El pasado sábado día 7 de Agosto, se celebró en la Bodega "San José" de nuestra Ciudad, la I Reunión de la familia Benjumeda A dicho encuentro asistieron 150 (136 adultos y 14 niños) descendientes o emparentados con los Benjumeda Martínez de Pinillos. Una buena parte de ellos residen fuera de El Puerto (Madrid, Sevilla, Almería, Cádiz, Jerez, ...) e incluso en el extranjero, en países tales como Bélgica, Holanda, Austria o Estados Unidos de Norteamérica. Durante la jornada se conocieron muchos miembros de la familia que no tenían más referencia que por oídas, por escrito o que incluso desconocían de su existencia y otros que, por vivir en lugares tan distantes, hacía tiempo que no se veían.
LOS BENJUMEDA LLEGAN A LA PROVINCIA.
El primer Benjumeda del que provienen los 150 congregados, entre descendientes directos o emparentados, José Nicolás Benjumeda Romana, llegó a Cádiz en el siglo XVIII, descendiente de Juan Benjumeda y Góngora, natural de Marchena (Sevilla). Las calles existentes en Cádiz en la capital de Cuba --La Habana-- con el apellido Benjumeda fueron rotuladas como reconocimiento a los méritos de dos eminentes médicos de esta familia.
Así, José Benjumeda Gens, nieto del primer Benjumeda llegado a Cádiz, Catedrático que fue y primer Decano de la Facultad de Medicina de la capital gaditana, y en Cuba la de su hijo José Antonio Benjumeda Fernández, Catedrático de la Facultad de Medicina de La Habana. (En la imagen, José Benjumeda Gens).
Hasta donde los propios Benjumeda tienen datado, este es el árbol genealógico: Miguel Benjumeda - Juan Benjumeda y Góngora (Marchena) - José Nicolás Benjumeda Romana (1699) llegan a Cádiz - Pascual Benjumeda Rodríguez (1759) - José Benjumeda Gens (1787) - José Antonio Benjumeda Fernández (1817) - José Luis Benjumeda Miranda (1869) casado con Francisca Martínez de Pinillos, engendrando a seis hijos: los Benjumeda Martínez de Pinillos:
José Luis (1894) creando la rama Benjumeda Molleda (José Luis “Neno” (+), María Loreto, Milagros, Covadonga, Manuel (+), Pilar, Francisco (+) y Jesús; Francisca (1899, creando la rama De la Torre Benjumeda (Antonio (+); María Teresa (1903), creando la rama Molleda Benjumeda (Jesús (+), Luis (+), Sinforiano (+) Teresa, Milagros, María Eulalia y José Antonio (+); Antonio (1904), creando la rama Benjumeda Abreu (Antonio (+) Milagros, Paca, Juan Carlos, (+), Victoria, María, Fernando, María del Carmen, Javier (+) y Loti; Úrsula (1906) creando la rama Díaz Benjumeda (Francisco, Manuel, José Luis, Enrique); y Manuel (1908) creando la rama Benjumeda Osborne (Juan, Jaime (+), Margoti, Gonzalo, José María, Josefina, Eduardo, Ignacio, Jaime, Manuel y Luis). Y luego todos los descendientes de éstos... (En la imagen, José Antonio Benjumeda Fernández).

Los hermanos Benjumeda Martínez de Pinillos, las seis ramas de las que descienden los asistentes al Encuentro del pasado 7 de agosto en El Puerto. (Imagen de 'La Gaceta Benjumeda', periódico editado con motivo de la convocatoria)
DESCENDIENTES DE LA MISMA RAMA.
Los reunidos en la Bodega San José son descendientes de José Luis Benjumeda Miranda, cumpliéndose este mismo año el centenario de su fallecimiento. Así descienden de sus sus seis hijos que conforman las seis ramas que se reunieron el sábado: los Benjumeda Martínez de Pinillos. Los allí congregados constataron que e cumplían tres tradiciones en la familia: la primera es que la profesión de médico era una constante, aunque en la actualidad ninguno ha llegado a ser catedrático o decano de facultad, como fue el caso de algunos de sus antepasados. La segunda tradición es que se ha mantenido el nombre de José, existente en todas las ramas y transmitido a lo largo de las diferentes generaciones. La tercera es que el nombre de Úrsula, que tenía la tatarabuela, transmitido por la rama de los Díaz Benjumeda hasta sus actuales hijas, las más pequeñas.

