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El Adriano III en el dique, tras ser rescatado luego de su hundimiento.

Benito, más que de pueblo,
es un zoquete integral
que no entiende el palabrero
que suelen utilizar
los que gozan del llamado
estado del bienestar,
y se queda boquiabierto,
"boquitonto", al escuchar
esa terminología tan frecuente,
y tan normal
que recoge, entre otras cosas,
el transporte intermodal,
la expresión alucinante
de entorno medioambiental,
y, el modernísimo invento
del Consorcio Provincial
del Transporte, que no sabe
cuántos enchufes creará
con sueldos muy superiores,
como cosa natural,
a ese mediocre salario:
el interprofesional.

También ignora Benito,
y preocupa ese ignorar,
para qué demonios sirve,
cual es el fin primordial
del ente al que se conoce
como Mancomunidad.

De lo que entiende Benito,
por ser un pobre patán,
es de vergüenza torera,
de gratitud y lealtad,
de nobleza, de sentimientos
y de generosidad.

Que de todo ello carecen
los que van a jubilar,
puesto lo exige el progreso,
por decreto y sin piedad,
al Tercero de esa saga
entrañable y singular,
cuyo nombre es Adriano,
y además de familiar,
es desde tiempos pasados
emblema de la Ciudad.

Es una muerte anunciada,
puesto que un catamarán,
dos mejor dicho, han venido
al Vapor a reemplazar
en sus idas y venidas
del Puerto a la capital.

Pero lo que clama al cielo,
lo sangrante de verdad,
es la negación rotunda,
dada por la autoridad
de antemano, a toda ayuda
de nuestra Comunidad.

¡Las subvenciones son todas
del nuevo catamarán!
Y si desea sostenerse,
si quiere continuar viviendo,
pues que se busque sin demoras,
sin tardar, una nueva ocupación
distinta de la actual.

Así premian su conducta
abnegada y ejemplar,
los esfuerzos cotidianos
en su honrado navegar
con Poniente, con Levante,
Sur o vendaval,
siempre señor en sus actos,
siempre amigo servicial,
viviendo con lo justito
sin la ayuda material
de quien echarle una mano
era obligación moral.

Pero ¿a dónde irá el Vapor?
¿Qué ocupación buscará?,
dice Benito enfadado.
¿Habrá llegado a pensar
algún listo se dedique
a coger muergos quizás?
¿O se vaya al algodón
y en septiembre a vendimiar?
¿Se irá a la fresa a Moguer?
¿O se ocupa en transportar a 'guiris'
a la Sierra del Pinar,
y en Grazalema les muestra
el hermoso pinsapar?

¿De qué sirvió te nombraran
Bien de Interés Cultural?
Bien ¿para quién, Adriano?
¿Quién se pudo colocar
a tu costa otra medalla
de la chaqueta en su ojal,
y ahora, desagradecido,
te niega el pan y la sal?
Preguntas a las que nadie
quiere o puede contestar.

Benito no se aventura,
no quiere pronosticar
en qué acabará la cosa;
pero le ruega no deje
firmemente de luchar,
defendiendo los derechos
que ganó sobre la mar,
y, aunque lo vejen y humillen,
no pierda su dignidad.

Por eso cuando se cruce
con algún catamarán
no se achique y siga airoso
su seguro caminar,
y en el momento preciso
le dé tres largas "pitás "
que demuestren los bemoles
y la clase señorial de esa saga
inolvidable de los Fernández Sanjuán .

Paco del Castillo.

Parece que el poeta escribió hoy estas letrillas, pero fue en Diario de Cádiz, en la columna de opinión ‘Bienteveo’, ajustado al formato de prosa, el 25 de enero de 2006. Tiene plena vigencia.

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El sábado pasado, un accidente de caza acabó con la vida del empresario sevillano Pedro Bores. Ocurrió en su finca de caza de El Pedrique, entre las localidades cordobesas de Espiel y Obejo, donde estaba llevando a cabo un descaste. Un traspié inoportuno provocó un disparo fortuito que provocó el fatal desenlace. La mala suerte ponía fin a los 61 años a los días de este conocido apellido de la sociedad andaluza, que ha sido incinerado en Córdoba y honrado con una misa funeral en Sevilla.

Relegado a un discreto segundo plano por propia voluntad, Bores atesoraba una dilatada y brillante trayectoria profesional a sus espaldas. Nacido en el barrio de Heliópolis en el seno de una conocida familia sevillana, compartió pupitre en los Claretianos con la élite de la sociedad andaluza. Junto a sus ocho hermanos, quedó pronto huérfano de padre, un acontecimiento que marcó su vida y su determinación para sacudirse los vestigios aristocráticos de su apellido.

Pedro Bores, con el desaparecido Club de Opinión de Directores de Hotel en el Hotel Bodega Real.

Formado como economista en la Universidad de Málaga, el joven sevillano rechazó encaminar sus prometedores pasos a la docencia. Probó fortuna en Londres, en el corazón del mundo financiero, cuando el salto a la City no era moneda de cambio, y regresó para iniciarse en el mundo de las materias primas en la entonces pujante Río Tinto, para pasar luego a desarrollar su potencial como economista y financiero en la tesorería del gigante Citibank.

Este bagaje profesional permite a Bores terminar trabajando para Marc Rich, uno de los inversores en materias primas más relevantes del mercado. Los más de cinco años que trabajó a su lado fueron el trampolín que permitió a este sevillano amasar el origen de su fortuna. El mismo lo contaba con naturalidad cuando recordaba la cantidad de millones que el inversor belga le ofreció un año a modo de aguinaldo para que siguiera trabajando en su compañía.

Con esa tarjeta de presentación y su natural desparpajo, el economista llamó la atención de parte de la élite que se aglutinaba en torno al Banco de España. A pesar de su juventud, formó parte de las tertulias que Luis Angel Rojo articulaba desde el supervisor bancario, donde asomaban la cabeza figuras emergentes como Mariano Rubio, futuro gobernador, y Carlos Solchaga, todopoderoso ministro de Economía durante los primeros gobiernos socialistas. /De izquierda a derecha, Enrique Moresco, alcalde de El Puerto, José Luis Tejada, director general de Puerto Sherry, Rafael Barra, director de Autoridad Portuaria y Pedro Bores.

Precisamente, su condición de sevillano le permitió estar también muy ligado con algunos dirigentes socialistas que han hecho carrera en la política. Por su hermano, el prestigioso abogado Jesús Bores, íntimo de Felipe González, cultivó trato personal con el expresidente del Gobierno y con algunas personas de peso en la Junta de Andalucía, como Amparo Rubiales o Manuel Chaves, aunque estas relaciones supusieran con el tiempo más problemas que ventajas.

EL SUEÑO DE PUERTO SHERRY.
Convertido ya en un inversor por cuenta propia tras haber pasado por compañías como Transmediterránea o Española de Zinc, Perico Bores, como le llamaban sus amigos, recaló en el sector inmobiliario, donde terminó cruzándose en su camino el jerezano Joaquín Rivero. Junto al fundador de Bami (Metrovacesa) se embarcó en su última aventura, el rescate del gaditano Puerto Sherry, el complejo náutico de El Puerto de Santa María, una empresa que deja a medio hacer.

De carácter figurón y exuberante, bonachón y caprichoso a partes iguales, coleccionista de arte y amante de las fincas de campo, durante una temporada fue habitual del rincón gaditano de Sotogrande. Amable y cariñoso con sus más íntimos, fue también objeto de críticas y envidias, en ocasiones por su desmedida franqueza y en otras por el mal carácter que desarrollaba con aquellas personas con las que no empatizaba. No pretendía dejar indiferente.

Fotomontaje de Cinco Días de Pedro Bores con el  puerto deportivo.

Durante el pasado FITUR 2011, en el Stand de la provincia de Cádiz, presentando los productos turísticos de El Puerto.

A su muerte, Bores deja cuatro hijos. En la actualidad esta casado en segundas nupcias con María del Valle de la Riva, hija del conocido jurista cordobés Antonio de la Riva, abogado del Estado de la misma promoción que el gaditano José María Amusátegui, el que fuera presidente del Banco Central Hispano. A partir de ahora sólo quedará el recuerdo de este emprendedor sevillano, considerado por algunos como un adelantado a su tiempo. (Texto: Carlos Hernanz). 

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Estas imágenes, testimonio de un pasado reciente, lugares y objetos inexistentes, desaparecidos ya en la primera década de este siglo XXI, son un recordatorio de hacia donde va El Puerto. Y lo de lo poco que va quedando.

Casa situada junto a la extinta Pensión de la Fruta, en la calle Ganado, donde viviían los padres del 'Arropiero', en cuyos bajos había una accesoria en que vendían, por Navidades, figuritas de nacimientos hechas en barro y alambre de un estilo muy primitivo. /Foto: AGR

Una de las salas del desparecido Museo Ramón Bayo, en la calle San Francisco esquina a Santa Lucía. La familia intentó, sin éxito que el Ayuntamiento se hiciera cargo de la colección. Hoy, una parte de la exposición se encuentra en un museo gaditano y otra está a la venta por internet.

Puente de San Alejandro, el otro, gemelo que daba servicio a la línea de tren Madrid-Cádiz, salvado in extremis, espera destino para ser colocado en el río San Pedro, a la altura del Parque de los Toruños.

El Restaurante El Cortijo, en el Paseo de la Victoria, durante la celebración de una boda. /Foto: Colección Carlos Pumar Algaba.

Fotograma de la película 'Fugitivas' donde aparece la recientemente desaparecida Estación de Trenes.

Vapor y pesqueros en el antiguo muelle, cuyo edificio hoy está reconvertido por mor del afán recaudatorio de la Autoridad Portuaria en...

Discoteca Joy Sherry, en el edificio inconcluso del palacete al estilo francés 'Petite Trianón', en la carretera de Sanlúcar. Proyectos para hotel y otros usos no terminan de ver la luz. ¿Acabará destruido?

El Teatro Principal, pasto de las llamas ¿y de la especulación? en 1984.

Tabernón de Merello, en la calle Santa Lucía, uno de los últimos vetigios de las tabernas con solera de El Puerto, hoy desaparecido.

Colegio del Asilo de Huérfanas en la calle Cielos, esquina con Cervantes.

Balneario de Aguas Termales en La Puntilla, desaparecido en 1980.

Dunas, pinares, monte bajo y pinares de la playa de Fuenterrabía.

Selección de imágenes de la Colección de Antonio Gutiérrez Ruiz.

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Manuel Gandarias Carmona nació en Madrid el 16 de agosto de 1944, hijo de Leopoldo y María Josefa, siendo el mayor de cuatro hermanos. Entre 1984 y 1987 fue director general del puerto deportivo Puerto Sherry realizando una importante campaña de impulsión y promoción del proyecto. Casado en 1969 con Elvira Cebrián Paradís, han tenido tres hijos.

LA EXPLOSIÓN DE CÁDIZ.
La vinculación de nuestro protagonista con Cádiz y su bahía viene de antiguo. Contaba apenas tres años de edad cuando fue testigo de la explosión de Cádiz en 1947 y la muerte de su abuela y tía Dolores, volando por la habitación, como plumas, hasta ser detenidas por muebles y paredes mientras el se agarraba con todas sus fuerzas a la pata de la mesa del comedor. Recuerda los veranos en la Playa Victoria y el antiguo hotel, los paseos por la capital con su abuelo Manuel, Fiscal Jefe de la Audiencia de Sevilla, … seguramente por estos motivos de vinculación infantil y juvenil aceptaría más adelante el proyecto que con mas entusiasmo dirigió: Puerto Sherry, crucial para la promoción turística, entonces y ahora, en la promoción de El Puerto.

ESTUDIOS Y TRABAJOS.
Manuel estudió en el Colegio Británico de Madrid, el Instituto Ramiro de Maeztu y pertenece a la promoción de 1969 de ETS Ingenieros Industriales de la capital de España. Entre 1969 y 70 trabajó en Pordedones (Italia) en la Industrie A. Zanussi, la segunda fábrica de electrodomésticos del mundo en ese momento. Entre 1970 y 1978 trabajará en el Grupo Fierro; entre 1979 a 1984 en la Confederación Española de la Pequeña y Mediana Empresa (CEPYME) y a partir de ese año y hasta 1987 será el impulsor a nivel técnico de Puerto Sherry, para luego colaborar con el Area de Fomento del Ayuntamiento de El Puerto e impulsar el proyecto inmobiliario y turístico Costa Ballena (entre Rota y Chipiona) los años 1988 a 1997. A partir de ese año pondrás sus esfuerzos en la empresa  ‘Live in Spain’, cuyo objetivo será atraer extranjeros para que se conviertan en residentes españoles,  con proyectos inmobiliarios de diversa índole, siendo en la actualidad Presidente de Honor.

Vista aérea del Puerto Deportivo.

PUERTO SHERRY
A partir de 1984 --la primera piedra se pondría el 24 de diciembre de ese año-- será el director general del puerto deportivo más importante entre el Algarve (Portugal) y la Costa del Sol: Puerto Sherry. «Tuve la satisfacción de poner en pie, desde un agujero en el fondo del mar, uno de los mejores, si no el mejor puerto deportivo de España. Vencimos todo tipo de dificultades políticas, ecologistas y económicas --cogimos de lleno la penúltima crisis inmobiliaria--, y el último inversor que compró el proyecto, una compañía que cotizaba en la Bolsa de Londres, [Brent Walker] quebró en Inglaterra y, como consecuencia, dejó empantanado el proyecto. Yo no participé mas, desde que, siguiendo instrucciones de Aresbank, se lo vendí a la compañía británica».

Pueblo Marinero --Pueblo Sherry-- /Foto: D. Macías.

Manuel Gandarias se siente orgulloso de la ambiciosa campaña de publicidad en prensa (los principales diarios y revistas al no existir internet) primera que se hizo en la España de la época de un proyecto turístico e inmobiliario placeado por los principales salones náuticos y ferias internacionales, consiguiendo financiación externa por importe de 1.500 millones de pesetas de entonces, hace 25 años. Dirigió la campaña de ventas de los apartamentos del inconcluso ‘Pueblo Marinero’, con un cualificado equipo, el mismo al que le tocó organizar regatas, encuentros con la prensa, recepciones a personalidades como en el caso de SAR el Conde de Barcelona, el Príncipe Felipe,…

De espaldas, Luis F. Terry, S.M. el Rey Don Juan Carlos, Antonio García Corona, relaciones públicas del compejo náutico, Manuel Gandarias, y Jordi Pujol, presidente de la Generalidad de Cataluña, en el Salón Náutico Internacional.

ECOLOGISTAS.
A bordo del vapor  Adriano III, hoy todavía bajo aguas del muelle gaditano, en el que Gandarias viajaba con el presidente de la Junta de Andalucía de aquel momento, José Rodriguez de la Borbolla, entraron en Puerto Sherry el día de su inauguración en agosto de 1990, después de que las fuerzas de seguridad lograran que se retiraran unos ecologistas que se encadenaron en la bocana del puerto con el fin de reventar la ceremonia de inauguración, entre ellos el conocido activista de la causa ecologista, Salvador Mateo. Por cierto que en el trayecto tuvieron la ocurrencia de ofrecer una copa de Cava  en lugar de Vino Fino,  idea que fue ampliamente criticada en los medios de comunicación al día siguiente.

BRENT WALKER LTD.
El último encargo que recibió por Aresbank, que por medio de Areservice gestionaba el puerto deportivo, el de interesar a George Walker, presidente y principal accionista de un grupo ingles que cotizaba en la Bolsa de Londres en la compra de Puerto Sherry, cosa que hizo y que hubiera sido favorable para el desarrollo del proyecto, al ser el Grupo Walker propietario de cines, casinos y del puerto deportivo de Brighton (Inglaterra), además de poseer un gran patrimonio inmobiliario. Pero al venirse encima la crisis inmobiliaria de los noventa, la compañía quebró en Inglaterra, dejando a Puerto Sherry en manos de los bancos. Manuel  Gandarias abandonó la compañía antes de que entrara Walker en la gestión. Poco ante de la quiebra se organizaría la Regata ‘Brent Walker Cup - European Challenge', que partiendo desde el puerto de Brighton llegó a El Puerto de Santa María, a Puerto Sherry en 1990.

