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manoloeldelatuba_puertosantamaria«Manuel Jiménez García, conocido popularmente entre el gran público portuense como ‘Manolo el de la Tuba’, obrero de la construcción forjado a sí mismo, artesano del zapato, barbero por beneficio de su padre y músico por afición, nació el 5 de febrero de 1930 a las 4,30 h. de la madrugada en la calle Jesús de los Milagros, donde también vivían ‘los Lobitos’. Cinco días antes se instaura en España la dictablanda, tras el nombramiento en Madrid del general Berenguer como jefe del consejo de ministros, con el encargo del rey de preparar la vuelta al régimen constitucional anterior a 1923. Toda una época.

Su padre, Antonio Jiménez Salmerón, barbero al que denominaban ‘el Gordo’, regentaba una barbería en la calle Luna, en el mismo portal de la ferretería de los Sánchez. Nos comenta Manolo con orgullo, que los tres primeros sillones giratorios de barbero que vinieron a El Puerto (sillones americanos), los importó su progenitor de Inglaterra con la intermediación de Doña Rufina Vergara. (En la fotografía de la izquierda, Manuel Jiménez Díaz, 'Manolo el de la Tuba', con el uniforme de la Banda Municipal de Música, posando tras la inauguración de una Feria en Crevillet).

antonio_elcaneco_puertosantamariaEra fácil ver por aquél entonces en la antesala de la barbería a ‘el Caneco’, limpiabotas y cantaor de tronío que aprovechaba la espera de los parroquianos para ejercer su oficio de  lustrador de zapatos, y marchar luego a cantar por las esquinas con una copita de más el arte racial que llevaba dentro.Sus primeras letras las aprendió en el Colegio del Hospitalito con Doña Magdalena Ávila, también profesora de Rafael Gómez Ojeda. pasando luego a las sabias manos de Don Remigio Peñalver que le inculcó inequívocamente casi sin saberlo, su pasión por la música. Con diez años y tras la muerte de sus padres y de varios hermanos a consecuencia de la guerra y el hambre que pasaron –quedaron seis de 11 hermanos-, quedó a cargo de su hermana Antonia, para él, toda una heroína del momento que les tocó vivir.  (En la fotografía el cantaor y lustrador de calzado, Antonio 'el Caneco'. Foto Colección Luis Suárez Ávila).

manoloeldelatuba_2_puertosantamariaLos Salesianos de Cádiz lo acogieron como a tantos niños huérfanos de aquellos horribles años, aprendiendo el oficio artesanal de hacer zapatos y empezando a ser aprendiz de músico con los instrumentos de la clave de fa, símbolo usado en notación musical, cuya función consiste en asociar las notas musicales con las líneas o espacios del pentagrama. Allí aprendió también por estigma familiar a recortar las coronillas a los curas, aún conserva los aperos de aquellos menesteres. (Ilustración de María Fernández Lizaso.

Ya en El Puerto de nuevo y después de su periplo capitalino, se colocó en la zapatería que tenía Gilabert en la calle Larga, que exportaba zapatos para medio mundo, siendo sus compañeros de viaje ‘Pepito’ el de la Fonda Bartolo, ‘Gilito’ y Antonio Doello. Con 18 años recién cumplidos (1948), el maestro Rocafull le entrevista en su casa de la calle Luna (al lado de la Bota de Oro), y empieza los ensayos con la Banda Municipal en los locales de la Academia de Bellas Artes, justo al lado se repartía el famoso plato único y día sin postre para los más desfavorecidos, que por desgracia eran muchos en aquella España de la posguerra.

manoloeldelatuba_03_puertosantamariaDespués de cumplir con el servicio militar en Figueras, se incorpora al gremio de la construcción donde desarrolla el resto de su vida laboral, y conoce a través del asilo de huérfanas de la calle Cielo, a la que más tarde sería su esposa, María Cárdenas Serrano.

Desaparecido Rocafull, se hace cargo de la Banda el maestro Dueñas Piñero con el que nuestro protagonista comparte 36 años de pasodobles toreros, de dianas floreadas y de retretas y melodiosos pasacalles, que han llenado toda una vida entre trombas, trombones y la inseparable tuba con la que ha recorrido los templetes y las calles de nuestra ciudad. Una vida sacrificada y dura, no exenta de problemas a los que siempre ha mirado de cara, en la que ha buscado el por qué de las cosas y de la que dice estar en paz consigo mismo. Una vida en la que sus amigos ya desaparecidos: ‘el caja’ Remigio Andujar, ‘el saxofón’ de Juanito García, el trombón de ‘el Batalla’, y los recuerdos de su primera época que comparte con Calixto García y Alberto Barba, le convierte junto con estos dos en el mágico trío de los últimos de Rocafull.» Manolo Morillo.

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luiseldeloshuevos_01_puertosantamariaLuis del Pino Robles, Luis 'el de los huevos', nació en la Ribera del Río el 15 de julio de 1923, en los soportales existentes frente a la Casa de la Munición o Provisión, donde por la época existía un cuartel militar de Artillería, y que muchos han conocido  al final del siglo XX como Taberna 'La Resaca'. Su madre, María Magdalena Robles le lavaba y planchaba la ropa a los soldados. Su padre, Francisco Pino Suárez era primo hermano de Manolo y Miguel del Pino, los célebres diestros locales. El apodo de la recova le viene a Luis por su trabajo en el Despacho de Plácido Carvajal, con el que repartía huevos y queso al por mayor al comercio local con quince años.

Estudió en Santo Domingo, solo allí, y recuerda a su maestro D. Alfonso. Ya con siete u ocho años repartía leche con José Arcila por las casas. Era el sexto hijo de una familia con diez hermanos y su madre enviudó pronto, por lo que había que echar una mano. Con quince entra a trabajar en el despacho de Plácido Carvajal, en la calle Ricardo Alcón, 11, donde se encuentra una venta de periódicos de su sobrina frente al refino “De los Muertos”. Allí estuvo hasta bien avanzada la treintena, mientras alternaba sus ocupaciones laborales con sus aficiones artísticas, colaborando en festivales y actuando en tablaos y fiestas privadas.

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Casa Plácido, en la esquina de la Placilla (antigua calle de San Bartolomé) esquina con Ricardo Alcón, donde Luis se avituallaba para el reparto de huevos (en la pizarra los precios) y quesos. (Foto Colección Carlos Pumar Algaba).

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En la Sala de Fiestas 'Venta Taurina' de Las Palmas de Gran Canarias.

luiseldeloshuevos_08_puertosantamariaSU OPORTUNIDAD ARTÍSTICA: CANARIAS.
A Luis le sale un contrato para actuar con un grupo en las Islas Canarias, con 39 años. Estuvo en la Playa de la Cantera en sendas Salas de Fiestas: La Venta Taurina y el Patio Andaluz; tres meses en una y otros tantos en otra. Luego le vino un contrato para Barcelona, pero su hermana le reclamó en París para que actuara de intérprete -nuestro protagonista aún domina hoy el francés- y allá que se fue abandonando el artisteo. «--Si me hubiera ido a Barcelona “mi capa habría valido más”, pero lo dejé y malogré mi carrera de artista». Dominaba y afirma que aun domina, el baile, el cante y las castañuelas.

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Luis, caracterizado de Carmen Miranda, en la cabalgata del Carnaval del año 2002.

SU NÚMERO FUERTE.
Su especialidad, su mejor número artístico era imitando a una brasileña, a la magistral interpretación de Carmen Miranda quien, aconsejada por Xavier Cugat para que usara aquellos a modo de sombreros con frutas caribeñas en la cabeza y que utilizó en sus películas musicales. En realidad María do Carmo Miranda da Cunha, había nacido en Portugal el 9 de febrero de 1909 aunque residente en Río de Janeiro desde los 10 meses de edad. Luis tenía que hacer bises pues el público le reclamaba esa actuación cada vez que la ofrecía en el escenario.

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Luis, en un par de fotografías promocionales de sus actuaciones. En la de la izquierda, como primer bailarín de los espectáculos. A la derecha, caracterizado como repartidaor de huevos, con un canasto, parodiando su ocupación y el sobrenombre por el que es conocido.

lolafloresCON LOLA FLORES.
Recuerda Luis que «Emilio Bootello, mandamás de Renfe, tenía un chalet en la calle Pozos Dulces. Su mujer era muy amiga de Lola Flores y ésta había venido a actuar a Jerez, al Villamarta. A Bootello yo lo conocía porque era el suministrador a domicilio de “la gandinga”. Y me invitó a la fiesta que dio en su casa a la artista. Me llevé un capote de lentejuelas de raso, hecho por mí que fue la admiración de la Faraona: allí hice el número, imitándola, de la bulería de Antonio Torres García. Como yo tenía poquita voz tenía que pedir que me pusieran la cejilla en el tres. Lola se dirigió a Gabriela Ortega y a la Paquera y les preguntó: «--fijarse la cara del gachó ¿a quien se parece?, mirarlo bien». Y es que yo era, por lo visto, clavao a un zapatero de Venezuela. Nos reímos mucho y pasamos una buena noche».

luiseldeloshuevos_05_puertosantamaria23 AÑOS EN FRANCIA.
Desde 1965 hasta 1985 estuvo viviendo en Francia, allí se jubiló y allí le dieron la invalidez por culpa de dos hernias. Estuvo trabajando de camarero y en otras actividades que no tenían que ver con su arte, aunque algunas veces los dueños de los locales de hostelería donde prestó sus servicios, sabedores de sus habilidades, le animaban a hacer algún número. A partir de su jubilación estuvo durante tres años mas en el país galo hasta que se vino para España. Allá quedó su hermana Paca, que tiene 80 años y aquí vive su hermana Mercedes, con 83. Luis, que cumplirá 86 años el próximo junio vive en la Barriada de las Nieves, en la Plaza de Venezuela y afirma que «me quiero ver otra vez en un escenario. Me gustaría actuar, desinteresadamente, en algún festival con fines benéficos. Dilo tu en el Ayuntamiento, por si quieren contar conmigo». Queda escrito. Genio, educación y figura, educadísimo, Luis sueña con volver a un tablao y ofrecernos su arte. (En la fotografía adjunta, Luis con peluquín, actuando en el Café Cantante Barcelona, junto al Folies Bergère parisino. En realidad Luis trabaja en el Office de dicho local, pero un autobús de españoles que le conocía, pidió a la dirección que Luis hiciera uno de sus números de baile con castañuelas).

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A la izquierda del programa de mano, podemos ver a Luis, en una instantánea con su pareja de baile Luchy Rodríguez, “la excepcional pareja de baile clásico andaluz. Era el miércoles 26 de agosto de 1953 a las once de la noche. Manolo Carrillo presentaba por primera vez en España en su gira triunfal por Andalucía, al coloso de la canción moderna Luis Aranda y la nueva figura  de la canción andaluza Carmen Mariscal, en la grandiosa superproducción de Variedades Selectas “Cabalgata de Estrellas 1953, entre otras destacadas actuaciones.

luiseldeloshuevos_07_puertosantamariaLa ficha técnica es para leerla: Dirección Artística: M.Carrillo. Dirección Musical: M. Leveque. Maestra Concertadora, profesora: Lolita Lanzarote. Regidor de escena: Manolo R. Cortés. Maquinista Jefe: Francisco Camacho. Segundo Maquinista: Francisco Andrade. Gerente: José Valiente. Representante en Ruta: Guillermo Aguilar. Números de Baile montado y dirigido por L. del Pino. Vestuario confeccionado para este espectáculo por: M.Mariscal, según diseños de M. Carrillo. Decorados y atresso [sic]: Propiedad. Peluquería: Pepi. Grupo microfónico: Quico, montado por Manolo Pacheco. Organización: M. Leveque y M. Carrillo. Representante exclusivo: Manolo Astorga. El patrocinio era de una bodega portuense: Brandy Viejo Veterano Osborne y Amontillado Fino Quinta. (En la fotografía, perteneciente a otro festival benéfico, Luis caracterizado de mejicano en el Teatro Principal. Doña Virginia lo dirigía al piano y escogía para nuestro protagonista los números cómicos).

Reunión de amigos celebrada en el desaparecido Hostal San Nicolás (el propieario era Guardia de Asalto y la dueña Irene), de la calle San Bartolomé,  hoy reconvertido en lujosos apartamentos, con motivo de dar un homenaje de despedida a un funcionario de prisiones de nombre Atilano, que se iba de El Puerto; había sido sargento cuando Manolo Carrillo estuvo haciendo el servicio militar en Toledo. De izquierda a derecha y de arriba abajo: Francisco Navarro Mariscal Navarrito, Manolo Astorga Morillo mancebo y vate; Joaquín López Hidalgo, Macario Valimaña Lechuga, funcionario de prisiones desconocido,  Pepichi Nogués, Ángel funcionario de prisiones, Francisco Pérez Bernal Kako, Manuel Campos García, funcionario municipal, Juan Astorga Morillo y Juan Belmonte. Fila de enmedio: Pepe Morillo León, Manuel Rodríguez, Aquilino, funcionario de prisiones homenajeado, natural de Talavera de la Reina, Guillermo Aguilar Martínez y Luis  del Pino Robles, mas conocido como Luis el de los Huevos. Abajo: Miguel Leveque, Miguel Lobato Quintero y Manolo Carrillo Lucero con su inseparable pajarita, organizador del sarao. (Foto Colección M.S.L.).

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Al final me enteré por qué mi padre, en broma, saludaba a Francisco Dueñas Piñero (Ubrique,1905-El Puerto 1986) con aquel "Venerable Fray Francisco de la Menor Observancia". Y yo pensaba que era porque Dueñas tenía gafas y no veía bien. Pero no. Dueñas, el más polifacético de todos los personajes que he conocido, comenzó de pastor, de curtidor de pieles, y, en 1921, ingresó como hermano lego en el convento de Capuchinos de la Menor Observancia de Sevilla. Como fraile estuvo de misionero en la República Dominicana, donde aprendió música y, en 1930, volvió a España para cumplir su servicio militar. (La fotografía de la izquierda pertenece a la colección de Vicente García Díaz. Es de Rafa y está tomada el 8 de mayo de 1980.).

In the end I found out why my father, as a joke, used to greet Francisco Dueñas Piñero (Ubrique,1905-El Puerto 1986) as “Venerable Brother Francisco de la Menor Observancia (Francisco of the Lesser Observance)”. And I thought it was because Dueñas wore glasses and couldn’t see very well. But this was not the case. Dueñas, the most versatile of all the characters I have known, started out as a shepherd, a tanner, and, in 1921, he entered the Capuchinos de la Menor Observancia convent in Seville as a lay brother. As a monk he was a missionary in the Dominican Republic, where he learnt to play music and, in 1930, he returned to Spain to carry out his military service. (The photograph on the left belongs to the partners of the Santa Cecilia Fine Arts Academy).

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Francisco Dueñas, vestido de músico, recibiendo una distinción en la Caseta Municipal en la Feria de Crevillet. De izquierda a derecha, el concejal Rafael Sevilla López, el concejal Juan Ponce, el oficial mayor Federico Aguirre Fernández, el Jefe del Negociado de Fiestas Antonio Romero Castro, el homenajeado y Pepe Valiente, jefe de conserjes del Ayuntamiento. Estamos a principios de la década de los setenta del siglo pasado. (Foto Archivo Municipal. Rafa).

Colgó los hábitos y se colocó de enfermero en un hospital de Córdoba y el año 1937 recaló por el Puerto donde fue empleado de beneficencia municipal. Trabajó, luego, en la Electra Peral Portuense y, más luego, en el Ayuntamiento como capataz de obras y servicios, lo que hizo con esmero y dedicación ejemplares hasta que se jubiló. Formó una gran coral, cuando heredó el puesto de organista de la Prioral que había dejado Don Manuel de la Rubiera, un gran melómano aquejado de elefantiasis.

Con la Banda de Música, dirigiendo una actuación en el desaparecido estadio de Eduardo Dato. (Foto: Colección Vicente García Díaz).

Dueñas lo mismo estaba al pie de una obra, que en la organización de una cabalgata, de una feria, de un tinglado efímero, que  montando un Nacimiento... Pero, a la vez, era Director de la Banda de Música, que heredó de Rocafull, y lo mismo se hallaba en el kiosko del Parque, que en una procesión, en un acto benéfico, en una diana floreada, que en una corrida de toros. Porque de toda la vida de Dios se ha dicho que no ha habido Banda más torera que la de Dueñas tocando pasodobles.

