Saltar al contenido

4

'Duende y misterio del flamenco' es un ecorrido documental sobre el mundo del flamenco, un arte que el director del film, el español Edgard  Neville siempre admiró y del que se declaró fiel seguidor. Con la voz en off de Fernando Rey se narra la historia de dicho género musical mediante diversas escenificaciones donde se aprende a diferenciar tipos de flamenco: martinetes, soleares, tarantos, seguiriyas, bulerías, tonás, tangos, alegrías y fandangos.

En El Puerto se rodó en el río Guadalete y el Vapor, en el muelle pesquero de la Otra Banda, con el Parque Calderón de Fondo, en la Bajada del Castillo, en la Avenida Micaela Aramburu delante del Palacio de los Duques de Medinaceli y en el mismo Vapor Adriano I.

Ronda, Granada, Madrid, Toledo, Málaga y otras localizaciones de la península ibérica fueron los exteriores monumentales que sirvieron de plató natural del film. Se estrenó en España el 15 de diciembre de 1952, y en ella aparecen artistas consagrados como el bailarín Antonio, de reconocida fama internacional y Pilar López y su ballet español.  Reproducimos, a continuación, algunos fotografmas de la película.

El Vapor 'Adriano II' y la Draga, en la desembocadura del río Guadalete

Edgard Neville Romrée, IV Conde de Berlanga de Duero, fue escritor, autor de teatro, director de cine y pintor español, nacido en 1899 y fallecido en 1967 quien, anticipándose cuarenta años a Carlos Saura, aunque con inferioridad de medios y empaque formal, Edgar Neville ofreció su particular visión de la historia del cante y el baile flamencos en un documental que tuvo escasa difusión pero que contó siempre con partidarios apasionados.

El director de cine, escritor, autor de teatro y pintor español, Edgard Neville.

Cante y baile a bordo del Vapor 'Adriano I'.

La Plaza de las Galeras, vista desde la Otra Banda.

La Bajada del Castillo, con muchos figurantes locales, sobre todo niños que puede que aún se acuerden de aquel rodaje.

La Aduana Ducal de los Medinaceli, en la calle Micaela Aramburu.

Presentada en versión restaurada en el Festival de San Francisco de 1996, su culto ha conseguido trascender las fronteras peninsulares. Actualmente es considerada la mejor película realizada sobre el flamenco, y en su época cosechó excelentes críticas además de una Mención especial en el Festival de Cannes. Hemos tenido ocasión de poder visionarla en los fondos documentales de la Filmoteca Nacional.

Es un ejemplo claro del triunfo de las ideas que constantemente repiten los expertos de que el futuro de las pequeñas empresas está en la especialización. Quizás sea porque estudió Ciencias Empresariales de joven, quizás sea porque habla perfectamente francés, inglés e italiano o quizás, simplemente, porque Juan Carlos Amado Bautista es de esas personas que cuenta con ese don tan difícil que es el de la intuición, de ver, antes que nadie, donde está el negocio.

Lo cierto es que en 2010 su empresa, la Casa del Jamón, decidió abrir despacho en internet y hoy día desde su tienda de la calle Valdés de El Puerto de Santa María salen a diario pedidos para diferentes puntos de Europa. En el continente los clientes, que conocen ya el producto estrella español,  demandan jamones buenos y, sobre todo, tiendas de confianza en un producto tan complicado. No es la primera vez que Juan Carlos se adelanta. En 1995, cuando todavía ese nombre ni sonaba por aquí, abrió en El Puerto de Santa María la primera jamonería de la provincia. Ahora, tan sólo en su Ciudad, hay una decena de establecimientos de características parecidas.

La idea era bien sencilla, una tienda en la que se cortaba el jamón a cuchillo delante del público. Pero el simple hecho de que el cliente, cuando llegaba, veía cuatro o cinco jamones delante de él entre los que elegir y a su alrededor estaban las paredes llenas de género le hizo ganar fieles con rapidez. La técnica de cortar jamones la aprendió ‘a ojo’  de su tío que tiene en Ronda una tienda dedicada también a esta actividad.  Le daba miedo que cogiera los cuchillos, pero le enseñaba todas las claves del corte. A los 21 años, ahora tiene 43, abrió en Ronda un bar, el Oasis se llamaba. Juan Carlos vio que tenía que ofrecer algo para atraer a la clientela y pensó en lo que había aprendido ‘de vista’ junto a su tío. Lo de ofrecer tapas de jamón tuvo éxito y empezó a vender piezas enteras ya que la gente confiaba en él.

...continúa leyendo "1.274. JUAN CARLOS AMADO BAUTISTA. De El Puerto a toda Europa (II)."

