
Fotografía aérea de las lagunas, ortofoto municipal 2001.
Se cumplen ahora 30 años de un proyecto pensado por dos jóvenes, en aquel momento, nacidos en nuestra ciudad: Juan José López Amador y José Ignacio Delgado Poullet, Nani, y que por distintos motivos con el tiempo ha pasado inadvertido. Me refiero al proyecto Salvar las Lagunas.
En el año 1980 descubrimos las lagunas, aquellos parajes nos dejaron sorprendidos, no esperábamos encontrar en una tierra tan codiciada como es nuestra campiña, unos espacios naturales como aquellos. Tres grandes lagunas llenas de pájaros y de nidos, la mayor, la laguna Salada conocida entonces como de Terry, Juncosa y Chica. Aunque todo el entorno era arado y no conservaba ninguna cubierta vegetal, todo el espacio que ocupaba el agua estaba provista de una vegetación abundante que cuando te introducía en ella parecía cambiar de escenario y transportarnos a otros lugares.

Juan José López Amador (izda.) en busca de una fotografía y José Ig. Delgado Poullet, Nani, (dcha.), fotografiando un nido.
PELIGRO DE DESAPARICIÓN.
Pues bien, a base de ir continuamente, pudimos hacerlo todo el verano ya que ese año no hubo excavaciones en el Yacimiento Arqueológico de Doña Blanca --donde colaborábamos--, y descubrimos el interés que había por desecarla y convertir estos espacios en tierras de labor, incluso un día encontramos la laguna Salada con tractores arando todo el espacio que ocupaba. Esto nos puso en alerta y comenzamos una autentica labor de salvamento. Lo primero era conseguir imágenes de la fauna y la vegetación que había en estos lugares, para ello pasábamos días e incluso noches, con el objetivo de conseguir imágenes impactantes, y lo conseguimos.

Partiendo el cascarón una cría de Focha.
Llegamos a fotografiar los polluelos partiendo el cascaron. Para captar buenas tomas, nos compramos maquinas fotográficas de calidad, y nos fabricamos con fibra de vidrio una barca, que utilizamos para recorrer toda su orilla entre neas, cañas y juncos, sin alterar demasiado el hábitat de mucha fauna que allí anidaba o utilizaba de paso, como los flamencos.

Con el amigo común, Enrique Pérez Fernández, partiendo en la barca que construyeron.
DIAPORAMAS.
Con las imágenes que habíamos conseguido realizábamos unos montajes donde se fundían las tomas con música de Jean-Michel Jarre, que no solo nos impresionaron a nosotros, sino a todos aquellos que las veían. Así, con este montaje, recorrimos casas particulares, bares, asociaciones, y barriadas, donde en la fachadas de los bloques proyectábamos el diaporama. No fue nada fácil conseguir las imágenes, el frio, la lluvia o el calor fueron nuestros acompañantes durante todo aquel periodo, pero nunca estábamos solos, siempre contábamos con personas que cada vez se interesaban más, y además del aliento para que continuásemos con la labor, nos acompañaban en multitud de ocasiones.

Nani, buceando en la Laguna Salada.
La juventud que teníamos entonces hacia que no temiésemos a nada. Así, lo mismo buceábamos en la laguna para ver que había dentro del agua, que salíamos con sanguijuelas, o, con las manos ocupadas con las cámaras y el agua hasta el cuello, nos encontrábamos con alguna culebra en nuestra cara. Esta misma juventud, y por qué no admitirlo desconocimiento, hacia que actuásemos.

La ropa de los entusiastas salvadores de las Lagunas, dispuetas para secarse, después de un húmedo día de trabajo.
La vegetación del contorno era muy escasa, y nosotros sabíamos que protegían las lagunas, por tanto y después de comprobar cuál era la vegetación autóctona más significativa, nos lanzamos a repoblarla, los acebuches eran los arbustos de mayor tamaño y los más abundantes, así, nos trajeron de Jerez una gran cantidad de ellos que nosotros no dudamos en plantar por todo el entorno de la laguna Salada y Chica, de los muchísimos que echamos algunos agarraron, y hoy rodean, protegen y dan cobertura a infinidad de animales. La verdad es que entonces no sabíamos si esto sería bueno o no, pero la gran cantidad de animales que pastaban y se comían toda la vegetación que la rodeaban, hacia que no tuviésemos dudas.