Del mismo modo se le podría encontrar tocando el órgano en un bautizo, en una primera comunión, en una boda, de sochantre y organista en un funeral, o cantando los "gori, gori" en un entierro. Como músico, compuso muchas piezas notables, pero que yo recuerde, entre las de música sacra, tuvieron un gran predicamento una "Ave Maris Stella" y los Gozos de Nuestro Padre Jesús Nazareno que cantaba y acompañaba durante los famosos quinarios. No hubo nadie con mayores merecimientos para tener sobre su pecho la Medalla del Mérito del Trabajo que se le concedió con motivo de su jubilación en 1975, ni nadie más indicado para tener una plaza de la ciudad con su nombre, como la tiene. La Banda Municipal, hoy, se llama "Maestro Dueñas" en su recuerdo. Y, la verdad, es que la gente no se explicaba si había muchos Dueñas clónicos, o si era uno sólo. Porque, como Dios, estaba en todas partes, se multiplicaba, se transmutaba: en una hora lo veías de particular, por la calle con su "Mobilette", vigilando las obras, tocando el órgano en una boda en el coro, con el uniforme de la Banda en un acto, con sotana y roquete en un entierro y, de pronto, otra vez de paisano... Y todo sin perder la compostura, sencillamente".  (Texto:  Luis Suárez Avila). (Foto: Academia de Bellas Artes).

En la fotografía, la Agrupación Musical Portuense durante una actuación en la Feria, vestidos para la ocasión de blanco. En 1950 la Banda Municipal de Música de El Puerto, heredera de la de Rocafull, se reestructuró bajo el nombre de “Agrupación Musical Portuense” ofreciendo su primer concierto el 15 de agosto en el Parque Calderón. El maestro Dueñas estuvo al frente de Agrupación durante 30 años, entre 1952 y 1982. (Foto: Colección Vicente González Lechuga).

José Ignacio Buhigas escribe en el suplemento de Feria de Diario de Cádiz, en 1994, el siguiente artículo: «En la Feria del El Puerto pocas personas habrán gozado de tanto cariño popular como el que tuvo el maestro Dueñas, cuya dedicación le hizo acreedor de la Medalla del Mérito del Trabajo, al cumplirse, en 1975, sus bodas de plata al servicio del Ayuntamiento. Director de la Banda de Música, organista de la Iglesia Mayor Prioral, encargado de obras y servicios municipales, por todos era conocida la sencillez, la modestia, la amabilidad y también la constancia y capacidad de Francisco Dueñas Piñero, bajo cuya dirección cada año iban levantándose mástiles, gallardetes, cercados para el ganado, casetas y el “tablao” de la música -donde se entregaban los premios- en cada una de las ubicaciones de la Feria en El Palmar, la Victoria o Crevillet. [...]"

Ensayando en los bajos de la Casa de la Cultura con la Agrupación. (Foto: Rafa. Colección Vicente García Díaz).

"A nuestra ciudad llegó en 1937, trabajando por recomendación de las monjas de San Vicente de Paúl en la sección benéfica del Ayuntamiento conocida como “el plato único” y entonces, también le fue concedido el puesto de organista de la Prioral, desde donde organizó una gran masa coral que participaba en las solemninades religiosas y en la que recibieron formación musical gran número de portuenses.»

mercedesvalimana_disco_puertosantamariaEnrique Pérez Fernández hace referencia en un librito homenaje sobre los 150 Años de Música en El Puerto, auspiciado por la Banda de Música Maestro Dueñas «que la “masa coral” apuntada en artículo de Buhigas era la Capilla Musical, que desarrolló su labor al amparo de Acción Católica una de las voces solistas fue la de la popular Mercedes Valimaña, (con nótula propia en Gente del Puerto). Cuentan que la interpretación más celebrada de la Capilla -por repetida durante muchos años- fue el Ave María Stella, compuesta por el Maestro Dueñas en 1948.»

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El jueves 12 de marzo de 1987, la única Compacorogota del mundo, con nótula propia en Gente del Puerto, organizaba con motivo del Carnaval 1987 el I Concurso de Feos de El Puerto de Santa María, en la discoteca Studio 4, con el patrocinio de las bodegas Fernando A. de Terry. En este primera fotografía podemos ver, entre los concursantes, a Peligro (4), Tonino (13) y el Tagarnina o Chaparro, (1), posiblemente Manolito Orillo (21), Camacho (7), Juanito (9), Luis (2)así como a asistentes e integrantes de la compacorogota organizadora: arriba de la fotografía a la derecha a Antonio Carbonell López, Vicente González Lechuga o Eduardo Ramos Romero. Abajo a la izquierda a Fosco Valimaña, Arturo Palomino o Antonio Almagro y, a la derecha de la foto a Manuel Albert Alonso.

On Thursday 12th of March 1987, the only Compacorogota (a mixture of three of the typical carnival songs: Comparsa which is a song about local events, Coro, singing about the town and Chirigota, a humorous song) in the world, with its own entry in Gente del Puerto, organized the I Competition of Ugly People in El Puerto de Santa María for Carnival 1987, in the club Studio 4, sponsored by the Fernando A. de Terry bodegas. In this first photograph we can see, amongst the competitors, Tonino and Tagarnina and Chaparro, as well as those attending or participating in the compacorogota behind the competition: at the top right of the photograph Antonio Carbonell López,  Vicente González Lechuga and Eduardo Ramos Romero. On the bottom left Fosco Valimaña, Arturo Palomino and Antonio Almagro and, on the right Manuel Albert Alonso.

Ganó el número seis, Manuel Martín Corbacho, descendiente de una familia de marineros proveniente de Huelva... según información que nos facilita el miembro del jurado Antonio Carbonell.

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Esta fotografía corresponde a la segunda y última edición del Concurso, celebrada en 1988.  Luis (1) fue el ganador que repitió al igual que Juanito (2) y Camacho (5); Joquín (7) el hijo de Adelina se quería llevar los  'duritos' de una tacada si hubiese resultado ganador. Y es que al ser la mayoría de feos concursantes repetidores y no experimentarse aumento alguno en el censo local de estos portentos de la naturaleza, con esa fealdad... tan especial, se agotaba la materia prima, la razón de ser concursal. Presentaba el acto el responsable de RRPP de Bodegas Terry, patrocinadora del Concurso, a la sazón, Fernando Gago. Las Bases del Primer Concurso de Feos, a la porteña, no tienen desperdicio ninguno:

  • Ser mayor de 18 años. (DNI).
  • Natural y/o residente en El Puerto de Santa María.
  • Imprescindible ser FEO NATURAL.
  • Uso obligatorio de corbata.
  • Acceso a la final por previa eliminatoria.
  • La organización se reserva el derecho de limitar el número de inscripciones.
  • El jurado estará formado por señores y señoritas de El Puerto.
  • El fallo del jurado será inapelable.
  • Ya veremos.

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En la fotografía podemos observar a los participantes en el evento, Tagarnina (11), Coco (5) entre otros y con ellos se encontraba uno de los organizadores del Concurso, Javier Tosar Barrera, con nótula propia en Gente del Puerto. Como podemos comprobar, cualquiera de los participantes podría haber impugnado el concurso, dado que muchos de ellos no llevaban una prenda imprescindible: la corbata.  Otros se la pusieron por primera vez en su vida. Los premios que se otorgaron en la primera convocatoria eran sustanciosos. El metálico era entregado en calderilla, preparados en sacas bancarias al efecto, de las que se tenían que hacer cargo los “agraciados”.

  1. 50.000 pesetas y Trofeo Studio 4.
  2. 25.000 pesetas y Trofeo Studio 4.
  3. 15.000 pesetas y Trofeo Studio 4.
  4. Un mes gratis en Cine Macario.
  5. Un abono al R.C. Portuense para la temporada 1987/88.
  6. Tres invitaciones para una pareja en Studio 4 durante Marzo 1987.
  7. Docena de calzoncillos donada por Top Shop.

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Le hemos pedido a Flora Díaz Hurtado, porteña de la diáspora, porteña por el mundo, que nos cuente como ha sido y es su vida, sus impresiones, sus nostalgias... Impenitente viajera ha vivido en Barcelona, Sevilla, Colombia, Londres, Roma, Houston, Madrid y en la actualidad reside en los Emiratos Árabes, en Dubai. Esta es su historia.

Nací en Cádiz pero nunca viví allí.  Mi familia vivía en Rota, ya que mi padre, Gonzalo Díaz Arbolí, trabajaba en la Base Naval.  A El Puerto de Santa María llegué con seis años pero curiosamente hace tan sólo unas semanas descubrí que mis bisabuelos paternos eran porteños, así que podría decir  que parte de mis raíces me remontan a este bendito pueblo que me vio crecer y convertirme en adulta. A los pocos meses de llegar a El Puerto nació mi hermana Inma. Mis hermanos, Eva, Gonzalo  y yo estábamos encantados.  Mi infancia la recuerdo muy plácida y feliz, veranos en Grazalema, excursiones a la Sierra, y como provengo de una gran familia mis recuerdos de la infancia me transportan a casa de mis abuelos en Cádiz y a mis numerosos tíos y primos en Chiclana. Por aquel entonces vivíamos en la Torre Fermesa, cuando este era el edificio más alto de El Puerto. Desde nuestra terraza en el sexto piso veíamos los pinos que se adentraban en el mar.

ENTRE LOS ESTUDIOS Y EL BAILE.

Yo no tuve mucha suerte con mis primeros pasos de bailarina.  A los siete años ante mi insistencia y la ausencia de una escuela de ballet en El Puerto mi padre organizó unas clases con una profesora americana en la Casa de la Cultura, pero desgraciadamente ésta tuvo que irse a los dos años y no sería hasta años más tarde cuando retomaría mis clases. Los primeros años de EGB los cursé en “El Sagrado Corazón” y en “Luisa de Marillac”. Cuando tenía doce años nos mudamos a la calle Santa Lucía, ya no veíamos los pinos desde nuestra terraza y además mi madre se había enamorado de esa casa un día lluvioso viniendo de misa en la Prioral.  Y allí nos mudamos y es allí donde aún viven mis padres y donde yo regreso cada año. Para mí era perfecto ya que estudié BUP y COU en San Luis y lo tenía al lado de casa. Recuerdo aquellos años con mucha añoranza y como unos de los mejores de mi vida.  Me siento afortunada de haber vivido esos años en El Puerto y haber estudiado en ese colegio.  Cuando yo estudiaba allí aún subíamos por sus majestuosas escaleras de mármol rosa, la biblioteca con sus animales disecados y sus numerosos libros eran de lo más inspirador, los dormitorios de los Jesuitas de lo más misterioso. Disfrutaba muchísimo con las clases de Juan Villarreal, tanto que años más tarde le pedí que fuera él quien me casara en la capilla  de San Luis.
En la época de San Luis pude finalmente retomar mis clases de Ballet con las directoras de la actual Escuela de danza de El Puerto, Paso a Dos.   Los sábados iba a bailar a Cádiz y en verano no me perdía un taller de danza.  Recuerdo ir a Cádiz en el vapor leyendo las novelas de Agatha Christie que aún conservo.

LA UNIVERSIDAD Y EL TRABAJO.
Llega la época de la carrera. Desgraciadamente por aquellos años se había puesto de moda estudiar Ciencias de la Información así que mi aprobado en Selectividad no me bastó para entrar en la Complutense, en Madrid, y después de dos años en Jerez en Empresariales y Derecho, acabé estudiando Publicidad en Barcelona. Me encanta esa ciudad.  En esos años que pasé allí cada Navidad y verano volvía a El Puerto, y aunque me sentía muy a gusto en Barcelona cuando el tren llegaba a Sevilla podía oler mi tierra, ya estaba en casa.  Y es que uno no sabe lo que tira la tierra hasta que se va de ella.  Los veranos en El Puerto eran animadísimos, uno no tenía ni que quedar con los amigos pues dependiendo de la hora ya sabías donde poder encontrarlos.  Punto de encuentro en Costa Casta, El centro Comercial o Puerto Sherry, y si se terciaba acababas tomando chocolate con churros, (ahora que soy madre entiendo a nuestros padres y su insistencia para que estuviéramos en casa a una hora determinada)
Después de mi etapa en Barcelona acabé en Sevilla trabajando en una agencia de Publicidad pero los sueños de hacer campañas super creativas y originales chocaron con la realidad de que en la mayoría de los casos la creatividad está reñida con el presupuesto. Pero Sevilla es otra delicia y además por aquel entonces mi amiga Aznamara también vivía en Sevilla pues trabajaba con Vittorio & Luchino. Después de que acabara mi contrato de seis meses y pasar mes y medio en Colombia y para sacudirme de un gran desengaño amoroso decidí que si quería triunfar en el mundo publicitario debería mejorar mi inglés.

EN LONDRES CONOZCO A ALAN
Para perfeccionar el inglés me marché a Londres donde aprendí mucho del idioma y conocí a Alan, mi marido. También allí conocí a gente muy interesante, hasta me topé un día con Lady Dy con la que coincidí en un concierto de piano.   Estudiaba inglés y daba algunas clases de español.  Un día en la escuela donde estudiaba vi un anuncio donde buscaban una traductora de español y así conseguí mi primer trabajo serio en Londres, empecé de traductora en una empresa de informática y acabé de “broker” ocupándome de los mercados español y portugués, ya que muchos piensan que hablamos el mismo idioma aunque yo me empeñase en decirles lo contrario.  Menos mal que los portugueses son muy amables y se defienden bastante bien en español.

Los fines de semana solíamos ir a la campiña inglesa, salpicada de esos deliciosos pueblecitos que te remontan a Miss Marple o alguna novela de Jane Austen,  de picnic o a remar si el tiempo lo permitía.  Y además, bailaba. Así pasaron tres años y aunque Londres y los alrededores me encantaban debo admitir que el tiempo era bastante duro de llevar. Además, ahora quería aprender italiano.  Gracias a mi querida amiga Anna acabé yéndome a Roma.  Fue un golpe de suerte en mi vida ya que sólo por el mero  hecho de hablar inglés conseguí un trabajo en una agencia inmobiliaria.  Fue una experiencia maravillosa e inolvidable de mi vida. Después de año y medio en la Ciudad Eterna, Alan y yo nos casamos al mes siguiente en El Puerto. Conseguimos reunir a todos nuestros amigos de diferentes puntos de España, de Irlanda, Inglaterra e Italia e hicimos una gran fiesta en Puerto Sherry, donde acabamos todos bailando sevillanas. Los británicos alucinaron con eso de la barra libre, y aún después de tantos años me recuerdan que fue la mejor boda de su vida, para algunos la mejor borrachera…

HOUSTON Y LA DANZA FLAMENCA.
De ahí nos fuimos a Houston, Texas, donde me di cuenta que eso del sueño americano no es ninguna tontería sino por el contrarío algo muy cierto. Allí pude hacer lo que más me gusta, bailar. Fue en Houston, donde empecé a tomar clases de flamenco casi por primera vez en mi vida, y es que la sangre tira mucho. También continué con el ballet y, cosas de la vida, empecé a bailar con un Grupo de Danza folklórica Colombiana.  No sé muy bien que pintaba yo allí pero hasta acabaron entrevistándome en la tele. Fueron otros maravillosos años donde seguí haciendo amigos y  conociendo otras partes del mundo. Tras nuestra experiencia en los Estados Unidos volvimos casi a los dos años a Europa.

VUELTA A EUROPA: LOS NIÑOS Y EL TEATRO.
Esta vez aterrizamos en Madrid donde empezábamos una nueva vida y no sólo porque cambiáramos de lugar sino porque al poco tiempo descubrí que esperaba no sólo un bebé sino dos. Fue toda una sorpresa, y un gran shock, debo admitir, pero gracias a dios en nueve meses te da tiempo a reponerte del susto de sobra. En ese tiempo seguí bailando y empecé a hacer algo que llevaba años queriendo hacer pero la vergüenza me frenaba, teatro. Al llegar a Madrid decidí inscribirme en el Instituto Italiano de Cultura y fue allí cuando después de ver un cartel de “Clases de Teatro en italiano” me tiré a la piscina y me apunté a las clases.  Y así fue mi introducción en el teatro.  Desde entonces no lo he dejado.
La primera vez que recité algo sobre un escenario fue en italiano y con una barriga enorme.  A los pocos días nacían Rebeca y Patricia, dos niñas preciosas que me abrirían las puertas a otra experiencia de mi vida, la de ser madre. Y así pasaron los siguientes nueve años, siendo madre e intentando hacer muchas otras cosas a la vez, como todas las madres del mundo.  Hice cursos de profesora de español para extranjeros y de traductora para poder compaginar el trabajo con el poder estar con mis hijas el más tiempo posible.  A la vez,  seguía con mis bailes y mis cursos de teatro.
Hace unos años entré a formar parte de un pequeño grupo de teatro en Madrid, “Distrito 20” con los que me embarqué en llevar adelante la Zarzuela de “Los amores del Arcipreste”, yo no cantaba pero hice desde lavandera hasta canónigo.  Se estrenó el verano antepasado en Garganta de los Montes, un pueblo de Madrid, y fue todo un éxito.