5

Ignacio Fernández Sánchez tiene 42 años. Con su uniforme de color blanco y rojo y su gorro inmaculado tiene cierto aire de pastelero francés y es que sus creaciones, según el mismo reconoce, están inspiradas en la confitería más famosa del mundo, la de este país. Fernández, el maestro pastelero de La Casa de Chocolate,  no es un neófito. Lleva en la profesión 27 años, desde que con 15 se estrenara en el negocio familiar, el que adquiriera su padre José Fernández, conocido como Pepe el del Bar Jamón. En La Merced, la confitería que todavía sigue perteneciendo a la familia y que gerencia su hermano Manuel, ha llevado a cabo toda su carrera hasta ahora en que ha decidido emprender aventura propia.

Ignacio se ha formado mucho en estos años. Ha viajado, ha realizado cursos y ha tenido curiosidad. Todo esto le permite ahora afrontar esta nueva etapa creando «algo que creo que es diferente aquí en El Puerto, con unos dulces diferentes, con una estética muy cuidada, muy suaves al paladar, de cierta influencia centroeuropea y con mucha presencia del chocolate, un producto que me gusta mucho y al que le veo muchas posibilidades».

Lo primero que llama la atención cuando te acercas a la nueva pastelería de la calle Luna es una gran cristalera desde la que se puede ver como el equipo de la Casa del Chocolate  trabaja en el obrador. La pastelería acaba de abrir en pleno centro de El Puerto en el local que ocupaba la joyería Santos, en la esquina de Luna con Nevería. Ahora se venderán otras joyas, esta vez dulces.

...continúa leyendo "1.244. IGNACIO FERNÁNDEZ SÁNCHEZ. La Casa del Chocolate."

1

Desde el pasado viernes 16 de diciembre , La Bodeguilla del Bar Jamón y La Herrería-La Draga organizan: Sentidos y equilibrio “Maridaje de vinos y tapas” maridado por Spiritsherry Enoturismo y con la colaboración del Grupo Caballero. Se maridaran cuatro vinos del Grupo Caballero con tres tapas y un postre respectivamente en cada uno de los establecimientos. Un menú de tapas y postre maridados por 15 euros durante todas las fiestas navideñas. Ambos establecimientos pertenecen a la Ruta Urbana del Vino, Brandy y el Vinagre de El Puerto de Santa María.

En asuntos de amoríos gastronómicos lo divertido es experimentar, jugar a combinar sabores y texturas. Y descubrir el placer de acertar y notar que se origina algo nuevo, inédito. Y lo mejor es que cada uno encuentra su propia armonía, o maridaje… y disfruta comiendo y bebiendo…. Quien así lo anuncia es Spiritsherry, la empresa de enoturismo que ha asesorado a estos hosteleros en su propuesta.

La Bodeguilla del Bar Jamón y La Herrería-La Draga ambos situados en pleno centro de El Puerto de Santa María, inician el pasado viernes una interesante experiencia que se prolongará durante todas las fiestas y es la puesta en marcha de un menú especial en cada uno de los establecimientos en el que se proponen 3 tapas y postre acompañados de 4 vinos de bodegas Caballero.

Para ver los menús a mayor tamaño, pulsar sobre la imagen.

El precio de los menús es de 15 euros por persona y están compuesto por tapas especialmente diseñadas para la ocasión y que han sido luego combinadas con los vinos por la empresa gaditana Spiritsherry, especializada en enoturismo.

Mamen y Rafael, de la Bodeguilla del Bar Jamón.

Así La Bodeguilla del Bar Jamón propone el siguiente menú de tapas y postre:
•    Fino Pavon maridado con fritos de pimientos con chistorra navarra
•    Amontillado Don Luís maridado con tortitas de gambas al ajillo
•    Oloroso Rio Viejo maridado con pequeña hamburguesa de Kobe con helado de queso Payoyo
•    Pedro Ximenez maridado con delicia de crema de orujo con nueces de macadamia

Francis, de La Herrería-La Draga.

Por su parte La Herrería-La Draga propone estas tapas y su correspondiente postre:
•    Fino Pavon maridado con mejillones con mousse de pimientos y vinagreta de manzana
•    Amontillado Don Luís maridado con pez de espada con crema de puerros
•    Oloroso Rio Viejo maridado con brascada de mechada con piquillos y mermelada de cebolla
•    Pedro Ximenez maridado con daditos de trufas trucados

Estos menús estarán durante las Navidades en los dos establecimientos y se servirán tanto al mediodía como por la noche, en los horarios habituales de los establecimientos, con el acompañamiento de los vinos del Grupo Caballero. (Textos: Pepe Monforte).

