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De izquierda a derecha: Salvador Navarro Marquina , Miguel Sibón Pantoja, Manuel Julbes Cuellar, Aurelio Sellés Nomdedeu, Juan Vargas (cantaor y propietario de la Venta de Vargas) y José Brea “Breíta”. Más a la derecha y al fondo está Rafael de Jerez (tocaor de guitarra).

Frente al número 7 de la calle Capillera -- mi casa--  conocida en aquel tiempo por ‘la Casa del Cabo Mulero’, tenía José Brea ‘Breíta’, una Gallera de pollos ingleses de peleas, que exportaba a Sudamérica. Este hombre, nacido en Cádiz, fue una enciclopedia viviente del flamenco; conocía todos  los cantes, bailes y artistas de este género. Era cuñado del insigne cantaor gaditano Manolo Vargas, contertulio de Agustín 'el Melu' en el gaditano Bar Andalucía y del bailaor Antonio Vargas, apodado ‘el Cojo Peroche’. De este simpático artista --se quejaba su cuñado ‘Breíta’--, cuando venía de Cádiz a El Puerto de visita, «ese día me quedaba sin habanos y sin whisky».

Era la calle Capillera una calle con mucho ambiente, junto a mi casa había una tonelería de dos socios: ‘El Torero’ y Agustín Álvarez, padre del que llegaría a ser alcalde comunista, Antonio Álvarez. En la esquina estaba la tienda de comestibles de Joselito ‘el Gallego’ que con el tiempo sería conocida como Bar Jamón y cuyo hijo Pepe Fernández ha levantado ese hermoso restaurante en la rotonda del Molino Platero.

Pero volviendo a esa gallera, en ella trabajaba un matrimonio de raza gitana, ‘la Jeroma’ y Curro Canales, gran entendedor en cuidar y poner a punto los pollos, para las peleas. Cuando tenían mucho trabajo venía Paco Gatica, persona conocedora en gallos de esta especie.

LOS FLAMENCOS DE ‘BREÍTA’.
Gran aficionado al flamenco y a los toros, 'Breíta' había sido novillero, por su casa pasaron: Antonio Ordoñez, Rafael Ortega, ‘Limeño’, Miguel Báez ‘Litri’, Juan Antonio Romero ‘Ciclón de Jerez’,  Manolo Caracol, Lola Flores, Pericón, ‘Beni de Cádiz’, ‘Paquera de Jerez’, Amor Rodríguez, Aurelio Sellés ‘el Tuerto’, Manolito Barrera ‘el Soldao’, Fernando ‘Terremoto’, ‘Sordera Jerez’, ‘Sernita , ‘La Perla de Cádiz’, Manuel Bermúdez Junquera ‘Anzonini’ (ver nótula núm. 524 en GdP), Manuel Parrilla, Fernando Gatica, Pepa Campos, Félix de Utrera y Roberto Iglesias, un buen guitarrista, portuense. /En la imagen de la izquierda, Manuel Bermúdez Junquera, 'Anzonini de El Puerto'.

Me comentó el guitarrista Félix de Utrera que cuando José ‘Breíta’ iba a Madrid, tenía asegurado dos meses de supervivencia, dada la cantidad de amistades y conocimientos que tenía en la capital, en aquellos años de los sesenta que fueron también muy duros. Le agradezco a José Brea, al que yo considero amigo,  la extensa  información  y datos que aportó al flamenco. (Texto: Antonio Cristo Ruiz).

 

 

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Alfredo Bootello Reyes nació el 25 de abril de 1939 --afirmaba que con él vino la Paz, tras la Guerra Civil, aunque en su carné de identidad decía que había nacido el 1 de Mayo, justificando así la Fiesta del Trabajo--. Fueron sus padres Luis Bootello Campo y Victoria Reyes González, natural de Orense. Alfredo era el cuarto hijo del matrimonio: Juan Luis (ver nótula núm. 682 en GdP), José, Emilio, Alfredo y Fernando. Casi toda su vida vivió en el número 32 de la calle Palacios, --actualmente Papelera Portuense-- y mas tarde y hasta su fallecimiento, en el Edificio Bellavista en el número 7 de la calle Micaela Aramburu.

Entre sus amistades más cercanas se encontraba su propio hermano Fernando, Antonio Gil de Reboleño Insúa, Gil Jiménez, Antonio Gil González de Quevedo, José Joaquín Muñoz Manzanera, Ángel Ferrer Zamacola, aunque para él todo portuense era su amigo.

Arriba Juan Luis, José y Emilio, abajo a la izquierda Alfredo y en brazos, Fernando Bootello Reyes, con sus padres, Luis y Victoria, en una foto de familia numerosa.

Alfredo, en la foto oficial del Colegio La Pescadería.

ESTUDIOS.
De pequeño estudió en el colegio de Alfonso Cárdenas en la calle Luna y mas tarde en el de la Pescadería, (ver nótula 107 en GdP), estudiando el 2º de bachillerato en el Colegio San Juan Bautista de los Hermanos Marianistas de Jerez, coincidiendo allí con su amigo Antonio Gil de Reboleño Insúa (ver nótula núm. 373 en GdP) y la carrera de Graduado Social, en Granada.

De pie, José María Arjona y Manuel Rascón Roselló. Agachados: Alfredo Bootello Reyes, Luís Ortega García el 30 de octubre de 1954.

Su afición principal fue la tauromaquia, aunque desde muy joven, antes de empezar a ponerse grueso jugaba mucho y bien al fútbol, principalmente en el equipo de ‘El Portátil’.

BRILLANTES CALIFICACIONES.
Debido a su enfermedad (Trastorno Bipolar), tenía muchos altibajos, con momentos de euforia y otros de depresión. Cuando tenía 15 años los estudiantes de El Puerto se examinaban de bachillerato en el Instituto ‘Padre Luis Coloma’ de Jerez. Esa mañana, cuando fue despertado por sus padres dijo que no se encontraba con ánimos para ir a Jerez, que no estaba preparado para afrontar los exámenes finales de 6º de bachillerato. A fuerza de la insistencia de padres y hermanos consiguieron convencerlo para que se presentara  a los exámenes, y tuvo que llevarlo su padre ya que, por el retraso no consiguió ir en el autobús que el Colegio de la Pescadería ponía a los examinandos de dicho centro. Al tiempo tuvo que ir al colegio para recoger las notas y cual sería su sorpresa que el resultado de las mismas fueron 5 sobresalientes, 4 notables y 2 aprobados.