ASISTENTES.
Ni sabemos ni podemos poner el nombre de todos los asistentes, empero, si afirmamos que, entre otros estuvieron: Milagros Benjumeda Abreu, Vda. de Pedro Troya Zamudio. María del Carmen Benjumeda Abreu, casada con Rafael Díez Vergara, y sus hijos Rafael casado con Ana Andréu y Santiago; María Asunción Benjumeda Abreu, viuda de Rafael de la Calle Romero, residente en Jerez. Victoria Benjumeda Abreu, viuda de José Antonio Micheo de la Loma, con sus hijos Victoria Eugenia Micheo Benjumeda, residente en Holanda y casada con un coronel que trabaja para la OTAN: Cristóbal Guerrero Suárez; José Antonio, Iñigo, Marta, María Valvanera, Alvaro y Gonzalo (los dos residentes en Madrid), Fernando, Miguel casado con Aurora Gómez Agar y Manuel residente en EEUU, casado con Michelle Glass. Francisca Benjumeda Abreu, Viuda de Miguel Sánchez Cossio Muñoz. Carlota Benjumeda Abreu, casada con Vicente González Lechuga y sus hijos Vicente y Fernando González Benjumeda, casados respectivamente con María del Mar Conde y Carmen Noelia Martínez de Murga Guevara. María Eulalia (Marula) Molleda Benjumeda, acompañada de su marido Rafael Redel Hernández. También asitió su hija mayor Reyes y su marido Luís Cuervo Spottorno que vinieron desde Bruselas, ya que él trabaja en la Comunidad Europea.

Victorina Arrobas Vila, Viuda de Antonio Benjumeda Abreu y sus hijos Luis con su mujer Elke Hois, que vinieron de Austria; y Antonio con su esposa Aurora Bravo Garcés, que vinieron desde Sevilla. Fernando Benjumeda Abreu, único varón que queda vivo de dicha generación, su mujer María del Carmen García Román y su hijo Fernando Bernjumeda García. La viuda de Javier Benjumeda Abreu, fallecido recientemente, María del Carmen Lobato Galán, nieta de Patesca. José Luis Díaz Benjumeda, esposa, hija y sobrinas, residentes en Sevilla. Los Benjumeda Peñafiel, hijos de Juan Benjumeda Osborne: Alberto, Ana, Blanca, Jorge, Juan, Marta, Pilar y Rafael. Ademas, estuvieron el General de División del Ejército del Aire, Manuel, Benjumeda Osborne y sus hermanos Ignacio, José María, Juan, Luis y Margoti, menos Josefina que vive en EEUU. Los Díez Benjumeda, entre ellos el artista pintor, autor del cartel de Feria de El Puerto, del año 2007, Santiago Díez Benjumeda. Piluca Benjumeda Molleda, viuda de Eduardo Ballesteros Morales, conocido analista clínico y sus hijos Begoña, Eduardo, Joselo, María y Pilar Ballesteros Benjumeda, y sus respectivos entre los que se encontraba el marido de Begoña, Antonio Ojeda Guerrero. Desde Almería, Rafael Molleda Fernández, casado con María Isabel Mata Almodóvar y sus hijas Isabel y Aurora. Desde Madrid, María Antonia Andrade García-Moreno, Vda. de Luis Molleda Benjumeda y su hija María Antonia, periodista, que trabaja en el gabinete de prensa del PSOE en la calle Ferraz.