5

Hoy tengo que hacer una confesión: y es la sensación del tiempo perdido. Con lo escasa que es la vida, y lo efímero de su goce, he despilfarrado este don entre sueños no cumplidos, quimeras harto ambiciosas, rutinas alienantes y vacíos incomprensibles. He comido más chícharos que helados, y usado más el impermeable que caminar descalzo por el rocío que aún retiene la hierba.

Tres generaciones de memoria viva del Bar Vicente.

Hoy sentado en el velador del mejor rincón del Bar Vicente, el reservado para el patriarca de los Sordos; en el corazón del mentidero portuense, con la mirada perdida a través de los cristales, repaso algunas de mis incontables carencias. Tras cuarenta años de ‘paracaidista’ --expresión acuñada por Luis Suárez Ávila para calificar a los que no siendo porteños, abrazamos su bandera y decidimos adquirir el derecho y el honor de serlo-- lamentablemente, he llegado a conocer más su aspecto externo, que sus habitantes.

El año 2000 el Bar Vicente recibió el primer diploma del Centro Municipal de Patrimonio Histórico --obra exclusiva que año a año realiza Faelo Poullet--. En la imagen propietarios, familia, empleados y amigos delante del preciado galardón.

Nunca me he preguntado el por qué el Bar Vicente se matiene  impávido con el devenir de los tiempos; y no me refiero a su aspecto centenario y su merecida distinción como Diploma de Patrimonio Histórico, sino a las personas, al equipo humano, y a la dinastía de los Vicentes que son trasunto de las matrioskas, esas muñecas rusas, afines a la teoría cosmológica de que cada universo está anidado en otro mayor. La primera, Vicente Sordo el patriarca; dispuesto a cumplir el próximo decenio y llegar a la centuria. De su interior, más pequeño, otro Vicente Sordo: este, navega en esa indefinida edad en que se vuela inclinado, aferrando una mano a la juventud que se escapa, con la otra, rozando sin temor el tercio vital de la sabiduría, y en su vientre, el último de los clones, casi certificando el prosaico cambiable bancario de 30,60 y 90, con algún pequeño desajauste.

Sobre el letrero de 'Se reserva el derecho de admisión', la aljofifera (donde se guardaba la aljofifa, pedado de paño basto para limpiar las mesas) que permanece en el interior del local desde los comienzos de éste. A la derecha de la imagen, el Diploma de Patrimonio Histórico.

Aquí quería llegar cuando al comienzo de este artículo citaba mi tiempo perdido. No he podido beber de la experiencia del abuelo, y me queda lejos confraternizar con el nieto; pero he comenzado a disfrutar y seguir aprendiendo al descubrir, que en el interior del padre, el que gobierna el timón, hay una caja de sorpresas; como en casi todas las personas, pero este, es capaz de transformar al desconocido en cliente, al cliente en amigo y al amigo en hermano.

Una vista del Bar Vicente desde las cristaleras de la calle Sierpes.

Cuando alguien te estrecha la mano, unos te transmiten abulia, te la dan como si fuese un lenguado; otros por su posición, establecen distancia empujándola hacia ti; otros descargan, en una demostración de falso poder, toda la fuerza hasta convertir tu mano en un revoltillo crujiente de metacarpos, carpos y falanges… Otros al fin, como Vicente, transmiten calor, afecto, energía positiva, sentimientos sin aspavientos, con naturalidad, huero de hipocresía comercial, y a veces, te regala un fraternal ósculo. Este es mi amigo Vicente, el depositario del arcano de los Sordos. Y este es el bar Vicente al que siempre que puedo visito, y al que ya conozco por dentro. (Texto: Alberto Boutellier Caparrós). (Fotos: Colección Bar Vicente).

Más información del Bar Vicente en GdP.
014. BAR VICENTE. O Las Mellizas (el Rubio), o Los Pepes.
655. MANUEL GARCÍA GÓMEZ. El Tabique.
977. DOS SONETOS AL BAR VICENTE.

2

Cuando echamos la mirada a atrás a aquellos años anteriores a 1928 aún nos cuesta mucho imaginar nuestras calles, nuestras casas, nuestras gentes... Rememorar ese pasado supone dibujar en el lienzo de nuestra historia una imagen borrosa de lo que fuimos, una fotografía en sepia de una ciudad mucho más pequeña, mucho más costumbrista, y quizás, sólo quizás mucho más humana.

La Puntilla en los años 20 del siglo pasado.

Eran años de duro trabajo, de verbenas estivales y de carros tirados por mulas. La bonanza de nuestro clima fomentaba los baños terapéuticos en nuestras playas, y atraían hasta nuestra ciudad a los primeros turistas en aquellos trenes botijo utilizados mayoritariamente por las clases populares en los meses del estío andaluz, las cuales para combatir la sed y los rigores del calor complementaban el equipaje con botijos que permitían mantener fresca el agua en los interminables trayectos de la época.

