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Hace 30 años, ell 16 de mayo de 1982 el que fuera Secretario General del Partido Comunista de España entre 1960 y 1982, el histórico dirigente Santiago Carrillo  --uno de los artífices de la Transición Española-- daba un mitin en el Parque Calderón, acompañado entre otros, por el alcalde de la Ciudad, a la sazón Rafael Gómez Ojeda y el también edil Manuel Espinar Galán, junto a otros miembros de los comités local y provincial de dicho partido. Las fotografías pertenecen al Archivo Histórico del PCE de El Puerto de Santa María. /Fotos: Rafa.

Un atiborrado Parque Calderón escuchó al lider eurocomunista, quien compatibilizó su clara militancia republicana con su admiración por S.M. el Rey, con quien mantenía una excelente relación.

Muchos porteños de a pie acudieron a la convocatoria.

La mesa que presidía el mitin, con el alcalde Rafael Gómez Ojeda, el edil Manuel Espinar Galán y el miembro del Comité Local del PCE Revuelta, entre otros.

El papel de Santiago Carrillo en el tránsito a la democracia ha sido reconocido unánimente por dirigentes de todos los partidos y políticos con los que compartió debates y responsabilidades.

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Isabel Andrés con la tarta Selva Negra, y la tarta típica del Puerto, dos de los productos que hicieron famosa a la firma y que ahora han recuperado.

La pastelería Selva Negra, una conocida confitería de El Puerto de Santa María ha vuelto a abrir despacho en la ciudad y de la mano de la misma familia que la tenía. El establecimiento está situado en el número 20 de la avenida de La Libertad, en la zona nueva de El Puerto y cuenta con obrador propio tanto de pastelería como de panadería. Además, el local, ofrece  cafetería propia donde se puede desayunar o merendar con pan o disfrutando de las especialidades de bollería y confitería que elaboran.

El nuevo despacho abre de la mano de Isabel Andrés Calvo, que ya era copropietaria junto a su ex marido, Fernando Jiménez cuando se fundó la empresa en 1986 y sus hijos, Fernando Jiménez Andrés que es el maestro pastelero y Jennifer Jiménez Andrés, que se encarga de atender el establecimiento que tienen en Jerez.

La vuelta a la actividad de la familia al ramo de la pastelería, después de que cerraran su establecimiento en El Puerto en el año 2006, situado en la plaza de España, frente a la Iglesia Mayor,  se produjo en 2011 cuando adquirieron el obrador de panadería y pastelería “Delicia Rosa”. Bajo esta enseña cuentan con otros dos establecimientos, uno en la calle Porvera número 31, en Jerez, y otro en el centro comercial El Paseo en El Puerto de Santa María.

La tarta de frutas, una de las especialidades de la pastelería.

En el inicio del verano han añadido este tercer establecimiento pero para él han preferido escoger el antiguo nombre de la empresa “Selva Negra” ya que “con él somos  muy conocidos en la ciudad y queremos mantenerlo” señala Isabel Andrés.
En principio la idea de la pastelería es mantener los dos nombres, el de Delicia Rosa y el de Selva Negra, aunque ya han unificado los productos que tienen, que son los mismos en todos los establecimientos. Isabel señala que han decidido mantener la línea de panadería artesanal que había ya puesto en marcha Delicia Rosa . Así cuentan con panes de estilo gallego que elaboran ellos mismos en el obrador de Arcos, además pan de campo, multicereales u otros tipos de piezas especiales.

A ello han unido los pasteles y tartas que ya tenía en su catálogo Selva Negra. De la elaboración se ocupa Fernando Jiménez Andrés, el hijo de Isabel. El continúa haciendo la famosa tarta “Selva Negra” que le dió nombre a la pastelería. Es una especialidad alemana aunque la familia la conoció cuando estuvieron en Venezuela. Fernando la elabora de la forma clásico utilizando incluso amarenas, unas guindas salvajes que se obtienen en los bosques de Centroeuropa, además de guindas españolas. La tarta lleva más ingredientes como chocolate, nata trufada y un bizcocho también de chocolate.

La mousse de chocolate y el pocito, dos de las especialidades de Selva Negra.

TARTA TÍPICA DEL PUERTO.
Selva Negra también era muy conocida por elaborar la “tarta típica de El Puerto” que han vuelto a fabricar ahora, incluso con la misma caja. Se trata de una tarta de almendras que se adorna con  mermelada de frambuesas. Isabel Andrés señala que puede “recordar en textura a la tarta de Santiago. La hicimos así, con mucha almendra, porque encontramos datos de que en El Puerto de Santa María había mucho cultivo de este producto”. La tarta es idónea para regalar como recuerdo ya que está en perfecto estado durante 3 semanas sin necesitar frío y es fácilmente transportable.