En el campo, de pié Federico Romero Andicoverri, Jesús 'el Chulo' que fue paracaidista y murió en Canarias en un accidente de automóvil, José Joaquín Muñoz Manzanera; agachados, Alfredo Bootello y Antonio Gil de Reboleño.

Alfredo con un grupo de amigos en una tasca, en el suelo, en el centro de la imagen.

MEMORIA PRODIGIOSA.
El curso de preuniversitario lo hará en Sevilla, coincidiendo con el cambio de Plan de Estudios, también con su amigo Antonio Gil de Reboleño. Gran aficionado a la Historia y con una memoria prodigiosa, se daba la circunstancia que Alfredo no asistía nunca a dicha clase y cada vez que el profesor pasaba lista, Alfredo estaba ausente. Un día su amigo Antonio lo convenció para que asistiera al menos una vez a clase ya que, caso contrario, le darían de baja y no podría presentarse al examen. Cuando por fin accedió a asistir y en el momento de pasar lista el profesor dijo que «como siempre Alfredo Bootello Reyes está ausente».

Alfredo Bootello, sentado en el centro de la imagen, en los Sanfermines.

Y cual fue su sorpresa que estaba en el aula. Una vez pasada la lista el profesor se dirigió a él y le pidió que le hablara sobre el tema que estaban tratando, ‘La Dinastía de los Avis en Portugal’. De nuevo la sorpresa del profesor fue mayúscula pues Alfredo estuvo hablando todo el tiempo que duró la clase sobre la materia. Finalizada esta el docente le preguntó que como estaba tan preparado sobre ‘La Casa de Avis’, a lo que Alfredo, con el humor suyo característico le contestó: «--Pues que como a mí me gusta mucho la Historia y mi padre tiene en casa la Enciclopedia de Historia Universal, me la he leído entera». A lo que, maravillado, el profesor le dijo: «--Ahora me explico por que no asistía usted a clase». Si bien era un estudiante de Letras destacado, para las matemáticas no tenía dotes y se consideraba nulo en las materias de Ciencias.

EN GRANADA.
Estudiando para Graduado Social en Granada --fue compañero de otros porteños como Antonio Gil de Reboleño y Enrique García Máiquez (ver nótula 821 en GdP), aunque estos estudiaron Farmacia en dicha capital--. Allí se aprendió la historia del Reino Nazarí y los lugares típicos e históricos de la ciudad de la Alhambra. Así, se daba la circunstancia de que cuando un matrimonio de El Puerto mostraba su intención de visitarla, Alfredo se ofrecía como Guía Turístico y con aquella memoria prodigiosa que le caracterizaba, los dejaba muy satisfechos dada la profusión de datos e información que les facilitaba. También los llevaba a un buen restaurante donde le acababan invitando a comer y entonces, el doblemente satisfecho, era él.

Con Francisco Bernal 'Caco' (nótula num. 004 en GdP)  y Conchita Bautista, haciendo claqué en un Festival celebrado en Bodegas Terry a beneficio de la Cruz Roja.

SU AFICIÓN A LA COMIDA.
Alfredo, como se ha dicho no estuvo siempre grueso, de hecho estaba excepcionalmente delgado a pesar de comer de forma desaforada por lo que su padre decidió hacerle un reconocimiento médico para ver donde estaba el problema. Y resultó que el problema se llamaba ‘tenia solitaria’. Su padre cuando la vio dijo que aquella era la ‘solitaria’ mejor alimentada que había visto.

De hecho cuando de joven llegaba a deshoras a la casa paterna en verano, la madre les dejaba preparado a él y a su hermano Fernando la cena; pero como este último llegara más tarde que Alfredo, se quedaba sin cena lo que, con el tiempo hizo que Fernando aprendiera --y lo hace bastante bien-- a cocinar si quería comer algo antes de acostarse.

Debido a su peso y edad estuvo a régimen alimenticio en varias ocasiones. En una de éstas lo encontró un amigo por la calle con un pescado enorme. «--Alfredo, ¿a donde vas con ese pescado tan grande?», le preguntó, siendo su respuesta: «--A mi casa, a que mi madre me prepare el pescado. Es que estoy a régimen y el médico me ha dicho que tome una pieza de pescado y hoy me toca». Otro día se le vió con un melón y una sandía, y era que ese día le tocaba comer dos frutas al día.

Fiesta de Disfraces en el Club Náutico. De izquierda a derecha, José Joaquín Muñoz Manzanera, Milagros Roselló, Fernando Bootello Reyes, una amiga de Huelva, Mariví Jiménez González-Nandín, Alfredo Bootello, Esperanza Jiménez Ruiz y Antonio Gil González de Quevedo. 6 de septiembre de 1966. /Foto: Rafa.

En cierta ocasión se apostó con un amigo a ver quien acababa antes una generosa bandeja de gambas y, viendo que iba perdiendo la apuesta, empezó a comerse las gambas con cáscaras y así le ganó. En otra, en el Bar La Galera, Luis Rivas Acal, Lucky (ver nótula núm. 002 en GdP) le ofreció que si se comía una fuente de huevas recién cocidas entera --no podía dejar nada--, no se la cobraría. Y terminó con la fuente.

El sentido del humor fue una constante de Alfredo, en esta ocasión durante unos Carnavales cuando estalló el caso 'Juan Guerra'.

Alfredo y su hermano Fernando, con sus primas en una playa de Cádiz.

VALDELAGRANA, DE EL PUERTO.
La anécdota más conocida de Alfredo Bootello es cuando quiso poner un Kiosko en la playa de Valdelagrana, o al menos eso se fue a preguntar al Ayuntamiento de Jerez. En la puerta del Ayuntamiento jerezano, en Madre de Dios, le preguntó al ordenanza que donde podía solicitar un permiso para poner un chiringuito y éste le envió al negociado correspondiente de licencias. Una vez allí le preguntó al funcionario que había que hacer para obtener un permiso para poner un Kiosko en Valdelagrana a lo que, la persona que lo atendió le dijo: «--Vd. se ha equivocado de Ayuntamiento, ya que esa playa corresponde a El Puerto de Santa María, y era allí a donde tenía que dirigirse». Entonces Alfredo, con su potente y atronadora voz dijo a todo el que quiso escuchar: «--¡¡Eso es lo que yo quería oírles decir a ustedes, que la playa de Valdelagrana es de El Puerto de Santa María!!».

