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Tres ciclistas de El Puerto de Santa María: José María Guerrero (Cd Royal Bikes), Carlos Molina (Team Bicikultura) y Roberto Carlos Pérez, subieron al podio de los premiados en la tercera prueba del Open de Andalucía de Mountain Bike en la modalidad de rally, celebrada en Coín (Málaga), que albergó a los mas destacados equipos y corredores del panorama andaluz.

En la imagen, José María Guerrero, Carlos Molina  y Roberto Carlos Pérez posan con sus trofeos tras el Rally celebrado en Coín (Málaga).

En la prueba de Máster 30, después de 24 km de recorrido, el portuense José María Guerrero, del CD Royal Bikes, volvió a demostrar la fortaleza física que le caracteriza encima de la bicicleta imponiéndose en la línea de meta a sus rivales, aventajando en más de un minuto a José María Fernández. El tercer puesto lo ocupó el portuense Carlos Molina, del Team Bicikultura. La expedición portuense la completó Roberto Carlos Pérez, que acabó undécimo, y Daniel Molina, decimoctavo.

Por su parte, en la categoría cadete, el joven José Antonio Núñez Corzo subió al tercer peldaño del podio tras conseguir imponerse en la línea de meta a Daniel Verdugo por tres segundos en una prueba que ganó el corredor local Salvador Guzmán. ??A la conclusión de la tercera prueba del Open de Andalucía de rally, en máster 30, el portuense Carlos Molina encabeza la clasificación con 518 puntos seguidos del jerezano José Daniel Borrego, con 426 puntos, y el portuense José María Guerrero, con 400 puntos. En la categoría cadete, José Antonio Núñez ocupa la séptima plaza con 382 puntos en su haber. /En la imagen, la prueba celebrada en Coín (Málaga).

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“Desde el balcón de mi cuarto se ve la entrada del Guadalete. En el barro del río hay un casco viejo de un barco que están componiendo; un poco más lejos, al lado de una barraca, se ven las costillas de otro barco sostenidas por puntales. Sobre el muelle de la Ribera, unos cuantos hombres y chicos hacen cuerda de cáñamo; los hombres marchan hacia atrás con una madeja de estopa en la cintura y los chicos dan vuelta, mientras tanto, a una manivela que retuerce la maroma. Cerca, a la izquierda, hay junto al río una antigua fuente, pintada de rojo, que se llama la Galera.”
PÍO BAROJA: El mundo es ansí.

“El Puerto, que también llaman Puerto de Santa María, está situado en la desembocadura del Guadalete, que va a verter sus aguas en la bahía de Cádiz. Es el almacén y el puerto de los vinos de Jerez. La ciudad, que es blanca, alegre y limpia, es como un Cádiz diminuto. Visitamos sus bodegas, grandes cuevas, anticipo de las de Jerez, y su plaza de toros, una de las mejores de toda España y mucho más frecuentada por los aficionados que la de Cádiz.”
BARÓN DE DAVILLIER: Viaje por España.

"El Colegio estaba sobre el mar y rodeado de grandes parques; cerca de mi dormitorio había una ventana que daba a la playa y por donde, las noches de primavera, se veía el cielo profundo y dormido sobre el agua, y Cádiz, a lo lejos, con la luz triste de su faro."
JUAN RAMÓN JIMÉNEZ: Autorretrato.

"Sin cenar apenas, me acosté, durmiéndome en seguida, cruzado el sueño de azoteas azules, que ella saltaba alegremente, perseguida por mí y los ladridos de su perro, entre la algarabía de todo el barrio, encaramado hasta en la punta de las veletas. Pero a ninguno de los tres nos importaba. Sin Treviño, que jamás supe por qué rincón del sueño se había extraviado, seguíamos corriendo, a caballo sobre los pretiles, más lejos cada vez de los que nos gritaban, desvaneciéndonos al fin por la penumbra fresca de aquella manzana con chimeneas que se iba hacia el mar..."
RAFAEL ALBERTI: La arboleda perdida.

Fotos y selección de textos: Rubén Pérez Fernández.

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El pasado día 30 de Abril coincidiendo con la visita a El Puerto de Juan Carlos Terry Muñoz (ex presidente fundador del Orfeón Portuense entre 1980-81) --que reside en Filipinas desde hace ya 14 años años, país en el regenta varios negocios de restauración--, (ver nótula núm. 142 en GdP) se reunieron un nutrido grupo de amigos de juventud, muchos de los cuales no se veían desde hacía entre 40 y 50 años.

