Una bendición con mensaje: poder y pulso entre obispos

| Texto: José María Morillo
Tal día como hoy se cumplen 70 años de la bendición al monumento de la Inmaculada Concepción, cuya primera piedra se había colocado un año antes. Aquel 12 de diciembre de 1955, el Obispo de Cádiz-Ceuta, Doctor Tomás Gutiérrez Díez, bendijo el monumento a la Inmaculada Concepción ubicado en el centro de la plaza de España (plaza de la Iglesia). El templete había sido diseñado por el arquitecto Fernando Barquín y labrado por el escultor sevillano José Basallo. Podemos ver, en primer término, la mesa de altar, el candelero con velas y el crucifijo con la reliquia de San Ignacio, así como el relicario con el cráneo de San Francisco Javier, patrono de la Ciudad.
Dado el enfrentamiento que mantenía Antonio Cía, el párroco de la Prioral con el Cardenal Segura, Obispo de la Diócesis de Sevilla a la que pertenecía El Puerto de Santa María en aquellos años, éste invitó para la inauguración del monumento al obispo gaditano, afrentando al cardenal sevillano, algo impropio, pero no menos frecuente, en la institución eclesial. [*]