Junto a las tartas, que es una de las especialidades de Fernando Jiménez, los bollos y también dulces típicos de la zona. Así elaboran su propia versión de un dulce muy famoso en Jerez, el pocito, que lleva una base de pasta brisa sobre la que se coloca una especie de crema pastelera rodeada de un fino bizcocho, muy parecido a la lengua de gato. Por encima se espolvorea con canela. Las especialidades que tienen más éxito, además de el pocito, son la mousse de chocolate o la de limón o el surtido de pastelería francesa. (Texto y Fotos: Pepe Monforte).

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menesteo_museomunicipal_puertosantamaria«Supe de ti, primero, magnánimo ateniense,
héroe y divinidad ante los muros
sacrosantos de Troya, frente a la mar de Cádiz,
en las mismas arenas y al pie del mismo río
adonde tú, tal vez patrono y marinero
de las naves de Ulises, llegaste una mañana.»

Menesteo. Fundador y Adivino».
(Rafael Alberti. Ora Marítima)

La Historia del Mundo Antiguo está marcada por celos y venganzas, consecuencias de amores imposibles entre dioses y hombres. Así, para que Menesteo emprendiera la travesía mediterránea que le llevarse a los confines del mundo conocido, sobrepasara la bocana de la bahía de Cádiz y arribara en las benditas costas de nuestro Puerto, junto a río Criso, posteriormente Guadalete, tuvieron que suceder dos historias apasionantes: La de Teseo, rey de Atenas, y la de Paris, príncipe de Troya; ambos enamorados de una mujer marcada por la fatalidad, Helena. /En la imagen de la izquierda, imagen del rey ateniense Menesteo en la Guerra de Troya, procedente de un vaso griego de figuras rojas del 450 a.C. (LIMC VI.1, 1992, s.v. Menestheus. París, Louvre G 341). Identificación y pie de foto del Museo Municipal.

MENESTEO, REY DE ATENAS.
Tras 30 años de reinado, en el 1204 a.C, Teseo, bisnieto de Erecteo II de Atenas, tras el rapto de Helena, pierde el trono que lo usurpa su primo Menesteo, hijo de Péteo. [Greves, Robert: "Los mitos griegos", Ariel, 2007, pág 127). El fin de Teseo, ya lo sabemos, murió a manos de Licomedes. Según unas versiones, fue empujado al precipicio cuando contemplaba la ciudad desde un acantilado; según otras, la caída fue accidental. El reinado de Menesteo fue despótica y demagoga. Pensando que los dióscuros le ayudarían a obtener los favores de Helena de Troya, convenció a los atenienses para que acogieran a los dióscuros como benefactores y libertadores de la ciudad, algo que enfadó a príncipes y duques.


PROLEGÓMENOS DE LA GUERRA DE TROYA.
Nunca pudo imaginar el rey de Troya que el reclamo de Helena atrajera a lo más selecto de la Hélade. Temiendo Tindáreo que su decisión acarreara enemistades entre ellos, determinó aceptar el consejo de Ulises que, a cambio, obtuvo la ayuda de Tindáreo para casarse con Penélope. El consejo consistía en organizar pruebas que ayudasen a Helena en la elección. Antes debían aceptar la decisión de la joven y juraron sobre los restos de un caballo descuartizado que acudirían en auxilio del elegido si alguien la raptaba (algo sabría Ulises de las maquinaciones entre Paris y Afrodita).

La primera prueba consistió en una carrera de barcos de remos entre Menesteo, Sergesto, Cloanto y Gias. Al toque de trompeta, se lanzaron al mar y remaron. Gias iba el primero, pero se topó con un peñasco y no pudo continuar. Enfadado con su timonel, lo arrojó al mar. Cloanto tomó la delantera y se proclamó vencedor. Menesteo llegó después, por delante de Sergesto. En la prueba del tiro con arco, que consistía en acertar a un ave que pendía de un mastil, Menesteo cortó la cuerda, pero fue Acestes quien venció. Tras las pruebas, Helena eligió a Menelao, hermano de Agamenón que, a su vez, se casó con Clitemnestra.

MENESTEO, COMANDANTE ATENIENSE.
Heinrich Schliemann, Ilíada en mano, exploró la costa de los Dardanelos buscando el emplazamiento de la ciudad de Troya. Tras un tiempo analizando diversas colinas, dedujo que sólo podía hallarse en la de Hissarlik. El rico alemán la compró, e inmediatamente comenzó a excavar. No descubrió una Troya, sino nueve, una encima de otra. La duda sobre cuál de ellas había sido la destruida por los griegos surgió entre Troya 6 y 7. La sexta, fue destruida por un terremoto y la séptima por un incendio hacia 1200 a.C., después de diez años de sitio, aunque en el relato homérico el sitio sólo había durado cincuenta y un días. Los combates se produjeron a pie, cuerpo a cuerpo, y utilizando lanzas, picas, arcos y espadas. Uno de los comandantes de la vanguardia fue Menesteo.