CÁDIZ EN SEVILLA 92.
Pero a Gandarias se le ilumina la mirada cuando recuerda que consiguió abanderar una campaña de relaciones con los medios de comunicación, que incluyó la creación de ‘Cadiz en Sevilla 92’, que generó un fuerte apoyo social y político para la aportación, presencia y promoción de la la provincia de Cádiz en la Expo’92, siendo copresidida por Jesús Fernández de Mesas Sr. y él mismo.

COSTA BALLENA.
Pero volvamos al relato de su vida. Casi la siguiente década (entre 1988 y 1997) se la dedicó Gandarias primero a impulsar y posteriormente a desarrollar otro proyecto  señero para la provincia de Cádiz, Costa Ballena, en la inmensa y espectacular playa de  La Ballena, entre Rota y Chipiona, en este caso representando los intereses de la familia Orleans Borbón, propietaria de las 300 Ha sobre las que se construyó la urbanización. Este proyecto tuvo un componente de primicia: es el primero que se construyó colegiadamente entre la iniciativa privada y la Junta de Andalucía en el sector inmobiliario turístico. Con la lección aprendida de Puerto Sherry y gracias  a la financiación pública, se decidió construir la urbanización y el campo de golf durante los últimos años de crisis y se afrontó la comercialización en los momentos de arranque del último boom inmobiliario, vendiéndose las parcelas urbanizadas y listas para construir en un tiempo record. Lo que permitió a promotores y constructores a su vez comercializar rápidamente las viviendas, alcanzándose los objetivos de 5.000 viviendas y 36 hoyos de golf en plazos muy ajustados y acoplados a la fortísima demanda, que se ha sostenido hasta el año 2007, año de explosión de la "burbuja inmobiliaria" y ruptura y bloqueo de la demanda hasta el día de hoy.

LIVE IN SPAIN.
Después de dos años como consultor independiente, asesorando a promotores en el desarrollo de sus proyectos, Manuel Gandarias decidió sentar a 20 empresas en un almuerzo y proponer la creación de la asociación ‘Live in Spain’ que, como indica su nombre, se marcó el objetivo de atraer residentes extranjeros a España, objetivo que a fe que se consiguió, llegando a alcanzar porcentajes cercanos al 20% de las ventas totales de viviendas, a una nómina de 50 asociados y a impulsar la creación de ferias en el exterior como "Viva España" en Londres, exclusiva de productos españoles, sin la competencia de otros destinos. La ha presidido durante una década, decidiendo jubilarse y aceptando su presidencia de honor el pasado año 2010..   Para lograr los objetivos alcanzados, de indiscutible interés para el sector inmobiliario y para la economía española en su conjunto, ha supuesto una inestimable ayuda el apoyo inicial del Instituto de Comercio Exterior (ICEX) y lo está siendo, en momentos de dificultad,  el de la Secretaría de Estado de la Vivienda, para despertar el interés de los países que son destino de nuestra demanda.

OPINA SOBRE ‘EL ALGARROBICO’.
«El proyecto inmobiliario turístico del Algarrobico (Almería) es la mas nítida expresión de lo que representa un proyecto horrendo y avaricioso para la costa española, en este caso virgen y de máxima protección. Personalmente he intervenido, dirigiéndolos, en dos proyectos singulares en Andalucía, en uno de ellos asociadamente con la propia junta de Andalucía --me refiero a Costa Ballena en Cádiz-- y el otro, Puerto Sherry, desde la iniciativa privada, en los que siempre a través de concursos, hemos desarrollado los mejores proyectos, rebajando incluso, los parámetros urbanísticos autorizados. Condición por la que yo muestro con orgullo ambos proyectos a mis nietos y a quienquiera que me lo pida, mientras que en el caso del Algarrobico o en La Manga (Murcia), de haber sido posible, me hubiera apuntado al primer pelotón de demolición».

Manuel Gandarias, en la actualidad, en Menorca.

EL PUERTO EN LA DISTANCIA.
«Desde 1992, en que regresé a Madrid, por motivos profesionales y familiares, no he dejado de ir a El Puerto, donde mantengo una casa, en la calle Larga, aunque reconozco que en la búsqueda de mi particular de Itaca --en la que coincido con el autor de esta página--, hace poco he encontrado Menorca, donde me construí una casa, tengo un barquito y, por ejemplo este año, si Dios quiere permaneceremos desde julio hasta el 30 de septiembre.  El Puerto lo veo con nostalgia y un poco saturado, pero sigo pensando lo mismo que hace 27 años, que Andalucía occidental y la provincia de Cádiz en particular, es la zona que considero con mas potencial de desarrollo de España en el sector inmobiliario - turístico. Y sigo emocionándome cuando cruzo el Carranza y recuerdo mis veraneos infantiles en Cadiz, donde fui testigo de la explosión en la que murió mi abuela Dolores.»

¿POR QUE GANDARIAS ES FELIZ?
Su receta particular: «Hasta los 60 años de edad era Superman y siempre encontré retos profesionales complejos, imaginativos y satisfactorios, con un horizonte de 10 años de mantenimiento de la actividad, hasta los 70. Pero tuve una visita inesperada, la de mi amigo Parkinson, que decidió quedarse. Durante un tiempo se instaló la duda:

El silencio entre una y otra ola
establece un suspenso peligroso.
Muere la vida, se aquieta la sangre.
Hasta que rompe el nuevo movimiento
y resuena la voz del infinito”

Entonces encontré la lectura, la música, el pensamiento sosegado pero, sobre todo, la poesía. Y mi admiración por la pintura y la escultura. «¡Y, como no, internet y Facebook!»

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El 9 de septiembre de 1930, hace 81 años llegaba a El Puerto, poco después de las tres y media de la tarde S.A.R. el infante Don Juan de Borbón y Batenberg, procedente de San Fernando, acompañado de su preceptor, José María de Amusátegui. Fue recibido a las puertas del Club Náutio --que por aquel entonces se encontraba en La Otra Banda, junto al puente de San Alejandro-- por el alcalde de El Puerto, Eduardo Ruiz Golluri quien le dio la bienvenida en nombre de la Ciudad.


De izquierda a derecha, el Teniente Coronel Juan García de Diego, S.A.R. don Juan de Borbón y el alcalde, Eduardo Ruiz Golluri.

A continuación le cumplimentaron el Comandante Militar de la Plaza, Teniente Coronel Juan García de Diego, así como por la directiva y socios del Club Náutico que habían acudido al acto, entre los que encontraban su presidente Manuel Muñoz Ávila acompañado de Javier Terry del Cuvillo, José Gabiola, Bernardo Rodríguez Morgado, Carlos Zwiky, Juan Pedro Velázquez-Gaztelu y Caballero-Infante, el marqués de la Candia, Rafael Muñoz Ávila, Juan Osborne Tosar, Manuel Torrecillas, Carlos J. Terry y del Cuvillo.

Entre otros invitados estaban presentes el Ingeniero Director de la Comisión Administrativa del Puerto --el equivalente al Ingeniero Director de la actual Autoridad Portuaria-- Ignacio Moreno Llasera; el director de la Revista Portuense, Luis Pérez Pastor; el director de Diario de Jerez, Luis de la Sierra; el secretario del Ayuntameinto Federico A. Sánchez Pece; el Administrador de Aduanas, Joaquín Calero Cuenca y otras ‘fuerzas vivas’ entre los que se encontraban Mariano López Muñoz, Rafael Benvenuty y José Gamero Cívico, entre otros.

Bernardo Rodriguez Morgado conduciendo la embarcación 'La Pinta' con S.A.R. Fue un piloto de aviación civil que, con el tiempo sufriría un fatal accidente el 18 de Abril de 1934 cuando su avioneta  de desplomó cayendo en barrena sobre el Hotel Cristina de Sevilla, en  cuya azotea se estrelló. De 35 años, estaba casado y tenÌa dos hijos. Vivia en El Puerto de Santa Maria. Antes de practicar la aviación había sido motorista y sufrido un grave accidente del que quedó cojo. Despues compró la avioneta y se dedicó a tirar propaganda desde ella volando a baja altura sobre la ciudad de Sevilla.

Tras el encuentro dieron una vuelta por el río Guadalete, en la canoa-automóvil ‘Pinta’, pilotada por Bernardo Rodríguez Morgado, seguidos por la lancha ‘Tonino’ que les daba escolta, donde iban el alcalde y el preceptor de Don Juan. Además salió la lancha ‘María de los Ángeles’, pilotada por Carlos Zwiky con algunos de los asistentes al acto.

Sentados, de izquierda a derecha, S.A.R. el infante Don Juan de Borbón y Battenberg, Francisco Javier de Terry y del Cuvillo, Bernardo Rodríguez Morgado, de espaldas el teniente coronel, comandante general de la plaza Juan García de Diego, Juan Gavala y Laborde (ver nótula núm. 442 en GdP), Juan Pedro Velázquez-Gaztelu Caballero y Joaquín Calero Cuenca (ver nótula núm. 925 en GdP). De pie, Antonio Osborne Vázquez, Francisco Rodríguez Ceballos (ver nótula núm. 1113 en GdP), dos camareros desconocidos y Manuel Muñoz Ávila, presidente del Club Náutico entidad que visitó Don Juan de Borbón, procedente de San Fernando el 9 de septiembre de 1930, cuando se encontraba en la otra banda del río, junto al desaparecido Puente de San Alejandro.

De regreso al Club, la directiva ofreció una copa de champagne a S.A.R., marchando a continuación a la Plaza de Toros para asistir a la novillada que se celebraba poco después, en la que actuaron Camará, Leopoldo Blanco y Manolo del Pino ‘Niño del Matadero’, quien entusiasmó a sus paisanos.

Las instalaciones del primer Club Náutico, en la Otra Banda del río Guadalete.

Don Juan se encontraba estudiando en la Escuela Naval de San Fernando. Con los años volvería al Club Náutico en varias ocasiones, lugar donde tuvo su última aparición pública antes de ingresar en una clínica en la que no superaría la enfermedad que le aquejaba.

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Si será Dios grande en el Sinaí y si lo será Hércules en el escudo de la Cuna de la Libertad, que a Cádiz se le ha hundido el segundo puente antes de que lo inauguren. ¿Qué Obras Públicas ni qué Ministerio de Fomento ni Ministerio de Fomento? El segundo puente sobre la bahía más hermosa del mundo no era el que andan construyendo de cara al 12, que anda que no le están echando cara al 12 ni ná... / “Muelle del Vapor”. Acuarela de Vicente Vega

El verdadero segundo puente era el Vaporcito del Puerto, sin tantas inversiones ni demoras, que te ponía en un suspiro en Canalejas desde el embarcadero portuense con el nombre más lindo del mundo: Muelle de las Galeras Reales. El Vaporcito era más que un barco. Era un puente viviente y vivo, con Pepe el del Vapor de símbolo de la marinería. Un puente de coplas. Sí, «Puente de Coplas», como se titulaba el espectáculo con el que se retiró Doña Concha Piquer en Isla Cristina, cuando se le quebró la voz y en el espejo del camerino de un teatro de pueblo cuenta la leyenda que puso con el rojo carmín de una barra de labios: «La Piquer ya no canta más».

“El Vapor”. Óleo sobre lienzo de Zampalo. Medias aproximadas 50×40. Bar Santamaría. /Foto: Blog Academia de Bellas Artes.

En gaditano clásico, el gaditano en el que Avieno publicó la «Ora Marítima», Columela sus tratados de Agricultura y Agustín el Chimenea sus descubrimientos sobre el pelachícharos, el partebabetas y el ablandacoles, se escribía «Adriano III», pero se pronunciaba «El Vaporcito». Cuando yo vi en las librerías una obra titulada «Memorias de Adriano», creí que se trataba de una novela coral y caletera que acababa de publicar Fernando Quiñones con las mil y una historias más falsas que verdaderas, como las noches de Pericón, del Vaporcito. Pero no: era una cosa de Margarita Yourcenar, que ni se había montado en el Vaporcito, ni se sabía el pasodoble de Paco Alba en «Los Hombres del Mar» ni nada de nada.

“El Vapor”. Fresco. Obra de Jesús D. Gallego. Bar de Tapas ‘Nuevo Echate Payá’.

Porque el Vaporcito era lo más literario que se despachaba en la Bahía y pieras adyacentes. Yo creo que gracias al Vaporcito, viéndolo zarpar del Puerto, se hizo Alberti marinero en tierra. Cuando Alberti se quería poner farrucamente marinero para trincar la tela de la Diputación, se disfrazaba de Pepe el del Vapor, de patrón del «Adriano III», para lo cual le pedía a Chatín, o al Moreno, o a Monzón la ropa de «Los Hombres del Mar» de Paco Alba: la gorrilla caletera de visera, el jersey a rayas azules y blancas y el pantalón mahón.

“El Vapor” Óleo de Ángel Pantoja.

Se ha hundido el Vaporcito, pero no hay cantiles en el muelle de Cádiz que puedan abrir una letal vía de agua en su casco de coplas. El Vaporcito, aunque se haya hundido, lo saquen a flote o no lo saquen, seguirá por siempre navegando en las coplas, dejando a estribor la Punta de San Felipe y la bocana del muelle. Navegando en su pasodoble, el que en 1965 le escribió Paco (no hay que decir Alba), para los mentados Hombres del Mar, que eran en realidad los hombres de la mar pequeña y familiar del Vapor: «Ay, Vaporcito del Puerto, cuando en ti me embarco, cuando en ti navego...»

“Vapor de El Puerto” Juan Carrero (Costus). Acrílico. Museo Municipal.

Viene a esta tierra un barquito que es, además, el himno oficial de los tajarinas de Cádiz. Dónde va a parar que un tío con el morazo dé el coñazo con el «Asturias, patria querida» a que haga poesía pura cantando el Vaporcito. Vaporcito, que, lo que son las cosas, nunca conoció el vapor, siempre fue a gasoil. Ay, marinero, que se va el vapor a los fondones de la memoria, tanta poesía ahora entre las lisas mojoneras... Pemán dijo que cuando España perdió Cuba era como si a Cádiz se le hubiera muerto alguien de la familia. El pasado martes, con el Vaporcito, ¡otra desgracia familiar gaditana! Al cambio, muchísimo peor que el hundimiento del Titanic, dónde va a parar. Las olas de la Caleta, que es plata quieta, y la marea llena del rediente de la muralla de San Carlos llevaban ayer luto por el Vaporcito. (Texto: Antonio Burgos).

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Animación de Julio González. Jefe de Fotografía de Diario de Cádiz.

El día de ayer quedará para la historia de la Bahía. Dentro de unos años, la gente del Puerto se preguntará: "--¿Que estabas haciendo a las 18:20 de la tarde, del 30 de agosto de 2011, cuando se hundió el Vapor?". Porque, como otros acontecimientos que se quedan en la memoria, este lo será para recordar. Como aquella vez en 1966 que pasó una noche, con niebla, en medio de la Bahía. Como cuando algunos de sus usuarios se cayeron al agua. Como cuando Rafael Alberti llevó el timón. Como cuando celebró el 75 Aniversario...

Ahora todos se lamentan, pero bien que (casi) todos dejaron el Vapor a su suerte. Ayuntamiento, Diputación, la Junta, el Consorcio de Transportes, vecinos de Cádiz y El Puerto... El Vapor  no podía más. Esta ha venido a ser la puntilla. ¿Lo veremos otra vez a flote?

Vídeo de I.J.Poveda.

El sentimiento, hoy, como de pérdida de un ente querido.