La calle Larga, en la década de los veinte del siglo pasado.

La ancestral tradición del fuego purificador en el solsticio de verano, firme y arraigada desde tiempos remotos en los pueblos y ciudades de toda la costa mediterránea, primero con la quema de muebles viejos o cartón, y más tarde con una festividad agrícola en la que los labradores aprovechaban el día más largo del año para la recolección de las cosechas, y la noche más corta para la destrucción de todos sus males, nos sirve de nexo de unión con nuestro personaje de hoy.

José María Py y Ramírez de Cartagena, nació en El Puerto de Santa María en el año 1881. Después de haber residido en Valencia durante más de 25 años –enrolado en varias Comisiones Falleras, llegando a plantar dos Fallas en el año 1917-, llegó a Alicante en 1922, donde su padre, Don José María Py y Puyade, ejercía de notario en su despacho de la Plaza de Isabel II. Su casamiento con Doña Mercedes González y Gutiérrez, de origen cubano, fue el motivo por el que sus padres lo desheredaron. Poseía el título de Barón de Rosta por vía materna, título del que jamás hizo ostentación. Tenía por aquél entonces 41 años y seis hijos: Gloria que murió con 17 años, José María, Mercedes, Elvira, Juan y Pilar. /En la imagen, José María Py.

Estableció su domicilio en el Barrio de Carolinas, en la calle Plus Ultra, para trasladarse más tarde a la Avenida de Alfonso el Sabio, trabajando de dependiente y ayudando a su padre en la notaría. Más tarde, haría labores de funcionario en el Ministerio de la Gobernación con destino en la Administración de Correos.

José María fue un portuense inquieto, alegre, alto de estatura, enjuto, con un destacado bigote borgoñés, simpático y acumulador de amigos. Frecuentaba varias tertulias de la capital alicantina, especialmente la que se reunía en “Alicante-Atracción”. Allí dio a conocer por primera vez su idea –acogida con entusiasmo por todos- de que, carente la ciudad de grandes festejos, se podría implantar la fiesta del fuego a la usanza valenciana pero dotándola de características y personalidad propias: celebrándose en el mes de junio, coincidiendo con el solsticio de verano y con la denominación de “Fogueres de San Chuan”. Era intuitivo y voluntarioso, excesivamente trabajador y desinteresado, tanto que llegaron a denominarle “el formidable”. Su artículo “Les Falles de San Chusep en Valencia y les Fogueres de San Chuan en Alacant”, publicado en “La Voz de Alicante” el 28 de marzo de 1928, prende la mecha y entusiasma a los alicantinos, que comienzan a interesarse por el tema.

Las hogueras de San Juan.

Py, acompañado por Don Miguel Llopis Reyner, presidente de “Alicante-Atracción”, visita al alcalde de la ciudad Don Julio Suárez Llanos para explicarle la cuestión y pedir su conformidad. Su objetivo principal no era la atracción de forasteros, sino el que Alicante, todos los alicantinos, llegasen a encontrarse a sí mismos, a salir de lo que alguien había llamado “modorra suicida” y no era más que el residuo  de un siglo romántico en una ciudad adusta y liberal en nupcias con el buen tiempo perenne y el mar.

Comienzan inmediatamente a formarse comisiones en diversos distritos, siendo la de la Plaza de Isabel II la primera que se inscribe en el registro, por lo que es la más veterana y antigua de todas las hogueras alicantinas. El 22 de junio de ese mismo año, el alcalde publica un bando autorizando la fiesta y pidiendo al vecindario, comercio e industria, que se asocie a tan feliz iniciativa. Este bando dio carácter oficial a las Hogueras.

Aquel primer año se plantaron nueve hogueras. La fiesta había comenzado su andadura y poco a poco fue tomando tal auge que en 1930 se hizo necesaria la creación de una comisión gestora que coordinara la labor de las diversas comisiones, a la vez que organizase los actos oficiales a celebrar.

José María Py fue elegido presidente de esta primera comisión gestora, falleciendo dos años más tarde (15 de marzo de 1932) de un infarto en su casa de Alfonso el Sabio, precisamente en vísperas de las Fallas Valencianas. En 1961 se instala una placa en su casa mortuoria, una calle con su nombre y un concurso bibliográfico. Sus restos reposan en el Cementerio de Alicante en el “Jardí del Silenci”.