Pulsar sobre la imagen para ampliar la fotografía.

El encuentro tuvo lugar en el Club Las Redes con un almuerzo donde se degustó una berza de  chícharos y habas en honor de Juan Carlos, por ser una comida no muy usual por aquellas tierras. A tal evento asistieron amigos de Madrid, Sevilla, Córdoba, Valencia, Cádiz, San Fernando, Sanlucar de Barrameda y por supuesto de El Puerto. Al terminar el condumio las señoras fueron obsequiadas por el porteño de la diáspora filipina con un colgante de perlas de aquel país, otrora colonia española. Estas son las procedencias y los nombres de los asistentes:

De Filipinas: Mari García Von Kauffmann, Juan Carlos de Terry Muñoz. De Madrid: Amparo Sánchez Cossío Melgarejo, Juan Ortiz Úrculo, Leopoldo Jiménez Ruiz. De Sevilla: Julia González Padilla, Jesús Jiménez Alcazar, Luís Osborne Tosar, Conchita Lerdo Labat. De Córdoba: Encarna Gil de Reboleño Insúa, Fernando León García. De Valencia: Eduardo Ruiz Cortina Ruiz. De Cádiz: Maribel Gay Palacios, Quitita Pastor Ávila, Elisa González Padilla. De San Fernando: Boli Fernández Dosal, Mariló Merchante Gutiérrez. De Sanlúcar de Barrameda: Nana Fernández Dosal.

De El Puerto:  Luís Suárez Ávila, Josefa Lena Terry, Fernando Bootello Reyes, Mayte Pérez de Luna, Álvaro Osborne Tosar, Ana María Gutiérrez Diosdado, Joaquín Osborne Tosar, Carmen Huarte Emmanuel, José María García Máiquez, Beatriz Sánchez García, Milagros Bernal Fernández, Loti Benjumeda Abreu, Vicente González Lechuga, Agustín Peralta Tosar,  Isabel Fuentes Solsona, Juan Osborne Tosar, Teresa Sánchez Moreno, Fosco Valimaña Lechuga, Isabel Domínguez de los Reyes, María del Carmen Osborne Fernández, Charito González, María Cárave García, Eloisa Martínez Govantes, Marian Juliá Díaz, Ángel Moresco Suárez, José Javier Caveda Pérez, Pilar Fernández Dosal, Fernando Arjona González, José Luis Jiménez Ruiz, María de la Luz Peralta Tosar, Vicente Zuasti Tosar, María Jesús Mayo Fernández, Neni Caveda Pérez, Nieves Ruiz García, Marivi Jiménez González-Nandín, Miguel Casado González, Juan Carlos Gutiérrez Colosía, Carmen Pou Riutort, María del Carmen León Gutiérrez, Cristina León Gutiérrez, María del Carmen Fernández Dosal, Antonio Ortega Rojas, Adolfo Ortega García, Pepita Romero, Fernando Benjumeda Abreu, María del Carmen García Román, Antonio Gil de Reboleño Insúa, Milagros Roselló Tarrio, Angel Ferrer Zamacola, Lourdes Arredondo , Lourdes Merello Govantes, Javier Renedo Varela, Manuel Jesús Merchante Gutiérrez , Angelita Pedregal Valenzuela, Javier Merchante Gutiérrez.

En la década comprendida entre 1950-1960 se organizaban espectáculos de Variedades -Varietés- y festivales cantantes noveles, además de obras de teatro y bailes en dicho espacio, algo que se añora hoy en esa misma plaza y otros parques de El Puerto.


En la imagen aparecen Manuel Rodríguez Ceballos (hermano de Paco) quien tenía la concesión de instalar un bar en dicha plaza. La fotografía está tomada en 1958 en el mes de agosto. Aparecen, además de Manuel Rodríguez, su hijo Manuel Rodríguez Lores y Pepe, hijo del conocido industrial propietario del establecimiento de ‘Los Dos Pepes’ de la Placilla.