Más información en Gente del Puerto:
359. EL VAPOR DE EL PUERTO
412. A BORDO DEL VAPOR ADRIANO II
512. FIN DE AÑO CON EL VAPOR.
557. EL VAPOR ADRIANO.
662. LA BECERRADA.
888. EL VIAJE MAS LARGO.
907. JUAN FERNÁNDEZ SANJUÁN. El otro patrón del Vapor.
1.026. JOSÉ FERNÁNDEZ SANJUÁN. Pepe ‘el del Vapor’.
1.091. EL VAPOR DE EL PUERTO. 48 años después.

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En el lugar conocido como plaza o ‘Cuesta del Carbon’ --quizás porque en este espacio cercano al río se acumulaba el carbón, artículo de primera necesidad como conbustible  para las embarcaciones-- se erigió en 1938 la Plaza de Cristóbal Colón, en memoria del almirante descubridor de las Américas. En la cercana Plaza del Castillo se puede leer en una de las placas adosadas a su fachada: «En memoria de Cristóbal Colón vecino de esta Ciudad y protegido en ella y de sus compañeros en el legendario viaje del Descubrimiento del Nuevo Mundo: Juan de la Cosa y Pedro de Villa, vecino el primero e hijo el segundo de la misma ¡Gloria al Ingenio! El Excmo. Ayuntamiento de 1892, en el Cuarto Centenario».

INSTITUTO COLOMBINO.
Y es que fue a propuesta del Instituto Colombino de El Puerto de Santa María, de efímera existencia (1930-1931) a instancias de su impulsor el alcalde y director de la institución Eduardo Ruiz Golluri, cuando se le cambia el nombre a dicha cuesta convirtiéndola en una coqueta plazoleta recreando el estilo del regionalismo andaluz, similar a la Plaza de España de Sevilla. Estaba reciente la Exposición Universal de Sevilla de 1929 y artesanos que habían trabajado en dicha muestra colaboraron en la ejecución del nuevo espacio urbano porteño.

La primera petición del citado Instituto Colombino no fue solo cambiar la rotulación a la plaza o Cuesta del Carbón sino que se solicitó un cambio en el nomenclatura a diversas calles para que pasasen a tener denominaciones  con motivos colombinos e históricos tales como  la plaza del Castillo, por el de Alfonso X el Sabio; la plaza de Bizcocheros por la de Juan de la Cosa; la calle Baños (hoy Guadalete) por la de Reyes Católicos; la calle Cantarería por Pedro de Villa; la calle Arenas por Arzobispo Vizarrón; la calle Lechería por Cervantes y la calle Molinos por Mayorga.

CAFÉ CANTANTE.
En 1876, según relataba el periodista portuense Mariano López Muñoz: «Los aficionados al cante clásico se entusiasmaban con los famosos artistas de lo jondo y del baile gitano, que actuaban en el Café Cantante de la plaza del Carbón».

EMBUTIDOS DE MARISCOS.
En esta plaza existió hasta los años treinta del siglo XX un Cocedero de Mariscos que era conocido por un embutido famoso que hacía con mariscos y que se dejó de realizar al finalizar la actividad comercial dicho establecimiento; la tradición continuaría en Cádiz, en la Cervecería  del Puerto, pero en la actualidad se ha perdido.

Otros modernos embutidos con frutos del mar son los que prepara el reputado chef portuense Ángel León del restaurante ‘Aponiente’, en colaboración con Venta La Palma, Grupo Ebro y Puleva: una nueva gama de embutidos marinos gourmet: chorizo, salchichón, caña de lomo, morcón de pescado, compuesto al cien por cien con grasas de los propios pescados, llevando la cultura de los productos ibéricos con el sabor y los frutos del mar. En Sanlúcar, son muy populares los calamares rellenos de mariscos y la empresa Embumar, de la misma población prepara unos embutidos marineros refrigerados que tienen mucha aceptación: de huevas de merluza, de huevas de bacalao, de huevas con gambas, e incluso de huevos de choco.

Azulejo de Cristóbla Colon, el original de la plaza y el tercero (hubo un segundo) realizados estos dos últimos, por la ceramista local Pepita Lena.

1938: LA NUEVA PLAZA.
La plaza conocería su nueva fisonomía en 1938, mientras transcurría la contienda civil  cuando, bajo la dirección del humanista local Juan Ávila Gutiérrez, se procedió a darle el vaciado a la parte central, allanándola, creando sendos ánditos con escaleras a ambos lados de la plaza, dotando al suelo de originales losas con chinos alternas, una pérgola, arriates, arbolado diverso, barandas de rejas, farolas realizadas en Sevilla, jarrones  y una fuente de azulejos realizados en Triana que reproduce la imagen del descubridor genovés, a quien ayudaron los Duques de Medinaceli en el Descubrimiento del Nuevo Mundo.

CRUZ DE LOS CAIDOS.
Con posterioridad se añadió, en el lado de la plaza más próximo a la Avda. Micaela Aramburu una Cruz de los Caídos que venía a sumarse a las erecciones luctuosas de este tipo que se realizaron en prácticamente toda España. Sería durante el mandato del socialista Juan Manuel Torres cuando se retiró dicho monumento, depositándose en el Cementerio Municipal, siendo el concejal de Vías y Obras  Hernán Díaz Cortés, responsable de la ejecución, algo que se hizo también  en muchos municipios españoles.

La posada del portugués Antonio Manso.

El solar de la desaparecida posada tras el derribo.

LA POSADA.
En los años setenta desaparecería el edificio del frente, la Posada de Antonio Manso, portugués, que tenía tres fachadas: con la plaza del Castillo, calle Alquiladores y la propia plaza de Colón donde muere la calle Jesús de los Milagros, dando paso a un enorme edificio totalmente descontextualizado del entorno urbano en el que se encuentra. Antonio Manso había sido compadre de Don Juan de Austria, quien habría apadrinado a un hijo del propietario del edificio, símbolo de la prolongada estancia de los marinos y factores lusitanos en El Puerto. Allí, dice la leyenda, se aparecía el ‘Fantasma Pedrito’. Con su demolición, la Ciudad iba perdiendo en un goteo incesante, parte de su antigua y hermosa fisonomía de los tiempos del Descubrimiento.

La plaza de Colón, sin la cruz, en 1999. Foto: Mata.

Recuerda Juan Leiva Sánchez en su libro sobre las calles de El Puerto: «Los pasodobles y las zarzuelas impregnaban la plaza de un populismo envidiable. La noche de agosto era espléndida y ni la luna quería retirarse de aquel trozo de cielo. Mas de quinientas personas ocupaban con avaricia la plaza de Cristóbal Colón. El recoleto rincón de la Avda. Micaela Aramburu, conforme se baja del castillo de San Marcos al antiguo Hospital San Juan de Dios, era un remanso de paz; uno de los lugares preferidos por los veraneantes. Algunas noches veraniegas se viene la banda de música ‘Maestro Dueñas’ a recordar las mejores melodías de siempre. Y confluyen portuenses y visitantes de todas las condiciones para pasar la velada recordando los mejores años de la vida».

Dos atentados diferentes contra los dos últimos azulejos de la fuente en la Plaza.

ABANDONO.
La plaza ha vivido muchos momentos de abandono, como el que experimenta en la actualidad. Siendo alcalde Hernán Díaz se repuso el azulejo de Cristóbal Colón, así como unos jarrones de cerámica que luego fueron sustituidos por otros de plástico pintados y finalmente ninguno, dado que el vandalismo se ceba de forma permanente con cuantas acciones de ornato y adelantamiento se realizan sobre dicho espacio urbano. Siendo alcalde Fernando Gago, de nuevo se repuso el azulejo de Cristóbal Colón --en ambas ocasiones obra de la ceramista local Pepita Lena, con nótula núm. 766 en GdP,-- y de nuevo el retablo experimentó la inquina de los incultos y gamberros. (Texto: José María Morillo).

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Tres años antes, en 1891, Isaac Peral había pedido la  baja voluntaria en la  Armada. Sus esfuerzos por implantar el  invento del submarino recibían numerosos obstáculos, sobre todo políticos, dada la  afiliación liberal del marino. Frustrado por los  impedimentos en el ámbito náutico, el emprendedor cartagenero puso los  ojos en uno de las  novedades técnicas que brindaba más posibilidades, la  energía eléctrica.

Apostó por el  futuro y tras su paso por la  compañía alemana Lewy Cohetaler, que estaba instalándose en España, decidió crear su propia empresa, bastante tiempo antes de las  fusiones multinacionales y las  subidas de sopetón en los  recibos. El Puerto  había sido una de las  ciudades que le  ofreció cobijo en sus momentos de incomprensión. Una de las  pruebas de su submarino la  efectuó en aguas del Guadalete y en su truncada carrera política fue elegido diputado por la  ciudad portuense, aunque no llegó a tomar posesión.

Con un grupo de inversores, algunos con intención de desquitarse de las  fuerzas conservadoras, y en nombre del progreso en todos los  órdenes, la  firma Electra-Peral Portuense pedía permiso al Ayuntamiento en enero de 1894 para la  construcción de una central térmica en el  centro de la  población (algo que sería inaudito en estos tiempos por motivos medioambientales, que conste).

Una finca con un amplio patio en calle Larga número 78 fue el  lugar elegido para la  instalación, al lado de lo  que sería precisamente Plaza Peral, y al cabo de tantos años, sala de exposiciones de Caja Inmaculada, allí se instaló la  llamada "fábrica de la  luz".

Varias generaciones fueron a las  oficinas de la  esquina a pagar los  recibos, tanto de la  firma pionera como la  que absorbió el  servicio, Sevillana de Electricidad, hoy Endesa tras su posterior fusión.

El  15 de agosto, día de la Inmaculada de hace 117 años, se hizo una prueba del funcionamiento con la  colocación de un alumbrado extraordinario por las  calles con motivo de la  festividad de la  Asunción (a eso se le  llama ahora marketing).El  día definitivo del enganche fue el  8 de diciembre de 1894: la nueva estación térmica de la calle Larga estrenaba la electricidad en El Puerto, para admiración de los  primeros clientes. En el  hotel Vista Alegre se celebró la  cena donde se brindó por el  futuro de la  electricidad en El Puerto. (Texto: Francisco Andrés Gallardo).


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Las aficiones de Andrés Pérles Velázquez han sido varias, desde muy temprana edad: los barcos de pesca, la navegación a vela, los materiales náuticos de las embarcaciones pesqueras, la restauración de los metales sobre todos los que procedían de los barcos, las maquetas y otras pero, también, en su juventud, fueron muy importantes la motocicletas, que es a lo que nos vamos a referir en la presente nótula de Gente del Puerto.

Veloxolex. Año 1955, la primera moto de Andrés Perles.

SU PRIMERA MOTO.

Su afición comenzó cuando casi era un niño, con una ‘Velosolex’ que le compró  en 1955 a  Gilito, Maestro Zapatero que tenía su taller frente a la casa familiar, en la calle Nevería. Este velomotor lo tuvo escaso tiempo ya que poco funcionaba. Había que pedalear bastante, sobre todo si cogía una pequeña cuesta. Es por eso que se hizo  con una ‘Mobylette’, que compró en la calle Larga, a un mecánico que tenia su taller a la altura de  donde tienen hoy su taller de reparación los hermanos Monis. Este mecánico se apodaba Antonio Rodriguez Cortes 'Piqui'. Aquel ciclomotor duró mas tiempo en su poder.

Andrés Perles, en 1960, con la Ducati matrícula CA-25267.

DUCATI.
Y cuando le comunicaron que tendría que realizar el servicio militar en la vecina población de San Fernando, intuyó que necesitaría un mejor medio de transporte por lo que vendiendo la ‘Mobylette’ adquiere una ‘Ducati 160’. Pero resultó que no le daba el rendimiento que el pretendía ya que tenía complicaciones de puesta a punto así como problemas con la batería, que se descargaba inmediatamente "--En estas condiciones no arrancaba ni empujándola".

Con la Vespa matrícula CA-35281 por la Avda. de la Bajamar,  a mediados de los sesenta del siglo pasado.

LA PRIMERA VESPA.
Y dado que esta motocicleta le gustaba mucho a Paco Gurrea  hicieron un trueque, cambiándola por una ‘Vespa’, "no recuerdo si nueva o de segunda mano". Lo cierto que es que le fue estupendamente, y esta afición por las Vespas se ha prolongado hasta hace un año, fecha en la que decide vender una ‘Vespa 200 PX’, en muy buen estado de conservación.

Andrés Perles, en Lebrija, durante una concentración de motos.

CARCOMA
En el año 1997 el mundo de la pesca empieza a resentirse y Andrés tendrá  menos carga de trabajo, por lo que decide salir con el Club de Motos y Coches Antiguos de El Puerto, en las salidas denominadas 'Carcoma', que organizaba dicho club cin motos antiguas, coincidiendo con el Gran Premio de Motociclismo de Jerez.  Ese año condujo una ‘Vespa’ restaurada que le prestó Fernando Marín, --"estupenda por cierto", recuerda Andrés-- y, ese mismo año, en noviembre, por San Andrés el club organizó una salida a Lebrija, a casa de un socio y amigo, Andrés Arjona, quien le ayudó mucho en el mundillo de la restauración de motos antiguas.

MV Augusta, antes de su restauración. Año 1997.

MV AUGUSTA.
La ayuda la recibió de su tocayo y amigo Andrés especialmente con el modelo ‘MV Augusta’ ya que, gracias a su intervención, le desaparecieron todos los problemas técnicos que esta motocicleta presentaba. Precisamente con esta moto fue cuando comenzó su afición por  la restauración de estos vehículos, al disponer de más tiempo por haber participado en estas salidas. La moto se la regaló Pedro. "--Cuando la vi por primera vez, me desmoralizó  totalmente y  le comenté  que no la quería", recuerda, a lo que le respondió éste irónicamente "--Que la tirara al río". Prosigue Andrés su relato: "--Cuando me tranquilicé, vi la marca y pensé que podría ser todo un reto, 'si fuésemos capaz de terminarla'. Y digo si fuésemos en plural  ya que contaba con un magnifico amigo, Rafael Soriano Valiente, su segundo apellido se le queda muy corto no es por nada, porque le mete mano a lo que haga falta, Así comencé junto con Rafael, esta gran aventura de la restauración, en un mundo que no conocíamos del todo".

La moto MV Carcoma, CA-10110, una vez restaurada. Año 1997.

PRIMER PREMIO.
“--Este  año salimos en 'Carcoma', con muchos problemas de motor y  con una gran satisfacción, nos dieron el primer premio de la mejor restauración, la verdad es que restaurar y poder salir con esa moto ya era muy difícil: el presidente y la directiva del club sabían las condiciones en que se encontraba dicha motocicleta”. Pero, además resultó que aquella moto se quedó bloqueada en la Salida y no terminó la prueba de ‘Carcoma’ de ese año. Con el tiempo y gracias a Andrés Arjona se podría solucionar el problema de aquella moto y salir a cualquier prueba,

Montesa Impala 250 cc. Año 1998.

MONTESA Y OSSA.
Como quiera que las dificultades que suponían aquella moto, cuya solución no se veía de inmediato y, en vista de los problemas que presentaba Andrés se puso a buscar otros modelos mas modernos dentro de la afición. Encontró, gracias a Gapar, hijo de  Sebastián Lloret Galiana, motorista y patrón de barcos de pesca vinculado a su familia, dos motos en Villajoyosa (Alicante). Le envió una ‘Montesa Impala 250 cc’. y una ‘Ossa 175 cc. Sport’.

Ossa Sport 175 cc. Año 1998.

Empezaron con la ‘Montesa’. Y empezaron a llegar al cuarto de redes donde las trabajaban los aficionados a la restauración: Rafael Gomez García ‘Fali’ y Valerio Camacho Marin. Pasaban los días y con éstos pasaban más aficionados por el improvisado taller, todos ayudando, y todos poniendo muchas ilusiones. “--Yo me quedé asombrado por que la ilusión era muy compartida”. La terminación de estos modelos no podían tener el más mínimo fallo. La restauración de ambos ciclomotores fueron modélicas.