Desde Sevilla, María Úrsula Díaz Manzano y su marido José Manuel Luca de Tena Córdoba, con sus hijas Úrsula y Carmen, es la hija mayor de los Díaz Benjumeda y fue la promotora de llamar a la rama de Sevilla. Margot Benjumeda Osborne, casada con Enrique del Pino Bohórquez, residentes en Jerez, y sus hijos Margarita, Beatriz, Enrique, Miguel, Jaime, Patricio, con su mujer María del Carmen Ramírez Sánchez. María Angustias León Orozco, Viuda de Juan Carlos Benjumeda Abreu, con sus hijos, hija María Angustias, Juan Carlos casado con Rocío Luque, Enrique casado con Verónica O'Neale Moreno-Luque, ambos residentes en Jerez. Los Letang Arévalo, Ana y Enrique y los Letang Benjumeda: Enrique, José Luis, Juan, Marta, Raquel, Fernando, y Fernando Letang Velarde y Fernando Gil de Sola Letang y Francisco Gil de Sola Costell. Y Cristina y Ana Azcárate Benjumeda. Los hermanos Javier, Juan y Patricia Gil de Biedma Benjumeda.
Y otros apellidos presentes emparentados con los Benjumeda, por alguna de sus seis ramas: Andreu, Berzal, Bebitori, Caamaño Aramburu, Cuervo Spottorno, Cruz, De la Torre Bononato, Elvira, Gálvez, Gómez, León Orozco, Lobato, Luca de Tena, Luque, Mata Almodóvar, Monguió, Pascual de Pobil, Brice Peton, Redel, Rodríguez Mendoza y Rodríguez Romero, Rubio, Sebastián Garicano, Seoane, Soneira, Sordo, Federico del Valle, y los Worth del Pino, Carla y Margarita, cerrando la lista de 150 familiares reunidos.
PREMIOS Y DISTINCIONES.
Como no podía ser de otra forma, al finalizar la comida, se hizo entrega de una Botella de Vino Conmemorativa «Señorío de Benjumeda» Rioja Crianza de 2007, etiquetado especialmente para la ocasión por Vinícola Jarrera. Así, en primer lugar repartieron a las personas de mayor edad de cada una de las seis ramas de la familia presentes en el Encuentro, que les fueron entregadas por las chicas de las generaciones más jóvenes. (En la imagen, Úrsula Miranda).
- De la rama Benjumeda Molleda, para Mari Benjumeda Molleda, decana de la reunión. De la rama de la Torre Benjumeda, para Angelita de la Torre Bononato.
- De la rama Benjumea Abreu, a Milagros Benjumeda Abreu.
- De la rama Molleda Benjumeda, a Marula Molleda Benjumeda, agradeciendo su desplazamiento desde Madrid.
- De la rama Benjumeda Osborne, a Juan Benjumeda Osborne, agradeciendo la numerosa presencia de esta rama en el evento familiar.
- De la rama Díaz Benjumeda, a José Luis Díaz Benjumeda, quien durante el encuentro se reunió, tras muchos años, con su madrina Mari Benjumeda Molleda.
Otras botellas de “Señorío de Benjumeda” fueron entregadas a José Luis Letang Benjumeda, por ser el primero en apuntarse al evento. A Luis Benjumeda Arrobas, por su rápida respuesta al ser el primero en abonar las cuotas. A Jesús de la Torre Bononato, por sus gestiones en la celebración del encuentro. A Francisco Gil de Sola Costell, por su trabajo en las cuestiones organizativas. A Javier Sordo Letang, por la elaboración de un periódico conmemorativo. Otra botella para la desconocida Daniela, cuyo apellido no se conocía en el momento de celebrarse el ecuentro. A Manuel Micheo, que vino expresamente de EEUU para la ocasión, acompañado por su mujer, Michel Glass. Y otra por su inicial colaboración, poniendo en contacto a la mayoría de la familia, al colaborador de Gente del Puerto, Vicente González Lechuga, autor de las fotos que ilustran esta nótula. (En la imagen, portada de 'La Gaceta Benjumeda').
Las organizadoras del evento fueron las hermanas Raquel y Marta Letang Benjumeda, hijas del Comandante Letang Brouillon, constructor del desaparecido lugar de celebraciones y caseta de Feria ‘El Cortijo’ del Paseo de la Victoria. Para el próximo encuentro, dentro de tres años, Gente del Puerto se permite recomendarles entregar a los premiados botellas de Vino Fino, Oloroso y Amontillado, de alguna de las bodegas de El Puerto, unos vinos para paladares exquisitos, como son los de los Benjumeda.


