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Alfredo Jorge Suar Muro tenía 37 años y había nacido en Argentina -aunque posteriormente se nacionalizó español-, desde donde había emigrado junto a su mujer, María Teresa Decarlini Méndez. El matrimonio tenía dos hijos, Jorge y María Ana, de 8 y 6 años cuando Suar Muro fue asesinado. Vinieron a España a finales de los setenta, "porque esto era más seguro". "Alfredo estaba convencido de que si seguíamos en Argentina acabarían por matarlo. Estaban desapareciendo médicos. Los llevaban para curar heridas de bala. Nunca volvían. Nada de testigos" (Diario de Cádiz, 21/03/2009). /En la imagen, Alfredo J. Suar.

Después de pasar por Génova, donde Alfredo se especializó en Pediatría, la familia se instaló en El Puerto de Santa María. Allí echaron raíces, y Alfredo se enamoró de los toros y las ferias. "Por fin, después de tanta sinrazón, de tanto miedo, éramos felices. Vivíamos en un lugar en el que podíamos pasear con tranquilidad en la calle, donde se podía charlar, tomar algo en la terraza de un bar" (Diario de Cádiz, 21/03/2009). Además de su consulta de pediatría aceptó trabajar como médico de la cárcel de El Puerto de Santa María desde dos años y medio antes de ser asesinado. Sigue contando el Diario de Cádiz que "allí se hizo rápido con la población reclusa, ‘no miraba a la gente por el delito que hubieran cometido’ e incluso los etarras tenían tal confianza en él que no comían hasta que el doctor Suar no hubiera probado la comida. Es verdad que había muertos cada semana, pero el terrorismo parecía un conflicto lejano". /En la imagen, María Teresa Decarlini, la viuda de Suar.

14 DE OCTUBRE DE 1983.
A las 18:00 horas del 14 de octubre de 1983, un individuo entró en la consulta del doctor Alfredo Jorge Suar Muro, médico pediatra y facultativo del penal de El Puerto de Santa María, saliendo con él a los pocos minutos en dirección desconocida. Testigos presenciales vieron entrar al doctor Suar Muro en un coche empujado por dos personas,  mientras un tercer individuo también se introducía en el vehículo.

Horas después, empleados de la residencia sanitaria Fernando Zamácola de Cádiz vieron un vehículo Ford Escort con las puertas abiertas en las inmediaciones del hospital. Los trabajadores se acercaron al turismo y descubrieron el cuerpo del doctor Suar Muro sentado en el asiento del copiloto, recostado hacia atrás y con un impacto de bala visible bajo la oreja izquierda. Los pistoleros de la banda, tras secuestrarlo en su consulta, le habían disparado con un revólver del calibre 38, además de en la cabeza, en la columna vertebral, como se comprobó posteriormente.

MARTÍNEZ BASTARRICA.
El asesinato del médico de la prisión de El Puerto de Santa María se produjo después de que familiares de presos de ETA denunciaran públicamente en un periódico de San Sebastián la atención sanitaria, según ellos deficiente, que recibían los reclusos de esa cárcel. El mismo día en que se descubrió el cadáver del médico, familiares de Juan Carlos Martínez Bastarrica, preso en ese penal, habían denunciado que el etarra no recibía la atención médica adecuada a su hemiplejia progresiva, que se manifestaba en la parálisis de su cara y del brazo y pierna derechos. Los familiares del preso sostenían que los primeros síntomas de la hemiplejia habían sido detectados veintidós días antes y que ningún especialista lo había examinado todavía. Además, según la familia, la solicitud de que Martínez Bastarrica fuera trasladado a un centro hospitalario fue rechazada por la Dirección de la prisión.

DESMENTIDO.
Estas supuestas negligencias médicas fueron desmentidas oficialmente por el director del penal, que dio a conocer el parte médico del Hospital Mora de Cádiz, donde estaba siendo tratado Martínez Bastarrica, según el cual el paciente presentaba una paresia, es decir, una parálisis muy residual que tendría que evolucionar de manera espontánea, además de con los complejos vitamínicos que se le estaban suministrando (ABC, 21/10/1983).

REIVINDICACIÓN.
El 18 de octubre la banda terrorista asumía el crimen y aprovechaba el comunicado de reivindicación para amenazar de muerte a todos los funcionarios de prisiones. En el comunicado se decía que los funcionarios de las cárceles donde había "prisioneros políticos vascos" eran "objetivos militares y, por tanto, reos de la justicia popular". La campaña se frenaría si hubiese "una reconsideración consecuente en el ejercicio de su tarea profesional". La reivindicación provocó una gran sorpresa en medios policiales, porque hasta ese momento no se había asociado el asesinato del doctor Suar Muro con un atentado terrorista de ETA y la Policía lo atribuía a delincuentes comunes. "No se me olvidará nunca. Un policía que vino a casa fue muy gráfico. Con una carpeta abierta en las manos la cerró y dijo: ‘Carpetazo. Ha sido ETA’", contó su viuda al Diario de Cádiz en el año 2000.

ABC del 20 de abril de 1983. 

PRIMERA VÍCTIMA DE ETA EN ANDALUCÍA.
El doctor Suar Muro fue la primera víctima mortal de la banda terrorista ETA en Andalucía y el primer atentado contra un funcionario de prisiones. A día de hoy ningún miembro de la banda ha sido juzgado por este crimen. Los dos atentados siguientes de ETA en Andalucía fueron también contra funcionarios de prisiones. El 11 de agosto de 1989, un paquete-bomba destinado a un funcionario de prisiones, Dionisio Bolívar Muñoz, acabó con la vida de la madre de éste, Conrada Muñoz Herrera.  El 28 junio 1991 explotó un paquete bomba enviado por ETA a la cárcel de Sevilla I, que ocasionó la muerte del funcionario de prisiones Manuel Pérez Ortega, de los reclusos Donato Calzado García y Jesús Sánchez Lozano, así como del visitante Raimundo Pérez Crespo, familiar de un interno de la prisión.

Centro de Reinserción Social 'Alfredo Jorge Suar Muro', en Jerez.

CENTRO DE REINSERCIÓN SOCIAL.
En enero de 1984 el portavoz del Consejo de Ministros, Eduardo Sotillos, comunicó que el Gobierno iba a remitir al Parlamento un proyecto de ley extraordinario que permitiese conceder una pensión excepcional a María Teresa Decarlini, viuda del doctor Suar Muro. El proyecto de Ley fue aprobado en mayo de 1984. En octubre de 2004 el Gobierno creó en Jerez de la Frontera un Centro de Reinserción Social que lleva el nombre del médico asesinado. Antes, en el año 2000, se le concedió la Cruz al Mérito Civil a título póstumo y el Ayuntamiento de El Puerto de Santa María le dedicaba una calle.

Calle Dr. Alfredo Jorge Suar Muro, en la Costa Oeste.

En octubre de 2008, con motivo del veinticinco aniversario de su asesinato, Instituciones Penitenciarias realizó una ofrenda floral en el monolito dedicado al doctor Suar Muro a la entrada del penal de El Puerto.

Viuda, hija y nieta del médico asesinado, colocando flores en el monolito que le recuerda a la entrada del Centro Penitenciario Puerto I.

