Saltar al contenido

Nos complace anunciarles la edición del III volumen de la serie que venimos publicando: “Mansiones y Linajes de El Puerto de Santa María”, que ya está en las librerías locales. Simultáneamente,  junto con este III volumen, se distribuirán algunos ejemplares del I que estaba agotado y aún queda una pequeña existencia del II, para aquellos que estén interesados en adquirir los tres volúmenes publicados hasta la fecha.

Acompañamos a esta su presentación en sociedad de 'El Huerto de los Jazmines' un diseño de su portada.  Resumiendo su contenido en las 256 páginas de que consta este III volumen (100 más que el I) hemos desarrollado cronológicamente las diversas etapas por las que ha atravesado durante dos centurias y cuarto (1743-1967) en los últimos tres siglos este espacio urbano, la manzana que contiene las instalaciones de la antigua Bodegas Terry y la casa familiar, actual Hotel Duques de Medinaceli.

Grabado de la Quinta.

...continúa leyendo "1.243. EL HUERTO DE LOS JAZMINES. Nuevo libro."

2

María Luisa Cárave García nació el 19 de octubre de 1940 en la calle Pozuelo, 47, donde vivió toda su vida. Segunda hija del matrimonio formado por Juan Cárave Carrasco --fundador de la desaparecida Droguería Cárave de la calle Ganado, junto a la Divina Pastora-- y María García Escazúa, ambos de El Puerto. Milagros, Juan y Mari son sus otros hermanos. A los 7 años se quedó huérfana de padre, quien fallecería en 1947, con apenas 35 años, no así su madre que nos dejó hace ahora tres años. Luisa fallecía el 26 de diciembre de 2010, hace hoy un año.

Estudió en el Colegio de las Esclavas. Pronto empezaría a trabajar, primero en la Compañía Telefónica Nacional de España (CTNE) en la calle Larga, junto a Las Novedades y luego en Gráficas Andaluzas, primero en la calle Alquiladores y posteriormente en el número 27 de la calle Larga, a donde se trasladó la empresa, precisamente donde se alojara el Duque de Angulema, durante la ocupación francesa de 1823 al frente de los ‘Cien Mil Hijos de San Luis’; también en 1832 fue casa del prolongado veraneo del infante Francisco de Paula Antonio y su familia. Trabajaría, pues María Luisa, en una casa que había sido alojamiento de gente muy principal, vecinos de El Puerto por un tiempo.

María Luisa, tercera por la derecha, en la Feria de Primavera de 1968. /Foto: Rafa. Archivo Municipal.

Paseaba por todos los rincones de la Ciudad que recorría de punta a punta. Prueba de su interés por la vida y su tesón fue que, cumplidos ya los 65 años, asistía a la Academia de Bellas Artes ‘Santa Cecilia’ para recibir clases de pinturas, llegando incluso a exponer sus creaciones, con gran éxito. Fue militante del Partido Popular, en cuyas listas electorales figuró no en puestos de salida aunque si testimoniaba con su presencia la pertenencia al mismo. Perteneció a la Archicofradía y Esclavitud de los Milagros y era, también, hermana de la cofradía del Resucitado.

...continúa leyendo "1.240. MARÍA LUISA CÁRAVE GARCÍA. Cooperante."

1

Entre el rico patrimonio con que cuenta la Ciudad, testigo del peso, brillo y oropel de antaño, se encuentra una interesante colección de cuadros --de propiedad pública y privada, especialmente pertenecientes a la Iglesia Católica-- distribuidos por diferentes inmuebles y templos porteños.

Este  cuadro navideño que traemos aquí, la Adoración de los Ángeles al Niño, es un óleo pintado sobre cobre, realizado en Méjico en 1754, que se encuentra en el mueble de la Sacristía de la Capilla del antiguo Hospital Municipal, sede de la Hermandad de Los Afligidos.

1

Con la fuerza…
Con la fuerza de un gran terremoto
la tierra se ha roto, ¿quien la compondrá?
El chaval de José el carpintero
que tiene salero
pa eso y pa más.

Le ha puesto un puntal
y en el medio clavó un travesaño
donde to los años
florece un rosal.

          *
Ni que nazcas…
Ni que nazcas al sol de la muerte,
ni que te emparientes con la Humanidad.
Para el caso que vamos a hacerte,
mejor que te quedes
en tu soledad.

No bajes, Señor,
que en el mundo no hay más egoísmo,
guerra y terrorismo,
envidia y rencor.

          *
Con tu sangre…
Con la sangre que se desperdicia
por nuestra malicia sin fruto ni flor,
se han teñido las puertas del cielo
de llanto y de duelo,
no bajes, Señor.

Quédate en tu Edén.
No te quieren ni mucho ni poco,
ni este año tampoco
posada en Belen.


José Luis Tejada.
De su libro ‘Cuidemos este son’.
Poesía flamenca. Año 1997

(Ilustración: Pablo Tejada).

8

?Cada vez me asalta más la impresión de que en El Puerto hay, por día, menos portuenses. Porque hay olores, sabores, paisajes e incluso sonidos de toda la vida que no se perciben por casi nadie. Yo, el domingo pasado, día de Santiago, me partí las manos, francamente en solitario, aplaudiendo a la banda Maestro Dueñas, cuando en el paseillo, en nuestra Plaza Real, sonaron las notas del pasodoble de Manolo del Pino “Niño del Matadero”. Era como si se me hubiera llenado el cuerpo de alegría, gozo y nostalgia. Hacía lo menos veinticinco años que no lo oía. Y la última vez fue por la misma banda, pero bajo la batuta de Miguel Leveque.

Yo tengo una placa de gramófono de ese pasodoble, con música y cantado. También tengo la placa con el pasodoble de Miguel del Pino, el otro “Niño del Matadero” y su hermano. Cada vez que éste aparecía por mi casa, cosa que era muy frecuente, yo, le tocaba la fibra sensible y ponía en el plato del tocadiscos, a 78 revoluciones, los dos pasodobles y Miguel salía llorando de emoción.?Pero el pasodoble de Miguel lo ha seguido interpretando la banda. Del de Manuel se decía que se había perdido la partitura. Y yo, que ya no tengo plato de 78 revoluciones, porque se me quemó, y no puedo poner las placas de gramófono, estaba deseandito de poder volver a escucharlo. Porque aquello de “Olé, tu eres el as, tu eres la esencia del arte torero; Olé, tu eres el as, tu eres el Niño del Matadero…” lo tenía como encastrado en mis tímpanos, e incluso en mis martillos, yunques, lenticulares y estribos, desde mi niñez.

Es muy de agradecer a Don Cándido Núñez Aguilar, Director que fue de la Banda Maestro Dueñas, la más torera de todas las bandas, junto con la del Maestro Tejera de la Maestranza de Sevilla, que hubiera revuelto Roma con Santiago y encontrado, conservado por la piedad de los hijos de Enrique Galán, ese músico portuense que hizo carrera en Rota, el pasodoble de Manolo del Pino.?Posiblemente ahora salgan muchos diciendo que tienen la partitura, pero me da lo mismo. Lo importante, para mí fue partirme las manos, en solitario, aplaudiendo el día de Santiago, en la Plaza Real, los sones de ese pasodoble que me conectaban con mi niñez y mi juventud. Solito yo, porque, cada vez hay en El Puerto, menos gente de El Puerto, que esa gente no tiene el mismo paisaje, los mismo olores, los mismos sonidos, los mismos sabores que yo, porque no tienen identidad y habitan –no viven- lo mismo aquí que en Pernambuco o en Sebastopol. (Texto: Luis Suárez Ávila).

Más en Gente del Puerto.
782. MANUEL DEL PINO. Torero y artista polifacético. (I).

1

María del Carmen García Benítez nace el 12 de septiembre de 1982, siendo la mayor de tres hermanos del matrimonio formado por los asidonenses Juan García Corchado y Carmen Benítez Pérez. Medina Sidonia es un pueblo de mucho encanto en plena Comarca de la Janda  paso obligado en la Ruta del Toro, de donde son popularísimas entre otras delicias, los alfajores, típicos de estas fechas. Hasta los 18 meses vivió en Cádiz, en la Segunda Aguada y aunque le gusta decir que nació en Cádiz, se siente portuense al cien por cien.

Su currículum de escolarización comenzó en el Colegio Público Sericícola donde tuvo algunos de los mejores profesores con lo que se ha encontrado: la señorita Charo, la señorita Fátima o Don Diego, que son algunos nombres que le vienen a la memoria. De aquella época conserva todavía algunos amigos aunque la mayoría de su grupo de El Puerto los hizo en el instituto Pedro Muñoz Seca, conocido como La Victoria, por la cercanía del parque del mismo nombre. Estudió BUP y COU, concretamente Letras Mixtas.

Con un grupo de amigos

PERIODISMO Y PUBLICIDAD Y RR.PP.
No se le daba mal eso de escribir así que tras aprobar Selectividad, estudió Periodismo en la Facultad de Ciencias de la Información --hoy de la Comunicación-- en Sevilla. Cuando acabó la carrera empezó a hacer prácticas en Diario de Cádiz y combinó aquella experiencia con su segunda licenciatura, Publicidad y Relaciones Públicas. Años más tarde realizaría la primera edición del máster oficial de Planificación Estratégica e Innovación en Comunicación en la Universidad de Cádiz.

En una improvisada conferencia de prensa con la ex alcaldesa de Jerez, Pilar Sánchez.

GRUPO JOLY.
Maricar, como la llaman sus amigos, realizó prácticas en diferentes secciones de Diario de Cádiz, al principio en el edificio central durante la etapa de Puerto Real y posteriormente en Cádiz, y tras el periodo inicial de prueba tuvo su primer contrato en la calle Larga, en la delegación de El Puerto de Diario de Cádiz, algo que le permitió conocer más de cerca los entresijos de su ciudad. «Tomarle el pulso a El Puerto cada día me sirvió para conocerlo mucho mejor», afirma. Desde personajes ilustres, a gastronomía, historia, pasando por política o cultura. Recuerda aquella etapa con cariño a pesar de los tropiezos iniciales e hizo buenas migas con sus compañeros de la ‘canalla’ portuense. También trabajó algunos meses para el grupo Publicaciones del Sur en la redacción de El Puerto Información y posteriormente se trasladó a Jerez para trabajar nuevamente en la redacción de Diario de Jerez, también del Grupo Joly.

ADN CÁDIZ Y JEREZ.
En el verano de 2007 se le plantea un reto interesante: abrir un periódico gratuito perteneciente al Grupo Planeta. Se trata de ADN Cádiz, una publicación en la que escribe de temas de urbanismo, política local, medio ambiente, ciencia y cultura, una gran ocasión para ampliar sus conocimientos provinciales. Tras el éxito inicial del periódico en Cádiz, Mª Carmen se encargar de abrir una nueva edición en Jerez de la Frontera, donde realiza labores de redacción pero también de supervisión y cierre del periódico de forma diaria.

TV BELFAST.
Meses después le conceden una beca Leonardo para estudiar inglés y realizar prácticas en una televisión de Reino Unido, en Belfast. La experiencia, corta pero intensa, le enriqueció sobremanera en lo personal y en lo profesional, ya que tuvo la oportunidad de acercarse a la rama televisiva que hasta entonces no había experimentado.