El pleno del Ayuntamiento de Alicante, en sesión ordinaria celebrada el día 22 de julio de 2011 con el acuerdo unánime de todos los miembros de la corporación municipal, acordó conceder el honor de ‘Hijo predilecto de Alicante’ a título póstumo a este portuense casi desconocido en su propia tierra en un acto celebrado el pasado día 10 de noviembre. (Texto: Manolo Morillo)

2

El cocinero y propietario del Bar Pepito, David Fernánez Bonmati.

El bar lo inaugurará José Fernández Gallero “Pepito” en el año 1964, en el número 7 de la calle Crucero Baleares. Es un Bar de tapas muy cuidadas con una terraza y algunas mesas en su interior. La barra es pequeña. En todo el establecimento se puede comer de tapas o por medias y raciones. David Fernández Bonmati, es el propietario, de 44 años, hijo de José, el fundador, se ocupa de la dirección y también de la cocina, que se inició en el bar con tan sólo 13 años para ayudarle a sus padres, . La carta es muy original con propuestas de estilo clásico pero muy cuidadas. Hay desde ensaladilla o un huevo con pisto hasta algunas propuestas de otros cocinas como unos rollitos primavera, unas creppes de rabo de toro o una fajita de pollo. Triunfan tapas como la lasaña de berenjenas, la bomba de patata y queso o el solomillo de queso de oveja. La relación calidad precio muy interesante.
Recomendamos la fabada, la ensaladilla,  el solomillo al queso de oveja y la bomba de patatas y queso.

Amplia presencia de tropezones en la fabada que son de chorizo, morcilla y panceta, el famoso compango de la fabada, pero a lo que David,  incorpora un toque ‘andaluz’ con unos taquitos de jamón picado y la originalidad de unos pedacitos de carrillada.

LA FABADA.
Nos encontramos ante uno de esos guisos en los que una vez que metes la primera cuchará ya no puedes parar hasta el final, que requiere un rebañeo porque la salsa, de esas untuosas, está mejor que un domingo en la playa. Aunque su nombre es fabada, lo cierto es que sabe a un potaje de habichuelas de los de toda la vida. Eso sí, preparado con judiones de la Granja que son como los frijoles de Conil pero mucho más fuertotes, es decir bastante grandes. David Fernández Bonmati, que así se llama el cocinero que realiza esta obra logradísima del potajismo, señala que el guiso es una mezcla entre la fabada y la receta clásica del potaje de habichuelas de su madre, Antonia Bonmati, la primera cocinera del bar que abrieron los padres de David, Antonia y José Fernández Gallero allá por 1964. Apreciamos en el potaje de David tres grandes virtudes. Por un lado el punto de la legumbre, tierna y mantecosa, en segundo lugar, la untuosidad de la salsa, ampliamente comprobada por los inspectores con un ataque de pan pan  masivo (cayeron los dos bollitos de pan en la operación) y la tercera virtud es la amplia presencia de tropezones que son de chorizo, morcilla y panceta, el famoso compango de la fabada, pero a lo que David,  incorpora un toque ‘andaluz’ con unos taquitos de jamón picado y la originalidad de unos pedacitos de carrillada. El guiso se realiza en olla expres y se sirve en unas tapitas abundantes que se cotizan a 1,90 euros y con derecho a rebañá. La tapa la ponen en invierno y especialmente los fines de semana y la tienen desde hace un año aproximadamente. El panidaje se realiza con pequeños bollitos y picos de aceite de la Panadería Santa María de El Puerto.

Impresionante documento donde se puede comprobar la magnitud de la bomba de patata y queso del Bar Pepito.

ENSALADILLA Y BOMBA DE PATATA.
Los inspectores incluyen en el informe dos “piezas” adjuntas, una dedicada a la ensaladilla de la casa (ver el anterior Informe Ensaladilla), también muy original y otra relativa a la bomba de patata, una tapa clásica gaditana y que tanta hambre ha quitado. En cuanto a la primera David, señala que la hacen con una mayonesa hecha en el propio bar con huevo pasterizado y que ahí está la clave de esta ensaladilla de tipo minimalista ya que sólo lleva atún y patatas. La receta es de su madre. La bomba, de tamaño generoso la sirven de masa de patata y de masa de patata y queso. (Texto y fotos: Pepe Monforte).

5

La nueva presentación de las Tejas de El Puerto.

Las Tejas de El Puerto refuerzan aún más su vinculación con la ciudad y su carácter de producto típico de la localidad con la nueva imagen de la firma presentada el viernes en el Aula de Estudios Alfonsíes, en el Castillo de San Marcos, uno de los monumentos a los que hace alusión la nueva marca escogida por la familia Ibañez Herrera: Cien palacios.

De izquierda a derecha, el pintor Humberto Parra, el emprendedor José Manuel Ibáñez y el concejal de Comercio, Raul Capdevila.