LA HIJA EN EL 25 ANIVERSARIO.
María Ana Suar, hija de Alfredo, escribió hace tres años una carta en el diario La Voz Digital con motivo del vigésimo quinto aniversario del asesinato, donde, entre otras cosas, decía: «Querido papá: Hoy, 14 de octubre, se cumplen 25 años sin ti. El tiempo pasa volando pero casi todo sigue igual. No sabes lo difícil que se me hace educar a mis hijas en valores como libertad, justicia, generosidad, amistad, compromiso, respeto o perdón […] Cuando me preguntaron por qué yo no tenía papá, la única respuesta que encontré fue que te llevó la Virgen rápidamente para cuidar de los niños que están en el cielo, sentados en las nubes. Ha pasado un cuarto de siglo y poco cambia en España. ETA, en su cobardía, continúa matando por la espalda, dejando viudas y huérfanos, privándonos de libertad por conseguir la suya, con tanto orgullo como para convertirse en mercenarios y sin la humildad suficiente para pedir perdón […]». (Texto: María José Grech).

El cocinero Angel León logra aplicando técnicas de Física Cuántica que sus platos tengan movimiento y una sopa “se mueva” al compás de la música. A partir del próximo año el restaurante de El Puerto contará con una mesa especial para dos en la que servirán platos que simulan el movimiento de las olas del mar.

 

El cocinero Angel León. / Foto: Restaurante Aponiente

Los platos hasta ahora se olían y se comían, pero a partir de principios del próximo año también habrá que dejar unos instantes para comprobar como se mueven porque en 'la mesa mágica',  una nueva experiencia que pondrá en marcha el  cocinero Ángel León (1 estrella Michelín) en su restaurante Aponiente de El Puerto de Santa María, algunos de sus platos también tendrán movimiento, se moverán al compás de la música recordando el vaivén de las olas del mar.

León señala que ha dedicado varios meses a estudiar como hacerlo. «--Era una vieja obsesión que tenía, la de lograr representar en un plato el movimiento del mar, las olas. Por fin este año he logrado encontrar la solución y ya estamos finalizando los trabajos para que a principios del año que viene en Aponiente se sirvan platos con movimiento. Será algo totalmente innovador, una nueva sensación».

El cocinero portuense, una vez más se ha aliado con los científicos para conseguir su objetivo. En esta ocasión han sido las universidades andaluzas las que le han apoyado y le han ayudado a buscar técnicas con las que desarrollar su idea. La solución la han encontrado en algo tan lejano a la cocina como la Física Cuántica, una ciencia que estudia el movimiento de las partículas. El equipo de Angel León, en colaboración con los científicos andaluces, han logrado conseguir que el contenido de un plato se mueva al compás de la música.

La técnica consiste en la construcción de una mesa especial que tendrá dos platos fijos, uno por cada comensal,  sobre los que se colocarán los platos que lleguen desde la cocina. Gracias a un sistema basado en las vibraciones que produce la música sobre este plato especial, se conseguirá que el contenido de este se mueva al compás simulando movimientos que irán variando mientras el comensal consume el plato. «--La idea -señala León- es que simulemos lo más exactamente posible el movimiento del mar. Se verán sus diversos estados, los vientos, el oleaje…». En principio el sistema se aplicará a dos platos. Uno será una sopa marinera con muchos matices que recuerden en olores y sabores al mar, señala el cocinero y otro será un postre.

En principio el sistema tan sólo se aplicará en una mesa del restaurante que habrá que reservar previamente y que se bautizará con el nombre de ‘mesa mágica’ y en la que el cocinero servirá un menú especial «donde habrá muchas sensaciones. Comer será algo más».

Esta nueva innovación del cocinero portuense se inscribe dentro de su idea de acercar cada día su cocina más al mundo marino. De hecho el menú que ha estrenado en 2011 (pulsar aquí para conocer la carta) recorre toda la cadena trófica, el ciclo de vida marino, por lo que comienza ofreciendo platos con placton, las pequeñas partículas con las que se alimentan los animales más pequeños y termina con los pescados más grandes. El cocinero defiende además el uso de los pescados humildes que se pescan en las costas gaditanas en la alta cocina. Así en su nueva carta figuran especies como el sapo, la pijota, la caballa, el tapaculo o la sardina, especies que hasta ahora han sido muy poco usadas en la alta cocina.

Angel León con sus novedosos chorizos hechos con lisas de estero. /Foto: Restaurante A Poniente

La colaboración con los científicos para desarrollar nuevos conceptos de cocina es una constante en el cocinero gaditano. Así muchos de sus platos han sido desarrollados con equipos de investigadores. Fruto de estas colaboraciones han salido el uso de huesos de aceituna como material de combustión para asar pescados, el uso de concentrados a base de vinos de Jerez, la creación de un concentrado de placton marino para aromatizar platos o el desarrollo de embutidos marineros a base de carne de lisa de estero o albur. (Texto: Pepe Monforte).

 

Imagen de la devastación en Cádiz.

En el año 1947, aquél 18 de Agosto, Vicente González Lechuga lo tiene grabado en su mente y no se le olvidará nunca. Tenía seis años recién cumplidos. Estaba con sus abuelos en su casa de la calle Larga, 57, ya que sus padres atendían  a unos amigos que vinieron a El Puerto de visita.

El pequeño Vicente, su tata Soledad y su novio fueron al Freidor de Pescado que había en la esquina de la calle Ganado con Nevería y, a la vuelta por la Plaza de Isaac Peral, a la altura de donde hoy está el monumento a Pedro Muñoz Seca, la pared de enfrente se iluminó de rojo. «--Mira, parece fuego» dijo el novio de Soledad y, de pronto, se oyó un estruendoso ruido y le pareció como se se levantara del suelo. Eran las diez menos cuarto de la noche.

La Plaza de Isaac Peral, en aquellas fechas.

Les entró tal pánico que se fueron corriendo a su casa donde les esperaban sus abuelos y su hermano, y aquello era una tragedia: todo el mundo nervioso y llorando; en algunas de las ventanas se habían roto los cristales. "--No sabíamos que hacer hasta que, al poco rato, llegaron mis padres que estaban en el Cine Macario, viendo ‘Como te quise te quiero"’, discreta adaptación de una obra teatral de Luigi Pirandello --que años más tarde daría lugar a ‘Hoy como ayer’-- sobre los encuentros y desencuentros de un matrimonio condenado a entenderse pese a su ruptura. /En la imagen de la izquierda cartel de la película que se proyectaba en el Cine Macario, con Merle Oberon, Claude Rains y Charles Korvin, en los papeles protagonistas.

Con la llegada de los padres, llegó la tranquilidad, al menos para los niños. Los padres se habían acercado al muelle del Vapor, a donde se dirigieron muchos portuenses esa noche y allí se informaron que había sido en Cádiz, donde se veía desde la lejanía, la capital en llamas. La explosión de 200 toneladas de TNT de un polvorín de la Armada en Cádiz fue de tal magnitud que el fogonazo pudo verse en el acuartelamiento militar español situado en Monte Hacho (Ceuta). Se formó una nube de hongo visible en toda la Bahía de Cádiz y algunos municipios de Huelva y Sevilla. El ruido fue tal que se pudo oír en la propia capital hispalense e incluso hasta en Portugal, donde creyeron que se trataba de un temblor sísmico.  /En la imagen de la izquierda, los padres de Vicente en 1947.

Entonces su padre, Vicente González Bruzón, puso la radio al restablecerse el fluido eléctrico que se había interrumpido con la deflagración, y los mensajes eran insistentes: se recomendaba que se abandonaran las casas porque podría haber más explosiones.