Panorámica de la Laguna Chica.
COMPLEJO ENDORREICO.
Durante al menos 2 años estuvimos paseando distintos audiovisuales por todo El Puerto. Durante este periodo las construcciones ilegales que muy cerca se estaban realizando, el pastoreo continuo de vacas y cabras, los intentos de convertir las tierras en agrícolas, y la construcción del canal de riego de la zona Noroeste, pusieron en grave peligro mantener estas lagunas endorreicas, conocidas como Complejo Endorreico de El Puerto de Santa María.

Flamencos a orillas de la Lguna Salada.
Con el paso de los años se crearon entidades locales para la protección del Medio Ambiente, como el Instituto Municipal para la Conservación de la Naturaleza (IMUCONA); asociaciones para la defensa de la naturaleza como “los ecologistas”, y finalmente desde la administración Autonómica se dieron las directrices para su conservación definitiva. Esto propicio que las lagunas estuvieran permanentemente siendo visitadas y la vez protegidas, finalizando con la protección definitiva de las mismas convirtiéndose en Reserva Integral.
CAMINO DE LOS ROMANOS.
Hoy las podemos visitar a través del Camino de los Romanos (por donde discurría una calzada romana), pero, por sus perímetros exteriores, siguen siendo unos parajes realmente únicos en la campiña, donde un sinfín de aves las utilizan para anidar o descansar en sus migraciones. Un autentico vergel en medio de urbanizaciones que avanzan y campos arados que a veces parecen desérticos. Unos recursos naturales, su vegetación, que desde la Prehistoria ha servido para hacer las chozas de los poblados, o hasta no hace mucho años, las existentes en la calle Santa Clara. Asimismo como proveedoras de alimentos, huevos, aves o palmitos entre otros, que ayudaron a sostener una economía domestica, que por suerte ya no dependen de ellas.

Flamencos sobrevolando la Laguna Salada.
Esperemos que en poco tiempo todo el espacio entre lagunas, así como su entorno más inmediato, dejen de ser tierras para labores agrícolas o insoportables explotaciones inmobiliarias, y pasen a ser tierras donde la vegetación autóctona se recupere, y tengamos un espacio que nos muestre como era verdaderamente nuestro rentable Patrimonio Natural. (Texto: Gerión).
ESTE FIN DE SEMANA, SÁBADO Y DOMINGO 2 Y 3 DE OCTUBRE, SE CELEBRA EN EL PARQUE METROPOLITANO DE LOS TORUÑOS EL V DÍA MUNDIAL DE LAS AVES. Habrá rutas guiadas, interpretación del medio, actividades y talleres infantiles, observación de aves, exposición fotográfica, proyección de documentales, ponencia y charlas.


Eva María Marín Ares, nace el 1 de noviembre de 1970 en la calle Larga, Día de los Tosantos, 215 años después del Terremoto de Lisboa que descabezó las tres estatuas de la Puerta del Sol de la Prioral y también del Maremoto (o Tsunami) que arrasó nuestras costas y que, en El Puerto, subió el nivel de las aguas hasta la calle de la Victoria.






SUS CREACIONES.
INTERNET.

Hoy día, el Patchwork es una expresión artística que permite realizar obras de gran originalidad y belleza, debido a la evolución y riqueza de las diversas técnicas de diseño y confección de las obras y aplicarse a multitud de elementos modernos: Bolsos, carteras, manteles, agendas, ropa, cuadros...??Como toda obra creativa genera paz y satisfacción.
Manuel del Pino, El Niño del Matadero, fue un artista polifacético. Aparte de un grandísimo torero, fue pintor y escultor. Según creo hay personas que todavía conservan algunas esculturas. La familia de Juan Barrero y, quizás, la de Jose Luis Osborne Vázquez, --según mis noticias--, podrían tener algunas. Es una lástima que no se conozca su obra. Quienes han tenido el privilegio de verlas, me cuentan el realismo con que plasmaba, la impresionante pelea de dos toros bravos.



Cuando no el barro, el papel; o el cartón; o las mismas paredes encaladas del Matadero; en uno de cuyos muros llegó a pintar a carboncillo un tren completo y bien trazado, que a la hora de dar nueva cal a las paredes, respetaron los brochistas aquella infantil obra de arte, que perduró hasta que el tiempo acabó con ellas. El dibujo y el modelado erean su verdaderas aficiones.
Nace en la clínica del Dr. Frontela el 22 de noviembre de 1978. Hijo de Miguel Sánchez Santos, agente tributario del Ayuntamiento y de Ángeles Ivars Rojas, quien lleva marcado a fuego los 40 días que el pequeño Miguel se llevó llorando durante 24 horas cuando nació. Es el mayor de tres hermanos, Oscar el ‘pequeño’ es policía nacional, destinado en Melilla y María, diseñadora gráfica de la marca ‘Si Quiero Bodas’.
En todos ellos, el que perdía o se iba, se llevaba el cosqui y la pringá, así que en alerta toda la tarde hasta que su madre le diese una voz por la ventana. A medida que se hacía adulto se daba cuenta de lo feliz que había sido de pequeño y a la mas mínima recalca “er Migué ….de Durango”, como homenaje a su reducto patrio y nostalgia de esa infancia.