Le seguía la antigua pescadería de los hermanos Gago, cuyos descendientes tienen el Bar 'El Nuevo Pescaíto' detrás de la Clínica Santa María de El Puerto. A continuación venía el Restaurante Económico 'La Placilla, de Manuel González Ceballos y aquella cafetera de agua caliente... cuyos primos regentaban el restaurante del Hostal Loreto. Hoy se encuentra otro establecimiento con el nombre de 'La Placilla', una tienda de electrodomésticos. Luis el de 'la Liebre' en una accesoria de la casa donde 
Pero volvamos otra vez a la calle Luna. Iniciemos de nuevo el recorrido, esta vez desde la acera de enfrente al Teatro Principal y al carrillo de Severo. En la esquina con Luna el almacén de ultramarinos de los hermanos Genaro, donde hoy se encuentra una tienda de Telefónica. A continuación venía la ZapatEría Heredia y junto a ésta, años mas tarde, pondría Juanito Malete una frutería. Le seguía el 
Luego vendría la tienda de Los Dos Pepes, el de los picos brasileños, extravagante personaje que bien merece nótula aparte. Baste recordar que viajaba en su Mini, con un maniquí sentado al lado en el asiento del copiloto y que editaba billetes de 500 pesetas con su efigie, que luego sería la Confitería La Perla. En la Casa de los Leones, hoy apartamentos turísticos, vivía la famlia de los Rodríguez Ceballos, propietarios del 'Bar Casa Paco Ceballos' el de las populares 'pavías rebozadas' y el "Bar Liba" al frente de cuyos establecimientos se encuentran en la actualidad Baldomero e Ignacio Rodríguez Sánchez, en el primero y Paco en el segundo. Y cerrando el recorrido el 

PERSONAJES POPULARES.
De padre catalán -de ascendencia italiana- y madre austríaca, Fernando Monguió Becher (Madrid-1917 El Puerto de Santa María-1995) nació la víspera de Reyes, viviendo sus primeros años en Austria con su madre, Agnes Becher Seite, en la ciudad Waltersdorf an der March, fronteriza con Eslovaquia, donde realizaría sus estudios primarios. Regresa con su madre a España en 1927 y entonces aprende el castellano.
CON PRIMO DE RIVERA.
MONGUIÓ, FUSILADO.
PRESO DE LOS REBELDES O “NACIONALES”.
ACTIVIDAD INTELECTUAL.
Antonio Álvarez Herrera nació el 14 de abril de 1931, por lo que, al iniciarse la Guerra Incivil contaba con apenas cinco años de edad. Hijo de un tonelero, Agustín y de Antonia, (el padre era socialista y la madre comunista y estuvo presa durante la rebelión militar de 1936) nació y vivió en la calle Capillera, núm. 9. Estudió en el Colegio del Polvorista y luego trabajaría como aprendiz con su hermano Pedro en el taller de tonelería de su padre. Entraría en Bodegas Caballero de aprendiz –en la bodega haría de todo— fundamentalmente como arrumbador, jubilándose de Capataz. Se casó con Isabel Oreni Mayi y tuvieron tres hijos: los gemelos Agustín y Fernando y María Antonia, que pasa largas temporadas en Galicia.



"--Los acreedores como Sevillana de Electricidad o la Confederación Hidrográfica, nos exigían el pago de sus deudas, para poner trabas a la labor de los ayuntamientos del PCE, como el de El Puerto. Tuve que pedir préstamos para salir del primer trance". De su truncada misión de la Alcaldía lamenta especialmente no haber podido llevar adelante el PGOU, que podía haber estado listo a principios de los 80. "--Con un Ayuntamiento estable el plan hubiera salido con prontitud y la ciudad llevaría años por adelante porque inversiones que pasaron a otros pueblos se hubieran quedado aquí". Alvarez, además de enamorado de El Puerto, comprende que pese a los vaivenes de la política local, la ciudad sale airosa porque "tiene lo que le falta a localidades de su entorno. Tiene mar, que no tiene Jerez o tiene espacio, que no tiene Cádiz", explicaba poco antes de su fallecimiento, en una entrevista concedida a Francisco Andrés Gallardo en enero de 2006, para Diario de Cádiz. (En la fotografía, Rafael Alberti felicitando a Antonio Álvarez por su nombramiento). (Foto Rafa).