Gráfico de la zona afectada por la explosión en Cádiz, señalada por la línea discontínua.

Su padre llamó a un taxi que los llevó a un campo que había en el cruce de la carretera de Sanlucar y Jerez, (muchos porteños pasaron la noche al raso en La Belleza y sus inmediaciones en la carretera de Sanlúcar) y allí estuvieron hasta la mañana siguiente. Para desayunar, los dueños del campo les dieron leche de vaca acabada de ordeñar que, recuerda Vicente, estaba riquísima. Aquella fatídica noche no actuó en el Cortijo de los Rosales, como estaba previsto, el cantante Antonio Machín. /En la imagen de la izquierda, el pequeño Vicente que todavía se acuerda de aquellos días.

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«El Puerto es el pueblo más bonito de España», asegura este nieto de Felipe Fuentes, un comerciante que era representante de automóviles y que probó suerte por Barcelona allá por los 50, para buscar las oportunidades que por El Puerto no encontraba. Ese Puerto al que tantas veces ha visitado el periodista y presentador, Manel Fuentes, El Puerto que le hace brillar los recuerdos junto a la sonrisa. El nieto de Felipe es la voz matinal de la radio pública catalana, ‘El matí de Catalunya Radio’, encargo que recibió en 2009 y que de ser la tercera opción entre los oyentes catalanes se ha impuesto como liderazgo.

Manel, licenciado en Periodismo por la Autónoma de Barcelona, fue conocido por el gran público por la faceta del entretenimiento, a raíz de sus imitaciones en ‘Crónicas marcianas’, formando parte de la primera tripulación del comandante Javier Sardá. El público lo descubrió como el alter ego del Rey, de Jordi Pujol o de Luis María Anson, entonces director de ABC. Se presentaba como El Hombre sin Personalidad. Precisamente, él, que le sobra personalidad y una voz de cantante de postín heredada de sus antepasados del Sur.  Alumno aventajado, aquel colaborador de Sardá tuvo su programa propio de entrevistas y humor en  TV3 y en Telecinco, La noche con Fuentes y Cía, que comenzó en 2001 y se extendió durante cuatro temporadas en las  nocturnidades del domingo, consiguiendo un premio Ondas. Manel ya contaba con otros dos caballos alados por su trayectoria radiofónica. Uno de ellos por ‘Problemes domèstics’, también en Catalunya Radio. En la televisión, en Telecinco, llegó a comandar un clásico como ‘Caiga quien caiga’. /En la imagen, ‘Los Encantes Viejos’, mercadillo de Barcelona. /Foto: Eugenio Forcano.

Barcelona en la década de los cincuenta del siglo pasado: Comedia, Avenida Palace y Coliseo.

Es barcelonés de segunda generación, pero su simpatía por El Puerto salta a la primera frase cuando se encuentra con un andaluz.  Su abuelo Felipe  --del que guarda un recuerdo muy especial ya que fue la primera muerte dura que recuerda, con tan solo 10 años-- después de los coches se dedicó a la representación de productos textiles, «y siempre se acordaba de su ciudad natal», como evoca con todo su cariño. Enarbola con orgullo el apellido «Fuentes, de los Fuentes venidos desde El Puerto». Manel tiene el día ocupado con sus mañanas radiofónicas, pero como le sobra algún ratillo, también presenta desde hace dos semanas el programa de imitadores-imitados ‘Tu cara me suena’, en las noches de los miércoles de Antena 3, siendo la pasada edición el programa más visto a nivel nacional.

La calle Larga de El Puerto en la década de los cincuenta del siglo pasado.

Su voz de imitaciones también se puede oír en el cine, lo pueden encontrar como Nígel, uno d elos pelícanos de 'Buscando a Nemo'; como el pingüino  Skipper en 'Madagascar' y aparece como camarero en 'Torrente 2'. He aquí la otra biografía del nieto de Felipe Fuentes, de Manel, cuando representaba en el teatro los monólogos de ‘El Club de la Comedia’…

«…Soy hijo de quien dicen ser mis padres, personas respetables cuyas profesiones nada tienen que ver con la actividad remunerada que realiza un servidor. Sigue siendo un misterio cómo he llegado a dedicarme a esto, y sobre todo, que alguien me pague por ello. Desde la infancia arrastro problemas de identidad. Hasta los 7 años no descubrí que no me llamaba 'Estátequieto', hasta los 10 que los Reyes no eran mis padres (...sino los de Felipe, Elena y Cristina) y hasta los 17 que iba a suspender matemáticas. Eran tantos los problemas de identidad, que en el carné la foto salió borrosa. Fui a la Universidad y estudié Periodismo, y claro, la cosa empeoró. Me refugié de mi inseguridad imitando las voces de otros, pero en vez de ayudarme, a mi costa iban medrando hasta convertirse en cantantes de éxito, futbolistas, alcaldes, presidentes ¡y hasta a Rey, ha llegado alguno! Ninguno me lo agradeció nunca y además, el orden protocolario hacía que para expresarme con mi propia voz tuviera que pasar, por lo menos, media hora.??

Manel Fuentes, con el equipo primigenio de Crónicas Marcianas.

Fue entonces cuando decidí cambiar mi vida. Sacar a la luz mi verdadero yo y relacionarme con todo el mundo. No me costó mucho. Debajo de casa hay un bar con espejos por cristales y con un timbre rojo en la entrada, que está lleno de señoritas muy simpáticas y comunicativas. De todos modos, sale caro.??

Manel en La Noche de Fuentes y Cía, con Santi Rodríguez y Ana Rosa Quintana.

Con el tiempo, he aprendido a negociar, y ahora por ejemplo, para contarles a ustedes mi historia en el teatro, he conseguido incluso ¡no tener que pagar! Eso sí, a cambio de limpiar el patio de butacas al final de cada función. En la actualidad subvenciono gimnasios, en donde no aparezco, me peleo con una guitarra eléctrica que no consigo dominar y comparto piso con el Banco Hipotecario, cosa que voy a seguir haciendo durante los próximos veinte años, porque el Banco ha demostrado tener interés muy alto conmigo, y a los amigos hay que cuidarlos, que tampoco hay tantos. De ustedes ¿Qué puedo decir? Que me fascina que tengan el tiempo libre suficiente para perderlo junto a mí. Quiero que me quieran y que me ayuden a dejar atrás mi timidez. Yo, sólo por escucharme ya les quiero a ustedes. ¡Muchas gracias amigos!». (Texto: Francisco Andrés Gallardo).

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Alfredo Bootello Reyes nació el 25 de abril de 1939 --afirmaba que con él vino la Paz, tras la Guerra Civil, aunque en su carné de identidad decía que había nacido el 1 de Mayo, justificando así la Fiesta del Trabajo--. Fueron sus padres Luis Bootello Campo y Victoria Reyes González, natural de Orense. Alfredo era el cuarto hijo del matrimonio: Juan Luis (ver nótula núm. 682 en GdP), José, Emilio, Alfredo y Fernando. Casi toda su vida vivió en el número 32 de la calle Palacios, --actualmente Papelera Portuense-- y mas tarde y hasta su fallecimiento, en el Edificio Bellavista en el número 7 de la calle Micaela Aramburu.

Entre sus amistades más cercanas se encontraba su propio hermano Fernando, Antonio Gil de Reboleño Insúa, Gil Jiménez, Antonio Gil González de Quevedo, José Joaquín Muñoz Manzanera, Ángel Ferrer Zamacola, aunque para él todo portuense era su amigo.