Hipólito Sancho Mayi Díez de Aux-Sopranis (Sancho de Sopranis) nació en el número 21 de la calle Palma de nuestra ciudad, el 2 de marzo de 1893falleciendo el 17 de agosto de 1964 en su casa del número 26 de la calle Luna. Combinando los apellidos de sus ascendientess utilizó con frecuencia seudónimos y criptónimos, por los que ha sido ampliamente reconocido, siendo el más habitual entre todos ellos el de Sancho de Sopranis, aunque usaría los de Rafael de Ayraldo, Sancho de Melgar, Sopranis, Senex, Pedro Hisam, Cibo de Sopranis, Cibo d'ria... Con unos y otros firmaría casi medio millar de trabajos de investigación entre libros, artículos, colaboraciones en revistas y periódicos, etc.
Ésta abarca amplios y variados temas, entre ellos los religiosos –él conocía como nadie la orden dominica y su historia-, las épocas medieval y moderna, la historia comarcal, sobre todo la de las ciudades de Jerez y El Puerto en las que acometió trabajos tan ingentes como la elaboración de una historia de las mismas; y también artísticos, aspectos este ultimo en el que destaca la organización de la muestra del museo de la catedral gaditana y su vinculación a la restauración del Castillo de San Marcos portuense, que él realizó junto a extensos estudios del edificio. También fue quién gestó y desarrolló las visitas a los monumentos jerezanos, tan populares y célebres por su contribución al acercamiento de la ciudad a sus habitantes y a los que otorgó un reconocido merito. (En la imagen de la izquierda, portada del libro de 'El Puerto de Santa María y el Descubrimiento de América, escrito con Rafael Barris y publicado en 1926. En la fotografía, facsímil publicado por la Academia de Bellas Artes 'Ssanta Cecilia' en 1992. Hubo que pedir un ejemplar a la Biblioteca Nacional de Madrid, al no existir ninguno en las de la zona. Fue un homenaje y la recuperación de un libro para los lectores de hogaño).
A lo largo de su trayectoria profesional recibió Hipólito diversos premios, nombramientos y condecoraciones. Entre otros, le fue concedida la Medalla de Oro de la Ciudad de Melilla y obtuvo el nombramiento de miembro de la Orden de Mehdauía en Marruecos, etc… Igualmente fue miembro de Academias como la Real Hispanoamericana de Ciencias y Artes de Cádiz o la Real de Historia de las Bellas Artes de Sevilla, y tuvo una intensa y activa participación en la fundación y desarrollo del Centro de Estudios Históricos Jerezanos, tarea esta en la que colaboró estrechamente con su fundador Tomás García Figueras. Con este investigador jerezano le unían también temas de investigación, como los trabajos realizados en el Archivo de Jerez, su etapa africana y la publicación de sus trabajos en revistas como África o Mauritania, etc… Se relacionó asimismo con otros estudiosos como Rafael Barris, Juan de la Lastra Terry o Fernando Monguió Betcher, colaborando en ocasiones con alguno de ellos. (En la imagen de la izquierda portada del libro 'Alfonso X el Sabio y El Puerto de Santa María', editado en 1984, que recoge artículos dispersos de Sancho y que fue presentado por el invetigador y hoy director del Centro Municipal de Patrimonio Histórico, Javier Maldonado Rosso y la historiadora Mercedes García Pazos. Como afirmó Maldonado, 'A Hipólito Sancho le debemos el que sentase el conocimiento de este periodo de la historia de El Puerto sobre bases científicas).
Impartió clases entre otros centros, en la Academia Poullet en la calle Cruces, en el Instituto de Jerez y en el colegio los Marianistas de dicha ciudad; trabajó en el Archivo y Biblioteca Pública Municipal. Fue secretario General del alcalde de El Puerto, Antonio Rives Brest, en 1939. Cronista Oficial de El Puerto, por nombramiento de 13 de febrero de 1939, finalizando su vinculación con la instiución municiapl en enero de 1941. Fue el responsable de la imagen actual que presenta el Castillo de San Marcos y de su restauracion y hemos de señalar, además, que estuvo en los negocios de la vinatería, tan propios de El Puerto, en una aventura empresarial familiar, una de cuyas etiquetas mostramos en la imagen de la izquierda.