Con el anterior Rector de la UCA, Diego Sales, recogiendo una distinción.

GABINETE DE COMUNICACIÓN DE LA UCA.
Sus últimos cometidos profesionales la sitúan en el Gabinete de Comunicación y Marketing de la Universidad de Cádiz, lo que le ha permitido aprender de un gran grupo de profesionales realizando entrevistas, organizando actos y ruedas de prensa o escribiendo para la web y la revista de la UCA. Recuerda con ilusión el acto oficial de apertura del curso académico que cada año se celebra en una universidad española y que el pasado curso inauguraron los Reyes de España en el Real Teatro de las Cortes de San Fernando, coincidiendo con el Bicentenario de Las Cortes de 1810.

Actualmente trabaja como responsable del prensa del Colegio Oficial de Veterinarios de Cádiz y es redactora de telecomunicaciones de la revista on line Tendencias 21, en la que precisamente se hace eco de las últimas tendencias llegadas de América o Europa sobre móviles, sistemas de geolocalización, e-commerce (compra y venta de productos a través de dispositivos electrónicos) o redes sociales.

AFICIONES.
Entre sus actuales pasiones están las redes sociales a las que dedica muchas horas de su tiempo libre, aunque señala que más que un hobby, lo ve como otra cara más de su faceta profesional. «--El social media y las redes sociales no son el futuro, como aseguran algunos, lo que de momento sabemos es que son el presente y su aplicación al mundo de la empresa, la publicidad y la comunicación es brutal, todo avanza muy deprisa y hay que estar muy atento a lo que se cuece en este mundo aunque en esencia todo es comunicación, todo está inventado y lo realmente nuevo son las herramientas».

Con las amigas de universidad, antes de irse a Belfast.

VIAJERA.
Maricar es una apasionada de los viajes, tanto que está preparando su propio blog sobre el tema. Hace apenas un par de semanas que llegó de Barcelona. En su segunda visita a la Ciudad Condal ha tenido tiempo de deleitarse en el barrio Gótico o el barrio de Gracia, de perderse por el Raval y de disfrutar con su equipo en el Camp Nou. Cuando habla de ciudades y países le cuesta quedarse con un destino. Destaca unas vacaciones con amigas en las que cruzó Croacia, Eslovenia y parte de Italia, pero tampoco se puede olvidar de su viaje fin de estudios a Praga y Budapest con sus compañeros de Periodismo o una escapada veraniega a París.

Maricar e Ignacio Palomo, primer premio de ideas innovadoras AtrÉBT.

PREMIO IDEA INNOVADORA.
Este año Maricar obtuvo junto a Ignacio Palomo, el primer premio del concurso de ideas innovadoras AtrÉBT en la modalidad de base humanística de la Universidad de Cádiz. Su idea se basa en la creación de una aplicación para la lectura de libros electrónicos que añade una banda sonora adaptada a la historia y a la velocidad de lectura del usuario. El proyecto se encuentra ahora en fase de estudio.

3

A la misteriosa desaparición de buena parte de su legado se une ahora la batalla legal por la residencia romana del poeta, que el viernes hubiera cumplido 109 años. Solía decir que escribía para dejar una estela. También ha dejado un oscuro laberinto. Lo contaba ayer, en su edición sabatina, el escritor Benjamín Prados, en el periódico de El País.

Trece de julio de 1990. Roma y El Puerto de Santa María. Mientras en la capital de Italia un camión atraviesa la ciudad lleno de cuadros, dibujos y serigrafías de Picasso, Miró o Tàpies y de cartas y libros firmados por Neruda o Pasolini, en el hermoso municipio de la bahía de Cádiz un coche nupcial empieza a rodar lentamente hacia los juzgados. El primero ha salido del número 88 de la Via Garibaldi, en el barrio del Trastevere, un antiguo convento de color naranja convertido en casa de vecinos, y el segundo de una casa llamada Ora Marítima, construida muy cerca del océano, en la urbanización Las Viñas. Las dos viviendas tienen en común al poeta Rafael Alberti y se diferencian en que una la compartió con quien fue su mujer durante casi 60 años, la escritora María Teresa León, y en la otra va a instalarse con la que está a punto de ser su nueva esposa, una profesora 44 años más joven que él, llamada María Asunción Mateo. Aunque, en realidad, hay otra diferencia importante: la casa junto al río Tíber donde pasó los últimos 14 años de su exilio, era suya y de León; pero la que está en su localidad natal pertenece al Ayuntamiento, que se la ha cedido para que pueda cerrar allí, tranquilamente, el formidable círculo de su vida.

Hoy, 21 años más tarde y a los 12 de haber fallecido Alberti, el chalet Ora Marítima sigue en manos de su viuda; la mayoría de las obras de arte y manuscritos que salieron de Roma para ser conservados y expuestos en una fundación que iba a abrirse en Cádiz se trasladó en medio de un enorme escándalo a El Puerto de Santa María y al final fue disuelta, por falta de fondos, en 2010, han desaparecido; y el piso de Via Garibaldi, donde continúa viviendo su novia de los años setenta, la bióloga catalana Beatriz Amposta, con la que inició una relación cuando María Teresa ya estaba enferma de alzheimer, arrastra una deuda de más de 60.000 euros que los administradores de la finca se disponen a cobrar exigiendo que los herederos se hagan cargo de ella o que la propiedad sea embargada y se subaste. /En la imagen, la primera mujer del poeta, María Teresa León.

LITIGIOS
Dos despachos de abogados de Madrid están a punto de emprender una batalla legal en la que se verán implicados la hija del poeta, Aitana Alberti León; los descendientes de sus dos hermanos por parte de madre, Gonzalo y Enrique de Sebastián; su viuda y su antigua compañera sentimental e inquilina del inmueble, Beatriz Amposta, a la que el autor de Roma, peligro para caminantes escribió un libro titulado Amor en vilo que, hasta el día de hoy, continúa inédito. Rafael Alberti solía repetir que él escribía para dejar una estela; pero como se ve, lo que ha dejado es un oscuro laberinto.

Fachada del número 88 de Via Garibaldi, en Roma, donde vivió el poeta. /Foto: J.M.M.

VIA GARIBALDI
La casa de Via Garibaldi era, efectivamente, el hogar donde Rafael Alberti y María Teresa León habían pasado gran parte de su destierro en Italia, un país al que llegaron después de vivir 24 años en Buenos Aires, tras el golpe de Estado de 1936; y era también una especie de santuario por lo civil al que peregrinaban escritores y políticos antifranquistas ansiosos de conocer a aquella pareja mítica que simbolizaba tantas cosas: la Generación del 27, la República, la Guerra Civil, el éxodo de los derrotados, el Partido Comunista… Por añadidura, no era raro que quienes franqueaban aquella puerta se encontrasen en el interior con Pasolini, Fellini, Vittorio Gassman o cualquiera de los españoles que se dejaban caer por esa ciudad a la que, según sostenía el mismo Alberti, sus compatriotas solo iban por dos motivos: a ver al Papa o a verlo a él.

En Italia, los Alberti habían vivido en Milán y en otra casa en Roma, pero cuando el poeta recibió el Premio Lenin de la Paz, en 1965, utilizaron el dinero del galardón para comprar el piso de Via Garibaldi, que todos los que conocieron definen como un auténtico museo: "Las habitaciones estaban repletas de cuadros de Picasso, Miró, Guinovart, Quatrucci…", contaba en 1976 el pintor y crítico Francisco Arniz Sanz en el libro Aproximación a Rafael Alberti y María Teresa León. Y no solo eso, porque también había muchísimas obras propias, como recuerda la sobrina del escritor, Teresa Sánchez Alberti, que fue la encargada, junto con el director del Patronato de Cultura de la Diputación de Cádiz, el vicepresidente de la Fundación Rafael Alberti y la abogada Cristina Almeida, de ir a retirar los materiales de la casa del Trastevere para que fueran llevados a Cádiz: "Había infinidad de cosas, por ejemplo, muchísimas litografías de mi tío, a veces tiradas enteras, que en algunos casos, al parecer, se vendieron más tarde a la propia Fundación al triple de lo que valían; y cosas inéditas por todas partes, apuntes, esbozos, cuadernos escritos de puño y letra por él y por María Teresa…".

Alberti con parte de las cajas de su legado, en la casa de la calle Santo Domingo. /Foto: Fito Carreto.

EL LEGADO: CAJAS DE PROBLEMAS.
Tras quince días de trabajo, el legado quedó embalado en 386 cajas de cartón. Y cuando el tesoro llegó a la capital andaluza y empezó a hacerse su inventario en un almacén de la calle del Rosario, se pudo comprobar que, sobre todo, esas cajas estaban llenas de problemas.

El lunes 16 de julio, tres días después de su boda con María Asunción, ese legado, que fue tasado por los especialistas en unos dos mil millones de pesetas, fue presentado por el autor de Marinero en tierra y su nueva mujer a la prensa. Fue la última vez que se les vio sonreír, porque a partir de ese instante todo fueron conflictos, malas noticias y sorpresas desagradables.

María Asunción Mateo y su marido, Rafael Alberti, en 1994, cinco años antes de la muerte del poeta. /Foto: Pablo Juliá.

LA SEGUNDA BODA.
Nada más casarse, Alberti se alejó de muchas de las personas a las que quería. Sus memorias, La arboleda perdida, fueron censuradas, como puede comprobarse comparando las primeras ediciones de su segundo tomo y las últimas, y desaparecieron de sus páginas sus amigos más cercanos y en ocasiones hasta su hija Aitana y su sobrina Teresa, que era quien lo había cuidado desde su retorno a España, quien se ocupaba de casi todos sus asuntos domésticos y en cuya casa vivió mientras se recuperaba del accidente de coche que tuvo en 1987. "La boda la organizaron mientras yo estaba en Italia ocupándome de su patrimonio", asegura Teresa. "Yo me enteré de que se había casado por los periódicos. Nada más regresar a mi casa, lo telefoneé y me dijo: 'No quiero que vengas'. Y al día siguiente, llamaron a mi puerta y cuando abrí era un notario que venía a exigirme que le devolviese los poderes que me había dado mi tío para que me ocupase de sus asuntos".

Interior de la que ha sido Fundación Alberti en El Puerto.

LA FUNDACIÓN, A EL PUERTO.
Alberti y su esposa, María Asunción Mateo, que no ha querido participar en este reportaje, empezaron a presentar una queja tras otra en la Diputación de Cádiz, un día porque las tareas de clasificación iban despacio; otro porque el almacén de la calle del Rosario no reunía las condiciones necesarias; o porque se habían mezclado obras de arte con objetos personales que no tenían por qué estar incluidos en la donación. El resultado fue que los políticos que gobernaban la institución accedieron a disolver la Fundación Rafael Alberti y poner en manos de la pareja todo aquello que había llegado a Cádiz por deseo del autor de Cal y canto y pagado con dinero público. El matrimonio anunció entonces que se abriría una nueva Fundación en El Puerto de Santa María, en una casa en la que el escritor vivió de niño, y que en ella, como aún puede leerse en su página web oficial, estarían "depositados no solo los recuerdos de la infancia del universal poeta, sino también la donación que junto a su primera esposa, María Teresa León, hizo en 1978 a su ciudad natal".