CON ALONSO DE SANTOS Y QUIQUE MIRANDA.
Ese mismo verano tuve la inmensa suerte y el honor de poder colaborar como ayudante de dirección con José Luis Alonso de Santos, del que tan sólo observándole aprendí muchísimo.  Estaba montando la obra de “La Sombra de Tenorio” y así incluí otra maravillosa experiencia a mi colección.  Conocí a Enrique Miranda y pasamos ratos muy divertidos con “Ciuti”. Pero aparte de disfrutar muchísimo con ese trabajo me encantó el hecho de que fuera en El Puerto.  Todas las mañanas, después de desayunar me encaminaba a San Luis, como en los viejos tiempos, iba turnando la calle San Francisco o la paralela a Santa Lucia porque nunca me ha gustado repetir el mismo camino. Qué nostalgia y que emoción trabajar en el Salón de actos donde antaño fue lugar de fiesta, donde nos reuníamos a bailar con aquel que ocupaba por aquellos días nuestro corazón, donde se nombraba al Mister y Miss de turno, y al Mister Naranja y Limón entre los profesores.  San Luis ya no es lo mismo pero a mi siempre me trae tantos recuerdos.

EMIRATOS ÁRABES: DUBAI.
Ahora el destino me ha traído hasta Dubai, en los Emiratos Árabes, donde vivimos desde agosto.  Me vine con un dulce sabor de boca desde El Puerto, y es que en julio volví a colaborar con mis amigos y actores de El Puerto y tuve de nuevo la suerte de trabajar bajo la dirección de José Luis Alonso con actores como Emilio Flor, Manolo Morillo, Manolo Barba, y Enrique Miranda, entre otros, para una lectura de la obra de José Luis.  Además pude poner los pies en el escenario del nuevo teatro de “Muñoz Seca”.  Ojalá que se vuelva a repetir mi suerte.
Desde aquí tan lejos agradezco a mi padre, tan involucrado en la cultura de nuestra ciudad, y a Enrique Miranda que me pongan siempre al día con todas estas actividades y me manden recortes de periódico y noticias al respecto.
Y una vez más estaré en El Puerto dentro de poco, saboreando el “pescaito” frito y bañándome en sus playas, y disfrutando con toda la familia ya que allí siempre nos reunimos todos, hermanos, padres, sobrinos… Mis hijas adoran ir a casa de “Belo y Bela”, como llaman a mis padres y disfrutan con todo lo que hacen allí,  desde ir a comprar el periódico con mi padre hasta liar croquetas con mi madre, Inma Hurtado, que es una de las mejores cocineras que conozco y tiene toda la paciencia del mundo.

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Juan Antonio Barcia Ramírez, Antoñito “el Gato” se lo puede usted encontrar por las calles de El Puerto haciendo todo tipo de sonidos animales, industriales y hasta parodias. Especialmente el maullido que le apoda. Viudo de Victoria Moreno Rey, sin hijos, vive con su perrita “Linda” en la calle López Chorro de la Barriada de la Playa. A Antoñito, que dice siempre la verdad, se le entiendo todo. Nació el 27 de octubre de 1940 en la calle Javier de Burgos número 15. Tiene pues 68 años y está felizmente jubilado del mundo de la mar, habiendo sobrevivido a tres naufragios. De chico estudió en los colegios de  D. José Gago en la escuela de la calle Larga y en el del Polvorista -donde hizo la primera comunión con su hermano Manolo-, y con Don Teófilo. Antonio se acuerda de los castigos corporales de la época, de los que no era muy partidario y pronto abandonó los estudios. Empezó a trabajar como aprendiz en las Salinas, regando las montañas de sal; ganaba dos reales diarios. Por las noches salmoneteestudiaba con Don Ginés, con nótula propia en Gente del Puerto- en la Escuelita de la SAFA.

Juan Antonio Barcia Ramírez, Antoñito “el Gato” (“the Cat”) can be found around the streets of El Puerto making all kinds of animal and industrial noises and even parodies. He’s especially famous for the meow he gets his nickname from. The widower of Victoria Moreno Rey, he has no children, and lives with his pet dog “Linda” in calle López Chorro in the area near the beach. Antoñito, who always tells the truth, talks very clearly. He was born on the 27th of October 1940 in number 15, calle Javier de Burgos. He’s therefore 60 years old and is happily retired from the world of the sea, having survived three shipwrecks. As a boy he went to the D. José Gago schools at calle Larga and Plaza del Polvorista, where he did his first communion with his brother Manolo, and he also studied with Mr. Teófilo. Antonio remembers the corporal punishment at that time, which he wasn’t very fond of and he soon left school. He started working as an apprentice in the salt marshes, watering the salt mountains; he earned two reales per day. At night he studied with Mr. Ginés, who has his own article in Gente del Puerto, in the Sagrada Familia School.

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Su aventura marinera empieza cuando cumple 18 años y se embarca por primera vez en el “Pepito Pérez”, también estuvo en el “Manolito Jesús”, en “La Rocina” y en el “Ramón y Esperanza” el barco en el que mas tiempo estuvo enrolado, propiedad de Ramón Tur Tur, hasta que lo compra un armador de Sanlúcar apodado “el Lobo”, Manuel Rosa Gallardo. Aquel barco era un arrastrero que hacía turnos de 40 días, tardando 4 en llegar a su caladero y otros tantos en volver a tierra -en medio 32 días faenando sin parar- durmiendo en camarotes infernales. Hasta la muerte de Franco costeaban por Marruecos y luego ya, con las prohibiciones, poniendo rumbo a su destino al menos a 200 millas de la costa. Mas allá de las Canarias, Villacisneros, ... Antoñito afirma que «yo nunca tuvo follón con los moros». (La Lonja en 1970. Foto Colección Antonio Leveque).

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La pesca de arrastre esquilmaba bastante los fondos marinos y es algo que se está estudiando en la comunidad europea, a iniciativa ecologista, pues esta técnica es nociva para el ecosistema. El barco, una vez llega a su caladero empieza la faena de calar y chorrar: el barco calaba, es decir depositaba  los  aparejos en el mar y navegaba tanto al sur como para norte, este u oeste, dependiendo de los cardumen, -banco de peces-, cuatro, seis, ocho horas, doce horas... Cuando el Patrón de Pesca consideraba que lo que habían recogido en el copo  era suficiente, arrastrando todo lo que encontraban, iniciaban la faena de chorar y  subían al barco los utensilios o aparejos: entre ellos el copo que forma parte de la redes; lo último que suben son las puertas de arrastre que siempre quedaban en la popa de barco. Luego se clasifica el pescado en cubierta, se mete en cajas y para las cámaras frigoríficas. Y vuelta a empezar y así todo el turno. Un agotador trabajo para los curtidos hombres de la mar. 'El Gato' pescaba marrajos con cañas y anzuelos, una especie de ocio en sus actividades en alta mar. Es conocido esta actividad como palangre de fondo. Eso arrastero_puertosantamariaestuvo haciendo durante su vida de marinero “el Gato”. Superviviente de tres naufragios: “La Isla Paloma”, otro de Alicante y un tercero del que no se acuerda: «estas cosas son mejor olvidarlas», afirma entre maullidos y un extraño sonido que se asemeja con fidelidad a un serrucho de carpintero. (Foto superior: La Lonja en 1970. Colección Antonio Leveque).

En la Bahía ha pescado chasca, tapaculos, arañas, temblaeras, chuchas, cazón. En el Moro la gamba, la pota, besugos, breca, lulas. Al sur de Canarias, salmonetes, pulpo... De noche pescaban marrajo. En Canarias se embarcó con Pescanova en el “Montse Jáquive” y anduvo faenando al sur de las islas. Recuerda un dicho de su madre: «Yo se cuando mi hijo sale, pero no cuando vuelve» (Foto: Maqueta de Barco Arrastrero).

elgato_2_puertosantamariaSu afición por las imitaciones y las parodias le viene de chico: hace de todo: un gato, una gata en celo, un cochino, el caballo, un serrucho, un trueno, voces de extranjeros, mueve las orejas, suplanta voces, hace la parodia de una mujer pariendo... Si “el Gato” hubiera nacido en estos tiempos, a lo mejor se hubiera especializado y sería una figura del Beatboxing, la habilidad de imitar sonidos con la boca, principalmente caja de ritmos, también considerado como el quiento elemento del hip-hop (los otros cuatros son Rap, Break Dance, Graffiti y Turntablism). Curioso personaje este Gato... con sombrero y botas.

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eliasahujayandria__puertosantamaria«Elías Ahuja y Andria, Hijo Predilecto de El Puerto y uno de los grandes benefactores de la provincia, nació en Cádiz el 8 de enero de 1863, era hijo de uno de los dueños de las bodegas Sancho y fue enviado muy joven a estudiar a Norteamérica. A los cuarenta años ya era dueño de una fabulosa fortuna y director de los Nitratos de Chile. La gran depresión de los años veinte le sirvió para aumentar su capital y hacer nuevos negocios. Soltero y de carácter independiente, decidió regresar a España en 1922 y gastar su fortuna en obras benéficas. Elías Ahuja ponía como condición a sus donaciones que no se tuviera en cuenta la ideología del beneficiario y sí, únicamente, su necesidad. El principal beneficiario de las obras de caridad de este singular personaje fue la población de El Puerto de Santa María, donde construyó varios pabellones para el hospital de la ciudad, escuelas para los niños y unos comedores para necesitados en los que el propio Ahuja almorzaba dos veces por semana.

Elías Ahuja y Andrea, El Puerto’s Favourite Son and one of the province’s great benefactors, was born in Cádiz on the 8th of January 1863. He was the son of one of the Sancho winery owners and was sent to study in North America as a young boy. At the age of forty he was already the owner of a fabulous fortune and the director of Nitratos de Chile (Nitrates of Chile). The Great Depression of the twenties enabled him to increase his capital and undertake new business ventures. Unmarried and a very independent person, he decided to return to Spain in 1922 and give his fortune over to charity work. Elías Ahuja made a condition for his donations: the benefactor’s ideology shouldn’t be taken into account, only the recipient’s need. The main beneficiary of this outstanding character’s charity work was El Puerto de Santa María, where he built various buildings for the town’s hospital, schools for its children and soup kitchens for the needy in which Elías himself would have lunch twice a week.

El penal de El Puerto fue reforzado a sus expensas, dotándolo de duchas, comedor, enfermería y biblioteca para los reclusos. Para esta labor creó la “Beneficencia particular Elías Ahuja”, a cuyo frente estaba el gaditano Manuel Durio Muñoz de Bustillo. Después de la Guerra Civil, Elías Ahuja, que nunca quiso hacer negocios en España, regresó a Estados Unidos, falleciendo en la ciudad de Nueva York el 20 de julio de 1951.» José Manuel Otero.

eliasahuja_tarjeta_puertosantamaria«El padre de Elías Ahuja era capitán y piloto y vivía en la gaditana calle San Francisco nº 38. Cursó sus estudios de primaria en Cádiz y en El Puerto de Santa María. Por motivos de negocios, al ser su padre Socio de la Casa vinatera Sancho, de El Puerto, que se llamaba entonces "Sancho-Ahúja", a los 17 años (1880) trasladan su residencia a esta Ciudad; y Elías Ahúja al cuidado del Agente General de dicha casa en EEUU, marchó a Boston, donde cursó en el Instituto Técnico la carrera de Comercio. A partir de entonces tuvo una muy intensa y variada actividad en el campo de los negocios, formó parte, como Socio, de la firma comercial "Hemenway & Browne". Se pueden citar firmas comerciales, lugares y fechas pero es difícil reconstruir con fidelidad su actividad comercial: Hemenway & Brown, General Motors Cars, Union Pacific, Tabacos de Cuba... en las más importantes ciudades de Estados Unidos. (Ilustración: Tarjeta de Visita. Colección L.S.A.)

nitrato-chileEn 1897 se apartó de los negocios, residiendo en varias poblaciones de Norteamérica, hasta que en 1903 se trasladó a la República de Chile como Vice-Presidente y Director de la "Dupont Nitrate Company" cuyos cargos desempeñó hasta 1915. En esos años formó parte de la Comisión nombrada por la Colonia Española para regalar a España por suscripción, un barco de guerra, con motivo de la guerra con los EEUU, recabándose la suma de un millón de pesos; y por su actuación, la Colonia Española le dedicó un homenaje. Fue un decidido protector de la Sociedad Española de Beneficencia Chilena, y de cuantos españoles llegaron hasta él; y al ausentarse de aquella República regaló a la Sociedad dos magníficos automóviles que poseía y otras cosas de valor para que, rifados, destinaran sus productos a necesidades de la misma. (Ilustración: azulejo publicitario de Nitrato de Chile).

En 1919, retirado definitivamente de los negocios recorrió los Estados Unidos en casi su totalidad, regresando a España en 1922. Iba a cumplir los 60 años y tenía la intención de dedicar su inmensa fortuna a remediar cuantas necesidades llegasen a su conocimiento. Pero eso sí, con una condición: no dar dinero. Elías Ahúja socorrió al necesitado, construyó comedores, escuelas y clínicas y siempre dió a cuantos llamaron a su puerta, pero sin entregar una sola peseta, sino tomando parte activa en la buena obra. Jamás tuvo negocio alguno en España, esto es, que lo que invirtió aquí en sus buenas obras, fue el producto de sus ganancias en el extranjero, obtenidas tras una vida intensa de trabajo; y siempre conservó su nacionalidad española. En 1924 toda esta buena obra quedó institucionalizada como «Beneficencia Particular Elías Ahúja», dependiente de la asociación «Good Samaritan», de Wilmington (EEUU). Todas, bajo su personal cuidado, y desde entonces y aun después de su fallecimiento, de acuerdo con sus instrucciones, siendo la más recomendada que no se tuviese en cuenta la ideología del peticionario de beneficio.

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En la fotografía, Elías Ahuja, a la izquierda señalado con una x, en una comida en los Comedores para Viudas y Huérfanos a las que solía asistir dos veces por semana. (Foto Colección L.S.A.)

ACTUACIONES EN EL PUERTO.
Los que le conocieron saben que esa reconocida generosidad nunca fue despilfarro ni prodigalidad. Se dice que la beneficencia de Elías Ahúja repartía 800.000 pesetas de aquella época. No se limitaba en todas sus obras a dar el dinero; sino que tomaba parte activa en ellas, y gran amante de la Cultura, Deportes, Instituciones militares, Religiosas, Educativas, etc. que se traducían en donativos de gran cuantía y constantes, en Sevilla y pueblos de la provincia de Cádiz, que detallamos.

  • Construcción de un Pabellón para infecciosos en el Hospital Municipal.
  • Creación y sostenimiento de unos comedores para Viudas y Huérfanos en El Puerto, que utilizaban diariamente 60 personas, con las que él comía dos veces por semana. Para la calle suministraban 150 raciones diarias. También un Dispensario gratuito con asistencia médico-farmacéutica.
  • Sostuvo Colonias veraniegas de Jerez, Villaluenga y otros pueblos del interior que se establecían en El Puerto y Cádiz.
  • Construcción de una Sala de Duchas y otras muchas obras en el Penal del Puerto. Al Penal donaba comidas extraordinarias y les obsequiaba a los reclusos con tabaco y efectivo. También extendió estos beneficios al Penal de Ocaña, y otras prisiones.
  • Donativos de ropas, alimentos y efectivo, a los Conventos de Religiosas Concepcionistas, Capuchinas y Espíritu Santo , Hermanitas de los Pobres de El Puerto y Cádiz; Santa María y Candelaria en Cádiz; Hermanas de la Cruz en Sevilla; Asilo de Huérfanas del Rebaño de María en Cádiz; Sanatorio de Santa Rosalía de Jerez; Hermanos de las Escuelas Cristianas de Cádiz y Jerez, etc.
  • Organizó y sostuvo varios años un Batallón Infantil de 100 plazas en El Puerto, que llegó a disponer de una magnífica Banda de cornetas y tambores. Los chicos que le constituían, hijos de obreros, recibían clases diarias en la Academia y se instituyeron premios para cualquier buena acción o acto de honradez. Sostuvo totalmente por muchos años la Institución Exploradores de España.

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En la fotografía, Elías Ahuja en el centro, en el Penal,  con profesores y alumnos de la Facultad de Derecho de Sevilla descubriendo una lapida que los reclusos le dedicaron en agradecimiento por las diversas obras de beneficencia que allí efectuaba. (Foto Colección Vicente González Lechuga).

OTRAS ACTUACIONES FUERA DE EL PUERTO.

  • Construcción de un Casino y Escuelas, obras en calles, y socorros de alimentos en Espera.
  • Construcción de Un Cuartel de nueva planta para Carabineros, reformas en el de la Guardia Civil, edificio de nueva planta para Ayuntamiento y Escuelas municipales, traída de aguas y socorros de víveres en Paterna.
  • Construcción de un Pabellón en el Hospital de la Cruz Roja de Sevilla, con mobiliario y aparatos.
  • Hizo frecuentes aportaciones a los Colegios de Huérfanos de la Guardia Civil y Carabineros.
  • Al Regimiento Infantería de Cádiz camioneta, colchones, cuarto de aseo, y sala de duchas, arreglo de comedores y otras obras.
  • Obras de reformas en la Academia Hispano Americana de Cádiz, con mobiliario, e igualmente en la Audiencia Provincial.

eliasahuja_condecoracion_puertosantamariaHOMENAJE AL HIJO PREDILECTO.