Rafael Gómez ayudó mucho a Andrés en la ‘Montessa’ y cuando le llegó el turno a la ‘Ossa’ --que a nuestro protagonista no le gustaba el estado en el que venía, era pura chatarra-- fue con su buen amigo Ángel Pantoja del Puerto con quien volvió a poner en valor la máquina “--Quizás la mejor moto restaurada que he tenido”.

La Guzzi cuando llegó al taller de Andrés Perles. Año 1999.

GUZZI.
Andrés es informado por Rafael Soriano que su hermano Luis ‘Boyna’, tenía dos motocicletas de la marca ‘Guzzi’ y que se las regalaba- Fueron a por ellas y cuando las vio el estado de conservación era aún peor que la MV Augusta. Pero Rafael Soriano asumió el reto junto a Andrés y salieron en la siguiente prueba de ‘Carcoma’. En la restauración de este modelo se implicaron un buen número de personas entendidas: Paco Marín, Fosco, Roja, Valerio, Rafael Gómez, Celu, Pantoja, Montero, Mariano y otros muchos buenos amigos de nuestro protagonista.

La Guzzi restaurada CA-8695. Año 1999.

CHATARRA FINA DEL PUERTO, S.L.
Todos al verla en el estado en el que llegó al Cuarto de Redes convertido en improvisado taller de restauración, esclamaban: “¡Chatarra!”, y tanto se usó este nombre que Andrés a la palabra ‘Chatarra’ le añadió ‘Fina de El Puerto, S.L.’ Lo de limitada era porque ya sumaban veinte amigos en el taller donde ya casi no cabían.

Bultaco 'Mercurio' 155cc. Año 2000.

BULTACO.
Luego le tocaría el turno a una ‘Bultaco 155 cc. Mercurio’ que parecía una 200 cc. magnífica, sin ningún problema. Al final la cadena de distribución se le quedó larga y el motor sonaba muy mal y ya, con tiempo y restaurada la cortó Francisco Marín de Taller ‘La Rinconada’. Más adelante vendría otra ‘Montessa’ que encontró en Lebrija gracias a otro amigo apodado ‘Tigre’ quien la encontró en dicha ciudad, era una moto disfrazada de ‘Montessa Comando’ que resultó ser, también, una ‘Montessa 175 Sport’.

Andrés, a la derecha de la imagen con unos amigos, Roberto Rendrón Gómez y Manuel Fernández Lobo, en los eucaliptales que existían en la playa de La Puntilla, con la primera vespa que tuvo.

VESPA.
Mención especial merece la ‘Vespa’. Unas cuantas se restauraron en ‘Chatarra Fina del Puerto, S.L.’, con mucha colaboración de los integrantes de aquel improvisado club, a los que no puede dejar de mencionar Andrés: Soriano, Fali, Valerio, Taller La Rinconada, Celu, Taller Durango Pepe y Ramón, en Lebrija Taller Antonio Repatriado, terminando todos aquellos modelos. Entremedio arreglaron algunos detalles a motocicletas de los amigos de estos aficionados portuenses. Una ‘NSU’, de Sergio Castilla; una ‘Montessa Texas’, de Ángel Povedano; sendas ‘Vespa’ y ‘Lambretta’ de Gaspar Perea y otras mas.

CONSTITUCIÓN DEL CLUB.

En el año 2002 se constituyó como tal el Club ‘Chatarra Fina del Puerto, S.L.’, en su acta fundacional constan como presidente de honor, José Luis Alarcos; presidente perpetuo, Andrés Perles; vicepresidente ‘con llave’, Rafael Soriano; secretario, Miguel Ángel Pantoja; departamento de mecánica y ajuste, Francisco Marín, Valerio Camacho, Antonio Rojas, Rafael Gomez y Rafael Soriano; departamento de chapa y pintura, Fosco Valimaña y Rafael Gómez; departamento de adquisiciones, Sergio Castilla; departamento de terminaciones y pegatinas, Ángel Pantoja; departamento de soldaduras especiales, Fernando Marín; departamento de relaciones públicas Fosquito Valimaña; departamento de tráfico y Ayuntamiento, Alfonso Candón; experto en desgracias en rutas, Miguel Ángel Povedano; experto en antigüedades diversas, Manuel Clemente; experto en transporte y bultaco inconclusa, Eloy Montero; experto en rutas de pantanos y ríos: Mariano Ramírez, siendo el secretario Miguel Ángel Pantoja del Puerto. /En la imagen de la izquierda, un grupo de amigos con Andrés, en el Taller-Cuarto de Redes.

Cafetería Milord. Exposición de motos restauradas. Año 2004.

Con tal motivo organizó Andrés una exposición de todas las motocicletas restauradas por Chatarra Fina del Puerto en la cafetería Milord y organizaron un par de salidas con aquellas motos milagrosamente recuperadas. Las reuniones se celebraban los sábados y domingos.

No todo en el taller era reconstruir motos. En la imagen una convivencia en torno a unas buenas viandas.

“--En febrero del año 2.005 sufrí una mala enfermedad que me prohibió montar en moto terminando con miactividad motera. Este año he salido un rato en el Carcoma, y ya estoy pensando en salir el próximo año, incluso me encantaría organizar una nueva salida de “Chatarra Fina del Puerto,  S.L.” alegraría mucho la afición que está casi desaparecida. La colección de motos al no poderlas atender: arrancar, limpiar, pasar ITV, etc. y ver que poco a poco, se deterioraban, la pasé a otro buen aficionado”.

VER VIDEOS SOBRE CHATARRA FINA DE EL PUERTO.

Chatarra Fina de El Puerto. Parte 1

Chatarra Fina de El Puerto. Parte 2

Francisco García Gil lleva a gala ser marinero y ser portuense. Su abuelo fue agraciado por el Rey Don Alfonso XIII con Real Patente de Navegación Mercantil para poder navegar y comerciar en todos los mares y puertos del Globo. Con más de 70 años, 43 de ellos dedicados a la mar. Procede de  familia de tradición marinera, no en balde su abuelo Francisco García Rico, maestro redero, creó un sistema novedoso de artes de pesca con el que revolucionó el sector a nivel mundial, llegando a ser armador en su momento de hasta 22 barcos pesqueros, y terrateniente de la Punta de los Saboneses y su entorno natural, al final de la Playa de Levante. /Francisco García Gil, 'el Sabonés', iIlustración: María Fernández Lizaso.

REAL PATENTE DE NAVEGACIÓN.
Este marinero ilustre está orgulloso de ser quien es y de haber sido lo que ha sido. Está orgulloso de sus ascendientes y de sus descendientes. Está orgulloso de que su abuelo fuese amigo personal del Rey Don Alfonso XIII, que le concedió a uno de sus faluchos como se ha dicho, el llamado “San Germán”, Real Patente de Navegación Mercantil para que pudiera navegar y comerciar en todos los mares y puertos del globo. 

 [La patente de navegación la tienen todos los barcos de más de 20 TRB. Equivale al permiso de navegación. Acostumbraba a estar firmada por el ministro correspondiente en nombre del Rey, aunque ahora ya las emite el Director General de la Marina Mercante].

/En la imagen de la izquierda S.M. el rey Alfonso XIII.

Perdió a su progenitor en los primeros días de la guerra civil española, cuando apenas contaba con cuarenta días de vida. Siendo el menor de cuatro hermanos, con diez años entró en el mundo laboral rodeándose de gaseosas y sifones, pasando luego a Gráficas Andaluzas para poco después, iniciar con escasos quince años su larga singladura por la mar en “El Pelayo”, del armador alicantino Miguel Ferrer y al son de esta cancioncilla popular que aún se puede oír por “El cuarto del Tecle”...

“Levántate tabernero
que la fortuna te llama,
que pa ganá dinero
hay que abandoná la cama”

De este primer embarque recuerda con emoción contenida la melancolía que embargaba a su cuerpo y a su alma, cuando caía la noche en alta mar. Recuerda también con cariño como le marinaba y adiestraba su tío en las faenas de ayuda a los marineros, y la alegría implícita cuando el patrón preguntaba «--¿Qué se merece el niño…?: un cuartoncito o media parte».

PRIMER NAUFRAGIO.
Con veintiún años recién cumplidos ya es primer mecánico de barco, y logra así rellenar tres libretas de embarque en una singladura vital que le lleva a probar fortuna en aproximadamente unos cincuenta pesqueros del Atlántico Sur. Toda una vida. Los percances en la mar los relata con la serenidad que siempre le ha caracterizado. Su primer naufragio fue en el año 1965 cuando venían con la pesca hecha desde el Río de Oro al Cabo Mogador. Pasadas las seis de la tarde, el tiempo oscurecido y la abundante niebla impedían la visibilidad del pesquero, y enfrente del Aaiún en el Medano de Santiago, el barco embarrancó teniendo que ganar la costa a nado.

La lonja del pescado en la década de 1960.

SEGUNDO NAUFRAGIO.
El otro naufragio de envergadura fue con un barco de Huelva en el año 1992, a trescientas brazas de agua. Gracias a su pericia y a la importante ayuda y protección de su Santísima Virgen, Señora del Carmen, “Stella Maris”, siempre presente en estas vidas trajinadas entre olas y mareas, logró que fuera un percance limpio y a salvo de cualquier desgracia personal.

El desaparecido edificio de la Cofradía de Pescadores.

PROMOTOR DE LAS CASA DE LOS MARINEROS.
Como navegante de estirpe, y hombre inquieto y solidario con sus iguales, fue Presidente de Técnicos de la flota pesquera de El Puerto en la Cofradía de Pescadores, promotor asimismo de las Casas de Marineros de la Casa del Mar y promotor de la Fábrica de Hielo.  Consiguió también en los momentos malos de la profesión, dos “socorros” de 6.000,00 ptas. para paliar la falta de recursos puntuales de los marineros.

El puente de los Toruños, que une la 'Punta de los Saboneses' con el Pinar de La Algaida, en Puerto Real.

Después de tantísimos años navegando, su castigado cuerpo labrado a fuerza de golpes de mar, y la crisis del sector, le llevaron a su estado actual de jubilación. Dice que la no renovación del acuerdo pesquero con nuestro vecino de la otra orilla, Marruecos, ha convertido El Puerto en un puesto de alambres, y desgraciadamente creo que no le falta razón.

Ahora, los paseos diarios con su perra “Mara”, y el “Cabildo” que forma con otros compañeros de profesión jubilados como él entorno al monumento al pescador, a la orilla del río Guadalete, le hace reflexionar sobre la gran familia que forman todas las personas que tienen relación con la mar, especialmente ellos, los hombres del mar, fuertemente vinculados por esos lazos entrañables de solidaridad fraterna, que distinguen a cuantos han hecho del mar el escenario habitual de su existencia. (Textos: Manolo Morillo).

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Hoy martes a las 21:00 horas, en la sede social de la Academia de Bellas Artes ofrece una conferencia el Dr. en Historia Juan José Iglesias que versará sobre "El Puerto de Santa María en la época del Marqués de la Ensenada". Será presentado por el académico Javier Maldonado Rosso.

Zenón de Somodevilla y Bengoechea, I Marqués de la Ensenada nació en Hervías, (La Rioja), en 1702 y falleció en Medina del Campo, (Valladolid), el año de 1781. Procedente de una familia de hidalgos, fue incorporado al servicio de la Monarquía por Patiño, quien le reclutó como oficial del Ministerio de Marina durante la preparación de una expedición a Ceuta en 1720.

Ascendió progresivamente en la carrera burocrática hasta el puesto de comisario de Marina en El Ferrol (1730). Pero lo que le encumbró políticamente fue su eficaz labor como organizador de la escuadra española destinada a reconquistar Nápoles para el príncipe Carlos (el futuro Carlos III) durante la Guerra de Sucesión de Polonia (1733); sus servicios fueron premiados con el título de marqués de la Ensenada en 1736.

Desde entonces ocupó los más altos cargos de la Monarquía: secretario del Consejo del Almirantazgo (1737), intendente de Ejército y Marina de la expedición a Italia durante la Guerra de Sucesión de Austria (1741)… y, en 1743, secretario de Estado y del Despacho, ocupando simultáneamente tres de las cuatro carteras ministeriales existentes: la de Hacienda, la de Guerra y la de Marina e Indias. Su poder se completó con cargos como los de notario de los reinos de España, lugarteniente general del Almirantazgo, superintendente de las Rentas de Millones y de Tabacos, miembro del Consejo de Estado… La muerte de Felipe V en 1746 mejoró aún más su situación, pues el nuevo monarca, Fernando VI le confirmó en todos sus cargos y le nombró además secretario de la reina (1747).

MINISTRO UNIVERSAL.
Convertido prácticamente en ministro universal, Ensenada encaminó su política hacia el fortalecimiento del Ejército y la Marina en previsión del inevitable conflicto que, a la larga, tendría que sostener España con Inglaterra por sus intereses coloniales enfrentados, conflicto en el que desconfiaba de poder contar con la ayuda de Francia. Para ello se esforzó por impulsar la economía productiva de la Península y el comercio con América, mejorar el rendimiento del sistema fiscal, fortalecer el control de la metrópoli sobre las Indias y reconstruir la flota.

DESPOTISMO ILUSTRADO.
En ese ambicioso programa destacan medidas como las nuevas ordenanzas militares, el envío de «espías industriales» a Europa para modernizar la construcción naval española, la creación del Real Giro, el levantamiento de un catastro general de la riqueza de las 22 provincias castellanas --el famoso «Catastro de Ensenada»--, el proyecto de simplificar la Hacienda y hacer contribuir a los estamentos privilegiados a través de la Única Contribución, la construcción de canales y carreteras… en definitiva, una acción de fortalecimiento del poder real y de fomento de la riqueza del país, que le sitúan en el ámbito del ‘Despotismo Ilustrado’ propio de su época.

CAÍDA EN DESGRACIA.
Su posición en la corte fue socavada desde 1746 por el secretario de Estado Carvajal, representante de los intereses ingleses; tras la muerte de aquél en 1754, Ensenada cayó del gobierno por la acción combinada de las protestas inglesas y del malestar que sus iniciativas fiscales habían causado entre los estamentos privilegiados. Fue desterrado en Granada y, posteriormente a El Puerto de Santa María.

“Vista del Puerto de Santa María”, óleo sobre lienzo, 70 x 95 cm, 1781-1785 (propiedad del Museo del Prado, en depósito en el Museo Naval de Madrid)

ENSENADA, EN EL PUERTO.
Zenón de Somadevilla viviría la segunda parte de su destierro por dos años y medio en El Puerto de Santa María. El jueves 15 de diciembre de 1757 llegó a dicha Ciudad el marqués de la Ensenada, procedente de su destierro de Granada. Una enfermedad aconsejó en 27 de septiembre anterior, por medio del médico José de Nájera, «para curar el accidente de pecho que padecía» que se trasladara a una ciudad con aires más húmedos y menos fríos que los de Granada. El rey Fernando VI había resuelto el 26 de octubre que residiera en El Puerto «por la benignidad del clima». Así el 19 de noviembre salía de Granada, tardando casi tres semanas en llegar a nuestra Ciudad, el 15 de diciembre de 1757, acompañado de un religioso y un oficial. /En la imagen portada de
‘Don Cenon de Somodevilla, marqués de la Ensenada; ensayo biográfico formado con documentos en su mayor parte originales, inéditos y desconocidos (1878)’,  de Antonio Rodríguez Villa. Madrid.