Eso nunca fue cierto, porque la gran mayoría de las obras que fueron sacadas de Via Garibaldi nunca han vuelto a salir a la luz y, desde luego, jamás han sido vistas en las salas de ese centro al que el escritor José Manuel Caballero Bonald, falseando una vocal, solía referirse como "la fundición." /En la imagen de la izquierda, Caballero Bonald.

OCHO TESTAMENTOS.
A partir de entonces, Alberti no volvió a publicar más libros de poemas. Sí redactó, en cambio, varios testamentos: firmó uno el 9 de mayo de 1991; otro, 24 horas después; uno más al año siguiente, el 10 de octubre; otros dos el 11 de junio de 1993 y el 25 de mayo de 1995; y finalmente, tres más, el 27 de febrero, el 3 de abril y el 10 de diciembre de 1996. En el definitivo no le dejaba prácticamente nada a su hija Aitana, mientras que a su viuda le otorgaba "todo el contenido de las casas donde han residido" y "el ejercicio de los derechos de explotación de toda su obra, tanto literaria como pictórica, en toda la amplitud prevista por la Ley de Propiedad Intelectual"; y a los dos hijos de esta, los derechos de autor de sus libros más señalados, para él Marinero en tierra, Ora marítima, Baladas y canciones del Paraná y Los ocho nombres de Picasso y para ella La arboleda perdida, Sobre los ángeles, A la pintura y Retornos de lo vivo lejano. De la casa de Via Garibaldi no se decía nada, pero ese silencio tiene una explicación: Alberti no quería dejar desamparada a Beatriz Amposta, y aunque primero le ofreció, como recuerda Teresa Sánchez, vender ese inmueble y comprarle un apartamento, más tarde le mandó un documento en el que la autorizaba a vivir en la casa del Trastevere y la nombraba propietaria del libro que había escrito para ella, Amor en vilo. Todo ello parece combinar mal con las acusaciones a Amposta de tener ocupada su casa, no permitirle entrar en ella y haberle robado un cuadro de Motherwell y una cerámica de Picasso, que están publicadas en un dudoso tercer tomo de La arboleda perdida del que su editor, Mario Muchnik, afirma tener mil pruebas que demuestran, como mínimo, que Alberti no fue su único autor.

BEATRIZ AMPOSTA.
"Rafael y yo mantuvimos una amistad muy intensa tras romper nuestra relación sentimental, que acabó en 1981, tras regresar de un viaje a Nueva York en el que, por cierto, escribió un poema en el que vaticina el derrumbe de las Torres Gemelas", dice Beatriz Amposta; "él me telefoneaba prácticamente todos los días, hasta que hubo una última conversación en la que me dijo: 'No puedo llamarte más, me lo han prohibido'. Cuando se contó que había venido a Roma y que yo no le había dejado entrar en su casa, ¡resulta que estábamos juntos en el Hotel d'Inghilterra! Si yo dejé mi casa en piazza Santa María y me vine a vivir a Via Garibaldi fue porque él me lo pidió, me dijo que le estaban expoliando y me suplicó que me encargara de cuidar sus cosas. Así lo hice, hasta que él mandó a su sobrina Tere a buscarlas. Después, su viuda me llamó para amenazarme, para decirme que me iban a desahuciar y que me preparase, porque la apoyaban Felipe González y el Rey… He estado quince años luchando en los tribunales, que me han dado la razón uno tras otro, porque yo estoy aquí legalmente y tengo mis derechos. Y en cuanto a los famosos 60.000 euros, en Roma como en todas partes las derramas las tienen que pagar los propietarios, no los inquilinos. Si Rafael me hubiera pedido que me marchara, yo le habría dicho: dame tres meses para buscar otro lugar. Pero él no hizo nada de eso, sino todo lo contrario. Y finalmente, en cuanto a la comunidad de vecinos de esta casa, resumo quiénes son recordando que cuando yo le propuse al Ayuntamiento de Roma que se pusiera en la fachada una placa que recordase que aquí había vivido Rafael Alberti, se opusieron".

Aitana Alberti, la hija del poeta.

AITANA ALBERTI.
Aitana Alberti, que vive desde hace décadas en Cuba, cree que la situación no puede tardar en resolverse: "Han pasado 11 años desde su muerte, y es el momento de que se liquide de una vez por todas la sociedad de bienes gananciales que unía el patrimonio común de mis padres. Y esa casa tendrá que pasar a manos de sus herederos. A mí, en cualquier caso, lo que me gustaría es que en Via Garibaldi se abriera alguna clase de centro de estudios del exilio. Esa casa fue un punto de encuentro de todos los antifranquistas, una especie de isla a salvo de la dictadura terrible que había en España, y por ella pasaron los intelectuales más importantes del siglo XX. Creo que son dos razones de peso para ser conservada".

ESTUDIO LEGAL PÉREZ-ALHAMA.
Las palabras destino y sentido son la misma con las letras en un orden diferente. Ahora, dos bufetes de Madrid, Écija Abogados y el Estudio Legal Pérez-Alhama, tratan de volverlas a convertir en una sola para que la casa de Rafael Alberti y María Teresa León no llegue en ruinas al futuro. No será fácil. El abogado Juan José Pérez Calvo, del Estudio Legal Pérez-Alhama, a quien los administradores de Via Garibaldi han pedido que localice a los herederos del inmueble, del cual en el registro solo constan como propietarios el poeta y su esposa, fallecidos, respectivamente, en 1999 y 1988, y que les reclame la deuda, dice que esta se debe "a que no se ha pagado ninguna de las cuotas mensuales desde 1990, ni tampoco el tanto por ciento que le corresponde a ese piso por las reparaciones y restauraciones que se han llevado a cabo en estos años, muchas de ellas impuestas por el Ayuntamiento de Roma. Y si nadie paga, el embargo se pondrá en marcha".

Patio interior del edificio de Via Garibaldi, 88, en Roma. /Foto: J.M.M.

ÉCIJA ABOGADOS.
Otro despacho de Madrid, Écija Abogados, representa a Aitana Alberti y también trata de solucionar el asunto de la casa del Trastevere: "Nosotros pusimos una demanda en Cádiz, donde murió Alberti, y cuando la jueza que la tramitaba se inhibió de ella porque, según dijo, 'el caso le venía grande', pusimos otra en Majadahonda (Madrid), donde falleció María Teresa León, para solicitar que se haga un inventario de los bienes del matrimonio y que se liquide la sociedad de gananciales. En lo que respecta a Via Garibaldi, 88, al ser un bien tangible, las cuentas están muy claras: a Aitana Alberti le corresponde un 66% de la propiedad; a los descendientes de los otros dos hijos de su madre, que viven una en París y el otro en Burgos, un 12% a cada uno; y a la viuda de Alberti, un 10%. Eso es inamovible. En cuanto a Beatriz Amposta, reside allí porque Alberti la autorizó a ello". ¿Entonces? "Bueno, pues entonces habrá que llegar a un acuerdo económico entre las partes", dice Juan José Pérez Calvo, "y si no se alcanza, emprender un litigio. Y en cualquier caso, alguien va a tener que pagar la deuda, o al final la casa será subastada". El horizonte se está poniendo negro sobre la casa de color naranja, cuyo precio de mercado ronda el millón doscientos mil euros. En 1988, a Alberti le pagaron por sus obras completas poco más de seis mil.

Hay demasiadas manos tendidas y una sola llave. El poema sobre las Torres Gemelas al que se refería Beatriz Amposta se publicó en el libro Versos sueltos de cada día y dice, entre otras cosas: "Aquí no baja el viento, / se queda aquí en las torres, / en las largas alturas, / que un día caerán, / batidas, arrasadas de su propia ufanía". Ojalá que esos versos sean menos clarividentes que su autor, que este 16 de diciembre hubiera cumplido 109 años, y no adivinen hoy el futuro de su casa de Roma como él adivinó entonces el de los rascacielos de Nueva York.

LA OTRAS JOYAS DEL POETA.
El legado de Rafael Alberti incluía “obras de Picasso, Miró, Antonio Saura o Tàpies” y otros que citaba el inventario que se hizo de los bienes al llegar estos a Cádiz, donde se recogen obras de “Siqueiros, José Caballero, Hernández Mompó, Kokochinsky, Lucio Muñoz o Viola; dibujos de Vázquez Díaz; grabados de Manuel Ángeles Ortiz, Miró, Genovés o Guinovart; cuartillas con poemas, dedicatorias, cartas y telegramas…”, aparte de obras del propio Alberti y cartas y libros firmados por Pablo Neruda, Louis Aragon, Juan Ramón Jiménez, Paul Éluard, José Bergamín o Pier Paolo Pasolini.  (Texto: Benjamín Prados).

1

Ángel Lara, tras el éxito de la carpeta que presentó a finales del pasado octubre ha editado una nueva serie, edición limitada a 100 carpetas con 3 reproducciones de obras del artista portuense, numeradas y firmadas por el autor. La temática no puede ser mas porteña: una imagen del Castillo de San Marcos y dos del Vapor, estas últimas pintadas en 2008. Un motivo  perfecto para regalar El Puerto, en estas fiestas.

El pintor Ángel Lara muestra de nuevo su homenaje a la ciudad donde ha crecido y por la que siente una profunda admiración y pulsión estética. Esta vez lo hace con una nueva carpeta de dibujos editada de forma exquisita, que lleva por título El Puerto romántico, una declaración de intenciones, con la que quiere llamar la atención sobre la pérdida de patrimonio que viene sufriendo la localidad en su propia idiosincrasia y en su legado sentimental, como las centenarias palmeras del Parque Calderón o el vapor Adriano III.

El Adriano III. 2008.

La idea surgió a finales de verano, cuando se produjo el hundimiento de este símbolo de la Bahía. En ese momento, Ángel Lara celebraba en las instalaciones del Real Club Náutico una exposición cuyo cartel anunciador reflejaba precisamente la imagen del vapor atracado en su muelle, en la Plaza de las Galeras. «En esos días ocurrió el desastre del vapor y me di cuenta de que esa imagen se podría no volver a repetir», señala el pintor, que advierte con preocupación que «existe un Puerto al que no dábamos importancia porque creíamos que iba a durar para siempre, pero que estamos perdiendo».

Ángel Lara ha querido exteriorizar su compromiso con su entorno y a modo de homenaje reivindicativo ha editado los dibujos. «Cuando las cosas faltan es cuando meditamos y reparamos sobre la pérdida -observa el artista-. El vapor ha sido un poco de todos. De niño, yo he llevado el vapor hacia Cádiz, y eso era un conocimiento del mar que teníamos la gente de El Puerto. Esta ciudad ha tenido una relación apasionante con el vapor. Ha depositado en el barco su idiosincrasia, su experiencia del mar y la Bahía. Ha sido un placer poder viajar en él», subraya. /La imagen que completa la carpeta, el popular Castillo de San Marcos, una visión recurrente en la vida diaria del artista.