En aquellos bailes la orquesta la componían Miguel Leveque, Pepichi Nogués, Quijano, Benítez y Pedro Pablo como vocalista. Por cierto que este grupo tocaba, al ritmo de salsa, el cuento de Caperucita Roja. También cantaba Luis Aranda con ‘Su cara bonita’, los bailes de los ‘Loliti’, la orquestan de doña Virginia Hernández al piano con su hijo Ramón Zarco al violín, las poesías de Manolo Astorga, Bononato en lo lírico y todo ello perfectamente organizado por Manolo Carillo. (Ver nótula núm. 076 en Gente del Puerto).

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Hace poco más de dos meses, 121 años atrás, moría de un tiro en la frente en un salón de baile bonaerense una cantaora y bailaora flamenca llamada Soledad Montoya. Los que presenciaron el infortunado hecho no lo describieron  como un crimen, sino como un trágico accidente, a pesar de que el autor del disparo, plenamente identificado, había sido la pareja que le acompañaba, un joven de 22 años llamado Carlos Rivero. En el periódico madrileño “La Epoca” del 4 de marzo de 1891 y también en “La Correspondencia de España” del día siguiente figuraba un breve suelto en una de las columnas de sus páginas interiores que decía textualmente:

«En Buenos Aires ha sido muerta una flamenca llamada Soledad Montoya en un baile público. Al querer el individuo que le acompañaba disparar un tiro a otra mujer que había en el salón de baile se le disparó el arma, yendo a clavarse el proyectil en la frente de la cantaora, que quedó muerta en el acto.»

Días después, parte de la prensa madrileña –“El Imparcial” y “La República” entre otros- se hacían eco de la noticia,  encabezada con el título de “Muerte de una Flamenca”, más ampliada. En la crónica del suceso, haciéndose eco de la prensa de la capital porteña, describían a la víctima “más bien baja que alta, delgada y nerviosa, blanca como la palidez de la luna…” Asimismo hacían referencia a sus aptitudes artísticas: “bailando con muchísima gracia y moviendo la cimbreada cintura con un acento particular; en la boca, un nido de jilgueros: cantaba la pobre por seguidillas lo mismo que por polos o se arrancaba por malagueñas y así todo el repertorio del cante jondo.”

Al parecer, Soledad Montoya formaba parte de un cuadro flamenco formado por emigrantes andaluces que alternaban sus actuaciones en el “Prado Español” de la Avenida Quintana, “la calle Larga de la Recoleta” el popular barrio de la zona Norte de Buenos Aires y un café cantante de la calle Suipacha, ahora convertida en peatonal, en el Barrio de San Nicolás, cerquita de la famosa calle Corrientes, una zona de tránsito y parada de toda la bohemia porteña.

El cronista del suceso continúa definiendo la personalidad de Soledad: “Amiga de correr una juerga fina después de su trabajo, nunca sabia decir que no cuando un  amigo la invitaba a pasar un par de horas en un baile” Uno de estos amigos ocasionales la invitó al baile de “La Sin Rival” y allí se fue Soledad Montoya “muy linda y jacarandosa, envuelta en su mantón de Manila, largo de flecos y amarillo de tonos, y muy calladita y reservada como siempre que iba a ‘reuniones de personas finas’, como ella solía decir…”  El acompañante, Carlos Rivero, tal vez la utilizó para encelar a alguna novia o amante, pienso yo, pues a estas alturas resulta imposible conocer las circunstancias que rodearon al trágico incidente, aunque todo lo que sucedió en el salón de baile tiene el color rojo pasión de los celos y la ira, el mismo de la sangre de la infeliz Soledad, ajena a lo que realmente pudo suceder.

El Prado Español en la Avenida Quintana de Buenos Aires.

...continúa leyendo "1.374. SOLEDAD MONTOYA. Muerte de una flamenca."

La portada de la feria del Puerto de Santa María mientras la sobrevuela un Galaxy despegando  de la Base de Rota./Foto: Fito Carreto.


El niño Vicente González Lechuga, posando con un forillo de fondo en la Feria de 1945.

El pintor y profesor de Bellas Artes, José Sánchez, de niño con sus padres y hermana, en la caseta que su tío Tadeo (en la imagen, el primero por la izquierda, detrás) instalaba en la Feria de Ganados. Años 1951.


Un programa-anuncio del Teatro Chino de Manolita Chen. Año 1959.


Los niños José María y Manolo Morillo Sánchez posando en la Feria de Ganado, junto a una simpática caballería. Año 1960.


Feria de Ganado. Muestra de semovientes.