El nombre, que junto a toda la nueva imagen de la empresa ha sido creado por la  empresa gaditana ODM, la firma del diseñador gráfico gaditano Pedro Alvarez, el creador también de chocolates ‘Pancracio’, mantiene el mismo aire clásico de la imagen de la empresa portuense y sus característicos envases en latas pero refuerzan su vinculación con la ciudad al reproducir como imagen en los envases dos monumentos emblemáticos de la ciudad, la fuente de las Galeras, situadas junto al muelle donde amarrara el Vaporcito, que también se reproduce en la estampa, y el palacio y la Casa de los Diezmos, un edificio situado en la plaza de la Herrería.

Los dos monumentos han sido recreados para la ocasión por el pintor Humberto Parra, un especialista en pintura taurina y costumbrista que ha realizado dos obras en tonos pastel y ambientadas en el siglo XIX que son las que ilustran tanto las nuevas latas como las etiquetas y bolsas de la nueva marca. /En la imagen de la izquierda, el periodista Antonio García Barbeito.

Asimismo en la parte posterior de las latas y en las bolsas se reproduce una poesía de Antonio García Barbeito en la que juega con el lema de El Puerto de Santa María como ciudad de los cien palacios.

«Pueblo de los Cien Palacios,
cien barcos de piedra dura
al pie de la mar; soñando.

Escudos en las fachadas:
cien mascarones de proa
abriendo tu luz salada.

Piedra que en el aire canta
al admirar la Bahía…
Cien Palacios tu levantas,
Puerto de Santa María».

José Manuel Ibáñez, el gerente de la empresa, señaló en la presentación que la nueva marca permite identificar aún más a las tejas con su ciudad de origen y permite identificarlas más fácilmente. Asimismo esto permitirá a este pequeña empresa familiar acometer nuevos proyectos con la creación en el futuro de nuevos productos.

La familia Ibáñez Herrera, durante la presentación, en la que se obsequió a los asistentes con una lata del producto.

Las nuevas latas ya están disponibles en la tienda de Cien Palacios en la calle Misericordia de El Puerto que también será remodelada para adaptarse a la nueva imagen de la empresa. La firma comercializa en la actualidad cuatro productos: tejas de almendra, tejas de piñones, tejas de coco y tejas de almendra y chocolate.

Las tejas comenzaron a elaborarse en 1995 en la antigua panadería de la familia. Gómez de Requena, muy conocida en El Puerto. Con posterioridad la empresa decidió centrarse únicamente en la producción de este peculiar producto. Ahora, en noviembre de 2011 acaban de presentar su nueva marca comercial, Cien palacios, que hace alusión al sobrenombre de El Puerto de Santa María, conocido como la ciudad de los cien palacios.

La tienda se adaptará a la nueva imagen de marca de 'Cien Palacios'.

En tan sólo 15 años la familia Ibáñez Herrera, que produce este producto, ha logrado que sus tejas se hayan conseguido en un producto típico de la ciudad, todo un logro. Las tejas, unas pequeñas y crujientes galletas, cuyo ingrediente principal son las almendras, fueron creadas por José Manuel Ibáñez en base a una receta encontrada en un libro antiguo de pastelería francesa sobre galletas. Luego fue perfeccionando la fórmula hasta hoy día en que la firma elabora cuatro especialidades: tejas de almendra, de piñones, de almendras y chocolate y de coco. La segunda gran clave de su éxito está en la presentación en vistosas latas con decoraciones de monumentos de El Puerto. (Texto y fotos: Pepe Monforte).

2

El Colegio Oficial de Tapatólogos de la Provincia de Cádiz en colaboración con la revista Cosas de Comé  quiere aportar a la sociedad un documento para que todos los aficionados a la ensaladilla, que somos millones, tengan un sitio donde acudir en busca de buenas tapas para no ir al libre albedrío y no encontrarse con sorpresas. Para ello se ha creado el “informe ensaladilla” un dossier (que palabra más fina) que incluye desde la definición de la ensaladilla  hasta sus diferentes clases y las formas en que se puede encontrar, haciendo mención también a los males que la aquejan. A continuación publicamos el documento de trabajo que recoge algunos de los bares donde se sirven magníficas versiones de la ensaladilla en El Puerto, y que no está terminado. ¡Cojan el tenedor! y añadan sus propuestas para la guía.

Bar Apolo.
Calle Palacios esquina con Nevería.
Ensaladilla rusa, considerada el canon ‘clásico en ensaladilla’, heredera de la que se hacía en el desaparecido bar de enfrente ‘La Mina’. Lleva, además de las patatas, mayonesa,  aceitunas y chícharos. Suele ir a-tuneada, es decir con pedacitos de atún en aceite. Sigue el precepto de escuela, de adornarla con unas tiras de pimiento morrón y huevos cocido, además de repellarla con la mayonesa.