El Puerto de Santa María, por suscripción popular, le regaló un corazón de oro y un álbum con la firma de cuantos contribuyeron al homenaje. El Ayuntamiento rotuló con su nombre una plaza. Anteriormente, el 3 de Marzo de 1928, se celebró un pleno extraordinario del Excmo. Ayuntamiento con tres puntos en el orden del día: el primero, era la rotulación de las calles Luja y Ribera del Río como “Primo de Rivera” y “Conde de Guadalhorce” en prueba de gratitud de la Ciudad al Presidente del Consejo de Ministro y al Ministro de Fomento. El punto segundo fue el nombramiento de Hijo Predilecto de la Ciudad a D. Elías Ahúja y Andría, tras la solicitud suscrita por D. Pedro Hernández Carrera y acompañada de cuatro mil ochocientas noventa firmas por la labor humanitaria y las numerosas obras de beneficencia realizadas; sin discusión y por unanimidad se acordó dicho nombramiento. El tercer punto era el acuerdo unánime de dicho pleno municipal por los motivos anteriormente expuestos para solicitar al Gobierno de Su Majestad la Gran Cruz de Beneficencia para el Ilmo. Sr. D. Elías Ahúja y Andría. Fue hombre de vasta Cultura, de extraordinario dinamismo, carácter enérgico y totalmente independiente, y de un corazón lleno de nobles sentimientos y de caridad inagotable. (En la ilustración, Placa de Oro esmaltada y grabada, en la que se puede leer: "Generosidad y Filantropía. Colección L.S.A.).

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Acto celebrado en el que Elías Ahuja, señalado con una x, con autoridades de El Puerto y Jerez presidieron el acto de hacer entrega de la casa que donó a la Colonia Obrera Jerezana. (Foto Butler. Colección V.G.L.)

DOS ANÉCDOTAS.
Una anécdota curiosa que revela su carácter: Era Ministro de la Gobernación D. Leopoldo Matos. Ahúja ha sido citado por el Ministro a las 13 horas, cinco minutos antes llegó Ahúja, y transcurridos cinco minutos de la hora fijada sin que le hubiesen recibido, se dirigió al ujier, diciéndole: "Digan al Sr. Ministro que yo no puedo perder mi tiempo" y se marchó sin verle.

El día de la capitulación española en Cuba, un grupo de amigos americanos, celebraban en el club el para ellos feliz acontecimiento. Entró D. Elías en el momento del brindis con champán y con la rabia de todo buen patriota, quedó estático mientras las lágrimas acudían a sus ojos. Dióse cuenta uno de ellos, y la caballerosidad de aquellos amigos, suspendió el brindis y acudieron a abrazarle.

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Exploradores de España, con Elías Ahuja en la tercera fila y a la derecha Luis del Rosal y Caro

PERTENENCIAS Y DISTINCIONES.
Era Académico de la Real Hispano Americana y de la de Bellas Artes de Cádiz y Presidente de la Representación del Tiro Nacional; Presidente honorario de las Asambleas de la Cruz Roja de Cádiz y Sevilla y de otros muchos Centros. Poseía la Cruz del Mérito Militar de 3a clase; Gran Placa de Honor y Mérito de la Cruz Roja; Medalla de oro de la Cruz Roja; Cruz de clase de la colegiouniversitariomadridOrden Civil de Beneficencia; Medalla de oro de los Exploradores y Medalla de oro Penitenciaria. Al proclamarse la República se encontraba en trámite la concesión de la Gran Cruz de Beneficencia. Lleva su nombre el Colegio Universitario de Madrid, en la fotografía.

Pese a su formación y cultura norteamericanas, se sentía orgulloso de ser español, hablando un castellano claro y sin modismos andaluces. Elías Ahúja era un auténtico caballero, hizo la caridad, pero sin alardear. Impulsivo y vehemente, sin ser colérico. Autoritario pero dotado de un fino humor anglosajón. Sociable sólo con sus íntimos, tenía a veces rasgos infantiles, pero ni un pelo de tonto, como todos los hombres que se han hecho a sí mismos. Quizá ello le hizo conectar con la patrulla de «exploradores» (hoy boys scouts), que existía en Cádiz, con quienes mantuvo una relación amistosa.

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Elías Ahuja, en el centro, en la Academia de Bellas Artes de Santa Cecilia. A la izquierda, el alcalde de la Ciudad, a la sazón, Alfonso Sancho y Mateos. (Foto Colección V.G.L.)

EL DECLIVE DE AHUJA EN SU TIERRA.
Paradójicamente haciendo la caridad en Cádiz, Elías Ahúja se fue creando enemigos. Quizá sólo fuese porque se hacía al margen de las instituciones habituales, y porque la caridad es una forma de influir en las clases menos favorecidas. Lo cierto es que sus detractores comenzaron por decir que Ahúja era masón. Y es más que posible que perteneciera a alguna logia norteamericana o que fuera rotario. Sus calumniadores murmuraron también que era homosexual. Para ello, y como único argumento, se esgrimía su pertinaz soltería.
No figuró en partido político alguno ni Asociación de ninguna clase. En las últimas elecciones de la Monarquía fue Candidato para Diputado a Cortes (aun cuando después retiró su candidatura) con el carácter de monárquico independiente, aunque contando con el apoyo del partido Conservador.
La conmoción de 1936, daría al traste también con tan noble tarea. En Cádiz, y en todo el país, se habían desatado las pasiones políticas; si bien Elías Ahúja había mantenido una actitud políticamente tibia, para unos era monárquico y para otros tenía simpatía por la República. Lo cierto es que no tuvo una nítida afiliación ideológica.
Pero sus calumniadores y detractores, que estaban haciendo trizas su reputación, y su enemigo más enconado, la Falange, que miraba con codicia sus bienes, fueron cercándolo.
Sobre todo, un incidente con Queipo de Llano acabó por desacreditarle frente al bando que a la postre sería el vencedor de la Guerra Civil. En el verano de 1936 Elías Ahúja se puso al frente de una suscripción en el Aeroclub de Cádiz, para comprar un hidroavión a las fuerzas nacionales. Queipo creyó, o le hicieron creer, que lo iba a comprar íntegramente el famoso benefactor. Y comenzó a reclamarlo como reclamaba las cosas el que ha sido llamado el «último virrey», que pensaba que se trataba de una promesa incumplida de Elías Ahúja. Informado por un alto mando local de la Guardia Civil, institución a la que tanto había favorecido, de lo peligroso de su situación, un día de 1937, a través de Gibraltar y casi furtivamente, Elías Ahúja parte de nuevo al exilio. Esta vez un exilio más triste y desesperanzado.

eliasahuja_esquela_puertosantamariaInstalado en Estados Unidos, las noticias que llegan de él son cada vez más espaciadas. La guerra, la dura posguerra y no pocos problemas ocuparon la vida de los españoles. Elías Ahúja fue olvidado sin más. El verano de 1951 se supo en Cádiz que Elías Ahúja había fallecido en Nueva York el 20 de julio. Su obra en Cádiz le sobrevivió, pues la «Beneficencia Particular Elías Ahúja» terminó su actuación el 31 de diciembre de 1979, entregando el saldo de varios miles de pesetas a dos escuelas católicas locales.» (En la ilustración, esquela publicada en Diario de Cádiz. Colección V.G.L.).  Artículo de Antonio Durán Azcárate.

Manuel Martínez Cordero, investigador porteño, está ultimando la biografía de Elías Ahuja que verá la luz en 2011. El autor del libro, de cuya portada ofrecemos la imagen que pueden ver a la izquierda, tiene en su haber otra publicación: ‘El Penal de El Puerto de Santa María: 1886-1981?, interesante historia del antiguo Monasterio de la Victoria adaptado a Penal tras la desamortización de los bienes de la Iglesia en el siglo XIX. Manuel Martínez es un porteño polifacético del que no vamos a contar más cosas aquí pues tiene nótula propia, la 911, en Gente del Puerto.

Web de la Biografía de Elías Ahuja y Andria. (en construcción)
Web de El Penal de El Puerto de Santa María 1886-1981.

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«Por eso bajo el nombre de “MEDUSA”, unos hombres y mujeres de El Puerto de Santa María, cualesquiera, se han agrupado en la vocación de la belleza, en el amor de la sabiduría para tratar de reavivar y mantener en todo el ámbito portuense, la luz de la inquietud para las cosas que tocan el espíritu, las letras y las artes, la ciencia y, en resumen, la cultura, serán poderosísimos tentáculos con que nuestra “MEDUSA” nos mantendrá enlazados a todos bajo su traslúcida sombrilla, percibiendo a través del prisma vivo de su cuerpo, la blanca luz del sol latino, desdoblada en abanico de todos los colores.» Con estas palabras entresacadas del manifiesto fundacional de la Agrupación Cultural Portuense “MEDUSA”, se vislumbra toda una declaración de intenciones que supone el punto de no retorno hacia una aventura incierta pero a la vez atractiva y desafiante, que emprende un grupo de portuenses vadeándose entre los vericuetos de la legalidad establecida en la España de mediados del siglo XX. (Ilustración de María Fernánez Lizaso que reproduce el logotipo de la Asociación).

literatura_medusa_puertosantamaria“MEDUSA” nace desde las entrañas de la propia desidia innata de la que la sociedad portuense hace gala en distintos periodos de su historia reciente. Ya se cuestionaban en sus principios la apatía que existía –y que aún hoy perdura- entre los portuenses de a pie, y que pregonaban a modo de señuelo en sus primeras soflamas para atraer a la concurrencia a los actos que organizaban: “...hartos estamos de decirnos y escucharnos que ‘en El Puerto no podrá nunca hacerse nada’, que ‘la gente de aquí somos así’. Pues bien no seamos más ‘así’, no seamos ‘gente’, sino personas, señores de nosotros mismos, capaces de asociarnos para alzarnos, apoyados los unos en los otros, en defensa de nuestra mejor parte…” Los primeros artículos de sus Estatutos tenían como objetivo la elevación del hombre por medio de la cultura, utilizando todos los medios y recursos que ésta te permite a través de una organización eficaz, regida por un grupo director explícitamente responsable de la consagración de los intereses de la propia Agrupación. Todo socio tenía el derecho adquirido por el mero hecho de serlo a participar siempre –salvo casos espacialísimos- gratis en los actos y servicios que se organizasen. La zangamanga que validaba todo lo anterior la encontramos en el artículo 23 de sus Estatutos que decía textualmente: "MEDUSA, Agrupación Cultural Portuense, estará siempre sometida a las direcciones pontificias de la Iglesia Católica, y al margen de toda política." Como no podía ser menos. (En la ilustración, el libro 'El Puerto de Santa María en la literatura española. Ensayo de una Geografía Literaria' de Manuel Martínez Alfosno, Doctor en Filosofía y Letras, Profesor Numerario de Lengua y Literatura en el Instituto Laboral de El Puerto. Publicación de MEDUSA).

manolomartinez_medusa_puertosantamariaEl veintisiete de enero de 1961 se redacta el acta constituyente de esta Agrupación, siendo su primer presidente Manuel Martínez Alfonso que desde que llegó a nuestra ciudad diez años antes, se implicó tenazmente en elevar el nivel cultural de los portuenses, primero en el Instituto Laboral impartiendo su didáctica de la literatura; con la propia Agrupación “MEDUSA” y más tarde con la creación del bisemanario “La Voz de la Bahía”, publicación de la que nos ocuparemos en otra entrega de esta jerarquía de los tiempos. Junto al profesor Martínez Alfonso configuraron la primera Junta Directiva, José Luís Tejada, Rafael Tardío, Domingo Roa, Antonio García Amador, Francisco Muñoz, Antonio Pérez y los Rvdos. Padres Jesuitas Pascual y Montero. Ya por aquella época se encargaba de la comisión de prensa el polifacético pintor y poeta Rafael Esteban Poullet. Las iniciales cuotas de socios ascendían a la cantidad de 15 pesetas mensuales, celebrándose las primeras reuniones todos los jueves a las nueve de la noche. (En la fotografía, Manuel Martínez Alfonso, primer presidente de MEDUSA).

cineforo_medusa_puertosantamariaSu primera sede oficial estuvo ubicada en la planta alta del edificio del Círculo de Labradores y Profesionales, pasando más tarde y provisionalmente al salón de visitas del Colegio de San Luis, del que se trasladaron en junio del 61 a la Calle Jesús de los Milagros.  Su deambular por El Puerto también les llevó al Colegio de la Pescadería, a la calle Larga, 97 y finalmente ya en la época de la incipiente democracia en las instalaciones de la extinta Organización Juvenil Española (OJE). En dieciocho años de existencia arengando a los portuenses con su ‘apostolado de la cultura’, demostraron con la sutilidad que caracteriza a las personas necesitadas de expresarse en libertad, que la mente humana es capaz de escabullirse delante de las propias narices de sus censores sin  menoscabo de la dignidad inherente al ser humano. En su primer año de existencia consiguieron tener más de doscientos socios, lo que ya es un logro para una Ciudad como El Puerto, y llegaron a organizar unos cuarenta actos repartidos entre proyecciones de películas a través del primer ‘Cine-Foro’ que hubo en la ciudad, conciertos de música grabada, representaciones teatrales de autores tan dispares como Bernard Shaw, Valle Inclán, Shakespeare, Chejov y el propio Federico García Lorca, así como conferencias, exposiciones de artes plásticas y la creación de una revista literaria y de una línea editorial.

jesusserrano_medusa_puertosantamariaA fecha de hoy, y según palabras de su último y a la vez más joven presidente, el poeta Jesús María Serrano, “MEDUSA” entró en estado de hibernación a instancias suyas cuando tomó carta de naturaleza la Constitución Española de 1978. Curiosamente y ya en periodo democrático pero con las dudas existenciales de los de siempre, en una Semana dedicada al Cine Español en las dependencias donde se ubicó la OJE, y cuando se estaba proyectando la película ‘El Alcázar no se rinde’, irrumpió la policía nacional incautando todo el material cinematográfico relativo al pequeño certamen, con la clara intención de detener a los organizadores. El motivo de la denuncia: presuntas mofas al ejército. (Fotografía: Jesús María Serrano, último presidente de MEDUSA).

Muchos fueron los portuenses que a través de “MEDUSA” aprendieron a convivir con ideas distintas a las suyas, que pudieron desarrollar sus habilidades artísticas o de cualquier otro tipo, y que en definitiva se fueron preparando para la construcción de la nueva España que llegaba no sin cierto temor a la vuelta de la esquina. Leonardo Romero, Javier Renedo, Eloy Fernández, Pepe Buhígas y tantos otros y otras que hoy recuerdan con cariño y admiración sus tertulias en aquella Agrupación Cultural Portuense. “MEDUSA” fue ante todo coloquio, diálogo vivo, entendiendo el arte y la cultura misma como algo opinable, y fue la única que se atrevió en el periodo de la Dictadura –según palabras del escritor y poeta portuense Manuel Pérez Casaux- a no doblegarse ante la mediocridad y el oscurantismo de ese Régimen.  Manolo Morillo

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Carnet de socio de Medusa, núm. 427, perteneciente a Camilo González Selma.

En Medusa había un grupo juvenil llamado 'Memphis' y cuando cumplían los 18 años o un poco antes, pasaban a Medusa. Tenían caseta en la Feria, cuando se ponía en La Puntilla que, luego, Ramón Sánchez Pina la instalaba en la Playa de La Puntilla y los lunes había tertulias por la noche, donde tomaban el 'Pescado Venial'. Después de la Tertulia los socios iban al freidor y compraban un surtido de pescado que eran degustados a continuación tras aquellas tertulias interesantísimas, por donde pasaban todos los intelectuales que veraneaban en El Puerto.

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Carnet de socio de Memphis, la rama juvenil de Medusa, núm. 022 perteneciente a Rafael Osborne Fernández.

El Padre Pascual, S.J., pertenecía a Medusa y con algunos socios hacían excavaciones en Fuerte Ciudad, preparando su tesis doctoral en esa época.

