El magistrado demanda “el reconocimiento del derecho a una investigación eficaz”

| Texto: José María Morillo.
La justicia penal española sigue enfrentándose a uno de sus desafíos más complejos: cómo investigar y enjuiciar la violencia sexual contra menores sin dejar toda la arquitectura probatoria apoyada en la palabra de la víctima. En este escenario, una nueva obra publicada por Editorial Colex vuelve a encender el debate. Su autor, el magistrado y doctor en Derecho Miguel Ángel López Marchena, vecino de nuestra Ciudad, propone abandonar definitivamente el viejo esquema de la “prueba única” y avanzar hacia un modelo de investigación sólido, multidisciplinar y verdaderamente centrado en los derechos de la infancia.
El libro —De la prueba única al modelo de investigación efectiva en los delitos contra la libertad sexual sobre víctimas menores— aspira a convertirse en una referencia básica para jueces, fiscales, policías, forenses y equipos psicosociales que trabajan en este ámbito. La tesis inicial es contundente: la violencia sexual infantil es un fenómeno masivo, oculto por naturaleza, con elevados índices de impunidad y consecuencias devastadoras para quienes la sufren. Durante décadas, la declaración del menor ha funcionado como eje casi exclusivo del proceso penal, convirtiéndose al mismo tiempo en un punto débil y en una fuente de revictimización.