Alfredo Bootello de jovencito,  en un tentadero el 26 de mayo de 1957.

AFICIONADO A LOS TOROS.
Como se ha dicho, su principal afición fue la tauromaquia. Como premio al día que aprobó con nota los exámenes de bachillerato, su padre, que estaba invitado a una tienta en el Cortijo de Bolaños, se lo llevó consigo coincidiendo con el maestro isleño Rafael Ortega, habitual de dicha finca para sus entrenamientos. En un momento, Alfredo le dijo al Maestro que le gustaría dar unos pases a la vaquilla, a lo que accedió éste y por lo visto no lo hizo nada mal, animándole Ortega. Ahí empezó a soñar con ser torero.

Poniendo un par de banderillas en un Festival celebrado en la Plaza de Toros el 9 de diciembre de 1958.

Con el empresario taurino Enrique Barrilaro, en el centro, el pintor Juan Lara.

Toreó en festivales a beneficio de la Hermandad del Dolor y Sacrificio de la que fue hermano fundador y era inconfundible cuando iba por el centro de la procesión de penitencia rezando el Rosario. Como buen aficionado a los toros fue varias veces a San Fermín y a ver al diestro local José Luis Galloso (ver nótula núm. 368 en GdP), entre otros desplazamientos por mor de los toros.

Alfredo a la izquierda, con el poeta José Luis Tejada. A la derecha los concejales Manuel Lojo, Enrique Pedregal y Rafael Sevilla en la Feria del Libro.

MEDUSA.
Aficionado a participar y colaborar en cuantos eventos culturales, exposiciones, presentaciones, Feria del Libro, festivales, era como se ha dicho una persona con una gran formación en el mundo de las letras y de la historia, ganando algún certamen de relato y de poesía, llegando a ser, en 1971, presidente de la Asociación Cultural ‘Medusa’ que, en aquellos años, contaba con más de 250 socios. Le acompañaban en la directiva como Secretario, Jose Ignacio Buhigas; Tesorero, Miguel León Ortega y Vocales, Pedro Salvatierra Velázquez, Ramón Sánchez Pina (ver nótula 481 en GdP), J.M. Estaban Poullet, Javier Renedo Varela, Teodoro Lavilla Valimaña y Antonio Moreno Basallote.

De izquierda a derecha, Eligio Pastor, Camacho, Juan Lara, Serafín Álvarez-Campana y Alfredo Bootello, durante la inauguración del Aula de Pintura 'Juan Lara', en la actual sede de la Academia de Bellas Artes 'Santa Cecilia'.

VIAJERO.
Debido a que su hermano Fernando estaba trabajando en Madrid, en diversas ocasiones hacía una escapada a la capital de España donde vivían sus tíos Fernando, Alfredo y Juan y, lógicamente, sus primos; solía parar en un bar en la calle de la Victoria, frecuentado por toreros y aficionados taurinos. Hizo algún que otro viaje a Roma, donde vivían sus primas, siendo como era un erudito del que poder disfrutar de sus conocimiento en sus periodos grandes periodos de lucidez en medio de otros de depresión alternados con periodos de euforia. Debido a su enfermedad no tuvo trabajo fijo conocido, aunque en tiempos ayudó a su hermano José, en Algeciras. Se jactaba de vivir bien y, dicho sea en honor a la verdad, fue un trabajador de las cosas de la cultura, algo que fue una constante en su vida. Alfredo nos dejaba para siempre en una fecha señalada, el 25 de diciembre de 1996. Sus amigos le recordaron en su primer aniversario organizando una exposición homenaje a su persona.

Nuestro agradecimiento a Vicente González Lechuga por su especial colaboración en la elaboración de esta nótula.

«Este hombre del casino provinciano/ que vio a Carancha recibir un día»

Antonio Machado,

En el inicio del retrato satírico de un señorito andaluz ‘Del pasado efímero’.

Toreaba ‘Cara’ en nuestra Plaza. Habría la natural expectación en la ciudad, animada como siempre con la presencia de tantos forasteros que aunque nunca dejan de acudir a la tradicional llamada de los toros en El Puerto. Faltaba poco para la hora de comenzar el espectáculo, y ya el cordón de la multitud se deslizaba en animados comentarios por la calle Santa Lucía, camino del bizarro coso taurino, cuando el coche de la cuadrilla de José Sánchez del Campo, que había desviado ligeramente su itinerario, camino de la Plaza, se detenía de pronto  ante la fachada de una noble casa de la calle de las Cruces. Vivía allí D. Agustín del Toro, un ilustre y conocido portuense, a la sazón Teniente de Alcalde de su municipio, y que en funciones de tal debía presidir la corrida de aquella tarde.

«--Venía, D. Agustín, a pedirle a usted un favor…» --comenzó, grave y azorado el maestro, con esa timidez que los toreros tienen siempre delante de las personas de consideración. El caballero le infundió ánimos con una sonrisa de amabilidad. «--Tu dirás…». Y ‘Cara-Ancha’, mal que bien, se expresó: el caso era que el hombre deseaba lucirse aquella tarde ante los espectadores portuenses. Quizás --repetimos que ignoramos fecha y circunstancia-- la espinilla de alguna actuación reciente, no de su completo agrado; tal vez el deseo de afianzar su cartel en El Puerto, Plaza reconocida como de prestigio por toda la torería contemporánea; o acaso la intención de levantar su nombre en aquella competencia que durante tanto tiempo la afición trataba de establecer nada menos con con ‘Lagartijo’.

Lo que fuera. Pero ‘Cara-Ancha’ quería lucirse en aquella tarde torera del Puerto. Y, con todos los respetos, venía a pedirle el Sr. Presidente que, si a bien lo tenía, abreviase en lo posible el tercio de varas, para que el toro llegase enterito y con bríos a la faena de muerte. Ahí era nada: lidiar uno de aquellos bisontes de entonces, con seis años bien cumplidos y muchas arrobas de peso, sin que los piqueros detuvieran apenas con su vara el empuje y la fuerza del animal.