Arriba Juan Luis, José y Emilio, abajo a la izquierda Alfredo y en brazos, Fernando Bootello Reyes, con sus padres, Luis y Victoria, en una foto de familia numerosa.

Alfredo, en la foto oficial del Colegio La Pescadería.

ESTUDIOS.
De pequeño estudió en el colegio de Alfonso Cárdenas en la calle Luna y mas tarde en el de la Pescadería, (ver nótula 107 en GdP), estudiando el 2º de bachillerato en el Colegio San Juan Bautista de los Hermanos Marianistas de Jerez, coincidiendo allí con su amigo Antonio Gil de Reboleño Insúa (ver nótula núm. 373 en GdP) y la carrera de Graduado Social, en Granada.

De pie, José María Arjona y Manuel Rascón Roselló. Agachados: Alfredo Bootello Reyes, Luís Ortega García el 30 de octubre de 1954.

Su afición principal fue la tauromaquia, aunque desde muy joven, antes de empezar a ponerse grueso jugaba mucho y bien al fútbol, principalmente en el equipo de ‘El Portátil’.

BRILLANTES CALIFICACIONES.
Debido a su enfermedad (Trastorno Bipolar), tenía muchos altibajos, con momentos de euforia y otros de depresión. Cuando tenía 15 años los estudiantes de El Puerto se examinaban de bachillerato en el Instituto ‘Padre Luis Coloma’ de Jerez. Esa mañana, cuando fue despertado por sus padres dijo que no se encontraba con ánimos para ir a Jerez, que no estaba preparado para afrontar los exámenes finales de 6º de bachillerato. A fuerza de la insistencia de padres y hermanos consiguieron convencerlo para que se presentara  a los exámenes, y tuvo que llevarlo su padre ya que, por el retraso no consiguió ir en el autobús que el Colegio de la Pescadería ponía a los examinandos de dicho centro. Al tiempo tuvo que ir al colegio para recoger las notas y cual sería su sorpresa que el resultado de las mismas fueron 5 sobresalientes, 4 notables y 2 aprobados.

En el campo, de pié Federico Romero Andicoverri, Jesús 'el Chulo' que fue paracaidista y murió en Canarias en un accidente de automóvil, José Joaquín Muñoz Manzanera; agachados, Alfredo Bootello y Antonio Gil de Reboleño.

Alfredo con un grupo de amigos en una tasca, en el suelo, en el centro de la imagen.

MEMORIA PRODIGIOSA.
El curso de preuniversitario lo hará en Sevilla, coincidiendo con el cambio de Plan de Estudios, también con su amigo Antonio Gil de Reboleño. Gran aficionado a la Historia y con una memoria prodigiosa, se daba la circunstancia que Alfredo no asistía nunca a dicha clase y cada vez que el profesor pasaba lista, Alfredo estaba ausente. Un día su amigo Antonio lo convenció para que asistiera al menos una vez a clase ya que, caso contrario, le darían de baja y no podría presentarse al examen. Cuando por fin accedió a asistir y en el momento de pasar lista el profesor dijo que «como siempre Alfredo Bootello Reyes está ausente».

Alfredo Bootello, sentado en el centro de la imagen, en los Sanfermines.

Y cual fue su sorpresa que estaba en el aula. Una vez pasada la lista el profesor se dirigió a él y le pidió que le hablara sobre el tema que estaban tratando, ‘La Dinastía de los Avis en Portugal’. De nuevo la sorpresa del profesor fue mayúscula pues Alfredo estuvo hablando todo el tiempo que duró la clase sobre la materia. Finalizada esta el docente le preguntó que como estaba tan preparado sobre ‘La Casa de Avis’, a lo que Alfredo, con el humor suyo característico le contestó: «--Pues que como a mí me gusta mucho la Historia y mi padre tiene en casa la Enciclopedia de Historia Universal, me la he leído entera». A lo que, maravillado, el profesor le dijo: «--Ahora me explico por que no asistía usted a clase». Si bien era un estudiante de Letras destacado, para las matemáticas no tenía dotes y se consideraba nulo en las materias de Ciencias.

EN GRANADA.
Estudiando para Graduado Social en Granada --fue compañero de otros porteños como Antonio Gil de Reboleño y Enrique García Máiquez (ver nótula 821 en GdP), aunque estos estudiaron Farmacia en dicha capital--. Allí se aprendió la historia del Reino Nazarí y los lugares típicos e históricos de la ciudad de la Alhambra. Así, se daba la circunstancia de que cuando un matrimonio de El Puerto mostraba su intención de visitarla, Alfredo se ofrecía como Guía Turístico y con aquella memoria prodigiosa que le caracterizaba, los dejaba muy satisfechos dada la profusión de datos e información que les facilitaba. También los llevaba a un buen restaurante donde le acababan invitando a comer y entonces, el doblemente satisfecho, era él.

Con Francisco Bernal 'Caco' (nótula num. 004 en GdP)  y Conchita Bautista, haciendo claqué en un Festival celebrado en Bodegas Terry a beneficio de la Cruz Roja.

SU AFICIÓN A LA COMIDA.
Alfredo, como se ha dicho no estuvo siempre grueso, de hecho estaba excepcionalmente delgado a pesar de comer de forma desaforada por lo que su padre decidió hacerle un reconocimiento médico para ver donde estaba el problema. Y resultó que el problema se llamaba ‘tenia solitaria’. Su padre cuando la vio dijo que aquella era la ‘solitaria’ mejor alimentada que había visto.

De hecho cuando de joven llegaba a deshoras a la casa paterna en verano, la madre les dejaba preparado a él y a su hermano Fernando la cena; pero como este último llegara más tarde que Alfredo, se quedaba sin cena lo que, con el tiempo hizo que Fernando aprendiera --y lo hace bastante bien-- a cocinar si quería comer algo antes de acostarse.

Debido a su peso y edad estuvo a régimen alimenticio en varias ocasiones. En una de éstas lo encontró un amigo por la calle con un pescado enorme. «--Alfredo, ¿a donde vas con ese pescado tan grande?», le preguntó, siendo su respuesta: «--A mi casa, a que mi madre me prepare el pescado. Es que estoy a régimen y el médico me ha dicho que tome una pieza de pescado y hoy me toca». Otro día se le vió con un melón y una sandía, y era que ese día le tocaba comer dos frutas al día.

Fiesta de Disfraces en el Club Náutico. De izquierda a derecha, José Joaquín Muñoz Manzanera, Milagros Roselló, Fernando Bootello Reyes, una amiga de Huelva, Mariví Jiménez González-Nandín, Alfredo Bootello, Esperanza Jiménez Ruiz y Antonio Gil González de Quevedo. 6 de septiembre de 1966. /Foto: Rafa.

En cierta ocasión se apostó con un amigo a ver quien acababa antes una generosa bandeja de gambas y, viendo que iba perdiendo la apuesta, empezó a comerse las gambas con cáscaras y así le ganó. En otra, en el Bar La Galera, Luis Rivas Acal, Lucky (ver nótula núm. 002 en GdP) le ofreció que si se comía una fuente de huevas recién cocidas entera --no podía dejar nada--, no se la cobraría. Y terminó con la fuente.

El sentido del humor fue una constante de Alfredo, en esta ocasión durante unos Carnavales cuando estalló el caso 'Juan Guerra'.