Feria en los terrenos existentes frente a Carrefour. Caseta de los Taxistas. Década de los sesenta del siglo pasado.

Coches de Caballos en un día de Feria, frente al Parque Calderón, delante de Romerijo, antes del actual edificio que alberga a los cocederos de mariscos. Años sesenta del siglo pasado.


Feria de Primavera en Crevillet. Jurado del Concurso de Baile celebrado en la Caseta Municipal, delante del desaparecido Balneario.  De izquierda a derecha, desconocida, Luis Gativa Rivas, ‘el Fontanero’, Dolores Fdez-Prada Herrera, Guillermo, Joselito Escribano, el guitarrista Antonio Nuñez Buhigas y Roberto Rodríguez Sánchez   3 de mayo de 1981.


Fuente del crucero de las avenidas principales de la Feria, en el Recinto de las Banderas.

De izquierda a derecha, Rafael Navas y Francisco Soto, director de Diario de Cádiz y Director Comercial del mismo medio en El Puerto y los ex alcaldes de El Puerto y Madrid, Hernán Díaz y Álvarez del Manzano.  Fue el primer año en que se dedica una Feria a un territorio, en esta ocasión a Madrid. 7 de mayo de 1998 hace hoy 14 años.

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Al Puerto y a mis distinguidos paisanos con el deseo de que pasen una muy feliz feria.

Rincón de Puerto escondío
plazuela de la Herrería;
donde jugando soñaba,
con ser torero algún día…

… Marinero en tierra soy
viendo los barcos llegar,
por que quién nace en le Puerto,
consigo lleva la mar.

Misteriosas las bodegas
donde sestean los vinos;
donde el vientre de las botas,
al dar a luz paren, fino.

Rubias arenas sus playas
por tibias aguas bañadas;
rumor de olas que componen,
para el Puerto, su balada…

Oro es su sol y su vino.
verde su mar y su campo;
por que lo quiso el destino,
oro y verde es mi bandera,
por la que pierdo el sentío.

(Texto: Rafael A. Moreno Naval).

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En la Feria de Ganado de 1946. De izquierda a derecha, Juan Carreto Aparicio, Lolita Vélez, hija de uno de los propietarios de la taberna Casa Lucas, Manolín, su hermano Juan Muñoz y José Aparicio.


En la Feria, de izquierda a derecha, María del Carmen Gómez, Antonio Romero Castro, Enrique Pedregal, Milagros Cárave, Paquita Fernández Vélez y Antonio Otero, de Obras Públicas.


Los hermanos Luis, Milagros y Bienvenido Soriano, con sus padres, en la Feria.


Arriba a la izquierda, José Grado y a su lado Luri --marinero desaparecido en un accidente de barco hace algo más de 30 años--. En la Feria de Ganado de 1957.


El ex alcalde Hernán Díaz, bailando en el paseo del Real de Las Banderas en una feria pasada. A la guitarra, Julio Sevillano Cuevas.


Francisco Bollullo Estepa y su mujer, Feria de Ganado. Años cincuenta del siglo pasado.


El industrial Manuel Villanueva y el pescadereo Pedro Cairón Calatayud ‘Ventura’ en la Feria de Crevillet.

Miguel Angel Caballero y las niñas Mercedes, Cristina y Elisa.

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‘Mejón que Manolete’ decían las crónicas que estuvo la Feria de El Puerto el primer año de su celebración con el actual diseño como Feria de Primavera 1945’. Este año cumpleN 37 años que desembocó en Las Banderas desde su lugar de origen la Victoria pasando por Crevillet. Tuvo como antecedentes dos feria de ganado en el coto Valdelagrana celebradas en septiembre, mes también de las anteriores ferias de la Victoria, inmemoriales ya en el siglo XVIII, aunque la memoria nos puede llevar al Rey Alfonso X, que en 1.281 concedió a la Ciudad la celebración de dos ferias anuales.

Aquel 1.945, hace 67 años, días antes precisamente de que se firmara la paz en la Segunda Guerra Mundial, se informaba que el Puerto se estaba preparando con sus mejores galas para celebrar su feria y “fiestas primaverales” y que era “extraordinaria” la animación que reina en los contornos para asistir a esta típica fecha “En El Puerto no se habla de otra cosa que de nuestra Feria y Fiestas Primaverales.