Sobre el caudillaje de Menesteo algunos investigadores [Malcolm M. Willcock: "Iliada"; Hardcover, Nelson Thornes Limited) lo dudan, por tratarse de un personaje desconocido. El que debía figurar como caudillo de los atenienses es Demofonte, al que Homero desconoce.  Para Quinto de Esmirna, en cambio, en el sitio de Troya participaron ambos: Demofonte y Menesteo ["Posthoméricas", editorial Gredos, Madrid, 2004). No obstante, Menesteo aparece en diversos pasajes de la obra de Homero: «Después de oír sus palabras, el Atrida, muy complacido, siguió revistando a sus caudillos y encontró al egregio caballero Menesteo, hijo de Peteo, erguido entre los atenienses, duchos en el arte de la guerra, y cerca del prudente Ulises y los aguerridos cefalenios, que no habían oído los gritos del combate ni podían adivinar que hubieran sido rotos los juramentos.» [“Ilíada”, Edaf, 2001; pág. 97)

...continúa leyendo "1.500. MENESTEO. Fundador y adivino."

Carpintería 14 es el nombre de la calle donde se encuentra nuestro Indoor, en el polígono de El Palmar, en El Puerto de Santa María, Cádiz. La historia empezó en el 2010 cuando el ayuntamiento hizo un Skate Park de hormigón en una urbanización de la ciudad, pero no fue una buena obra. Aún así hizo que algunos volviéramos a coger el patín y picarnos hasta descubrir que el hormigón estaba demasiado duro y el parque demasiado mal hecho. En ese momento se nos apareció la oportunidad de introducirnos en una nave que nos prestaban mientras la nave se vendía. Esto sería por febrero de 2011.

El sueño terminó cuando nos dejaron en la calle por septiembre de 2011 con dos minis, un plano y un quarter corner todo metido en casa de un colega... Entonces creamos el Old School Skateboarding Club, a finales del 2011 o principios del 2012, ya que teníamos claro que, o conseguíamos una nave vacía del ayuntamiento, cosa ardua y complicada, o buscábamos naves por los polígonos hasta dar con una que cumpliera con nuestras expectativas: suelo pulido, diáfana (sin columnas), con aseo, con una pequeña oficina y por supuesto, barata.

Así que, lo del 2010 pintado en la pared, es más algo "romántico" de cuando empezamos a reunirnos en el parque y pensar que podríamos hacerlo... y lo hemos hecho, hemos alquilado una nave a nombre del club, que pagamos con nuestras cuotas mensuales, y hemos construido nuestro sueño, un indoor de madera donde poder patinar tranquilos.


Autor: Old School Skateboarding Club

Construyen: Poli Rodríguez (metal), Ángel Luís Pérez (metal), Rober Troncoso, Diego García, Salvi Sánchez, Borja Benjumeda y David "Mosqui" Domínguez.  Patinan: David "Mosqui" Domínguez, Álvaro Brady, Abel Moreno, Alfonso Merello, Poli Rodríguez, Ángel Luís Pérez, Borja Benjumeda y Pablo Marley.  Cámaras: Borja Benjumeda y Dani González. Fotos y edición: Borja Benjumeda.

Ahora que afortunadamente, los clarines del miedo han dejado de sonar, para mi torero favorito, me conmueve el sufrimiento callado, y el llanto de la mujer de un torero. Afortunadamente, mi torero, no ha tenido ningún percance de importancia, alguien podría pensar: «Así habrá sido de malo!». No. No os equivoquéis, mi torero se la jugaba todos los días, que hacía el paseíllo y, aunque el brillo de su vestido no era dorado, su plata ha brillado con destellos de torería, entrega, pundonor. Y maestría. En estos difíciles momentos, para la familia de Juan José Padilla, no solo me conmuevo con el sufrimiento, del torero, si no con el de padre, por la inquietante zozobra, del incierto futuro, que le espera Seguro que con esa casta de hombre y torero valiente, solventa todas las dificultades, y vuelve a sonreír, con la íntima satisfacción, de descartar por fin, esos negros nubarrones, en esos puntuales momentos de decaimiento.

Estoy segura que volverá a ver en las caritas de sus preciosos niños, la alegría al comprobar que su padre vuelve a ser ese hombre, lleno de esperanzas e ilusiones toreras. Ojalá Dios obre el milagro! Un torero a pasar del miedo, los años, o el infortunio, solo es feliz viviendo y sintiendo en torero. No puedo ponerme en la piel de su esposa, pues afortunadamente, no he pasado por esa dolorosa experiencia, pero estoy segura de que es la fuerza, la valentía, la estabilidad y el equilibrio emocional que su marido y sus niños necesitan.