Sonrió D. Agustín del Toro. Y despidió al espada con nuevas palabras amables y la promesa de acceder con gusto a su petición. En efecto. Cuando ya en el transcurso de la corrida llegó el momento esperado por el matador, se oyó, ante el asombro de toda la Plaza, el agudo toque de clarín que señalaba el cambio a la suerte de banderillas. Se armó la marimorena. El público, indignado, protestaba del pronto cambio de suerte e increpaba con furia a la presidencia. Y entre el clamor colectivo que pedía: «¡Caballos, más caballos!», se escuchaban individuales y airadas voces que dirigían recuerdos nada expresivos para los antepasados, vivos y difuntos, de la ilustre presidencia.

Pero nada alteró el estado de las cosas. Se pusieron los tres reglamentarios pares de banderillas, si bien en medio d e una auténtica tempestad de protestas, que poco a poco, y por el natural cansancio, iba bajando de tono. Después sonó de nuevo el clarín, y José Sánchez del Campo, tras el brindis de ritual, se dirigió hacia la fiera, aún con el último eco de las protestas sonando en los tendidos, y realizó tal faena de muleta, culminara con una gran estocada recibiendo, que los espectadores se olvidaron por completo del reciente escándalo y trocaron las ya acalladas voces iracundas por la más firme y unánime salva de aplausos. ‘Cara-Ancha’ había logrado sus propósitos.

Grabado de 'Cara-Ancha' en plena faena.

Poco después, y cuando el público se dispersaba, abandonado ya el resonare coso, y con el comentario de la gran faena de ‘Cara-Anda’ como tema principal y casi único de sus conversaciones, la calesa de los toreros se detenía de nuevo ante la residencia de don Agustín del Toro. Descendió el espada y penetró en la casas, siendo en seguida recibido por su dueño. «--Don Agustín…»-- y de nuevo le dio las gracias, esta vez con una mayor y lógica expresividad. Y con ella, sus excusas. Puesto que por complacer su petición se había levantado aquel alboroto y el presidente se había visto obligado a escuchar los piropos de la enfurecida multitud.

Quitó importancia don Agustín a la cosa. Y llano y natural, introdujo a su visitante, a través del jardín, en la grata penumbra de la bodega. Charlaron cordialmente, y probaron distintas muestras de los ricos caldos que en ella, silenciosamente, se iban haciendo año tras año, con el incomparable saber hacer de la madre naturaleza. Así iba transcurriendo los minutos, cuando el Sr. Presidente notó que el torero parecía ocultar algo entre los pliegues del capotillo de paseo que, según tradición de entonces --y ello además, parece ser la justificación lógica de esta prenda-- llevaba echado sobre los hombros. /'Cara-Ancha' se retiró del toreo en 1894. En la localidad sevillana de Aznalcázar, se dedicó la vida pública ocupando la  alcaldía durante varios años, donde murió el 31 de marzo de 1925.

«--¿Que llevas ahí?»-- no pudo evitar la pregunta. Y ‘Cara-Ancha’, con una amplia sonrisa de hombre bueno y tímido, abrió el vuelo del capote mientras decía: «--Por tocar a banderillas antes de tiempo ha tenido usted, D. Agustín, el sofoco de esta tarde. Yo, en agradecimiento, le traigo esto como recuerdo». Y le mostraba el palo forrado de rizados papelillos, manchado con sangre aún fresca del morrillo del toro. Celebró D. Agustín el obsequio. Y ya con la banderilla en su mano siguieron coloquialmente sobre diversos puntos. Hasta que al ir a venenciar de nuevo sobre unas copas, el anfitrión se quedó un momento indeciso con las banderilla en la mano, sin saber, de momento, donde soltarla.

La banderilla que clavó 'Cara-Ancha' en el techo de la bodega de D. Agustín del Toro, más tarde de la firma Cuvillo y Cía. /Foto: Rasero.

«--Deme usted, D. Agustín --dijo sonriente el matador-- que aquí hay un precioso sitio para ella». Y tomándola de la mano del otro, báscula fuertemente su brazo y la lanzó con fuerza al techo de la bodega, donde quedó fuertemente clavada por su arponcito, en una de las vigas de la escuadra de la techumbre. Tiempo ha pasado desde entonces. Las personas y las cosas se han ido sucediendo en el transcurso evolutivo de los tiempos. Pero el techo de aquella bodega --que luego sería de la firma Cuvillo y Compañía-- seguía clavada [hace 43 años cuando se escribe este artículo] desafiando a la ley de la gravedad y al paso de los años, la banderilla de José Sánchez del Campo ‘Cara-Ancha’. (Texto: Manuel Martínez Alfonso).

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Estas imágenes, testimonio de un pasado reciente, lugares y objetos inexistentes, desaparecidos ya en la primera década de este siglo XXI, son un recordatorio de hacia donde va El Puerto. Y lo de lo poco que va quedando.

Casa situada junto a la extinta Pensión de la Fruta, en la calle Ganado, donde viviían los padres del 'Arropiero', en cuyos bajos había una accesoria en que vendían, por Navidades, figuritas de nacimientos hechas en barro y alambre de un estilo muy primitivo. /Foto: AGR

Una de las salas del desparecido Museo Ramón Bayo, en la calle San Francisco esquina a Santa Lucía. La familia intentó, sin éxito que el Ayuntamiento se hiciera cargo de la colección. Hoy, una parte de la exposición se encuentra en un museo gaditano y otra está a la venta por internet.

Puente de San Alejandro, el otro, gemelo que daba servicio a la línea de tren Madrid-Cádiz, salvado in extremis, espera destino para ser colocado en el río San Pedro, a la altura del Parque de los Toruños.

El Restaurante El Cortijo, en el Paseo de la Victoria, durante la celebración de una boda. /Foto: Colección Carlos Pumar Algaba.

Fotograma de la película 'Fugitivas' donde aparece la recientemente desaparecida Estación de Trenes.

Vapor y pesqueros en el antiguo muelle, cuyo edificio hoy está reconvertido por mor del afán recaudatorio de la Autoridad Portuaria en...

Discoteca Joy Sherry, en el edificio inconcluso del palacete al estilo francés 'Petite Trianón', en la carretera de Sanlúcar. Proyectos para hotel y otros usos no terminan de ver la luz. ¿Acabará destruido?