HISTORIA DEL PUERTO DE SANTA MARÍA. Desde su incorporación a los dominios cristianos en 1259 hasta el año mil ochocientos. Ensayo de una síntesis.
El libro IV, El Iluminismo, quizás el título menos afortunado tiene su inicio en la incorporación del Puerto a la Corona, coincidente con la estancia en la ciudad de la familia real de Felipe V, cuyos pormenores relata Sancho. No olvida Sancho en las páginas que dedica al siglo XVIII, efectuar un repaso a la vida religiosa de la ciudad. Parcas son en cambio las páginas dedicadas a la vida económica local, con las que remata la obra y que ofrecen un sumario testimonio de la roturación de alrededor de doscientas aranzadas de arenales para viñas, la ruina de las salinas y el desarrollo comercial. La síntesis de Hipólito Sancho se completa con unos nutridos apéndices dedicados a las magistraturas portuenses durante la Edad Moderna, que vienen acompañados de sendos índices onomástico y toponímico. (En la imagen, portada del libro, edición 2007).

Su padre, funcionario de Patrimonio Nacional, había sido detenido en su domicilio de San Lorenzo del Escorial por milicianos republicanos, y trasladado a Madrid. A partir de ese momento su madre, que también se traslada a la capital, no tendrá ya más noticias ciertas de su marido. (En la imagen, Antonio Alonso Sotillo, su padre).
PICOLO: INFANCIA EN EL PUERTO.
Javier (en la imagen de la izquierda, vestido para la Primera Comunión) estudiará en El Puerto, hizo la primera comunión en las Carmelitas y en el Colegio de San José y San Estanislao, donde tendrá como condiscípulos a Crespo, Rascón, Gonzalo Benjumeda, Borja Osborne Vázquez, … ; luego vendría el Colegio de El Palo (Málaga), donde cursa el bachiller para mas adelante trasladarse a Madrid a hacer lo que siempre quiso hacer, periodismo. “Siempre me gustó escribir”. Así obtiene el título de Periodismo en la Escuela Oficial de Madrid.
En septiembre de 1985 es contratado como subdirector por la Revista ¡Hola!, al año de fallecer su fundador, el rondeño Antonio Sánchez Gómez, donde ya lleva 25 años y, desde hace dos en las funciones de Director Adjunto. Recientemente, el 14 de julio pasado, ha fallecido Eduardo Sánchez Junco, hijo del fundador de la revista y, en la actualidad, continuando la saga familiar, el medio es dirigido, con gran éxito por su nieto Eduardo Sánchez Pérez, con la colaboración de sus hermanas Mamen y Mercedes, quienes tienen casa en El Puerto.




‘A MI MARIDO LO ASESINARON EN PARACUELLOS’.
1943
Miguel del Pino toma la
FERNANDO T. DE TERRY GALARZA.
Eduardo conoce a la catalana que será la mujer de su vida: Antonia Palacios, con quien se casa a la edad de 26 años y con quien tendrá cuatro hijos; además es abuelo reciente pues el pasado agosto ha tenido a su primera nieta. Dos años más tarde, en 1971, deja la carrera militar y se marcha a trabajar en una empresa de distribución del aperitivo francés Ricard, llegando a ser el Delegado para las provincias de Gerona y Lérida.


Como ya se ha dicho, Eduardo visita El Puerto, a veces hasta en 10 ocasiones en el año, lamentando que le hayan quitado el tren hotel que venía desde Barcelona, y del que era usuario habitual. El Puerto sigue siendo su referencia, donde permanecen amigos y familia, entre ellos Rafael Rodríguez Macías, director propietario del Hotel Playa de Valdelagrana, con quien comparte sus días de estancia en nuestra Ciudad. Sin temor a equivocarnos, ejerce de ministro plenipotenciario de El Puerto –de embajador de nuestras excelencias—en la Cataluña que le ha visto crecer y que le posibilitó crear una gran familia. (En la imagen, el hotel Playa de Valdelagrana).
Los padres de Antonio Camacho Caballero (1901-1991), fueron Miguel Camacho Soldado y Josefa Caballero Muñoz originarios de Iznájar (Córdoba). Quedó huérfano de padre siendo muy niño. Junto con su hermana Aurora --unos años mayor-- y su madre se vinieron a El Puerto a vivir con el hermano mayor --Juan- 20 años mayor que él.
COMESTIBLES LA DIANA. EL BAR Y LAS BICICLETAS.


