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josegarciasanz_puertosantamariaJosé García Sanz, --Pepe Sanz-- hació en Ceuta el 14 de diciembre de 1928. Con seis años, en 1934, sus padres se trasladan a nuestra Ciudad y aquí fijó su residencia, formó una familia y colaboró con multitud de causas sociales, educativas y deportivas  hasta su óbito, hace ahora tres años. Casado con Milagros González Matiola, el matrimonio tuvo dos hijos. Lasaliano hasta la médula, el Ayuntamiento de la Ciudad le conceció el título de Hijo Adoptivo de El Puerto. Vivió sus últimos años en la calle Jorge Guillén, 4, en una barriada con nombres de calles de escritores y poetas. Su vida laboral la desarrolló en el mundo del comercio, regentando un almacén de comestibles y bebidas en la calle Chanca esquina con Ribera del Río.

HIJO ADOPTIVO DE EL PUERTO.
A lo largo de mas de 30 años ha desarrollado una ingente labor social de forma totalmente altruista en torno a la educación y al deporte. El Ayuntamiento de la Ciudad le distinguió por acuerdo de toda la Corporación Municipal, entregándole en Sesión Extraordinaria y Solemne el título de Hijo Adoptivo de El Puerto de Santa María. Así y tal y como reconocía la Junta Directiva del Club Deportivo La Salle en su escrito de adhesión para el nombramiento de Hijo Adoptivo: “Pepe Sanz, es y significa el estandarte de la Familia Deportiva Lasaliana. Reconocimiento que ésta asociación formaliza con el nombramiento de  Presidente Honorífico del Club Deportivo La Salle,  y con  la celebración  anual  del Memorial de Futbol Sala que lleva su nombre”.

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En la imagen, con su mujer, Milagros González Matiola, el día que recibió el nombramiento como Hijo Adoptivo de El Puerto, en el Salón Ducal del antiguo Monasterio de la Victoria, convertido en Salón de Sesión Extraordinaria de la Corporación Municipal.

PROMOTOR DEPORTIVO.
Nuestro protagonista  ha ostentado la Presidencia del Club Depotivo la Salle durante mas de 25 años, volcándose  en favor de los niños y jóvenes de todo El Puerto, sobre todo de los mas necesitados, como queda demostrado en sus labores de portavoz de todos los clubes de Fútbol Base de nuestra Ciudad. Además fue fundador del equipo porteño “Victoria Club de Fútbol”. Pepe Sanz nunca escatimó esfuerzos para trasladar en su propio vehículo a los niños a las diferentes competiciones deportivas. Tampoco lo hizo buscando en recursos y medios para que los pequeños mas necesitados no se diferenciaran en su equipamiento a la hora de realizar el deporte, y pudieran efectuar los desplazamientos en igualdad de condiciones que el resto de los componentes de los correspondientes equipos.

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En el Colegio La Salle, podemos ver a Guillermo Romero Rivas,  'El Calé', Manuel Rivas Acá, Antonio Bueno, Parra y Antonio Femenía, a la sazón corresponsal de Diario de Cádiz, en unos juegos deportivos organizados por el Centro, en el que tanto y con tanto ahínco y acierto colaboraría nuestro amigo Pepe. La niña del centro, hoy abuela, se llama María Victoria.

Como le confesaba al periodista Francisco Andrés Gallardo en una entrevista que concedía a Diario de Cádiz: “Lo importante en el deporte no es ganar, sino participar. El aliciente es ganar. Eso es lo que  hay que transmitirle a los deportistas. Lo bonito es participar y si se gana es mejor. Pero ganar deportivamente”.

PROMOTOR SOCIAL.
Pepe mostró siempre espíritu de colaboración, de forma desinteresada, de forma altruista, en todos aquellos eventos benéficos --que fueron muchos y muy variado--, tanto para que todos los niños pudieran realizar  con la mayor dignidad  los viajes de Fin de Curso, como para que pudieran disfrutar  de regalos de Reyes, en aquellas familias donde el presupuesto no llegaba. Y sobre todo, para que la “Olla de Navidad” pudiera hervir en más de un hogar necesitado. Nunca se resistió, nunca dejó de estar disponible para aquellas actividades organizadas por diferentes ONG.s para la recaudación de fondos destinados a proyectos sociales para el injustamente llamado ‘Tercer Mundo’.

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En la imagen, Pepe ante un tradicional Nacimiento.

Con respecto al botellón, Pepe era tajante: “No me iría a la movida del botellón con ellos porque eso no es diversión. Ellos se lo están perdiendo, porque la auténtica diversión no es beber a toda costa, en la calle y hasta las tantas. Hay otras formas muy interesantes y atractivas de disfrutar del tiempo”. El mensaje sigue vigente, como un legado para la posteridad.

FLAMENCO Y TOROS.

Durante más de dos décadas colaboró  en la defensa y mantenimiento de la identidad andaluza a través del arte flamenco, formando parte de las respectivas Juntas Directivas de la Peña Flamenca  “El Chumi” y de la Peña Cultural Flamenca “Hermanas Cala”, de la que fue su secretario. Igualmente prestó su colaboración con algunas Peñas Taurinas.

josegarciasanz_03_puertosantamariaDe Pepe ha escrito el presidente de los vecinos del Palmar de la Victoria, Ramón Ruiz: “Dios, y las circunstancias, me han permitido conocer en El Puerto a personas que han pasado por el Barrio de la Vida haciendo lo mas difícil y  a su vez lo más  fácil, como es  el Bien. Personas que con su altruismo, comprensión y ayuda  a los Demás, han sido verdaderos cimentadores de Solidaridad y Paz. Entre estas personas a las que mi Fe me dice que hoy gozan de la plenitud del Reino de los Cielos se encuentra entre otros mi amigo Pepe Sanz, quien ha dejado en muchos niños de El Puerto --hoy hombres y mujeres--, y en muchas familias necesitadas, un autentico  testimonio de   Solidaridad y Amistad”.

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kikogonzalezfuentes_puertosantamariaFrancisco Javier González Fuentes nació en la barriada Juan Melgarejo Osborne --Sericícola-- en el año 1981, hijo del conocido frutero Genaro González Salas y María Rosa Fuentes Vélez. Es el menor de 5 hermanos, todos nacidos en nuestra Ciudad: Manolo, Ramón, Antonio y Rosa. Francisco, Kiko para todos que es como le conocen en nuestra ciudad,. Estudió  en el Colegio Público de la Sericícola, continuando sus estudios secundarios en el INB Pedro Muñoz Seca. Ha practicado artes marciales: kárate, Kick-Booxing americano, y el Aikido del que es monitor. Una vez participó en Telepuerto (cuando tenía 11 años) en un programa para él solo contando chistes. El presentador de entonces era Rafael Morro.  Recuerda Kiko que su amigo Juan Barrero, con notula propia en Gente del Puerto, le fue a recoger a su casa con su jaguar. Ha sido voluntario de la Cruz Roja Española. Se considera porteño de pura cepa y  se desvive por El Puerto. Además como porteño que se precie, tiene un gran sentido del humor. (Fotografía de la Orla de Perito Judicial).

...continúa leyendo "429. KIKO GONZALEZ FUENTES. Perito Judicial y multiespecialista."

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Javier González Ruiz nació en la calle Ganado esquina y vuelta con Nevería, el 4 de diciembre de 1946. Estudió en La Pescadería y el bachillerato en El Palo (Málaga). Muy pronto empezó a ser lo que ha sido durante buena parte de su vida laboral, comercial, primero de la bodega propiedad de la familia 'La Gallera' en calle Ganado y más adelante sería responsable comercial para España (menos para Cádiz y Sevilla) de Conservas Sur, con nótula núm. 333 en Gente del Puerto. Con posterioridad prestó sus servicios profesionales en el Casino Bahía de Cádiz y avaló comercialmente una compañía de vidrios entre otras ocupaciones del mundo de la representación.

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Manuel González, padre de Javier, fundador y propietario de Bodega 'La Gallera', venenciando la manzanilla fina que llevaba el nombre de la casa.

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Manolo, el hermano de Javier, atendiendo el mostrador formado por duelas de toneles que finalizaba en una bota: un trabajo de artesanía de los maestros toneleros de la época. Detrás un 'altar' bodeguero formado por medias botas distribuidas en 3,2,1 con los diversos vinos de la casa.

FinoAlvarito_LaGallera_puertosantamariaBODEGA LA GALLERA.
En la calle Ganado arriba, casi esquina con Yerba se encontraba una bodega de tipo medio, de tantas como existieron en nuestra Ciudad a finales del siglo XIX y a lo largo del XX: la Bodega La Gallera que fundara su padre a finales de la década de los 50 del siglo pasado.

Allí, aparte de los vinos a granel, se embotellaba la exquisita Manzanilla Fina 'La Gallera' en cuya etiqueta se imitaban los tipos de letra del Amontillado Fino 'Jardín', de Jiménez Varela, del que González era admirador, o el Fino 'Alvarito'. Tenían, también, tres tabernas: La Gallera, en la calle Ganado arriba; Los Gallitos, inaugurado en 1962, cerro poco antes de finalizar el siglo XX, en Ganado esquina y vuelta con Cantarería; y El Caracas, en la Plaza del Castillo. Precisamente, durante la inauguración del Caracas (22 de noviembre de 1963), se conoció la noticia de que habían asesinado a Kennedy. Uno de los asistentes, de derechas de toda la vida, muy conocido en El Puerto y querido por todos, pero cuyo nombre vamos a silenciar, afirmaba con rotundidad que aquello 'era cosa de los Rusos y que iba a empezar la III Guerra Mundial'.

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Reunión en la Bodega 'La Gallera'. Reunión de algunos funcionarios del Ayuntamiento. Arriba de izquierda a derechea, podemos ver a Manuel González, Francisco Domínguez, Antonio González Rivera, el Maestro Dueñas, con nótula propia en Gente del Puerto, núm. 197, a su lado, Francisco Lara, funcionario de Aguas y desconocido. Abajo, Pablo Cerdá, Antonio Torres, Juan Ignacio Pérez Salas, Vicente Terrada, que vivía junto al Bar Manolo y y José Luis. La fotografía está tomada el 27 de diciembre de 1961. (Foto Rafael, Cruces, 27).

Las actividades empresariales iban cogiendo fuerza y aquello se convirtió en un Centro Logístico de Distribución, pues junto con el pariente de los González, Alfonso Carreto, se empezó a distribuir, también, la cerveza 'San Miguel'. Y ya solo faltaba un refresco, para completar la gama de productos que representaban y servían desde El Puerto, estos emprendedores.

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A la izquierda de la imagen detrás de las mesas del primer término, un isocarro distribuidor de Volpa, en la Plaza de España, de Conil de la Frontera, a finales de la década de los sesenta del siglo pasado. En la provincia estaban muy introducidos los productos de la Distribuidora de Manolo González que regentaba, ayudado por sus familiares.

volpa_latilla_puertosantamariaVOLPA, LA COLA DEL PUERTO.
¿Que es el Volpa? ¿Que significa? Como quiera que aquel refesco de cola no tenía significado, la imaginación popular hizo que se inventara una explicación a estas letras. A estas siglas. V.O.L.P.A. quedaría traducido por la soberanía popular como 'Varios Obreros Laboran Productos Asquerosos'. Y así pasó a la historia esta gaseosa que fundara Javier Osborne Domecq y que se hizo pronto popular, no solo en El Puerto, dada su implantación provincial. Por citar algunos sitios, el famoso Pay Pay de Cádiz, en el Centro de Instrucción de Reclutas (CIR 16) de San Fernando eran grandes clientes y consumidores de nuestro VOLPA.

A mediados de la década de los 60 del siglo pasado, los González adquieren la marca y la maquinaria a Javier Osborne y, la primera medida que adoptan es trasladar la razón social, la fábrica propiamente dicha desde sus instalaciones existentes en la calle de La Rosa, a una nueva ubicación: las naves de EDICO situadas donde hoy se encuentra la Plaza de Enrique Bartolomé, en la calle Valdés.

EDICO son las siglas de Exclusivas de Distribución Comercia, pyme creada por Antonio Cólogan Osborne, Juan Ignacio Varela Gilabert y Agustín Merello del Cuvillo. Dicha distribuidora se fundó en la Plaza de la Iglesia, en la antigua casa de la familia Vencelá -poteriormente derribada construyéndose la casa que hoy habita la familia Álvarez-Campana/Osborne, junto a la Academia de Bellas Artes. Luego EDICO se desplazaría a la calle Valdés. Los tres fundadores de EDICO no viven en la actualidad.

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Podemos observar arriba en la imagen del voladizo del toldo un anuncio de "VOLPA", durante una actuación del grupo 'Los Ever Play'. En la imagen, tocando la batería el porteño Francisco Pérez Bernal, 'Kako', con nótula propia en Gente del Puerto, núm. 004, quizás sustituyendo a Pepe Arcas, el batería titular del grupo, o simplemente pasaría por allí y se puso a tocar una canción, cosas que solían hacer los músicos de la época, entre ellos. (Foto: Francisco Ramírez Tallón).

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Poseían un tren de maquinaria moderno que empleaba a seis trabajadores y a otros tantos en las funciones comerciales. Ya hemos indicado lo demandado que era VOLPA en el ámbito provincial. El director del laboratorio, quien mejoró la fórmula que facilitaba la fábrica de refrescos valenciana Citrania, era el químico y profesor de esta asignatura en los Jesuitas, Eleuterio Ferrera, quien mas tarde dirigiría los laboratorios de Bodegas Terry. Los tapones -las latillas que muchos niños hacían colección- eran fabricadas en Metalúrgica Portuense, propiedad de Castro Merello, ubicada donde hoy se encuentra el supermercado ALDI, en la calle Valdés. El azucar para el refresco era provisto por los almacenes de Velarde, de la calle Cielos esquina y vuelta con Lechería, actual Cervantes.

citrania_puertosantamariaY el jarabe era suministrado por la ya mencionada fábrica valenciana CITRANIA. Como todo acaba en la vida, las grandes empresas se comieron a la pequeña y tuvo que cerrar, a principio de los 70 del siglo pasado, cuando una caja de 24 botellines de 25 cl. costaba 72 pesetas. La maquinaria, moderna y en muy buen estado, fue adquirida por Ruiz Mateos para gasificar vinos y vender 'champagnes o cava' sin denominación de origen. Y El Puerto, volvió a perder otra empresa y varios empleos, en la década de los setenta del pasado siglo.

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En la imagen, Juan Guerrero Villegas, en el exterior de la Plaza, junto al la Frutería de Genaro. Lleva más de 30 años viniendo al mercado portuense desde su Paterna de Rivera natal. Los higos los coge por la tarde en Medina y los prepara y “barre” para, el día siguiente, ponerlos a la venta en El Puerto. Trabaja la temporada del higo de tuna de martes a sábado. La bolsa de 12 unidades, ya sin piel y envasado a la vista de todos, cuesta 2 euros. (Foto JMM).

deuteronomioEl ius usus innocui es una institución del derecho consuetudinario que tiene su apoyo nada menos que en el Levítico (XIX, 9, 10) y en el Deuteronomio (XXIV, 19, 20). El ius usus innocui equivale al soutelo o la musga gallegos y al emprìu catalán. Se trata del aprovechamiento de aquello que a nadie puede estorbar, ni lesionar en sus intereses. O dicho como lo decían los romanos: quod tibi non nocet et alii prodest non prohibetur; quod mihi prodest et tibi non nocet, faciendum est. (En la imagen, portada del Libro del Deuteronomio).
Póngase Vd. en el pellejo de un menesteroso, comprenderá perfectamente los latinajos (que más sabe un necesitado que diez abogados) y verá cómo se las ingenia para cubrir todo el ciclo anual con la recogida de las tagarninas, de los cardillos, de las almejas, de las coquinas, de los caracoles, de los espárragos trigueros, de los piñones, de los muergos, de los ostiones, de los cangrejos moros, de las bocas, de las caracolas, de las cañaíllas, de los palmitos, de las moras y de los madroños, del rebusco en las viñas, en los olivares, en los garbanzales...

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Piramide de higos de tuna, en el puesto de Juan Guerrero Villegas.

A finales del mes de julio y hasta septiembre, las esquinas de El Puerto se pueblan de improvisados tenderetes que aparecen por la mañana y desaparecen con la calor y vuelven a aparecer por la noche. Se trata, en unos casos, de una Mobilette, con serones de esparto. En otros, de un cajón bocabajo, que sostiene un esportón. En ambos casos, siempre, un cubo con agua, un paño y una buena y afilada navaja. La mercancía la constituyen higos de tuna.

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'Vallao' de Tunas existente en los caminos, cañadas, veredas y cordeles de El Puerto.

Antes, todos los caminos estaban cercados de vallados de tunas, de espinos aromos o de pitas, que crecían sobre una alfombra de vinagreras y de matas agrestes de tomatitos del diablo. En las fincas y en los ranchos, había toriles de tunas, donde se encerraba el ganado.

espinosdearomo_puertosantamariaSi Vd. cogía por el camino de los Enamorados, por la hijuela del Tío Prieto, por la del Tío Gilito, por la vereda del Verdugo o la del Presidio, por la Cañada de La Valenciana, por la del Hato de la Carne o por cualquier paraje rústico de nuestro término municipal, seguro que, a un lado y a otro, se encontraría liños de tunas, necesario resguardo para las bichas, los lagartos, los erizos, las ratas, las panarrias, los gallitos-marzo, las mariquitas de San Antón, los escarabajos peloteros, los panales de abejas o los avisperos, que mantenían, entre sí, un admirable equilibrio ecológico. Las pencas de las tunas tostadas, servían para alimento de las vacas, una vez desprovistas, por el fuego purificador, de las púas. (En la imagen, pinchos de aromo con su característica flor amarilla. Todavía se pueden ver por el Camino de los Enamorados).

Vallados había que daban el higo de tuna (el más común, o verde), el higo moscatel (cuya pulpa es amarilla) y el higo chumbo (que tiene el fruto carmesí-rojizo). Valga esta distinción botánica, porque, como dice el Evangelio que por sus obras los conoceréis, había quienes eran verdadera y visceralmente patrióticos. Me explicaré: por los caminos no era raro encontrar alguna deposición, bien vacuna, bien caballar, bien de un rústico humano. En este último caso, alguna había que reproducía, en forma de artística ensaimada, la bandera española. Y es que el autor de la obra, previamente, se había pertrechado las entrañas de higos chumbos y de higos moscateles, a razón de dos partes de la primera variedad y una de la segunda. Claro que eso que relato podía percibirse con asiduidad en los años cincuenta e incluso antes, cuando había que demostrar en todo, incluso en el obrar, la adhesión al glorioso Movimiento Nacional, y no perder ojo, en evitación de tener alguna complicación seria.

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Recolección en un 'vallao' preparándolos para su transporte en canastas de esparto que luego serían cargadas por el borrico que aparece en la fotografía. A la izquierda de la imagen podemos ver la herramienta para su recogida: la caña adaptada al tamaño medio del higo. (Foto: Colección Vicente González Lechuga).

higosdetuna_03_puertosantamariaAl amanecer, por cualquier camino te podías topar con gente que, con una burra con su albarda y sus serones, armada de una caña (convenientemente cascada por la punta, abierta lo necesario con un tapón de corcho y fijada la apertura con una cuerda de abacá), se dispusiera a hacer suyo el fruto de todo un vallado. Luego, recolectados los higos, debía barrerlos, esto es, desproveerlos de las pequeñas púas. Los higos barridos, restregados por la arena, quedaban en disposición de ser lavados. El agua debía cambiarse varias veces, mas que nada, porque en su superficie quedaban nadando los restos de minúsculas púas, como pelillos, y algunas impurezas. Así, finalmente, los higos quedaban preparados para ser expuestos y expendidos en los tenderetes callejeros.

alcalde_caballero_puertosantamariaFue el alcalde don Luis Caballero Noguera, recordable por tantos buenos motivos, quien dispuso que los puestos de higos debían tener su regulación estética. Así quedaron acuñados los modos de vender higos: en un tablero, flanqueado por unos listones que servían de topes, sobre dos caballetes, se disponían dos pirámides de higos ( los de a chica y los de a gorda). El frontal y los laterales se guarnecían de tela de vichy a cuadros y en las dos esquinas del tablero se colocaban sendas macetas de albahaca. Eran inevitables el cubo con agua, el paño para secarse y la navaja. "--¡Al buen higo!, pregonaban, o ¡Al gordo, al gordo, higo!"
Claro que, desde los pueblos de la sierra, venían algunos a tirar por bajo los precios y a hacer su agosto en la costa: "--¡Higos de Jerez, a una gorda diez!". (En la ilustración, el alcalde Luis Caballero Noguera).

pesasymedidas_puertosantamariaSin embargo, otros, como el desvergonzado de Cambriles, en su puesto, al lado del Cine Macario, cuando veía pasar a un grupito de muchachas, echaba su pregón:  "--¿A quién le pelo el higo?", con un trasfondo marcadamente erótico que no voy a permitirme explicar. Pelar un higo es labor altamente difícil y especializada: en un solo movimiento de muñeca, con el higo en una mano y la navaja en la otra, se hacían tres cortes (uno, en la cabeza, otro, en el lado, y otro, en el culillo) y el higo aparecía, como por ensalmo, libre de su pellejo y a disposición del consumidor, que los engullía uno tras otro. Lo importante era llevar el mismo ritmo, esto es, sincronizar eso de higo pelado, higo comido, pero nunca quedarse atrás. Cuando, ahíto, el insaciable comedor, pronunciaba la palabra ¡Ya!, cesaba la tarea de pelar higos. Entonces, la dueña del puesto comenzaba a contar los pellejos, a realizar arqueo y a comunicar la cuenta al repleto viandante. Repleto y bien atascado, porque, según decían, con las pepitas, los higos producían un gran atasco intestinal que no se curaba más que con la enorme y terrible lavativa del Hospital. (En la fotografía, un peso y medidas del actual puesto de higos de tuna de Juan Guerrero Villegas).

alberti_gorra_puertosantamariaAsí, aquel verano, cuando un día visité a Rafael Alberti en su casa y le llevé un canasto de higos de tuna pelados, se puso inmediatamente a comerlos y, transportado a sus años infantiles, prorrumpió: "--¡Ja, ja, ja!, me van a tener que poner la lavativa de San Juan." La misma terrible lavativa de la que yo había oído hablar desde chico: la lavativa del Hospital de San Juan, de San Juan de Dios, llena de agua de mar templada; aquella que Felipe Lamadrid, prevenido, amparado en un baby de hule, aplicaba al paciente devorador de higos de tuna, mientras éste, antes de dar el taponazo, sentía por sus entrañas el benéfico alivio de el mar, la mar, sólo la mar, que dijo el poeta. (Texto: Luis Suárez Ávila. Pie de fotos: Redacción).