La primera, Catalina Del Puerto, conocida por los genealogistas como Catalina Vique de Orejón, pero que, en realidad se apellidaba Alonso Alonso, nació en esta Ciudad en el siglo XV. Fue la madre del único Duque de Medinaceli, Señor del Puerto y nacido, también, en esta Ciudad, Don Juan de la Cerda, II Duque de Medinaceli y II Conde del Puerto de Santa María, nacido en 1485. Esta señora era sirviente del Duque Don Luis de la Cerda y, a pesar de que Don Luis, de su matrimonio con la Infanta Ana de Aragón y de Navarra, tuvo una hija legítima, llamada Leonor esta le premurió. Casaron a Leonor con un hijo ilegítimo del Cardenal Mendoza, pero el hijo de este matrimonio murió con un año y Doña Leonor a los 25. Se quedaba sin sucesión. Sin sucesión el Duque, que no quería dejar como heredero a su hermano Iñigo, y viudo y sesentón, en 1501, se casa con Catalina Alonso, Catalina del Puerto y así legitima a su hijo y heredero Don Juan. Este portuense ilustre, hereda el Ducado y los estados de Medinaceli y es educado esmeradamente. Fue un gran mecenas humanista y un gran protector de las artes. A él debe El Puerto la erección de muchos edificios entre los que se encuentran la terminación de la Prioral, la Puerta del Sol y el Monasterio de la Victoria.
La segunda, Milagros Posadillo, es nada más ni nada menos que la madre del Doctor Don Gregorio Marañón Posadillo (1887-1960). Esta mujer portuense nació y vivió en el llamado Palacio de Oneto en la calle Larga. Gregorio Marañón, como es sabido, es un famoso médico, que dio días de gloria a la medicina, a la investigación, a las artes y las letras. Sus tratados y ensayos sobre endocrinología, sobre historia, sobre sexualidad, sobre literatura, publicados en Espasa, son de una actualidad increíble. Fue, además de médico eminentísimo, un gran humanista reconocido mundialmente y un político destacado. Gregorio Marañón Moya, su hijo, siguió frecuentando El Puerto, y cuenta, en un artículo, que, con una concha que perteneció siempre a su familia, a él, su padre lo ·bautizó portuense” en las playas de El Puerto y con agua del mar de la Bahía. El nieto Gregorio Marañón Bertrán de Lis, frecuenta cada verano nuestra Ciudad. En estas fechas se celebra en Madrid una exposición con el patrocinio de la Fundación Tyssen-Bornemiza de los pintores Sargent y Sorolla. En un lienzo de este último, un magnífico retrato de Gregorio Marañón, Joaquín Sorolla lo identifica en la leyenda al pie del cuadro “Gregorio Marañón Posadillo, 1929”. Posadillo, hijo de Milagros Posadillo, portuense.
La tercera, es Josefina Lozano, que aunque hija de un comerciante de Cádiz y de una señora de Medina Sidonia, nació y vivió en El Puerto. Viuda la madre, ella y su hija Josefina regentaron una tienda de vinos en la esquina de la calle Luna y Misericordia, donde estuvo el Bar Navío y hoy hay una tienda de chucherías. Luego emigraron a Méjico, donde Josefina se casó con un hijo del general zapatista Don Irineo Paz, escritor y periodista liberal. Y es Josefina Lozano nada menos que la madre del Premio Nóbel de Literatura de 1990, Octavio Paz Lozano, nacido en Méjico, en la colonia Juarez, en 1914, poeta, novelista, ensayista, a quien tuve el honor de conocer y tenía a gala su ascendencia portuense. Por cierto, que cuando le otorgaron el Nóbel, lo llamé por teléfono al Colegio de México, donde vivía, sin contar los cambios de hora. Así que lo desperté a media noche. No obstante, muy educado, me agradeció la llamada, aunque, de verdad, me debía haber mandado al cuerno, por haberle importunado en su sueño.






