A la vez, con esta colección quiere llamar la atención sobre la pérdida de idiosincrasia cultural, de las «cosas únicas que no tienen otros pueblos. Como sigamos perdiendo estos bienes corremos el riesgo de convertirnos en un pueblo más, un pueblo sin identidad», advierte. Para Ángel Lara la ciudad vendría a ser «como una muchacha hermosa que podría entrar en franco deterioro. Debemos volcarnos y cuidarla algo más», insiste. (Carlos Benjumeda. Diario de Cádiz).

De la carpeta anterior, de octubre de este año, aún quedan seis ejemplares.

Los interesados en la carpeta pueden obtenerlas llamando a los teléfonos 669324546 o 606842363, o bien en el correo electrónico: pintorangellara@gmail.com

Ángel Lara en Facebook.

3

Óleo sobre tela (3760x32o0 cms. obra de José María Rodríguez Losada. (Año 1852) situado arriba y delante de la capilla de la Patrona, en la Iglesia Mayor.  Representa una idealización de Alfonso X recibiendo del alguacil moro de Jerez las llaves de la aldea de Alcanate. Al fondo el Castillo de San Marcos y, sobre la torre del homenaje, aparición de la Virgen de los Milagros, escudo de la Ciudad. Fue restaurado, de forma altruista, por la Academia de Bellas Artes a finales de 2010.

Crónica periodística que realiza desde Sevilla, transportada en el tiempo 730 años, el periodista porteño Francisco Andrés Gallardo, quien relata en tiempo real para los lectores de Gente del Puerto, la fundación oficial de El Puerto de Santa María.

1281
< Sevilla. 16 de diciembre.
#El  monarca castellano concede para la  antigua aldea musulmana de Alcanate la concesión como ciudad del Grand Puerto  de Santa María. #El  repartimiento de tierras entre sus pobladores se había hecho en años anteriores. Con la  nueva carta se establecen privilegios e instituciones.

Este martes 16 de diciembre pasará a la historia  de la  Bahía de Cádiz como el  nacimiento de una localidad que será foco para el  fomento económico de la  comarca y que dio sus primeros pasos en 1268. El  Rey de Castilla don Alfonso ha firmado en la  ciudad de Sevilla la  concesión de la  Carta Puebla por la  que otorga privilegios a los  habitantes del Grand Puerto  de Santa María, a orillas del río Guadalete y donde se le  apareció la  Señora Madre de Dios al monarca. /En la imagen, Privilegio rodado concediendo carta puebala a nuestra ciudad. Traslado hecho en el siglo XVI. Archivo Municipal.

En un lugar ‘tan boo’, como llegó a definir el  rey el  emplazamiento, ya se erige una mezquita fortaleza y al menos unas cincuenta viviendas rodeadas por una muralla que contribuye a la  defensa de posibles amenazas de tropas benimerines, ocupando unas cinco hectáreas. Más de cuarenta testigos, nobles y obispos del reino,y ante los  notarios de Andalucía y León, han rubricado este documento por el  que podría producirse la  última fundación del rey, algo enfermo y que tras treinta años de conquistas hasta llegar al Estrecho de Gibraltar ha deseado reforzar los  territorios logrados en la  frontera del sur, con incentivos para su repoblación.

«Don Alfonso quiere que el  Grand Puerto  de Santa María sea una ciudad modelo, próspera y de atracción para comerciantes venidos de todas partes», explicaba Diego López de Uceda, adelantado de Guipúzcoa, firmante de la  carta fundacional, en un encuentro al finalizar el  acto protocolario. En el  privilegio, Alfonso X ha establecido para la  guarecida ciudad que se asentará frente a la  costa de Cádiz que sus habitantes estarán exentos de pagar los  impuestos de diezmo y de portazgo (transporte) cuando trasladen sus mercancías por el  resto del reino, lo  que supondrá evidentes beneficios para los  portuenses.  /En la imagen, vista interior del cordobán situado en la mezquita-fortaleza del Catillo de San Marcos.

Para judíos y moros residentes en la  ciudad se establecen concesiones menores, pero interesantes. El  rey también ha renunciado al cobro de la  quinta parte de las  mercancías que se obtengan en conquistas y saqueos en territorio enemigo, que es uno de los  ingresos más sustanciosos que percibe la  Corona en tiempos de guerra. Los  pescadores también están exentos de impuestos para su actividad mientras sus capturas sean vendidas en el  término del municipio, fomentando la  creación de una entidad que podría convertirse en cofradía del gremio.

«Para estimular el  tejido comercial de la  floreciente zona, Su Majestad ha contemplado la  creación de dos mercados semanales, uno los  miércoles y otro los  sábados, en sitios distintos», detalló el  infante don Manuel, hermano del Rey. Dichos mercados podrían ubicarse en la  plaza del Pozo Santo, donde se apareció la  milagrosa talla de la  Virgen María o en las  calles de la  ribera del río.

Según la  documentación a la  que ha tenido acceso este medio la  nueva población podrá contar asimismo con dos ferias anuales para el  encuentro de comerciantes de toda Castilla y de los  reinos vecinos, que contarán con la  protección de las  fuerzas del propio Rey. /En la imagen vista parcial perteneciente al retablo barroco del siglo XVII, de la escuela de Pedro Duque Cornejo en el que se representa, en la cúspide del mismo, la aparición de la Virgen al rey Sabio. Capilla de la Virgen de los Milagros. Iglesia Mayor Prioral.

Durante los  diez años anteriores el  Grand Puerto  de Santa María dependía de la  localidad gaditana, cuya repoblación ha sido por ahora un fracaso, convirtiéndose en ciudad independiente que además de su centro neurálgico cuenta con las  alquerías (aldeas) de Grañina, Finojera, Campix, Poblanina, Fontanina, Villarana, Bayna, Bollullos, Casarejos, Marchar Garsul y Marchar Tamarit, pobladas por campesinos en los  últimos lustros. /Portada del CD 'Cantigas de Santa María de El Puerto', versión de Eduardo Paniagua. Dentro de las cantigas, destacan estas  de Santa María del Puerto, reflejo de una de las devociones marianas más personales de Alfonso X. Las Cantigas nos han llegado en una serie de códices preciosos en los que los poemas se acompañan de su música y se ilustran con centenares de viñetas que constituyen todo un friso de la sociedad, de las costumbres y de la vida real de la España (entonces Castilla) de la segunda mitad del siglo XIII.

La  ciudad asume las  normas forales de Sevilla, como concejo con autogobierno, por lo  que sus vecinos podrán elegir los  alcaldes de tierra y del mar así como del juez que deba impartir las  leyes en el  nuevo término municipal, según la  concesión del rey. (Texto: Francisco Andrés Gallardo. Enviado especial a 1281).

Más información:
1.000. ALFONSO X. Rey de Castilla y León. (1252-1284). Fundador de El Gran Puerto de Santa María.

10

Adelaida y Milagros Pérez Navarro son dos hermanas porteñas que viven en la calle San Juan. Hermanas a su vez del Gran Visir de la Cabalgata de Reyes de este año, Manolo Pérez Navarro ‘el Trompeta’ quienes tienen otro hermano más: Antonio.

Durante muchos años han sido ‘colaboradoras familiares’ o lo que es lo mismo han trabajado en el servicio doméstico en varias casas de nuestra Ciudad. Forman parte del paisaje humano de El Puerto. /En la imagen de la izquierda, Milagros Pérez Navarro.

Sin su presencia, un acto cultural que se organice en El Puerto no está completo. Y para ello se informan con todo tipo de guías, en la Oficina de Turismo, a través de la radio… Si desean saber cual es la agenda cultural de la semana, o de actos públicos abiertos, ellas son, junto con la Oficina de Turismo y las páginas de internet, el mejor medio. Están cumplidamente informadas y gozan de una privilegiada memoria, recordando cuales son los actos del día.

Una entidad que se precie contará con Adelaida y Milagros entre su auditorio fiel, ya sea la Academia de Bellas Artes, la Fundación Alberti, la Concejalía de Cultura, la presentación de un libro a instancia de cualquier entidad, una exposición de pinturas de Ángel Lara o la muestra sobre Diplomas de Patrimonio Histórico. /En la imagen de la izquierda, Adelaida Pérez Navarro.

Allí estarán Milagros y Adelaida. Y es un placer poder seguirlas viendo en este tipo de manifestaciones, porque arropan con su entusiasmo la cultura local, por encima del desinterés y la incurría de muchos paisanos, algo característico de El Puerto.

13

«En el siglo XIX, los lugares que tradicionalmente acogieron el tranquilo deambular de los portuenses –aparte de algunas áreas de ocio, como las caminatas que solían hacerse por el Camino Viejo de Rota al molino Platero, o en 'la Otra Banda' al pinar del Coto de la Isleta– fueron, a partir del siglo XVIII, el paseo del Vergel del Conde, ampliado en 1895 con la creación del Parque Calderón, y el paseo de la Victoria, y desde 1889 la plaza Isaac Peral. Hasta principios de nuestro siglo, fueron tiempos en que río y ciudad, fundidos, conformaban un mismo paisaje, materializándose el hecho de ‘vivir cara al río’: A un lado la ciudad, al otro el Guadalete, y en medio el vergel del Conde y su prolongación del parque Calderón.


El Cantil del Muelle y el Parque Calderón en 1870, sin urbanizar, ‘un sitio intransitable e inmundo’.

EL PARQUE CALDERÓN.
La muralla de encauzamiento del río entre la plaza de la Herrería y el puente San Alejandro, comenzaba a levantar en 1873, no se culminaría hasta 1884. Pero a los diez años, en septiembre de 1894, ante el mal estado que presentaba la nueva muralla y la más antigua –de 1735- frontera al paseo del Vergel, el maestro de obras del municipio, Miguel Palacios, requirió al Ayuntamiento la necesidad de su inmediata reparación. El proyecto formado por Palacios incluyó la rehabilitación del terreno ganado al río en la década de los 70, «un sitio intransitable e inmundo», al decir de entonces. Buena ocasión se presentaba para que el aspecto de la ribera entre el Vergel y el puente ofreciera una imagen más digna para un lugar tan señalado y principal de la población.

El Cantil del Muelle y el Parque Calderón, delimitado por unas rejas, a principios del siglo XX. La actividad portuaria, separada de la zona de ocio.

La Corporación surgida tras las elecciones municipales de junio de 1895, presidida por el conservador Severiano Ruiz Calderón, sería la encargada de ejecutar las obras de la ampliación del paseo, iniciadas en julio y concluidas, en su mayor parte, en febrero de 1896, mientras la reforma del muelle se prolongó algunos años más.

ACTOS FESTIVOS.
Desde la fundación del Parque Ruiz Calderón, al igual que desde 1846 venía ocurriendo en el Vergel, el ayuntamiento organizó, entre el 24 de junio, festividad de San Juan, y el 14 de agosto, víspera de la Feria de la Victoria, numerosos actos festivos y lúdicos en ambos paseos con el principal fin de atraer la llegada de turistas. Por citar algunos de los mas señalados de una extensa lista, mencionaremos las veladas marítimas, los teatros y cines de verano, los conciertos de la Banda Municipal, las barracas de la feria, las tómbolas y rifas, las casetas de baile, las regatas y cucañas marítimas frente al Parque, los fuegos artificiales... Y con ello, los establecimientos de bebidas, que en su tiempo fueron toda una institución, como la Caseta de Martínez, la de Pedro Morro o la de Luis Bononato, los kioscos de Pasage, de “el Chico”, de Murga, el Puesto de Fernando, El Parque, El Recreo, y otros tantos que el paso del tiempo dejó en el olvido» (Texto: Enrique Pérez Fernández).