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Antonio Collantes Ramos, con nótula numero 303 en Gente del Puerto,  conoció La  Placilla en todo su apogeo, a mediados de la década de los cincuenta del siglo pasado. Estuvo de aprendiz de peluquero, con 9 años, en la barbería de Manolo Cordones, frente al puesto de Agustín Vela. Conocía a todo el mundo y le llamaban el Oliver Twist pues era un niño pequeño que hacía los mandados de todos, de toda la Placilla: el Tobalo, el Peca, Juan el de Tejidos las 3B, el tío de Manuel Gutiérrez 'el Cochino' (nótula núm. 284), su benefactor que fue quien le compró su primer par de zapatos, ... Recordemos la aquella Placilla de los últimos años de la década de 1950.

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El puesto de Agustín Vela, al aire libre, pero protegido por toldos. (Foto Familia Vela)

Empezando por la calle Luna, en la pared de la derecha, nos encontrábamos con el Carrillo de Severo, (nótula núm. 104), a continuación estaba la entrada de artistas del Teatro Principal, (años mas tarde Kiliki montaría un bazar juguetería al aire libre delante de aquella fachada), luego estaba la frutería verdulería de 'La Bigotona' y a continuación la alpargatería 'La Jerezana'.

aceitunero__puertosantamariaLe seguía la antigua pescadería de los hermanos Gago, cuyos descendientes tienen el Bar 'El Nuevo Pescaíto' detrás de la Clínica Santa María de El Puerto. A continuación venía el Restaurante Económico 'La Placilla, de Manuel González Ceballos y aquella cafetera de agua caliente... cuyos primos regentaban el restaurante del Hostal Loreto. Hoy se encuentra otro establecimiento con el nombre de 'La Placilla', una tienda de electrodomésticos. Luis el de 'la Liebre' en una accesoria de la casa donde Agustín Vela (nótula núm. 326) tenía primero, su puesto y años mas tarde, una tienda de frutas. A continuación venía Juan, el de lo Tejidos Las Tres B (Bueno, Bonito y Barato); le seguía Encarna, 'la de la sangre con tomate' en un local ancho, profundo y oscuro donde se comía un guiso de sangre que 'quitaba como tó el sentío'. La tienda donde se vendía huevos y queso, y donde trabajaba Luis el de los Huevos (nótula núm. 203), que cantaba aquella copla de "Yo soy Luis el de los huevos, parezco una pescailla, pero cantando y bailando, valgo más que toa Sevilla". (En la imagen, Antonio 'el Aceitunero', delante de Casa Plácido, de la que era repartidor Luis 'el de los Huevos'. Foto Carlos Pumar Algaba).

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El almacén de Nicanor Gómez, esquina de La Placilla con Ricardo Alcón.

Doblando la esquina con la antigua calle Correo, hoy Ricardo Alcón, nos encontrábamos con una bodega de los Gil de Reboleño, donde Antonio Gil de Reboleño, en la actualidad prestigioso farmacéutico, ayudaba despachando vinos  a los hermanos Victoriano y Pepe, ambos porteros que fueron del R.C. Portuense. Enfrente la Tienda del Caracol, de vinos y tapas y a su lado el refino de Luis el de los Muertos (nótula núm. 150). A continuación y haciendo esquina el Almacén y Bazar de los Nicanor (nótula núm. 080), donde Lalo lucía una de las mejores y ceñidas cinturas de El Puerto, talle 34. Seguía la carnicería de Insúa, el Bar Rábago, y al fondo, en la calle Ganado, La Pastora (entonces de los Gómez, hoy de los Ojeda), la panadería donde se vendían avellanas tostadas, suspiros y aquellos panes blancos que quitaron tanta hambre... Allí trabajaba Ricardito.

Romualdo__2_puertosantamariaPero volvamos otra vez a la calle Luna. Iniciemos de nuevo el recorrido, esta vez desde la acera de enfrente al Teatro Principal y al carrillo de Severo. En la esquina con Luna el almacén de ultramarinos de los hermanos Genaro, donde hoy se encuentra una tienda de Telefónica. A continuación venía la ZapatEría Heredia y junto a ésta, años mas tarde, pondría Juanito Malete una frutería. Le seguía el Cafetín, de Angel Sordo y su hijo Maximino (nótula núm. 003), haciendo esquina con la calle Santa María. En la otra esquina de Santa María con La Placilla estaba el almacén de Leopoldo Castiñeira Gómez, el cual le preparaba a Antonio bocadillos de recortes de chorizo. Luego se econtraba la Barbería de Manuel Cordones. A esa casa, con entrada por la calle Santa María se iría a vivir la familia Saura, quien formara la conocida sociedad de trasnportes Alemán y Saura. En esa casa, igualmente, Carmelo Ciria Pino, instalaría la primera emisora por cable que los comerciantes del centro de El Puerto ofrecieron a sus clientes. Un amplificador, un micrófono, un tocadiscos y unos altavoces amenizaban las compras en La PLacilla a finales de los cicuenta. La Bota de Oro, zapatería aun existente en la calle Luna arriba, patrocinaba el concurso "Es Vd. la madrina de sus pasos" en "Las Mañanas de la Plaza", regalándose un par de zapatos a los ganadores. (En la imagen, Romualdo, mandadero y aguador. Foto Arturo Palomino).

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Un billete 'full' de 7.500 pesetas, con la imagen de José Sánchez Sousa, de la charcutería confitería Los Dos Pepes, nombre puesto en referencia a él y a su hijo Pepe. Realmente era un participación de un billete de lotería, con una fotografía del Bar Vicente, que antes de pasar a su actual propietario era regentado por el propio Sánchez Sousa.

laplacilla_losleones_puertosantamariaLuego vendría la tienda de Los Dos Pepes, el de los picos brasileños, extravagante personaje que bien merece nótula aparte. Baste recordar que viajaba en su Mini, con un maniquí sentado al lado en el asiento del copiloto y que editaba billetes de 500 pesetas con su efigie, que luego sería la Confitería La Perla. En la Casa de los Leones, hoy apartamentos turísticos, vivía la famlia de los Rodríguez Ceballos, propietarios del 'Bar Casa Paco Ceballos' el de las populares 'pavías rebozadas' y el "Bar Liba" al frente de cuyos establecimientos se encuentran en la actualidad Baldomero e Ignacio Rodríguez Sánchez, en el primero y Paco en el segundo.  Y cerrando el recorrido el Bar Vicente (nótula núm. 014) haciendo esquina con la calle Sierpes. Allí eran famosas las tertulias con Rafael Moreno Porto, 'el Lengue', Don Buenaventura,  Ramón Insúa, el tío de Manuel Gutiérrez Morillo, el Calé, Anzonini, el Chano y junto a otros cantaores, que con la fresquita se reunían a tomar café y a ver pasar a la gente que desfilaba por los ambientes de la Plaza. (En la imagen superior, una señora vendiendo frutas y hortalizas en la casapuerta de la Casa de los Leones. En la imagen inferior, los puestos al aire libre de la calle Sierpes).

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En el centro de La Placilla y adosado a algunas paredes, se instalaban puestos desmontables o no. El de Sal de Diego, los dos Aceituneros, el puesto de Bollos de Miguel Salguero (nótula num. 350), que saldría ardiendo, el puesto de charcutería instalado por el de los picos brasileños, montado por todo lo grande para la época... el puesto de ”quita y pon” de vajillas de cerámica de Domingo Ajenjo y el de verduras y hortalizas de María y el “Toto”,  el carrillo de Carmelita “La Rubia”. En la esquina de la calle Santa María se intalaba, cada 15 días, un camión con charlatanes de feria que vendían por lotes: 3 mantas, 2 sábanas, 1 peine y 1 bote de algo... También por esa esquina se hacían las descargas rápidas de los camiones con fruta y verduras de extraperlo procedentes del campo, es decir que no habían pasado por el puesto de Consumo y no habían pagado los arbitrios o impuestos correspondientes al Ayuntamiento.

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La churreria de Miguel Salguero, en un puesto de madera que salio ardiendo.

Y la picaresca de la época. En la España de entonces algunos ciudadanos aprovechaban las aglomeraciones en las tiendas, a veces con la complicidad del tendero, para 'rozarse', si no algo más, con alguna clienta inocente. En cierta ocasión una de las agredidas lo denunció ante la autoridad de La Placilla y, el guardia Salas destinado allí, aplicó la justicia sobre la marcha y además del guantazo que se llevó el agresor, propietario de una tienda, se lo llevó detenido dejando el negocio sin dependiente, ante la burla y el escarnio de su parroquia. También, en alguna tienda que por respeto a los herederos no mentamos, se organizaban improvisadas “Casas de Trato” para alivio del entorno de los amigos del dueño y clientes fijos, que tenían un triste plus en aquella época de penurias y pobreza.

jula_jula_puertosantamariaPERSONAJES POPULARES.

Muchos personajes populares (nótula núm. 144) deambulaban por La Placilla y La Plaza o Mercado, buscándose la vida. Romualdo ('Remujardo'), Joselito 'el Caca', mandadero al que los chiquillos mortificaban con sus bromas; Kiko 'el Betunero', Dominguito, el hermano de Antoñita, la novia víctima de 'El Arropiero'. 'Coquinete' un señorito venido a menos, sin oficio ni dinero que todos los días bajaba a afeitarse, limpiarse los zapatos, fumarse un puro o tomarse una copa de vino fino en 'La Perdiz' y todo sin costarle un duro, 'de gañote',  gracias a la bondad de sus 'patrocinadores': el barbero, el dueño del bar, un cliente que le pagaba el betunero y otro la copa de vino; el caso es que vivía como pudiente, sin trabajar. Otro personaje, 'Caneco', que siempre hablaba con su media lengua, de su hijo. Y Javier Julo Julo, o 'el Mula', personaje pintoresco, aficionado al vino tinto, que cada vez que era convidado soltaba la siguiente retahila: "--Me cago en los sentimientos católicos de las tuberías del Valdepeñas". (En la imagen, el Julo Julo, en una bodega de los Gil de Reboleño, posando en plan caricato ante la camara. Foto AGRI)

La plaza, el Mercado, era otro territorio, otro ámbito, otra gente...

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fernandomonguiobecher_puertosantamariaDe padre catalán -de ascendencia italiana- y madre austríaca, Fernando Monguió Becher (Madrid-1917 El Puerto de Santa María-1995) nació la víspera de Reyes, viviendo sus primeros años en Austria con su madre, Agnes Becher Seite, en la ciudad Waltersdorf an der March, fronteriza con Eslovaquia, donde realizaría sus estudios primarios. Regresa con su madre a España en 1927 y entonces aprende el castellano.

El año del nacimiento de Fernando es previo a la I Guerra Mundial. Se publica “Platero y Yo” de Juan Ramón Jiménez y Antonio Machado sus “Poesías Completas”. En Berlín se crea UFA (Universo Film AG), la famosa empresa cinematográfica. Ese año nace el economista y escritor español, José Luis Sampedro, el novelista británico Anthony Burgess y el mejicano Juan Rulfo, así como el que llegaría a presidente norteamericano John F. Kennedy e Indira Ghandi, --ambos asesinados en el ejercicio de sus cargos--, los actores Fernando Rey y Robert Mitchum. En 1917 recibe el Premio Nobel de la Paz el Comité Internacional de la Cruz Roja. Difícil lo tendría en los años venideros.

Estudia el bachillerato bilingüe en Madrid, en el Colegio Alemán, en alemán y español, trabajando como aprendiz en la sucursal del Banco Dresnerbank y luego en el Banco Germánico de la América del Sur. Previsor, sus ahorros los dedica a viajar y perfeccionar los idiomas, recorriendo Europa en unos años sumamente complicados: Alemania, Francia y la otrora española Filipinas, entre otros lugares del mundo que recorrió, gracias a sus conocimientos de sus lenguas maternas: alemán, español, además del inglés y francés y algo de italiano.

teatrodelacomedia_madridCON PRIMO DE RIVERA.
Desde muy joven se introduce en los ambientes políticos de la época.  Durante la II República se afilia al grupo político monárquico del Dr. Albiñana. Ello le permite entrar en contacto con el entorno de José Antonio Primo de Rivera y asistió al Teatro de la Comedia el 29 de octubre de 1933, formando con 19 años, parte de la guardia de vigilancia durante el acto allí celebrado que dio lugar a la fundación de la Falange Española, poco después. En 1934 es nombrado Jefe de la 3ª Falange de la 3ª Centuria de la FE de las JONS. Igualmente, en octubre de 1934 resulta elegido presidente del Sindicato de Empleados de Oficinas y al mes siguiente, en noviembre empieza la carrera de Derecho en la Universidad Central de Madrid. (En la imagen, vista del escenario con la mesa de oradores, en el Teatro de la Comedia).

Fue detenido -por tercera vez- el 22 de mayo de 1936 por custodiar en su casa unas armas que le había confiado la Falange, en aquel convulso Madrid de la preguerra incivil y encarcelado en la Modelo. Tres meses mas tarde, la cárcel es asaltada por los milicianos y se producen sacas de diversos grupos entre los que se encuentra Fernando Monguió, conocido entonces por Fernando Becher (su apellido materno).

fernandomonguio_carne_puertosantamariaMONGUIÓ, FUSILADO.
El 22 de agosto de 1936 ocurre la tragedia y tal y como cuenta Diario de Cádiz en un artículo publicado en noviembre de 1998: «En la madrugada del mencionado día junto a sus compañeros de celda fue dispuesto en el patio de la prisión para ser fusilado. Los siete impactos de bala que recibió le alcanzaron en brazos y piernas, mientras que varios cadáveres lo cubrían. La suerte le acompaño además cuando al guardián que efectuaba los tiros de gracia se le encasquilló la pistola. Pocas horas después, Agnes Becher, se personaba en la prisión para solicitar el cadáver de su hijo, aludiendo además a la doble nacionalidad de la familia. Fernando Monguió seguía vivo y se restableció de las heridas. [...] El nombre de Monguió permaneció en la relación del “Monumento de los Caídos” en Madrid, pese a que residía plácidamente junto a su mujer y diez hijos en El Puerto.» (En la imagen, el carné de falangista de Fernando Monguió).

Monguió inició, herido, un nuevo periplo por Europa, aquella Europa que conocía de su etapa de estudiantil. Fue atendido de sus heridas en la Embajada de Austria donde le facilitan un pasaporte de ese país. El 25 de agosto volaría hacia Alicante y de ahí a Lisboa. En septiembre llegaría a Hamburgo, saliendo de Altemberg (Alemania) de dicho país en dirección, de nuevo a Lisboa. Luego vendría Salamanca, Burgos...

fernandomonguio_teruelPRESO DE LOS REBELDES O “NACIONALES”.
Continúa Diario de Cádiz «Fernando Monguió también conoció la cárcel de bando nacional durante la Guerra Civil. Tras la muerte de Primo de Rivera apoyo a Hedilla en la negativa de fusionar Falange con los Tradicionalistas, como era el deseo de Franco, lo que le supuso unas semanas en prisión. Su valía como soldado y sus conocimientos de alemán le permitieron cobrar pronto la libertad, para incorporarse como instructor en las academias de militares de Avila y Miranda del Ebro. Recibió varias condecoraciones por su labor en la guerra y fue herido en la toma de Teruel.» Entre otras: la Medalla de Sufrimientos por la Patria, Medalla del Mérito Militar, Medalla de Campaña, Cruz Roja del Mérito Militar y Cruz de Guerra, además de la Medalla de la Vieja Guardia con Cinta del Yugo y las Flechas y Pasador de dos Flechas Blancas. (En la imagen, en el frente de Teruel).

SU VIDA PROFESIONAL Y EL PUERTO.
Finalizada la contienda, concluye la carrera de Derecho en 1943, renunciando a los “exámenes patrióticos”, aquellos en los que se aprobaba a los universitarios más por los servicios prestados en trincheras que por sus conocimientos. Oposita al Cuerpo de Corredores de Comercio y, en 1945 obtiene plaza en Santa Cruz de Tenerife. Se casa con la jerezana María del Carmen Vecino, con quien tendría  10 hijos, el mas pequeño de los cuales, Darío, se ha dedicado a estudiar y divulgar la vida de su padre. Luego pide traslado a la península para cambiar de clima y es destinado a Arcos de la Frontera, de allí a Sanlúcar en 1951 y 10 años después a El Puerto, el 5 de enero de 1961, donde ejercería su profesión hasta 1987, año de su jubilación y donde pasaría la mitad de su vida. Permanecería jubilosamente jubilado y con una importante actividad intelectual hasta el final de sus días, acaecido el 29 de octubre de 1995, con casi 79 años

fernandomonguio_libro_puertosantamariaACTIVIDAD INTELECTUAL.
Monguió se distinguió, complementariamente a su labor como corredor de comercio, abogado y procurador de los tribunales, por sus trabajos de investigación histórica y sus artículos periodísticos. Se diplomó en Genelogía, Heráldica y Nobiliaria por un instituto perteneciente al CSIC. Fue miembro de la Academia de San Romualdo de San Fernando, del Centro de Estudios Históricos de Jerez, del que llegaría a ser su vicepresidente. Perteneció al Instituto Argentino de Ciencias Genealógicas. Fue Caballero de de la Orden Hospitalaria de Cádiz y miembro de la Cofradía Nobiliaria de Caballeros de San Ildefonso y San Atilano, de Zamora. Hacía maquetas de barcos, pintaba, ...

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Diego Simón, 'el Bimbo', en la bodeguita instalada en su domicilio.

Nace el 23 de septiembre de 1945 en el Barrio Alto, en el Callejón Espelete, 22, hijo de José Simón y Francisca Montes. Hizo sus estudios en el colegio de D. Juan 'el Cojo',  SAFA, la Escuela de Comercio de Jerez y en el Instituto Laboral.

elbimbo_colegio_puertosantamariaEn 1945, el año del nacimiento de 'el Bimbo', nacen también la periodista María Antonia Iglesias, el humorista Fernando Esteso y los cantantes José Luis Perales y Betty Missiego, además del ciclista belga Eddy Merckx. Ese año, también se crea el Institituo de Cultura Hispánica, actualmente Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo. 

elbimbo_padres_puertosantamariaEse año, además se reglamenta el toreo en Portugal, y el Dr. Antonio Vallejo-Nájera pbulica su primer trataado sobre psiquatría. El ex dictador de la República Social Italiana --y antes del Reino de Italia-- y lider fascista, Benito Mussolini, es ejecutado por los partisanos. (En la imagen superior, Diego, en la típica fotografía escolar, que todos tenemos, en el Colegio de la SAFA. En la imagen siguiente, los padres de Diego, José Simón y Francisca Montes).

elbimbo_joven_1_puertosantamariaEmpezó pronto su vida laboral, como facturista en el comdedor del Hotel Fuentebravía; también estuvo trabajando en los Depósito de CAMPSA; luego montó una carnicería en Puerto Real y como la carne no era lo suyo, trabajó para Pepe Acaso, en el distribuidor de Danone. Por fin, en el año 1972 se integra en la organización panificadora de distribución de productos Bimbo, a la que dedicará el resto de su vida laboral hasta su jubilosa jubilación en 2007 (35 años en la empresa), y de la que tomaría su nombre artístico para el mundo de la tauromaquia. Un hombre que, a sus 64 años la ilusión de su vida y sus prioridades  son el mundo del toro y su compañera Maria del Carmen Pazos, a la que le lleva 23 años de diferencia, algo que dice mucho de él. Genio y figura y mucho sentido del humor, amén de un corazón como una plaza de toros, valga el símil. Corazón que ya se ha resentido del algún sustillo: dos infartos uno hace 10 años y otro hace 2. Pero el torero sigue en la brecha. (En la fotografía de la izquierda, una juvenil imagen de Diego. La foto siguiente con el torero Diego Puerta, está tomada en 1965).

elbimbo_diegopuerto_puertosantamariaHacía jornadas laborales de  7 de la mañana a 10 de la noche cuando entró en Bimbo con 26 años. Gracias a José María Ponga, de Vigalpe 500, un militar retirado, consiguió entrar a distribuir los productos que representaba en la Base Naval de Rota. Aquel pase le sirvió de paso para una próspera carrera profesional con Bimbo tanto en la Base como en el municipio de Rota. De vivir en casa de su suegra a poder tener su primer piso en la Barriada Reyes Católicos (aquellos pisos 'del sindicato' calle Postigo arriba; pagaba 250 pesetas al mes) da una imagen de la cantidad de productos que Diego consiguió colocar en barcos y reductos de la Armada. Tuvo de jefes en la panificadora a Rafael Cruz y Felix Rios, entre otros.