En El Puerto el Comandante Juan de Villalba le puso en su casa, para su resguardo y el de sus bienes cuatro hombres con un cabo de escuadra «por hallarse situada su habitación en un extremo del pueblo y los muchos robos que allí se acometen». El Ministro de Estado Ricardo Wall le indica, días después que  «por no aprobarlo S.M. el Rey retire a su cuartel los cuatro hombres y el cabo que en casa de Ensenada había puesto de guardia, porque ni corresponde al estado actual del señor Marqués, ni se halla preso» y que deberá considerarse confinado en el recinto de la Ciudad, como lo estuvo en Granada, y que «no deberá en modo alguno pasar a Cádiz». /En la imagen, edición actual del volúmen de Antonio Rodríguez Villa sobre el Marqués de la Ensenada.

La envidia y encono de sus émulos llegó hasta el punto que se falseó su vida tranquila trocándola  como si fuera licenciosa. Tuvo que intervenir el Arzobispo de Granada para desmontar la infamia. A Ensenada le hubiera gustado haber continuado su destierro «donde vivir con más quietud y menos bulla», y es que le repugnaba ir a puertos de mar, por razones que no explicaba.

LIBERACIÓN.
El 13 de mayo de 1760, en la Gaceta de Madrid, se publicaba el decreto mediante el cual el nuevo rey, Carlos III, (a la izquierda de la imagen) levantaba el destierro que el de la Ensenada mantenía en El Puerto, si bien recibiría el traslado del mismo con anterioridad a la fecha de la publicación, pues el 6 de mayo ya estaba en Madrid.

Tras la liberación recibió los cargos de consejero de Estado y Hacienda y miembro de la Junta del Catastro. Seis años más tarde, en 1766, fue acusado de haber participado en el motín de Esquilache y nuevamente confinado, esta vez en Medina del Campo, donde murió en 1781.

CATASTRO
Desde 1749 se realizó, en los 15.000 lugares con que contaba la Corona de Casrtilla (entre los que no se cuentan los de las provincias vascas, por estar exentas de impuestos), una minuciosa averiguación a gran escala de sus habitantes, propiedades territoriales, edificios, ganados, oficios, rentas, incluyendo los censos; incluso de las características geográficas de cada población. Fue ordenada por el rey Fernando VI a propuesta de su ministro el Marqués de la Ensenada y recibe hoy el nombre de Catastro de Ensenada.

En la imagen de la izquierda portada del ejemplar de Juan José Iglesias Rodríguez, "PUERTO DE SANTA MARIA EN 1752, según las Respuestas Generales al Catastro del Marques de la Ensenada". (Madrid,1991). Ed. Tabapress/ Ayuntamiento. de El Puerto de Santa Maria. 157 págs. 15 x 23 cm. Indice: Puerto de Sta. Maria en el siglo XVIII. Respuestas Generales.

Mapa General de España y Portugal con la división provincial del momento (1782) por D. Tomás López. Biblioteca Nacional.

RESPUESTAS GENERALES.
El resultado a este Interrogatorio de 40 preguntas, al que respondieron las 22 provincias que a mediados del siglo XVIII conformaban la corona de Castilla, es lo que conocemos como “Respuestas Generales” realizadas entre 1750 y 1756, al tener que repetirse todas las relativas a Murcia, -excepto Caudete-. Se pretendía obtener información precisa sobre diversos aspectos de cada población: su extensión y límites, tipos y calidades de las tierras, clases de árboles y frutos, número de vecinos y sus bienes, riqueza, impuestos, rentas y un largo etcétera, que proporcionaría a la administración un profundo conocimiento del territorio, del que en esos momentos carecía.

En 1869 sus restos mortales fueron trasladados al Panteón de Marinos Ilustres de San Fernando, y empezaron a editarse obras retrospectivas sobre su labor al frente de la política española. (Basado en textos de Antonio Rodríguez Villa).

En su honor se construyó el Petrolero de Flota "Marqués de la Ensenada" partió el pasado 20 enero de la Base Naval de Rota, para integrarse en la agrupación de la OTAN, SNMG-1, ante una de sus últimas navegaciones antes de pasar durante el segundo semestre del presente año a situación Delta y posterior baja de la Lista Oficial de Buques de la Armada.

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Reproducimos aquí la crónica de la visita a un nuevo restaurante en El Puerto,  ‘La Proa de Puerto Sherry’, inaugurado el pasado 17 de mayo, propiedad de Gabriel González Górdon, director de Vistahermosa Club de Golf y Enrique Fernández de Bobadilla, ex director de explotación del puerto deportivo, con nótula núm. 772 en GdP. Su autor, Emilio López Asencio, es el presidente de un nuevo Club Gastronómico, reflejado en el blog ‘Le dijo la sartén al cazo’, formado por sibaritas o gente de buen comer y mejor beber y como afirman con mucho sentido del humor ‘un blog gastronómico y enobebeológico y vitofílico del hedonismo practicante’. Ensaladas varias, pescados de mercado, parrilla de carnes, pastas y arroces, tapas, medias raciones y raciones: cocina a la medida para los tiempos que corren, conforman la carta.

EL RESTAURANTE.
«El día acompañaba, viernes 10 de junio, con lo que conlleva, sol espléndido, fantástica aunque, insisto, recortada compañía, el lujo de vistas que tiene la zona pese a los esqueletos inmobiliarios y la intriga y las expectativas puestas en conocer un sitio nuevo...pero nuevo, nuevo, del paquete, vamos. El local, nacido el 17 de mayo, está dividido en tres zonas, una terraza, un porche de madera y una parte interior con abundante luz natural gracias a unos ventanales que dan a los pantalanes, donde además se encuentran las dos zonas exteriores. La decoración, pues marinera obviamente.

La terraza de La Proa, con vistas a la Marina: pantalanes y barcos a escasos metros de los comensales.

La pérgola para fumadores, de madera --¿a que les recuerda?-- de La Proa, donde se celebró la comida relatada en esta crónica.

Nos decantamos, cual vino con tendencia al poso, por la zona intermedia, el porche de madera, donde fuimos cordialmente recibidos por uno de los socios propietarios, quien nos sirvió una primera espumosa helada, acompañada de una piriñaca, picadillo y/o pipirrana con langostinos que degustamos en la barra bajo las pérgolas.

El plato 'Pargo a la Proa' que se apellida con el nombre del restaurante.

PARGO AL ESTILO ‘LA PROA’.
Tras refrescarnos los gaznates procedimos a sentarnos a la mesa donde nos dispusimos a dar buena cuenta de algunos platillos selectos. El principal, como es costumbre de la presidencia, estaba ya encargado (¿Democracia Real? ¿15-M?...¡no gracias!) Se trataba de un Pargo al Estilo de La Proa, se que estoy empezando por el medio pero...me ha salido así...bueno, el plato en cuestión estaba muy bueno, el pargo, cocinado en su punto, estaba fresco y sabroso...o eso intuimos, porque dicho esto hay que decir también que el guiso estaba preparado con una elaborada salsa entre cuyos ingredientes contaba con un buen chorro de nata que nos resultó sin duda excesivo e innecesario dado el buen material que cubría y encubría, incluyendo unas buenas almejas. Los caldos, sabiamente elegidos por nuestro particular enólogo, catador, guíapeñínconpatas, D. Guillermo Yañez de los Yáñez de toda la vida, fueron dos botellas de tinto de Toro, que pese a la puntuación no muy alta de la Guía Peñín supieron a gloria, los vinos son "asín"

Tartar de atún sobre lecho de aguacates y filas láminas de manzana. Tienen también una excelente hamburguesa de atún.

Las migas de rabo de buey, un espectáculo organoléptico.

ENTRE EL TARTAR Y LAS MIGAS.
Parece que he empezado por lo ¿"peor"? Las entradas fueron paradójicamente, la guinda del pastel, esto de empezar la casa por el tejado es lo que tiene. Tartar de Atún, con aguacate y finas láminas de manzana, sin palabras. Migas de Rabo de Buey con patatas bastón, una delicia. Por último, un Solomillo Ibérico al Oloroso de auténtico lujo. Todo perfectamente acompañado de "Viñas del Vero" helado.

POSTRES.

Cojo la pértiga y salto. Los postres. Entre los comensales había de todo, de los que siempre piden , de los que nunca, de los que a veces y de los que se comen hasta el postre de el de al lado, menos mal que yo estaba enfrente. Surtido casero de brownie con nueces, pastel de queso y tarta de tres chocolates. El que nunca come postre disfrutó cual corto de talla, de los demás ni hablamos.

En el interior del restaurante 'La Proa'.

Por último copa y puro, pese a cierto casi imperdonable olvido, D. Javier, esos Montecristo tienen nombre y apellido... Almuerzo redondo. Respecto al precio, correcto, teniendo en cuenta la calidad y elaboración de las viandas, los vinos, postres y copas. A Enrique le deseamos buena suerte en esta singladura. Eso sí, que no decaiga.

Algunos de los asistentes al espectáculo pantagruélico de 'La Proa', con Enrique Fernández de Bobadilla.

En la imagen, el galeón Andalucía y la nao Victoria, en el puerto deportivo. /Foto: AGR.

Mención especial a nuestro camarero, viejo conocido de otras reuniones en otros lugares y momentos y al que hay que reconocerle su profesionalidad y buen hacer. Tras la humareda, paseo por Puerto Sherry con parada para observar la Nao Victoria y el Galeón Andalucía, el resto es otra historia y debe ser contada en otro momento. Disfrutad con el reportaje gráfico a cargo de D. Abelardo, de los Ferrer de El Puerto».

Reservas: 956871341

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La presencia del galeón “Andalucía” en Puerto Sherry, atracado en su muelle, en las mismas aguas que bañan los restos del fuerte de Santa Catalina de El Puerto, cuya rada albergó en siglos precedentes navíos y tripulantes de significado protagonismo en nuestra historia. Además de generar una admiración mayúscula por la belleza y fidelidad de la réplica, produce una cierta nostalgia a los que nos gusta especialmente la historia, en el más amplio sentido de la palabra, incrementada con la presencia de otra excelente réplica, la de la nao o carabela “Santa María”, amarrada en un muelle paralelo al del galeón. Esta pequeña añoranza sentimental experimentada en el luminoso paseo por nuestro puerto deportivo, batido por el viento de Levante el pasado domingo de Feria, me anima e inspira la presente nótula, de la que es protagonista  una dama del siglo XVII, época de la que data el galeón “Andalucía”. /En la imagen, el pintor Diego Velázquez.

En la imagen, el galeón 'Andalucía' y la nao 'Victoria', atracados en el Puerto Deportivo.

El imponente lienzo de Velazquez con el que hemos iniciado el título de nuestra colaboración, que tiene más de nueve metros cuadrado de superficie y 375 años de antigüedad fue encargado por Felipe IV al genial artista sevillano para formar parte de la decoración, junto a otros lienzos encargado a Carducho, Maíno, Jusepe Leonardo y Antonio de Pereda del Salón del Reino del palacio del Buen Retiro, donde fue instalado originalmente.

"La rendición de Breda" o"Cuadro de las lanzas". Óleo sobre lienzo. 307 x 367 cms. Autor: Diego Velázquez. 1634-1635. Museo del Prado. Madrid.

El cuadro conmemora la conquista de la ciudad de Breda, en Flandes, en poder de la Casa de Orange desde 1590, retratando la escena del protocolo de su rendición. El acto inmortalizado en el cuadro tuvo lugar el 5 de junio de 1625, del que hoy se cumple el 386 Aniversario y los dos personajes centrales son: el que entrega las llaves de la ciudad, Justino  de Nissau y el que las recibe para la corona española, el general Ambrosio Spinola Doria, I marqués de los Balbases, Duque de Sesto, Caballero del Toisón y Gobernador de Milán y Flandes.

CONEXIÓN PORTUENSE.
Su biznieto Felipe Spínola Colónna –aquí entra la conexión portuense- casó en la iglesia de Santa María la Real de la Almudena con Isabel María de la Cerda y Aragón el 20 de noviembre de 1682, recién cumplidos 15 años, pues ella había nacido en El Puerto, en el palacio de Medinaceli, en la calle de los Oficiales, hoy Palacios o del Palacio, el 30 de octubre de 1667. El marido, tan solo uno o dos años mayor que ella, pues había nacido en Milán en 1665 o 1666, según indican biógrafos diferentes, poseyó los títulos de IV Marqués de los Balbases, fue Gentilhombre de Cámara de S.M. y Virrey y Capitán General de Sicilia, además de caballero de la Orden de Santiago y Comendador de la misma. Era hijo de Pablo Spínola, marqués de los Balbases, Comendador Mayor de León y del Consejo de Estado de S.M., nieto de Filippo Spínola, II marqués de los Balbases y duque de Sexto que fue el primogénito de Ambrosio Spínola. /En la imagen, Ambrosio Spínola Doria.

Nuestra protagonista, Isabel María de la Cerda y Aragón, era hija del VIII Duque de Medinaceli, VIII Conde del Puerto de Santa María y varios títulos más, Juan Francisco de la Cerda Enriquez de Ribera, del Consejo de Estado de S.M., Sumiller de Corps y Caballerizo Mayor de Carlos II, su Privado y Primer Ministro, Adelantado Mayor de Castilla y Condestable de Aragón,  descendiente por la rama paterna del Infante Fernando de la Cerda y, por tanto de su padre, Alfonso X El Sabio y de Luis IX de Francia, por la esposa de este, Blanca de Francia. Fue su madre, Catalina Folch de Cardona, Duquesa de Segorbe, Cardona, Lerma, Condesa de Ampurias y marquesa de Comares y por esta rama materna, descendiente de San Francisco de Borja, su sexto abuelo. /En la imagen, San Francisco de Borja.

Es bastante probable que el joven matrimonio se instalara en el Milanesado, donde nacerían sus cinco hijos: Juana, que casó con el marqués de Castel-Rodrigo; María Teresa, con el Duque de Mirandola; Jerónima que casó con su primo Nicolás Fernández de Córdoba y de la Cerda, X Duque de Medinaceli y Ana María, con el Duque de Arcos. El único varón, heredero del marquesado, Ambrosio Gaetano, enlazaría con otra pariente: Ana Catalina de la Cueva y de la Cerda, todos ellos con sucesión a excepción de María Teresa.

En 1707 residía en Palermo (Sicilia. Italia). En las fiestas navideñas de ese año enfermó, falleciendo poco tiempo después, en 1708. Tenía 40 años. /En la imagen, grabado de la catedral de Palermo

BAUTIZO EN LA PRIORAL.
En la página oficial de la Fundación Casa Ducal de Medinaceli solamente se cita el año de su nacimiento, sin completar la fecha ni el lugar del mismo. Para que no quede duda del paisanaje de esta ilustre dama del siglo XVII, reproducimos el texto de su acta bautismal, tal como figura en el folio 219 del Libro nº 37 de Bautismos, conservado en la caja 77 del archivo parroquial de la iglesia Mayor:

«En la ciudad del Puerto de Santa María, el jueves diez de noviembre de mil seiscientos sesenta y siete, Yo, el Doctor Alonso Holguín, Vicario en ella y Cura más antiguo en la iglesia Mayor de esta ciudad, bauticé en la capilla del palacio del Excmo. Señor Duque de Medinaceli, marqués de Cogolludo, conde de esta ciudad y Gran Puerto de Santa María, Señor de las villas de Deza, Enciso y Lobón, de los Consejos de Estado y de Guerra, Capitán General de la Mar Océana, Costas y Ejércitos de Andalucía, a Isabel María, hija del Excmo. Señor Don Juan Francisco Thomás Lorenzo de la Cerda, Duque de Alcalá y Lerma,  marqués de Denia, Adelantado Mayor de Castilla, Conde de Santa Gadea y Buendía y de la Excma. Señora Doña Catalina, Antonia, Gabriela, Josefa, Benita María de Aragón y Sandoval,  Duquesa de Alcalá y Lerma, marquesa de Denia y condesa de Santa Gadea y Buendía, su legítima mujer. Fue su padrino el Señor Don Tomás Antonio de la Cerda, marqués de Laguna, Comendador de la Moraleja en el Orden de Alcántara y Mestre de Campo del Tercio provincial de Sevilla, encárguele el parentesco espiritual y la obligación que tiene en fee de lo cual lo firmé» . (Textos: Antonio Gutierrez Ruiz. A.C. Puertoguía).