ESPUMOSOS VALDELAGRANA.
LA FABRICACIÓN.
LOS ISOCARROS Y EL REPARTO.



EL DEPÓSITO Y VENTA DE HIELO.
EL PRINCIPIO DEL FIN DE LOS ESPUMOSOS.
Los costos de producción y distribución eran superiores a los precios que se pagaban por los productos y la fábrica dejó de ser rentable. Se pagaban dos pesetas por un sifón y cuando intentó subirlo a cuatro pesetas para ajustar los costos y beneficios, no tuvo la acogida esperada. Otros productos de multinacionales, implantados a nivel nacional, acabarían ocupando su espacio, con ofertas mas interesantes para los negocios de hostelería y con ellos ya no pudo competir, lo que le abocó al cierre. Conseguiría vender la lavadora automática de botellas a una empresa de Torre Donjimeno y el resto del tren de embotellado --que estaba prácticamente nuevo con apenas ocho años de uso-- a una fábrica de refrescos de Sevilla. (En la imagen, 'Caza y Pesca' en la calle Ganado, uno de los negocios familiares de la familia González, que vendía radios y televisores. Precisamente Miguel colocó la primera antena de TV que se instaló en El Puerto, en el Bar Puente de Manolo Muñoz, en el año 1957).
Los caminos de gaseosa La Casera y de Miguel se volvieron a encontrar, ofreciéndoles éstos que les distribuyera sus productos en El Puerto, ya con caseras de distintos sabores... Como los márgenes comerciales que le proponían no le parecieron ajustados a la realidad, Miguel le volvió la espalda a La Casera, en esta ocasión como distribuidor, después de haber sido durante muchos años competidor directo, una especie de lucha entre David y Goliath.
Para colmo una enfermedad hoy felizmente superada, le obliga a prejubilarse con 63 años, lo que le obliga también a cerrar el negocio de la Distribución. Hoy vive felizmente retirado del mundo de los negocios, disfrutando de su familia en los Altos del Berbén.
Telesforo del Castillo Muñoz es un porteño nacido en Cantabria. Un jándalo. En plena juventud marchó a Filipinas junto con su hermano, dejando atrás su casa natal, en la aldea de La Serna, del Valle de Iguña, partido judicial de Torrelavega (Santander) donde había nacido en 1843. Ambos hermanos se iniciaron en los negocios en Manila, trabajando asociados. Unos años después, pensando en formar una familia, compró su parte del negocio al hermano, independizándose totalmente. Cuando dispuso de un pequeño caudal, que el mismo declara ascendía a 125.000 pesetas, se desplazó a su lejana patria y más concretamente a El Puerto de Santa María para contraer matrimonio con una joven de dicha localidad, Sofía Díaz Macías, (Declara poseer este capital, que aporta al matrimonio, indicando asimismo que la dote de su esposa se limitó “a los regalos de bodas y su ajuar, en el que se incluían algunas alhajas de corto valor” en el texto del testamento que realizó en El Puerto con fecha 28 de junio de 1897). hija de Manuel Díaz Obregón, también de origen montañés, nacido en Helguera, provincia de Santander, (Posiblemente fuese hijo de Manuel Díaz Quinamo, montañés que explotaba a comienzos del siglos XIX una venta o taberna situada en la entrada de la población, cerca del Camino Real, en la confluencia de las calles Larga y Cielos, asociado con Manuel Obregón, su cuñado. Debieron acuñar una pequeña fortuna durante el periodo de ocupación de la ciudad por las tropas francesas, alojadas buena parte de ellas en los convento de la Victoria y Espiritu Santo, ambos a un tiro de piedra de la taberna), y de Sofía Macias, familia de clase media, dedicada al comercio, avecindada en El Puerto, donde habían nacido sus hijos. Creemos que tenía su establecimiento en calle Ganado nº 12 y el domicilio en la casa número 52 moderno de calle Larga, sede actual del Partido Comunista de Andalucía. (En la imagen superior, vivienda en La Serna, Valle de Iguña, Torrelavega, Cantabria.