En 1963, con 18 años, coincidiendo con la etapa de carnicero/tablajero en Puerto Real, jugó en el equipo de fútbol local de la vecina villa, como lateral derecho --dicen quienes lo recuerda que 'corría como un conejo'--. También ese año lo intentó sin conseguirlo, con el Cádiz. En El Puerto jugó en regional en los equipos de 'La Dorada' y 'La Galera' en Jerez, en el 'Saimaza'.

elbimbo_maricarmen_puertosantamariaLa familia de Diego es amplia, cuatro hijos de su primer matrimonio Paco, Fernanda, Diego y David, -algunos metidos en la distribución alimentaria- y una vida feliz junto a su segunda pareja, María del Carmen, a la que conoció con apenas 18 años, cuando el tenía 39. Se conocieron en 1984 porque Diego tenía un caballo cerca de donde vivía Maricarmen, a la que invitó a tomar un refresco en un bar cercano, pero como la Cenicienta --aunque con cuatro horas de adelanto--, ella tenía que estar a las 8 de la tarde en su casa. Y ahí empezó todo. Desde 1986 hasta ahora han vivido mucho y damos fe que la felicidad reina en la casa del torero. Ella lo pasa muy mal cuando actúa: ve el paseíllo pero se ausenta de las plazas cuando comienza su faena, aunque da igual porque el clamor del público se escucha igual dentro que fuera. (En la imagen Maria del Carmen Pazos, la mujer del torero).

En este momento de la conversación el torero se para y reflexiona en voz alta: "--La suerte y la desgracia están unidas cuando las ocasiones se presentan". También tiene a un semoviente que se llama 'Artista', un caballo al que quiere como a uno más de los suyos.

pepealvarez_elbimbo2_puertosantamariaAbunda en sus reflexiones en voz alta: "--A mi lo bailao no me lo quita nadie. He pasado tantos momentos buenos en el mundo..." Y el artista evoca cuando, en Aranjuez lo metió Palomo Linares en una corrida. Aquí se pone teatral: "--No he pasao tanto miedo en toda mi vida". (En la imagen, con el diestro de Las Pajanosas afincado en El Puerto, Pepe Álvarez).

Diego entra en el mundo del toro, por su afición, desde pequeño, aunque no pudo desarrollar su arte en aquellos tiempos como él hubiera querido, por circunstancias. Y aquí frota los dedos índice y pulgar, refiriéndose al parné. Empezó ya mayor, incluso estuvo con el maestro José Luis Galloso... y aquí sigue.

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Diego, a principio de la década de los ochenta del siglo pasado, hizo un recorrido artístico por diversas plazas de la península con 'Las Brujas', las señoritas gallegas que salen en la fotografía y que toreaban con tan singular traje de faena. Una de ellas se acabaría casando con el apoderado, Sr. Montoro y acabarían montando un restaurante en Getafe.

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En la Plaza Real con el maestro Curro Romero.

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Con José Ortega Cano.

"--No hay maestro que enseñe el arte ni médico que cure la guasa. Esto es 'elevagelio'". Diego, a lo largo de la conversación, a lo largo de la tarde, en su bodega, en su cuarto de los trofeos, en el salón donde guarda cajas y álbumes de fotos, en el jardín de la calle Gerifalte donde vive, no ha parado de sentenciar, cada vez que llegaba la ocasión:  "--Un tío que no puede contar nada de su vida no puede ser nadie en este planeta". Y seguimos charlando de toros, de conocidos, del mundo de la distribución, de lo mal y lo bien que lo ha pasado, de lo bien que está ahora, de su ilusión por el mundo del toro a su edad, de la crisis, de mujeres... Y aquí se para y demuestra un respeto imponente por Maricarmen a la que se ve como quiere complacer y como ella se desvive por complacerle a él. La complacencia entrambos dos..., el ideal de la pareja.

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Con el diestro Enrique Ponce, en la Real Plaza de Toros.

«Ser torero ha sido la ilusión de mi vida. Como no ha podido ser, ahora lo hago por matar ese veneno. Naturalmente con treinta y ocho años no iba a ser figura, pero es la ilusión de mi vida. Cuando voy a torear parece que me van a poner los Reyes Magos. Me cuesta trabajo hasta comer. Casi no duermo y los nervios me comen. El toreo no tiene explicación. Para tu decir algo lo tienes que sentir». Del libro de Antonio Muñoz Cuenca: “Paisajes y Paisanajes”.

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Saludando efusivamente a Jesulín de Ubrique.

SENTENCIAS DE “EL BIMBO”
«El miedo existe. Unos lo disimulan de una manera y otros de otra. En el argot taurino  se llama “responsabilidad”. Me gusta ver las novilladas sin caballos. La inocencia es atrevida. El torero ha de estar muy pendiente de su trabajo. El que está en el callejón pendiente de la prensa y de las niñas no es torero. Tienes que ser egoísta. Muchos matrimonios de toreros han fracasado porque la mujer se ha casado con un traje. Hoy el mundo del toro es muy complicado. La única verdad es nacer y morir. Torear a los toros de dos patas es muy complicado. Hay muchos intereses creados.» Del libro de Antonio Muñoz Cuenca: “Paisajes y Paisanajes”.

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Diego Simón, entre El Juli y Manuel Benítez 'el Cordobés' padre.

Diego no es rencoroso, olvida pronto. A quienes confunden el viejo aforismo 'reirse de' con reirse con' el les espeta: "--¿Vd. se está riendo de mi o de mis cosas?". En cierta ocasión "un gachó engreído se equivocó conmigo porque había pagado una entrada; decía que yo hacía reir a la gente. Yo ni me inmuté y sin despeinarme le solte que él tenía cara de hacerlas llorar".  Es muy amigo del torero Juan José Padilla, al que llama 'mi compare', lleno de costurones por mor de las heridas por asta de toro. "--Juan José tiene muchos cojones, tiene muchos huevos", algo imprescindible para estar en el mundo del toro. Millonario, solo torea de Despeñaperros para arriba. "--¿Y que mas da, si es feliz?.

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En la imagen, Diego con una reunión flamenco-taurina, en el Museo Taurino de Jerez. Sentados, entre otros, los diestros Rafael de Paula y Curro Romero aplaudiendo.

Diego fue noticia en todos los medios cuando, en plena crisis de la 'peste equina' burló y desafió la prohibición del gobierno de entrar a caballo, precisamente, en la Feria del Caballo de Jerez, en 199o. Efectivamente esquivó la vigilancia y consiguió entrar, tal y como relata la crónica de mayo de 1990 de Diario de Jerez, escrita por el entonces redactor porteño, Rafa Navas.

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Con el jugador de fútbol retirado, Diego Armando Maradona.

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Diego, con la muleta, mandando y templando en el albero.

"--Yo se lo que veo; como también veo a chavales que sus padres se gastan un dineral para que su hijo llegue a figura del toreo y ese chaval no llegará nunca. ¿No hay nadie que le diga a ese muchacho que se tiene que ir?" Diego afirma que solo unos cuantos están en la cresta de la ola: El Cid, José Tomás, Morante, Perera, El Juli, ... "--Y así hasta 10, no mas. serán los que vivan, y bien, del toro; los demás a cambiar de profesión."

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Diego Simón, 'el Bimbo', en la Sala de Trofeos de su casa, delante del traje de luces que precisamente lucirá el próximo día 7 de agosto cuando actué en el espectáculo taurino nocturno, en la parte seria.

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Dos imágenes de 'el Bimbo' vistiéndose para su actuación en la Real Plaza de Toros, ayudado por su mozo de espadas, Nina. Estas fotos han sido incluidas, con posterioridad a la celebración de la entrevista. (Fotos JMM).

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Diego Simón, actuando en la Plaza de El Puerto el 07-08-2009, en el espectáculo nocturno. Esta foto ha sido incluida con posterioridad a la celebración de la entrevista. (Foto JMM).

reflectDiego está en capilla. Va a entrenamiento a diario, nada de alcohol, --algún día se da un homenaje-- nada de excesos. Por las mañanas ayuda y asesora a alguno de sus hijos. Por la tarde, entrenamiento. A diario como hemos dicho. El día 7 de agosto, actúa en la parte seria del Espectáculo Cómico Taurino, 'El Chino Torero y los enanitos forcados', que se celebrará en la Plaza de Toros a las 11 de la noche. El cartel de abono de temporada anuncia la "Reaparición de El Bimbo de El Puerto". Sus amigos se preparan para acompañarle en el previo del rito de vestirse y luego en los tendidos.  Su apoderado, Miguel López-Cepero, de la Venta El Cepo, espera que tras el triunfo le salgan más actuaciones para la pretemporada, aunque sea en Méjico. Su Mozo de Espadas, Nina, espera estar a la altura. El día siete de agosto, ¡allí estaremos, maestro!

(En la imagen, cartel de abono de la temporada taurina de El Puerto 2oo9, en cuya relación de espectáculos figura nuestro protagonista).

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Miguel González Díaz nació en la calle Cantarería en 1938, hijo de Antonio y de Josefa, es el tercero de cuatro hermanos. Estudió en el Colegio de La Pescadería y en el de la Calle Luna. El servicio militar los hizo en la Base Aérea de La Parra, en Jerez en 1958. Es aficionado a la cacería, ha tirado a perdices, conejos, codornices, zorzales, tórtolas, liebre, según las fechas.

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La calle Cantarería en los años cuarenta del siglo pasado.

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Miguel, de niño, posando en el Colegio de La Pescadería. Curso 1950/51

El año de su nacimiento, 1938, lo es también, del bailarín ruso Rudolf Nureyev y de la actriz prematuramente fallecida Natalie Wood. Es el año en el que los porteños del Puerto de Santa María de los Buenos Aires (Argentina) inauguran el estadio de fútbol del River Plate; en EEUU, la transmisión por radio de “La Guerra de los Mundos” provoca el pánico en varias ciudades. Se estrena una de las pocas películas durante la contienda: “La Casta Susana”, Alemania e Italia aceptan la propuesta británica sobre la retirada de voluntarios en nuestra conflagración, mientras en Alemania Hitler se autoproclama Comandante Supremo de las Fuerzas Armadas. El gobierno rebelde de España firma el decreto fundacional de la ONCE. Ladislao Biró Pearl S. Buck gana el Premio Nobel de Literatura y Ladislao Biró inventa el bolígrafo.

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Foto de recuerdo de su paso por el Aeródromo de la Parra, cuando efectuó el Servicio Militar en 1958.

espumosos_val_001_puertosantamariaESPUMOSOS VALDELAGRANA.
Su padre, Antonio González Atienza empezó el negocio de los Espumosos Valdelagrana en la calle Nevería, en el tramo comprendido entre Luna y Palacios. Sobre los años cincuenta del siglo pasado, le compró la empresa a Maximino Sordo y luego se instala en la calle Jesús Cautivo, número 2. Allí el padre, los cuatro hermanos y un buen número de trabajadores --hasta ocho llegó a tener-- se dedicaron a la fabricación y distribución de los refrescos carbonatados "Espumosos Valdelagrana" y el Agua de Seltz, o dicho de otro modo, los sifones. En gaseosas de sabores eran líderes, en El Puerto por encima de La Casera, su  gran competidor que solo fabricaba gaseosa blanca. Así tenían gaseosa de colores, o de sabores, por mejor decir: Naranja, Limón, Cola, Plátano y Menta. También pusieron de moda la gaseosa de Fresa, algo que vieron por la zona de Levante y que trajeron como novedad a El Puerto. La Ciudad ya había conocido otras fábricas de refrescos con anterioridad,  la de Tosar, a principios del siglo XX con nótula propia número 63, y luego la de Guillermo Rivas, autorizada para envasar las naranjadas y limonadas: Zeppelin, con nótula propia número 315 en Gente del Puerto.

espumosos_val_002_puertosantamariaLA FABRICACIÓN.
En la primera etapa de la fábrica casi todo se hacía a mano: lavar las botellas en unas grandes pilas con un guisopo, relleno de las botellas con máquinas de cuatro brazos... Pero Miguel modernizó la empresa contratando un moderno tren de embotellado y otras máquinas que automatizaron el proceso de fabricación y ampliaron la capacidad de producción de Espumosos Valdelagrana. La nueva fábrica estaba compuesta por una máquina saturadora que mezclaba el agua con el anhídrico carbónico para llenar los sifones y gaseosas, a 10 atmósferas (10 atm) de presión. Luego el tren de embotellado tenía una máquina lavadora de 36 botellas; a continuación se depositaba el jarabe del refresco correspondiente (naranja, cola, etc.) y seguidamente una máquina con ocho brazos llenaba las botellas con agua carbónica. La presión que se le metía a los sifones era tal que de ahí inventaron la redecilla de plástico que lo envolvían: si reventaba una botella, por simpatía, podían reventar otras 15 o 2o, con el consiguiente riesgo para el trabajador y la pérdida consiguiente de los envases que no eran precisamente baratos. Trabajaban día y noche. De noche lavaban y rellenaban las botellas y de día hacían el reparto en seis motocarros de la marca 'Isocarro'.

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Miguel González, en el interior de Caza y Pesca, uno de los negocios familiares.

isocarroLOS ISOCARROS Y EL REPARTO.

España empieza a despertar y a cambiar la tracción animal por el motor de explosión, para el transporte de mercancías. A principios de la década de los cincuenta del siglo pasado, en 1951,  se funda en España la Iso Motor Italia, S.A. tras alcanzar un acuerdo con la compañía italiana Iso SpA para fabricar motos y triciclos a motor bajo licencia dentro de nuestro país. Fueron especialmente célebre los motocarros del que deriva el nombre comercial de isocarro, que posteriormente denominó de forma genérica los triciclos a motor empleados en el transporte en España, muchos de ellos híbridos artesanales entre una moto y un eje rígido trasero adaptando algún vehículo en desuso de cuatro ruedas. Eran la flotilla de vehículos más usada en aquella España de posguerra que se vino a usar con modelos más sofisticados, pero isocarros al fin y al cabo, hasta bien entrada la transición política en nuestro país. Tras Vespa y Lambretta, una vez más la tecnología del motor italiana se aliaba con la industria española.

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De izquierda a derecha, con una motocarro de reparto, Gabriel del Hotel Loreto, Miguel González y Antonio Gutiérrez, quien estaría 4o años en la empresa.

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Uno de los hermanos de Miguel, Manolo González, con uno de los 'isocarros' de reparto en los pinares de La Puntilla; también distribuían una marca de cerveza.

El reparto era duro en las playas de El Puerto. A pleno sol, con la carga a tope y sin descansar. En La Puntilla había que dejar los motocarros muy lejos de los bares y transportar las mercancías a pulso, ante la falta de carreteras de acceso directo a la zona de casetas y bares. Llegaron incluso a contratar a las reatas de burros que los arrieros llevaban de vacío para buscar arena a la playa y así aliviar el esfuerzo de los repartidaroes. En Valdelagrana era similar la problemática, con el agravante de que había que buscar las mareas bajas --a veces de madrugada-- para con la aréna húmeda y mas compacta llevar el género. Las botellas de gaseosa iban en cajas de madera de 10 unidades y las de sifón en cajas de alambre de 6 unidades.

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Burros cargando arena en las dunas de la Playa de La Puntilla.

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La desaparecida Fábrica de Hielo, en esta margen del río Guadalete.

sifones_puertosantamariaEL DEPÓSITO Y VENTA DE HIELO.
En la fábrica de gaseosos se vendía también hielo, que elaboraba industrialmente la Fábrica de Hielo situada en el muelle pesquero y que surtía a los barcos que iban a hacer su faena por los caladeros del Atlántico. Pero en el Depósito de la calle Jesús Cautivo lo vendían en trozos a los clientes para las neveras de playa, y también distribuían barras enteras por los bares de playa, a donde no llegaba la energía eléctrica y por tanto las neveras tenían que ser, forzosamente, de hielo. Un buen día de verano llegaban a vender 18.000 kilos de hielo, unas 600 barras a 30 kilos cada una.
La distribución de hielo fue, precisamente el argumento que le valió a Espumosos Valdelagrana para hacer que la venta de sus productos fuera masiva. Y es que, al suministrarles el hielo a los chiringuitos de playa era condición obligatoria que estos adquirieran, también, los productos de la empresa porteña, frente a la feroz competencia de la gaseosa La Casera, cuya fábrica para esta zona de Andalucía se econtraba en Jerez, a la altura de Cuatro Caminos. Corría el año 1955 y, recuerda Miguel, que un tal Jorge, directivo de La Casera en Jerez, llegó a afirmar, en referencia a la marca Espumosos Valdelagrana que "--Llenar las botellas de refrescos de colores, era cosa de pobres", poca vista acabó teniendo el fino directivo.

antoniogonzalezatienza_puertosantamariaEL PRINCIPIO DEL FIN DE LOS ESPUMOSOS.
En octubre de 1973 fallece el padre de Miguel, Antonio González Atienza, y cada hermano se dedicará a regentar, ya de forma individual, cada uno de los negocios familiares. Así, Antonio llevará 'Caza y Pesca'; Manolo una tienda de muebles existente en la calle Vicario; Pepe una tienda de electrodoméstico que existía en la calle Ganado junto a una barbería, frente a la Antigua de Rueda y Miguel que continuará con la explotación de Espumosos Valdelagrana y que ya había impulsado con anterioridad en vida de su padre. La fábrica de la calle Jesús Cautivo permanecería abierta durante dos años más hasta que, en 1975 --cuando en nuestro país empieza la transición política-- cierra sus puertas por las razones que vamos a conocer. (En la imagen, Antonio González Atienza).

cazaypesca_puertosantamariaLos costos de producción y distribución eran superiores a los precios que se pagaban por los productos y la fábrica dejó de ser rentable. Se pagaban dos pesetas por un sifón y cuando intentó subirlo a cuatro pesetas para ajustar los costos y beneficios, no tuvo la acogida esperada. Otros productos de multinacionales, implantados a nivel nacional, acabarían ocupando su espacio, con ofertas mas interesantes para los negocios de hostelería y con ellos ya no pudo competir, lo que le abocó al cierre. Conseguiría vender la lavadora automática de botellas a una empresa de Torre Donjimeno y el resto del tren de embotellado --que estaba prácticamente nuevo con apenas ocho años de uso-- a una fábrica de refrescos de Sevilla. (En la imagen, 'Caza y Pesca' en la calle Ganado, uno de los negocios familiares de la familia González, que vendía radios y televisores. Precisamente Miguel  colocó la primera antena de TV que se instaló en El Puerto, en el Bar Puente de Manolo Muñoz, en el año 1957).

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DISTRIBUCIONES GONZÁLEZ.
Pero Miguel no se para y, con 37 años se mete en el mundo de la distribución de productos de terceros, algo que ya conocía puesto que con anterioridad al cierre de Espumosos Valdelagrana ya había representado y distribuido algunos mercancías para la hostelería. Absorbe los 8 trabajadores que tenía e instala en el Polígono Industrial Salinas de San José, Distribuciones González, un nuevo negocio a lo grande, contando con nuevas furgonetas de reparto y representando a Tinto Savin, Leche La Merced luego Puleva, Café Saimaza, Zumos Fruco, Tortas Inés Rosales, pastelería industrial, los vinagres Cala de Jerez y Gari, de Chiclana, los vinos Viña Cruz y Monte Viña, ... Distribuciones González estaría funcionando 26 años, hasta el año 2001.

Undabeytia.-Pues-nos-vamosLos caminos de gaseosa La Casera y de Miguel se volvieron a encontrar, ofreciéndoles éstos que les distribuyera sus productos en El Puerto, ya con caseras de distintos sabores... Como los márgenes comerciales que le proponían no le parecieron ajustados a la realidad, Miguel le volvió la espalda a La Casera, en esta ocasión como distribuidor, después de haber sido durante muchos años competidor directo, una especie de lucha entre David y Goliath.

Distribuciones González convivía con otras distribuidoras existentes en la localidad pero los tiempos siguen cambiando y, con la llegada de los Cash & Carry, con el nuevo concepto de  acopio de mercancía su empresa deja de ser competitiva. Miguel describe el mundo de la empresa como un barco en alta mar en el que, una vez enrolado, no te puedes bajar porque te ahogas. (En la imagen, un cuadro hiperealista de Undabeytia: 'Pues nos vamos').

lucia_gonzalezperez_puertosantamariaPara colmo una enfermedad hoy felizmente superada, le obliga a prejubilarse con 63 años, lo que le obliga también a cerrar el negocio de la Distribución. Hoy vive felizmente retirado del mundo de los negocios, disfrutando de su familia en los Altos del Berbén.

Su hija Lucía González Pérez, vinculada al asociacionismo comercial desde hace ocho años, ha sido nombrada recientemente  Gerente de la flamante asociación que aglutina a las existentes en El Puerto para dinamizar el comercio,  bajo la denominación de Centro Comercial Abierto-Centro Histórico de El Puerto de Santa María, que pretende hacer de el centro porteño un centro del comercio tradicional con las ventajas que ello supone y con las mejoras que aportan las grandes superficies. (En la imagen, Lucía González, Gerente del Centro Comercial Abierto).