El Teatro Principal, pasto de las llamas ¿y de la especulación? en 1984.

Tabernón de Merello, en la calle Santa Lucía, uno de los últimos vetigios de las tabernas con solera de El Puerto, hoy desaparecido.

Colegio del Asilo de Huérfanas en la calle Cielos, esquina con Cervantes.

Balneario de Aguas Termales en La Puntilla, desaparecido en 1980.

Dunas, pinares, monte bajo y pinares de la playa de Fuenterrabía.

Selección de imágenes de la Colección de Antonio Gutiérrez Ruiz.

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Manuel Gandarias Carmona nació en Madrid el 16 de agosto de 1944, hijo de Leopoldo y María Josefa, siendo el mayor de cuatro hermanos. Entre 1984 y 1987 fue director general del puerto deportivo Puerto Sherry realizando una importante campaña de impulsión y promoción del proyecto. Casado en 1969 con Elvira Cebrián Paradís, han tenido tres hijos.

LA EXPLOSIÓN DE CÁDIZ.
La vinculación de nuestro protagonista con Cádiz y su bahía viene de antiguo. Contaba apenas tres años de edad cuando fue testigo de la explosión de Cádiz en 1947 y la muerte de su abuela y tía Dolores, volando por la habitación, como plumas, hasta ser detenidas por muebles y paredes mientras el se agarraba con todas sus fuerzas a la pata de la mesa del comedor. Recuerda los veranos en la Playa Victoria y el antiguo hotel, los paseos por la capital con su abuelo Manuel, Fiscal Jefe de la Audiencia de Sevilla, … seguramente por estos motivos de vinculación infantil y juvenil aceptaría más adelante el proyecto que con mas entusiasmo dirigió: Puerto Sherry, crucial para la promoción turística, entonces y ahora, en la promoción de El Puerto.

ESTUDIOS Y TRABAJOS.
Manuel estudió en el Colegio Británico de Madrid, el Instituto Ramiro de Maeztu y pertenece a la promoción de 1969 de ETS Ingenieros Industriales de la capital de España. Entre 1969 y 70 trabajó en Pordedones (Italia) en la Industrie A. Zanussi, la segunda fábrica de electrodomésticos del mundo en ese momento. Entre 1970 y 1978 trabajará en el Grupo Fierro; entre 1979 a 1984 en la Confederación Española de la Pequeña y Mediana Empresa (CEPYME) y a partir de ese año y hasta 1987 será el impulsor a nivel técnico de Puerto Sherry, para luego colaborar con el Area de Fomento del Ayuntamiento de El Puerto e impulsar el proyecto inmobiliario y turístico Costa Ballena (entre Rota y Chipiona) los años 1988 a 1997. A partir de ese año pondrás sus esfuerzos en la empresa  ‘Live in Spain’, cuyo objetivo será atraer extranjeros para que se conviertan en residentes españoles,  con proyectos inmobiliarios de diversa índole, siendo en la actualidad Presidente de Honor.

Vista aérea del Puerto Deportivo.

PUERTO SHERRY
A partir de 1984 --la primera piedra se pondría el 24 de diciembre de ese año-- será el director general del puerto deportivo más importante entre el Algarve (Portugal) y la Costa del Sol: Puerto Sherry. «Tuve la satisfacción de poner en pie, desde un agujero en el fondo del mar, uno de los mejores, si no el mejor puerto deportivo de España. Vencimos todo tipo de dificultades políticas, ecologistas y económicas --cogimos de lleno la penúltima crisis inmobiliaria--, y el último inversor que compró el proyecto, una compañía que cotizaba en la Bolsa de Londres, [Brent Walker] quebró en Inglaterra y, como consecuencia, dejó empantanado el proyecto. Yo no participé mas, desde que, siguiendo instrucciones de Aresbank, se lo vendí a la compañía británica».

Pueblo Marinero --Pueblo Sherry-- /Foto: D. Macías.

Manuel Gandarias se siente orgulloso de la ambiciosa campaña de publicidad en prensa (los principales diarios y revistas al no existir internet) primera que se hizo en la España de la época de un proyecto turístico e inmobiliario placeado por los principales salones náuticos y ferias internacionales, consiguiendo financiación externa por importe de 1.500 millones de pesetas de entonces, hace 25 años. Dirigió la campaña de ventas de los apartamentos del inconcluso ‘Pueblo Marinero’, con un cualificado equipo, el mismo al que le tocó organizar regatas, encuentros con la prensa, recepciones a personalidades como en el caso de SAR el Conde de Barcelona, el Príncipe Felipe,…

De espaldas, Luis F. Terry, S.M. el Rey Don Juan Carlos, Antonio García Corona, relaciones públicas del compejo náutico, Manuel Gandarias, y Jordi Pujol, presidente de la Generalidad de Cataluña, en el Salón Náutico Internacional.

ECOLOGISTAS.
A bordo del vapor  Adriano III, hoy todavía bajo aguas del muelle gaditano, en el que Gandarias viajaba con el presidente de la Junta de Andalucía de aquel momento, José Rodriguez de la Borbolla, entraron en Puerto Sherry el día de su inauguración en agosto de 1990, después de que las fuerzas de seguridad lograran que se retiraran unos ecologistas que se encadenaron en la bocana del puerto con el fin de reventar la ceremonia de inauguración, entre ellos el conocido activista de la causa ecologista, Salvador Mateo. Por cierto que en el trayecto tuvieron la ocurrencia de ofrecer una copa de Cava  en lugar de Vino Fino,  idea que fue ampliamente criticada en los medios de comunicación al día siguiente.

BRENT WALKER LTD.
El último encargo que recibió por Aresbank, que por medio de Areservice gestionaba el puerto deportivo, el de interesar a George Walker, presidente y principal accionista de un grupo ingles que cotizaba en la Bolsa de Londres en la compra de Puerto Sherry, cosa que hizo y que hubiera sido favorable para el desarrollo del proyecto, al ser el Grupo Walker propietario de cines, casinos y del puerto deportivo de Brighton (Inglaterra), además de poseer un gran patrimonio inmobiliario. Pero al venirse encima la crisis inmobiliaria de los noventa, la compañía quebró en Inglaterra, dejando a Puerto Sherry en manos de los bancos. Manuel  Gandarias abandonó la compañía antes de que entrara Walker en la gestión. Poco ante de la quiebra se organizaría la Regata ‘Brent Walker Cup - European Challenge', que partiendo desde el puerto de Brighton llegó a El Puerto de Santa María, a Puerto Sherry en 1990.