El fotógrafo Cuellar --que no se llamaba Cuellar- delante del Bar Santa María.

REMODELACIÓN.
En 1996 se conmemoraba el centenario de la inauguración del Parque de Ruiz Calderón, que se abría como espacio de esparcimiento de aquellos portuenses en febrero de 1896 ejecutado bajo el mandato de la corporación presidida por el conservador Severiano Ruiz Calderón. La Tertulia ‘Un alto en el Camino’ reunía en torno a su mesa a uno de los coautores técnicos que ejecutó la remodelación de dicho Parque descendiente, precisamente, de aquel alcalde, el arquitecto Ramón Pico Valimaña.

‘NO HAY DIRECTRICES POLÍTICAS EN LA REMODELACIÓN DEL PARQUE’.
El proyecto no dejaba indiferentes a ningún porteño y al mismo asistieron, además de los habituales contertulios, los también arquitectos Alfonso Rodríguez Serrano, Jorge Gutiérrez Colosía y Rafael de los Santos.

Tertulia de 'Un Alto en el Camino', en 1996. /Foto: Andrés Mora.

Pico Valimaña exponía aquel 1996 un resumen del proyecto, desglosando las actuaciones que se pensaban acometer en el Parque, Pozos Dulces y calles de la Ribera. Reiteraba que el Ayuntamiento le solicitó un diseño sencillo y práctico, retirando el epíteto faraónico. «--Se me ofreció la idea para desarrollarla sin cortapisas, sin directrices políticas alguna, un nuevo parque moderno, imaginativo, abierto a la Ciudad y al río», recogía en su crónica de Diario de Cádiz el periodista Francisco A. Gallardo, que incluso recibió el guiño de «que rozara lo utópico». Un proyecto englobado en la remodelación de la Ciudad y en toda la bajamar del Guadalete.

El Parque, ya con la remodelación, con el palmeral intacto. /Foto: Jorge Roa.

PROPUESTAS.
Los contertulios hicieron sus propuestas: se rechazó por falta de espacio, la ubicación de un anfiteatro, un recinto al aire libre para espectáculos. Sin embargo se insistió en la colocación de un templete de música, que inicialmente no se encontraba previsto, como otras mejoras en las que trabajaron los arquitectos redactores, como la habilitación de un espacio para contenedores o varios servicios públicos; la instalación de una carpa desmontable era rebatida por los hosteleros presentes y ninguna objeción al aparcamiento subterráneo de la plaza del Pescador.

Pico defendía la carretera que se ubicaría en el cantil del río porque confiaba en que, debido a los cambios viarios de la localidad y de los distintos aparcamientos, no crearían un tráfico denso, recordando que la acera inmediata al río sería ampliada a 12 metros, como el Paseo José Luis Tejada, durante la revisión del proyecto.

«El paisaje del Parque Calderón está cambiado; las palmeras se han transformado en un Parthenón de desmochadas columnas, cuyos capiteles han sido pasto de un invasor incontrolado que amenaza con convertirlo en un parque amputado» (Alberto Boutellier Caparrós). /Foto: Pepe Hidra.

LA REALIDAD.
La realidad ha sido otra, no es necesario comentarla, basta por pasear por este más que centenario lugar de encuentro de los porteños. Unido a ese presente que es hoy el Parque, el desastre en el palmeral por culpa del ya tristemente famoso picudo rojo, o la desaparición del Carrusel de los Caballitos --ojo podrían volver si encuentran algún tipo de ayuda para su restauración-- las cunitas y los tradicionales puestos, han conformado un espacio público que no es una de las mejores imágenes de la Ciudad, en pleno conjunto histórico.

4

La Fábrica de Harinas ‘Virgen de los Milagros’ de la calle Postigo número 8, fue fundada en 1936, el año de la Guerra Civil, por Esteban Fernández Rosado. Se renovó completamente en 1949 tras sufrir un incendio.  En la actualidad la empresa es regentada por sus hijos, los Fernández Lópiz, especialmente Pedro quien, además es director del Instituto de Bachillerato Juan Lara. ¿Quien no recuerda, en el conticinio, en el silencio de la noche, el sonido de sus motores, cuando trabajaba las 24 horas seguidas.

La fábrica es un verdadero tesoro de maquinaría industrial situada en el centro de El Puerto de Santa María. La mayoría de los elementos que se utilizan para moler las harinas son de mediados del siglo XX, cuando a raíz de un incendio, se instala una moderna, entonces, maquinaría de tecnología neumática. El enjambre de tubos y conexiones son todo un espectáculo digno de ver. Sin embargo, al tratarse de un recinto aún en producción, no se puede visitar y la harina se vende en la fábrica tan sólo al por mayor, en horario de mañana de lunes a viernes.

Una de las salas de molienda de la Fábrica de Harina en 1949.

El mismo sitio durante este año 2011.

Producen distintos tipos de harinas como una especial para churros, bautizada con el nombre de ‘El Churrito’, otra especial para pan, muy utilizada para elaborar pan de telera y algo desconocido por el gran público y es que el pan artesano que se fabrica en numerosos municipios de la Sierra de Cádiz son surtidos por esta fábrica.

Cuatro estadios del seleccionado trigo duro durante la molienda.

Su producto más famoso, la harina especial para freír pescado ‘El Vaporcit’o, se vende en pequeños envases para uso doméstico. La harina de ‘El Vaporcito’ se puede encontrar en El Puerto de Santa María en Ultramarinos ‘La Giralda’ (ver nótula núm. 043 en GdP) y también se puede comprar en internet en la tienda La Alacena, que la envía a cualquier punto de España. (Texto: Pepe Monforte).

Logotipo de 'El Vaporcito', la primera harina de trigo de freir del mercado, hecha en El Puerto de Santa María.

RECOMENDADA.
La revista OCU Compra Maestra recomendaba como ‘Compra Maestra’, «para una fritura de buena calidad, use una harina especial. La merecedora del Mejor del Análisis es ‘El Vaporcito’», le siguen ‘¡Miau! Harina especial’ y la Harina de Trigo de El Corte Inglés, en el ranking de nueve marcas analizadas.

Tren de envasado de Harinas 'El Vaporcito'.

No hay que ser un experto para conseguir un auténtico ‘pescaíto frito’, para elaborar el conocido ‘frito gaditano’. En la fábrica de Esteban Fernández Rosado llevan casi un siglo haciéndolo. El secreto está en la harina del mejor trigo autóctono de la provincia de Cádiz, que capea la dura competencia frente a los gigantes de la producción harinera en nuestro país.

Otra maquinaria de molturación de la harina.

La harina de ‘El Vaporcito, pioneros en la harina de freír, sigue un proceso de elaboración heredero de la tradición de antiguas moliendas, lo que le da el característico sabor y propiedades. Un producto totalmente natural que se elabora y envasa a diario: cien por cien trigo duro de altísima calidad, seleccionado, sin aditivos químicos y sin conservantes.

Pedro Fernández Lópiz, gerente de la empresa, a la izquierda, junto al encargado de la Fábrica.

Contínua OCU Compra Maestra: «Una buena fritura debe perder poco peso durante la elaboración, indicativo de que la harina ha formado costra y que el producto final estará mas jugoso. Para ello, la harina debe cubrir todo el producto, adherirse bien y de forma uniforme. Teniendo en cuenta esto, hemos valorado las frituras que hemos realizado. En la degustación, las fruirás realizadas con las harinas especiales, en general, gustaron más, destacando por su adherencia, su aspecto y por lo crujientes las realizadas por las harinas de ‘El Vaporcito’».

5

Hoy tengo que hacer una confesión: y es la sensación del tiempo perdido. Con lo escasa que es la vida, y lo efímero de su goce, he despilfarrado este don entre sueños no cumplidos, quimeras harto ambiciosas, rutinas alienantes y vacíos incomprensibles. He comido más chícharos que helados, y usado más el impermeable que caminar descalzo por el rocío que aún retiene la hierba.

Tres generaciones de memoria viva del Bar Vicente.

Hoy sentado en el velador del mejor rincón del Bar Vicente, el reservado para el patriarca de los Sordos; en el corazón del mentidero portuense, con la mirada perdida a través de los cristales, repaso algunas de mis incontables carencias. Tras cuarenta años de ‘paracaidista’ --expresión acuñada por Luis Suárez Ávila para calificar a los que no siendo porteños, abrazamos su bandera y decidimos adquirir el derecho y el honor de serlo-- lamentablemente, he llegado a conocer más su aspecto externo, que sus habitantes.

El año 2000 el Bar Vicente recibió el primer diploma del Centro Municipal de Patrimonio Histórico --obra exclusiva que año a año realiza Faelo Poullet--. En la imagen propietarios, familia, empleados y amigos delante del preciado galardón.

Nunca me he preguntado el por qué el Bar Vicente se matiene  impávido con el devenir de los tiempos; y no me refiero a su aspecto centenario y su merecida distinción como Diploma de Patrimonio Histórico, sino a las personas, al equipo humano, y a la dinastía de los Vicentes que son trasunto de las matrioskas, esas muñecas rusas, afines a la teoría cosmológica de que cada universo está anidado en otro mayor. La primera, Vicente Sordo el patriarca; dispuesto a cumplir el próximo decenio y llegar a la centuria. De su interior, más pequeño, otro Vicente Sordo: este, navega en esa indefinida edad en que se vuela inclinado, aferrando una mano a la juventud que se escapa, con la otra, rozando sin temor el tercio vital de la sabiduría, y en su vientre, el último de los clones, casi certificando el prosaico cambiable bancario de 30,60 y 90, con algún pequeño desajauste.

Sobre el letrero de 'Se reserva el derecho de admisión', la aljofifera (donde se guardaba la aljofifa, pedado de paño basto para limpiar las mesas) que permanece en el interior del local desde los comienzos de éste. A la derecha de la imagen, el Diploma de Patrimonio Histórico.

Aquí quería llegar cuando al comienzo de este artículo citaba mi tiempo perdido. No he podido beber de la experiencia del abuelo, y me queda lejos confraternizar con el nieto; pero he comenzado a disfrutar y seguir aprendiendo al descubrir, que en el interior del padre, el que gobierna el timón, hay una caja de sorpresas; como en casi todas las personas, pero este, es capaz de transformar al desconocido en cliente, al cliente en amigo y al amigo en hermano.

Una vista del Bar Vicente desde las cristaleras de la calle Sierpes.

Cuando alguien te estrecha la mano, unos te transmiten abulia, te la dan como si fuese un lenguado; otros por su posición, establecen distancia empujándola hacia ti; otros descargan, en una demostración de falso poder, toda la fuerza hasta convertir tu mano en un revoltillo crujiente de metacarpos, carpos y falanges… Otros al fin, como Vicente, transmiten calor, afecto, energía positiva, sentimientos sin aspavientos, con naturalidad, huero de hipocresía comercial, y a veces, te regala un fraternal ósculo. Este es mi amigo Vicente, el depositario del arcano de los Sordos. Y este es el bar Vicente al que siempre que puedo visito, y al que ya conozco por dentro. (Texto: Alberto Boutellier Caparrós). (Fotos: Colección Bar Vicente).