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Nació nuestra protagonista hace 66 años, el Día de los Inocentes de 1943 en una casa que fue habitada por SSMM los Reyes de España en 1729 y 1730: en la Casa de las Cadenas. Es churrera por tradición y por familia y la única superviviente de cuantos puestos de masa frita habían en la Plaza de Abastos. El lugar que ocupa en la actualidad, es el de la antigua tienda de ropa 'El Metro', esquina con calle Sierpes, ayudada por uno de sus hijos. El padre de Charo, Miguel Salguero Suárez, churrero de profesión y su madre Dolores Venegas Rodríguez, tuvieron seis hijos, de los que vivien cinco, y de los cuales Charo es la mayor.

En el año de su nacimiento, 1943, mientras en España el gobierno recordaba la prohibición de celebrar el Carnaval en una tierra tan coplera como ésta, el planeta temblaba con la II Guerra Mundial y los españoles nos recuperábamos, lentamente, de la conflagración civil. Ese mismo año nacen los escritores Jesús Torbado y Eduardo Mendoza, los cantautores estadounidenses Janis Joplin y Barry Manilow, el cantante Joselito, Julio Iglesias y Joan Manuel Serrat, así como el ajedrecista islandés de origen estadounidense Bobby Fisher. en India, Mahatma Gandhi inicia una huelga de hambre para protestar contra su detención.

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Rosario, despachando churros junto a su esposo, en la parte del freidor. Entonces se usaban grandes anafes fabricados en bidones reutilizados, siendo el combustible carbón y leña.

Se casó en 1964 con 21 años, tras ocho de noviazgo con Alfonso Romero Núñez, natural de Vejer que llegó a nuestra Ciudad con 16 años, con quien tuvo cuatro hijos. Ha enviudado recientemente, hace escasametne cinco meses. Inconfundibles sus ojos pintados --siempre de la misma forma, siempre de la misma manera-- con ese rabillo que aun realza su belleza. La que tuvo, retuvo y guardó para la vejez. Le gusta el fútbol --un hijo suyo ha jugado en el Racing-- y los toros.

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En el primitivo puesto de patatas fritas del Parque, que hoy regenta su hermano José Luis y su cuñada Teresa.

Estudió Charo de pequeña en el Colegio donde estaba Bellas Artes y luego en el de la calle Luna, pero, con 13 años tuvo que abandonar la escuela. Su padre el churrero, empezó a trabajar en Terry y ella, la mayor de los hermanos tenía que arrimar el hombro en el negocio familiar y así hasta hoy, ya va para cincuenta y cuatro años de churrera, siempre en La Plaza, aunque también ha regentado el kiosko de patatas fritas del Parque Calderón, que en la actualidad lleva su hermano José Luis, con nótula 093 en Gente del Puerto. Precisamente este hermano es quien, junto a su mujer Teresa, explota dicho kiosko del Parque y, además sustituye a nuestra Charo en su día de descanso, los lunes, ya que trabaja de martes a domingo.

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En el Puesto de Churros que patrocinó Bodegas Terry y que salió ardiendo.

De sus conocimiento como empleado de Bodegas Terry, el padre de Charo consiguió el patrocinio de un puesto de madera con la imagen de marca de dicha bodega, que estuvo situado en los exteriores de La Plaza. Un día ocurrió un accidente laboral y se prendieron el carbón y leña apilados y, consecuentemente, desapareció el kiosko. El ayuntamiento tomó cartas en el asunto y mandó construir, de obra, cuatro kioskos pareados, en las confluencias del Mercado con la calle Ganado,  kioskos que desaparecieron con la última reforma del edificio.

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Despachando churros al paso de una procesión de Semana Santa. (Foto Agustín Álvarez).

Los anafes de carbón y leña vinieron a ser sustituidos también, por modernos peroles alimentados con gas, donde su hermano o su hijo fríen en aceite hirviendo los churros finos --los más solicitados, los más típicos de aquí-- y los gordos que llevan levadura y necesitan un tiempo de reposo para que tomen cuerpo y se hinchen. Destacan sus churros porque sabe aplicarle en la fórmula el punto exacto de sal y agua.

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Colas en la madrugada de Nazareno. Observénse los pantalones de campana. 25 de Marzo de 1975. (Foto Rafa).

Charo es una persona muy alegre despachando churros y cantando a la vez: "Con los churros yo soy feliz", decía el comienzo de una canción que interpreta la churrera, entre rueda y rueda de 'calentitos'. --Y no lo hago para vender mas, sino porque me sale de dentro", afirma. Es tambien muy querida por su parroquia, "--La verdad es que la gente me mira muy bien" algo de lo que damos fe. Cuando fuimos a hacerle esta entrevista una clienta de fuera preguntaba a quien esto escribe si seguiría en internet para cuando elle regresase a su casa a la vuelta de las vacaciones, para poder leerlo. "--Cuando salí hace un par de semanas en el programa de Canal Sur, con Roberto Sánchez 'Aquí Estamos' (con nótula 173 en Gente del Puerto), que estuvo dedicado a El Puerto, me han visto muchas clientes veraneantes quienes, cuando han venido a pasar el veraneo, me lo han recordado". Algo que llama la atención son sus ojos pintados, con sombra de color azul, "--Desde siempre. Y las madres mandan a sus hijos a que le compren churros a 'la muchacha de los ojos pintados': siempre me los he pintado igual".

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Cuadro del desaparecido Convento de los Descalzos.

"La Plaza de Abastos fue construida con el material de cantería del derribo del Convento de San Antonio de los Franciscanos Descalzos en 1868, tras la desamortización de los bienes de la iglesia decretada por la Junta Revolucionario creada en El Puerto, tras el triunfo del pronuncioamiento militar iniciado por el almirante Topete el 18 de septiembre de ese mismo año. Se acordó la expulsión de la Orden de la Ciudad. El Convento  ocupaba todo el solar que hoy es plaza pública, así como el del edificio del antiguo ayuntamiento. En su origen, esta plaza fue creada como un lugar de esparcimiento público en pleno centro de la ciudad, que en un principio sólo fue un terrizo sin urbanizar y que iba a llevar el nombre de plaza de la Libertad, fue conocida como plaza de los Descalzos hasta 1890, año en que por petición popular se le dio el de Isaac Peral". (CMPH).

churros_puertosantamariaRECETA PARA PREPARAR CHURROS.
Ingredientes: Agua: 1/2 taza , Leche: 1/2 taza , Sal , Harina: 1 taza , Aceite , Azúcar para espolvorear.

En una cacerola se pone a hervir el agua, la leche y la sal. Cuando la mezcla empiece a hervir, agregue de golpe la taza de harina y remueva de forma enérgica hasta que se forme una masa que se desprenda de la cacerola. Apártelo del fuego unos instantes. Retire y vuelque la masa sobre un recipiente. Póngalo dentro de una churrera y haga los churros en forma de bastones, de roscas, o como prefiera. Fría los en abundante aceite caliente hasta dorar sobradamente ambos lados. Conforme los vaya escurriendo, páselos por azúcar, si es de su gusto, o déjelos tal cual. Es preferible usar una churrera en lugar de una manga pastelera, ya que en ésta pueden quedar burbujas de aire en la masa que, al freírlas, pueden reventar los churros, lo que sería toda una pena.

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Gallegos y cántabros son pueblos emigrantes. Al menos esta es una característica que les fue común siglos atrás.  Gente laboriosa, trabajadora, muchos de ellos con especial aptitud para tratar al público, alcanzando éxito –fama y fortuna- en aquellos negocios que requieren trato directo con la parroquia, con la clientela: tiendas de alimentación, de ropas, tabernas…

lasernaTelesforo del Castillo Muñoz es un porteño nacido en Cantabria. Un jándalo. En plena juventud marchó a Filipinas junto con su hermano, dejando atrás su casa natal, en la aldea de La Serna, del Valle de Iguña, partido judicial de Torrelavega (Santander) donde había nacido en 1843. Ambos hermanos se iniciaron en los negocios en Manila, trabajando asociados. Unos años después, pensando en formar una familia, compró su parte del negocio al hermano, independizándose totalmente. Cuando dispuso de un pequeño caudal, que el mismo declara ascendía a 125.000 pesetas, se desplazó a su lejana patria y más concretamente a El Puerto de Santa María para contraer matrimonio con una joven de dicha localidad, Sofía Díaz Macías, (Declara poseer este capital, que aporta al matrimonio, indicando asimismo que la dote de su esposa se limitó “a los regalos de bodas y su ajuar, en el que se incluían algunas alhajas de corto valor” en el  texto del testamento que realizó en El Puerto con fecha 28 de junio de 1897).  hija de Manuel Díaz Obregón, también de origen montañés,  nacido en Helguera, provincia de Santander, (Posiblemente fuese hijo de Manuel Díaz  Quinamo, montañés que explotaba a comienzos del siglos XIX una venta o taberna situada en la entrada de la población, cerca del Camino Real, en la confluencia de las calles Larga y Cielos, asociado con Manuel Obregón, su cuñado. Debieron acuñar una pequeña fortuna durante el periodo de ocupación de la ciudad por las tropas francesas, alojadas buena parte de ellas en los convento de la Victoria y Espiritu Santo, ambos a un tiro de piedra de la taberna), y de Sofía Macias, familia de clase media, dedicada al comercio, avecindada en El Puerto, donde habían nacido sus hijos.  Creemos que tenía su establecimiento en calle Ganado nº 12 y el domicilio en la casa número 52 moderno de calle  Larga, sede actual del Partido Comunista de Andalucía. (En la imagen superior, vivienda en La Serna, Valle de Iguña, Torrelavega, Cantabria.

Nos vemos en la necesidad de especular, a falta de otra información, sobre las circunstancias que hicieron posible el conocimiento, amistad, compromiso y, finalmente, boda de esta pareja tan distante geográficamente. Tuvo que existir un primer encuentro. Podemos suponer que alguno de los hermanos de Sofía fuese destinado a Filipinas en cumplimiento de sus deberes con la patria, entablase amistad con Telesforo y este, en algún viaje de negocios a la península desembarcase en Cádiz, desplazándose a El Puerto a visitar a la familia Díaz Macias, alojándose tal vez durante algunos días en su casa, dado el paisanaje de Telesforo con ellos y la fraternidad existente en esa época entre personas afines. El resto es fácil imaginarlo:  se enamora de la hermana de su amigo, mantienen un regular contacto epistolar, confirman el compromiso y poco tiempo después él regresa, se casan y parten de nuevo hacia Manila.

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Torre de la Catedral después del terremoto de 1880. Francisco van Camp. SHM El terremoto de 1880 causó considerables daños en la ciudad de Manila, y especialmente en el edificio octogonal de cuatro cuerpos de la Catedral.

En las Islas Filipinas nacen sus cuatro hijas: Rafaela, Sofía, Maria del Carmen y Mª del Rosario del Castillo Díaz, bautizadas todas ellas en la capilla de San Pedro de la catedral de Manila. Según nuestros datos, las hijas de Telesforo y Sofía fueron bautizadas en los años 1871, 1872, 1874 y 1875. En esos años la catedral de Manila estaba destruida parcialmente por un terremoto que tuvo lugar en el año 1863, catástrofe en la que perecieron los miembros del Cabildo catedralicio, quedando algunas capillas en pié, siendo en una de ellas, la de San Pedro, donde se bautizaban a los nuevos cristianos. Poco tiempo después, en las últimas décadas del siglo se construyó la sexta catedral de la capital de Filipinas, en el mismo emplazamiento de las cinco anteriores, en la zona denominada Intramuros –un fuerte construido por los españoles en 1590 con muros de 6 metros de alto y 3 Km. de largo-, según proyecto del arquitecto Serrano Salaberri, de estilo neorromántico. Consta de tres naves con crucero y capillas laterales, portada de arcos de medio punto y una original torre externa de estilo orientalizante. En esta nueva catedral se celebran los bautismos en la capilla del Sagrario.

Como consecuencia del último alumbramiento falleció Sofía Díaz, el 21 de noviembre de 1875, quedando viudo Telesforo con tan solo 32 años de edad y una familia numerosa compuesta por cuatro hijas de corta edad.  La decisión, tras la tragedia familiar, debió de tenerla clara: Retornar cuanto antes a España, para poder criar y educar a sus hijas con la ayuda de los abuelos. Era imposible continuar al frente de sus negocios salvo que encontrase una mujer con la que volver a casarse, y que ésta aceptase la pesada carga que hubiera aportado Telesforo al matrimonio. No parece se plantease siquiera esta posibilidad ya que, en los veintitantos años siguientes, es decir, hasta el mismo momento de su fallecimiento, no formalizó ninguna otra relación, que sepamos.

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Vivienda en calle Luja, 15, esquina y vuelta con calle Recta.

Necesitó algo más de un año para liquidar sus negocios y repatriarse junto con su familia. En el verano de 1877 se encontraban empadronados todos ellos en El Puerto, arrendando una amplísima casona en calle Luja número 15 donde vivió todos esos años a pesar de tener diversos inmuebles en propiedad.

10ctsdepesoacuniadoenmanilaCon fecha 28-6-1877 dicta nuevas disposiciones testamentarias que revocan las realizadas meses antes en Filipinas. Una vez integrado, se dedica con paciencia y vista comercial a emplear su capital, preferentemente, en la adquisición de inmuebles para su explotación en alquiler, garantizándose de esa forma unos ingresos estables, una suculenta renta. Paralelamente, más por distracción que por negocios monta en los bajos de la casa arrendada, en donde existe actualmente una peña flamenca, una pequeña bodega, criando con esmero diversos caldos.  Sus herederos se repartieron 160 arrobas de Manzanilla, a razón de 7,50 pesetas/arroba; 67 arrobas de Vino Fino, a 12,50; 93 arrobas de vino moscatel y dulce a  10 pesetas, 40 arrobas de Pedro Ximenez, valoradas cada una de ellas en cinco duros y 5 arrobas de vinagre, a diez reales la arroba, así como diversos utensilios: jarras, gradillas, mangueras, bomba de trasiego, venencias, botas y barriles, incluidos todos ellos en el apartado 84 del inventario de sus bienes bajo el epígrafe: “Vinos, vasijas y enseres de bodega.” (En la imagen, 10 céntimos de peso, acuñado en Manila).

antiguomantondemanilaLas primeras compras de inmuebles, realizadas en 1877, la hace por lotes, adquiriendo dos parejas de casas. A don Tomás Osborne y Böhl le compra una casa en calle Larga nº 57 (Anteriormente esta casa había sido propiedad del Convento Madre de Dios de Jerez, siendo adquirida por Tomás Osborne en los años de la desamortización de los bienes clericales, trasladándose a vivir a ella. Sus herederos la vendieron a Manuel Urquinaona que residió en el piso alto o principal con su familia, arrendando el bajo a la familia Pastor Nimo, según datos que tomamos de los padrones municipales de 1916). Otra en calle Descalzos, 15. Las otras dos casas, una en calle Nevería, 24 y otra en Santo Domingo, 9, esquina a Nevería, ambas propias de la Testamentaría de doña Elvira Viaña,  (Dama perteneciente a la aristocracia local, hija de José Enrique Viaña Fernández, Diputado del Común y uno de los más importantes cosecheros y exportadores de vinos, aceite y aguardiente de fines del XVIII)  adquiriendo un quinto inmueble, situado en pleno centro, la casa nº 52 de calle Luna que compra a doña Maria Antonia Lagier.  En años posteriores incrementó su patrimonio con casas en calle San Bartolomé, 25, comprada a Luis Pérez Sánchez en 1880, Jesús de los Milagros, 14, a Manuel Ruiz Quintana, en 1883 y, finalmente, la casa de Descalzos nº 12 a los hermanos Martínez Picard, en 1884. (En la fotografía, señorita luciendo un mantón de Manila).

Telesforo del Castillo falleció en El Puerto de Santa María el 13 de marzo de 1899, en el mismo estado de viudedad en el que llegó a la ciudad veintidós años atrás. En esa fecha, tres de sus hijas habían contraído matrimonio. Rafaela, la mayor, con un comerciante local, Diego González Saiz, residiendo en El Puerto. Sofía, con un labrador jerezano algo mayor que ella, que cumplió 27 años al morir el siglo y 40 su marido, Antonio Ruiz-Berdejo. La tercera de las casadas, la más joven de las hermanas, Rosario del Castillo Díaz casó con otro comerciante local, Emilio Muñoz de Bustillo y Carpizo, residiendo asimismo en El Puerto. La otra hermana soltera, Maria del Carmen, que tenía 24 años en 1899 fue la albacea testamentaria, según dispuso el finado, que había indicado ejerciera dicha función aquella o aquellas de sus hijas que estuviesen solteras en el momento de su fallecimiento.

sofiadiazcastillo_02_puertosantamariaEn la Revista Portuense del 15 de marzo de 1899 se inserta la tópica croniquilla social del sepelio que reproducimos parcialmente: “Ayer, a las cuatro y media de la tarde, fue conducido al Cementerio Católico el cadáver del Sr. Don Telesforo del Castillo y Muñoz. Formaban la fúnebre comitiva los ancianos del Asilo de San José, Hermandad de Milagros, y el clero parroquial, siguiendo tras este el cadáver llevado a hombros por trabajadores de la Casa en magnífica caja sobre la cual destacábase dos hermosas coronas en las cuales leíanse las siguientes dedicatorias: “Recuerdo de sus hijos” y “Recuerdo de sus hijos Diego y Rafaela”. El cadáver fue sacado de la casa mortuoria por sus hijos políticos y su sobrino don José Gutiérrez Díaz. De la caja pendían cuatro anchas cintas que llevaban varios individuos de la familia, rodeando el féretro cuatro hermanitas de los pobres. El acompañamiento formábanlo numerosísimas y escogidas personas… Presidía el duelo el Sr. Arcipreste y los señores Gonzalez y Verdejo y Muñoz Bustillo, hijos políticos del finado. Al llegar al cementerio el cadáver fue colocado en un catafalco mientras el clero parroquial cantó el Responso.”

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En la calle San Miguel del cementerio portuense está el panteón familiar de don Telesforo, en el que figuran enterrados, además de él, su hija Rafaela y uno de sus nietos, hijo de la anterior, Antonio González del Castillo. Al pié de la tumba hay colocada una cenefa de mármol blanco esculpida con flores en relieve recuerda a la esposa, figurando su nombre y la fecha de su defunción, aunque no creemos que sus restos estén allí enterrados, salvo que, aprovechando la repatriación de las tropas después de la guerra del 98, hubieran sido traídos desde Manila. (Textos: Antonio Gutiérrez Ruiz).

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robertoromerolaffitte_puertosantamariaRoberto Romero Laffitte nace, de forma accidental, en Sevilla en 1940, pero es porteño de donde se siente, donde vive y donde disfruta de la vida.

Ese mismo año Mahatma Gandhi se reúne con el virrey de la India. El gobierno español dicta la ley para la represión de la masonería, el comunismo y demás movimientos «que siembren ideas disolventes contra la religión, la Patria y la armonía social». Mientras Ernest Hemingway publica: ¿Por quién doblan las campanas?, en España hace lo propio Enrique Jardiel Poncela con Eloísa está debajo de un almendro. Nacen también en 1940 Al Pacino, los políticos Alfonso Guerra y Miguel Herrero y Rodríguez de Miñón; los músicos Ringo Starr y John Lennon, Pelé y Bruce Lee y también Frank Zappa.

Estudió en el Colegio de loa Pescadería y en el de la calle Luna. Mas tarde, en Sevilla, haría el Peritaje Industrial. Se casa con Maruja Miura con quien tiene cinco hijos, --el mayor, Roberto tiene un restaurante en Madrid, Foccolare, del que daremos cumplida información con una nótula en Gente del Puerto-- . (En la imagen, Roberto Romero Laffitte).

Dado que su padre, Alejandro Romero Osborne, marqués de Arco Hermoso , tenía tierras en Dos Hermanas, trabaja allí en la explotación agrícola y ganadera conocida como ‘La Huerta de Curro’. A los dos años se viene a El Puerto  a vivir en la casa familiar en la calle Durango y con 22 años se incorpora en la fábrica alimentaria propiedad de la familia: Conservas Sur, donde permanecerá como Director de Producción hasta el cierre de la misma a finales de la década de los setenta del siglo pasado. Su hermano Alejandro, también estuvo trabajando en la conservera familiar.

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Patio de la Casa del Marqués de Arco Hermoso en calle Durango. Desde el patio se accede al jardín y a otros patios secundarios, que en tiempos, fueron almacenes, bodegas y otras dependencias. (Del libro 'Casas Señoriales de Andalucía' de Patricia Espinosa de los Monteros. Ed. Cartago. 1998.  Foto: Francesco Venturi).