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antoniociamoreno_2_puertosantamariaA veces, el Párroco, Cura Propio, Doctor en Sagrada Teología y en Derecho Canónico, Presidente de la Hermandad de San Pedro de Venerables Sacerdotes etc. etc., Don Antonio Cía Moreno, era ingenioso y otras veces demasiado caústico, irónico, mordaz, e incluso otras, sencillo, modesto, sabio y hasta delicado. Era un ser contradictorio e imprevisible. Una señora muy distinguida, descendiente, nada menos, que de los Lancaster de la Casa Real Inglesa, aunque portuguesa de nación, se dirigió a don Antonio, que estaba en la sacristía, para pedirle: -Mire, Don Antonio, yo quisiera decirle una misa a mis difuntos en el Altar de las Ánimas. Don Antonio, al punto, gritó: --Antoñito-- dirigiéndose al sacristán--prepara una casulla negra que doña....va a decirle una misa a sus difuntos en el Altar de las Ánimas. Ni que decir tiene que la señora quedó estupefacta y se marchó educada y discretamente. Con Juanito Cuvillo, tuvo también sus encontronazos Don Antonio Cía, porque terminada su etapa de dirigido espiritual con el Padre Lambertini, S.J., se constituyó en dirigido de don Antonio, quien cansado de oir sus cuitas amorosas, le dijo un día: --Mira Juan, si tu novia se casa contigo es que tiene más agallas que una caja de corvinas. Por cierto que Juanito --ser crédulo e inocente-- tropezó también con Don Antonio Lobo. Cierto señor de El Puerto, incisivo y maledicente, había dicho a Juanito que el Padre Lobo, antes de ser cura, había sido picador de toros bravos y, como se lo dijeron, se lo comunico al Padre Lobo, quien le contestó airado: --Dígale a don... que yo me cago en su puñetera madre.

antoniociamoreno_3_puertosantamariaEn cierta ocasión mi madre tomó a una criada de un pueblo de la Sierra que vino con sus padres y se la encomendaron como que era la niña de sus ojos. Y mi madre la trató como había prometido. Pero ocurrió que los jueves por la tarde era día de salida y esta joven salía de paseo con las otras y con las amigas de las otras. Y se echó un novio. Y el novio la dejó embarazada. Aquello fue una verdadera tragedia. Mi padre llamó a los padres de la muchacha y llamó al novio a capítulo. En su despacho, mi padre, con el padre de la muchacha y el novio, recriminó al novio; el padre de la novia, instó al novio a casarse y a lavarle el honor a su hija; el novio, poniéndose en pie, altanero, le dijo que si quería lavarle el honor a su hija que le comprara un bidé, y se marchó, dando un portazo. Aquella situación pudo reconducirse y, al final, se preparó la boda. Mi madre fue con la muchacha a ver a Don Antonio Cía y éste, nada más verla, le espetó: --Tu, ¿qué?, que has puesto las tinajas antes que el olivar ¿No?. Pues se casaron y han sido muy felices y han tenido muchos hijos y comieron perdices. (En la Fotografía, Don Antonio Cía y Don Luis Caballero, alcalde de la Ciudad, poniendo la primera priedra del monumento a la Virgen, ubicado en la Plaza de la Iglesia, en 1954.  También aparece en la foto Don Antonio Lobo, a la izquierda con bonete, solo se le ve la cabeza. Foto Colección Vicente González Lechuga).

Era de ver a Don Antonio Cía, cuando se ponía en Doctor en Sagrada Teología y en Derecho Canónico. Porque predicar, predicaba muy bien. Y se lo exigía a todos los predicadores. En cuanto aparecía por la sacristía un sacerdote o religioso concertado por una Asociación o una Hermandad para predicar un triduo, un quinario, o una novena se lo advertía: --Mire, en cuanto yo vea que los fieles mueven el culo en los bancos, le corto, ¡vaya si le corto! Quiero unos sermones que muevan los corazones y no los culos ¿Entendido? Y el pobre predicador, novato en la Prioral, se quedaba sin saber qué responder.

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Interior del Coro de la Iglesia Mayor Prioral.

Don Antonio Cía me bautizó y me dio la Primera Comunión. Recuerdo el sentido fervorín y esta ceremonia muy solemne, cantada por mi amigo Fernandito Vela, con quien, luego, yo jugaría "a las misas" en el cuarto alto de mi casa, convertido en capilla, con unos ornamentos de moaré y galones dorados que me hicieron las Madres Salesas. Don Antonio, como confesor, me espantó porque, siendo yo muy pequeño, me dijo que como yo volviera a pecar me cortaba las orejas y se las daba a Antoñito el sacristán para que se las guisara con las papas del corral de la Iglesia. Así que yo, ya nunca más me acerqué a su confesionario, temeroso de perder las orejas, sino que mis padres me llevaban a los jesuitas al del Padre Torres, S.J., sabio, bizco y tridentino y una de las personas más influyentes y con más mando en las conciencias de todos los portuenses de la época --directa o indirectamente-- sin excepción alguna.

sagrarioprioral_puertosantamariaDon Antonio Cía, en cambio tenía, a veces, rasgos de gran delicadeza. Para el día de Santa María Magdalena, todos los años, reunía a todas las feligresas de ese nombre y les encomendaba comprar unos tarritos de esencia de nardos. En un acto nada litúrgico, pero cargado de amor, Don Antonio, con el Sagrario abierto, leía el evangelio en que la Magdalena enjuga los pies del Señor con esencias y perfumes y Judas se lo recrimina y, tras una homilía, con un algodón empapado en esencia de nardos enjugaba el interior del Sagrario y los copones, que era una gloria oler, cuando se abría aquella puerta de plata del retablo que hizo en Méjico, en el XVII, el orfebre Don José Medina, y que había regalado el Capitán portuense Don Juan Camacho Jaina, primer editor de Sor Juana Inés de la Cruz. Dije que don Antonio Cía era un ser contradictorio e imprevisible. Ocurría que algunas novias o se prestaban los sombreros o los alquilaban y Don Antonio se daba cuenta del tejemaneje, porque irónica y maleducadamente le decía a la contrayente en el día más feliz -- o más infeliz de su vida: --A ese sombrerito ya lo he casado yo cuatro veces. (La fotografía muestra el Sagrario de Plata de 1685).

ayunoyabstinencia_puertosantamariaEL AYUNO ANTES DE LA MISA.
Todos los curas olían a café, o a tabaco, o a rapé. Esto último particularmente los jesuitas que tenían unas cajitas de donde sacaban con dos dedos el polvo, lo aspiraban por la nariz y estornudaban, de forma que tenían los pañuelos hechos una porquería. Don Antonio Cía no era una excepción, porque, no bien terminaba la misa, sacaba la petaca y se liaba un cigarro de picadura de contrabando y lo enciendía. Por su parte, Varela, el monaguillo, le tenía preparado sobre la cajonera de la sacristía un café de maquinilla que traía de un bar de la calle Vicario que luego regentó Juanito Ceballos, hoy llamado "Bar Internacional". Y es que lo primero que hacían los curas era desayunar, después de su misa, porque el ayuno eucarístico les obligaba, como a todos, desde las 12 de la noche del día anterior.
Cuando terminaba una misa, allá iban los monaguillos con el café a arrimárselo al cura que había celebrado, como el que acude a prestar auxilio a alguien que está extenuado. Figúrense Vds. que el Padre Lobo celebraba la misa de doce de la mañana y llevaba más de doce horas sin probar bocado, el pobre. Cuando terminaban las misas, los monaguillos, "comunidad de venerables granujas", como los llamaba Don Antonio Cía, se escondían por donde fuera y apuraban la vinajera del vino, relatando que el padre tal o el padre cual, no dejaba ni gota para ellos.

Don Antonio Cía, contradictorio e imprevisible, con sus luces y sus sombras, daba a la liturgia un sentido especial y era cosa de verlo, con su porte, revestido con los capisayos y el bonete de Cura Propio, presidiendo las procesiones y los actos, o cantando las horas canónicas en el coro, con todos los sacerdotes y religiosos de la Ciudad, los días de más fiesta. Cuando el Padre Lobo marchó a Sevilla, a Don Antonio Cía le nombraron dos coadjutores: Don Manuel y Don Carlos Román Ruiloba, dos hermanos sacerdotes, santos varones, de los que, sin duda, hablaré otro día.

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En la fotografía, tomada el 8 de abril de 1960, Viernes de Dolores a las nueve horas; de izquierda a derecha Carlos Román Ruiloba, Pbr. Coadjutor, el celebrante, Manuel Salido Gutiérrez, Párroco de la Prioral que sustituyó a Antonio Cía Moreno, Manuel Román Ruiloba, Pbr. Coadjutor, el Maestro de Ceremonias, Manuel Girón Ceballos, el Sacristán Antonio Bernal Ortega -Antoñito el Sacristán-. Besamanos de la Imagen de Ntra. Sra. del Dolor y Sacrificio, sin coronar, siendo bendecida después de la misa, la nueva diadema. El mobiliario litúrgico lo componen: el dosel rojo de la Prioral; el sillón de la Capilla de la Patrona; Maceteros y Copas del Párroco; grandes candelabros eléctricos, de las Carmelitas; las Copas laterales, de la Capilla de la Patrona. (foto: colección Manuel Girón Ceballos).

Y comenzó la decadencia de Don Antonio, hasta que murió en su casa de la calle Nevería. Su entierro fue el último que presencié de un sacerdote revestido, muerto y transportado, desde la Iglesia hasta el Cementerio campal de Santa Cruz, sobre el "palenque", una especie de paso, portado por costaleros, sobre el que había un catafalco presidido por la tiara y las dos llaves doradas, de la Hermandad de San Pedro de Venerables Sacerdotes. Sus honras fúnebres fueron muy solemnes.

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Iluminación extraordinaria de la Iglesia Mayor. En la década de los 50 del siglo pasado era costumbre iluminar los monumentos con hileras de bombillas incandescentes dispuestas en regletas de madera que silueteaban el edificio. En esta ocasión estamos en el 8 de septiembre de 1956.

Yo guardo, con devoción, el lazo, bordado en oro, con que le ataron las manos el día de su ordenación sacerdotal y tengo para mí que, por los escritos que aparecieron entre sus papeles, en el fondo, Don Antonio Cía Moreno, Presbítero, Doctor en Sagrada Teología y Derecho Canónico, Cura Propio por oposición, Arcipreste del Partido, Párroco de la Santa y Consagrada Iglesia Mayor Prioral de Nuestra Señora de los Milagros Coronada de esta Ciudad, Hermano Mayor de la Hermandad de San Pedro etc., etc. fue un santo que no quiso que la gente creyera que lo era. Sólo Dios lo sabrá. Pero de todo lo anterior infiero y saco la consecuencia de que es una verdad como un templo que la Iglesia está asistida por el Espíritu Santo. Que, si no... Luis Suárez Ávila.

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antoniociamoreno_1_puertosantamariaDon Antonio Cía Moreno, Presbítero, Doctor en Sagrada Teología y en Derecho Canónico, de la Universidad de Curas Propios, por oposición, Párroco que fue de la Santa y Consagrada Iglesia Mayor Prioral de esta Ciudad y Arcipreste de su Partido, nació en Arcos de la Frontera posiblemente a finales del XIX, porque murió, en El Puerto, en los cincuenta y pico del XX, con más de setenta años. El caso es que este singularísimo sacerdote tenía un aspecto y un carácter adusto y hasta agrio e irónico, a pesar de ser todo lo que ya he dicho y su esmerada formación, que chocó con el Cardenal Segura, su Arzobispo, cuyas relaciones echaban chispas, como cuando se golpea el pedernal con el dilabón. Hasta tal punto que a su sobrino, Paquito Carmona, Don Antonio no lo mandó, cuando quiso ser cura, al Seminario de Sevilla, sino al de Cádiz, en donde Paquito llegó a Párroco de San Severiano hasta que se secularizó. Su otro sobrino Antonio Carmona, primero fue, junto con el luego Obispo de Asidonia-Jerez, Don Rafael Bellido, monaguillo de don Antonio cuando regentó la Parroquia de Santa María de Arcos. Antonio Carmona apareció por El Puerto donde vivió hasta su muerte, de oficial del Juzgado, de donde proporcionaba a su tío el cura papel de oficio con que se preparaba unas largas boquillas liadas, en forma de cucurucho muy fino que pegaba con goma tragacantos, cuando el médico le dijo al cura que se retirara del tabaco. (Foto Colección Vicente González Lechuga).

pato_prioral_puertosantamariaDon Antonio Cía era el terror de Pepa la de las sillas, cuidadora de los reclinatorios que las señoras tenían depositados en la Iglesia y por lo que cobraba un discreto salario. Pepa tenía un pato que siempre estaba con ella. El animal pululaba por la Iglesia como Pedro por su casa, cosa que al cura exasperaba, sobre todo durante las celebraciones, porque el animal aparecía, de pronto por el presbiterio y daba un voletío desde la balaustrada, distrayendo a los fieles en su recogimiento. Don Antonio, interrumpido por el ave en cualquier acto litúrgico, en voz alta prorrumpía, al borde de un ataque de nervios: --Esa mujer que se lleve a su casa este bicho. Y seguía una retahíla de improperios. Pero el pato, contra la voluntad del párroco, siguió en la Iglesia Mayor hasta que el pobre animal murió.

labilili_elnegro_puertosantamariaSi con Don Antonio Cía no pudo un Príncipe de la Iglesia, como el Cardenal Segura, porque el Párroco se escudaba en su condición de Cura Propio por oposición, en cambio, pudieron con él, por más cercanas, las impertinencias de Pepa la de las sillas y su pato y, sobre todo, los argumentos de Gabriela Santos "La Bilili", una oronda gitana que se ponía a pedir en la puerta de la Prioral, porque tenía una prole de catorce hijos, entre los que estaba el popular José de los Reyes Santos "El Negro". Don Antonio requería, una y otra vez, a "La Bilili" para que no pidiera limosna en la puerta del Sol de la Prioral. Pero "La Bilili" argumentaba, a grito pelado: "Aquí soy yo más antigua que Vd., así que, como me moleste más, doy parte al Santo Padre de Roma".  Ante esos argumentos Don Antonio dejó las cosas como estaban y no se habló más del asunto. Porque, además, "La Bilili" tenía entre sus benefactores a todo el señorío de El Puerto. (En la fotografía 'La Bilili con su hijo 'el Negro').

Don Antonio tuvo por sacristán a Antonio Bernal Ortega, un santo varón y quien, junto con Pepa la de las sillas, era motejado en unas coplillas que se cantaban:

"La Iglesia Mayor Prioral
orgullosa debe estar
porque encierra en sus capillas
a Pepa la de las Sillas
y Antoñito el Sacristán".

Dije que don Antonio tuvo un coadjutor. A don Antonio Cía le vino destinado a la Prioral un venerable sacerdote, ya mayor, don Antonio Lobo, que tenía retiradas las licencias para confesar, porque, al parecer, desde su juventud tenía una prole sacrílega y clandestina. A don Antonio Lobo le proporcionaba ciertos ingresos el que sus compañeros sacerdotes, conmiserados con él por las cargas familiares que tenía, le facilitaran el asistir a todos los entierros con cruz alzada y posas, oficiar todos los funerales y hacer de preste a todas las procesiones, con cuyos estipendios modestamente se remediaba. Este sacerdote, Don Antonio Lobo, murió santamente, al fin, en Sevilla, en el Hospital de Venerables Sacerdotes, aunque fue, injustamente, víctima toda su vida de su fogosidad juvenil y de su carne débil, o dura, según se mire la parte, el momento y las circunstancias.

cuartoprioral_puertosantamariaDon Antonio Lobo tenía voz perruna y, si no se le entendía bien en castellano, figurense Vds. cómo se le entendería en latín. Le recuerdo en los Oficios de Semana Santa, con su planeta o su estolón, de vestuario; de capero en todos los entierros; de preste, en todas las procesiones; fumando "caldo de gallina", sentado en el balcón del curato, en verano, por la noche, al fresco, con la sotana despechugada y un abanico negro. Dios, en su infinita misericordia, se haya apiadado de él, porque fue bueno y humilde, aunque, bien es verdad, que muy desarrapado en su aseo e indumentaria. (En la fotografía, el curato de la Prioral).

iglesiamayor_interior_puertosantamariaLA PERLA DE LA ARCHIDIÓCESIS.
La "Perla de la Archidiócesis". Así se llamó, en tiempos de don Antonio Cía a la Prioral, porque la tuvo en perfecto estado de revista. El secreto estuvo en encargar a una serie de señoras el cuidado de las capillas. La del Rosario, o sea la de los Valera, donde está enterrado Mosén Diego de Valera, Cronista de los Reyes Católicos, y su mujer María Valencia, la encargó don Antonio a doña Ángeles Domecq, que cuidó esta capilla con esmero y la tenía como los chorros del oro; la del Nazareno, primitivo sagrario de la Prioral, luego del Cristo de la Expiración y tras la Revolución de septiembre de 1878, del Nazareno, estuvo al cuidado de mi madre, Mercedes Avila, que todos los miércoles se trasladaba con una troupe de muchachas a limpiar y adecentar la capilla, cambiando los manteles de los altares y la cera; en esta capilla está San Lucía y San Nicolás de Bari, retablo e imágenes que estaban al cuidado de Doña Primitiva Gaztelu y Oneto; la de las sillas, que le seguía, era el feudo de Pepa "la Bigotona", ya conocida; la de la Misericordia, antigua de Santiago de los Canteros y del Santo Nombre de Jesús, estaba a cargo de la Hermandad que nacería como filial de la del Nazareno; la de la Soledad, antigua del Rosario, a cargo de su Hermandad; la de Santa Rita, capillarosario_prioral_puertosantamaria1antigua de la Purificación y primitiva de las Ánimas, a cargo de mi abuela Aurora Gutiérrez; la de Santo Tomás de Villanueva, a cargo de las hermanas Terry del Cuvillo; la del Santo Ángel, estaba al cuidado de Doña Isabel Ruffoni, que guardaba en ella los reclinatorios de su familia, porque había tenido unas palabritas con Pepa la de las sillas; la del Bautismo, a cargo de la Iglesia; la de San José, era cuidada por Carmen Pérez Pastor; la de las Benditas Animas, creo que la cuidaba Doña Matilde Reynolds; la de San Antonio, estaba al cargo de Doña María Gálvez. Las capillas de la Patrona y la del Sagrario eran esmeradamente sostenidas y cuidadas por la Esclavitud de la Virgen y por la Archicofradía del Santísimo Sacramento. (Fotografía superior: interior de la Iglesia; a la derecha, Capilla del Rosario; debajo, exterior de la Prioral).