Gregorio Cruz Vélez con Emilio Muñoz.

Las mujeres de los toreros, siempre estamos en la sombra, no somos nosotras sino ellos, los protagonistas, de esa lucha diaria, del toro del asfalto, y del ruedo; pero si somos esa voz de ánimo, y discreta cercanía en los momentos bajos. En esos momentos en los que las cosas no ruedan, como uno quisiera, y se está decidido en tirar la toalla, y olvidar esta bendita locura del toro .¿Qué decir en esos momento? Pues hay que revestirse de gratitud, y generosidad, olvidando tus íntimos deseos, y hacerle ver que solo viviendo en torero lograra ser plenamente feliz. Qué las dificultades son un reto, por vencer, y que nosotras sus mujeres confiamos más que ellos mismo en sus posibilidades. No! No somos heroínas, somos simplemente consecuentes, y conocedoras de que no podemos competir, con el veneno del toro, pero-….. aprendemos a convivir con ello y, a verlo, no como a nuestro enemigo, sino como una parte intrínseca de nuestro” otro yo”. Me viene a la memoria, la “liturgia” de preparar la maleta torera, esa maleta del miedo, de la responsabilidad, de las oraciones y de la lejanía.

Con  el diestro Paco Ojeda camino de la corrida goyesca en Ronda de 1987. /Foto: Arjona.

Los días previos a las corridas de Madrid y Sevilla, eran días “raros” de muchos nervios y preocupaciones. Bien sabía, lo que todos se jugaban en estas plazas. Sevilla es la cuna del arte, y la majestuosidad. Esta es una plaza exigente, pero respetuosa con los toreros. Torear en Sevilla es como un “quejío hondo y doliente” que hace que se pare el tiempo, cuando el torero, se olvida hasta de su cuerpo y es uno en armonía con el burel. Madrid, es la que da categoría y pone ricos a los toreros Personalmente, mucho le debe mi torero a esta plaza. Ha sido con mucho la más generosa, en cuanto a reconocimiento, y respeto. Feita todo preparado? Si, aquí tienes: las camisas, el corbatín, las medias, los tirantes, las zapatillas esta todo? Que trajes te vas a llevar? Durante años, ésta ha sido nuestra rutina los vemos salir con esa pesada maleta, con los capotes de brega y con la ilusión de que el matador forme un” lio muy gordo” y él pueda lucirse.

Distinción de la Real Maestranza de Sevilla, en 1998.

Y ahora qué? Pues ahora queda la angustia, de la carretera, por Dios, que el chofer no se quede dormido, que llame cuando llegue. Por fin llega la hora. No siempre son las cinco de la tarde, pero desde esa hora, estoy arisca, todo me choca, no quiero ver a nadie, prefiero vivir mi miedo a mi manera, sola sin que nada ni nadie me perturbe. Dios mío, que no le pase nada! Perdón señor, a ningún torero, no solo al mío. Ya deben haber hecho el paseíllo, la plaza debe estar a rebosar. Sí, es bonito el colorido, el ambiente, pero nada de eso me importa. Les tocara ahora a ellos? Sí, estoy segura! El sonido de los clarines, resuenan en mi cabeza y me erizan el vello. Nada, no dan nada en la radio, habrá que esperar! Veinte minutos, de angustiosa espera, no suena el teléfono, bien eso está bien! La cosa marcha sin problemas afortunadamente. Los vente minutos se hace eternos, pero…. por fin, el informativo horario, su torero a formado un lío muy gordo y él ha puesto unos pares de banderillas de poder a poder, que ha crujío la plaza. Lo han obligado a desmonterarse, ni se había enterado, de que ha sonado la música, en su honor, por esos soberbios pares. Uffffff gracias Dios mío.  (Texto: María Jesús Vela Durán).

Más información de Gregorio Cruz Vélez en GdP. Nótula 720.

Nicolás Terry Martínez, ‘Coli’, es un apasionado de la náutica que trabaja en ella. Hijo de una familia bodeguera --su padre fue director del laboratorio de Bodegas Carlos y Javier de Terry (501), siempre tuvo claro que había que trabajar y que mejor que en los entresijos de un deporte que es una de las razones de ser de la Bahía de Cádiz.

Coli empezó como Relaciones Públicas del  pub Tharsis en la plaza de la Herrería. Pronto su afición a la vela le llevaría a trabajar en ese mundo y llegó a ser Director de Regatas de Puerto Sherry en sus comienzos. Hace años que trabaja en la comunicación y organización de eventos de vela a través de su empresa Nicolás Terry Regatas, participando activamente en eventos de primer nivel en nuestro país, lo que simultanea con el ejercicio del periodismo deportivo. Persona vehemente, de gran corazón y apasionado en cuanto pone su esfuerzo es un referente de El Puerto de Santa María en la vela internacional. (Texto: J.M.M.).