Se queda viudo con 47 años –hace 19—y con la ayuda de ambas familias saca a sus cinco hijos adelante. Ha ejercido como director en Cádiz de la Compañía GES (General Española de Seguros), durante cinco años, al término de los cuales volvió a su ciudad natal para ejercer como adjunto a la Dirección Comercial de Puerto Sherry, con Agustín Silvela de la Hidalga, --promotor del puerto que continúa en El Puerto--, jubilándose por problemas de salud de forma anticipada. Cuando se operó de una afección severa de garganta, se vino abajo. Pero su afición: la pesca le ayudó a salir adelante. Compró la tienda Caza y Pesca y allí estuvo defendiéndola hasta que cambió la reglamentación laboral, en la Ribera del Río. En la actualidad se dedica a sus nietos.

robertoosborneguezala_puertosantamariaCONSERVAS SUR.
La fábrica de Conservas la funda Roberto Osborne Guezala, en 1926, obteniendo autorización para la instalación de la fábrica de “Conservas alimenticias de carnes y pescado y la de frutas y hortalizas” en la calle Valdés, núm. 5, esquina con la calle Comedias, lindera con las fincas de Crevillet y el Recreo de Rafael Fernández de Haro (lo que hoy es La Ponderosa y Los Cedros). Ocupaba una superficie de 12000 metros cuadrados. Al frente de la industria alimentaria pone a su hijo, Eduardo Osborne Vázquez, estando al frente de la misma durante 12 años. El aporte de materia prima pesquera desde El Puerto se debilitó y se empezó a traer el género desde el puerto de Punta la Isla (Gallineras) en San Fernando. Como a los pocos años continúa faltando la pesca, Roberto Osborne cierra la fábrica y se marcha a Sevilla, donde continuaría una aventura empresarial iniciada junto a su hermano Tomás, en 1904,  la fábrica de cervezas La Cruz del Campo. Así, desmantela la fábrica de conservas y reutiliza los formeros y demás piezas de las naves de la conservera para ampliar la empresa cervecera sevillana. Según documentos del Archivo Municipal, en 1937 la fábrica de conservas, inactiva, se encuentra en Testamentaría, convirtiéndose la cervecera sevillana en sociedad anónima. (En la imagen, Roberto Osborne Guezala).

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Tranvía de dos pisos en Barcelona, con propaganda de La Cruz del Campo.

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Eduardo y Felipe Osborne Vázquez, empresarios conserveros y cerveceros.

En esa tesitura, Roberto Osborne Guezala, le ofreció la fábrica de conservas a su sobrino, Alejandro Romero Osborne, militar, que se retiró con la graduación de capitán. Y Eduardo y Felipe Osborne Vázquez se quedan en Sevilla con La Cruz del Campo. Se dio la feliz circunstancia que, previamente, en la Exposición Iberoamericana de 1929 de Sevilla, La Cruz del Campo y Conservas Sur tenían los expositores uno junto al otro, la primera inspirada en el Hospital de los Venerables de Sevilla, con lo que el visitante salía satisfecho con su caña de cerveza y la tapa de sardinas sin piel y sin espinas, de nuestras conservas.

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La sevillana Cruz del Campo, pintada por Domínguez Becquer, de la que toma el nombre la fábrica de cervezas fundada por el emprendedor porteño.

alejandroromeroosborne_puertosantamariaAlejandro se encuentra con que tiene la marca, tiene los locales y ya está, por lo que tendrá que crear nuevas infraestructuras para poner en marcha de nuevo Conservas Sur. Así, alquila una fábrica en Barbate, la dota del equipamiento necesario y al ser un puerto de mar receptor del género que necesita, empieza a fabricar conservas de pescado. En El Puerto quedarían las fábricas de vegetales y salsas y el almacén distribuidor de la firma. El marqués de Arco Hermoso se desplazaba a Sevilla y participaba en las subastas de las naranjas agrias de las calles, plazas, paseos y las del Alcázar sevillano.

Nos encontramos en 1968, Roberto Romero Laffitte cuenta con 28 años. Mientras, al haberle expropiado el estado a su padre ‘La Huerta de Curro’ en Sevilla, el de Arco Hermoso adquiere a su buen amigo Miguel Martín Navarro, de Ayamonte, una fábrica de conservas que construyó dicho ciudadano al amparo del Polo de Desarrollo de Algeciras, impulsado por el ministro López Rodó, quedando ésta para la exportación: Alemania, Italia, EEUU y Norte de Europa. Funcionarían así tres fábricas, junto con la de Barbate y la de El Puerto. (En la imagen, Alejandro Romero Osborne, Marqués de Arco Hermoso).

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La fábrica estaba  situada en la calle Valdés, núm. 5, esquina con la calle Comedias, lindera con las fincas de Crevillet y el Recreo de Rafael Fernández de Haro (lo que hoy es La Ponderosa y Los Cedros). Ocupaba una superficie de 12000 metros cuadrados, distribuidos en una gran sala de máquinas, calderas,  lavaderos, depósito de sal, los almacenes, las oficinas de la empresa y la vivienda del ingeniero, además de una pista de tenis. En la actualidad se encuentran unos bloques de vivienda de promovidos por inmobiliaria Azul Mediterráneo, en su día propiedad de Rumasa. El arquitecto de la Conservera fué Manuel Romero Planas, el mismo de los Baños Termales de la Punttilla o del Cinema España.

conservas_sur_publi_puertosantamariaLOS TRABAJADORES DE LA CONSERVERA.
Conservas Sur llegó a tener una gran cantidad de trabajadores en todos sus centros de producción, más de 350 obreros. Barbate: 90 mujeres y 15 hombres. Algeciras: 70 mujeres y 7 hombres, El Puerto: 119 mujeres y 42 hombres, así como los eventuales en vegetales, más el personal de escritorio. Como se puede apreciar, la mano de obra femenina, mas cuidadosa, dominaba en los empleados de las distintas fábricas.

Los hermanos Bollullos fueron hombres claves en la organización de las dos fábricas más cercanas: José María Bollullos en la conservera de El Puerto y Francisco en la de Barbate; eran hermanos del fundador de la imprenta Bollullos de la calle Cielos, naturales de Puerto Real pero residentes en El Puerto. Personal de total confianza de la propiedad, por sus manos pasaron la gestión del día a día “—y nunca faltó una lata” en palabras de Roberto Romero, cuyo agradecimiento a estas familias ha quedado patente.

| Antonio Gil y Juan Muñoz, en el escritorio de Conservas Sur.

Por el escritorio pasaron conocidos vecinos de El Puerto y eficaces administrativos: Juan Martín Vélez, Manuel Ortega, Antonio Gil González y su hermano Abelardo, Juan Muñoz Aparicio, José Villar… El ingeniero director, encargado de la fabricación de los productos, que tenía vivienda propia en los terrenos de la fábrica, era suizo y está enterrado en nuestra Ciudad: Carlos Zuiki.

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La historiadora Isabel Pérez Sánchez, publicó un interesante trabajo en el número 20 de la Revista de Historia de El Puerto: ‘Las obreras conserveras portuenses durante la II República’, del que extraemos el siguiente texto: “Estas labores se llevaban a cabo dependiendo de la recogida de las cosechas o de la captura de las caballas. Esta situación va a condicionar la vida de la fábrica: los horarios, el número de trabajadores y el tipo de contratos, períodos y personal dedicados al trabajo, etc. En cuanto al horario, éste se alargaba cuando las necesidades de trabajo lo exigían. También el número de trabajadores variaba según las distintas épocas del año: en primavera y, sobre todo, en verano, era cuando el personal de la fábrica se hacía más numeroso. Primeramente por las frutas y hortalizas, y en segundo lugar, y más importante, por la llegada de los barcos cargados de caballas.

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Hay diferentes referencias de cifras de trabajadores conserveros, pero siempre, el mayor número de éstos, lo constituían mujeres. La mayoría de ellas trabajaban sólo temporalmente, según las necesidades de la fábrica. El personal fijo, por lo tanto, era mínimo y lo formaban, sobre todo, hombres. Según el informe de sanidad presentado en el expediente para la apertura de la fábrica, en ésta debían trabajar unos 50 trabajadores. En realidad, el número de obreros fijos no era ni la mitad de esta cifra, sin embargo, en épocas importantes de trabajo se podía llegar a triplicar, aunque siempre con trabajadores eventuales y en su mayoría mano de obra femenina. Las mujeres limpiaban el producto (caballas, tomates...) y, después de cocidos y preparados, se colocaban en las latas. Los hombres se dedicaban, sobre todo, a la carga y descarga de la mercancía, su transporte y colocación dentro de la fábrica, las calderas, etc.

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En la fábrica existían dos categorías dentro de las obreras: las operarias estibadoras y las denominadas de “faenas varias”. Estas últimas constituían la mayoría de las trabajadoras. Su trabajo, como su nombre indica, consistía en dedicarse a lo que según el momento era más necesario: limpiando y pelando las frutas y hortalizas, descabezando y limpiando las caballas, limpiando las latas de conservas... Para estas faenas no hacía falta cualificación, ni aprendizaje y, en determinados momentos, eran realizados por todas las mujeres de la fábrica.

conservas_sur_salsaindia_puertosantamariaAsí, con la llegada de los barcos de caballas, todas las mujeres acudían para su limpieza y preparación, durante todo el tiempo que fuera preciso para ello, al ser el pescado un producto muy perecedero. Una vez limpias y cocidas las caballas, las operarias estibadoras las arreglaban y las iban colocando en las latas de conservas. Para realizar este trabajo se requería un aprendizaje con anterioridad. Se tenía en cuenta la destreza y rapidez en la práctica de la estiba. La mayoría de las veces se trabajaba “por cuenta”,  es decir, según el número de “bandejas” de latas de conservas llenas, así se cobraba. Acelerando el ritmo de trabajo, podían ganar más dinero.”

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LOS PRODUCTOS.
Sin lugar a dudas los productos estrella fueron en pescados, los filetes de caballa, de melva y una variedad que el fundador de Conservas Sur sacó al mercado: filetes de bonito chico en aceite, que daba unos filetes muy blancos y también en tomate; aún en chico en aceite. Otro producto singular eran las sardinas sin piel y sin espinas, demandadas por el mercado alemán; durante los últimos cinco años de existencia de la fábrica, toda la producción de sardinas de la factoría de Algeciras la destinaron para la fabricación de este producto, muy complejo de elaborar. En escabeches: sardina, caballa y atún. En Vegetales, melocotón en almíbar, guisantes, alcachofas, tomate triturado, judías verdes, champiñones, tomate al natural con pimientos verdes asados. En Salsas: Salsa Cátsup, Salsa India, Jalea Real, Jaleas de Vinos de Jerez, Salsa Vinagreta, Salsa Mayonesa. En mermeladas: de brevas, que era la especialidad porque no la fabricaba nadie; de naranja agria, de albaricoque, de melocotón y piña, de jalea de uva, de ciruelas, de fresa… y hasta Spaguetti con Tomate.

conservas_sur_catsup_puertosantamariaSe daba la circunstancia de que para recibir en buen estado las fresas con las que se preparaban las mermeladas, había que extremar las precauciones de conservación y transportes. Un caro con 200 canjilones de noria de barro, llenos de fresas pequeñas (3 kilos aproximadamente ), cerrados con hojas de higuera con un atadillo de palma, viajaban toda la noche, --desde el campo hasta la fábrica-- entre las seis de la tarde hasta las ocho de la mañana, para resistir de la mejor manera posible el calor.
Desde Conil venían las brevas y del campo de Chipiona, en grandes cantidades, de la huerta de Roberto Jiménez Tamplin.

LA BODEGA DE VINAGRE.
Conservas Sur tenía una bodega de vinagre para las conservas. En la actualidad mantienen seis botas procedentes de aquella bodega así como ‘la madre’, la bota madre a la que denominan ‘Santi Ponce’, con más de un siglo de antigüedad. Roberto y Juan son copartícipes de esa solera de vinagres.

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LOS PROBLEMAS Y LOS TIEMPOS.
Pasan los años y ya en 1978 la actividad extractiva de la pesca desciende de forma significativa, como consecuencia de los desajustes y acuerdos pesqueros con Marruecos. Para que la fábrica funcionara había que invertir en naves y equipos de refrigeración; había que comprar la producción completa de los barcos de pesca. La crisis llega también a los vegetales, y eso que la California de Andalucía estaba en Chipiona, con los cultivos intensivos y de invernadero; pues bien, había que traer la materia prima desde Murcia, con el consiguiente aumento de los costes en transportes y fletes de la mercancía.

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La fábrica no pudo más y cierra. A finales de la década de los setenta, la inmobiliaria Azul Mediterráneo, propiedad de Rumasa, derriba las naves y construye una promoción de viviendas en lo que fue una de las mejores fábricas de conservas de Andalucía. Hubo posibilidad de que la fábrica se instalara en Agadir (Marruecos) pero fue algo que desechó la propiedad. Incluso, a la fábrica de Barbate venía periódicamente un ciudadano marroquí a cobrar el impuesto revolucionario, para que los barcos pudieran continuar faenando en los caladeros marroquíes.

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Llegaron a existir 22 fábricas conserveras en nuestra provincia y, en la actualidad escasamente quedan: El Rey de Oros, la Tarifeña, Marina Real, Diego Piñero y Ubago. En la actualidad, la propiedad de la marca Conservas Sur, pertenece a Osborne y Cía. S.A.

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LAS CONSERVAS GADITANAS Y PORTEÑAS EN LA ANTIGÜEDAD.
Escribe el periodista e investigador Francisco Andrés Gallardo: "Junto a las animadoras más sicalípticas que vieron los banquetes imperiales, las puellae gaditanae, el nombre de Gades, la urbe más importante y conocida de la Bética de la Antigüedad, estaba unido al vino y a la salsa garum que algunos quieren ahora recuperar, o al menos reinventar. Gracias a las corrientes del golfo gaditano, la calidad de nuestros pescados azules, los peces grasos de nuestras costas, como atunes, sardinas y caballas, hicieron del garum gaditano el más afamado de todos los que se degustaban en la mesas, republicanas e imperiales, de Roma. El secreto estaba en la masa de las tripas. El garum era la maceración con hierbas aromáticas, vinagre y aceite de oliva de las tripas de pescado azul, aunque no nos ha llegado su fórmula, pero sí disponemos de los restos de factorías como la de Bolonia. Ysu subproducto, el escurrido, era el allec.
garumLa cocina mundana de los tiempos romanos era muy limitada en productos y recetas. La clase alta era la que podía permitirse delicatessen excéntricas como mamas de cerda, marmotas de los ríos galos y flamencos del Nilo. Todo ello, claro, especiado con garum gaditano.
El gastrónomo Apicio nos legó el más completo recetario de la época. He aquí la receta de un flamenco con salsa garum: se limpia el ave en una marmita de barro y se cuece hasta que se reduzca a la mitad el caldo. Se pasa entonces a una olla de hierro con aceite, cebolla, coriandro y un buena ración de garum. Se deja cocer y se le añade vino cocido para aportarle color oscuro. Cuando la carne esté blanda, se añade pimienta, apio, comino, silphium (especie vegetal extinguida), ruda, moscatel y miel y se deja reducir la salsa, a la que se agrega algo de harina para que termine de espesar. Se sirve adornando el ave con sus plumas y otros aditamentos adecuados... Esto no era precisamente
fast food. "

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Agustín Vela Mariscal (1914 -2005), hijo de Antonio y María vivió casi 92 años, era el segundo de siete hermanos. Nació en la Granja San Javier, en la zona del Molino, junto al actual Parque del Vino Fino, terrenos que él había labrado en su juventud, pues se sentía hortelano y presumía de ello. Estudió poco tiempo, un año, pero le cundió y aunque fue una lástima que no continuara estudiando por tener que atender las obligaciones del campo, era una persona con una inteligencia natural innata. De niño, con apenas 10 años, llevaba, casi a diario, las frutas y verduras a Cádiz en el Vapor, donde alguien las recogía. Empezó a vender huevos, en canastos de la granja,  en la Placilla, delante del almacén de Nicanor. De jovencito llegó a ganar un concurso adivinando si los huevos de granja estaban sanos o si, por el contrario tenían alguna tara.

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Los padres de 'el Vela': María Mariscal Muñoz, natural de Cádiz pero oriunda de Jerez, y Antonio Vela Aragón, natural de Chiclana.

El día de su nacimiento la Comisión Europea, publicaba un proyecto de reforma de la agricultura, la verdadera vocación de Agustín. Ese año se abriría al tráfico marítimo el Canal de Panamá y Benedicto XV sucedería en el papado a Pio X. También 1914 es el año de la I Guerra Mundial, el 28 de julio declararía la guerra Austria-Hungría a Serbia; el 1 de agosto Alemania a Rusia; el 4 de agosto, Alemania a Francia y el Reino Unido a Alemania; el 5 de agosto Austria Hungría a Rusia y el 23 de agosto Japón a Alemania. Agustín venía al mundo en un ambiente enrarecido en la convulsa Europa de principios del siglo XX.

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Agustín, de soldado, el segundo por la izquierda, en un bar de Córdoba. Hizo la mili junto al que fué ministro franquista, José Solís Ruiz --con quien mantuvo siempre una dilatada correspondencia-- y con el porteño Manolo Gatica. Le escribía las cartas a los soldados que no sabían leer y escribir.

Se marcha al servicio militar, estando principalmente en la Sierra de Córdoba, y también en Málaga. En Córdoba le cogió la Guerra Civil Española, con 22 años. Algunos historiadores la consideran como el preámbulo de la II Guerra Mundial, puesto que «sirvió de campo de pruebas para las potencias del Eje y la Unión Soviética, además de que supuso un desenlace, principalmente a raíz de la llamada Revolución social española de 1936, entre las principales ideologías políticas de carácter revolucionario y reaccionario (o contrarrevolucionario) que entonces se disputaban en Europa y que entrarían en conflicto poco después.» (W).

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Agustín, a caballo, en la Granja San Javier.

Vuelve a El Puerto tras la guerra y se incorpora a la huerta familiar, a la Granja San Javier para, más tarde, trabajar con el mayorista de frutas y verduras Felix Pérez Peral, donde cobró sueldos por encima de la media y es que, Agustín cobraba más porque era el que más trabajaba. Iban a Sevilla o Málaga en camiones a buscar el género y por el camino ni dormían, vigilantes, para que no les robaran la mercancía.

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Agustín, ante el puesto de frutas y verduras en el exterior de La Placilla. Hubo un tiempo en el que las autoridades municipales decidieron, no solo impedir los puestos al aire libre, sino que eran perseguido por  los guardias municipales. Más de una vez le requisaron el género y él siempre pedía que 'lo entregaran al Asilo de Ancianos'.

Su abuelo tenía una huerta alquilada y con el reparto que dio la cosecha instaló un pequeño puesto en la Placilla, delante de la que luego sería su casa, precursor del gran puesto familiar de los Vela de toda la vida. Existían precedentes familiares, ya que la hermana de Agustín, Manuela, ya tenía un puesto de verduras en la calle Luna.
La aventura de la compra de género era algo cotidiano, hasta llegar a conocer todos los campos de El Puerto, Rota, Sanlúcar y Chipiona. En esos trances lo ayudaba Juanele  --Juan Robles-- un hombre fuerte que le acompañaba en el acopio de aquellos productos de primera necesidad.

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Ante el monumento del Sagrado Corazón, en la Plaza de los Jazmines, camino de la Feria situada en la Victoria, con su mujer y parte de los hijos.

LA FAMILIA DE AGUSTÍN.
Tras cinco años de noviazgo, se casa con Carmela Durán Valle (fallecida en 2006), con la que tiene siete hijos, alcanzado la misma cifra de descendencia que hermanos fueron los Vela Mariscal. Así, los hijos de la familia Vela Durán son Mari Carmen, Agustín, Milagros, Antonio, Quisca, Conchita y María Jesús, esta última casada con el torero de plata, Gregorio Cruz Vélez. Todos pusieron su grano de arena en el negocio familiar, todos echaron una mano al padre y a su madre, quienes trabajaron muchas horas en el negocio para sacar tan larga prole adelante. La empresa, en sus mejores momentos, llegó a tener algunos trabajadores externos.

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Agustín Vela, al que gustaba ponerse para trabajar un gorro de paseo de los 'Marines' americanos. Fue el primer proveedor de la Base Naval de Rota.

EL PROVEEDOR DE LOS MEJORES.
Los principales restaurantes de El Puerto, Cádiz y Jerez y hoteles de la zona, así como ciudadanos de las poblaciones limítrofes --”el señorío de Jerez”-- venían a El Puerto a avituallarse y a comprar el género que ofrecía, por su calidad, presentación y exigencias, Agustín Vela. Fue el primer proveedor de la Base Naval de Rota y continuó siéndolo, incluso, cuando empezaron a salirle competidores que acababan tirando el precio de las mercancías. Al final, cuando no podían atender los compromisos, los americanos acababan acudiendo al puesto --o mejor dicho-- al mayorista/detallista de frutas y verduras porteño. Precisamente, muchos americanos venían a título particular a comprar a su puesto de La Placilla, y es que se corría la voz e incluso, venían conocidos de otros militares que, con anterioridad habían estado destinados en Rota.

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Carmela, la mujer de Agustín, con una cliente-amiga norteamericana. Lo cierto es que la clientela de 'el Vela' tenía sus preferencias: había quien prefería ser despachado por Agustín o por su mujer.

GENIO, CARÁCTER Y EXIGENCIAS.
Agustín era muy exigente, le gustaba la limpieza, la buena presentación del género, era un perfeccionista en su trabajo, lo que quizás hiciera que tuviera “prontos” que le dieron fama de tener mal genio. Pero se le pasaba pronto. Tenía mucho sentido del humor --señal de inteligencia-- o en palabras más coloquiales de otros: «--era un cachondo, con el que no tenías más remedio que reírte de sus ocurrencias». Tan exigente era que enseñó a medio campo de Sanlúcar a plantar los pimientos, porque, afirmaba: «--Los pimientos no tienen porque salir torcidos, eso es cosa de malletos malos».