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Pehr Löfling o Pedro Loefling, nació en 31 de enero de 1729 en Valbo Gastrikeland (Suecia), hijo de Erik Löfling y Bárbara Standman. Estudia con un profesor privado hasta que, con 16 años se matricula en la Universidad de Upsala, en un principio para estudiar Teología empero, influido por el profesor Carlos Linneo se apasiona por la Botánica y acaba cursando estudios de Medicina. Tutor del hijo de Linneo y ayudante de sus profesor, presenta tu tesis escrita sobre ‘Yemas y Retoños de los Árboles’ e ingrea en la Real Academia de Ciencias Sueca. /A la izquierda, silueta del científico.

ESPAÑA Y VENEZUELA.
Con 21 años viajará a España recomendado por su mentor, a instancias del rey Fernando VI, donde permanecerá entre 1751 y 1754, realizando una serie de colecciones de zoología, --especialmente ictiología-- y botánica, que enviará a Carlos Linneo a Suecia, entre las que se encontraban especies nuevas. Publicará sus estudios en la Gaceta de Madrid en 1752 y, a título póstumo, su mentor dará a conocer su único artículo científico Iter Hispanicum, eller resa til Spanska Länderna uti Europa och America 1751 til 1756 (1758), pues falleció, prematuramente con 27 años, en la actual Venezuela, a orillas del río Caroní, en la Misión de San Antonio de Caroní (Bolívar, Venezuela), siendo enterrado al pié de un naranjo junto a la iglesia, en la Misión de Santa Eulalia de Merecuri.

Quizás fue este El Puerto que, 30 años antes, conoció Pedro Loefling, visto desde el Matadero Viejo, detrás de la actual estación de Ferrocarril. “Vista del Puerto de Santa María”, óleo sobre lienzo, 70 x 95 cm, 1781-1785 (propiedad del Museo del Prado, en depósito en el Museo Naval de Madrid) [P1151]. Autor: Sánchez, Mariano Ramón (Valencia, 1740-1822).

1753. EL PUERTO.
Pedro Loefling permaneció por espacio de algo mas de tres meses en nuestra Ciudad, en 1753, mientras esperaba partir en la expedición que le llevaría a los límites del Sur de América o del Orinoco (en el viaje  realizó descripciones de peces, moluscos, crustáceos y medusas, y ya en Venezuela realizaría una interesante descripción de flora y fauna) y elaboró durante aquel periodo de tiempo, con la ayuda de los pescadores de El Puerto, el Primer Tratado Español de Descripción de Peces.

La sueca Solveig Nordin recoge en un estudio sobre su compatriota que «En Iter Hispanicum se puede leer sobre los peces que Loefling preparaba para la Reina de Suecia y probablemente algunos todavía están en Estocolmo, Suecia en el Museo Nacional de Ciencias Naturales (Naturhistoriska Riksmuséet). [algo que la autora no tiene aún contrastado durante la redacción de este texto]

Se reproducen las páginas 93 y 94 del Iter Hispánicum En la segunda página, hace referencia a los 50-60 peces de El Puerto de Santa María que fueron enviados a la Reina de Suecia.

Traducción libre del texto, escrito por Loefling el 18 de diciembre de 1753, del Iter Hispanicum. «El 20 de Octubre, la misma fecha de llegar a Madrid hace 2 años, resultó ser mi primer día de viaje en mi Viaje Americana, y el 2 de noviembre llegué aquí al Puerto de Santa María y el 5 de noviembre a Cádiz, donde me quedé un poco mas de 2 semanas antes de regresar de nuevo junto con mi compañía al Puerto de Santa María, como aquí se presentan más posibilidades de realizar estudios de la Naturaleza, mejor que en Cádiz que está cerrada. Por fin me he dedicado a los peces, y me he entrenado en la Ictiología, además de haber preparado entre 50 y 60 Especies de Peces en “Spiritu Vino” para Su Real Majestad La Reina, los cuales serán mandados con el primer barco a Suecia por el Sr. Cónsul BELLMAN (en Cádiz).» /Portada de Iter Hispanicum, eller resa til Spanska Länderna uti Europa och America 1751 til 1756 (1758)

Loefling partió de la Bahía de Cádiz  la madrugada el 15 de febrero de 1754 en dirección a la que sería la actual Venezuela. Ya no volvería, quedando allí para siempre.

PISCES GADITANA. OBSERVATA GADIBUS ET AD PORTUS Sª MARÍA. 1753. Mens. Nov. et Decemb.
La abreviatura Loefl. se utiliza en los géneros creados ó especies descritas por Pedro Loefling. Algunos de los nombres vernáculos y nombres científicos dados por Löfling a la fauna marina de la Bahía de Cádiz, durante su estancia en El Puerto de Santa María en el Primer Tratado Español de Descripción de Peces:

anchova: Clupea encrasicholus; anguilla: Muraena anguilla; araña: Trachinus draco; armado: Trigla coccyx; azedia: Pleuronectes; borracha: Trigla; borriquete: Perca marina; breja: Sparus; burel: Scomber trachurus; cadella: Galeus Glaucus; cazon: Squalus Galeus; chucho: Raya; dorada: Sparus aurata; faneca: Gadus; galera: Cancer; herrera: Sparus oblongus; lenguado: Pleuronectes; lisa: Mugil; morena: Muraena; perrillo: Gobius niger; pescada: Gadus; pintarroja: Squalus Canicula; rape: Lophius; robalo: Perca labrax; rubio: Trigla cuculus; sabalo: Clupea; safio: Muraena; sardina: Clupea sardina; tapaculo: Pleuronectes; vaca: Raya maxima; xibia: Sepia.

Placa situada en la esquina de la calle Guadalete esquina Avda. de la Bajamar, en agosto de 2010.

PLACA DE RECONOCIMIENTO.
En la calle Guadalete, en una esquina del antiguo Hospital Municipal, con la vista puesta al río, se descubrió el pasado 11 de agosto de 201o una placa en reconocimiento del científico sueco que vivió durante unos meses en nuestra Ciudad y del trabajo realizado. El alcalde de la Ciudad Enrique Moresco, el presidente de la Academia de Bellas Artes de Santa Cecilia, Manuel Pico Ruiz Calderón y el presidente de la Asociación de Amigos de la Cultura Científica, Francisco González de Posada uno de los impulsores de la iniciativa, presidieron el acto. La Asociación Ecologista, en palabras de su Coordinador Local, Juan Clavero Salvador, valoraron positivamente esta distinción. También, en el Real Jardín Botánico de Madrid, se encuentra una placa a la memoria del joven sueco desaparecido prematuramente a causa de unas fiebres en la expedición a los Límites del Orinoco.

SOLVEIG NORDIN.
Solveig Nordin Zamano, compatriota sueca de Pedro Loefling (idealizado en el grabado de la izquierda) hizo en mayo del 2008 un recorrido por España, utilizando como guía de su periplo, el Diario de Viaje escrito por nuestro protagonista, en su viaje desde Madrid el 20 de octubre de 1753  hasta llegar a Cadiz el 5 de noviembre, que refleja en algunas entradas y comentarios en su blog: http://rutahistoria.blogspot.com/ (Texto: José María Morillo).

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En nuestras manos cayó para ser restaurada una pequeña Virgen, una más. No tendría mayor importancia ni significado, si no fuera por su procedencia y su pequeña historia.

Hablamos de “la Virgen de la Placilla”, o de “la Casa de los Leones”, o también la Virgen conocida como “de Escaldas”. Tanto esta pequeña imagen como el lugar donde fue colocada siempre han despertado curiosidad e interés en gran parte de los portuenses, que al pasar por la calle, camino del mercado, es inevitable volver la cara y echarle una mirada a su bella portada, hoy aún más, después de su reciente remozamiento. /En la imagen la Virgen a su llegada al taller de restauración.

Esta pequeña figura es de autor anónimo. Está realizada en terracota y policromada al óleo con adornos en oro. A primera vista despista un poco su vestimenta y sus atributos; sus ropas ricamente decoradas en líneas muy barrocas, con manto de motivos florales dorados en bajorrelieves, tanto  la Srª como el niño.  La Virgen con rostrillo de coronas circulares doradas porta al Niño Jesús en su mano izquierda, y sostiene en su mano derecha un corazón flameante; y,  ambos, sobre una bola mundi atravesada por una gran cruz dorada. Sobre los pies de la Virgen, la luna, flaqueada por siete angelitos. El niño con su mano derecha en actitud bendicente y en su mano izquierda sosteniendo la bola mundi con crucifijo sobre ella.

En la imagen se procede al estucado de la cara.

RESTAURACIÓN.
La figura, por las características del soporte, no presentaba grandes problemas estructurales; tan solo la unión de la bola mundi con la Virgen, que tenía tirantes de barro sin cocer que estaban muy pulverulentos y degradados.

La policromía estaba muy sucia y su color muy torcido, los dorados estaban verdes y oxidados. La bola mundi estaba totalmente repintada de azul intenso. Todos los bordes de la imágen estaban llenos de diferentes brochazos de cal y pinturas, de las que durante mucho tiempo se dieron a la fachada y a la hornacina.

Se realizó una limpieza superficial en profundidad, se consolidó y reforzó la estructura y la unión de la bola con la imagen. La policromía fue regenerada eliminando los repintes y los óxidos metálicos, quedando a la vista la rica decoración y su colorido. Al carecer de peana, se le añadió una amplia de hormigón muy fina, de color de la piedra de la portada y que queda oculta detrás del junquillo que porta el cristal que protege a la Virgen.

EL ENTORNO Y LOCALIZACIÓN.
La figura se encuentra en la hornacina que existe en el dintel de la fachada de la casa de la Placilla (San Bartolomé 6), conocida popularmente como la Casa de los Leones. Es de estilo barroco, con fachada tipo retablo y construida hacia 1.787 como consta un grabado en la misma. /Estado de la casa tras su restauración.

No queda constancia fehaciente documental, o al menos en un rastreo rápido no localizamos quién mando construir esta casa. Tan solo, según nos cuenta el Archivero Municipal J. Ignacio Buhígas, la habitó hasta 1797 la  familia Díaz de Celis, Jacinto, Benito, Juliana. Según Olga Lozano y Mercedes García Pazos en su Guía Histórico-Artística nos cuentan que fue mandada a construir por Pedro Montes. De todas formas no es la base de este artículo. Sí lo es la memoria popular que nos cuenta que la pequeña Virgen “de Escaldas” fue colocada allí por el gremio de “Los Montañeses”.

LOS MONTAÑESES EN EL PUERTO.
Durante el siglo XVIII, como es sabido, el Puerto contaba con un florecimiento económico importante gracias a las transacciones que se realizaban con América. Por aquí pasaban muchas mercancías y en determinados sectores económicos el dinero corría. /Vista del patio, desde la casapuerta.

A la llamada de esta bonanza hay zonas de España en que las migraciones hacia El Puerto de Santa María fueron más abundantes. Evidentemente las zonas mas cercanas fueron las mas numerosas como las de Cádiz, Jerez, Sevilla, Huelva etc. sin embargo desde zonas tan lejanas como Galicia con 842 hombres y 56 mujeres, o la cornisa Cantábrica con 354 hombres y 56 mujeres, y mas específicamente Santanderinos 152, y 142 Asturianos por ejemplo, según los datos de los registros parroquiales de matrimonios aportados por Juan José Iglesias en Una Ciudad Mercantil en el S. XVIII.

El gremio de los montañeses fue muy importante en nuestra ciudad y en las del entorno de la Bahía, llegando a ser un colectivo muy unido y organizado. Su campo de trabajo se encontraba repartido fundamentalmente en comercios de primera necesidad y en tabernas. Esta exclusividad en la actividad ha llegado hasta nuestros días, aún queda en la ciudad algún comerciante descendiente de los instalados en este siglo en el Puerto. La denominación de “el montañés” es sinónimo de tienda de ultramarinos.  “El montañés de la esquina” es el titulo de un curioso libro de Venancio González, publicado en 1995 por la Universidad de Cádiz que habla de la actividad en estas tiendas en Cádiz. /En la imagen, hornacina en la fachada donde permanece la reproducción del original.

En la ilustración podemos observar cada número y lugar correspondiente a los santanderinos que emigraron al Puerto.

EL PORQUÉ DE LA VIRGEN DE CALDAS.
Viendo el mapa de población,  vemos los lugares de donde proceden los Santanderinos asentados en el puerto y observamos  que gran parte de ellos procedían de las zonas próximas al cauce del río Besaya y de los alrededores de Torrelavega. En el cauce del río y muy cerca de Torrelavega, a siete Km. se encuentra la localidad de Caldas de Besaya. El cauce del río fue utilizado por los romanos como camino de entrada de la meseta castellana hasta el mar Cantábrico. Aún quedan algunos restos de la calzada que construyeron y ya desde esta época hay conocimiento de los manantiales termales de esta localización.

En estos lugares, en la última hoz del Besaya y entre el camino real que lleva a Castilla y el río,  existía muy cerca de éste un manantial de aguas calientes, y entre éstas y el camino, en un estrecho lugar, existía una ermita medieval con algunas dependencias. En esta ermita se adoraba ya a Ntrª Srª de Las Caldas, que según las noticias del propio monasterio es posiblemente desde la segunda mitad del S. XII. En ella los ermitaños cuidaban de los enfermos con el auxilio de las aguas y de la Virgen. /En la imagen Dñª María Ana Velarde, óleo 104 x 74 cm.

Los vecinos, en el intento de fortalecer el culto a la imagen, acudieron a principios del S. XVII al convento de los Dominicos de Regina Coeli de Santillana del Mar. En 1.611 los Dominicos tomaron posesión del convento.

El destino del santuario cambiaría con la llegada fortuita del padre Fray Juan Marfaz quien es nombrado Prior en 1.663 y junto con la ayuda espiritual y económica de Dñª María Ana Velarde trazan y comienzan la construcción de un nuevo Monasterio mas amplio y mas digno.  La imagen fue trasladada a su actual ubicación en Marzo de 1.683. Ninguno de los dos promotores llegaron a verla en el nuevo santuario,  pues Dñª María Ana muere cinco años antes en la hospedería del antiguo santuario, tras quedar viuda y tomar los hábitos Dominicos y el P. Marfaz tres años antes de los traslados. /Retrato del P. del Pozo, óleo 168 x 104.

El Prior sucesor del P. Marfaz fue el Padre Alonso del Pozo, calificador e inquisidor del Santo Oficio, al que conoce en el Colegio de San Gregorio de Valladolid. Este, fue el primer Historiador de Ntrª Sra. de Caldas y biógrafo del P. Marfaz y Dñª María Ana Velarde que publico en 1700, junto con la tercera regla del Padre Santo Domingo que publico en otro tomo. Mas tarde construiría  el Santuario de Montes Claros.

ATRIBUTOS.
En el cuadro que representa al P. Alonso del Pozo que está en la camarín de la Virgen, se nos representa rezando el rosario a la Virgen que ya esta vestida con manto, y con los dos tomos, mencionados anteriormente, escritos por el, de fondo en la ventana al Hoz del Besaya, y los dos monasterios, el nuevo y el viejo. /En la imagen, grabado S. XVIII.

Gracias a la documentación facilitada por el Padre Alberto González Fuente, al que desde aquí damos las gracias por tan inestimable colaboración, conocemos datos interesantes en un articulo suyo publicado en el boletín del Santuario en Diciembre de 1.976 y titulado “Un corazón en la mano de la Virgen de Las Caldas”.

Hasta  el año 1.953 la imagen de la  Virgen estuvo vestida con el mismo aspecto que presenta la de la Placilla, hasta que, con motivo de la restauración de la Virgen por el artista madrileño José Lapayese, se decide eliminar los mantos y dejar la imágen en su estado primitivo con todo el aspecto de una imagen gótica. /En 1953 aún tenia el brazo prolongado.