Más información del Bar Vicente en GdP.
014. BAR VICENTE. O Las Mellizas (el Rubio), o Los Pepes.
655. MANUEL GARCÍA GÓMEZ. El Tabique.
977. DOS SONETOS AL BAR VICENTE.

4

Hace un mes, la editorial El Olivo publicó ‘Marisma con buitres’, la primera novela del porteño Álvaro Rendón Gómez, geómetra, catedrático de dibujo, experto en análisis de recintos sagrados, y autor junto con Juan Eslava Galán del libro ‘La Lápida Templaria Descifrada’ y otros tantos títulos más: ‘Geometría Especulativa’,  ‘Geometría Paso a Paso’, vols. I y II entre otros de la misma materia. (ver nótula núm. 680 en GdP).

‘Marisma con buitres’ trata sobre los peligros de un crecimiento desmedido y el afán de los políticos a vender-ceder solares que son de los ciudadanos para que cualquier inmobiliaria desalmada los llene de cajas de hormigón y cambie las condiciones del hábitat local, privándola de recursos naturales. La curiosa coincidencia del nombre del municipio imaginario: Pueblo de la Sal Marina, con el de El Puerto de Santa María es solo eso, ¿una coincidencia?

SINOPSIS.
Las pretensiones de una multinacional inmobiliaria, en connivencia con algunos cargos públicos del Pueblo de la Sal Marina, en el litoral, atentan contra las ideas revolucionarias de un hombre pacífico y su familia.  En la marisma de Don Nuño están ocurriendo cosas inexplicables. ¿Fenómenos atmosféricos? ¿Magia? ¿Qué tiene que ver con todo ello Margarita, la vagabunda hallada muerta en las puertas de un Ambulatorio? ¿Qué papel juega la hija menor de los García Hidalgo, de apenas doce años? ¿Cuál será la solución a los continuos conflictos entre ecologismo y desarrollo, conservadurismo y progresismo a ultranza…? /En la imagen, Álvaro Rendón Gómez.

PRESENTACIÓN EN EL PUERTO.
Su presentación está prevista en El Puerto el 9 de marzo de 2012. La novela tiene 456 páginas y puede adquirirse en cualquier librería al precio de 18 euros, o bien en la tienda electrónica de Editorial El Olivo. Escrito en un lenguaje sencillo y compresible, en palabras de Juan Eslava Galán, con quien Rendón tiene escrito otro volúmen: «Es una novela estupenda que se lee de un tirón y que da que pensar».

ENSAYO: LA CRIPTA DE SHEMAFORASH.
Además, Álvaro Rendón ha publicado recientemente, también con editorial El Olivo, un ensayo que se reserva a los iniciados en la geometría y el esoterismo: ‘La Cripta de Shemaforash’. Toma como excusa la Cripta del barón de Velasco, soterrada en los cimientos de la Iglesia de San Juan Bautista, en la ciudad de Arjona (Jaén) y desentraña el misterio que ha cautivado a cuantos la visitan a diario. Hasta la fecha han sido muy pocos los que se han acercado a sus páginas –estaba previsto que ocurriera así porque no es un libro de divulgación, turístico o folklórico; sino de lectura lenta y compleja--. Uno de estos lectores ha sido el director de Museo Íbero de Porcuna, Luis Emilio Vallejo que ha colgado en la revista que edita el propio Museo un artículo que consideramos de interés conozcan los ciudadanos de El Puerto.

1

El club de El Puerto nació en 1928  en 'La Sacristía', un bar en la esquina de la calle Vicario con la actual plaza de Juan Gavala. Era un grupo de jóvenes, que hasta entonces formaban el equipo llamado 'Chiculero', que con la voluntad de los pioneros del fútbol quiso dar el salto a un club consolidado, organizándose y plantando cara a otros rivales de la localidad.

El año en que nace el profesionalismo del fútbol español, con la creación de la Liga, el 10 de febrero de 1928, nace el Racing Club Portuense, que no ingresaría oficialmente en la Federación Española de Fútbol hasta 1933. Los 75 años de historia no pudieron refrendarse con el ansiado ascenso a Tercera tras el rocambolesco descenso de 2002. omando el nombre del Racing de París, el más afamado equipo francés durante décadas, el Portuense iniciaba hace algo más de tres cuartos de siglo su andadura.

(Texto y concepto del gráfico: Francis A. Gallardo. Gráfico: Miguel Guillén).

1

Nada mas levantarse el telón del centenario de Muñoz-Seca cuyos actos se anunciaban en El Puerto de Santa María en torno al 20 de febrero de 1979 --hace cerca de 33 años-- dos fechas aparecían en escena como si fuera a ser protagonistas de una de las famosas ‘astracanadas’ del comediógrafo, en las que el despropósito de las situaciones era uno de los componentes principales. /En la imagen, Pedro Muñoz-Seca en el portuense 'Recreo de los Trapos'.

Un doble motivo, político y sentimental, dieron su origen a una cierta confusión en torno a la fecha del nacimiento de Pedro Muñoz-Seca. Porque consultando una amplia bibliografía, desde Consuelo Burel, en el Diccionario de la Literatura Española, de la Revista de Occidente, a Manuel Ríos Ruiz, en su Diccionario de Escritores Gaditanos, citando a Federico Carlos Saínz de Robles; del Espasa al Diccionario de Autores de Bompiani, en la edición española de González Porto; o desde Díez-Echarri y Roca Franquesa a González Ruiz, en su Literatura Española, publicada en 1943, por edictos ‘Pegaso’, dentro de su colección ‘La Cultura del siglo XX’ e incluso José Montero Alonso, en su libro ‘Pedro Muñoz-Seca. Vida, ingenio y asesinato de un comediógrafo español’, editado en 1939, todos coinciden en que Muñoz-Seca nació en 1881.

EL VATICINIO DE LA ‘CIVILA’.
Y es que el propio Muñoz Seca dijo en una ocasión a un amigo: «He nacido en 1881, capicúa. Moriré en 1991, otro capicúa que se las trae. Viviré por tanto ciento diez años, nada menos ¿Que esto es una broma mía? No. Me lo vaticinó mi ama, casada con un cabo de la Guardia Civil. Hay que creer siempre lo que dicen las ‘civilas’».

En 1950 se celebró en El Puerto de Santa María un homenaje al que asistieron algunos de los hijos de Muñoz-Seca y sus familiares portuenses y en el que estuvo presente el entonces ministro de Justicia, Raimundo Fernández-Cuesta.

MONUMENTO BIBLIOTECA.
Quedaba inaugurado el monumento-biblioteca que se encuentra en la Plaza de Isaac Peral y, con motivo de este homenaje, en los talleres de la viuda de Luis Pérez, se editó un libro conmemorativo. En él aparecen dos fechas para el nacimiento de Pedro Muñoz-Seca. En la semblanza biográfica que abre la edición leemos el siguiente párrafo: «Nació Pedro Muñoz-Seca el 20 de febrero de 1881 y bajo el agua bautismal de la Parroquia de Nuestra Señora de los Milagros, Iglesia Mayor Prioral, catedralicia en su construcción, entra a la vida con el marchamo de su origen portuense».

El monumento sirvió para un homenaje de periodistas y escritores  a finales de la década de los cincuenta del siglo pasado. /Foto: Rasero.

Pero en la contracubierta aparece la firma de Muñoz-Seca y la fecha de su nacimiento: 20 de febrero de 1879, así como la de su muerte: 29 de noviembre de 1936.

PARTIDA DE NACIMIENTO.
Además de no aparecer ningún dato referente a 1881, en el archivo de la Parroquia de Nuestra Señora de los Milagros se encuentra la partida de bautismo de Pedro Muñoz-Seca. Por otro lado, la partida de nacimiento coincide casi textualmente con la de bautismo.:

Acta de nacimiento de Pedro Muñoz-Seca.

«En la ciudad del Puerto de Santa María, a las diez y media de la mañana del día veinte y uno de febrero de mil novecientos setenta y nueve, ante D. Ángel Medinilla, Juez Municipal, y don Rafael Cañas, secretario, compareció D. José Muñoz, natural de Cádiz, término municipal de Idem, provincia de ídem, mayor de edad, casado, procurador, domiciliado en esta ciudad, Zarza treinta y cinco, presentando con objeto de que se inscriba en el Registro Civil, un niño y al efecto, como padre del mismo declaró: Que dicho niño nació en la citada casa en el día de ayer a las diez de la noche. Que es hijo legítimo del declarante y de doña María Seca, mayor de edad, natural del Pto. Sta. María, término municipal de ídem, provincia de Cádiz, su ocupación la de su sexo y domiciliada en el de su marido. Que es nieto de D. Francisco, difunto, natural de Megico, y doña Antonia Cesari, viuda, natural del Pt. Sta. María, término municipal de Idem., provincia de Cádiz y por línea materna de don Pedro, natrual del Pto. Sta. María, mayor d edad, de estado casado, de ejercicio propietario, domiciliado en esta ciudad y doña Milagros Miranda, natural del Pto. Sta. María termino municipal de Idem., provincia de Cádiz, difunta. Y que al expresado niño se le pone el nombre de Pedro».

Aporta ésta el dato del número de la calle Zarza donde nació, el 35, y aparece refrendada la concesión por el Rey de la unión de los apellidos ‘Muñoz-Seca’ otorgada al célebre comediógrafo y sus descendientes en 1926. /A la izquierda, portada del libro conmemorativo editado con motivo de la inauguración del monumento a Muñoz-Seca, en 1950, del que se editaron 1000 ejemplares.

TERMINA CON UNO…
Se imponía, por tanto, buscar alguna justificación a este cambio en la fecha de nacimiento de Pedro Muñoz-Seca. Rosario, una de sus hijas que vivía en Madrid, nos declaraba coincidiendo con una de las sobrinas del comediógrafo, Pilar Muñoz Bela, que lo de quitarse años respondía «a su coquetería y porque quería que el año de su nacimiento fuera capicúa». Con todo, y al preguntarle desde cuando se produce, Rosario consultó con su hermano… «Cuando llegó la República él --como una premonición-- manifestaba que desde entonces diría que nació en 1881, porque empezaba con uno y terminaba con uno…»

En esta época, junto al humor, incluye en su teatro la pasión política, combatiendo las ideas republicanas y obras como ‘La hora del reparto’, ‘La Oca’, y ‘Anacleto se divorcia’ van a significar la firma de su ‘sentencia de muerte’.


Placa del homenaje que recibió el escritor en 1920, en la casa donde vivió en la calle Nevería.

YA EN 1920.
Sin embargo, al parecer, Muñoz-Seca se quitaba años de edad bastante antes. La fecha de 1879 aparece también en la lápida que se encuentra en la fachada de la casa que los Muñoz-Seca tenían en la calle Nevería: «Los pueblos que honran a sus hijos ilustres, se honran a sí propios -El Puerto de Santa María a Pedro Muñoz-Seca-- nació este insigne comediógrafo y poeta en esta ciudad el día 20 de febrero de 1879. 8 de septiembre de 1920».