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Así, repartiendo trabajo entre las distintas feligresas, es como don Antonio logró que su Iglesia fuera una verdadera perla. Pero es que, además, acudía anualmente al Ayuntamiento de la Ciudad para que --gratis et amore-- limpiaran las bóvedas y paramentos de vegetales y de animales y encalaran la fachada de la Puerta del Taller, del curato, y de la tapia que circundaba al corral, antiguo cementerio de la Iglesia. Porque don Antonio tenía conciencia de que el templo era Monumento Histórico y así estaba declarado por el Gobierno desde los años de 1920. (Continuará). Luis Suárez Àvila.

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antonioalmagrobuhigas_puertosantamariaAntonio Almagro Buhigas, 'el Pleti', nació en 1942 en la calle San Sebastián, número 13. Aquel día sus padres Manuel y Ángeles supieron que su hijo daría la talla. Y por encima de la media. Antonio mide en la actualidad 1'90 (de alto) y considera que a sus 66 años está 'hecho un mulo' pesando tan solo 74 kilos. ¿Cuantas veces se habrá vestido 'el Pleti' de D. Quijote en carnavales y obras de teatro? De sentido del humor anda sobrado, gracias a Dios.

Estudió en el colegio de Don Juan 'el Cojo' (donde hay publicada una fotografía suya en solitario) y en el Instituto Laboral, ambos con nótula propia en Gente del Puerto, pero los estudios reglados no eran su fuerte y aunque ya ayudaba a su padre en el taller de cerrajería mecánica al salir de clases, con 13 años abandona su corta carrera académica para dedicarse a los hierros y los tubos en el taller que daba a la Plaza de la Herrería y al Parque, junto al Bar de Paco Ceballos. Aquel taller estuvo funcionando desde 1950 en el que su padre se lo alquila primero y luego compra a Felix Tejada, hasta antonioalmagrobuhigas_4_puertosantamariaaproximadamente 1978 en el que ya él al frente del negocio, se traslada a la calle Curva, cuadruplicando espacio y pasando a 400 metros, en una permuta efectuada con Romerijo.

antoniogalmagrobuhigas_8_puertosantamariaEn 2002 decide dejar de trabajar y pasar a ser rentista. Hace una reforma a la antigua carpintería mecánica -los ahorrillos y un crédito bancario ayudaron- y la convierte en tres locales que en la actualidad forman parte de la oferta de copas nocturnas del centro porteño: "El Burladero", "La Bodeguita" y el antiguo "Camballá" lo que unido a su pensión de jubilación le dan la tranquilidad suficiente para ser un jubilado mas que jubiloso y feliz rentista. (En la fotografía, de izquierda a derecha: Amalia; su padre, Manuel Almagro; su madre, Ángela Buhigas; Teresas Gilloto, su abuela; Antonio Almagro, su abuelo; el niño Antonio Almagro Buhigas, sobre una bicicleta de ruedas macizas; su tía Milagros y en los brazos, la hermana de Antonio, Elena).

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Aficionado a los toros quiso ser torero, más por el empeño que puso en él su padre, que por propia convicción. Tuvo el honor de torear con Francisco Rivera 'Paquirri' en la plaza de fanciscoriverapaquirri_puertosantamaria1Tahivilla (Cádiz) y allí se dió cuenta de que aquello no era lo suyo. Aquel fue su debú y retirada a un tiempo. De aquella afición conserva una colección de más de mil unidades de objetos taurinos: carteles, programas de manos, etc... En su casa de la calle San Sebastián era costumbre que se vistieran los toreros locales: José María Susoni, Antonio González Sabio, Antonio Morales, Fernando Heredia... que se vistieran y que se tomaran aquella sopa de puchero con picadillo que les preparaba su madre, Ángeles. (En la fotografía grande su familia, en el patio de su casa de la calle San Sebastián, 13, con el torero José María Susoni. La foto pequeña, Paquirri).

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En la fotografía, en el antiguo taller que daba a la Plaza de la Herrería y el Parque. De izquierda a derecha: Paquito, Peralta, Pete, Manuel Almagro y nuestro protagonista con muy pocos años, de aprendiz. Antonio conserva entre otras aficiones una colección de radios antiguas de las que ha llegado a tener setenta ejemplares, o un par de motos clásicas una Guzzi y una Vespa, matrícula CA-3899.

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Una foto familiar en la cocina de la casa: de pié su hermana Elena, desaparecida hace un año; su madre, Antonio dando cuenta de un buen almuerzoy su padre. Es una típica cocina de los años sesenta, con cocina de gas incorporada y aparador con platero.

Antonio es un hombre de izquierdas. El latido del corazón para ese lado le viene de familia. Su padre, Manuel Almagro Guilloto --pariente de aquel otro portuense republicano, el General Modesto-- estuvo preso en el Penal de El Puerto entre 1936 y 1939, algo que probablemente le salvara la vida y no la terminara en alguno de aquellos paseos del tenebroso coche 'La Viuda Negra' en el que recogían, ajusticiaban y dejaban los cadáveres de 'los rojos' en las inmediaciones de la Plaza de Toros. Su padre llegó a afirmar, cuando le preguntaban entonces, que su segundo apellido era Guillot; caso de haberlo relacionado con el General Modesto su destino podría haber sido otro bien distinto que la vida. Así, Antonio, con ese equipaje siempre se ha sentido más un trabajador que un empresario: uno mas pues, ni tenía una empresa de muchos operarios ni se quería sentir al otro lado del obrero. El fue empresario porque le tocó llevar un negocio adelante pero, afirma, "siempre defendí a los currantes en los tiempos difíciles". Algún día nos enteraremos de donde le viene el apodo de 'el Pleti' que no procede, precisamente, de pletina.

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peregrino_garciacalvo_puertosantamariaJosé Antonio García Calvo nació en la calle San Bartolomé, 30 en el año 1949. Tiene 59 años. Desde el año 1963 en el que embarcó en "La Rosa de Ortuño" y otros barcos como "La Segunda Venus", "García Agulló" y "Regulus" le llevó a trabajar de marinero por los mares de ambos hemisferios: entre otros bajó al Moro, a Marruecos, Mauritania... pero luego su vida de marinero viver una brusca transición que le hace cambiar de aires y de mares y se fué al Mar del Norte. Hace  10 años, vivió un naufragio el barco en el que trabajaba como pescador  en aguas noruegas. --"Estuve nueve horas flotando entre dos cadáveres hasta que me rescataron. Prometí a la Virgen del Carmen que, si salía vivo, recorrería todos los caminos del mundo en peregrinación visitando los santuarios del mundo de las religiones cristiana, virgencarmen_puertosantamaria1musulmana y del budismo. Media hora después me recogió un helicóptero". Y es que para él una nueva vida comenzó cuando el bacaladero en el que trabajaba en Cabo Norte se fue a pique. Catorce de sus compañeros murieron, pero él tuvo más suerte. (En la fotografía, el Peregrino, esta mañana).

peregrino_3_garciacalvo_puertosantamariaPèlerin oecuméniste Après un pèlerinage de 90 000 kilomètres, de Compostelle à Lhassa en passant par Jérusalem et La Mecque, l'Espagnol José Antonio Garcia Calvo, 59 ans, vient d'arriver au sanctuaire de la Vierge de Loreto (Italie), à deux pas du Vatican. C'est presquela fin du chemin qui l'a mené six ans durant sur les lieux sacrés du catholicisme, du bouddhisme et de l'islam, et qui se termineraà Fatima, dans trois mois. Seul survivant du naufrage d'un bateau de pêche sur les côtes de Norvège en 1998, il a tenu à remercierla Vierge et les autres dieux quilui sont étrangers. Un modèle d'oecuménisme...  Le Nouvel Observateur

Su promesa de recorrer todos las santuarios del planeta a pié o en bicicleta está prácticamente conseguida, pues ha estado en todo el mundo menos en Japón y Australia. José Antonio García Calvo inició su aventura en el año 2000 tras recibirlo el Papa  Karol Wojtyla en Roma.  También le ha llamado la atención Jerusalén, una ciudad que le ha sorprendido pero que no ha sido la única Gran Icono Representativo de la Religión, en su largo peregrinaje, que le ha llevado a recorrer 90.000 kilómetros, a una media de 40  diarios. Hasta ahora, ha visitado entre otros países y continentes: Africa, Paises Arabes, Palestina, Israel, Irak, India, Nepal, Tibet, China,  Kazakistán, Rusia, Siberia, el estrecho de Bering, Alaska, Canadá, Norteamérica, Méjico, Panamá, Ecuador, Brasil, Chile, y de regreso a Europa todos los países.  Asegura que lo que más ha llamado su atención ha sido el Tibet por el trato que ha recibido de su gente: --"Son pobres, pasan hambre, pero comparten todo lo que tienen".

peregrino_2_garciacalvo_puertosantamariaMucho tiempo ha pasado desde entonces, muchas historias, muchas anécdotas que recoge en un libro personal que titula "Los tres enemigos del peregrino: los curas, los perros (de dos patas) y los pies". Pero su historia tiene poco de idílico: --«Ha sido duro, vivo de la caridad. Pero si tuviese que definirlo todo con una sola palabra, elegiría bonito». Además: abunda "--He rezado sobre el altar de piedra de la catedral gótica de Trondheim, en Noruega; he visto el sol nacer sobre los templos del Tibet y Nepal, en el Himalaya; estuve en la gran mezquita de la Meca, he visitado todos los santuarios de Israel y Palestina". (En la fotografía, en el municipio belga de habla francesa, Morlanwelz, con cuyos habitantes se croaciacomunica a través de Internet).

Afirma que lo han tratado bien en todo el mundo pero en su ciudad natal no encuentra la acogida que le dan en otros lugares del planeta. Se maneja bien por internet y envía correos a quienes le acogen desde donde se encuentre y así les tiene al corriente de su periplo. En la actualidad se encuentra unos días en El Puerto con su familia, pero no quiere molestar -segun sus propias palabras- y pronto emprenderá de nuevo el camino, el destino: Croacia.

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mariafernandezlizaso_puertosantamaria| Texto: José María Morillo.

María Fernández Lizaso nació el 12 de Septiembre de 1980. Aquel día era caluroso.  Pasó a ser, ya para siempre, la pequeña de tres hermanos. Es nieta de aquel famoso dentista -el dentista de El Puerto de toda la vida-, desaparecido en 1998, Vicente Lizaso, a quien le dedicaremos en su momento una nótula en Gente del Puerto. María, a pesar de provenir de una familia de formación académica técnica (padre Arquitecto Técnico y madre Delineante) desde muy pequeña muestra su inclinación y dotes para las artes plásticas. Gran dibujante, se pasaba las horas con un cuaderno y un lápiz o disfrutando de su otra gran pasión, los animales. Cursó sus estudios de primaria en el colegio de las Hermanas Carmelitas al igual que lo habían hecho su madre, tías y primas. Se graduó en el Bachillerato de Ciencias en el centro Safa San Luis. Un suceso marcará mariafernandezlizaso_ninia_puertosantamariael futuro de María quien suspende el examen de acceso en la Facultad de Bellas Artes, por unas décimas en la puntuación. Así que se marcha a Sevilla a estudiar una carrera de Ciencias: Biología. (A la derecha, María con pocos años).

caricatura_mariafernandezlizaso_puertosantamaria1Pero a pesar del revés sufrido, no se amilana, no abandona su pasión por el dibujo y la ilustración. Durante los años en la facultad realiza colaboraciones como ilustradora en revistas de tirada nacional de diferentes temáticas. Es en esos años en los que profundiza en el aprendizaje de distintas técnicas y temáticas. Acuarela, pastel, oleos, tinta china, realismo, bodegones, caricaturas,… no hay nada que no le atraiga ni nada con lo que no se atreva a experimentar. En 2002, gracias al apoyo de su gente, dio el paso para montar su primera exposición en solitario, a partir de ahí comienza a definir un estilo muy personal de pintura que pone de reflejo las impresiones y emociones de la autora.

En 2006, aparcando momentáneamente el mundo artístico como medio de vida, conduce su trabajo de bióloga al medio ambiente (como no podía ser de otra forma) y comienza a trabajar en una consultoría ambiental, regresando con posterioridad de nuevo a El Puerto y estableciendo su residencia en nuestra Ciudad. Debido a su espíritu inquieto y a la influencia de su compañero de viaje --Jesús Barba Arenas--, la fotografía entra en su vida hace algo más de tres años. Realizan ambos varias exposiciones en Cádiz y Sevilla de temática variada: viajes, costumbrismo... (La ilustración muestra una autocaricatura de María).

expobn_puertosantamariaLa última exposición fue en el Pub Blanco y Negro en octubre pasado donde mostraron una colección compuesta por 17 fotografías tomadas en sus viajes a París, El Puerto y a otras ciudades españolas. Mediante estas instantáneas la pareja muestra personajes anónimos envueltos en una atmósfera casi mágica, calles y edificios sacados de ilustraciones de cuentos. Juegan con el equilibrio, la perspectiva, las luces y la ambigüedad, así como con lo moderno y lo antiguo. Las líneas marcan los contornos de las figuras creando diferentes espacios. Las fotografías están tratadas con colores monocromáticos, por lo que la ausencia de colores las hace aún más fuerte en cuanto a expresividad se refiere, ya que los contrastes de luces aportan un grado más de misterio a estas obras. (Fotogarfía: imagen de una instantánea de la Exposición de Blanco y Negro).

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Cubierta del libreto de José Luis Alonso de Santos
'La Cena de los Generales' M.F.L.

Ha ilustrado “El Orden de los Tiempos” --una sección de historia y costumbrismo local- en la edición de El Puerto de Diario de Cádiz, acompañando los artículos de los autores de dicha serie: Enrique Bartolomé y Manolo Morillo. Actualmente continúa trabajando en diversos proyectos como ilustradora y fotógrafa. Apasionada viajera, busca siempre la oportunidad de conocer nuevas culturas. Y continúa investigando y experimentando facetas artísticas nuevas para ella como el retoque fotográfico y el diseño gráfico por ordenador. Su último trabajo, las ilustraciones del libreto de la obra de José Luis Alonso de Santos, “La Cena de los Generales” editado por Diario de Cádiz con motivo de la representación en el Teatro Muñoz Seca de nuestra Ciudad, el pasado 6 de diciembre de 2008.

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Monumento al Toro y Puerta Principal de la Plaza. María F. Lizaso.

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antoniomunozrique_puertosantamariaDecir en El Puerto ‘Muñoz’ trae a la mente de forma inmediata el gremio de los peluqueros. El gran patriarca Antonio Muñoz Riqué, desaparecido en el año 2000,  ha sido el fundador de una saga familiar que lleva su nombre, desde que empezara en la década de los cincuenta con la barbería de la calle Vicario, número 9, a las modernas peluquerías unisex que regentan sus hijos y en la que ya están echando una mano sus nietas y nietos. Su hijo José regenta en la actualidad la peluquería de la calle Vicario, y Manolo y Antonio, sendos establecimientos por el entorno de la Avda. de la Constitución.
El Maestro Muñoz nació en el barrio alto portuense en febrero de 1916, en la calle de las Cruces y en la calle Vicario, desempeñó la mayor parte de su vida profesional, con un despacho abierto al público por el que han pasado varias generaciones de portuenses. Hijo de Ramón Muñoz ‘El Taco’, vaquero en el Coto de la Isleta, realizó diversos aprendizajes hasta dar con la profesión de su vida: la de barbero. Persona habilidosa con las manos, pronto empezó a destacar en el oficio, circunstancia que se navajabarbero_puertosantamariaunía a una innata capacidad para las relaciones humanas, que sería una constante a lo largo de su vida.

antoniomunozrique_4_puertosantamariaEl quehacer del Maestro Muñoz va unido a la leyenda de aquellos barberos que hacían de “practicantes”, poniendo inyecciones, practicando sangrías y actuando de “sacamuelas”, que de todo hizo nuestro barbero, ciñéndose al máximo a los cometidos de su oficio. Época hubo en la que, con la bicicleta como medio de transporte, iba por los campos y gañanías de El Puerto cortando el pelo –pelando- a sus moradores. Los honorarios, en el más puro estilo del trueque: una barquilla de brevas, unos sacos de hortalizas, huevos, gallinas... Había que sacar adelante a la familia. Y época hubo, también, en la que, tan bajos eran los precios de los ‘pelados’, que había que estar abiertos hasta las doce de la noche, sábados incluidos y hasta medio festivo, para sacar un digno jornal, a base de horas en “la accesoria”. Baste recordar que las barberías permanecían abiertas hasta después de las funciones de teatro o del cine, esperando para arreglar a los clientes salientes de los auditorios de la época. De porte bien parecido, con un sentido del humor propio de esta tierra, trabajador a destajo para sacar adelante una familia con seis hijos, valiente y echado para adelante –para él nunca existían los problemas-, desprendido, que trataba a los niños como si fueran personas mayores, que llegaba a todo el mundo, el Maestro Muñoz ha dejado una impronta personal y profesional que va a perdurar en la memoria de quienes le trataron . (En la fotografía, un joven Antonio trabajando con un sillón que no giraba por entonces...).