En 1988, durante una reunión de antiguos alumnos de San Luis Gonzaga: de izquierda a derecha: Felipe Perez, Jose Mari Velarde, Miguel Leon, Nicolás Terry, Pepin Muñoz; Pepe Mesa.

--Treinta años después, la Copa del Rey de Vela es considerada la mejor regata del mundo. ¿Por qué?  --Aquí viene la élite mundial de la vela porque esta regata tiene una gran difusión mediática y tiene una gran difusión mediática porque viene la élite mundial de la vela.  Además, es el único lugar en el que los regatistas amateurs pueden participar con los profesionales. Figúrese, es como si un aficionado de la Fórmula 1 pudiera correr con los grandes pilotos. --¿Y la regata de Mallorca qué circuito sería?  --Mónaco, sin duda, el más glamuroso y también el más técnico.

--¿Y quién sería  Alonso? --Más que hablar de un Fernando Alonso, que no me atrevería, hablaría de la hornada de jóvenes regatistas que sorprenden por su desparpajo dentro y fuera del barco. Tendría que ver a un chico como José María van der  Ploeg, el benjamín de la flota, qué cabeza tiene dentro del barco y, al tiempo, con qué naturalidad se enfrenta a una entrevista en televisión. --Bueno, su padre fue medalla de oro en Barcelona. Eso es tener mucho camino hecho. --Claro, eso es como haber nacido en un barco.

--¿Qué porcentaje hay de glamour y cuánto de deporte en la regata? --El glamour es una parte muy importante de la regata, es necesario. La implicación de la Familia Real es fundamental. Yo diría que un 70% es deporte y un 30% glamour. --Entre tanto rico, lo mismo hay por aquí algún directivo de las agencias de calificación. --No me hable de esa gente. Como me encuentre a un tipo de Moody's en la regata lo pongo de boya y ahí se queda para los restos.


Nicolás Terry, en el centro, junto a Mara Escassi con el Equipo Oficial de  Comunicación de la Copa del Rey Audi Mapfre.

EL REY.
--Sé poco de vela, pero confieso que en su día pensaba que al Bribón lo dejaban ganar cuando iba el Rey. --Ja, ja, le aseguro que en el mar nadie conoce a nadie y ningún competidor a babor o estribor iba a dejar pasar al barco del Rey. --¿Qué tal regatista era? --Un regatista con talento. El talento se mide por la capacidad de anticiparse a los roles, los cambios de viento. Él la tenía, pero no podía navegar tanto como quería. Llevaba la caña, que es el que marca la pauta, en una época en que todo era muy manual, no como ahora, que los barcos llevan una electrónica a la que sólo le hace falta hablar. --Hablando de la Familia Real, pienso que un gesto tan nimio como que los príncipes se besen en la regata ya supone un incremento del impacto económico. --Sin duda. Y si lo hacen en un lugar en el que se vean los logotipos de Audi y Mapfre, los patrocinadores de la regata, mucho más. No, en serio. Sin la presencia y apoyo de la Familia Real, esta competición no sería lo mismo.

LA CRISIS.
--Con la crisis, ¿no hay problemas de patrocinadores? --Los grandes eventos como éste son rentables y están dentro de las estrategias empresariales. Son las regatas pequeñas las que más sufren los problemas de patrocinio. --¿Hay paro en el mundo de la vela? --Aquí no se libra nadie. En grandes yates y barcos de millonarios han bajado mucho los días de navegación. Muchas tripulaciones han quedado reducidas a retenes de mantenimiento y grandes proyectos de eventos están sin financiación.

Desde que tenían 10/11 años aún se reúnen, casi todos los viernes, a cenar. De izquierda a derecha, de pie Tuty Pastor, Miguel Lizaso, Miguel Silóniz y Juan Carlos Ballesteros. Sentados, Javier Merello, Javier Gómez, Nicolás Terry (Coli), Jorge Gutiérrez y Falele Osborne.  Al fondo, sentado, el cuñado de Falele, Paquito.

--¿Por qué Andalucía no tiene una regata de estas dimensiones? --La tuvimos. La regata de Puerto Sherry, a finales de los 80, llegó a tener un barco más que la Copa del Rey, pero entró en una espiral de lucha de egos por sus organizadores, que miraban más por ellos que por la regata y acabó en lo que es ahora, una regatita.

--En el interior se dice "eres más aburrido que una carrera de balandros". --Quien lo dice será porque lo conoce poco. La modalidad barco contra barco, como la Copa América, es apasionante, y aquí, que son todos contra todos, el colorido y la espectacularidad está fuera de dudas. Tiene el problema de que no se disputa en un estadio y no es fácil seguirlo en directo, pero, como supondrá, eso es inevitable.