Con fecha 28-6-1877 dicta nuevas disposiciones testamentarias que revocan las realizadas meses antes en Filipinas. Una vez integrado, se dedica con paciencia y vista comercial a emplear su capital, preferentemente, en la adquisición de inmuebles para su explotación en alquiler, garantizándose de esa forma unos ingresos estables, una suculenta renta. Paralelamente, más por distracción que por negocios monta en los bajos de la casa arrendada, en donde existe actualmente una peña flamenca, una pequeña bodega, criando con esmero diversos caldos. Sus herederos se repartieron 160 arrobas de Manzanilla, a razón de 7,50 pesetas/arroba; 67 arrobas de Vino Fino, a 12,50; 93 arrobas de vino moscatel y dulce a 10 pesetas, 40 arrobas de Pedro Ximenez, valoradas cada una de ellas en cinco duros y 5 arrobas de vinagre, a diez reales la arroba, así como diversos utensilios: jarras, gradillas, mangueras, bomba de trasiego, venencias, botas y barriles, incluidos todos ellos en el apartado 84 del inventario de sus bienes bajo el epígrafe: “Vinos, vasijas y enseres de bodega.” (En la imagen, 10 céntimos de peso, acuñado en Manila).
Las primeras compras de inmuebles, realizadas en 1877, la hace por lotes, adquiriendo dos parejas de casas. A don Tomás Osborne y Böhl le compra una casa en calle Larga nº 57 (Anteriormente esta casa había sido propiedad del Convento Madre de Dios de Jerez, siendo adquirida por Tomás Osborne en los años de la desamortización de los bienes clericales, trasladándose a vivir a ella. Sus herederos la vendieron a Manuel Urquinaona que residió en el piso alto o principal con su familia, arrendando el bajo a la familia Pastor Nimo, según datos que tomamos de los padrones municipales de 1916). Otra en calle Descalzos, 15. Las otras dos casas, una en calle Nevería, 24 y otra en Santo Domingo, 9, esquina a Nevería, ambas propias de la Testamentaría de doña Elvira Viaña, (Dama perteneciente a la aristocracia local, hija de José Enrique Viaña Fernández, Diputado del Común y uno de los más importantes cosecheros y exportadores de vinos, aceite y aguardiente de fines del XVIII) adquiriendo un quinto inmueble, situado en pleno centro, la casa nº 52 de calle Luna que compra a doña Maria Antonia Lagier. En años posteriores incrementó su patrimonio con casas en calle San Bartolomé, 25, comprada a Luis Pérez Sánchez en 1880, Jesús de los Milagros, 14, a Manuel Ruiz Quintana, en 1883 y, finalmente, la casa de Descalzos nº 12 a los hermanos Martínez Picard, en 1884. (En la fotografía, señorita luciendo un mantón de Manila).
En la Revista Portuense del 15 de marzo de 1899 se inserta la tópica croniquilla social del sepelio que reproducimos parcialmente: “Ayer, a las cuatro y media de la tarde, fue conducido al Cementerio Católico el cadáver del Sr. Don Telesforo del Castillo y Muñoz. Formaban la fúnebre comitiva los ancianos del Asilo de San José, Hermandad de Milagros, y el clero parroquial, siguiendo tras este el cadáver llevado a hombros por trabajadores de la Casa en magnífica caja sobre la cual destacábase dos hermosas coronas en las cuales leíanse las siguientes dedicatorias: “Recuerdo de sus hijos” y “Recuerdo de sus hijos Diego y Rafaela”. El cadáver fue sacado de la casa mortuoria por sus hijos políticos y su sobrino don José Gutiérrez Díaz. De la caja pendían cuatro anchas cintas que llevaban varios individuos de la familia, rodeando el féretro cuatro hermanitas de los pobres. El acompañamiento formábanlo numerosísimas y escogidas personas… Presidía el duelo el Sr. Arcipreste y los señores Gonzalez y Verdejo y Muñoz Bustillo, hijos políticos del finado. Al llegar al cementerio el cadáver fue colocado en un catafalco mientras el clero parroquial cantó el Responso.”