Mientras, en el Teatro Principal se representaban entonces dos obras suyas: ‘Las traineras’ y ‘Pepe Conde’, aquel día de la Patrona, después de la función principal, toda la comitiva oficial se dirigió a la entonces calle Castelar (nevería como la conocen todos los portuenses y que fue rotulada con el de Pedro-Muñoz Seca). La lápida, que había sido costeada por suscripción popular, fue descubierta por el alcalde, señor Ruíz-Calderón, y por el propio escritor. Muñoz-Seca pronunció un discurso en el que, según la Revista Portuenses, dijo que entendía modestamente su labor compensada por el éxito, no hija del talento, sino debida a la fe que en ella imprime y muy principalmente a la protección de la Santísima Virgen de los Milagros, a quien adora. Y añadió: «Este acto para ustedes es un ‘placeré’, para mí es un orgullo, para mis padres que los presencian, es emoción. Yo procuraré ser siempre un digno hijo de este pueblo». /En la imagen, Muñoz-Seca, de blanco, en el escenario durante el descubrimiento de la placa.

«Este acto ha sido --continúa la Revista Portuense-- de una emoción verdaderamente excepcional. La respetable señora madre del ilustre escritor, tras la verja del piso superior de la casa, lo presencia rebosando su alma intensa alegría que asoma a su faz por la que surcan lágrimas de inapreciable valor»... /En la imagen de la izquierda, el busto del comediógrafo expuesto en el patio de la casa de la calle Nevería donde, durante años, ha estado la exposición permanente sobre la vida y obra de Muño-Seca, hoy en el Edificio San Luis.

«Mamá, ya no voy a poder seguir quitándome los añitos que me quitaba», le dijo Pedro Muñoz-Seca, según el testimonio que del procurador jerezano Pedro Lassaleta --«tan seguro como que se dijo delante mía»-- pudimos conocer a través de Manuel Palacios Muñoz-Seca, canónigo de la S.I. Colegial de Jerez de la Frontera, y de su hermana, sobrinos de Pedro Muñoz-Seca, cuyo centenario se preparaba en El Puerto el 20 de febrero de 1979. (Texto: José Ignacio Buhigas Cabrera).

30

JUAN JOSÉ LÓPEZ AMADOR. Pocas veces tenemos la oportunidad de estudiar elementos tradicionales que aún son de uso en nuestra forma de vida actual, y mucho menos ponerlos en relación con usos similares, pero en épocas muy antiguas, especialmente si se trata de un amuleto que parece tener propiedades mágicas. El objeto arqueológico estudiado se mantiene en su esencia como una tradición marinera, sobre todo en la Bahía de Cádiz, y fundamentalmente en El Puerto de Santa María, aunque he podido ver su uso en la costa de Huelva y el Algarve portugués. En la actualidad está distribuido por toda la geografía nacional, pero casi seguro, que en la mayoría de los casos son adquiridos como adornos exóticos, sin saber que la tradición popular le dota de poderes sobrenaturales. /En la imagen se pude observar la forma más común de llevarlos, trabados en hilos y cadena de oro, y colgados del cuello, expuesto en el taller de platería Selma en nuestra Ciudad.

Durante largo tiempo he estado siguiendo la pista de esta pequeña pieza ósea, y para ser más concreto desde que en la excavación en 1984/85 (Túmulo 1. Necrópolis de Las Cumbres. Castillo de Doña Blanca), donde tuve el privilegio de colaborar, apareció uno de estos fotolitos en el ajuar de un difunto allí enterrado. Me llamó poderosamente la atención pues en mi casa era algo frecuente, mi padre tenía fe ciega para sus cefaleas. Aquello me dejó un poco con la incógnita de por qué este talismán se encontraba entre las cosas personales de quien estuviera allí enterrado.

AMULETO.
Para saber de sus virtudes hamos utilizado la sabiduría popular, sobre todo la de las personas mayores relacionadas con el mar. Durante largo tiempo hemos llevado un otolito con nosotros, se ha preguntado lo que sabían al respecto a personas que lo llevaban colgando al cuello, joyeros, en muelles, mercados, y enseñado a mayores en un recorrido por las de ciudades y pueblos como Algeciras, Tarifa, Barbate, Conil, Cádiz, El Puerto, Sanlúcar, Huelva Isla Cristina, Ayamonte y en Portugal, Vila Real de San Antonio, Tavira, Faro, Segres y muchos más.

Antiguamente, y de ello tenemos constancia, los otolitos de corvina eran transportados en bolsitas de tela o, incluso, sueltos en los bolsillos. Actualmente se comercializan en forma de anillos, pendientes y colgantes según su tamaño.

 

De los amuletos hay que decir que han sido empleado en todas las culturas y épocas de la historia, por sus supuestos poderes sobrenaturales. Las costumbres y tradiciones populares dan singular relevancia a la magia, y en especial, a los amuletos. Estos sueles ser objetos generalmente portátiles y unipersonales a los que supersticiosamente se le atribuyen alguna virtud sobrenatural: preservar de algunos males, evitar y sanar enfermedades, o traer suerte. Entre estos amuletos, hemos incluido los fotolitos. El portador considera el amuleto como un talismán que posee propiedades para ahuyentar el mal y los maleficios. Esta creencia forma parte de esta idea consustancial en el hombre de atribuir poderes sobrenaturales a elementos de la naturaleza, astros, animales, plantas, rocas, … Es algo que permanece vivo aún hoy en nuestra cultura, pero que va desapareciendo. /En la imagen la ubicación de los otolitos en la cabeza del pez tal vez hubiese influenciado para su uso como amuleto donde se muestra de la ubicación exacta del saco que contiene los otolitos en la cabeza de una gran corvina.

La corvina es uno de los pescados blancos que mas favorecen  a la salud al consumirlos, rico en fósforo y calcio y no tiene absolutamente nada de colesterol.

LA CORVINA.
Producto de la larga vinculación que desde la Prehistoria tenemos con el mar, es el singular uso que los habitantes de estas costas hemos dado a una pequeña parte de un pez: la corvina. Aparece desde momentos que remonta su antigüedad a más de 3000 años, convirtiéndose, posiblemente, en una de nuestras más antiguas manifestaciones mágico-religiosas originadas en el mundo marino.

Plato de corvina y pimientos.

La corvina aún se captura en nuestras aguas y forma parte de nuestra gastronomía. No es un pescado muy abundante y se encuentra en regresión por todo el litoral. Hace años se solían capturar en algunas alambrabas donde se pescaba el atún, pero siempre en menor proporción. Su captura se destina a la venta directa y no a la conserva. Se prepara en forma de filete o rodajas aprovechando para su corte la separación de las vértebras: la cabeza , que contiene el fotolito, una vez seccionada se vende aparte y a buen precio, según los pescaderos. La mayoría de las corvinas que hoy se venden provienen del ‘Moro’, zona geográfica que comprende la banda atlántica de Marruecos y el norte de las islas Canarias (Ferrer: 1993), siendo los de mayor tamaño de 12 a 20 kilogramos, mientras que los del Golfo de Cádiz tienen menor porte.

 

Un otolito engarzado en plata, otra forma de usarlo como colgante.

Al pez se le atribuyen poderes sobrenaturales, se le considera como un ser psíquico, dotado de poder ascensiones de lo inconsciente, tiene sentido fálico, es símbolo de fecundidad, etc. (Cirlot: 1969). Otras culturas le atribuyen un simbolismo espiritual, como ocurría entre los chinos, babilonios, asirios y fenicios.

EL OTOLITO.
Los otolitos o estatolitos son pequeños huesecillos que tiene la corvina en su cabeza. Tiene forma de saco y es parte del órgano de equilibrio en los peces y su ficha de crecimiento, situándose, en los vertebrados junto a los órganos acústicos. Desde antiguo, este hueso de aspecto alabastrado atrajo la atención de los marineros, que solían guardarlo como algo muy preciado. De hecho, como he dicho, mi padre, José López Navarrete (ver nótula núm. 422 en GdP), siempre lo llevaba en el bolsillo. Es curioso que hoy podemos observar estas piezas en el escaparate de cualquier joyería, formando parte de la orfebrería, ya que se ha conservado su uso como amuleto y es una tradición muy popular en la Bahía de Cádiz.

A nuestro amuleto se le atribuyen cualidades y propiedades curativas sobre cefaleas y dolores de cabeza, y buena fortuna, según la gran mayoría de consultas que se han efectuado fundamentalmente en el área geográfica del Golfo de Cádiz. Es verdad que existen muchas versiones de sus poderes mágicos, pero en general, la base de todas giran entorno a las mencionadas anteriormente.

Túmulo 1 y ajuar funerario de la Necrópolis 'Las Cumbres'. Castillo de Doña Blanca. El Puerto de Santa María.

EXCAVACIONES.
Dedicamos nuestra reflexión a este huesecillo que formando parte de la estructura ósea de la cabeza aparece siempre individualizado, así es como ha aparecido en varias excavaciones arqueológicas. Debemos señalar que la mayoría de las excavaciones corresponden al período Orientalizante. [Aparecen en El Puerto en las excavaciones de  Pocito Chico: año 1.000 a.C.; Castillo de Doña Blanca: s. VIII A.C. En Huelva, La Joya: s. VII a.C. En Gibraltar s. VIII a III a.C. En Sanlúcar, La Algaida s. V a II a.C.]

Aún son pocos los datos que tenemos de estos otolitos, singulares objetos arqueológicos, aunque estarán de acuerdo que su rastro es muy coincidente. Nos conduce a una serie de evidencias a tener en cuenta. Su aparición siempre forma parte de las ofrendas en distintos ritos, delimitado claramente en el tiempo. Así pues, al menos podemos definir claramente su uso en épocas Fenicio-Púnica, adaptándose y superviviente desde la fundación de Gadir hasta la llegada de los romanos.

Para finalizar quiero decir, que me gustaría poder ofrecer alguna teoría más al respecto, su procedencia, uso, etc. Pero como es lógico son pocos los datos que poseemos. Gracias a la tecnología y los análisis actuales como el ADN y otros. Tal vez muy pronto sepamos la procedencia geográfica de alguna de las personas que en la antigüedad utilizaban nuestro amuleto, y esto junto a otros datos nos aclaren un poco más sobre este singular patrimonio.

En la actualidad este amuleto tan arraigado en el Golfo gaditano, se ha visto trasladado a otras zonas de Andalucía, y también de España, como adorno personal, pero aquí ha quedado como parte de nuestro ajuar personal y nuestra tradición oral. Sea como fuere, este amuleto se distribuye en una región geográfica concreta como es el Golfo de Cádiz. Con una función creadora, en un sistema de relación hombre-objeto de manera muy compleja, especificándose creencias religiosas en relación con el medio natural, escondiendo viejos ritos bajo creencias tradicionales, que por suerte perduran hasta la actualidad.

2

Cuando echamos la mirada a atrás a aquellos años anteriores a 1928 aún nos cuesta mucho imaginar nuestras calles, nuestras casas, nuestras gentes... Rememorar ese pasado supone dibujar en el lienzo de nuestra historia una imagen borrosa de lo que fuimos, una fotografía en sepia de una ciudad mucho más pequeña, mucho más costumbrista, y quizás, sólo quizás mucho más humana.