CÁDIZ EN SEVILLA 92.
Pero a Gandarias se le ilumina la mirada cuando recuerda que consiguió abanderar una campaña de relaciones con los medios de comunicación, que incluyó la creación de ‘Cadiz en Sevilla 92’, que generó un fuerte apoyo social y político para la aportación, presencia y promoción de la la provincia de Cádiz en la Expo’92, siendo copresidida por Jesús Fernández de Mesas Sr. y él mismo.

COSTA BALLENA.
Pero volvamos al relato de su vida. Casi la siguiente década (entre 1988 y 1997) se la dedicó Gandarias primero a impulsar y posteriormente a desarrollar otro proyecto  señero para la provincia de Cádiz, Costa Ballena, en la inmensa y espectacular playa de  La Ballena, entre Rota y Chipiona, en este caso representando los intereses de la familia Orleans Borbón, propietaria de las 300 Ha sobre las que se construyó la urbanización. Este proyecto tuvo un componente de primicia: es el primero que se construyó colegiadamente entre la iniciativa privada y la Junta de Andalucía en el sector inmobiliario turístico. Con la lección aprendida de Puerto Sherry y gracias  a la financiación pública, se decidió construir la urbanización y el campo de golf durante los últimos años de crisis y se afrontó la comercialización en los momentos de arranque del último boom inmobiliario, vendiéndose las parcelas urbanizadas y listas para construir en un tiempo record. Lo que permitió a promotores y constructores a su vez comercializar rápidamente las viviendas, alcanzándose los objetivos de 5.000 viviendas y 36 hoyos de golf en plazos muy ajustados y acoplados a la fortísima demanda, que se ha sostenido hasta el año 2007, año de explosión de la "burbuja inmobiliaria" y ruptura y bloqueo de la demanda hasta el día de hoy.

LIVE IN SPAIN.
Después de dos años como consultor independiente, asesorando a promotores en el desarrollo de sus proyectos, Manuel Gandarias decidió sentar a 20 empresas en un almuerzo y proponer la creación de la asociación ‘Live in Spain’ que, como indica su nombre, se marcó el objetivo de atraer residentes extranjeros a España, objetivo que a fe que se consiguió, llegando a alcanzar porcentajes cercanos al 20% de las ventas totales de viviendas, a una nómina de 50 asociados y a impulsar la creación de ferias en el exterior como "Viva España" en Londres, exclusiva de productos españoles, sin la competencia de otros destinos. La ha presidido durante una década, decidiendo jubilarse y aceptando su presidencia de honor el pasado año 2010..   Para lograr los objetivos alcanzados, de indiscutible interés para el sector inmobiliario y para la economía española en su conjunto, ha supuesto una inestimable ayuda el apoyo inicial del Instituto de Comercio Exterior (ICEX) y lo está siendo, en momentos de dificultad,  el de la Secretaría de Estado de la Vivienda, para despertar el interés de los países que son destino de nuestra demanda.

OPINA SOBRE ‘EL ALGARROBICO’.
«El proyecto inmobiliario turístico del Algarrobico (Almería) es la mas nítida expresión de lo que representa un proyecto horrendo y avaricioso para la costa española, en este caso virgen y de máxima protección. Personalmente he intervenido, dirigiéndolos, en dos proyectos singulares en Andalucía, en uno de ellos asociadamente con la propia junta de Andalucía --me refiero a Costa Ballena en Cádiz-- y el otro, Puerto Sherry, desde la iniciativa privada, en los que siempre a través de concursos, hemos desarrollado los mejores proyectos, rebajando incluso, los parámetros urbanísticos autorizados. Condición por la que yo muestro con orgullo ambos proyectos a mis nietos y a quienquiera que me lo pida, mientras que en el caso del Algarrobico o en La Manga (Murcia), de haber sido posible, me hubiera apuntado al primer pelotón de demolición».

Manuel Gandarias, en la actualidad, en Menorca.

EL PUERTO EN LA DISTANCIA.
«Desde 1992, en que regresé a Madrid, por motivos profesionales y familiares, no he dejado de ir a El Puerto, donde mantengo una casa, en la calle Larga, aunque reconozco que en la búsqueda de mi particular de Itaca --en la que coincido con el autor de esta página--, hace poco he encontrado Menorca, donde me construí una casa, tengo un barquito y, por ejemplo este año, si Dios quiere permaneceremos desde julio hasta el 30 de septiembre.  El Puerto lo veo con nostalgia y un poco saturado, pero sigo pensando lo mismo que hace 27 años, que Andalucía occidental y la provincia de Cádiz en particular, es la zona que considero con mas potencial de desarrollo de España en el sector inmobiliario - turístico. Y sigo emocionándome cuando cruzo el Carranza y recuerdo mis veraneos infantiles en Cadiz, donde fui testigo de la explosión en la que murió mi abuela Dolores.»

¿POR QUE GANDARIAS ES FELIZ?
Su receta particular: «Hasta los 60 años de edad era Superman y siempre encontré retos profesionales complejos, imaginativos y satisfactorios, con un horizonte de 10 años de mantenimiento de la actividad, hasta los 70. Pero tuve una visita inesperada, la de mi amigo Parkinson, que decidió quedarse. Durante un tiempo se instaló la duda:

El silencio entre una y otra ola
establece un suspenso peligroso.
Muere la vida, se aquieta la sangre.
Hasta que rompe el nuevo movimiento
y resuena la voz del infinito”

Entonces encontré la lectura, la música, el pensamiento sosegado pero, sobre todo, la poesía. Y mi admiración por la pintura y la escultura. «¡Y, como no, internet y Facebook!»