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Fue un innovador desde el principio, pues hace cerca de cincuenta años, puso de aprendiz en la barbería a su hija la mayor, Mercedes, con el consiguiente murmullo de la entonces conservadora sociedad civil, fuertemente mediatizada por todo tipo de prejuicios. Y así empezó, en la década de los cincuenta, dando los primeros pasos que convergerían en la peluquería unisex. También fue pionero en aplicar el tinte en la peluquería masculina, entonces barbería.  Su primer cliente, su amigo Antonio Fernández Galloso, tío del diestro José Luis Galloso, quien tiene nótula propia en Gente del Puerto. (En la fotografía los peluqueros, Antonio Rueda, Francisco Varo Marchán 'Cuqui'  y Antonio Muñoz, a la derecha, con aprendices y clientes).

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Pero quizás dos actuaciones definan, de la mejor manera, su generosidad y bonhomía: más de una vez pernoctó en su barbería algún transeúnte para que no durmiera al raso.  Y nunca se aprovechó de la información privilegiada que le proporcionaban los corredores de comercio, que en su local se reunían para hacer tratos y negocios, y de los que era su confesor y amigo. Aunque, eso sí, no perdonaba la copa que sellaban los acuerdos y avenencias. O la tradicional partida de dominó hasta las tantas, en el bar Número 3. Genio y figura, donde quiera que esté, con ese sentido del humor tan portuense, arreglará con su peculiar estilo testas y bigotes, ya para la eternidad. (Fotografía: animada reunión en el Bar Número 3, Antonio es el segundo por la derecha sentado).

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El mercado de la Concepción y la calle Ganado, de donde arranca la calle del Vicario y que desemboca en la Plaza de la Iglesia.

antoniomunozrique_precios_puertosantamariaLA CALLE VICARIO EN LOS SESENTA
El paisaje urbano, repleto de tiendas, que conoció el maestro barbero Muñoz en la década de los sesenta, permanece todavía en la memoria de muchos portuenses. La calle Vicario se iniciaba en el cruce con Ganado, con los puestos de churros, Calzados León, bar Nº 3, tintorería Amaya, y en los bajos de la Pensión Las Columnas, el bar El Brillante, con Eugenio Mena, y la tienda de Manuel, el gitano, que arreglaba paraguas y lo que hiciera falta. Enfrente la tienda El Metro, donde hoy está la única churrería que queda, y haciendo esquina con la calle Sierpes, el almacén de Eloy, al lado de la carpintería Lobo y el bar El Milindri. La acera de la barbería, de nuevo en la calle Vicario,  continuaba con Tejidos Muro, la zapatería de Juan Merchán, la propia Barbería, la que fue pensión de los artistas: Fonda Bartolo, Tejidos Castilla, bar el Tunel, que comunicaba las calles Vicario con Santa María, y la lechería de Paco Buhigas, haciendo esquina con la Plaza de Juan Gavala. Enfrente, esquina con San Juan, el almacén de Isidro, el bar Ceballos en la casa de los Monge; el bar Ramiro, la Panadería de Concha, el almacén de Olete, los liberatos de Librada y Casa Juana, en cuyo piso de arriba vivió y crió a sus hijos nuestro barbero. Después vendrían Plastimar, Discofilm y Calleja, un relojero, más tiendas de tejidos, y hogaño, las inevitables de todo a cien... La calle Vicario era una arteria de penetración al corazón comercial de El Puerto, que con la peatonalización -que curioso- a punto estuvieron de cargarse. (Ilustración: Lista de Precios ¡increíbles! de los años sesenta del siglo pasado).

antoniomunozrique_6_puertosantamariaCLIENTES DISTINGUIDOS, DESTACADOS APRENDICES.
El Dr. Muñoz Seca, el otro nombre de la calle Vicario donde vivió el hermano del comediógrafo D. Pedro, fue cliente de nuestro barbero, a quién le arreglaba el pelo y las guías del bigote, con tenacillas calentadas a fuego con carburo. Otro de sus parroquianos, traído de Las Ramblas de Barcelona por Eduardo Ruiz Golluri, fue el barbudo anunciador del entonces Cognac Centenario Terry, que todavía se puede contemplar en un reclamo publicitario que se encuentra en el Bar Vicente, en La Placilla. “Yo siempre bebí Centenario”, reza la leyenda.
Los artistas de variedades y del Teatro Chino de hace cincuenta años, se arreglaban en el despacho de Muñoz Riqué, y luego, tras la función se iban a celebrar el encuentro al antiguo Bar El Tunel.
De entre sus más de medio centenar de aprendices de toda la provincia, el Maestro Muñoz tuvo dos hijos de El Puerto que han triunfado en otras artes de la vida, el pintor de la luz, Juan Lara y el ex director del Orfeón Portuense, Muñoz Cuenca. Han continuado en el tajo muchos de sus antiguos pupilos, como es el caso del reconocido peluquero Francisco Varo Marchán, “Cuqui”. (En la fotografía, Antonio Muñoz Riqué vestido de legionario, con condecoraciones propias y auténticas de la Guerra Incivil, con su hijo Pepe Muñoz Ortega, actual regente de la barbería de la calle Vicario, en la azotea de la desaparecida casa familiar de la misma calle).

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joaquinbellidoganaza_a_puertosantamariaJoaquin Bellido Ganaza, hijo y nieto de marineros (su padre llegó a ser Patrón Mayor de la prácticamente desaparecida Cofradía de Pescadores), Licenciado en Historia, especializado en historia contemporánea, Master en Cooperación al Desarrollo. ha estudiado los últimos tiempos de la pesca en El Puerto. Sus aportaciones pueden ayudar a que no se repitan los errores de siempre en el maltrecho sector pesquero de la Ciudad. Ha impartido conferencias sobre derechos humanos, “El movimiento obrero en el sector pesquero portuense (1960-2000)” o “La pesca portuense (1940)”. Ha colaborado en la revista Horizonte Libre de la Asociación Razzia Artis con el artículo “Nostalgia Marinera (1940-2000)” y documentó el expediente de declaración de Bien de Interés Cultural de la Iglesia de Jerez,  San Juan de los Caballeros Tiene publicados varios artículos de opinión en Diario de Cádiz en la columnas de opinión de la desaparecida sección Calle Sol y, posteriormente, Visto y Oído para las páginas de televisión. Ha documentado para el Ayuntamiento las exposiciones: "75 Aniversario de El Vapor" y la exposición permanente "Casa del Regidor".  En noviembre pasado ha publicado un libro “Auge y Decadencia del sector pesquero en El Puerto de Santa María. Del Desarrollismo a la Pesca Ecológica (1960-2000)”. En la actualidad escribe en Noticias Locales, “Media Etiqueta”, y trabaja como reportero en Noticias Locales Radio en El Puerto, pero no abandona la investigación histórica, especialmente, sobre temas de la ciudad que lo vio nacer. Es presidente del Club de Baloncesto “Gymnástica Portuense”. Piensa que en esto del mundo pesquero “Se quieren quedar con el cebo y la captura”.

joaquinbellidoganaza_libro_puertosantamariaAUGE Y DECADENCIA DEL SECTOR PESQUERO
Joaquín Bellido publicaba el 13 de noviembre pasado su proyecto de investigación, «Auge y decadencia del Sector Pesquero de El Puerto de Santa María. Del Desarrollismo a la Pesca Ecológica (1960-2000)». Como afirmaba el propio Bellido en la presentación del libro: «El sector pesquero es un sector económico que desgraciadamente no ha gozado del interés de los investigadores. La crisis a la que se enfrenta a la actualidad, motivada por la dejadez política y administrativa, así como por los últimos desastres ecológicos, han motivado la aparición de numerosas vías de investigación. El Puerto de Santa María, Ciudad que, a lo largo de su historia, ha gozado de una gran tradición marítimo-pesquera, no ha escapado de las garras de la crisis. Por ambos motivos, la virginidad del tema y la decadencia de la pesca en El Puerto, me he lanzado al estudio del sector pesquero.» El libro publicado es la Tesis de Licenciatura, que fijó el punto de mira hacia el sector pesquero de los años del desarrollismo en la época franquista y a la etapa democrática. Analiza Bellido en el trabajo editado los años de la posguerra hasta el final del franquismo, profundizando en los factores que propiciaron que en los años setenta El Puerto se convirtiera en uno de los principales centros extractivos de la Región Sur-atlántica, en particular, y de Andalucía en general. «Es necesario entender que El Puerto posee dos ingredientes vitales para que, en los años sesenta y setenta, el sector pesquero florezca. En primer lugar, una tradición histórica imponente, y en segundo lugar, ricos caladeros en los que faenar. A partir de estas ideas desgrana otros factores que posibilitaron el esplendor de la flota pesquera portuense», concluye. (Ilustración: portada del libro. Pedidos: joaquin.bellido@ono.com. Precio 10 € más gastos de envío).

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La Lonja del Pescado, en la década de los sesenta del siglo pasado. En la actualidad, este edificio alberga a  bares de copas, una macrotienda de ropa barata y locales cerrados. (Foto: Colección Centro Municipal de Patrimonio Histórico).

joaquinbellidoganaza_barcos_puertosantamariaENTREVISTA
Usted tiene un estudio sobre la pesca en El Puerto que va desde 1960 hasta nuestros días. Como ha cambiado todo… --El Puerto parece otro. De un muelle con más de cien barcos a otro sin éstos, en menos de veinte años. Así somos la provincia europea con mayor índice de paro.
¿Con el problema de la pesca no ha pasado como con el pez que se ve cogido en la nasa, que una vez dentro empieza a reflexionar? --Cuando se ven los toros desde la barrera, nadie imagina el peligro real que corre el torero. No estaría de más que alguno participara en algunas “capeas”.
Y ahora con los artesanales… --Asunto delicado. No todo el mundo está preparado, ni siquiera para reflexionar, como el pez en la nasa.
Aquí, ¿es que no hemos querido perder el cebo para coger una buena captura?. --Aquí, el que tiene el cebo “cogío” se quiere quedar con el cebo y con la captura.
¿Qué le diría al ministro de Agricultura y Pesca en privado? --Que la  historia sirve para sacar a la luz el pasado y entender el presente. Esto nos daría visión de futuro e impediría que cayésemos en los errores de siempre.

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La flota pesquera amarrada al cantil del muelle, en una fotografía tomada el 2 de enero de 1976, hace 32 años.  (Foto Rafa. Colección J.M.M.)

¿Usted cree cierto el proverbio español que reza ‘a los hombres, como a los gatos, nos gusta comer peces pero no mojarnos’? --Tiempos difíciles para mojarse, hay mucho virus de gripe “malina” ¿no le parece? En tierra, ¿también el pez grande se come al chico? --El pez chico ha de ir con cuidado: sabe que terminará en el estómago de cualquier tiburón o en la red de cualquier pescador “light”, que a veces no se sabe que es peor.
“Hace falta fuerza y valor para nadar contracorriente, mientras cualquier pez muerto, puede flotar en ella”. joaquinbellidoganaza_b_puertosantamariaVaya frasecita… --Como  diría el famoso ensayista y diplomático Juan Donoso ...” "Lo importante no es escuchar lo que se dice, sino averiguar lo que se piensa"...
El siguiente trabajo de investigación que ha acometido versa sobre la pesca en la Bahía ¿muchas diferencias con El Puerto?. --Solo matices. Lo particular es reflejo de lo universal. De nada serviría una historia local sacada de su contexto. El fin de la microhistoria debe ser la construcción de una historia total. (Foto: Joaquín Bellido, fotografiado en el estudio de Radio Noticias, de El Puerto).

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montsetorrent_puertosantamariaMontse Torrent Peña, actriz porteña nacida en 1962 para quien  “Ser cómica es un título nobiliario, por el que además, cobro”, ha recorrido los escenarios del mundo interpretando entre otros a Alberti y Valle Inclán. Está afincada en Sevilla, trabaja en teatro, danza, cine y televisión. Posee el Primer Premio de Interpretación Femenina en Andalucía, del Festival de Teatro de Palma del Río (Córdoba), el Primer Premio Ateneo de Córdoba de Monólogos (año 2002) y el Primer Premio en el Festival Universitario de Sevilla, por la obra “Casina” de Plauto, que dirigió. En Danza obtuvo el Premio a la Mejor Coreografía en 1992, por su obra Fedra, que dirigió e interpretó, estrenada en el Festival “La Nuova Tradiciones”, junto a Katsuko Azuma. No le importa la opinión de los demás.

ENTREVISTA
Otra porteña actuando fuera, entre las tablas del arte de la diosa Talía. ¿El Puerto de Santa María exporta la esencia del teatro? --El Puerto de Santa María importa más que exporta sobre todo en verano; lo que no sé es si le importa, así que vamos a ver como se comporta.
Representó con el Centro Andaluz de Teatro ‘La Lozana Andaluza’ ¿Siente dentro la fuerza de su autor, Rafael Alberti?. --Siento dentro la eterna lozanía de Rafael, y ahora, un silencio vivo.
¿Le importa que le llamen cómica? --No. Para mí es un título nobiliario, y además, cobro por ello.
¿Qué pensó cuando se vio interpretando ‘Fedra’ en los escenarios de Japón? --En cenar con el imponente masajista que me había puesto minutos antes la espalda en su sitio... y que me perdone Teseo.
¿Qué suerte de camerino ha utilizado usted para transformarse en su personaje? --Todos, desde el Puente de Triana hasta el Teatro María Guerrero. Pero en la vida, el de no tener miedo, y es que me gusta el riesgo. Solo le temo a los leones, pero como no están por aquí...
¿Qué le parece lo que opinan los demás sobre su persona? --Francamente: me la refanfinfla.
¿Es usted tan moderna que ‘chatea’ (charla) en Internet con desconocidos? --Soy ‘modelna’, pero no chata, así que no voy por ahí rozándome las narices con desconocidos.
En el cine ha trabajado con actores como Juan Diego y directores como Teo Escamilla y Benito Zambrano. ¿Que personaje de Valle Inclán le gustaría interpretar con alguno de ellos? --Todos los de ‘Luces de Bohemia’.

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TEATRO

  • La Zapatera Prodigiosa. Dirección A.G.Vega.
  • Así que pasen cinco años. Dirección J.C.Sánchez.
  • La Reina Andaluza (CAT). Dirección Carlos Gandolfo.
  • Valle x tres (CAT). Dirección A.A. La Peña.
  • Viento contra viento. Dirección Ramón Pareja.
  • Doña Rosita la soltera. Dirección S. Suárez.
  • Atrévete. Dirección Julio Fraga y Pepe Quero, para la compañía Variedades Manhatan.
  • Delirium Tremens. Dirección Aula de Teatro Facultad de Geografía e Historia.
  • Refrito. Dirigido por Pepe Quero.
  • Querido Chejov. Dirección José María Rodríguez Buzón. Teatro del Mediodía.
  • Retablo de Comediantes. Dirección Alfonso Zurro. La Jácara.
  • En Carne Viva. Dirección Antonio Estrada.
  • Tango. Dirección Antonio Onetti.
  • El día que me veas. Dirección Ramón Bocanegra.
  • Varietés en el Salón Kursaal. Dirección Ramón Bocanegra.
  • Recital de Poetas Andaluces. Dirección Ramón Bocanegra.
  • El Desván de Barrault. Dirección Antonio Estrada.
  • El Príncipe y el Dragón. Dirección Ramón Bocanegra.
  • La Dama de las Camelias. Dirección Ramón Pareja.
  • Nardi un retrato antiguo. Dirección Antonio Estrada.
  • La Lozana Andaluza. Dirección Josefina Molina.
  • Casina, de Plauto. Dirección Montserrat Torrent.