HISTORIA.
En la Historia la Virgen de Las Caldas y biografía de los fundadores del P. Julián del Pozo (1.700) dice: “a quien con atención la mira, le arrebata el animo y le atrae el corazón, como la piedra imán al hierro, y hace maravillosos efectos en las almas de los que la miran...Tiene en la mano derecha un corazón, como indicio de que es el árbol sagrado que lleva por fruto corazones para ofrecer a su sagrado hijo... Sobre el brazo izquierdo tiene el Niño: es de la misma pieza de la talla, de suerte que no se puede quitar.”, “Y aunque la imagen de Nuestra Señora está sentada, como ahora se viste, parece estar de pie. Vistese al uso de Castilla, tiene su rostriño y corona con arco”. Es evidente que ya en esta fecha y no desde mucho tiempo atrás, la imagen gótica ya esta vestida.

En esta misma historia en páginas mas adelante el P. del Pozo relata que estando Dñª María Ana encomendando a la Virgen su director espiritual el P. Marfaz, escucho de su Ángel de la guarda la siguiente frase: “Ese tu confesor, por quien pides, ha puesto su corazón en buena mano. Y al mismo tiempo le pareció ver a María Santísima que traía en su mano el corazón de su devoto capellán y siervo y daba a su entender que era verdad lo que le había dicho su ángel; y que le tenia en su mano y por su cuenta”. Del mismo modo esta claro que en 1.700 la figura había sido amputada y estirada de la mano derecha y sustituido el atributo frutal de las imágenes románicas y góticas por el corazón que vio Dñª María Ana Velarde. /Estado actual de Ntra. Sra. de las Caldas.)

En el proceso de remozamiento efectuado por Lapayese en 1.953, se coloco la mano al modo de este tipo de imágenes y se coloco la fruta en ella. Al parecer la mano eliminada era de nogal y la figura es de madera de sicomoro, con lo que es probable que no fuera original.

CONCLUSIONES.
Es evidente pensar que los montañeses de que vivían en El Puerto a finales del S. XVIII, solo conocían su imagen venerada de Ntrª Srª de Las Caldas con el aspecto que presenta este grabado. Y sin entrar en si fue colocada en la casa de la Placilla por el gremio de montañeses o únicamente por el fervor del dueño de la casa, la imagen que nos legaron es la que afortunadamente y tras los avatares sufridos por la casa, hoy parece respirar tranquilidad tras convertirse, en un Aparta-Hotel. /Estado actual de la Virgen de la Placilla.

ISLA DE GUAM.

La advocación de la Virgen de Caldas o de Ntra.  de  las Caldas desde antiguo saltó el Atlántico y los Santanderinos la llevaron al nuevo mundo. La isla de Guam es llamada Guaján en español. El 6 de marzo de 1521, la descubrió  Magallanes durante la expedición española de circunnavegación del mundo. Hay referencias en el Archivo de General de Indias de un patache (embarcación de vela de dos palos, mezcla entre bergantín y goleta) llamado Ntra. Sra. de las Caldas, El 25 de agosto de 1734 se realizó un Mapa de la entrada y puerto de San Luis de Apra, (de dicha Isla de Guam que perdió España en la guerra hispano norteamericana), siendo su capitán y cabo Don Juan Antonio Jove y su piloto mayor Don Luis Duplesis, los cuales pilotos sondaron y demarcaron el dicho puerto y lo hallaron capaz de entrar en él cualquier navío o galeón de la carrera y Filipinas.

Se construyó un fuerte de piedra que se fabricó el año 1737 y tenía cabalgadas 6 piezas de cañón para defensa de dicho puerto. Su planta es de 35 varas de largo, su ancho 9 varas, su alto, hasta las troneras de 5 varas y está fabricado sobre cimiento firme de piedra viva.  /Mapa de la isla de Guam.

FILIPINAS, BUENOS AIRES.
También se menciona en la audiencia de Filipinas en 1735/ 1738/ 1740/ 1741/ 1782. Otra referencia americana, La polacra (Buque de dos o tres palos) Nuestra Señora de Caldas  matriculado en Buenos Aires comprada en diciembre de 1810 por el comandante de Marina y diputado ante la Junta Grande Francisco de Gurruchaga, fue convertida en bergantín y puesta al mando de Hipólito Bouchard, quien llevaba como segundo al mando a Ángel Hubac y contramaestre a Luis Rafia. La nave tenía 26 metros de eslora, 5,5 de manga, 3 de puntal, 2,3 de calado y un porte de 180 t.

EN MÉJICO.
Por otro lado, en México se encuentra la Ciudad Jiménez en Chihuahua, cuyo nombre anterior fue el de Santa María de las Caldas. Se cambió el 28 de octubre de 1826, en honor de José Mariano Jiménez, héroe de la independencia fusilado en Chihuahua en 1811. /Óleo de Ntrª Sra. de las Caldas, ciudad Jiménez, Mexico.

Fue poblado por los españoles a partir de 1643, reconquistada por los indios “Tobosos” en varias ocasiones, el 4 de enero de 1753 el capitán Bernardo Antonio Bustamante y Tagle fundó el presidio militar de Santa María de las Caldas del valle de Huejoquilla, población que se logró consolidar y que dio origen a la actual ciudad de Jiménez. De esta época se conserva en la ciudad el cuadro de la virgen de Santa Maria de las Caldas imagen que fue llevada en su fundación y que tenía en ese momento el aspecto como la de El Puerto

Hoy día la imagen que figura en la portada de la Casa de los Leones es una reproducción en resina que se realizó para preservar la original que se conserva en la recepción del hotel. (Texto: Javier M. de Lucas Almeida. Ldo. en Bellas Artes).

Entrevista publicada en Diario de Cádiz el 26 de septiembre de 1976.

De José Fernández Sanjuán, Pepe 'el del Vapor', se puede oír hablar en cualquier sitio, por muy alejado que esté de la Bahía de Cádiz. Ha conseguido que la mayoría de los que nos embarcamos en el 'Adriano' no podamos olvidar su imagen y el timón y el rato de tertulia en el puente... Porque salir con Pepe a hacer el viaje por la Bahía era, porque ya está retirado y tiene un patrón que lleva el barco "pero yo no puedo dejar esto porque me moriría", y aún sigue siendo --nuestra conversación fue un viaje de Cádiz a El Puerto y la vuelta apoyados sobre el puente-- como un rato de charla en uno de los viejos cafés de los puertos, pero con la luz a y el aire de la Bahía que e sol que mantiene a Pepe al pie del timón. Durante cincuenta años los 'Adriano', el que en la actualidad hace el viaje es el tercero, han estado yendo tres, cuatro o cinco veces al día de El Puerto a Cádiz. La Bahía encontró en estos barcos uno de sus motivos característicos. Y Pepe como fiel protagonista de todos los días. /Foto: Colección Andrés Ferández Valimaña.

El Vapor por aguas del río Guadalete.

EN LA BAHÍA DE LA CORUÑA.
Pero en él también existió otra bahía, la de la 'morriña'; su acento gallego no lo ha perdido a pesar de los cincuenta años en la mar andaluza. La Bahía de La Coruña fue para él el comienzo de su vida marinera, de toda su vida. En aquella, fueron los pioneros de los viajes en vapor. "--Fomentamos los paseos por la Bahía de La Coruña. Lo malo que tenía era que sólo podíamos salir en verano... Pero entonces había mucha gente de Madrid. El precio del viaje, que duraba cuarenta y cinco minutos era de treinta céntimos en el interior y cincuenta en la toldilla. Se hacía por el Castillo de San Antón, hasta la Torres de Hércules y a la Marola, que era un sitio muy peligroso a donde sólo o se podía ir cuando había buena mar porque tenía unos bajos donde era fácil tocar. Hay una canción que ha reflejado esto:
"El que pasa la Marola,
pasa la mar toda".

La Peña de la Marola.

De cuando en cuando, silencio. La mirada perdida en la mar para encontrar recuerdos.
"--Las excursiones que hacíamos de niños desde Ferrol hasta Betanzos. En una ocasión, ya en el barco salimos a esperar al Rey Alfonso XIII que llegaba con los barcos de la Escuadra española. Venían el 'Jaime', el 'España' y él en el 'Alfonso'."

EN SEVILLA EN LA EXPOSICIÓN DE 1929.
De aquel recuerdo de niño a la Exposición de Sevilla del año 1929. Y en ella de nuevo ve al Rey. "--La última vez que vi a Alfonso XIII fue en Sevilla; iba por el paseo de la Palmera en un coche de caballos con la reina, solos... Igual que ahora". Pepe había llegado a Sevilla para ver la Exposición. "--Yo llegué de 'turista' en el año veintinueve. Vinimos con el 'Adriano I' y yo soy el único que queda de aquella primera tripulación que formamos mi tío, un maquinista, un patrón y un capitán. El maquinista se quedó en Cádiz, pero después, al poco tiempo, se ahogó al entrar en Ferrol, junto al castillo de Coca". /Cartel Oficial de la Exposición Iberoamericana de Sevilla de Gustavo Bacarisas.

Vapor Cádiz navegando por el Guadalete.

Y entonces les llegó la propuesta. Millán les ofreció la línea. --"Hacía un mes que estábamos en Sevilla y 'los Millanes', que formaban una empresa muy fuerte y tenía la línea [de vapores] del Puerto a Cádiz, nos la ofrecieron. 'Mercedes', Puerto de Santa María', 'Puerto Real' y 'Cádiz' eran barcos de esta empresa... Y una vez estando en El Puerto, en el año veintisiete al 'Cádiz' le reventó de noche una caldera porque se quedó sin agua. Hubo un muerto... El muelle donde atraca el Vapor era de Millán, desde la reja hasta el agua y tenía una caseta; pero entonces El Puerto no reunía las condiciones necesarias y no teníamos que salir con la marea alt. Cuando estábamos con media marea ya no podíamos salir. 'Los Millanes' fueron nuestros consignatarios hasta que murieron".

Antiguo muelle de San Ignacio, donde atracarían los primeros vapores, perteneciente a la empresa Millán. Al fondo la Plaza de las Galeras Reales.

AMANECER JUNTO AL MAR.
Y Pepe llega a El Puerto. Era El Puerto del Restorant de La Puntilla, de las veladas en la Victoria, la Fuentecilla, ... "--Cuando llegué había yerbas por las calles más céntricas y no se veía a nadie por la calle, sólo las 'comadres' que se asomaban por los ciertos. El público en el Teatro Principal estaba dividido. arriba iban las mujeres y los hombres en la parte de abajo. Y al que se atrevía a subir era considerado como un cara..."


En la imagen los Vapores Adriano I, atracado y Adriano II.

El 'ADRIANO I' COMIENZO DE SUS VIAJES.
"--Al principio, en El Puerto, no había muelle, ni entrada. Era muy peligrosa la salida; la barra suponía cada día el riesgo de pasarla con la incertidumbre de tocar o no Una vez que se toca, ya el barco se queda sin gobierno y el viento puede llevarlo a donde quiera". Todas las mañanas iban andando y veían amanecer junto al mar y sabían entonces si podían salir o no. "--A pesar de esto hubo veces que tuvimos que volvernos con el pasaje, lo mismo volver a Cádiz o a El Puerto porque no se podía entrar en el otro sitio".

¿Cuanto costaba el billete en el año veintinueve? "--Valía noventa y cinco céntimos y cincuenta los cosarios". ¿Y el Cádiz de aquella época? "--Entonces era cuando los Carnavales y el Corpus eran fiestas de verdad. En Carnavales la calle San Francisco tenía de serpentinas y papelillos como medio barco de este. Entonces había menos gamberristmo, la gente se divertía mejor".

Antiguo muelle de Cádiz.

LAS MEJORES OBRAS.
¿Como ve el Cádiz actual? "--La mejor obra que han podido hacer son los espigones del puerto, el de Levante y el de la Punta de San Felipe. Antes, cuando había Levante no se podía estar en el puerto. Muchos barcos se iban a Matagorda y los que sabían entrar se iban a El Puerto, donde también los espigones ha sido lo mejor que se ha hecho. Prueba de lo peligroso que era el puerto con Levante es que una vez se hundió un barco de los Prácticos [del Puerto]; se fue al fondo porque se le rompió un 'muerto'. Por otra parte, todo lo que es la parte de Puerta de Tierra se lo debe Cádiz a la explosión y si no fuera por las víctimas que hubo debería haber muchas más. El Cádiz del interior está abandonado. Está igual que hace 50 años".

En el Adriano II, sentados José Fernández Fernández (Padre de Pepe  ‘el del Vapor’), Asunción Posada (su esposa) con su hija Asunción en brazos, Pepe Fernández Sanjuán con su hijo Juani, en el centro su otra hija Socorro, ya fallecida. De pie detrás de izquierda a derecha: Antonio y Pepe. Año 1.955. (Foto Colección A.F.V.)

FALTA DE COMBUSTIBLE Y EXTRAPERLO.
Hasta 1940 estuvo funcionando el 'Adriano I', pero desde 1936 se encontraba ya en El Puerto el 'Adriano II'. Del primero aún queda algo de su esqueleto porque los gitanos y los niños se encargaron de irlo desguazando. Fue el barco que peores ratos les hizo pasar en la barra [del río]. Durante el Movimiento estos dos barcos tuvieron su papel. "--Estaban fondeados en la Bahía los barcos italianos y nacionales y me obligaron a traerlo a los soldados a Cádiz o al Puerto. Nunca estuvimos parados, estuvimos trabajando a pesar de todo, solo tuvimos que dejar de salir cuando cortaron el combustible, ya en el año treinta y nueve".

Era el momento del estraperlo y en el vapor ocurrió un hecho con el que Pepe pudo salir perjudicado. "--Los estraperlistas traían pan y patatas. La Fiscalía había fichado el barco y cuando llegaron, los estraperlistas lograron escaparse y dejaron la mercancía en el barco. Las culpas vinieron para mi y no me querían admitir un pliego de descargo hasta que al fin se solucionó todo".

NADANDO HASTA JEREZ.
En El Puerto, los días de toros cada vez que llegaba el Vapor, las 'Cuatro Esquinas se llenaban de gente que venía para ver la corrida. "--Estos viajes eran muy malos por las discusiones y las peleas y cuando un barco va tan abarrotado cualquier cosa de estas supone un disgusto muy grande. Una vez, uno de jerez que venía borracho se tiró al agua y decía que quería llegar nadando hasta Jerez. Tuvo la suerte de que estaba la Draga cerca y 'los ganguis' salieron pronto a recogerlo. Pero él seguía en sus trece y tuvieron que llevarlo hasta El Puerto tendido boca abajo en la cubierta. Allí lo estaba esperando la Guardia Civil. Era Comandante de Marina don Francisco Martel y lo dejaron libre porque la madre vino llorando y todo". /En la imagen, un desconocido Pepe sin su popular boina, aunque si, como siempre, de negro y con corbata. /Foto: Colección Andrés Ferández Valimaña.

La barra [del Guadalete] les dio una vez un susto. "--Nos quedamos varados porque tocamos con un ancla de la Draga. Gracias a que la mar estaba buena y el barco sólo se quedó encallado. El pasaje se transbordó a un remolcador y no pasó nada".

¡AUXILIO!
¿A que pasajeros recuerda con más cariño? "--A José León de Carranza, que venía casi todos los días (en la imagen de la izquierda), a Blázquez, Álvaro Picardo, Alfonso Sancho [bodegueros]. También a don Joaquín Vich, que fue el que mas malos ratos ha pasado con el problema de la barra. El fue mi gran maestro, venía todos los días con nosotros. Era el capitán más joven que tuvo la Comapñía Transmediterránea y vivía en una casa frente al muelle del Puerto y tenía un molino para el agua; a mi me consideraban como de la familia y aún le queda una hermana que tiene ochenta años. Después estuvo en Mecánica de la Marina de Guerra".