Alfredo y su hermano Fernando, con sus primas en una playa de Cádiz.

VALDELAGRANA, DE EL PUERTO.
La anécdota más conocida de Alfredo Bootello es cuando quiso poner un Kiosko en la playa de Valdelagrana, o al menos eso se fue a preguntar al Ayuntamiento de Jerez. En la puerta del Ayuntamiento jerezano, en Madre de Dios, le preguntó al ordenanza que donde podía solicitar un permiso para poner un chiringuito y éste le envió al negociado correspondiente de licencias. Una vez allí le preguntó al funcionario que había que hacer para obtener un permiso para poner un Kiosko en Valdelagrana a lo que, la persona que lo atendió le dijo: «--Vd. se ha equivocado de Ayuntamiento, ya que esa playa corresponde a El Puerto de Santa María, y era allí a donde tenía que dirigirse». Entonces Alfredo, con su potente y atronadora voz dijo a todo el que quiso escuchar: «--¡¡Eso es lo que yo quería oírles decir a ustedes, que la playa de Valdelagrana es de El Puerto de Santa María!!».

Alfredo Bootello de jovencito,  en un tentadero el 26 de mayo de 1957.

AFICIONADO A LOS TOROS.
Como se ha dicho, su principal afición fue la tauromaquia. Como premio al día que aprobó con nota los exámenes de bachillerato, su padre, que estaba invitado a una tienta en el Cortijo de Bolaños, se lo llevó consigo coincidiendo con el maestro isleño Rafael Ortega, habitual de dicha finca para sus entrenamientos. En un momento, Alfredo le dijo al Maestro que le gustaría dar unos pases a la vaquilla, a lo que accedió éste y por lo visto no lo hizo nada mal, animándole Ortega. Ahí empezó a soñar con ser torero.

Poniendo un par de banderillas en un Festival celebrado en la Plaza de Toros el 9 de diciembre de 1958.

Con el empresario taurino Enrique Barrilaro, en el centro, el pintor Juan Lara.

Toreó en festivales a beneficio de la Hermandad del Dolor y Sacrificio de la que fue hermano fundador y era inconfundible cuando iba por el centro de la procesión de penitencia rezando el Rosario. Como buen aficionado a los toros fue varias veces a San Fermín y a ver al diestro local José Luis Galloso (ver nótula núm. 368 en GdP), entre otros desplazamientos por mor de los toros.

Alfredo a la izquierda, con el poeta José Luis Tejada. A la derecha los concejales Manuel Lojo, Enrique Pedregal y Rafael Sevilla en la Feria del Libro.

MEDUSA.
Aficionado a participar y colaborar en cuantos eventos culturales, exposiciones, presentaciones, Feria del Libro, festivales, era como se ha dicho una persona con una gran formación en el mundo de las letras y de la historia, ganando algún certamen de relato y de poesía, llegando a ser, en 1971, presidente de la Asociación Cultural ‘Medusa’ que, en aquellos años, contaba con más de 250 socios. Le acompañaban en la directiva como Secretario, Jose Ignacio Buhigas; Tesorero, Miguel León Ortega y Vocales, Pedro Salvatierra Velázquez, Ramón Sánchez Pina (ver nótula 481 en GdP), J.M. Estaban Poullet, Javier Renedo Varela, Teodoro Lavilla Valimaña y Antonio Moreno Basallote.

De izquierda a derecha, Eligio Pastor, Camacho, Juan Lara, Serafín Álvarez-Campana y Alfredo Bootello, durante la inauguración del Aula de Pintura 'Juan Lara', en la actual sede de la Academia de Bellas Artes 'Santa Cecilia'.

VIAJERO.
Debido a que su hermano Fernando estaba trabajando en Madrid, en diversas ocasiones hacía una escapada a la capital de España donde vivían sus tíos Fernando, Alfredo y Juan y, lógicamente, sus primos; solía parar en un bar en la calle de la Victoria, frecuentado por toreros y aficionados taurinos. Hizo algún que otro viaje a Roma, donde vivían sus primas, siendo como era un erudito del que poder disfrutar de sus conocimiento en sus periodos grandes periodos de lucidez en medio de otros de depresión alternados con periodos de euforia. Debido a su enfermedad no tuvo trabajo fijo conocido, aunque en tiempos ayudó a su hermano José, en Algeciras. Se jactaba de vivir bien y, dicho sea en honor a la verdad, fue un trabajador de las cosas de la cultura, algo que fue una constante en su vida. Alfredo nos dejaba para siempre en una fecha señalada, el 25 de diciembre de 1996. Sus amigos le recordaron en su primer aniversario organizando una exposición homenaje a su persona.

Nuestro agradecimiento a Vicente González Lechuga por su especial colaboración en la elaboración de esta nótula.

Hoy se cumplen 90 años de la entrega por parte de la Ciudad de un estandarte al III Batallón Pesado de Artillería, siendo la madrina SAR la infanta Doña María Luisa de Orleans, a la que acompañaba su esposo Don Carlos de Borbon. Curiosamente aquel 16 de octubre cayó también en domingo.

En la imagen de la izquierda, SS AA en el antiguo Hospital Municipal.

La estación de ferrocarril estaba muy concurrida a la llegada del primer tren procedente de Cádiz en el que, además de un importante contingente de viajeros espectadores espontáneos, conducía a los numerosos invitados de otros municipios al evento, además de las Bandas de los Regimientos de Cádiz núm. 67 e Infantería de Marina, con sus secciones de cornetas y tambores, desfilando hasta el crucero de Larga con Luna, interpretando pasacalles. Muchos jerezanos se acercaron a presenciar el acto en El Puerto.

Llegada de los Infantes al Ayuntamiento en la Plaza de Isaac Peral.

A las 11 de la mañana llegan al Ayuntamiento situado en la Plaza de Isaac Peral SS.AA, rindiéndole honores una batería del III Regimiento de Artillería Pesada, al mando del Capitán Cerón, siendo recibidos por el alcalde, Manuel Ruiz-Calderón y los concejales, José Izaguirre Obeso, Antonio Gutiérrez Gómez, Rufino Bononato, Manuel Maraver, Francisco Gutiérrrez Mercier y y Luis Benítez Gómez. Desde Peral se encaminan al Paseo de la Victoria para asistir al solemne acto interpretando la Banda de Música, dirigida por el maestro Rocafull, la Marcha Real a la entrada y salida de SS AA del Palacio Municipal.

Llegan las unidades militares al Paseo de la Victoria: el batallón de Infantería Base Naval del Ferrol, el de Villaviciosa, el grupo de baterías del XII Ligero y el Regimiento de Artillería Pesada. Eran muchos los invitados, representaciones civiles, militares, políticas, sociales, que estuvieron en el acto y los lugares destacados que ocupaban en el Paseo, dándose el caso de que se instaló una tribuna para que presenciaran la ceremonia los alumnos del colegio de San Luis Gonzaga.

Los infantes llegando al Paseo de la Victoria, con el estandarte portado por el alcalde Ruiz-Calderón.

La llegada de los Infantes produjo nuevamente la expectación del público. El estandarte era portado por el alcalde, Ruiz-Calderón, cuyo acto de entrega se haría con una ceremonia religiosa de por medio, con el Arcipreste Francisco Núñez Galván, entregado por el alcalde a la infanta y es recibido por el coronel jefe del Regimiento que aceptaba la oferta de El Puerto. Tras la ceremonia se celebró un desfile por la calle Larga.