--Hábleme de su regatista favorito, de su ídolo. --Peter Blake, sin duda, un neozelandés que lo ganó todo como regatista y que fue un sensacional organizador de eventos. Cuando estaba en lo más alto, lo dejó todo para irse al Amazonas para sensibilizar sobre  la  destrucción de la selva. Allí le mataron. Su barco, el Seamaster, fue asaltado por piratas.

LA VELA: ¿DE PIJOS O DE MASAS?
--Es una bonita historia, pero la gente asocia más la vela a la gente pija. --Yo creo que la vela se ha desprendido de su imagen elitista. Las imágenes de Mario Conde con dos kilos de gomina en el coco sentado en la popa de un barco en esta regata hizo mucho daño, pero eso no es la vela. Ahora no hay pueblo costero que no tenga una escuela de vela y miles de niños aprenden a navegar. --Hombre, de masas no es. --El trabajo que se hace en esas escuelas es increíble. No diré que de masas, pero la vela crece en seguidores. Es cierto que donde no hay mar hay una afición increíble y donde lo hay, no tanta. El mundo al revés.  --No todo el mundo puede permitirse un barco. --Bueno, lo que cuesta mucho dinero es la alta competición, pero eso ocurre en muchos deportes. --Siempre ha sido crítico con la Federación de Vela. ¿Lo sigue siendo? --Es una batalla perdida, son siempre los mismos. Miran por ellos, no por la vela. Habrá elecciones tras las Olimpiadas y ya han nombrado un delfín. Más de lo mismo.

--Es navegante. ¿Su lugar favorito para hacerlo? --La Bahía de Cádiz. --Eso es patriotismo. Dígame otro. --Las rías gallegas tienen una grandiosidad que emociona. Navegar por Finisterre es una sensación única. --¿Pasó el Cabo de Hornos? --No, y mucho que me pesa porque ya no tengo edad. Espero algún día ir a verlo, aunque sea en tierra. (Texto: Pedro Ingelmo).

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Eugenio Espinosa es el autor de esta instantánea tomada en 1965 en el Garage Aduana. Sosteniendo el carro, Miguel Pineda Martí; de arriba abajo y de izquierda a derecha: Fosco Valimaña Cogollo de Tudela, Bartolomé Sánchez Selma, Mariano Barriola Menacho, Ignacio Valimaña, Francisco Marín Gallardo  y Rafael Marín Gallardo. /Foto: Colección V.G.L.


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Esta fotografía se hizo el 23 de Junio en la puerta de el bar "La Perdiz" donde estaba nuestro cuartel general y centro de reuniones durante muchos años, muchísimos. Siempre tenía esa sonrisa en los labios, gracias Antonio.

Hace unos días, concretamente el domingo día 26 de Agosto de este año 2012, nos abandonó un buen, gran y querido de todos los Portuenses, su nombre Antonio Castejón, Antonio ‘el Cartero’, que vivía en una casa que había acondicionado estupendamente en la calle Cielos. Siempre alegre, agradable con todos, jamás le escuché hablar mal de nadie, siempre tenía una sonrisa en la cara, hasta cuando estaba bastante mal. Anécdotas de él muchas para escribir un libro, muchas copas, tertulias, excursiones, comidas, playas, veranos, inviernos, momentos buenos con él siempre.

Antonio donde quieras que estés, desde aquí tus amigos te echaremos de menos, te tendremos siempre entre nosotros, comentando y riéndonos de tus cosas y de esos momentos inolvidables, siempre te querremos como lo hicimos como cuando estabas con nosotros. Que Dios te tenga en su gloria. Descansa en Paz. /Texto y Foto: Vicente Ferrer Martí.

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Juan Pablo Jareño es un portuense nacido en Cádiz, que estudió en San Felipe Neri y que, en la actualidad, vive en Tenerife. A nuestra Ciudad llegó en 1978 siendo uno de los disk-jockeys mas conocidos de la zona. Hermano del actual Decano del Colegio de Abogados de la provincia, José Manuel Jareño, tiene una relación con Eva Saiz Guerrero.

En nuestra Ciudad inauguraría discotecas --detrás de los mandos musicales-- tales como Safos, Eclipse (de Alexis Ruiz, presidente de Discotecas y Salas de Fiestas de Andalucía) y Pantalan K, en Puerto Sherry. Ha trabajado, también, en El Puerto en El Jardín, Pachá, Joy Sherry, El Oasis, Bar La Ribera, April Discoteca, en Rota, también bajo la dirección de Alexis Ruiz y muchas más.

En la imagen de la izquierda, en April Discoteque, en Rota y a la derecha, con Miss España, Rocío Martín y sus damas.

Sus mas de 25 años de disc-jockey profesional comenzó en El Puerto en la Boite-Discoteca El Papagayo, en Fuenterrabía. En la actualidad ejerce como embajador de  nuestra ciudad en Tenerife.