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Agustín Vela, en 1933, posando en el Estudio de Castroverde. De futbolista y de paisano.

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Agustín, el segundo por la derecha de pie, con el equipo del Racing Club Portuense. El quinto por la izquierda es José Domínguez Neto, el sexto es Luis León: era un medio alto, muy seguro y de gran toque de balón. El portero es Joaquín Camacho, que vino procedente del Triana CF, padre de la mujer de José Antonio López Esteras. La foto está tomada en el famoso Campo del Tiro de Pichón, era un terrero de juego yerboso  y de grandes dimensiones. El Racing se trasladaría al campo de Eduardo Dato, allá por 1941. La foto está tomada en 1933.

FÚTBOL: RACING Y MIRANDILLA.
Desde muy joven jugaba al fútbol, a pesar de que el padre no le dejaba, abrumado por las obligaciones de atender la granja: el ordeño de las vacas, atender a los animales de granja o las labores del campo; aún así, harto de trabajar, Agustín se escapaba y entrenaba siempre que podía, para acabar jugando como titular, primero en el Racing Club Portuense y luego en el Mirandilla de Cádiz. Le llegaron a apodar “el caballo” por las patadas que daba --¿al balón o a los jugadores contrarios?-- lo cierto es que hubo un ajuste a patadas con dos hermanos futbolistas. Es verídico que fue un jugador muy reconocido, empero, una lesión de espalda le obligó a retirarse, ya que estuvo a punto de quedar tetrapléjico.

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Banquete homenaje a los jugadores del Racing Club Portuense, en 1935, el 23 de octubre. Entre ellos podemos ver a Agustín Vela, José Domínguez Neto, Paco Sevillano, Luis Ortega, Los Genaro, José Antonio Terrada Alemán y Antonio Torre Santiago.

Magnífico bailarín, en el Casino “hacía raya”, tenía como pareja de baile a la señorita Blanquer, hermana de Anita y Teresa. Muy religioso, era devoto de la Virgen de los Milagros y uno de los que acompañaban al paso de la patrona, cuidando de uno de los laterales del mismo. Ayudó siempre que pudo a las Hermanitas de los Pobres que existían en la calle Cielos y al Asilo de Ancianos.  El almacén de frutas y verduras cerró, tras el fallecimiento de los iniciadores de esta saga en El Puerto, el año de 2007.

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Agustín Vela, en una instantánea tomada en las Bodegas Terry, con Miguel Reina, portero que fuera del Atletico de Madrid y tambien del Barcelona. Su hijo, José Manuel, es decir, el nieto del cocinero del Hotel Meliá Caballo Blanco, con quien Agustín mantenía una buena amistad, es en la actualidad jugador de la selección española y del Liverpool.

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La Tienda de Frutas y Verduras de Agustín Vela, en su última etapa.

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Ndiaga (pronúnciese Yaga) Sama, nació en Touba (Senegal) el seis de septiembre de 1980. Hijo de Mor y Amiy, estudió el Graduado Escolar en su Ciudad natal, una de las más importantes de su país. La ciudad santa de Touba, en Senegal, es una especie de Vaticano, un emporio espiritual y económico musulmán, el centro de la orden sufí del Muradismo, donde se asienta la Gran Mezquita. Con once años se vino a España con su padre, desde Casablanca, dado que su progenitor “tenía papeles” de residencia en nuestro país. Y primero vivió en San Fernando, luego en Puerto Real, donde reside, aunque El Puerto es uno de sus lugares de trabajo desde que llegara a la Bahía de Cádiz. En El Puerto es muy querido, algo que nos consta y, según afirma, nunca ha sido discriminado por el color de su piel, aunque no siempre ha sido así en otros lugares de Andalucía. “¡Na ga deff!”, o lo que es lo mismo “Hola», lo saludamos.

En nuestro país estudió lo básico para saber leer y escribir el idioma español. Y luego ya vendría el trabajo, la venta ambulante de artesanía, bisutería, complementos y cosas de su país. Ferias de toda Andalucía y Extremadura, el Paseo Marítimo de El Puerto o el Parque en verano son sus lugares de trabajo, como un nómada buscando el sustento para su familia. También trabaja de forma ocasional con una empresa de montaje de andamios portorrealeña, Gadur, en Sevilla principalmente; la crisis en la construcción ha reducido al máximo este trabajo. Tuvo hace tiempo una novia blanca en San Fernando pero en la actualidad, está casado con Fatiy y tiene tres hijos Mor, Mahkt y Khadi, dos niños y una niña de los que se siente especialmente orgulloso y por los que se afana en encontrar trabajo.

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Niños por una calle/camino de Touba (Senegal).

TOUBA, CIUDAD SANTA.
«La Ciudad de Touba, como ya hemos indicado, es como la Meca de Senegal o el Vaticano para el mundo católico, es un importante centro económico y espiritual del sufismo musulmán del Muradismo. El Sheij Ahmad ibn Muhammad ibn Habiballah (1854-1927), más conocido como Ahmadú Bamba, fue el fundador del muridismo en 1883, la orden sufí más influyente de las cuatro existentes en el Islam senegalés y gambiano. Sus herederos, hasta ahora, sus cinco hijos, se han ido sucediendo en la cabeza de la cofradía hasta el jeque general actual, Serigne Saliou Mbacke, un anciano de 91 años, líder de los murides desde que murió su hermano mayor en 1990.

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La Gran Mezquita de Touba, construida en 1963; ceerca se encuentra la tumba del fundador del Muridismo.

Los senegaleses, murides o no, acuden a vivir a Tuba atraídos por el bajo precio del suelo que oferta la cofradía y por los privilegios que disfrutan sus ciudadanos. Por ejemplo, no pagan el agua que consumen y hasta hace pocos años gozaban de un fuero jurisdiccional distinto que escapaba de la autoridad de jueces y policías. Pero, ¿de dónde surgen estas peculiaridades? ¿por qué el desfile de embajadores y personalidades extranjeras a Tuba es obligatorio tras la visita al presidente del país, Abdoulaye Wade? El fundador del Muridismo, el equivalente a un santón ermitaño que dejó una gran producción escrita, incluída poesía, fue una figura clave de la formación del Senegal independiente. Apóstol de la no violencia, Bamba, obtuvo el favor de los colonizadores franceses tras el largo exilio de 12 años que le impusieron.

El envío de divisas para la asistencia a los pobres en las mezquitas y el engrandecimiento de las obras de Tuba ha sido una constante en la cofradía. De hecho, la mayor parte de los senegaleses que recorren las playas españolas vendiendo artesanía y otros objetos son murides afanosos que abonan sus contribuciones al morabito que les visita y asiste con consejos prácticos sobre práctica religiosa y de vida en general. Esto ha enriquecido al muradismo enormemente y convierte a la hermandad en un vector de influencia política clave en su país. Tan es así que el presidente Wade (también murid) procura no ausentarse de la peregrinación anual al mausoleo de Bamba en Tuba, el gran magal, de fecha variable y en el que participan cientos de miles de personas. También tras las elecciones, al día siguiente de su victoria, su primera visita oficial la rinde al “jeque general” de su hermandad.» (Webislam).

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guillermorivasramirez_puertosantamaria-1Guillermo Rivas Ramírez (1900-1962) nació en nuestra Ciudad, quedando huérfano desde muy joven, con nueve años, siendo reclamado por dos tías que vivían en La Habana (Cuba) donde tenían plantaciones de caña de azúcar. Allí permaneció hasta que, insuflado de patriotismo, quiso hacer el servicio militar en España. Hasta su regreso a nuestro país se preparó en contabilidad, mecanografía, taquigrafía, pues tenía claro que con formación era como se podía salir adelante en la vida y, consiguientemente, en el mundo de la empresa y los negocios. (En la fotografía de la izquierda, Guillermo Rivas, con el uniforme de sargento de Regulares, durante el servicio militar, en 1921).

EL DITERO.
Tras el Servicio Militar, se instala en El Puerto y monta su primera empresa, con 22 años: hace un Libro de Dita, lo que le permitirá hacerse con un capital que posibilitará la posterior creación de otros negocios y empresas. Del relato “El Ditero” de Mateo Bellido Rojas: «En casa, pues, vivíamos con lo justo. Si mi madre juntaba algún ahorrillo, un tipo sonriente aparecía con un paquete bajo el brazo. Una vez, por Navidad, era una caja surtida de mantecados. Otra, una plancha eléctrica. Por fin, otro día, se encendió el primer transistor a pilas y el hogar se fue llenando algo, aunque sólo fuera de voces fantasmas. Le llamábamos “el ditero” y era habitual en las tardes de radionovela, merienda de cuenco de pan con aceite y chocolate rancio, que apareciera a cobrar una pequeña parte de lo que se le debía», con una libreta de tapas duras, en la que se llevaban las cuentas de cada vecino, cogido con unas palomillas. «Los pagos se eternizaban y, cada poco tiempo, me hacían sumarlos para saber si quedaba mucho. Cuando se liquidaba una cuenta, ya se podía pensar en abrir otra. Nunca noté que perdiera la sonrisa ante la imposibilidad de un pago y no creo que se cobrara intereses, pero para todos era que tenía dinero».

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Esquina del Bar Buenavista, según una acuarela del porteño José Luis Molina Mora, basada en una fotografía de finales del siglo XIX.

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El Bar Buenavista a la derecha ya en el siglo XX; en frente la Avda. Micaela Aramburu, con las palmeras no muy altas, que conforma el actual espacio de dicha calle. (Foto Colección Carlos Pumar Algaba).

CAFÉ BAR BUENAVISTA.
En 1932 Guillermo Rivas se hizo cargo del Bar Buenavista en el que permanecería hasta el final de su vida laboral, durante 30 años más. Aquel lugar fue conocido como la “Tienda del Hierro” dado el material del que estaba fabricada la marquesina de la terraza. Escribe Enrique Pérez Fernández en su libro “Taberna y Bares con Solera”: «En 1889 era un café así llamado, de Ramón Ariza Sánchez, años después llevado por su hermano Andrés (el del Café La Marina de la Pescadería), hasta que en 1932, tras explotarlo unos años Antonio Vázquez, pasó a manos de Guillermo Rivas Ramírez». Todavía se pueden imaginar, entre sus paredes, los gritos en los juegos de cartas de la época: rentoy, mus, tute tute subastado... de los parroquianos.

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Publicidad del Bar Buenavista, siendo propiedad de Guillero Rivas.

Con el tiempo, Guillermo se iría haciendo de casi todas las casas de la Plaza de las Galeras: donde hoy se encuentran el Bar Liba, el Mesón Ibérico, la Galera Real --regentada hasta su reciente jubilación por Luis -Lucky- Rivas, propietario del establecimiento-- el Buenavista --Bar El Vapor, desde 1998-- y los antiguos billares y fábrica de gaseosas, hoy el Bar Loco de la Ribera. Una excepción La Mezquita, propiedad de los Pasage, que conectaba la esquina de Jesús de los Milagros con la Plaza de Las Galeras, por la calle Luna. Todo un patrimonio inmobiliario.

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Publicidad de Naranjadas y Limonadas El Zeppelin, fabricadas y vendidas en exclusiva para nuestra Ciudad por Guillermo Rivas.

FÁBRICA DE GASEOSAS: EL ZEPPELIN.
En Vergel del Conde, núm. 12, hoy Plaza de las Galeras Reales, donde como ya hemos dicho se encuentra, actualmente,  el Bar “El Loco de la Ribera” y anteriormente una sala de billares y futbolines (Salón Recreativo), estuvo ya avanzado el segundo cuarto del siglo XX, la fábrica de gaseosas y sifones, Espumosos Rivas. Allí fabricaba y tenía la venta exclusiva para el Puerto de las naranjadas y limonadas, “El Zeppelin”. Más tarde el local lo alquilaría, maquinaria incluida, a Revoltosas Madrid, a Juan de la Fuente Cros.
En la fábrica de gaseosas había dos mesas de billar en las que se jugaba “A Palillos”: a 31, 41 y 7 y media, estando en activo la fábrica, jugándose de tapadillo, con dinero, en aquella época de prohibición. Aquello hizo que, más adelante, se instalaran los billares y futbolines a los que hacíamos referencia.

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Los hermanos Rivas Acal, casi al completo en una instantánea tomada hace  cerca de 20 años: Fila superior: Manolo (+), Guillermo (+), Milagros, Carmen, Rafa y Enrique. Fila inferior: Fernando, Ignacio, Lucky y Jesuli. En la foto faltaba Lola, cuya imagen actual (tomada el 16 de junio de 2009), reproducimos a continuación. (Foto Pielfort).

lola_rivas_acal_puertosantamariaCASAMIENTO Y  UNA FAMILIA LARGA Y NUMEROSA.
Nuestro protagonista se casa con Carmen Acal Fuillerat dejando una amplia descendencia de 12 hijos, «más los estropeados que no prosperaron», según las propias palabras del hijo núm. 11, Lucky. Estos son Milagros, casada con Esteban Tejada; Manolo, casado con Milagros Romero Vaca; Guillermo, casado con Manolita Felices, ATS que fue de Terry, bellísima persona al igual que su hijo Guillermo quien trabaja en el Area de Personal del Ayuntamiento; Pepe, que falleció a los 14 años, tras un “corte de digestión” al bañarse en la alberca de La Victoria, tras un sudado partido de fútbol; Lola; Carmen, casada con Juan Muñoz, empleado multifacético que fue, entre otras empresas del Cosario de Tablas, de Conservas Sur, de la Caja de Ahorros de Cádiz y Gestor de las Taquillas de la Real Plaza de Toros; Enrique, casado con Milagritos Carreto, ya fallecida, hermana de Alfonso y Rafael Carreto Martín-Arroyo; Rafa, socio durante más de 30 años de Lucky en los negocios de hostelería y alma mater de Lobo Hermanos “Mobilandia” hasta su jubilación, casado con Isi López; Fernando, empleado de Osborne, casado con Maleni Botella; Ignacio, casado con su mujer, Mari Carmen; Lucky, propietario del Bar La Galera, recientemente jubilado y casado con Manoli Lobo; y Jesuli, empleado de Unicaja, casado con Petri Marín.

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La Plaza de las Galeras y el Parque Calderón, en el primer cuarto del siglo XX.

UN HOMBRE BUENO.
El negocio principal de Guillermo fue el Bar Buenavista, que estuvo atendiendo hasta su fallecimiento, en 1962. Guillermo era un hombre que tenía mucho sentido del humor, algo que le contagiaría, por la vía de la sangre y del roce, a gran parte de su abundante prole. Sus hijos recuerdan, en el patio de la casa familiar en Vergel del Conde 12, hoy Plaza de las Galeras, tirados de la risa a Milagros, la hermana de Guillermo y madre de Luis y Enrique Gatica Rivas, a su padre, y a sus hermanos, por las ocurrencias que venían de la gracia innata familiar.
También es recordada todavía su generosidad. Guillermo Rivas era un hombre generoso que daba dinero y daba de comer --en aquellos tiempos de hambruna-- a más gente que habitantes tenía la casa familiar: «--Carmela, ahí te mando a dos o tres para que les des de comer», solía ser una constante en aquella vivienda siempre repleta de hermanos y visitas. Quitó mucha hambre.

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adolfotosar_antiguo_puertosantamaria(Continuación). Adolfo Tosar Martínez, era el mas joven de los hermanos que habían sobrevivido a sus padres, sexto en el orden familiar y, como hemos podido ver anteriormente, el favorito de don Antonio Tosar Hernández. Había nacido en Cádiz en 1822, recibiendo una educación  más  completa y polifacética, marchando muy joven a Inglaterra para ocuparse del mercado  en aquellas islas de la producción vinícola familiar. Avecindado en Londres, venía periódicamente a El Puerto. Debió vivir con intensidad su juventud, suponemos, sentando cabeza ya maduro, pues se casó en 1870, bien pasados los cuarenta, en San Sebastián, con una señora de nacionalidad inglesa y ascendencia vasco navarra, llamada Manuela Zurutuza Fesser. (En la imagen Adolfo Tosar Martínez. Miniatura propieda de Camilo González Selma).

En los primeros días de 1873 lo encontramos en El Puerto, pensamos que llamado por su hermano mayor, cuyo estado de salud comenzaba a debilitarse, para que tomara las riendas de la sociedad. Parece que su intención era  la de trasladarse definitivamente a esta ciudad, o alternar temporadas de residencia entre El Puerto y Londres ya que, además de venir acompañado de su esposa y los dos hijos que en esa fecha tenía el matrimonio, redactó un testamento en la notaría de don Miguel Raventós, con fecha 8 de enero de 1873, en el que, entre otras disposiciones, indicaba: ”Mando que mi cadáver sea amortajado decentemente y enterrado en el cementerio del pueblo donde ocurra mi fallecimiento y que mi funeral sea lo más humilde posible,” evidenciando con ello su intención de continuar viajando.

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Fotografía coloreada del Vergel del Conde en 1874, actual Micaela Aramburu. La vista desde el actual Parque Calderón, muestra las casas que forman la Plaza de las Galeras Reales.

Entrando en  el terreno de las suposiciones, creemos que Adolfo y su familia retornó a Londres, una vez regularizados los asuntos mercantiles, quedando Manuel, solo y enfermo, bajo el cuidado de sus sobrinos y ¿ama de llaves?, la señorita Galvez (ver anterior nótula 298 de Gente del Puerto), quienes debieron influir en sus decisiones posteriores, entre ellas la revocación del anterior testamento, documento que, dicho sea a título de curiosidad, había sido firmado por él con una caligrafía pulcra y armoniosa, equilibrada y elegante, virtudes que posiblemente poseyera.

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Embarque de botas en el Guadalete, en lo que hoy es un aparcamiento. Al fondo el Puente San Alejandro, la desaparecida Fuente del Sobrante, donde hoy está La Pontona (gemela de la Fuente de las Galeras). A la izquierda el Parque Caderón.

escudocabildo_1878_puertosantamariaLos acontecimiento se precipitaron poco después y los testamentos que se abrieron  fueron los de su hermano Manuel, fallecido el 5-11-1874, estando ausente Adolfo y... sin conocimiento del cambio de voluntad, en cuanto a la herencia, realizado por el finado. A las dos de la tarde, estando a punto de sentarse el Sr. Notario a la mesa para almorzar, se presentó en su casa, que le servía de despacho, un militar, comandante de caballería,  llamado Antonio Bayo Tosar para que hiciese llegar al Juez de Primera Instancia del Partido Judicial un escrito por él redactado “como sobrino carnal y único pariente en esta población de don Manuel Tosar, que acaba de fallecer, a la una y cuarto de la tarde...” Constituido el señor juez en el domicilio del finado, en calle de la Plata número 6, acompañado del antes citado notario, este redacta las diligencias realizadas en estos términos: “...presenté el testamento cerrado bajo mi custodia y examinado el exterior de este, (por el juzgado) lo halló perfectamente cerrado en un pliego del sello undécimo, cosido con una cinta de seda encarnada y lacrada por ambos lados sus aberturas, sin que en los sellos y firmas hubiese alteración ni enmienda alguna ni se advirtiese la más leve señal de haberse podido extraer ni introducir cosa alguna bajo su cubierta...” (En la imagen, escudo del  Cabildo Municipal en 1878,  siendo alcalde accidental J. de Pazos).

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El Camino de Urdax, que lleva desde la calle Larga (desde donde está tomada la fotografía) a la Estacion de Ferrocarril. A la izquierda el Paseo de la Victoria, con el enrejado original.

Este último testamento contenía una serie de legados  para amigos y trabajadores de su compañía, de los cuales los más importantes fueron, el anteriormente comentado de 140.000 reales a doña María Gálvez Sánchez, a la que también legó los muebles de su casa habitación y otro de 40.000 reales a su fiel dependiente. En cuanto a los herederos, dispuso de la siguiente forma el reparto del remanente de sus bienes: 1/3 para su sobrino Manuel Bayo Tosar; 1/3 para los dos hijos de su hermano Adolfo, por partes iguales, 1/6 para sus sobrinos Antonio y José Vinuesa y 1/6 para Belén, Carmen y Manuela Bayo, sobrinos todos ellos, asimismo.

adolfotosar_esquela_puertosantamariaEstas disposiciones testamentarias destruían la estructura societaria, al formar parte de los bienes la importante participación en la misma del testador, salvo que los herederos y el otro socio llegasen a un acuerdo para continuar, determinando las respectivas participaciones, entente que no se produjo, mas bien todo lo contrario, originándose diversas discusiones y falta de acuerdo entre los afectados, de tal forma que uno de los primeros pasos que debían darse para establecer el importe real de los bienes del fallecido, como era la disolución de la sociedad, no se produjo hasta año y medio después. (En la imagen de la izquierda, esquela de Adolfo Tosar Martínez. Colección de CGS).

ADOLFO TOSAR Y CÍA.
Después del reparto, Adolfo Tosar continuó en solitario los negocios vinícolas, creando la sociedad “Adolfo Tosar y Cia.”, arrendando las instalaciones donde estuvo instalada la anterior sociedad: la casa de calle la Plata, 6, esquina y vuelta con Larga, valorada en 96.606 reales, fue adquirida por él. En 1880 falleció don Adolfo Tosar, el día 12 de Noviembre. Declarados  herederos  universales sus cuatro hijos, su madre y tutora continuó los negocios familiares con el nombre comercial de “Vda. De Adolfo Tosar y Cia.”, funcionando así mas de dos décadas. En la Guía Oficial de El Puerto de Santa María de 1902 existe publicidad de esta empresa, almacenistas y exportadores de Vinos de Jerez, proveedores de la Real Casa, con bodegas en calle Espíritu Santo y escritorio en Plata, 6, esquina y vuelta con Larga.

casatosar_01_puertosantamariaLA FAMILIA EMPARENTA CON...