Los infantes, por las calles engalanadas y a coche descubierto, se dirigieron al antiguo Hospital Municipal.

Terminado el desfile la comitiva con SSAA a la cabeza se dirigieron a visitar el Hospital Municipal, donde fueron recibidos por el director facultativo Plácido Navas Villascieras; a continuación visitaran el Hospital de Sangre de la Cruz Roja, donde son recibidos por las Juntas de la Cruz Roja, con la presidenta de Damas, Mercedes Peñasco y la de Caballeros una nutrida representación a cuyo frente se encontraba Manuel Ordóñez Garabito.

Banquete ofrecido en el Ayuntamiento.

A continuación se ofreció un banquete en los salones del Ayuntamiento para sesenta comensales, pasadas las dos de la tarde, amenizado por la Banda Municipal, donde se sirvió consomé de ave, crema perigod parisien, timbal de langostinos, solomillos emperatriz, jamón york a la americana, pavi-pollo rotti, bizcocho helado a la veneciana y postres. Los vinos fueron M. Riscal, Maruja, Jerez Solera 1800, Fino Palma, Champagne, Cognac y Crema de Cacao.

Como se echaba el tiempo encima y no se podía completar el apretado programa de visitas, cancelaron la visita prevista a los alojamientos de las fuerzas armadas, cuyo menú extraordinario fue entremeses, paella de arroz a la valenciana, merluza en salsa, bisteak empanado, Frutas, Vinos, Pasteles, Licores y Cigarros puros.

El acuartelamiento en la Plaza del Polvorista.

Los infantes, después del banquete, se dirigieron a continuación al Colegio San Luis Gonzaga. A las cuatro en punto de la tarde se celebró un festival taurino en la Plaza de Toros a cuyo comienzo  no llegaron los infantes hasta bien entrado éste, por lo que se alteró el orden previsto en el mismo, corriéndose en primer lugar los becerros y, ya con los infantes, se celebró un carrusel con jinetes, formaciones, música, … que encandiló a los asistentes. Al finalizar el espectáculo SS.AA fueron despedidos en la puerta de la Plaza a pie del auto que les condujo a Sevilla, por las autoridades civiles y militares que formaron la comitiva, rindiendo honores fuerzas de Artillería.

2

En la imagen, instantánea de Fito Carreto en el Parque Caldereón, del Chiringuito ‘Baobab’ que, durante años, gestionado por Fernando Durán Rey --en la actualidad, locutor de radio--, atendió a la gente moderna de El Puerto en la década de los ochenta. A la derecha de la imagen, el malogrado periodista de Diario de Cádiz, Diego Mora Perles, a quien con tanto cariño recordamos.

Entre 1979 y 1989 Fernando Durán trabajó en la hostelería en el Parque Calderón, en un kiosko novedoso para la época: el Baobab, donde conoce a gente muy interesante y hace muy buenas amistades. De allí, recuerda, salieron muchas parejas y amantes. Aunque el bar no era suyo, lo defendió como si lo fuera: fue una concesión del emprendedor Juan Ruiz-Herrera. El derecho al descanso de los vecinos de la zona, dado el movimiento y los horarios que mantenía el exitoso establecimiento, acabó cerrándolo.

1

El Adriano III en el dique, tras ser rescatado luego de su hundimiento.

Benito, más que de pueblo,
es un zoquete integral
que no entiende el palabrero
que suelen utilizar
los que gozan del llamado
estado del bienestar,
y se queda boquiabierto,
"boquitonto", al escuchar
esa terminología tan frecuente,
y tan normal
que recoge, entre otras cosas,
el transporte intermodal,
la expresión alucinante
de entorno medioambiental,
y, el modernísimo invento
del Consorcio Provincial
del Transporte, que no sabe
cuántos enchufes creará
con sueldos muy superiores,
como cosa natural,
a ese mediocre salario:
el interprofesional.

También ignora Benito,
y preocupa ese ignorar,
para qué demonios sirve,
cual es el fin primordial
del ente al que se conoce
como Mancomunidad.

De lo que entiende Benito,
por ser un pobre patán,
es de vergüenza torera,
de gratitud y lealtad,
de nobleza, de sentimientos
y de generosidad.

Que de todo ello carecen
los que van a jubilar,
puesto lo exige el progreso,
por decreto y sin piedad,
al Tercero de esa saga
entrañable y singular,
cuyo nombre es Adriano,
y además de familiar,
es desde tiempos pasados
emblema de la Ciudad.

Es una muerte anunciada,
puesto que un catamarán,
dos mejor dicho, han venido
al Vapor a reemplazar
en sus idas y venidas
del Puerto a la capital.

Pero lo que clama al cielo,
lo sangrante de verdad,
es la negación rotunda,
dada por la autoridad
de antemano, a toda ayuda
de nuestra Comunidad.

¡Las subvenciones son todas
del nuevo catamarán!
Y si desea sostenerse,
si quiere continuar viviendo,
pues que se busque sin demoras,
sin tardar, una nueva ocupación
distinta de la actual.

Así premian su conducta
abnegada y ejemplar,
los esfuerzos cotidianos
en su honrado navegar
con Poniente, con Levante,
Sur o vendaval,
siempre señor en sus actos,
siempre amigo servicial,
viviendo con lo justito
sin la ayuda material
de quien echarle una mano
era obligación moral.

Pero ¿a dónde irá el Vapor?
¿Qué ocupación buscará?,
dice Benito enfadado.
¿Habrá llegado a pensar
algún listo se dedique
a coger muergos quizás?
¿O se vaya al algodón
y en septiembre a vendimiar?
¿Se irá a la fresa a Moguer?
¿O se ocupa en transportar a 'guiris'
a la Sierra del Pinar,
y en Grazalema les muestra
el hermoso pinsapar?

¿De qué sirvió te nombraran
Bien de Interés Cultural?
Bien ¿para quién, Adriano?
¿Quién se pudo colocar
a tu costa otra medalla
de la chaqueta en su ojal,
y ahora, desagradecido,
te niega el pan y la sal?
Preguntas a las que nadie
quiere o puede contestar.

Benito no se aventura,
no quiere pronosticar
en qué acabará la cosa;
pero le ruega no deje
firmemente de luchar,
defendiendo los derechos
que ganó sobre la mar,
y, aunque lo vejen y humillen,
no pierda su dignidad.

Por eso cuando se cruce
con algún catamarán
no se achique y siga airoso
su seguro caminar,
y en el momento preciso
le dé tres largas "pitás "
que demuestren los bemoles
y la clase señorial de esa saga
inolvidable de los Fernández Sanjuán .

Paco del Castillo.

Parece que el poeta escribió hoy estas letrillas, pero fue en Diario de Cádiz, en la columna de opinión ‘Bienteveo’, ajustado al formato de prosa, el 25 de enero de 2006. Tiene plena vigencia.

3

Félix Tejada Prieto nació en la calle Nevería --en una casa ya inexistente-- el 19 de diciembre de 1933, segundo de los tres hijos (Pepe, Felix y Jesús) habidos en el matrimonio formado por Eduardo Tejada e Inés Prieto. Felix estudió en La Divina Pastora, con doña Lola, en el Colegio del Carmen  en el Colegio existentes en Santo Domingo, hoy Instituto, conocido como  ‘Bellas Artes’, al encontrarse allí también la Academia de ‘Santa Cecilia’ en aquel tiempo.