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Los dos son caras conocidas de las calles de El Puerto. Ambos han tocado con los dedos el éxito y se han codeado con primeras figuras del arte. Los dos, para comer, han hecho de todo, pero en el fondo el artista que llevan dentro siempre sale a la luz. Saben mas que Briján (o Brian, el inglés), no les ha quedado otro remedio que saber. Y han sabido y saben desenvolverse, aún, en el filo de la jubilación que nunca llega. Uno es catedrático de la calle, el otro primer espada que se hizo el nombre a base de bollos y panecillos. Los dos, juntos, una explosión de conocimientos y retranca. Y un montón de risas con sus ocurrencias cuando hablan, ‘ex cátedra’ de las cosas de la vida. Son Gente del Puerto de largo recorrido. (Texto: José María Morillo).

Para saber más:
Francisco Pérez Bernal, ‘el Kako’, nótula núm. 004 en GdP.
Diego Simón Montes, ‘el Bimbo’, nótula núm. 358 en GdP.

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El 9 de septiembre de 1930, hace 81 años llegaba a El Puerto, poco después de las tres y media de la tarde S.A.R. el infante Don Juan de Borbón y Batenberg, procedente de San Fernando, acompañado de su preceptor, José María de Amusátegui. Fue recibido a las puertas del Club Náutio --que por aquel entonces se encontraba en La Otra Banda, junto al puente de San Alejandro-- por el alcalde de El Puerto, Eduardo Ruiz Golluri quien le dio la bienvenida en nombre de la Ciudad.


De izquierda a derecha, el Teniente Coronel Juan García de Diego, S.A.R. don Juan de Borbón y el alcalde, Eduardo Ruiz Golluri.

A continuación le cumplimentaron el Comandante Militar de la Plaza, Teniente Coronel Juan García de Diego, así como por la directiva y socios del Club Náutico que habían acudido al acto, entre los que encontraban su presidente Manuel Muñoz Ávila acompañado de Javier Terry del Cuvillo, José Gabiola, Bernardo Rodríguez Morgado, Carlos Zwiky, Juan Pedro Velázquez-Gaztelu y Caballero-Infante, el marqués de la Candia, Rafael Muñoz Ávila, Juan Osborne Tosar, Manuel Torrecillas, Carlos J. Terry y del Cuvillo.

Entre otros invitados estaban presentes el Ingeniero Director de la Comisión Administrativa del Puerto --el equivalente al Ingeniero Director de la actual Autoridad Portuaria-- Ignacio Moreno Llasera; el director de la Revista Portuense, Luis Pérez Pastor; el director de Diario de Jerez, Luis de la Sierra; el secretario del Ayuntameinto Federico A. Sánchez Pece; el Administrador de Aduanas, Joaquín Calero Cuenca y otras ‘fuerzas vivas’ entre los que se encontraban Mariano López Muñoz, Rafael Benvenuty y José Gamero Cívico, entre otros.

Bernardo Rodriguez Morgado conduciendo la embarcación 'La Pinta' con S.A.R. Fue un piloto de aviación civil que, con el tiempo sufriría un fatal accidente el 18 de Abril de 1934 cuando su avioneta  de desplomó cayendo en barrena sobre el Hotel Cristina de Sevilla, en  cuya azotea se estrelló. De 35 años, estaba casado y tenÌa dos hijos. Vivia en El Puerto de Santa Maria. Antes de practicar la aviación había sido motorista y sufrido un grave accidente del que quedó cojo. Despues compró la avioneta y se dedicó a tirar propaganda desde ella volando a baja altura sobre la ciudad de Sevilla.

Tras el encuentro dieron una vuelta por el río Guadalete, en la canoa-automóvil ‘Pinta’, pilotada por Bernardo Rodríguez Morgado, seguidos por la lancha ‘Tonino’ que les daba escolta, donde iban el alcalde y el preceptor de Don Juan. Además salió la lancha ‘María de los Ángeles’, pilotada por Carlos Zwiky con algunos de los asistentes al acto.

Sentados, de izquierda a derecha, S.A.R. el infante Don Juan de Borbón y Battenberg, Francisco Javier de Terry y del Cuvillo, Bernardo Rodríguez Morgado, de espaldas el teniente coronel, comandante general de la plaza Juan García de Diego, Juan Gavala y Laborde (ver nótula núm. 442 en GdP), Juan Pedro Velázquez-Gaztelu Caballero y Joaquín Calero Cuenca (ver nótula núm. 925 en GdP). De pie, Antonio Osborne Vázquez, Francisco Rodríguez Ceballos (ver nótula núm. 1113 en GdP), dos camareros desconocidos y Manuel Muñoz Ávila, presidente del Club Náutico entidad que visitó Don Juan de Borbón, procedente de San Fernando el 9 de septiembre de 1930, cuando se encontraba en la otra banda del río, junto al desaparecido Puente de San Alejandro.

De regreso al Club, la directiva ofreció una copa de champagne a S.A.R., marchando a continuación a la Plaza de Toros para asistir a la novillada que se celebraba poco después, en la que actuaron Camará, Leopoldo Blanco y Manolo del Pino ‘Niño del Matadero’, quien entusiasmó a sus paisanos.

Las instalaciones del primer Club Náutico, en la Otra Banda del río Guadalete.

Don Juan se encontraba estudiando en la Escuela Naval de San Fernando. Con los años volvería al Club Náutico en varias ocasiones, lugar donde tuvo su última aparición pública antes de ingresar en una clínica en la que no superaría la enfermedad que le aquejaba.

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La imagen está tomada en la calle Larga, entre los desparecidos Casino Portuense (hoy cafetería Di Roma) y Almacenes Lerdo. De izquierda a derecha, Benito Gago García (+), Fernando Arjona González, Vicente González Lechuga, Fernando Gago García, Juan Lerdo de Tejada Labat (+), Antonio Sánchez Pece y Guillermo Benvenuty Díaz (+).  La gabardina que luce Vicente González le fue proporcionada por Fernando Gago de quien se decía que se parecía mucho a Clint Eastwood. Vicente y Fernando ambos con 17 años de edad, pues habían nacido en 1941. La fotografía es de 1958. (Colección VGL).

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'Amaría Alcanter' puerto o acceso de las salinas, en árabe. Uno de los nombres por los que se conoció la ciudad portuense hasta la Reconquista.

La empresa Eventos y Rutas Amaría Alcanter surge como idea a principios de 2010, aunque no toma forma hasta noviembre de ese mismo año. Con muchas ganas de trabajar ha comenzadoa esta pyme dedicada a la organización de eventos y rutas, que pretende dar a conocer la ciudad tanto a extranjeros como a residentes, y para ello elaboran estas novedosas rutas preparándolas mediante una documentación exhaustiva. Para ello cuentan con la colaboración del Centro Municipal del Patrimonio Histórico y el Departamento Municipal de Turismo, ambos perteneciente al Ayuntamiento de El Puerto.