(En la imagen, sede de la oficina de la empresa vinícola, sala de degustación y despacho al detall de sus productos, esquina contraria al entonces Convento de las  Capuchinas, hoy convertido en hotel). La familia continuó ocupando el piso principal de la casa hasta que fueron emancipándose los respectivos hijos, que formarían nuevas familias a su vez. En los últimos meses del siglo XIX, la hija mayor casó con Juan Osborne Guezala, (su marido, descendiente directo del fundador de la firma Osborne, Tomás Osborne Mann, su abuelo, era el 6º de los once hijos habidos en el matrimonio formado por Tomás Osborne Böhl de Faber y Enriqueta Guezala Power), instalándose en la calle Fernán Caballero.  Le siguió su hermano Manuel, que casó con María Hano Rabech, instalándose recién casados en esta misma casa, aunque poco tiempo después, falleciendo el suegro y heredando una séptima parte del inmueble su mujer, compró las otras seis a los demás hermanos, trasladándose a vivir a escaso metros de allí, en la casa entonces número 27 de  calle Larga, 23 actual. Poco tiempo después le siguió Francisco Javier, que casó con Encarnación García Valdeavellano, instalándose cerca de allí, igualmente, en calle Larga número 15. Vivían frente a la fábrica de cervezas, industria montada por este joven portuense,  apenas alcanzó la mayoría de edad, en un solar con fachadas  por las calles Larga y Cielo, cercano a las bodegas de la familia. En 1901   comenzó la producción, poniéndose a la venta  por primera vez en agosto de ese año. Tres años después obtendría el producto la medalla de oro en la Exposición Agrícola de Córdoba. Un periódico cordobés de la época, llamado “El Noticiero” publica noticias de la  “Cerveza Tosar”, incluidos los elogios realizados por el Sr. Ministro quien, con motivo de su visita a la exposición,  degustó la misma. (REVISTA PORTUENSE del 13/7/1901, 28/5 y 4/6 de 1904.) Ver nótula 63 de Javier Tosar Barrera, en Gente del Puerto. Finalmente, Luisa, contrajo matrimonio con José Antonio Ruiz de Cortazar, viviendo muy cerca de sus dos hermanos y su madre, en la misma manzana, a la espalda de esta casa, en calle Espíritu Santo. No prolongaron su descendencia directa mas allá de los seis hijos habidos en el matrimonio, pues los solteros: Antonio, agente de Aduanas; Luisa, que trabajó en los comienzos de Bodegas Terry; Macuqui, que trabajó en el laboratorio de Herederos de Rafael Poullet; Javier; y los casados: José Antonio, casado con Paquita Pica y Rosario, la más pequeña, casada con Manuel Jiménez Jiménez, perito de Dragados, quien vive a los 95 años en el Asilo de Ancianos. Éstos tampoco tuvieron sucesores reconocidos. El apellido no se perdió pues buena parte de sus 27 sobrinos han continuado multiplicándose. ¡Nada menos que veintisiete! Ocho de ellos, hijos de su hermana Joaquina: Aurora, Juan, Luis, Joaquina, Josefina, Maria Teresa, Isabel y Margarita Osborne Tosar; 13, de Manuel: Manuel, José, Concepción, Ana, Adolfo, Rafael, Guillermo, Joaquín, Milagros, Enrique, Luis, Carmen y Pilar Tosar Hano, y seis, de Francisco Javier: Encarnación, Emilia, Nela, Manuel, Adolfo y Milagros Tosar Gª Valdeavellano. (Archivo personal de Antonio Gutiérrez: Genealogía de linajes y familias bodegueras de El Puerto de Santa María)

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La calle Ángel Urzáiz, nombre en honor del portuense que fué Ministro de Hacienda. La calle antes fue denominada Curtidores, Sarmiento, Puerto Chico y Plata (o La Plata, según el dicho popular). Nomenclator de 5 de agosto de 1936.

La casa debió continuar a  nombre de Doña Manuela Zurutuza que en 1925 contaba 85 años de edad, y aún después de fallecer, -fecha que no tenemos localizada-, suponiendo la heredase su hija mayor, no cambiando la titularidad, cediéndola a uno de sus hijos cuando contrajo matrimonio.  Se trataba de Joaquín Osborne Tosar, hijo de Joaquina Tosar Zurutuza, que casó con su prima Milagros Tosar Hano, hija de Manuel Tosar Zurutuza, quienes formalizaron la compraventa de la casa, después de residir en ella varios años, el 7 de Diciembre de 1954.  Serian los últimos habitantes de apellido Tosar de la que fue sacristía, sala de degustación y escritorio de las diversas compañías de la familia… y, anteriormente, cuna de Angel Urzaiz, tres veces ministro de Hacienda. El actual propietario es Mr. Thorpe que la adquirió a la familia Osborne Tosar.

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La casa fue labrada en los primeros años del siglo XIX en una parcela segregada de la finca colindante de calle Larga por Joseph Bellido, Factor de las Reales Provisiones y Víveres de la ciudad de Cádiz y Comisionado de Guerra de los Reales Ejércitos. Podemos destacar, aparte de su armonía y belleza arquitectónica, que fue cuna de Angel Urzaiz. Al que ostentó en varias ocasiones la cartera ministerial, lo parió entre esos muros doña María Dolores de la Cuesta Nuñez, una joven viguesa, en 1856. Y la corporación local, sesenta años después, en 1916, coincidiendo con el nombramiento de este portuense de nacimiento Ministro de Hacienda, acordó poner su nombre a la calle donde está ubicada la casa.

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Con motivo de una de sus actuaciones en El Puerto, en los años 20 del siglo pasado, el rejoneador Antonio Cañero posa para la cámara entre un grupo de amigos portuenses: De izquierda a derecha: José Portillo Ruiz, Nela Tosar García de Valdeavellano, Miguel Torres, Marquéa de Purullena,  Josefina Osborne y Tosar, Antonio Osborne Vázquez, Asunción Jiménez Loma, Romero Fontán, Javier Jiménez Loma, Natividad Rodríguez de Sancho, el rejoneador Cañero, Concepción Jiménez Guernica, Luis Osborne Tosar, Dolores JIménez Loma y José Luis Osborne Vázquez. (Del libro, Plaza Real).

(Textos: Antonio Gutiérrez Ruiz).

“Las tres primeras generaciones de la saga familiar de los Tosar» es un fragmento del trabajo inédito de Antonio Gutiérrez Ruiz: «LINAJES DE FAMILIAS BODEGUERAS PORTUENSES» que da a conocer en Gente de El Puerto.

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eugeniopedregalvalenzuela_puertosantamariaEugenio Pedregal Valenzuela, conocido emprendedor local, era Perito industrial.  Siendo muy joven, recién terminados sus estudios, tras una etapa en el Banco Hispano Americano, Eugenio se fue a trabajar a Barcelona, ciudad en la que pasó muchos años y conoció a la que sería su mujer, María Antonia Viou Pradas, con quien tuvo dos hijas, Eva y Esther. En la Ciudad Condal trabajo un tiempo en empresas como Campsa, antes de regresar a El Puerto, donde comenzó trabajando en el negocio familiar, Muebles Pedregal, y realizando proyectos para numerosas empresas como perito industrial. Fue uno de los socios fundadores del céntrico Hotel Los Cántaros en el año 1984, todo un referente para el sector turístico porteño que animó a la instalación de otros establecimientos hoteleros en el centro de la ciudad. Persona inquieta y comprometida con El Puerto, formó parte de numerosas asociaciones y colectivos, ocupando cargos destacados en las directivas de la Asociación de Comerciantes del Centro (Acocen), la Asociación de Empresarios de El Puerto (AE) de la que fue su vicepresidente, y la Comunidad de Propietarios de Vistahermosa. Nos dejaba el 23 de octubre del pasado año 2008. (En la imagen, superior Eugenio Pedregal en una fotografía tomada poco antes de su fallecimiento. En la inferior, la fachada del Hotel Los Cántaros, en la Plaza de la Cárcel).

hotelloscantaros_puertosantamariaINTERESES RESIDUALES.
Tuve la suerte de conocer a Eugenio Pedregal hace ya bastantes años gracias a la  convergencia que ambos teníamos en la actividad turística. Tengo que decir que me impresionaron sus opiniones sobre el mundo de la empresa y del trabajo; el empuje que aplicaba a sus actuaciones profesionales. Tenía una frase “mis intereses hoy son residuales” pues ya tenía su vida resuelta, pero no lo parecía, dado el énfasis y las ganas que ponía a cuanto acometía. Pero el segundo rasgo que mas me impresionó y creo que ahí coincidíamos plenamente, era su portuensismo desmesurado, su amor a El Puerto además,  por alguien que vivió largo tiempo fuera de su ciudad. Pocas veces discutíamos, y si lo hicimos alguna vez lo fue en buen tono y al final, llegando a la avenencia, al acuerdo, al buen trato que siempre presidió nuestra relación profesional y de amistad.

eugeniopedregal_joven_puertosantamariaA Eugenio le podía El Puerto. Y le podía más el desinterés de los responsables políticos de la Ciudad cuando, a su juicio, dejaban escapar oportunidades para nuestra población, sea cual fuera el motivo o el color político. Era un luchador para la ciudad que lo vio nacer, y ahí andaba entre asociaciones empresariales, escribiendo cartas, entrevistándose con quien procediera para ayudar a empujar la locomotora de El Puerto. En esas, en esos ‘intereses residuales’ andaba Eugenio. Dejándonos un buen recuerdo, un buen sabor en la boca de las palabras, unos buenos sentimientos en la memoria de nuestros Puerto. (En la fotografía pequeña, Eugenio con poco más de 20 años, cuando trabajaba en el Banco Hispano Americano).

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De izquierda a derecha: Manuel Jesús Merchante, Angelita Pedregal, Paquita Pedregal, Benjamín Lora, Conchita Pedregal, María Antonia Viou, Milagros Cárave. Detrás, de izquierda a derecha: Enrique Pedregal, Eugenio Pedregal y Manolo Bellido, un fin de año en la Sala de Fiestas “Oasis”, donde hoy se encuentra el restaurante “El Faro de El Puerto”. (Foto Colección I.L.P.)

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Sebastián Ganaza Cañas, ‘Ojito’ nace en la calle de la Arena (Arzobispo Bizarrón) en 1930. Desde pequeño estuvo relacionado con la venta de frutas, hortalizas y verduras en un puesto que su padre tenía en la calle Sierpes, en los exteriores de la Plaza de Abastos, actividad que nunca abandonaría ya que cuando falleció su progenitor continuó al frente del puesto ayudando a los suyos. Más tarde, por una serie de circunstancias adversas, Vicente Sordo Díaz que desde 1950 comenzó a dirigir a Los Dos Pepes, al que rebautizó como Bar Vicente,  con nótula propia en Gente del Puerto, ofrece a ‘Ojito’ la posibilidad de colocar su puesto lindante con el Bar, en la misma acera, así como un pequeño trastero para depositar, finalizada la jornada, los bártulos correspondiente, todo ello de forma gratuita. Aquel gesto jamás lo olvidaría Sebastian y quedó siempre agradecido hasta su adiós definitivo en 1990. (En la fotografía, Ojito y Domingo, en la Feria de Crevillet).

Como defensor de la libertad de su tendencia sexual y por ende de todos sus compañeros, no cabe la menor duda que la figura de Sebastian Ganaza Cañas, ‘Ojito’, es la que tiene mayor relevancia desde mediados del siglo pasado para el pueblo llano. Todavía los más viejos del lugar recuerdan su defensa a ultranza por los colores del Racing en el campo de Eduardo Dato. Todo un espectáculo ya que pobre árbitro o juez de línea que se equivocara en contra de su equipo. La zona donde se ubicaba ‘Ojito’ en el campo era las más concurrida debido a que a los aficionados disfrutaba en los lances del juego de las genialidades y ocurrencias. Era temible en días de lluvias por el paraguas que mostraba al trío arbitral. Sus ‘piropos’, a veces, propiciaba malestar en los integrantes de la Benemérita, pero nunca se amilanó. Todo lo contario. Además, ya lo conocían…

aureliosanchezmartin_puertosantamariaAurelio Sánchez Martín, familia de los Balcon, de quién ‘Ojito', con el genio, el arte y la gracia que le caracterizaba decía: ‘La niña de don Camilo’, en clara alusión a Tere, la hija de un Coronel del Ejercito llamado don Camilo que vivía al final de la calle Larga, próximo al Paseo de la Victoria,  muy apuesta y muy formal. Es que Aurelio, el mismo lo reconoce,  para sus amigos, Domingo, ‘Ojito’, Enrique, Paquito Gallardo... era muy ‘formalito’. Por otrto lado, dicen que 'la ocasión la pintan calva'. Cuando así ocurría y no vamos a dar mas pistas, 'Ojito' le decía a su hermana Rosario en su casa de la calle de la Arena: "-Venga, date una vueltecita; tu a la calle que hoy me toca a mi…"

Ojito fue el gran impulsor de reparto del trabajo en los distintos bautizos que se celebraban en años de mucha hambre y mucha necesidad. Solían acudir a la Iglesia Mayor Prioral y a la de San Joaquín para informarse de los bautizos y domicilios respectivos. A tal efecto se repartían la faena y alegraban con su arte y buenas maneras la fiesta de las familias menos pudientes de El Puerto desde los años 50 hasta los 70 del siglo pasado. Cantaban y bailaban y los más introvertidos de palmeros, lo que hiciera falta con tal de pasar un rato agradable.

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De la misma manera, tampoco lo olvidaría Domingo Rosado Ramírez quien cogería el relevo, del puesto de hortalizas y verduras, una vez fallecido ‘Ojito’,  gracias a Vicente y a su hijo, también Vicente (con nótula propia en Gente del Puerto), todo un experto en el difícil arte de “saber estar” detrás de un mostrador.(Domingo, a las puertas del Bar Vicente. Foto Colección Carlos Pumar Algaba).

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Luis, J. Ramírez, Juan el Zapatero y Domingo en el Recinto de Las Banderas, durante la Feria de Primavera del año 2002

Domingo Rosado Ramírez nace en la calla la Zarza 56, curiosamente también en 1930  y el hecho de que no encajaran bien su homosexualidad hace que cambie de planes y a los 18 años se va a Barcelona y se une a su vecino y compañero de fatiga, Juan Zapata Sucino, conocido por ‘Reverte’. Trabajan de cocinero en ventas y restaurantes y al final como plato fuerte salían a bailar y a cantar.

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De izquierda a derecha, Juan 'el zapatero', Luis, 'el de los Huevos' y Domingo, pegándose un desayuno con pasteles. (Foto Colección Carlos Pumar Algaba).

Cuando Domingo regresa a El Puerto, después de su aventura por tierras catalanas, comienza a trabajar como cocinero con Maximino Sordo Díaz en el Bar Central, calle Larga esquina con Luna y en el Restaurante el Resbaladero, cuando las ocasiones lo requerían. También, antes de ‘heredar’ el puesto de ‘Ojito’, formó parte de la plantilla de trabajadores en el Bar Vicente, siendo su ultimo trabajo para la hostelería en Acuasherry Park, hoy denominado 'Acualand'.

domingo_26_12_2006_puertosantamariaDomingo Rosado Ramírez, aventurero y buscavidas cantaba cuplés y se acoplaba a cualquier reunión gastando todo cuanta ganaba entre sus amistades. Era una persona generosa. Mimaba mucho a los jugadores del Racing Club Portuense, y tenía predilección por alguno de ellos a los que consideraba su protector, allá por los años sesenta. Falleció a la edad de 75 años, una mañana de diciembre de 2006, en la Plaza del Polvorista cerca de su casa, conocida como la Casa de los Naranjos en la calle Aurora, cuando se dirigía a su trabajo, en la Plaza de Abastos, Bar Vicente, donde tenia instalado su puesto. Durante algunos días, después de su fallecimiento, clientes y amigos depositaron flores en el lugar donde estaba ubicado el puesto de hortalizas y verduras. A la izquierda,  podemos leer el epitafio recordatorio que se pudo contemplar a las puertas del Bar Vicente el 26 de diciembre de 2006. (Foto Colección Carlos Pumar Algaba).

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Luis Pinto Corzo, “Luichi con nótula propia en Gente del  Puerto; Juan el Zapatero, Domingo y Luis ‘el de los Huevos,' en el Carnaval del año 2000.

‘Ojito’ y Domingo, dos grandes amigos de toda la vida. Forman parte de la idiosincrasia local. No se concibe la historia de El Puerto sin estos personajes que tanto sufrieron en épocas pasadas. De igual forma que ‘Enrique ‘el Peluquero' -Enrique Rodicio Fuero-’; Juan 'el Zapatero', con nótula propia, Paco Gallardo, ‘Paquito’; Manuel Millán Álvarez, Manolito del Bar El Faro, en la esquina de Nevería con Palacios; ‘la Zorrita’ que nació y vivió en la Casa de los Frailes, Callejón Espelete; Perico el de ‘La Carlota’; Antoñito el del Penal; Juan Zapata Sucino, Reverte y José García Romero, entre otros.

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Domingo y su amigo Luis, 'el de los Huevos', en la calle Ganado, junto a la Plaza. 2001.

EL AUTOR DEL TEXTO QUIERE CONSIDERAR:
Cuando la nótula sobre Perico el de ‘La Carlota’. El Parguela de la mobylette, se comentaba que la homosexualidad está totalmente demostrada ya desde tiempos de Grecia y Roma. En tiempo de la dictadura franquista un porcentaje alto, de casi un 75º% se casaban y tenían hijos para disimular y morían siendo infelices, aunque de estos sigue habiendo todavía, hombres casados y con hijos que de vez en cuando se escapan para echar una canita al aire. Si bien, estas secuelas del pasado por el que dirán, felizmente tienden a ir despareciendo.
Añadía que los pocos que no disimulaban su homosexualidad en tiempo de la dictadura, eran considerados como enfermos, degenerados e incluso como escoria, por lo que muchos acabaron en la cárcel, como fue el caso de Perico y otros tantos que lo encerraban en la Plaza de la Cárcel, justo al lado de donde hoy se encuentra el Hotel Los Cantaros, ya que después de la persecución y eliminación de la disidencia política por parte del dictador y sus secuaces aplicaron a seres indefensos la Ley de vagos y maleantes.
Después de esta nótula, hoy todavía más, nos debe permitir, por una parte, valorar la gran valentía de los homosexuales de aquella época, obviamente los menos pudientes porque nunca tuvieron que salir del armario ya que era pública y notoria su vida al llevar por bandera su clara tendencia sexual y, por otra parte, que su misma dignidad se puede comparar con las de aquellos que lucharon por la defensas de las libertades durante la época franquista.

(Textos: Antonio Carbonell López).

Agradecemos a Luis del Pino Robles -Luis 'el de los Huevos'-, Aurelio Sánchez Martín, Miguel Muñoz -'Cabo Reyes'- y Vicente Sordo Gómez la colaboración prestada para la elaboración de esta nótula. Salvo que se indique lo contrario, las fotografías pertenecen a la Colección de Luis del Pino Robles.

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manolitoelcochino_puertosantamariaManuel Gutiérrez Morillo, Manolito ‘el Cochino’, sin duda alguna uno de los mejores pescaderos (para muchos el mejor) que ha dado El Puerto.  En el mundo del pescado sus facultades innatas y, sobre todo, su generosidad han hecho posible que como porteño sea muy querido y conocido allende nuestras fronteras. El apodo le viene por su bisabuelo, pescadero también como su abuelo y Gabriel, su padre. Su bisabuelo enfermo de viruela quedó con las secuelas de la misma dejandole  unas marcas características sobre la superficie de la piel.  Los pescaderos se sorprendieron y, claro, el cachondeíto de la tierra: “--Está más feo que un cochino.” Nació en la Calle Pozuelo, frente a la desaparecida Sala Pozuelo y se crió con su madre y sus hermanos, a quienes ayudó todo cuanto pudo, circunstancias adversas, ocurre en las mejores familias, hicieron que la figura de su tío Manolo, hermano de su padre, fuera determinante en el devenir de Manolito ‘el Cochino’. La generosidad de la que siempre ha hecho gala es fruto del trato y el cariño de su tío que fuera quién le abriera las puertas al negocio del pescado. (En la fotografía, Manolito ‘el Cochino’ cuando comenzó en el puesto de pescados en la Plaza de Abastos. Puesto que compraría a su tío Manolo y al padre de Pepe Romerijo a finales de los años 50 del siglo pasado).

EL MUNDO DE LA MAR.
Curiosamente la vida de Manuel, al menos en sus comienzos, tiene bastante similitud con la de los pescadores. Las necesidades familiares obligaban a los menores con edades comprendidas entre los 12 y 14 años a zarpar para faenar en alta mar y emprender una trayectoria que no abandonaban durante su vida. En su caso, su madre María y sus hermanos, Josefa, Inés, Carmen y Gabriel precisaron de su trabajo para subsistir. Sus comienzos no fueron nada fáciles. Sus primeros trabajos vendiendo naranjas y agua en la playa y de aprendiz en las Bodegas de Osborne. Durante el servicio militar comenzó a exportar pescados en el mismo tren que lo llevaba a San Fernando, incluso algunos fines de semanas llegaba hasta Córdoba.