Bar La Herrería
Plaza de la Herrería número 2. No cierran entre semana.
Ensaladilla recomendada para la guía por Pepe Monforte, al autor del ‘Informe Ensaladilla’, por lo que nos remitimos a éste para ponderar sus cualidades.

Bar El Nuevo Portuense
Calle Luna número 31. Cierra los domingos
Ensaladilla clásica, con muchos ingredientes, pero muy bien ejecutada. Su autor es el cocinero portuense Diego Conejero Chaparro. Esta ensaladilla “marida” a la perfección con otra tapa estrella de este bar las sardinas empanás. Proponemos hacer pareja con ambas.

Bar El Pescaito
Calle Atalaya número 9 (Por detrás del Hospital Santa María de El Puerto). Cierra los martes, excepto en los meses de julio y agosto que abre todos los días.
Ensaladilla de doble cúpula, muy sencilla en los ingredientes, pero extraordinariamente jugosa. Aquí también proponemos otro “maridaje” y es acompañarlas con los boquerones en adobo del mismo establecimiento que comandan los hermanos Enrique y Antonio Gago.

Bar Er Beti
Calle Misericordia número 7. Cierra los miércoles
Ensaladilla servida al pegotón, clásica y jugosa. Lleva pocos ingredientes: pimientos morrones, huevo duro y un poquito de atún. Utilizan, como muchas buenas ensaladillas, la mayonesa de Hellman’s. Los picos del Horno de Roque perfectos para el panidaje.

Bar Levante
Avenida de la Bajamar número 2. Cierra domingos por la noche y lunes completos.
Ensaladilla típica de los bares de cocina moderna en cuanto a la forma, cilíndrica, y muy original en cuanto a ingredientes ya que lleva pulpo y langostinos. Ambos se ven, además. Creada por el cocinero Carlos Municio. La mayonesa es casera realizada con aceite de girasol y leche. No lleva huevo.

Casa Paco Ceballos
Ribera del Marisco, junto a Romerijo. Cierra los miércoles
Ensaladilla muy original ya que se presenta en una especie de “mousse” integrada por una muy suave mayonesa, las patatas y el huevo cocido, nada más. Fue creada por Paco Ceballos el fundador de Casa Paco Ceballos. La pareja ensaladilla y pavia de merluza es impresionante. Cualquier tapatólogo debe probarla.

La Bodeguilla del Bar Jamón
Misericordia número 5. Abre todos los días
Es una muestra de las ensaladilla clásica, de las que llevan atún. Por su forma entraría en lo que se llama la ensaladilla ‘al pegotón’ que es la que se sirve en el plato (un elegante plato hondo) mediante un hábil toque de cuchara por parte del cocinero. Una de las mejores cosas de esta ensaladilla es la generosidad en mayonesa, cosa que le viene perfectamente porque es suave. El índice de tropezones (proporción entre patatas y otros ingredientes) es perfecto y se pueden ver trocitos de zanahoria, huevo duro, atún en conserva y chicharitos, un ingrediente que cada vez se ve menos en las ensaladillas. Aunque lleva en la carta desde el principio, la ensaladilla actual es obra de Mamen Serrano.

Bar Pijota.
Calle Curva sin número. Abre todos los días excepto los domingos por la noche y los lunes. (En julio y agosto sólo cierra los lunes al mediodía).
Ensaladilla de gambas recomendada para la guía por José Daniel Lorenzo

Bar Pepito.
Calle Crucero Baleares número 7
Ensaladilla recomendada para la guía por Jesús. Se trata de una ensaladilla de tipo minimalista servida en forma cupular. Sólo lleva atún y patatas y el toque fundamental es una mayonesa casera hecha con huevo pasterizado. La ensaladilla la creó la cocinera Antonia Bonmati allá por la década de los 60 del sigloXX cuando abrió el bar y ahora su hijo, David Fernández Bonmati, mantiene la misma fórmula. Se sirve con picos de la panadería Santa María de El Puerto.

El Faro de El Puerto.
Ctra. de Fuenterrabía, Km. 0,5.
Ensaladilla Rusa de gambas con un toque de Vino Fino del Restaurante El Faro de El Puerto. En una próxima nótula en Gente del Puerto revelaremos la Fórmula magistral del Ensaladillismo.