«Discurría el verano de 1946, eran tiempos difíciles y muy duros pues estábamos en la posguerra. Un día me encontraba jugando en la calle Santa María  con otros niños al boli --canicas--, cuando escuché a mi madre que me llamaba a voces desde la altura de El Cafetín. Me dijo había hablado con su tío José Gallego Peinado --el maestro Rubio--, dueño de un Taller de Fragua, para trabajar en sus dependencias donde ya trabajaba mi hermano mayor, Pepe. Con los bolis en el bolsillo, a las dos de la tarde, ya estaba en la puerta del taller para empezar mi aprendizaje en la cerrajería y en tareas de forja. Pensé con apenas 12 años cumplidos: ‘Ya soy otro, estoy trabajando’ y es que de pequeño quería trabajar de cerrajero al igual que mi hermano Pepe, quizás también influido por el recuerdo a mi abuelo materno, que había sido cerrajero».

Felix recuerda que no le dio tiempo a despedirse de su  maestro  D. Antonio de la Torre. Desde las ventanas del Taller que se encontraba frente al Colegio, se escuchaban los ruidos y el murmullo de una clase llena de niños, su antigua clase, desde el que era ya su trabajo.

EL APRENDIZ.
«Para mi este taller era un Templo de Arte, de buenos trabajos. Ver a mi maestro, al Maestro Rubio, trabajar era la perfección en la fragua». Las primeras faenas que hace un aprendiz son acarrear agua para el personal, recoger las herramientas, barrer el taller, partir el carbón de fragua puesto que venia en tacos muy grandes, llenar el pilón de agua sacada del pozo para mojar el carbon, templar la herramienta y ayudar a los oficiales.

Premio otorgado por Patrimonio Histórico en el año 2007

A primera hora se encendían las dos fraguas y allí se hacía de todo: cortar, taladrar, soldar, empalmar, machacar, pegar, … de todo. Luego ayudaban a los oficiales, sobre todo en la fragua y aprendió a machacar (que es quien usa el ‘macho’ gordo que acompaña al Oficial o ‘Bocafragua’. Existe un dialecto a base de martillazos entre el Bocafragua y el Machacador que te va marcando la pauta en la faena. Al finalizar la larga jornada el aprendiz recogía las herramientas, las colgaba en el tablero, barría los bancos de trabajo y el suelo del taller.

Con un año aproximado de taller, la faenas eran más duras pero mas gratificantes para el meritorio. Ya empezaba a hacer cosas, chapuzas: paletas para el carbón de la copa o brasero, tenacillas para la cocina de carbón, reparación de planchas de hierro, estañar los peroles, lo que le suponía un suplemento al sueldo de una peseta diaria que cobraba.

LA JORNADA DE TRABAJO.
Las jornadas de trabajo no eran intensivas, antes al contrario eran ‘extensivas’. Entraban a las 8:00 de la mañana hasta las 13:00 horas. Regresaban a las 14:00 hasta las 19:00 y una tercera franja entre las 20:00 y las 00:00 horas cuando había mucho trabajo. Osea, un mínimo de 10 horas diarias que a veces se convertían en 14 horas de jornada laboral. También se trabajaba los sábados y domingos, pero con horarios mas reducidos. «Era tan cruel como bonito. A los tres años de estar trabajando me dieron de alta y ya ganaba tres pesetas diarias», recuerda.

Luego vendrá el taller de José Gallego Huerta --hijo del Maestro Rubio-- en la calle de la Palma y un poco más adelante a la calle Puerto Escondido, en el Taller de Manuel Paz. «Recuerdo la primera faena, hacer unas anillas pegadas 'a fragua' para las vagonetas de la explotación de Las Salinas»

OTROS TALLERES.
Con posterioridad Felix entrará a trabajar en el Taller del primo de su madre: Domingo Prieto Cressi; también  en la Plaza de Toros, en el Taller de Altaraz y, cuando contrae matrimonio con Consuelo Pérez Ramírez se instala en Jerez pues prestará sus servicios profesionales en un taller en la calle Zaragoza, donde llevaban el servicio técnico de tractores Hanomag. De ese matrimonio Felix y Consuelo tienen cuatro hijos, Felix: Jesús, Consuelo y Pedro, llevando los tres varones en la actualidad el taller que se encuentra en la finca ‘El Martillo’ en el Pago de la Valenciana, siendo el taller mas antiguo que se encuentra en activo.

Jesús, Pedro, Felix padre y Felix hijo. Sus descendientes varones, los hermanos Tejada Pérez se han hecho cargo del taller tras la jubilación de nuestro protagonista, hace 12 años, aunque todavía visita y supervisa algún trabajo.

BASE DE ROTA.
Pero volviendo a la cronología de su vida laboral, Felix cambia de empleo y entrará a trabajar en la Compañía Pittsburgh para la Base de Rota, como soldador de autógena y eléctrica especializado en soldaduras de alta presión, donde acabará ocupando el cargo de Inspector, algo que no le satisface pues no hacía nada físicamente con sus manos --solo dirigir e inspeccionar-- y pide la cuenta y se marcha para establecerse por su cuenta y montar su propio taller.

Flotilla de helicópteros en la Base de Rota en 1961.

CALLE CONEJITOS.
Nos encontramos en 1964 cuando Felix, por mediación de Vicente Pérez de la Lastra alquila un corral en la calle Conejitos sin agua, sin luz, techo ni puertas y, por medio de la constructora de éste ‘El Látigo Negro’ acaba acondicionando para taller aquellas cuatro paredes. «Allí empezó mi primera y humilde empresa, ya vivían mis cuatro hijos y sin ingresos ninguno empecé a comprar las primeras herramientas, máquinas y acometer mis primeros trabajos como autónomo».  Hace 39 años, en  1972 se trasladaron a la Finca ‘El Martillo’, en La Valenciana, a una nave que fue propiedad del que fuera alcalde de El Puerto, Francisco Javier Merello Gaztelu donde éste tuvo una imprenta.

El Toro de Osborne en La Muela /Foto: Levijo.

EL TORO DE OSBORNE.
Como ya se ha dicho, Felix estaba acostumbrado a una larga jornada de vida laboral. Al finalizar su jornada durante su etapa en la Base de Rota ayudaba a su hermano Pepe en el Taller, que era quien recibió el encargo de parte de Rafael Osborne Macpherson e Ignacio Osborne Vázquez para realizar la figura del Toro en 1961. «El toro, como casi todas las cosas importantes, nacen casi de casualidad», afirma.

Antes, en 1954 la agencia de publicidad Azor realiza para Osborne un símbolo que serviría para representar al brandy Veterano, y que con el tiempo ha simbolizado al Grupo Osborne y a la imagen de España en el mundo. El artista local, Manolo Prieto, tío de Felix Tejada (con nótula núm. 863 en GdP) Director Artístico y Jefe de Estudio de aquella agencia será el autor de la figura del toro bravo «valla que no es aceptada con mucho entusiasmo por el cliente» según llegaría a afirmar el propio Manolo Prieto. En 1958 se empiezan a colocar las primeras figuras fabricadas en madera, que medían cuatro metros, tenían los cuernos pintado de blanco y un rótulo que anunciaban el producto. /En la imagen de la izquierda, uno de los bocetos primeros de Manolo Prieto.