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Corría  el año 1964, cuándo por fin, mis hermanas soltaron ‘lastre’ y me permitieron, disfrutar de los paseos dominicales, en compañía de mis amigas. Yo no podía creerlo, después de cantar en el coro del maestro Dueñas en la misa de nueve, y de desayunar en el Xixon-bar --frente a las Esclavas-- esos picatostes tan buenos,  iba a reunirme con mis amigas, ¡yo sola!. Ni  que decir tiene, que estaba impaciente.

La autora de la nótula, rodeada de sus hermanas, de izquierda a derecha, Kika, Maria Jesús y Conchita Vela Durán.

Ya  con mis amigas-compañeras del Colegio, y vecinas de la Placilla,  el buen tiempo,  nos permitió llegar hasta el final de Parque, y cruzar el Puente San Alejandro, hasta el otro margen del río. Toda una odisea, pues prácticamente todas  nos estrenábamos  en esta andadura en solitario.

LAS CUNITAS DEL PARQUE.
De vuelta al Parque, nos detuvimos en las Cunitas y esperamos pacientemente, poder montarnos. Terminábamos con los brazos ‘molidos’ pero… muy contentas, después del pique de saber quien subía más alto. En ocasiones, algunas de mis amigas daban la vuelta a la cunita pero normalmente nos frenaban, si no estábamos amarradas.

¡Ala, Ahora a la Ola! --Atracción, para nosotras un Cacharrito-- Sí, vámonos para allá. Mis amigas esperaban hasta poder montarse en la Olla --daba constantemente vueltas--   a mi me era imposible-pues me mareaba. Cuándo salían, parecía que se habían montado en el Vapor, pero no sufran… se les pasaba enseguida. Nuestro paseo, continuaba, bien por la calle Luna, bien por Larga hasta la Plaza Peral  y nuevamente al Parque. Comprábamos  un papelón de patatas fritas riquísimas a  los Salguero.  Y derechitas a casa para el almuerzo.

SESIÓN INFANTIL EN EL TEATRO.
A las cuatro de la tarde ya estábamos en la fila del Teatro Principal. Habíamos  sacado la entrada por la mañana, temiendo las colas. Ponían una película de Marisol --nuestro ídolo-- y estábamos como locas. Tuvimos que sufrir el aburrimiento  del NODO  pero no importaba,  cuándo empezó, la película, todos los que estábamos en ‘el gallinero’ empezamos a patear el suelo, supongo,  como aprobación, después del tedio anterior. Parecía que podríamos caer  sin remisión de un momento a otro al patio de butacas, pero afortunadamente no pasó.

En los descansos se oía: "¡hay, caramelos, chicles, chocolatinas!".  La cantinela cesaba cuándo las luces se apagaban y continuaba la función. Sinceramente,  parecíamos una jaula de grillos por mucho que algunos se empeñaran  en silbar, para acallar voces, no había manera. De repente, nuestra heroína –Marisol-- sin varita mágica ni nada, arreglaba todos los entuertos, y el teatro entero irrumpía en un aplauso  unánime y un pateo generalizado. De vuelta a casa, merendábamos y nos reuníamos un ratito a jugar en la Placilla.

LA MODA DE LOS PATINES.
Al ir creciendo, cambiaron de alguna manera nuestros hábitos.  Los domingos por la mañana, los pasábamos patinando, por el Parque. ¡Ay, Dios mío! Que de caídas di, de hecho creo que estaba más en el suelo, que otra cosa. No comprendía por qué me caía tanto, hasta que mi amiga me cambio los patines y descubrí, que los míos no tenían una especie de frenos, que si tenían los suyos. Así que me alivió saber que no era  tan torpe, cual pato mareado.

BUSCANDO NUEVAS FRONTERAS.
Algunos  domingos, el aburrimiento nos llevaba a dar una vuelta completa en autobús. Ya existía la barriada de Crevillet. Lo que nos extrañaba era que, para ir a la barriada, nos tuviéramos que  bajar, si no estoy equivocada, en los alrededores de la Fabrica de botellas.  ¿Que lejos no? Para nosotras era normal el deseo de investigar, hasta donde llegaba el Puerto, ya que apenas salíamos del centro.

Es curioso como todavía recuerdo, a algunas personas con las coincidíamos en esos viajes en autobús. Recuerdo a varias parejitas de jóvenes, dos de ellas -- aunque no tengo amistad con ellos-- sé que siguen juntos, por lo que me alegro. La otra era un chica rubia, de pelo lago, muy guapa, su chico, dejaba pasar su parada para acompañarla, y volvía a pagar para llegar a su destino. No  éramos cotillas --bueno solo un poco-- pero… ¿se imaginan a unas niñas  de nueve o diez años, alucinando, viendo ‘al caballero andante’, acompañando a su dama? Tengan en cuenta, que a esa edad, se tienen ‘nidos de gorriones’  en la cabeza.