Según parece decía el cronista de “Cruzados” Don Fulano en su perfil de la semana “Perfil de la semana” el 21 de abril de 1.945 “vamos por fin a disfrutar de una hermosa feria, llena de todo el sabor andaluz, sol, vino, fino, salero, que junto, muy juntito están salinas, gitanas con garbo y sandunga, cantando por bulerías y luciendo el color de mil colores de los trajes típicos de la tierra, jacas y caballistas y toda la gracia de Andalucía”.

Una semana después el mismo cronista confesaba “Yo, la verdad, no creía que la feria de la Victoria iba a resultar tan bien. Ayer oía a un hombre de esos que llevan un sombrero de ala ancha y bastón muy gordo, el cual le iba dando más vuelta que los caballitos, que le decía a otro, que estaba un poco ajumado: la feria ha estado “Mejón que Manolete”. Y es que lo flamenco comparan todas las cosas con los toreros. /En la imagen, Manolete, dibujado por S. Guzman.

¿Qué tal resultará la feria? Preguntaban todos. Los optimistas de antemano aseguraban rotundo éxito. Los pesimistas, completo fracaso. No faltaron tampoco los derrotistas, que no solo aseguraban el fracaso, sino que han puesto de su parte obstáculos de la murmuración, para ahogar la feria, si fuese posible, antes de nacer.

Foto: Justino Castroverde.

EL MERCADO DE GANADOS.
El mejor exponente del feliz resultado de la primera edición de la feria de primavera portuense era para “Cruzados” el mercado de ganados. Advertía que el número de transacciones realizadas (33 de ganado caballar, 22 de asnal y 17 de mular) podría parecer corto, pero no se tenía en cuenta que “la mayor parte del ganado era selecto y que sus propietarios se negaban a venderlos y los precios elevadísimos de los mismos” y que en la información sólo figuraban las que habían tenido que “pasar por las oficinas” así como que otros muchos tratos no habían sido más que iniciados pero ultimados.

Contaba también el programa de la feria con carreras de cintas en bicicletas, concursos de bailes regionales, carreras pedestre, un espectáculo cómico taurino musical y conciertos de bandas de música, como el de la banda de Infantería de Marina de San Fernando.

Foto: Rafael González.

EL ÚLTIMO DÍA.
Numeroso grupo de caballistas y amazonas cruzan el recinto y lucen sus habilidades con las pintureras cabriolas y movimientos de la garbosa jaca. Magníficos coches enjaezados con lujo y gracia desfilan entre el público llamando la atención con el sonar de cascabeles y el restallar de los látigos. Vino después la entrega de premios a las mejores cabezas y lotes presentados de ganado vacuno, caballar, mular, asnal, cabrío y de cerda y por la tarde, de carrozas fue concedido por un jurado integrado por Luis Suárez Rodríguez, Joaquín Calero y Juan C. Bottaro Palmer, la lancha presentada por Felix Tejada Mayo que había sido realizada por el pintor Juan Lara.

Foto: Kiko Sánchez.

GRACIAS Y SUCESOS.
Censuraba con todo, “Cruzados”, la actitud de algunos participantes en esta batalla “que olvidando su verdadero carácter de fiesta correcta y galante, creyeron estar en los campos de batalla de entre aliados y alemanes, niños patosos que se dedicaron a tirar todo lo que a mano tenían, y que con sus “gracias” estropearon una fiesta tan simpática.

No faltaban en las crónicas los relatos de otros sucesos como los ocho niños que fueron sorprendidos por los guardianes bañándose desnudos en la fuente grande la Victoria; o los otros tres que robaron una cartera con 75 pesetas; el robo que sufrió en sus camerinos un payaso de uno de los circos que actuaba en la feria o las detenciones de los dueños de un “puesto” donde se jugaba a los dados y de una garita donde había una ruleta cuyos premios eran falsos.

Foto: Archivo Municipal.

FIESTA DEL VINO.
Y, si hemos de buscar antecedentes, no faltaba tampoco para la denominación de “Fiesta del vino fino” que se incorpora a la feria este año. Fue en 1.943, el primero de los dos que hubo feria de ganado en el coto de Valdelagrana a principios de septiembre, cuando en la Feria de la Victoria, se celebró la “Fiesta del Vino”, en la que, según crónica de entonces, “bellísimas señoritas ataviadas con el típico traje andaluz” dieron a beber “los caldos, más selectos de las acreditadas firmas vinateras portuenses. (Texto: José Ignacio Buhigas Cabrera).