En 1961, dado que la madera se estropeaba con frecuencia se empezará a hacer de metal midiendo ya siete metros y, al año siguiente, al cambiar la normativa, los 14 metros de altura actuales. Tienen que hacer los cálculos, el despiece, el estudio para el transporte y los camiones… El primer toro lo recortó a cincel, trazado en tres partes pues no cabía en el taller de su hermano en la calle San Bartolomé. Se colocó en la Cuesta de Matajaca, en la carretera de Jerez.

Vista parcial del taller donde se fabrican los elementos que conformarán la sobria figura del toro: diversas plantillas y formas.

En este ínterin, el hermano Pepe sufre una enfermedad que le obliga a abandonar los encargos, haciéndose cargo Felix de la realización y montaje de los mismos por la geografía española. En verano, iba con sus hijos en el camión quienes le acompañaban en unas improvisadas vacaciones, algo que, con el tiempo se convertiría en su propio trabajo.

Felix Tejada en su tallere contemplando una maqueta a escala del famoso toro.

EL TORO EN CIFRAS.
En el taller se realiza esta figura de peso y medidas excepcionales: 4.000 kilos de peso, una altura cercana a los 14 metros --algo así como un edificio de cuatro pisos--. Felix Tejada ha dado explicaciones en mas de una ocasión a ingenieros y arquitectos ya que su instalación viene a ser una obra de ingeniería y de ingenio: se prepara el anclaje de las 4 torretas metálicas que sostienen el toro con un basamento de 4 zapatas de 6 metros cúbicos de hormigón cada una, con un peso total de unos 50.000 kilos.

La familia Tejada en el montaje de uno de los Toros de Osborne.

El toro en su emplazamiento. Las condiciones de luz solar ponen de manifiesto el entramado de planchas que conforman la figura.

EL GANADERO DEL TORO DE HIERRO.
Para montar las piezas que conforman una superficie aproximada de 150 metros cuadros, compuesto por 70 chapas de 90x190 cms. y 2 mm. de espesor, se realizan más de 1.000 taladros para fijar tornillos de doble tuerca. La figura necesitará 50 kilos de pintura para que adopte el color negro característico del Toro de Osborne. Existen 91 toros distribuidos por España, todos realizados en el Taller de Felix Tejadas e Hijos, con una concentración especial en las provincias de Cádiz y Sevilla. Últimamente se ha instalado uno en el continente Africano, en la Ciudad Autónoma de Sevilla.

Felix con con su hijo Pedro, sujetando una de las piezas de la figura del cornúpeta.

Después de más de medio siglo realizándolos, existen toros de varias medidas y formatos: el gigante con 13,80 metros de alto, el novillo, con 6,50 y muchas medidas pequeñas, grandes y medianas. Como dato curioso, señalar que la inmensa mayoría de los toros que se encuentran en las carreteras están datados en 1957 por la Dirección General de Bienes Culturales, por el que se sometía a información pública el expediente para la inscripción específica, en el Catálogo General del Patrimonio Histórico Andaluz, a favor de los Toros Osborne.

Felix Tejada en las escaleras del Palacio de Purullena.

RESTAURACIÓN
Félix Tejada e Hijos, se encarga también de la restauración de edificios antiguos. La fotografia inferior se corresponde, con los trabajos de restauración de la cerrajería del Palacio de Purullena, en El Puerto de Santa María (edificio que data del siglo XVIII).

En la imagen superior vemos es un arcón con cerradura de once puntos de seguridad. Data de la época de Juan de la Cosa (siglo XV aproximadamente). Fue restaurado en su totalidad y se exhibe en el Museo de Arquelogía y Bellas Artes de El Puerto de Santa María.

Otro de los señalados edificios en los que ha trabajado para su restauración, ha sido la Torre del Oro de Sevilla. En ella, entre otros trabajo, Felix y sus hijos restauraron las puertas, y los cañones. Y para estos últimos construyeron sus soportes.

Ojo de buey de Bodegas Lustau (Jerez), realizado por el Taller de Tejada e Hijos.

Felix Tejada, jubilado desde hace 12 años, está orgulloso del Taller de Fragua, del que afirma que «no se debe perder y recoger sus conocimientos; de ahí nacen muchas cosas del taller de hierro, la creatividad, donde el hombre hace y crea». No es de extrañar tanta sensibilidad pues nuestro protagonista es primo de los desaparecidos poeta José Luis Tejada y el escultor y pintor Javier Tejada.

3

Cada cierto tiempo, como si lo aprendido de pequeño tuviese su espacio en la memoria más entrañable, suelo sacar esa caja de latón donde conservo las fotos antiguas de la familia. Y miren ustedes por donde me tropiezo con una instantánea de singulares características. Determinada calidad y entrañable composición. Es la imagen que tienen ustedes delante.

La playa de La Costilla en Rota sirve de soporte a dos parejas de recién casados. Corría el año 1.956 cuando los matrimonios conformados por los profesores del Instituto Laboral portuense, Enrique Bartolomé López-Somoza (con nótula 222 en GdP) y Elisa López Quevedo y Manuel Martínez Alfonso (con nótula 1.051 en GdP) y María de los Ángeles Pérez Sánchez viajaban a la localidad vecina y eran inmortalizados por un amigo común.

La memoria es el único paraíso del que no podemos ser expulsados, escribía el escritor alemán Jean Paul Friedrich Richter, mientras saboreo la fotografía que cuelga en el salón de mi casa familiar. Enrique y Manolo; Elisa y Mari eran algo más que compañeros. Amigas inseparables, ellas habían decidido vivir siempre cercanas y de esa primera casa compartida en el Egido de San Juan,  junto a la finca del Manco Guindate, en la casa conocida como de Santa Ana, propiedad de D. Manuel Rubín de Celis, pasaron a ocupar un par de chalecitos de los profesores del Instituto de la Rotonda de La Puntilla. Hasta que en la última década, a excepción de Elisa, nos dejaron para siempre.

Don Manuel y Don Enrique, desde esa barandilla algodonosa de las nubes, contemplan esa ciudad que les vio crecer como profesores. Ellos ya abandonaron este mundo. Se marcharon, como decían esas bellas estrofas de Antonio Machado:

Y cuando llegue el día del último viaje
y esté al partir la nave que nunca ha de tornar
me encontraréis a bordo ligero de equipaje
casi desnudo, como los hijos de la mar.

Para muchos, el año de la instantánea –que bien podría servir de cartel anunciador de alguna película de la época-, fue importante. España y Marruecos firman un acuerdo sobre transferencia del territorio marroquí que hasta entonces era Protectorado español; la actriz Grace Kelly contrae matrimonio con el príncipe Rainero III de Mónaco; Marilyn Monroe contrae matrimonio con el dramaturgo Arthur Miller; en la Capilla de la casa palacio de los Marqueses de Arco Hermoso (calle Durango) se celebraba en octubre la boda entre Lupe Romero Laffite, hija de los marqueses y el gaditano Antonio Grosso Burham, bendecida por el obispo de Córdoba, fray Albino Menéndez Reigada; se celebran Juegos Olímpicos en Australia, o Juan Ramón Jiménez obtiene el premio Nobel de literatura. Para los familiares y amigos nos resulta emocionante y placentero contemplar con detenimiento imágenes desgastadas con el tiempo, pero vivas.

Y en el recuerdo de esos dos entrañables profesores de muchas generaciones de portuenses, nos anudamos a esa otra frase del poeta latino Marco Valerio Marcial, cuando afirmaba que 'poder disfrutar de los recuerdos de la vida es vivir dos veces'. (Texto: Enrique Bartolomé , Jr.)

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