por otro lado, ingleses y holandeses perseguían objetivos más prácticos y concreto. Así, se pensaba interceptar la flota que se sabía regresaba de las Indias y apoderarse de todo su cargamento.

Con ello se conseguiría no sólo provocar un colapso económico en las finanzas de Felipe V sino, de paso coadyuvar con el botín a sufragar los cuantiosos gastos de la empresa. En el caso de no apoderarse de la flotas de Indias, no se descartaba la posibilidad de conquistar alguna población importante, siendo la ciudad de Cádiz, origen y destino de las flotas de Indias, la señalaba en los planes.

En esta línea, los ingleses no hacían sino reincidir en un objetivo clásico de sus ataques contra la monarquía española. Además de las múltiples veces que escuadras inglesas se acercaron o bloquearon la  Bahía gaditana, son célebres los asaltos de Cádiz que se llevaron a cabo en los años 1587, 1596, 1625, destacando el segundo de ellos, cuando el duque de Essex logró apoderarse de la ciudad y obtener un fabuloso botín.

La armada aliada anglo-holandesa se componía por parte de la británica de 30 navíos, 6 fragatas, 2 corbetas, 5 bombardas con 2578 cañones y 9 brulotes 16440 hombres de tripulación y por parte holandesa, 20 navíos, 3 fragatas, 3 bombardas y 3 brulotes, con 1585 cañones y 10855 tripulantes. Además, se contabilizaban múltiples naves auxiliares. A ello habría que añadir el cuerpo expedicionario que actuaría en tierra. La flota inglesa la mandaba el almirante sir George Rooke y la holandesa el teniente almirante Philip van Almonde.

Frente a esta enorme contingente naval y terrestre las defensas de la Bahía de Cádiz no eran numerosas ni las mejores. Desde el mismo momento que Felipe V accedió al trono de España eran concientes los ministros de la monarquía de que la guerra sería inevitable y, por ello, comenzaron pronto los preparativos para la misma. En fecha tan temprana como junio de 1701, recibió el cabildo de El Puerto una carta del marqués de Leganés, Capitán General de la Mar Océano, costas y ejército de Andalucía, en que ordenaba buscar alojamiento para una compañía de caballería. Del mismo modo, a comienzos del mes de diciembre de 1701, algunas galeras de Francia ya se encontraban, junto con otras españolas, en la Bahía, concretamente fondeadas en el río Guadalete, tenían planes de pasar allí todo el invierno.

En cuanto al estado de las fortificaciones y baluartes se detectan luces y sombras. La ciudad de Cádiz, tras sufrir las consecuencias del estado inglés de 1596, había llevado a cabo durante el siglo XVII diversas obras con el objeto de rodear el perímetro urbano de un sistema de murallas y defensas artilladas. El último tramo de la muralla, el que correspondía al Campo del Sur, junto con una renovación general de las piezas de artillería de la plaza, se había realizado tan sólo dos años antes del ataque de 1702. Del mismo, los fuertes de Matagorda y Puntales, bien pertrechados, impedían el acceso franco de los buques al segundo e interior seno de la  Bahía, lugar donde el posible desembarco de las tropas, por las mejores condiciones del terreno y de la mar, se podría haber realizado más fácilmente permitiendo un ataque directo por tierra sobre Cádiz.

El fuerte de Santa Catalina en la playa del mismo nombre. /Foto: Javier de Lucas.

EL PUERTO, INDEFENSO.
La ciudad gaditana se encontraba convenientemente protegida no ocurría lo mismo con el resto de la Bahía. El desarrollo demográfico originó una expansión urbana fuera de los recintos amurallados. Localidades como El Puerto, Rota o Jerez había perdido, por estas causas, toda su capacidad defensiva.

...continúa leyendo "1.491. EL ASALTO ANGLO-HOLANDÉS DE 1702."

El 20 de enero de 1961 se reunían unos amigos y clientes coincidentes en el desaparecido Tabernón Sánchez, en la confluencia de las calles Ganado y Melero, mientras degustaban los vinos de la Bodega González Rico, cuya solera hoy mantienen en la calle Misericordia la familia Basteiro. /Foto: Colección V.G.L.

Uso de cookies

Este sitio web utiliza cookies para que usted tenga la mejor experiencia de usuario. Si continúa navegando está dando su consentimiento para la aceptación de las mencionadas cookies y la aceptación de nuestra política de cookies, pinche el enlace para mayor información.

ACEPTAR
Aviso de cookies