ENSALADILLISMO.
Defininición. Se ocupa de estudiar todo tipo de ensaladillas desde la inmigrante, la rusa, hasta las del país, la de gambas o la de pulpo, uno de los últimos fenómenos de esta ciencia y que está en auge. Defínase como ensaladilla a toda preparación que sobre una base de papas cocías lleve como ingrediente necesario la mayonesa y a partir de ahí, echalé imaginación…que no quiero yo decirle lo que he llegado yo a ver como ingrediente de una ensaladilla.

El colegio establece como rama aparte del ensaladillismo a la papaaliología o estudio de las papas alioli, aunque admite como obra del ensaladillismo a las ensaladillas en que la mayonesa lleva un toque de ajo, siempre que lleven algún ingrediente más que las separe de las papas alioli (patatas, ajo, mayonesa y perejil).

Los ensaladillistas deben atender a la hora de estudiar esta ciencia a varios aspectos. En primer lugar observarán sus ingredientes y distinguirán entre los imprescindibles: patatas y mayonesa;  básicos: zanahoria y huevo, y los “embellecedores” entre los que deberiamos citar a todos los demás ingredientes que se le agregan, incluidos los chícharos (guisantes).  Sobre estos últimos se ha escrito mucho para dilucidar si la verdadera ensaladilla gaditana los lleva o no. De todos modos la corriente “chicharista”, que defiende la inclusión de este ingrediente parece ir en declive en pos de un estilo más “minimalista” de las ensaladillas con menos ingredientes. (Texto y Fotos: Pepe Monforte).

En el último trimestre de 1965 la Hermandad Gastronómica de ‘Le Matoufé’ de la región belga de Marche-en-Famenne se estaban dando un homenaje por España saboreando los platos de nuestra gastronomía y los vinos de las diferentes denominaciones de origen del país.

En El Puerto fueron recibido el 2 de octubre en el salón de sesiones del ayuntamiento de la Ciudad, entonces en la Plaza de Isaac Peral, convertido provisionalmente en un salón recepciones, por los tenientes de alcalde Casado y Melgarejo quienes aparecen a la derecha de la imagen, entre los integrantes de la Hermandad. Allí se pusieron de grana y oro como se puede apreciar en la magnifica mesa con viandas y vinos de El Puerto. /Archivo Municipal. Foto: Rasero.

Lo cierto es que entonces nuestra Ciudad se estaba promocionando en el país integrado en el Benelux, donde reinaba la española Fabiola de Mora y Aragón, reina consorte de Bélgica. El Puerto recibía numerosos turistas de este país en el Cangrejo Rojo (luego Club Meditérráneo), donde se alojaron, gracias al impulso que diversos prescriptores turísticos realizaban entonces de la zona y que luego ya no se pudo recuperar. El director de este establecimiento hotelero, Mr Parmier, presentó al Grand Maitre, Mr. Albert de Haan, y otros integrantes del grupo, dirigiéndoles unas palabras en francés por el primer teniente de alcalde, Juan Melgarejo, siendo respondido por el Grand Maitre, intercambiándose regalos entre ambos. /Logotipo de la Hermandad de Matoufe o Confrerie du Matoufe. (Marche-enFamenne. Bélgica).

El grupo estaba compuesto por treinta integrantes propietarios de hoteles y establecimientos de restauración belgas. La visita causó expectación dado los vistoso de su atuendo: sombrero de copa gris Epson, blusón de fiesta azulón, camisa plisada con chalina o lazo rojo, pantalón gris de rayas y una gran placa insignia dorada al pecho con los ingredientes del plato que daba nombre a la cofradía gastronómica: Le Matoufé, una especie de tortilla a base de tocino de cerdo, harina de trigo, huevos, leche y la cuchara emulsionadora. /Placa de pecho de la Cofradía, con los ingredientes del plato.

LA RECETA.
Ingredientes de le matoufé para cuatro personas: 200 g. de tocino saldado, 4 cucharadas soperas de harina, 1/4 de leche + 1/4 de agua, 8 huevos, sal y pimienta. Preparación: Se corta el tocino en pequeños trozos y se ponen a freír en la sarten; mientras tantos, añade la harina en la mezcla de leche y agua y agregar los huevos, sazonando con sal y pimienta. Añadir la mezcla a la sartén cociéndolo todo a fuego medio sin remover hasta que los huevos se cuajen. Servir caliente con trozos de pan artesano.

Recorte del periódico 'La Voz de la Bahía'. 16 de octubre de 1965. El titular de 'folklórico' una peculiaridad mas de la época.


 

Uso de cookies

Este sitio web utiliza cookies para que usted tenga la mejor experiencia de usuario. Si continúa navegando está dando su consentimiento para la aceptación de las mencionadas cookies y la aceptación de nuestra política de cookies, pinche el enlace para mayor información.

ACEPTAR
Aviso de cookies