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Fotografía tomada en la Feria de Primavera en Crevillet. De izquierda a derecha: Juan Luis Carrillo Lucero, empresario pintor; Vicente Arníz Arévalo, apodado 'Vivi', empresario electricista; Manolito 'el Cochino'; Antonio Sánchez Cortés, sibarita, con un mazo de tickets en la mano; Adolfo Sibila, director de Empresa Consignataria de Buques y Pepe Romero Zarazaga, Pepe de Romerijo.

EL PUESTO EN LA PLAZA.
Una vez licenciado, inicia su andadura en el Mercado de Abastos, gracias a su tío Manolo que le abre de par en par sus puertas en el puesto de pescados que en sociedad tenía con el padre de Pepe Romero Zarazaga, Pepe Romerijo, con nótula propia en Gente del Puerto, situación que le permite conectar con el público y asistir diariamente al muelle pesquero a la subasta de pescado recién extraído de la mar…

A finales de los años 50, después de la muerte de su tío Manolo, compra el puesto de pescados y emprende una extraordinaria labor relacionada con la comercialización de pescados y mariscos que permite en 1963 abrir en sociedad, con su intimo amigo Pepe Romerijo, un nuevo puesto de pescados en la Placilla, frente a la Frutería de Agustín Vela Mariscal.

Miguel Pineda Martí, armador del pesquero ‘Pascual Baldo’ con nótula propia en Gente del Puerto 99, tenía un Biscuter (era un coche considerado una de las pequeñas joyas de fabricación española en los años 50, nacida en una época en la que la falta de materias primas aumentaba el interés por los vehículos de pequeño tamaño y moderado consumo), e iba con Eugenio Espinosa Palacios, ‘Nono’ del Restaurante Guadalete a comprar pescado a Sanlúcar de Barrameda. En varias ocasiones se encontraron por la carretera a Manolito ‘el Cochino’ que se desplazaba con ciclomotor denominado Velosolex, (bicicleta con un motor delante encima de la rueda, de 25 kilogramos de peso, un depósito de un litro de capacidad, y menos de un caballo de potencia, la Velosolex podía recorrer 100 kilómetros a una velocidad de 27 kilómetros la hora). Manolito ‘el Cochino’ que compraba algún pescado para el puesto pedía el favor a Miguel Pineda para que lo trasladara en el Biscutex, a lo que accedía cada vez que se lo encontraba. ‘El Cochino’ empezaba con el puesto…  ¡Iba y venia con una Velosolex!

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Fotografía tomada a principios de los años 60 del siglo pasado en un Fin de Año. De izquierda a derecha: Milagros Castro Utrera, Manolito ‘el Cochino’, Juan Luis Carrillo Lucero y su esposa, María del Carmen Álvarez Serrano, conocida por ‘Puchi’ hija de Rafael Álvarez y cuñada de Ricardo Palacios Mena, de Vulcanizados Ricardo SL, fallecida recientemente.

SUBASTADOR DE PESCADOS.
La continuidad en el puesto de pescados  de la Plaza de Abastos y la ayuda en el puesto de la Placilla por parte de su hermana Carmelita y posteriormente la de su esposa, Milagros Castro Utrera, consolidaba sus conocimientos comerciales. Si bien, al principio, no todo fue fácil, ni mucho menos ya que su mujer, Milagros Castro Utrera, de profesión costurera, tuvo que continuar trabajando en su actividad y más tarde en el puesto de pescado de la Placilla, una vez que su cuñada, Carmelita, se casara. De la misma manera, el hecho de permanecer en el muelle pesquero observando las descargas del pescado, el trasiego y los entresijos diarios de la cadena comercial de la actividad pesquera, hicieron que se especializara, en un principio, como subastador de los barcos que se conocían como Juanelo, barco de pesca de pequeño calado y eslora y de un solo palo.

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En su hábitat natural: en la Lonja del Pescado en esta Banda o Margen Derecha,  mediados de los sesenta del siglo pasado. De izquierda a derecha: Manolito ‘el Cochino’, José Gutiérrez conocido como Pepe ‘El Chofer’, exportador de pescados; Juan Hernández Navarro, vendedor de pescados; José Fernández Bernal, Pepe ‘Chiquete’, subastador de pescado y Pepe Romerijo. De espalda Tomas Cervera, exportador de pescados.

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Fotografía con el cabo de Celadores-Guardamuelles, en Ribera del Río, 30, encima del Bar Puente; era una especie de patio o descansillo de la entrada del piso de Manolito Arniz, cabo de los Celadores-Guarda muelles y padre del pintor Paco Arniz, quien celebraba el bautizo de su hija Tere. Corría el año 1964.  Entre los invitados, vecinos, amigos y familiares, segundo por la izquierda José García Cruz, el que esta agachado, Ramón Quero Llerandi, padrino del bautizo, Manolo Arniz, con botella y bandeja con copas, a su derecha.  Manolito ‘el Cochino’. Quizás el de la derecha fuera Diego Pantoja del Puerto (el de Muebles Pantoja).

Años antes de que comenzará la expansión de su negocio, gracias a la labor que llevó  a cabo con la flota pesquera onubense conocida en la jerga marinera porteña como huelvana, la simpatía, el saber y la cortesía del ‘Cochino’ hizo posible un trato especial por parte de los Celadores-Guardamuelles de la Junta de Obras de Puerto: Luis Sánchez, José Hidalgo Luque, conocido por ‘el Viejo'; Roque, Lore, Ricardo, Niño José, Vicente Morató, Manolito Arniz, padre del Pintor Paco Arniz. Recuerdo que a mediados de los años 60, construidas las viviendas de la Rotonda de la Puntilla para el personal de la Junta de Obras de Puerto, se ofreció a trasladar con su furgoneta DKV el mobiliario y enseres de las familias de los Celadores-Guarda muelles.

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Finales de de la década de los sesenta del siglo pasado. De izquierda a derecha: Pepe Romeijo, su primera esposa y madre de sus hijos, Lola Sánchez de la familia Balcon de El Puerto; Milagros Castro Utrera, esposa de 'el Cochino’; Manolito ‘el Cochino’, Lola Flores, 'la Faraona', Lete y Pepe Bigote Jiménez, 'embajador oficioso' de El Puerto en Madrid. (Foto Caripén).

manolitoelcochino_011_puertosantamariaLa afinidad y amistad que compartía con Pepe Romero Zarazaga, Pepe Romerijo, con nótula propia en Gente del Puerto 13, sería el aldabonazo para contribuir en la década de los años 70 y 80 a que la sinergia de ambos sectores, el extractivo pesquero y el comercial, fuera, sin ningún género de duda, el de mayor esplendor y, como consecuencia, uno de los pilares básicos de la economía porteña. Cabe recordar a Pepito Roselló, Pepe ‘El Chofer’, padre de Jaime Gutiérrez Perea, concejal que fuera de IP; Juan Crespo Rodríguez, ‘Mosco’, Ángel Alonso Alejo, José Agarrado Macias, Juan Hernández Navarro, Miguel Roselló Bertomeu, José González García, la familia Soriano Gómez, ‘Abuja’, Quini Roselló, José Manuel Moy, Miguel Moy, Joselin y además Luis Fernández Chulian, Fali Alonso Gómez, Manolo Ariza, Miguel Payares, José ‘Plaza, ’Fermín Romero Díaz, ‘Abuelita… y toda la marinería, sin excepción de ningún tipo. Merece capitulo aparte la figura de José Antonio Español Caparrós, Ingeniero Director de la Junta de Obras de Puerto, muy particular y controvertido personaje, con el que se entendió a las mil maravillas. (En la fotografia con Pepe Romero Zarazaga).

VENDEDOR OFICIAL DE LA LONJA
A finales de los años 60 las cosas cambiarían ya que Manolito ‘el Cochino’ se asentó económicamente y hasta se permitió a partir de entonces, en bastantes ocasiones, hasta su jubilación, acudir a trabajar a la Lonja de Pescados y subastar el pescado y marisco con traje y corbata.  Genio y figura.

Más tarde, corría el año 1970, ante la incesante progresión de las ventas efectuadas por la presencia de pesqueros de la flota onubense, que faenaba en el Golfo de Cádiz, fue nombrado vendedor oficial en la Lonja de Pescados, uniéndose a los tradicionales vendedores: José Agarrado Macias, Juan Hernández Navarro y Miguel Roselló Bertomeu que se dedicaban a la venta de las capturas de la flota con base en este puerto, compuesta  por 132 unidadades y 1500 tripulantes que faenaban en los caladeros de Marruecos. De aquellas vendedurias, en la actualidad, después de muchas vicisitudes, la única que se mantiene en un maltratado sector pesquero es la de Manolito ‘el Cochino’.  En los años de esplendor de la pesca, sus grandes bastiones y personal de confianza en la vendeduria: Pepe Barbudo en la administración y su primo Paco Sacaluga, en una de las tareas más ingratas, cobrador de las ventas de los pescados y mariscos.

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Genio y Figura. Fotografía en el Restaurante El Resbaladero, mediados de los años 70: Izquierda a derecha. Manuel Camacho Aguilar de Hierros Osca, Maximino Sordo Díaz, propietario del Restaurante, Manolito ‘el Cochino’, Nicanor Gómez Recalde, de Ultramarinos ‘Los Caballos’ y Antonio Crespo Blanquer, de los alicantinos llegados a esta tierra, calpino, conocido por Toni Pala, excelente patrón de pesca.

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Fotografía en el Restaurante de Ramón Muñoz, mediado de la década de los años 80, carretera nacional IV, antes de llegar al Caballo Blanco, misma acera, en dirección a Cádiz. Rincón de Neno estuvo ubicado en el mismo lugar antes de ser Restaurante. Manolito ‘el Cochino’ marcándose unas sevillanas con su amigo Juan Luis Carrillo Lucero. Izquierda a derecha: Pepe Crespo, empresario vinculado a la carpintería, Juan Crespo Rodríguez, exportador de pescados, Ramón Muñoz, hostelero y Antonio Reyes Haro, empresario del transporte, barcos, pescados y mariscos.

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En Casa Lucio, principio de los años 80 del siglo pasado, en Madrid. De izquierda a derecha: Milagros Castro Utrera, esposa de Manolito ‘el Cochino’. Milagros Camacho, segunda esposa de Pepe Romerijo, Paco Villaescusa, excelente persona natural de Yecla (Murcia), Fabricante de muebles, muy amigo de Pepe Bigote Jiménez; Manolito ‘el Cochino y Pepe Romerijo. De pie Lucio Blázquez.

Los prematuros fallecimientos de las esposas de Pepe Romerijo y Manolito ‘el Cochino’, Lola Sánchez y Milagros Castro Utrera, respectivamente, unieron aún más los lazos de amistad. Ambos, con algunos de sus hijos aún pequeños, tuvieron que afrontar sus destinos. En el caso del ‘Cochino’, su cuñada Julia Castro Utrera, quien tomó las riendas de su casa y ayudó a llevar adelante a los hijos de Manolito ‘el Cochino’: María José, Mili, Maleni, Manolo, Inma y María del Mar. En la actualidad, a sus 78 años, Julia sigue al pie del cañón cuidando a su cuñado. Pepe Romerijo se casó en segunda nupcias con Milagros Camacho

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En el Restaurante El Resbaladero: Año 1983, homenaje de despedida a la funcionaria de la Cofradía de Pescadores Magdalena Nimo Real, Oficial de administrativa y cajera, a quien todos conocíamos por Pili. ‘--Anda dame un beso, Pili, que aquí te traigo un regalito’. Una mujer de armas tomar, eficiente cobradora y un hito en el muelle habida cuenta que era la única mujer que entraba en la Lonja de Pescados. Familia de los Nimo. Su hermano Jesús y su sobrino José Luis, concesionario de coches, amigos de ‘el Cochino’. Con este Nimo se le veía mucho en barrera en la Plaza Real.

Sus visitas diarias, en mañana y tarde, a los distintos ‘confesionarios’ eran sagradas: ‘El Guadalete’, ‘El Brillante’, ‘La Perdiz’, ‘Casa Flores’, ‘Paco Ceballos’, ‘La Guachi’ de Romerijo, ‘Betis’, Cervecería ‘Puerto’, ‘Liba’… acompañado en distintas etapas por ‘Antoñon’, Manolito ‘Justicia’, Pepe ‘el Cachorro’ de Lepe y durante los veranos se unía Pepe Bigote Jiménez, con nótula propia en Gente del Puerto 215, que regresaba de Madrid a tomar las aguas… Todo un espectáculo pues no le dolían prendas a la hora de invitar a una copa a los parroquianos que, durante su ‘vía crucis’, estuviera en la barra de los distintos ‘confesionarios’. Lo de comer era otra cosa, mas menos como dice Pepe Neno, con nótula propia en Gente del Puerto 209. Por cierto, hubo un tiempo que fue gotera del Marqués de Pezagua en su Rincón de Neno en Valdelagrana.

Es un personaje campechano que a pesar de la perdida de memoria tras los ictus sufridos todavía a sus 76 años, sigue fumando sus puros habanos y, lo más importante, conservando la elegancia y espontaneidad que siempre le ha caracterizado.  "--Que me quiten lo bailao..." es lo que, desde el afecto, puedo expresar mejor a lo largo de su dilatada y bien aprovechada vida.

Hoy, la crisis que atraviesa la actividad pesquera, también ha hecho mella en el negocio. Sin embargo, contra viento y marea, sus hijos luchan afanosamente por mantener la vendeduria y buscar nuevas alternativas. Su hijo Manuel Gutiérrez Castro, continúa con la aventura empresarial consolidando y ampliando nuevas líneas de negocio relacionados con la pesca extractiva y el mundo de la mar. (Textos: Antonio Carbonell).

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José Roque Morales Augusto nació El Puerto el año de la Exposición Iberoamericana de Sevilla, el 11 de febrero de 1929. Hijo de Roque y Luisa y tercero de los hermanos: Luisa, nacida en 1924 y Miguel, nacido en 1926, (el zapatero de la calle Larga). Viven los tres. Estudió con D. Alfonso Cárdenas Felices, en la calle Luna examinándose en Cádiz en el año roque_1949_puertosantamaria1939 los 14 alumnos presentados, aprobando todos ellos, entre los que recuerda a Eduardo Zamorano Lechuga, Antonio Aragón Astorga o a los hermanos Molleda. (En la fotografía de la izquierda, Roque en el año 1949).

EL BANCO HISPANO AMERICANO.
Empezó la carrera de Comercio. Estando inmerso en los estudios, Luis Muñoz (conocido en El Puerto por la coplilla de “la patita de Luis Muñoz”) estuvo en la zapatería de su padre, José Roque Morales Ahumada, y le informó que había oposiciones para 3 plazas en el antiguo Banco Hispano Americano. Era el 7 de junio de 1945. Como el examen era de un día para otro pidió urgentemente el temario, presentándose y aprobando tanto el propio Roque, como Juan Roselló Castell y el hijo de Manuel Álvaro Bonet, su maestro.

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Empleados del Banco Hispano Americano : Primera fila, de izquierda a derecha: Jose Luis Gallardo Poullet , Pérez (Hijo del cabo Pérez), Luis Pérez Sánchez, Andrés Jimenez (uno de los dos mellizos, con chaqueta blanca), Fernando Polanco Sierpes, desconocido, desconocido, desconocido.
Segunda fila, de izquierda a derecha: Francisco Mesa Gutierrez, Eugenio Pedregal, Juan Diaz Gómez, Jose Sánchez Sánchez, Francisco González, Ribera, desconocido, Juan Neva, Cossi, Santiago Castilla, desconocido, Antonio Garcia Brotón, Antonio Ortega García.
Tercera fila, de izquierda a derecha: Jimenéz (el otro mellizo con chaqueta blanca), Alfonso Benitez Retamar, Manuel Torres vallejo (Director del Banco Hispáno), Antonio Garcés, José Luis Delgado Forja, desconocido, desconocido.
Cuarta fila, de izquierda a derecha: José Roque Morales Augusto con chaqueta blanca, Eduardo Zamorano, Lechuga, Ramón Matiola Gutiérrez (delante), José Rodriguéz López, Manuel Álvaro Bonet, Manuel Romero Rivas.
La identificación de la fotografía es de José Roque Morales Augusto el 29 de mayo de 2009. (Foto Mesa. Colección Vicente González Lechuga).

Allí estuvo durante cuatro años, hasta que es llamado al servicio militar. Estuvo en la Batería “La Ardila” de San Fernando. De vuelta al Banco Hispano Americano estuvo un mes trabajando en la institución bancaria hasta el 29 de septiembre de 1951.

LA DROGUERÍA INGLESA.
La fecha de final de septiembre de 1951 la tiene bien presente Roque. También le dieron 24 horas para aceptar o no el traspaso de la Droguería Inglesa perteneciente a Antonio Pantoja Leal que ya llevaba funcionando 20 años. Roque ha vivido tres o cuatro crisis, como él mismo afirma. La Droguería empezó en el número 17 de la calle Ganado, junto a la Mercería Denia, pero desde el 31 de julio de 1979 permanece abierta al público en la esquina de Nevería con Ganado: casi 30 años hace ya. El oficio de droguero lo aprendió sobre la marcha, no sabía nada pero tuvo olfato para el negocio, para ser un joven emprendedor con apenas 22 años. Renovó casi todo el género. Sus hijas Luisa (Chica) y Ana María, tienen abierta una perfumería en la calle Nevería, y nótula propia en Gente del Puerto.

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Roque, paseando con su novia Ana Vega, a mediados de los cincuenta del siglo pasado, por el Parque Calderón.

LA FAMILIA.
Se casó el 1 de noviembre de 1957 con Ana Vega Ramírez (fallecida hace casi dos años, el 30 de julio de 2007, a la que Roque sigue recordando y notando su falta), con quien tuvo cinco hijos y cuatro partos, pues tuvieron mellizos: María Luisa, la mayor, Ana María, Roque y Cristi -los mellizos- y Milagros quien se iba a llamar Rosario, pero fue revivida la madre, nada mas nacer Milagros, por una complicación en el parto en el que perdió mucha sangre.

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Ana y Roque.

Roque recuerda muchas anécdotas, vividas detrás del mostrador, algunas incontables, pues en el fondo, en su oficio actuaba casi como un boticario para la casa. El cajero de la Caja de Ahorros de Cádiz le saludaba, en la puerta del establecimiento, con la fórmula de un jesuita, un frasco para las canas: “SIJ38”. Luego, seguía su camino.

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La típica foto de familia numerosa. Los padres Roque Morales  Augusto y Ana Vega Ramírez y los niños mellizos, Roque y Cristina, debajo María Luisa y Ana María. Faltaba por llegar Milagros.

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En la Playa de la Puntilla, con su hija María Luisa. Principios 1960.

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En la Velada de la Victoria, con su mujer Ana, en los coches choques.

ESPECIALISTA EN CUALQUIER REMEDIO.
En la Droguería Roque, nuestro protagonista o ahora sus hijos, pueden ayudarle con cualquier remedio o preparado para ese problema doméstico que se le resiste: Líquido para aflojar la lana en jerseys apelmazados; aceite para suelo de barro, jabón casero con fórmula exclusiva de Roque; otro jabón líquido de suelo, fórmula magistral también de Roque; limpia metales, fórmula antigua y exclusiva de nuestro protagonista; jabón de glicerina; cebos matacucarachas y para toda clase de bichos; cerote (cera que usaban los zapateros); jabón de marsella líquido para lavar la ropa; ácido oxálico para limpiar el mármol, el plástico o los cascos de los barcos cuando amarillea; betún de judea; tratamiento de la madera contra los insectos xilófagos (la carcoma); cola para reforzar los lienzos de pintores y artistas, ...

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En la Droguería, con un antiguo empleado y dos de sus hijos.

PREMIO AL ESTABLECIMIENTO TRADICIONAL.
«Este 2008, el Centro Municipal del Patrimonio Histórico de la Concejalía de Cultura del Ayuntamiento, concede el diploma de establecimientos tradicionales a Droguería Roque, como reconocimiento al mantenimiento de un establecimiento tradicional durante generaciones.  La de Roque es una de las escasas droguerías que aún permanecen abiertas en la ciudad. Ha cumplido cincuenta y siete años. Traspasó una perfumería que ya contaba con veinte años de antigüedad y cuyo nombre era muy apropiado para la época “La Inglesa”. Muy pronto se amplió el negocio a droguería. El fundador de la tienda es José Roque Morales Augusto, al que todos conocemos como Roque. A él le cabe el mérito de haber mantenido el negocio durante más de medio siglo, pero también el de haber transmitido la ilusión a sus hijos, pues casi todos ellos se dedican a la misma ocupación. El negocio se ha mantenido con la colaboración y el trabajo de toda la familia. Y se ha mantenido en tiempos difíciles, en los que abundan otro tipo de establecimientos menos especializados. Pero el buen trato y el afán por solucionar a los clientes problemas domésticos muy variados, han marcado siempre a este establecimiento. Por tanto, era ya momento de hacerles este pequeño homenaje.» Del discurso del alcalde de la Ciudad, Enrique Moresco, en la entrega del Diploma el Día Local de Patrimonio Histórico, celebrado el 5 de diciembre de 2008.

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La amplia familia de José Roque Morales Augusto, arropándolo, el día que recibió el Diploma del Centro Municipal de Patrimonio Histórico, en un acto celebrado en el Centro Alfonso X  'el Sabio'.

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