 

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Francisco Andrés Gallardo nos deleitaba en la noche del miércoles, día de la Velada, con uno de sus portuensísimos pregones --le llaman Plática en Compañía-- pronunciado en la Caseta de la Parroquia de San Francisco, en el Recinto Ferial de las Banderas.

"San Francisco arriba, con el campanario jesuita de mirador, tomamos hasta este rincón que nos reúne ante Las Banderas que ondean para anunciar la fiesta de los portuenses, la alegría de la primavera y las irrenunciables ganas a ser felices durante un ratito. El destino nos trae aquí, al lado de la carretera de Sanlúcar, como hace tanto, como hace un año, como hace un rato, para dar gracias a Dios por festejar estas noches de reunión, esta placidez de encontrarnos, estas tardes eternas  de mayo que nos regalan el vino fino, la risa, la charla y el baile.

El destino nos trae aquí, En compañía, siguiendo el reguero del dulce aroma de la hierbabuena, el tomillo, el romero, el poleo, coloreados de jaramagos y  amapolas que de El Puerto a Sanlúcar dibujan la senda para llegar a la Feria. Cansados de un año entero de esperas, nuestros pasos nos han guiado casi sin querer hasta más allá de La Cerería y El Palomar, a este sitio en que de costumbre nos redimiremos de los desencantos y pagaremos esta gloria al alcance de la mano que nos regala la primavera, esa niña juguetona que no se cansa de seducirnos.

El destino nos lleva a la felicidad sonriente. A estas noches de regocijo y amigos, de puertas abiertas y convites sinceros. El destino ya nos lleva tirón arriba, por la Cuesta de la Belleza. Belleza de su mirador desde el que se otea este cuerpo dormido, El Puerto,  cuerpo expuesto al sol, una mujer que el Guadelete la galantea, que la surca y la explora mientras muere en la Bahía de Cádiz. En Cádiz, donde hay que morir.

El destino, un año más, como aquel abril de nuestros primeros besos, nos ha reunido, a la vuelta de la esquina de mayo, que barrunta el verano de olas y un poniente para refrescarnos  la cara…

...continúa leyendo "1.369. II PLÁTICA EN COMPAÑÍA. A modo de pregón de la caseta de la Parroquia de San Francisco."

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Alberto Reina Blanca nació en 1967 Paradas (Sevilla) aunque reside desde 1996  en El Puerto de Santa María. Es licenciado en Psicología. En 1993 tuvo su primera aproximación a la pintura. En 1998 buscó la formación más reglada de la Academia de Bellas Artes porteña y en el 2000 se empieza a relacionar con el pintor Juan Carlos Busutil, de quien recibe sabios consejos. Ha participado en un buen número de exposiciones individuales y colectivas. Recogemos aquí sus recuerdos sobre la polémica que se suscitó con su obra, cartel de Feria del año 2004:

«Ocho años atrás, al llegar la primavera, al llegar la feria de El Puerto, parte de mis recuerdos viajaban a otras ferias de las que disfruté antes de vivir aquí. Por supuesto, en ellos incluía descubrir la de El Puerto. Aunque algunos no fueran especiales, unos y otros siempre estaban asociados a situaciones festivas, agradables, distendidas… Hace ocho años, como digo, a esos recuerdos se sumó otro que por lo distinto, por lo polémico y, en su momento, hasta muy desagradable, consiguió ponerse a la cabeza de todos y ya nunca se fue. Cada año, con las ferias, renacen mis vivencias asociadas a ellas; todas más una.

En la distancia, cuando revuelvo papeles, recortes de prensa, todo me parece desproporcionado y lanzo una gran sonrisa. Por entonces, semejante falta de respeto me dejó perplejo. Por suerte, hubo personas que, con distinto criterio, reaccionaron y no rieron la gracia ni al exalcalde de El Puerto de Santa María, Díaz Cortés, ni a todo el que utilizó el chiste para matar el aburrimiento.

Ahora que la tecnología me lo permite, recupero gran parte de la información aparecida en medios de comunicación durante aquellos días.  De tarde en tarde me pregunto qué habrá sido del cuadro, propiedad del Ayuntamiento. No he vuelto a verlo, no sé si aún me agradaría como cuadro. Sea como sea, en 2004 yo pintaba así.