SAMUEL CAÑAVATE FERNÁNDEZ.
Nacido el 4 de julio de 1983 en Sevilla. Después de un tiempo en Sevilla y en Inglaterra, su familia se vino a El Puerto a vivir y desde entonces esta ha estado aquí. Yendo y viniendo para formarse académica y profesionalmente en Sevilla, Granada y Alemania. /En la imagen, Samuel por la calle Luna de El Puerto.

Estudió en El Centro Inglés y La Gaviota. Diplomado en Turismo, Licenciado en Publicidad y RRPP por la Universidad de Cádiz, y Master of International Business Operations por la Cámara de Comercio de Sevilla y el Instituto Alemán de Comercio Internacional.

“--Disponemos de numerosos servicios turísticos o, para no limitarlo a los foráneos, llamémosles servicios culturales y de ocio para conocer las distintas facetas de la ciudad portuense.

Ya sea un paseo para conocer la Ciudad de los Cien Palacios, visitando muchas de las casas palacio que nos pasan desapercibidas por la costumbre; conocer los patios portuenses, la ciudad en tiempos del Descubrimiento de las Américas, paseos en barcos por la Bahía, visitar las bodegas Terry con una amplia gama de servicios y precios para grupos y un largo etcétera para que todo el mundo conozca los tesoros escondidos de El Puerto”, afirma Samuel. /En la imagen, los guías de Amaría Alcanter enseñando la Casa de Los Leones, en el entorno de la Placilla. Foto: Diario de Cádiz.

Así, tienen creadas las Rutas ‘La Ciudad de los Cien Palacios’, ‘Ruta de las Américas’, ‘Ruta El Puerto y sus orígenes’, ‘Ruta El Puerto Bodeguero’.

PALMA FLETHES MILLÁN.
Nació el 11 de marzo de 1985 en Estados Unidos Con poco más de un año su familia regresó a Cádiz, para más tarde instalarse en El Puerto hasta hoy día. Ha vivido en varios países por motivos de trabajo de su padre, y más tarde por estudios propios, pero siempre volviendo a la misma ciudad. /En la imagen, Palma, en Morges (Suiza).

En El Puerto estudió en El Marqués de Santa Cruz, el IES Juan Lara y El Centro Inglés. Licenciada en Filología Inglesa por la Universidad de Sevilla y Master en Protocolo y Experto Universitario en Gestión del Mercado Cultural y del Ocio por la UNED mientras vivía en Alemania.

“--Durante el verano hemos venido realizando una Ruta por El Puerto que llevamos a cabo todos los martes, jueves y viernes a las 19.30 desde la Plaza del Castillo. En esta ruta se obtiene una visión general de la ciudad y se dan a conocer curiosidades de muchos edificios, así como visitar la bodega Gutiérrez-Colosía, catar los vinos y las Tejas Artesanas de El Puerto”, señala Palma.

¿POR QUÉ EL PUERTO?
Sorprende que jóvenes tan bien preparados, que han conocido mundo, hayan apostado por la creación de una empresa en la Ciudad, por el autoempleo, huyendo de la comodidad de que ‘emprendan otros’ o de trabajar en una gran población. Y es que como afirman al unísono: “En El Puerto se vive muy bien, tenemos calidad de vida. A una hora de carretera o tren se encuentra cualquier tipo de oferta, por lo que no echamos de menos vivir en Madrid o Barcelona o cualquier capital europea. Además, en lo tocante a lo profesional, hemos descubierto un nicho de mercado que no estaba suficientemente explotado: había una oportunidad para nosotros. Y… porque somos de El Puerto”. Son gente inteligente. /En la imagen, portada de Diario de Cádiz del 14 de julio pasado en la que aparecía publicado un  reportaje sobre Amaría Alcanter.

Físicamente tienen su empresa en el Centro de Lanzamiento de Empresas en el Polígono Industrial de ‘Las Salinas’, en la calle Delta. En internet, se les puede localizar en la web www.amaria-alcanter.es aunque como cualquier empresa moderna que se precie, hacen uso de las redes sociales (YouTube, Twitter Facebook, …), por lo que la información actualizada de Amaría Alcanter se encuentra en Facebook.

MK-ENGINE ASESORÍA DE MARKETING.
Han creado, también la asesoría de marketing turístico que dirigen, bajo la marca Mk-Engine, registrada en la Oficina Española de Patentes y Marcas. Prestan, además, sus servicios a empresas productoras o manufacturadoras que en la actualidad estén exportando o quieran empezar a hacerlo, adheridas o no al Plan PIPE (Plan Iniciación Promoción Exterior), impulsado por el Instituto de Comercio Exterior dependiente del Ministerio de Industria, Turismo y Comercio.

Entre sus servicios, se encuentran el diseño de un Plan Estratégico y Operativo de Márketing. El estudio y la optimización de los envases, etiquetas, envoltorios y embalajes de productos (pakckaging). Asesoría para el registro de marcas nacionales e internacionales y el diseño de identidad corporativa asistida.

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Editado por José J. Sánchez Llebret, en su año XVII, (es decir, desde 1910), se editaba en 1927 en El Puerto el Carnet Oficial de Propaganda Veraniega que recogía, además de las propuestas comerciales de los anunciantes, profusas por cierto, el Programa de Festejos Veraniegos que transcurría entre el 16 de junio, Festividad del Corpus Christi, hasta el 8 de septiembre Día de la Patrona, entre otras informaciones. Reproducimos aquí algunas páginas del programa de mano.

Se celebraban casi todas las festividades religiosas, San Juan Bautista, el Corazón de Jesús, San Pedro y San Pablo, la Virgen del Carmen, Santiago Apóstol… amén de conciertos de la Banda de Música, Corridas de Toros, Inauguración de la Temporada de Baños, Carreras de Cintas en bicicleta, elevación de globos y fantoches, fuegos artificiales, Exposición de los Alumnos de Bellas Artes, Cucaña en el Guadalete, Feria de la Victoria en el último tercio de agosto, ...

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