SAN SEBATIÁN, 5.
Con el paso de los años fueron desapareciendo el bar, las bicicletas y los taxis quedando solo el almacén de La Diana que fue traspasado a Isidro Gómez Recalde en el año 1960. En esta fecha el propietario de la finca y almacén era Doña Quintina Caballero, santanderina, posiblemente descendiente de Marcelino Aguaro. En la actualidad el establecimiento es propiedad de José Joaquín Sánchez Sena, quien primero por traspaso de Isidro Gómez Recalde y luego adquiriéndolo, pasó a ser de su propiedad, como ya se ha indicado.
El día 26 de Diciembre de 1931 da parte de baja al Ayuntamiento motivando la baja por avería en el motor. Este vehículo fue trasladado más tarde al garaje de la casa núm. 5 de la calle San Sebastián --casa natal de su esposa María Teresa-- donde permaneció inactivo hasta el año 1952 en que fue transformado en la furgoneta conocida como el “coche o forito de La Diana”. (Antonio Camacho y su mujer, en el interior de 'La Diana').
Este vehículo tiene su historia: Conocido como el ‘Forito de la Diana’, fue inscrito con placa provisional para pruebas num. TO 50035 el 10 de Noviembre de 1925 a nombre de Don Roberto Osborne domiciliado en Sevilla y matriculado posteriormente el 25 octubre 1926. Sus posteriores propietarios fueron: Don Ignacio Osborne Vázquez, Doña Angeles Campos Caro y por último Don Emilio Romero Aranda --todos de El Puerto-- siendo éste último el titular a partir del 12 de Noviembre de 1946 quien lo transfirió a Doña María Teresa García Rodríguez, convertido en furgoneta y con motor sustituido por el perteneciente al Ford Matrícula SE 2719 que, según hemos dicho más arriba, permanecía encerrado en el garaje de la casa numero 5 de la calle San Sebastián desde el 26 de Diciembre de 1931, dando origen –repetimos- a la furgoneta conocida como el “coche de La Diana”. (En la imagen, Antonio Camacho al volante de uno de sus coches de pedales y a su derecha Juanín Barcala, íntimo de Camacho y quien le acompañó a una Feria a Córdoba con dichos vehículos).
Enrique Fernández de Bobadilla y Lassaletta es de los portuenses nacidos en Sevilla, el 9 de octubre de 1957. Es el cuarto de siete hermanos, tres por delante y tres por detrás, fruto del matrimonio celebrado entre Rafael Fernández de Bobadilla y González Abreu y la portuense Pilar Lassaletta Pemartín, apellidos que recuerdan claramente su vinculación con el mundo de las bodegas del Marco del Jerez-Xérès-Sherry.
Su infancia la vivió repartiendo su tiempo por estaciones: los otoños e inviernos en el Hotel Madrid donde su padre, abogado que nunca ejerció, --acaso de ahí vendría su vocación de director de hotel como lo ha sido en El Puerto-- y la primavera y los veranos en la sevillana Barriada de los Americanos --Santa Clara--, y pasaba temporadas en la casa de sus primos, en el Recreo de las Marías, en la carretera de Sanlúcar, donde hoy existe una Escuela de Hípica del mismo nombre. Estuvo hasta tercero de bachillerato en el Colegio Portacoeli de los Jesuitas, en la capital hispalense. En 1972 se traslada con la familia a Madrid, ya que su padre se hace cargo de la Restauración de los Hoteles Ritz y Palace (en la imagen de la izquierda, fotografía nocturna de la puerta principal de éste último), estudiando en el madrileño Colegio Velázquez hasta la finalización del bachillerato.


SEVILLA Y LA EXPO’92
En su última etapa en hoteles ha ejercido como director en el Hotel Los Jándalos de Vistahermosa, durante siete años, (2002-2009) hasta que, hace un par de años ha sido fichado por la nueva propiedad de Puerto Sherry, trabajando en el Area de Desarrollo de dicho complejo náutico, deportivo y turístico. Ahí ocupa su tiempo profesional actual, atareado en buscar nuevas actividades y oportunidades de negocio para crear y dotar de más vida el entorno del puerto deportivo más grande del atlántico sur de Europa.
SU FAMILIA.