Y a sus recuerdos vienen también un pasajero llamado padre Alegría. Pepe sonríe antes de contarlo. "--Es la primera vez que he visto a una persona que, cayendo, grite ¡auxilios! Habíamos atracado en el muelle de El Puerto y cayó entre él y el barco. Le dio tiempo a gritar por el aire. Fue increíble porque, además, no le pasó nada".

RUMBO GARBOSO.
Desde hace unos doce años, el 'Adriano III' ha venido a cargar con el peso de los viajes diarios, dejándole al 'Adriano II' los momentos más solemnes de los paseos turísticos por la Bahía. "--El viejo es más alegre, pero este es más cómodo".

Paco Alba, en la imagen de la izquierda.

Lo que no cambia nada es la imagen de la blanca estela del vapor cruzando la Bahía que ha llegado a crear incluso una literatura no loo a nivel de escritores consagrados sino en el sentimiento popular Los pueblos que se asoman a las dos bahías que han enmarcado la vida de Pepe han dejado para siempre en sus cantes el recuerdo entrañable de este pequeño barco que sin dejarse intimidar por los grandes trasatlánticos ni por el tiempo, supo ser cada día una manifestación del espíritu de esa tierra. Y ella así lo reconoce. De la voz nostálgica gallega:

"Venimos de bordear la Bahía
en el Adriano.
Mi novio no quería
y yo le dije: anda pocho
que allí gozamos".

Pepe, con 'Los Hombres de la Mar' y junto al popular 'Sopa de Cádiz'. /Foto: Colección Andrés Ferández Valimaña.

A Cádiz, la voz de Paco Alba, en su comparsa de 1965 'Los Hombres de la Mar', (en la imagen superior) le dedicó estas coplas:

"¡Ay vaporcito del Puerto!
cuando en ti me embarco,
cuando en ti navego,
me contagias los recuerdos
de tus viejos sueños,
sueños marineros.

¡Ay vaporcito del Puerto!
Tú eres la alegría,
tú eres la alegría,
de este muelle tan hermoso
con ese rumbo garboso
con que cruzas la Bahía".

Pepe, dirigiendo el Vapor, desde la cabina del 'Adriano III'. /Foto: Colección Andrés Ferández Valimaña.

EL MAR, SU VIDA.
Y Pepe nos dice que le gustan mucho. ¿Cual fue la mejor época del Vapor? "--Los años mejores son ahora que se puede navegar tranquilo. Hay mucho más tráfico de barcos, pero salvo una vez que un bar o inglés nos dio un rozonazo al desatracar en El Puerto, nunca nos ha pasado nada. Otra vez quedamos en la Bahía porque había una niebla tan grande que no pudimos llegar al Puerto". ¿Y cuando descansa, Pepe? "--Nunca he descansado. Seguro que soy el que menos gasto ha hecho a la Seguridad Social".

Pepe Fernández, con la Medalla al Mérito Naval que le fue impuesta durante las Fiestas de la Hispanidad de 1966. En la fotografía, junto al alcalde, Luis Portillo Ruiz. Aparecen en la imagen, a la derecha, Juan Martín Vélez y Antonio Romero Castro. También le entregaron un gallardete de la Armada./Foto: Archivo Municipal.

Pepe le han llamado don José y casi se ha molestado, está retirado, pero a pesar de todo sigue faenando en el barco. "--No me acostumbro a estar en tierra" y desde su mundo nos ha ido hablando dejando a un lado su gran timidez, no como cuando le concedieron la Cruz del Mérito Naval y la Medalla de la Ciudad. "--Me hicieron pasar un mal rato... uno no está acostumbrado a eso". [y añade] "--Yo ya que voy a ambicionar, sólo quiero tener para poder pagar". Pepe querría mucho tiempo para seguir trabajando en el mar, que no sólo es su costumbre, que es su vida.  (Textos: Gabi Cañas y José Ignacio Buhigas).

Ayer se cumplía el 190 aniversario de su nacimiento.

Cuando sublevó Juan Bautista Topete Carballo la flota a su mando, el 17 de septiembre de 1868, estando a bordo de la fragata acorazada “Zaragoza”, fondeada en aguas de la Bahía de Cádiz, secundaba un movimiento revolucionario militar que encabezaba el General Prim, al que acompañaban media docena de camaradas sediciosos o, tal vez, suene mejor la expresión disconforme con la política regia. Era, por aquellos tiempos ya tan lejanos, a sus 47 años, un veterano de la Armada de Guerra, condecorado por numerosas acciones militares, algunas de ellas, como el bombardeo del puerto de El Callao, calificadas de heroicas por sus contemporáneos y con varias cicatrices en su cuerpo, incluida la que le infringiera el poeta Campoamor en el duelo de honor que sostuvo en 1862, a sablazo limpio, por una crítica que hizo a sus compañeros de armas en el periódico “La Época”. Entonces ejercía como segundo comandante en La Carraca. Ahora, en el momento de iniciar nuestro relato, Topete era Brigadier y capitán del puerto de Cádiz.

Prim, Serrano y Topete subastan los atributos del trono español, publicado en la publicación 'La Flaca', abril de 1869. Posterior a 'La Gloriosa' o Revolución de 1868. Las caricaturas marcaron época, fijando el estilo y el tipo de caricaturismo político español del siglo XIX. 'La Flaca' está considerada por diversos historiadores como la publicación más incisiva y crítica de la realidad de su tiempo. Poseía buenos colaboradores; los textos aparecían sin firmar o con pseudónimo, pero lo más destacable es la calidad de sus ilustraciones, realizadas en cuatricromía por Tomás Padró.

MINISTRO.

La revolución triunfó, como es bien sabido, marchando al exilio la reina Isabel II. Nuestro personaje ocuparía, a raíz de estos acontecimientos, diversas carteras ministeriales, presidiendo el Consejo de Ministros con carácter interino en tres ocasiones y, finalmente, el 29 de octubre de 1885 fallecería en Madrid, donde residía, ostentando la graduación de Vicealmirante de la Real Armada.

Gobierno Provisional, 1869. Figuerola, Sagasta, Ruiz Zorrilla, Prim, Serrano, Topete, López Ayala, Romero Ortiz y Lorenzana. Foto: J. Laurent (1816-1886).

ASCENDENTES PORTUENSES.
Juan Bautista Topete Carballo, con un destacado protagonismo en la Historia de España, había nacido en Méjico, en uno de los parajes más bellos y visitados del estado de Veracruz: San Andrés de Tuxtla, el 24 de mayo de 1821. Fueron sus padres Juan Bautista Topete Viaña, capitán de fragata, destinado en el apostadero de Veracruz. y María Clara Carballo, miembro de una destacada familia criolla. Este ilustre marino había nacido en Cartagena (Murcia). Su hermano Francisco de Paula Topete --tío de nuestro protagonista--, capitán de fragata, igualmente, fue portuense de nacimiento, al igual que la madre y la abuela de ambos. A Francisco de Paula, lo bautizó en la pila de la Iglesia Mayor Prioral el párroco castrense de la Isla de León el 20 de junio de 1782. Al igual que su padre, fue admitido como Caballero Pensionista de la Real Orden de Carlos III.. No conocemos mucho más de su vida, salvo que en la fecha del nacimiento de su sobrino estaba soltero y destinado en el apostadero de La Habana.

LA ABUELA MATERNA PORTUENSE.
De casta le venía al popular brigadier Topete, pues aparte su progenitor y su tío, estimados miembros de la Armada, el padre de estos, su abuelo paterno, Ramón Topete Fuentes, un bragado marino, natural de la villa de Morón (Sevilla), que ostentó el cargo de Jefe de Escuadra y estuvo en todos los fregados náuticos, que no fueron pocos, de finales del siglo XVIII y comienzos del XIX. Entre misión y misión, plagada de escaramuzas con los tradicionales enemigos, la armada inglesa, navegando de Cartagena a El Ferrol, pasando por Cádiz y viceversa, tuvo lances amorosos con una dama portuense, con la que casó por poderes, tal como se indica en el acta de su boda que figura en el libro de casamientos secretos de la Iglesia Parroquial y Mayor de El Puerto de fecha 16 de diciembre de 1780.

La contrayente era una adinerada dama portuense: Francisca de Paula Viaña Sánchez de Sanz, hija de un hidalgo montañés, oriundo de Lorio, asentado en El Puerto, José Enrique Viaña Fernández, Regidor del Cabildo local y Diputado del Común en el último tercio del siglo XVIII. Este caballero, cuya ejecutoria de hidalguía se conserva en el Archivo Histórico Municipal, contrajo matrimonio con María Pilar Sánchez de Sanz en el verano de 1759,contando la novia 22 años de edad, pues había sido bautizada en la iglesia Mayor, de manos del cura beneficiado de la misma, Juan Gaspar de Cañas Trujillo, el 21 de marzo de 1737. Diez meses y medio después nacería la abuela de Juan Bautista Topete, Francisca de Paula Viaña, que fue bautizada por su tío Juan de Viaña, Lector de Teología en el convento franciscano de Cádiz, el 7 de julio de 1760 en las varias veces mencionada Iglesia Mayor de nuestra Ciudad.

Esta boda en El Puerto, la del bizarro marino, de prestigiosa carrera aunque de escasos recursos, con la primogénita de los Viaña Sanchez de Sanz, de hidalga ascendencia y desahogada posición, idealizaba la pareja pues introducía en la mejor sociedad, la elitista de la Armada, a ella, actualizando y modernizando su rancia estirpe y a él, que dependía de su soldada, escasa y llena de atrasos como era habitual en la hacienda real, la dote nupcial le garantizaba una vida digna y desahogada en los años iniciales de su vida en común. La dote ascendió a 12.000 ducados, que podemos estimar en unos 150.000 reales de vellón, entregados en moneda y frutos del campo, percibidos en distintas partidas. Fueron decisivos para la educación de la prole, especialmente para sostener los estudios de guardia marina de sus hijos Juan Bautista, padre de nuestro protagonista y Francisco de Paula.

RETIRADO EN EL PUERTO.
Retirado en nuestra ciudad después de ejercer cono Jefe de Escuadra, Ramón Topete abuelo de nuestro protagonista, que en realidad debía apellidarse “García” o “García Topete” pues era hijo de José García Topete y María Ventura Fuentes, estando ya viudo, cayó enfermo en el verano de 1821. En esa fecha, dos de los cuatro hijos habido en su matrimonio, José y Ramona Topete Viaña, al igual que su esposa, habían fallecido. Los otros dos se encontraban al otro lado del atlántico y no nos consta que retornasen. Durante los 15 meses que duraron sus dolencias, con mejoras y recaídas, tuvo el consuelo de dos viejos camaradas, el brigadier Cosme Carranza y el que fuera Comandante General del Cuerpo de Pilotos, Joaquín Rodríguez de Rivera que hicieron. compañía a su soledad con sus visitas.

Falleció, creemos que en una casa de la calle Durango, dato este sin confirmar, el 12 de diciembre de 1822, con lo puesto, prácticamente, según el mismo declara en sus últimas voluntades. Refiriéndose a la dote recibida, en diferentes partidas, como antes indicamos, dice: “…, las cuales se consumieron en varias atenciones de la casa y familia, educación de los hijos y otras urgencias para las que no alcanzaban los sueldos del empleo en unas ocasiones y en otras los atrasos que he experimentado en mi carrera militar, falta de pago y otras causas que son bien notorias a mis hijos.” Con este dato finalizamos la pequeña historia de la familia portuense del militar que realizó la primera proclama de la Revolución de 1868, dirigida a los gaditanos, de donde eran algunos de sus ancestros. (Texto: Antonio Gutiérrez Ruiz. Asociación Cultural Puertoguía).

7

Mañana viernes, día 20, se celebrarán elecciones en el Real Club Náutico de nuestra Ciudad. Con estas nuevas elecciones --curiosamente a dos días de las Municipales 2011-- se decidirá que equipo dirigirá el futuro durante los próximos cuatro años de esta importante entidad que promociona los deportes náuticos en la Bahía de Cádiz y el nombre de El Puerto de Santa María por España y Europa.  Su actual presidente, José María Escribano Ivison, Medalla de Oro de la Ciudad de El Gran Puerto de Santa María --nótula núm. 956 en GdP--, se presenta a la reelección.

LA PROPUESTA DE ESCRIBANO.
Para el próximo mandato, Escribano se compromete, caso de resultar elegido, a la ejecución de un nuevo proyecto a la vista de la nueva concesión administrativa con la Autoridad Portuaria, entidad que gestiona la concesión marítimo terrestre que ocupa dicho Club. Los socios de la veterana entidad ya conocen este proyecto, que se ajusta a la Ley de Puertos y al nuevo PGOU de nuestra Ciudad, haciendo un Club más social y más permeable a los ciudadanos del Puerto.

El alcalde de la Ciudad entregaba el pasado 17 de marzo de 2010 la Medalla de Oro de la Ciudad de El Gran Puerto de Santa María, en un Pleno Extraordinario y Solemne celebrado por la Corporación Municipal. /Foto: Jorge Roa.

La larga trayectoria del Club Náutico, con José María Escribano al frente, en cuanto a actividades deportivas relacionadas con el mar, y su capacidad de organizar grandes eventos deportivos en sus respectivas modalidades, le avalan como legítimo merecedor de esta reelección.

En la candidatura de Escribano le acompañan portuenses de nacimiento, conocidos de todos, y porteños de elección; una renovada junta directiva que combina experiencia y juventud, contando entre sus miembros con un amplio palmarés deportivo y experiencia en la organización de eventos. Como muestra, un campeón de Europa en patín a vela, y numerosos títulos a nivel nacional de diferentes modalidades en vela y piragüismo:

DEPORTISTAS PREMIADOS.

  • Ángel Ruiz Díez, Campeón de Europa en la modalidad de Patín a Vela, además de haber destacado en numerosos campeonatos a nivel regional y nacional en la modalidad de Cruceros. Candidato a Tesorero.
  • Juan Carlos Carrasco Lorenzo, ganador de varios campeonatos, tanto a nivel regional como nacional. Candidato a Vocal de Piragüismo y Vela Ligera.
  • Santiago Villagrán Yañez, poseedor de un alto palmarés deportivo, forma parte del equipo de deportistas de Alto Rendimiento, catalogado por la Junta de Andalucía. Candidato a Vocal de Crucero. /En la imagen de la izquierda, Escribano, delante de la torre de comunicaciones que, junto a las nuevas instalaciones del Club, fueron inauguradas en 1992, en presencia de miembros de la familia real, el Príncipe de Asturias y la Infana Doña Cristina.
  • Completan la candidatura que compone la propuesta de Escribano: Miguel Mena a Vicepresidente; Rafael Álvarez-Cienfuegos, a Secreatrio; Miguel Roselló a Comodoro, Jaime Conde a Vicecomodoro, Nicolás García-Máiquez a Vocal de Pesca; Antonio Matiola, a Vocal de Cultura; Antonio Gugel, a Vocal de Tennis y Paddel y Miguel Roldán a Coordinador de las mismas materias.

    Vista aérea del Guadalete, la Bajamar y el Club con los pantalanes que en su día instaló la directiva de Escribano. /Foto: Jorge Roa.

    S.A.R. EL PRÍNCIPE DON FELIPE.
    Y en esa tarea de darle prestigio a El Puerto y al Club, se puede adelantar, que este año, Su Alteza Real, el Príncipe Don Felipe ha aceptado la Presidencia de Honor  de la 40ª edición de la Semana Náutica que se celebrará el próximo mes de Agosto.

    S.A.R. Don Felipe de Borbón, recibiendo en Zarzuela a José María Escribano.

    Por todo ello, José María Escribano ha instado, personalmente, a la masa social, tanto residentes en El Puerto como a los que viven fuera, a que acudan a depositar su voto mañana viernes 20 de 16:00 a 21:00 horas en las instalaciones del Club en la Avda. de la Bajamar para que legitimen, con su participación, la candidatura que presenta.

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