El recorrido quizá se haga un poco largo pero, como dije antes, me apetece. Sirva para ilustrar esta larga anécdota todo lo que viene a continuación. ¡Buena feria a todos/as!»  (Texto: Alberto Reina Blanca).

PRESENTACIÓN DEL CARTEL.
La presentación del cartel corrió a cargo de Eduardo Pardo González-Nandín, a la sazón director del Departamento de Publicaciones del Ayuntamiento y miembro del jurado, siendo el resto de los componentes el ex concejal de IP Juan Gómez Fernández, Presidente a la sazón de la Academia de Bellas Artes; Enrique García Máiquez, Exvicepresidente de la Academia y Javier de Lucas Almeida, licenciado en Bellas Artes y conservador y restaurador del Museo Municipal, que puede leerse pulsando en Comentarios.

Más información de la polémica, seguida en los medios, cartas, reacciones,…
Cartel 2004/2.
Cartel 2004/3.
Cartel 2004/4.
Cartel 2004/5.
Cartel 2004/6.
Cartel 2004/7.
Cartel 2004/8.

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José Torres Higuera 'el Chico', nace en la calle Federico Rubio el 19 de febrero de 1930, tiene pues 82 años. Hijo de Vicente y Amalia, gaditano y jerezana respectivamente, es el único hijo que sobrevive del matrimonio: María, Amalia, Antonio, Vicente, Manuela y José. Luego la familia se iría a vivir al número 3 de la calle San Francisco y 38 de Santa Lucía.

1930.
En el censo de 1.930 la Ciudad tenía 19.714 habitantes de hecho 19.847 habitantes de derecho y 4.468 hogares. Se produce relevo de alcaldes, siendo elegido el 26 de febrero José Luis de la Cuesta Aldaz y el 18 de marzo, Eduardo Ruiz Golluri. Ese año nacen, también, José Luis Mediana Gutiérrez, 'Peligro', conocido dependiente de la tienda de la calle Cruces 'Casa del Curita' y Juan Carreto Aparicio, canónigo magistral que fue de la Colegial de Jerez.

Trabajadero de bodega, haciendo botas para los vinos del marco. /Foto: Rasero

CARPINTERÍA Y TONELERÍA.
José estudiará en una 'amiga' o 'miga' de la calle San Bartolomé esquina con calle Los Bolos y, hasta los siete años en el colegio de conocido como Bellas Artes, ubicado en el actual Instituto Santo Domingo. Pronto dejará de trabajar, empezando como ayudante de carpintero en una obra que se realizaba en su propia casa. Mas adelante, José trabajará en los talleres de carpintería bodeguera que los hermanos Adolfo y Manuel Pallares tenían, respectivamente, en un bodegón de la Plaza de Toros y en la calle de Los Moros, donde ayudará a sus hermanos que producían en dichos trabajaderos. De allí pasará a la tonelería de Rafael Lores quien, debido a la escasez de madera se tuvo que dedicar a hacer cajas para empaquetar las botellas de vinos para diversas firmas bodegueras locales.

Trabajadero de bodega, preparando cajas para brandies de Osborne.

ASERRADORA CASTRO MERELLO.
Con 17 años entrará a trabajar como carpintero en Bodegas Terry hasta que se marcha al Servicio Militar con 19. Lo destinan a las Comandancias de Marina y Cádiz y El Puerto donde se hará cargo de la carpintería de dichas instalaciones. A la vuelta, no consigue volver a Terry y entrará a formar parte de la plantilla de la Aserradora de Miguel Castro Merello --donde era aparcero con Nicolás Terry Galarza-- situada en la calle Valdés donde hoy se encuentra el supermercado ALDI. Allí convivían otras dos empresas que Castro Merello tenía a medias, en esta ocasión con Fernando T. de Terry Galarza: Metalúrgica Portuense --dedicada a fabricar cierres de latas para las botellas-- y un lavadero de botellas para las bodegas. Eran pues, tres industrias auxiliares del sector vinícola porteño. Pero la crisis asomaba las orejas y ya no era productivo hacer cajas de madera. Aparece el cartón y Castro Merello no entra en ese negocio, empezando a hacer un ajuste de plantilla y saliendo de allí nuestro protagonista que era, prácticamente, el encargado de la Aserradora.

...continúa leyendo "1.367. JOSÉ TORRES HIGUERA. Carpintero de bodega."

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