La Puntilla en los años 20 del siglo pasado.

Eran años de duro trabajo, de verbenas estivales y de carros tirados por mulas. La bonanza de nuestro clima fomentaba los baños terapéuticos en nuestras playas, y atraían hasta nuestra ciudad a los primeros turistas en aquellos trenes botijo utilizados mayoritariamente por las clases populares en los meses del estío andaluz, las cuales para combatir la sed y los rigores del calor complementaban el equipaje con botijos que permitían mantener fresca el agua en los interminables trayectos de la época.

La calle Larga, en la década de los veinte del siglo pasado.

La ancestral tradición del fuego purificador en el solsticio de verano, firme y arraigada desde tiempos remotos en los pueblos y ciudades de toda la costa mediterránea, primero con la quema de muebles viejos o cartón, y más tarde con una festividad agrícola en la que los labradores aprovechaban el día más largo del año para la recolección de las cosechas, y la noche más corta para la destrucción de todos sus males, nos sirve de nexo de unión con nuestro personaje de hoy.

José María Py y Ramírez de Cartagena, nació en El Puerto de Santa María en el año 1881. Después de haber residido en Valencia durante más de 25 años –enrolado en varias Comisiones Falleras, llegando a plantar dos Fallas en el año 1917-, llegó a Alicante en 1922, donde su padre, Don José María Py y Puyade, ejercía de notario en su despacho de la Plaza de Isabel II. Su casamiento con Doña Mercedes González y Gutiérrez, de origen cubano, fue el motivo por el que sus padres lo desheredaron. Poseía el título de Barón de Rosta por vía materna, título del que jamás hizo ostentación. Tenía por aquél entonces 41 años y seis hijos: Gloria que murió con 17 años, José María, Mercedes, Elvira, Juan y Pilar. /En la imagen, José María Py.

Estableció su domicilio en el Barrio de Carolinas, en la calle Plus Ultra, para trasladarse más tarde a la Avenida de Alfonso el Sabio, trabajando de dependiente y ayudando a su padre en la notaría. Más tarde, haría labores de funcionario en el Ministerio de la Gobernación con destino en la Administración de Correos.

José María fue un portuense inquieto, alegre, alto de estatura, enjuto, con un destacado bigote borgoñés, simpático y acumulador de amigos. Frecuentaba varias tertulias de la capital alicantina, especialmente la que se reunía en “Alicante-Atracción”. Allí dio a conocer por primera vez su idea –acogida con entusiasmo por todos- de que, carente la ciudad de grandes festejos, se podría implantar la fiesta del fuego a la usanza valenciana pero dotándola de características y personalidad propias: celebrándose en el mes de junio, coincidiendo con el solsticio de verano y con la denominación de “Fogueres de San Chuan”. Era intuitivo y voluntarioso, excesivamente trabajador y desinteresado, tanto que llegaron a denominarle “el formidable”. Su artículo “Les Falles de San Chusep en Valencia y les Fogueres de San Chuan en Alacant”, publicado en “La Voz de Alicante” el 28 de marzo de 1928, prende la mecha y entusiasma a los alicantinos, que comienzan a interesarse por el tema.

Las hogueras de San Juan.

Py, acompañado por Don Miguel Llopis Reyner, presidente de “Alicante-Atracción”, visita al alcalde de la ciudad Don Julio Suárez Llanos para explicarle la cuestión y pedir su conformidad. Su objetivo principal no era la atracción de forasteros, sino el que Alicante, todos los alicantinos, llegasen a encontrarse a sí mismos, a salir de lo que alguien había llamado “modorra suicida” y no era más que el residuo  de un siglo romántico en una ciudad adusta y liberal en nupcias con el buen tiempo perenne y el mar.

Comienzan inmediatamente a formarse comisiones en diversos distritos, siendo la de la Plaza de Isabel II la primera que se inscribe en el registro, por lo que es la más veterana y antigua de todas las hogueras alicantinas. El 22 de junio de ese mismo año, el alcalde publica un bando autorizando la fiesta y pidiendo al vecindario, comercio e industria, que se asocie a tan feliz iniciativa. Este bando dio carácter oficial a las Hogueras.

Aquel primer año se plantaron nueve hogueras. La fiesta había comenzado su andadura y poco a poco fue tomando tal auge que en 1930 se hizo necesaria la creación de una comisión gestora que coordinara la labor de las diversas comisiones, a la vez que organizase los actos oficiales a celebrar.

José María Py fue elegido presidente de esta primera comisión gestora, falleciendo dos años más tarde (15 de marzo de 1932) de un infarto en su casa de Alfonso el Sabio, precisamente en vísperas de las Fallas Valencianas. En 1961 se instala una placa en su casa mortuoria, una calle con su nombre y un concurso bibliográfico. Sus restos reposan en el Cementerio de Alicante en el “Jardí del Silenci”.

El pleno del Ayuntamiento de Alicante, en sesión ordinaria celebrada el día 22 de julio de 2011 con el acuerdo unánime de todos los miembros de la corporación municipal, acordó conceder el honor de ‘Hijo predilecto de Alicante’ a título póstumo a este portuense casi desconocido en su propia tierra en un acto celebrado el pasado día 10 de noviembre. (Texto: Manolo Morillo)

Hoy 3 de diciembre  se cumplen 322 años  de la formalización oficial en El Puerto de Santa María del culto a San Francisco Javier, quien, junto con San Sebastián (ver nótula 631 en Gente del Puerto) y la Virgen de los Milagros, completan la nómina de patronos de la Ciudad. Pero la existencia y vinculación de estos santos varones con El Puerto pasan desapercibidos hogaño de la feligresía, creyente o no. En 1679 empezó una epidemia de peste -unidas a otras calamidades padecidas en el siglo XVII- que asolarían la Ciudad, con una mortandad de un quinto de la población. La medicina y demás remedios naturales no funcionaban y se recurrió a lo sobrenatural: plegarias al otro co patrón anterior, a San Sebastián y también a la Virgen de los Milagros, a San Roque, San Ruperto, el arcángel Rafael, la Soledad de la Victoria o la Santa Cruz no dieron resultados. Pero hete aquí que se recurrió al misionero jesuita, San Francisco Javier y el 3 de diciembre de 1681 la epidemia empezó a remitir. Así, el Cabildo eclesiástico aprobó celebrar cada 3 de diciembre la festividad del apóstol de las Indias, en la Iglesia Mayor creándose un culto a su figura. Pero poco duró la alegría en la casa del pobre.

A poco la mejoría que experimentó El Puerto tras la epidemia, se vino abajo y la situación empeoró y con ello el culto al jesuita, por lo que los fieles, cada vez menos convencidos del papel intercesor del santo, hicieron que la celebración de dicha efemérides fuera considerada una fiesta menor y hoy se encuentra prácticamente desaparecida. Si consolidaría, aunque de forma intermitente en El Puerto a los Jesuitas, quienes ya contaban en la Ciudad con una compañía para la propagación de la Fé. Así fundarían un oratorio público y posterior colegio en la calle Luna esquina con Nevería, donde se encuentra la torre hexagonal que todavía, cosa rara, hoy se puede ver en pie. La imagen de este co patrono, obra de Juan de Mesa, se puede ver en la Iglesia de San Francisco. La última procesión en honor al patrón, se celebró, de forma excepcional junto a la Virgen de los Milagros el 8 de septiembre de 1991. (Texto José María Morillo.)

CRÓNICA DE UN DESCUBRIMIENTO.
El profesor e investigador Francisco González Luque ha estudiado la talla ubicada delante del presbiterio de la iglesia de San Francisco en la calle del mismo nombre: «En 1924, en el transcurso de una restauración de la talla de San Francisco Javier que llevó a cabo José Bottaro, apareció un documento (¿autógrafo de Juan de Mesa?) en su interior que atestiguaba la autoría y cronología de la imagen. Dicho manuscrito, que celosamente custodian los PP. Jesuitas de El Puerto, está muy bien conservado y la claridad de su letra lo hacen perfectamente legible. Entre otros datos aporta el precio (1000 reales la hechura de la talla y 500 reales su dorado), su paternidad (Juan de Mesa, “discipulo de Juan Martinez Montañes natural de la ciudad de Cordoba”) y fecha (en 1622, “a los primeros de mayo de dicho año”). También se incluyen los nombres de los clientes (los caballeros Veinticuatro de Sevilla), el Papa, el Rey, el Arzobispo y el Rector del Colegio de San Hermenegildo de Sevilla, para donde fue realizada

Será el propio Bottaro quien dé a conocer en 1930 la autoría de Juan de Mesa respecto a los santos jesuitas “que desde los últimos tiempos del Colegio, siendo rector el R.P. Nicolás Campos, se veneran en la iglesia de San Francisco”. El artículo que publicó la Revista Portuense incluía el texto que aquí reproducimos e indicaba que el documento lo entregó a los Padres Jesuitas de El Puerto, “que lo conservan en estima”. Se trató en aquella época de una auténtica revelación, pues la mayoría de las obras de Mesa se atribuían entonces a su maestro Montañés. Se ha calificado el hallazgo de verdadero “bautizo artístico” del imaginero cordobés, eclipsado hasta comienzos del siglo XX por aquél. A partir de este testimonio se disiparon dudas, se aclararon muchas atribuciones gratuitas y, sobre todo, se reconocía por primera vez la ciudad natal de Mesa y el nombre de su maestro. Poco después fueron apareciendo otros documentos igualmente reveladores, como fueron su partida bautismal, el contrato de aprendizaje con Montañés y la autoría de muchas imágenes.

LA IMAGEN.
La imagen conservada en El Puerto es una escultura de talla completa de 172 cm. de altura (sin contar la peana) que representa al santo jesuita navarro todavía joven, de pie, vestido e interpretado con algunos símbolos clásicos en su iconografía. La cabeza es pequeña, cubierta con cabellera corta y mechón central, escasa barba negra, grandes ojos de mirada penetrante bajo cejas finas, nariz recta y boca entreabierta por la que asoman los dientes. Pienso que la actual fisonomía, aunque de facciones que acusan el realismo de Juan de Mesa, no responde a la original del imaginero, pues en la desafortunada restauración que efectuó Botaro, desfiguró algunos rasgos y policromía del rostro, aunque éste mantuviera que apenas alteró el estado primitivo de la talla. Basta comparar con los rasgos faciales de otras representaciones de santos, incluso con la otra figura pareja, San Ignacio de Loyola, en la misma iglesia portuense de San Francisco, que no fue retocada, para percatarnos de la errónea restauración. La belleza y expresividad del rostro de San Ignacio, con facciones típicamente mesinas, han desaparecido en el de San Francisco Javier, que se nos ofrece ahora mucho menos expresivo, más anodino y con menor interés artístico».

Uso de cookies

Este sitio web utiliza cookies para que usted tenga la mejor experiencia de usuario. Si continúa navegando está dando su consentimiento para la aceptación de las mencionadas cookies y la aceptación de nuestra política de cookies, pinche el enlace para mayor información.

ACEPTAR
Aviso de cookies