PRIMERAS EMOCIONES.
Pues sí, están en lo cierto, a esa edad,  ya nos seguían los chavales, y empezábamos a fijarnos en algunos de ellos. Todo muy inocente ¡eh! Entre nosotras teníamos un código para hablar de ellos sin que se enterara nadie más. En consenso, poníamos motes  a cada uno, y así podíamos  hablar abiertamente, sin que los demás se enteraran. Nunca despectivos. Lo hacíamos por  el parecido a algún artista, o por su comportamiento con nosotras. /María Jesús Vela, autora de la nótula, en el Parque Calderón fotografiada por Cuellar.

SEMANA SANTA.
La Semana Santa, era muy especial, mientras veíamos pasar la procesión, era fácil que te hicieran algún que otro requiebro. Nos fijábamos en los zapatos, para identificar al piropeador, pues la voz  no la reconocíamos,   pero… al final ¿quien se iba a acordar de los zapatos? Las que más nos gustaba eran ‘Los Cerillitos’  y  la que salía de las Capuchinas. Esta última impresionaba un poco. Todos  en completo silencio, llevando una cruz al hombro, y en cada descanso,  se arrodillaban. ¡Que preciosidad! Lástima que como tantas otras cosas se haya perdido. Lo malo de esta fiesta eran esas pelotas blancas, con las que te ‘bombardeaban’, sin compasión. ¡Eran temibles!  Terminabas con ganas de  devolver  todos y cada uno de los pelotazos, pues  algunos te lo daban con saña. Cuándo te volvías, para recriminarles, te sonreían como si hubieran hecho “la gran cosa” y  poco menos hubiera que llevar al chaval a hombros. Para evitar que siguieran dándome, me las ingeniaba para preguntarles: “—Oye, ¿y tu hermana?”. Si me contestaban, les mentía diciéndoles que era amiga suya; si colaba, se acababan los pelotazos. Si no, era así…pies para que os quiero, pues peligraba nuestra retaguardia.

Plaza del Polvorista en la actualidad. Foto: Jorge Roa.

PLAZA DEL POLVORISTA.
Otros domingos, nuestros paseos matinales, nos llevaban a la plaza del Polvorista. Ahí instalaron, una pista de coches de choque, convirtiéndose en lugar de encuentro con otras amigas, con quien nos las prometíamos felices pues íbamos todas monísimas, pero…. fue solo entrar en la pista,  y se abalanzaron  por nosotras,  como si del enemigo se tratara. Al bajar del coche de choque, me  pregunté: “¿donde están las trenzas con las que entré?”. Ni idea.  Las había perdido y ni me había enterado. Lo que si sé es que salí, con un moratón enorme en el costado, que me obligo a visitar a D.Agustín Fernández --nuestro  entrañable médico-- . Este hombre, no daba crédito, al verme y me pidió que no volviera amontar. Esta claro, que le hice caso. A esos brutos, ya ¡ni mirarlos!


PASEO DE LA VICTORIA.
Muchos fueron nuestros paseos matutinos y nuestras tardecitas de paseo. Nuestro Puerto en esa época era una delicia, para la vista  y por qué no, para los sentidos. Para la vista, porque todos nuestros Parques, estaban diseñados con el mayor de los encantos y especial cuidados. Si nuestros pasos nos llevaban al Paseo de la Victoria, ya no solo era una delicia para la vista, también para los sentidos. Salían a recibirnos, nuestras Cuatro Gracias --tan coquetas ellas-- nos saludaba el bonito Merendero, y como no, nos ofrecían asiento, esos íntimos  e inolvidables bancos: Tu y yo. Como buenos anfitriones, hasta nos obsequiaban con música. ¿Que mas se podía pedir?  Pues tristemente…que lo hubieran respetado. Ya sé que a estas alturas, estos paseos, resultan ñoños, pero eran otros tiempos.

Detalle de los bancos 'Tu y yo' que aaparecen en el centro de la imagen del Paseo de la Victoria de mas arriba.

Empezaban a construirse las primeras barriadas, pero la vida se centraba, prácticamente en las calles del centro. Bien para surtirnos de alimentos, colegios, tiendas de tejidos, zapaterías, droguerías, barberías, cines etc.

Los días de fiesta, en los que el buen  tiempo invitaba a pasear, estas calles se llenaban  de gentes; unos con el firme propósito de distraer a los niños, otros de pasar un tranquilo día y conocer a otras personas. Carecíamos de consolas,  ordenadores y cosas así, pero no creáis que no nos divertíamos: con una china, un clavo, un trompo, una pelota, una muñeca, una cuerda, un poco de triquitraque,  y mucha imaginación  éramos realmente felices. (Texto: María Jesús Vela Durán).

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