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  • Ballet Albarizas. Dirección Fernando Belmonte.
  • Caracoles. Dirección de Rosario Pardo.
  • De Leyenda. Dirección de Paco Moyano.
  • Fedra. Dirección, interpretación de Montserrat Torrent.
  • Cádiz. Dirección de Miguel Vargas.

TELEVISIÓNno-te-rias-que-es-peor-01

  • Todo tiene arreglo. Para Canal Sur TV.
  • Vox Populi. Para Canal Sur TV.
  • No te rías que es peor. Para TVE, con La Trinca.
  • Hoy es tu día. Para Canal Sur TV.
  • Mira que bueno. Para Canal Sur TV.
  • Senderos de Gloria. Para Canal Sur TV.

CINE

  • Operación Mozart. Coprodución franco-española para la TV francesa.montesetorrent_02_puertosantamaria
  • Sentimientos ocultos. Dirección J.J. Velázquez.
  • Animales depredadores. Dirección J.C. Salmerón.
  • Buscando a Carmen. Dirección R. Pareja.
  • El último viaje de Marceno. Dirección Jesús Ponce.
  • Yerma. Dirección de Pilar Távora.
  • Padre Coraje. Dirección de Benito Zambrano.

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soledadpenamesa_01b_puertosantamariaSoledad Peña Mesa, conocida como Sole, nació el 22 de febrero de 1940 en la calle San Sebastián, 36, casa en la que vivió y parió a los siete hijos que tuvo con Ramón Espinosa Rodríguez, su marido ya felizmente jubilado, hasta que  hace 16 años decidieran irse a vivir al campo, por la Carretera de Sanlúcar, a Los Perales. Soledad es hija de Calixto Peña Gomez, matarife de cierto renombre en El Puerto al que le hacían encargos importantes en cuestiones de matanza de reses el cual,  en su senectud cuidaba de la huerta de los Jesuitas junto a la Plaza de Toros y de Dolores Mesa Ferrari. Es la sexta de siete hermanos: Joselete. ya fallecido, trabajador incansable y muy querido por sus compañeros del Ayuntamiento, Paco, el cual trabajó durante años  en la tienda y almacén de Joselito del Bar Jamón, en la calle Postigo esquina con Capillera, Calixto, Dolores, Milagros, Soledad y Juan. Su madre tenía un puesto de frutas y hortalizas en la calle Sierpes primero, luego en el Mercado de Abastos, con el número 102 y en su casa de la calle San Sebastián. Conserva una voz muy suave, la que quizás utilizara para arrullar a sus siete hijos en noches difíciles y duras vividas en el Barrio Alto de El Puerto, pero guarda un grato recuerdo del pasado. (En la fotografía, Soledad en la actualidad, el pasado verano de 2008).

soledadpenamesa_03_puertosantamariaLa fotografía de la izquierda está tomada en la boda del mayor de los varones de Soledad. Corría el año de 1994. De pie, de izquierda a derecha: Carmen, Dolores, nuestra Soledad, los novios Ramón y María Sánchez Ponce, el marido de Soledad también Ramón, y Manuela. Agachados, Juan, Calixto y Antonio. La mayor de Soledad está casada con Antonio Carbonell López, Secretario de la Cofradía de Pescadores y la segunda, Dolores, con Antonio Mancheño, de “los caballitos del Parque”. Una descendencia, una prole lo suficientemente amplia como para homenajear a la madre que los parió, en estos tiempos de familias mínimas. Tiene 14 soledadpenamesa_02_puertosantamaria1nietos: Vanesa, Lorena, Jesus, Jorge, Raquel, Mara, Tania, María, Beatriz, Roshan, Sheila, Ana, Irene y Alba.

Soledad recuerda que en la vecindad de las calles San Sebastián, Capillera, Postigo y en muchas casas de El Puerto se tejían mallas de seda para los brandys de las Bodegas de Fernando A. de Terry. Labor artesanal en tiempos de verdadera necesidad. Ella tejió muchísimas y las llevaba a la calle las Cruces, allí se las pesaban y tramitaban las cantidades acordadas. Recuerda nuestra protagonista que «en aquellos tiempos la convivencia era muy bonita en los patios de las casas de vecinos. Nos juntábamos grupos de muchachas y vivíamos un buen ambiente, mejor que el de ahora, donde las amigas competíamos a ver quien hacía mas en menor tiempo, sin bajar la calidad. Yo llegaba a hacer cuatro docenas diarias, y estaba deseando que llegara mi novio Ramón» -con el que lleva 49 años casada- «para que me ayudara a ensartar y a hacer los nudos de las mallas». (En la fotografía, una joven Soledad, en los tiempos en que hacía mallas para las Bodegas Fernando A. de Terry, con poco mas de 20 años).

mallasterry_01_puertosantamariaLAS MALLAS DE TERRY.
Antiguamente existía un medio para ayudar a ganar unas pesetas en las casas humildes en El Puerto que era hacer las mallas para las botellas de Brandy de las Bodegas Fernando A. de Terry. Esta ayuda económica facilitaba que las jóvenes no tuvieran que salir a trabajar en casa ajena como servicio doméstico. Así, las mallas se elaboraban manualmente en las casas y los patios de vecinos , ganándose así un dinero extra a la semana que servía de ayuda al jornal del cabeza de familia. Dicho sea de paso, la familia Terry Merello, propietaria de la firma bodeguera, también colaboraba ede sta forma con las familias porteñas creando empleo femenino y ayudando a la precaria economía de las familias de la época. De todos es sabido la 'línea social' de esta bodega la cual era un referente en el mundo de la vid, en su apogeo del siglo pasado. Cuando los sindicatos de otras bodegas reclamaban determinadas mejoras sociales, los empleados de Terry ya gozaban de lo que otros demandaban, desde hacía tiempo. (La ilustración corresponde a un anuncio en prensa escrita, donde aparece una señora realizando la labor de las mallas).

mallasterry_03_puertosantamariaLas mallas se realizaban con hilos de seda, una aguja lanzadera, un clavo que hacia la función de mallero y con la medida de un billete de tren de aquella epóca, ya que con él se podían tejer los nudos de los tres tamaños de botellas que entonces estaban en el mercado. El hilo se enganchaba en una anilla y ésta a su vez en el respaldo de una silla, para poder trabajarlo mas cómodamente. Una vez finalizada la faena, se llevaban a la casa familiar de las hermanas Terry, que vivían en la calle San Juan esquina con Cruces, y por una puerta de esa calle, ellas se encargaban, primero de entregarte la seda para las labores y de recibirlas después de elaboradas y probarlas en las botellas para asegurarse de que estaban realizadas correctamente. Había que entregar al peso, la misma cantidad en mallas, por una parte y cabos y pelusas, por otra, que la recibida en seda. Una vez hecha la comprobación entregaban un recibo por el importe total y, con este recibo, había que personarse las oficinas de Bodegas Terry, en la Plaza de los Jazmines, al final de la calle Cielos, a cobrarlo, siendo los días de cobro, los lunes. En la fotografía, las herramientas necesarias para la confección de las mallas: mallasterry_02_puertosantamariaclavo mallero, aguja lanzadera y un billete de tren antiguo, con las muescas señaladas para cada tio de malla. Por cierto que es un billete de 3ª clase, núm 04253, correspondiente a un trayecto de El Puerto de Santa María a San Fernando, que costó 4,50 pesetas. (Fotografía de las herramientas: Coral Piá Oviedo. La ilustración de la derecha corresponde a un cartel publicitario de Centenario Terry).

Aparte de los tres tamaños de botellas también existían mallas de diferentes colores:

  • Amarilla, para las botellas de brandy Centenario
  • Verde, para las botellas de brandy Competidor
  • Blancas para las botellas de brandy V.O.
  • Rojas y amarillas, para las botellas de brandy Terry I

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Un dato interesante a destacar es que cada color lo pagaban a un precio diferente a pesar de tener todas el mismo trabajo. El argumento era que cada brandy tenía un precio, así que si el brandy era barato, la malla también y si su precio era mayor, la malla se pagaba, igualmente, a un precio superior. Entre 1,50 y 2,50 pesetas, la docena. (Fotografía: un botellín de Centenario Terry).

Nuestro agradecimiento a Coral Piá Oviedo, por la información facilitada para confeccionar este artículo sobre las Mallas de Terry.

mallaEl año 1905 fue de una gran hambruna en nuestra Ciudad. Un buen día, doña Pepa Cuvillo, en su casa de la esquina de la calle San Juan, esquina Cruces, se dedicó por la mañana a confeccionar una malla de seda amarilla sobre una botella de coñac.  Al mediodía cuando su espeso don  Fernando de Terry Carreras llegó a comer, su esposa le mostró lo que había hecho.Él se entusiasmó al ver la botella y entre los dos decidieron que las botellas de coñac de su casa llevarían ese adorno y concluyeron que dándolo a confeccionar a las mujeres de El Puerto colaborarían a paliar la miseria que existía. Y así fue porque muchas familias se dedicaron a hacer mallas.

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La costumbre de felicitar las Fiestas Navideñas en unos casos y el Fin de Año, en otros, no es algo nuevo. En El Puerto se felicitaban las fiestas y se pedía el aguinaldo. Las casas vinateras regalaban y continúan haciéndolo cajas de sus productos a sus compromisos. Otros regalan cestas de viandas de lo mas variado y, en El Puerto, bandejas de mariscos. En Gente del Puerto hemos rescatado algunas cartulinas de deseos de felicidad por escrito, que ofrecemos como regalo virtual a nuestros lectores.

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Felicitación en la portada del semanario porteño que se editó entre los años 1965 y 1966 'La Voz de la Bahía'. Era el número extraordinario del 24 de diciembre de 1965  y se aprovechaba para felcitar las Pascuas a los lectores, con un dibujo de Rafael Tardío Alonso.

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Los Celadores Guardamuelles de la Junta del Puerto de la Bahía de Cádiz en El Puerto felicitaban también las fiestas. Con la ayuda de un compañero, Vicente Morató Martínez, aficionado a la cosa de la pintura, la caricatura y el cartelismo. También dibujaba en La Voz de la Bahía, pero, durante muchos años colaboró con los Guardamuelles personalizando sus tarjetones. Ésta corresponde a 1979.

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A Manuel Pinto Muñoz no se le escapaba una. El utillero del Rácing, El Tagarnina, Tagasnina o Taga, -a quien ya le dedicamos un artículo en Gente del Puerto- hizo en fecha indeterminada esta felicitación genérica, válida para varias festividades navideñas. Imaginamos que sus deseos de un año lleno de dichas y prosperidades para el el equipo de sus amores sigue en pie, que falta le hace.

felicitacionromero_1888_puertosantamariaIninteligible felicitación de Los Carreros de D. Juan Romero, el padre de Romerito 'el Gordo', que tenían carros para el transporte y coches de caballo de alquiler. Año 1888.

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El 24 de diciembre de 1887 el repartidor de periódicos José Vázquez felicitaba las fiestas de esta manera, muy frecuente luego en muchos gremios: barrenderos, carteros, limpiabotas, ... Una tarjeta personalizada, impresa y con unos ripios propicios para la ocasión. (Todas las ilustraciones pertenecen a la colección de Vicente González Lechuga).

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Felicitación genérica de 'El Vigilante' o Sereno.

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alfonsox_castillo_puertosantamaria1Cuenta la leyenda que ya estaban en el lugar de los hechos cuando Alfonso X conquistó la ciudad a los vecinos del norte del Magreb (entonces, los moros). Que  vaticinaron que Santa María del Puerto terminaría siendo un hospital. Fuentes bien informadas se atreven incluso a afirmar que, en el repartimiento de tierras, alguno advirtió, al mismísimo Rey, de los problemas que en un futuro podrían traer las EMAs no consolidadas. Los investigadores más atrevidos defienden hipótesis difícilmente creíbles. Valga como ejemplo este adefesio histórico: la Carta Puebla fue entregada a nuestros protagonistas tras derrotar las tropas cristianas al último Morillo, de nombre Manolo, justo enfrente de la papelería Cortés, en plena calle Luna. Amanece sobre El Puerto y que salga el sol apostólico y romano  por donde quiera, dicen que fueron las últimas palabras del Morillo Manolo. (Ilustración: Estatua sobre pedestal de Alfonso X, 'el Sabio', frente al Resbaladero).

Ustedes se estarán preguntando, con razón, quienes son "ellos", nuestros protagonistas. Me refiero a una cuadrilla de periodistas iletrados, fácilmente sobornables, que ejercían el oficio de contar lo que pasaba en las calles portuenses a cambio de un cigarrito del carrillo Severo, una chiquita en La Burra, un café en Los Pepes, o, simplemente, la voluntad. Siempre al filo de la noticia y las aceras, es verdad que difundían rumores que rara vez se confirmaban.

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Taberna 'La Burra'. (Foto: Fito Carreto. Colección J.M.M.)

mugnoli_wb_puertosantamariaQue, como la mayoría de los políticos locales, hablaban un idioma ininteligible. Que sus ademanes tan poco versallescos y el empeño obsesivo por ajustar el paso a los demás, invitaban casi siempre a guardar las distancias. Pero eran los reporteros más dicharacheros del barrio viejo, y transitaban por las calles como una chirigota de desheredados, como personajes en busca de un autor que encontraron en el maestro Muñoz Cuenca su glosador más agradecido. (Foto: Muñoz Cuenca)

tonino_wb_puertosantamariaHablo del Tonino, la ilusión pero también la bronca de todos los días, terror de electricistas y albañiles, trabajadores que se encomendaban a la Virgen de los Milagros cuando, desde las alturas, sentían que la escalera empezaba a bailar al ritmo del bastón de esa lengua viperina tan poco dotada para la diplomacia. (Foto: Tonino. Colección Miguel Sánchez Lobato).

Habló del Chamaco, que tenía la voz de la niña del exorcista, bebedor insaciable, mitad marinero en tierra, mitad pirata berberisco, con camarote permanente en la antigua lonja, donde dormía rodeado de gaviotas y de gatos. O del Baba, discípulo aventajado de Kung Fú, que soportaba estoicamente callos y durezas, con tal de no someter a sus pies a esa cárcel angustiosa que son los zapatos. Su andar, deslavazado y torpe, no le impedía transitar cómodamente por la vida, y él era feliz palpando el suelo sin intermediarios.

romualdo_wb_puertosantamariaRecuerdo también a la Tía Tula, la mejor degustadora de caldos de la tierra. A La India, siempre dispuesta al combate dialéctico, con aquel viejo bastón pintado con los colores de la bandera española. Al Guarigua y a sus "cemitas" que sabían a gloria. A Romualdo, piropeador incansable de vecinas de todas las edades. Quedan muchos periodistas populares perdidos por las calles del centro de mi infancia. Seres entrañables, libres, marginales, que yo observaba con temor y extrañeza cuando aparecían, entre el regocijo general, por cualquier esquina. (Foto: Romualdo. Colección M.S.L.)

laindia_wb_puertosantamariaHan pasado 725 años, los siglos se nos han ido volando, las calles ya no son de chinos y ya no hay cartas pueblas, sino emails y planetas virtuales. La familia Medinaceli terminó echa un Cristo. Colón, el hombre blanco, anunciando detergentes. Juan de la Cosa montó un bareto en su propia calle, en el que, dicen, se conspira a jornada completa.  Entre los 100.000 hijos de San Luis Gonzaga hubo un poeta-profeta que ya habló de arboledas perdidas (el Peral de Isaac, por ejemplo, lo talaron una noche mientras Clavero daba clases). Los del Carmen dejaron las sevillanas y fundaron La Borriquita. Manolete, disfrazado de Adrián Brody, toreó por fin en El Puerto. El Lute estudió Derecho, que es muy bueno para la espalda. Los marineros están todos en tierra. Franco montó una inmobiliaria y un hogar en Caldevilla. Los ellute_bw_puertosantamariaSanluqueños siguen haciendo dulces y, ahora, casas muy baratas. El Nuevo Portuense, además de jugar bien al fútbol, pone unas tapas para chuparse los dedos. El Formidable cambió las banderillas por las confecciones. Tenemos mucho teatro pero nos achicharraron el Principal. Las Memorias del Adriano hablan de un barquito que no es competitivo, como si fuera el coche de Fernando Alonso. La Navidad con Amor sobrevive gracias a unos Reyes Magos que descubrimos que no eran los padres, sino Pepe Cerrato. El pasado, como ven, no se ha ido. Ni tan siquiera está pasado. Y nuestros protagonistas, sólo hay que saber mirar, siguen deambulando, -un cigarrito, una chiquita, un café, la voluntad-, por las calles de siempre. Al menos, eso cuenta la leyenda. (Ilustraciones: La India y El Lute).

pepemendoza_puertosantamariaPepe Mendoza.
www.pepemendoza.blogia.com
Artículo leído en la Cátedra Alfonso X 'el Sabio' de El Puerto de Santa María, el 15-12-2006, con motivo de la presentación del especial de Diario de Cádiz,  dedicado al 755 Aniversario de la fundación de El Puerto de Santa María.

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