El historiador Enrique Pérez Fernández, en el capitulo dedicado a las “Ferias Y Veladas” de El Puerto tiene un apartado sobre las procesiones de la Virgen del Carmen. Asegura que la vinculación de esta advocación mariana con la gente de la mar es de siglos. Pero hasta el 19 de abril y el 25 de julio de 1901, no se declara oficialmente patrona de la Marina y se fija día festivo para los marineros el 16 de julio, festividad de la Virgen del Carmen. Sin embargo, en El Puerto de Santa María, seis años antes, cuando en 1895 se iniciaba al construcción de la Iglesia de las Madres Carmelitas, el padre Sánchez Marchena, arcipreste de Chiclana, mientras predicaba la novena en la iglesia de las Esclavas (entonces de San Juan de Dios), exhortó a los fieles a sacar en procesión a la Virgen del Carmen por el barrio de Guía, entonces barrio de los pescadores. La iniciativa caló y posteriormente se llevó a cabo la procesión y bendición de las aguas, en el muelle de la Pescadería, el 24 de julio de ese mismo año. (En la ilustración, exvoto que se encuentra en las escaleras de acceso al Camarín de la Virgen de los Milagros. En la pintura se pueden ver la patrona de la Ciudad junto a la Virgen del Carmen, intercediendo ante un naufragio).

El primer embarque que la Virgen del Carmen realizó para recorrer en procesión las rías del Guadalete, fue posterior. Se realizo el día 15 de agosto de 1930, festividad de la Asunción de la Virgen, la más antigua celebración mariana portuense.










A mediados de los años 60 las tripulaciones de los pesqueros “Paco Rota” “Antonio y Angelina”, “Villa de Calpe”, “Jaime y Manuel”, “Mari Carmen y Ramona”, “Angelina Lloret”, y “Guardiola Perles” tomaron el timón y ponían rumbo a lo que debiera ser la procesión marítima de la Virgen del Carmen. Sería en 1968 el pesquero “Villa de Calpe” capitaneado por José García Malvido el primero en pasear después de un largo paréntesis a la Virgen Marinera por el río Guadalete. Mención especial parta la tripulación del pesquero “Paco Rota” que fueron los primeros en engalanar y revestir su barco con alegorías marineras dando esplendor a la festividad de la Virgen del Carmen. Su principal artífice y alma máter Vicente Sánchez Carbonell, un experimentado lobo de mar, experto pescador y excelente persona, nos abandonó prematuramente poco tiempo después de haber sido elegido Hermano Mayor del Carmen. (En la imagen, Juan Antonio Otero Tejada, pescador y armador, colaborador incansable junto a su familia en el paseo procesional de la Virgen Marinera. Más listo que los ratones colorados. Sin apenas saber leer y escribir llegó a ser armador durante su vida de cuatro embarcaciones).

Ambas acepciones, portuenses y porteños, han servido además, de forma genérica, para referirse al "Natural de algunas de las ciudades de España y América en las que hay puerto" (DRAE. Año 2001. Vigésima segunda edición) y más concretamente a los naturales y vecinos de diversos municipios de España, Portugal y Sudamérica, como se verá más abajo. Ya aquí el DRAE está sentando las bases para que los portuenses o porteños podamos ser denominados, indistintamente, de ambas maneras.

Año 1984. En el DRAE de 1.984 (pag 1.089,2), la palabra ¨porteño¨ esta definida como: Aplícase a naturales de diversas ciudades de España y América en las que hay puertos. // Por autonom. natural del Puerto de Santa María. Perteneciente o relativo a la ciudad de la Santísima Trinidad y Puerto de Santa María de los Buenos Aires de Argentina, hoy Buenos Aires. // Natural de Valparaiso. U.t.c.s. // Natural de Puerto Carreño. En la palabra ¨portuense¨ (pag 1.089,3) sigue sin hacer referencia a Puerto de Santa Maria.
Despues de esta exposición, y siempre según el DRAE, quizás fuéramos ¨porteños¨ desde 1.884 hasta 1.989; ni ¨porteño¨ ni ¨portuense¨ desde 1.989 hasta 1.992, y ¨portuense¨ a partir del 1.992 (año de la Expo”92).»